Ser y Quehacer de Las Comisiones y Dimensiones-Agenda 2014
Ser y Quehacer de Las Comisiones y Dimensiones-Agenda 2014
Ser y Quehacer de Las Comisiones y Dimensiones-Agenda 2014
COMISIÓN EPISCOPAL
PARA LA PASTORAL PROFÉTICA
I. IDENTIDAD
La Comisión Episcopal para la Pastoral Profética:
1. Es una instancia episcopal de comunión entre quienes integramos la Comisión Episcopal para la
pastoral profética y entre las demás Comisiones Episcopales.
2. Es una instancia de coordinación corresponsable entre las seis dimensiones de nuestra Comisión
Episcopal: Doctrina de la fe, Catequesis, Biblia, Misiones, Educación y Cultura.
3. Es una instancia de servicio a la CEM que anima, promueve e impulsa el proceso evangelizador de la
Iglesia en México.
4. Es una instancia de servicio subsidiario y solidario a las provincias y diócesis, conforme a los estatutos
de la CEM.
5. Es en conjunto, con las demás Comisiones Episcopales, el equipo animador de la Misión Continental
Permanente en México de cuyo trabajo, esta CE debe ser punta de lanza.
II. DESAFÍOS
En los últimos años se ha incrementado en nuestro país la violencia causada por organizaciones
criminales, distinta de la violencia intrafamiliar y de la que es causada por la delincuencia común. Esta
violencia tiene sus propias características, sus causas y sus circunstancias. Se caracteriza por la crueldad,
por la venganza, por la exhibición de poder y por la intención de intimidar a quienes son considerados
rivales y a toda la sociedad. Algunas de las actividades criminales más comunes en este contexto son: el
narcotráfico, el secuestro, la trata de personas, el lavado de dinero, distintos tipos de extorsión y las
ejecuciones intimidatorias.1 Todo ello propiciado por varios factores como la pobreza y la desigualdad, la
insuficiencia de las reformas económicas, el desempleo, la corrupción e impunidad, la inseguridad y la
impartición de justicia etc.
A nivel eclesial, percibimos una evangelización con poco ardor y sin nuevos métodos y expresiones, un
énfasis en el ritualismo sin el conveniente itinerario formativo; movimientos y grupos religiosos que se
olvidan de la dimensión social de la fe, una espiritualidad individualista; una mentalidad relativista en lo
ético; en la pastoral persisten lenguajes poco significativos para la cultura actual. Y con relación a la
inseguridad y violencia, reconocemos con tristeza que entre los involucrados en el crimen organizado hay
mujeres y hombres bautizados, que con sus acciones se alejan de Dios y de la Iglesia.2
No hemos ejercido, como Iglesia el papel profético que corresponde ni el esfuerzo por buscar alternativas
de formación y participación social.
1 CONFERENCIA DEL EPISCOPADO MEXICANO, Que en Cristo nuestra paz, México tenga vida digna, México 2010, n. 12.
2 Idem n. 95.
Se siente la urgencia de la conversión personal que lleve a la conversión pastoral y provoque una
verdadera renovación o al abandono de las estructuras caducas que ya no responden y no favorecen la
transmisión de la fe (cfr. Aparecida 365).
El cambio de época que estamos viviendo nos desafía en nuestra tarea y nos exige una
EVANGELIZACIÓN, más misionera, más auténtica y en diálogo y conversión pastoral permanentes.
El número de católicos que se retiran silenciosamente de nuestra Iglesia nos exige un serio análisis y
renovación de los métodos y actitudes que empleamos en la evangelización.
La “dictadura del relativismo” nos desafía a hacer una evangelización que sepa proponer y exponer a
Jesucristo vivo dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza con dulzura y
respeto (Cf. 1P. 3, 15s).
La urgencia de ser más fieles en nuestra pastoral nos exige la vivencia de una mayor comunión eclesial a
través de una conversión personal, pastoral y comunitaria.
La constatación de que “el cristiano de hoy no se encuentra más en la primera línea de la producción
cultural, sino que recibe su influencia y sus impactos” (DA 509), nos desafía, para ir más allá de una
evangelización con meros criterios geográficos, a formar pensadores y personas que estén en los niveles
de decisión, sembrando los valores evangélicos en los ambientes donde tradicionalmente se produce
cultura y en los nuevos areópagos (cf. DA 491 y 492).
“La Iglesia está llamada a repensar profundamente y relanzar con fidelidad y audacia su misión en las
nuevas circunstancias Latinoamericanas y mundiales” (DA 11).
“Esto requiere desde nuestra identidad católica, una evangelización mucho más misionera, en diálogo con
todos los cristianos y al servicio de todos los hombres” (DA 13).
En sentido estricto la evangelización consiste en anunciar la Buena Noticia de Jesucristo por medio de la
proclamación del Evangelio y del testimonio cristiano a los hombres y mujeres situados históricamente
para que se conviertan y vivan en la libertad de los hijos de Dios. En un sentido más amplio, la
3 Idem n. 96.
evangelización se refiere a toda actividad que realiza la Iglesia para hacer presente el Reino de Dios. El
objetivo de la acción evangelizadora de la Iglesia es servir al proyecto de Jesús: el Reino de Dios. 4 La
Iglesia busca cumplir este objetivo continuando la acción pastoral de Jesús, a través de los ministerios
profético, litúrgico y de caridad.
La acción evangelizadora de la Iglesia debe conducir a una experiencia personal y comunitaria sólida,
profunda y progresiva de encuentro con Jesucristo Vivo. Esta experiencia personal y eclesial es el centro
de la acción pastoral. Este encuentro, para que sea sólido, supone presentar íntegro el mensaje, la entrega
de la vida y la Resurrección del Señor. No es correcto separar estos elementos. El olvido de la Cruz
conduce a un triunfalismo estéril; el rechazo de la resurrección lleva al fatalismo. Los escritos de san
Pablo remarcan esta doble dimensión.5
Precisamente para que el encuentro con Jesucristo no sea incompleto, el Evangelio de Lucas (24, 13-32)
nos ofrece cuatro situaciones en los que podemos descubrirlo: el camino de nuestra vida, sobre todo en
los momentos de dudas, incertidumbres y desánimos; la Escritura en la que redescubrimos
permanentemente a Jesucristo e iluminamos nuestro caminar; el hermano, principalmente el que necesita
de nuestra acogida y el pobre; la Eucaristía, recuerdo vivo del Amor, motivo y razón por el que
Jesucristo entregó su vida. La tarea primordial de la pastoral debe favorecer el encuentro con Jesucristo,
quien no está al margen de la realidad humana ni de la vida eclesial. El encuentro con el Señor debe
generar con la misma intensidad apóstoles que sean discípulos seguidores y que sean misioneros
enviados.
Aparecida pone al centro de la evangelización la Palabra viva de Dios; por eso "se hace necesario
proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el reencuentro con Jesucristo vivo,
camino de auténtica conversión, de renovada comunión y de fraternal solidaridad" (DA 248).
En este sentido, la Sagrada Escritura nacida de la comunidad vuelve a ella para edificarla, servirle de
alimento y acompañarla en la Misión permanente de dar testimonio de su fe en el Señor Jesucristo. 6
Porque “es tan grande el poder y la fuerza de la Palabra de Dios, que constituye el sustento y vigor de la
Iglesia, firmeza de fe para sus hijos, alimento del alma, fuente límpida y perenne de vida espiritual”.7
Junto con la Sagrada Escritura debe tomarse como fuente la Tradición, cuya alma es el Espíritu Santo
(LG 33); ambas son los cimientos del pueblo de Dios (LG 38). Además, otra fuente es el Magisterio, "que
4 Por eso, también se dice que la evangelización es una "realidad rica, compleja y dinámica" que no puede encerrarse en una
definición "sin empobrecerla e incluso mutilarla" (EN 17).
5 Así por ejemplo Tesalonicenses 4, 14: “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, de la misma manera Dios llevará
consigo a quienes murieron en Jesús”; también en la epístola a los Romanos se dice: “¿Quién condenará? ¿Acaso Cristo
Jesús, el que murió; más aún el que resucitó, el que está a la diestra de Dios, e intercede por nosotros? (8, 34); también:
“porque Cristo murió y volvió a la vida para eso, para ser Señor de muertos y de vivos” (14,9; 4,25; 2Cor. 5,15).
6 Comisión Episcopal de Pastoral Bíblica, Vayan por todo el mundo y proclamen la Buena Noticia. Ideario-Guía para la
Pastoral Bíblica en México (México 2001) n. 7.
7 DV 21.
bajo la asistencia del Espíritu Santo interpreta auténticamente la Tradición y la Escritura" (DV 10; LG
38).
La Pastoral Profética supone un proceso: suscitar la fe, hacerla madurar e integrar a los creyentes en la
comunidad donde se vive y actúa. Se realiza a través del primer anuncio o kerigma, la Iniciación
Cristiana, la catequesis, la acción profética testimonial y misionera; penetra el ámbito educativo,
transforma las culturas y va elaborando una reflexión teológica que madure y vigorice la fe.
La Iglesia es por naturaleza educadora en todos sus ámbitos: acciones, programas y métodos. Está
llamada a INFORMAR, FORMAR Y TRANSFORMAR las personas, las familias y las sociedades.
Se hacen necesarios itinerarios formativos en un proceso educativo que ayuden a madurar poco a poco a
las personas para que tomen postura, en la sociedad y se involucren en el compromiso de renovarla
conforme los criterios del Reino de Dios y se conviertan también ellos en educadores.
Es urgente llevar a cabo una formación específica para lograr una incidencia significativa en los
diferentes escenarios de los discípulos misioneros: "en el mundo vasto de la política, de la realidad social
y de la economía, como también de la cultura, de las ciencias y de las artes, de giro internacional, de los
medios de otras realidades abiertas a la evangelización" (DA 283) que se llaman "nuevos areópagos" (DA
491).
La Nueva Evangelización
Estamos ante un tema decisivo y fundamental en la vida de la Iglesia; también ante una forma de entender
la evangelización que tiene pocas décadas de historia. Hemos estado pasando de una situación eclesial de
mantenimiento de la fe a otra situación en la que el problema más importante es suscitar y educar en la fe.
En la tarea de la evangelización se juega el ser y la misión de la Iglesia.
En Aparecida es el mismo Papa Benedicto XVI quien nos ha invitado a “una misión evangelizadora que
convoque todas las fuerzas vivas de este inmenso rebaño, que es el Pueblo de Dios” en América Latina y
el Caribe: sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que se prodigan, muchas veces, con inmensas
dificultades para la difusión de la verdad evangélica”. Es un afán y anuncio misioneros que tiene que
pasar de persona a persona, de casa a casa, de comunidad a comunidad (…) Esa misión evangelizadora
abraza con el amor de Dios a todos y especialmente a los pobres y los que sufren” (DA 550).
Misión Continental
Con Aparecida, “asumimos el compromiso de una gran misión en todo el Continente, que nos exigirá
profundizar y enriquecer todas las razones y motivaciones que permitan convertir a cada creyente en un
discípulo misionero. Necesitamos desarrollar la dimensión misionera de la vida en Cristo. La Iglesia
necesita una fuerte conmoción que le impida instalarse en la comodidad, el estancamiento y en la tibieza,
al margen del sufrimiento de los pobres del Continente. Necesitamos que cada comunidad cristiana se
convierta en un poderoso centro de irradiación de la vida en Cristo. Esperamos un nuevo Pentecostés
que nos libre de la fatiga, la desilusión, la acomodación al ambiente; una venida del Espíritu que renueve
nuestra alegría y nuestra esperanza. Por eso se volverá imperioso asegurar cálidos espacios de oración
comunitaria que alimenten el fuego de un ardor incontenible y hagan posible un atractivo testimonio de
unidad para que el mundo crea (Jn 17, 21)” (DA 362), cuando la NE se consagre como programa oficial
de la Iglesia.
Nuestra Comisión Episcopal entiende, acepta y asume el que “hoy toda la Iglesia en América latina y el
Caribe quiere ponerse en estado de misión. La Evangelización del Continente no puede realizarse hoy sin
la colaboración de los fieles laicos” (DA 213).
Misión Ad Gentes
En la medida en que la comunidad de Jesús responde a la llamada del Espíritu, a continuar la misión de
Jesús por nuevos e inimaginables caminos, en esa medida se convierte en Iglesia.
Una lectura misionera de los Hechos de los Apóstoles muestra que el origen de la Iglesia está
íntimamente conectado con su conciencia de la misión que se abría ante ella, y que de este modo Hechos
puede ofrecer, con razón, un fuerte fundamento bíblico para la afirmación de que la Iglesia es, “por
naturaleza misionera” (AG 2). Si ser Iglesia es estar en misión, estar en misión es responder a las
exigencias del Evangelio en contextos concretos, es estar “REINVENTÁNDOSE” así misma para luchar
y enfrentarse a nuevas situaciones, nuevos pueblos, nuevas culturas y nuevos desafíos.
Todos los pueblos tienen el derecho a la plenitud de la verdad, así la Iglesia tiene que estar en misión.
“No podemos permanecer tranquilos si pensamos en los millones de hermanos y hermanas nuestros,
redimidos también por la Sangre de Cristo que viven sin conocer el amor de Dios. Para el creyente, en
singular, lo mismo que para toda la Iglesia, la causa misionera debe ser la primera, porque concierne al
destino eterno de los hombres y responde al designio misterioso y misericordioso de Dios” (RM 86).
El Kerygma y la Iniciación Cristiana son: “un desafío que debemos afrontar con decisión, con valentía y
creatividad, ya que, en muchas partes, la Iniciación Cristiana ha nacido pobre o fragmentada. O educamos
en la fe, poniendo realmente en contacto con Jesucristo e invitando a su seguimiento, o no cumpliremos
nuestra misión evangelizadora” (DA 287).
La comprensión de la Iniciación Cristiana debe ubicarse dentro del Proceso Evangelizador de la Iglesia,
que supone un itinerario integral que se realiza en varias etapas.
“El primer anuncio tiene la función de anunciar el Evangelio y la conversión. Esta conversión, así sea
inicial, lleva consigo la adhesión a Jesucristo y a la voluntad de caminar en su seguimiento. En el actual
contexto de la nueva evangelización no podemos dar por supuesta la acción del primer anuncio, es una
etapa insustituible en el Proceso de Evangelización” (DGC 51).
Aparecida habla de este primer anuncio cuando se refiere al anuncio del Kerygma y dice: “La Iniciación
Cristiana incluye el Kerygma, es la manera práctica de ponerse en contacto con Jesucristo e iniciar en el
discipulado” (288); “sentimos la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de
iniciación a la vida cristiana que comience por el Kerygma” (289).
La Iniciación Cristiana se ubica, por tanto, dentro del Proceso de la Evangelización sin identificarse
plenamente con ella. En la vida del candidato hay un momento de inicio que se prolonga hasta llegar a un
nivel de plenitud. Esta es la Iniciación Cristiana que comprende la iniciación a lo que la Iglesia es para
adherirse plenamente a ella: la Palabra, el servicio, la celebración, la vida comunitaria y la misión. En esta
etapa la Iglesia ejerce la función de iniciación por medio de la catequesis, en íntima conexión con los
sacramentos de la Iniciación Cristiana. Este tema está presentado de manera sucinta en el DA no. 288.
La entendemos como la tercera etapa de la evangelización y que está dirigida a los fieles de la comunidad
cristiana ya iniciados en la fe. En sentido estricto no es sinónimo de la acción evangelizadora de la
Iglesia.
Esta tercera etapa va dirigida a los cristianos ya iniciados que necesitan alimentar y madurar
constantemente su fe a lo largo de toda la vida; es posterior a la etapa catequético-iniciatoria y la supone.
Es la educación o formación permanente en la fe, tiene el carácter de ser alimento constante que todo el
organismo adulto necesita para vivir (Cfr. DGC 57). El Documento de Aparecida lo trata bajo el capítulo
de “Catequesis Permanente” y va desde el No. 295 al 300.
Elementos que deben ser tomados en consideración en toda acción de Pastoral Profética.
La Pastoral Profética es una acción que debe ser comprendida y realizada como un elemento del proceso
global de la vida de la Iglesia. Por medio de la acción pastoral la Iglesia actualiza la acción salvadora de
Cristo, de cara a la implantación del Reino que supone diversas acciones, funciones o mediaciones.
El Ministerio de la Palabra, propio de la Pastoral Profética, se articula con el ministerio del servicio
(pastoral social) con el ministerio de la celebración (pastoral litúrgica) y el ministerio de la comunión. No
es posible, por tanto, forjar proyectos de ninguna de las áreas si se toman de manera desarticulada y sin
referencia y organicidad con las demás áreas que en conjunto constituyen la acción pastoral de la Iglesia.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Intensificar nuestra formación y capacitación en el significado y las implicaciones de la fuerza
profética de la Palabra de Dios en la Nueva Evangelización y la misión de la Iglesia.
2. Proponer caminos concretos para hacer efectiva la Animación Bíblica de toda acción pastoral.
6. Mantener presente el mandato misionero de Cristo, con sus cuatro desafíos actuales: pastoral, nueva
evangelización, ecumenismo y misión ad gentes, como punto de partida para el crecimiento
desarrollo de todas las dimensiones de la pastoral profética.
VI. PROGRAMACIÓN
Meta 1: Ofrecer servicios de animación para impulsar la Nueva Evangelización.
Tareas:
Por medio de Jornadas de Animación ofrecidas a las Provincias.
Por medio de una Asamblea Nacional.
Por medio de folletos para ayudar a clarificar la Nueva Evangelización y sus implicaciones.
Meta 2: Buscar una relación con las otras Comisiones en el tema de la Nueva Evangelización.
DIMENSIONES DE LA COMISIÓN
Líneas de acción
1) Revisar, desde el punto de vista de la ortodoxia, los escritos y documentos que sean propuestos por la
CEM a través del Consejo de Presidencia, del Consejo Permanente o de la Asamblea General. Para
llevar adelante este proyecto será necesario pedir el apoyo de especialistas de la Universidad
Pontificia de México.
2) Elaborar una lista de censores eclesiásticos expertos en las diferentes ramas de las ciencias
eclesiásticas y ponerlos al servicio de los obispos, cuando las Diócesis no tengan autonomía suficiente
para proceder solas en este difícil campo.
3) Mantener un contacto más cercano con la Universidad Pontificia y organizar iniciativas comunes.
4) Mantener la práctica de hacer llegar a los obispos materiales impresos o digitales sobre temas
teológicos que puedan resultar de interés por su actualidad.
5) Colaborar con las diferentes Comisiones que soliciten servicios en el campo específico de la Doctrina
de la Fe.
Identidad
Objetivo específico
“Impulsar la nueva evangelización de las culturas contemporáneas, para que el Evangelio ilumine los
diversos ambientes generadores de cultura y se transforme al hombre de hoy”.
Líneas de acción
3) Intensificando la relación con universidades católicas, de inspiración cristiana y laicas, así como con
centros de cultura, para apoyar la evangelización de las culturas.
5) Promoviendo foros regionales sobre fe, ciencia y cultura en las Provincias que acepten este servicio,
con ayuda de Universidades Católicas y de la AMIESIC.
6) Promoviendo un Congreso, Simposio o Diálogo sobre Dios y la cultura actual, con exponentes
diversos de la cultura, como intelectuales, universitarios, artistas, líderes de opinión, etc.
8) Continuando los talleres de cultura náhuatl, para lograr traducciones bíblicas y litúrgicas propias de
esta etnia, con la colaboración de las Dimensiones de Doctrina de la Fe, Biblia, Liturgia y Pastoral
Indígena.
FECHAS SIGNIFICATIVAS:
III Taller de Cultura Náhuatl, del 4 al 6 de marzo del 2013: OMPE, México, D.F.
