Accion de Tutela Jairo Casadiego 1

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Santiago de Cali, diciembre de 2021.

SEÑORES.
JUEZ MUNICIPAL DE SANTIAGO DE CALI.
E.S.D.

Ref.: Acción constitucional de Tutela.

ACCIONANTE: JAIRO LEONEL CASADIEGO.


ACCIONADO: ARL SURA.

Jairo Leonel Casadiego, identificado como aparece al píe de mi correspondiente


firma, actuando en nombre propio, por medio del presente documento y en virtud
del 86 de la Constitución Política de Colombia, me dirijo a su despacho con el fin de
interponer acción constitucional de tutela en contra de la Administradora de
riesgos Laborales Sura, por la violación a mis derechos fundamentales a la salud,
seguridad social, vida en condiciones dignas y derecho a formular peticiones o
solicitudes respetuosas.
Sustento las anteriores afirmaciones bajo los siguientes:

HECHOS.

PRIMERO: Soy nacional venezolano, el cual cuenta con permiso especial de


permanencia No. 817673702051980.
SEGUNDO: actualmente me encuentro vinculado por medio de contrato de trabajo
a termino fijo, con la empresa servilogistica del pacifico S.A.S desempeñando el
cargo de Asistente de bodega con una asignación salarial correspondiente a un
salario mínimo legal mensual vigente.
TERCERO: El 23 de marzo del presente año sufrí un accidente de trabajo
debidamente reportado a la Arl sura, del cual fue atendido en la clínica nuestra
señora de los remedios.

CUARTO: Como consecuencia del accidente acaecido sufrí las siguientes lesiones:
“rotura parcial del ligamento cruzado anterior. Rotura del menisco interno”.
QUINTO: Debido a las lesiones sufridas fui sometido a los siguientes
procedimientos quirúrgicos:
“reconstrucción de ligamento cruzado anterior con injerto autólogo o con aloinjerto
por artroscopia;
Sutura de menisco medial o lateral por artroscopia;
Sinovectomia de rodilla total por artroscopia.”

SEXTO: Con ocasión a los procedimientos quirúrgicos a los que fui sometido, se
me generó por parte de mi medico tratante, un plan de terapias que, desde el mes
de agosto del presente año, he tenido que ir cumpliendo de forma estricta
dirigiéndome a la ips nuestra señora de los remedios de forma diaria para cumplir
con la rehabilitación proyectada.
SEPTIMO: Dichos traslados de forma diaria a la ips nuestra señora de los remedios
para cumplir con las terapias ordenadas, me ha causado una grave inestabilidad
económica y peligro a mi sostenimiento mínimo y vital, toda vez que a raíz de las
lesiones que sufrí y el procedimiento quirúrgico al que fui sometido, solo me es
posible transportarme por medio del servicio público de transporte taxi, lo cual me
genera una carga económica excesiva, toda vez que mis ingresos no superan el
salario mínimo legal mensual vigente, lo cual hace insostenible económicamente mi
supervivencia y recuperación.

OCTAVO: Teniendo en cuenta lo narrado en el hecho inmediatamente anterior,


procedí en el mes de octubre y en el mes de noviembre de 2021, a solicitar a la ARL
SURA por medio de la figura de reembolso de prestaciones asistenciales, el pago
de los transportes que se me generaron en razón a los traslados desde mi domicilio,
hasta el centro médico, para cumplir sagradamente con las terapias ordenadas por
mi médico tratante, para lo cual procedí en primera medida a radicar los recibos de
pago que me generaba el conductor de taxi que me prestaba el servicio de
transporte y en segunda medida a diligenciar los formatos de solicitud de reembolso
de prestaciones asistenciales, ya que funcionarios de la Arl me manifestaron que no
era necesario cargar las facturas, ya que con las historias de consulta por
fisioterapia de convalidaban dichas prestaciones.

NOVENO: A la fecha, la ARL ni siquiera ha dado una respuesta de fondo a las


solicitudes elevadas por el suscrito, solo ha manifestado por medio de sus
colaboradores una variedad de excusas dilatorias sobre la radicación de mis
solicitudes, pero en ningún momento me han comunicado respuesta conclusiva
alguna sobre el reconocimiento a que tengo lugar en razón del literal h del articulo
5 del decreto ley 1295 de 1994.

