MANUAL 2022 Reforma

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ÍNDICE GENERAL

PROLOGO 5
VISIÓN IGLESIA CRISTIANA REFORMA 7

MANUAL DE CONSOLIDACIÓN
LA CONSOLIDACION 11
EL ARREPENTIMIENTO 13
LA SALVACIÓN 16
SANIDAD DIVINA 19
BAUTISMO EN AGUAS 21
BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO 23
NUEVA CRIATURA 25

MANUAL DE DISCIPULADO
PROPOSITO DEL DISCIPULO 31
LA MEDITACIÓN 33
LA ORACIÓN 36
EL AYUNO 40
LECTURA Y ESTUDIO DE LA PALABRA 45
LA HUMILDAD 48
LA SUMISIÓN 51
EL SERVICIO 53
EL LLAMADO DE DIOS 55
LA ADORACIÓN 57
DIEZMO Y OFRENDA 60

MANUAL ESCUELA DE LIDERAZGO


PROPOSITO DEL LIDERAZGO 65
ACTIVADOS EN LA VISIÓN 1 66
ACTIVADOS EN LA VISIÓN 2 68
LIDERES DE REINO 71
EL LIDERAZGO: JESÚS MODELO POR EXCELENCIA 74
LIDERAZGO EN EQUIPO 1 76
LIDERAZGO EN EQUIPO 2 79
DESARROLLANDO A CRISTO EN EL LÍDER 81
EL LÍDER Y EL SERVICIO 83
EL LÍDER Y LA FAMILIA 85
EL LÍDER Y SU FINANZAS 86
EL LÍDER Y LA HONRA 88
EL CANSANCIO EN EL LIDERAZGO 90
VALORANDO NUESTRO LLAMADO 92
LLAMADOS PARA LIDERAR 94
LOS DONES ESPIRITUALES 96
ERRORES QUE UN LÍDER NO DEBE COMETER 99
FUERTES EN LA INTIMIDAD 103
LIDERES QUE CONQUISTAN 107
MANUAL DE INTERCESIÓN
INTERCESIÓN 113
¿CÓMO INTERCEDER? 115
UN LLAMADO DE DIOS PARA LA IGLESIA 117
IMPORTANCIA DE LA INTERCESIÓN 122
¿CÓMO SER Y PERMANECER COMO UN INTERCESOR? 124
GUERRA ESPIRITUAL 126
CONOCIENDO A NUESTRO ENEMIGO 129
MIS ARMAS 131
¿CÓMO ENTRAN LOS DEMONIOS? 133
LA LIBERACIÓN 135
LA AUTOLIBERACIÓN 138

Talleres
TALLER DE UJIER 143
TALLER DE DIACONOS 153
TALLER DE BAUTISMO EN AGUAS 159

MANUAL DE ESCUELA DE NIÑOS 171


PRÓLOGO

Nuestro ministerio IGLESIA CRISTIANA REFORMA, nació en el corazón de Dios para luego ser plasmado en el
nuestro. Una noche en mi habitación sentí en mi corazón una voz que me decía: “necesito una Reforma”. El
nombre fue algo fuerte dentro de mí espíritu donde sentí como una explosión dentro de mi corazón. Corrí hasta el
comedor donde estaba mi esposa y mis hijas, donde en ese tiempo buscábamos el nombre de nuestro ministerio y
entonces les dije: se llamará REFORMA. Me miraron y me dijeron con admiración: ¡sí, es muy bueno! Esto fue el
comienzo de nuestra casa ministerial, luego llegarían las preguntas de el por qué el nombre y que es lo que
Reformaríamos. Es ahí donde empecé a preguntarle y consultarle a Dios sobre la visión y el diseño de nuestro
ministerio.

Visión es un diseño es un mapa a seguir. Por eso tenemos personas dando vueltas en sus dones sin encontrar la
visión y sobretodo un diseño eterno, esto es como planificar algo que nunca tendrá un diseño. Comencé a diseñar
junto al mejor arquitecto, el Espíritu Santo y él me habló en el libro de Jeremías1:10 “Mira que te he puesto en
este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y
para plantar”. Me estaba llevando a establecer algo fuerte en nuestra tierra.

REFORMA significa modificar, cambiar algo con el fin de mejorarlo, devolver algo a su diseño original, es un
cambio radical. Dios estableció un ministerio Apostólico y Profético. Nuestra visión es restaurar, edificar y
gobernar. Donde las personas tienen un cambio radical, transformando sus vidas en Cristo. Recibimos por el
Espíritu estrategias de trabajos en la cual: CONSOLIDAMOS, DISCÍPULAMOS, ESTABLECEMOS UNA MENTALIDAD DE
CONQUISTA, EQUIPAMOS A LAS FAMILIAS.

Hoy junto a mi esposa, damos paternidad a muchas iglesias como REFORMA Y RED REFROMA. Dios nos habló
fuerte acerca de la paternidad, es por eso que nuestra casa ministerial a formado y está formando hijos para
conquistar. Entendemos que no se conquistan las batallas con siervos ni esclavos sino con hijos con una identidad
de Reino. Muchos de nuestros hijos espirituales caminan en el diseño que impartimos, los restauramos, formamos
y entregamos gobierno. Trabajando con oficios muy marcados evangelistas, profetas, presbíteros y pastores.
Entendimos que la visión apostólica no es para ponerles un techo, sino es una plataforma para que alcancen sus
destinos de gloria.
Cada día tratamos de entregarles herramientas para su crecimiento, es por eso que este manual será un arma
poderosa donde será el comienzo de algo grande para sus vidas. Este prólogo no tiene fin ya que cada día nos
reformaremos para caminar con excelencia, pero renovando nuestra mente en Cristo. Dios los bendiga.
Apóstol Ismael Nieva
Visión Iglesia Cristiana Reforma

¿Qué es una visión?

 Una visión es un diseño, es un mapa a seguir.


Es el mapa que debo seguir para poder abrazar resultados extraordinarios en el destino profético de Dios para mi
vida y de mis generaciones. “Jehová cumplirá su propósito en mí”. Salmos 138:8. RVR1960

 Es una semilla generacional que porta el ser humano es su espíritu. Esa semilla debe ser sembrada en
buena tierra. Esa tierra son mis generaciones, una casa espiritual, donde debo sembrarme, ser trabajado, ser
cosechado y ser nuevamente sembrado. En nuestro caso, esa casa espiritual se llama Iglesia Cristiana Reforma.
“Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de
él” (San Juan 3:16,17 - RVR 1960)

Una visión no tiene fecha de vencimiento, porque trasciende en lo generacional. Si lo que proyecte en mi persona,
decidí caminar en ello y no tiene un sentido generacional, simplemente fue un deseo de mi corazón. Los deseos
satisfechos en un momento dado, desaparecen. Esto me hace ver, que no di muerte a mi voluntad para hacer la
voluntad de Dios aquí en la tierra. Por ello es que la definimos como una semilla generacional.

¿Qué es Reforma?

 La palabra reforma significa modificar, cambiar algo con el fin de mejorarlo.


Esdras 5:11-13 “Y nos respondieron diciendo así: Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y
reedificamos la casa que ya muchos años antes había sido edificada, la cual edificó y terminó el gran rey de
Israel. Mas después que nuestros padres provocaron la ira al Dios de los cielos, él los entregó en mano de
Nabucodonosor rey de Babilonia, caldeo, el cual destruyó esta casa y llevó cautivo al pueblo a Babilonia. Pero en
el año primero de Ciro rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dio orden para que esta casa de Dios fuese
reedificada”

 Devolver algo a su diseño original.


2 Reyes 22:1-2 “Cuando Josías comenzó a reinar era de ocho años, y reinó en Jerusalén treinta y un años. El
nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de Boscat. E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en
todo el camino de David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda”

 Es un cambio radical.
Hechos 9:1-6 “Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, vino al sumo sacerdote,
y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este
Camino, los trajese presos a Jerusalén. Mas yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco,
repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo,
Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa
te es dar coces contra el aguijón. El, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le
dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer”

¿Cuál es la visión de Iglesia Cristiana Reforma?

Iglesia Cristiana Reforma, es un ministerio apostólico y profético. Nuestra visión está basada en tres pilares
fundamentales de crecimiento: Restaurar, Edificar y Gobernar; para todos aquellos que desean manifestar aquí
en la tierra su destino y diseño eterno.
 Restaurar, la identidad de hijos. Es estar plenamente convencidos de quiénes somos y hacia dónde vamos,
porque ese es el plan de Dios.
 Edificar, formando el carácter de Cristo en cada hijo e hija de la casa. Dios quiere hombres y mujeres que
construyan su carácter e identidad sobre la roca que es Cristo, para que los diseños de Dios se hagan
realidad aquí en la tierra, conforme a su voluntad, que es buena, agradable y perfecta.
 Gobernar, porque Dios está restaurando todas las cosas y entre estas, restaurando las generaciones de
hombres y mujeres, para levantar una nueva generación de Gobierno; esta generación comenzará por
gobernar sus mentes y emociones para luego gobernar ambientes y territorios.

Estrategias de trabajo en Iglesia Cristiana Reforma

 CONSOLIDAMOS: para fortalecer, dar firmeza y solidez a todas aquellas vidas fundamentadas en Cristo.
 DISCIPULAMOS: para formar el carácter de las personas, instruyéndolas por medio de enseñanzas y bases
bíblicas y doctrinales.
 ESTABLECEMOS UNA MENTALIDAD DE CONQUISTA: esto se lleva cabo por medio de la evangelización,
para alcanzar personas para la extensión del Reino de Dios, por medio de diferentes reuniones enfocadas
en las familias, hombres, mujeres, niños, adolescentes, jóvenes.
 EQUIPAMOS A LAS FAMILIAS: a través de talleres de consolidación, discipulados, escuelas de líderes,
encuentros de mujeres, encuentros de hombres, reuniones de jóvenes, etc.
LA CONSOLIDACIÓN

Como visión, en Iglesia Cristiana Reforma, hemos pretendido desarrollar un libro que afirme a aquellas personas
que sienten el llamado del Señor en su obra. Entendemos que para que un creyente nutrido de los primeros pasos
del evangelio, es fundamental la consolidación, la cual hará de este un hombre o mujer cimentado fuertemente en
los principios bíblicos y decididos a poner su “mano en el arado” y no volver atrás, “…Y Jesús le dijo: Ninguno que
poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios” (Lucas 9:62).
Creemos personalmente que una consolidada, marcha hacia un futuro liderazgo que servirá para el crecimiento de
la iglesia local. Esperamos también que este material sea de bendición para aquellos que comienzan su estudio
con él.

 Significado de Consolidar
La palabra consolidación puede definirse como dar firmeza y solidez a una cosa o asegurar mediante refuerzos la
solidez o la resistencia de algo. Algunos de sus sinónimos pueden ser: afianzar, cimentar, fortalecer, solidificar,
arraigar, reforzar.

La estrategia de consolidar a los nacidos de nuevo en Cristo, no es trabajo nuevo; ni es el invento de una iglesia en
particular, el consolidar fue la estrategia que Jesucristo utilizó desde el inicio de su ministerio, luego se la trasmitió
a la iglesia. Ejemplo de ello, tenemos cuando Dios habló a Ananías y le dijo: “…Levántate, y ve a la calle que se
llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso, porque he aquí, él ora”. (Hechos 9:11).
Ananías no solo debía ir a orar por el nuevo convertido sino que debía enseñarle. Que había sido escogido para ser
instrumento para predicar a Cristo a los gentiles, reyes, y a los hijos de Israel, que padecería por causa del nombre
que él perseguía. (Hechos 9:15-16)
La consolidación son los primeros pasos en la nueva vida del creyente. Es el cuidado del nuevo creyente para que
su entrega a Cristo y el aprendizaje de las verdades básicas del cristianismo se consoliden en su vida.

Por lo tanto en Iglesia Cristiana Reforma, entendemos que consolidar en un pilar fundamental para el crecimiento
de la congregación, es el cuidado e instrucción que se le brinda al creyente hasta su afirmamiento en la fe de
Cristo Jesús. “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y
llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”.
(Juan 15:16)
El afirmar, es enseñarles que no sean religiosos, sino libres en Cristo. Manifestar una vida conforme al corazón de
Dios para lograr que se conviertan en personas de compromiso, mostrándole como deben hacerlo y no
meramente diciéndoles lo que tiene que hacer. Cuando una persona nueva es bien consolidada siempre traerá
frutos que se multiplicarán.

“Para nosotros el consolidar es el cuidado y la atención que debemos darle al nuevo creyente para reproducir
en él, el carácter de Cristo, de manera que su vida cumpla con el propósito de Dios, dar fruto que perdure”

 Los objetivos de la consolidación en Iglesia Cristiana Reforma son:

 Cuidar de cada nuevo convertido hasta que dé fruto permanente en el Señor.


 Que la persona reproduzca el carácter de Cristo.
 Establecer su confianza en la Biblia como la base de su fe y conducta.
 Hacer de cada creyente un discípulo.

 La consolidación es para:

 Tener solidez, firmeza y arraigamiento que Dios nos demanda. Es estar sobre la roca: “Cualquiera, pues,
que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba
fundada sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre
insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con
ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7:24-27).
 Para poder ser inconmovibles: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni
principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8: 38-39).
 Para vivir como hijos de Dios: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy
enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer
necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:11-13).
Consolidación

Lección N°1: EL ARREPENTIMIENTO

“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia
del Señor tiempos de refrigerio.” (Hechos 3:19)

 ¿Qué es el arrepentimiento?

Uno de los primeros pasos para comenzar una nueva vida en Cristo, está basado en el arrepentimiento, esto es
reconocer y reflexionar sobre algo que hice o que dejé de hacer, sabiendo que esto no era bueno y no era lo
correcto: “…y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” (Santiago 4:17).
El pecado es cualquier acción, sentimiento o pensamiento, que vaya en contra de las normas de Dios, una de sus
normas es hacer su voluntad y la obediencia. Por tanto, pecar es no alcanzar el objetivo de cumplir con las normas
perfectas de Dios.
El arrepentimiento es el medio, que nos ha proporcionado Jesucristo para liberarnos de la esclavitud de nuestros
pecados y recibir el perdón de ellos. Nos permite que progresemos y crezcamos espiritualmente de nuevo.
En el Nuevo Testamento se refiere a la palaba arrepentirse, del griego metanoiéo , una palabra compuesta de
otras dos, que son meta, que es dirigirse a una meta o blanco, o ir más allá de lo esperado; y noiéo que es
comprender o percibir con la mente. En conclusión podemos decir que: el arrepentimiento es un cambio de
mente que provoca un cambio de vida radical.
Definir el arrepentimiento es importante, porque este va más allá de un simple remordimiento, emoción o dolor
pasajero. El arrepentimiento abre la puerta para que ocurra una verdadera conversión en la vida de las personas.
Implica un verdadero cambio de mente y vida, una verdadera conversión. No olvidemos que se llega a ser cristiano
no por tradición o por nacer en un hogar de padres cristianos, sino por conversión, y para experimentar una
verdadera conversión es necesario arrepentirse: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados
vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. (Hechos 3:19)

El arrepentimiento no es un remordimiento, que es un sentimiento de culpa y condenación que produce carga,


pero no produce cambio. Puede estar acompañado de lágrimas, pero esto no indica que exista un arrepentimiento
genuino.
Tenemos un ejemplo: “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió
arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado
entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de
plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó” (Mateo 27:3-5). Judas Iscariote es un ejemplo de falso
arrepentimiento, pues a pesar de haber sufrido un intenso dolor y sentimiento de culpa, no cambió su actitud, y
en vez de volverse al padre, terminó quitándose la vida.

 ¿Qué produce el arrepentimiento?

Esto tiene lugar en tres elementos fundamentales de nuestro ser: Un cambio en la forma de pensar, un cambio
de sentimientos y un cambio de actitud.
 Cambio en la manera de pensar: Esto implica tomar una decisión importante de quien comenzará a
gobernar mi vida. Provoca un desplazamiento en mis pensamientos de quien gobernaba y quien comenzará a
gobernar de ahora en adelante.

Es desprenderme de una vida de pecado, que esclavizaba todo mi ser y comenzar a depender de Dios. Permitir
que, en ese cambio de vida, sea Cristo quien tome el lugar de gobernante de mis pensamientos, donde
responderé con mis acciones a las ordenanzas de mi nuevo amo que es Cristo. Lo podemos ver en la Palabra:
“…Mas nosotros tenemos la mente de Cristo”. (1° de Corintios 2:16)
Un gran ejemplo de quien gobierna nuestra vida, lo encontramos en el libro de Lucas 19: 1-10, vemos en la vida de
Zaqueo un cambio de pensamiento, donde vio sus acciones incorrectas y en la su condición que se encontraba.
Zaqueo era un hombre que prácticamente estaba lleno de dinero, tenía un buen trabajo, no era amado por nadie,
por su trabajo, cobrador de impuestos y aparte ladrón, y por eso no tenía a nadie. Necesitaba un cambio genuino,
al darle lugar a Jesús a que ingrese a su casa, la salvación tuvo lugar en él. Jesús, entro a su casa, porque vio en él

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Consolidación

un cambio, y por ello Zaqueo obtuvo la bendición, el perdón, restauración y fue transformado. El resultado o la
evidencia de esto fue que él se levantó en medio de todos los que estaban en su casa y dio la mitad de sus bienes
a los pobres y a quienes les había robado, esto fue el fruto de su arrepentimiento.

 Cambio en la manera de sentir: Esto es el reconocer en nuestro interior, cuál es mi condición actual,
llevándome a reflexionar en ello, para producir un cambio en lo que hice o estoy haciendo.
En el libro de Lucas 15:18-19, tenemos el ejemplo del hijo Prodigo donde dijo: “Me levantaré e iré a mi padre, y le
diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de
tus jornaleros”. Después de cambiar su manera de pensar, vino un cambio en sus sentimientos, ya que antes era
un hombre soberbio que creía que no necesitaba a su padre para vivir; pero ahora siente dolor por lo que ha
hecho y desea pedir perdón y ser hecho un jornalero. Esto es lo que provoca el verdadero arrepentimiento en la
vida de las personas, les cambia su mente, les hace ver la miseria (pobreza en su alma, ausencia de algo) en la que
se encuentran y luego las conduce a un cambio de sentimientos que se expresan en un auténtico dolor por sus
pecados y deseos de pedir perdón por todas sus ofensas.
Además de reconocer nuestros pecados, debemos sentir un verdadero pesar por lo que hemos hecho, debemos
sentir que nuestros pecados son algo aterrador. Debemos sentir el deseo de deshacernos de ellos y de
abandonarlos. (Job 42: 1-6)

 Cambio de actitud: Es enfocarme en el propósito de Dios para mi vida, que es hacer su voluntad y no la
mía. Caminar en sus diseños perfectos, donde mi alma ya no tiene lugar y la persona del Espíritu Santo comienza
hacer mi mentor y guiara mis pasos.
El Espíritu Santo, me llevara a desprenderme del viejo hombre que habitaba en mí, por medio de la convicción de
pecados: “Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no
creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este
mundo ha sido ya juzgado.” (Juan 16: 8-11). Aquí vemos a lo que conduce todo verdadero arrepentimiento, a un
cambio de actitud, a un cambio en nuestra manera de actuar y comportarnos.
Vemos el ejemplo del Apóstol Pablo en libro de los Hechos 9:6, que al darle libertad al Espíritu Santo que opere en
su vida, pudo llevar a cabo el destino o diseño divino de Dios: voluntad de Dios y obediencia. En Pablo hubo una
verdadera conversión.
Convertir algo es básicamente cambiar su estado. Cuando el agua se evapora por altas temperaturas, se
trasforma, cambia de estado. Asimismo, el hombre debe cambiar su condición, su estado de naturaleza
pecaminosa a una vida trasformada en Cristo Jesús.

Sin este último cambio de actitud, solo sería un simple remordimiento que no conduce a nada. El problema con
aquellos que no se arrepienten de sus pecados es que son incapaces de dejarlos y convertirse a la forma de Cristo.
Por eso vemos algunos casos de personas que aunque reconocieron sus pecados, no se arrepintieron de corazón
sincero y por ello no alcanzaron la misericordia de Dios. Veamos algunos de ellos:
 Faraón confesó su pecado, pero sin arrepentimiento: “Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a
Aarón, y les dijo: He pecado esta vez; Jehová es justo, y yo y mi pueblo impíos”. (Génesis 9:27).
 Balaam confesó su pecado, pero no se arrepintió: “Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado,
porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré”,
(Números 22:34).
 Saúl de igual forma confesó sus pecados, pero no se arrepintió: “Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he
pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz
de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado”. (1 Samuel 15:24).
 Judas el cual reconoció su pecado, pero no se arrepintió de corazón sincero sino que decidió quitarse la
vida: “Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta
piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado e entregando sangre inocente.
Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!”. (Mateo 27:3-4).

 Frutos de arrepentimiento genuino.


El arrepentimiento auténtico es un cambio radical en la manera de pensar y en el corazón que lleva a una
transformación completa de nuestra vida

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Consolidación

El resultado más visible de un verdadero arrepentimiento, es una vida restaurada y transformada por el poder de
Dios. El fruto de esta restauración nos lleva a: Restablecer nuestra comunión con Dios. Tener paz interior en
nuestro ser. Restaurar las relaciones rotas con nuestros seres queridos, esposo(a), hijos, familiares, y con nuestro
prójimo.
 Reconocer el pecado. (1 Juan 1:8) Debemos reconocer que le hemos fallado a Dios, a la familia y al
prójimo.
 Confesar el pecado. (1 Juan 1:9) No solo se deben reconocer las fallas, sino que es necesario confesar el
pecado. Cuando el Espíritu Santo obra en nuestra alma y saca a luz nuestros pecados, tenemos que
reconocerlos delante de Dios
 Apartarse del pecado. (Proverbios 28:13) Es necesario apartarse del pecado, darle la espalda, porque
solo de esta manera alcanzamos la misericordia divina.
 Restituir. (Levíticos 6:4), (Lucas 19: 8 el testimonio de Zaqueo) Es devolver o restaurar lo agraviado hacia
la familia o al prójimo. La restitución, es la evidencia visible de nuestra decisión de volvernos del pecado a
Cristo.

Confesión de fe.

Padre celestial, sé que he pecado contra ti y que mis pecados me separaron de tu voluntad. Me
arrepiento de caminar lejos de tu presencia. Creo que tu Hijo Jesucristo murió por mis pecados, que
fue levantado de los muertos, que vive y hoy escucha mi oración. Invito a Jesús a ser mi salvador y el
Señor de mi vida, a gobernar y reinar en mí ser desde este día en adelante. Gracias Jesús. Amén

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Consolidación

Lección N° 2: LA SALVACIÓN

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9)

 ¿Qué significa la Salvación?

Definir el concepto de salvación es sumamente importante, ya que nos habla de la obra redentora que Cristo ha
hecho en nosotros.
Las palabras bíblicas "salvo", "salvado", y "salvación" son traducciones al español del idioma hebreo del Antiguo
Testamento y del griego del Nuevo Testamento. Las variadas formas de la palabra "salvación" llevan consigo
repetidas veces los conceptos de " quitar o librar a alguien de una carga, opresión o peligro liberación,
seguridad, rescate, auxilio, preservación, liberación y victoria".
 La salvación es el acto por el cual el ser humano se despoja de la maldición de la muerte (Génesis 3:19)
que produjo el pecado, la desobediencia del hombre; y alcanza la vida eterna que es en Cristo Jesús.
Cuando el hombre pecó "…fue destituido de la gloria de Dios."(Romanos 3:23) y por tanto ya no estaba en
comunión con Dios lo que le acarreo la muerte. Dios se lo dijo a Adán: "más del árbol de la ciencia del bien y del
mal no comerás; porque el día que dé el comieres, ciertamente morirás.“ (Génesis 2:17). Pero por misericordia,
Jesucristo se nos fue enviado para mostrarnos la salvación, la vida eterna: "Porque de tal manera amo Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida
eterna." (Juan 3:16).
 Cuando hablamos de salvación nos referimos a una protección, pasamos de ser esclavos del pecado, a
estar refugiados en Cristo, amparados por un padre que es Dios. Ese refugio es eterno, ya que por medio de
Jesucristo tenemos vida eterna.
En la eternidad seremos glorificados y llegaremos a heredar el reino de los cielos: “Bendito el Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible,
reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la
salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”, (1 Pedro 1:3-5)
 La salvación es un regalo de Dios que nos permite a los hombres tener una nueva relación con Él.
La salvación nos fue regalada por gracia (gratis), por medio de la fe y no por obras para que ninguno de nosotros
se jacte. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe.” (Efesios 2:8-9).
Al regalarnos la salvación se estableció un nuevo vínculo entre nosotros y Dios: ahora somos sus hijos y él es
nuestro padre. Entender el vínculo padre-hijo nos ayuda a comprender nuestra nueva relación con Dios. “Y por
cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya
no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.” (Gálatas 4:6-7).

 ¿Cómo obtener la salvación?

 Aceptando que somos pecadores: es entender y aceptar que todos los seres humanos, sin excepción
alguna, somos pecadores e incapaces de salvarnos por nosotros mismos. “Por cuanto todos pecaron, y están
destituidos de la gloria de Dios.” (Romanos 3:23). Por ello, todos necesitamos del perdón de Dios. La base
fundamental para buscar la salvación en Dios a través de Jesús y no por medios propios.
 Por medio del arrepentimiento: es cambiar mi manera de pensar, para nacer de nuevo y ser formado por
Cristo. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas.” (2° Corintios 5:17).
En el libro de Lucas 23:40-43, vemos un arrepentimiento genuino de unos de los ladrones que estaba siendo
crucificado justamente con Jesús. Volvió en sí, sabiendo que su paso por la tierra no fue favorable para su vida,
pero en ese momento al mirar a Jesús, su pensamiento cambio y su condición aun también. Es allí donde comenzó
a dejar un viejo hombre atrás, para comenzar a transitar la vida eterna, al mirar a Jesús como su salvador.
 Por medio de la fe: Jesús ya pagó en la cruz el precio por nuestros pecados. Pablo lo dice de la siguiente

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Consolidación

manera: "Porque por gracia (favor, bendición o regalo) son salvos, por medio de la fe, y esto no por ustedes,
pues es un regalo de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe". (Efesios 2:8-9). Entonces, si la salvación es un
regalo, no es por obras, sino por creer en Jesucristo.
La gracia es un regalo inmerecido. Es que alguien que no lo merezca, reciba un regalo tan precioso y valioso como
es la salvación de su alma. No recibe el pago de sus pecados.
La obra de la salvación es producto de la enorme misericordia de Dios que la ofrece de manera gratuita a los seres
humanos, todo a través de la fe en su Hijo Jesucristo, y esta jamás se ganara por medio de las buenas obras.
Está claro que no nos salvaremos por medio de las buenas obras pero esto no significa que no debamos hacerlas.
Una vez que opere el milagro de la salvación en una persona, en su ser se crea una nueva naturaleza que lo
impulsa a busca a Dios, obedecer su palabra y hacer buenas obras. Por tanto, todo cristiano debe vivir de tal
forma que sabe que su salvación es por fe, reflejando su fe a través de sus obras. “Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en
ellas”. (Efesios 2:10).
 Entregarme a Él por completo (consagrarme): es dar mi vida a Dios, para que Él haga su voluntad en vez
de la mía. Dios es quien decide lo que quiere que yo haga y dónde quiere que le sirva, y lo que Él escoja para mí
seguramente será lo mejor. Significa que presente mi cuerpo como un "sacrificio vivo" a Él. “Así que, hermanos, os
ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios,
que es vuestro culto racional.” (Romanos 12:1).

 ¿Cómo cuidar la salvación?

Uno de los errores que casi todos los seres humanos cometen, es el de descuidar aquello o aquellas cosas a las
que deberíamos ponerles atención. La salvación es algo que se recibe por gracia, por medio de la fe (Efesios 2:8).
Sin embargo es algo que se debe cuidar con esmero. Cuidar habla en un sentido, de mantener lo que me fue dado,
vigilar constantemente lo que se me confió, para que no se produzca una pérdida de la cual ya no tiene retorno y
no tenga de que lamentarme.
En el libro de Lucas 16:19-31, vemos la historia del Rico y Lázaro. Allí tenemos un ejemplo, de lo que es, no cuidar
algo que nos fue dado, porque una vez que ya no estemos en esta tierra pasamos a vida eterna, de un gozo
perpetuo, o pasamos al lamento eterno donde solo es sufrimiento.
Dios nos concedió la capacidad de poder administrar grandes riquezas aquí en la tierra, una de ellas es el tiempo y
nuestras vidas, todo depende de las decisiones que tomemos. Si bien es cierto que al aceptar a Jesús como Señor y
Salvador fuiste salvo, es necesario que camines en su voluntad, llevando una vida ordenada en Él teniendo en
cuenta siempre algunos puntos esenciales para cuidar la salvación:
 Haciendo la voluntad de Dios: Dios es quien marca lo que quiere que yo haga y dónde quiere que le sirva,
depende de mi persona, de responder a su llamado y caminar en su dirección. Una vez que la persona cree en
Jesucristo, y que el Espíritu Santo hace que la persona nazca de nuevo, sea regenerada, sea hecha una nueva
criatura, entonces es necesario mantenerse en obediencia a Dios, y no pecar más. “No todo el que me dice: Señor,
Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.” (Mateo
7:21). La vida nueva en Cristo, es ante todo, el arrepentirse del pecado, el andar en una nueva vida moral de
acuerdo a la voluntad de Dios, obedeciendo a Dios, aún en medio de dificultades y situaciones difíciles. De eso se
trata la verdadera vida cristiana, en imitar a Cristo obedeciendo a Dios.
 Estando despierto y en alerta: Pablo escribió: “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de
levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos”.
(Romanos 13:11). Es el momento y la hora de despertar del sueño de la indiferencia por las cosas eternas. Del
sueño de la negligencia, del sueño de la inactividad y falta de preparación espiritual.
Esto demanda de separar un tiempo de oración, preparar un lugar para oír la voz de Dios, en lo secreto,
estudiando su palabra para conocer más de la persona de Dios. “Velad y orad, para que no entréis en tentación;
el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41).
 No distrayéndonos: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe.” (Hebreos 12:2).
Obviamente poner los ojos en Jesús no son los ojos físicos, sino los ojos internos del corazón. Es decir, que en
Jesús deben estar enfocados nuestros pensamientos y anhelos.
El atleta como el cristiano sabe que en la carrera no debe dejarse distraer ni con aplausos ni con las críticas de la
gente que le rodea. A veces es fácil distraerse y dejar de poner atención a lo que realmente vale la pena. Nos
distraen los chismes, la televisión, el Facebook, el deporte, el trabajo, etc. Algunas de estas cosas pueden ser

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Consolidación

buenas. Sin embargo, pueden hacer que vivamos distraídos, con la mente en cosas vanas. “Por tanto, es necesario
que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra
dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo
escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande?” (Hebreos 2:1-3). Hay una parte que nos
corresponde a nosotros; es la decisión de santificarnos (significa apartado, dedicado a Cristo). Esto sí es nuestra
responsabilidad; trabajar día a día para ser más como Cristo. Por lo tanto, nuestra motivación para santificarnos
no debe ser porque alguien lo dice; no debe ser para parecer bueno ante los demás; no debe ser para la gloria del
hombre, ni para que nadie nos vea. Toda motivación para santificarnos no es suficiente, sino que nuestra única y
verdadera motivación debe ser vivir para Cristo, ya que él murió por nosotros, para que tengamos vida, y vida en
abundancia, nadie va al Padre (Dios) si no es a través de su Hijo (Jesús). La única forma de santificarnos es buscar
más de Dios, leer de su palabra, estudiarla y orar. Poco a poco el Espíritu Santo va a trabajar en nosotros y va a
finalizar la obra que empezó.

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Lección 3: SANIDAD DIVINA

“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre
él, y por su llaga fuimos nosotros curados.” (Isaías 53:5)

 ¿Qué es la Sanidad Divina?

La palabra sanidad significa sanar, curar, es ser salvo por completo de una dolencia, enfermedad tanto física como
espiritual. La sanidad divina no es otra cosa que el poder de Dios que fluye a través de nuestros cuerpos
físicos y nuestro ser interior, ya sea instantánea o gradualmente, para restaurar lo que está fuera de orden.
Así es que la sanidad divina es simplemente entrar en contacto con el poder de Dios.
Jesucristo, a través del sacrificio de la cruz vino a traer provisión de sanidad para nuestros cuerpos y alma. La
voluntad de Dios es que tengamos salud, que no estemos enfermos y bienestar espiritual. La enfermedad y
dolencias se convierten, entonces, en una oportunidad para experimentar el poder sanador de Dios.
Mientras no estemos convencidos de que Dios nos quiere sano, espiritual, emocional y físicamente, siempre habrá
una duda en la mente. Si hay duda la fe no puede funcionar. En Marcos 1:40-42, Jesús declaró su voluntad para
sanar a los enfermos. El leproso estaba convencido de que Jesús podía curarlo, sin embargo, no estaba seguro de
que Jesús quisiera hacerlo. La respuesta dejó solucionado el problema, "Quiero, sé limpio".

La sanidad es una promesa que Dios le hizo a sus hijos, y cuando Dios promete, cumple. Él dijo que es nuestro
Sanador. “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19).

 ¿Qué debemos hacer para recibir sanidad física?

La voluntad de Dios para sus hijos es vernos sanos, libres, prósperos y moviéndonos en lo sobrenatural. Cuando
creemos la Palabra de Dios al decirnos que él es quien sana todas nuestras dolencias, que no hay nada imposible
para Dios, entonces podremos recibir sus promesas, nuestra sanidad, milagros de todo tipo ocurriendo en
nuestras vidas.
 Creer y confesar el nombre de Jesús: Cuando declaramos el nombre de Jesús con fe, el poder de Dios es
desatado provocando milagros y sanidades en aquellos que lo hacen y reciben por fe. “Y estas señales seguirán a
los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos
serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.”
(Marcos 16:17-18).
 Creer con todo el corazón lo que Dios ha dicho en su Palabra: Creer es ser persuadido, fiarse de, confiar,
apoyarse. Creer es la habilidad de ser persuadido por Dios de que todo lo que su palabra dice es verdad. Es mover
el corazón de Dios por medio de nuestra fe, que estamos convencido que él lo hará en su perfecta voluntad.
“Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” (Romanos 10:10).
 Debemos actuar en fe: De nada sirve confesar o creer si no actuamos de acuerdo a lo que decimos y
creemos. Si digo que estoy sano debe actuar como si estuviera sano, porque la fe sin obras, es muerta. “Hermanos
míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?” (Santiago 2:14).
 Dando gracias: Antes de recibir el milagro debemos de dar gracias por haberlo recibido y una vez que lo
hemos recibido debemos seguir dando gracias. “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con
vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:18).

 ¿Qué debemos hacer para recibir sanidad en el alma?

El alma es el lugar donde se encuentran las emociones, los sentimientos, voluntad y mente. “Y el mismo Dios de
paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la
venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23).
Esta sanidad es conocida como sanidad interior, que es el proceso de la renovación del alma de una persona, de su
mente, de su corazón, que le trae paz interior, lo libera del pasado y de los recuerdos dolorosos; le trae paz
interior y le permite restaurar su vida presente de acuerdo a la voluntad y propósito de Dios para su vida.

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La sanidad interior abarca la curación de las emociones y sentimientos dañinos que traen depresión, ansiedad,
angustia y falta de paz, debido a recuerdos dolorosos no sanados que distorsionan también los pensamientos, y
nos desenfocan de nuestro propósito.
Muchas de las enfermedades que visitan la vida de las personas, tienen su raíz por la falta de perdón, por
amargura, por maldiciones generacionales, etc.

 Entender la necesidad de perdonar: La raíz de muchos de los problemas físicos está dentro del dominio
espiritual y del alma y, cuando se corrigen, los problemas cesan. Muchas personas son atormentadas por el
enemigo, por las heridas del pasado y por su falta de perdón a quienes causaron estas heridas. La falta de perdón
le da al enemigo una puerta abierta para que él se mueva oprimiendo y atormentando. Cuando una persona
camina sin perdonar, Satanás no lo respeta y utiliza esto en contra de él. “El que dice que está en la luz, y
aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, permanece en la luz, y en él no hay
tropiezo. Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque
las tinieblas le han cegado los ojos.” (1 Juan 2:9-11).

Uno de los pasos fundamentales para alcanzar la sanidad en mi alma, es soltando el perdón y de esa forma podre
librarme de enfermedades que podría cargar por años y de raíces de amarguras que lo único que hacían era frenar
el propósito de Dios en mí. “Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también
vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas.” (Marcos 11:25).
La ira, el resentimiento y la amargura, son como cánceres que corroen nuestra alma y nuestra vitalidad. Perdonar
a quienes nos han lastimado u ofendido produce efectos curativos muy profundos, no solo en lo emocional sino en
lo físico, el perdón es un poderoso antídoto contra la ira y reduce el estrés. También es importante perdonarnos a
nosotros mismos nuestras fallas, errores y deficiencias.

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Lección N° 4: EL BAUTISMO EN AGUAS

“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”
(Marcos 16:16)

 ¿Qué es el Bautismo en Aguas?

El bautismo es una experiencia muy importante al comienzo de la vida cristiana y tiene un significado sumamente
profundo. El bautismo no es un ritual religioso o meramente un procedimiento para iniciar a alguien hacia una
organización cristiana. La Biblia nos muestra que el bautismo nos une a Cristo y a su cuerpo y nos lleva a participar
de su persona, su muerte y su resurrección con todas sus riquezas divinas.
La palabra bautismo viene de la palabra griega baptisma que significa: sumergir, introducir en el agua, cubrir. Esta
práctica fue ordenada por Jesús, así como lo aprendemos en la Biblia, Jesús dijo: “Id por todo el mundo y predicad
el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere, será
condenado.” (Marcos 16:15,16). Desde el comienzo, los cristianos una vez que aceptaron a Jesucristo como su
salvador en sus corazones, optaban por bautizarse como testimonio del nuevo camino que habían emprendido.
 El bautismo es un rito simbólico mediante el cual se expresa de manera voluntaria, nuestra fe en
Jesucristo, y nuestra decisión de vivir conforme a sus enseñanzas. El apóstol Pablo explica que esta práctica no es
otra cosa que una forma simbolizar que hemos muerto al pecado y nacemos a una existencia totalmente
renovada. “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su
muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo
resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:3,4)
Esto es un hecho esencial en nuestro caminar con Cristo, porque testimoniamos que estamos pasando a una
nueva etapa.

 El bautismo es la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de Jesucristo. Morimos, somos


sepultados al bajar a las aguas y resucitamos para nueva vida al salir de ellas; la semejanza de la muerte, sepultura
y resurrección de Jesús. ”Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.” (Colosenses 2:12).
El bautismo en aguas simboliza el nuevo nacimiento del creyente. Es decir, que somos sepultados para muerte del
pecado y la vieja vida, en la muerte de Cristo, y resucitados para andar en vida nueva producida por el Espíritu
Santo, en la resurrección de Cristo, mediante la fe.
 El bautismo simboliza la comunión entre todos los creyentes. Simboliza la entrada a la familia de Dios o
Iglesia como comunidad de todos los santos. “Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se
añadieron aquel día como tres mil personas”. (Hechos 2:41).

 ¿Por qué hay que bautizarse?

 Porque es un mandamiento. En el libro de Mateo 28:18-20 encontramos el mandamiento de bautizar a


las personas cuando obedecen y creen en el evangelio. El bautismo no es un mandamiento de hombres sino de
Jesucristo. Si Cristo dio este mandamiento, lo que el ser humano debe hacer es obedecerlo: “Si me amáis,
guardad mis mandamientos” (Juan 14:15).
Si amamos a Jesús haremos lo que él nos ha dicho que hagamos. Por lo tanto, el bautismo es un mandamiento del
hijo de Dios, y como Hijo de Dios, debemos oírle. “Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí
una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mateo 17:5).
Versículos de referencia:
“El que creyere y fuere bautizado será salvo.” (Marcos 16:16).
“De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.”
(Juan 3:5).
 Porque por medio del bautismo obtenemos el perdón de pecados. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).
 Porque por medio del bautismo obtenemos la salvación. “El que creyere y fuere bautizado, será salvo;

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Consolidación

mas el que no creyere, será condenado.” (Marcos 16: 16).


 Porque por medio del bautismo podemos andar en vida nueva. “Porque somos sepultados juntamente
con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así
también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4).
 Porque por medio del bautismo llegamos a ser hijos de Dios por medio de la fe y podemos revestirnos de
Cristo. “pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; porque todos los que habéis sido bautizados en
Cristo, de Cristo estáis revestidos.” (Gálatas 6:26-27).
 Porque por medio del bautismo cumplimos con la semejanza de la muerte, sepultura y resurrección de
Cristo. “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el
poder de Dios que le levantó de los muertos.” (Colosense 2:12).

 ¿Quién puede bautizarse?

En el libro de los Hechos 8:6-27, tenemos el ejemplo más claro del bautismo de una persona es el del eunuco
etíope. En el verso 36, el etíope le pregunta a Felipe: “¿qué impide que yo sea bautizado?”. Felipe le responde en
seguida, estableciendo la condición para ser bautizado, al decir en el verso 37: “Si crees de todo corazón, bien
puedes.” La respuesta del eunuco fue suficiente, al declarar: “Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.”
 Todo aquel que se arrepiente. Arrepentirse significa “cambiar mi manera de pensar”. Quiere decir
cambiar de dirección; es decir, si antes yo caminaba en mis pecados hacia la perdición, doy un giro y cambio de
dirección, yendo hacia Jesús y la vida eterna. Ahora pienso diferente a como pensaba cuando estaba perdido sin
Cristo. Para bautizarnos, por tanto, debemos arrepentirnos de nuestros pecados y de nuestra vieja manera de
vivir, la cual estaba apartada de Dios, y volvernos a Él para vivir conforme a la voluntad de Dios. “Arrepentíos y
bautícese cada uno en el nombre de Jesucristo para el perdón de pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo”
(Hechos 2:38).
 Todo aquel que cree. Creer quiere decir “tener fe, confianza en alguien”. En el caso del creyente es aquel
que pone su fe y confianza en Jesucristo. El que se bautiza debe de creer que Jesucristo es el Hijo de Dios, creer
que murió por sus pecados, creer que Dios le levantó de los muertos, confesando que Jesucristo es su Señor. Creer
no significa saber que Dios existe, los demonios creen de esta manera, ellos saben que Dios existe. Creer es poner
tu vida y tu confianza en aquel que nos amó con un amor tan grande que fue capaz de venir a morir por nosotros
en la cruz, para darnos vida eterna. “El que creyere y fuere bautizado será salvo” (Marcos 16:16).

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Lección N° 5: EL BAUTISMO DEL ESPÍRITU SANTO

“y recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8)

 ¿Qué es el Bautismo en el Espíritu Santo?

El bautismo en el Espíritu Santo, representa la unidad y la identificación con Cristo. El bautismo en el Espíritu
Santo es algo que ocurre en todos aquellos que han entregado su vida al Señor, por lo tanto es automático.
“Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no
muchos días.” (Hechos 1:5).

 Es la promesa del Padre profetizada por Juan el Bautista y anunciada por el mismo Jesucristo. Todos los
creyentes han participado con Él (Cristo) en su muerte y resurrección a través del bautismo. Así fueron sepultados
y levantados a una nueva vida junto con Él.
La vida que tenemos en Cristo es más que la vida que tuvo el pueblo con Moisés y más que la vida que tenían
aquellos que eran bautizados por Juan para arrepentimiento. Esta vida es eterna en unión a Cristo. A diferencia del
bautismo de Juan, el bautismo en el Espíritu Santo, además de unir al creyente al cuerpo de Cristo, le hace
participe en su interior de ese Espíritu. Cuando una persona es bautizada en agua, su exterior se "lava" pero su
interior queda igual. En el bautismo efectuado por Jesucristo, el del Espíritu Santo, la persona recibe el Espíritu
Santo dentro de sí. Este pasaje tiene que ver con el lugar que toma el Espíritu Santo haciendo morada dentro de
cada creyente: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean
esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.” (1°Corintios 12:13).

 Es el acontecimiento cumplido y establecido de la promesa de Dios sobre el hombre. “Y después de esto


derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán
sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu
en aquellos días.” (Joel 2:28-29).

 Es cuando Cristo nos sumerge en el Espíritu Santo. El resultado es que somos llenos con el poder y la
presencia del Espíritu de Dios. Así que debemos someternos completamente al Espíritu de Dios. Juan dijo que
Jesús nos sumergiría completamente en el Espíritu Santo: “respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os
bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado;
él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.” (Lucas 3:16).
El bautismo en el Espíritu Santo ocurre en el momento en que el sacrificio del Hijo de Dios es aplicado a nuestra
vida. Eso remueve la barrera de pecado que antes se interponía entre nuestro espíritu y el Espíritu Santo y hace
posible que el Espíritu habite en nosotros.

Cuando el creyente entrega su vida al Señor, se identifica con Él en su muerte y resurrección, y el mismo Cristo le
bautiza en el agua (simbólica) del Espíritu Santo y lo identifica consigo mismo (la cabeza) y con la iglesia (su
cuerpo) y le da a beber el agua del Espíritu Santo; Él hace su morada dentro del creyente, el Espíritu Santo corre
como ríos de agua viva en su interior, llenando (controlando), limpiando, redarguyendo, santificando, dando vida,
guiando, aconsejando y consolando… para siempre. “Respondió Jesús y le dijo: --Si conocieras el don de Dios, y
quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le pedirías, y él te daría agua viva. La mujer le dijo: --Señor, no
tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que
nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Jesús le contestó: --
Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré no tendrá sed
jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” (Juan 4:10-14).

 ¿Por qué el bautismo en el Espíritu Santo?

El bautismo nos une al cuerpo de Cristo y nos abre la puerta a todas las bendiciones que conlleva ser parte de la

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Consolidación

iglesia de Dios. El ser bautizado por el Espíritu es una de esas bendiciones que debemos buscar de continuo en
nuestra vida. El papel del Espíritu Santo es primordial en la obra de la iglesia y el ser llenos del poder del Espíritu
de Dios es de vital importancia para todo creyente. Jesús dijo a sus discípulos: “Pero recibiréis poder cuando haya
venido sobre vosotros el Espíritu Santo.” (Hechos 1:8).
La palabra traducida al español "poder", es la palabra griega "dunamis", de donde proviene la palabra "dinamita".
Eso es lo que se recibe con la llenura del Espíritu Santo. Dinamita para poder funcionar con poder en la obra del
Señor.
 Para ser llenos del Espíritu Santo. La llenura del Espíritu es un trabajo en conjunto, al que hay que
dedicarle todos los días tiempo y esfuerzo. Por eso se nos ordena a ser llenos del Espíritu Santo. Recibiendo la
salvación por gracia mediante la fe en Jesucristo. Renunciando al pecado, creer que Cristo pagó el precio por el
pecado y se levantó de entre los muertos y tomar a Jesús como el Señor de nuestra vida. “Arrepiéntanse, y
bautícense todos ustedes en el nombre de Jesucristo, para que sus pecados les sean perdonados. Entonces
recibirán el don del Espíritu Santo.” (Hechos 2:38).
Cuando el Espíritu Santo viene sobre la persona y la llena de su poder para funcionar como creyente. Algo ocurre
en la persona que la hace sentir distinta, pero la evidencia más común es la de querer compartir el mensaje de
Cristo con otras personas.
Esta llenura inicial se hizo evidente en los apóstoles y los que estaban en el aposento alto el día de Pentecostés. La
Biblia nos dice: “Y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba que hablasen.” (Hechos 2:4).
Uno de aquellos que fue lleno del Espíritu Santo en el día de Pentecostés fue el apóstol Pedro quién se puso en pie
y comenzó a predicar a la multitud que estaba reunida en aquel lugar para celebrar la fiesta. Pedro, el que había
negado enfáticamente a Jesús unos cincuenta días atrás, ahora se enfrenta ante la gran multitud, "lleno del
Espíritu Santo" y les habla de las maravillas de Dios sin temor alguno.
 Para mostrar el fruto del Espíritu. El apóstol Pablo nos dice "Andad en Espíritu, y no satisfagáis los deseos
de la carne". Es decir, debemos andar "por medio" o "siendo controlados" por el Espíritu Santo, es alguien que en
todo tiempo "anda siendo guiado" por el Espíritu. No hace falta nada extraordinario, nada especial, nada
espectacular. Simplemente es ser obedientes al Señor y dejarse guiar por el Espíritu Santo. Mostrar el fruto del
Espíritu Santo es mostrar las siguientes características: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.” (Gálatas 5:22-23).

 ¿Cómo se recibe la llenura del Espíritu Santo?

Todo creyente debe buscar ser lleno del Espíritu Santo, pero para poder recibir esta llenura, necesitamos tener ese
una vida en orden. Esto es para todos, para que los nuevos creyentes vivan una vida de plenitud y para que los
creyentes ya establecidos renueven sus fuerzas. Lo primero que debemos entender en nuestra vida espiritual es
que, no importa si somos nuevos creyentes, si llevamos tiempo siéndolo, si somos maestros o evangelistas. No
importa si somos jóvenes o ancianos. No hay requisitos para ello. Si nos hemos entregado a Cristo y Él es nuestro
Señor y Salvador, podemos ser llenos del Espíritu.
En el libro de Hechos capitulo 2, vemos que en el día de Pentecostés estaban todos:
 En comunión con Dios (Orando). El apóstol Pablo nos dice que para ser llenos del Espíritu Santo debemos
de estar en comunión con Dios. Esto se obtiene por medio de la genuina alabanza a Dios en el corazón, en oración
dándole gracias siempre por todo, es decir teniendo un corazón agradecido: “Dando siempre gracias por todo al
Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo" (Colosenses 1:3).
 En comunión con los hermanos (Juntos). Esto es por medio del compartir alrededor de Su Palabra, los
salmos, los himnos y los cánticos. Cuando todos están pensando en una misma cosa existe la comunión, pues
todos están en el mismo canal. “Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos Espirituales.”
(Efesios 5:19).
 Unidad y orden del cuerpo de Cristo (Unánimes). Y por último, nos dice que debemos estar sometidos los
unos a los otros. Esto es humildad. Solamente aquellos que son humildes se someten. Esto también es amor.
Nadie se puede someter si no tiene amor. Esto es obediencia, debemos someternos tal como la Biblia lo dice. Esto
es Unidad. La unidad del cuerpo de Cristo es imprescindible para poder ser llenos del Espíritu Santo. “Someteos los
unos a otros en temor de Dios.” (Efesios 5:21).

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Lección N° 6: NUEVA CRIATURA

“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.” (2 Corintios 5:17)

 ¿Qué es una Nueva Criatura?

Una Nueva Criatura es ser una nueva persona. Algo nuevo, significa estar listo para ser usado, en este sentido, ser
usado por Cristo, acorde a la voluntad de Dios, a su forma y ya no a la forma nuestra. Eh renunciado a todos mis
derechos para estar bajo las ordenes de un padre que me ama. Es dar inicio a un tiempo nuevo para mi vida.

La nueva criatura se describe en 2 Corintios 5:17, nos dice que todos los creyentes han muerto con Cristo y ya no
viven para sí mismos. Nuestras vidas ya no son de este mundo; ahora son espirituales. Nuestra muerte es la de la
vieja naturaleza pecaminosa que fue clavada en la cruz con Cristo. Fue sepultada con él, y así como él fue
resucitado por el padre, así también nosotros somos levantados para andar en vida nueva. “Porque somos
sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por
la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” (Romanos 6:4).

Para entender la nueva criatura, primero debemos entender qué es algo creado por Dios. La Biblia nos dice: “Los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan
1:13) Este nuevo nacimiento se produjo por la voluntad de Dios. No hemos heredado la naturaleza nueva, no
decidimos recrearnos a nosotros mismos una vez más, ni tampoco Dios limpió nuestra vieja naturaleza; él creó
algo totalmente fresco y único. La nueva creación es completamente nueva, fue creada por Dios.

 ¿Qué es lo que realmente nos hace nuevas criaturas?

 Estar en Cristo. El cristiano inicia y conserva su nueva naturaleza porque está unido, ligado a Cristo y
Jesucristo es el más interesado en que evitemos llevar vidas legalistas. Cuando el creyente confiesa a Cristo, cree
en Cristo, se identifica con Cristo y ve su urgente necesidad de Él, entonces se ha dado un nuevo nacimiento, una
nueva criatura ha surgido de la intensión divina para que dependa completa y enteramente de Jesucristo.
Así que somos nuevas criaturas y conservamos ese estado cuando estamos unidos permanentemente a Cristo, y lo
mejor, tenemos la promesa de que, quienes le pertenecemos, jamás seremos separados de Él. “Mis ovejas oyen
mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de
mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.”
(Juan 10:27-29).
 Entender que las cosas viejas pasan. Lo viejo se refiere a todo lo que es parte de nuestra vieja naturaleza,
el orgullo natural, el amor al pecado, la confianza en las obras, y nuestras opiniones, hábitos y pasiones pasadas.
Las cosas viejas murieron, se clavaron en la cruz con nuestra naturaleza pecaminosa.
Al igual que ha pasado lo viejo, lo nuevo ha llego con Cristo. Las cosas viejas y muertas se reemplazan con cosas
nuevas, llenas de vida y de la gloria de Dios. El alma del recién nacido se deleita en las cosas de Dios y aborrece las
cosas del mundo y de la carne. Nuestros propósitos, sentimientos, deseos e ideas son frescos y diferentes. Vemos
el mundo de manera diferente.
El pecado al que una vez nos aferramos, ahora deseamos que se aleje para siempre. Nos despojamos del viejo
hombre con sus hechos: “No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos.” (Colosenses 3:9). Y nos vestimos del nuevo hombre: “…Y vestíos del nuevo hombre, creado según
Dios en la justicia y santidad de la verdad.” (Efesios 4:24).

 ¿Qué pasa con la persona que sigue pecando?

Hay una diferencia entre seguir pecando y seguir viviendo en pecado. Nadie alcanza la perfección de vivir sin
pecado en esta vida, pero el cristiano redimido está siendo santificado (hecho santo) día a día, pecando menos y
odiando más el pecado cada vez que falla.

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Consolidación

Sí, todavía pecamos, pero en la medida que maduramos lo hacemos involuntariamente y con menor frecuencia.
Nuestra nueva naturaleza odia el pecado que todavía tiene poder sobre nosotros.
La diferencia es que la nueva creación ya no es esclava del pecado, como fuimos anteriormente. Ahora somos
libres del pecado y ya no tiene poder sobre nosotros. “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado
juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque
el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.” (Romanos 6:6-7).
Ahora estamos empoderados por y para la justicia. Ahora tenemos la opción de "dejar que el pecado reine" o
considerarnos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús. “Así también vosotros consideraos muertos
al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo
mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias.” (Romanos 6:11-12).

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Consolidación

ACTIVIDADES A DESARROLLAR

Consolidación
a. ¿Qué es la Consolidación?
b. ¿Qué es una visión? Explica cual es la visión que tenemos en I.C.R.
c. ¿Qué necesito para consolidarme en I.C.R?