V Taller de Cultura Náhuatl, del 30 de septiembre al 2 de octubre del 2013, Naupan, Hgo.
Identidad
La Dimensión Nacional de Pastoral Catequética es un organismo de la Comisión Episcopal para la
Pastoral Profética del Episcopado Mexicano, que tiene como finalidad, iluminar y animar los procesos
catequísticos del país en comunión con las otras dimensiones de la Comisión (Cfr. DGC 269).
Objetivo específico
“Impulsar los procesos de formación de agentes de la catequesis, que dinamicen los itinerarios
catequísticos en unidad de criterios, a la luz de la nueva evangelización y de la pedagogía de Santa
María de Guadalupe, para vivir como verdaderos discípulos misioneros de Cristo y así transformar
nuestra realidad”.
Líneas de acción
FECHAS SIGNIFICATIVAS:
Objetivo específico
Líneas de acción
FECHAS SIGNIFICATIVAS:
Objetivo específico
“Ofrecer una plataforma de información, discernimiento y gestión para la evangelización del mundo de
la educación, en el contexto histórico particular de un cambio de época, a fin de promover un servicio a
quienes están involucrados en la tarea educativa dentro y fuera de la Iglesia”.
Líneas de acción
1. Integrar un equipo de Obispos que pueda dar seguimiento y participar, de manera conjunta, en los
trabajos de esta Dimensión.
3. Promover el conocimiento del documento del Episcopado Mexicano Educar para una nueva
sociedad, en:
a. Las Diócesis y Provincias del País.
b. Ambientes estratégicos: asociaciones empresariales, autoridades del sector educativo,
líderes de opinión, dueños y directores de medios de comunicación, así como organismos
de la sociedad civil del ámbito de la educación.
c. Las distintas asambleas y reuniones de las asociaciones propias del mundo educativo
vinculadas con la Iglesia, AMIESIC, CIRM, OSMEX, por ejemplo.
5. Elaborar y mantener una página de internet que sea el instrumento con el que se comuniquen y se
ofrezcan los servicios y actividades de esta dimensión a nivel nacional, provincial y diocesano, la
doctrina del Magisterio de la Iglesia en esta materia, así como las noticias del sistema educativo
nacional.
7. Programar y ejecutar un esfuerzo continuo para establecer vínculos con los medios de
comunicación, especialmente con aquellos que se interesan por la educación.
9. Impulsar y promover, el Diplomado de Formación Itinerante y Vida Cristiana, para jóvenes recién
egresados de la carrera universitaria, provenientes de las diferentes diócesis del País.
10. Convocar a los responsables diocesanos y agentes de la pastoral educativa y universitaria para una
Asamblea Anual. Así como organizar un Congreso Educativo Nacional, con el fin de reflexionar
aspectos fundamentales del reto educativo.
FECHAS SIGNIFICATIVAS:
Asamblea Anual de Educación para responsables diocesanos en Casa Lago, Mexico DF, en
Octubre de 2013.
Identidad
La Dimensión Episcopal de Misiones es un organismo del Episcopado Mexicano que convoca y reúne a
las fuerzas misioneras del país a fin de prestar servicios de animación, información, formación y
cooperación misionera a favor de la Iglesia de México apoyándose en las Obras Misionales Pontificio
Episcopales.
Objetivo específico
Líneas de acción
4. Ofrecer los servicios de Animación Misionera a las Diócesis y Provincias para fortalecer el Espíritu
Misionero de los agentes de pastoral.
5. Brindar servicios y talleres de animación misionera para niños, adolescentes y catequistas por medio
de las OMPE.
6. Animar el Espíritu Misionero de los enfermos y los visitadores mediante talleres y cursos impartidos
por OMPE.
7. Impartir cursos de formación misionera a los jóvenes por medio de las OMPE.
FECHAS SIGNIFICATIVAS:
2013
Enero
21-25 Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Comisiones Episcopales de Misiones,
Directores Nacionales de OMP y Responsables de la Misión Continental.
Febrero
4-8 Asamblea Nacional de Directores Diocesanos de las OMPE México.
11 Jornada Mundial del Enfermo.
11-12 Reunión de la DEM.
17 Jornada DOMINF (Domingo de la Infancia Misionera).
Marzo
4-5 Reunión COMINA en OMPE.
5-6 Reunión de la DEM en OMPE.
28-31 Marcha de Animación y Espiritualidad Misioneras LMJ.
Abril
1-5 ESAM (Escuela de Animadores Misioneros) en OMPE.
Julio
Curso de Animación y Espiritualidad Misionera de la LMJ.
1-26 XXXVI CLAEM (Curso Latinoamericano de Animación y Espiritualidad Misionera)
Agosto
Taller de Misioneros Laicos ad gentes.
21 Jornada del Clero Nativo
Curso de Secretarios Diocesanos de OMPE México.
Septiembre
12-15 XVII Encuentro Nacional de la UEM
Reunión de Consejo de la LMJ
Asamblea de Directores Nacionales de México, Centroamérica y el Caribe.
Octubre
20 Jornada Mundial de Misiones (DOMUND)
Diciembre
Taller de formación nacional para coordinadores y encuentro nacional de dirigentes de la LMJ.
2014
Enero
Asamblea Nacional de Directores Diocesanos de las OMPE México.
Febrero
11 Jornada Mundial del Enfermo.
16 Jornada DOMINF (Domingo de la Infancia Misionera)
CONIAM en Toluca
Marzo
Asamblea de Directores Nacionales de América
Abril
Encuentro de Institutos Laicales Misioneros Ad Gentes.
Marcha Juvenil de Animación y Espiritualidad Misionera LMJ.
Mayo
Asamblea Mundial de Directores Nacionales de OMP en Roma, Italia.
Julio
XXXVII CLAEM
Curso de Animación y Espiritualidad Misionera de la LMJ.
Agosto
Curso de Secretarios Diocesanos de OMPE México.
Jornada del Clero Nativo.
Septiembre
Reunión de Consejo de la LMJ
Encuentro de la UEM
Octubre
21 Jornada Mundial de Misiones (DOMUND)
Noviembre
21-23 Encuentro de Institutos Laicales Misioneros Ad Gentes.
Diciembre
19-22 Taller de formación nacional para coordinadores y Encuentro Nacional de dirigentes de la
LMJ, en OMPE México.
2015
Enero
Asamblea Nacional de Directores Diocesanos de las OMPE México.
Febrero
11 Jornada Mundial del Enfermo.
19 Jornada DOMINF (Domingo de la Infancia Misionera)
Marzo
19-23 Asamblea de Directores Nacionales de América.
Abril
Marcha Juvenil de animación misionera
Encuentro de Institutos Laicales Misioneros Ad Gentes.
Mayo
Asamblea Mundial de Directores Nacionales de OMP en Roma, Italia
Julio
Curso de Animación y Espiritualidad Misionera de la LMJ.
XXXVIII CLAEM
16-19 XII CONAJUM Cuautitlán
Agosto
IX Encuentro de Misioneros Extranjeros en México.
Curso de Secretarios Diocesanos de OMPE México.
Jornada del Clero Nativo.
Octubre
22 Jornada Mundial de Misiones (DOMUND)
Noviembre
Encuentro de Institutos Laicales Misioneros Ad Gentes.
Diciembre
Taller de formación Nacional para coordinadores y Encuentro Nacional de dirigentes de la LMJ.
VII. DIRECTORIO
S. E. Mons. JUAN MANUEL MANCILLA SÁNCHEZ
OBISPO DE TEXCOCO
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN EPISCOPAL
Dimensión de Educación
S. E. Mons. ALBERTO SUÁREZ INDA
Responsable de la Dimensión
Obispo de Morelia
Dimensión de la Cultura
S.E. Mons. FELIPE ARIZMENDI ESQUIVEL
Responsable de la Dimensión
Obispo de San Cristóbal de las Casas
Doctrina de la FE
S.E. Mons. JOSÉ GUADALUPE MARTÍN RÁBAGO
Responsable de la Dimensión
Arzobispo Emérito de León
gomar_62@hotmail.com
I. IDENTIDAD
LA COMISIÓN PARA LA PASTORAL LITÚRGICA ES:
Un organismo de Colegialidad Episcopal y Comunión de Iglesias, para el Ministerio del Culto o la
Pastoral Litúrgica con sus cinco dimensiones afines, como un servicio de animación, intercambio,
iluminación y subsidiaridad en los diversos lugares eclesiales.
“Los Obispos, además del servicio a la comunión que prestan en sus Iglesias particulares, ejercen este
oficio junto con las otras Iglesias Diocesanas… En la Conferencia Episcopal, los Obispos encuentran un
espacio de discernimiento solidario de los grandes problemas de la sociedad y de la Iglesia, y el estímulo
para brindar las orientaciones pastorales que animan a los miembros del pueblo de Dios a asumir con
fidelidad y decisión su vocación de ser discípulos misioneros” (DA 181).
“Las variadas formas de comunión estimulan con vigor las relaciones de hermandad entre las diócesis y
las parroquias y fomentan una mayor cooperación entre las Iglesias hermanas” (DA182).
Los Obispos son colegialmente responsables de toda la Iglesia, y requieren la colaboración de los
Presbíteros. Esta colaboración pertenece a la estructura sacramental del sacerdocio ministerial. El Obispo
participa en plenitud del ministerio profético, sacerdotal y regio de Cristo cabeza. El Presbítero tiene una
participación en el mismo sacerdocio como colaborador, cooperador y consejero del Obispo.
Hay una comunión fraterna, porque participan del único Sacerdocio de Cristo cabeza y de la misma
misión. Y hay una comunión jerárquica, no son iguales en autoridad, ya que es diverso el grado de
participación. Forman una sola familia (ChD 28). Todos trabajan para la misma causa al servicio del bien
común del pueblo de Dios. Nos adherimos a la voluntad del Padre a través de la mediación eclesial, pues
Dios ordinariamente comunica sus designios a través de la institución. La serie de estructuras de la Iglesia
tienden a integrar la comunidad en el plan de Dios.
Esta mediación es a la vez divina y humana, que requiere discernimiento. El Obispo necesita
asesoramiento de especialistas, de personas cercanas a los problemas, de quienes advierten riesgos, o
sugieren vías de solución. Se necesitan unos a otros para atender todos los compromisos con eficacia.
Esta corresponsabilidad origina un dinamismo de colaboración y diálogo, una comunión para la
participación. Se necesita la corresponsabilidad porque todos somos pobres y limitados, complementarios
en carismas y llamados a la unidad. Todos queremos realizar el plan de Dios sirviendo al mismo pueblo
en orgánica y ordenada responsabilidad colectiva.
“La Iglesia cumple la función de santificar de modo peculiar a través de la Sagrada Liturgia, que con
razón se considera como el ejercicio de la función sacerdotal de Cristo, en la cual se significa la
santificación de los hombres por signos sensibles y se realizan según la manera propia de cada uno de
ellos, al par que se ejerce el culto público e íntegro a Dios por parte del Cuerpo místico de Jesucristo, es
decir, la Cabeza y los miembros” (CIC 834).
“Las acciones Litúrgicas no son acciones privadas, sino celebraciones de la misma Iglesia, que es
sacramento de unidad, es decir, pueblo santo reunido y ordenado bajo la guía de los Obispos; por tanto,
pertenecen a todo el cuerpo de la Iglesia, lo manifiestan y lo realizan; pero afectan a cada uno de sus
miembros de manera distinta, según la diversidad de órdenes, funciones y participación actual” (CIC
837).
“También por otros medios realiza la Iglesia la función de santificar, a saber: con oraciones, por las que
ruega a Dios que los fieles se santifiquen en la verdad, y con obras de penitencia y de caridad que
contribuyen en gran medida a que el Reino de Cristo se enraíce y fortalezca en las almas, y cooperan
también a la salvación del mundo” (CIC 839).
“La participación en la vida litúrgica no agota toda la vida espiritual. En efecto, la Liturgia y la piedad
personal se sostienen y completan recíprocamente; la íntima familiaridad de la oración con Cristo
conduce a una más plena, consciente y piadosa participación en la Liturgia (SC 11.14); y a su vez
encuentra en la vida litúrgica su modelo y alimento” (Instr. ‘In Ecclesiasticam futurorum’ 10, 1).
El ministerio del culto es un servicio eclesial. La plena realización objetiva del Sacerdocio de Cristo se
halla en la Liturgia, pero ésta se prepara y prolonga por otras acciones también santificadoras. No se
realiza a título personal o por iniciativa privada, sino en nombre de Cristo y de la Iglesia. Por tanto, no se
deja al arbitrio y la espontaneidad, ni se puede privatizar según las necesidades y gustos de nadie, ni se
puede encerrar en un fixismo muerto. Ofrecemos el Sacrificio de Cristo plenamente confiado a la Iglesia.
“La acción litúrgica adquiere una forma más noble cuando se realiza con cantos, cada uno de los
ministros desempeña su función propia, y el pueblo participa en ella. De esta manera, la oración adopta
una expresión más penetrante; el misterio de la Sagrada Liturgia y su carácter jerárquico y comunitario se
manifiesta más claramente; mediante la unión de voces se llega a una más profunda unión de corazones;
desde la belleza de lo sagrado, el espíritu se eleva más fácilmente a lo invisible; en fin, toda la celebración
prefigura con más claridad la Liturgia santa de la nueva Jerusalén” (MS 5).
Es indispensable impulsar la Música Litúrgica con sus cualidades de santidad y de perfección de formas,
pues “la música destinada a las celebraciones litúrgicas primero es verdadero arte” 8, (Cardenal Joseph
Ratzinger).
“La Iglesia procuró con especial interés que los objetos sagrados sirvieran al esplendor del culto con
dignidad y belleza, aceptando los cambios de materia, forma y ornato que el progreso de la técnica
introdujo con el correr del tiempo” (SC 122). “Al edificar los lugares sagrados, procúrese con diligencia
que sean aptos para la celebración de las acciones litúrgicas y para conseguir la participación activa de los
fieles” (SC 124).
“Vigilen con cuidado los Ordinarios para que los objetos sagrados y obras preciosas, dado que son ornato
de la casa de Dios, no se vendan ni se dispersen” (SC 126).
“Al dar una formación a los artistas y al elegir las obras destinadas a las Iglesias, búsquese un auténtico
valor artístico que sirva de sustento a la fe y a la piedad, y responda auténticamente al significado y fines
para los que se destinan. Las obras antiguas de arte sacro consérvense siempre y en todas partes, para que
contribuyan a una mayor dignidad del culto divino y ayuden al pueblo de Dios a participar activamente en
la Sagrada Liturgia… Los rectores de las Iglesias… hagan un inventario de los edificios sagrados y de los
objetos de valor artístico o histórico, donde se describan uno por uno y se indique claramente su valor”
8 En su libro, “El Espíritu de la Liturgia”, Ediciones Cristiandad, S.A., 2001, Madrid, p. 158.
(Carta de la Congregación para el Clero sobre la conservación del patrimonio histórico-artístico de la
Iglesia, n. 1-3).
Debe atenderse el Cuidado de los Bienes Culturales de la Iglesia promocionando una comunión y
acompañamiento de intereses con el Arte Litúrgico (cfr. Juan Pablo II, Discurso a la primera Asamblea
plenaria de la Comisión Pontificia para los Bienes Culturales de la Iglesia).
“En los Santuarios se debe proporcionar abundantemente a los fieles los medios de salvación, predicando
con diligencia la Palabra de Dios y fomentando con esmero la vida litúrgica, principalmente mediante la
celebración de la Eucaristía y de la Penitencia, y practicando también otras formas aprobadas de piedad
popular” (Ritual de Dedicación de Iglesias, 123; DPPL 265.266).
“En la Piedad Popular se contiene y expresa un intenso sentido de la trascendencia, una capacidad
espontánea de apoyarse en Dios y una verdadera experiencia de amor teologal. Es también una expresión
de sabiduría sobrenatural… Es una espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos” (DA 263).
“Se recomienda con empeño la devoción privada y pública de la Santísima Eucaristía, aún fuera de la
Misa, de acuerdo a las normas establecidas por la autoridad competente, pues el Sacrificio Eucarístico es
la fuente y el punto culminante de toda la vida cristiana. En la organización de tan piadosos y santos
ejercicios, ténganse en cuenta los tiempos litúrgicos, de modo que vayan de acuerdo con la sagrada
liturgia, en cierto modo deriven de ella y a ella conduzcan al pueblo” (EM 79).
“Conviene que los Congresos Eucarísticos sean verdadero signo de fe y caridad por la plena participación
de la Iglesia local y por la significativa aportación de otras Iglesias” (EM 109; RCCEeM 109).
A las Comisiones Episcopales no corresponde la ejecución de acciones en las Diócesis o Parroquias, sino
la asesoría, animación, intercambio, iluminación, y subsidiaridad para todas las Provincias Eclesiásticas y
Diócesis. Son un espacio de comunicación y discernimiento, para apoyarse y seguir algunas líneas
comunes.
Hay actividades que suponen acción de todas las Diócesis: como el Congreso Eucarístico, la Misión
permanente, la Campaña por una celebración digna de los Sacramentos, la entrada en vigor de la Tercera
edición del Misal Romano, etc.
Otras actividades son a nivel Provincia o Diócesis, y entonces sólo comunican, comparten materiales y
experiencias. Perciben todo el bien que se está haciendo a la Iglesia con el apostolado ordinario, modesto
y silencioso de las Comisiones Diocesanas y equipos parroquiales para la Pastoral Litúrgica.
Se informan mejor y actualizan, acerca de los problemas y necesidades de las Iglesias particulares, los
hechos y acontecimientos nuevos en los que Dios nos interpela, las tendencias de la religiosidad actual,
con toda su carga de subjetividad, sincretismo, superstición y afán de exterioridad consumista, y las
repercusiones con relación a los más pobres y alejados.
Profundizan y se ponen al día en los documentos de la Iglesia. Buscan, comparten y ofrecen medios de
formación, acompañamiento y maduración a los agentes y estructuras.
CONCLUSIÓN
El grupo de los Obispos que forman esta Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica especifican el ser
de esta Comisión Episcopal afirmando: “SOMOS UN EQUIPO DE OBISPOS, ELEGIDOS POR LA
CEM, QUE VELAN POR LA VIDA LITÚRGICA Y PIEDAD POPULAR DE LA IGLESIA QUE
PEREGRINA EN MÉXICO”.
II. DESAFÍOS
- La Comisión Episcopal para la Pastoral Litúrgica con sus cinco dimensiones es una sola; por eso lo
que se vaya realizando en el campo de las diversas Dimensiones de esta Comisión Episcopal deberá
ser impulsado y acompañado por todos los integrantes de la misma.
- El día 21 de enero 2013 se recibió la RECOGNITIO por parte de la Congregación para el Culto
Divino y de la Disciplina de los Sacramentos para la impresión del Misal Romano, tercera edición, en
nuestra patria. Ahora es necesario lograr una presentación propia y oportuna del Misal Romano,
tercera edición típica, a los Presbiterios, Seminarios y Fieles laicos.
- La formación litúrgica es indispensable para lograr la participación plena, consciente y activa en las
celebraciones de la Liturgia. Esto implica la promoción, por todos los medios posibles, de una
perseverante formación litúrgica, tanto en los Seminarios y Casas de Formación como en los
Presbiterios y Comunidades Sacerdotales, para lograr un crecimiento del ‘ars celebrandi’.
- “La parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la iniciación cristiana y tendrá como tareas
irrenunciables: iniciar en la vida cristiana a los adultos bautizados no suficientemente evangelizados;
educar en la fe a los niños bautizados en un proceso que los lleve a completar su iniciación cristiana;
iniciar a los no bautizados que, habiendo escuchado el kerigma, quieren abrazar la fe. En esta tarea el
estudio y la asimilación del Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA) es una referencia
necesaria y un apoyo seguro” (DA 293).