DECIMO: Dicho silencio por parte de la ARL, no solo vulnera mi derecho


fundamental a elevar peticiones respetuosas y recibir respuesta de fondo a estas,
sino también, a mis derechos fundamentales a la salud, a la dignidad humana y a la
seguridad social, ya que me veo sometido a pasar penumbras respecto a mi
sobrevivencia, ya que tengo que sufragar de mi bolsillo dichos traslados y con la
asignación salarial que dispongo no puedo sostener mi manutención y asistir a las
terapias, lo cual me somete a decidir si debo sobrevivir o recuperar mi salud e
integridad física, lo cual resulta en una grave afectación a mis derechos
fundamentales protegidos por la constitución colombiana.

Teniendo en cuenta las situaciones fácticas expuestas en el acápite anterior, me


permito formular o solicitar las siguientes:

PRETENSIONES.

PRIMERO: TUTELAR, mis derechos fundamentales a la salud, seguridad social,


dignidad humana y derecho de elevar peticiones respetuosas.
En consecuencia, de la anterior declaración,

SEGUNDO: ORDENAR, a la ARL SURA que dentro del un termino perentorio, de


respuesta a mis solicitudes de reembolso de prestaciones económicas por concepto
de transportes, reconociendo y pagando dichos emolumentos.

FUNDAMENTOS JURIDICOS.

El derecho a la salud de carácter fundamental según la jurisprudencia


constitucional.
Bien, sea lo primero decir que la Vida de las personas Constituye el más importante
y primario de los derechos fundamentales previstos por el Constituyente de 1991 y
en torno a él ha expresado nuestro más alto tribunal en materia constitucional, en
reiteradas ocasiones, que la vida humana está consagrada en la Carta Magna como
un valor superior que, según las voces del preámbulo, debe asegurar la
organización política cuyas autoridades, de conformidad con el artículo segundo,
justamente están instituidas para protegerla.
A no dudarlo, los derechos fundamentales a la vida y la salud son susceptibles de
amparo tutelar cuando quiera que se vean amenazados o violados por acciones u
omisiones de las autoridades o de un particular.

Sobre el particular, se ha instaurado el presente mecanismo constitucional, con el