Lección N° 1: El Arrepentimiento.
a. Explica con tus palabras lo que se encuentra en el libro de los Hachos 3:19.
b. ¿Cómo demuestro en mi vida que hubo un verdadero arrepentimiento?
c. Si hubo un arrepentimiento genuino en mi persona: ¿Cuáles son los frutos que debo dar?

Lección N° 2: La Salvación.
a. Explica con tus palabras lo que se encuentra en el libro de Efesios 2:8-9.
b. ¿Cómo obtengo la salvación de mi persona?
c. ¿Cómo debo cuidar mi salvación?

Lección N° 3: Sanidad Divina.


a. Explica con tus palabras lo que se encuentra en el libro de Isaías 53:5.
b. ¿Cómo se obtiene la sanidad divina?
c. ¿Por qué debo perdonar para recibir sanidad divina?

Lección N° 4: El Bautismo en Aguas.


a. Explica con tus palabras lo que se encuentra en el libro de Marcos 16:16.
b. ¿Por qué debo bautizarme en aguas?
c. ¿Qué necesito para bautizarme en aguas?

Lección N° 5: El Bautismo del Espíritu Santo.


a. Explica con tus palabras lo que se encuentra en el libro de los Hechos 1:8.
b. ¿Qué significa ser bautizado en el Espíritu Santo?
c. ¿Cómo recibir la llenura del Espíritu Santo?

Lección N° 6: Nueva Criatura.


a. Explica con tus palabras lo que se encuentra en el libro de 2° Corintios 5:17.
b. ¿Por qué debo ser una nueva criatura?
c. ¿Cómo puede llegar a ser una nueva criatura?

27
Discipulado

PROPÓSITO DEL DISCIPULADO

 ¿Cuál es el propósito del discípulo?

Es ayudar a todo el cuerpo congregacional a entender lo que Dios quiere, acelerando el desarrollo espiritual en el
nuevo creyente y en su proceso para obtener conocimiento. “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias
de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:1-
2).
La vida en la Iglesia no está basada solo en el nacer de nuevo, sino perseverar hasta el fin y para ello es vital el
crecer sanamente en la doctrina de Cristo.

 ¿Qué se logra por medio del discipulado?

 Moldear el Carácter

La formación de carácter del creyente se refiere a tratar de moldear el carácter al modelo de Jesús. Esta formación
nos lleva a la madurez y ¿qué es madurez? es la capacidad para discernir entre el bien y el mal, lo verdadero y lo
falso, y actuar conforme a ese discernimiento adquirido por la Palabra y la obra del Espíritu Santo. El discipulado
es el mejor camino de un cristiano hacia la madurez.

El discipulado se basa en la premisa de que el desarrollo del carácter es más importante que el perfeccionamiento
de habilidades. Usted debe ser la persona de Dios, antes de que pueda hacer el trabajo de Dios. El discipulado
implica vidas cambiadas, transformadas. El énfasis principal de Jesús en el Sermón del Monte, y en muchas de sus
otras enseñanzas, fue la rectitud de carácter, que es interior, y que es la que se manifiesta en la conducta externa.
Tiene que ver con la humildad, el perdón y la mansedumbre. También la formación del carácter está vinculada
al fruto del Espíritu, no a los dones del Espíritu. Debemos diferenciar entre frutos y dones. Los frutos son
cualidades, los dones capacidades.

El discipulado implica vidas cambiadas y vidas fructíferas, con frutos permanentes de reproducción. La evidencia
de la madurez espiritual está en la capacidad en podernos reproducir. Un discípulo maduro debe enseñar a otros
creyentes como vivir una vida agradable a Dios y debe equiparlos para adiestrar a otros, para que éstos, a su vez,
enseñen a otros. Es una cadena reproductiva, una transmisión de vida a vida, de ejemplo a ejemplo. A
continuación se tratan detalladamente cada uno de ambos propósitos:

Dios demanda que seamos discípulos de Cristo antes de que pueda usarnos para hacer su obra. La evidencia
irrefutable para discernir a un verdadero discípulo es la presencia de un carácter como el de Cristo. Si el carácter
de Cristo está ausente, su “yo” no ha muerto y usted no es apto para reproducir. Es difícil aceptar que nuestro
carácter es más importante que nuestras habilidades. De hecho, no sucede así en la sociedad. No obstante, para
Dios lo prioritario y lo más importante es tratar con nuestro carácter.
Dios no necesita personas de gran ingenio o de grandes habilidades. Necesita personas que se entreguen a Él para
ser transformadas a la imagen de su Hijo, nuestro modelo. No podemos colocar nuestro activismo y nuestros
talentos por encima de la integridad personal. Sólo después de ser semejantes a Cristo, podremos hacer bien el
trabajo de Cristo.
El carácter cristiano se forja mediante la intervención del Espíritu Santo de Dios, que nos da de su gracia. Pero
para ello es necesario, no sólo nuestro consentimiento, sino también ejercitar nuestra voluntad. Lo que Dios haga
en mí va depender de mi sometimiento a su Señorío (o soberanía). Dios va a obrar hasta donde tú le deje llegar.
Esto se logra mediante la obediencia y muerte a nuestro “yo”. Esta son dos verdades complementarias, dos caras
de la misma moneda. El llamado de Cristo apela a nuestra obediencia. Y Cristo, por su Espíritu, nos ayuda a morir a
nuestro “yo”, para que Él pueda comenzar a forjar su carácter en nosotros. Tal y como dijo Juan el Bautista: “Es
necesario que Él crezca, pero que yo mengüe.” (Juan 3:30).

31
Discipulado

 La Obediencia

La obediencia debe de ser la primera característica de un discípulo: “y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió.”
(Mateo 9:9). ¡Sígueme! ha sido siempre una orden; nunca una invitación. Jesús nunca le rogó a nadie que le
siguiera. El nunca rebajó sus normas. Los primeros seguidores de Cristo se convirtieron en discípulos cuando ellos
le obedecieron: “Dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.” (Mateo 4:22). Ninguna persona recibió
alabanzas por obedecer el mandamiento de Cristo a seguirle y ser su discípulo. Y el Señor enseña que después que
hagamos todo lo que él nos manda: “Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.” (Lucas 17:10).
Jesús ordenó a cada persona renunciar a sus objetivos personales, abandonar sus pecados y obedecerle
completamente. El discipulado no es posible si no hay obediencia: “¿Por qué me llamáis Señor, Señor, y no hacéis
lo que yo digo?” (Lucas 6:46). Nuestra salvación se debe a la gracia de Dios y se fundamenta en ella. La gracia de
Dios es la fuente. Nuestra fe es el instrumento. Pero nuestra obediencia es a la vez, la respuesta humana
obligatoria y la evidencia innegable de la salvación. La obediencia es la prueba de nuestra fe. Por esto Santiago
dice que “La fe sin obras es muerta.” (Santiago 2:20). Quizá el error fundamental de muchos cristianos consista
en que separan el hecho de recibir la salvación del hecho de convertirse en discípulos, asumiendo que es posible
ser salvo sin la obligación personal con las demandas más radicales de Jesús, como la de tomar la cruz y seguirle.
Nadie que entienda el propósito de la salvación, se atrevería a especular sobre si una persona puede ser salva sin
aceptar el señorío de Cristo. Él no puede ser el Señor de mi vida si yo soy el señor de mi vida. Jesús, o es Señor y
Salvador al mismo tiempo, o no es ninguna de las dos cosas. No puede ser Salvador sin ser Señor. Para ser salvo
debemos someternos a su señorío, y el término Señor procede del griego KYRIOS que indica soberano, supremo,
dueño de un reino.
Ahora bien, en muchas áreas de la sociedad actual, el motivo de la obediencia es el miedo o el interés. Pero en la
vida cristiana la motivación ha de ser el amor a Dios. Nuestra obediencia es la única respuesta aceptable al
inefable amor de Dios manifestado en el sacrificio de la cruz. La obediencia a la que Dios nos llama es
una obediencia en sumisión.
Sumisión es mucho más que obediencia. Es una actitud interior de confianza en un Dios soberano, amante y
omnisciente. Sólo desde la sumisión es posible la obediencia que Dios nos reclama.

 Muerte a nuestro yo

El mandamiento de Cristo de “sígueme” es una orden a participar en su muerte para experimentar una nueva
vida. Es imprescindible para ello crucificar nuestro “ego”. Un discípulo sigue a su Maestro aún hasta la cruz. En el
discipulado, es básica la necesidad de morir a uno mismo, para que Cristo tenga el gobierno indisputable en el
corazón: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá, y todo el que pierda su vida por causa de mí, este
la salvará.” (Lucas 9:23-24). Jesús redujo a dos las opciones de sus oyentes. Si la respuesta del hombre es la
incredulidad o la desobediencia, sigue muerto espiritualmente, siendo enemigo de Cristo. Si responde en fe y
obedece, y se convierte en discípulo, muere a sí mismo y reproduce. Cristo es el Señor de su vida. Jesús es claro:
para compartir su gloria, primeramente hay que compartir su muerte. La obediencia al mandamiento de Cristo
“¡sígueme!” lleva a la muerte de uno mismo”. No puedo convertirme en un discípulo sin morir a mí mismo e
identificarme con Cristo que murió por mis pecados. El cristianismo sin la muerte a nosotros mismos es
meramente una abstracción filosófica, es un cristianismo sin Cristo”. La evidencia de que hemos muerto a nuestro
“yo” es nuestro carácter transformado.
Si no hemos muerto a nosotros mismos, pondremos nuestra confianza en nuestras acciones y habilidades, y
caeremos en el activismo, en la auto justificación y en el orgullo, lo cual será un impedimento para nuestra
madurez cristiana. Por el contrario, una persona que ha muerto a sí misma se enfoca en Dios; procura, ante todo,
ser en carácter semejante a Cristo. Pablo fue un ejemplo en esto. El mismo apóstol Pablo tuvo que morir a sí
mismo para que fuese Cristo el que viviese en él: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas
vive Cristo en mí.” (Gálatas 2:20). No hay discipulado sin reproducción y no hay reproducción sin muerte. Para dar
vida debemos tener vida, porque nadie puede dar lo que no tiene. Así que cuando vivimos a Jesús somos “cartas
escritas, no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo.” (2 Corintios 3:3).

32
Discipulado

Lección N° 1: LA MEDITACIÓN

La Meditación, hace referencia a la acción y efecto de meditar, que es enfocar atentamente el pensamiento a la
consideración de algo. El concepto está asociado a la concentración y a la reflexión profunda.
La meditación suele asociarse con las religiones orientales o las prácticas de la nueva era, pero esta también tiene
un rol importante para la fe cristiana. Una de las maneras más efectivas de meditar como cristiano es hacerlo en la
Palabra de Dios. A diferencia de otros tipos de meditación que requieren que “vacíes tu mente”, esta implica
concentrarse y pensar en la verdad de Dios.
La meditación bíblica se enfoca en aferrarnos lo más cerca posible a las formas, promesas y palabras de Dios. La
meditación secular te deja sin una solución a tus problemas. Te tomas un momento para despejar la mente y
luego vuelves inmediatamente a tu vida real y caótica. Es posible que tenga una disposición más tranquila, pero lo
que no tiene es una solución a sus problemas reales.

Dios considera la meditación como un ejercicio vital de las mentes de sus hijos. (Jim Downing)

Una de las primeras veces que la Biblia menciona la meditación es en el libro de Josué: “Mantenga este Libro de la
Ley siempre en sus labios; medita en él día y noche, para que tengas cuidado de hacer todo lo que está escrito
en él. Entonces serás próspero y exitoso.” (Josué 1:8).

 La meditación está relacionada con los métodos que utilizo para reflexionar sobre mí caminar, mi vida y
lo que logre alcanzar en el día.

El objetivo primordial de la meditación es permitir que la presencia de Dios en nosotros se convierta cada vez más
no solo en una realidad, sino en la realidad que da sentido, forma y propósito a todo lo que hacemos, a todo lo
que somos.
Esto me llevara a saber si estoy caminado de manera ordenada y acorde a la voluntad de Dios.
Analicemos lo que nos enseña el libro de Romanos: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios,
que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos 12:1,2).
 Presentéis vuestros cuerpos: habla de hacer una reflexión o evolución de mi vida. Esto me llevara a
entender si lo hice me aprueba o desaprueba delante de Dios.
La meditación producirá a menudo discernimientos profundamente prácticos, nos ayudará a cómo hacer frente a
los problemas cotidianos.
¿Qué significa? muchas veces usamos nuestro cuerpo para el pecado. Usamos nuestra lengua para los chismes, o
para ofender a nuestro prójimo, burlarnos de él. Usamos nuestros oídos para escuchar lo que no nos conviene ni
edifica. Usamos nuestras manos para hacer daño, para golpear y maltratar. Usamos nuestros ojos para ver lo que
no nos conviene como cristianos. Pero Dios nos llama a presentar nuestros cuerpos como sacrificio vivo, santo
agradable a Dios. A usar nuestro cuerpo de una manera santa, que agrade a Dios.
 Es nuestro culto racional: es algo continuo, que nunca debe dejarse de hacer, es una acciona que debe
realizarse todos los días.
La palabra «culto» en su origen quiere decir un trabajo voluntario para toda la vida. No era un trabajo de esclavo,
sino una actividad voluntaria. Entonces podemos decir en este estudio Bíblico, que el verdadero culto es ofrecerle
a Dios nuestra vida cotidiana; no algo que hay que hacer en la iglesia, sino algo que ve todo el mundo ¡Debemos
dar lo mejor de nosotros porque es para la gloria de Dios!
La palabra racional es importante. ¿Sabes por qué? Porque Dios espera que le sirvamos también con nuestra
mente. Es más, es imposible consagrar nuestro cuerpo a Dios si no hemos usados nuestra mente. ¿Por qué?
Porque Dios espera que nuestra adoración no sea mecánica, automática. Esto es importante. La meditación
racional, nos conduce a una integridad interna necesaria para entregarnos a Dios libremente, pone en orden mis
pensamientos. Me llevara a mejorar mi calidad de vida espiritual y como ser un mejor hijo de Dios.
 No os conforméis a este siglo: cuando existe una meditación profunda, me ayuda a salir de un lugar de
comodidad y esto ayudara a no a estancarme.

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Discipulado

Dios nos llama a cambiar nuestra forma de pensar. No podemos consagrar nuestro cuerpo ni apartarnos del
mundo de una forma correcta a menos que cambiemos nuestra forma de pensar. Tiene que haber una
metamorfosis intelectual. Nuestra forma de pensar ha sido afectada por el pecado y necesitamos que esta sea
cambiada completamente.
 Renovación de vuestro entendimiento: nos sigue llevando al campo de nuestro pensamiento. Renovar es
reanudar una cosa que se interrumpió. En un proceso de meditación, me detengo a pensar, reflexionar sobre mis
acciones, palabras y pensamientos y si estos se ajustan a los parámetros de Dios.
El meditar me llevara a una transformación, que provocara cambios repentinos, de rumbo, me llevara a volver en
sí y enfocarme en Cristo.
¿Qué significa eso? Significa que solo cuando nuestra mente es transformada por la Palabra de Dios podremos
decir verdaderamente la voluntad de Dios es agradable, es buena para mí, es perfecta, no tengo nada más que
buscar. Eso es lo que yo necesito. Eso es lo que necesita el mundo. Qué buena es esa Palabra. Lo mejor que me ha
sucedido es conocerla y vivirla.

 La meditación en la palabra de Dios es un tiempo clave para una transformación espiritual.

La meditación es un pensamiento enfocado, es un deseo constante de oír la voz de Dios. Una cosa importante que
la biblia nos dice, es pensar en la palabra de Dios. Nuestros pensamientos determinarán nuestro comportamiento,
de manera que lo pensamos es muy importante. Es por esto que Dios quiere que pensemos en su Palabra o que
meditemos en ella. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto
pensad.” (Filipenses 4:8).

 ¿Cómo lograrlo?
I. La biblia dice que la meditación debe ser continua. Debemos meditar día y noche. “Sino que en la ley de
Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.” (Salmos 1:2).
II. Aun estando despiertos de noche sobre la cama. “Cuando me acuerde de ti en mi lecho, cuando medite
en ti en las vigilias de la noche.” (Salmos 63:6).
Existen tres momentos en el día cuando podemos entregar activamente nuestras mentes a la palabra de Dios:
justo antes de dormir, podemos hacer que la palabra de Dios sea la última cosa que ocupe nuestra mente; al
despertarnos, podemos hacer que la palabra de Dios sea la primera cosa que llene nuestra mente para comenzar
el día. Finalmente, todos los días necesitamos un momento específico para estar en la palabra de Dios, para que
pueda hablarnos durante todo nuestro día.
Idealmente debemos hacer de la meditación parte de nuestra vida devocional normal. Utilizando el tiempo a solas
para susurrar reverentemente la Palabra de Dios. Pero aun nuestros colmados horarios pueden ser sus momentos
libres, susúrrelo, medítelo, invóquelo, y anúncielo.
 ¿Cómo recibimos entonces el deseo de oír su voz?
Parece que los seres humanos tienen una tendencia perpetua a que otra persona hable con Dios por ellos. Nos
contentamos con recibir el mensaje de segunda mano. La historia de la religión es la historia de una lucha casi
desesperante por tener un rey, un mediador, un sacerdote, un intermediario. Por ejemplo, en el monte Sinaí el
pueblo de Israel clamó a Moisés “Habla tu con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros
para que no muramos.” (Éxodo 20:19).

a) Encuentra un lugar tranquilo. La meditación en la Palabra de Dios requiere que te aísles del ruido y de las
distracciones, lo suficiente como para poder concentrarte en lo que vas a hacer. Para oír la voz de Dios debo
apártame de todo, esto es separar un tiempo a solas: “Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba” (San
Lucas 5:16); “En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios” (San Lucas 6:12).
Hoy en día, la capacidad de realizar varias tareas a la vez puede ser una habilidad valiosa, pero no podrás dedicarle
el 100 % de tu atención a una si intentas hacer otra al mismo tiempo. Minimizar las distracciones mientras meditas
en la Palabra de Dios te ayudará a mejorar tu habilidad para concentrarte en una sola tarea.
Intenta separar de 15 a 30 minutos para meditar. Diles a tus familiares que necesitas un tiempo personal para
concentrarte y aíslate en una habitación tranquila y vacía. Ponte cómodo pero no tanto que tengas problemas
para permanecer despierto.
b) Calma tu corazón. El silencio externo no es la única forma de tranquilidad que necesitas para tu tiempo

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Discipulado

de meditación. Debes dejar de lado tus dudas, miedos y otros pensamientos distractores para hallar paz interior.
No te sientas culpable si al inicio piensas en tus problemas del día, pero tampoco permitas que tu mente
permanezca ahí. Tan pronto como notes que tus pensamientos empiezan a desviarse hacia tu ansiedad u otras
preocupaciones, toma un momento para descansar y regresar tu atención hacia Dios de manera consciente.
También puedes orar en ese momento para recuperar tu concentración.
c) Lee la Biblia. Abre tu Biblia y lee los versículos en que planeas basar tu meditación. Utiliza tanto tiempo
como sea necesario para comprender las palabras en un nivel básico y marca la página para volver a revisarla más
tarde. Tendrás que leerla continuamente durante tu tiempo de meditación.
Luego de leer el pasaje, vuelve a revisarlo. En esta segunda oportunidad, lee en voz alta y enfatiza distintas partes
con tu tono de voz. Disponte a oír nuevas enseñanzas conforme leas. Repite este ejercicio tanto como necesites o
desees hacerlo mientras meditas.
De ser necesario, puedes mejorar tu comprensión de la Palabra con otras herramientas. Investiga acerca del
contexto cultural. Lee otros versículos de tono o tema similar. Busca palabras desconocidas en un diccionario.
d) Ora por lo que vas a leer. Pasa unos minutos en oración para que Dios te guíe en tu meditación. Pídele
que abra tu corazón a la verdad y a la sabiduría que hay en Su Palabra.
Si bien la Biblia no parece más que palabras en un papel, siempre ten presente que este texto viene directamente
de Dios. Pedirle al Espíritu Santo que enriquezca tu entendimiento al meditar es, en esencia, como pedirle a un
autor que te ayude a comprender su propia obra.

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Discipulado

Lección N° 2: LA ORACIÓN

Como cristianos debe ser una prioridad cultivar nuestra relación con Dios, y una de las mejores
maneras para crecer en nuestro andar con Cristo es la oración.

 ¿Qué es orar?

A través de la Biblia vemos claramente que orar es hablar con Dios. Cuando oramos abrimos nuestro corazón a
Dios para contarle cómo nos sentimos. Jesús habla sobre la oración y dice: “Cuando oren, no sean como los
hipócritas, porque a ellos les encanta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas para que la
gente los vea. Les aseguro que ya han obtenido toda su recompensa. Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en
tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto,
te recompensará. Y al orar, no hablen solo por hablar como hacen los gentiles, porque ellos se imaginan que
serán escuchados por sus muchas palabras. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan
antes de que se lo pidan.” (Mateo 6:5-8).
Aquí vemos que la oración es entre nosotros y Dios, no para impresionar a los demás. Nuestro corazón no tiene la
actitud correcta si lo que buscamos es que los demás nos vean y admiren nuestras palabras. Al orar, nuestro deseo
más grande debe ser pasar tiempo con Dios y hablarle desde lo más profundo de nuestro corazón.
Es cierto que nuestro Padre sabe de antemano lo que necesitamos, pero como a todo buen padre, a él le encanta
escuchar la voz de sus hijos. Vemos así que el énfasis de la oración debe ser fortalecer nuestra relación con Dios,
acercarnos a él, pasar tiempo en su presencia y compartir con él lo que ocupa nuestro corazón. Oramos porque
nuestra relación con Dios es importante y vital.

La verdadera oración crea la vida y la transforma. Es la herramienta principal que Dios usa para transformarnos. Si
no estamos dispuestos a cambiar, abandonaremos la oración como característica notable de nuestra vida. Cuanto
más cerca lleguemos al corazón de Dios, más comprenderemos nuestra necesidad y desearemos buscar y conocer
la persona de Cristo.
En la oración, comenzamos a pensar como Dios piensa, a desear lo que él desea; a amar lo que él ama.
Progresivamente se nos enseña a ver las cosas desde su punto de vista. Todos los que han caminado con Dios,
consideraron a la oración como la prioridad de su vida: “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro,
salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba.” (Marcos 1:35).

 La enseñanza de Cristo acerca de la oración

 El Padre nuestro como un modelo eficaz de oración.


Puede que entendamos la importancia de la oración, pero muchas veces no tenemos claro cómo debemos orar. La
Biblia nos da ejemplos y ayuda. En el evangelio de Mateo encontramos el Padre nuestro, conocido como la
oración modelo de Jesús: “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada
día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no
nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.
Amén.” (Mateo 6:9-13).

a) Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre.


La oración del Padre nuestro comienza reconociendo que hablamos con Dios, nuestro Padre. ¡Somos parte de su
gran familia! Como somos sus hijos, podemos hablar directamente con él sin necesidad de intermediarios. Nuestro
Padre amado nos escucha y podemos acercarnos a él con toda confianza en cualquier momento. “Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
(Hebreos 4:16).
Aun así, nuestra actitud ante él debe ser humilde y de alabanza, reconociendo su grandeza y su santidad. ¡No hay
nadie como nuestro Dios! Él es santo, santo, santo (Isaías 6:3). Llenos de esa convicción, expresamos el anhelo de
que toda la humanidad reconozca la santidad de su nombre y que experimente el deseo de exaltarle y glorificarle.

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Discipulado

b) Venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.


Luego, reconocemos a Dios como nuestro Rey. Donde Dios reina las cosas son mucho mejores de lo que
podemos imaginar. Su reino es uno de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo (Romanos 14:17). ¿Cómo no va a
ser lo mejor para nosotros que venga su reino? Dios sabe lo que nos conviene en cada momento y en medio de
cualquier situación. Debemos aprender a someternos a su voluntad confiando plenamente en su bondad.
Con esta frase expresamos la certeza de la seguridad y protección que ofrecen sus brazos de amor. Sabemos que
su reino y su voluntad son lo mejor para nuestras vidas y para toda la humanidad. ¡Y esa confianza llena nuestros
corazones de paz!
c) Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Al orar el Padre nuestro reconocemos que Dios es quien suple nuestras necesidades diarias. A la misma vez
aprendemos que está bien mencionar nuestras necesidades ante Dios en oración. Podemos pedir por el pan
diario, que Dios supla nuestras necesidades básicas y específicas del día. Nuestras peticiones también deben
incluir las necesidades de nuestros hermanos. Nuestro deseo debe ser que todos tengamos alimento, sustento y
techo. Debemos recordar que nuestra provisión viene de Dios y estar contentos con lo que él nos da. Por
ejemplo, él es quien nos concede la salud y las fuerzas para poder trabajar y así tener suficiente dinero para
comprar el pan de cada día. Todo lo que tenemos es por la gracia de Dios, no olvidemos ser humildes y
agradecidos.
d) Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros
deudores.
Llega el momento de reconocer nuestros errores y pedir perdón a Dios. Solo él nos perdona completamente,
restaura nuestros corazones y nos da la oportunidad de un nuevo comienzo.
Es precisamente en este momento y con esta actitud que debemos examinar nuestros corazones para ver cuál ha
sido nuestra disposición a perdonar aquellos que han cometido faltas contra nosotros. ¿Los hemos perdonado?
¿Hemos mostrado la misma misericordia y gracia que Dios ha tenido para con nosotros? “Porque, si perdonan a
otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero, si no perdonan a otros sus ofensas,
tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.” (Mateo 6:14-15).
e) Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno.
Somos humanos y podemos ser débiles, pero Dios no nos deja solos en nuestra lucha frente a las tentaciones y el
mal. Él está con nosotros y él es más poderoso que el maligno. En Dios, y en la armadura que él nos provee,
tenemos la verdadera protección frente a las artimañas del enemigo (Efesios 6:10-13). Dios pelea por nosotros y
en él tenemos la victoria final.

 En la biblia encontramos cinco elementos necesarios para experimentar el poder de la oración:

1. Orar en el Espíritu: El Espíritu Santo que mora en el creyente, intercede por nosotros. Su intercesión,
alcanza nuestra oración, a fin de que "oremos en el espíritu" (Romanos 8:26-27). El libro Judas 1:20, exhorta a
cultivar y experimentar el obrar del Espíritu Santo. Él nos indica, como debemos orar. Sin su dirección, las
oraciones serán limitadas por el razonamiento e intuición personal. Buscando su ayuda, mi pensamiento se alinea
a los pensamientos de Dios, su deseo será mi deseo y su propósito será el mío. Cuando "oramos en el espíritu" se
desata el poder del Espíritu Santo. Si me encuentro cansado, enfermo y deprimido, él me anima a orar con
fortaleza y convicción.
2. Orar por todo: Esto implica orar para resistir la tentación, obtener sabiduría, recibir poder, dominio
propio, protección hacia los demás; para el crecimiento espiritual, arrepentimiento por las faltas cometidas, etc.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias.” (Filipenses 4:6); “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y
acciones de gracias, por todos los hombres.” (1° Timoteo 2:1).
3. Orar sin cesar: ¿Es posible orar sin cesar? Es posible mantener un diálogo con el Señor mientras estamos
trabajando y ocupados en algo más, pero la oración a la cual se refiere Pablo, no es la pronunciación de palabras
sino la actitud del corazón. Debemos tener un diálogo fluido en todo momento con Dios. Nuestro pensamiento
debe estar siempre dirigido hacia él. “Todos estos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y
con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.” (Hechos 1:14); “Orad sin cesar.” (1° Tesalonicenses 5:17);
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con
acción de gracias.” (Filipenses 4:6).

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Discipulado

4. Orar con perseverancia: “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en
ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” (Efesios 6:18); “También les refirió Jesús una
parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.” (Lucas 18:1). El cultivo de la perseverancia fue un
tema permanente en la enseñanza de Jesús en cuanto a la oración. En el Getsemaní, Jesús puso a prueba a sus
discípulos, diciéndoles: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el Espíritu a la verdad está dispuesto,
pero la carne es débil.” (Marcos 14:38). Al final del sermón del monte, Jesús ordenó a sus seguidores a ser tenaces
en la oración: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.” (Mateo 7:7). ¿Oramos por nuestra
familia con la perseverancia que aconseja la biblia?, ¿oramos por la iglesia?, ¿existen causas o almas por las que
alzamos nuestras manos en oración? Dios responde a la oración perseverante.
5. Orar por lo demás: La oración de intercesión por los demás trae el favor de Dios a sus vidas. “Orando en
todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos; y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el
misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.”
(Efesios 6:18-20).

La oración es el esfuerzo que realizamos por amor a Dios. Nunca debemos esperar sentir ganas de orar, pues de
lo contrario es posible que jamás oremos. El contexto de Efesios 6, es una lucha espiritual y en eso consiste la
oración. Esfuerzo y lucha, son las palabras que debemos mantener delante de nosotros si queremos ser hombres
y mujeres de oración. Afirmarse en la oración se trata de algo esencial para poder sobrevivir.
¿Sirven de algo nuestras oraciones? Jesús contestó esta pregunta con una parábola (Lucas 18:1-8). Afirmó que si
aún un juez malvado finalmente trata con justicia a una viuda que persevera, ¿cuánto más el justo y amoroso
Padre hará justicia a los que continuamente claman a él de día y de noche? Jesús nos enseña que Dios no
decepcionará a ninguno de sus elegidos. Lo que Dios demanda es que su pueblo persevere en pedirle con
sinceridad.

 La necesidad de la oración

Todos tenemos necesidad de oración. Por esto, el Señor hace de ella, no una opción, sino una ordenanza para
nuestro propio beneficio: “Buscad a Jehová y su poder; Buscad su rostro continuamente.” (1 Crónicas 16:11). En
Mateo 7:7, el Señor nos habla de orar con perseverancia. La triple exhortación: "Pidan, busquen, llamen."
concierne a la satisfacción de toda necesidad.
 Pedir: implica humildad y conciencia de necesidad. Pedir presupone la fe en un Dios personal con el cual
podemos comunicarnos. Cuando uno pide, espera una respuesta. El tener esa fe hace que la oración sea cálida y
personal.
 Buscar: es pedir y actuar. No basta la petición ferviente. Debemos estar activos en el esfuerzo por obtener
el poder para perseverar. Uno debiera orar, escudriñar las Escrituras (Juan 5:39; Hechos 17:11), asistir a los cultos
(Hebreos 10:25) y, sobre todo, tratar de vivir en armonía con la voluntad de Dios revelada en su Palabra santa
(Mateo 7:21,24,25; Juan 7:17).
 Llamar: es pedir, más actuar, más perseverar. Uno llama a una puerta repetidas veces, hasta que le abran.
Sin embargo, la perseverancia ya está implícita en los tres imperativos, porque todos están en tiempo presente.
Así que, una posible traducción sería: "Continúa pidiendo, buscando y llamando". La idea bíblica de llamar en sí
misma ya implica perseverancia. Uno sigue llamando a la puerta del palacio del Rey, hasta que él abre la puerta y
provee de todo lo necesario.
A cada mandamiento le corresponde una promesa. Por eso "pidan" es seguido por "se les dará", "busquen" es
seguido por "encontrarán", y "llamen" por "se les abrirá". A todo sincero seguidor de Cristo se le promete una
respuesta a la oración que va acompañada por el buscar y el llamar.

 ¿Cómo puede llegar a ser eficazmente nuestra oración? Jesús hace tres declaraciones fuertes y todas
ellas negativas:

1. No sea hipócrita: (Mateo 6:1-6; 15) La oración no es algo que uno hace para que lo vean: si se convierte
En una plataforma para impresionar a otros, pierde todo su propósito. Se trata de un acto de devoción privada, no
una demostración pública de piedad, utilice un vocabulario correcto, algo que se hace en secreto: (Daniel 6:10).
2. No utilice mucho la repetición: (Mateo 6:7,8) El propósito es claro, guardarnos de palabras vacías. Hable

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Discipulado

con el señor sin orgullo, con expresión de humildad. Existían oraciones hechas para todo tipo de ocasiones. La
oración era algo litúrgico, uniforme, rutinario (Salmos 63:1). Martín Lutero declaró: "Tengo tanto que hacer, que
no puedo continuar sin pasar tres horas en la vida profunda”. La disciplina de la oración, nos lleva a la obra más
profunda y al más elevado estilo de vida.
3. No albergue nada contra otro: (Mateo 6:14,15) para que Dios nos perdone, primero debemos perdonar a
nuestro prójimo.

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Discipulado

Lección N°3: EL AYUNO

 ¿Qué es el ayuno?

Primeramente, la palabra ayuno proviene del griego “nestheia” que significa “no comer” o “abstenerse de
alimentos”. En términos generales el ayunar consiste en abstenerse de comer alimentos en un periodo de tiempo
completo o parcial.
En cierto sentido, todos ayunamos. Cuando dormimos en nuestra cama, no comemos ni bebemos. Eso es ayunar.
Es por esto que el primer alimento del día se llama desayuno. Sin embargo, cuando la gente habla de ayunar
usualmente se refiere a un período más largo de tiempo en el cual uno deliberadamente decide no comer ni beber
y que puede ser un día completo, parte de un día o más de un día.

Un ayuno para la salud es cualquier dieta temporal restrictiva que supuestamente es beneficiosa para la salud.
Pero el ayuno del que estamos hablando es aquel que beneficia nuestra salud espiritual, lo cual involucra
abstenerse de alimento y bebida mientras se pasa una gran cantidad de tiempo adicional en oración, meditación y
estudio de la Biblia (Éxodo 34:28; Esdras 10:6; Ester 4:16; Hechos 9:9).

Un significado más espiritual sobre ayuno es que puede definirse como una disciplina que ejerce un cristiano para
fortalecer su espíritu, apartándose de las rutinas diarias y del consumo de la comida, para dedicar ese tiempo en
la búsqueda de Dios en oración y considerar su pecado. Es un tiempo especial donde buscamos la voluntad de
Dios en situaciones especiales o simplemente para orar y meditar en su palabra.

De acuerdo la Biblia esta práctica duraba generalmente un día (hasta el anochecer), pero también se citan ayunos
que duraron tres días, siete días, veintiún días y cuarenta días.
Mientras ayunamos, idealmente debemos pasar la mayor parte del tiempo que estamos despiertos orando,
estudiando y reflexionando. Si esto no es posible, al menos podemos hacerlo durante el tiempo que normalmente
ocuparíamos comiendo.

El ayuno no es una disciplina exclusivamente cristiana, todas las principales religiones del mundo
reconocen su mérito.

 El ayuno en la Biblia

Ayunar es muy importante para desarrollar una relación correcta y significativa con Dios: (Lucas 2:36-37; Hechos
13:2). En la biblia, el ayuno se refiere a la abstención de los alimentos con propósitos espirituales. Se distingue de
la dieta para la salud, que destaca la abstinencia de alimentos, pero con propósitos físicos y no espirituales. El
ayuno bíblico siempre se centra en propósito espiritual.
Según las escrituras, la manera normal de ayunar consistía en abstenerse de toda clase de alimento, sólido o
líquido, pero no del agua. En el ayuno de cuarenta días que hizo Jesús, se nos dice que "no comió nada" y que al
final del ayuno "tuvo hambre", y que satanás lo tentó a comer y en la tentación indicó la abstención del alimento,
pero no del agua (Lucas 4:2-13).Desde el punto de vista físico, esto es lo que generalmente implica el ayuno .
La Biblia solo tiene un mandamiento respecto a un tiempo preciso en el que debemos ayunar. Al pueblo de Dios
se le ordena en Levítico 23:27-32 ayunar en el Día de Expiación por 24 horas, de puesta de sol a puesta de sol. Este
día de ayuno es uno de los días de fiestas anuales diseñados y ordenados por Dios.
Además de los beneficios personales del ayuno, el Día de Expiación tiene un significado profético. Para aprender
acerca del significado del Día de Expiación y el ayuno que lo acompaña, descargue o solicite nuestro folleto
gratuito Las fiestas santas de Dios: Esperanza segura para toda la humanidad.

 El propósito del ayuno

En la primera declaración que Jesús hizo acerca del ayuno se refirió al motivo por el cual hacerlo (Mateo 6:16-18).
El uso de las cosas buenas para nuestros propios fines, es siempre la señal de la religión falsa. Al ayuno no
podemos usarlo para obligar a Dios a hacer lo que nosotros queremos.

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Discipulado

El ayuno tiene que centrarse en Dios. Debe que ser iniciado y ordenado por Él. Como la profetisa Ana, necesitamos
estar "sirviendo” (Lucas 2:37). Cualquier otro propósito tiene que estar subordinado a Dios (Hechos 13:2).
El ayuno puede traer adelantos en la vida espiritual, que no podrían obtenerse de otra manera. Es un medio de
gracia de Dios y una bendición que no debería descuidarse por más tiempo.

 Razones importantes para ayunar

El ayuno bíblico es completamente diferente de las huelgas de hambre que se utilizan para ganar poder político o
llamar la atención por una causa personal.
 El ayuno es un ejercicio de autodisciplina sobre nuestros antojos carnales mientras mantenemos a Dios
primero en nuestros pensamientos. Nos libera de la esclavitud de nuestros apetitos mientras nos enfocamos en el
verdadero “pan vivo”, Jesucristo (Juan 6:48-51, 63). Cuando oramos, hacemos un pequeño sacrificio personal para
concentrarnos en el increíble sacrificio de nuestro Salvador y su plan para nosotros.
 Todos somos egocéntricos (centrados en nosotros mismos) por naturaleza, y debemos esforzarnos para
llegar a centrarnos en Dios. Uno de los grandes propósitos del ayuno es aprender a ser humildes — a comprender
de mejor manera cuán grande Dios es y cuán débiles, pecaminosos y necesitados somos nosotros. El rey David
entendía esto cuando escribió: “Afligí con ayuno mi alma.” (Salmos 35:13).
 Dios se deleita en corazones humildes. “…pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que
tiembla a mi palabra.” (Isaías 66:2). Jesús dijo: “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el
reino de los cielos.” (Mateo 5:3). Jesús dejó en claro que si ayunamos para jactarnos –para “mostrar a los
hombres” que ayunamos– somos hipócritas y no obtendremos recompensa de Dios (Mateo 6:16-18). Jesús no
quiso decir que siempre está mal contarle a alguien que ayunamos. Frecuentemente surge la necesidad práctica
de contarle a alguien, como a su cónyuge. Jesús estaba hablando de la necesidad de tener los motivos y las
actitudes correctas. Jesús habló de una parábola en la que un orgulloso fariseo se jactaba frente a Dios diciendo
ayuno dos veces a la semana (Lucas 18: 9,12). El hombre se consideraba humilde, ¡y estaba muy orgulloso de sí
mismo! Ayunar con una actitud así de jactanciosa es inútil.
 Dios desea que tengamos “hambre y sed de justicia” (Mateo 5:6). Cuando ayunamos, nos sentimos cada
vez más hambrientos y débiles. Además de reforzar el hecho de que Dios es quien nos provee el sustento y suple
todas nuestras necesidades, una lección importante de esto es que podemos debilitarnos muy rápido
espiritualmente cuando descuidamos los nutrientes de la oración, el estudio bíblico y todos los otros esfuerzos
para llegar a ser hijos e hijas de Dios espiritualmente transformados.

 ¿De qué manera el ayuno nos prepara?

 Nos prepara y ayuda para concentrarnos en Dios y en la oración. Cuando ayunamos, lo que hacemos es
decir, hoy no voy a distraerme ni siquiera comiendo, para concentrarme en Dios y en nuestro motivo de oración.
 El ayuno nos prepara rompiendo cadenas en nuestras vidas. Una de las maneras que La Biblia también
llama al ayuno, es afligir el alma. Es decir, el ayuno es un acto de humillación delante de Dios. Así como el cuerpo
se priva de comida, el alma se humilla delante de Dios. Entonces, al humillarnos y pedir perdón a Dios por nuestros
pecados y faltas personales, eclesiales y como nación, empiezan a romperse cadenas.
 El ayuno nos prepara porque nos hace orar más de lo habitual. Obviamente que el ayuno siempre viene
acompañado de oración. De lo contrario no es ayuno espiritual, sino pasar hambre. El ayuno tiene sentido cuando
sirve para apartarnos de comer y de otras cosas, para orar. Así que, si normalmente oras dos o tres veces por día,
el día que ayunas aumentas esos momentos de oración. Y La Biblia enseña que el que persevera en oración,
recibe.
 El ayuno nos prepara porque al apartarnos para Dios y buscar de Él, Él se revela. Nos muestra nuestra
condición, nuestro pecado, nos muestra lo que Él quiere para nosotros, lo que hará en nuestras vidas, nos da
palabra y promesas.
 El ayuno aumenta nuestra fe para interceder. Cuando tomamos en cuenta que Jesús dijo que hay géneros
que solo salen con oración y ayuno, entonces sabemos que estamos orando con las dos herramientas necesarias
para recibir lo que Dios quiere darnos.

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Discipulado

 El ayuno aumenta nuestra seguridad y nos da paz. Cuando sabemos que oramos en obediencia a lo que
Dios enseña en su Palabra, y volvemos a orar, y volvemos a hacerlo varias veces en el día, nuestra mente se
concentra no en las situaciones sino en el poder de Dios, y nuestra alma descansa al saber que Dios manifestará su
gloria.
 El ayuno rompe con nuestra autosuficiencia. Aumenta nuestra dependencia de Dios. Al apartarnos de
comer y de otras cosas, mostramos que nuestra vida depende de Dios y que nos alineamos con Él en lo que es su
voluntad: traer un avivamiento con transformación a la Argentina. Cuando Dios ve que no somos autosuficientes,
sino que nos mostramos como niños necesitados de Él, entonces Dios que resiste a los soberbios pero da gracia a
los humildes, hace resplandecer su rostro sobre nosotros.
 El ayuno nos hace responsables del cambio. Al apartarnos para orar y ayunar, le decimos a Dios que
estamos en la brecha, que nos hacemos cargo de la situación de nuestra nación y de su cambio. Al apartarnos para
ayunar y orar por eso, ese motivo se va convirtiendo en nuestro objetivo a perseguir, en nuestra mente se
incorpora como el blanco a alcanzar, y la promesa de Dios es que eso que determinamos y oramos nos será firme.
 El ayuno cuando se realiza en conjunto con todo el pueblo de Dios, produce un efecto sinérgico. Jesús
enseñó que si dos se convinieren, se pusieren de acuerdo, sobre cualquiera cosa que pidieren les será hecho. El
ponerse de acuerdo no es decirle a alguien: “ven, oremos por esto”. El convenirse es hacer un acuerdo, un pacto
de oración. Es que los que van a estar de acuerdo tienen ese motivo incorporado, instalado en su interior, de
forma tal que pueden clamar a Dios por eso. El ayuno ayuda a que los que participan de él, internalicen ese pedido
y se transforme en un deseo, y al ser un deseo sentido y compartido, en un clamor. Y una y otra vez La Biblia
cuenta que Dios escuchó el clamor de su pueblo.
 El ayuno nos da disciplina. El ayuno aumenta el dominio propio. Podemos controlar nuestra búsqueda
de autogratificarnos, para privilegiar a Dios. Cuando privilegiamos a Dios, cuando lo ponemos por encima de todo,
la promesa de Dios es que si lo buscamos primeramente a Él, su reino y justicia, entonces Dios añade todas las
cosas.

TIPOS DE AYUNOS

La Biblia menciona y nos ofrece ejemplos sobre el ayuno total, el ayuno con agua, el parcial y el ayuno de otras
cosas. Todo tipo de ayuno debe hacerse con el deseo de acercarnos a Dios, de escuchar su voz y de crecer en
nuestro andar con él. Esa debe ser nuestra motivación al ayunar.
El ayuno es voluntario. Elegimos ignorar por un tiempo la necesidad de comer, de beber o de alguna otra cosa
para enfocarnos en alimentar nuestro espíritu y buscar la presencia de Dios de forma especial.

 Estos son los diferentes tipos de ayuno:

 Ayuno total: Este es el más radical que podemos hacer. En este no se come ni se bebe nada, el cuerpo
no recibe ningún tipo de nutrientes: “Ve y reúne a todos los judíos que están en Susa, para que ayunen por mí.
Durante tres días no coman ni beban, ni de día ni de noche. Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual
que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y, si
perezco, que perezca!” (Ester 4:16).
Ester, sus doncellas, Mardoqueo y todos los judíos de la ciudad de Susa decidieron estar tres días y tres noches sin
comer ni beber nada antes de que Ester fuera a hablar con el rey. Ella iba a rogar por la vida de su pueblo. Vemos
que es un ayuno muy radical, pero la situación tan crítica lo ameritaba.
El ayuno total debe hacerse solo por períodos cortos de tiempo, por ejemplo, 6, 12 o 24 horas. Es muy
importante no hacer este tipo de ayuno por más de tres días. Es recomendable hacerlo bajo supervisión médica,
ya que el cuerpo no recibe ningún tipo de nutrientes y puede ser peligroso para la salud.
 Ayuno con agua: Este es el tipo de ayuno más conocido. No se come nada, pero se puede beber agua. Al
permitir hidratarse puede ser un poco más extenso que el ayuno total, pero también es aconsejable consultar con
un médico sobre todo si se piensa estar por más de dos días solo con agua. Se piensa que este fue el ayuno que
Jesús hizo por 40 días justo antes de comenzar su ministerio. Los Evangelios mencionan que Jesús dejó de comer y
tuvo hambre, pero no dicen que tuviera sed. Leemos en el Evangelio de Lucas: “Jesús, lleno del Espíritu Santo,
volvió del Jordán y fue llevado por el Espíritu al desierto. Allí estuvo cuarenta días y fue tentado por el diablo. No
comió nada durante esos días, pasados los cuales tuvo hambre.” (Lucas 4:1-2).
Hay personas que deciden incorporar jugos de frutas o agua con gotas de limón al hacer este ayuno.

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Discipulado

 Ayuno parcial: El ayuno parcial es un tipo de dieta que consiste en eliminar cierto tipo de alimentos.
La idea es comer de forma sencilla para mantener el cuerpo funcionando sin comer en exceso o por placer. Este es
un ayuno generalmente de varios días, y que consiste en privarse de algunos alimentos. En el caso de Daniel fue
por 21 días, y él no comió alimentos delicados, ni comió carne, ni tomó vino ni se puso perfume. Este es un buen
ayuno para quienes han hecho ayuno de uno o dos días y quieren probar una extensión mayor de tiempo. Daniel
dejó de comer comidas especiales (elaboradas o sabrosas) y carne. También dejó de beber vino. Este ayuno de
Daniel es muy conocido y seguido, ya que es menos radical. Es más fácil para personas que tienen alguna
condición de salud que no les permite realizar otro tipo de ayuno. “En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres
semanas como si estuviera de luto. En todo ese tiempo no comí nada especial, ni probé carne ni vino, ni usé
ningún perfume.” (Daniel 10:2-3).
Este ayuno puede ser más extenso, ya que se elimina solo cierto tipo de alimentos y desgasta menos el cuerpo.
Hay personas que deciden dejar de comer carne, otras dejan de lado los postres, dulces o golosinas. Es bastante
común beber solo agua en lugar de jugos o refrescos durante este ayuno.
 Ayuno colectivo: En el libro de Esdras se trata sobre un ayuno no individual, sino colectivo, nacional, que
acompañó a un clamor en unidad.
”Luego, estando cerca del río Ahava, proclamé un ayuno para que nos humilláramos ante nuestro Dios y le
pidiéramos que nos acompañara durante el camino, a nosotros, a nuestros hijos y nuestras posesiones… Así que
ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó.” (Esdras 8:21-23, 31).
Ellos ayunaron pidiendo camino derecho para ellos como pueblo, para las futuras generaciones, y para todas las
estructuras y ámbitos de la nación. El resultado fue que “Durante todo el trayecto Dios nos acompañó y nos libró
de enemigos y asaltantes.” Si eres alguien que ya tiene incorporada la práctica del ayuno, pues entonces,
instruméntala con libertad, como ya estás acostumbrado.
 El ayuno de Saúl (1 Samuel 14:24): Este ayuno también es solo de comida y dura de la mañana hasta la
noche. Este es un buen ayuno para el que comienza a practicarla. Uno se priva de desayuno, almuerzo y merienda
para separarse a orar. Luego a la noche entregas el ayuno y entonces podes cenar.
 El ayuno de David (2 Samuel 12:16-23): Este es un ayuno de comida. Este es el ayuno más común entre
los creyentes. Decir, pueden tomarse líquidos, privándose uno de comida. Su duración varía. Puede ser de un día o
más.

 Recomendaciones generales:

El primer día puedes ayunar un ayuno como el de Saúl. Es decir, un ayuno hasta las 18:00. Prívate de los alimentos
sólidos del desayuno, del almuerzo y de la merienda. Puedes tomar líquidos (agua, jugos, caldo, etc.). Utiliza el
tiempo de las comidas para orar y leer esta guía y La Palabra de Dios.
En la segunda semana, pasa a un ayuno de un día completo. Es decir, haz el ayuno que hizo David. Prívate de
comer alimentos sólidos durante un día entero, y utiliza el tiempo de las comidas para estar en comunión con
Dios.
Durante la otra semana puedes repetir este ayuno de David, o, según el Señor te lo muestre, probar otros tipos de
ayuno de alimentos como el de Daniel o el de Ester.
Además del ayuno de comidas, ayuna cada semana un día entero de televisión. La televisión ejerce un control muy
grande sobre nuestras mentes, y es un instrumento que el diablo ha utilizado para transmitir su ideología y
contaminar con impureza a nuestra nación. Te sugiero que si decides hacer este ayuno, desenchufes el televisor.
Muchas veces uno sin pensar toma el control remoto y lo enciende automáticamente y arruina el ayuno. Utiliza el
tiempo de ver televisión para ministrar a Dios con tu familia. A lo largo de los 21 días aumenta el número de días
de este ayuno de televisión. Y paralelamente disminuye el tiempo de ver televisión los días que no ayunes.
Detecta cuál es tu mayor pasión. Puede ser la música, puede ser el fútbol u otro deporte. Puede ser la
computadora, o cualquier otra cosa o práctica. Una vez que hayas detectado tu mayor pasión, haz un ayuno de esa
práctica. Aumenta el número de días de este ayuno, hasta que sientas que tienes el control en lugar de ser
controlado. No podemos ser instrumentos de libertad para la nación, si estamos esclavizados.
Si estás atado o atada a algo y se ha convertido en una dependencia, haz el ayuno de Ester a fondo. Ora y clama
hasta que las ataduras se rompan. En la mayor parte de los casos este ayuno es poderoso para quebrar yugos y
cadenas. Este tipo de ayuno requiere de dos cosas: la primera de una dirección explícita de Dios. La segunda, de
autorización de un médico.

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Discipulado

Si eres consciente que no tienes control de tu lengua te sugiero que hagas un ayuno de hablar. Pásate un día
entero en un lugar apartado y no hables con nadie. Solamente ora y pídele al Señor que Él controle tus labios.
Repite este ayuno periódicamente.
Acompaña la oración y el ayuno con actos concretos de servicio a los demás. Recuerda lo que Isaías 58 nos dice
acerca del ayuno que Dios ha escogido.
Estas prácticas no producen nada por sí solas, sino que son simplemente herramientas para que el Espíritu Santo
las utilice. Tu dependencia de Él es lo más importante. Pero incorporar a tu vida la disciplina de los distintos
ayunos puede ser una bendición que revitalice tu vida espiritual y te conduzca a un nivel nuevo de victoria.

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Discipulado

Lección N° 4: LA LECTURA Y ESTUDIO DE LA BIBLIA

El estudio de la Biblia es una obligación diaria para los cristianos, además de indispensable en la senda hacia la
verdad y la madurez en la vida espiritual. El Señor Jesús dijo: “Escrito está: ‘No solo de pan vivirá el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios’.” (Mateo 4:4). Es evidente que leer las palabras de Dios con
frecuencia y valorarlas con el corazón es obligación de todo cristiano, pero ¿cómo debemos estudiar la Biblia para
recibir la guía del Espíritu Santo y lograr resultados positivos? Esta es una cuestión de suma importancia para
nosotros.

Cuando comencemos estudiar la palabra de Dios, no vayamos con una actitud de encontrar alguna verdad que
nadie más haya visto jamás. No estudie para encontrar algo con lo cual pueda impresionar a otros. Más bien vaya
a la Palabra para encontrar lo que Dios quiere decirle. El verdadero problema para la mayoría de nosotros no tiene
que ver con la interpretación de pasajes difíciles, sino con la obediencia a los pasajes que comprendemos.

El estudio bíblico no tiene atajos. Es un trabajo arduo, pero si es diligente y paciente, cosechará resultados a su
debido tiempo. En cuanto sienta el gozo y la satisfacción que surgen de encontrar una gran verdad espiritual por
usted mismo y la aplicación a su propia vida, descubrirá que el esfuerzo valió la pena. Así que, ¡sea constante!

 Preparación de un estudio bíblico dinámico

 Separe un tiempo para estudiar la biblia.


A parte un tiempo especifico para hacer su estudio bíblico cada semana. Esto depende de cuánto tiempo quiere
invertir para realizarlo. No exagere, pero tampoco se dé menos tiempo de lo debido. Si no aparta tiempo en su
programa semanal, nunca hallará tiempo para hacerlo o será un estudio bíblico esporádico y de poca profundidad.
Usted tiene que separar tiempo para estudiar la Biblia. ¿Cuán a menudo debe estudiar la Biblia? La respuesta
puede variar de una persona a otra, pero un factor importante que uno debe tener en mente es la distinción entre
su tiempo devocional y su tiempo de estudio bíblico. Usted debe tener su devocional todos los días. Por lo general
el tiempo devocional varía entre un período de diez a treinta minutos, en los cuales usted lee la Biblia, medita
unos cuantos minutos sobre lo que leyó, y pasa un tiempo en oración. El propósito de su tiempo devocional es
tener comunión con Jesucristo.
No debe intentar profundizar en su estudio bíblico cuando tenga su devocional. Nada echará a perder más
rápidamente su devocional que ponerse a hacer un estudio bíblico a fondo precisamente en el período de su
devocional. Solo disfrute la presencia de Dios y su comunión con él. En tanto que es mejor tener diez minutos de
tiempo devocional cada día que una hora a la semana, lo contrario es exactamente lo más beneficioso respecto
del estudio bíblico. No podrá realizarlo bien si lo hace a pedazos. Es mejor separar un período más largo (de dos a
cuatro horas) que intentar estudiar un poco cada día. Así, mientras desarrolla sus habilidades para estudiar la
Biblia, podrá pasar un poco más de tiempo en su devocional.
Lo mejor que puede hacer es estudiar la Biblia cuando está en su mejor estado físico, emocional e intelectual, y
cuando se encuentre en una situación que le permita no tener distracciones ni prisas. Ya sean sus horarios diurnos
o nocturnos, es conveniente que elija los momentos de mayor lucidez. No debería tratar de estudiar cuando está
cansado ni luego de ingerir una comida abundante. Intente dedicarse de lleno al estudio cuando está descansado y
bien despierto.
 Tenga lista una libreta de apuntes.
No se apure en su estudio bíblico, hacerlo seriamente demanda algo de preparación. Nada es más importante que
tomar notas de su estudio bíblico personal. Si en verdad valora las pepitas de oro de las verdades que descubra,
debe tomar notas de todo lo que desentierre de las Escrituras.
Usted no habrá entendido bien e! texto bíblico mientras no haya podido poner por escrito los pensamientos que
ha obtenido. No es posible estudiar la Biblia sin poner las observaciones por escrito. Esa es la diferencia entre la
lectura de la Biblia y e! estudio bíblico. En la lectura de la Biblia, usted simplemente lee una porción seleccionada
de las Escrituras, mientras que en e! estudio de la Biblia toma extensas notas.
Los conceptos se desenredan por sí mismos cuando pasan a través de los labios y las yemas de los dedos. Si usted
no ha vertido sus observaciones en un papel, en realidad no los ha meditado bien.
 Pase un tiempo breve en oración antes de cada estudio.