- La música y el canto litúrgico son parte integrante de la Liturgia. Es necesario, por un parte,
promover la creación y difusión de música y cantos litúrgicos para sus celebraciones, así como
sancionar los abusos en el uso de la música y melodías profanas o simplemente religiosas, indignas o
impropias de las celebraciones litúrgicas; y por otra, conocer y tener en este campo una seria
interacción con las diversas culturas originales de nuestro país.
- Es necesario un fomento esmerado y responsable con respecto al Cuidado de los Bienes Culturales de
la Iglesia y la atención al ‘arte sacro’, aún en todos los elementos materiales que son necesarios para
las celebraciones litúrgicas.
- La Liturgia y la Piedad Popular mutuamente se enriquecen. Debe atenderse la debida relación y
evangelización entre Liturgia y Piedad Popular, principalmente en los Santuarios.
- Las tareas pastorales exigen colaboración directa o transversal. Debemos buscar la relación
complementaria con las demás Comisiones Episcopales por petición nuestra o viceversa.
- La eficacia exige organización. Se necesita, al menos, que en todas las Provincias Eclesiásticas haya
un Coordinador de la Pastoral Litúrgica implicando sus cinco Dimensiones.
PRINCIPIO FUNDAMENTAL
“El principio fundamental es la actualización del Misterio Pascual de Cristo en la Liturgia de la Iglesia,
porque ‘DEL COSTADO DE CRISTO DORMIDO EN LA CRUZ NACIÓ EL SACRAMENTO
ADMIRABLE DE LA IGLESIA ENTERA’. Toda la vida litúrgica gira en torno al Sacrificio Eucarístico
y a los demás Sacramentos, por los que llegamos a la fuente misma de la salvación. […] Ya que la muerte
de Cristo en la cruz y su resurrección constituyen el centro de la vida diaria de la Iglesia y la prenda de su
Pascua eterna, la Liturgia tiene como primera función conducirnos constantemente a través del camino
pascual inaugurado por Cristo, en el cual se acepta morir para entrar en la vida” (Juan Pablo II: Vicesimus
quintus annus, n. 6; cfr. Spiritus et Sponsa, 2; Sacramentum Caritatis, 14).
Los tres aspectos de la actividad mesiánica y salvadora de Cristo: la Pastoral Profética, la Pastoral
Litúrgica y la Pastoral Social forman una sola realidad en el misterio de Cristo presente y actuante en la
Santa Iglesia. El Papa Benedicto XVI en la Encíclica ‘Deus Caritas est’ (25) puntualiza la unidad de la
Pastoral: “LA NATURALEZA ÍNTIMA DE LA IGLESIA SE EXPRESA EN UNA TRIPLE TAREA:
ANUNCIO DE LA PALABRA DE DIOS (KERYGMA-MARTYRIA), CELEBRACIÓN DE LOS
SACRAMENTOS (LEITURGIA) Y SERVICIO DE LA CARIDAD (DIAKONIA). SON TAREAS QUE
SE IMPLICAN MUTUAMENTE Y NO PUEDEN SEPARARSE UNA DE OTRA”.
LA PALABRA DE DIOS:
1) Se proclama
2) Se escucha (se guarda en el corazón)
3) Se explica (se mistagogiza)
4) Se responde
5) Se hace Sacramento (se sacramentaliza)
6) Se comulga (alimento)
7) Se testimonia (se vivifica)
8) Se comunica (se da a conocer)
“Es necesario entender y vivir el valor esencial de la acción litúrgica para comprender la Palabra de Dios.
En cierto sentido, la hermenéutica de la fe respecto a la Sagrada Escritura debe tener siempre como punto
de referencia la Liturgia, en la que se celebra la Palabra de Dios como palabra actual y viva: ‘En la
Liturgia la Iglesia sigue fielmente el mismo sistema que usó Cristo con la lectura e interpretación de las
Sagradas Escrituras partiendo del “hoy” de su acontecimiento personal’ OLM 3; cfr. Lc 4, 16.21; 24, 25-
35.44-49 (VD 52).
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
a) Promover por todos los medios posibles la formación litúrgica permanente en todos los niveles de
Iglesia.
b) Integrar la formación litúrgica como parte de la formación permanente de los Presbíteros, con
intercambio y ayuda de la Dimensión del Clero.
c) Atender una Pastoral Litúrgica de todos los Sacramentos, que ayude cada vez más a lograr una
participación activa, plena, consciente y fructuosa en la celebración del Misterio Pascual de Cristo; y que
incida en la vida, es decir, haya congruencia entre lo que se cree y vive.
d) Acompañar una evangelización de la Piedad Popular guiados por el ‘Directorio de la Piedad Popular y
Liturgia’.
e) Tener un espacio específico en la Comisión Episcopal para la interacción y acompañamiento de los
procesos en la inculturación indígena.
f) Impulsar una presentación impactante del Misal Romano, tercera edición típica, a los Presbiterios,
Seminarios y Equipos de Liturgia por Provincias y Diócesis.
OBJETIVO ESPECÍFICO
Promover la celebración digna de la Liturgia en las Provincias y Diócesis de México para lograr la
participación fructuosa y la expresión de la belleza del “ars celebrandi”.
OBJETIVO ESPECÍFICO
OBJETIVO ESPECIFICO
Colaborar en la conservación del patrimonio histórico y artístico de la Iglesia con las Iglesias particulares
y los respectivos organismos episcopales para que se conozcan las obligaciones que derivan de su
custodia, se cuiden los valores artísticos y se elaboren inventarios completos (al menos) para un uso ad
intra. Así mismo, también, cuidar y conservar la dignidad y belleza de las Iglesias y sus objetos sagrados
(SC 122) (EE cap. Vº).
OBJETIVO ESPECÍFICO
Impulsar en los Santuarios tanto la Vida Litúrgica como la Piedad Popular y lograr entre los Rectores de
Santuarios la Espiritualidad de Comunión.
OBJETIVO ESPECÍFICO
Apoyar y acompañar la decisión del Santo Padre cuando ha convocado al Congreso Eucarístico
Internacional o de la CEM para el Congreso Eucarístico Nacional por medio del Obispo Responsable y
los Delegados diocesanos, tomando las iniciativas oportunas que, de acuerdo con las disposiciones
vigentes de la Iglesia, tienen el fin de aumentar la comprensión y participación en el Misterio Eucarístico.
I. IDENTIDAD
La Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS), es una instancia de servicio de la Conferencia del
Episcopado Mexicano que tiene el encargo específico de servir a la colegialidad episcopal y a la
comunión de las Iglesias Particulares en todas las tareas relacionadas con la Pastoral Social, dimensión
constitutiva de la acción evangelizadora de la Iglesia.
La CEPS, está organizada en siete dimensiones que, con tareas comunes y tareas propias, tienen la misión
de impulsar y estimular, desde esta instancia, el compromiso social de los católicos y de todos los
hombres y mujeres de buena voluntad, para promover la dignidad de la persona humana, mediante la
práctica de las virtudes de la caridad y la justicia.
Por su propia naturaleza la CEPS es subsidiaria. No interviene en la ejecución de proyectos locales, los
promueve, los acompaña, los apoya, pero no los ejecuta. Su tarea tiene que ver más con el
acompañamiento de procesos, de fortalecimiento, de articulación y de vinculación de las tareas propias de
la pastoral social en las Provincias Eclesiásticas y en la Diócesis.
Las tareas propias de la CEPS son: el discernimiento permanente de la realidad, el estudio y la difusión de
la Doctrina Social de la Iglesia, así como la elaboración de subsidios, teológicos y pastorales, que
impulsen la formación y el compromiso social, de manera particular, de los laicos.
La CEPS tiene además como tarea el servicio de articulación de los esfuerzos eclesiales en la
evangelización de lo social y de vinculación con las instancias de la sociedad civil y del servicio público
afines a su misión. Como instancia de servicio está permanentemente atenta a las necesidades de los
Obispos y de la Iglesias Particulares en el campo de la evangelización de lo social.
Es promotora de sujetos eclesiales y sociales que hacen presente el Reino de Dios en todos los ámbitos de
la vida humana.
VISIÓN
La Comisión Episcopal para la Pastoral Social ha asumido en su ser y quehacer los principios que
inspiran la estructura de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Como instancia de servicio está
permanentemente atenta a las necesidades de los Obispos y de la Iglesias Particulares en el campo de la
evangelización de lo social.
Está articulada, integrada y comprometida tanto en sus siete dimensiones como con otras instancias
eclesiales afines y está vinculada solidariamente, en relación de colaboración, con instancias de la
sociedad civil comprometidas en la promoción humana y la justicia social.
Es promotora de sujetos eclesiales y sociales que hacen presente el Reino de Dios en todos los ámbitos de
la vida humana.
MISIÓN
Desde nuestra propia identidad como Comisión Episcopal para la Pastoral Social, seguiremos
fortaleciendo la estructura de la Conferencia del Episcopado Mexicano, asumiendo como principios
básicos de nuestra acción la colegialidad episcopal y la comunión de las Iglesias Particulares.
Impulsaremos a los sujetos eclesiales y sociales, dando prioridad al protagonismo de los laicos con el fin
de contribuir para que la dimensión social de la fe esté presente en la tarea evangelizadora de la Iglesia y,
por tanto, los valores del Evangelio lleguen a todos los ambientes y con su influjo transformen desde
dentro, y renueven a la misma humanidad.
II. DESAFÍOS
SOBRE LA ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE CEPS
Para el mejor funcionamiento de la Comisión y para tener mayor alcance en las propuestas es necesaria
una mayor interrelación entre los cuatro niveles de nuestra estructura: obispos, secretarios de dimensión,
animadores provinciales de PS y consejo asesor.
La presencia de la Pastoral Social requiere de una presencia más articulada a nivel nacional. Ante la
situación de pobreza e inseguridad no podemos tener voces aisladas, requerimos de un posicionamiento y
reflexión más amplia. La gente necesita ver a la PS cercana a ella.
La CEPS puede y debe generar espacios de intercambio de experiencias entre las dimensiones. Al mismo
tiempo se deben generar espacios de discernimiento y análisis para que ayuden a las diócesis a dar
respuestas pastorales en temas críticos como la pobreza y la violencia.
Desde la reestructuración de las Comisiones a nivel nacional en el 2007 a la fecha creemos que
aglutinamos las dimensiones sin embargo, no es así. Hay muchas estructuras que trabajan de forma
paralela, aislada y con poca o ninguna relación con la Pastoral Social Nacional y diocesana. Nosotros
tenemos una labor subsidiaria pero nos exige integrarnos como Pastoral Social con la integración de todos
los agentes; hay causas que nos pueden ayudar y favorecer a esta integración como el tema de la
violencia.
Es necesario seguir ofreciendo herramientas (mucho más estructuradas) para la atención a víctimas.
La Pastoral Social debe tener una comprensión de las causas estructurales de la pobreza, la violencia,
cambio climático, participación ciudadana y los derechos humanos. No es posible quedarse en el análisis
e intervención en los efectos. Por otro lado, es necesario que esto se realice con la articulación y
vinculación con otros actores sociales, especialmente de la sociedad civil.
La PS ha trabajo desde la perspectiva de la atención a las emergencias, especialmente aquellas
provocadas por el hombre, sin embargo, requiere centrase ahora en el trabajo preventivo donde las
comunidades y las personas sean sujetos a través de la lectura de los signos de los tiempos para responder
a una iglesia que debe adquirir a la figura del samaritano.
A partir del objetivo propuesto por la CEM y de los ejes transversales que son: Nuestra identidad como
Iglesia, Misión Continental Permanente y Construcción de la Paz desde la familia y la educación, debe de
considerarse que la construcción de paz, sería una encomienda muy concreta para esta Comisión
Episcopal. Una preocupación, planteada en el Consejo Permanente es que la Conferencia Episcopal pueda
responder con un mayor compromiso pastoral, hacerse el planteamiento de las necesidades de las diócesis
y provincias y ayudarles en sus proyectos. Es de importancia capital, lograr que este sea el objetivo y que
tenga una proyección pastoral de incidencia que los obispos de México puedan adoptar.
En relación a la transformación debemos preguntarnos a favor de quiénes, con qué valores y con qué
criterios. Por ejemplo, el Gobierno de México habla de transformar y sin embargo no hay una
modificación del modelo económico dejando a los que menos tienen como objeto de compasión sin
modificar las estructuras que sostienen las élites. El desafío es que la PS defina el tipo de transformación
que desea, el que está necesitando.
Los verbos del objetivo general de la CEM se centran en: Fortalecer como un medio, dinamizar como una
acción, contribuir como un fin y, el criterio es la Palabra de Dios y del Magisterio. Contribuir es una
corresponsabilidad por ser parte de esa realidad social de México. Cuando se habla a la luz de la Palabra
de Dios, ésta fórmula criterios e imperativos éticos y nos orienta para la acción.
Hay un trabajo de la CEPS que nos invitaba a compartir experiencias y ayudar a la eficacia de las
acciones. Trabajar el tema de la paz desde este enfoque sería entrar al tema de la violencia intrafamiliar y
las muchas violencias en las instituciones educativas, no hacerlo sería un planteamiento ingenuo. La
CEPS podría ayudar a conocer y a poner los pies firmemente en la realidad. Una transformación y
objetivo vistos desde la pobreza, la paz y la democracia.
Da la impresión que la identidad es algo estático cuando no lo es. Poder rescatar estos elementos
constitutivos, desde el ipso que nos lleva a cuestionar: Iglesia qué dices de ti misma, hasta el ídem, que
cuestiona la misma narrativa de la Iglesia. Una identidad histórica que se enriquece, que se configura. No
quedarnos sólo en el elemento ad intra, sino dar paso a los elementos ad extra.
Hay un reto en la definición de la metodología y pedagogía de los modelos de educación desde lo que
tenemos que construir. Jalamos a los laicos hacia la parroquia, pero no los llevamos hacia el mundo,
necesitamos la vuelta al Concilio para construir una Iglesia hacia el mundo.
Todas estas reflexiones deben llevarnos a generar nuestro propio objetivo, el objetivo de la CEPS. Para
ello es necesaria voltear los ojos a la cultura, estamos ante una pluralidad que nos lanza a nuevos desafíos,
si en la pastoral social no tenemos en cuenta estos nuevos desafíos no tendremos incidencia auténtica. Por
ejemplo, cuando hablamos de la familia debemos preguntarnos qué tipo de familia es a la que le
hablamos.
Lo anterior tendrá que reflejarse en la vida de los pueblos sabiendo que haya cambios radicales que son
auténticos y verdaderos. Tenemos que mostrar todo el trabajo de una Iglesia. No dejar de mencionar la
caridad como la virtud que dinamiza toda la acción pastoral, que no sea sólo una práctica en la asistencia,
sino de promoción humana estructural. Es clave para nosotros la Doctrina Social de la Iglesia.
Este es un tema que requiere comprender causas. Estamos enfrentando a un negocio criminal que tiene
estas características, su condición de ilegalidad y una altísima demanda provoca grandes ganancias. El
negocio del narcotráfico no puede competir con publicidad o adquisiciones, simplemente asesina si no se
paga, asesina porque no es un negocio legal. Hay una violencia inherente a la ilegalidad. Muchas de las
víctimas son los jóvenes pobres y por esa razón no se ha detenido ni se va a detener.
El enfoque de la atención a las víctimas es el adecuado, porque hay dos aspectos importantes, el cultural y
ético:
Probablemente conviene llamar a este proceso “carta de navegación” en vez de “estrategia de paz”, para
centrarse en la vocación convocante y sistematizadora de los fenómenos y tener en cuenta que:
Sin una visión de qué objetivos podemos lograr a mediano plazo es muy fácil que nos
desanimemos.
En los espacios de formación
Es necesario hacer alianzas entre CEPS y sus homólogos de Centro América y Panamá.
Animar a un diálogo más continuo sobre esta carta de navegación
No debemos olvidar el análisis desde la perspectiva de la economía y la venta del armamento
como algo abierto, un mercado que se beneficia.
PERSPECTIVA DE LA CEPS
Desde la CEM se están haciendo la siguiente pregunta: ¿Qué necesidades tienen las diócesis y qué
necesidades tienen las provincias? Si de las provincias llegan necesidades concretas, lo que se pueda
programar en la CEM tendrá sentido de servicio.
En CEPS nos debemos preguntar lo mismo y además debemos tener claro:
¿Cuáles líneas de estrategias son prioritarias hoy para el trabajo de la CEPS?
¿En cuáles considera que se debe colaborar con otros actores? ¿Con quiénes?
¿Cuáles son las prioridades de formación de recursos humanos?
El acontecimiento de la Encarnación nos revela el modo como estamos llamados cumplir esta misión:
encarnándonos en las distintas realidades donde vivimos, asumiendo la cultura, con todo lo que ella
implica, y ofreciendo desde dentro de la misma los valores del Evangelio que anunciamos.
El llamado concreto que Jesucristo nos hace es a convertimos en Iglesia pobre, que privilegie como Jesús
los medios pobres, y que con los pobres pueda hacer el camino de la construcción del México nuevo que
deseamos. “¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!”11.
Así lo expresamos en nuestra Carta Pastoral del año 2000: “Por estas razones y por las que brotan de
nuestra adhesión a Jesucristo quien siendo rico se hizo pobre, para enriquecernos con su pobreza (2 Cor
8,9), los Obispos mexicanos caminaremos con nuestro pueblo pobre en la búsqueda de vías para su
liberación y promoción. El amor preferencial por los pobres es constitutivo de nuestra identidad y
ministerio. Desde los pobres y con los pobres, en los que encontramos a Jesucristo vivo, hemos de
construir, todos juntos, la sociedad justa y fraterna que anhelamos”.12
Así nos lo ha recordado el Santo Padre Francisco, en una de sus primeras alocuciones, explicando por qué
había escogido el nombre del santo de Asís “… y me dijo: ‘no te olvides de los pobres’. Y esta palabra ha
entrado aquí: los pobres, los pobres. De inmediato, en relación con los pobres, he pensado en Francisco de
Asís. Después he pensado en las guerras, mientras proseguía el escrutinio hasta terminar todos los votos.
Y Francisco es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís. Para
mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este
momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no? Es el hombre
que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre...”.13
A este respecto, S.S. Benedicto XVI ya nos había dicho a un grupo de obispos mexicanos en ocasión de
nuestra visita Ad Limina, “Los pastores de la Iglesia en México han de prestar una especial atención,
como se hacía en las primeras comunidades cristianas, a los grupos más desprotegidos y a los pobres.
Ellos siguen siendo un amplio sector de la población nacional, víctimas a veces de estructuras
insuficientes e inaceptables. Desde el Evangelio, la respuesta adecuada es promover la solidaridad y la
En este sentido, animen a quienes disponen de más recursos a compartirlos, como nos exhorta el mismo
Cristo, con los hermanos más necesitados (cf Mt 25, 35-40). Es necesario no sólo aliviar las necesidades
más graves, sino que se ha de ir a sus raíces, proponiendo medidas que den a las estructuras sociales,
políticas y económicas una configuración más ecuánime y solidaria.
