Emprendimiento y Gestion 1
Emprendimiento y Gestion 1
Emprendimiento y Gestion 1
GESTION
Costes fijos y variables
Costes fijos
Llamamos costes fijos a los gastos que vamos a tener automáticamente por el mero
hecho de existir, es decir, los gastos que la empresa debe pagar con independencia de
que haya comenzado la producción de bienes o servicios a los que se va a dedicar.
Por lo tanto, los costes fijos, a pesar de su nombre, no tienen por qué ser una cantidad
fija, sino que puede depender de otros factores. Lo importante es que no dependen
de la producción directamente.
Los costes fijos más habituales en una empresa son:
Como vemos, y como ya hemos dicho, la característica fundamental de los costes fijos
es que no dependen directamente de la producción ya que van a seguir existiendo
produzcamos más o menos.
Si dependen, sin embargo, de manera indirecta; está claro que si nuestra producción
aumenta vamos a necesitar, por ejemplo, más personal para realizarla por lo que
subirá el gasto en salarios o, a lo mejor, tenemos de adquirir más o nueva maquinaria.
Sin embargo, esta vinculación se produce de manera genérica y no se puede vincular
directamente ese aumento de gasto a la producción concreta.
Se pueden computar como costes directos, por ejemplo, los salarios de personas que
está directamente vinculado a la producción de ese producto.
Pero no nos equivoquemos, aunque los costes fijos no dependan, para su existencia y
cuantía, directamente de la producción concreta si son costes de producción ya que
estamos hablando de desembolsos que son absolutamente necesarios para poder
producir nuestros bienes o servicios y, por tanto, entran dentro de la definición de
gastos como los que son necesarios para la producción de ingresos.
Ejemplo:
Costos variables
Los costes variables son, por definición, los que dependen directamente de la
producción de nuestros bienes o servicios.
Por lo tanto, estos costes fijos son, normalmente, las materias primas o los productos
terminados que compramos para nuestra producción y, ocasionalmente, puede haber
otros como determinados royalties o patentes cuando los paguemos por cada
producto terminado y no en general además de salarios de personal dedicado a esa
producción.
Por poner un ejemplo, si fabricamos sillas de madera para poder hacerlas, además de
tener una fábrica adecuada con el personal y la maquinaria necesarios (que serían los
costes fijos), vamos a necesitar madera para realizar con ella las sillas. A diferencia de
los demás gastos, en el caso de la madera hay una relación directa entre la cantidad
de madera que tengamos que adquirir y la cantidad de sillas que produzcamos; si
producimos más sillas es inevitable que gastemos más madera y si son menos el gasto
de madera será también menor.
Doctrina del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas
El ICAC, en su resolución de 4 de abril de 2015, fija los criterios de cálculo de estos
costes de producción:
Para calcular dichos costes se tendrán en cuenta:
▪ Los costes directamente imputables al producto (y habla de materias primas,
consumibles, mano de obra directa, etc.)
▪ Los costes que, razonablemente, se imputen de entre los costes indirectos si
corresponden al periodo de producción, construcción o fabricación del
producto y teniendo en cuenta su utilización en su capacidad normal de
trabajo y, además, se consideren necesarios para la realización del activo en
condiciones operativas.
Continúa esta resolución determinando que, para calcular costes directos, se deben
primero determinar de manera clara los ámbitos de actividad de la empresa
(fabricación, venta, administración, etc.)
Se contarán los costes fijos que sean específicos de una determinada producción, por
ejemplo, aunque los gastos de administración no forman parte, en ningún caso, de los
costes de producción si existen gastos de administración específicos para esa
producción si se computarán como costes directos.
Los costes de subactividad son aquellos que la empresa tiene que soportar por la
infrautilización de su capacidad productiva, no se tomarán en cuenta como costes de
producción en ningún caso, sino que irán directamente al resultado general del
ejercicio de la empresa.
Se plantea, también, el ICAC la posibilidad de incluir los gastos de investigación como
costes del producto; según la normativa contable no se pueden incluir pero, siguiendo
una interpretación amplia, considera que si se pueden considerar como costes
indirectos si tienen una relación directa con el proceso productivo.
Ejemplo:
EJEMPLO DE COSTOS FIJOS Y VARIABLES