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Para empezar, pídale al Señor que limpie su vida de todo pecado que él conozca y lo llene de su Santo Espíritu
para que usted esté en su compañía durante el estudio. Esta es una ventaja que tiene al estudiar la Biblia como un
libro de texto: tiene comunicación directa con el Autor mismo. Tiene el privilegio no solo de estudiar la revelación,
sino al Revelador. Por lo tanto, procure estar bien con Cristo antes de dedicarse a profundizar en su Palabra. El
apóstol Pablo dijo que si usted está en la carne o es carnal, no puede entender las verdades espirituales (1
Corintios 2:10; 3:4). Es muy importante estar bien con el Señor para poder comprender y aplicar su Palabra. Como
alguien dijo, «necesitamos escudriñamos el corazón antes de buscar en las Escrituras». Es necesario asegurarnos
de que tenemos vidas rectas delante de Dios antes de intentar excavar en su Palabra. En segundo lugar, ore que el
Espíritu Santo lo guíe en su estudio. La mejor manera de entender la Biblia es hablar con su Autor. Memorice el
Salmo 119:18 y órelo antes de cada estudio: «Abre mis ojos para que pueda ver las maravillas de tu ley». Pídale a
Dios que le abra los ojos a su Palabra. En última instancia, si Dios Espíritu Santo no le abre los ojos para ver las
verdades de su Palabra, todo su estudio habrá sido un esfuerzo inútil.
 Estudiar la Palabra de Dios de forma sistemática.
Un estudio asistemático de la Palabra de Dios es un insulto a la santidad de las Escrituras. Es una bofetada a la
santidad de Dios, que nos ha dado esa Palabra. El estilo «cafetería», el método de «salto y chapuzón» o el de «qué
voy a encontrar hoy» no producirá los resultados que Dios quiere que tengamos en nuestra vida. Lo que
necesitamos es un plan de estudios sistemático, regular, como fuésemos a través de un libro a estudiar una
palabra, a analizar la vida de una persona, a estudiar si un capítulo o a escoger otro método. No debemos pasar
por alto ningún pasaje o sección de la Biblia, porque el Antiguo Testamento es tanto Palabra de Dios como el
Nuevo. En la actualidad es mucha la gente que no sabe gran cosa del Antiguo Testamento. Podrá ser motivo de
vergüenza para algunos llegar al cielo y que Sofonías les pregunte: «¿Te gustó mi libro?» Puesto que «toda la
Escritura es inspirada por Dios» (2 Timoteo 3:16), necesitamos estudiarla toda de un modo sistemático. Estudiar la
Biblia es como ser un buen detective. Un buen estudiante de la Biblia sigue básicamente los mismos
procedimientos que un buen investigador. Lo primero que hace un detective es salir y buscar pistas. No dice nada,
no interpreta nada, no postula ninguna conclusión, sino que se limita a ver todos los detalles. Observa las cosas
que otras personas por lo general podrían pasar por alto porque e! detective está entrenado para observar. En
segundo lugar, empieza haciendo preguntas sobre la base de lo que ha observado. En tercer lugar, después de una
observación cuidadosa y de hacer preguntas, empieza a ensamblar las evidencias y a interpretar lo que tiene. En
cuarto lugar, compara y establece una correlación, y junta todas las piezas de evidencias que ha encontrado, para
ver cómo cada hecho se relaciona con los demás. Finalmente postula una conclusión y toma la decisión sobre lo
que cree que en realidad ocurrió y quién estuvo involucrado.

 Un estudiante bíblico serio sigue estos mismos pasos básicos cuando se acerca a la Palabra de Dios:

a. Observar los hechos básicos contenidos en el texto sometido a estudio.


b. Formular preguntas, descubrir datos adicionales para hacer una observación más precisa.
c. Interpretar y a analizar el significado del texto.
d. Correlacionar lo que ha descubierto con las demás verdades bíblicas que conoce; esto se hace mediante
referencias cruzadas y comparando las Escrituras con las Escrituras.
e. Al final establece una conclusión, aplicando a la vida, de una manera práctica, las verdades que ha
estudiado

La Biblia no se nos dio para aumentar nuestro conocimiento, sino para cambiar nuestra vida». Se nos dio para
cambiar nuestro carácter y conformarlo más a Jesucristo. Todos nuestros esfuerzos en el estudio bíblico carecen
de valor si al final del análisis no cambiamos y llegamos a ser más como Jesús: “No debemos ser «simples oidores
de la Palabra», sino más bien «hacedores de lo que dice»” (Santiago 1:22).
Algunas de las preguntas que debe hacerse a sí mismo en su estudio bíblico son: ¿Qué actitud necesito cambiar
como resultado de este estudio? ¿Qué necesito empezar a hacer o dejar de hacer? ¿Qué cosas necesito creer o
dejar de creer? ¿Qué relaciones necesito desarrollar? ¿Qué ministerio debería tener con otros? Nuestra meta en
todos los estudios bíblicos es conocer a Jesucristo y llegar a ser como él en nuestras actitudes, pensamientos,
discurso, acciones y valores.

 Herramientas a tener en cuenta para completar un estudio bíblico efectivo:

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Discipulado

 La Biblia de estudio. Una buena Biblia para estudiar debe tener una letra suficientemente grande para
que pueda leerla por largos períodos sin que le cause dolor de cabeza el cansancio ocular. También debe tener
buen papel, para que al hacer anotaciones la tinta no se trasluzca al otro lado de la página. Los márgenes anchos
son de gran ayuda porque permiten tener espacio para hacer comentarios personales.
 Varias versiones recientes. En los últimos años hemos visto la producción de muchas nuevas traducciones
de la Biblia, de uso actual en el idioma español. Aunque cada traducción tiene sus puntos débiles, cada una hace
una contribución única para un mejor entendimiento de la Palabra. Mucha gente que anteriormente solo estaba
interesada en la versión Reina-Valera ha empezado a leer y estudiar con una Biblia de las más recientes
traducciones. El gran beneficio que puede recibir de estas versiones es compararlas unas con otras durante su
estudio. Los diferentes posibles significados y usos de una palabra pueden notarse al leer un versículo en
diferentes versiones y observar las diferencias.
 Una concordancia exhaustiva. Esta es una herramienta de suma importancia que estará empleando en el
estudio de su texto bíblico. Es un índice de las palabras de la Biblia. Algunas Biblias tienen una breve concordancia
al final, con una pequeña lista de las principales palabras y nombres. Una concordancia exhaustiva enumera el uso
de cada palabra de la Biblia y da todas las referencias donde esa palabra aparece.
 Un diccionario bíblico. Esto explica muchas de las palabras, temas, costumbres y tradiciones de la Biblia,
pero también proporciona información histórica, geográfica, cultural y arqueológica. Provee material de respaldo
de cada libro de la Biblia y breves biografías de los personajes principales de ambos testamentos. Una enciclopedia
bíblica es un diccionario bíblico ampliado, con artículos más extensos, que trata con grandes detalles mayores
temas.
 Comentarios bíblicos. Un comentario es una colección de notas explicativas e interpretaciones eruditas
del texto de un libro particular de la Biblia o sección de la Biblia. Su propósito es explicar e interpretar el
significado del mensaje bíblico mediante el análisis de las palabras que emplea y el trasfondo histórico, una
introducción al estudio de la gramática y la sintaxis, y la relación de un libro en particular con el resto de la Biblia.
Si se utiliza correctamente, un comentario puede aumentarle en gran manera su comprensión de la Biblia. Por lo
general, no debería consultar un comentario sino hasta después de que haya hecho su propio estudio. No permita
que nadie le quite el gozo de descubrir verdades bíblicas por su cuenta. Nunca consienta que la lectura de un
comentario tome el lugar de su estudio bíblico personal. Dado que los comentarios bíblicos los escriben seres
humanos, son falibles. A veces algunos comentaristas de igual capacidad discrepan de su interpretación de los
mismos textos bíblicos. La mejor manera de usarlos es comparar los hallazgos de uno con los de los autores de los
comentarios, y descubrir si ellos tienen un sólido y evangélico aprecio de las Escrituras.

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Discipulado

Lección N°5: LA HUMILDAD

En términos generales, la persona humilde tiene la virtud de conocer sus limitaciones y actúa de acuerdo con ese
conocimiento. En otras palabras, conoce bien lo que es o no es capaz de hacer. Sin embargo, en la Biblia vemos
que la humildad que debemos tener los hijos de Dios abarca más.

 La humildad en la Biblia

La biblia describe la humildad como mansedumbre, humillación y la ausencia del ego. La palabra griega
“humildad” traducida en el libro de Colosenses y en otros versículos, literalmente significa "humildad de mente":
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de
humildad, de mansedumbre, de paciencia.” (Colosenses 3:12). Entonces vemos que la humildad es una actitud
del corazón, no simplemente una conducta externa. Alguien podría tener una apariencia de humildad, pero con un
corazón lleno de orgullo y arrogancia. Jesús dijo que aquellos que son "pobres en espíritu" tendrían el reino de los
cielos (Mateo 5:3). Ser pobre en espíritu significa que sólo aquellos que admiten una ruina absoluta de la
condición espiritual, heredarán la vida eterna. Por lo tanto, la humildad es un requisito para el cristiano.

La humildad no sólo es necesaria para entrar en el reino, también es necesaria para ser grande en el reino: “Mas
entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, 27 y el que
quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo.” (Mateo 20:26-27). Aquí Jesús es nuestro modelo. Así
como Él no vino para ser servido, sino para servir, nosotros debemos comprometernos a servir a los demás,
considerando sus intereses por encima de los nuestros: “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien
con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo.” (Filipenses 2:3).

Esta actitud se opone a la ambición, vanidad y las luchas egoístas que vienen con la autojustificación y la defensa
propia. Jesús no se avergonzó por humillarse a sí mismo como un siervo (Juan 13:1-16), incluso hasta la muerte de
cruz (Filipenses 2:8). En su humildad, fue siempre obediente al Padre, y así el cristiano humilde debería estar
dispuesto a dejar de lado todo egoísmo y sujetarse en obediencia a Dios y a su palabra. La verdadera humildad
produce piedad, contentamiento y seguridad.
Dios ha prometido dar gracia a los humildes, mientras que a los soberbios los resiste (Proverbios 3:34; 1 Pedro
5:5). Por lo tanto, debemos confesar y dejar a un lado el orgullo. Si nos exaltamos a nosotros mismos, nos
colocamos en contra de Dios, quien, en Su gracia y por nuestro propio bien, nos humillara. Pero si nos humillamos,
Dios nos da más gracia y nos exalta (Lucas 14:11). Junto con Jesús, Pablo también es nuestro ejemplo de humildad.
A pesar de los grandes dones y entendimiento que había recibido, Pablo se vio a sí mismo como "el más pequeño
de los apóstoles" y el "primero de los pecadores" (1 Timoteo 1:15; 1 Corintios 15:9). Al igual que Pablo, el
verdaderamente humilde se gloriará en la gracia de Dios y en la cruz, no en la arrogancia (Filipenses 3:3-9).
 La humildad es muy poderosa y el orgullo solo un signo de debilidad. La humildad es síntoma de gente
segura y firme, por el contrario, el orgullo es síntoma de inseguridad. Por lo regular, la gente relaciona la
humildad, a lo sucio, lo poco, y lo malo. Pero la Biblia la asocia a lo bueno. La Palabra nos enseña en Proverbios
22:4 que las riquezas, la honra y la vida son la recompensa de la humildad.
La humildad es tan poderosa que pueda hacer que las riquezas lleguen a tus manos, y el orgullo es tan malo que
puede hacer que se vallan. En el mundo, hay más gente perdiendo por orgullosa que por humilde. Se necesita
humildad para vivir en lo mucho. Si eres último lugar en tu clase, seguramente no es por humilde, sino por
haragán. Cuando eres quien tiene el honor, las medallas y el reconocimiento necesitas la humildad. Si eres pobre
se requiere que resistas mientras sales adelante, pero si eres rico requieres de la humildad para soportar las
bendiciones que Dios te da. Nosotros relacionamos mal las cosas, decimos que si vives en una casa que ya se cae y
está llena de goteras se es humilde, pero en verdad, la humildad se lleva en el corazón, no en el bolsillo.
No hay quien acapare la atención de Dios si no tiene el corazón humilde. El Señor atiende al humilde. Una cosa es
que Dios te oiga y otra que te atienda. Él puede escucharte o decirte que pases adelante y atenderte por ser
humilde. Dios no atiende al orgulloso.
No puedes captar la atención de Dios peleando con Él. Puedes hacer berrinche siempre, pero Dios no te hará caso.
Siendo humilde se capta la atención de Dios. El Señor da gracia al humilde. Deja de tener orgullo, no te sirve de
nada.

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Discipulado

 La humildad es la actitud que Dios más honra; y es la que lo conmueve: “…pero miraré a aquel que es
pobre y humilde de espíritu.” (Isaías 66.2b), y lo mueve a obrar a favor del justo: “«Porque Jehová es excelso, y
atiende al humilde»” (Salmos 138.6a).
Aun la obediencia está arraigada en la humildad, ya que ningún desobediente puede ser humilde, pues se requiere
de humildad para cumplir con lo que Dios nos demanda. No obstante, debe admitirse que el humilde puede llegar
a desobedecer, pero ocasionalmente, y no por costumbre. Como dice la Escritura: “Ciertamente no hay hombre
justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” (Eclesiastés 7:20). La humildad se aprende; Jesús
dijo: “aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.” (Mateo 11:29). Humanamente no podemos ser
humildes al grado que Dios nos lo exige, como tampoco podemos ser humildes de la noche a la mañana, pues, la
humildad es fruto del Espíritu (véase Efesios 4:2 y Colosenses 3:12), y como tal, es a la medida que nos rindamos a
Él en la que Dios producirá Su fruto en nosotros. Rendirse al dominio de Dios en nuestras vidas es el equivalente a
andar en el Espíritu. Andar en el Espíritu, además de ser un mandamiento, es una decisión que deberemos tomar.
Podemos elegir caminar a nuestro «antojo» (hacer lo que nos dé la gana, satisfacer los deseos de la carne: andar
en la carne) o podemos decidir agradar a Dios, lo cual también equivale a andar en el Espíritu. Tenemos la libertad
para elegir cómo queremos andar; y la decisión que tomemos —sea cual sea— vendrá acompañada de sus
respectivas consecuencias (malas o buenas), que podrían repercutir para el resto de nuestras vidas —y en la
eternidad. Si queremos tener a Dios de nuestro lado, tendremos que aprender a ser humildes: “Porque así dijo el
Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con
el (…) humilde de espíritu (…)” (Isaías 57.15). La humildad es indispensable para servir a Dios (Hechos 20:19a),
para poder estimar a los demás y aprender a apreciar sus virtudes (Filipenses 2.3), y para aprender a sujetarse y a
estar sumisos a nuestros superiores y a nuestros semejantes (1 Pedro 5:5).
 La humildad es el temor de Dios. Esto lo menciona Isaías cuando, después de haber dicho que Dios mira al
humilde, añade: “y que tiembla a mi palabra.” (Isaías 66:2b).
El temor de Dios consiste en aborrecer todo aquello que no le agrada a Dios, obviamente: el pecado. Por ende (y
lógicamente) comprende el respeto y la reverencia que tengamos a Él y a Su Palabra —a todo lo que Dios es, y a lo
que Él dice y hace. Es un elemento clave en el proceso de nuestra santificación: “Así que, amados, puesto que
tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad
en el temor de Dios.” (2 Colosenses 7:1). Debemos evitar confundir el temor de Dios con el temor a Dios (o tener
miedo de Él o tener miedo a Él). Como ya se ha discutido, el temor de Dios estriba en aborrecer todo aquello que
le desagrada a Dios, mientras que el temor a Dios radica en evitar pecar por miedo al castigo que la práctica del
pecado conlleva en sí misma. Debemos tener en cuenta que a veces las Escrituras usa la expresión «temed a
Jehová» (véase Josué 24:14; 1 Samuel 12:24; Salmos 34:9; 1 Pedro 2:17) para también referirse al temor de Dios,
pero no en el sentido de tenerle miedo. El cristiano debe también temer a Dios, pero solo en el sentido de saber
que Él es capaz de hacer todo lo que Él dice que puede hacer, y no en relación a ser castigado. En cuanto a lo
primero Jesús dijo: “Pero os enseñaré a quién debéis temer: Temed a aquel que después de haber quitado la
vida, tiene poder de echar en el infierno; sí, os digo, a éste temed.” (Lucas 12:5; véase también Mateo 10:28). Y
en relación a lo segundo podemos decir que el cristiano le sirve a Dios basado en el amor que tiene por Él y no por
miedo para evitar que Dios lo castigue. ”En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor;
porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. (1 Juan 4.18).
En palabras más simples, cuando hemos aprendido a amar a Dios (esto es lo que el perfecto amor significa: un
amor que ha crecido y ha madurado) tenemos la confianza de que, en el día del juicio (o el día de dar cuentas a Él),
no seremos castigados, pues, en el verdadero amor (amor que Le hemos profesado; amor de hechos y no de
palabras) no existe el temor, ya que el temor (servir a Dios por miedo) lleva en sí castigo: “los cobardes (…)
tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apocalipsis 21.8). Temor es
lo que sentimos cuando hemos hecho algo que sabemos que debe ser castigado. Pero en el amor que tenemos
por Dios no existe amenaza de castigo; por ende, en el amor no hay temor. Perfeccionamos el amor cuando
pasamos de palabras a hechos; es decir, cuando cumplimos los mandamientos de Dios: cuando obedecemos. Esto
toma tiempo: es progresivo. Por eso la Biblia emplea la palabra «perfecto», que significa: completo o maduro. Por
ende, no implica que nunca fallemos. El temor de Dios es el secreto de la humildad, y la humildad es la base del
temor de Dios.

 Características de una persona humilde:

 No actúa bajo impulsos egoístas o vanidosos. Debemos analizar nuestra motivación, por qué hacemos las

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Discipulado

cosas. ¿Es para satisfacer nuestros intereses y nuestro amor propio? ¿Para sentirnos orgullosos de nosotros
mismos? Si es así, estamos actuando bajo una actitud errónea. Pidamos a Dios que nos ayude a tener los motivos
correctos (amor, interés genuino, compasión), los que reflejan su corazón. “No hagan nada por egoísmo o
vanidad.” (Filipenses 2:3a).
 Considera a los demás como superiores a sí mismo. La humildad nos lleva a tener una actitud de aprecio
y consideración para con los demás. No es que vamos a menospreciarnos o a dejar que nos pisoteen. ¡No! Pero
todo lo haremos y lo hablaremos con respeto. Trataremos a las demás personas aún mejor de lo que nos gustaría
que nos trataran a nosotros. “Más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes
mismos.” (Filipenses 2:3b).
 Tiene en cuenta los intereses y el bienestar de los demás. La humildad nos da una visión más amplia que
incluye el bienestar de las personas que nos rodean. Nos ayuda a pensar en lo que podemos hacer para ayudar y
bendecir al colectivo: la familia, los amigos, la iglesia, el vecindario, la humanidad. Nos hace sentir parte de algo
más grande y nos lleva a contribuir para el mejoramiento de la vida de los demás. “Cada uno debe velar no solo
por sus propios intereses, sino también por los intereses de los demás.” (Filipenses 2:4).
 Se esfuerza en ser más como Jesús. El humilde echa de lado sus emociones o deseos y se concentra en ser
más como Jesús. Se postra a los pies del Maestro cada día porque desea actuar y vivir de una forma que le
glorifique a él y sabe que por sus meros esfuerzos no lo logrará. Busca la unción del Espíritu Santo y recibe así la
fuerza espiritual para tomar decisiones que reflejen el carácter de Cristo. “La actitud de ustedes debe ser como la
de Cristo Jesús.” (Filipenses 2:5).
 No se aferra a sus derechos, posesiones o títulos. Jesús era Dios, pero no trataba a los demás desde una
posición de superioridad. Él escogió "echar de lado" su naturaleza divina y venir como humano, se identificó con
nuestras necesidades y con nuestra fragilidad. Él no hacía reclamos lleno de orgullo, todo lo contrario. Mostraba
un interés genuino en los demás y su corazón estaba lleno de amor, siempre dispuesto a servir a los que les
rodeaban. Nosotros debemos hacer lo mismo. “La actitud de ustedes debe ser como la de Cristo Jesús, quien,
siendo por naturaleza Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse.” (Filipenses 2:5-6).
 Se identifica con los demás y muestra empatía. Jesús, aun siendo Dios, escogió voluntariamente venir en
forma de hombre, rebajarse y ser semejante a nosotros. Él se identificó con nuestras luchas, nuestras necesidades
diarias, los anhelos que brotan de nuestro corazón. La persona humilde debe identificarse con las necesidades y
anhelos de aquellos que le rodean. Debe verles como iguales y estimarlas como se estima a sí misma. “Por el
contrario, se rebajó voluntariamente, tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres
humanos.” (Filipenses 2:7).
 Obedece a Dios siempre. Jesús estuvo dispuesto a obedecer al Padre hasta la muerte. Esa es una de las
muestras más claras de la humildad: la obediencia a Dios. Cuando obedecemos, le decimos a Dios «yo sé que tú
sabes lo que haces y que, tarde o temprano, esto resultará para mi bien». La obediencia refleja confianza total en
el amor, la bondad y la fidelidad de Dios. “Y, al manifestarse como hombre, se humilló a sí mismo y se hizo
obediente hasta la muerte, ¡y muerte de cruz!” (Filipenses 2:8).
 Espera a que Dios lo exalte. Jesús sirvió a las personas por amor. No era un canje buscando recibir la
exaltación de los hombres, o medallas y premios. Hacía todo por obediencia a Dios, sabiendo que recibiría su
recompensa directamente del Padre. Y así fue. Dios lo exaltó hasta lo sumo.
La exaltación que viene de Dios es eterna y es mucho más grande que la que cualquier ser humano nos pueda
ofrecer. La persona que tiene un corazón humilde como el de Jesús descansa en la certeza de que el premio que
recibirá por parte de Dios será más que suficiente. “Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre
que está sobre todo nombre.” (Filipenses 2:9).

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Discipulado

Lección N° 6: LA SUMISIÓN

La palabra sumisión se traduce de la palabra griega Hupotasso. “Hupo” significa debajo y “tasso” significa
organizar. También se traduce como sujeto o sujeción. Según esta traducción el significado sería: poner debajo,
estar sujeto, o estar bajo la obediencia de.

La enseñanza bíblica sobre la sumisión se centra primeramente en el espíritu con el cual vemos a las demás
personas. La escritura no intenta establecer una serie de relaciones jerárquicas, sino comunicarnos una actitud
interna de mutua sujeción. “Someteos unos a otros en el temor de Dios.” (Efesios 5:21) es un mandato y es la
manera como la vida cristiana se debe vivir.
¿Qué sucedería si cada quien decide no someterse a las autoridades? ¿Si Los alumnos no quieren someterse a los
maestros? ¿Los colaboradores a sus supervisores? ¿Los ciudadanos a las autoridades gubernamentales? Pero aún
más serio, en el marco de la familia, ¿Qué sucedería si los hijos no se someten a los padres? ¿Si la esposa no se
somete a su esposo?
Piensa por un momento el caos que esto sería o en la anarquía que se viviría. Realmente hoy en día estamos
sufriendo los estragos de la falta de sumisión y es que este concepto en este tiempo suena a ofensa, porque se ha
malinterpretado, es sinónimo de debilidad, humillación, inferioridad, opresión, despojo de la personalidad, bajo
autoestima, etc. La sumisión ha sido tergiversada porque las autoridades puestas por Dios han abusado de su
liderazgo.
Dios mismo creó este concepto de sumisión. Estuvo en Su mente desde un principio y lo ha modelado en la
persona de Su Hijo Jesucristo quien se sujetó al Padre (Juan 6:38; Lucas 22:42). Él es el modelo de la vida cristiana
(Filipenses 2:5-11). Dios estableció un orden en Su iglesia, en el hogar, en el gobierno, trabajo etc. Todo el mundo
tiene que estar bajo la sumisión a una o más autoridades humanas en sus vidas (1 Pedro 2:13). Se basa en el amor
y realmente lo que trae es armonía en vez de desorden y caos. De eso se trata, de orden, para nuestro propio
bien y para protección.
El punto central para la comprensión bíblica de la sumisión es: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” (Marcos 8:34)
Generalmente, nos sentimos cómodos con expresiones como satisfacción personal y realización personal, que
como un pensamiento de renuncia. La enseñanza de Jesús sobre el renunciamiento es lo único que genuinamente
puede traer la satisfacción personal y la realización personal. El hecho de negarnos a nosotros mismos no significa
la pérdida de nuestra identidad como suponen algunos. Ni el señor Jesucristo, ni el apóstol Pablo perdieron su
identidad, al contrario, ellos hallaron su identidad en el acto de renunciamiento.

 La sumisión según la enseñanza de Jesús:

La enseñanza radical de Jesús, fue el cambio que hizo de la idea contemporánea de grandeza. El liderazgo, se trata
de llegar uno a ser siervo de todos .El poder se descubre en la sumisión.
El símbolo supremo de esta radical servidumbre en la cruz (Filipenses 2:8). La vida de Jesús fue una "vida de cruz",
de "sumisión" y de "servicio". Eso abolió el reclamo de una posición y una condición de privilegio. Eso creó un
nuevo orden de liderazgo. Jesús llamó a sus seguidores a una vida de cruz (Mateo 8:34; 9:35; Juan 13:15).
 La autoridad de Cristo es suprema. Siempre que pongamos algún tipo de condición para la obediencia y la
sumisión, estamos negando completamente nuestra confianza en Cristo y Su Señorío (Lucas 14:26,27). Cualquier
cosa menos que una sumisión gozosa es una negación a la autoridad, amor y sabiduría supremas de Dios, y de la
muerte a nosotros mismos (una persona muerta a sí misma no tiene problemas en obedecer).
 Cristo gobierna hoy por medio de autoridades delegadas. Toda autoridad viene de Dios (Romanos 13.1-
5) y Él confiere esa autoridad a quienes Él escoge (Efesios 4.11, 12). Nuestra actitud hacia la autoridad de ellos
(sumisión) refleja nuestra actitud verdadera hacia la autoridad de Dios.
 Nosotros recibimos autoridad por medio de la sumisión. Nuestra autoridad está determinada por aquella
a la cual estamos sujetos (Lucas 7:8), y ello resume las bases escriturales para toda autoridad verdadera: una
persona que no está en sumisión, no tiene derecho a ejercer autoridad (Eclesiastés 5:8, Efesios 5:21).
Cuando rehusamos someternos a los que tienen autoridad sobre nosotros, perdemos nuestra autoridad (3 Juan
9:11; 2 Tesalonicenses 3:14). La salvedad a esto es cuando las autoridades mandan algo que es contrario a lo que
dice la Palabra (Hechos 4.19; Hechos 5:29; 1 Juan 4:1).
 Los discípulos ejercen su autoridad por medio del servicio. (Marcos 10:42-45). El servicio es la expresión

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Discipulado

más elevada de la autoridad, no el autoritarismo (Juan 15:12; Filipenses 2:7; Juan 13:15). La motivación de los
discípulos es el amor (1 Corintios 13.1-3). Coloca el bienestar de los otros por encima del propio (Juan 13:35).

Cuando las personas comienzan a moverse hacia el mundo espiritual, ven que Jesús enseña un concepto de
autoridad que va completamente contra el pensamiento de los sistemas del mundo. Llegan a percibir que esa
autoridad no reside en las posiciones, ni en los grados, ni en los títulos, ni en ningún símbolo externo.
El método de Cristo va en una dirección completamente distinta: es el método de la AUTORİDAD ESPİRİTUAL.
La persona que tiene autoridad espiritual puede tener una posición externa de autoridad, o puede no tenerla; esto
tampoco establece ninguna diferencia. La autoridad espiritual se caracteriza por la compasión y el poder. Los que
andan en el espíritu pueden identificar inmediatamente. Saben, sin ningún tipo de duda, que la sumisión se debe a
la palabra que se ha dado con autoridad espiritual.

 Los límites de la sumisión

Los límites de la sumisión están en los puntos en que se vuelve destructivo. Es entonces, cuando llega a ser una
negación de la ley del amor tal como la enseñó Jesús y una afrenta a la genuina sumisión bíblica (Mateo 5-6-7;
22:37-39).
Por ejemplo Pedro llamó a los cristianos a la sumisión al estado (1 Pedro 2:13-14). El gobierno ordenó a la iglesia
naciente que dejará de proclamar a Cristo, Pedro contestó: “No podemos dejar de decir lo que hemos visto y
oído” (Hechos 5:29).
¿Se estaban oponiendo estos hombres a su propio principio de renuncia y sumisión? No. Ellos simplemente
entendieron que la sumisión llega al límite de sus fuerzas cuando se vuelve destructiva. De hecho, ilustraron la
subordinación "revolucionaria " al negarse mansamente a obedecer un mandamiento destructivo y estar
dispuesto a sufrir las consecuencias. No existe nada que se le llame la ley de la sumisión, que cubre toda situación.
Con frecuencia es sumamente difícil definir cuáles son los límites de la sumisión. Sin lugar a dudas al definir los
límites de la sumisión tenemos que depender profundamente del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es un agudo discernidor de los pensamientos y de las intenciones del corazón, tanto en las demás
personas como en nosotros. El será para nosotros un maestro y profeta que estará presente y nos instruirá en lo
que debemos hacer en cada situación.

 Actos de sumisión

La sumisión y el servicio funcionan de manera concurrente. Existen cuatro actos de sumisión:


 Sumisión al Dios trino: En el comienzo del día esperamos delante del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo,
rendidos y tranquilos a los propósitos de Él.
 Sumisión a la Biblia: Nos entregamos primero, a oír la palabra de Dios; segundo, a recibirla y tercero, a
obedecerla. Volvemos la mirada al Espíritu quién inspiró las escrituras, para que el Espíritu Santo, viva con
nosotros a través del día.
 Sumisión a la comunidad de creyentes, el cuerpo de Cristo: si hay trabajos que deben cumplirse y tareas
que deben realizarse, debemos considerarlos como invitación de Dios para la vida de cruz. Debemos
aprovechar las oportunidades espontáneas para cumplir pequeñas tareas de servicio.
 Sumisión al mundo: no podemos vivir aisladamente. Nuestro acto de sumisión en este sentido es una
determinación a vivir como miembros responsables de un mundo que cada vez es más irresponsable.

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Discipulado

Lección N° 7: EL SERVICIO

“EL SERVİR A DİOS, NO ES UNA OBLİGACİÓN SİNO UN PRİVİLEGİO"

La palabra servicio viene de la raíz griega “diakonia” que significa, uno que se esfuerza en beneficio a los demás.
También es aquel que presta algún beneficio para ayudar a los demás al ejercer el llamado de Dios.

Cuando Jesús reunió a sus discípulos para la última cena, entre ellos había una discusión sobre quién era el mayor.
Esto no era nada nuevo para ellos (Lucas 9:46). Cuando se reunieron en la fiesta de la pascua, los discípulos
estaban perfectamente conscientes de que alguno debía lavar los pies de los demás. El problema estaba en que
los únicos que lavaban los pies eran los menores. Así que se sentaron, con los pies cubiertos de polvo.
Ninguno quería ser considerado el menor, entonces Jesús tomó una toalla y una vasija con agua y así volvió a
definir la grandeza, habiendo vivido la condición de siervo delante de ellos es que los llamó a una vida de servicio
(Juan 13:14,15; Mateo 20:25-28).
Jesús no vino a ser servido sino a servir. Nos enseñó que servir no es de sirvientes sino de señores. Si todos
comprendiéramos el poder del servicio, nuestra situación familiar y laboral sería mejor; es más, seguramente
nuestra nación sería mejor. No podremos ser perfectos como Jesús, pero podríamos imitarlo con nuestro servicio.

 Características del verdadero servicio:

 Procede de nuestra relación con Dios. No se produce a través del esfuerzo humano.
 No distingue servicio pequeño o grande. Indiscriminadamente acepta con gusto todas las oportunidades
de servir. No se impresiona con lo grande.
 Se contenta con quedar escondido ya que la aprobación divina es completamente suficiente y no exige
recompensas.
 No discrimina en su ministerio. Es servidor de todos. No escoge a quien servir.
 Sirve simplemente cuando hay una necesidad. Sabe que “el deseo de servir" es a menudo un obstáculo
para el verdadero servicio, en cambio, disciplina los sentimientos. No está afectado por las disposiciones
de ánimo y por los caprichos, es decir, no sirve cuando "siente el deseo de servir".
 Es un estilo de vida. Brota espontáneamente para satisfacer la necesidad humana y no presta un servicio
temporal.

 Motivos Para Servir a Dios:

 Por amor: Debemos servir con un corazón lleno de amor hacia el Señor y hacia los hombres. No buscando
sacar provecho del ministerio. El hacer que nos vean o que nos note alguna persona en específico no es una
motivación correcta para servir a Dios. Debemos de servir por amor porque Dios nos amó primero. Hacerlo para
que Él reciba toda la gloria. A Dios no le interesa que nosotros sirvamos para hacer amigos o para salir con ellos
después del servicio. Le interesa un corazón interesado en hacer Su voluntad por amor a Él.
 Por agradecimiento: Cuando alguien está agradecido por algo que hicieron por él busca alguna manera de
devolver el favor. ¿Por qué deberíamos estar agradecidos con Dios? Porque dio su vida por nosotros. Nada ni
nadie podría darnos lo que Él hizo. “Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y
mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia”. (Hebreos 12:28). Hay ocasiones en las que
se pide apoyar a cierta hora en la iglesia. Una vez se requería apoyo a una hora determinada y fue triste ver que
solamente había 3 personas que llegaron puntualmente a servir; los demás iban llegando conforme el tiempo iba
pasando. En otra ocasión las mujeres buscaron apoyar a los hombres para servir y llevaron algo de comida para
compartir con ellos. En ese momento sí hubo más hombres sirviendo. Pero nuestra motivación no debe ser un
poco de comida.
Muchas veces las personas no sirven porque hay un corazón frío que no ha entendido lo que Dios ha hecho por él.
No te importa servir. Ves a los demás haciendo cosas para Dios y tú estás pensando en la hora de irte de la iglesia

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Discipulado

para pasar tiempo haciendo otras cosas. Es una bendición pasar tiempo con los hermanos conviviendo, pero es
importante destinar un tiempo para servir en lo que se necesita.
 Porque es Su voluntad: Nosotros tenemos la oportunidad de escuchar la voz de Dios y servirle en lo que Él
quiere que sirvamos. No debemos buscar servir solo en cosas que nos gustan o con las que nos sentimos cómodos.
Busquemos apoyar con nuestro servicio en donde Dios nos ponga según Su Voluntad. Servir en evangelismo, en
grupos en casa.

 Mi lugar en el cuerpo de Cristo

No te limites a lo que ya sabes. Dios capacita a los llamados, no llama a los capacitados.
En lo que se necesite. En cualquier iglesia hay muchas áreas en donde podemos servir. Es bueno servir en lo que
nos gusta o en lo que somos buenos. Pero si vemos que en otra área están ocupando ayuda debes de aprender a
hacer tus deseos a un lado y apoyar en lo que sea que el cuerpo de Cristo esté necesitando ayuda. Aun siendo un
profesionista no dejas de ser parte del cuerpo de Cristo. No te limites a lo que ya sabes. Dios capacita a los
llamados, no llama a los capacitados.

 La actitud correcta durante nuestro servicio

 Compromiso: Si tienes un talento, explótalo para Dios. La mayoría no trabajamos en una iglesia tiempo
completo, sino que tenemos un trabajo aparte. Buscamos tener superación en nuestro trabajo, pero ¿por qué
nuestro empeño en el trabajo es más grande que nuestro empeño en el servicio en el cuerpo de Cristo? ¿Por qué
en el trabajo acostumbramos y nos preocupamos por llegar a tiempo? Porque en ese trabajo nos pagan por
dinero. Al parecer no hemos entendido que nuestro servicio en la iglesia fue pagado por adelantado. Fue pagado
en esa cruz y se nos entregó sin si quiera saber que estaba ahí para nosotros. Comprométete a llegar a tiempo al
servicio que estás haciendo para Dios. Es un privilegio que Dios nos da. Tenemos un puesto en la casa de Dios, y lo
desperdiciamos haciéndolo de forma mediocre, sin hacerlo de corazón o haciéndolo solo para alguien o por
cumplir.
 Fidelidad: Al momento de decidir la fidelidad creamos un lazo con la iglesia en la que estamos, echamos
raíces y crecemos. Muchas veces te cansas de servir sin que alguien te reconozca, o llevas años pidiéndole a Dios
que te ponga al frente del grupo de alabanza porque quieres cantar, tal vez no cantas bien. Y después andamos
saltando de iglesia en iglesia buscando reconocimiento de los demás. Mejor ríndete a Dios y sirve de corazón.
 Humildad: Tenemos que ser humildes de todo corazón. Servir sin buscar darnos a notar o que alguien nos
felicite. Las personas con las que servimos o nos juntamos son cruciales para formar nuestra actitud para servir. Si
ellos no te apoyan y le restan importancia a tu servicio no te va a ayudar para ir a servir con gozo sino con
remordimiento de que podrías estar haciendo algo con ellos. “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los
holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor
que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.” (1 Samuel 15:22).
 Sin vanagloria: Pensamos que al servir en 10 ministerios nos volvemos santos o somos más que los otros,
pero que tú sirvas no es garantía de que tengas una verdadera relación con Dios. Nosotros debemos estar
buscando nuestra santidad continuamente recordando que la gloria siempre debe de ser para Dios. “Considerad a
aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta
desmayar.” (Hebreos 12:3).

Busca hacer cosas nuevas para el Señor, pero no te consideres el único que puede hacerlo
El servicio que está motivado por la obligación respira muerte. El servicio que fluye de nuestra
personalidad interna produce vida, gozo y paz. El Cristo resucitado nos llama al ministerio de la toalla.

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Discipulado

Lección N° 8: El Llamado de Dios

 ¿Qué es llamado?

Es el destino que Dios tiene para nuestras vidas. “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de
mi madre, y me llamó por su gracia.” (Gálatas 1:15).
Viene del término griego: “kaleo” y se usa para provocar o invitar. Otros sinónimos son; potencial, pasión,
voluntad de Dios. Por tanto podemos afirmar que el llamado es la invitación que Dios nos hace para que vivamos
según su voluntad en nuestras vidas, desarrollando el potencial que hay en nosotros.

IMPORTANTE:
Si usted no es feliz haciendo lo que hace, esto significa que lo que está haciendo no es su llamado, su llamado está
relacionado con su pasión.
Ejemplo: cuando el llamado de un creyente es la música, su pasión, su anhelo y su deseo serán cantar o tacar un
instrumento para alabar y adorar a Dios; por tanto, este es su llamado. Por el contrario, nunca estaremos
conformes haciendo otra cosa que no sea la voluntad de Dios para nuestras vidas, es esta la razón por la cual
vemos a muchos hombres y mujeres de Dios frustrados e insatisfechos haciendo algo para lo que no han nacido.

Muchas veces nos preguntamos cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas. ¿Existe realmente tal cosa como
«el llamado» o es algo inventado en los púlpitos? La voluntad de Dios puede ser analizada desde dos perspectivas:

 La voluntad general de Dios: Ésta es aquella que es igual para todos los creyentes, y la podemos encontrar
expresada directamente en la Biblia. Ahí no vas a leer que, por tu nombre, Dios te llama a hacer algo específico. En
la palabra de Dios encontramos tareas generales que tenemos que cumplir todos por el simple hecho de ser sus
hijos. Por ejemplo, tenemos como principal comisión la conocida «gran comisión», que nos envía a ir y hacer
discípulos. Esto no es para algunos miembros particulares de la iglesia, sino para todos. Así sucede con la voluntad
general del Señor; aplica a todos aquellos que quieren seguirle.
 La voluntad específica de Dios: Ésta es la segunda manera en que se manifiesta la voluntad de Dios, y es
aquella que apunta a cosas individuales y personales para cada uno de los creyentes y no podemos encontrarla en
la Biblia, en este caso, La forma en que Dios nos la hace conocer es por medio del Espíritu Santo. Él es quien nos
mueve y nos hace entender qué propósito específico tiene el Señor para nosotros, como miembros del cuerpo de
Cristo. Él es el que nos ayuda a descubrir cuáles son nuestros dones y talentos, y nos marca el camino sobre el cual
podemos ir usándolos. En definitiva, la voluntad específica es lo que habitualmente conocemos como «llamado».

Antes de seguir adelante, es importante aclarar que los dos aspectos de la voluntad de Dios van de la mano. No
puedes decir que el Espíritu Santo te habló y te dijo que vayas a robar un banco, porque ese «llamado» se
opondría a la voluntad general de Dios, que como vimos se manifiesta en su palabra. Si tu llamado no está de
acuerdo a lo que la Biblia indica, entonces te sugeriría que empieces a prestar más atención a qué voz estás
escuchando, porque sin dudas que no es la del Espíritu Santo.

 Cómo conocer tu llamado y entender cuál es el propósito de Dios para tu vida

Es fundamental que tengamos una comunión constante con Él, para que el Espíritu Santo crezca en tu interior, y
así pueda mostrártelo. “Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio
de Dios, que por medio de sus profetas ya había prometido en las sagradas Escrituras. […] Por medio de él
[Jesús], y en honor a su nombre, recibimos el don apostólico para persuadir a todas las naciones que obedezcan
a la fe. Entre ellas están incluidos también ustedes, a quienes Jesucristo ha llamado.” (Romanos 1:1,2-5,6 - NVI).
A partir de este pasaje de romanos principalmente, y haciendo uso de algunas pasajes más, vamos a tocar una
serie de puntos que son importantes para cumplir con el propósito que Dios tiene para nosotros.
 Conocer tu llamado: Para poder cumplir con la voluntad específica de Dios en tu vida, es fundamental que
puedas conocerla y tenerla bien clara. ¡Esto es importantísimo! Pablo lo tenía muy en claro. No sé cuántas veces
anuncia cuál es su llamado a lo largo de la Biblia, pero te aseguro que son muchas; basta con revisar solamente los
saludos de cada una de sus cartas para dar cuenta de esto. Él había sido llamado a ser apóstol, para anunciar el

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Discipulado

evangelio de Dios a los gentiles. Podía vivir totalmente comprometido con esa misión porque la tenía
completamente clara.
 Entender quién te llama: Pablo no dudaba respecto a esto. Su llamado lo recibió de parte de Jesús, al igual
que sucedió con todos los apóstoles. Y si analizamos el final del versículo 6, nos vamos a dar cuenta de algo más:
¡Jesús es quien llama a todos los creyentes!
 Entender para qué te está llamando: En la NVI no queda tan claro, como sí en otras versiones, como la
NTV o la PDT. Pablo entendía que su llamado no era para gloriarse a sí mismo, sino para honrar a Cristo. Es para
eso que él se esforzó en cumplir con esta tarea que se le dio, ya que si a alguien se le da un encargo, se espera que
sea digno de confianza (1 Corintios 4:2).
 Entender que es una obligación: No tiene que ser causa de orgullo el cumplir con nuestro llamado, porque
la realidad es que estamos obligados a cumplirlo. Cuando aceptamos a Jesús como salvador, pasamos a ser sus
siervos, y como tales tenemos que obedecer sus mandatos. ¿Qué sería de nosotros si no obedeciéramos al Señor?
Así lo entendía Pablo en 1 Corintios 9:16.
 Entender que estás predestinado para eso: Dios planeó tu llamado y el propósito de tu vida incluso desde
antes de que nacieras. Esto lo podemos entender cuando analizamos el llamado de Jeremías. Puedes reemplazar
“profeta para las naciones” con aquello para lo que Dios te llamó: “Antes de formarte en el vientre, ya te había
elegido; antes de que nacieras, ya te había apartado; te había nombrado profeta para las naciones”. (Jeremías
1:5 - NVI)

Para concluir, vamos a analizar algo fundamental para cumplir con nuestro llamado: ¡no estamos solos! Por
supuesto que, en primer lugar, está Jesús con nosotros, ya que prometió acompañarnos en cada momento de
nuestras vidas. Pero, además del Señor, también tenemos una iglesia que nos acompaña en nuestro llamado de
dos maneras:
1. El llamado compartido: Esto apunta a aquellos hermanos que tienen el mismo llamado que nosotros, y
que nos van a acompañar en nuestro llamado. Dependiendo de cuál sea, esto puede llegar a ser importante a la
hora de elegir con quién casarnos. Si volvemos al ejemplo de Pablo, él encontró compañeros de ministerio como
Bernabé, Silas, Apolos, etc. Todos ellos compartían el mismo propósito de parte de Dios, y por eso se dedicaron a
apoyarse unos a otros.
2. El llamado colaborativo: Esto tiene que ver cuando otros hermanos no tienen nuestro mismo llamado,
pero aun así se disponen a ayudarnos. Esta era la finalidad con la que Pablo les escribía a los romanos. Él iba a
necesitar provisiones para su viaje a España, y por eso les escribe solicitándoles que lo acompañen en su llamado,
en este caso con ayuda material.

 ¿Cómo podríamos describir a una persona que tiene el llamado de Dios?

Jeremías lo describe como un fuego que está metido en sus huesos, como una pasión que no lo dejaba dormir ni
estar tranquilo hasta que no hace algo por su llamado. Así mismo le ocurre a cualquier persona que tiene un
llamado de Dios, siente un fuerte deseo, una fuerte pasión o un fuego, que si no hace algo al respecto siente que
se muere. “Y dije: No me acordaré más de él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón
como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de resistirlo, y no pude.” (Jeremías 20:9).

 Tipos de llamados:
 Llamado general: es aquel que debe tener todo cristiano; es la voluntad de Dios para todo su pueblo, para
llevar a cabo sus planes y propósitos. Tales como: evangelizar, interceder, servir, etc. Todos los creyentes estamos
llamados a hacer todas estas cosas, pero no necesariamente son nuestro llamado personal. El llamado general en
el Señor es hacer cualquier cosa dentro y fuera de la Iglesia.
 El llamado especial: es la voluntad especial de Dios para un creyente, en la cual se le da unción, autoridad
y habilidades especiales para cumplirlas. Cuando hemos fracasado en cumplir el llamado general de Dios no se nos
puede dar el llamado especial, si usted no sabe cantar en el baño, Dios no lo pondrá en el altar.
Cada creyente debe empezar haciendo y cumpliendo la voluntad y el llamado general de Dios, y cuando es fiel en
esto, entonces Dios le va a mostrar su llamado especial
 Llamado específico: es el llamado que Dios nos hace para servirle en un área específica. Este va más allá
de los dos primeros llamados, porque no sólo debimos haber cumplido con el llamado general, sino, con el
llamado especial para que luego se nos dé el llamado especifico.

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Discipulado

Lección N°9: LA ADORACIÓN

Nuestra adoración está centrada en Cristo. La adoración se convirtió en un asunto del corazón (no
acciones externas), dirigido por la verdad, no la ceremonia.

 ¿Qué es la adoración?

La adoración es “honor tributado a un ser superior.” Esto significa: Rendir homenaje, honor, reverencia, respeto,
adoración, alabanza, gloria a un ser superior. En las Escrituras, la palabra se utiliza indistintamente para referirse
al homenaje dado a los ídolos, las cosas materiales, o al Dios verdadero. Así que la palabra en sí no es una palabra
sagrada, sólo describe el honor otorgado a un ser superior.
Si tuviéramos que definir el término “adoración” podríamos decir que es “el medio a través del cual proclamamos,
resaltamos las cualidades y las obras de nuestro Dios mientras entramos en su presencia para ser cambiados más a
la imagen de Cristo.”
Esencialmente, entonces, la adoración es dar, dar honor y respeto a Dios. Cuando nos reunimos para adorar al
Señor, nuestro objetivo es estar en darle a Él, no conseguir de él. La adoración es un ardiente deseo de dar a Dios,
y que implica la entrega de nosotros mismos, nuestras actitudes del corazón, y nuestras posesiones.

 SHACHAH: Viene del hebreo y habla de algo profundo que viene del alma. Es totalmente interna del alma,
es decir espiritual con un profundo entorno de santidad, entendimiento, conciencia, razonamiento, es por eso que
es tan difícil encontrar adoradores que adoren a Dios en espíritu y en verdad. Es un acto externo motivado por un
sentimiento interno. No es lo que se recibe, ¡sino más bien lo que se le da a Dios!
 PROSKUNEO: Viene del griego y significa: doblegarse y postrarse ante la presencia de alguien y besarlo
(besar sus pies).

Los términos en hebreo y griego que son traducidos en nuestras biblias castellanas como “adoración” y/o “adorar”
también se pueden entender como “temer, buscar, servir, inclinarse y ministrar”.
Adorar no es una ceremonia litúrgica es decir un servicio público, sino un acto del ser interior.
La verdadera adoración es agradar a Dios, se da cuando te entregas completamente a él, demostrando la esencia
de la adoración en sacrificio vivo, a este acto se le llama de diversas maneras: consagración, que Cristo sea el
Señor de toda tu vida, tomar la cruz, morir el yo, ponerse en manos del Espíritu Santo, lo que importa es lo que se
haga con el corazón, no como se le llame. Dios quiere tu vida totalmente.

 Adorar en espíritu y en verdad:

Uno de los propósitos de la iglesia de Cristo es adorar. La iglesia se reúne para adorar a Dios, mientras oran,
cantan, viven, adoran a Dios, en fin, toda acción de la iglesia dentro o fuera de la congregación, tiene un solo
propósito: Adorar.

Hay un tipo de persona que Dios está buscando en toda la tierra: adoradores que adoren en espíritu y en verdad.
“Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad;
porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y
en verdad es necesario que adoren.” (Juan 4:23,24).
La palabra “es necesario”, es decir, no es opcional sino imprescindible, adorar “en espíritu”; es indispensable,
obligatorio, esencial. Cualquier otro tipo de adoración es inaceptable.

La palabra “espíritu” no se refiere aquí a la tercera persona de la trinidad, sino al espíritu humano, tiene que ver
con la actitud y maneras que se muestra en la adoración, que es de lo interior de la persona, la mente, el ánimo
del alma.
Adorar a Dios con una mente sincera; con el sencillo ofrecimiento de gratitud y oración; con un deseo de
glorificarlo, sin derroche y esplendor externo. La adoración espiritual es esa donde el corazón es ofrecido a Dios y
donde no se depende de formas externas para que sea aceptada.

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Discipulado

La palabra “verdad” significa “conforme a la verdad”. ¿La verdad de quién? La verdad de Dios. Y ¿Dónde se
encuentra la verdad de Dios? “Tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Una adoración a Dios en verdad significa que
nuestra adoración está correctamente informada. Cuando adoramos en verdad, nos colocamos en el centro de la
realidad sobre quién es Él, el conocimiento de lo que ha hecho y la confianza de lo que ha dicho.

Para poder adorar a Dios en espíritu y verdad necesariamente incluye amarlo con todo nuestro corazón, toda
nuestra alma y toda nuestra mente. “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda
tu mente”. Este es el primer mandamiento y el más importante.” (Mateo 22:37,38).
Porque nuestro espíritu es todo lo que somos: nuestro corazón, nuestra alma y nuestra mente.
Esa parte inmaterial de nosotros que cubre nuestras emociones, nuestro carácter y nuestros pensamientos. Por lo
tanto, una adoración como Jesús la describió requiere una sintonía y armonización de todo lo que somos dirigido a
un solo propósito: agradarlo a Él con todos los aspectos de quiénes somos.

 Maneras de expresar adoración

A pesar de la verdad indiscutible de que todos los creyentes deben ser adoradores, tiende a existir en las iglesias
cristianas confusión con respecto a lo que significa ser un adorador. Muchos se equivocan al pensar que adorar es
cantar y que adoración es, necesariamente, sinónimo de música, y viceversa. Como veremos a continuación la
música es solamente una forma entre las muchas que existen de adorar a Dios:
 Adorar por medio de la oración: La oración más conocida en la Biblia es el Padre Nuestro y es el modelo
que Jesús nos enseñó para dirigirnos al Padre. Esta oración muchas veces expresa adoración y nos ayuda a pensar
más en Dios en lugar de hacer de la oración tan sólo una lista de peticiones (Mateo 6:9-14; Colosenses 4:2).
 Adorar por medio de la lectura bíblica: Hay un sin fin de pasajes bíblicos que expresan adoración cuyas
palabras podemos usar en nuestra adoración como Salmos 117 y 121 o Apocalipsis 4 y 5, entre otros.
 Adorar por medio de la obediencia: Cuando una persona obedece los mandamientos de Dios, le está
dando honra y reverencia. La obediencia en nuestra vida cotidiana agrada a Dios más que cualquier ritual: “Mas le
agrada al Señor que se le obedezca, y no que se le ofrezcan sacrificios y holocaustos; vale más obedecerlo y
prestarle atención que ofrecerle sacrificios y grasa de carneros.” (1 Samuel 15:22 - DHH).
 Adorar por medio de los diezmos y las ofrendas: Los diezmos y ofrendas de los creyentes siempre indican
el reconocimiento de su Señorío y muestran una actitud de disposición y entrega a Dios. Claramente es una
manera de adorarle (Génesis 28:22, Mateo 21:1-4).
 Adorar por medio de la confraternidad: El amor entre los hermanos cristianos es una señal al mundo de
que hay un pueblo que adora a Dios. Jesús dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis
amor los unos con los otros.” (Juan 13:35).
 Adorar por medio del evangelismo: Una de las tareas que Cristo nos encomendó es la de evangelizar a los
perdidos, fue su misión y es la de sus seguidores también: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la
tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos
procedan al arrepentimiento.” (2 Pedro 3:9 y 2 Corintios 5:18-20).
 Adorar por medio del servicio compasivo: El creyente honra a Dios cuando sirve con compasión a los que
pasan por alguna necesidad (Mateo 25:34).
 Adorar por medio de una actitud de gratitud: La gratitud a Dios, también es una forma de adorarle pues
es el reconocimiento de su grandeza y amor. Puede ser expresada públicamente como acción de gracias, pero lo
realmente importante es la actitud (Salmos 103:1-5, 34:1-3).
 Adorar por medio de la sumisión al Cristo: Rendirse completamente a Cristo, es la clave para ser un
genuino adorador. Esta sumisión permite que Dios obre libremente en nosotros purificando nuestros corazones:
“Que Dios mismo, el Dios de paz, los santifique por completo y conserve todo su ser, espíritu, alma y cuerpo
irreprochable para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” (1 Tesalonicenses 5:23 - NVI).
 Adorar por medio de la consagración: Dios quiere que sus hijos se involucren en la expansión de su Reino,
impactando a otros, por medio de una vida de entrega y servicio. Muchos cometen el error de querer servir en un
ministerio de la iglesia sin antes aprender a ser buenos adoradores. Por ejemplo, quienes dirigen los tiempos de
alabanza en las reuniones, tienen que ser buenos músicos, pero, aún más importante, es que sean genuinos
adoradores (Deuteronomio 10:8, Juan 4:21-24).