objeto de que se le ordene a la ARL SURA, responder de fondo y de manera
favorable las solicitudes de reembolso de prestaciones económicas elevadas por el
suscrito, toda vez que gracias a que tengo que sufragar los costos de transporte
para cumplir con las terapias ordenada y así propender mi recuperación física, me
he visto con la penumbra de pasar grandes problemas de mantenimiento a mi
mínimo vital, y con dicho silencio por parte de la accionada se me ven violentados
mis derechos fundamentales.
Referente al derecho a la salud, ha manifestado nuestra H. Corte Constitucional en
Sentencia T-745 de 2014, con ponencia del H. Magistrado Dr. Mauricio Gónzalez
Cuervo, lo siguiente:
“4. El derecho a la salud en la jurisprudencia constitucional.
4.1. La Constitución Política consagra el derecho a la salud en el artículo 49
estableciendo que:
“la atención de la salud y el saneamiento ambiental son servicios públicos a cargo
del Estado. Se garantiza a todas las personas el acceso a los servicios de
promoción, protección y recuperación de la salud”. La noción de salud tiene una
doble connotación, como servicio público y como derecho, siendo ambos enfoques
dependientes el uno del otro.
El servicio público de salud constituye la estrategia estatal encaminada a la
realización del derecho subjetivo. Por lo cual, la salud como servicio público está a
cargo del Estado y éste es quien tiene la obligación de organizar, dirigir, reglamentar
y establecer las políticas públicas tendientes a que las personas privadas y las
entidades estatales de los diferentes órdenes, presten el servicio para que el
derecho sea progresivamente realizable.
4.2. De acuerdo con la Constitución Política y la Ley 100 de 1993 la prestación del
servicio de salud debe realizarse conforme a los principios de eficiencia,
universalidad y solidaridad. El carácter de universalidad, señala que el derecho a la
salud es accesible a todas las personas sin ningún tipo de distinción, el carácter de
eficacia implica que la prestación del servicio de salud debe hacerse de acuerdo a
un manejo adecuado de recursos. En el mismo sentido, los artículos 2, 153 y 156
de la mencionada ley, consagran como principios rectores y características del
sistema, entre otros: la prestación del servicio de calidad, de forma continua, integral
y garantizando la libertad de escogencia. (…).
Mas recientemente, acerca del derecho a la salud y el tratamiento integral, ha
manifestado la mentada Corporación en Sentencia T-120 de 2017, siendo ponente
el H. Magistrado Dr. Luis Ernesto Vargas Silva, lo siguiente:
“El derecho fundamental a la salud y su prestación en favor de las personas en
condición de discapacidad. El diagnóstico efectivo y el principio de integralidad en
la prestación de los servicios de salud.”
9. La jurisprudencia de esta Corporación y la Ley 1751 de 2015, han establecido
que la salud es un derecho fundamental que se define como “la facultad que tiene
todo ser humano de mantener la normalidad orgánica funcional, tanto física como
en el plano de la operatividad mental, y de restablecerse cuando se presente una
perturbación en la estabilidad orgánica y funcional de su ser”. Al mismo tiempo, se
ha indicado que tal derecho se debe garantizar en condiciones de dignidad dado
que su materialización resulta indispensable para el ejercicio de otros derechos
fundamentales.
10. Por su parte, el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y
Culturales (PIDESC), aprobado mediante la Ley 74 de 1968, contiene el
compromiso por parte de los Estados de respetar, proteger y garantizar el derecho
a la salud. Allí se señala que los Estados Partes del Pacto reconocen el derecho de
toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. Es así
que el derecho a la salud implica el disfrute de las facilidades, bienes, servicios y
condiciones necesarios para alcanzar su nivel más alto.
11. Al respecto, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, en quien
recae la supervisión de la aplicación del PIDESC, dispuso mediante la Observación
General No. 14 que, dado el deber de los Estados de adoptar medidas para
asegurar la plena efectividad del derecho a la salud, estos últimos deben incluir "el
acceso igual y oportuno a los servicios de salud básicos preventivos, curativos y de
rehabilitación, así como a la educación en materia de salud; programas de
reconocimientos periódicos; tratamiento apropiado de enfermedades, afecciones,
lesiones y discapacidades frecuentes, preferiblemente en la propia comunidad; el
suministro de medicamentos esenciales, y el tratamiento y atención apropiados de
la salud mental".
12. De igual manera, la Observación presenta una serie de obligaciones legales en
cabeza de los Estados Partes de carácter general y otras de carácter específicas.
Frente a estas últimas, la Observación dispone lo siguiente: "En particular, los
Estados tienen la obligación de respetar el derecho a la salud, en particular
absteniéndose de denegar o limitar el acceso igual de todas las personas, incluidos,
los presos o detenidos, los representantes de las minorías, los solicitantes de asilo
o los inmigrantes ilegales, a los servicios de salud preventivos, curativos y paliativos;
abstenerse de imponer prácticas discriminatorias como política de Estado; y
abstenerse de imponer prácticas discriminatorias en relación con el estado de salud
y las necesidades de la mujer. Además, las obligaciones de respetar incluyen la
obligación del Estado de abstenerse de prohibir o impedir los cuidados preventivos,
las prácticas curativas y las medicinas tradicionales, comercializar medicamentos