Somos conscientes de que “en el plano de las dinámicas históricas concretas, la llegada del Reino de Dios
no se puede captar desde la perspectiva de una organización social, económica y política definida y
definitiva. El Reino se manifiesta más bien, en el desarrollo de una sociabilidad humana que sea para los
hombres levadura de realización integral, de justicia y de solidaridad, abierta al Trascendente como
término de referencia para el propio y definitivo cumplimiento personal”.15
Como Comisión Episcopal para la Pastoral Social queremos servir ante todo a la colegialidad episcopal,
porque como nos ha recordado el Papa Benedicto XVI “Es propio de la estructura episcopal de la Iglesia
que los Obispos, como sucesores de los Apóstoles, tengan en las Iglesias particulares la primera
responsabilidad de cumplir, también hoy, el programa expuesto en los Hechos de los Apóstoles (cf.2,42-
44): la Iglesia, como familia de Dios, debe ser, hoy como ayer, un lugar de ayuda recíproca y al mismo
tiempo de disponibilidad para servir también a cuantos fuera de ella necesitan ayuda (…), el ejercicio de
la caridad es una actividad de la Iglesia como tal y que forma parte esencial de su misión originaria, al
igual que el servicio de la Palabra y los Sacramentos.”16
En este sentido queremos entender nuestra misión como un servicio del Reino. Nuestro lugar está allí en
donde el Padre Dios manifiesta su predilección: donde se experimenta la angustia y el dolor productos del
desempleo, donde los hermanos vierten lágrimas porque los escasos recursos los han dejado fuera de todo
acceso a los servicios de salud. Nuestro lugar está también en los caminos de los migrantes que están
dispuestos a correr cualquier riego en busca de mejores condiciones de vida; en los surcos regados de
sudor y de impotencia de los campesinos que ven su trabajo y los frutos de la tierra cada día menos
valorados; está donde las mujeres empeñan su vida para ganar unos cuantos pesos, laborando en empresas
que no ofrecen ningún tipo de seguridad social.
La Iglesia está en “casa” cuando comparte la vida para anunciar la libertad a los que se encuentran
privados de ella; cuando se atreve a entrar en contacto con los grupos más vulnerados por el sistema: los
drogadictos, las prostitutas, los niños de la calle.17
Si nada nos exime del compromiso histórico, la acción de la Iglesia implicará un continuo llamado a la
conversión y a la trasformación de los corazones y de las estructuras mediante el encuentro con Jesucristo
vivo.
14 S.S. Benedicto XVI, Alocución a los obispos mexicanos del cuarto grupo de la visita Ad LiminaApostolorum, 29 de
septiembre de 2005.
15 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 51
16 Carta Encíclica Deus Cáritas est, 32
17 CEPS, Directorio para la Pastoral Social en México, 159. (2005).
Al interior de la misma comunidad eclesial este llamado nos invita a revisar nuestras actitudes y, las
estructuras que, no siendo de Institución divina sino humana, no nos permiten ser signo creíble de la vida
nueva que en Jesús hemos recibido.18
Queremos desde nuestra Comisión Episcopal, en este nuevo trienio de la CEM, asumir el llamado de la V
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, que nos pide “promover renovados esfuerzos para
fortalecer una Pastoral social, estructurada, orgánica e integral que, con la asistencia, la promoción
humana integral y la formación de la conciencia social, se haga presente en las nuevas realidades de
exclusión y marginación que viven los grupos más vulnerables donde la vida está más amenazada”.19
Fortalecer una Pastoral Social, que muestre la identidad y el rostro de una Iglesia samaritana, que
contribuya a que, en Cristo, México tenga vida digna en la justicia y la paz.
1. Fortalecer una Pastoral Social estructurada, orgánica e integral20 que, asuma la evangelización de
lo social21 como misión permanente22.
2. Una Pastoral Social que revele la identidad y rostro de una Iglesia Samaritana23 en la promoción
del desarrollo humano integral de la persona24.
3. Una Pastoral Social que se haga presente y acompañe las realidades sociales25 con el anuncio,
celebración y acción en el servicio fraterno de la caridad26.
4. Una Pastoral Social que contribuya, con una mirada creyente27, en la construcción de la paz, para
que en Cristo, México tenga vida digna28.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
I.- AD INTRA:
II.- AD EXTRA:
1. Lograr una mayor interrelación entre estos cuatro niveles de agentes: obispos de la Comisión,
secretarios de dimensión, animadores provinciales de Pastoral Social y consejo asesor.
2. Proponer y acompañar los procesos de pastoral social de manera que incida en la trasformación de la
sociedad, en la conciencia social y en las políticas públicas.
3. Preparar y divulgar oportunamente a las Diócesis, las campañas de la caridad anuales, así como la
promoción de la colecta de la caridad.
4. Potenciar el trabajo en las Diócesis y Provincias con los animadores provinciales de Pastoral Social, y
a través de ellos, animar y difundir las iniciativas y estrategias de animación de la Pastoral Social.
5. Impulsar proyectos comunes con las distintas Comisiones Episcopales, además de los siguientes ejes
transversales:
6. Promover la relación interinstitucional con la iniciativa privada, servidores públicos y con los
diferentes sectores de la sociedad civil.
7. Realización y divulgación de protocolos de seguridad, por ejemplo, para saber cómo conducirse en
casos de llamadas de extorsión y secuestros. ¿Qué han hecho algunas diócesis al respecto?
VI. PROGRAMACIÓN
PLANEACIÓN ESTRATÉGICA Y PROGRAMACIÓN 2012-2015
Objetivo de la Dimensión:
Fortalecer una Pastoral Social estructurada, orgánica e integral que, con la asistencia, la promoción
humana, la liberación y aceptación fraterna, se haga presente en las nuevas realidades de exclusión
y marginación que viven los grupos más vulnerables, para que tengan una vida digna en Cristo que
transforma a la persona y a la comunidad y las hace sujeto de su propio desarrollo.
Eje Temático
1. Fortalecimiento institucional de las comisiones diocesanas de Pastoral Social-Cáritas.
Objetivos específico 1:
Lograr el fortalecimiento institucional a través de la revisión, actualización y formación de
manuales, metas y objetivos de la Pastoral social, en las Diócesis.
Metas:
META 1.1: Comisiones diocesanas y animadores provinciales de Pastoral Social han
sido acompañados
META 1.2: Diseño de las bases del Centro de Estudios de Pastoral Social.
Fechas significativas:
15-17 de octubre de 2013 jornada de formación “El sacerdote y el voluntariado en Cáritas”
Encuentro Nacional de Pastoral Social 12-16 de mayo de 2014 (fecha propuesta)
Encuentro Nacional de Pastoral Social 11-15 de mayo de 2015 (fecha propuesta)
Eje Temático
2. Identidad de Cáritas (nacional, diocesanas y parroquiales)
Objetivos específico 2:
Rehabilitar la red de Cáritas Diocesanas como miembros de la Federación de Cáritas Mexicana a
través del acompañamiento, la sensibilización y formación en la visión, misión e identidad de
Cáritas.
Metas:
META 2.1: Cáritas Diocesanas y parroquiales han sido sensibilizadas en el tema de
identidad de Cáritas.
META 2.3: Cáritas Diocesanas son reconocidas como miembros de la Federación
Nacional de Cáritas.
Fechas significativas:
Eje Temático
3. Campañas, programas y proyectos de desarrollo humano integral y solidario
Objetivos específico 3:
Animar a las Cáritas Diocesanas al desempeño de campañas, programas y proyectos de desarrollo
humano integral y solidario.
Actividades
Campaña de la Caridad
Campaña Redondeo Chedraui 2013
Campaña Esperanza de VIHDA
Cáritas Parroquiales
Fechas significativas:
01-03 de octubre de 2013 es el encuentro nacional de la Campaña Esperanza de Vihda.
Campaña de la Caridad Cuaresma – Pascua 2014 y 2015.
Campaña Esperanza de Vihda 01 de diciembre de 2014 y 2015.
Eje Temático
4. Medio Ambiente, Gestión de Riesgos, Emergencias sociales y ambientales.
Objetivos específico 4:
Fortalecer el trabajo integral de la Red de Pastoral Social-Cáritas con acciones significativas
en el cuidado del medio ambiente, respuesta ante el cambio climático y emergencias sociales
y ambientales en las fases de atención, rehabilitación, reconstrucción y prevención, acorde a
la metodología autogestiva y solidaria.
Metas:
META 1.1: La red de Pastoral Social Cáritas realiza acciones significativas sobre el
cuidado del Medio Ambiente, respuesta ante el Cambio Climático y
emergencias.
Fechas significativas:
04 de octubre de 2014 y 2015 día de san Francisco de Asís.
Evaluación (observación, grupos de trabajo, encuestas, entrevistas)
Informes
Eje Temático
5. Intervención AD EXTRA (Zona CAMEXPA, Región Latinoamérica, Cáritas Internationalis).
Objetivos específico 5:
Formar parte activa de la red de Cáritas Internationalis del Secretariado de la región América
Latina y el Caribe y de zona CAMEX para fortalecer los lazos de comunión, solidaridad y
cooperación fraterna.
Fechas significativas:
Lanzamiento de la Campaña Mundial de Cáritas Internationalis contra la pobreza y el
hambre (por confirmar)
Informe
Objetivo de la Dimensión:
Animar, a la luz de la DSI la Pastoral del Trabajo, sirviendo a la colegialidad y el fortalecimiento de
las provincias y de las diócesis para que promuevan una cultura que reconozca y afirme el trabajo
humano como “clave de toda cuestión social”, se construya una “cultura de solidaridad” en armonía
con la creación para que se respete la dignidad de las personas y se reconozcan a la economía
solidaria como un nuevo modelo de organización económica y social para promover un Desarrollo
Humano con los hombres y mujeres de buena voluntad.
Objetivos específico 1:
Construir redes solidarias con los referentes diocesanos y con organizaciones para compartir
experiencias, saberes y procesos.
Objetivos específico 2:
Generar materiales de análisis y formación en los temas de las áreas de trabajo de la dimensión para
que sirvan como subsidio a las diócesis en su trabajo pastoral.
Meta 1: Generar un boletín mensual y electrónico donde los referentes de las diócesis puedan
participar.
Meta 2: Elaborar dos cartillas de estudio al año que aporten reflexión y elementos de formación en
las áreas de análisis.
Meta 3: Elaborar materiales sobre economía solidaria para los jóvenes y para la catequesis de los
niños.
Objetivo específico 3:
Elaborar las directrices de la pastoral del trabajo con sus tres áreas: Pastoral Laboral, economía
solidaria y pastoral de la tierra para que las diócesis clarifiquen la misión y visión de esta pastoral y
logren generarla efectivamente en sus procesos pastorales.
Meta 1: Reunir un grupo de asesores expertos en el tema desde la visión social y pastoral.
Meta 2: Elaborar un índice básico para determinar los contenidos más idóneos.
Meta 3: Generar un proceso de reunión con los asesores para la elaboración de los contenidos y
respectivas revisiones.
Meta 4: Editar y promover las directrices.
Objetivo específico 4:
Generar una incubadora de empresas solidarias para que las comunidades más pobres, que los
referentes diocesanos estén animando, tengan un acompañamiento en los procesos productivos en la
línea de la economía solidaria que estén interesados en generar.
Fechas significativas:
Nota: Las fechas que están en negritas son las que ameritan un pronunciamiento de la dimensión.
1.3 Continuar profundizando los desafíos de la Pastoral Indígena; al mismo tiempo que las
exigencias y los compromisos que de ella se derivan para la Iglesia de México.
1.4 Promover el diálogo, el respeto y el mutuo enriquecimiento entre las culturas indígenas y las
demás culturas del país, reconociendo y haciendo valer que somos una nación pluriétnica y
pluricultural.
1.5 Promover espacios para el reconocimiento de los pueblos indígenas como sujetos en la
sociedad y en las iglesias, con su diversidad cultural y religiosa.
Promover en todos los mexicanos la dignidad, el respeto, los derechos y deberes de los
pueblos indígenas, para que estos pueblos sean sujetos de su propio desarrollo y de la acción
evangelizadora integral de la Iglesia.
1.6 Acompañar los procesos encaminados a fortalecer la identidad de los pueblos indígenas
acompañando procesos que fortalecen el ejercicio de su autonomía y libre determinación.
1.7 Inculturar el Evangelio y encarnarnos en la cultura de los pueblos para dejarnos evangelizar
por los valores de estos pueblos.
1.8 Buscar caminos prácticos para conocer los criterios teológico-pastorales sobre inculturación
en México, acompañando el desarrollo de la "Teología India" en comunión con el Magisterio
de la Iglesia.
Líneas programáticas.
1. Acompañar desde la misión continental en la experiencia de Dios de los Pueblos.
2. Fortalecimiento del Proyecto Indio
3. Vida digna y construcción de paz
4. Inculturación del Evangelio y procesos de formación inculturada de agentes de pastoral.
Objetivo de la Dimensión:
A ejemplo de Jesucristo y de Tonántzin Guadalupe, caminar con los pueblos indígenas de México
en su experiencia de Dios y en el fortalecimiento de los horcones (territorio, asamblea, trabajo
comunitario, autoridades propias y fiesta) de su proyecto de vida que le dan identidad y misión,
para que los pueblos indígenas tengan vida digna y sean sujetos de su desarrollo y evangelización en
la sociedad y en la iglesia.
Objetivos específico 1:
Consolidar el ser y quehacer de la D.I. al servicio de la vida de los pueblos originarios para
fortalecer las identidades y organizaciones propias de estos pueblos; a ejemplo de Jesucristo y de
Tonántzin Guadalupe, (cfr. DA 530).
Objetivo específico 2:
Caminar, como pueblo de Dios, con las comunidades indígenas para que, a partir de su
experiencia de Dios, fortalezcamos nuestro rostro y corazón en la perspectiva del Reino de
Jesús.
Meta:
Abrir caminos de acercamiento a las comunidades indígenas.
Objetivo específico 3:
Propiciar espacios para compartir las experiencias de los procesos indígenas y ofrecer
herramientas que fortalezcan los horcones (territorio, asamblea, trabajo comunitario,
autoridades propias y fiesta) del proyecto de vida de los pueblos originarios.
Meta 1
Fortalecer la conexión de los pueblos indígenas entre sí y con otras organizaciones
Meta 2
Elaboración de un boletín trimestral para compartir el caminar de los pueblos indígenas.
Meta 3
Establecerlos procesos de formación inculturada de los agentes.
Objetivo específico 4:
Impulsar para que se reconozca y valore el protagonismo de los pueblos originarios como
sujetos dignos de desarrollo y evangelización en la sociedad y en la iglesia con su rostro y
corazón propios.
Meta 1
Fortalecimiento de la Identidad Indígena
Meta 2
Visibilización de los pueblos indígenas y sus aportes
Fechas significativas:
Enero:
1 Día de la visibilidad de los pueblos indígenas.
Marzo:
8 Día de la mujer
Abril:
22 Día Internacional de la Madre Tierra.
Junio:
05 Día Mundial del Medio Ambiente.
Agosto:
9 Día internacional de los pueblos indígenas
Septiembre:
13 Surgimiento de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Octubre:
15Aniversario de la Fundación de CENAMI.
Noviembre:
25 Día de la Mujer rural
Diciembre:
9 Día de San Juan Diego
12 Día de Nuestra Madre de Guadalupe
21 Homilía de Fray Antonio de Montesinos en Santo Domingo.
Evaluación: Con los secretarios de la Dimensión, con el Consejo Asesor de la Dimensión y con
responsables de P.I. de las Regiones.
Objetivo de la Dimensión:
Áreas:
1. ANUNCIO
Meta 1:
Impulsar la Formación de Agentes de Pastoral de la Salud (APSa), que sea adaptable a las
distintas Provincias Eclesiásticas del País.
Meta 2: Reflexionar, analizar y difundir en distintos niveles, la enseñanza de los Documentos del
Magisterio de la Iglesia sobre la Pastoral de la Salud, las exigencias de la Bioética, particularmente
con los agentes y trabajadores del mundo de la salud (kerigma).
Meta 3:
Impulsar la reflexión sobre la pastoral del fin de la vida y del duelo para ofrecer un mejor
acompañamiento pastoral.
Área 2:
CELEBRACIÓN
Objetivo:
Animar la celebración del Evangelio de la Salud en medio de las personas sanas y
enfermas, para hacer más viva la fe anunciada y celebrarla en la caridad.
Metas 1
Promover las Jornadas de Salud, para motivar estilos saludables de vida.
Meta 2
Motivar las Jornadas de Oración por los enfermos, incluyendo una misión continua y
permanente con el enfermo en casa y hospitales.
Meta 3
Elaborar material sobre los sacramentos y su aplicación en el mundo de la salud y la
enfermedad.
Meta 4
Promover la pastoral de los moribundos y sus familiares para dignificar esta etapa de la
vida del ser humano.
Área 3 :
FRATERNIDAD Y SOLIDARIDAD
Objetivo:
Impulsar la caridad y la comunión evangélica en la Pastoral de la Salud, fortaleciendo la red de
comunicación intra eclesial y con los distintos actores del mundo de la salud, para incidir con
propuestas en las políticas públicas y demás esferas afines.
Meta 1
Fortalecer, desde las provincias y Diócesis la organización de la Pastoral de la Salud.
Meta 2
Participar con otras dimensiones de la CEPS y otras Comisiones Episcopales, en temas
afines.
Meta 3
Participar en los acontecimientos y problemáticas sociales
Fechas significativas:
1. Los informes anuales que se presentan en los Encuentros Nacionales por parte del Consejo
Nacional
2. Informes periódicos por parte de las Provincias a través de la aplicación de una encuesta
VII. DIRECTORIO
COMISION PRESIDENTE
I. IDENTIDAD
La Comisión Episcopal para Vocaciones y Ministerios, asumiendo los principios teológicos que
sustentan la estructura de la CEM, busca expresar la colegialidad episcopal y la comunión eclesial
particularmente apoyando a los Obispos en su importantísima labor de promoción, formación y
acompañamiento tanto de las vocaciones específicas como de los diversos carismas y ministerios que
suscita el Espíritu de Dios en su Iglesia29.
Dimensión Clero. Acompaña y promueve la formación permanente de los presbíteros en las diferentes
etapas y circunstancias de su vida sacerdotal. Cuenta con una Directiva Nacional para la consecución de
sus metas y tareas.
Dimensión Vida Consagrada. Colaborar con los Obispos en el conocimiento, el aprecio y la animación
de la Vida Consagrada, y favorecer la comunión entre Obispos y Consagrados/as y sus respectivos
Organismos para el servicio a la Iglesia y la construcción del Reino de Dios en México.
Diversos organismos que trabajan en comunión con esta dimensión; Conferencia de Superiores Mayores
de Religiosos en México (CIRM); la Conferencia Mexicana de Institutos Seculares (COMIS); Sociedades
de Vida Apostólica (SVA); Unión de Vida Contemplativa (UVCOM); Orden de Vírgenes Consagradas
(OV).
Dimensión Ministerios laicales. Promueve la difusión de los Ministerios laicales, para impulsar la
ministerialidad laical en nuestra Iglesia, acompaña a los equipos diocesanos o provinciales de Ministerios
Laicales. Tiene una Directiva Nacional.
Dimensión Enlace Dirección CCyAS. Mantiene la comunicación con la CEM, para promover la
solidaridad sacerdotal, para la atención medica de los sacerdotes enfermos y la pensión para los
29 Cfr. Conferencia del Episcopado Mexicano, Estatutos, México, D.F., 29 junio 2008, n. 40.
sacerdotes ancianos, concientiza en la importancia que los Obispos en sus diócesis, puedan promover esta
solidaridad sacerdotal. Cuenta con una Directiva Nacional.
Tomando en cuenta estos lineamientos y la manera como están estructuradas las dimensiones de nuestra
Comisión Episcopal, se podrían señalar tres secciones de trabajo:
VOCACIONES Y INSTITUCIONES DE
ETAPAS
MINISTERIOS FORMACIÓN
Vocaciones específicas y
ministerios laicales, con Familia, Parroquia, Escuela
1) Promoción
una espiritualidad de católica, Pastoral Juvenil, Pastoral
Vocacional
comunión y desde una Familiar.
perspectiva eclesial.