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Discipulado

Como vemos la adoración verdadera reside en lo íntimo del corazón del cristiano. Fluye naturalmente cuando hay
una actitud de sumisión humilde ante nuestro Creador y Señor, una actitud de agradecimiento por habernos
rescatado del pecado, un profundo amor por habernos amado con su amor eterno y un deseo apasionado de
servirle con toda nuestra vida en obediencia a su llamado. La verdadera adoración resulta naturalmente en una
vida de santidad y servicio.

 ¿Qué elementos incluye la adoración?

 La adoración es una vía de comunicación mutua establecida por la gracia de Dios (Hebreos 10:19-22). El
creyente tiene libre acceso al Padre Celestial gracias a la obra realizada por Jesucristo en la cruz. La adoración
empieza con una actitud de humildad ante Dios; sigue con una confesión de nuestra dependencia total, buscando
su perdón; luego con una proclamación de su señorío y grandeza, pidiendo su ayuda para saber y hacer su
voluntad en nuestras vidas, según la guía de su Santo Espíritu; y termina con un compromiso y consagración de
parte del creyente para obedecer y honrar a Dios con todo su ser. El mejor modelo de adoración se encuentra en
el “Padre Nuestro” (Mateo 6:9-13).
 La adoración no es tan solo el segmento musical que hay en una reunión sino que está presente en
todos los momentos del diario vivir. La adoración auténtica no es un acto religioso y no se limita a rituales o
ceremonias. La adoración no ocurre solamente dentro del templo, no depende de un lugar, sino que la adoración
debe impregnar todo lo que el cristiano piensa, dice, hace y siente. La adoración incluye una actitud de gratitud a
Dios por su bendición de dar vida y salud.
 La adoración incluye palabras que expresan gran gozo por recuerdos de lo que hizo Dios por nosotros en
tiempos pasados. La adoración incluye los momentos de reflexión privada en los que el hombre y la mujer
aprecian la revelación de Dios por medio de su creación. La adoración incluye el reconocimiento de la suficiencia
de Dios y la dependencia nuestra en el tiempo de oración. Todo lo mencionado no es una actividad sólo del culto
en el día domingo. La adoración, es muchísimo más. Es un estilo de vida.
 La adoración congregacional es de suma importancia. Uno de los más grandes acontecimientos en la vida
del ser humano es experimentar la presencia de Dios manifiesta en las reuniones de la iglesia. Es una experiencia
difícil de describir en palabras; es un encuentro divino humano que trasciende cualquier otra experiencia de la
vida diaria. El rey David entendía esto, y por eso expresó su deseo de estar en el templo: “Yo me alegro cuando
me dicen: Vamos a la casa del Señor” (Salmo 122:1).
En repetidas ocasiones, David declaró su necesidad de estar en la presencia del Señor, participar de tiempos de
adoración con sus hermanos y recibir de Dios instrucción y consuelo. Las palabras de David expresan su
incontenible anhelo de Dios y de brindar adoración genuina para Él, reconociendo que hasta su deseo de adorar
viene de Dios mismo.

Adoración es comunión con Dios, en la cual los creyentes por gracia centran la atención de sus mentes y el
afecto de sus corazones en el Señor mismo, humildemente, glorificando a Dios en respuesta a su grandeza
y a su Palabra.

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Lección N° 10: EL DIEZMO Y LA OFRENDA

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová
de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta
que sobreabunde.” (Malaquías 3:10)

 ¿Por qué diézmanos y damos ofrendas?

Diezmar y ofrendar es parte de la adoración a Dios. Es más que dar dinero para cosas que aparentar ser
materiales. En el acto de traer parte del fruto de nuestra labor a la iglesia, un cristiano dice:
 Mi corazón está agradecido pues lo que tengo, lo tengo porque Dios me lo dio y de Él son todas las cosas.
 El dinero y las riquezas no son un ídolo en mi vida. A Dios le pertenece el primer lugar en mi corazón.
 Reconozco que mi iglesia es mi responsabilidad, así como lo es la necesidad de mi prójimo.
 El evangelio es importante para mí y quiero aportar a que otros conozcan la verdad.
Por estas razones el cristiano debe dar con gozo. Incluso, la Biblia dice que nuestra actitud es muy importante
cuando diezmamos y ofrendados. Jesús dice en Lucas 11:42 que los que diezman pero no practican el amor y la
justicia son hipócritas y en 2 Corintios 9:7, Pablo dice que Dios ama al dador alegre.
El amor y la alegría hacen que el diezmar y ofrendar sean actos de adoración al Señor.
Las bendiciones que vienen al dador también son incentivos que Dios usa para que los creyentes se cuiden los
unos a los otros. Varias veces leemos la importancia de dar a los que están en necesidad. El mejor ejemplo lo
tenemos en la primera iglesia en Hechos 2.

 ¿Qué hace la iglesia con los diezmos y las ofrendas?

La iglesia se sostiene con los diezmos y las ofrendas de los hermanos. Considera que la iglesia no es un negocio
donde uno paga por los servicios que recibe. Más bien, es una comunidad donde los miembros se cuidan, aportan
a su comunidad, y trabajan para que el evangelio llegue a los demás.
La iglesia tiene gastos con que cumplir: mantener un edificio, pagar utilidades, comprar materiales de oficina,
Biblias, comida, etc., y dar recompensa a los que cuidan y trabajan a tiempo completo en favor de la congregación.
Dios espera que su pueblo tome la responsabilidad de cuidar de su templo y de la obra.
Con palabras fuertes, Dios dijo por medio del profeta Malaquías: “¿Acaso roba el hombre a Dios? ¡Ustedes me
están robando! Y todavía preguntan: "¿En qué te robamos?" En los diezmos y en las ofrendas. Ustedes, la nación
entera, están bajo gran maldición, pues es a mí a quien están robando.» Traigan íntegro el diezmo para los
fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto, dice el SEÑOR Todopoderoso, y vean si
no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde.” (Malaquías 3:8-
10).
De acuerdo a ese pasaje, Dios bendice generosamente a los que se comprometen a cuidar de la obra.

 ¿Cuál es la diferencian entre los diezmos, las ofrendas y las primicias?

 Diezmos: Como dice el nombre, diezmo se refiere al apartar un 10 por ciento del total de las ganancias
para regularmente ofrendárselas a Dios. El 10 por ciento es la suma tradicional y se traza al antiguo testamento,
pero la Biblia habla de las bendiciones para aquellos que dan generosamente (ósea más de lo requerido), aun si
son personas de poco recursos. Normalmente una persona aparta el 10 por ciento de su salario mientras lo recibe
semanal o quincenalmente.
 Ofrendas: Es un regalo especial. Regularmente se hace en adición a los diezmos y con motivos especiales.
Por ejemplo, si la iglesia desea repartir regalos en navidad a familias en necesidad, puede pedir una ofrenda para
cubrir los gastos. Ofrendar de vez en cuando no substituye el compromiso de diezmar.
 Primicias: Es una ofrenda que se ofrece de los primeros frutos del labor. Las primicias también se pueden
dar en forma material. Por ejemplo, si alguien empieza un trabajo nuevo, puede traerle el primer salario como
ofrenda de gratitud al Señor, o si alguien es dueño de una tienda de ropa puede apartar algunas de las primeras
piezas que llegan cada temporada y donarlas a su iglesia.

60
Discipulado

 ¿Existen reglas para los diezmos y las ofrendas?

Absolutamente. Leímos en el pasaje de Malaquías que la integridad es requerida. El ejemplo de esto lo tenemos
en Hechos 5 con la desafortunada historia de Ananías y Safira, una pareja que no fue sincera al ofrendar. Ellos
vendieron una propiedad, pero sabiendo que debían de llevar la ofrenda completa para disposición de la obra, se
quedaron con parte del dinero. Cuando el Apóstol Pedro, guiado por el Espíritu Santo, les pidió cuenta, ellos
mintieron y ahí mismo murieron.
A Dios no le importa la cantidad en sí, porque no todos tienen la capacidad de dar la misma cantidad. Cada uno
llevará ofrendas, según lo haya bendecido el Señor, dice Deuteronomio 16:17. Lo que Dios busca es el acto de
amor y reverencia detrás de la ofrenda. Esta fue la diferencia entre las ofrendas de Caín y Abel. Caín dio porque
consideraba que era una obligación, en el sentido negativo, que tenía con Dios. Abel, no solo aparto su ofrenda
para Dios, pero se aseguró de escoger lo mejor. Abel dio con el propósito de agradar a Jehová.
En el nuevo testamento Jesús puso a una viuda pobre, quien solo tenía monedas de poco valor, como ejemplo de
una ofrenda justa delante de Dios: “Les aseguro que esta viuda pobre ha echado en el tesoro más que todos los
demás… Todo lo que ella tenía lo dio.” (Marcos 12:41:43). Una persona no puede dar de esa forma sin tener la
convicción de que Dios es fiel con los que lo aman de verdad.

 ¿Cuáles son bendiciones para los que diezman?

Las matemáticas de Dios son increíbles. Prácticamente Dios dice dame para que yo pueda darte más:
“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la
misma medida con que medís, os volverán a medir.” (Lucas 6:38); “Un préstamo al pobre es un préstamo al
Señor, y el Señor mismo pagará la deuda”. (Proverbios 19:17).
 Generosidad de corazón. Pablo decía que cada uno da conforme a su corazón. La generosidad de Dios se
determina por la generosidad de tu ofrenda. Motiva al Señor a darte en abundancia y no por obligación. Ofrenda
según propusiste en tu corazón y con el deseo de honrar a Dios, no con tristeza o por necesidad. La ofrenda habla
de tu bondad y es un reflejo de tu corazón. “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará
escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en
su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.” (2 Corintios 9:6,7).
Cuando David dio para el templo dijo que sabía que Dios estaba probando a los corazones. De tal manera amó
Dios al mundo que dio a Su hijo amado. Dar es producto del amor y una prueba para el corazón.
 Generosidad que desata el poder de Dios. “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra.” (2
Corintios 9:8).
Cuando Elías se enfrentó a los falsos profetas pidió que se abriera una zanja donde había que echar agua. Esto era
difícil porque estaban en medio de una gran sequía y el agua era lo más valioso que tenía. El pueblo obedeció,
entonces Elías dijo que el Dios verdadero sería el que hiciera bajar fuego que consumiera el agua y así fue. Si
quieres experimentar el poder de Dios en tu vida económica debes ofrendar aquello que valores. La abundancia
para todo tiempo y en todas las cosas depende de Él, siempre y cuando sembremos en su reino. Dar, sembrar y
ofrendar son actos espirituales que motivan la abundancia del Señor. El enemigo no quiere que lo hagas porque
desea evitar que el poder de Dios se manifieste.
La ofrenda es una siembra y traerá buena cosecha que podrás compartir con tus hermanos. Dios te prosperará
para que hagas buenas obras que te den galardones y recompensas cuando llegues al cielo. Él quiere que tengas
en abundancia porque con escasez no puedes bendecir a otros. Así que la abundancia buena y se origina de
nuestra ofrenda. Con tus obras generosas le demuestras al Señor que mereces la abundancia que pueda darte.
 Cosechar para tener más semilla. “…Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come proveerá y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia.” (2 Corintios 9:10).
Cuando coseches no te olvides de guardar semilla para continuar con el proceso y volver a sembrar. Cada vez que
recojas fruto, siembra de nuevo con ofrenda porque Dios continuará multiplicando tu sementera, de lo contrario
en algún momento te quedarás sin nada. En los negocios es igual, de las utilidades debes dejar una parte para
volver a invertir o ya no podrás hacer crecer tu empresa.
Cuida tu semilla, no la dejes morir. Nuestro Señor nos da un evangelio completo de milagros, bendiciones,
abundancia y también de ofrendas generosas. Solamente sembrando podrás cosechar. La economía es la que
prueba que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece.

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Discipulado

“Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses,
que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo
en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis
necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he
recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante,
sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria
en Cristo Jesús. Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (Filipenses 4:14-20).
La promesa de abundancia fue sólo para la iglesia que participó con Pablo en el proceso de dar y recibir. En ese
momento comprendían que los beneficiados eran ellos, no solamente el apóstol. Si quieres que tu pastor predique
como Pablo también tiene derecho a vivir como él.
Si tienes miedo porque lo que ofrendas te hará falta, estás en el justo momento de disfrutar de la riqueza en
gloria. Solamente quien participa de la ofrenda experimenta la abundancia. No tengas miedo de ofrendar. Confía,
porque solo aquello que nos hace falta es lo que Dios promete sustituir en gloria con ingresos sobrenaturales. Él
sabe que por fe y con amor espontáneo ofrecemos todo cuanto tenemos. Dale gracias por Su poder y
misericordia. Convéncete que con tu ofrenda lograrás cosecha abundante que te permitirá bendecir a otros.
Desata tu generosidad para la honra y gloria de Su nombre.

62
Escuela de Liderazgo

Propósito de la Escuela de Liderazgo: Instruidos a la forma de Cristo

“El modelo de Jesús: lograr un cambio de vida invirtiendo en la madurez de grupos pequeños (liderazgo) para
poder llegar a todos (congregación).”

Si en nuestra congregación no hay crecimiento, quizás no sea porque no nos preocupemos del liderazgo, sino porque no
estamos guiando a nuestros miembros de forma eficaz. Muchas veces las congregaciones no tienen un plan coherente de
liderazgo y los líderes creen que les faltan los recursos para animar a sus miembros a ser verdaderos seguidores de Cristo.

El liderazgo es una etapa de crecimiento, importante para todos los hijos de Dios, porque es el inicio de ser formados por
medio del Espíritu Santo conforme a la medida, estatura y plenitud de Cristo: “Hasta que todos lleguemos a la unidad de la
fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.” (Efesios
4:13). La unidad en la fe solo se logra siendo discipulados por Cristo, es estar bajo un acuerdo, de ser formados por él, para
manifestar su esencia aquí en la tierra, de esta forma podremos llevar a cabo cada uno la asignación que Dios marco para
nuestra vida. Es manejar un mismo lenguaje en la fe y operar como cuerpo de Cristo, siendo perfeccionados día a día.

“Al diablo no le asusta la gente que va a la iglesia. Le asusta la gente que se empieza a parecer a Cristo”

 Hasta que todos lleguemos a la unidad en la fe

Es ver, pensar, hablar y actuar como Cristo. Aquí no marca individualidad, sino que es operar en comunión, como cuerpo de
Cristo, como Iglesia. No será suficiente que sólo algunos de nosotros crezcamos y digamos que los demás están mal. Las cosas
no son así. Somos parte los unos de los otros. La Biblia asegura que somos un cuerpo: el Cuerpo de Cristo.
Cada uno tiene una asignación en lo personal, pero nunca podrá ser manifestada sino actuó bajo el poder del acuerdo, y esto
es estar unido a la Iglesia de Cristo y sujeto a una autoridad, a Cristo como cabeza de la misma y a la autoridad de un hombre
de Dios a cargo de una congregación para ser acompañados en nuestra asignación. Estamos unidos por Dios, pero nos
sostenemos los unos a los otros. Sólo podemos crecer juntos.

“No es una carrera individual, se trata de trabajar en conjunto para que todos lleguemos a la meta. Si yo crezco, los que
me rodean también lo harán”

 Del conocimiento del Hijo de Dios

Se trata de alcanzar madurez. La madurez está asociada o ligada a nuestro conocimiento de Cristo y por ende, a nuestra
manera de vivir. No se trata de un conocimiento humano, sino de ser impartidos en la esencia de Cristo en mi persona. Ser
formados por él, que es verdad y vida. El conocimiento de él va más allá del alcance de un cocimiento humano, porque el
cocimiento humano puede provocar muerte, mientras que por el doy vida para la edificación del cuerpo de Cristo.

“El propósito principal de Dios es desarrollar nuestro carácter y llevarnos a la madurez”

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 1: ACTIVADOS EN LA VISIÓN 1


 ¿Qué es una visión?

 Es un diseño, es un mapa a seguir. Es el mapa que debo seguir para poder abrazar resultados extraordinarios en el
destino profético de Dios para mi vida y de mis generaciones. “Jehová cumplirá su propósito en mí.” (Salmos 138:8).
 Es la capacidad de poder ver más allá de lo que tus ojos pueden ver. Es mirar con los ojos de la fe. La visión es un
gran recurso de esperanza. Nacimos para ver más allá de nuestros ojos naturales.
Mira abajo y serás deprimido, mira a tu alrededor y serás oprimido, mira hacia riba y vas a descansar, vive de acuerdo a tu
visión y de acuerdo a tus ojos espirituales.
Dios ama a los hombres visionarios y a los que logran ver lo que él ve. Todos los hombres que Dios uso poderosamente en la
biblia fueron llamados y comisionados a través de una visión de Dios. Aquí mencionamos algunos de ellos:
 Abraham: Génesis 15:1
 Jacob – Israel: Génesis 46:2
 Moisés: Éxodo 3:3
 Samuel: 1 Samuel 3:1-3
 Isaías: Isaías 1:1
 Daniel: Daniel 1:7, 7:2, 8:16
 Abdías: Abdías 1:1
 Nahúm: Nahúm 1:1
 Habacuc: Habacuc 2:2
 Joel: Joel 2:28
 Ananías: Hechos 9:10
 Pedro: Hechos 11:5
 Pablo: 2 Corintios 12:1
La visión que Dios nos ha dado, no es una ambición personal del pastor, sino una visión de Dios, que tiene que ver con el
propósito principal de la iglesia, que es ganar almas y avanzar en el reino estableciendo el gobierno de Dios en la tierra.

 Es una semilla generacional que porta el ser humano es su espíritu. Esa semilla debe ser sembrada en buena tierra.
Esa tierra son mis generaciones, una casa espiritual, donde debo sembrarme, ser trabajado, ser cosechado y volver hacer
sembrado. “Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.” (San Juan
3:16,17).
“Ser sembrado es morir. Una semilla porta vida, pero esa vida comienza cuando esa semilla muere”

Jesucristo cambió la lógica de la humanidad: “morir para vivir”. Lógica humana “vivir para morir”.
El proceso de vida de un hijo de Dios es: morir, vivir, crecer, producir y fructificar. (Lógica de Cristo).

“Jesús cargo tú muerte, para que tú puedas vivir su vida”

Esos son pasos para poder caminar en una visión: primero en el propósito como hijo de Dios aquí en la tierra (llevar a cabo los
planes que tiene Dios para mí, llegar a término la acción de Dios a mi favor, siempre a tiempo y no a destiempo); segundo en
la visión de una casa espiritual.
Una visión no tiene fecha de vencimiento, porque trasciende en lo generacional. Lo que proyecte en mi persona, decidí
caminar en ello, y no tiene un sentido generacional, simplemente fue un deseo de mi corazón. Los deseos satisfechos en un
momento dado, desaparecen. Esto me hace ver que no di muerte a mi voluntad para hacer la voluntad de Dios aquí en la
tierra. Por ello es que la definimos como una semilla generacional.
 Es comprometerme con los planes de Dios. Si me comprometo con la visión de Dios, Él se comprometerá conmigo.
¿Por qué las cosas no funcionan? Porque no estoy comprometido con Cristo. Una cosa es recibir a Cristo y otra cosa es
caminar en una visión reflejando a Cristo.
Caminar en una visión es saber que ya no vivo yo, porque estoy muerto. Cristo vive en mí. Lo que hace que yo tenga vida, es
cuando Cristo obra a través de mí. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que
ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.” (Gálatas 2:20).

 ¿Qué señales hacen ver que soy una buena semilla?


 El poder de mis decisiones. Es accionar en fe y determinarme llevar a cabo su plan perfecto. Renunciar a mis deseos
y someterme a la voluntad de Dios. “Determinarás asimismo una cosa, y te será firme, Y sobre tus caminos resplandecerá
luz.” (Job 22:28).
 El compromiso que tenga en una visión. Como trabajo en ella. Es un acuerdo que hago con Dios para llevar a cabo

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Escuela de Liderazgo

una misión, del cual asumo una obligación de caminar en su voluntad, sin desviarme de ella, cumplirla tal cual como él la
marco. “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo
cumplirá?” (Números 23:19).
 Decido morir para vivir. Esto no es pérdida sino ganancia para vivir una vida de fe verdadera y dinámica. Por lo tanto,
nuestra vida debe ser consagrada para Cristo, a través de Él, por Él, con Él, en Él; todo debe centrarse en Cristo. “Porque para
mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.” (Filipenses 1:21).

Por ello, podemos decir que una visión es un diseño de Dios revelado a nuestra mente y espíritu. Es por ella que tenemos un
enfoque y dirección, a fin de saber correctamente qué es lo que tenemos que hacer.

“Si abrazamos la visión de Dios, desarrollaremos nuestras habilidades, seremos efectivos y sabremos invertir
correctamente nuestras vidas”

Veamos este versículo de cómo debe ser desarrollado un discipulado en nuestra experiencia con Cristo, basado en una visión
que Jesucristo dejo marcado para toda una generación: La Gran Comisión.

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén.” (Mateo 28:19,20).

 Por lo tanto id: Es un llamado a la obediencia para que sea manifestada en multiplicación y edificación del cuerpo de
Cristo. La obediencia es marcada por una formación. No hay formación sin una decisión previa a actuar y caminar acorde
como Dios lo quiere para mi vida. Es un mandato que debemos llevar a cabo. No es opcional. Porque todos fuimos llamados
hacer discipulados y discipular.
 Haced discípulos a todas las naciones: El hacer habla de una etapa de formación. De ir tomando forma acorde a la
asignación que me fue dada, pero basada en la impartición de vida a otros, a la edificación del cuerpo de Cristo; el Espíritu
Santo primero lo hace en mí, luego yo debo hacerlo con los creyentes que forman parte del cuerpo de Cristo. La formación
tendrá un alcance en mí a medida que vaya sometiendo mi voluntad a Dios. Hay un paso importante en la formación, es
desarrollar un carácter, una vida interna, que solo puede ser moldeado bajo obediencia a Cristo.
El Espíritu Santo debe primero formar el carácter antes de usarme en mi asignación, el carácter sostendrá lo que Dios tiene
para nosotros. Muchos no pueden sostener lo que Dios les da porque su carácter no ha sido desarrollado. La meta de todo
creyente es llegar a alcanzar el carácter de Cristo.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 2: ACTIVADOS EN LA VISIÓN 2

“La vista te restringe a tu presente pero la visión va más allá de las fronteras de tu futuro, a un destino de
gloria.”
La vista es una función de los ojos en lo natural y la visión es una función del espíritu. En efecto, Dios no tiene la intención
de que tú vivas por los que tus ojos naturales ven. Tus ojos son los enemigos de la visión, porque la vista está limitada por
la capacidad de los ojos, pero la visión es la capacidad de ver las cosas que no son como si fuesen.

Muchas veces la vista es peligrosa, por eso la Biblia dice:


“Porque por fe andamos y no por vista.” (2 Corintios 5:7). La vista dice dónde estoy, pero la visión dice donde podrías
estar.
La visión es muy importante en tu vida siempre y cuando tú entiendas lo que significa. La visión misma tiene la naturaleza de
romper y destruir las barreras de los pensamientos que nos limitan, porque la visión misma tiene la capacidad de ir más allá
de las barreras.
“Sabiduría ante todo; adquiere sabiduría; Y sobre todas tus posesiones adquiere inteligencia.” (Proverbios 4:7).
Hay tres palabras importantes que necesitamos saber sus diferencias y significado:
1. Conocimiento es información.
2. Entendimiento es comprensión.
3. Sabiduría es aplicación.

Es por eso que tú puedes saber algo pero no entender y tú puedes entenderlo pero no aplicarlo. Nada esta completado hasta
que se convierta en sabiduría.
Sabiduría es un conocimiento que se sabe, se entiende y se aplica. Es por eso que la sabiduría es más importante que el
conocimiento. Por ejemplo un científico que sabe por la ciencia y la medicina que fumar es malo, pero fuma, tiene el
conocimiento pero no tiene sabiduría. Tú puedes tener conocimiento y matarte tú mismo porque tú no lo aplicas. Muchos
han estado yendo a la iglesia y nunca cambian porque no toman la revelación a la sabiduría. Obtienen información cada
semana, enseñanza, dicen amen, ¡pastor muy buena la predica! pero no afecta sus vidas, ni sus familia, sus ideas, sus negocio,
sus hijos, porque nunca lo convierten en sabiduría. Por eso la Biblia dice que Jesucristo es la sabiduría de Dios, la sabiduría de
Dios aplicada.

“Es muy importante reconocer el cambio en nuestra vida personal primero. Nada va a pasar en la iglesia si primero no pasa
en tu vida. Todo lo que aplicas en tu vida, pasara en la Iglesia. Esto es tener una visión”

 ¿Qué efectos produce tener una Visión?

 Rompe paradigmas y fortalezas mentales (Génesis 15:1-5). Una fortaleza es un conjunto de argumentos, teorías,
imaginaciones, filosofías, paradigmas negativos y patrones de pensamiento que se han fijado en la mente.
 Moldea nuestro destino y el de nuestra descendencia.
 Moldea todo nuestro ser. (Romanos 4:17-28).
 Genera acción y atrae a la gente apropiada.
 Motiva o da sentido a la vida.
 Genera el poder del acuerdo a la unidad. (Amos 3:3).
 Produce el poder de la multiplicación.
 Sostiene en momentos difíciles.
 Sale de lo promedio.

 ¿Cuáles son los diferentes tipos de visión?

 Personal: Esta es una visión específica de Dios para una persona. Puede ser para su ministerio, familia, negocio, etc.
 Familiar: Esta incluye a toda la descendencia de una persona.
 Corporal: Es para una congregación y una nación. La visión personal siempre está dentro de una visión corporal.

 ¿A quiénes el líder debe transmitir la visión?

 Al liderazgo: (Números 11:16,17).


 A la congregación: una vez que los líderes reciben la visión, deben transmitírsela a todo el pueblo.

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Escuela de Liderazgo

 ¿Cómo se transmite?
 Escribiendo la visión, declarándola, hablándola en la congregación.

 Visión como las águilas: Los líderes vuelan como las águilas.

El águila es el rey de las aves, la cual ve a cinco millas de distancia con claridad y detalle su presa. Su visión es singular y
poderosa. Veamos las características de esta ave y como Dios nos compara con águilas del cual son principios que podemos
aplicar en el liderazgo:
 No viven en manadas. Solo los pingüinos andan en manadas. Por eso que las águilas son líderes y muchas veces no
mantienen mucha compañía. Esto habla de que tú eres único, autentico, singular. Dios no te llamo a ser parte del
montón, sino a sobresalir. Todos tienen algo especial y algo en que pueden especializarse. Hay muchas personas
ocupadas en mucho y no son efectivos en nada.
 Vuelan solas. No quiere decir que vamos a caminar solos o desunidos sino que tengas cuidado con quien te reúnes.
“Júntate con sabios y obtendrás sabiduría; júntate con necios y te echarás a perder.” (Proverbios 13:20). Como actúas
en la vida depende mucho de con quién te mantienes reuniendo. Si te juntas con gente que habla mal, solo se quejan,
son chismosos ellos están en la altitud equivocada.
Los águilas no se mezclan con otros pájaros, cuando vamos al zoológico lo tienen solo. Cuando tú eres un líder, no quieres
estar con gente que no piensa y sueña en grande. Tú no te sientas cómodo con los que se quejan y critican. Así que
escoge a tus amigos basado en tu destino.
 Vuelan alto. Ningún ave vuela más alto que un águila, por la razón de que ellos tienen la capacidad en sus huesos de
sus alas para alancearse a las corrientes de los vientos. Cuando un águila está en sus alturas no se encuentra con otras
aves excepto otra águila. Solo ellas pueden volar a esa altitud. Por lo tanto si sigues corriendo con los pingüinos tus estas
volando muy bajo. Puedes decirme donde estas volando por el tipo de gente que tu atraes a tu vida. Es por eso que Jesús
sabía que él estaba con su familia pero escogió a sus amigos, el selecciono a sus amigos de acuerdo a su visión. El escogió
su asociación de acuerdo a su destinación.
La visión que uno tiene no es para todos. Es por eso que Dios te permite conocer algunas personas para que puedan
llevarte a un nivel más alto. Hay una frase que dice, dime tus amigos y te diré tu futuro.
 Usan las tormentas para volar más alto. Las águilas muchas veces vuelan a hacia las tormentas y ¿por qué? Porque
ellas usan la tormenta para llevarlas más arriba en las alturas. Los verdaderos líderes no tienen temor a los problemas
ellos lo usan para ir mas alto.

“El que sacia de bien tu boca. De modo que te rejuvenezcas como el águila.”(Salmos 103:5).
“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:31).

 ¿Cuáles son los obstáculos de la visión?

 La resistencia al cambio: para adoptar la visión de Dios, debemos cambiar nuestra manera de pensar y de trabajar;
debemos dejar la comodidad y soltar los viejos patrones de conducta.
 La mentalidad del viejo vino: muchos líderes tienen una forma de pensar muy establecida y creen que la visión no
funcionará si no es a su manera, o que será demasiado trabajo.
 El conformismo: cuando un líder está conforme con el nivel espiritual en el que se encuentra, llega a un punto donde
ya no le interesan las almas, ni conocer su llamado, ni cumplir la voluntad de Dios, se conforma con lo que tiene y no le
importa nada más.
 El miedo a pagar el precio: esto es no querer comprometerse por el costo en esfuerzo, tiempo y dinero que la visión
puede ocasionar.
 La ambición personal: la visión no es egoísta, no es para uno mismo sino para establecer el reino y bendecir a otros.
 La división: esto es tener diversas, varias visiones, lo cual trae confusión a la visión.
 La desobediencia: no obedecer a Dios correctamente. La obediencia a medias es desobediencia.

 ¿Cuáles son los peligros de no tener visión?

 Hay desenfreno: Proverbios 29:18.


 Se pierde la iniciativa: trabajar sin visión conlleva el riesgo de perder la iniciativa.
 Se pierde la motivación: esto sucede cuando se ha perdido la habilidad de soñar.
 El pueblo perece por falta de dirección: tener una visión clara y definida nos cuida de distraernos o desenfocarnos.
 La palabra escasea: 1 Samuel 3:1.
 El pueblo perece: En los ministerios donde no hay visión, siempre hay chismes, contiendas y la gente está
desenfocada y desocupada. (Oseas 4:6).

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Escuela de Liderazgo

 Enemigos de una Visión

 El desánimo en medio del proceso. Elías en el desierto quiso renunciar a la visión de Dios, pero Dios no había
terminado su propósito en la vida de Elías. 1 Reyes 19:4-8. La persistencia para poder realizar una visión es
indispensable.
 La falta de excelencia. Cada visión tiene un precio que hay que pagar. Dejar la mediocridad es uno de ellos. Alguien
dijo: hay dos tipos de personas en el mundo: los pesimistas y los optimistas. Los pesimistas optaron por lo pésimo y
lo mediocre y los optimistas escogieron lo óptimo, lo excelente y lo máximo.
 Falta de voluntad. Cada líder necesita tener esta característica para ser efectivo en la realización de una visión.
Debemos tener voluntad, en vez de solo tener un deseo.
 Vivir en la indecisión. Nunca acaban de decidirse por algo. La indecisión prolongada es un asesino de la visión.
 Excusas y pretextos. No quieren tomar el primer paso, aun sabiendo su visión específica. Las excusas son como
basuras en el reino de Dios, no sirven para nada.
 Falta de equilibrio: no se enfocan de nada por temor.
 Tratando de hacerlo todo. Tú no naciste para hacerlo todo.
 No poder reconocer el precio de la visión. Uno de los precios de la visión es la diligencia.
 Echarle la culpa a cosas externas. Los problemas son retos y no una manera de escape.

“Todos necesitamos ser como una matriz espiritual donde podamos encubar la visión de Dios y darla a luz. Ser
productores para su Reino es nuestro llamado.”

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 3: LIDERES DE REINO

“Un líder tiene la responsabilidad de ser modelo y mentor para toda una generación.”

Cada uno de nosotros tiene la capacidad y el potencial para llegar a desarrollarse como líder; ese fue el diseño que Dios uso
para crearnos. Desde un principio, el plan de Dios ha sido que el hombre sea señor y líder sobre la creación; pero, la mayor
tragedia, es que muchas personas mueren sin haber desarrollado ese potencial que llevan dentro.
Hay muchas razones por las cuales esto sucede, y una de ella es, el medio ambiente en que se desenvuelven. Si
permanecemos en un lugar donde no se nos ayuda a desarrollar el potencial de liderazgo, se nos hará más difícil convertirnos
en líderes efectivos. Por eso, es importante estar cerca de líderes que nos ayuden en el proceso.

“Dios dijo: «Hagamos a los seres humanos a nuestra imagen, a nuestra semejanza, para que ejerzan poder sobre los peces,
las aves, los animales domésticos y salvajes, y sobre los reptiles.” (Génesis 1:26).

 Podemos clasificar a los líderes en dos categorías:

1. El líder natural: algunas personas nacen siendo líderes y las personas los siguen.
2. El líder que se hace o líder aprendiz: no todos líderes son innatos. Algunos emergen con un potencial de liderazgo,
gracias a la ayuda de un mentor que estuvo dispuesto a desarrollarlos y a discipularlos; cuando esto sucede, el
crecimiento es rápido en sus habilidades y en sus dones.

“La formación de un líder que se hace, es una combinación de compromiso, disciplina, deseo de crecer, aprender y
madurar.”

 ¿Qué es un líder?
Es aquel que tiene la habilidad y la capacidad de influenciar, identificar, desarrollar los dones y los talentos de otros, para
guiarlos al destino que Dios tiene para ellos.

 Características de un líder genuino:

 Anima: con palabras de afirmación en el momento oportuno.


 Inspira: inspira a sus líderes por medio de la influencia no la manipulación.
 Motiva: con palabras de fe para hacer tareas difíciles.
 Influencia: su vida como ejemplo.
 Dirige: transmite la visión, está seguro de lo que está haciendo y sabe a dónde va.
 Moviliza: junta y encamina a las personas a sus logros.
 Activa: imparte lo que Dios le ha dado: dones, unción, autoridad, etc. Activa dones dormidos de las personas.
 Convence: logra convencer al pueblo para seguir la visión.
 Corrige y disciplina: un buen líder entiende que unas de las formas para lograr madurez es la corrección. Si hay una
palabra que podemos escoger entre todas las mencionadas anteriormente, es influencia. La persona más introvertida puede
influenciar a diez mil personas durante toda su vida.
 Es un modelo a seguir para otros: “Les ruego a los ancianos, yo, que también soy anciano como ellos y testigo de
los sufrimientos de Cristo, y que tendré junto con ellos parte en la gloria de Cristo, que, como pastores, cuiden ustedes a las
ovejas de Dios que están a su cargo. No lo hagan porque es su obligación ni por ambición de dinero, sino porque tienen el
deseo de servir, como Dios quiere. No traten a los que están bajo su cuidado como si ustedes fueran dueños de ellos, sino
sírvanles de ejemplo. Así, cuando aparezca el Pastor principal, ustedes recibirán la corona de gloria que durará para
siempre.” (1 Pedro 5:1-4).

 ¿Qué es un modelo?
Es un ejemplo que despliega el carácter y la vida de Jesús. Por ejemplo: la paz, el gozo, una actitud positiva, el amor, la
paciencia, la mansedumbre, entre otros. “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” (1 Corintios 11:1).

 ¿Cuáles son las áreas más importantes en las cuales debemos ser modelos de Jesús?
 En el hogar.
 En el amor.
 En la integridad.
 En el servicio.
 En la compasión por las personas.

71
Escuela de Liderazgo

 En las palabra que salen de nuestra boca.


 En la sumisión.
 En nuestra relación con Dios y con nuestro prójimo.
 En el temor a Dios.
 En la fe.
 En la visión.

 Ser un mentor, un padre.

Hoy en día necesitamos mentores o padres que asuman la responsabilidad por el desarrollo del llamado de muchas
generaciones que tienen el deseo de crecer y triunfar en la vida.
En el idioma griego, el término mentor significa literalmente: consejero, hombre sabio. Una persona estable, que lo dice, lo
cumple, que asume la responsabilidad de desarrollar a otros en su llamado y lo hace por largo tiempo.
Otra definición de mentor es: uno que tiene virtudes que usted quisiera tener, uno que ha hecho lo que usted no ha hecho,
uno que ha ido a donde usted no ha ido, uno que tiene más éxito que usted, uno que tiene una mayor unción y sabiduría. El
mentor, en un sentido, es otra dimensión de pastor, pero con un énfasis diferente. Es uno que constantemente está
modelando su conducta y sus valores.
No importa donde estemos, siempre vamos a seguir el camino o la senda de otro hombre.
En resumen, podemos decir que las grandes responsabilidades de un líder son ser un modelo y un mentor.

 El mentor tiene varias funciones:

 Guía.
 Fuente.
 Padre.
 Nutridor.
 Animador.
 Maestro.
 Protector.
 Proveedor.

“Aunque tengáis diez mil maestros en Cristo, no tendréis muchos padres, pues en Cristo Jesús yo os engendre por medio del
evangelio. Por tanto, os ruego que me imitéis.” (1 Corintios 4:15,16).

 El perfil de un líder:

 Es visionario (ve la figura global y no ve los peque nos detalles).


 Es arriesgado, atrevido, audaz e intrépido.
 Es auto disciplinado.
 Tiene la habilidad para tratar con las personas.
 Hace que las cosas sucedan.
 Tiene iniciativa propia.
 Toma una actitud correcta ante los problemas.
 Es integro.
 Conoce el propósito y el llamado de Dios para su vida y puede identificar a otros.
 Posee influencia sobre las personas. (la gente lo sigue voluntariamente).
 Tiene deseo y hambre de seguir creciendo y aprendiendo.
 Desea reproducirse en otros.
 Tiene el deseo de servir y se somete a otros.
 Confía en otros.
 Tiene la habilidad de comunicarse con los demás (se hace entender).
 Esta dispuesto a confrontar los problemas y no huye.
 No acepta el “status quo” (lo establecido).
 Puede controlar su carácter cuando está bajo presión.
 Conoce su identidad en Cristo.
 Mantiene una relación cercana con Dios.
 Es un pacificador.
 Depende de Dios en todo lo que hace.

72
Escuela de Liderazgo

 Sabe manejar la crítica y los halagos.


 No depende de la aprobación de otros para continuar su vida.
 Tiene un espíritu enseñable.
 Tiene la habilidad de desarrollar estrategias para el crecimiento del ministerio o la empresa.
 Es muy fiel y leal.
 Se mantiene en control cuando está bajo presión.

Si antes no podía identificar el perfil de un líder en su propia vida, ahora con las características mencionadas, usted puede
saber si es uno de ellos o si tiene que desarrollarse en algunas de estas aéreas descritas. Los líderes estamos llamados a
influencia e inspirar a otros para que cumplan si destino. Tenemos la gran responsabilidad de ser modelos y mentores para
nuestra generación, que está buscando hombre y mujeres a quienes imitar y seguir sus pasos. Por eso, es importante que
modelemos la integridad, y mantengamos una buena relación con Dios. Recuerde, somos los lideres águilas de esta
generación y haremos proezas en Dios.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 4: EL LIDERAZGO DE JESÚS: MODELO POR EXCELENCIA

“Jesús es el líder perfecto de todos los tiempos. Miremos lo que hizo, el equipo de liderazgo que formo y
veremos el modelo perfecto.”

Es muy importante tener el concepto de liderazgo correcto. Regularmente muchos piensan que el liderazgo es para personas
especiales, con ciertas habilidades especiales y con un carisma especial.
Muchas personas con potencial de liderazgo se descalifican al tener este concepto errado. Pongamos por ejemplo a Jesús y a
sus 12 discípulos. Veamos que Jesús no escogió a sus discípulos conforme a su capacidad cognitiva y su preparación educativa.
Porque si este fuera el caso, Pedro y algunos otros no calificarían, ya que eran del vulgo y sin letra. Liderazgo es para los que
creen, para los que atienden al llamado del Señor y para los que se atreven a desarrollar el potencial como líderes. “Y les dijo:
Venid en pos de mí, y os hare pescadores de hombres.” (Mateo 4:19); “Porque nada hay imposible para Dios.” (Lucas 1:37)

 Todos tenemos la capacidad de liderazgo

Jesús dijo: “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará,
porque yo voy al Padre.” (Juan 14:12). Cuando dijo aún mayores hará, estaba hablando en serio y creando una posibilidad sin
límites. Esto elimina el concepto de favoritos y le da oportunidad a todos los que creen.
Todo ser humano tiene la capacidad de desarrollar las cualidades y habilidades de un gran líder. Nuestra cultura nos enseña a
ser grandes seguidores. El reino de Dios nos enseña a ser grandes líderes (OBREROS).
El reino de Dios y el tema del liderazgo son paralelos. Porque el rey es un líder. Pero muchos no creen que tengan capacidad
de liderazgo. Regularmente las personas que llegan al reino y no creen en ellos. No creen que Dios los pueda usar. La palabra
líder es tan grande en su mente, que se sienten indignos, no merecedores e incapaces. ¿Por qué? En la mente, el concepto de
liderazgo que tienen es un impedimento. Es hora de creer primero en Dios y también creer en ti mismo. Si creemos no solo
haremos las obras de Jesús, sino cosas mayores.

 Jesús el líder perfecto

Jesús es el líder perfecto de todos los tiempos. Miremos lo que hizo, su equipo de liderazgo que formo y veremos el modelo
perfecto. Miremos como transformo la historia de la humanidad en tan poco tiempo que paso en la tierra y veremos el Líder
de los líderes. “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y
sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.” (Hechos 10:38).
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para
sanar toda enfermedad y toda dolencia.” (Mateo 10:1).

 ¿Qué método, regla o sistema usó Jesús para determinar quienes iban a ser sus doce discípulos?

Jesús estableció a 12 discípulos con el primer objetivo de que estuviesen con él. Él fue su escuela y su educación.
Lo primero que un líder debe de entender es que se trata de Él. Puede que el método que usó Jesús no es el método religioso
que vemos hoy en día. Porque cuando Dios llama a una persona, no la llama conforme a su capacidad, sino de acuerdo a su
propio poder. Serás el líder que serás, no por tu habilidad, sino por el poder de Dios. Los títulos no te hacen líder. El
conocimiento no te hace líder (aunque es importante para todo líder). Existen muchos hombres con vasto conocimiento
produciendo nada para el reino.
Dios al que llama capacita. Por ejemplo, el apóstol Pedro, Abraham, Jacob, Moisés, Gedeón, David, etc. Hombres ordinarios,
que desarrollaron un liderazgo extraordinario, no por sus habilidades, sino por el poder de Dios. Dios siempre vera en ti, lo
que otros no ven; ni aun tú mismo. Posible estés batallando con tus limitaciones, pero eso no es indicador que no tienes un
llamado extraordinario. Atrévete a creer, a ver lo que Dios ve, porque es el poder de Dios que determina la persona en la que
te vas a convertir.
Todos estos hombres pelearon con su capacidad humana. Abraham batallo con su edad, su esposa con su limitación en su
vientre. Jacob batallo con su carácter, Moisés con su incapacidad de hablar, Gedeón con la pobreza de su familia, David con su
edad y ocupación, etc. Dios no lo escogió a ellos por sus capacidades, sino de acuerdo a su poder. Es más, muchos de ellos, en
el principio no creyeron en ellos. Dios siempre verá en ti el líder que muchos no ven.

 El liderazgo es Influencia
La influencia, es el instrumento de Dios para transformar ciudades, nunca podemos transformar una ciudad, si primero no nos
ganamos la influencia. Si no tenemos la influencia, nunca podemos ganarnos una ciudad. La entidad y el organismo vivo más
influyente en toda la tierra se llama la Iglesia.
 Hay elementos que como Iglesia nos dan influencia en la ciudad

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Escuela de Liderazgo

 La sabiduría para resolver problemas: nosotros, no solo debemos de orar, oramos, sino también debemos resolver
conflictos y traer soluciones. En muchos lugares la Iglesia se ha convertido en una intercesora incompetente, porque no
ofrece la solución aun cuando la tiene.
 El poder transformador de Dios: es el poder que nos da influencia sobre las ciudades. El poder transformados es la
evidencia y el testimonio que Dios está con nosotros.

 Liderazgo es proceso

“Otra parábola les refirió, diciendo: El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró
en su campo.” (Mateo 13:31). El reino de los cielos es semejante al grano de mostaza que un hombre sembró. Pero esa
semilla se hizo la más grande de las hortalizas. Veamos algo, de semilla a la más grande las hortalizas, hay un proceso.
Por favor, quisiera que consideraras esta palabra, "proceso". Es una de las palabras más grande y más fuertes que podrás
escuchar en tu trayectoria ministerial. Todos los que estamos aquí estamos encerrados dentro de esta palabra. Si tú no
entiendes el proceso en el reino, se te hará difícil llegar al final. Lo vemos todos los días, hombres y mujeres de Dios siendo
procesados.
La vida nos enseña acerca de este fenómeno. Todo lo que nos rodea ha sido procesado. Hasta el aire que respiramos, ha
pasado por un proceso llamado fotosíntesis. Así es en el reino de Dios. Jesús en Mateo 13:32, comienza con "la más pequeña
de todas las semillas" y termina como las "más grande de las hortalizas". Entre estos dos puntos, hay un proceso. No podemos
ser grandes, si no somos semillas primero.
El proceso de crecimiento esta profetizado y entendido en esta parábola. Mire, ¿puede imaginarse que esta semilla de
mostaza decide no pasar por el proceso de crecimiento? Nunca llegará a ser la más grande de las hortalizas. No importa el
potencial que tengas. No importa su destino de gloria, si no pasa por el proceso de crecimiento, nunca llegara a ser la más
grande las hortalizas. Lo mismo ocurre con el liderazgo. Si no pasamos por el proceso del liderazgo, no lo desarrollamos.
Existen líderes que logran abortar su misión, su destino y su propósito, porque simplemente no quieren pasar por los
procesos. He visto muchos líderes abandonar sus cargos por los procesos. Porque a veces los procesos son dolorosos.
No es recomendable poner a líder que no ha sido procesado en una posición de influencia. Jesús dijo: “aparta de mí esta copa,
pero estoy dispuesto a beberla si es tu voluntad”. Muchos piden la gloria, pero no quieren beber la copa "son los procesos",
del liderazgo. Nunca pidas la gloria, pregunta por la copa.
Por eso que una de las oraciones más peligrosas que usted puede hacer es: “Úsame, Señor”. Pensamos en milagros, grandes
multitudes y ser predicadores famosos, sin pensar en los procesos que ameritan llegar allá.

 Hay una manera de acelerar los procesos:


 Trabaja sujeto bajo tu pastor.
 Reconoce a Dios en medio de las circunstancias, no te quejes de ellas.
 Déjate disciplinar y corregir.
 Tenemos que ir de gloria en gloria. (Paso a paso)

 Liderazgo es carácter

El liderazgo es carácter, una pieza que no se desintegra en ninguna temporada. Como los números, uno es siempre uno, dos
es siempre dos. El apóstol Pablo estaba muy interesado en formar a Cristo en el interior de sus hijos espirituales. Esta debe
ser la meta de todo líder, formar a Cristo en su carácter.
Esto, de acuerdo a la palabra del apóstol, es un proceso doloroso; como dolores de parto. Dios está más interesado en formar
al mensajero, que darte mensaje. Dios quiero formar tu carácter, en vez de atribuirte múltiples de dones. “Hijitos míos, por
quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros.” (Gálatas 4:19).

 Liderazgo es actitud

La mala actitud no le abre puerta a nadie. Todo lo contrario, cierra las puertas. Veamos la actitud que tomo Josué y Caleb
cuando fueron a espiar la tierra. Los otros 10 espías dieron un reporte basado en su realidad natural, y no de acuerdo a la
capacidad de Dios. Mostraron una mala actitud en empoderar a sus enemigos en vez de ver al Dios Todo poderoso que lo
sabía librado de la esclavitud. Como consecuencia, ninguno de esa generación entró en la tierra prometida. Solo Josué y
Caleb, líderes con una actitud diferente. Muchos líderes mueren camino a su destino como el pueblo de Israel por su mala
actitud. La actitud determina la calidad de un líder, las puertas que se le abren y el finalizar su destino. No estamos supuestos
a morir en los procesos. Estamos supuestos a llegar a nuestro destino profético y divino. Aquel lugar prometido por Dios, en
nuestro caminar con Él.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 5: LIDERAZGO EN EQUIPO I

“Cuando se camina en unidad en el reino de Dios se multiplica el poder. Uno pone a correr a mil, dos a diez mil.”

 Hay cuatro tipos de líderes en el mundo:


1. Los que dejan que las cosas cambien.
2. Los que ignoran el cambio.
3. Los que se quejan del cambio.
4. Los que hacen que las cosas cambien.

La unidad es el clamor de Jesús para la iglesia. Debemos de trabajar unidad en el ministerio. Esto es algo que se debe
aprender si no lo sabemos. Dios visualiza su iglesia unánime, como un solo hombre, en armonía. Todo se multiplica e
incrementa cuando trabajamos unidos. La unidad no debe ser una casualidad, sino el resultado de mucho esfuerzo, tolerancia
y coinonía. “La Gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno.” (Juan 17:22).

El hombre fue creado en equipo, en unidad. Dios dijo: hagamos al hombre. El hombre se reproduce cuando se une. Todos los
que estamos aquí somos el producto de la unión de un hombre y una mujer. Somos producto de una unidad íntima. Es por
eso que estamos diseñados para trabajar en unidad. Tu cuerpo es una conglomeración de diferentes miembros que trabajan
en unidad. Nuestro ser, se mantiene vivo en la unidad del cuerpo, alma y espíritu. Esto es tan real que Santiago 2:26 dice que
si el espíritu se separa del cuerpo está muerto.
Al diablo no le conviene que caminemos en unidad. Porque él sabe, que cuando se camina en unidad en el reino de Dios se
multiplica el poder. Uno pone a correr a mil, dos a diez mil.

 La primera división fue en el cielo

La primera división fue planificada en el cielo. No en la tierra. Satanás fue arrojado a la tierra y causó división entre Dios y el
hombre. Satanás no tolera la división en su reino, pero su mandato es dividir. “Después hubo una gran batalla en el cielo:
Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; pero no prevalecieron, ni se halló ya
lugar para ellos en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.” (Apocalipsis 12:7-9).
Divide la familia, la Iglesia, los hermanos, los negocios, etc. Por ello la mejor arma en el liderazgo para contraatacar es el
poder del acuerdo.

 Un llamado a la unidad

“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas.” (Hechos 2:44).
“Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía,
sino que tenían todas las cosas en común.” (Hechos 4:32).
La Iglesia primitiva logró algo asombroso. Tomemos como ejemplo de unidad donde crearon un sistema para erradicar la
pobreza de la iglesia. Pero para que esto sucediera la iglesia contaba con tres elementos importantes:
1. Contaba con una estructura: todo lo que Dios creó, lo creó con estructura. Dentro de la familia: Dios, padre, madre,
hijos. En la Iglesia: apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Diáconos, ancianos. La estructura garantiza orden y
firmeza. Hoy disfrutamos de tecnología, computadoras y programas que facilitan una estructura mucho más sólida.
2. Contaba con una visión de reino: está visión es libre de las agendas personales. ¿Como una persona puede entregar
casas y propiedades en las manos de los apóstoles? No le obligaron hacerlo, así que no era comunismo. Era voluntaria. Ellos
daban por causa de la visión. Ellos sabían que esas propiedades estaban destinadas a suplir necesidades. Nunca pidas recursos
si no tienes una visión donde inyectarlos. Una visión definida traerá acuerdo y un pueblo en acuerdo romperá divisiones.
3. Contaba con un liderazgo pro activo: el liderazgo pro activo, es el liderazgo que no espera que las cosas cambien,
ellos hacen que las cosas cambien, provocan cambios. Ven las necesidades, los problemas y dicen: tenemos que hacer algo. Si
en la ciudad los líderes no están haciendo nada, Dios va a levantar a alguien. Los líderes pro activos, no se quejan, ellos hacen.
“Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has
amado a ellos como también a mí me has amado.” (Juan 17:23).

"Para que sean perfectos en unidad". Esta palabra perfecto viene del griego "teleioo" que quiere decir: completo, traer hasta
el final con propósito y quiere decir cumplimiento. Perfectos en unidad, no quiere decir pensar lo mismo, sino completar un
propósito. Estamos aquí, para completar un propósito y no para competir uno con los otros. Para completar un propósito
dentro de la dinámica del cuerpo no se necesita ser iguales, se necesita la diversidad con propósito.
Aquí está el misterio: la división es una creación diabólica, la diversidad es el diseño original de Dios.

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Escuela de Liderazgo

Como Iglesia debemos entender el principio de la originalidad de Dios. Somos únicos, auténticos, diferentes y originales.
Usted es único, no compare, no trate de ser otro, usted es único. Acéptese. La diversidad es para unirnos, complementarnos y
no competir. El diablo usa la diversidad para dividir, Dios la usa para complementar. Donde uno es débil, el otro es fuerte. Es
aquí donde entra el trabajo mancomunado.
Debemos valorar a otros, el aporte que hacen, el avance que hacen y la obra que hacen. En el reino estamos cubiertos con
una túnica de muchos colores. A lo mejor no todos sean reconocidos, pero si todos son necesarios.

 Dios trabaja en equipo

Donde hay vida hay crecimiento. El crecimiento es inevitable donde hay bendición, pero es evitable crecer desorganizado.
Dios trabaja en equipo y tiene un orden para hacerlo. Debemos comprender el oficio de cada uno dentro de la iglesia; el del
pastor y el de las ovejas. La Biblia dice: “Y el mismo constituyo a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a
otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio” (Efesios 4:11-16). El pastor fue
constituido por Dios para equipar a los santos de la iglesia para que hagan la obra del ministerio.