peligrosos y aplicar tratamientos médicos coercitivos, salvo en casos excepcionales
para el tratamiento de enfermedades mentales o la prevención de enfermedades
transmisibles y la lucha contra ellas". (…) 16. El artículo 9° de la Ley 1618 de 2013
describe que el derecho a la salud de las personas con discapacidad comprende el
acceso “(…) a los procesos de habilitación y rehabilitación integral respetando sus
necesidades y posibilidades específicas con el objetivo de lograr y mantener la
máxima autonomía e independencia, en su capacidad física, mental y vocacional,
así como la inclusión y participación plena en todos los aspectos de la vida (…)”.
Para ello, a las EPS les corresponde: “a) Garantizar la accesibilidad e inclusión de
las personas con discapacidad en todos sus procedimientos, lugares y servicios; b)
Deberán establecer programas de capacitación a sus profesionales y empleados
para favorecer los procesos de inclusión de las personas con discapacidad; c)
Garantizar los servicios de salud en los lugares más cercanos posibles a la
residencia de la persona con discapacidad, incluso en las zonas rurales, o en su
defecto, facilitar el desplazamiento de las personas con discapacidad y de su
acompañante; d) Establecer programas de atención domiciliaria para la atención
integral en salud de las personas con discapacidad; e) Eliminar cualquier medida,
acción o procedimiento administrativo o de otro tipo, que directa o indirectamente
dificulte el acceso a los servicios de salud para las personas con discapacidad (…)”.
(…).
19. Por otro lado, esta Corte se ha referido al principio de integralidad en la
prestación de los servicios de salud como la atención y el tratamiento completo a
que tienen derecho los usuarios del sistema general de seguridad social en salud,
de acuerdo con las disposiciones prescritas por el médico tratante. En ese sentido,
a la EPS le corresponde garantizar todos los servicios de salud que requiera el
paciente, sin que estos puedan fraccionarse. Pese a lo anterior, la Corte ha
señalado que el principio de integralidad no debe interpretarse como la posibilidad
que tiene el usuario de solicitar los servicios de salud que a bien le parezcan ya que
es el médico adscrito a la EPS a quien le corresponde determinarlos a partir de sus
necesidades clínicas.
20. Igualmente, la jurisprudencia de esta Corporación ha indicado que al juez
constitucional le asiste el deber de ordenar el suministro de los tratamientos médicos
necesarios para conservar o restablecer la salud de los pacientes. Lo anterior con
el fin de evitar la presentación de acciones de tutela por cada servicio que sea
prescrito por el médico al paciente y respecto de una misma patología, y permitir la
prestación continua de los servicios de salud.
21. En síntesis, el derecho fundamental a la salud está definido como la facultad del
ser humano de mantener la normalidad orgánica funcional, física y mental. Tal
derecho debe garantizarse en condiciones de dignidad por ser indispensable para
el ejercicio de otros derechos también fundamentales.
La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad establece
que a los Estados Partes les asiste el deber de (i) proporcionar los servicios de salud
que necesite la población en condición de discapacidad; (ii) proporcionar tales
servicios lo más cerca posible a sus comunidades; (iii) prohibir la discriminación
contra dicha población en la prestación de seguros de salud y de vida permitidos en
la legislación, (iv) velar porque aquellos seguros se presten de manera justa y
razonable e; (v) impedir que se nieguen los servicios de salud, o de atención de la
salud, por motivos relacionados con la discapacidad de los usuarios.
Esta Corte ha dispuesto que las personas tienen derecho a contar con un
diagnóstico efectivo y a una atención en salud integral atendiendo las disposiciones
generadas por el médico tratante sobre una misma patología.
Descendiendo al caso bajo reproche, tenemos que la actitud dilatoria por parte de
la Arl respecto del reconocimiento de las prestaciones que por mandato legal y
constitucional son procedentes, resultan vulneradoras de los derechos
fundamentales del suscrito afectado, ya que no cuento con los medios económicos
suficientes para soportar mi supervivencia y de forma simultanea con los costos de
transporte que acarrea mi recuperación física por medio de las terapias físicas
ordenadas por mi medico tratante, eso me lleva una situación en donde la entidad
accionada con su proceder me somete a decidir sobre mi supervivencia, mínimo
vital y mi la recuperación optima de mi salud física.
Ahora bien, en cuanto al derecho fundamental de elevar peticiones formales y recibir
respuesta de fondo, la corte constitucional en reiterados pronunciamientos a
indicado lo siguiente:
Sentencia T- 340-08 MP. Clara Inés Vargas Hernández
4. Contenido, alcance y fin del derecho de petición. Reiteración de
jurisprudencia.
La Constitución de 1991 contempla el derecho de petición, de la siguiente manera:
“ARTICULO 23. Toda persona tiene derecho a presentar peticiones respetuosas a
las autoridades por motivos de interés general o particular y a obtener pronta
resolución. El legislador podrá reglamentar su ejercicio ante organizaciones
privadas para garantizar los derechos fundamentales”.
Sobre el contenido y alcance del derecho fundamental de petición, la Corte ha dicho
que la respuesta a las solicitudes de petición comprende la correlativa obligación
por parte de las autoridades, de otorgar una respuesta clara, de fondo, oportuna y
congruente.