Para poder desarrollar esta importante labor pastoral será necesario el diálogo y un trabajo de comunión
con los diversos organismos, casas de formación, directivas nacionales y provinciales, así como con las
instituciones de formación inicial, permanente y de previsión social que forman parte de nuestra
Comisión Episcopal.
El equipo de responsables y colaboradores de la CEVyM no es solamente una instancia de trabajo
pastoral, sino un espacio para vivir y testimoniar la comunión de las diversas vocaciones y ministerios.
II. DESAFÍOS
a) Contexto socio-cultural. En la época actual se viven innumerables cambios, al grado que se ha
llegado a hablar de un cambio de época30 con múltiples desafíos para la humanidad, para la Iglesia
en particular y para sus instituciones formativas. Las grandes transformaciones que viene
experimentando nuestra sociedad están provocando el surgimiento de una nueva mentalidad que
registra características especiales y que repercute fundamentalmente en la vida y las preferencias
de los jóvenes, adultos, incluso en las personas ya consagradas. Se percibe una fragilidad
psicológica, poca tolerancia a la frustración, con facilidad se pierde el sentido de la vida
provocando crisis existenciales y vocacionales.
b) El panorama político-social Se vive una crisis en la institución familiar, que ya no es ella sola la
contenedora y formadora de valores. Los jóvenes muestran una actitud de desconfianza hacia las
instituciones políticas y buscan la acogida en los grupos, donde se les acepta así como son. De esta
forma valoran el presente, la subjetividad, el sentimiento, la vida y la fiesta, pero van caminando
en la vida con una marcada ausencia de proyecto y sin desarrollar convicciones sólidas y
profundas
De manera general, podríamos decir que ésta es la realidad que debe tener en cuenta la Iglesia a la hora de
establecer sus estrategias y planear su acción pastoral en el campo de la promoción vocacional, así como
de la formación inicial y permanente de sus ministros, agentes, catequistas y colaboradores.
La vida de los discípulos de Jesucristo es un don que muestra su unidad a través de la diversidad y
pluralidad de pueblos, razas y costumbres. Nuestras Iglesias particulares deben aparecer, cada vez más,
como una sola vocación hecha de múltiples vocaciones; un solo cuerpo, en la variedad de sus miembros
(1Cor 12,12ss.).
Con el Concilio Vaticano II, ha crecido la conciencia de que incumbe a los miembros de la Iglesia ir al
mundo entero para anunciar el Evangelio. Para ello, ha sido dotada por el Espíritu de carismas y
ministerios variados. “La Iglesia entera es misionera, la obra de la evangelización es un deber
fundamental del pueblo de Dios” (LG 2. 23). Siguiendo la inspiración conciliar, las orientaciones
pastorales de las Conferencias Generales de Puebla y de Santo Domingo han destacado el significado y la
fecundidad pastoral de la comunión y la participación. Hoy podemos apreciar que ha crecido en nuestras
comunidades la praxis y la espiritualidad de la comunión, lo que se ha traducido también en un mayor
reconocimiento y acogida de los dones personales de cada bautizado, optimizando así la vida fraterna y la
corresponsabilidad misionera, especialmente de los laicos31.
Las vocaciones y los ministerios son el signo de la vitalidad de la Iglesia. Es decir, surgen como de un
seno materno de la Iglesia particular y se mantienen siempre referidas a ella, que las alimenta, las
fortalece y las envía. De ahí la importancia de que la Iglesia valore y cultive todas las vocaciones que se
dan en su seno.
30 DA, n. 44.
31 DA, n. 202.
Las vocaciones con sus perfiles propios son funciones complementarias en orden a la misión, que tienen
un común denominador (vocación común bautismal) desde el cual se define la identidad cristiana. Todos
son llamados a la santidad bautismal, y desde allí, a concretar la gracia bautismal en un camino
específico. No se puede ser cristiano en plenitud sin concretar un camino vocacional, pero tampoco se
puede vivir un camino vocacional específico sin acentuar el sentido de la fe bautismal. La vocación
específica es el modo de vivir y ejercer la gracia bautismal.
b) La cultura vocacional.
Teniendo en cuenta los desafíos de esta nueva mentalidad, el Papa Juan Pablo II comenzó a plantearnos la
necesidad de crear una cultura vocacional en la Iglesia. Se refirió a la cultura vocacional en el Mensaje
para la XXX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el 8 de septiembre de 1992 32. En efecto,
llamó la atención sobre la urgencia de promover lo que llamó “actitudes vocacionales de fondo”, que son
las que originan una auténtica cultura vocacional: la formación de las conciencias, la sensibilidad ante los
valores espirituales y morales, la promoción y defensa de los ideales de la fraternidad humana, del
carácter sagrado de la vida humana, de la solidaridad social y del orden civil. Por tanto, conviene educar a
los jóvenes a descubrir la vida misma como vocación, acogiendo la llamada a la santidad que Dios dirige
a cada uno de manera original.
Se trata de lograr que esta cultura permita al hombre posmoderno volverse a encontrar consigo mismo,
recuperando los valores superiores de amor, amistad, oración y contemplación. Esta cultura puede llevar a
reconocer y acoger aquella aspiración profunda del hombre, que lo lleva a descubrir que sólo Cristo puede
decirle toda la verdad sobre su vida; favorece la comprensión y el desarrollo de la vida humana como
vocación.
Por otra parte, el desafío de promover una cultura vocacional se propone superar el concepto erróneo y
reductivo, casi excluyente, de vocación. Desde esta concepción se considera la vocación como un
sobreañadido, como un estímulo sólo para algunos, como algo encaminado a reclutar gente para un
determinado estado de vida, más que como una referencia sustancial a la realización de la persona.
El llamado a la fe implica una adhesión consciente a Cristo, ya que el encuentro con Él transforma a la
persona33, de manera que el ser cristiano no puede darse de forma abstracta o etérea, sino que pide situarse
en una forma de ser cristiano concreto (como laico, como consagrado o como ministro ordenado), que nos
permite dar nuestra aportación específica en la construcción del Reino34.
La vocación cristiana específica es la que nos permite hacer la aportación concreta a la construcción del
Reino. Este aporte es un compromiso que se asume conscientemente por medio de una opción de vida, ya
sea desde la vocación laical, la vocación a la vida consagrada o la vocación al ministerio ordenado. De
este modo se cumplirá, plena y orgánicamente, la misión evangelizadora de la Iglesia35.
32 Cfr. Comisión Episcopal de Seminarios y Vocaciones, Mensajes para las Jornadas Mundiales de Oración por las
Vocaciones, México, 1997, 150-153.
33 Cfr. DA, n. 12.
34 Cfr. DP, 854. También: Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Ecclesia in America, 22 de enero de 1999, 8.
35 Cfr. PNPV, 186.
Ser llamado supone así integrarse en la armonía y en la comunión de las vocaciones y ministerios. Aquí
está el cambio de concepción que nos interesa: pasar de la conciencia del llamado individual a la
conciencia de la convocación en la fe. Ser llamado significa, sobre todo, participar en la comunión, donde
cada una de las vocaciones y carismas edifica el cuerpo común.
La vocación específica se entiende entonces como función comunitaria al interno de un solo cuerpo y un
solo espíritu. No como una realidad distinta y mucho menos superior. La consecuencia para la vida
espiritual es clara: hay que subrayar la espiritualidad cristiana, común a todos, y no la específica de una
vocación. El contexto en el que se hacen los planteamientos vocacionales es el de la iniciación cristiana 36
y no el de las vocaciones especiales. Lo importante es que seamos, con la ayuda de Dios, auténticos
cristianos y desde allí podremos esperar buenos laicos, sacerdotes, religiosas y religiosos.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
En cuanto Comisión Episcopal:
2. Fortalecer nuestra conciencia como miembros de la CEVyM para llegar a ser agentes de unidad, a fin
de impulsar con nuestro testimonio la vivencia de la comunión eclesial.
5. Impulsar la espiritualidad de comunión en las provincias, para que a partir de esta plataforma se
fomenten y se cultiven las vocaciones y ministerios en la Iglesia.
6. Fomentar el espíritu de una verdadera conversión personal y pastoral para brindar un mejor servicio
como comisión.
1. Partir de una eclesiología común y actualizada para promover una espiritualidad de comunión para
hacer una adecuada promoción vocacional y acompañamiento de los ministerios.
3. Generar procesos evangelizadores, para impulsar una cultura vocacional que repercuta favorablemente
en la promoción y formación de las vocaciones y ministerios que necesita la Iglesia
4. Vivir plena y alegremente nuestra propia vocación y consagración a Dios, para que nuestro testimonio
sea un modelo vocacional.
6. Tener una Pastoral Vocacional donde se valore la vocación laical y ésta no se reduzca a servicios
litúrgicos o utilitarios, para la vivencia auténtica de esta vocación como transformadora de las estructuras
temporales.
7. Fascinar de nuevo a los jóvenes con la persona de Jesús, para despertar en ellos el deseo de unirse al
proyecto del Reino, concretada en la Nueva Civilización del Amor.
8. Promover la conciencia de que como bautizados estamos llamados a vivir como auténticos discípulos y
Misioneros de Jesucristo, en cualquier vocación.
11. Promover el diaconado permanente, con una adecuada formación eclesiológica y pastoral.
12. Dar continuidad a los procesos vocacionales y el inicio de la formación, para un mejor crecimiento,
ya que la respuesta vocacional debe ser dinámica, progresiva y permanente.
13. Tener en cuenta los desafíos actuales en la formación, para seguir ofreciendo criterios y lineamientos
que nos permitan una acción pastoral encarnada.
14. Implementar itinerarios para ofrecer un mejor acompañamiento en los distintos procesos
vocacionales, tanto en la formación inicial como en la formación permanente.
15. Fomentar el estudio y asimilación de las nuevas Normas Básicas para la Formación de los Seminarios
en México.
16. Formar desde el contexto del llamado a una “Nueva Evangelización” es decir una nueva actitud de
disponibilidad y servicio ante cualquier realidad pastoral.
17. Propiciar y fomentar la vivencia de los valores de la solidaridad y la paz, incluso en el ambiente
formativo.
18. Promover e implementar en los planes de estudio, de los seminarios y las casas formativas, la
Doctrina Social de la Iglesia.
19. Promover espacios de formación y capacitación, para ofrecer las herramientas necesarias para vivir la
propia vocación en cada etapa.
22. Promover la vivencia de una verdadera conversión personal y pastoral, para vivir una autentica
espiritualidad de comunión.
23. Mantener la interlocución con las provincias para dar seguimiento a las comisiones afines.
24. Insistir que cada provincia tenga un obispo, que anime la pastoral de la a tención de los presbíteros.
25. Acompañamiento en las cuatro etapas de la vida sacerdotal, juventud, mediana edad, edad madura y
en plenitud.
27. Promover la autoformación en la vida sacerdotal, plan de vida, dirección espiritual, oración.
28. Ejercitar a los presbíteros en el discernimiento sapiencial, que exige su identidad y misión en la
cultura posmoderna.
29. Sensibilización para continuar con la “Misión Permanente” en el espíritu de la “Nueva
Evangelización”
30. Para los sacerdotes que estudian en Roma seguir con el diálogo y acompañamiento fraterno y la
actualización de los estatutos del colegio.
31. Promover la fraternidad sacerdotal que se refleje en la solidaridad con los sacerdotes enfermos y
mayores.
32. Seguir promoviendo en las Residencias UPM, espacios no solo de estudio, sino de formación inicial y
permanente.
33. Las Residencias UPM, continuarán con los criterios de formación establecidos en las nuevas Normas
Básicas para la Formación Sacerdotal en México y en el documento Pastores Dabo Vobis.
VI. PROGRAMACIÓN
OBJETIVO: “Fortalecer nuestra identidad como Iglesia, promoviendo y acompañando la formación de las
distintas vocaciones y ministerios, a la luz de la Palabra de Dios, de los Santos Padres y del Magisterio, para
dinamizar la Misión continental en el espíritu de la nueva evangelización, partiendo de una conversión personal
y pastoral, y como discípulos misioneros contribuir a la transformación de la realidad en México promoviendo
la cultura vocacional cristiana”.
OBE. 6. Plan de
Consejo Nacional Puebla, Pue. 12 al 16
formación integral. Meta Asamblea Nacional de PV
OMAPAV mayo 2014
3.
OBE. 3. Concientización
Consejo Nacional Tampico, Tamps., 24 - 28
a todos los niveles. Meta Jornada Nacional de PV
OMAPAV Nov. 2014
7 y 8.
DIMENSIÓN DE SEMINARIOS
OBJETIVO: Promover la formación al presbiterado y la capacitación de los formadores para que
desde las enseñanzas del magisterio y la realidad actual, nuestros seminarios sean verdaderas
comunidades de discípulos misioneros al servicio de la nueva evangelización.
3. Promoviendo, a través de
las provincias, que en cada
diócesis exista un equipo de Restablecer o crear una red
Formación Permanente. de correos electrónicos y una
Mantener contacto y red social para garantizar
Secretario ejecutivo y
comunicación con la una comunicación GDL
colaborador
dimensión del clero. suficiente, ágil y oportuna
Insistiendo en que en cada con los responsables de las
provincia haya un obispo que provincias.
anime la pastoral presbiteral.
4. Acompañamiento en cuatro
etapas de la vida: presbíteros
Elaborar un itinerario de F. Mons. José de Jesús
jóvenes, de mediana edad, de IRAPUATO
P. para cada etapa de la vida. Martínez Zepeda.
edad madura y de la plenitud.
5. Acompañando el caminar
presbiteral en cuatro Definir el equipo de
Mons. Miguel Romano
dimensiones formativas: especialistas y asesores del
y equipo que enviará GDL
humana, espiritual, intelectual trabajo de la DC para cada
nombres.
y pastoral. dimensión
Que se insista mucho en la solidaridad dentro del mismo presbiterio. Que se toque el tema desde la
formación inicial y seguir insistiendo en los encuentros provinciales y nacionales.
Lunes 22 de julio de
Responsable de la
2013, 13 de marzo del
3. Realizar Reunión con el equipo nacional de apoyo. dimensión y 2014 en las oficinas de la
reuniones y secretario. SEGECEM.
encuentros Del 17- 19 de septiembre
XI encuentro nacional de diáconos y sus Directiva y equipo
nacionales. de 2013, en la Casa
esposas. nacional de apoyo. Lago, Sede CEM
Encuentro nacional de responsables de la Directiva y equipo
Octubre 2014.
formación de los Diáconos Permanentes. nacional de apoyo.
Elaborar y actualizar el directorio del equipo
nacional del diaconado Permanente.
Presentar las nuevas normas Básicas para la
Formación de los candidatos al diaconado y el
Directorio para la vida y ministerio de los que
ya están ordenados.
Enviar mensajes de animación, en tiempos
oportunos, a los diáconos Permanentes.
Actualizando la encuesta nacional de diáconos
4. Ayudar en la permanentes en la república mexicana.
promoción, Difundiendo en los medios de comunicación
formación y social las actividades del diaconado
acompañamie permanente.
nto de los Ayudando a los Obispos a conocer el
Diáconos ministerio diaconal.
Permanentes. Tener en cuenta el ser y que hacer de los
Diáconos Permanentes.
Publicar los documentos del Diaconado Directiva y
Permanente. equipo nacional de
Elaborar subsidios. apoyo.
Invitando a las diócesis donde se ha restaurado
el diaconado, el conocer y atender a las
documentos normativos del diaconado
permanente.
Propiciando la reflexión teológica sistemática,
sobre el diaconado.
DIMENSIÓN DE MINISTERIOS LAICALES
OBJETIVO: Asimilar los contenidos de las Orientaciones de los Ministerios Laicales, en el
espíritu de la nueva evangelización, promoviéndolas con los responsables diocesanos y provinciales, para
reforzar la identidad de los ministros laicos en la Iglesia, logrando una estructura nacional en el contexto
de la misión continental.
Comunicándose a las
4. Elaborar un directorio
diócesis y detectar al P. Jaime Hernández. Durante este trienio.
provincial y diocesano.
encargado provincial.
- Folletos.
5. Elaborar subsidios de
- Trípticos.
difusión y asimilación de Sor Amalia Orozco. Durante este trienio.
las Orientaciones. - Exposiciones.
2. En los seminarios se
Acerca de la fraternidad y En cada uno de los
tenga u estudio desde la Equipo Formador.
solidaridad. seminarios.
formación inicial.
3. En la formación
Motivar a la solidaridad y Directiva o equipo nacional En los cursos que se
permanente de los
fraternidad. apoyador por CCyAS. programen.
presbíteros.
4. Reunión por
provincias con los Invitación al trabajo de
Director. Según fechas y lugares.
responsables fraternidad y solidaridad.
diocesanos.
Dar a conocer la
Puerto Vallarta - Mayo
5. Asamblea Nacional. realización y actividad de Comisión Permanente.
2014.
los dos planes.
6. Dar a conocer y a
utilizar las casas Utilización de ambas
Director. Todo el año.
CCyAS D.F. y casas.
Mazatlán.
7. Curso de aprendizaje
para los nuevos Integración en el Casa Sacerdotal CCyAS
Vicepresidente o Director.
responsables conocimiento del CCyAS. Puebla No. 79 D.F.
diocesanos.
64
DIMENSIÓN ENLACE RESIDENCIAS UPM
4. Fortalecer la economía
Crear un consejo Mons. Crispín y Equipo RAUPM, durante
de las RAUPM. económico. Formador. 2012-2015.
5. Mejorar el servicio en
Remodelación del sistema RAUPM, durante
las habitaciones. Equipo Formador.
de calentamiento de agua. 2013.
VII. DIRECTORIO
Enlace
P. Dionicio R. Gómez Sánchez
Mons. Crispín Ojeda Márquez Residencias UPM
Toluca
UPM
SIGLAS Y BIBLIOGRAFÍA
I. IDENTIDAD
La Comisión Episcopal para la Familia, Juventud, Laicos y Vida, es un órgano dependiente de la
CEM cuya responsabilidad es -en comunión, solidaridad, corresponsabilidad y subsidiaridad- apoyar y
promover la tarea pastoral de los Obispos, en el ámbito de las dimensiones que la componen, así como las
actividades propias de cada Dimensión, fomentar la unidad y el intercambio entre ellas, la realización de
las tareas que los Obispos les encomienden y ofrecer apoyos, subsidios y orientaciones a las Provincias
Eclesiásticas y a las Diócesis.
II. DESAFÍOS
Ante las graves situaciones por las que atraviesan las familias: es difícil que los hogares sean cuna
de amor para las nuevas generaciones, por lo que necesitamos ser solidarios para defender
enérgicamente el matrimonio entre un hombre y una mujer, la familia que nace de éste y la vida
desde su concepción hasta su muerte natural, y promover el desarrollo de los adolescentes y jóvenes
de la mano de valores universales, así como fomentar el crecimiento en la Fe de los laicos.
Si nuestros programas no son reestructurados, nuestra tarea perderá sentido de la realidad, por lo
que para enriquecer los resultados de la Comisión, trabajaremos un programa reestructurado que
abarque íntegramente cada Dimensión.
La distancia y lejanía de los participantes, hace que el trabajo se vea como ajeno a todos, para
evitar esto en las tareas de la Comisión y Comisiones Episcopales, trabajaremos en una interacción
fraterna y solidaria entre los participantes.
Si no hay interlocución con el trabajo de las Provincias, no tendremos el resultado deseado, por lo
tanto los proyectos de las Provincias Eclesiásticas y de las Diócesis, requieren para su culminación, la
atención de subsidios que así lo permitan por lo que estaremos atentos a su facilitación.