 La bendición de trabajar es para todos

 En el principio: Adán. Desde el principio Dios le dio un huerto al hombre para cuidar y cultivarlo. Dios le dio trabajo.
El trabajo dignifica al hombre; produce carácter en él y satisfacción cuando termina lo que ha iniciado; y es el medio usual por
el cual Dios provee nuestro sustento. (Génesis 2:8).
 Hoy: Nosotros. El Señor ha dado a su pueblo una viña en la cual servir. Al ser salvos, Dios nos devuelve la bendición
de trabajar nuevamente para El, recogiendo la cosecha, de la misma forma que Adán cultivaba el huerto del Edén. Debemos
esforzarnos en la obra de Dios, pues la Gran Comisión implica trabajo: Las jornadas de trabajo de Jesús eran de doce horas
diarias y de seis días a la semana: si trabajas ocho horas diarias y cinco días a la semana; puedes dedicar las otras cuatro horas
del día de trabajo a servir a Dios, así como el día que te queda libre. Una persona que trabaja cinco días a la semana y ocho
horas diarias podría llegar a trabajar hasta treinta y dos horas más a la semana; si siguiera este principio del Señor (Mateo
14:15; Juan 9:4; Éxodo 20:9).
Dios realiza su obra en sociedad con el hombre. El espera que también nosotros trabajemos en equipo con otros, como un
cuerpo en el que cada miembro se ayuda. Todos somos importantes para levantar la cosecha y cada uno puede cumplir una
función especial dentro del equipo. No debemos envidiar a aquellos a quienes Dios bendice y honra, sino debemos gozarnos
con aquellos a quienes Dios bendice en la obra. (1 Corintios 12:1).

 Dios establece primero autoridades

Siempre que Dios va a hacer una obra en equipo comienza estableciendo la autoridad que la va presidir. Antes de iniciar su
obra, Dios establece las autoridades a quienes les da la visión y son los responsables de transmitirla al pueblo. A través de
ellos Dios prueba quienes en su pueblo son sujetos y quienes rebeldes, a quienes puede usar y a quienes no.
Ejemplo de esto son:
 Primero creo a Adán, luego a Eva
 Primero llamo a Abraham y de él salió el pueblo de Israel.
 Llamo a Moisés, luego saco al éxodo al pueblo de Israel.
 Primero levanto a Josué y después fue la conquista de Canaán.
 Trato antes con David y luego estableció el reino que Él deseaba para Israel.
 Levanto a Nehemías y después fue la reconstrucción del Templo.
 Primero vino a Jesús, luego nació la Iglesia.
 En la iglesia es igual, primero Dios trata con el pastor y luego nace la congregación.
 Hasta que el pastor no cree, no nace aquella iglesia gloriosa que Dios desea.

 Somos Administradores de Dios

No basta tener bendición y multiplicación, hay que tener organización. Si no nos mantenemos en el orden debido, aquello que
es bendición, puede tomarse en algo malo. Los siervos de Dios son administradores y mayordomos del Señor y deben ser
hallados fieles.
Todo administrador esta puesto para hacer crecer el patrimonio de la iglesia. No debemos dejar que el éxito sea una
casualidad. 1 Corintios 4:12 dice: “Así, pues, tengamos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los
misterios de Dios. Ahora bien se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel”.
Para servir a Dios debemos realizar los pasos de una buena administración, los cuales son la planificación, la organización, la
ejecución y la supervisión.

 Dios es un buen planificador

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Escuela de Liderazgo

 Él envió a su Hijo cuando vino el cumplimiento del tiempo que Él había previsto. (Gálatas 4:4).
 Él preparo de antemano las buenas obras en las que debemos andar. (Efesios 2:10).
 Él tiene planes de bien para nosotros. (Jeremías 29:11).
 Nosotros debemos planificar nuestro trabajo en la visión.

 Dios es organizado
 Jesús mando a organizar en grupos de 50 a los 5,000 varones que alimento cuando multiplico los panes y los peces, y
aun contaron las piezas que sobraron (Juan 6:1-15).
 Mando a Moisés a organizar al pueblo para llevar la carga de ellos, a través de un sistema de jueces en los que delego
el trabajo (Éxodo 18:13-23).

 Dios nos manda a ejecutar


 David dijo a su hijo Salomón con respecto al templo de Dios: “Anímate y esfuérzate, y manos a la obra, no temas, ni
desmayes, porque Jehová mi Dios, estará contigo; él no te dejara ni te desamparara, hasta que acabes toda la
obra.” (1 Crónicas 28:20).
 Jesús dijo antes de irse: “Id y haced discípulos” Él nos dejó el mandato de ejecutar la Gran Comisión (Mateo 28:19).

 Dios supervisa
 El Señor arreglo cuentas con los siervos a quienes dio los talentos (Mateo 25:10).
 Superviso a los 70 que envió a predicar (Lucas 10:17-20).
 Todos daremos cuenta ante El en su venida de todo lo que hayamos hecho (2 Corintios 5:10).
 Demos dar cuenta de los grupos a través de entregar los reportes.

 Jesús mismo cumplió estos pasos de buena administración para salvar al mundo
 Jesús planeo ganar al mundo y pago el precio para lograrlo.
 Organizo a los obreros para recoger la mies.
 Ejecuto los planes enviándolos.
 Los superviso cuando regresaron.

El liderazgo es para aquellos que están dispuestos a practicar estos requisitos. A menos que se esté dispuesto a trabajar
organizadamente no se puede optar a ser siervo de Dios. Este trabajo es para aquellos que lo desean hacer bien, con
excelencia, porque es para Dios. Los siervos de Dios son administradores de las bendiciones del reino y deben ser hallados
fieles en aquello que hacen.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 6: LIDERAZGO EN EQUIPO II

“Si estamos unidos en común acuerdo para cumplir una visión, todo funciona mejor.”

Jesús entendió que era importante fortalecer la unidad en su equipo de discípulos. Enseñaba y oraba para que esto suceda
porque hay un poder especial que se desata cuando servimos juntos y estamos de acuerdo. Si comprendemos que en el
liderazgo ser parte de un gran equipo es bueno, también se levantará una gran fortaleza, y estaremos listos para grandes
conquistas. “No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos
sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea
que tú me has enviado.” (Juan 17.20,21).

 ¿Por qué es bueno trabajar en equipo?

Porque es así como nos potenciamos. Si estamos unidos en común acuerdo para cumplir una visión, todo funciona mejor.
“¿Pueden dos caminar juntos sin antes ponerse de acuerdo?” (Amós 3:3); “Hierro con hierro se aguza.” (Proverbios 27:17).
El principio para que un equipo pueda funcionar correctamente es que haya acuerdo. Esto lo conseguimos a través de la
visión de nuestro ministerio. Ella es el punto en común en el que todos podemos trabajar sirviendo efectivamente. Hay mucha
gente con potencial pero que lamentablemente no saben trabajar en equipo y no pueden ponerse de acuerdo con otros. Es
necesario que adoptemos algunos principios porque la iglesia necesita “grandes jugadores de equipo”.

 Cosas que tenemos que sumar a nuestra conducta para funcionar en equipo:

 Ser flexibles. Si somos inflexibles, nos convertimos en una traba para nosotros mismos como individuos. Si queremos
hacer bien nuestro trabajo en todo lo que hagamos y tener buenos resultados, es necesario estar en equipo. Si hay algo que
nos hará bien cuando trabajamos con esta mentalidad, es que podamos ser adaptables a diferentes situaciones y personas. Si
aprendemos a escuchar, valorar las opiniones y acompañar en el trabajo de otros, seremos requeridos y necesarios.
Muchas personas no se adaptan a los cambios porque se estancaron en una rutina o una forma. Siempre decimos que nuestra
visión nunca va a cambiar, pero sí lo harán los sistemas de trabajo cuando sea necesario.
 Estar dispuestos a aprender. El aprendizaje siempre nos abre nuevos caminos. Para no quedarnos estancados en la
vida, tiene que haber hambre en nosotros de saber más y crecer continuamente.
“Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todo lo que yo os he dicho.” (Juan 14:26). Cuando Jesús dijo esto, nos damos cuenta que la visión del Señor es que sigamos
aprendiendo, sumando conocimiento y revelación a nuestras vidas. Como en todas las cosas, nunca podemos cerrar algo
diciendo que ya sabemos todo. Siempre en humildad se sigue aprendiendo ya que de la forma más sencilla Dios puede estar
enseñándonos algo. No siempre se aprende desde un púlpito, en un seminario o en una escuela, también aprendemos
trabajando en equipo con nuestros compañeros.
 Algunos puntos claves que debemos estar dispuestos a aprender:
 En todo equipo hay gente más hábil. Si eres uno de ellos, no te adueñes de todo sino comparte tus
conocimientos y disfruta de dar.
 Quizás en algunas tareas de tu equipo de trabajo no seas de los que brillan pero debes aprender a respaldar
cuando le toque al que tiene más habilidades y sigue aprendiendo.
 Sé una persona segura y no dejes que los cambios te alteren la vida. Hay que comprender que una visión
demanda cambios y continuo aprendizaje.

 Ser buenos colaboradores. Quienes son buenos colaboradores en un equipo hacen que la visión tenga éxito. Es sano
cuando en una iglesia hay un deseo de ver crecer la iglesia sobre todo individualismo. Desde los tiempos de los primeros
apóstoles se entendió la importancia de trabajar en equipo; unos se quedaban, otros viajaban, unos enseñaban, otros
supervisaban, unos evangelizaban y otros consolidaban las iglesias. Así fue y así se debe continuar la obra; con este espíritu se
pueden lograr grandes cosas.
“Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que
da el crecimiento. Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a
su labor. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Conforme a la
gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno
mire cómo sobreedifica.” (1 Corintios 3:6-10). Vemos que el Apóstol Pablo reconocía que era parte de un equipo, que por la
gracia que le fue dada a él colaboró plantando, pero Apolos hizo una gran tarea también. Cada uno de nosotros tenemos una
habilidad que el Señor nos dio. No somos todo, y por eso hay que colaborar, añadir a lo que los demás tienen creyendo que
sobre todas las cosas Dios es el que hace la única tarea que ningún hombre puede hacer y es dar crecimiento.
 Para tener en cuenta:

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Escuela de Liderazgo

 Nunca debemos olvidar que somos colaboradores unos de otros, pero sobre todo de Dios.
 Cada uno tiene una gracia que debe unirse a la de otro.
 El que planta y el que riega son lo mismo; cada uno verá una parte del proceso y debe reconocer lo hecho por otros.
 Todos sobreedificamos y debemos hacerlo con excelencia, apoyándonos para que el que tenga que añadir pueda
llegar más alto.
 Tus compañeros de equipo son colaboradores, no competidores.

Los líderes y servidores que saben valorar las relaciones con las personas que los rodean se transforman en un imán para la
gente. Es siempre con un corazón sano que podemos mantener unido un equipo.

 ¿Cómo valorar a las personas?:

 Respeto: Es importante que se mantenga el respeto en todas las relaciones. Aunque en un equipo de trabajo haya
familiares, amigos de años, o confianza, nunca debe perderse el buen trato. Si alguien que es tu familia o tu amigo es tu líder
o también tu compañero de servicio, hay que tener respeto de todos modos. El respeto es una buena señal y algo
fundamental para buenas relaciones en un equipo de trabajo. Se puede quizás en algún momento hasta tener diferencias de
opiniones pero nunca deben pasarse de la línea del respeto.
 Confianza: Hay que tener confianza en los demás, aprender a desarrollar más que un simple tiempo de trabajo en el
templo, sembrar amistad y un sano compañerismo. Si uno confía en las personas y los respeta, los tratará mejor. Sin
conceptos preconcebidos sobre una persona se pueden afianzar buenas relaciones.
 Creer: Es bueno comenzar a creer en los demás, antes de esperar que ellos crean en nosotros porque la gente busca
la compañía de quienes los valoran y no desea estar cerca de quienes no los respetan.
 Resaltar: Debemos resaltar todos los puntos positivos de los compañeros de equipo y lograr que se enfoquen en sus
habilidades para potenciarlas, pero también fortalecer lo que deben mejorar con amor y humildad.
 Alentar y motivar: Si alguien está desanimado, cansado o pasando un momento difícil, hay que convertirse en un
apoyo en ese momento.
 Corregir: Si un compañero cometió un error, lo que hay que corregir hay que hacerlo en privado y con mucho amor.
Si bien es cierto que es difícil reconocer los errores, con un gran corazón se pueden modificar las deficiencias.

 Principios importantes para que un equipo funcione:

 Hay que ayudar a los compañeros de equipo que tienen deficiencias para desarrollar una parte del trabajo, siempre
con humildad y buen trato.
 Siempre estar dispuestos a dar la milla extra; no pidiéndola de los demás sino ofrecerla uno mismo (Mateo 5:41,42).
Si alguien pide algo, un buen compañero de equipo hace eso y un poco más.
 Terminar y concluir las tareas entusiasma y motiva. La excelencia es un empuje para que un equipo pueda funcionar
y tener cada día metas que perfeccionen las tareas.
 Un buen equipo permite que el líder dirija. El servidor no debe poner trabas para que la visión se haga una realidad.
 Los buenos compañeros de equipo promueven la lealtad entre ellos; no critican y si hay algo que tienen que hablar
para sanar las relaciones, lo hacen en paz.
 Los buenos compañeros de equipo promueven a los demás ya que resaltan sus virtudes y si es necesario, están
dispuestos a asumir un papel secundario en ciertas ocasiones.
 En un equipo debe primar la generosidad. Nunca hay que olvidar este principio: Todo lo que uno siembre, lo cosecha.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 7: DESARROLLANDO A CRISTO EN EL LÍDER

“Liderazgo es carácter y un líder sin carácter es un líder peligroso.”

Enfoquémonos en dos palabras en Gálatas 4:19. Estas dos palabras son: “Cristo” y “formado”. Cristo viene del griego christos,
que quiere decir “Ungido” y formado viene del griego “morfhoo” que quiere decir “forma”.
Si hay algo que Dios hace en nuestro carácter es darle forma. Dios está interesado en pasarnos por el proceso de tomar a
Cristo y formarlo en nuestro carácter. “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea
formado en vosotros.” (Gálatas 4:19).

 Principios importantes:
 El carácter es más importante que los dones.
 El carácter es más importante que las promociones.
 El carácter es más importante que los títulos.
 El carácter es más importante que la posición.

 ¿Qué es el carácter?

 Es quien soy cuando nadie me ve. Los líderes con un carácter formado son de una sola pieza.
 Es quien soy en momentos de contrariedades. Como respondemos a la crítica y la oposición refleja cuanto Cristo ha
sido formado en nosotros.
 Es quien soy cuando vienen las pruebas y las dificultades. Muchos líderes no saben responder a las pruebas y optan
por abandonar el liderazgo, quejarse y renegar contra Dios. Es ahí cuando debemos de aprender a reflejar a Cristo.
 Es la raíz de la persona. El carácter manifiesta lo que somos internamente.

 Verdades en el reino
 Lo que yo soy se manifiesta tarde o temprano.
 Nunca confíes riquezas a una persona que no tiene el carácter para administrarlas.
 No midas la calidad de una persona por el carisma; sino por su carácter.

 Rasgos de un líder con un carácter formado


 Responsabilidad. (cumple sus obligaciones).
 Equilibrio. (Dios, familia, ministerio, trabajo).
 Transparencia. (su vida es un libro abierto).
 Integridad. (una sola pieza).
 Familia Saludable. (familia es prioridad en el reino).
 Buen mayordomo. (fiel en lo poco y en lo ajeno, es un productor de los bienes que no son suyos).
 Honestidad. (necesitamos líderes honestos del reino).

 ¿Cómo se desarrolla el carácter?

 En los procesos. En ellos se desarrolla confianza, como lo vivieron José, David, Moisés, etc. Hombres que pasaron por
los procesos de Dios. “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras
blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.”
(Apocalipsis 3:18).
 En la disciplina. Los hijos caminan en obediencia, mientras que los bastaron nacen de la desobediencia. “Pero si se os
deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.” (Hebreos 12:8).
 En las pruebas. Ellas dan a conocer de qué estamos hechos. “Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez,
no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. Y
éstos también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.” (1 Timoteo 3:8-10).
 A través del tiempo. El tiempo revela los motivos del corazón. “Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta
que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y
entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.” (1 Corintios 4:5).
 Rendir cuentas. Lo lideres bajo autoridad, pueden ministrar con autoridad, porque siempre dan a conocer lo que
hacen. El que no rinde cuenta, que no pida cuenta. “Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay
autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas.” (Romanos 13:1).
 Santificación constante. Dios quiere santidad estable. “Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de
una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar.” (1 Timoteo 3:2).

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Escuela de Liderazgo

“Lo más grande que Dios te puede confiar no es unción; es problemas.” (Bishop Jc Church)
Dios tiene la intención de desarrollar hijos maduros: Liderazgo es carácter y un líder sin carácter es un líder peligroso.

 Carisma vs Carácter

Tu carisma, presentación y talentos, atraerán la gente al principio porque es la primera impresión. Pero tu vida y tu carácter a
medida que se va mostrando acercarán o alejarán a las personas de ti. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre
que está en los cielos es perfecto.” (Mateo 5:48).
Muchos se confunden con estas dos palabras. Algunos líderes piensan que están listos porque tienen sus dones desarrollados.
Usted puede tener un don desarrollado y no tener un carácter formado.
El don desarrollado te llevará lejos, pero el carácter desarrollado te sostendrá donde te llevará el don. Dios no determina si
estamos listos para ser comisionado de acuerdo a nuestros dones, sino de acuerdo a nuestro carácter.
El carácter está en la persona que se forma durante los procesos de la vida, muestra quienes somos y es el reflejo de lo que
hemos aceptado ser internamente. Puede asegurar, establecer o destruir tu influencia y liderazgo a largo plazo. Mientras que
el carisma es el don externo y visible con que nacemos.

 Debemos saber cómo reconocer nuestro verdadero carácter:

 Es lo que uno manifiesta bajo las presiones de la vida.


 Es lo que uno es a solas
 Es lo que refleja la naturaleza pecaminosa, o la naturaleza divina de Jesús a través de nosotros. (Fruto del Espíritu)
En otras palabras; el carácter refleja la madurez del creyente (Gálatas 5:19-25; 1 Timoteo 3) y por otro lado, el carisma son las
manifestaciones de los dones del Espíritu en la persona (1 Corintios 12:4-11).

“Un árbol con buenas raíces produce buen fruto y un árbol con buen fruto tiene buenas raíces. Un buen líder buscará el
equilibrio entre carácter y carisma.”

 ¿Por qué debemos ser líderes de buen carácter?


Porque es mandato de Dios, “Conoce el Señor a los que son suyos; y apartase de iniquidad todo aquel que invoca el nombre
de Cristo.” (2Timoteo 2:19).

 ¿Para qué debemos ser líderes de buen carácter?


Esto nos impulsa a reproducir hijos naturales y espirituales de buen carácter. Juan 5:19; Tito 1:4.
 Para edificar a otros con nuestro ejemplo y testimonio. (Mateo 7:16; 1 Timoteo 4:12).
 Para no hacer tropezar a los demás. (Mateo 18:6).
 Para glorificar a Dios y agradarlo. (Juan 15:8).
 Para no tener de que avergonzarse. (2Timoteo 2:15).

“Es importante desarrollar el carácter como los dones que Dios nos ha dado. Pero debemos entender la diferencia para
saber que necesitamos trabajar en nosotros.”

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Lección N° 8: EL LÍDER Y EL SERVICIO

“Si alguno de ustedes quiere ser el más importante, deberá ocupar el último lugar y ser el servidor de todos los demás.”

Todo lo que Dios creó y lo que la creación produce, lo produce en base al servicio. Todo lo que la creación produce, lo produce
para servir a alguien. “Pero no será así entre vosotros, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro
servidor… Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
(Marcos 10:43;45).

Esto expone a Dios como un Dios de propósito. Si los árboles producen frutos es para alimentar a alguien. Si las plantas
producen oxígeno es para servirle a alguien. Nunca vas a ver a un árbol produciendo frutos y comiéndoselo él mismo. Si las
plantas producen oxígeno es para producir vida al planeta.
Las nubes producen lluvias, los manantiales ríos, el mar es un hábitat de millones de especies. Todo lo creado le sirve a otra
cosa creada. Todo se usa para algo, o para alguien. Los científicos han encontrado que los cuerpos muertos que se entierran
favorecen a la tierra. El dióxido de carbono o el CO2 que botamos lo utilizan las plantas. Es ese gas que impide que el calor
salga de la tierra, sin ese gas la tierra sería hielo. Así que lo que nosotros llamamos "residuo" es la vida de alguien. Es el
alimento para alguien en la creación de Dios.
Esto nos da a entender varias cosas: nada ni nadie es un desperdicio, todo lo que nos rodea tiene mucho valor y todo ha sido
creado intencionalmente por Dios para servirle a otros. Esto no es una casualidad, esto es un arte del Creador. Esto quiere
decir que todo el talento que tienes lo puso Dios allí intencionalmente, no para ti, si no para otros.

 El primer paso al servicio en el reino es saber lo que Jesús sabía

“Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como
había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.” (Juan 13:1).
“Sabiendo Jesús…” Juan 13 comienza con una frase importante para que nosotros aprendamos a servir con corazón de reyes.
 Jesús sabía:
 Quien lo iba a traicionar.
 Quien lo iba a negar.
 Que había llegado su hora.
 Que sus amigos lo iban a abandonar en su hora más crítica.
 Jesús sabía de dónde venía.
 Jesús sabía a dónde iba.
 Jesús sabía que el Padre le había dado en sus manos.

En el reino de Dios los grandes servidores comienzan sabiendo quienes son en Cristo. Cuando no sabemos quiénes somos,
vamos a tener grandes problemas con el servicio. Nos vamos a sentir inferiores, y veremos el servicio como algo bajo. Vas a
ver a la gente que se aprovecha de ti, y no vas a ver el servicio que le das.
Jesús sabía que el Padre le había dado autoridad. Fue en ese momento que se quitó el manto, y se puso la toalla. Todo el
mundo quiere el manto. A la gente le intimida la toalla. Ya Jesús le había dado el manto primero, ahora les iba a enseñar el
poder que hay en una toalla "el servicio". En muchas ocasiones él dijo: “he venido servir y no a ser servido.”

“Debemos saber qué tenemos o qué Dios nos ha dado, porque lo que tú tienes eso es lo que vas a servir.”

 ¿Quién quiere ser el mayor?

“Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de
todos.” (Marcos 9:35). Veamos algunos puntos importantes en el contexto de este versículo:
 Los discípulos venían discutiendo sobre “su éxito personal”. Nadie dijo: “yo quiero la posición que el maestro me dé”.
 Querer ser grande en el reino, no tiene ningún problema. El problema está en los motivos y las intenciones.
 ¿Por qué quieres ser grande y cómo es que lo quieres lograr?
 Sus discípulos estaban mal, se llenaron de orgullo e inseguridad, buscando posición y prestigio. En el reino estos
motivos pueden ser destructivos. Mateo 6:33 describe cual debe ser nuestra prioridad.

 ¿Que son los motivos y las intenciones?


Son las raíces, la causa, la razón, la finalidad porqué hacemos las cosas. Para Dios esto es muy importante, ya que usted se
puede encontrar haciendo cosas buenas, aun sirviéndole a Dios por los motivos incorrectos. Necesitamos sanar los motivos,

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Escuela de Liderazgo

necesitamos redirigir los motivos. Es muy importante servir con los motivos correctos. Jesús, el Rey de reyes estaba en medio
de sus discípulos como un servidor.

 Para sanar los motivos necesitamos saber 4 cosas:


1. ¿Quién eres? Identidad.
2. ¿De dónde vienes? Origen.
3. ¿A dónde vas? Destino y propósito.
4. ¿Y qué te ha dado Dios en la mano? Dones.

En otras palabras, Jesús estaba diciendo: “el primero vaya a la cola, y se convierta en el servidor de todos”. Para muchos
esto es menos, pero en el reino de Dios es aquí donde descansa la grandeza.

 Tú comienzas a servir cuando sabes qué tienes para servir

Si abres un restaurante, debes de saber que vas a servir. Imagínate que llegue a un restaurante y le digas, ¿qué sirven aquí? y
te digan: no sabemos. En orden de servir, tú necesitas saber que Dios te ha dado para servir. Jesús sabía que era lo que el
Padre le había dado, así que se quitó el manto y tomó la toalla. Pregúntate, ¿Qué Dios te ha dado? Palabra, capacidad, unción,
carisma, gracia, inteligencia, conocimiento, ¿Qué Dios te ha dado? Si sabes lo que Dios te ha dado, sabes lo que debes de
servir. “Se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y
comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido.” (Juan 13:4,5).

 Valora los pequeños comienzos en el servicio

Hay mucha gente que no les gusta servir en ciertas áreas de la iglesia porque dicen que Dios los llamó a predicar. La realidad
es que Dios nos confía cosas pequeñas para revelar que tan fiel somos. Dios comienza a confiarnos cosas pequeñas, para ver
si somos fieles con algo, con alguien o con una asignación.
La fidelidad es un tema muy importante para Dios. Primero le eres fiel a Dios, luego a tu familia y luego a la Iglesia. Las
personas que son infieles en la Iglesia (con un cargo, posición, autoridad) regularmente son infieles en la casa. Dios comienza
a confiarte cosas espirituales, influencias y talentos. Si somos fieles en lo poco, entonces nos puede confiar lo más. “El que es
fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. Pues si en las
riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que
es vuestro?” (Lucas 16:10-12).
“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.”
(Mateo 25:20).

En una versión dice, fuisteis fiel con esta pequeña cantidad de dinero, por eso te voy a dar mucha más responsabilidad. Dios
ve si eres fiel con eso, si te quejas, si no lo valoras, envidia lo que otros tienen, no lo multiplicas, etc.
Él dice si estás listo. Porque lo poco y lo ajeno tiene como objetivo formar tu carácter. Tú puedes tener un talento
desarrollado y un carácter atrasado. Por ejemplo: una cosa es el don profético y otra cosa es el carácter profético. El que tú
puedas hacer algo, no le dice a Dios que estás listo. Todo lo contrario, si eres fiel, y lo valoras, lo multiplicas, Dios ve que estás
listo para otro nivel. A veces queremos que Dios nos de las cosas rápido, esto es peligroso. Porque resultados rápidos, en las
manos de alguien que no tiene carácter, puede llegar a ser un desastre. Las cosas en el reino toman un proceso.

En Juan capítulo 13, Jesús les lava los pies a sus discípulos. Así como cuando trajo a los niños y los bendijo, Jesús estaba
rompiendo otra barrera cultural. Eran los siervos y los esclavos quienes lavaban los pies a las visitas. Jesús ya les había
declarado que él era el Mesías, el Rey, el Hijo de Dios y le habían visto haciendo muchos milagros. Ellos no estaban esperando
esto. Qué bueno cuando Dios supera nuestras expectativas para romper fortalezas mentales.
Hay cosas que están culturalmente arraigadas que necesitan romperse. En el servicio está nuestra grandeza. Un árbol de
mango es admirado por los frutos que produce. Porque le sirve a alguien.

En este mismo capítulo Pedro resiste el ejemplo de Jesús por problemas de identidad y concepto. Y es que cuando tú no sabes
quién eres, el servicio es una bajeza. Querrás convertirte en: líder, jefe, el grande, no porque quieres servir, sino porque no
quieres que nadie te controle. ¿Por qué quieres ser un gran líder? Así hay gente en el liderazgo, en posiciones sirviendo a Dios
con corazón de esclavos. No estamos supuestos a tener ese espíritu de esclavitud, sino el espíritu del Hijo. La grandeza viene
de tu corazón y no de lo que haces. Cuando tú sabes quién eres darás tu vida para servir lo mejor, no para ti, sino para otros.
Tú das lo que tienes. Si quieres saber el contenido de una persona, mira lo que da. En la casa, en la iglesia y en su trabajo. El
que no da nada, es porque no tiene nada.

Dios te va a pedir cuenta por lo que te ha dado, por lo que Él ha puesto en tus manos y no por lo que ha puesto en las manos
de otros. Servir nos da carácter.

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Lección N° 9: EL LIDER Y SU FAMILIA

“Cada líder necesita establecer un balance en su tiempo, con sus prioridades. Esto también es sabiduría.”

La familia es una prioridad para el reino de Dios. El Señor nos aconseja a través del apóstol Pablo a no descuidar este orden.
De nada nos vale ser grandes líderes, que nos aplaudan en la iglesia y nos abucheen en la casa. Nuestra casa debe de estar en
orden en todo momento. Dentro del ministerio la familia es incluida y no excluida. Es un ejemplo que tenemos que darle al
mundo con nuestra familia. Como líderes las personas verán tu familia. El líder entiende que Dios le enseñará a ser familia.
“Que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia
casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?).” (1 Timoteo 3:4,5).

 El líder debe gobernar su propia casa

La palabra a Timoteo fue que si alguno anhela obispado buena cosa desea. En otras palabras no hay ningún problema querer
ser un líder en el reino. Querer ser usado por Dios en cualquier ministerio es buena cosa. Pero en los renglones siguientes el
apóstol Pablo le aconseja y le detalla los requisitos. Uno de esos requisitos principales es que debe de aprender a “gobernar”
su casa. Porque, el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidara de la iglesia de Cristo? Anhelar el ministerio es bueno,
pero administrar la familia sabiamente y saludablemente por el que lo anhela es una prioridad de Dios. La palabra gobernar
quiere decir: dirigir, estar encargado, cuidar sobre, ser protector o el guardián de algo.

 La familia es prioridad para un líder

Isaías le profetiza al rey Ezequías su muerte y como algo principal para Dios le dice: ordena tu casa, porque morirás y no
vivirás. “En aquellos días Ezequías enfermó de muerte. Y vino a él el profeta Isaías hijo de Amoz, y le dijo: Jehová dice así:
ordena tu casa, porque morirás, y no vivirás.” (Isaías 38:1).
Prestemos atención a la frase "ordena tu casa”. A pesar que Dios le devuelve quince años más de vida al rey porque le suplico,
esta frase arroja una poderosa revelación. Aquí vemos lo importante de poner nuestra casa en orden, antes de partir de esta
tierra.
En la versión bíblica Dios Habla Hoy, aparece de la siguiente manera: “Da tus últimas instrucciones a tu familia porque vas a
morir. No te curarás”. Para Dios, tener nuestra familia en orden es y siempre ha sido una prioridad. Todo líder debe de tener
su casa en orden y tener su casa en orden quiere decir tres cosas importantes:
1. Su matrimonio en orden: entre esposos.
2. Sus hijos en sumisión y disciplina: la relación entre los hijos.
3. El testimonio en la familia: orden en la conducta personal entre los que le rodean.

“También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del Diablo.”
(1 Timoteo 3:7).

 El balance con el tiempo

Redimir quiere decir librar a alguien de una mala situación. Cuando nosotros redimimos el tiempo, libramos al tiempo de una
mala situación. En otras palabras, no perdemos el tiempo, sino lo usamos sabiamente. “Andad sabiamente para con los de
afuera, redimiendo el tiempo.” (Colosenses 4:5).
En la iglesia no solo hay que ecualizar el sonido, también hay que ecualizar la familia. El líder debe de tener sabiduría,
disciplina y visión para traer un balance entre su vida personal, la vida de su familia y el ministerio.

Bien dijo el escritor, “hay tiempo para todo lo que se quiere debajo del sol”. Si no hacemos un balance o no lo sabemos hacer,
fallaremos de un lado. Dios no quiere que dejemos el ministerio, pero tampoco quiere que dejemos la familia. Es el deseo de
Dios que usemos el tiempo sabiamente para con nuestra necesidades y prioridades. Debemos de aprender a usar las 24 horas
al día y los 7 días a la semana que tenemos.
Hay muchos líderes desbalanceados en cuanto al ministerio, la familia y su trabajo. Algunos están muy concentrados en sus
familias que no tienen tiempo para ganar las almas. Otro están muy dedicados en sus trabajos que no tienen tiempo para
nada. Y otros pierden su familia y trabajo por estar metidos en el ministerio. Cada líder necesita establecer un balance en su
tiempo, con sus prioridades. Esto también es sabiduría.

 Debemos de examinarnos y hacernos esta pregunta a nosotros mismos:


¿He descuidado mi casa últimamente? ¿He dado buen testimonio para con mi familia? ¿He descuidado mi familia, esposa(o),
hijos? ¿Cómo está mi relación matrimonial? ¿Necesito arrepentirme?

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Lección N° 10: EL LÍDER Y SU FINANZAS

“Las iglesias espirituales son las que diezman y ofrenda. Si la Iglesia no diezma y ofrenda, está en su vida espiritual.”

Existen 4 pilares que son soportes del ministerio. Estos cuatro elementos no pueden faltar. Es la médula de cómo se
desarrolla un ministerio:
1. Visión.
2. Actividades que se llevarán a cabo para poner en marcha una visión.
3. Secuencia u orden: Procesos.
4. Finanzas.

“Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no
os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” (Malaquías 3:10).

Si faltan algunos de estos elementos, los ministerios tienden a fracasar. Es muy importante que el líder, no solo aprenda a dar,
sino que también tenga sabiduría en cuestiones de administración.
La administración debe de darse en su tiempo, en su talento y en sus recursos. Primero dentro de su familia, luego podrá
ejercerlo en la iglesia.
Administración es mayordomía y tenemos que ser buenos y fieles administradores.

 Dentro del ministerio necesitamos tres tipos de recursos:


 Humanos
 Financieros
 Tecnológicos

Una de las grandes preguntas que nos hacemos es: ¿De dónde saldrá las finanzas para hacer la obra de Dios? ¿De dónde
saldrán los recursos para realizar las actividades, y proyectos? Una iglesia sin recursos no puede cumplir las actividades que
hacen cumplir la visión.

 ¿De dónde saldrán nuestras finanzas para hacer la obra de Dios aquí en la tierra?

Existe un plan financiero establecido por Dios para la realización de su obra. El Señor estableció un sistema de diezmo y
ofrendas para el sustento de su obra.
Se dice que de 38 parábolas 16 se refieren a manejar el dinero. Esto representa un 42%. También 1 de cada 10 versículos de
los evangelios habla de dinero. La Biblia ofrece 500 versículos de la oración. Habla menos de 500 veces de la fe. Pero, habla de
2000 veces sobre dinero y patrimonio en general. El tema de recursos es tan espiritual como la oración.
Las iglesias espirituales son las que diezman y ofrendan. Si la Iglesia no diezma y ofrenda, no está en su vida espiritual. El plan
financiero bíblico es: los diezmos y las ofrendas.

 El Diezmo

“Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a
Jehová.” (Levítico 27:30).
“Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año.” (Deuteronomio 14:22).

 Veamos dos cosas importantes:


1. El diezmo es de Jehová
2. Es cosa dedicada a Jehová: no solo hay que traerlo, también hay que dedicarlo.

 Números 18:20-28
 No todos los levitas eran sacerdotes, pero para ser sacerdote tenían que ser levita.
 En el verso 21 dice que Dios se lo dio, por heredad por su ministerio en el Tabernáculo.
 Los diezmos son del Señor, y Dios se los daba a los sacerdotes.
 El diezmo debería entregarse en el lugar que Jehová escogiera. El diezmo no se puede entregar en otra parte, tiene
que entregarse en el lugar donde se come, en la casa donde estas. Es una falta comer en un restaurante y pagar en
otro. Hay que sostener la casa de donde pertenecemos.

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Escuela de Liderazgo

La palabra indefectible quiere decir: “a pesar de”; “de todas maneras”. Los líderes debemos de dar ejemplo mostrando una
vida generosa. Ser los primeros en aportar para la obra, los proyectos y la visión de la casa.

 Las ofrendas

La ofrenda es lo que damos del 90 % después de haber diezmado. La ofrenda es voluntaria, conforme propongamos en
nuestro corazón.
“Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo dice
enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con
esperanza de recibir del fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo
material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho,
sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. ¿No sabéis que los que trabajan en las
cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que
anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.” (1 Corintio 9:9-14).

La ofrenda es para el sustento de los ministros de Dios. El bozal era para que no se detuvieran a comer.
No comía, no había esperanza y se debilitaba en buey. No estaba hablando del buey, sino de los ministros. No se le debe
poner bozal, a los ministros de Dios. Ellos son los que trillan, los que trabajan, son los instrumentos de Dios para bendecir al
pueblo. El señor no está hablando de bueyes sino de los ministros, el contexto es "el derecho de un apóstol".
“Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente,
generosamente también segará. Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios
ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en
todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; Su justicia
permanece para siempre. Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera,
y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por
medio de nosotros acción de gracias a Dios.” (2 Corintios 9:6-12).

Ofrendar es una herramienta para ser bendecidos, pero con el grado de nuestra generosidad. Proponer en el corazón significa
tener un plan de antemano y venir preparado. No debe ser cuando me acuerde.
Algunos proponen 10 de diezmo, y 10 de ofrenda. Otros 20 por ciento de ofrenda. Dios nos ha dado pan y esto es tu sustento.
Dios nos ha dado semilla, tienes que sembrarla. No te comas la semilla, siémbrala, para que tengas semilla. El problema es
que nos comemos el pan y también la semilla.
¿Cuál es mi semilla? Y ¿Dónde la estoy sembrando?
En el verso 11 habla del propósito de las riquezas"; y dice: “para que seas enriquecidos en todo”. Quiere decir con el
propósito de dar, liberalidad, estar libres para dar, esto es una acción de gracias.

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Lección N° 11: EL LÍDER Y LA HONRA

“La honra no solo va en dar cosas, sino en obedecerles y estar sujetos.”

La horna es una cualidad del reino de Dios que cada líder debe de aprender y tomarla con mucho valor.
Hay muchos líderes que carecen de este principio y les cuesta crecer dentro del ministerio. Muchas veces tratamos a Dios, a
nuestros padres terrenales y espirituales como cualquier cosa. Y fallamos en este principio tan importante acerca de la honra.
Debemos aprender que donde hay honra, hay vida, remuneración de Dios y bendición. “Pagad a todos lo que debéis: al que
tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra.” (Romanos 13:7).

La palabra honra que aparece en el verso de Romanos 13:7 viene del griego “time” que quiere decir: el valor por el cual el
precio es arreglado, precio, del precio mismo. También quiere decir el precio pagado o recibido por una persona o cosa
comprada o vendida. Cuando damos honra, valoramos a quién se lo merece.

 ¿Qué es la honra?

Honrar es respetar, reconocer, apreciar, premiar, distinguir, ensalzar, condecorar, favorecer, enaltecer, ennoblecer y
engrandecer.
Vivimos en un tiempo donde muchas personas no entienden este principio. Comenzando desde las casas y manifestado en las
congregaciones. Las señales de una generación sin el principio de honra son:
 Falta de sumisión.
 Violentar la autoridad.
 No hay respeto a la autoridad.
 Rebelión.

 ¿Cómo se perdió la honra?

 Falta de legado: dejaron de enseñar el valor de la honra. El padre que no enseña perderá la oportunidad de traspasar
un poderoso legado.
 Rebeldía del hombre: está en el hombre la inclinación a la rebeldía. Es por eso que los hombres no honraron a Dios,
con sus acciones y sus palabras. Los líderes rebeldes a Dios, regularmente son rebeldes en sus congregaciones. Si no honran a
Dios, no podemos esperar que honren a sus padres y pastores.
 Falta de disciplina: a veces no se le disciplina a los líderes y se levanta una generación que hace lo que bien le parece.
Mientras no hay disciplina, no hay corrección y las personas toman la dirección desenfrenada para hacer las cosas.
 Familiaridad: la familiaridad con los asuntos santos de Dios, con los padres y/o con el hombre de Dios en una iglesia
puede ser una razón por la cual muchos no caminan en honra. Como siempre lo ven, las personas se familiarizan con eso y lo
ven normal. Jesucristo dijo que no hay profeta sin honra sino en su propia tierra. La familiaridad hace que se pierda el temor y
la gente se acostumbran tanto a una persona, sea Dios, padres o pastores, que se pierde el reconocer la honra debida por la
familiaridad. “Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; Mas el que guarda la corrección recibirá honra.”
(Proverbios 13:18).

 ¿Cómo recuperarla?

 Con la humildad de corazón.


 Conociendo la palabra de Dios: debe de ser enseñada.
 Aplicando la palabra de Dios.
“El temor de Jehová es enseñanza de sabiduría; Y a la honra precede la humildad.” (Proverbios 15:33).

 ¿Cómo se honra?

 Debemos de honrar de dos maneras:

1. Con palabras: “Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca.” (Salmos 34:1).
2. Con hechos (acciones): respeto, obediencia, fidelidad y recursos. (Regalos, presentes)
“Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus
lagares rebosarán de mosto.” (Proverbios 3:9).

 Hay 3 personas que tenemos que aprender a honrar:

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1. A Dios: (Padre, Hijo y Espíritu Santo)


Debemos de honrar a Dios con nuestras palabras. A Dios le place que podamos expresar nuestro amor hacia Él. Hay que
decirle, que lo amamos. Como sus hijos debemos de enamorar a Dios, con palabras proveniente de un corazón puro y
entregado. Exáltale: ¡Cuán bello! Con alabanza. ¡Cántale a tu Dios! Reconoce todo lo que ha hecho por ti.
También tenemos que honrar a Dios con nuestros hechos todos los días. Puede que con los labios le honremos, pero nuestro
corazón este lejos de él. Los hechos de obediencia demuestran un corazón que le sabe honrar.
 “Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.”
(Juan 5:23).
 “Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.” (Juan 8:49).
 “La cual a su tiempo mostrará el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes, y Señor de señores, el único que
tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea
la honra y el imperio sempiterno. Amén.” (1 Timoteo 6:15,16).
 “Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al
que vive por los siglos de los siglos.” (Apocalipsis 4:9).
 “Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre
le honrará.” (Juan 12:26).
 “El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde
está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En
qué hemos menospreciado tu nombre?” (Malaquías 1:6).

Debemos de honrar a Dios con nuestros bienes, ofrendas, diezmos y primicias. Muchos líderes dicen que aman a Dios y no
son fieles con sus diezmos.
 “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos.” (Proverbios 3:9).
 “Dad a Jehová la honra debida a su nombre; traed ofrendas, y venid a sus atrios.” (Salmos 96:8).

2. A tus Padres
Si en la casa no se honra a los padres, no se honrará a Dios en su casa tampoco.
“Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; ¿Todo lo que han hecho por nosotros?
Procura que nada le haga falta.” (Efesios 6:2).

3. A tus padres espirituales


“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble HONOR, mayormente los que trabajan en predicar y
enseñar.” (1 Timoteo 5:17). (Énfasis añadido)
La palabra “ancianos” viene del griego “presbiterios” que quiere decir: obispo o presbítero. Este es un pasaje que se debe de
aplicar en las congregaciones. A veces encontramos muchos líderes con temor de honrar a sus pastores, a otros no lo ven
como algo muy importante y otros envidian a sus padres espirituales.
Debemos entender la importancia de honrar a los pastores. Los pastores representan la autoridad en las congregaciones. Al
honrarlo a ellos, honramos a Dios y la autoridad puesta por Dios. De seguro no quedaran sin recompensan, dijo Jesús. No es
idolatría, revisemos la definición de honra. Esto es honrar: respetar, reconocer, apreciar, premiar, distinguir, ensalzar,
condecorar, favorecer, enaltecer, ennoblecer y engrandecer.
Dios lo toma tan en serio que escribe a través del apóstol Pablo, “Sean tenidos por dignos de DOBLE honor”. Unos reciben un
honor, pero estos ancianos que gobiernan bien, denle el doble. Si Dios mismo honra a los que le honran, debemos de
aprender de Dios. La honra no solo va en dar cosas, sino en obedecerles y estar sujetos.
La honra, va unido a la sumisión, la lealtad y la obediencia. Debemos de honrar a Dios sobre todas las cosas. Si honramos a
Dios, no tendremos problema para honrar a nuestros padres terrenales y espirituales.

 “Porque Jesús mismo dio testimonio de que el profeta no tiene honra en su propia tierra.” (Juan 4:44).
 “Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.”
(Mateo 13:57).
 “Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré
por medio del evangelio.” (1 Corintios 4:15).
 “El que es enseñado en la palabra, haga PARTÍCIPE de toda cosa buena al que lo instruye.” (Gálatas 6:6). (Énfasis
añadido)

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Lección N° 12: EL CANSANCIO EN EL LIDERAZGO

“Usted tiene la responsabilidad de cuidar el templo del Espíritu Santo.”

Vivimos en un tiempo donde encontramos por todas partes líderes cansados, padres cansados, hijos cansados, pastores
cansados. ¿Qué hacemos? ¿Cómo lidiamos con el cansancio para que no nos mate?
Es normal cansarse y estar cansado después de un período de trabajo. “Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré
descanso.” (Éxodo 33:14).

 El cansancio es fatiga o falta de fuerza y los tipos de cansancio son:


 El cansancio físico.
 El cansancio espiritual.
 El cansancio ministerial.

 ¿Por qué una persona se cansa?


 De tanto trabajo. Mucho trabajo produce agotamiento.
 Afán y mucha preocupación.
 Rutina. Siempre lo mismo todos los días.
 Problemas de continuo sin resolver.

 ¿Cómo afecta esto la familia?


 No hay tiempo para la familia.
 No hay ganas para la familia.
 No hay fuerzas para la familia.
La persona cansada dice: no tengo tiempo, y si no tengo tiempo, no tengo ganas, y aunque tenga ganas me faltan las fuerzas.
“Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría yo, y descansaría.” (Salmo 55:6). El salmista está pidiendo alas de
paloma, quiere volar y descansar. Quieren salir huyendo de la rutina, del mucho trabajo, de la preocupación y los problemas.
Este Salmo fue escrito en la rebelión de Absalón y en la traición de Ahitofel (2 Samuel 15-17). El principio es el siguiente: aún
los hombres que vivieron una vida cercana a Dios, tuvieron momentos que querían escapar de sus problemas y presiones de
la vida y ministerio.

 El factor tiempo

El Tiempo es un factor. Un factor determinante. Esto quiere decir que determina muchas cosas.
Determina todo, porque todo tiene su tiempo. La Biblia nos dice que hay tiempo para todo lo que se quiere debajo del sol.
Esto quiere decir que Dios nos dará la oportunidad de hacer las cosas. “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su hora.” (Eclesiastés 3:1); “Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos,
sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.” (Eclesiastés 3:11).
Lo que tenemos que hacer es reconocer cuando es el tiempo para hacer lo que queremos y no hacer las cosas antes de
tiempo. El líder sabio sabe usar su tiempo y hacer las cosas a tiempo. El día tiene 24 horas y esas horas deben de estar bien
distribuidas en:
 Prioridades. Dios es una prioridad. El reino de Dios es una prioridad, la familia es una prioridad.
 Responsabilidades. Ser padre es una responsabilidad, irse a trabajar y cumplir es otra responsabilidad.
 Recreación. Tomar un tiempo para recrearse y liberar el estrés es tiempo de recreación.
 Necesidades. Comer es una necesidad, dormir es una necesidad, bañarse es una necesidad.

 ¿Qué sucede cuando nuestras horas están mal distribuidas?


Desbalance y desequilibrio son el resultado de horas mal distribuidas. Un padre desbalanceado, desbalancea toda la familia.
Es cierto que a veces surgen cosas inesperadas: emergencias, contratiempos, etc. pero debemos estar siempre enfocados en
evitar la mala distribución de nuestro tiempo ya que eso nos dará mayor eficacia en todo lo que tengamos que hacer.

 ¿Qué debemos hacer nosotros como líderes?


Debemos de tomar el consejo de Jesús: No debemos afanarnos por conseguir cosas, específicamente “cosas”. “Por tanto os
digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de
vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” (Mateo 6:25).
Hoy en día las personas están muy afanadas por conseguir mucho dinero pero debemos de controlar el dinero y el dinero no
debe controlarnos a nosotros.

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Escuela de Liderazgo

La palabra “afanéis” quiere decir: preocupación intensa por algo. No hay nada de malo querer prosperar y salir adelante con
nuestras responsabilidades financieras. El problema está cuando nos preocupamos de una manera intensa que no tenemos
tiempo para descansar porque estamos muy afanosos por conseguirlo. Al final, es Dios quien nos bendice y no nuestro
esfuerzo. Lo que debemos hacer entonces, es tomarnos el tiempo para re ordenar los motivos y para descansar. (Descansar es
trabajar con sabiduría). “Volvió, por tanto, a desesperanzarse mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en
que había ocupado debajo del sol mi sabiduría. ¡Que el hombre trabaje con sabiduría, y con ciencia y con rectitud, y que
haya de dar su hacienda a hombre que nunca trabajó en ello! También es esto vanidad y mal grande. Porque ¿qué tiene el
hombre de todo su trabajo, y de la fatiga de su corazón, con que se afana debajo del sol? Porque todos sus días no son sino
dolores, y sus trabajos molestias; aun de noche su corazón no reposa. Esto también es vanidad. No hay cosa mejor para el
hombre sino que coma y beba, y que su alma se alegre en su trabajo. También he visto que esto es de la mano de Dios.”
(Eclesiastés 2:20-24).

 ¿Qué sucede cuando descansamos?


Recuperamos la fuerza, las ganas y el tiempo perdido. Tu esposa te necesita, tu esposo te necesita, tu hijo te necesita, tu hija
te necesita, dale tiempo de calidad y no una vida producto del cansancio.
Otra cosa muy importante, pon tu mente a descansar. Tu cuerpo no puede descansar solo, necesitar poner a reposar tu
mente. Muchos problemas pueden afectar tu mente. Hoy en día por causa del estrés, no hay tiempo para descansar, así que
el cuerpo se los pide obligatoriamente. Tienen que ir al hospital a descansar. Mucho trabajo, mucho estrés, afán,
preocupación, el mismo cuerpo no aguanta. A tu jefe no le interesa tu cuerpo, sino lo que produces con él. Usted tiene la
responsabilidad de cuidar el tempo del Espíritu Santo.
 “Más vale un puño lleno con descanso, que ambos puños llenos con trabajo y aflicción de espíritu.” (Eclesiastés
4:6).
 “Si Jehová no edificare la casa, En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela
la guardia. Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.” (Salmos 127:1-2).
Muchos líderes piensan que son de acero inoxidable y no toman el tiempo necesario para dormir. Debemos descansar con la
mentalidad de esforzarnos pero dejarle los resultados a Dios. Él es quien edifica y guarda la casa (su obra).

 Tú necesitas venir y ser renovado en la presencia de Dios.


Moisés estaba en un desierto, arena, solo terrible, poca vegetación, pero entendió algo. La presencia de Dios era su principal
fuente de reposo. No le importo quedarse allí en ese desierto, porque la presencia de Dios estaba allí. Reconoció la presencia
de Dios y no el lugar. No es el lugar, es la presencia de Dios. Si estamos en la presencia de Dios, estaremos y gozaremos el
descanso de Dios. “Y Él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.” (Éxodo 33:12).
La presencia de Dios, es el mismo Dios caminando con nosotros en la jornada del liderazgo y la vida. Todo cristiano, hijo de
Dios necesita este reposo, si no, no lo podrá lograr.
La palabra descanso que aparece en este verso viene del hebreo "nuwach" que tiene muchas connotaciones:
 Reposar, sentarse y mantenerse tranquilo.
 Estar en silencio.
 Dejar, salir, abandonar, permitir.
 Espacio abierto.

 Dios tomó un día de descanso


Miren el ejemplo de Dios. Un Dios sobrenatural, Todo poderoso, el Creador tomó el tiempo para descansar. Si tu Creador, se
tomó un día para descansar, ¿Cuánto más nosotros que somos su creación? “Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo;
y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.” (Génesis 2:2). La palabra “reposó” que aparece aquí es la palabra
"shabath". Esta palabra "shabath" quiere decir: cesar, desistir, exterminar, remover, destruir, ponerle fin a algo.
Quiere decir que tuvo un "shabath", le puso fin a la obra, cesó la obra. No quiere decir que se echó a reposar porque estaba
cansado, sino porque cesó la obra. Vivimos en un mundo orientado a la acción, cuando en una parte el mundo está
durmiendo, la otra está trabajando. La obra del hombre no cesa.
Muchos de los lideres, necesitan un "shabath" de Dios.

Concluimos con lo que dijo Jesús: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.” (Mateo
11:28). No nos enfoquemos en la palabra descansar, sino en la palabra “YO”. Hay un descanso que solo Jesús nos puede dar.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 13: VALORANDO NUESTRO LLAMADO

“La mejor actitud para adoptar frente al llamado es siendo obedientes y estando bajo cobertura divina.”

Frente al llamado divino podemos tomar diferentes actitudes, pero lo cierto es que hay una sola que nos llevará a sentirnos
personas completas y con propósito en la tierra y es la aceptación. Algunos admiten; otros se excusan, pero lo cierto es que
ante el llamado, aquellos que lo aceptan caminarán en bendición porque ésa es la consecuencia de los obedientes.

 Reacciones negativas ante el llamado

Para no obedecer al Señor muchos tienen diferentes excusas; se esconden detrás de todas ellas para no cumplir con el
propósito divino y escaparse de su propósito. Sin embargo, nosotros no seremos así. Además, como veremos, aunque
tengamos muchas excusas para escaparnos, eso no es una barrera para Dios.
 Rebeldía. Una persona rebelde es alguien difícil de manejar y se resiste a una autoridad. Así fue Jonás. Se resistió
al llamado y muchas personas, como él, asumen esta actitud y se resisten al Señor y a las autoridades puestas por Él. La
rebeldía nos hacer pasar por procesos de dolor y angustia que nos hacen perder el tiempo. Así le sucedió a Jonás que, al ser
rebelde y querer hacer las cosas a su manera, terminó sufriendo las consecuencias. “Levántate y ve a Nínive, aquella gran
ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de
Jehová a Tarsis, y descendió a Jope, y halló una nave que partía para Tarsis; y pagando su pasaje, entró en ella para irse
con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová.” (Jonás 1:2,3).
 Dudar quien soy en Cristo. Moisés luchó con su identidad; simplemente no se sentía apto. Él pensaba que Dios había
escogido al líder equivocado pero Él le respondió: “No importa quién eres; yo te he llamado. Yo estoy contigo.” “Entonces
Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?” (Éxodo 3:11).
 Pensar: “No conozco tanto a Dios”. Moisés luchó porque creía no estar tan seguro de conocer suficiente a Dios como
para obedecerle y llevar adelante su propósito. Nunca terminaremos de conocer al Dios, pero si hay algo de lo que debemos
estar tranquilos, es que Él nos conoce mucho y vamos a cumplir con la obra en nombre de Yo soy el que soy. “Dijo Moisés a
Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me
preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?” (Éxodo 3:13).
 Decir: ¿Quién va a querer escucharme? Moisés luchó en contra del rechazo. Se preocupó por las reacciones de las
personas hacia él y por lo que podrían llegar a decir. Sin embargo, la respuesta de Dios fue: “Cuando haya terminado, ellos
escucharán. Confía en mí.” “Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque
dirán: No te ha aparecido Jehová.” (Éxodo 4:1).
 Creer que no soy bueno para esto. Moisés luchó con Dios porque se creía incompetente, limitado y acomplejado.
Quizás muchos pensamos en nuestras condiciones y limitaciones pero nada de eso es una barrera para el Señor. “Entonces
dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; por-
que soy tardo en el habla y torpe de lengua.” (Éxodo 4:10).
 Sentirse inferior. Moisés peleó con un sentimiento de inferioridad. Se comparó con otros y creyó que había otras
personas más capaces. La lucha interior que tenemos muchas veces es ver que hay otros que tienen más habilidades, más
capacidades y nos vemos pequeños, pero lo importante es creer que si Dios nos eligió, Él también puede capacitarnos. “Y él
dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.” (Éxodo 4:13).
 Sentirse inmaduro. Jeremías se sintió inmaduro para llevar adelante el propósito divino. Aún así, el Señor lo miró y
creyó que estaba en el momento justo. Seguramente hay muchas cosas que en nosotros tendrán que cambiar pero si Él nos
llama, nos acompañará. “Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño. Y me dijo Jehová: No
digas: Soy un niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.” (Jeremías 1.6-7).
 Decir: “No vengo del mejor lugar”. Solemos decir: “Soy pobre; mi familia es muy humilde. No estudié. Nadie va a la
iglesia de mi hogar. El lugar donde nací no es el mejor.” Sin embargo, lo importante no es de dónde venimos sino a dónde
vamos. Eso habla de que has descubierto tu llamado y tu propósito. “Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré
yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.” (Jueces 6.15).

