Directorio para Catequesis - CAPÍTULO I
Directorio para Catequesis - CAPÍTULO I
Directorio para Catequesis - CAPÍTULO I
«Para que el hombre llegue a ser Dios», afirma el Oriente (GREGORIO DE NIZA, Oratio
catechetica, 37: Gregorii Nysseni Oper 3/4, 97-98 (45,97): ≪Dios en su manifestarse se ha unido a la naturaleza
mortal para que la humanidad fuera divinizada junto a él con la participación en la divinidad≫.).
31. La evangelización es un proceso, por el que la Iglesia, movida por el
Espíritu Santo anuncia el Evangelio que se difunde por todo el mundo. En el
proceso de la evangelización(Cf. DGC 48.), la Iglesia:
impulsada por la caridad, impregna y transforma todo el orden temporal,
asumiendo las culturas y ofreciendo la luz del Evangelio para que se renueven
desde dentro;
se acerca a todos, solidarizándose, compartiendo, dialogando, dando testimonio
de la novedad de vida de los cristianos, para que cuantos la encuentran lleguen
a interrogarse sobre el sentido de la existencia y sobre las razones de ser de esa
fraternidad y esperanza;
proclama abiertamente el Evangelio mediante el primer anuncio, llamando a la
conversión;
inicia en la fe y en la vida cristiana, mediante el itinerario
catecumenal (catequesis, sacramentos, ejercicio de la caridad,
experiencia fraterna) a los que se convierten a Jesucristo, o a los
que retoman el camino de su seguimiento, incorporando a unos
y reconduciendo a otros a la comunidad cristiana;
mediante una educación permanente de la fe, la celebración
de los sacramentos y el ejercicio de la caridad alimentan en los
fieles el don de la comunión y despiertan la misión, enviando a
todos los discípulos de Cristo a anunciar el Evangelio con obras
y palabras.
cristiana, la catequesis junto con los ritos litúrgicos, las obras de caridad y la
experiencia fraterna, ≪comienza con el conocimiento de la fe y con el
aprendizaje de la vida cristiana, fomentando un camino espiritual que
provoca un “cambio progresivo de sentimientos y costumbres” (AG 13), que
trae sin duda «renuncias y luchas, pero también alegrías que Dios concede sin
medida» (DGC 56c).
Esta etapa corresponde al tiempo del catecumenado que es denominado
como purificación e iluminación en esa iniciación cristiana (Cf. RICA 7. 14-36.).
35. La acción pastoral alimenta la fe de los bautizados y los ayuda
en el proceso permanente de conversión a la vida cristiana.
“sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto” (Mt 5,48)»
(DGC 56d). Esta es la llamada a la santidad para entrar en la vida
eterna.
El comienzo de este paso corresponde al tiempo de la mistagogía
en el itinerario de la iniciación cristiana (Cf. RICA 7. 37-40).
36. Durante este proceso de evangelización, se realiza el ministerio de
la Palabra de Dios, para que el mensaje evangélico llegue a todos.
Este ministerio o servicio de la Palabra (Cf. Hch 6,4) transmite la
Revelación:
Dios, ≪que habla por medio de hombres a la manera humana≫ (DV
12), se sirve de la palabra de la Iglesia.
Por medio de la Iglesia, el Espíritu Santo llega a toda la humanidad;
El es aquel por el cual ≪la voz del Evangelio resuena viva en la
Iglesia, y por ella en el mundo≫ (DV 8).
37. Puesto que «no hay evangelización verdadera, mientras no se anuncie
el nombre, la doctrina, la vida, las promesas, el reino, el misterio de Jesús
de Nazaret Hijo de Dios» (EN 22)
Hay muchos modos de evangelización para que dicho ministerio fuera
efectivo, de especial mención son:
- el primer anuncio;
- Las distintas maneras de hacer catequesis;
- la homilía y la predicación;
- la lectura orante, también en la forma de lectio divina
- la piedad popular;
- el apostolado bíblico;
- la enseñanza de la teología;
- la enseñanza escolar de la religión;
- estudios y encuentros que relacionan la Palabra de Dios y la cultura
contemporánea incluso en un espacio interreligioso e intercultural.
38. La Iglesia se sitúa «en una nueva etapa evangelizadora» (EG 1.17)
porque incluso en este cambio de época el Señor resucitado sigue
haciendo nuevas todas las cosas (Cf. Ap 21,5).
El propio camino de la Iglesia está marcado por dificultades y exigencias de
renovación espiritual, moral y pastoral …el Espíritu Santo sigue despertando
en las personas la sed de Dios y, en la Iglesia, un nuevo fervor, nuevos
métodos y nuevas expresiones para anunciar la buena nueva de Jesucristo.
39. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia evangelizadora. Por esta razón, la
llamada a una nueva evangelización. (Cf. EN 2; JUAN PABLO II, Homilía
durante la Misa en el Santuario de la Santa Cruz (junio 9 de 1979); ID.,
Exhortación apostólica Christi fideles laici (diciembre 30 de 1988), 34;
PONTIFICIO CONSEJO PARA LA PROMOCION DE LA NUEVA EVANGELIZACION,
Enchiridion della nuova evangelizzazione. Testi del Magistero pontificio e
conciliare 1939-2012 (2012); EG 14-18.)
«No hay mayor libertad que la de dejarse llevar por el Espíritu, renunciar a
calcularlo y controlarlo todo, y permitir que Él nos ilumine, nos guíe, nos
oriente, nos impulse hacia donde Él quiera. Él sabe bien lo que hace falta
en cada época y en cada momento» (EG 280).
40. En particular, la espiritualidad de la nueva evangelización
se realiza hoy por una conversión pastoral, mediante la cual la
Iglesia es invitada a realizarse en salida, siguiendo un dinamismo
que atraviesa toda la Revelación y situándose en un estado
permanente de misión (Cf. EG 20-33).
Este impulso misionero también lleva a una verdadera reforma de
las estructuras y dinámicas eclesiásticas, para que todas se vuelvan
más misioneras, es decir, capaces de vivir con audacia y
creatividad tanto en el panorama cultural y religioso como en el
ámbito de toda persona. Cada bautizado, como ≪discípulo
misionero≫ (EG 120; Cf. también V CONFERENCIA DEL EPISCOPADO
LATINOAMERICANO, Documento de Aparecida (mayo 30 de 2007),
129-346.) es sujeto activo de esta misión eclesial.
41. Esta nueva etapa de evangelización abarca
toda la vida de la Iglesia y se realiza fundamentalmente en tres ámbitos:
a. En primer lugar, está el ámbito de la pastoral ordinaria:
«comunidades cristianas con estructuras eclesiales adecuadas y sólidas;
tienen un gran fervor de fe y de vida; irradian el testimonio del Evangelio
en su ambiente y sienten el compromiso de la misión universal» (JUAN
PABLO II, Carta encíclica Redemptoris misio (diciembre 7 de 1990), 33.)
≪También se incluyen en este ámbito los fieles que conservan una fe
católica intensa y sincera, expresándola de diversas maneras, aunque
no participen frecuentemente del culto. Esta pastoral se orienta al
crecimiento de los creyentes, de manera que respondan cada vez
mejor y con toda su vida al amor de Dios≫ (EG 14).
b. En segundo lugar, está «el ámbito de “las
personas bautizadas que no Viven las exigencias
del Bautismo, no tienen una pertenencia cordial a la
Iglesia y ya no experimentan el consuelo de la fe»
(EG 14.).