Interpretar a la luz de la fe los acontecimientos –como signos de los tiempos- en el ámbito de la familia, la
vida, los jóvenes y los laicos, propiciando el itinerario formativo de Discípulos Misioneros, según el
Espíritu de Aparecida en el capítulo VI.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
LINEA DE ACCIÓN:
TAREAS:
Credo.
Catecismo de la Iglesia Católica.
Concilio Vaticano II.
Doc. de Aparecida.
La Misión Continental.
Lectio Divina.
El magisterio de la Iglesia sobre familia, laicos y vida.
B. Sexualidad en el plan de Dios.
C. Las adicciones y el narcotráfico.
LINEA DE ACCIÓN:
2. Realizar una reflexión pastoral permanente sobre las realidades nacionales que se refieren al
ámbito de las Dimensiones que integran la Comisión, impulsándolas a fortalecerse para su
renovación.
TAREAS:
A. Seguimiento al estudio científico “La familia recurso para la sociedad”.
B. Animar la estructura de la comisión en las provincias y Diócesis.
C. Establecer la interlocución con las Provincias y Diócesis a través de un directorio nacional.
LINEA DE ACCIÓN:
3. Aprovechar las redes sociales y demás medios electrónicos para optimizar los servicios de la
Comisión, en la intención de mantener una comunicación eficiente entre Provincias y Comisión.
TAREAS:
A. Desarrollo de la Página Web
B. Facebook
C. Twitter
LINEA DE ACCIÓN:
4. Aprovechar la Asociación Civil ya creada y los colaboradores laicos como un canal de promoción
y difusión de las tareas de la Comisión, para economizar y trabajar de manera eficiente.
TAREA:
A. Dar continuidad a los trámites de la A.C. en la SAT
LINEA DE ACCIÓN:
5. Buscar sistemáticamente los medios de financiamiento de sus programas, que permitan una mayor
difusión.
TAREA:
A. Crear un Patronato
LINEA DE ACCIÓN:
6. Promover entre los laicos comprometidos, la creación de ONG’s para tener incidencia en la
realidad social y foros internacionales.
TAREAS:
A. Diseñar y difundir manual para formar las ONG’s
B. Promover la creación de las ONG’s a nivel Diócesis
VI. PROGRAMACIÓN
DIMENSIÓN EPISCOPAL PARA LA FAMILIA
IDENTIDAD
La Dimensión Familia de la Comisión Episcopal de Pastoral para la Familia, Juventud, Laicos y Vida,
es un organismo de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), integrado por Obispos, Presbíteros,
Consagrados y Laicos, unidos en comunión eclesial para ofrecer subsidiariamente a las Iglesias
particulares de México, servicios y recursos en orden a anunciar, celebrar y servir el evangelio del
matrimonio, la familia y la vida, como expresión de la Familia y la Vida Trinitaria, fortaleciendo la
formación de los valores humanos y cristianos. Todo esto siempre en fidelidad al Magisterio Pontificio y
Episcopal. Es también una instancia de diálogo sobre asuntos del matrimonio y la familia con otras
instituciones religiosas, civiles, políticas, públicas o privadas. “La familia ha sido y es espacio y escuela
de comunión, fuente de valores humanos y cívicos, hogar en el que la vida humana nace y se acoge
generosa y responsablemente” (cfr. D.A. 302).
Hace suyos los desafíos y líneas pastorales que en el área específica de la familia están contenidos en los
proyectos pastoral de la CEM y los acuerdos tomados en las diversas Asambleas del Episcopado
Mexicano, así como las indicaciones del Pontificio Consejo para la Familia y las propuestas de la V
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida. “Dado que la familia
es el valor más querido por nuestros pueblos, creemos que debe asumirse la preocupación por ella
como uno de los ejes transversales de toda la acción evangelizadora de la Iglesia. En toda diócesis se
requiere una pastoral familiar “intensa y vigorosa” para proclamar el evangelio de la familia,
promover la cultura de la vida, y trabajar para que los derechos de las familias sean reconocidos y
respetados” (D.A. 435).
OBJETIVO
LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Proclamar que desde los orígenes, la familia es fuente de amor y de vida, primer evangelio del
Padre, y que desde la Encarnación, la Familia de Nazaret es el prototipo o modelo de toda familia,
descubriendo así que Dios llama a toda familia como fuente de evangelización para el mundo,
transmisora de los valores humanos y cristianos, servicio a la vida, participación en el desarrollo
de la sociedad y misión de la Iglesia.
2. Dinamizar la Misión Continental Permanente desde la Familia, a fin de hacer de ella, un referente
primario y operativo al proceso evangelizador de los discípulos misioneros en nuestras Diócesis.
5. Impulsar la elaboración de subsidios con temas específicos que favorezcan las distintas etapas por
las que atraviesan el matrimonio y la familia, desde la preparación matrimonial hasta los
matrimonios de la tercera edad, fortaleciendo de este modo su caminar por la vida.
6. Cuidar que la familia no sólo sea objeto, sino sujeto de la evangelización, de manera que cada una
llegue a ser evangelizadora de otras familias, para que se organicen pastoralmente, promuevan y
defiendan los valores del matrimonio, la familia y la vida en todos los ambientes y foros como
son: medios de comunicación, científicos, económicos, culturales, políticos, legislativos
nacionales e internacionales.
7. Fomentar el diálogo y la colaboración con las instituciones religiosas y/o civiles que promuevan
los genuinos valores del matrimonio, la familia y la vida en todo foro y campo, promoviendo
labores de cabildeo para caminar hacia una política con perspectiva de familia y una legislación
que proteja a la familia ante la cultura de muerte.
8. Promover una actitud pastoral misionera que establezca una cercanía especialmente con las
familias más necesitadas y en situaciones irregulares presentándoles la oportunidad de
experimentar la misericordia de Jesucristo Buen Pastor.
9. Buscar una comunicación más cercana con las Provincias y las Diócesis para llevar a cabo un
plan de interacción con ellas, para ofrecer información, subsidios e instituir anualmente la
Semana de la Familia y la organización de Congresos de Familia y que se aprovechen los
momentos celebrativos de religiosidad de las familias para evangelizar, y educar en la fe,
aprovechando la celebración de los sacramentos.
Impulsar para que éstas líneas de acción logren una actitud renovadora de las Parroquias a fin de que sean
espacios de la iniciación cristiana, de la educación y celebración de la fe, abiertas a la diversidad de
carismas, servicios y ministerios, organizadas de modo comunitario y responsable, integradoras de
movimientos de apostolado ya existentes, atentas a la diversidad cultural de sus habitantes, abiertas a los
proyectos pastorales y supra-parroquiales y a las realidades circundantes.
IDENTIDAD
OBJETIVO
Fortalecer el proceso de revitalización de la Pastoral Juvenil en México, partiendo de la vida de los y las
jóvenes en sus distintos contextos y, desde una profunda experiencia de encuentro con Cristo, que suscite
procesos de conversión personal, pastoral y eclesial, para que contando con orientaciones pastorales
claras, asumamos e impulsemos con entusiasmo la misión permanente entre los jóvenes.
LÍNEAS DE ACCIÓN
6. Promover que los adolescentes y jóvenes sean objeto y sujeto en el uso de las redes sociales.
IDENTIDAD
La Dimensión Episcopal de Laicos es un organismo de la Conferencia del Episcopado Mexicano, que por
medio de redes con instituciones eclesiales y sociales, ofrece subsidios a los laicos organizados para
madurar en su ser y quehacer laical, así como en su misión de Discípulos Misioneros dentro del plan de la
CEM de la Misión Continental.
OBJETIVO
Fomentar la comunión entre Obispos y las asociaciones y movimientos laicales para que en sus
programas incluyan las prioridades pastorales de la CEM, a fin de impulsar la espiritualidad de comunión
y la misión Continental permanente.
LÍNEAS DE ACCIÓN
4. Acompañar y fortalecer el ser quehacer del Consejo Nacional de Laicos, con la participación de
todas las Provincias, la representación de Movimientos Laicales y profesionistas, para que sean
una voz representativa de los laicos católicos.
5. Animar el ser y quehacer de los laicos, por medio de foros y encuentros nacionales, para estar
preparados y formados como discípulos-misioneros, capaces de dar respuesta a los desafíos en la
Iglesia y en el mundo.
6. Mantener comunicación con los diferentes organismos de laicos, que propicie el acompañamiento,
la ayuda mutua y la creación de subsidios, para el fortalecimiento del ser y quehacer laical.
7. Diseñar subsidios de formación, para los movimientos y Provincias, en los que se dé respuesta a
las distintas inquietudes y desafíos de los laicos, para así fortalecer el proceso de formación
integral en todas las Diócesis.
8. Colaborar en la actualización de la página de la Comisión Episcopal, por medio de información y
estadística de la Dimensión Episcopal de Laicos, a fin de que Diócesis y laicos organizados,
puedan tener un foro y plataforma de comunicación digital y en comunión con la DELAI.
9. Impulsar el proyecto de Misión Continental Permanente, que comprometa a la vida diaria a todos
los laicos organizados, para que su compromiso y testimonio de vida, sea el signo sensible del
discípulo misionero que desea impregnar del Evangelio.
“El ser humano, creado a imagen y semejanza de Dios, también posee una altísima dignidad que no
podemos pisotear y que estamos llamados a respetar y a promover. La vida es regalo gratuito de Dios,
don y tarea que debemos cuidar… sin relativismos” (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano,
Aparecida, n. 464.)
“Esta responsabilidad de promover la cultura y, especialmente, la cultura de la vida, debe ser una de
las prioridades en nuestro trabajo pastoral. Toda planeación y compromiso pastoral deben estar
orientados para incidir en los estilos de vida de las personas y de las comunidades, con el fin de
construir una relación renovada con la naturaleza, con nuestro prójimo y con Dios ” (Carta Pastoral
Bicentenario/Centenario, 2010, 88).
“Si queremos sostener un fundamento sólido e inviolable para los derechos humanos, es indispensable
reconocer que la vida humana debe ser defendida siempre, desde el momento mismo de la
fecundación” (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Aparecida, n. 467).
OBJETIVO
Anunciar, celebrar y servir el evangelio de la vida como regalo de Dios, para promover una “cultura de la
vida” mediante una relación renovada con la naturaleza, con el prójimo y con Dios.
LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Anunciar el Evangelio de la vida y los criterios morales y responder a las manifestaciones de una
“cultura de la muerte”, en las cuestiones bioéticas, respecto al aborto, eutanasia, reproducción
asistida, paternidad responsable, regulación de nacimientos…etc.
2. Descubrir y vivir la vida como un regalo (don y tarea, regalo y responsabilidad) que surge y se
desarrolla por iniciativa de Dios y que es confiada al hombre, para administrarla con empeño y
compromiso.
7. Contactar e interrelacionar a las Comisiones y Dimensiones de la CEM, así como a los diferentes
organismos de apostolado laical que se dedican a atender temas relacionados con la vida (bioética,
bioderecho y biopolítica), para integrarlos en un plan pastoral a nivel nacional.
VII. DIRECTORIO
COMISION PRESIDENTE
Emmo. Cardenal Norberto Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
Laicos Lic. Luis Mauricio Saldaña Ayala
Secretario de Dimensión
Pedro Luis Ogazón 56, Col. Guadalupe Inn. 01020
Teléfono y Fax: (01-55) 55 97 18 80/ 53 39 61 94
Email : delai@prodigy.net.mx
saldanaalm@hotmail.com
VI. COMISIÓ N EPISCOPAL
PARA EL DIÁ LOGO INTERRELIGIOSO Y COMUNIÓ N
I. IDENTIDAD
La COMISIÓN DE DIÁLOGO INTERRELIGIOSO Y COMUNIÓN (CEDIC), se pone al servicio de
la “colegialidad episcopal”, para facilitar una de las dimensiones que el Concilio Vaticano II impulsó
para trabajar por la anhelada unidad de todos los cristianos y fomentar un diálogo respetuoso con todas las
demás religiones, que favorezca la convivencia de todos los pueblos y credos, fortalezca la libertad
religiosa y la paz de toda la familia humana. Se pone igualmente al servicio de cada una de las
organizaciones eclesiales o religiosas no católicas que quieran cultivar en espíritu fraterno un verdadero
diálogo. El Concilio Vaticano II confió especialmente el quehacer ecuménico “a los Obispos de toda la
tierra para que traten de promoverlo y lo orienten con discernimiento” (UR #51).37 Este quehacer se
comparte en varios niveles:
1) Nivel Universal: “Corresponde en primer lugar a todo el Colegio de los Obispos y a la Sede
Apostólica fomentar y dirigir entre los católicos el movimiento ecuménico, cuyo fin es reintegrar en la
unidad a todos los cristianos, unidad que la Iglesia, por voluntad de Cristo está obligada a promover.”
(Canon 755, 1)
2) Nivel de la CEM: “Compete asimismo a los Obispos y conforme a la norma del derecho a las
Conferencias Episcopales promover la unidad y, según la necesidad o conveniencia del momento,
establecer normas prácticas, teniendo en cuenta las prescripciones dictadas por la autoridad suprema de la
Iglesia.” (Canon 755, 2).
3) Nivel diocesano: Cada obispo en su propia diócesis “debe mostrarse humano y caritativo con los
hermanos que no estén en comunión plena con la Iglesia católica, fomentando también el ecumenismo tal
y como lo entiende la Iglesia.” (Canon 383,3).
Facilitar a nivel nacional la necesidad pastoral del diálogo con las iglesias cristianas y las
religiones no cristianas presentes en nuestra realidad social.
Promover el diálogo ecuménico con las iglesias y comunidades eclesiales que están
comprometidas en impulsar el trabajo por la anhelada unidad de todos los cristianos.
Fomentar las relaciones respetuosas con las demás religiones presentes en nuestro país, de modo
que se favorezca la convivencia de todos los pueblos y credos, y se fortalezca la libertad religiosa
y la paz de toda la familia humana.
37 Directorio par la aplicación de los principios y normas sobre el Ecumenismo, de 1993, #39.
Ayudar a atender pastoralmente el fenómeno de las sectas y los nuevos movimientos religiosos
(NMR), y las posibilidades de diálogo y cooperación con estas expresiones religiosas en el
contexto plural de la sociedad mexicana.
II. DESAFÍOS
a. Ser motivo de credibilidad y entendimiento entre las religiones, ofreciendo a la sociedad mexicana
un testimonio común y esperanzador de los creyentes de los diversos credos, con propuestas
positivas ante la secularización, la violencia, la pobreza y ante los ataques a la dignidad de la
persona, la familia y la vida.
b. Que la pastoral ecuménica y el diálogo interreligioso se entiendan en todas las diócesis como parte
integrante de la Nueva Evangelización y se establezcan los encargados y los organismos que lo
hagan posible.
c. Procurar la formación en los valores del ecumenismo y del diálogo interreligioso en nuestros
presbiterios, institutos de vida consagrada, seminarios y casas de formación, y que esta formación
abarque tanto el ámbito de los principios teóricos como el que trascienda a la experiencia de la vida
pastoral.
d. El proselitismo de algunas sectas y NMR, que recurre a métodos coactivos que impiden el diálogo y
la comunión.
a) Pertenece a la actividad pastoral orgánica de la Iglesia: “El movimiento en favor de la unidad de los
cristianos, no es un mero «apéndice», que se añade a la actividad tradicional de la Iglesia. Al contrario,
pertenece orgánicamente a su vida y a su acción y debe, en consecuencia, inspirarlas y ser como el fruto
de un árbol que, sano y lozano, crece hasta alcanzar su pleno desarrollo.”38
b) Es un imperativo de la conciencia cristiana y tiene su fuente en la unidad trinitaria: “La Iglesia católica
asume con esperanza la acción ecuménica como un imperativo de la conciencia cristiana iluminada por la
fe y guiada por la caridad. También aquí se puede aplicar la palabra de san Pablo a los primeros cristianos
de Roma: «El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo »; así nuestra
«esperanza... no defrauda» (Rm 5, 5). Esta es la esperanza de la unidad de los cristianos que tiene su
fuente divina en la unidad Trinitaria del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”.39
c) Es deseo y oración de Jesucristo: “Jesús mismo antes de su Pasión rogó para «que todos sean uno» (Jn
17, 21). Esta unidad, que el Señor dio a su Iglesia y en la cual quiere abrazar a todos, no es accesoria, sino
que está en el centro mismo de su obra. No equivale a un atributo secundario de la comunidad de sus
En efecto, la unidad dada por el Espíritu Santo no consiste simplemente en el encontrarse juntas unas
personas que se suman unas a otras. Es una unidad constituida por los vínculos de la profesión de la fe, de
los sacramentos y de la comunión jerárquica. Los fieles son uno porque, en el Espíritu, están en la
comunión del Hijo y, en El, en su comunión con el Padre: «Y nosotros estamos en comunión con el Padre
y con su Hijo, Jesucristo» (1 Jn 1, 3). Así pues, para la Iglesia católica, la comunión de los cristianos no
es más que la manifestación en ellos de la gracia por medio de la cual Dios los hace partícipes de su
propia comunión, que es su vida eterna. Creer en Cristo significa querer la unidad; querer la unidad
significa querer la Iglesia; querer la Iglesia significa querer la comunión de gracia que corresponde al
designio del Padre desde toda la eternidad. Este es el significado de la oración de Cristo: «Ut unum sint».”
40
d) Deber de seguir avanzando hacia la plena comunión: “En un mundo marcado por una creciente
interdependencia y solidaridad, estamos llamados a proclamar con renovada convicción la verdad del
Evangelio y a presentar al Señor resucitado como la respuesta a los interrogantes y aspiraciones
espirituales más profundos de los hombres y las mujeres de hoy. Para tener éxito en esta gran tarea,
debemos seguir avanzando en el camino hacia la plena comunión, mostrando haber unido ya nuestros
esfuerzos por un testimonio común del Evangelio frente a los hombres de nuestro tiempo”.41
e) Los caminos de este trabajo por la unidad son la oración, la santidad de vida y el diálogo fraterno:
“Para avanzar por los caminos de la comunión ecuménica es, pues, necesario que estemos cada vez más
unidos en la oración, cada vez más comprometidos en la búsqueda de la santidad y cada vez más
implicados en los campos de la investigación teológica y de la cooperación al servicio de una sociedad
justa y fraterna”.42
“La relación con los hermanos y hermanas bautizados de otras iglesias y comunidades eclesiales es un
camino irrenunciable para el discípulo y misionero, pues la falta de unidad representa un escándalo, un
pecado y un atraso del cumplimiento del deseo de Cristo: «Que todos sean uno, lo mismo que lo somos tú
40 Ibidem, 9.
41 S.S. Benedicto XVI, Carta al Patriarca Ecuménico Bartolomé I con ocasión de la Fiesta de San Andrés, Noviembre 2010.
42 S.S. Benedicto XVI, Discurso a la Delegación Ecuménica de Finlandia, 17 de enero de 2013.
43 S.S. Benedicto XVI, Discurso a las delegaciones de las diversas iglesias y de las religiones no cristianas, 25 de abril de
2005.
y yo, Padre y que también ellos vivan unidos a nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado»
(Jn 17, 21)”.44
g) Nos ayuda la lectura y meditación de la Escritura: “En efecto, en la misma Escritura encontramos la
petición vibrante de Jesús al Padre de que sus discípulos sean una sola cosa, para que el mundo crea (cf.