 Debemos entender para qué somos llamados.

 Ser luz y verdad. La sal influencia la comida que comemos y la luz, la casa en la cual vivimos. Jesús nos está llamando
a abrazar nuestro llamado, a influenciar y brillar donde quiera que vayamos. “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se
desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres. Vosotros
sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de
un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.” (Mateo 5.13-16).

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Escuela de Liderazgo

 Ser vencedores. La cobardía es una gran barrera para muchas personas que tienen dones y reconocen que tienen un
llamado de Dios pero se excusan con la familia, el tiempo, las finanzas. Tienen muchas cosas con las cuales pueden cubrirse para
no ser obedientes. Estos son los que piensan que el llamado es muy grande y tienen temor de decir sí porque hay demandas,
sacrificios y momentos difíciles, por los cuales muchos se vuelven atrás pero tenemos una verdad inconmovible según lo que
nos dice la palabra: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2
Timoteo 1:7).
 Ser más que vencedores. No importan las dificultades, nada nos detendrá. Tenemos la seguridad que siempre vamos
a vencer. “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37).
 Ejercer el poder que tenemos en Cristo. Éste es el que viene de Dios; no depende de nuestras fuerzas sino que es
sobrenatural y lo tenemos por medio del Espíritu Santo. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y
me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1.8).
 Ser obedientes. Esta es la actitud correcta que debemos adoptar ante el llamado divino: sin temores ni dudas porque
Dios siempre será nuestro proveedor y ayudador. Él nunca nos abandonará aunque en nuestra tarea vengan momentos de
dificultad. “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí yo: Heme
aquí, envíame a mí.” (Isaías 6.8).

Esta es la mejor actitud para adoptar frente al llamado. Siendo obedientes, estamos bajo cobertura divina, y nos vamos sintiendo
cada días más capaces y útiles para el Señor y podemos terminar diciendo lo mismo que el apóstol Pablo. Cuando uno vive en
obediencia cumpliendo el propósito de Dios podemos terminar diciendo: “No lo digo porque tenga escasez, pues he
aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo
estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4.11-13).

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 14: LLAMADOS PARA LIDERAR

“Ser llamado es ser convocado, se trata de caminar, vivir y cumplir la voluntad de Dios.”

La primera descripción que encontramos del hombre en la Biblia nos muestra que está involucrado en una gran tarea de liderazgo.
No hay forma de que el hombre pudiera manifestar el gobierno de Dios si no se le hubiese delegado esa autoridad divina.
Estamos diseñados para esto: liderar, gobernar y ejercer dominio.

 Autoridad delegada

Para que el hombre cuidara la creación de Dios, era importante que se delegara la autoridad necesaria para que todo pudiera
sujetarse a él. A partir de entonces Adán y Eva pudieron dominar y sojuzgar todo lo creado. Ellos tenían que continuar la
visión encomendada por Dios al extenderse, ampliarse y desarrollarse porque en esto consistía el propósito divino.
“Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las
aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la
tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la
tierra.” (Génesis 1:26-28).
Si bien el término “líder” propiamente dicho no se encuentra en la Biblia, podemos notar que el concepto sí está presente en gran
parte de las escrituras. Se encuentra presente en el ejemplo de la vida de muchos hombres y mujeres, incluso Jesús mismo,
los cuales marcaron la diferencia e hicieron un camino guiando a muchas generaciones en la Palabra y en la obediencia al
Señor. Hoy los podemos tomar como modelo para nuestro desarrollo en la obra del Señor y así poder extender el Reino de los
cielos. Es innegable que estos hombres y mujeres de Dios ejercieron un liderazgo digno de imitar.

 Dios está a la búsqueda de líderes

Actualmente, en la tierra hace falta gente con mentalidad y comportamiento de líderes; gente que encamine nuevamente la
creación al propósito divino. En la Biblia podemos encontrar muchos ejemplos que nos demuestran que Dios también está a la
búsqueda de estos hombres y mujeres para cumplir su propósito:
 “Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón, al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su
pueblo.” (1 Samuel 13.14).
 “Recorred las calles de Jerusalén, y mirad ahora, e informaos; buscad en sus plazas a ver si halláis hombre, si hay
alguno que haga justicia, que busque verdad; y yo la perdonaré.” (Jeremías 5:1).
 “Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra.”
(Ezequiel 22.30).

Se necesitan líderes para que el mundo escuche la palabra y reciba el orden de Dios. Porque es necesario que se levanten hombres
que abracen una visión, la defiendan y caminen con propósito en la tierra para bendecir a las generaciones. Además la iglesia
necesita gente de autoridad, espiritual y dispuesta a pagar un precio porque una iglesia que tiene un gran caudal de líderes
crece, tiene un gran espíritu de servicio, de amor por las personas y camina en obediencia.

 Creados para liderar

Muchos creen que liderar es un llamado para algunas personas especiales. Sin embargo, el Señor nos creó con esa cualidad divina y
está esperando que ese potencial dentro de nosotros sea liberado. Tenemos que comenzar a vernos como Dios nos ve. Todos
somos diferentes pero todos somos líderes.
La visión despierta el espíritu de líder. Tener una visión y un propósito es el canal por donde liberar el potencial de liderazgo
que hay en cada uno de nosotros. En Génesis 1.26-28 están las verdades fundamentales de nuestra existencia en la tierra.
Dios es el Rey y debido a que fuimos creados a su imagen y semejanza está introducido en nosotros la naturaleza de gobierno
y el rol que debemos tomar: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread (…).” (Génesis 1:28). Dios
nos creó a su imagen y semejanza. Su autoridad, carácter y naturaleza espiritual de gobierno fueron puestas en nosotros.
Todo poder y gobierno es de Dios.

 Llamados para liderar

Ser llamado es ser convocado. Se trata de una invitación que Dios nos extiende para caminar, vivir y cumplir su voluntad. Es
cumplir con nuestro destino divino, mediante el desarrollo del potencial que hay en nosotros.
El llamado es una citación que al aceptarla genera ciertas demandas con las cuales cumplir porque se debe someter la
voluntad propia a la del creador. Por otro lado, el llamado también trae recompensa ya que comenzamos a ver que nuestra

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Escuela de Liderazgo

vida tiene sentido y podemos alcanzar al verdadero éxito. “Yo pues, preso del señor, os ruego que anden como es digno de la
vocación con la que fuiste llamado.” (Efesios 4:1); “Y nadie toma para si esta honra, sino el que es llamado por Dios como lo
fue Aarón.” (Hebreos 5:4).

 Características de un líder:
1. Tiene la facultad de influir en otras personas.
 Logra incentivar, motivar e influir en la vida de los miembros de algún grupo para que trabajen en una visión.
 Se distingue del resto y es capaz de tomar decisiones acertadas para el grupo, equipo u organización que preceda.
 Inspira a sus seguidores para trabajar en una meta común.

 Un líder cristiano:
 Vive y transmite la visión en otros.
 Guía a otros a vivir en la bendición del Señor.
 Causa influencia en las personas para bien.
 Impulsa a otros a la transformación de su vida en el Señor.
 Anima para que sus seguidores sirvan de acuerdo a la visión de la iglesia.
 Está bajo autoridad y también puede ejercerla.

Una persona en las manos de Dios puede ser usada grandemente. Aunque tenga imperfecciones y deficiencias, puede
convertirse en un gran líder. No hay límites para alguien que cree en el llamado divino. Primero hay que saber que todo es
una cuestión de fe y luego tener una gran fortaleza porque es verdad que hay ciertas demandas y exigencias pero
aprendemos a mantenernos firmes.
Funcionar con mentalidad de líderes es la base para tener una iglesia madura, sana y productiva; es el punto inicial donde
todos trabajamos unidos en la visión de nuestra casa para cumplir con la voluntad del Señor. Este llamado grandioso que Dios
nos hace tiene tres aspectos que todos tenemos que conocer a medida que vamos creciendo en el servicio:

1. Aspecto general del llamado. Todos los cristianos tenemos una responsabilidad con el Reino, las cuales hay que
cumplir como pueblo de Dios. Se trata de ciertas normas de nuestra fe que están establecidas y tenemos que desempeñar
tales como predicar el evangelio, consolidar a los nuevos hermanos, discipular, dar, servir, orar, etc. Todo esto tiene que ver
con el espíritu de liderazgo de nuestra iglesia. (Marcos 16.15; Hebreos 10.24,25; Hechos 2.42-47).
2. Aspecto especial del llamado. Cuando aprendemos a funcionar en el aspecto general del llamado de Dios para
nuestras vidas, se nos irá revelando el propósito especial que Él tiene con nosotros. Es ahí donde vamos conociendo nuestros
dones, se activan los ministerios y recibimos al autoridad para cumplirlo (1 Corintios 12.28-31).
3. Aspecto especifico del llamado. Cuando tenemos los dones y somos útiles para el servicio en la iglesia, el Señor
quizás tenga aún un nivel más en la vida de muchos y nos lleve a un llamado específico donde seremos más productivos.
Podemos tomar el caso del Apóstol Pablo, el cual tenía un llamado especial -ser apóstol- pero también un llamado específico
que era ser apóstol de los gentiles (Romanos 11.13).

 Decididos a liderar
Desde el comienzo de la creación hemos recibido de parte del Señor una gran responsabilidad, ahora al aceptar esto también
recibimos esa palabra que dice: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla.”
(Génesis 1.28). Dar frutos y multiplicarse es una evidencia de que somos una iglesia cuyos sus miembros tienen mentalidad de
liderazgo y aceptan la responsabilidad de la visión que nos fue dada.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 15: LOS DONES ESPIRITUALES

“Un líder se mueve en el don que Dios le dio, se vuelve atractivo y llamativo.”

Un don espiritual es una habilidad sobrenatural, un regalo que es dado por Cristo al creyente por medio del Espíritu Santo y
tiene como finalidad traer crecimiento a la iglesia.

 La importancia de los dones.

Cristo es la cabeza de la iglesia y en Él están todos los dones. “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la
medida del don de Cristo.” (Efesios 4:7). Nosotros lo adoramos, lo reconocemos como Señor absoluto y somos obedientes.
Así es que nos transmiten los dones por medio del Espíritu Santo para que sean de provecho para todo el cuerpo de Cristo. Es
a través de estos regalos, los dones, que alcanzamos la sabiduría, sanamos a los enfermos, obramos milagros, profetizamos,
enseñamos, pastoreamos y hacemos todas las cosas necesarias para que la iglesia sea edificada y nuestro Padre celestial sea
glorificado.
Es por medio del Espíritu que nosotros podemos comprender los dones y ejercitarlos. Es el Espíritu quien está activo en ellos.
Como dijimos anteriormente, a los dones los recibimos desde Cristo pero son una manifestación y operación del Espíritu
Santo. Es por eso que debemos reconocerlo y estar abiertamente entregados para recibir más herramientas de parte de Él, y
nunca olvidarnos de quién proviene y para qué son estas habilidades espirituales.

 ¿Quiénes reciben los dones?

Cada creyente ha recibido por lo menos un don espiritual. Algunos quizás hayan recibido más pero lo cierto es que no recibirá
los que la persona quiera sino los que el Señor desea.
 “Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme
gracia de Dios.” (1 Pedro 4:10).
 “Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.” (Efesios 4:7).
 “Pero todas estas cosas las hacen uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como Él quiere.” (1
Corintios 12:11).
Nadie posee todos los dones y los que tenemos nos fueron dados; no los elegimos ni los conseguimos por voluntad propia,
esfuerzo o reconocimiento de algún tipo, sino que por medio del Espíritu Santo los recibimos para que sean de bendición al
Cuerpo de Cristo.

 ¿Cuál es el propósito de los dones?

 Glorificar a Dios. “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las
edades, por los siglos de los siglos. Amén.” (Efesios 3:20,21).
 Edificación del cuerpo de Cristo. “A fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo.” (Efesios 4:12).
El propósito y fin de los dones consiste en que son regalos divinos para poder aplicarlos efectivamente para la extensión del
reino de los cielos y para edificar la iglesia. Así es que cada creyente debe desarrollar el don que ha recibido conforme a la
gracia de Dios: “Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos.”
(2 Timoteo 1:6).

 Cómo reconocer nuestros dones espirituales.

No hay en la Biblia ningún capítulo que nos hable de manera específica acerca de cómo descubrir los dones espirituales. No
hay pasos prácticos o procedimientos técnicos a seguir para conocer qué habilidades tenemos. Pero esto no es un obstáculo
para conocer y hacer la voluntad de Dios. Podemos decir entonces que algo muy importantes es servir al Señor, siendo útiles
en nuestra congregación. A medida que vamos madurando, sirviendo y amando la obra, iremos teniendo luz sobre los dones
espirituales que nos fueron dados.
Es muy importante servir. A medida que vamos dando importancia a lo que tenemos, el Padre nos irá asignando otros asuntos
y en la práctica iremos perfeccionando los dones y conociendo cuáles poseemos.

 Conociendo los dones.


Vamos a repasar los versículos de la Biblia que nos hablan con respecto a los dones, en los cuales podemos encontrar un
listado que nos ayudarán a comprender mejor sus funciones y a saber que todos poseemos por lo menos uno de estos dones:

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Escuela de Liderazgo

 Dones impartidos por el Padre. (Romanos 12:6-8):

 Profecía. Es comunicar los mensajes directos de Dios, hablar de parte de Él en momentos especiales que el Espíritu
Santo dicta. Hay algunos hombres en la iglesia que recibieron el oficio de profeta. Éste es aquél que tiene la función de activar
y confirmar el llamamiento a ministerios.
 Servicio. Del griego “diakonia”. Significa servir, hacer, ministrar. Todos debemos servir al Señor en lo que podamos
para ser útiles, pero hay algunos cuyo llamado especial es el dedicarse a servir a los hermanos o a las autoridades, ayudando y
brindándose con gozo para el trabajo.
 Enseñanza. Es la capacidad especial para comunicar información de tal manera que otros aprendan. Ser maestro es
una gran responsabilidad (Santiago 2:1; 2 Timoteo 2.2).
 Exhortación. Dios dio la capacidad a algunos para que ministren palabras de consuelo, ánimo, consejo y confortación
a otros con el propósito de ayudarlos, ya sea por medio de la predicación y la enseñanza o de persona a persona.
Encontramos ejemplos en Hebreos 12:5; 1 Timoteo 14:13.
 Dadivosidad. Es el dar y ayudar a otros. Podemos ver esto en 2 Corintios 9.11-13. Sin lugar a dudas, todos debemos
dar para sostener la obra financieramente (Malaquías 3:10), dar a los que el Señor llamó a dar todo su tiempo al servicio (1
Timoteo 5:17,18; Gálatas 6:6,7) y dar a los de la familia de la fe (Gálatas 6:9-10).
 Presidir (Liderazgo). Es estar delante de un grupo y gobernarlo, liderarlo, conducirlo. Es la capacidad que Dios da para
entender claramente los objetivos de la iglesia, diseñar y ejecutar planes específicos para alcanzar esos objetivos.
Misericordia. Es la destreza especial que Dios concede para sentir la necesidad de otros y tener compasión por las personas
que sufren física, mental o emocionalmente. Esta compasión es transformada en acciones que reflejan el amor de Cristo y
alivian los sufrimientos. Como cristianos tenemos la responsabilidad de ser misericordiosos. Veamos Mateo 18:33; Mateo
25:41-45; Gálatas 6:10; Lucas 10:29-37; Hebreos 13:3; Proverbios 14.21.

 Dones del Hijo. (Efesios 4.11):

En este pasaje figuran los demás dones, a los cuales también los llamamos oficios, 5 dones de Cristo otorgados a la iglesia.
Éstos también son conocidos como dones residentes y, como señala Efesios 4.11-14, fueron puestos para edificar y
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio. Para entrenarlos en la obra de Dios. Ellos son:
 Apóstol. Es un “enviado” por Cristo, un pionero, uno que pone los fundamentos, que establece iglesias siguiendo el
orden bíblico, que supervisa y cuida de tales iglesias por medio de confirmarlas en la Palabra. Un apóstol ejercita una parte o
fragmento del ministerio de nuestro gran Apóstol Jesucristo. Un apóstol es llamado y levantado por Cristo, otorgándosele una
visión de la obra que deberá realizar (Hechos 26:15-18).
 Profecía. Esta es la base del don de profecía: es un conocimiento sobrenatural, sobre las personas o situaciones que
están pasando y las que pasaran en un futuro. Este mensaje proviene de parte de Dios con una guía o instrucción específica,
JAMÁS será simplemente por “adivinar” o “ver el futuro”, siempre lleva consigo una instrucción específica, ya que Dios quiere
traer dirección, restauración, orden y consuelo a las vidas de sus hijos a través de la palabra profética. Un profeta es una
persona que habla la verdad de Dios a otros. En la biblia, los profetas a menudo tenían tanto la función de enseñar como la de
traer revelación, declarando la verdad de Dios sobre temas actuales, y al mismo tiempo revelar detalles sobre el futuro.
 Evangelista. Este es un don especial que tienen algunas personas de la iglesia para compartir el evangelio con los
incrédulos de manera que las personas puedan rendirse a Cristo, se hagan discípulos de Él y formen parte del Cuerpo. En el
caso del oficio, es también quien prepara y perfecciona a la iglesia para esta tarea. No quiere decir que solamente los que
tienen este don pueden predicar. Por el contrario, todos debemos compartir el evangelio, sólo que ellos tienen ese llamado
específico.
 Pastor. En el lenguaje original es quien cuida el rebaño. Este ejemplo utilizó el mismo Jesucristo para llamarse a sí
mismo (Juan 10:11-14). Pedro también lo llama pastor (1 Pedro 2:25; 5:4). El autor del libro de los Hebreos también lo
reconoce como pastor en Hebreos 13:20. El pastor es apto para enseñar, corregir, liderar, guiar, advertir y cuidar.
 Maestro. El don de enseñanza consiste en una capacidad sobrenatural, dada por el Espíritu, para la comunicación
efectiva de la verdad según debe ser enseñada (doctrina). El objetivo de cada maestro es enseñar la doctrina por medio del
Espíritu Santo, de manera tal de edificar la fe en Jesucristo y producir una conversión aún mayor.

 Dones de Espíritu Santo, los cuales de dividen en 3 categorías. (1 Corintios 12.8-10):

1. Dones de Revelación:
 Palabra de sabiduría. Sabiduría espiritual es la capacidad para saber cómo manejar una situación determinada en la
que sólo el Espíritu Santo puede dar luz. Podemos ver un ejemplo en la vida de Salomón en 1 Reyes 3:16-28. La
persona que tiene el don de sabiduría sabe cómo llegar al fondo de un problema rápidamente. Se trata de una
capacidad resolutiva otorgada por Dios.
 Palabra de ciencia. Conocer algo que sólo el Espíritu Santo puede mostrar respecto de alguien o una determinada
situación. Vemos un ejemplo de este don en la vida de Jesús (Juan 4:16-19).

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Escuela de Liderazgo

 Discernimiento de espíritu. Distingue, decide y emite juicios. Es la capacidad para saber con certeza algo en una
persona o lugar más allá de lo que se ve. Es una habilidad sobrenatural que permite distinguir la verdad del error.
2. Dones de inspiración:
 Profecía.
 Diversos géneros de lengua. Son lenguajes del Espíritu. Podrían ser idiomas nunca antes aprendidos como señala
Hechos 2:11, o sólo palabras del Espíritu para la edificación propia como dice 1 Corintios 14:4.
 Interpretación de lenguas. Es la capacidad de dar a conocer, en el lenguaje público, el mensaje de aquel que habla
en lenguas.
3. Dones de poder:
 Fe. Ella es convicción, persuasión, firmeza. La fe, como un don, es diferente a la fe que salva y a la fe que es fruto del
Espíritu Santo, facultad especial de confiar en Dios aun en circunstancias muy adversas.
 Sanidades. Se trata de curar las enfermedades, sanar los enfermos, o restaurar la salud. Por más que una persona
tenga este don, difícilmente pueda sanar a alguien si no es Dios quien le permita hacerlo. Ejemplo: Hechos 8:7.
 Hacer milagros. La palabra milagro proviene de una palabra derivada de “poder”. Significa “Hecho de poder
grandioso, sobrenatural, que va más allá de lo que un hombre puede hacer”. Ejemplos: Josue.10:12-14; 2 Reyes.6:1-
7; Hch.8:39; 9:40; 13:9-11; 16:16-18; 28:3-5.

Porque cuando un líder se mueve en el don que Dios le dio, se vuelve atractivo y llamativo. Cuando soy excelente en algo, la
gente que me ve excelente en el don que Dios me dio, ellos querrán ser como yo.
El gran error de la gente es cuando tratan de competir con otra persona con un don que no tiene. Por ello no estoy llamado a
descubrir que dones tienen otros, sino que tengo que descubrir que dones me dio a mí.
El enemigo número uno que no permite descubrir mi don es el temor. Porque los dones casi siempre se manifiestas cuando
Dios me envía hacer algo que me da miedo. Ejemplo: Dios me manda a orar por un enfermo y o se sana y es allí donde entra
el temor. Dios me envía a liderar y si la gente no me sigue, entra el temor.
Temor es lo que aborta el talento y los dones que dan el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Porque los líderes que levantan
líderes manifiestan dones, llamado y potencial. No puedo levantar líderes si primero no saco a luz, revelo, muestro o
evidencio los dones en aquello que Dios me dio.
Hay algo en mí que atraigo: “¿Has visto hombre solícito en su trabajo? Delante de los reyes estará; No estará delante de los
de baja condición.” (Proverbio 22:29).

 Para tener en cuenta sobre los dones


Es importante conocer las características de los dones que el Señor nos otorgó por medio del Espíritu Santo cuando nacimos
de nuevo. Aquí tenemos unos ítems que tenemos que tener en cuenta para activarlos y perfeccionarlos:
 Debemos estudiar la palabra para conocer los dones y ejemplos que hay de cómo se manifiestan y se ponen en uso.
 Aprendamos de las personas maduras que activaron los dones en la iglesia.
 Hablemos sobre los dones con personas maduras en la iglesia.
 Apoyemos y estimulemos a aquellos que sabemos que están funcionando en los dones.
 Consultemos con los oficios de la casa para que nos encaminen sobre lo que creemos que son nuestros dones.
Debemos servir a Dios en diferentes áreas de servicio para ir descubriendo nuestras habilidades. Muchas personas creen mal
y no quieren servir hasta que no encuentren a qué fueron llamados. Esto no debe ser así debido a que hay que funcionar en
algo dentro de la casa espiritual. Comencemos sirviendo y experimentemos en diferentes ministerios para descubrir nuestros
dones. Hasta que realmente no nos involucremos en el servicio, no sabremos en qué somos buenos.
No intentemos descubrir los dones para demostrarle algo a las personas o por orgullo. Todo debe hacerse en humildad y
sencillez de corazón.
Comencemos haciéndonos preguntas tales como ¿Para qué me siento habilidoso? ¿Dónde me siento útil?
Busquemos el consejo de sabiduría de los oficios de la casa y de un líder, no para que nos digan lo que queremos escuchar,
sino para que nos muestren la verdad. Por ejemplo, si nos gusta cantar pero definitivamente no tenemos habilidad para eso,
necesitamos que nos digan la verdad y no ofendernos por ello.
Muchos quieren descubrir sus dones pero no quieren servir en la visión de la iglesia ya que buscan su propio bien y son
egoístas. Es importante que amemos nuestra casa y queramos ser útiles para el cuerpo.

 Verdades sobre los dones


 La palabra dones en griego es “charismata” proviene de “charis” esto es el favor inmerecido de Dios.
 No fueron dados por merecimientos, ni tampoco son premios personales.
 Nunca deben usarse para manipular a las personas, ni para beneficio personal.
 Los dones no se pueden recibir investigando o por medios académicos.
 No son para lucirse personalmente y siempre deben usarse con humildad. No hay que jactarse de ellos ni usarlos
para vanagloria.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 16: ERRORES QUE NO SE DEBEN COMETER

“El líder debe sobrellevar la carga muchas veces por el bien de la visión que el Señor le entregó.”

Quien puede motivar a una persona para que sea útil, sirva y siembre su vida en una visión por medio de la influencia es un
líder. Todo esto debe hacerse con un buen corazón, sin abusos ni excesos, enseñando siempre y exhortando con amor para
edificar a los discípulos a fin de que Cristo pueda exaltarse en sus vidas.
Hay abusos y excesos en el liderazgo que causan mucho daño a las relaciones personales y también a la visión de la iglesia.
Estos males son asuntos que no edifican el cuerpo de Cristo y nosotros no debemos dejar que tengan parte en nuestra vida.
Algunos de ellos son:
1. Abuso de poder.
2. Manipulación.
3. Deshonestidad en las finanzas.
4. Abuso de la confianza.
5. No guardar en secreto lo que fue confesado.
6. Amiguismo.

Toda persona que tiene un llamado al liderazgo debe vivir en una constante metamorfosis, conservando la capacidad de
cambiar todo aquello que no es sano en su carácter. El deseo de la transformación en un líder es significado de humildad, de
entrega, de amor a Dios pero también amor a las personas porque un líder deberá rendir cuentas a Dios de cómo administró
su liderazgo y de cómo trató a cada persona que se le otorgó.
Para que un líder pueda vivir en una constante de cambios positivos debe ser flexible y abierto a ser transformado, sobre
todo, por el Espíritu Santo. Buscar la excelencia es saludable para la iglesia de Cristo porque somos representantes del Reino
de los Cielos aquí en la tierra.
En todo lugar donde haya personas hay problemas, hay falencias y situaciones difíciles que afrontar. Los que vamos
madurando en el Cuerpo debemos sobrellevar la carga muchas veces por el bien de la visión que el Señor nos entregó. Parte
de nuestra tarea es sanar todo aquello que está mal en las relaciones personales para que el evangelio de Cristo pueda
extenderse en la tierra.

1. Abuso de poder

Hay una frase que dice “Si quieres conocer a alguien, dale poder”. El término “poder” es considerado por el diccionario de la
Real Academia Española como “el dominio, imperio, facultad y jurisdicción que alguien tiene para mandar o ejecutar algo.” El
poder no es malo, al contrario, es necesario. En el diseño original que encontramos en el libro de Génesis, capítulo 1, vemos
claramente que ante la necesidad de llevar adelante todo lo creado, Dios tuvo que delegarle al ser humano poder porque de
otro modo sería imposible mantener el orden en la sin autoridad. Jesús también habló de que teníamos que recibir poder
sobrenatural para llevar la obra. “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis
testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1.8).
Sin embargo, en nuestros días a veces nos encontramos con un gran problema: el abuso de poder. Esto es lo que corrompe e
impide un crecimiento sano a la iglesia. Cuando perdemos los objetivos y nos des- enfocamos de la visión dada por el Señor
para nosotros como iglesia, caemos en este mal. Esto pasa cuando un líder se rehusa a aceptar la responsabilidad que
tiene de servir, de enseñar a otros a hacerlo y cuando se olvida que debe buscar el bienestar de los demás.
Debemos entender que la naturaleza del poder no es para dominar, subyugar y esclavizar sino para servir y ser útiles al Reino
de Dios en la tierra, teniendo como objetivo seguir la obra de Cristo, influenciando la vida de las personas para bendición. Por
lo tanto, cada persona que ejerza poder debe usarlo de manera positiva, usando esa posición para enseñar, guiar, ordenar,
administrar y llevar a todas las personas que están bajo su dirección a una mejor calidad de vida.
Quienes abusan del poder:
 Aquellos que se suben a una cúspide y se creen superiores. En el libro de Romanos el Apóstol Pablo nos enseña que
debemos ser equilibrados, no creyéndonos mayores que otros. “Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que
está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura,
conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” (Romanos 12:3).
 Aquellos que creen que no se equivocan. Los líderes también nos equivocamos y, por lo tanto, tenemos que ser
humildes para reconocer si en una ocasión fallamos en el trato con las personas. No lo sabemos todo sino que vamos en este
camino aprendiendo cada día.
 Aquellos que piensan que siempre tienen la razón. Es así que se vuelven inalcanzables y hasta pierden el interés por
seguir creciendo y conectándose con otros porque los consideran inferiores. Así es como ya no tienen deseo por seguir
aprendiendo y resulta imposible corregirlos. “No hagáis alarde de vuestro poder; No habléis con cerviz erguida. Porque ni de
oriente ni de occidente, Ni del desierto viene el enaltecimiento. Más Dios es el juez; A éste humilla, y a aquél enaltece.”

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Escuela de Liderazgo

(Salmos 75:5-7).
 Hay quienes se creen superiores, y a todos miran con desprecio.
Es triste que por abusar del poder muchos derribaran, dañaron, avergonzaron y lastimaron a muchas personas que hoy tienen
que pasar un tiempo de restauración, sanando esas malas experiencias. Nosotros como líderes de la casa en que servimos
debemos trabajar exhaustivamente en esta área sin descuidarnos, ni por un segundo, para que el orgullo no sea el que
quiebre nuestro destino como líderes de Reino. “Hay generación cuyos ojos son altivos y cuyos párpados están levantados
en alto.” (Proverbios 30:13).

2. La manipulación

La manipulación se produce cuando un individuo o grupo de individuos ejerce una tentativa de toma de control del
comportamiento de una persona o de un grupo, utilizando técnicas de persuasión o de sugestión mental, en busca de
eliminar las capacidades críticas o de autocrítica de la persona, esto es, su capacidad de juzgar o de rehusar informaciones u
órdenes. Se refiere a un amplio rango de tácticas psicológicas capaces de subvertir el control de un individuo sobre su propio
pensamiento, comportamiento, emociones o decisiones.
Cuando Dios nos entrega una vida para que lideremos sobre ella, debemos entender que ella es lo más preciado para Dios. Es
por eso que a esa persona debemos de tratarla con total respeto y tener cuidado de querer sacar algún provecho económico,
material, etc.
Para tener en cuenta:
 No debemos usar a las personas para provecho personal.
 Nunca debemos aprovechar un momento de debilidad o situación crítica de un discípulo para quitarle cualquier tipo
de bien.
 Siempre debemos servir a la gente con corazón sincero y desinteresado.
 Hay que practicar la honra continuamente con las personas que me rodean porque el ejemplo será una gran manera
de enseñar. La Honra no se pide, se enseña y viene como añadidura.
 No dejemos de enseñarle a nuestros discípulos sobre ser generosos, pero nunca imponiéndoles, sino que lo
aprendan por revelación y lo practiquen por amor.

3. Deshonestidad en las finanzas

La raíz de todos los males es el amor al dinero, dice la palabra de Dios. Es por eso que los líderes debemos liberarnos de toda
ansiedad y afán de este mundo. Todos los que ministramos debemos ser ejemplares, gente de paz, que no tenga los ojos
puestos en conseguir riquezas, lujos o sólo posesiones en la vida, sino que nuestro mayor interés sea amar a Dios sobre todas
las cosas y buscar su Reino. Conocemos que muchas cosas vendrán por añadidura. Esto no significa que debemos buscar la
pobreza sino que tener bienes y dinero no debe ser nuestro primer objetivo en la vida sino entender que todo viene como
consecuencia de ser prósperos a causa de la fe y la obediencia.
Además escoge tú de entre todo el pueblo varones de virtud, temerosos de Dios, varones de verdad, que aborrezcan la
avaricia; y ponlos sobre el pueblo por jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez. Éxodo 18:21.
Como líderes debemos estar libres de toda la avaricia y la codicia que este mundo todos los días quiere inculcarnos porque
debemos pre- dicar y guiar a las personas a que sus ojos no estén puestos en sólo conseguir cosas pasajeras a causa de la
presión de este sistema que trae riquezas pero también añade tristezas. En cambio, esto no sucede en la bendición del Señor
que trae las riquezas, ya que con ellas no viene la tristeza. No hay que tener sólo el enfoque de la vida en cosas pasajeras tales
como el dinero porque esto es transitorio. Mire lo que el Apóstol Pablo le decía a Timoteo: “A los ricos de este siglo manda
que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas
las cosas en abundancia para que las disfrutemos.” (1 Timoteo 6:17).
Una condición espiritual para convertirnos en líderes que puedan bendecir a muchas personas es guardarse de toda codicia y
avaricia para tener autoridad y poder predicar en contra de ellas. Tenemos que tener el corazón sano de todas las cosas
vividas en nuestro pasado, las cuales nos lastimaron quizás en la economía y familia. El amor al dinero es sin lugar a dudas uno
de los males que más oprimen a la gente en el mundo sin Cristo.
Considere lo que el Apóstol Pablo aconseja en los siguientes versículos:
 “No dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro.” (1
Timoteo. 3:3).
 “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por
ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto.” (1 Pedro 5:2).
 “Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas.” (Tito 1:7).

4. No saber guardar confesiones

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Muchas veces las personas que confiesan sus pecados o algo de su pasado, por ejemplo un abuso, violencia o cualquier cosa
que hayan hecho o sufrido, lo hacen con el deseo de ser libres y quitarse un peso que les produjo eso quizás durante años en
su vida. ¿Cómo debe un líder manejar este asunto para que toda confesión no cause más daño que el pecado cometido o
sufrido? Un líder debe guardar confidencias. Son muchas las vidas que necesitan liberarse a través de una confesión que los
oprime. Escucharemos cosas que no son agradables, cosas que son vergonzantes o tristes, pero para todo esto debemos ser
muy reservados. No podemos contar nada a otro líder, ni a un familiar, ni compañero de célula. Aunque les pidamos a esas
personas que no le cuenten a nadie, es probable que no se lo cuenten, pero esto no es sano ni correcto. Un líder debe estar
dispuesto a tener reserva absoluta, excepto con los pastores y oficios de la casa como explicaremos a continuación.

5. Amistad y amiguismo

Amiguismo es toda tendencia y práctica con la que se quiere favorecer a los amigos. También es creer que usando las
influencias de la amistad uno podría llegar a ocupar ciertas funciones dentro de la organización de una congregación o en
ciertos ministerios. Así es que toda búsqueda de beneficios de cualquier tipo que alguna persona in- tente alcanzar para tener
lugares u ocupar espacios será dañina para el cuerpo de Cristo, más aún cuando conocemos que es el Espíritu Santo el que
llama y equipa con dones, no por decisión de las personas sino porque el Señor en su inmensa y profunda sabiduría toma esas
decisiones.
Hoy, el amiguismo, o lo que también podemos llamar tráfico de influencias, le causa mucho mal a nuestra sociedad porque se
han otorgado muchos lugares en las empresas, política o espacios de la sociedad e incluso en el ámbito religioso sin tener en
cuenta la capacitación y las habilidades. En la iglesia entendemos que primeramente debe existir un llamado, un don y cierta
preparación para estar en el lugar que Dios quiere. Las personas nos ayudan, nos abren puertas, nos impulsan y motivan pero
quien toma la decisión es el Señor. Es Él quien da el visto bueno en nosotros para que ocupemos aquel lugar necesario para la
extensión del Reino de los Cielos en la tierra.
Si es que tenemos un llamado, debemos tener los méritos propios y necesarios en la obra del Señor. Se deben manifestar los
frutos que se requieren para ocupar ese lugar que el Señor tiene destinado para nosotros. Es decir, no debemos buscar la
influencia de las personas, o cualquier alianza que creamos beneficiosa para llegar a un puesto, porque el camino en el
evangelio no se trata de esto, sino que sobre todo debemos servir a Dios con corazón limpio y dispuesto para cualquier buena
obra. “Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el
otro a tu izquierda.” (Mateo 20:21). Jesús le enseñó a esta mujer y a los que estaban allí: “Mas entre vosotros no será así,
sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros
será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por
muchos.” (Mateo 20:26-28).
Esta madre creía que podía influenciar a Jesús para que sus hijos, discípulos de Jesús, pudieran tener un lugar mejor, pero
Jesús les enseña que lo primero en lo que hay que pensar y hacer es en servir. Él lo hizo y nos dejó este gran ejemplo de vida
para todos nosotros. Hay muchas personas que corren detrás de un título o un cartel pero olvidan que lo más importante es
cumplir la obra para la que fuimos enviados.
La amistad es algo sano, productivo, beneficioso, que trae mucho crecimiento para una congregación. Tanto los apóstoles,
pastores, oficios, líderes y todos los que sirven deben y necesitan tener amigos, pero siempre debe guardarse el respeto y el
amor fraterno de manera pura y sincera.
Uno puede ser muy amigo de otra persona en la congregación pero debe guardarse el respeto y la honra si uno de ellos tiene
autoridad de líder o encargado de área. Aunque esa persona sea mi amigo, no debo faltarle el respeto; debo acatar las
órdenes y mantenerme en orden. Una persona puede ser mi amiga pero quizás también es mi líder, y entonces debo honrarlo
y respetarlo porque de esta manera seremos bendecidos. Estar bajo autoridad también desata autoridad para poder
ejercerla.

 La autoridad de un líder

Un líder es alguien a quien se le ha delegado autoridad para ayudar en cuestiones de cuidado, discipulado y acompañamiento
de las personas en la iglesia. Sin embargo, en cuanto a la confesión de pecado, se debe recurrir a un pastor para ayudar a la
persona en equipo. A su vez, quien confiesa debe entender que ése es un beneficio para él, porque los pastores y oficios son
los que tienen la autoridad espiritual dada por el Espíritu Santo para tratar ese asunto. Estos ministros a su vez se respaldan
en nosotros, los que lideramos, para llevar adelante un trabajo de restauración en la vida de aquella persona.
Debemos tener la habilidad para guardar confidencias porque nuestros hermanos necesitan intensamente tener la libertad de
confiar en sus líderes y pastores. No podemos comentarles a otros lo que nos fue confesado, salvo que sea a alguien de mayor
autoridad en la iglesia como los oficios. Siempre debemos explicarles a los discípulos que confiesan que es saludable para su
vida espiritual recurrir a un pastor porque ellos tienen la autoridad espiritual para liberar, sanar y ministrar. Cada líder luego
hará la tarea de acompañamiento y restauración en la vida de esa persona, para que sea libre y crezca en el camino del Señor.
 Limites en la consejería

 Excepto en caso de una emergencia, la consejería debería realizarse siempre en un lugar con cierta privacidad o por

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lo menos apartado de los oídos de otras personas. Al abrir su corazón, quien acude a consejería no debe estar rodeado de
otros que puedan llegar a escuchar lo que quiere decir.
 Cuando se está aconsejando a una persona del sexo opuesto, debemos asegurarnos siempre de que alguien más esté
mirando. Debemos tratar, dentro de lo posible, de escuchar de a dos, es decir, un hombre y una mujer. Es mejor aún que un
hombre aconseje a un hombre y una mujer a una mujer.
 Nunca debemos ir a la casa del aconsejado, salvo que se vaya de a dos, ya sea un matrimonio o dos líderes juntos.
Siempre recomendamos aconsejar en lugares públicos como en nuestra iglesia.
 Los restaurantes, bares, etc. pueden convertirse en lugares que se prestan para la intimidad personal en vez de ser
ambientes adecuados para enfocarse en una consejería sana. Esto puede enviar un mensaje erróneo de calidez a alguien del
sexo opuesto.
 Hay que tener límites en el contacto físico durante la consejería. Un abrazo, un beso en la mejilla o un apretón de
manos pueden ser interpretados de varias maneras. En el momento en que se están compartiendo profundas emociones, un
gesto de contacto que busca animar o alentar puede tornarse rápidamente en una invitación apasionada. Es importante tener
cuidado respecto de a quiénes tocamos y cómo o dónde tocamos.
 La consejería implica compartir detalles muy personales y emotivos de la vida de una persona. De ello que surge un
sentimiento de cercanía e intimidad entre las personas que comparten la atmósfera de la consejería. Es por eso que debemos
tener sumo cuidado y recalcamos que es mejor siempre no aconsejar a personas del sexo opuesto para que no haya malos
entendidos o interpretaciones erróneas. Siempre tratemos de guardar una apropiada distancia profesional.
 Que una persona quiera o no confesar es su decisión. Nunca debemos presionar o buscar que se cuenten detalles
incómodos e innecesarios que traen más vergüenza. Hay un límite que debemos respetar porque quizás hay cosas que ni
siquiera conviene que el discípulo las diga y a nosotros no nos conviene escucharlas. Es suficiente con decir cuál es su pecado
o su dolor. Por ejemplo, si una persona confiesa que sufrió un abuso sexual, no es necesario que cuente ciertos detalles como
el lugar del abuso, la forma, etc. lo cual aumentaría la vergüenza y el dolor. Similarmente, en cuanto a los pecados sexuales,
no es útil escuchar detalles que podrían terminar involucrando diálogos pormenorizados de contenido sexualmente
provocador.
 Hay algo de lo que tenemos que cuidarnos y es de la falta de confidencialidad porque nos daña a nosotros, a nuestra
familia, al aconsejado, a la congregación y a la causa de Cristo Jesús, que también murió por esa persona. Es nuestra
responsabilidad ayudar a esa persona y no obstruirla en su desarrollo personal.
 No es necesario que un líder quiera intervenir más de lo conveniente como en esos casos en los que investigan, se
meten en las redes sociales, y persiguen a las personas. Nuestra posición es enseñar la palabra y corregir en el amor del
Señor; nunca la de ponernos en autoridad de querer castigar y querer dar lecciones que no nos corresponden. Si tiene que
haber disciplina tiene que estar en consenso con alguna autoridad de la iglesia como los pastores, pero recordamos que una
disciplina es en realidad un tiempo de restauración y corrección, nunca de humillación.

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Escuela de Liderazgo

Lección N° 17: FUERTES EN LA INTIMIDAD

“Liderar y servir requiere de un fuerte respaldo espiritual para que se haga de manera efectiva.”

Administrar diferentes áreas de la iglesia, liderar personas, servir y todo lo que tengamos oportunidad de hacer para el reino
necesita un fuerte respaldo espiritual para que sea realmente efectivo.
Por todo esto, debemos alimentar y cuidar nuestra vida espiritual. De esa manera podremos ser felices con lo que hacemos y
lo que somos, convirtiéndonos en personas cada día más productivas y llenas de frutos para el Señor.

 El líder y la oración

Un líder entiende que la oración es una práctica que nunca puede dejar. Es la manera que tenemos de comunicarnos
continuamente con el Señor, para buscar consejo, guía y paz en todo momento. Este es uno de los grandes hábitos que
tenemos que adquirir para poder edificar una vida espiritual bien fuerte.

 Grandes conquistas por la oración

Si vemos en la Biblia tenemos grandes enseñanzas sobre el poder que hay en la oración, personas a las que le tocaron liderar
tomaron esta práctica para fortalecerse en momentos difíciles, establecieron metas, pidieron por milagros, despertaron la fe y
buscaron la guía en ciertos momentos de sus vidas.
 “Entonces Abraham oró a Dios, y Dios sanó a Abimélec y permitió que su esposa y sus siervas volvieran a tener
hijos.” (Génesis 20:17).
 “Entonces Eliseo oró: «Señor, ábrele a Guiezi los ojos para que vea.» El Señor así lo hizo, y el criado vio que la
colina estaba llena de caballos y de carros de fuego alrededor de Eliseo.” (2 Reyes 6:17).
 “Cuando Daniel se enteró de la publicación del decreto, se fue a su casa y subió a su dormitorio, cuyas ventanas se
abrían en dirección a Jerusalén. Allí se arrodilló y se puso a orar y alabar a Dios, pues tenía por costumbre orar tres
veces al día. Cuando aquellos hombres llegaron y encontraron a Daniel orando e implorando la ayuda de Dios.”
(Daniel 6:10,11).
 “Cuando llegaron al lugar, les dijo: “Oren para que no caigan en tentación” Entonces se separó de ellos a una
buena distancia, se arrodilló y empezó a orar: “Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se
cumpla mi voluntad, sino la tuya.” (Lucas 22:40-42).
 “Pedro hizo que todos salieran del cuarto; luego se puso de rodillas y oró. Volviéndose hacia la muerta, dijo:
«Tabita, levántate.» Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó.” (Hechos 9:40).
La oración puede abrirnos puertas, sanar enfermos, trae liberación, impartirnos paz y muchas otras cosas a la que podemos
acceder por medio de ella, es una fuente inagotable de poder y de sabiduría que el padre nos brinda.

 Impedimentos en la oración

 No confiar en la sabiduría de Dios. Creer en Dios y que él responde a la oración es el primer paso para disponernos a
la respuesta. Dios puede decir que sí, todavía no, o no, pero siempre contesta. En 2 Corintios 12:8,9 vemos como el Apóstol
Pablo tuvo respuesta pero no como él quería, sino que Dios en su inmensa sabiduría hace como Él quiere.
 La duda. Vemos que Jesús nos enseñó a orar en el libro de Mateo 21:21,22 con fe y creyendo.
 La falta de unión conyugal. El Apóstol Pedro nos habla sobre la importancia del respeto matrimonial para que así las
oraciones sean contestadas. 1 Pedro 3:7.
 La ansiedad. Filipenses 4:6 es donde el Apóstol Pablo nos dice que debemos orar sin afanarnos.
 Pedir fuera de la voluntad del Padre. 1 Juan 5:14,15 tiene una verdad poderosa sobre saber obedecer Su voluntad.
 La falta de perdón. En el libro de Marcos 11:25 hay una palabra que Jesús nos da y es contundente sobre el perdón.

 Los líderes sabemos que:


 Debemos orar en todo tiempo. “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello
con toda perseverancia y súplica por todos los santos.” (Efesios 6:18).
 La oración trae liberación. “Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.” (Marcos 9:29).
 Orar quita los malos deseos y las ansiedades. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones
delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (Filipenses 4:6).
 La oración nos libera de la aflicción. “¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre?
Cante alabanzas.” (Santiago 5:13).
 Que la oración es para liberar el mundo espiritual y abrir caminos para la palabra de Dios. Efesios 6:14-19.

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 Perseverar en la oración nos ayuda a vencer las tentaciones. “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el
espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.” (Mateo 26:41).
 Es bueno orar por sabiduría. “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5).
 Que hay que interceder por otros siervos, iglesia y discípulos. Filipenses 1:4; 1 Timoteo 2:1 y Filemón 1:4 muestran
una evidencia de los maduros es que saben orar por otros.
 Oramos por la extensión del evangelio. “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando
también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el
misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, para que lo manifieste como debo hablar.” (Colosenses 4.2-4).
 Oración de intercesión. La oración intercesora es el acto de orar en favor de otros. Todos tenemos que ser
intercesores. El Espíritu Santo nos puede mostrar o guiarnos por quién debemos orar o por cuál situación, pero sobre
todo lo hacemos porque sabemos que hay gente necesitada, que tiene que ser liberada y entendemos que la oración
tiene poder.

El líder y el ayuno

 ¿Qué es ayunar?
No es hacer dieta ni dejar de comer sólo porque sí, sino que es un tiempo que uno determina y aparta para la adoración,
oración e intimidad con el Señor. Es entrar en un tiempo de búsqueda, concentrándonos en Él.
Vemos en la Biblia que muchos hombres y mujeres hicieron ayuno en búsqueda de respuestas, de milagros, de liberación. No
es algo místico sino que se trata de simplemente dejar algo de lado y dedicarnos a la palabra y a la oración. Podemos decir
que es un arma espiritual que trae grandes resultados cuando se hace en orden y tiene como objetivo que se cumpla la
voluntad del Señor, sin intentar torcer sus deseos.

 ¿Cómo se ayuna?
En la Biblia hay ayunos de un día, de tres, de siete, veintiún días y hasta Jesús lo hizo por cuarenta días. Esto no quiere decir
que ayunemos la cantidad de días que deseamos. También encontramos en el caso de Daniel que ayunó sólo privándose de
algunas cosas que él consideraba que eran contaminantes para ese momento. Hoy quizás también para estar en la presencia
del Señor debemos dejar de lado nuestro celular, la tv o cualquier otra cosa que muchas veces nos impide estar plena- mente
dedicados a escucharlo.
 El ayuno trae liberación “Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.” (Marcos 9:29).
 No ayunamos por competencia o por mostrarnos ante los demás. “Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu
rostro.” (Mateo 6:17).
 El ayuno es para encontrar sabiduría, respuestas y guía. “Ayunamos, pues, y pedimos a nuestro Dios sobre esto, y él
nos fue propicio.” (Esdras 8:23).

El líder y la palabra

Sin la palabra de Dios no podemos predicar el evangelio, no podemos alimentarnos y será difícil mantener en una vida
espiritual sana y correcta. Sin ella no tenemos guía, no tenemos luz para caminar, andaremos errantes y equivocaremos
nuestro camino, es por eso que como líderes de influencia nunca debemos descuidar nuestra relación con la palabra de Dios y
tomarnos de ella será nuestra base para tener grandes conquistas.

 El valor de conocer la palabra

Lo que nuestro enemigo no quiere es que nosotros conozcamos la palabra porque en ella conocemos a Dios, podemos saber
de su carácter, corazón, su voluntad y además afirmar una generación de obreros con sabiduría para el Reino. “Derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo.” (2 Corintios 10:5).
Las mentiras que no son expuestas a la luz de la palabra se terminan haciendo fortalezas. Si hay personas que creen que lo
malo es bueno, cayeron en el engaño y creen sus propias mentiras como verdades. Al no conocer las escrituras toman algunas
cosas por conveniencia y la acomodan a su gusto, haciéndose esclavos de la mentira. La verdad que hay en la palabra tiene
poder, rompe con toda artimaña y argumento de mentira y nos encamina hacia la bendición.

 La palabra es para formar a los obreros

El Apóstol Pablo, como un gran líder formador de ministros, sabía que tenía la palabra. Nosotros también tenemos que
tomarnos de esa autoridad que tienen las escrituras y transmitirla a nuestros discípulos y a los que nos rodean.
La palabra no es para maltratar a nadie, no es para herir o matar, sino que el fin de ella es perfeccionar, mejorar, levantar,
edificar, construir e incrementar vida. Este es el potencial que tiene. Si la empleamos para ese fin, veremos que se levantará

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Escuela de Liderazgo

una generación de obreros capacitados para toda la buena obra que demanda la visión y el propósito divino. “Toda la
Escritura es inspirada por Dios y es útil para la enseñanza, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en
justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente capacitado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3: 16,17).

 Permaneciendo en la palabra

La palabra expone el engaño y la maldad que hay en nosotros; ella trabaja continuamente rompiendo con todos los
sentimientos de culpa y argumentos mentirosos que levantamos aún en contra de nuestra propia vida. A medida que se nos
va revelando, comprendemos que no hay en ella condenación ni maltrato, sino que tiene toda la intención de ayudarnos a
crecer. Allí está la libertad que Cristo quiere para nosotros así desarrollamos un gran trabajo como líderes. “Dijo entonces
Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8: 31-32).

 Permanecer y perseverar

No alcanza con ser buenos oidores de la palabra sino que hay que adecuarse a ella y aplicarla en nuestra vida. La primer
iglesia, de la cual habla el libro de los Hechos, nos muestra que ellos “perseveraban en la doctrina de los apóstoles” (Hechos
2:42); es decir, ellos eran perseverantes en la palabra de formación que sus apóstoles les daban y se aferraban a esas
enseñanzas. Eso ayudó a que la iglesia pudiera crecer y levantarse. Como líderes, debemos tomar toda palabra de enseñanza
de nuestros ministros para impartirla y enseñarla a fin de que los discípulos caminen en orden con ella.

 ¿Cómo perseveramos en la palabra?

 Reteniendo las enseñanzas.


 Viviendo conforme la palabra de Dios y la doctrina apostólica de nuestra casa.
 Transmitiendo la enseñanza de nuestros pastores a nuestros discípulos.
 Predicando fundamentalmente lo que se ministra en nuestra casa espiritual.
 Enseñando lo que nuestros padres espirituales quieren transmitir a la iglesia.

 La obra de la palabra

Una de las cosas que tenemos que saber como líderes es que la palabra produce frutos a corto y largo alcance; es por eso que
debemos transmitir, enseñar y dar la palabra ya que no sabemos qué obra puede estar haciendo en la vida de las personas.
“Yo planté, Apolo regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.” (1 Corintios 3:6).
Estos hombres sabían que ellos hacían lo que tenían que hacer, pero había algunas cosas que no estaban a su alcance ya que
sólo el Señor podía encargarse de ellas. Hay asuntos que quizás no entendemos, pero Dios obra. Debemos confiar también en
ese poder a la hora de liderar; nosotros hacemos incansablemente la tarea que nos corresponde y el Señor hace la suya.

El líder y los frutos

Un fruto es un resultado; es el producto y la manifestación de una esencia. Por eso la palabra nos enseña que una forma de
conocer a alguien o algo es cuando vemos sus resultados, es decir, el producto de alguien, sus frutos. “Por sus frutos los
conoceréis.” (Mateo 7:16). En Cristo y por el Espíritu Santo podemos dar buenos resultados, cambiar y dar lo mejor que está
en nuestra esencia y naturaleza espiritual.
Como líderes, no sólo buscamos mejorar y perfeccionar nuestra calidad de servicio sino que también trabajamos y dejamos
que el Espíritu obre para nuestro crecimiento espiritual. Hemos dejado atrás toda una vida de improductividad para
convertirnos en personas conforme al corazón de nuestro Padre celestial.

 Los frutos del espíritu


“En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio.
No hay ley que condene estas cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones
y deseos.” (Gálatas 5:22-24). Esta porción de la escritura empieza con la frase “En Cambio”; es decir, que todos de una
manera u otra estamos destinados a dar frutos. El asunto es si esos frutos provienen de la carne o del Espíritu de Dios. Si no
damos frutos por el Espíritu Santo, estaremos dando frutos en la carne. Los buenos frutos provienen de Dios por medio de su
Espíritu, no los fabricamos nosotros sino que dejamos que la esencia del Señor fluya, disponiendo la mente, el alma, los ojos,
los oídos, la boca y todo lo que Él quiera usar de nuestras vidas para que se noten esos frutos.
Ser santo es la naturaleza divina que alcanzamos por la fe. No hay fuerzas humanas que nos permitan alcanzar ese estado,
sino sólo creer en el Señor Jesucristo y en la obra que hizo en la cruz del calva- rio. Al morir por cada uno de nosotros y
derramar su sangre, fuimos limpios de todos nuestros pecados.
Nuestras acciones no pueden contradecir nuestras confesiones acerca de la palabra de Dios. Sin acción, lo que decimos es

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Escuela de Liderazgo

meramente hablar. Por ejemplo, cuando decimos que somos salvos por gracia, nuestra búsqueda de santidad es una
demostración de lo que creemos, pero si no hay acción, la fe está muerta. La palabra de Dios produce fe y nuestra acción
correspondiente es la evidencia de lo que creemos. Esa es la fe que nos da acceso a la gracia de Dios, por la cual ya no
dependemos de los esfuerzos humanos sino que se trata simplemente de creer y caminar en lo que creemos.