De la misma forma ha tenido oportunidad de pronunciarse en numerosas sentencias


sobre lo que significan los tópicos señalados en negrilla y de la misma forma ha
señalado la posibilidad de acudir ante la administración o en ciertos casos ante los
particulares cuando ejercen funciones públicas, la posibilidad de presentar
solicitudes respetuosas, sobre la base del derecho a obtener una respuesta
oportuna y a que en la misma se resuelva de fondo sobre la solicitud presentada.
Para la Corte, una respuesta es suficiente cuando resuelve materialmente la
petición y satisface los requerimientos del solicitante, sin perjuicio de que la
respuesta sea negativa a las pretensiones del peticionario. Sin embargo, la
contestación será efectiva, si la respuesta soluciona el caso que se plantea
(artículos 2, 86 y 209 de la C.P.) y congruente si existe coherencia entre lo
respondido y lo pedido, de tal manera que la solución a lo solicitado verse sobre lo
preguntado y no sobre otros temas, sin que se excluya la posibilidad de suministrar
información adicional que se encuentre relacionada con la petición propuesta.
Al respecto esta Corporación en las Sentencias T–377 de 2000 y T–1060A de 2001,
manifestó lo siguiente:
“(i) El derecho de petición es fundamental y determinante para la efectividad de los
mecanismos de la democracia participativa, garantizando a su vez otros derechos
constitucionales, como los derechos a la información, a la participación política y a
la libertad de expresión; (ii) el núcleo esencial del derecho de petición reside en la
resolución pronta y oportuna de la cuestión; (iii) la petición debe ser resuelta de
fondo, de manera clara, oportuna, precisa y congruente con lo solicitado; (iv) la
respuesta debe producirse dentro de un plazo razonable, el cual debe ser lo más
corto posible[9]; (v) la respuesta no implica aceptación de lo solicitado ni tampoco
se concreta siempre en una respuesta escrita; (vi) este derecho, por regla general,
se aplica a entidades estatales, y en algunos casos a los particulares; (vii) el silencio
administrativo negativo, entendido como un mecanismo para agotar la vía
gubernativa y acceder a la vía judicial, no satisface el derecho fundamental de
petición pues su objeto es distinto. Por el contrario, el silencio administrativo es la
prueba incontrovertible de que se ha violado el derecho de petición; (viii) el derecho
de petición también es aplicable en la vía gubernativa; (ix) la falta de competencia
de la entidad ante quien se plantea, no la exonera del deber de responder; y (x) ante
la presentación de una petición, la entidad pública debe notificar su respuesta al
interesado”.
En lo atinente a la oportunidad en que debe darse la respuesta, es decir, sobre el
término que tiene la administración para resolver las peticiones que le han
formulado, se acude por regla general al artículo 6º del Código Contencioso
Administrativo que dispone el termino de 15 días para resolver contados desde su
recibo. Según dicha norma, cuando no fuere posible resolver la petición en el plazo
mencionado, deberá ponerse en conocimiento este hecho al interesado,
expresando los motivos de la demora e indicando a su vez la fecha en que se dará
respuesta, la cual debe ser razonable en consideración a la complejidad o dificultad
de la solicitud.
Como puede verse, los componentes elementales del derecho de petición que
protege la Carta Fundamental de 1991, consisten en (i) la pronta contestación de
las peticiones formuladas ante la autoridad pública o privada según sea el caso,
respuesta que debe reunir (ii) los requisitos de suficiencia, efectividad y congruencia
para que se entienda que ha resuelto de fondo y satisfecho la solicitud del
interesado.
Por otra parte, en lo que atañe a la finalidad de la petición, la Corte ha considerado
que la Carta Política no establece límite alguno, salvo que se trate de información
sometida a reserva.
Por ejemplo, ha permitido como fin válido para ejercer el derecho de petición el de
recopilar pruebas para la iniciación de un proceso, en el ejercicio del derecho de
petición de información a pesar de la existencia de otros mecanismos para acceder
a la misma.
MEDIOS DE PRUEBA.

Solicito se tengan como medios de prueba los siguientes:


Documentales:
1. Copia contrato de trabajo.
2. Copia historia clínica completa.
3. Copias de los formularios de solicitud de reembolso de prestaciones
asistenciales radicadas.
4. Copia de petición elevada por el suscrito.
5. Recibos de pago por concepto de transportes.
6. Comprobantes de radicación digital de solicitudes de reembolso.
7. Certificado de registro RUMV.

ANEXOS.
Me permito anexar los documentos relacionados en el acápite de pruebas.
NOTIFICACIONES.
El suscrito puede recibir notificaciones físicas en la Carrera 4bn #72b-51 barrio san
Luis de la ciudad de Cali, teléfono 3206880176, correo electrónico:
juanfelipebenitez960@gmail.com.

La entidad accionada pobra ser notificada electrónicamente en


notificacionesjudiciales@sura.com.co

JURAMENTO.
Bajo la gravedad de juramento manifiesto no haber impetrado ninguna otra acción
constitucional de tutela por los mismo hechos y pretensiones aquí descritos.

Atentamente,

___________________________.
JAIRO LEONEL CASADIEGO.
PEP No. 817673702051980

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