Jn 17,21). Todo esto nos refuerza en la convicción de que escuchar y meditar juntos las Escrituras nos
hace vivir una comunión real, aunque todavía no plena; «la escucha común de las Escrituras impulsa por
tanto el diálogo de la caridad y hace crecer el de la verdad». En efecto, escuchar juntos la Palabra de Dios,
practicar la lectio divina de la Biblia; dejarse sorprender por la novedad de la Palabra de Dios, que nunca
envejece ni se agota; superar nuestra sordera ante las palabras que no concuerdan con nuestras opiniones
o prejuicios; escuchar y estudiar en la comunión de los creyentes de todos los tiempos; todo esto es un
camino que se ha de recorrer para alcanzar la unidad de la fe, como respuesta a la escucha de la
Palabra”.45
h) Implica dar testimonio de nuestro bautismo: “Sí, queridos hermanos y hermanas en Cristo, sintámonos
todos íntimamente unidos a la oración de nuestro Salvador en la Última Cena, a su invocación: Ut unum
sint. Pidamos al Padre misericordioso que vivamos plenamente esa fe que hemos recibido como un don el
día de nuestro bautismo, y que demos de ella un testimonio libre, alegre y valiente. Éste será nuestro
mejor servicio a la causa de la unidad entre los cristianos, un servicio de esperanza para un mundo todavía
marcado por divisiones, contrastes y rivalidades. Cuanto más fieles seamos a su voluntad en
pensamientos, palabras y obras, más caminaremos real y substancialmente hacia la unidad. Por mi parte,
deseo asegurar, siguiendo la línea de mis predecesores, la firme voluntad de proseguir el camino del
diálogo ecuménico”.46
i) Necesita agentes bien formados que actúen movidos por el Espíritu: “Hace más de cuarenta años, el
Concilio Vaticano II reconoció la acción del Espíritu Santo en el movimiento por la unidad de los
cristianos. Desde entonces, hemos recogido muchos frutos. En este campo, necesitamos más agentes de
diálogo y mejor calificados. Es bueno hacer más conocidas las declaraciones que la propia Iglesia
Católica ha suscrito en el campo del ecumenismo desde el Concilio. Los diálogos bilaterales y
multilaterales han producido buenos frutos. También es oportuno estudiar el Directorio ecuménico y sus
indicaciones respecto a la catequesis, la liturgia, la formación presbiteral y la pastoral”.47
a) Búsqueda de los valores comunes que ayudan a construir la sociedad: “Deseo que el espíritu y el
compromiso de Asís guíen a todos los hombres de buena voluntad en la búsqueda de la verdad, la justicia,
la libertad y el amor, para que toda persona humana goce de sus derechos inalienables, y cada pueblo, de
la paz. Por su parte, la Iglesia católica, que pone su confianza y su esperanza en "el Dios de la caridad y
de la paz" (2ªCo 13,11), seguirá comprometiéndose para que el diálogo leal, el perdón recíproco y la
b) Necesidad de un diálogo auténtico y sincero a favor de la paz: “Os aseguro que la Iglesia quiere seguir
construyendo puentes de amistad con los seguidores de todas las religiones, para buscar el verdadero bien
de cada persona y de la sociedad entera. El mundo en el que vivimos a menudo está marcado por
conflictos, violencia y guerra, pero anhela ardientemente la paz, una paz que es sobre todo don de Dios,
una paz por la que debemos orar sin cesar… Nuestros esfuerzos para encontrarnos y fomentar el diálogo
son una valiosa contribución para construir la paz sobre fundamentos sólidos… Por tanto, es necesario
entablar un diálogo auténtico y sincero, construido sobre el respeto a la dignidad de toda persona humana,
creada, como los cristianos creemos firmemente, a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1, 26-27)”.49
c) Para promover la colaboración social de los creyentes: “El diálogo fecundo entre fe y razón hace más
eficaz el ejercicio de la caridad en el ámbito social y es el marco más apropiado para promover la
colaboración fraterna entre creyentes y no creyentes, en la perspectiva compartida de trabajar por la
justicia y la paz de la humanidad… Para los creyentes, el mundo no es fruto de la casualidad ni de la
necesidad, sino de un proyecto de Dios. De ahí nace el deber de los creyentes de aunar sus esfuerzos con
todos los hombres y mujeres de buena voluntad de otras religiones, o no creyentes, para que nuestro
mundo responda efectivamente al proyecto divino: vivir como una familia, bajo la mirada del Creador”.50
“La Iglesia reconoce como parte esencial del anuncio de la Palabra el encuentro y la colaboración con
todos los hombres de buena voluntad, en particular con las personas pertenecientes a las diferentes
tradiciones religiosas, evitando formas de sincretismo y relativismo, y siguiendo los criterios indicados
por la Declaración Nostra aetate del Concilio Vaticano II, desarrollados por el Magisterio sucesivo de los
sumos pontífices. El rápido proceso de globalización, característico de nuestra época, hace que se viva en
un contacto más estrecho con personas de culturas y religiones diferentes. Se trata de una oportunidad
providencial para manifestar cómo el auténtico sentido religioso puede promover entre los hombres
relaciones de hermandad universal. Es de gran importancia que las religiones favorezcan en nuestras
sociedades, con frecuencia secularizadas, una mentalidad que vea en Dios Todopoderoso el fundamento
de todo bien, la fuente inagotable de la vida moral, sustento de un sentido profundo de hermandad
universal”.51
d) Implica promover la libertad religiosa: “Sin embargo, el diálogo no sería fecundo si éste no incluyera
también un auténtico respeto por cada persona, para que pueda profesar libremente la propia religión. Por
eso, el Sínodo, a la vez que promueve la colaboración entre los exponentes de las diversas religiones,
recuerda también «la necesidad de que se asegure de manera efectiva a todos los creyentes la libertad de
profesar su propia religión en privado y en público, además de la libertad de conciencia». En efecto «el
respeto y el diálogo requieren, consiguientemente, la reciprocidad en todos los terrenos, sobre todo en lo
e) Responsabilidad de todos los creyentes con la sociedad y con la creación: “La Iglesia católica es
consciente de la importancia que tiene la promoción de la amistad y el respeto entre hombres y mujeres
de diferentes tradiciones religiosas –esto, lo quiero repetir: promoción de la amistad y del respeto entre
hombres y mujeres de diversas tradiciones religiosas–, lo atestigua también el trabajo valioso que
desarrolla el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso. También es consciente de la
responsabilidad que todos tenemos respecto a este mundo nuestro, respecto a toda la creación, a la que
debemos amar y custodiar. Y podemos hacer mucho por el bien de quien es más pobre, débil o sufre, para
fomentar la justicia, promover la reconciliación y construir la paz. Pero, sobre todo, debemos mantener
viva en el mundo la sed de lo absoluto, sin permitir que prevalezca una visión de la persona humana
unidimensional, según la cual el hombre se reduce a aquello que produce y a aquello que consume. Ésta
es una de las insidias más peligrosas para nuestro tiempo”.53
a) Dar razón de nuestra fe ante las nuevas propuestas religiosas: “El comienzo del Tercer Milenio ofrece
un auténtico kairós para la evangelización. Las mentes y los corazones están abiertos como nunca antes a
recibir información seria sobre la visión cristiana del tiempo y de la historia de la salvación. La prioridad
no debería consistir tanto en poner de relieve las carencias de otros enfoques, sino más bien regresar
constantemente a las fuentes de nuestra propia fe, para poder ofrecer una presentación adecuada y sólida
del mensaje cristiano. Podemos estar orgullosos de lo que se nos ha confiado y por eso hemos de resistir a
las presiones de la cultura dominante y no enterrar esos dones (cf. Mt 25, 24-30). Uno de los instrumentos
más útiles de que disponemos es el Catecismo de la Iglesia Católica. Tenemos también una inmensa
herencia de caminos de santidad en las vidas de los cristianos del pasado y del presente”.55
“Hoy se hace necesario rehabilitar la auténtica apologética que hacían los padres de la Iglesia como
explicación de la fe. La apologética no tiene porqué ser negativa o meramente defensiva per se. Implica,
más bien, la capacidad de decir lo que está en nuestras mentes y corazones de forma clara y convincente,
como dice san Pablo «haciendo la verdad en la caridad» (Ef. 4, 15). Los discípulos y misioneros de Cristo
de hoy necesitan, más que nunca, una apologética renovada para que todos puedan tener vida en Él”.56
52 Ibidem, 120.
53 S.S. Francisco, Discurso a los representantes de las iglesias y comunidades eclesiales y de las diversas religiones, 20 de
marzo de 2013.
54 CELAM, Documento de Aparecida, n.235.
55 Consejo Pontificio de la Cultura y Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Jesucristo, Portador del Agua de la
Vida. Una reflexión cristiana sobre la Nueva Era. n.6.2
56 CELAM, Documento de Aparecida, n.229.
b) Ofrecer un mejor testimonio de vida cristiana: “Según nuestra experiencia pastoral, muchas veces, la
gente sincera que sale de nuestra Iglesia no lo hace por lo que los grupos “no católicos” creen, sino,
fundamentalmente, por lo que ellos viven; no por razones doctrinales, sino vivenciales; no por motivos
estrictamente dogmáticos, sino pastorales; no por problemas teológicos, sino metodológicos de nuestra
Iglesia. Esperan encontrar respuestas a sus inquietudes. Buscan, no sin serios peligros, responder a
algunas aspiraciones que quizás no han encontrado, como debería ser, en la Iglesia”.57
c) Advertir del proselitismo insistente: "Tampoco hay que descuidar el grave problema de los 'nuevos
grupos religiosos', que siembran confusión entre los fieles, especialmente en los ambientes medios y
marginales o pobres. Sus métodos, sus recursos económicos y la insistencia de su labor proselitista hacen
impacto, sobre todo, entre quienes emigran del campo a la ciudad".58
Que la Iglesia Católica que peregrina en México asuma su compromiso de promover la unidad de
todos los cristianos y de fomentar un diálogo respetuoso con todas las demás religiones, de modo que
se favorezca desde nuestra patria la convivencia de todos los pueblos y credos, y se fortalezca la
libertad religiosa y la paz de toda la familia humana.
VISIÓN 2015: La CEDIC contribuye a fortalecer la identidad católica de nuestros fieles, cooperando
en dinamizar la Misión Continental Permanente en el espíritu de la Nueva Evangelización y ayudando
a establecer diálogos ecuménicos e interreligiosos que fomenten la paz y a la consolidación de los
valores cristianos para contribuir a la transformación de la realidad en México.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Ofrecer un diagnóstico actualizado y líneas de reflexión sobre el pluralismo religioso, así
como respuestas pastorales concretas al fenómeno de las sectas y NMR en México.
OBJETIVO ESPECÍFICO: Ayudar a los obispos y a los agentes de pastoral a fomentar una
apologética equilibrada y positiva que sirva para consolidar la fe y dar formación práctica y
efectiva.
Estrategias (Cómo):
a) Informando sobre la realidad actual, la historia y las actitudes de las iglesias y grupos
religiosos (A.R.) presentes en México, y configurando respuestas pastorales a los retos que
presenta su acción proselitista.
b) Desarrollando herramientas pastorales que sean útiles para analizar el fenómeno sociológico
de los NMR, reflexionar sobre sus avances, y proponer acciones concretas y prácticas para
enfrentar el reto de su avance.
57 CELAM, Documento de Aparecida, n.225.
58 S.S. Juan Pablo II, Discurso a los Obispos mexicanos, 12 de mayo 1990.
c) Ofreciendo subsidios pastorales que ayuden a abordar el desafío de los nuevos movimientos
religiosos (NMR), especialmente los de cuño pentecostal, dando razón de nuestra fe para
fortalecer la identidad católica de los fieles y dar instrucción práctica y efectiva.
d) Ofreciendo subsidios que den directrices claras y bien fundamentadas sobre la validez de
sacramentos de las demás denominaciones cristianas, especialmente el Bautismo, y sirvan de
referencia para una pastoral de recuperación de la identidad católica y su correcta valoración.
VI. PROGRAMACIÓN
VII. DIRECTORIO
COMISIÓN EPISCOPAL PARA EL DIÁLOGO INTERRELIGIOSO Y COMUNIÓN
Diálogo ecuménico con las iglesias cristianas.
Diálogo con las religiones no cristianas.
Atención al fenómeno de los nuevos grupos religiosos (sectas).
PRESIDENTE
S. E. Mons. Leopoldo González González, Obispo de Tapachula
VOCALES
S. E. Mons. Carlos Suárez Cázares, Obispo Auxiliar de Morelia
S. E. Mons. Ruy Rendón Leal, Obispo de Matamoros
I. IDENTIDAD
SER: es un organismo de animación, promoción y desarrollo pastoral al servicio de la colegialidad
episcopal y de comunión entre las iglesias.
II. DESAFÍOS
La comunicación es un elemento transversal de las diversas estructuras eclesiales. Por eso, toda la acción
pastoral de la Iglesia ha de ser más comunicativa. Al servicio de esa misión están las oficinas de
comunicación en una diócesis o en una Conferencia Episcopal.
La consideración eclesial de la comunicación social tiene por tanto una doble misión. Por un lado, la ya
tradicionalmente asentada que está orientada primordialmente a la evangelización. Pero por otro lado, y al
mismo tiempo, la Iglesia también ha de proyectar y trabajar su propia imagen institucional o pública
(entre la que se incluyen las acciones de gobierno de su pastores) para que ella misma sea percibida de
manera adecuada. Por esto mismo se impone una consideración nueva de los procesos comunicativos de
la Iglesia, que vayan asociados no sólo a la misión evangelizadora, sino también a la tarea de gobierno
pastoral. La Iglesia debe estar en ellos con sencillez y claridad, en actitud dialogante.59
Hoy en día la comunicación juega un papel preponderante y más aún crucial para la transmisión de la fe y
de la cultura y la promoción de la paz. Los medios de comunicación social son el escenario cultural en el
que se mueven los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Son condicionados por la situación económica,
ideológica y política. Ante ello, los desafíos y retos que enfrenta la Iglesia no son nuevos, pero si la
manera de abordarlos.
Las nuevas tecnologías no sólo cambian el modo de comunicar, sino que están realizando una vasta
transformación cultural. Se está desarrollando una nueva forma de aprender y de pensar, con
oportunidades inéditas de entablar relaciones y construir comunión.
Por otro lado, el lenguaje no es un simple revestimiento intercambiable y provisional de conceptos, sino
el contexto vivo y palpitante en el que los pensamientos, las inquietudes y los proyectos de los hombres
nacen a la conciencia y se plasman en gestos, símbolos y palabras. El hombre, por tanto, no sólo «usa»,
sino que en cierto sentido «habita» el lenguaje. En particular hoy, los que el concilio Vaticano II definió
«maravillosos inventos de la técnica» (Inter mirifica, 1) están transformando el ambiente cultural, y esto
59 Encuentro de las Comisiones de Comunicación de las Conferencias Episcopales de Portugal y España, 25 al 27 de junio de
2012.
requiere una atención específica a los lenguajes que se desarrollan en él. Las nuevas tecnologías «tienen
la capacidad de pesar no sólo sobre los modos de pensar, sino también sobre los contenidos del
pensamiento» (Aetatis novae, 4)60.
El conocimiento y profundización de ellos, nos ayudarán a tener una mayor claridad para saberlos utilizar
adecuadamente y dinamizar la Misión Continental Permanente en el espíritu de la Nueva Evangelización.
Es así que, la comunicación es un elemento transversal de las diversas estructuras eclesiales, de las
comisiones y dimensiones de la CEM. Por eso, toda la acción pastoral de la Iglesia ha de ser más
comunicativa, más participativa y más dinámica.
Para afrontar el pensamiento de la acción de la Iglesia en la era digital hay que conocer el quid del cambio
cultural y hacia dónde va. Por ello, la educación no comienza con el enseñar, sino con el aprender.
Conocer este nuevo mundo, analizarlo, conocer su lenguaje y sus claves es el eje de un verdadero
esfuerzo formativo porque implica que, en primer lugar, no se banaliza el fenómeno, sino que se lo toma
con conciencia, en su realidad, en su dimensión y complejidad”.61
La Iglesia no puede dejar de interrogarse sobre esta nueva cultura, porque toca intrínsecamente su misma
naturaleza y misión. Si el punto clave está en “hay de mí si no evangelizo”, no hay que quedarse “en
abstracto” sino en encarnar esta tarea. La cultura contemporánea no debemos plantearla como problema,
sino como una posibilidad “para llevar el Evangelio hasta los últimos confines del mundo, cumpliendo
también hoy el mandato misionero del Señor.
Los desafíos que se presentan los trabajaremos en cuatros áreas y tres puntos:
Posicionamiento de la Comisión entre los señores Obispos y en las Diócesis. Mayor Interés y
presencia del Obispo en las reuniones ordinarias de trabajo a nivel diócesis o provincia.
Motivar y capacitar a los Señores Obispos en el correcto uso de los diferentes medios y las nuevas
tecnologías al servicio de la Nueva Evangelización.
Suscitar un mayor Interés y responsabilidad por parte de los obispos para que, en su diócesis
exista la CODIPACS.
Tener en cuenta la Identidad de nuestra fe: Comunión a través de la comunicación, anuncio para la
misión.
Mayor solidaridad a nivel Provincia y nacional, insuficiente capacidad de compartir lo que se
hace, ya que se trabaja unilateralmente.
60 Discurso del santo padre Benedicto XVI a los participantes en la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para las
Comunicaciones Sociales. Lunes 28 de febrero de 2011.
61 “Nueva Evangelización, Nuevas Tecnologías. La Evangelización en la era digital”. Monseñor Lucio Ruiz
Elaborar medios adecuados para la comunidad a la que pertenecemos, para comunicar
adecuadamente y de calidad el mensaje de Jesús.
Privilegiar el protagonismo de las provincias.
Escasez de personal y de recursos materiales, estructurales y organizacionales.
El uso de las nuevas tecnologías nos provoca usarlas para bien, para comunicar el mensaje y para
que en la Iglesia haya mayor fluidez comunicacional.
Establecer una pastoral orgánica de las comunicaciones, especialmente a nivel diocesano: una
pastoral que tenga en cuenta las relaciones entre el lenguaje de la fe y los nuevos lenguajes
mediáticos; una pastoral en la que se implique a toda la comunidad eclesial; y una pastoral que
aporte un gran empuje de creatividad, que permita emprender con valentía los nuevos recorridos
de la cultura y de la comunicación.
La tecnología no es algo neutro, tiene implicaciones axiológicos, en estos nuevos tiempos hay que
aprender los nuevos lenguajes
1. Llevar a cabo la propuesta de las cuatro dimensiones durante este trienio para logra el objetivo de
la Comisión.
3. Llevar a cabo una acción organizada, planificada y eficaz de una manera transversal con las demás
comisiones episcopales e interlocución con las provincias.
III. CONTEMPLACIÓN DESDE LA FE
A. Dios, principio y origen de comunicación y comunión
C. La Iglesia es Comunicación.
Fortalecer nuestra identidad como Iglesia y promover la Comunión de las Provincias y Diócesis, a
través de la Pastoral de la Comunicación y de la informática, a ejemplo de Cristo perfecto
comunicador, para que seamos sus verdaderos discípulos misioneros.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
Como una instancia operativa, la CEPCOM trabaja mediante una serie de programas y actividades y
ofrece su servicio a la Iglesia en México, adquiriendo el compromiso de contribuir al cumplimiento de la
misión evangelizadora de la Iglesia.
A través de cuatro líneas se pretende dar respuesta a los desafíos que se presentan:
Sensibilizar a los señores Obispos sobre la importancia y las bondades de la acción y animación
pastoral de la comunicación social, del uso de los medios y las nuevas tecnologías. Así como,
llevar una comunicación ad intra, para el trabajo pastoral ordinario.
Estar presente en los diferentes medios de comunicación social: prensa, radio, televisión, cine,
Internet, foros y tantos otros sistemas para que los objetivos de la CEM, de la comisión y de cada
Diócesis se hagan presentes.
+ USOS DE NUEVAS TECNOLOGÍAS (NT)
LÍNEAS OPERATIVAS:
1. Conocer las implicaciones y facilidades que nos dan los diferentes medios de comunicación.
2. Promover la formación en los sacerdotes y futuros sacerdotes en el campo de los medios de
comunicación (Teología de la Comunicación).