 Ser santos y la santidad


No somos santos por obras sino por la sangre de Cristo. La santidad son los frutos que día a día vamos dando; no es la
perfección, sino el camino a la perfección. No significa no equivocarse nunca, sino ir quitando de nosotros todo aquello que
no nos permite vivir una vida feliz y plena como el Señor quiere para nosotros. Ahora hay una buena noticia: ya no estamos
atados al pecado ni a su poder; somos libres y estamos vivos para Cristo.
 “¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los
que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?” (Romanos 6:1,2).
 “Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:14).
 “Como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito
está: Sed santos, porque yo soy santo.” (1 Pedro 1:15,16).
 “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.” (1 Juan 2:6).
Por medio del poder de la sangre de Cristo fuimos justificados. La santificación tiene que ver con perfeccionar nuestro
carácter y conducta de acuerdo a lo que creemos que somos en el Señor a fin de vivir una vida separada del mundo
pecaminoso y dedicarnos a Dios en su propósito divino.

El líder y la adoración

Una de las cosas que no debemos perder con el tiempo es el espíritu de adoradores. Muchos se vuelven costumbristas,
transformándose en personas que sólo repiten formulas. Caen en la religiosidad de sólo hacer lo que saben hacer, perdiendo
el sentido de la vida que es el evangelio. De este modo, sólo se crean hábitos que a la larga los hacen experimentar vacío y
cansancio.
Como líderes, tenemos que tener siempre un corazón encendido para adorar a nuestro Padre celestial, inclinándonos a Él y
siendo sensibles para que pueda hablarnos cuando desee. Muchos saben que dejaron de oír la voz de Dios pero no porque Él
ya no quiera hablarles sino porque no prestan sus oídos de manera sincera y pura para que lo haga.
David, el gran rey de la historia de Israel, pero sobre todo un hombre conforme al corazón de Dios, dijo una vez: “Abre, Señor,
mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza. Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo
contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón
quebrantado y arrepentido.” (Salmos 51:15-17).
¿Dejamos que las actividades reemplacen un verdadero y enriquecedor momento con el Padre celestial? Hay que dedicar un
momento cada día para adorarlo. Tanto en nuestro diario vivir como en conjunto con toda nuestra congregación, nunca le
restemos importancia a un buen tiempo de brindarle el corazón, las palabras y nuestros oídos al Señor.

El líder, servicio y generosidad

El servicio y la generosidad tienen que ser características sobresalientes en tu liderazgo. Son columnas fundamentales en
alguien que entiende el llamado divino porque dar y servir edifican la iglesia. “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque
a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos.” (Gálatas 6:9,10).
La Biblia nos dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en
él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16). La naturaleza del Padre es la de dar. No hubiese sido posible
restaurar la relación con el hombre, establecer el Reino y disponer una iglesia para este tiempo si no hubiese dado a su
hijo. Es por eso que nosotros tampoco podríamos llevar adelante nuestro propósito si no nos volvemos servidores y
generosos para la obra del Señor.
“No nos cansemos de hacer el bien”, dice la palabra del Apóstol Pablo. Esto es porque mucha gente sólo hace o da si recibe
algo a cambio, pero los hijos de Dios entendemos que nada quedará sin recompensa, que aunque demos o hagamos algo por
otras personas, siempre el fin es ser útiles para Dios y agradarle a Él.
“Hay quienes reparten, y les es añadido más.” (Proverbios 11:24). Todo lo que damos o hacemos traerá recompensas a tu
vida. Por eso también dice: “A su tiempo segaremos”; no es en el momento que nosotros queremos sino cuando Dios quiera y
sea realmente necesario para nuestras vidas. Sólo hay que saber esperar y nunca dudar de la palabra de Dios, las cuales son
promesas para nuestras vidas.
En tu servicio como ministro del reino siempre te será añadido más porque nada quedará en el olvido, todo lo que das es una
semilla productiva y llena de frutos en su interior.

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Lección N° 18: LÍDERES QUE CONQUISTAN

“Podemos tener un gran llamado y dones, pero por la falta de formación podemos cometer grandes errores.”

“Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por
medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso. Y de Siria habían
salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de
Naamán. Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra. Entrando
Naamán a su señor, le relató diciendo: Así y así ha dicho una muchacha que es de la tierra de Israel. Y le dijo el rey de Siria:
Anda, ve, y yo enviaré cartas al rey de Israel. Salió, pues, él, llevando consigo diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro,
y diez mudas de vestidos. Tomó también cartas para el rey de Israel, que decían así: Cuando lleguen a ti estas cartas, sabe
por ellas que yo envío a ti mi siervo Naamán, para que lo sanes de su lepra. Luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó
sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe a mí a que sane un hombre de su lepra?
Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí. Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había
rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en
Israel. Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. Entonces Eliseo le envió
un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue
enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y
alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas
de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.” (2 Reyes 5:1-12).

Puedo ser muy valioso por fuera, pero leproso por dentro. Otra versión dice y fue sano totalmente. Un hombre de Dios, antes
de ser de Dios es hombre, mujer, y todo lo humano tiene una tendencia a herirse, enfermarse, y cuando estoy enfermo por
más valiente que sea, hay batallas que no puedo pelear; los campeones no pueden estar heridos, por ende no puedo jugar
heridos: si un futbolista está lesionado no rinde al 100%.
Hay gente que tiene grandes victorias públicas, pro también grandes derrotas en el secreto. Puedo ser usado para sanar, para
ganar gente en la calle y en el secreto cuando llego a casa, después de que Dios me uso de manera poderosa, cuando me saco
la armadura y estoy solo en lo secreto, tengo pensamientos, sufro de depresiones, heridas, secretos ocultos que nadie sabe,
esto me demuestra que soy valiente por fuera pero tengo grandes derrotas en lo secreto.
Es por este motivo que debo estar sano y limpio completamente, por fuera y por dentro. Debo estar sano para ministrar.

La historia de Naamán es para todos los que están liderando, porque Naamán era un líder. Un general del ejército que daba
grandes victorias, gracias a él se peleaba y se ganaba. Pero cuando Naamán llegaba a su casa y se sacaba la armadura, estaba
enfermo por dentro. Por eso dice en 2 Reyes 5:1 era valeroso en extremo, pero leproso. Es aquí donde Eliseo lo envía a
sumergirse 7 veces, porque hay 7 cosas que se manifiestan en forma equivocaba en Naamán.

 7 actitudes internas que derrotan a un líder por dentro:

1. Lepra
La lepra es algo que comienza en lo profundo, como una mancha, en lo profundo de la piel, que comienza como algo pequeño
y se va agrandando. La lepra representa en la Biblia el pecado oculto.
Lo primero que debo saber si seré libre y sano. Nadie puede ser libre de verdad hasta que no confiesa su enfermedad, que
carga por dentro, como ser libre de envidia, desorden sexual, rebeldía, orgullo, hacer las cosas a su manera, que nadie me
diga nada, altivez.
Por eso vemos a muchas personas que sirven enfermas, expertos para ver la paja en el ojo ajeno y malo para ver el tronco
gigante que hay en ellos. En Salmos 19:12, hace referencia que el corazón es engañoso, todos tenemos errores que están
ocultos, nos creemos tan buenos que los errores en falsa bondad y humildad se esconden.

“La lepra solo sana cuando se confiesa. La confesión me hace libre.”

Lo primero que destruye a muchos líderes es tratar de esconder un pecado, que nadie se de cuenta, hacer coas en lo secreto
que nadie me vea y pensar que podemos engañar a cualquiera, pero jamás a Dios, por eso dice la Biblia “No os engañéis; Dios
no puede ser burlado: pues todo lo que el hijo sembrare, eso también segará.” (Gálatas 6:7). Por eso hay gente que ganan
personas, tiene carisma, sanan enfermos, sirven en la iglesia, pero las derrotas las tienen profundas cuando llegan a casa.

2. La arrogancia
En el versículo 9, Naamán vino con todos sus carros y caballos y se puso fuera de la casa de Eliseo. El protocolo del mundo es
diferente al protocolo de Dios, en el mundo se trata de mostrar todo lo que yo tengo para impresionar pero la Biblia dice que

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Escuela de Liderazgo

Dios al soberbio lo tiene lejos, pero al humilde lo acerca. Para acceder a Dios nunca debo hacerlo con orgullo, sino
humillándome, por eso dice la palabra “humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios…” (1 Pedro 5:6) y Él me exaltará
cuando llegue mi tiempo. Por ello debemos arrancar la arrogancia de nuestro corazón.
La Biblia me habla de tres cosas que son altivas:
a. Orgullo. Esta relaciona con Dios, no necesito de Dios, puedo solo. Y que dice Jesús al respecto: “Yo soy la
vid, ustedes los pámpanos y separados de mi nada podéis hacer.” (Juan 15:5). Hay gente orgullosa que
dice: yo puedo predicar sin Dios, yo puedo servir sin Dios, por eso cada vez que sales de tu casa sin orar eso
es señal de que eres orgulloso. ¿Los humildes por qué necesitan orar antes de salir de casa? Porque ellos
saben que separados de Cristo nada pueden hacer.
b. Altivez. Está ligada con la gente que mira a los demás como inferiores a ellos. ¿Quién se cree este? Yo soy el
mejor, yo tengo, yo puedo más. Desprecia a las personas por su condición financiera, estatus social. Por eso
en el Reino de Dios no somos así, por eso Jesús cuando escogió discípulos paso por alto el templo donde
estaban los sacerdotes, paso por alto las sinagogas donde estaban los fariseos, se fue a buscar hombres
pescadores, analfabetos que nadie los quería y los volvió en apóstoles para el Reino de Dios.
c. Soberbia. Se conoce como senodoxia a alguien que tiene la necesidad de exaltarse a sí mismo. La persona
que tiene este problema tiene que exaltarse a sí mismo y mostrase mejor que los demás. Proverbios 16:18.
Cuando vea que alguien cae, antes del quebrantamiento hubo soberbia. La soberbia no me deja ver mi
error, me hace ver el pecado de todos pero mi error no me deja ver. La persona soberbia siempre tiene la
razón en su propia opinión, pro cuando se humilla se abren los ojos, no para ver el error del otro, sino mis
errores y reconocer delante de Dios. Proverbios 11:12. El primer problema de Naamán fue el pecado oculto
y el segundo la arrogancia.

3. Enojo descontrolado
En el versículo 11 vemos que Naamán se fue enojado: esto no me gusta, me voy de aquí. Estaba al lado del milagro pero lo
estaba perdiendo por el enojo.
Toda persona en la vida que hizo una locura, lo hizo en un momento de enojo descontrolado. Hay personas que no logran
controlar su temperamento sino que el temperamento los controla a ellos. El enojo es el terrorista interno que cargamos,
que llega a destruir todos mis proyectos. Cuando andamos enojados, a tal punto que me domina, el enojo es mi terrorista que
me terminará matándome a mí y a otros. La ira no es mala, la Biblia nos dice “aislaros pero no pequéis”, la ira es buena si la
sabemos canalizar.
Hay algunos que canalizan la ira contra su esposa, esposa, hijos, pastores, líderes y empiezan a decir y hacer cosas de las que
se podría arrepentir, por eso teneos que tener cuidado con la ira, porque la ira mata potencial y propósito en mi vida. Cuando
la ira es descontrolada, luego debemos andar pidiendo perdón y tratando de arreglar lo que está destruido. En Salmos 45:7,
dice que Dios nos sanará de la ira.
Podemos tener un gran llamado y dones, pero por falta de formación podemos cometer grandes errores.

4. Choque con la autoridad


Hace referencia al versículo 10 “tu vienes de Siria, has viajado semanas con tus carros y caballos para llegar a Israel, pare ver
al profeta”. En Siria, Naamán era una persona muy importante, estaba después del rey. Todos se inclinaban delante de
Naamán, por ello el pensó que al llegar a casa del profeta, Eliseo saldría a su encuentro y se inclinaría ante él. Eliseo no hizo
como Naamán pensaba, envió a su discípulo, ahí Naamán se puso mal, porque quien hablaba con reyes, ahora tendría que
hablar con un discípulo de Eliseo. Aquí se manifiesta algo: ¿sabemos cuando alguien es obediente? Cuando respetamos
autoridad delegada y esas palabras significan que a quien se le deja la autoridad, se le trata como a un pastor en persona. Si
tocábamos a una autoridad terrenal como ser un oficial de seguridad, es como su estuviéramos tocando a quien lo delego,
como ser un presidente.
En ese pasaje se manifiesta el ataque de autoridad de Naamán, porque es peligroso cuando tenemos problemas de autoridad.
Como en la Biblia donde Satanás, no fue expulsado del cielo por ser fornicario, ladrón, el fue expulsado porque toco
autoridad, el dijo: Dios tiene un manto, yo también debo de tenerlo, Dios tiene un trono yo también quiero tenerlo, el recibe
adoración yo también debo ser adorado, es allí cuando toco autoridad y Dios lo desecho por la eternidad. Debemos tener
cuidado con los pecados de autoridad, porque venimos de culturas rebeldes, traicioneras, raíces de maldición.
Le rebelión es una decisión consciente, ¿sabemos que poder ser desobedientes y no rebeldes y que alguien puede ser
obediente y rebelde? Nos envían a limpiar y decimos sí, pero por dentro nos quejamos; podemos ser obedientes de boca,
pero rebeldes de corazón. “Obediencia a medias es desobediencia. Cuando Dios me da una orden debemos ejecutarla como
Él me la pide.” (1 Samuel 15:23).
Cuando soy rebelde, soy como un brujo dentro de la congragación, veremos que todos accionan fuera de lo normal, porque
es el resultado de una rebeldía impartida.

5. Expectativas excesivas
En el versículo 11, podemos ver que cuando uno piensa que Dios lo hará y aun no llega. Hay gente heridas con Dios porque no

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Escuela de Liderazgo

los sano. Pero el no hace todo lo que nosotros deseamos o queremos, en Juan 11:21 ejemplo de Marta en la muerte de
Lázaro su hermano, tuvo una expectativa excesiva. Donde ella pensaba hacer las cosas a su manera, pero Jesús ya tenía en su
espíritu lo que iba acontecer.

6. Menosprecio en la instrucción
En 2 Reyes 5:12 pensaba Naamán que se trataba del rio, porque el profeta lo envió hacia ese lugar. Mi milagro se encuentra
en una instrucción que no me gustara muchas veces. Por eso muchos abortaron tantos milagros, porque cada vez que
escuchamos otras cosas a lo que no siento, decidimos no hacerlo. ¿Por qué Dios siempre me manda hacer lo que no es de mi
agrado? Porque obediencia activa cosas milagrosas.

7. Valiente pero ofendido fácilmente


En el versículo 13, Naamán era valiente pero se ofendió. Hay personas que deciden irse de la iglesia por una ofensa recibida.
Las personas que se ofenden con facilidad, es la gente que más cuesta formar, debemos dejarnos formar por una casa
espiritual y por loa padres de ella, porque formación es dolor, pero un dolor que da fruto a su tiempo. En Juan 6:60,61
podemos ver que los verdaderos discípulos que no se ofenden con facilidad, son aquellos que se les dice: apártate de mi
Satanás, y no abandonan su casa espiritual.
Debo volverme una persona inofendible. Jesús decía el que no toma mi sangre y no come mi carne no puede tener vida
eterna. En sentido espiritual, Juan 6:66, dice que solo Jesús tiene palabras de vida eterna, eso son los verdaderos discípulos.
Dios quiere sanarme pero debo humillarme, dejar que Dios trabaje en mi mente, para llegar ser un líder que conquista.

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Intercesión

Lección N° 1: INTERCESIÓN

“Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor
de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.” (Ezequiel 22:30).

 ¿Qué es la intercesión?

“Interceder es, literalmente: INTERPONERSE. Es mediar, colocarse al medio de...”, “La oración de intercesión es
colocarnos delante de Dios en favor de otra persona, personas, iglesia, ciudad o nación.” Teniendo en cuenta
que la intercesión es “colocarnos al medio” entre Dios y la persona necesitada, debemos saber que nos
ponemos también en la línea de batalla, pues entre la persona y el alcance de la bendición se libra un
combate. Satanás trata siempre de desbaratar los propósitos de Dios para las personas.
Como intercesores nos ponemos al medio, no sólo para rogar al Señor por las necesidades de las personas sino al
mismo tiempo, nos ponemos en la brecha contra satanás y sus huestes.
La verdadera intercesión es cuando sentimos una carga profunda por los perdidos (aquellos que
están sin Cristo) o por aquel que está en necesidad. Dios nos pide que intercedamos por individuos, por la
iglesia, por pueblos y naciones.

 La intercesión tiene dos aspectos:


A. Clamar a Dios.
B. Tomar autoridad sobre satanás (guerra espiritual).

En éste segundo aspecto tomamos nuestra posición como creyentes, hijos de Dios y tomamos autoridad sobre
satanás en el Nombre de Jesús. La intercesión hecha así rompe cadenas y fortalezas.
“La oración intercesora es la más noble de todas las oraciones porque uno se desprende de sus propias
necesidades, y se concentra en las necesidades de los demás”. “Solamente el creyente que mantiene una
relación íntima con Dios puede ofrecer oraciones de intercesión.”
“La oración intercesora equivale a la oración sacerdotal; por lo tanto, solamente los que se ven a sí mismos como
sacerdotes de Dios, con el ministerio de establecer puentes entre el hombre y Dios, pueden experimentar la
carga de ofrecer a Dios oraciones de intercesión”.

Teológicamente hablando, una carga es una combinación de amor, compasión, gracia y misericordia.
“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no
por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la
regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por
Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna.” (Tito 3:4-7).

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en
pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y
asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las
abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.” (Efesios 2:4-7).
.
En momentos donde las palabras de los profetas no fueron escuchadas, los cantos y la adoración no
fueron elevadas y el pueblo se dedicó a la idolatría, Dios mostró la necesidad de hombres que hiciesen
vallado delante de Él a favor de la tierra para que no sea destruida. (Ezequiel 22:30).

 ¿Qué es un vallado?

Un vallado es un obstáculo, un cerco de tierra que sirve para defender un sitio o para impedir la entrada a él. Es
lo que hacen los miembros de una comunidad cuando sufren inundaciones y apilan bolsas de arena
haciendo un pequeño muro para impedir que las aguas lleguen a la ciudad o a sus casas.

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Intercesión

 En el mundo espiritual hacemos vallado cuando:

 Ponemos nuestra vida a favor de otros delante de Dios en oración. Hacemos aquello que hicieron
Moisés, Abraham, Nehemías, Daniel y otros diciéndole al Señor: “Yo sé que quieres castigar a éste pueblo
porque han pecado, pero Señor, he aquí yo pongo mi vida por la de ellos en ruego delante de ti, para pedirte
perdón por ellos y que les restaures.” Es decirle: “Señor, dale a esta persona, una nueva oportunidad”.
 Detenemos el ataque del enemigo en la vida de la persona a través nuestra oposición en oración.
 Cubrimos la vida de la persona, iglesia, o nación en oración. Es declarar bendición sobre su vida.
 Dios sabe que puede contar con nosotros en el momento que así lo requiera para orar por una necesidad.

 ¿Qué es una brecha?


Una brecha es una rotura o abertura. La brecha en la cual los intercesores deben de estar es la que se
formó cuando la humanidad decidió apartarse de Dios y Dios de ellos por su pecado.
Jesucristo hizo la obra más grande de intercesión llenando ese hueco (brecha) al morir Por nuestros
pecados, colocándose en nuestro lugar, para que Dios pueda perdonarnos.
De una manera también, el intercesor trata de llenar ese hueco con su clamor rogando misericordia y
perdón por aquellos que viven alejados del Señor.

 Estar en la brecha por lo tanto es:


 Un lugar de conflicto, un lugar difícil de lucha. Un lugar donde el intercesor debe estar ubicado para
clamar a Dios, con persistencia y amor.
 Aquel que no abandona un asunto, que está siempre dispuesto, preparado y en la lucha para defenderlo.
 El significado que no todo está perdido y que puede recuperarse el resto.

Los textos de Isaías 59:16; Isaías 57:1 y Ezequiel 22:30 tienen un tinte de sorpresa de parte de Dios: “Y no lo
hallé”; “No hay quien”; “No había hombre”. El propósito de este estudio es que estas palabras se transformen en:
“Y lo hallé”; “hay quien”; “son muchos los hombres y mujeres”.

“Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os
acordáis de Jehová, no reposéis, ni le deis tregua, hasta que restablezca a Jerusalén, y la ponga por alabanza en
la tierra”. (Isaías 62:6,7). Dios ha puesto “GUARDAS” sobre la iglesia: ¿serás tú uno de ellos?

“Y Jehová, solícito por su tierra, perdonará a su pueblo. Responderá Jehová, y dirá a su pueblo: He aquí yo os
envío pan, mosto y aceite, y seréis saciados de ellos y nunca más los pondré en oprobio entre las naciones.” (Joel
2:18-19).

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Intercesión

Lección N° 2: ¿CÓMO INTERCEDER?


¿Cómo interceder?

Con nuestro entendimiento:


 Usando nuestra mente.
 Pensando.
 Orando con nuestra propias palabras y en nuestro idioma.
 Entendiendo y sabiendo la razón por la que intercedemos.
Orando en el Espíritu:
 Orando en lenguas con la ayuda del Espíritu Santo, no sabiendo nosotros por lo que intercedemos pero Él
sí. “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque
por el Espíritu habla misterios.” (1° Corintios 14:2).
Se puede interceder:
 En vos alta.
 En vos baja.
 Como en un murmullo.
 Con el pensamiento.

En muchas ocasiones sentimos la urgencia, la necesidad de interceder, sin saber lo que sucede o sin conocer la
necesidad. No podemos orar con entendimiento porque no sabríamos que pedir, pero el Espíritu Santo si lo sabe y
entonces lo único que debemos hacer es dejar fluir esa necesidad de interceder al orar en el Espíritu, en lenguas
extrañas par que el Espíritu Santo interceda por nosotros. “Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles.” (Romanos 8:26).
De cualquier forma que se haga, la oración debe dirigirse hacia Dios, sin embargo cuando se intercede en batalla
contra satanás y sus espíritus malignos, debe hacerse en voz alta, y con la autoridad que tenemos en el nombre de
Jesús. “Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas.” (Marcos 16:17). Satanás no puede entrar en nuestros pensamientos, pero él y todas sus huestes, si
pueden oírnos, y para salir a la batalla hay que vestirse adecuadamente antes de empezar cubrirse con la sangre
de Cristo y tomar los instrumentos de la armadura de Dios.

 Perfil de un intercesor:

Dios formo en lo intercesores un perfil diferente a la gente del pueblo, pues ellos ya dejaron de ser un
congregante y ahora son AGUILAS.
 Es la persona que dispone su vida para rogar o pedir por otro.
 Mantienen una relación estrecha con Dios.
 Es aquella persona que siente carga en su corazón por una situación ajena.
 Es alguien que lleva una profunda vid de comunión con Dios y negación propia.
 Reciben revelación.
 Están dispuestos a sentir el sufrimiento de aquel por quien intercede.
 Se interponen entre Dios y los que se merecen su justa ira o justicia.
 Son personas reservadas.
 Siempre están en guerra.
 Mantienen una comunión abierta con el pastor.
 Saben guardar confidencias.
 Pasan por temporadas de desiertos.
 Tienen mentalidad de equipo.
 Su vida es intercesión.
 Buscan rozarse con más intercesores para potencializar su vida de intercesión.

 Perfil de un intercesor falso:

115
Intercesión

Existen los llamados: “intercesores del desastre”. Veamos el perfil de estos intercesores para poder conocerlos:
 Traen reproche para el ministerio pastoral.
 Provocan confusión en la iglesia.
 Hacen divisiones.
 Son soberbios, se creen los únicos.
 Necesitan que todos se enteren que el intercede y algunos dicen: yo soy el que ora por el pastor.
 Son manipuladores.
 Tienen el espíritu de Absalón, quieren controlar todo.
 Son tentados por la codicia de la carne, mantenimiento una relación de compañerismo de oración como
un posible camino hasta la seducción.
 Oran por los pastores por sentimentalismo, reflejando un nivel bajo de entendimiento de la intercesión.
 Sus motivaciones son incorrectas.
 Son presa del orgullo espiritual, manifestándose en el chismerío, hablando intimidades del ministerio y del
pastor.
 Utilizan su tiempo intercediendo de casa en casa ates de hacerlo en la iglesia.
 Son chusmas.

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Intercesión

Lección N° 3: UN LLAMADO PARA TODA LA IGLESIA

La tarea de intercesión es una responsabilidad de toda la iglesia. Es un llamado de Dios para toda la iglesia y no
sólo para algunas personas. La oración y la intercesión son primordiales para el desarrollo del cuerpo de Cristo.
“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los
hombres.” (1 Timoteo 2:1).
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del
justo puede mucho.” (Santiago 5:16).

 A lo largo de las escrituras se nos exhorta a “Orar por otros”:


 Por los gobernantes: 1 Timoteo 2:1-2.
 Por todos los pastores y líderes de la iglesia: 2 Tesalonicenses 3:1; Filemón 22; 2 Corintios 1:11; Romanos
15:30; 1 Tesalonicenses 5:25; Hechos 12:5.
 Por los enfermos: Santiago 5:14-16.
 Por los enemigos: Mateo 5:44.
 Por la iglesia: Colosenses 1:9.
 Por todos los hombres.
 Por los que no conocen de Cristo, etc.

 Por las Naciones:

“Y procurad la paz de la ciudad a la cual os hice transportar, y rogad por ella a Jehová; porque en su paz tendréis
vosotros paz.” (Jeremías 29:7).
En el antiguo testamento encontramos muchos ejemplos de cómo el destino de una Nación puede cambiar por
medio de la intercesión.
“Pídeme, y te daré por herencia las naciones, Y como posesión tuya los confines de la tierra.” (Salmos 2:8).
Cuando intercedemos por las naciones estamos rogando a Dios por la conversión de toda la gente del mundo.
En toda sociedad existen áreas básicas que moldean el pensamiento de las personas y que se reflejan en la vida de
una Nación. Además, ejercen una gran influencia en el comportamiento de los líderes de las naciones y de las
personas que están en eminencia. Cada vez que en el campo de la intercesión, no se olvide que en el momento de
interceder por las naciones debe orar por estas siete áreas:
 El hogar y la familia.
 La iglesia.
 Los educadores.
 Los medios de comunicación.
 El gobierno.
 Los espectáculos públicos.
 El comercio, etc.

 Por las personas que gobiernan

La biblia nos exhorta a interceder “por los reyes y por todos los que están en eminencia”. Esto significa, nuestro
gobierno, desde el nivel nacional hasta nivel local, por el presidente y sus ministros, por los diputados del
congreso, por los gobernadores, jueces, autoridades militares y policiales, etc. Es un llamado a la intercesión por
todos, sin importar su posición o condición espiritual. “Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia,
para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.” (1 Timoteo 2:1,2).
Satanás ataca a todos los hombres, pero más a los que están en el poder, en eminencia, en autoridad. El poder da
al hombre que lo ejerce:
 Potestad.
 Riquezas.
 Posición.
 Impunidad.
Situación que lo hace más vulnerable para caer en las garras del mal.

117
Intercesión

 Por la Iglesia

Al igual que los gobiernos, la iglesia y sus líderes espirituales están expuestos al ataque constante, inclemente de
satanás. “Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias; orando también al mismo tiempo por
nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el
cual también estoy preso.” (Colosenses 4:2-3).
Al interceder por la iglesia, debemos tener presente los siguientes aspectos:
 La iglesia es el cuerpo de Cristo, en el cual todos los miembros son importantes (1°Corintios 12:12-27).
Intercedamos por la unidad.
 Jesús no fundo ninguna denominación. El estableció una doctrina para que fuese una forma de vida diaria,
a través de una relación personal con él.
 Intercedamos porque todos los cristianos seamos un solo cuerpo, sin diferencias denominacionales.
 Intercedamos porque en las iglesias se predique la palabra verdadera sin quitarle ni añadirle nada. (2°
Timoteo 4:1-3).

 Por los líderes espirituales

Al igual que el gobierno y demás personas en eminencia, los líderes espirituales (Apóstoles, Profetas, Evangelistas,
Maestros, Pastores) están expuestos a los ataques del enemigo, quien trabaja por todos los medios de hacerlos
caer, de forma que no puedan cumplir con su ministerio.
Intercedamos para que Dios les de la fortaleza, sabiduría y el entendimiento que necesitan para resistir y vencer al
enemigo. “Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis
orando por mí a Dios.” (Romanos 15:30).
Cada cristiano necesita del poder de la intercesión. Deseamos promover el hecho de que los oficios y otros líderes
cristianos necesitan más intercesión, que los demás miembros del cuerpo de Jesucristo.
A primera visto esto podría sonar arrogante pero permítame mostrarle algunas razones por las cuales debemos
cubrirlos en intercesión:
 Están más expuestos a la tentación.
 Tienen mayor influencia sobre los demás.
 Son más visibles.
 Son el objeto más común de la guerra espiritual, por esto ellos y sus familias deben estar cubiertos de un
manto de intercesión.
 Son una puerta de bendición para la iglesia, de hecho todo lo que el haga o deje de hacer sea bueno o
malo se transformará en lo que Dios use para bendecir a la iglesia o satanás use para oprimir, maldecir y
hasta robar las bendiciones de la iglesia. (Oseas 4:6-9)

 Cobertura de intercesión.

Por tal motivo los oficios deben ser mantenidos bajo una cobertura de intercesión por su vida espiritual y por los
suyos. Podemos cubrirlos orando por diferentes motivos:
 Humildad. Pídale a Dios que les dé a los oficios verdaderamente humildad, la que incluye tener
sentimientos de un siervo, que sea dócil, que admita sus errores, que desee recibir críticas constructivas y
confié en Dios.
 Sabiduría para conocer el propósito. Los oficios eficaces realizan su labor de acuerdo con los planes de
Dios, no los de ellos. Ore para que los oficios sean receptivos a la dirección del Espíritu y que vivan y
trabajen de acuerdo con las prioridades de Él.
 Relaciones positivas. Intercedamos para que Dios ayude a los oficios a ser pacientes con él y con otros, y
que interactúen positivamente con las difíciles de tratar en la congregación y que traten a todos con amor
y respeto.
 El fruto del Espíritu. Cada cristiano debe anhelar vivir una vida llena del espíritu. Ore a fin de que los
oficios tengan amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, fe, bondad, mansedumbre y templanza.
 Salud. Que los oficios puedan disfrutar siempre de buena salud y de seguridad cuando viajen. (Filipenses
2:25-30).

118
Intercesión

 La prioridad de la familia. Las demandas del ministerio pueden dañar severamente la vida familiar de los
ministros. Interceda para que los oficios hagan de su familia mayor prioridad después de su relación con
Dios. Pídale a Dios que dedique tiempo suficiente para estar con ellos y ministre para sus necesidades
primero. Y para que los hijos de los ministros amen a Dios con toso su corazón. (1° Timoteo 5:8).
 Finanzas. Pídale a Dios que se satisfaga las necesidades financieras en los hogares de los ministros, y que
le muestre l liderazgo de la iglesia como proveer mejor para ellos. (Isaías 23:18).
 Intimidad espiritual. Pídale a Dios que la oración, la lectura de las escrituras y la adoración sean las
prioridades diarias en la vida de los ministros. (2° Corintios 13:14).
 Presencia. Sin la presencia del Espíritu Santo un ministro no puede hacer nada de valor. (Éxodo 33:14).
 Integridad. Los ungidos luchan con tentaciones al igual que cualquier otra persona. A decir verdad el
enemigo tratara de tentarlos más que a otros. Satanás sabe que cuando daña al ungido, los seguidores
sufren. (Lucas 21:36).
 Protección. Ore en virtud de que los ministros se vistan de la armadura de Dios como se describe en
Efesios 6:10-18 y que le de protección del pecado de la carne, del pecado de los ojos, y la vanagloria de la
vida. (1° Juan 2:16).
 Cobertura. Ore para que Dios traiga a la vida de los oficios otros ministerios (ejemplo apóstoles) a los que
le puedan rendir cuentas. (Juan 17:12).
 Crecimiento personal. Un oficio que continúa creciendo en su vida espiritual y en su habilidad para dirigir,
se está equipando para ayudar a su gente a crecer y desarrollarse. (Santiago 1:5).
 Intercesión. Oren para que los oficios hagan de la intercesión en sus obreros una prioridad diaria.
 Por la familia: Satanás busca destruir lo más hermoso de la creación de Dios que es la familia, por esta
razón es que debemos interceder para que se detengan divorcios, falta de comunicación, pleitos, rebelión,
contiendas, incesto, violencia, infidelidad, abusos, vicios, etc.

ESPIRITUS QUE ATACAN A LAS IGLESIAS

 ESPIRITU DE CORE
Representa lo que se LEVANTA CONTRA EL LIDERAZGO, contra los ministerios que Dios asigno al frente De la
Iglesia. Su fin es que todos fueron consumidos por el fuego.
Números 16; 26:8-10
 ESPIRITU DE AMALEC
Representa toda la oposición operando con DESGANO Y FALTA DE FUERZAS para que el avanzar no prospere en el
diseño de Dios. La orden de Dios fue destruirlos totalmente.
Génesis 36; Éxodo 17
 ESPIRITU DE JEZABEL
Representa el espíritu de OPOSICION A LO PROFETICO SOLTANDO DECRETOS DE MUERTE. Quiere silenciar la voz
de Dios infundiendo temor en los profetas genuinos. Murió comida por los perros como lo anuncio Elías el profeta
de Dios.
1 Reyes 16:31; 2 Reyes 9:37; Apocalipsis 2:20
 ESPIRITU DE ABSALOM
Representa REBELION, REBELDIA; El levantarse contra los reyes y las autoridades puestas por Dios en la iglesia
pero en un marco diferente a Core, porque este era hijo del rey ; este espíritu se levanta de la gente intima de
confianza , de los líderes de la iglesia. Da muerte a sus hermanos anulando la justicia divina.
Su fin fue muerto a espada.
2 Samuel 13:33
 ESPIRITU DE HERODES
Uno de los espíritus que más se está comentando recientemente, este ataca la esfera de gobierno para levantarse
contra la obra de Dios. Se opone al NACIMIENTO queriendo matar lo nuevo que el espíritu quiere manifestar en la
iglesia. Siempre que se anuncia una nueva temporada aparece este espíritu para detener lo nuevo que Dios quiere
hacer en su pueblo.
Y muchas veces hipócritamente trata de simpatizar con la iglesia por conveniencia.
Mateo 2:1-19, 14:1-11

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Intercesión

 ESPIRITU DE NICOLAITAS
Muchos piensan que este nombre viene de un tal Nicolás, no es correcto. Este nombre significa conquista a los
laicos, y un laico es un líder, y lo que verdaderamente quiere decir es que se creen SUPERIORES a los lideres, no
respetan autoridad. Se manifiestan con algún pecado de inmoralidad.
Apocalipsis 2:6,15
 ESPIRITU DE BALAAM
Su nombre significa que sucumbe a la AVARICIA. Aman más el dinero que a Dios. Esta por el pan y los peces.
Sucumben ante lo natural y tangible.
Judas 1:11
 ESPITITU DE LEVIATAN
Su nombre significa el REY DEL ORGULLO. Los ministros deben tener mucho cuidado para que este espíritu no se
manifieste en ellos cuando Dios comience a usarlos. El orgullo es la raíz de todos los males puesto que llevo a
satanás a revelarse contra Dios. El fin del altivo es ser desechado y estar lejos de la presencia de Dios.
Job 41:1; salmo 74:14; Isaías 27:1
 ESPIRITU DE NOADIAS
Se la identifica como una profeta. Es un espíritu que opera entre los profetas que profetizan cosas contrarias a la
voluntad de Dios y actúa en OPOSICION a los ministerios de RESTAURACION Y EDIFICACION. No deja fluir la
unción, no deja subir a los lideres al próximo nivel y se opone a todo lo que es avanzar . Es amiga y trabajan juntos
con Sambalat, Tobías y Gesem infundiendo miedo para paralizar la obra De Dios.
Nehemías 6.14
 ESPIRITU DE SAMBALAT, TOBIAS Y GESEM
Estos tres espíritus le hicieron la vida imposible a Esdras y Nehemías. Esdras levanto la adoración y Nehemías la
estructura de gobierno. Estos espíritus cubren tres áreas de oposición la militar, la ministerial y el gobierno. Este
espíritu puede operar grandemente en el fariseísmo, en la religiosidad y el legalista. Opositores de lo apostólico ,
profético , derramamiento del espíritu de Dios y el avivamiento.
Libro de Nehemías.
 ESPIRITU DE GRECIA
Este espíritu opera mucho en las IGLESIAS TRADICIONALES. Se opone a todo lo sobrenatural, no creen en que Dios
puede usar a sus hijos para hacer milagros actualmente, se opone al hablar en lenguas. Tienen un alto espíritu de
intelectualismo secular que les permite tergiversar las escrituras a favor de su postura todo el tiempo.
Daniel 10:20-21
 ESPIRITU DE GOLIAT
Todos sabemos que David venció al gigante Goliat, pero su espíritu sigue rondando en las iglesias para
DESANIMAR y traer temor a los ministros en el área de las finanzas. Se opone al fluir de las finanzas ATACANDO EN
LA FE.
1 Samuel 17:25
 ESPIRITU DE PERSIA
El reino de Persia era el más poderoso en esa época y lo controlaba todo. Este espíritu opera en las ramas de
gobiernos para OPONERSE A LA REVELACION QUE DIOS da a los ministros para operar proféticamente.
Daniel 10:20-21
 ESPIRITU DE PITON
Es un espíritu maligno y pagano que imita el don profético y viene disfrazada para engañar a muchos. El espíritu de
pitón quiere ahogar y asfixiar el aliento de la Iglesia. Este espíritu de pitonisa manipula con mentiras para sacar el
aliento de vida, el Espíritu Santo De Dios, mediante la ADIVINACION Y MANIPULACION.
 ESPIRITU DE BELIAL
Este espíritu habita en la corrupción obteniendo ganancias deshonestas. Es considerado el príncipe del infierno.
Este espíritu opera en los ministros cuando no le importa la santidad y se mueven en la INIQUIDAD . Los que son
manipulados por ese espíritu son llamados los hijos del infierno. En la biblia se menciona a los hijos de Eli que
operaban bajo esa influencia impía.
1 Samuel 2:12
 ESPIRITU DE JUDAS
Este espíritu opera en la TRAICION Y SUICIDIO. Es un espíritu que se gesta en personas de mucha confianza del
círculo mas intimo.
Mateo 26:14-16; 27:5

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Intercesión

 ESPIRITU DE ACAM
Este espíritu actúa con CODICIA POR LO ANATEMA tomándolo en contra de la orden De Dios y llevando a su casa
trayendo maldición. Dejando legalidad al enemigo para operar y avergonzar su casa. Este espíritu se encarga de
seducir y hacer tomar lo que Dios prohibió.
Josué 7
 ESPIRITU DE AMAN
Este espíritu pretende atacar el matrimonio metiéndose en la intimidad. Ataca a los hombres y mujeres de Dios.
Sus intenciones son muy letales al final quiere la muerte y destrucción total. Quiere ANIQUILAR y EXTERMINAR
todo lo que se llame pueblo De Dios.
Libro de Ester.
 ESPIRITU DE NIMROD
Este es un espíritu cazador. Actúa queriendo llevar toda gloria. Este espíritu opera trayendo gloria para el
construyendo grandes imperios. Dios mismo lo confundió trayendo diferentes idiomas. El fin de Nimrod es que
todo lo que empieza trae CONFUCION y no puede concluir. Este espíritu ataca a las iglesias queriendo traer gloria
para ellos mismos no pudiendo concluir la obra De Dios.
Génesis 10:8-10; 11:1-9
 ESPIRITU DE COBARDIA
Este espíritu limita al creyente de una forma tal que no se puede ni mover ,lo paraliza. Le roba la esperanza. Este
espíritu neutraliza la fe y anula el operar del Espíritu de Dios.
Hebreos 11

Estos son algunos de los espíritus que operan en contra de los hijos De Dios y la iglesia.

Con este pequeño resumen aprenderán a ser más certeros en sus oraciones y sus guerras espirituales. Efesios
6:10-18
Parándose sobre la fe y la palabra de hebreos 11 a través de la fue seremos grandes conquistadores de victorias y
el opositor no prevalecerá contra el pueblo de Dios.

121
Intercesión

Lección N° 4: IMPORTNACIA DE LA INTERCESIÓN

La importancia de la intercesión radica en los resultados que obtiene:


 Mueve la mano de Dios. Él puede hacer grandes cosas por la oración de un intercesor. Dios se mueve a
través de las oraciones de sus hijos. Así ha resuelto hacerlo. Antes del Pentecostés 120 estaban orando. Dios
quiere que oremos para que Él opere.
 La oración intercesora tiene poder. Porque el Poder de Dios se desata por las oraciones. Dios hace lo que
ha resuelto hacer. A veces Dios cambia lo que había resuelto. (Éxodo 32:1-14).
 Rompe cadenas. En este sentido la intercesión actúa como guerra espiritual.
 Alcanza a los “perdidos”. Porque echamos fuera a satanás en las vidas de los inconversos y hablamos a
Dios de ellos pidiendo que sean tocados.
 Nos une como iglesia; quita asperezas. Cuando oramos “en acuerdo”, como grupo, por algún motivo en
especial, esto nos une. Quita asperezas y diferencias.
 Dios se revela a nosotros. Aprendemos a conocerle más y más. Él nos revela Sus planes y estrategias. Nos
muestra si hay algo oculto. Nos revela los planes de satanás.
 Dios actúa primero en nosotros y nos transforma. Porque al interceder, hacemos lo que Cristo hizo, que
es interceder por nosotros. Si sólo oramos por nosotros mismos nos reduciremos a un punto (egocentrismo).
Cuando oramos por otros nuestra visión aumenta. Tenemos la visión y el corazón de Dios.
 Dios actúa en otras personas a través de nuestra oración. Podríamos mencionar miles de ejemplos de
nuestro propio testimonio de cómo el Señor ha obrado en las vidas de otros porque hemos estado clamando a
Dios. Y Él ha cambiado circunstancias. A no ser que estemos dispuestos a llorar por alguien, no conocemos el
corazón de Dios. La importancia de la intercesión radica en los resultados que se obtienen, para el entendimiento
del Reino de Dios.

 Liberación de Pedro a través de la oración.

Un ejemplo de la oración dinámica de intercesión y sus resultados está en Hechos 12:4-8:


 Se presenta la situación difícil (o imposible) (v.4)
 La iglesia ora en forma perseverante para que Pedro sea liberado. (v.5)
 Lo imposible se hace posible y se realiza el milagro.

 Resultados:
 Un ángel es enviado a Pedro.
 Una luz resplandeció.
 Se cayeron cadenas.
 Los soldados se despertaron.
 Las puertas se abrieron.
 Pedro fue liberado y continuó su misión.
 La iglesia se maravilla y aprende que orar vale la pena.

Estos acontecimientos pueden resumir e ilustrar lo que produce la oración intercesora y en acuerdo, de la iglesia.
Vemos a lo largo de la Biblia que siempre que alguien oró: ALGO SUCEDIÓ. (Ejemplo: Josué y Moisés)
Lea Éxodo 17:8-13. Josué fue al campo de batalla, mientras Moisés estaba en el monte ganando la batalla en el
campo espiritual. (Intercediendo) Por su oración se logró la victoria.

La vida del intercesor

“Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda.”
(1 Timoteo 2:8)

“Si en mi corazón hubiese yo mirado la iniquidad, el Señor no me habría escuchado.”


(Salmo 66:18)

122
Intercesión

“Deléitate asimismo en Jehová y Él te concederá las peticiones de tu corazón.”


(Salmo 37:4)

“La oración eficaz del justo puede mucho.”


(Santiago 5:16)

“Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.”
(Salmo 34:15-17)

“Jehová está lejos de los impíos, pero Él oye la oración de los justos” Proverbios 15:29 “Deléitate en el Señor y Él te
concederá las peticiones de tu corazón.”
(Salmo 37:4)

 Características del intercesor:

 Tiene una relación estrecha con Dios: Diariamente se encuentra con su Señor. Reconoce la autoridad de
Dios sobre su vida. Es lleno del Espíritu Santo. (Colosenses 3:1-3; Filipenses 3:7,8).
 Vive en santidad y obediencia: Colosenses 1:10; 1 Pedro 1:15.
 Sabe escuchar a Dios: Tiene oído atento y está siempre alerta. (Efesios 5:17).
 Ama a las personas y siente carga por sus necesidades: Gálatas 6:2; Santiago 5:16b.
 Ama la oración y la intercesión y cree en el poder de ambas: No se aburre de orar por largos períodos. Al
hacerlo siente gran satisfacción y que está cumpliendo el propósito de Dios para su vida.
 Estudioso de la Palabra: Vive en su mente. (Juan 15:7; Proverbios 28:9; Colosenses 3:16; 2 Timoteo 2:15)
 Es un cristiano que ha sido liberado de ataduras del pasado y está emocionalmente sano: Sabe quién es
él en Cristo. (Gálatas 5:1; Efesios 2:6).
 Es disciplinado, reservado y prudente: Más en su vida de oración. (Efesios 5:16; 1 Tesalonicenses 5:17).

123
Intercesión

Lección N° 5: ¿CÓMO SER Y PERMANECER COMO UN INTERCESOR?

 Disciplinarse para esta tarea.


 Humillarse cada día en la presencia del Señor.
 Pedir la ayuda de Dios para la tarea de orar.
 Vivir vidas limpias, confesando específicamente cada pecado al Señor.
 Ser llenos del Espíritu Santo.
 Creer en el poder de la oración y creer que Dios obrará.
 Examinar nuestra motivación al interceder.
 Buscar el rostro de Dios en cada intercesión.
 Reconocer quién es Dios y confesarlo con nuestra boca:
 Que él tiene toda sabiduría y conocimiento, por lo tanto tiene la respuesta.
 Que él tiene todo poder y autoridad, por lo tanto el puede darnos la respuesta.
 Que él tiene todo amor, por lo tanto quiere darnos la respuesta.
 Aprender a escuchar la voz de Dios.
 Ejercitar nuestra fe.

 Defectos más comunes en los que tienen el ministerio de intercesión.

 Orgullo: Hacer alarde de su ministerio. Un sentimiento de superioridad ante los demás por las respuestas.
 Chisme: Es ser imprudente en los pedidos personales de oración que se le han confiado, y diseminar el
secreto. Puede ocasionar grandes problemas.
 Control: La tentación de querer controlar a las personas, sobre todo al pastor, con sus oraciones, haciendo
predominar su propia voluntad o deseos, diciendo “que Dios le dijo”.

 Disciplina en nuestro tiempo de oración.

La disciplina para orar es la habilidad de someter nuestra carne para responder a los deseos del espíritu. Ver
Gálatas 5. Someter la carne al espíritu es la lucha diaria en la vida del cristiano, y es especialmente cierto en la vida
del intercesor. A medida que nuestro espíritu se va sujetando cada día al control del Espíritu Santo, Él va tomando
ese control sobre cada área de nuestra vida: espíritu, alma y cuerpo.

Pero debe comenzar con un acto personal de disciplina. Yo quiero y decido tener comunión diaria con el Señor y
deseo ser lleno del Espíritu Santo cada día, luego Él hace el resto. Él pone en mí luego el deseo, al ir llenándome de
su Espíritu.
“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7)
“Al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad.” (2 Pedro 1:6).

Ante todo debemos examinar nuestra motivación para orar. Si realmente deseamos estar en comunión con Dios
porque amamos a Dios y estamos convencidos que lo necesitamos, entonces nos será más fácil apartar tiempo
para orar.

 Sugerencias prácticas.

 Establecer un tiempo y un lugar. Ayuda a establecer el hábito.


 Acostarse lo suficientemente temprano. Esto es por si hemos decidido orar muy temprano en la mañana.
Marcos 1:35.
 Organizar el tiempo y actividades diarias y semanales.
 Establecer un plan de tiempo con Dios. Esto ayuda a que la mente no se distraiga, a organizarnos para
aprovechar mejor el tiempo de oración, a hacerlo de una forma más efectiva. Vemos en la oración (Mateo 6:9-13)
modelo un ejemplo:
a. Alabanza y gratitud.
b. Tener un tiempo de confesión.

124
Intercesión

c. Pedir al Espíritu Santo tome el control y nos hable.


d. Aquí puede ser la lectura y meditación de la Biblia.
e. Peticiones e intercesión.
f. Terminar con un tiempo de adoración y gratitud. Recuerda que también debes estar atento a la voz
del Señor que habla a tu espíritu, mientras oras, mientras lees o meditas o le alabas. Estar en silencio
ante su presencia es también orar.
 Tener una lista escrita de peticiones. Incluyendo los motivos específicos, fechas de cuando comenzaste a
orar y cuando recibiste la respuesta.
 Establecer al comienzo una meta en el tiempo de orar. Es recomendable comenzar con poco tiempo. Se
puede dividir en 2 o 3 períodos durante el día.
 Establecer un plan de lecturas bíblicas. Recuerda que oración sin lectura de la Biblia se puede convertir
en “misticismo” o estar orando fuera de la voluntad de Dios. También lectura sin oración, puede resultar en
“legalismo”.

¡CUIDADO! Al querer disciplinarnos cuidado de no caer en las acusaciones de satanás cuando fallamos. Nuestra
real motivación es el amor al Señor y la gracia y no el legalismo. Debemos considerar la oración como un privilegio,
un deleite y una necesidad y no una obligación.

125
Intercesión

Lección N° 6: GUERRA ESPIRITUAL

“No tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de
las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.”
(Efesios 6:12)

“Porque aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”
(2 Corintios 10:3,4 Efesios 6:10-18; 1 Pedro 5:8,9)

 ¿Qué es la Guerra Espiritual?:

Es el desplazamiento permanente de los poderes demoníacos y la eliminación de todos los sistemas que los
alimentan. Es cerrar las puertas que le dieron lugar al enemigo para que entrara. La verdadera guerra espiritual
tiene que ver con quitar, echar fuera los demonios que están arraigados en una persona, ciudad o nación, de una
forma permanente. Para esto, es necesario que eliminemos los sistemas que hacen que esos espíritus se
alimenten con poder y tengan derecho legal sobre nosotros. Es necesario, también, cerrar todas las puertas que
les dieron entrada. Por ejemplo, un individuo que sufrió un abuso, necesita perdonar a su abusador y cerrar la
puerta que esta situación le abrió al enemigo. Si es una ciudad, en la que los demonios se introdujeron por una
puerta de pecado de idolatría, es importante que este pueblo se arrepienta y le pida perdón a Dios, cerrando así,
la puerta que le daba derecho al enemigo sobre la ciudad. En conclusión, la guerra espiritual se completa cuando
movemos, quitamos y echamos fuera los demonios; cuando les cortamos las líneas de supervivencia y les
cerramos las puertas por donde entraron.
La Biblia habla de la guerra espiritual en muchos lugares, pero más directamente en Efesios, donde Pablo habla de
ponernos toda la armadura de Dios. "Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad
en las regiones celestes.” (Efesios 6:12).

 La guerra espiritual es una realidad.

Según la Biblia, la guerra espiritual es una realidad en nuestras vidas y lo será hasta que vayamos con Cristo. Lo
que nos da tranquilidad es saber que ésta es una guerra ya ganada por Jesucristo. Lo malo es que a veces vivimos
como si no lo fuera. Cada batalla debe ser ganada por el cristiano cuando aprende a tomar autoridad y hacer suya
la victoria de Cristo. Lo peligroso es que muchos cristianos no creen en ésta lucha o no están informados.
Muchos cristianos creen que la guerra espiritual es solamente “echar fuera demonios” y a los gritos. Pero no se
trata sólo de esto. Es muy sutil la forma en que satanás actúa sobre las vidas. La guerra espiritual involucra mucho,
y las armas que Dios nos dio para la pelea también son muchas. Lo principal es vivir con Cristo como Señor de
nuestras vidas y sometidos a Él.

 ¿Quién es satanás y cuál es su posición?

Conocer quién es satanás es el primer paso. El es el gran enemigo de Dios, de todo cristiano y de la iglesia de
Jesucristo. “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él ha sido
homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla
mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (Juan 8:44).
Jesús lo describe como: Homicida, padre de mentiras.
Se lo conoce en la Biblia también como: Diablo, Lucifer, el Adversario, Beelzebú.

En Génesis 3:1-8 Nosotros le dimos la autoridad sobre nuestras vidas y el dominio del mundo que Dios nos había
dado. Adán y Eva le dieron la autoridad desde el momento que desobedecieron a Dios siendo tentados por la
serpiente y así el pecado entró en el mundo. A partir de allí satanás tiene “el título de propiedad” sobre nosotros.
Se ha hecho un pacto.

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Intercesión

En Colosenses 2:14,15 Jesucristo despojó a satanás de su autoridad y su derecho triunfando sobre él en la cruz.
Desde este momento satanás fue derrotado y su final es el lago de fuego. Mientras tanto él sigue actuando en el
mundo tratando de llevarse a cuantos pueda consigo al infierno.
En Efesios 1:20-22 La posición en la que se encuentra satanás ahora en las vidas de aquellos que hemos aceptado
la obra redentora de Cristo es “que está bajo nuestros pies”. Esto es siempre y cuando estemos sometidos a
Cristo. Filipenses 2:9-11; Efesios 2:4-6. Queda anulado el título de propiedad de satanás sobre nuestras vidas.
Somos de Cristo y tenemos autoridad en el Nombre de Jesús para derrotar a satanás. Él se disfraza como ángel de
luz, engañando y mintiendo. 2 Corintios 11:14; Marcos 4:15 El acusa a los escogidos de Dios, los desanima y los
hace caer. Su propósito es siempre alejar a la gente de Jesucristo. Esto lo hace tanto con el incrédulo como con el
creyente activo. Siempre siembra dudas, discordias, hipocresía, religiosidad, apatía espiritual, desviaciones
doctrinales, rebeldía, divisiones, etc. Lo que más hace es atacar en los puntos débiles de cada persona y
atormentar con acusaciones de los pecados pasados. También él actúa por medio de personas que están a nuestro
alrededor, a veces con los más cercanos. También aprovecha la ignorancia de la gente al hacerles creer que no
existe. La realidad es entonces que existe una guerra a nivel espiritual, no solo en el mundo sino en la iglesia.