3. Especial atención y formación a los jóvenes a través de una Cultura Cristiana Digital.
4. Promover y consolidar los equipos de comunicación social en las diócesis (CODIPACS).
5. Propiciar que los laicos se formen profesionalmente, para que ocupe el espacio que de hecho le
corresponde en este campo de la comunicación.
6. Apoyar una reflexión teológica permanente sobre los procesos y los instrumentos de la
comunicación social y sobre su papel en la Iglesia y en la sociedad. (Buscar en cada Provincia los
materiales realizados al respecto para ponerlos al servicio de todos).
7. Promover y celebrar la jornada mundial de las comunicaciones sociales en las diócesis, como un
medio de promover la toma de conciencia de la importancia de las comunicaciones sociales, y de
apoyo a las iniciativas emprendidas por la Iglesia en materia de comunicaciones. De ser posibe,
realizar la colecta en el día de la jornada, o algún otro día que indique el Obispo, en beneficio de
la oficina de comunicación Diocesana.
8. Animar a las escuelas y universidades católicas a proponer programas, cursos, diplomados,
talleres, etc, relacionados con las necesidades de la Iglesia y de la sociedad en materia de
comunicaciones.
9. Proponer cursos, talleres y seminarios de tecnología, gestión, ética y política de los medios de
comunicación, destinados a los responsables de la Iglesia en este campo, a los seminaristas, a los
religiosos y al clero.
VI. PROGRAMACIÓN
Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales
50 Aniversario de la Publicación Inter Mirifica del Concilio Vaticano II, 4 de diciembre de 1963.
Para conmemorar: Celebración los días 6,7 y 8 de Diciembre de 2013.
Diplomados
Diplomado En Radio y Locución – Del 22 Al 26 De Julio En El TEC De Monterrey
Diplomado En Periodismo – Modulo I - Del 19 Al 23 De Agosto. Universidad Anáhuac, En Casa
Lago. 2 Veranos.
Diplomado en Vocería
Encuentros Nacionales de Comunicación
Encuentro Nacional de Coordinadores de Comunicación – Del 11 Al 13 de febrero de 2014.
ENACCS 2014 Sede: Acapulco, Gro. Mes de Octubre (13 al 17 de octubre de 2014)
ENACCS 2015 Sede: Puebla, Guadalajara y Cancún Mes de Octubre (3ª Semana del 19 al 23 de
octubre)
Talleres:
Taller de Comunicación
Taller de Redes Sociales
Taller de Pastoral de la Comunicación
Taller de Radio y locución
Taller de Planeación de medios
Talle de oficinas de comunicación
Taller de Cultura Digital
Obispos
Taller de Comunicación para Obispos. Del 3 Al 6 De Septiembre en Monterrey, NL.
XCVIII Asamblea Plenaria (Noviembre de 2014) “ Los Medios de Comunicación Social”
VII. DIRECTORIO
COMISION PRESIDENTE
VOCALIAS VOCALES
(Dimensiones) (Responsables)
DIMENSIÓN RESPONSABLE
AREA ANIMADORES
AREA
AREA
AREA
Oficina CEPCOM
Valparaiso No. 107 - Col. Tepeyac Insurgentes - C.P. 07020 - Delegación Gustavo A. Madero- México, D.F.
Tel. 01 (55) 5577 6028 - Radio: (55) 5007 6291 - Nxtl. 62*10*51524
Página web: www.cepcom.mx - correo: cepcom@cem.org.mx, cepcom.mex@gmail.com
Twitter: @cepcom_cem - Facebook: www.facebook.com/cepcom
VIII. COMISIÓ N EPISCOPAL
PARA LA SOLIDARIDAD INTRAECLESIAL
I. IDENTIDAD
Somos una comisión de la Conferencia Episcopal de México que no tiene otro sentido que hacer patente
la experiencia de la caridad, de manifestar con hechos y actitudes el amor predicado por Cristo. Hacer
vida el mandamiento del amor.
Eso es lo que pretendemos en esta comisión. Hacer más fuertes los lazos de la hermandad y del servicio
entre nosotros. Que la nueva Evangelización se haga efectiva en la experiencia y en sentido de caridad.
Deseamos poner en práctica, el camino de verdaderos discípulos misioneros del Maestro Jesucristo,
discípulos que han tomado en serio la conversión y desde allí, buscan construir la comunión eclesial.
A esta Comisión pertenecen tres dimensiones que con su identidad y misión propias buscarán hacer
patente la Solidaridad Intraeclesial.
II. DESAFÍOS
1. Urgencia de consolidar la Comisión
4. Estructurar, procesos de trabajo ordenado y progresivo, que sean signos de signos de conversión
personal y pastoral.
“De nuestra fe en Cristo brota también la solidaridad como actitud permanente de encuentro, hermandad
y servicio, que ha de manifestarse en opciones y gestos visibles… El servicio de caridad de la iglesia es
un ámbito que caracteriza de manera decisiva la vida cristiana, el estilo eclesial y la programación
pastoral”. D.A. 394
Impulsar en nuestra Iglesia el espíritu de solidaridad y servicio mediante las acciones concretas que
desde la fe y el compromiso evangelizador han asumido nuestras dimensiones, y así hacer efectiva la
misión permanente y la tarea que se nos ha encomendado.
V. LÍNEAS DE ACCIÓN
Consolidar la operatividad de la Comisión
• En todos los proyectos de la comisión se resalte la solidaridad, la unidad y el trabajar por la paz
VI. PROGRAMACIÓN
DIMENSIÓN PARA LA ATENCIÓN DE LOS OBISPOS EMERITOS
IDENTIDAD
Somos una Dimensión de la Conferencia Episcopal de México, que tiene como prioridad la atención de
los Obispos eméritos, obispos que han cumplido 75 años o más y que han dejado de tener una
responsabilidad directa en el gobierno de la iglesia, y que busca la integración y valoración de estos
obispos tanto al colegio episcopal como a la Iglesia. Es una Dimensión de servicio, de atención, de
preocupación y solidaridad, para que el Obispo emérito tenga una vida digna en todo sentido.
DESAFÍOS
CONTEMPLACIÓN DE FE
“La multitud de los que habían creído tenían un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus
bienes como propios, sino que todo lo tenían ellos en común, y se repartía a cada uno según su
necesidad” hech 4,32.35
“No amemos de palabra, ni con la pura lengua; amemos de obra y de verdad” 1 Jn 3,18, “viviendo La
comunión episcopal, cada obispo ha de sentir como propias las dificultades y los sufrimientos de sus
hermanos en el episcopado”. Pastores Gregis 59
La realidad del obispo Emérito es una situación de oportunidad grandiosa para la iglesia, de manera
especial para la propia Conferencia Episcopal, para hacer tangible la caridad predicada y practicada por
el Señor Jesús.
El obispo emérito sigue siendo con pleno fundamento miembro del Colegio episcopal, al cual pertenece
en virtud de su consagración episcopal y de la comunión jerárquica con el Romano pontífice y con sus
hermanos obispos. En virtud de la pertenencia al Colegio, cada obispo es y permanece por siempre
ordenado para la iglesia universal. Aunque no recibiera, dejara o se le hiciere dejar el gobierno de una
iglesia particular, jamás será un desocupado (Cfr. U. Betti, La dottrina sull´episcopato del Concilio
Vaticano II, Roma 1984,p.399).
OBJETIVO:
LÍNEAS DE ACCIÓN
1. Dar a conocer y hacer cumplir las normas complementarias de la Conferencia del Episcopado
mexicano canon 402 parr. 2
2. Establecer un fondo o mutual episcopal para apoyar al hermano emérito
3. Crear una estructura integral para su apoyo
4. Publicación del documento sobre la vida y misión del obispo emérito
1. IDENTIDAD
La Dimensión para la atención a las Fuerzas Armadas es un órgano de la CEM que forma parte de la
Comisión para la Solidaridad intraeclesial, que, consciente de que los militares y sus familias son una
porción del pueblo de Dios, y debido a que su particular ritmo y estilo de vida requiere una pastoral
especializada; busca promover y dar herramientas subsidiarias de forma solidaria a las distintas Diócesis
y Arquidiócesis del país para la particular atención a estos hermanos nuestros que entregan su vida al
servicio de la Patria.
La Dimensión fue creada para buscar los medios necesarios para que la atención espiritual, sacramental
y humana llegue a las necesidades particulares de las personas que viven o se desempeñan en el
ambiente militar, proveyendo un cuidado pastoral integral, tanto en tiempo de paz como de guerra. Así,
se promueve en las diócesis, que el personal de las policías, la Armada, el Ejército y sus familias, sean
integrados a la vida eclesial dándoles herramientas para que sean auténticos discípulos y misioneros
extendiendo los valores del Reino: Paz, justicia y gozo en el Espíritu, y así, en Cristo, nuestra Paz,
México tenga vida digna.
2. DESAFIOS
• Que la pastoral militar se valore y se conozca en nuestro país como una auténtica necesidad de
los militares y sus familias y como una obligación de la Iglesia por su propia identidad.
• Que existan capellanes castrenses para cada una de las zonas militares y navales de nuestra
Nación.
• Que los sacerdotes con responsabilidad pastoral en el ámbito de las fuerzas armadas tengan
elementos formativos básicos para realizar su servicio con mayor conciencia y eficacia.
• Unir fuerzas entre los capellanes militares, conociéndose y apoyándose entre ellos.
3. CONTEMPLACION DESDE LA FE
El soldado, en cuanto creatura de Dios, está llamado a ser y vivir como hijo del Padre. Esta realidad de
salvación para los miembros de las corporaciones castrenses tiene su fundamento en las mismas
Escrituras y en la larga Tradición de la Iglesia
Los Evangelios no son ajenos a la actitud de fe de algunos miembros de las fuerzas armadas, mostrando
a Jesús cercano a ellos. La presencia de personal de la milicia en los textos neotestamentarios,
evidencian la particular predilección de la primitiva Iglesia por esta porción de la gentilidad a la que
había que proclamarse la Buena Nueva.
Gracias a San Lucas, en nuestro tiempo aún se tiene en la memoria religiosa la actitud de aquel
Centurión, que con actitud humilde, se acercó a Jesús para que el Señor realizara sus prodigios sobre
uno de los criados del militar, Jesús respondió a la petición e iba a ir al encuentro del enfermo, y es ahí
cuando el Centurión pronuncia aquellas palabras memorables "Señor, yo no soy digno de que entres en
mi casa, dí solo una palabra y mi criado sanará". La actitud del militar provocó en Jesús una respuesta
elogiosa: "Os digo, ni en Israel he encontrado una fe tan grande (Cfr. Lc 7,6ss).
El Evangelista Juan también subraya la reverencia de un militar, cuando después de que Nuestro Señor
Jesucristo entregara su vida para nuestra salvación, unos soldados se disponían a quebrarle las piernas al
cuerpo ya sin vida del Señor, el soldado de guardia prefirió atravesar con la lanza el costado del
Redentor para evitar que fueran quebrados sus huesos y de esta manera se cumplieran las Escrituras (Jn
19, 31 ss)
Y al analizar la actitud religiosa de los militares que la primitiva comunidad cristiana bien valoraba, no
se puede olvidar la hermosa y doctrinalmente perfecta profesión de fe de los soldados presentada en el
Evangelio de San Mateo: “El Centurión y los soldados que estaban con él custodiando a Jesús, cuando
vieron el terremoto y las cosas que sucedían, temieron y dijeron: -en verdad éste era hijo de Dios-” (Mt
27,54), de forma paralela encontramos el acontecimiento en el primer evangelio escrito “Viendo el
Centurión que estaba frente a Él, la manera en que expiró, dijo: -En verdad este hombre era Hijo de
Dios-“. San Lucas, por su parte, también da cuenta de este acontecimiento al narrar “Cuando el
Centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: -verdaderamente, este hombre era
inocente-“ (Lc 23,47ss).
Por último, en este breve recorrido por la actitud bíblica ante los miembros de las fuerzas armadas,
debemos recordar la experiencia de San Pedro cuando fue en busca de Cornelio, el Centurión, para
bautizarlo y así darse cuenta que el Dios quiere la salvación para todos (Cfr. Hch. 10)
4. OBJETIVO
Promover la solidaridad entre las Diócesis, para llevar el Evangelio y brindar una mejor atención
pastoral a los hombres y mujeres que viven y sirven en las periferias de las fuerzas armadas de nuestro
país, impulsando la misión permanente con un clero interesado y motivado haciendo posible que los
miembros de esta porción del pueblo de Dios vivan en la Iglesia como discípulos y misioneros.
5. LINEAS DE ACCION
IDENTIDAD
Somos una de las dimensiones de la Comisión Episcopal para la solidaridad Intraeclesial que tiene como
tarea principal fomentar una mejor atención pastoral en las diócesis de México, alentando la creación de
nuevas circunscripciones eclesiásticas en México, la rectificación de los límites entre diócesis y dando
seguimiento a las propuestas que presentan los obispos interesados en la promoción de una nueva
diócesis.
Esta dimensión estudia las propuestas presentadas, visita físicamente las diócesis que solicitan el estudio
para la creación de una nueva circunscripción; entra en contacto directo con el Obispo y con un grupo
representativo del presbiterio y de los fieles para sondear y calibrar la propuesta; analiza los límites
geográficos y las razones sociales, económicas, políticas y religiosas que motivan la creación de la
nueva diócesis. Recopila toda la información pertinente, la ordena y prepara una síntesis para presentarla
a la aprobación de la Asamblea Plenaria de la CEM. Posteriormente manda toda la documentación y los
resultados de la votación de la Asamblea a la Nunciatura Apostólica, para que ésta a su vez, la envíe a la
Congregación para los Obispos, donde será estudiada, analizada y presentada a la decisión del Santo
Padre.
De esta forma el servicio que presta esta dimensión es doble: contribuye a una mejor organización
pastoral de la Iglesia que peregrina en México y colabora con la Santa Sede, facilitándole toda la
información que ésta necesita para proceder a la erección de nuevas circunscripciones eclesiásticas.
DESAFÍOS
• Conocer el iter (trayectoria) que ha seguido esta dimensión y las propuestas que se han hecho en los
últimos diez años para poder dar seguimiento a los casos rezagados.
• Servir con generosidad y prontitud a los Obispos que soliciten nuestra intervención en la propuesta de
la creación de una nueva diócesis.
• Preparar adecuadamente la información que deberá ser puesta a la aprobación de la Asamblea Plenaria
de la CEM.
• Proponer a los Obispos que están en diócesis demasiado extensas o que cuentan con una gran densidad
de población el análisis de la realidad y la posibilidad de una división que permita una mejor atención a
los fieles y un mayor cercanía del Obispo con sus sacerdotes.
• Hacer un banco de datos donde tengamos la información general de todas las circunscripciones
eclesiásticas de México (Arquidiócesis, diócesis, prelaturas territoriales, vicariatos apostólicos, etc.)
CONTEMPLACIÓN DESDE LA FE
“Todos los Obispos, en cuanto miembros del Colegio episcopal y legítimos sucesores de los Apóstoles
por institución y mandato de Cristo, han de extender su preocupación a toda la Iglesia” (Pastores
Gregis, 55).
“En virtud de su pertenencia al Colegio episcopal, el Obispo se muestra solícito por todas las Iglesias y
está unido a los otros miembros del Colegio mediante la fraternidad episcopal y el estrecho vínculo que
une a los Obispos con la Cabeza del Colegio; esto exige que cada Obispo colabore con el Romano
Pontífice, Cabeza del Colegio episcopal, a quien, por el oficio primacial sobre toda la Iglesia, se le
confía la tarea de llevar la luz del Evangelio a todos los pueblos” (Directorio para el Ministerio Pastoral
de los Obispos, (DMPO) 13).
“La misma solicitud por la Iglesia universal empujará al Obispo a presentar al Papa consejos,
observaciones y sugerencias, a señalar peligros para la Iglesia, ocasiones para iniciativas u otras
indicaciones útiles: de ese modo, presta un inestimable servicio al ministerio primacial y una segura
contribución a la eficacia del gobierno universal” (ibid).
“El Obispo se empeñe en mantener con el Representante Pontificio relaciones caracterizadas por
sentimientos fraternos y de recíproca confianza, tanto a nivel personal como de Conferencia Episcopal, y
utilice sus oficios para transmitir informaciones a la Sede Apostólica y para solicitar las medidas
canónicas que a ésta competen” (DMPO, 14).
OBJETIVO
LÍNEAS DE ACCIÓN
Atender con diligencia y responsabilidad a las peticiones que presenten los obispos en orden a la
creación de nuevas diócesis o rectificación de límites.
Dar seguimiento a las sugerencias y peticiones que presenten los sacerdotes o fieles respecto a la
creación de nuevas circunscripciones eclesiásticas y darlas a conocer a los Obispos implicados.
Recopilar adecuadamente el material, conforme al formato establecido por la Santa Sede, para
presentarlo a la aprobación de la Asamblea General de la CEM.
Preparar la información que deberá ser enviada a la Santa Sede, tramite la Nunciatura
Apostólica.
IDENTIDAD
Somos una Dimensión de la Conferencia Episcopal de México, que tiene como prioridad la atención de
los Obispos eméritos, obispos que han cumplido 75 años o más y que han dejado de tener una
responsabilidad directa en el gobierno de la iglesia, y que busca la integración y valoración de estos
obispos tanto al colegio episcopal como a la Iglesia. Es una Dimensión de servicio, de atención, de
preocupación y solidaridad, para que el Obispo emérito tenga una vida digna en todo sentido.
CONTEMPLACIÓN DE FE
“La multitud de los que habían creído tenían un solo corazón y una sola alma. Nadie consideraba sus
bienes como propios, sino que todo lo tenían ellos en común, y se repartía a cada uno según su
necesidad” hech 4,32.35
“No amemos de palabra, ni con la pura lengua; amemos de obra y de verdad” 1 Jn 3,18
“viviendo la comunión episcopal, cada obispo ha de sentir como propias las dificultades y los
sufrimientos de sus hermanos en el episcopado”. Pastores Gregis 59.
La realidad del obispo Emérito es una situación de oportunidad grandiosa para la iglesia, de manera
especial para la propia Conferencia Episcopal, para hacer tangible la caridad predicada y practicada por
el Señor Jesús.
El obispo emérito sigue siendo con pleno fundamento miembro del Colegio episcopal, al cual pertenece
en virtud de su consagración episcopal y de la comunión jerárquica con el Romano pontífice y con sus
hermanos obispos. En virtud de la pertenencia al Colegio, cada obispo es y permanece por siempre
ordenado para la iglesia universal. Aunque no recibiera, dejara o se le hiciere dejar el gobierno de una
iglesia particular, jamás será un desocupado (Cfr. U. Betti, La dottrina sull´episcopato del Concilio
Vaticano II, Roma 1984, p.399).
OBJETIVO:
DESAFÍOS
LÍNEAS DE ACCIÓN
Dar a conocer y hacer cumplir las normas complementarias de la Conferencia del Episcopado Mexicano
canon 402 §2.
Establecer un fondo o mutual episcopal para apoyar al hermano emérito
Crear una estructura integral para su apoyo
Publicación del documento sobre la vida y misión del obispo emérito
VII. DIRECTORIO
COMISION PRESIDENTE
S. E. Mons. Marcelino Hernández Rodríguez
Obispo de Orizaba
Colaboradores
S.E. Mons. José Fernández Arteaga
Emérito de Chihuahua
Secretaria
María de los Ángeles Ramírez
Morelos 47 Poniente Col. Centro C.P. 27000
Tel. 871 712 3043 8717125244
E-mail: diocesistorr@prodigy.net.mx