 Reconociendo mi territorio y poder.

Sabemos que el enemigo tiene autoridad y que se quiere oponer, pero hay algo de lo que tenemos que estar
seguros, que Cristo al morir en la Cruz, nos dio aun más autoridad (Lucas 10:19, Marcos 16:17-18) ya que venció a
la muerte y cuando él murió, nos compró a precio de sangre y nos selló. (2 Corintios 1:21-22) Pero satanás sigue
intentando hacerse dueño de nuestro territorio, tomar posesión de lo que no es suyo.

 ¿Cuál es mi territorio?

Nuestro territorio es el cuerpo, alma y espíritu. Los espíritus demoníacos siempre tienden a querer hacerse dueños
de nuestro cuerpo, a querer “conquistar" nuestro terreno.
Cristo en la cruz, le quito el derecho de poder entrar a gobernarnos, sin embargo, ellos lo siguen intentando, pero
un cristiano nunca será gobernado complemente.
Esto depende mucho de nosotros, si estamos buscando que ellos nos gobiernen o no querer dejar aquello malo
que nos gobierna.
Si satanás y sus huestes toman el gobierno en nuestra vida, tendremos un fin de perdición y de muerte. Ahora
daremos dos ejemplos para entender mejor esto:
1. Primer ejemplo: Usted compra un terreno, y le pone cerca y carteles, que digan “Prohibido el Paso”,
“Propiedad Privada” la gente lo verá y sabrá que eso le pertenece a alguien y que no podrá invadir.
Diferente hubiese sido, si usted no pusiera ningún cartel, ni cerca, los usurpadores hubiesen entrado sin problema
y si no hace nada al respecto, ellos quedarían fijos allí.

 Contemporización:
 Dueño: somos cada uno de nosotros.
 Terreno: es nuestra vida espiritual, intimidad, oración, búsqueda. Nuestro cuerpo, alma y espíritu.
 Usurpadores: son los espíritus inmundos que quieren invadir nuestro terreno constantemente.
 Cerca y carteles: Es la sangre de Cristo que nos cubre y hace un cercado al rededor nuestro. De nosotros
depende cuidar nuestro "terreno" y que ningún extraño venga a invadirnos. Para poder hacer ese cerca en nuestra
vida, debemos conseguir la salvación, y tener al Espíritu Santo.

2. Segundo ejemplo: Usted está tranquilo en su casa, y de repente entra una multitud de cerdos. Puede
hacer dos cosas: quedarse y acostumbrarse a los cerdos, tratar de convivir con ellos y limpiar su suciedad todos los
días, para así obtener una buena convivencia, o tomar la decisión de sacarlos rápidamente y no acostumbrarse a
su suciedad.
 Contemporización:
 Casa: sería nuestro cuerpo y vida espiritual.
 La multitud de cerdos: serían todos los espíritus inmundos que quieren que nosotros le demos lugar en
nuestras vidas.
 Acción 1 “acostumbrarse y convivir con ellos”: hay cristianos que toman esta decisión de acostumbrarse

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Intercesión

a vivir con aquellos espíritus que los dominan, se acostumbran a su “suciedad” y a su “desorden”. Y lo único que
hacen es tratar de limpiar su casa, sin echar fuera sus “cerdos”.
 Acción 2 “Echar fuera los cerdos”: Muy pocos son los que toman esta decisión, reconocen que no es la
voluntad de Dios vivir con “cerdos”, que debemos ser limpios y no convivir con la suciedad de los “cerdos”.
Tenemos que ser valientes y debemos tomar la iniciativa para poder echarlos fuera. Esto solo se logrará con el
Espíritu Santo.
Debemos ser valientes y hacernos libres de toda opresión que hay en nuestra vida. No debemos permanecer en la
cautividad. Cristo nos llama a la libertad (Gálatas 5:1). Porque la salvación nos trae cobertura, el Espíritu Santo nos
da el poder, para echarlos fuera de nuestro terreno.

 ¿Qué es el poder?

Es necesaria la sangre de Cristo, el poder del Espíritu Santo y preguntarnos: “¿Qué es el poder?”. Cuando
hablamos de poder, no hablamos de la fuerza, o de alguien "poderoso". En realidad hablamos del poder hacer
algo, o tener la capacidad o facultad de hacer determinada cosa. Jesús nos dio el poder y autoridad sobre los
espíritus inmundos. (Marcos 6:7).
Al poder lo conseguimos, cuando somos bautizados por el Espíritu Santo (Hechos 1:8). No lo conseguiremos por
otro lado que no sea intimidad con él. Debemos orar a Dios y pedir que nos dé el bautismo del Espíritu Santo,
porque si lo pedimos, Él nos lo dará. (Lucas 11:13).

En nuestro territorio, tenemos autoridad y poder de echar fuera demonios. No solo el poder de expulsar espíritus.
 Tenemos el poder para:
 Libertar nuestra casa.
 Sanar a los enfermos.
 Levantar al caído.
 Restaurar corazones.
 Llevar buenas nuevas.
Para tener base bíblica damos el siguiente versículo: Mateo 10:1

Aunque hayamos recibido el bautismo por medio del Espíritu Santo, no debemos dejar de conectarnos a la fuente
de poder mediante oración, ayuno, búsqueda, adoración, lectura de la palabra.
Si todavía no fuimos bautizados, es el tiempo de empezar en intimidad a pedir aquel bautismo que cambiará tu
vida. Porque si le pides tu padre te dará (Mateo 7:8).
No nos conformemos con aquella vez que fuimos bautizados, debemos seguir conectados con la fuente de Poder.

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Lección N° 7: CONOCIENDO A NUESTRO ENEMIGO

En este capítulo vamos a conocer a quien verdaderamente nos enfrentamos, su organización, sus tácticas y por
último vamos a estudiar su carácter.
¿A quién me enfrento? Efesios 6:12 nos dice que no nos enfrentamos a las personas, ni cosas naturales, ni carne,
ni sangre. Sino contra principado, potestades del mundo, gobernadores de las tinieblas y malicia espirituales de
puestos altos. Algo para tener en cuenta, es que satanás no es omnipresente, sin embargo él tiene un alcance
global a través de sus ángeles, junto a los cuales dirige los diversos sistemas de este mundo. Le fue dada autoridad
sobre pueblo, tribu y nación (Apocalipsis 13:7).

 Organigrama de satanás

 Principados: en el griego “ARCHAS”, esta palabra se usa para describir el conjunto de gobernantes, líderes
y magistrados. Dentro del reino de satanás, los principados tienen el rango más alto. Cada uno de ellos están
destinados a una ciudad o país específico; por ejemplo: las muertes y el hambre del África, las maneja un
principado. Daniel 10, nos afirma que existen principados demoníacos que gobiernan en ciudades. Daniel luego de
21 días de ayuno y oración espera una respuesta de parte de Dios, cuando llega el Ángel le cuenta que fue
demorado por el “Rey de Persia”, pero no se habla de un rey terrenal, sino de un principado puesta por satanás
para gobernar esa ciudad.
 Potestades: en griego significa “EXOUSIAS”, que se traduce como “autoridad”. Cuando satanás designa
potestades sobre alguien o algo, también les da autoridad para cumplir su propósito. Son seres más numerosos,
pero menos independientes. No sólo tienen autoridad, también tienen poder (que en griego es “DUNAMIS” que se
traduce como dinamita o explosión). Trabajan bajo un nivel de mando, de nivel medio. Pero si ellos tienen
autoridad, los hijos de Dios tenemos mucha más autoridad (Marcos 16:17).
 Gobernadores de las tinieblas: en griego “KOSMOKRATORAS”, se traduce como “señores de este mundo
o príncipes de este tiempo”. La biblia, nombra a satanás en el libro de 2 Corintios 4:4, como dios de este mundo, o
dios de este siglo. Son seres aún más numerosos que las potestades y gobiernan a las huestes.
 Huestes espirituales de maldad: en griego “KAKÓ”, es un término que designa lo que no está en armonía
con el orden divino. Resalta la palabra “maldad”, porque son seres que tienen implantada la maldad y su propósito
es dañar y destruir nuestra vida. Algo importante es, que Jesús descubrió su maldad (Juan 10:10), si él no lo
hubiese descubierto, seguro seguiríamos sin saber su verdadera naturaleza. Son una inmensa multitud de seres
malignos que se encuentran bajo el mando de los gobernadores de las tinieblas, son los que comúnmente
llamamos demonios.

 Tácticas del enemigo:

Es importante saber y entender que estamos en guerra. Para ir a la batalla primero debemos estudiar al enemigo,
sus tácticas, sus armas. Luego poder iniciar el ataque. El enemigo quiere destruir nuestro cuerpo físico, porque
sabe que es el templo del Espíritu Santo y por lo tanto Dios lo usa para manifestarse. No solo lo quiere destruir,
sino que también quiere manipular diversas áreas, por ejemplo:
 Nuestro corazón: ¿Qué tenemos en nuestro corazón? Esta táctica ya la utilizó con Ananías y Zafira, “lleno
sus corazones" (Hechos 5:3), lo hizo para que mintiesen al Espíritu Santo. El enemigo también puede llenar
nuestros corazones con amargura, venganza, maldad, estrés etc. Pero debemos examinarnos y ver realmente que
hay en nuestro corazón (Lucas 12:34).
 Nuestros pies: ¿A dónde estamos yendo? El plan del enemigo es hacernos retroceder o desviarnos a otro
camino. Hay algo importante para saber a cerca de caminar. Los pies no andan solos, para que podamos mover un
pie, tiene que haber una orden de parte de nuestro cerebro. En lo espiritual, para que nosotros caminemos,
debemos tener una orden, un impulso, lo que escuchamos, lo que vemos, la palabra de Dios, es aquel impulso que
nos hace avanzar, mientras escuchemos la voz de Dios y todo esto sea nuestro impulso, camináremos bajo la
voluntad de Dios. (Proverbios 23:26). Pero también podemos caminar bajo impulsos del enemigo, en vez de que
nuestro impulso sea la oración, la búsqueda, puede ser la maldad, la venganza, el dolor y en esto estaremos
caminando bajo el pecado, la voluntad del enemigo, con un fin de muerte.
 Nuestros ojos: ¿A qué o a quién estamos mirando? El plan del enemigo es hacernos mirar cosas que no

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Intercesión

nos edifican y dejar de mirar a Jesús. Por ejemplo: el enemigo manipula nuestra forma de ver cuando hay
problemas, o cuando debemos tomar decisiones para atribularnos o no hacerlo. En Mateo 14:29,30 Pedro no
tenía que poner su mirada en aquel viento impetuoso, sino debía mirar a Jesús. El enemigo siempre quiere que
pongamos nuestros ojos en aquel viento, en los problemas, situaciones, en personas, en las deudas económicas,
en nuestros problemas matrimoniales. Pero debemos poner nuestros ojos en Jesús (Hebreos 12:2).
 Nuestros oídos: ¿Qué voz estamos escuchando? El plan del enemigo es hacernos escuchar, esa voz de
miedo, de inseguridad, aquella que no es la voz del Espíritu Santo. Muchas veces se presenta cuando estamos
delante de decisiones y necesitamos respuesta de Dios, ahí es donde la voz del enemigo quiere hacernos
confundir y a veces Dios dice “NO”, pero el enemigo dice “SI” y nos hace creer que fue Dios el que está
respondiendo. Por ejemplo: en la vida, a la hora de decidir dejar malas amistades (Mateo 4).
 Nuestra mente: ¿Qué o en quién pensamos en nuestro tiempo libre? El plan del enemigo es hacernos
pensar y afligirnos, a veces pensar mal en nuestro tiempo libre y antes de dormir. Pero debemos ocupar nuestra
mente en pensamientos de reino (Filipenses 4:8,9). Siempre habrá pájaros revoloteando en nuestra cabeza,
debemos impedir que aniden en nuestro corazón, es decir, siempre habrá malos pensamientos. La mente es algo
muy importante en la batalla día a día, porque en ella se recibe el pensamiento de hacer algo o no hacerlo, luego
se máquina en nuestro corazón y sin darnos cuenta lo terminamos ejecutando, sea bueno o malo. Por ejemplo: en
2 Samuel 11 vemos algunos errores de David: Estaba donde no tenía que estar; Vio lo que no tenía que ver; Y
terminó haciendo lo que no tenía que hacer. David primero, recibió de parte del enemigo, un mal pensamiento,
luego lo maquinó en su corazón al pensar “¿la mando a llamar?”. Una vez que el enemigo tomó su mente y su
corazón, tuvo acceso a todo su cuerpo y así fue que terminó llamando a Betsabé e hizo lo que nunca debió hacer.

¿El enemigo está manipulando nuestra mente? Debemos estar muy atentos ya que sus intenciones son:
 En un insistente quiere hacernos caer.
 Quiere usurpar nuestra vida.
 Su propósito es destruir, cautivar y esclavizar a las personas.
 El conoce nuestra vida, sabe nuestra debilidad y en base a ella nos tienta.
 Siempre busca oprimir a las personas en sus emociones, decisiones y hasta en el cuerpo físico.
 Una de sus tácticas, que es usada muy seguido, es que él nos ataca en nuestros sueños.
 Siempre quiere hacernos sentir inseguridad y miedo.
 Coloca una venda en nuestros ojos, haciéndonos creer que estamos bien, que no debemos cambiar y que
no necesitamos de Dios.

 Carácter del enemigo:

Los espíritus demoníacos, siempre quieren hacerse dueños de nuestro cuerpo y querer conquistar nuestro
terreno. En el Nuevo Testamento, Jesús le llama “espíritus inmundos” y lo hace más de 25 veces. En el Antiguo
Testamento, se le decía “inmundo” a muchas clases de animales, entre ellas los cerdos. Los israelitas se cuidaban
de no tener contacto con los cerdos o cosas inmundas, no podían comerlos ni tenerlos como ganado, ni ofrecerlo
como sacrificio a Dios, nosotros en este tiempo debemos cuidarnos de no tener contacto con esos espíritus
inmundos.
El enemigo, nunca duerme, es persistente, y trabaja con mucha paciencia para hacernos caer. Él nos miente y nos
hace creer que no tenemos autoridad para vencerlo, él nos quita la visión y nos hace creer que estamos bien.
La mayoría de las veces, cuando estamos haciendo una liberación el enemigo trata de hacernos creer que no
tenemos autoridad trayendo al presente nuestro pecado pasado.

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Lección N° 8: MIS ARMAS

En este capítulo hablaremos sobre las verdaderas armas del creyente. Vamos a tener como base el libro de Efesios
6:10-20 aquí Pablo, no solo nos menciona las partes de la armadura, sino también como usarlas. La única arma de
ataque y defensa es la espada del Espíritu, todas las demás son para defender, más que para atacar:

 Casco de la Salvación: El casco protege la cabeza, por lo tanto nuestra mente debe estar llena de la
certeza de la salvación. Combate con la palabra la duda sobre tu salvación o el sentimiento de que no mereces su
amor y su perdón.
 Coraza de la Justicia: La coraza iba enganchada al cinturón y protegía órganos vitales. Una herida en el
pecho, puede ser mortal, por eso es que el soldado debe cubrirlo bien. Las batallas contra las tentaciones y el
pecado no la ganamos con nuestra propia justicia. La ganamos recordando quienes somos en Jesús y
manteniéndonos firmes en esa realidad.
 Escudo de la Fe: Se refiere a un arma que cubría y protegía toda la parte delantera del soldado. Era
resistente y estaba cubierto de cuero porque a veces el enemigo atacaba con flechas encendidas y el cuero
actuaba como aislante protector. El ataque del Diablo puede venir de cualquier lugar, por eso es importante estar
alerta para poder colocar el escudo en lugar preciso y protegernos.
 Cinturón de la Verdad: El cinturón que llevaban los soldados era ancho y servía para mantener la túnica
interior en su lugar a la vez que protegía y daba soporte al cuerpo, de esta misma forma el cristiano debe conocer
la verdad sobre quién es en Jesús y vivir una vida íntegra que honre su posición en Cristo. Debemos permanecer
firmes en la verdad de que somos hijos de Dios transformados por él y salvados de la muerte eterna.
 Espada del Espíritu: Con la espada del espíritu nos defendemos y hacemos frente a los ataques del
enemigo, a la vez atacamos con la verdad.
 Calzado del Evangelio de la Paz: Los pies necesitan estar bien protegidos para avanzar en la batalla. El
enemigo puede colocar objetos cortantes o trampas para hacernos caer y evitar que avancemos. Su meta es
impedir que salgamos a proclamar el evangelio de la paz, pero en Cristo nuestros pies están firmes y dispuestos
para llevar el evangelio de la paz, damos pasos y vamos ganando terrenos (vidas) para el reino de Dios.

 También hay otros tipos de armas fundamentales para la batalla que queremos enseñar:

 Oración y ayuno: Con la oración fortalezco mi espiritualidad a través de la comunión para no perder ante
la tentación del enemigo (Mateo 26:41). El ayuno es para mantenerme puro y santificar mi cuerpo, para
ofrecerme como sacrificio antes Dios (Romanos 12:1). El ayuno y la oración siempre tienen que ir de la mano,
porque no puede haber un desequilibrio espiritual, o sea que no puede haber más ayuno que oración, ni más
oración que ayuno. Ambos dan firmeza y fortaleza a nuestra vida espiritual, por lo tanto cuando estemos frente al
enemigo estaremos firmes. Diferente sería que no tengamos una vida en constante oración y ayuno, seríamos
como olas de mar, que van de un lado a otro sin tener firmeza en un solo lugar. Un día estaremos bien, otro día
mal y cuando nos toque enfrentarnos al enemigo, estaremos débiles.
 Intimidad: La oración, no es lo mismo que tener intimidad y comunión. Intimidad, es ir más profundo, es
una atmosfera, un ambiente donde nos encontramos a solas con Dios (Mateo 6:6), donde nos empezamos a
sumergir en los ríos de Dios y a medida que más nos sumergimos más revelación obtendremos y ahí es donde nos
capacitamos para la batalla espiritual: recibimos códigos que nos revelan las estrategias del enemigo, obtenemos
revelación de cómo usar las armas que nos fueron dadas. La intimidad es algo tan poderoso, que el enemigo no lo
soportará (1 Samuel 19:18-24). El rey Saúl estaba persiguiendo a David, el cual se fue a la ciudad de Naiot a buscar
a Samuel. Saúl tuvo que mandar a tres mensajeros los cuales quizás iban a decirle a David que ya estaba perdido,
que su ubicación había sido revelada, pero luego de entrar en Rama, llegando a Naiot era tanta la unción profética
y la presencia de Dios que había en ese lugar, el Espíritu Santo cayó sobre el primer, el segundo y el tercer
mensajero. Luego Saúl al enterarse de esto, decidió ir él mismo, y llegando a Naiot, profetizó igual que los otros,
no solo eso, si no que quedo desnudo día y noche:
Naiot, en hebreo, significa “Morada o Habitación”, por lo que era un lugar de intimidad. Ramá significa en hebreo
“Lugar Alto” por lo que era un lugar de aposento. Algo para resaltar, es que cuando aquellos mensajeros enviados
por satanás, estando en Ramá, por entrar a Naiot, comenzaban a profetizar y no podían llegar a donde estaba
David. Hasta el mismo Saúl, cuando llegó fue descubierto de su pecado, por lo cual quedó desnudo y también
profetizó. Esto nos revela que el enemigo no puede ganarle a la intimidad ni al aposento.

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En el rey Saúl, actuaba un principado, por lo que ellos siempre manejan ciudades o países completos, a través del
gobernante. Sobre los mensajeros, actuaban potestades, ya que estos, estaban bajo un principado, siempre son
mandados y no son tan independientes.
En este pasaje se ve el poder de Dios en acción. También dentro de la guerra espiritual es muy necesario ser un
profeta, no necesariamente de oficio, porque si tenemos al Espíritu Santo, podemos profetizar.
 Lectura de la Palabra: Es muy importante el saber que decir cuando estamos en una batalla espiritual, es
fundamental conocer de la palabra para poder declarar en contra del enemigo. Tomaremos estos ejemplos:
a) Cuando el enemigo quiere tentar a Jesús, en Mateo 4, en todo momento habla con la palabra y Jesús
también contesta con palabra. Esto nos habla de que el enemigo conoce muy bien la palabra y por ende nosotros
también debemos conocerla. Hay que tomar el ejemplo de Jesús.
b) David y Goliat (1 Samuel 17:9). Goliat había desafiado al pueblo de Israel, entre el miedo y la aflicción del
pueblo. Apareció David, dispuesto a pelear. Una arma muy importante que él uso, fue la palabra de Dios. David,
reconoció el poder de la palabra de Dios y no tuvo miedo de enfrentarse al gigante. Para enfrentarnos en una
batalla debemos reconocer el poder de la palabra y que es como una espada. (Hechos 4:12).

 Puntos para tener en cuenta:


 Debemos ir seguros de que la victoria es nuestra y de que Dios pelea por nosotros y Él nunca perdió una
batalla. (Éxodo 14:14; 15:3).
 Debemos saber de qué no podemos ir a la batalla con argumentos y armas naturales (2 Corintios 10:4).
 Debemos tener discernimiento, para saber a qué demonio en específico me estoy enfrentando (Mateo
17:21).
 Siempre debemos tener presente que satanás ya fue vencido, fue expulsado de los cielos (Lucas 10:18).
 No debemos tener miedo porque Cristo nos dio una autoridad mayor (Marcos 6:7).

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Lección N° 9: ¿CÓMO ENTRAN LOS DEMONIOS?

Los demonios son espíritus perversos, llenos de maldad, su único deseo es destruir, pero tenemos que saber que
los demonios no entran en una persona así porque sí, esa persona tiene que haber abierto una puerta en lo
espiritual, accionada por un acto natural. Veremos algunas puertas, que al estar abiertas, le dan entrada al
enemigo:
 Pecado: Es una puerta que permanentemente el Diablo intenta abrir, si damos lugar a ello, se abrirán
muchas más. Pecado viene del verbo “pecar”, lo que es una acción; esta acción nos aparta y nos aleja de la gloria
de Dios (Romanos 3:23). También es un pensamiento o una palabra que va en contra de la voluntad de Dios. Está
relacionado con la raíz indoeuropea “ped” que significa “pie” y del latín “pecco”, que significa “tropezar”, se habla
de una falta, de un tropiezo, de una acción que desagrada a Dios. No hay balanza que mida al pecado, que
muestre que uno es pero que otro, cada pecado tiene sus consecuencias, todos están al mismo nivel; es saber lo
que es bueno y no hacerlo (Santiago 4:17). Por ejemplo, hubo hombres que perdieron su galardón por abrir
puertas al pecado. Caín, tuvo envidia del sacrificio que su hermano Abel ofreció a Dios, porque Abel dio lo mejor
que tenía. En Caín obró el espíritu de “LEVIATÁN”, es decir abrió la puerta a la envidia, donde termino asesinando
a su hermano (Génesis 4:8).
Judas Iscariote, entregó a Jesús por 30 monedas de plata (Mateo 26:15). Abrió la puerta al espíritu llamado
“Mammon” y perdió todo lo que podría haber obtenido.
 Herencias: Es el legado que un padre deja a sus hijos. En el A.T. se dejaba herencia al hijo varón, más si no
hubiese hijo varón, se lo repartían entre las hijas mujeres. En el N.T, ya se refiere al reino de Dios con todos sus
bienes. Los espíritus inmundos son tan astutos que ingresan a trabajar en las familias, afectándola por completo,
incluidos, niños, ancianos, etc. Porque saben que de esa generación vendrá una descendencia poderosa.
El diablo quiere manejar nuestra herencia, es decir, si mi madre sufrió de insomnio, él me vendrá a decir que yo
también lo sufriré porque es mi herencia, pero es mentira, ya que el salmista dijo que mi herencia la escogerá Dios
(Salmos 47:4).
Es necesario que se corten las maldiciones generacionales en nuestra vida, porque pueden llegar a afectar hasta la
tercera y cuarta generación.
Debemos cortar con maldiciones que el diablo quiere que heredemos, por ejemplo:
 Si toda nuestra familia murió en accidentes.
 Si todos en nuestra familia sufren de alguna enfermedad.
 Si todos murieron a la misma edad.
 Si todos en nuestra familia tienen adicciones.
 Si todos en nuestras familias están atados a la pornografía.

 Por los ojos y por los oídos

El diablo usa cosas visuales y auditivas para entrar en nuestro cuerpo, por ejemplo:
 Páginas pornográficas: Se volvió algo muy peligroso en los últimos tiempos, viene derribando a grandes
hombres de Dios. Con tan solo ver un video, entra un espíritu de pornografía en nosotros, que nos volvemos
adictos a esto, también hay pornografía auditiva.
 Imágenes: Hay diferentes géneros de imágenes que pueden abrir puertas a los espíritus demoníacos en
nuestras vidas. Se puede hablar de una imagen subida de tono, frases tristes, que nos causan depresión, frases
indirectas, frases de pelea etc. Aunque parezca algo insignificante, hay que tenerlas en cuenta porque es un arma
del enemigo. Científicamente se a comprobado que una imagen tarda en borrarse de nuestra mente 20 años,
suficientes para que el enemigo entre y trabaje en nuestra vida.
 Canciones: Las letras de las canciones nos estimulan mucho. Por ejemplo, canciones de amor, nos van a
hacer amar más a algo o alguien; canciones de incomprensión, nos harán pensar aún más, que nadie está con
nosotros, que no tenemos el amor de nadie. También hay canciones que nos estimulan odio, que nos estimulan a
bailar sensualmente abriendo puerta al espíritu de Jezabel.
 Redes sociales: Si bien las redes sociales, nos conectan con el mundo, también es una arma que satanás
usa, nos hacen perder el tiempo. Podemos pasar 4 horas en facebook, viendo vídeos, en YouTube, o en Tik Tok.
Pero a la hora de orar no podemos ni siquiera entregar 5 minutos. Porque en las redes sociales nos llenamos de
cosas que no vienen de parte de Dios, cuando queremos ir a orar, ya estamos llenos y no podemos recibir nada de
lo nuevo de Dios.

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 Videos de violencia: Nos incitan a la violencia. Se lo puede ver reflejado en los niños, por ejemplo, cuando
ven “Goku”, ellos en su inocencia lo toman como referente, sin darse cuenta que estarían abriendo la puerta al
espíritu de violencia, Belial.
 Películas de terror: Al ver películas de terror, podemos abrir una puerta al espíritu de miedo: Agramon.
A veces lo miramos como un juego, pero debemos tomar conciencia y no abrir puertas al Diablo. Existen ejemplos
reales de personas que fueron a ver películas como “La Ouija” “Anabell”, etc. Al salir del cine, o cuando la película
transcurría, se manifestaban dentro de la sala.

 Por circunstancias de la vida

El enemigo, siempre marcara áreas en nuestra infancia. Los problemas que más afectan a las personas siendo
grandes, es porque en su niñez, algo los marcó:
 Peleas: Cuando un niño, vive en un ambiente de pelea, con sus padres, hermanos, tíos o familiares, esa
situación abre una puerta en su vida provocando marcas y cambios en su carácter, por lo que es muy probable
que en el transcurso de su vida, él sea violento con su familia. Repita los mismos patrones que sus antepasados.
 Sustos: Cuando vivimos algún susto de niños, ya sea viendo cosas o por haber vivido algo, provoca un
trauma que no se lo vence con pastillas o psiquiatras como la mayoría cree. Por ejemplo, cuando una persona
tiene miedo de estar solo, porque siente que alguien lo observa o le hará algo, ese temor lo controla haciéndose
dueño de su cuerpo. Hasta que Cristo lo hace libre y echa fuera todo temor (2 Timoteo 1:7).
 Maltrato verbal y físico: Se manifiesta por medio del odio, problemas familiares, mentira, depresión,
violencia familiar por medio de golpes físicos, palabras hirientes que lastiman el alma, abusos, etc. Es allí donde se
encuentra la raíz de todo.

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Lección N° 10: LA LIBERACIÓN

Liberación, significa que una persona libre u obtiene libertad para hacer algo, pero también implica la cancelación
de alguna opresión o atadura.
Reconocer que debemos ser libres: Cuando conocemos a Cristo, somos bautizados y nacemos de nuevo, pero lo
que se renueva es nuestro espíritu. Más nuestra alma sigue intacta, sigue con orgullo, con malos pensamientos,
con emociones y es importante LIBERARNOS, para que nuestra alma se renueve.

 Propósito de la liberación es que:

 El creyente pueda ser libre para servir a Cristo (Mateo 8:14-16). La suegra de Pedro, estaba influenciada
por un espíritu de enfermedad, que le daba fiebre, tenía al espíritu “Ahazu", un demonio babilónico que provoca
las enfermedades.
 La libertad que tenemos en Cristo nos permite llevar una vida llena del Espíritu Santo, donde Dios dirige
todos los sentimientos, deseos, palabras y actitudes, concediendo la fortaleza de enfrentarse al enemigo y no caer
ante el pecado.
 Para obtener los beneficios de Dios, como la salvación, o la sanidad. Primero es importante ser libres.
Jesús siempre antes de dar la sanidad; perdonaba los pecados, es decir daba la libertad y recién la bendición. Uno
de tantos ejemplos está en (Lucas 5:24).
 La libertad nos prepara para ser la novia perfecta de Cristo (Efesios 5:27), ya que sin la libertad, todavía
tendremos aquellas manchas y arrugas. Mas cuando somos hechos libres, automáticamente se nos van aquellas
imperfecciones.

 ¿Cómo mantenerme libre?

Hay puntos que necesitamos saber, para poder cuidar nuestra libertad, si Cristo nos hizo libres, también debemos
aprender a ser responsables y cuidarla. Algunas maneras de hacerlo son:
 Usar toda la armadura de Dios: Como dijimos en el capítulo 3, es muy importante usar toda la armadura
de Dios, descrita en (Efesios 6:10-18), para retener nuestra libertad. Hay que prestar mucha atención al casco de
la salvación, ya que es guardián de nuestros pensamientos. Debemos cuidar lo que pensamos porque satanás
siempre quiere entrar a través de ellos. Si vienen pensamientos del enemigo, automáticamente debemos
reemplazarlos por pensamientos positivos de Dios y estar atentos ante el primer ataque.
 Confesar positivamente: Las declaraciones negativas, caracterizan la influencia demoníaca, todo pasa si
nuestras declaraciones son positivas o negativas, porque nuestra expresión positiva, son expresiones de la fe.
Debemos confesar toda palabra de Dios. Cualquier otra confesión abrirá la puerta al enemigo (Marcos 11:23).
 Permanecer en las escrituras: Debemos considerar las escrituras como algo esencial en nuestra vida. No
podremos mantener nuestra libertad si no consideramos la palabra como un factor primario.
I. La palabra es un ejemplo para el alma (Santiago 1:22-25).
II. Es lámpara a nuestros pies (Salmos 119:105).
III. Es la que nos purifica (Efesios 5:26-27).
IV. Saca a luz lo oculto de nuestro corazón (Hebreos 4:12).
V. Es alimento para nuestro espíritu (Mateo 4:4).
 Crucificar la carne: Para eso es necesario que tomemos nuestra cruz y sigamos a Jesucristo (Lucas 9:23).
Abandonemos ese viejo hombre que nos ha mantenido ligado a los espíritus del mal. Si los deseos de la carne y las
concupiscencias (Gálatas 5:19-21) no se llevan a la cruz, estamos dejando la puerta abierta para que ellos entren y
destruyan nuestra vida.
 Mantenerme en intimidad y adoración: La adoración silencia al enemigo, no es solamente una actitud
del corazón, sino que es un estilo de vida en gratitud a Dios. La intimidad es tan fuerte que el enemigo no la
resiste. Para mantener nuestra libertad, necesitamos de intimidad, pasar tiempo en lo secreto con Dios y
adoración en gratitud a él.
 Permanecer en Cristo: Debemos permanecer en Cristo para que los frutos del Espíritu Santo, puedan
producirse en abundancia. Los espíritus demoníacos, son enemigos de estos frutos pero la fe y la confianza en Dios
son las mayores armas contra las mentiras del diablo. (Efesios 6:16).

135
Intercesión

 Los pasos para la liberación

¿Cómo determinar la necesidad de liberación? Al ser intercesores debemos aprender a reconocer y discernir las
características de una persona que necesita de liberación. Ahora veremos algunos puntos:
 Discernimiento: Esto significa que a través de la palabra y del Espíritu Santo, obtenemos el poder para
discernir el bien y el mal. En hebreo significa “bin", se lo nombra en el A.T más de 250 veces. Un claro ejemplo lo
da la biblia en Hechos 16:18. Pablo y Silas, estaban en Filipos predicando y mientras iban a un culto de oración, se
les apareció una mujer con espíritu de adivinación, que daba mucha ganancia a sus amos adivinando. Luego de un
largo rato caminando, ya en desagrado, Pablo hecho fuera su demonio diciendo “Te mando en el nombre de
Jesucristo que salgas de ella” y la mujer fue liberada. Acá vemos, que para una liberación, necesitamos el don del
discernimiento y un ejemplo de ello tenemos a Pablo, que se dio cuenta del espíritu que había en esta mujer,
gracias a su discernimiento.
 Revelación: Significa traer lo que está oculto a la luz. Podemos decir que es el fruto de tres elementos en
el latín:
a. El prefijo “RE" que puede traducirse como “de nuevo”, “hacia atrás”, que en español es recordar o
reincidir.
b. El sustantivo “VELUM" que es sinónimo de “VELO”.
c. El sufijo “CIÓN” que se utiliza para indicar acción y efecto.
Entonces, se trata del acto y el resultado de revelar (contar algo que era secreto, hacer visible lo oculto, anticipar
un hecho futuro).
Cuando el significado en español, es “hacia atrás”, no tiene nada que ver, con retroceder o revelar algo del
pasado. Si no con recordar o volver a decir aquello ya fue establecido por Dios, pero que en nuestro presente no
está revelado. Por ejemplo: al orar por una persona, Dios nos muestra cual es su propósito con esa vida. Nosotros
estamos volviendo a decir, lo que Dios ya dijo de esa persona, hace mucho tiempo. Por eso es que se usa el
término, “de nuevo= decir de nuevo, volver a recordar”. “Hacia atrás= ir al pasado, al comienzo de la creación,
donde Dios ya estableció lo que pasará en la vida de cada uno”.
Un claro ejemplo en la biblia es el del rey Sirio, en 2 Reyes. El rey de Siria estaba en guerra contra el rey de Israel y
consultaba con sus siervos y les decía en qué lugar iban a tener su campamento. Entonces Eliseo recibió la
revelación de lo que iba a hacer el rey de Siria y daba a conocer el lugar del campamento de este rey; siempre le
iba a revelar al rey de Israel su ubicación, entonces el corazón del rey de Siria se turbó y llamándole a sus siervos
les dijo: “No me declararéis vosotros quien de los nuestros es del Rey de Israel.” Entonces uno de sus siervos le
dijo; “No, Rey Señor mío, si no que el profeta Eliseo esta en Israel, el cual por revelación de Dios puede saber lo
que tú haces o hablas en tu cámara más secreta”. (2 Reyes 6:8-12).
Eliseo, ayudaba al pueblo de Israel, teniendo revelación. Este hombre, es un gran ejemplo de alguien que
manifiesta la revelación de Dios en la tierra. Es necesaria la revelación, para poder truncar los ataques o
estrategias del enemigo.
 Descubrimiento: Es un método para conocer la presencia y la naturaleza de los espíritus demoníacos. Es
simplemente observar lo que los espíritus hacen en la persona. Cuando Jesús caminó por la tierra, encontró a la
gente muy familiarizada con los demonios, él no tuvo que enseñar sobre la existencia de los espíritus demoníacos,
ni explicar cómo se meten dentro de una persona, porque eso ya era de conocimiento común. Solo nos menciona
que vuelven (Mateo 12:43-45). Un ejemplo de esto se encuentra en (Marcos 7:24-30). La mujer Sirofenicia llegó a
Jesús para rogarle que expulsara un espíritu de su hija. Nótese que la mujer dice: “Mi hija es gravemente
atormentada por un demonio.” ¿Cómo sabía ella esto? Lo sabía por los síntomas físicos que había en ella.

Hoy podemos aprender a descubrir los espíritus del mal, observando lo que hacen en una persona. Algunos de los
síntomas más frecuentes producidos por los demonios son los siguientes:
 Problemas emocionales: Son perturbaciones de las emociones que persisten o reinciden. Algunas de las
perturbaciones más comunes son: resentimiento, odio, ira, miedo, rechazo, autocompasión, celos, depresión,
preocupaciones, inferioridad e inseguridad.
 Problemas mentales: Son perturbaciones de la mente o de los pensamientos tales como diferir las cosas
de un día para el otro sin decidirse, intolerancia a los pensamientos diferentes a los propios, tormento mental,
confusión, duda, y perdida de la racionalidad y de la memoria.
 Problemas en el habla: Por ejemplo, brotes explosivos o uso incontrolable de la lengua, esto incluye la
mentira, la maldición, la blasfemia, la crítica, la burla y el chisme.

136
Intercesión

 Problemas Sexuales: Son pensamientos y actos sucios, recurrentes referidos al sexo. Aquí se incluyen las
experiencias sexuales fantasiosas, la masturbación, la lujuria, las perversiones, el exhibicionismo, la
homosexualidad, la fornicación, el adulterio, el incesto, la insinuación y la prostitución.
 Adicciones: Las más comunes son a la nicotina, al alcohol, a las drogas, a la cafeína y a los alimentos.
 Enfermedades Físicas: Muchas enfermedades y aflicciones físicas se deben a espíritus de enfermedad
(Lucas 13:11). Cuando se expulsa un demonio de enfermedad, siempre es indispensable orar por cualquier daño
que haya resultado. Así que hay una relación muy estrecha entre la liberación y la sanidad.
 Errores Religiosos: Cualquier participación en errores religiosos, abren las puertas a los demonios, se sabe
que los objetos y la literatura procedente de errores religiosos, atraen los demonios a la casa.
 Religiones Falsas: Por ejemplo, las religiones orientales, religiones paganas, filosofías y ciencias mentales.
 Sectas Cristianas: Los Mormones, la ciencia Cristiana, la teosofía, el unitarismo, los testigos de Jehová y
muchas más. Tales sectas niegan, o confunden la Sangre de Cristo como único canal de expiación de pecados y de
salvación. Hay logias, sociedades, organizaciones, que usan la Escritura y hasta a Dios, pero niegan la Sangre y el
Sacrificio de Cristo. Estos se clasifican como “religiones sin sangre".
 Ocultismo y Espiritismo: Es decir, brujería, magia, tabla ouija, levitación, lectura de la palma de la mano,
sesiones de espiritismo, escritura automática, percepción extrasensorial, hipnosis, horóscopos, astrología,
adivinación etc. Todos los métodos de buscar conocimiento sobrenatural, como sabiduría, guía y poder a parte de
Dios, están prohibidos (Deuteronomio 18:9-15).

137
Intercesión

Lección N° 11: LA AUTOLIBERACION

La liberación es progresiva en nuestras vidas; y que, a medida que vamos madurando en el Señor, vamos siendo
libres en muchas áreas. Algunas personas son libres al instante en que reciben a Jesús, aunque esto no es muy
común; pues la mayoría es liberada de acuerdo al crecimiento que tengan en Dios. Entre más ataduras tenga una
persona, más será el tiempo que le tomará para ser libre. La mayor parte de las personas no tienen idea de qué
tan extensa e intensa es la influencia, la infiltración y la opresión demoníaca en sus vidas; es más, posiblemente, la
persona que no crea tener ninguna atadura sea la que más tenga. Aunque, por otro lado, si están conscientes de
su situación, no saben cómo ser libres de estas opresiones y ataduras.

 ¿Qué es una atadura?


Es una influencia demoníaca que impide que una persona haga lo correcto; aun sabiendo lo que tiene que hacer,
no lo hace, porque las influencias demoníacas que operan en ella se lo impiden.

 ¿Qué es la autoliberación?
Es cuando un creyente se arrepiente delante de Dios y renuncia por sí mismo a cualquier espíritu demoníaco que
oprime su vida. Esto es hecho por medio de la autoridad y el poder del Espíritu Santo, sin la ayuda de otra
persona.
No todo el mundo va a recibir liberación inmediata a través de la autoliberación; hay quienes fallan y, en este caso,
deben buscar la ayuda de un liberador. Sin embargo, hay otras personas, que al llevar a cabo la autoliberación, son
libres al instante.
No todo el mundo va a recibir liberación inmediata a través de la autoliberación; hay quienes fallan y, en este caso,
deben buscar la ayuda de un liberador. Sin embargo, hay otras personas, que al llevar a cabo la autoliberación, son
libres al instante.

 ¿Cuáles son las razones por las cuales se ven estos dos diferentes resultados en la autoliberación?

1. En el caso de que falle la autoliberación, una de las razones puede ser que la persona esté bajo un fuerte
control demoníaco. Si éste es el caso, la persona no tiene la suficiente fe y autoridad para echar fuera los
demonios. Por eso, es necesaria la intervención de una persona con mayor unción y autoridad para que le ayude a
ser libre.
2. Otra de las razones, es que la persona esté controlada por espíritus familiares. Esto quiere decir que los
espíritus que la están atando han estado en la familia por generaciones enteras y no se dan por vencidos
fácilmente; en este caso, no es sólo cuestión de echarlos fuera. Ellos defienden lo que creen que es su territorio,
pues les fue otorgado derecho legal por un antepasado de la familia. Cualquier persona que no pueda recibir
liberación por medio de la autoliberación, debe buscar la ayuda de alguien con experiencia en este campo. Cuando
los mayores obstáculos son removidos, entonces sí puede tomar lugar la autoliberación. La mayor parte de las
veces, las personas que han sido previamente liberadas con la ayuda de alguien más, obtienen posteriores
autoliberaciones en forma rápida e instantánea.

 ¿Quiénes se pueden beneficiar de la autoliberación?

 Aquellos que tienen la convicción absoluta de que la liberación es el "pan de los hijos".
 Personas que viven en lugares apartados.
 Líderes o creyentes que están en posiciones altas que no tienen a dónde ir para que los ministren.
 Creyentes que ya han sido ministrados una y otra vez con la ayuda de otra persona.
 Aquellos creyentes que recibieron liberación, pero cayeron en tentación y le abrieron la puerta al enemigo
otra vez.
 Cuando alguna otra área de la personalidad necesita más liberación, con la condición de que ya se haya
lidiado con la raíz del problema en particular.
 Creyentes que han recibido liberación, pero todavía sienten que continúa una opresión en particular sobre
ellos.

138
Intercesión

 ¿Cómo debemos prepararnos para la autoliberación?

Cuando una persona vaya a autoliberarse, debe estar completamente segura de que Jesús es el Señor de su vida,
su Salvador, y que ha nacido de nuevo. Otros factores importantes que se deben tener en cuenta son, un
completo arrepentimiento de sus pecados, y que esté viviendo una vida pura y santa.

 Hay tres grandes obstáculos que impiden que los creyentes reciban liberación o autoliberación:

1. La falta de arrepentimiento:
Cuando la persona está viviendo en pecado y no se arrepiente, le está cediendo un derecho legal al enemigo para
obrar en su vida; y cuando el enemigo tiene un derecho legal que no le es quitado, no tiene por qué irse. Ésta es la
razón por la que mucha gente busca la liberación, pero no la recibe. Pregúntese, si hay algún área de su vida, en
que el enemigo pueda estar ejerciendo un derecho legal, por falta de arrepentimiento, el cual le impide a usted
ser completamente libre.
A continuación veremos varias versiones bíblicas acerca de Efesios 4.27 para una mayor comprensión del tema:
 “ni den cabida al diablo". Nueva Versión Internacional (NVI)
 "No le den oportunidad al diablo". Dios Habla Hoy (DHH) “
 “ni deben darle al diablo oportunidad de tentarlos". Biblia en Lenguaje Sencillo (BLS)
 "ni deis oportunidad al diablo". La Biblia de las Américas (LBLA)

2. La falta de perdón:
Uno de los mayores obstáculos para que un creyente reciba la liberación, es la falta de perdón. En mi libro El
Perdón, enseño con lujo de detalles, acerca de la falta de perdón. Antes de comenzar la autoliberación, el creyente
debe estar seguro de que ha perdonado, con todo su corazón, a aquellos que le han ofendido.
Más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas". Mateo
6.15 Una de las señales que demuestran que una persona tiene falta de perdón, se manifiesta cuando recuerda lo
malo que le han hecho, y aún le duele. La falta de perdón es un derecho legal que una persona le da al enemigo
para actuar en su vida cuando no ha perdonado las ofensas que le han hecho; y si éste es el caso, hasta el
momento que perdone, tendrá la puerta abierta a cualquier influencia demoníaca. No importa quién ore por
usted, no importa cuánto usted quiera ser libre, tiene que perdonar, porque de lo contrario, nunca será libre.

3. La incredulidad o la duda:
“Jesús le dijo: por vuestra poca fe”. (Mateo 17.20). La incredulidad fue la que impidió que los discípulos de Jesús
pudieran echar fuera el demonio del muchacho epiléptico. Hay ocasiones en que las personas quieren creer, pero
no pueden. Otras veces, es un espíritu de incredulidad que se los impide y les ciega los ojos de su entendimiento;
pero, cuando una persona está totalmente exhausta de la condición en que se encuentra, desea la liberación y
tiene la suficiente fe para creer que Dios la puede hacer libre, será verdaderamente libre. Lo mismo ocurrirá con la
persona que tenga fe en que Dios tiene el poder para hacer libre a alguien por medio de ella. Usted tiene que
creer que Jesús es su Libertador, que es la voluntad de Dios que usted sea salvo, libre y sano. Por tanto, ¡aprópiese
de lo que es suyo!

 ¿Cuáles son los pasos para hacer una autoliberación?

 Escriba cada problema del que usted siente que necesita ser liberado. Haga una lista de cosas con las
cuales usted tiene una constante lucha.
Por ejemplo: lujuria, pastillas, rechazo, alcohol, mentira, glotonería, falta de perdón, drogas, temor, pornografía,
cigarro, homosexualismo, ira, lesbianismo, maldiciones generacionales, ansiedad, enfermedades, esterilidad,
depresión, soledad, pasividad, cáncer, incredulidad, pastillas.
Esta solamente es una pequeña lista; usted puede escribir más. Escudriñe su área emocional, sexual, espiritual, y
cualquier otra área a la que esto pueda ser aplicado.

 El arrepentimiento y la renunciación
Una vez que usted haya hecho la lista, comience a arrepentirse por cada una de esas prácticas y comience a
renunciar a ellas.

139
Intercesión

Lea esta oración conmigo en voz alta: "Yo confieso que Jesús es mi Señor y Salvador. Yo, voluntariamente, renuncio
a toda actividad de satanás en mi vida a través de la iniquidad, transgresión o pecado de mis padres, abuelos,
ancestros y aun de mí mismo". "Me arrepiento de pensamientos, palabras y acciones conscientes y subconscientes
que han deshonrado a Jesús; y te pido perdón. Te ruego, Señor, que me limpies y me des la libertad de estas
fuerzas malignas." "Jesús, yo renuncio al diablo, a los demonios y a todas sus obras, influencias, ataduras,
opresiones, maldiciones y enfermedades que están presentes en mi vida. Renuncio a toda influencia demoníaca
que me aparta de tu camino. Te pido que realices en mí una liberación total, pues creo que de tu muerte y
resurrección, procede mi libertad. Señor Jesús, te pido que seas el Señor absoluto de mi vida. ¡Amén!"

 El proceso de la autoliberación
Debido a que éste es un asunto entre el Señor y usted, es recomendable que haga esto a solas. (Es bueno tener a
la mano un pañuelo en caso de que usted llore). Tan pronto haya hecho la oración y la declaración anterior,
comience a nombrar cada uno de los espíritus.
Si usted no sabe el nombre de los espíritus que se manifiestan, entonces, ordénele, al espíritu que está detrás de
la opresión o la influencia, las siguientes palabras: "Yo ordeno a todo espíritu detrás de esa influencia maligna que
suelte mi cuerpo. ¡Ahora mismo, en el nombre de Jesús!"

Si por el contrario, usted tiene claro cuál es el espíritu o los espíritus que lo están oprimiendo, puede hacer una
oración como la siguiente: "Espíritu de rechazo, yo te ato y te ordeno en el nombre de Jesús que salgas de mi vida;
rompo tu poder y declaro que, en el nombre de Jesús, soy libre. ¡Ahora mismo!".

Esto debe hacerlo espíritu por espíritu, área por área. Renuncie, luego átelo, y por último, ordénele que se vaya en
el nombre de Jesús, para que salga de su vida. Para este momento, usted se puede encontrar tosiendo,
bostezando y, a lo mejor, vomitando a medida que el Espíritu Santo lo va haciendo libre. Si no hay una evidencia
espontánea de liberación, entonces comience a toser y a respirar profundo, usted encontrará que ese toser
voluntario va a continuar hasta que los espíritus responsables por cada condición se hayan ido.
El toser, voluntaria o deliberadamente, es para usted un paso de fe; pero, para los demonios, es una señal de que
deben irse, al igual que con el acto de echarlos fuera. He encontrado que las reacciones demoníacas durante la
liberación pueden ser vistas en movimientos de diferentes partes del cuerpo de la persona que está recibiendo la
liberación. Por ejemplo, movimientos en el área del abdomen, las manos, la expresión de su cara y otros.

 Algunos consejos para el momento de la autoliberación. (Por favor, mantenga esto en mente):

 Nunca converse con ningún espíritu que hable a su mente. Ordénele que esté en silencio y que salga en el
nombre de Jesús. Entonces, comience a toser deliberadamente, hasta que sienta que se va.
 Los demonios quizás quieran distraerlo haciéndolo llorar. Esta suele ser una táctica para poder demorar
el proceso; por lo tanto, no ceda, sino que tosa deliberadamente o bostece hasta que ellos obedezcan y se vayan;
entonces, notará que el deseo de llorar va a desaparecer.
 Permanezca sentado todo el tiempo y rehúsese a ceder a cualquier fuerza que lo quiera hacer caer en el
piso o gritar. Rehúsese, en el nombre de Jesús, a obedecer a los demonios, y se dará cuenta que usted está en
control.
 Reclame y aprópiese por fe de su liberación completa; crea que ya la recibió. Algunas veces, los demonios
tratan de hacerle creer que nada sucedió, especialmente cuando no hay manifestaciones físicas de su presencia.
Los primeros días y semanas los espíritus tratan de convencerlo de que usted no es libre y pueden usar estrategias
como los mismos deseos y síntomas que usted tenía antes de ser libre, pero es en ese momento, que usted tiene
que tomar autoridad sobre ellos. Algunas veces, los demonios también tratarán de traer a su mente pensamientos
de duda, pero usted debe reprenderlos.
 Si usted lo hizo por primera vez y no fue libre totalmente en algunas áreas, hágalo otra vez, en las áreas
específicas que quedaron sin liberar.
 Crea que lo que está diciendo está sucediendo. La llave para desatar su fe es la confesión que usted hace
con su boca, en voz alta.
 Trabaje siempre con el Espíritu Santo. Él le puede mostrar algún área que a lo mejor, usted no recuerda.
Él se la traerá a su mente y estará con usted todo el tiempo. Sea paciente, pues, algunas ataduras pueden ser
débiles mientras que otras pueden ser muy fuertes. Una atadura débil puede ser rota al instante; sin embargo,

140
Intercesión

una fuerte puede tomar un tiempo más prolongado. Algunas personas esperan que años de problemas puedan ser
resueltos en una hora de consejería y liberación. Esto no es así; ser totalmente libre envuelve una fuerte guerra
espiritual, esfuerzo y disciplina de parte de la persona que anhela ser liberada. Incluso, pueden pasar largos
períodos de tiempo hasta que todas las ataduras sean rotas. Algunas personas, recaen o desmayan durante el
proceso de ser completamente libres.

 Ore por limpieza y renovación.

Comience a orar para que el Señor limpie cada área de su cuerpo, su alma y su espíritu; pídale que llene las áreas
que los espíritus dejaron vacías. Una manera en que la persona puede recibir la limpieza total, es respirando
profundo; y esto es un acto de fe.
Un consejo final, mantenga su liberación, apártese del pecado, ore todos los días, lea la Palabra, reprenda todo
mal pensamiento que el enemigo le envíe a su mente; sea lleno del Espíritu Santo, asista a una iglesia
continuamente y resista al enemigo.

 Algunos principios importantes:

 Las ataduras son influencias que le impiden a las personas hacer lo correcto delante de Dios.
 La autoliberación puede ser practicada por cualquier creyente. La falta de arrepentimiento, la falta de
perdón y la incredulidad son los grandes obstáculos para recibir liberación.
 La liberación puede ocurrir al instante o progresivamente.
 La autoliberación es posible cuando se trabaja juntamente con el Espíritu Santo.

141
Ujieres

Introducción al servicio de Ujieres

"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del
Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3: 23,24)

El ujier es la primera cara de la congregación, la primera impresión que recibe la gente cuando llega por primera
vez a la iglesia. Se trata de una gran responsabilidad, el ujier ha de estar siempre consciente de este hecho, para
mantener la actitud correcta en todo tiempo. Muchos visitantes no tendrán ningún otro contacto con gente de la
iglesia, excepto con el ujier cuando entran. Ese hecho es de gran importancia. Por eso necesario que los ujieres se
aseguren de saludar a la gente cuando llegan, sobre todo si no los han visto antes, ya que posiblemente sean
visitantes. Se trata de una función que requiere preparación previa, como cualquier otro ministerio. Se debe orar
para estar bien dispuesto antes del servicio. Se debe orar también, por el servicio y todos los que han de oficiar.

Es importante ser observador. A veces llegará gente a la iglesia con situaciones espirituales difíciles y evidentes,
necesitarán a alguien que les extienda una palabra de ánimo o de orientación, en algunos casos será necesario al
final del servicio remitirlos al pastor, oficios o a un diácono, esto se deberá hacer con extremada delicadeza y
discreción. A veces también llegan personas extrañas, cuyo objetivo no es escuchar la Palabra o congregarse si no
que buscan robar o conseguir otro cometido que es distracción.

El servicio de ujier es voluntario, pero ser voluntario requiere la observancia de ciertas normas a fin de hacer
todo decentemente y con orden, entre otras razones porque muchos varones que en el futuro prestarán ese
servicio, lo harán siguiendo el ejemplo de quienes hoy lo prestan, pero especialmente porque es un servicio para
el Señor a través del cual atendemos y ayudamos a quienes guardan el día del Señor con nosotros.
Por las razones anteriores, presentamos las siguientes recomendaciones y solicitamos estudiarlas detalladamente
para que cuando a usted le corresponda prestar el servicio de ujier ponga en práctica todas y cada una de ellas.

La Biblia dice "Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel." (1 Corintios 4:2). El
ujier que tiene un trabajo para hacer y lo hace lo mejor que pueda según su habilidad, siendo fiel a su tarea,
recibirá el mismo grado de recompensa como un pastor quien ha hecho su trabajo fielmente. La Biblia no requiere
que tengamos gran talento; sino que el talento que tenemos sea presentado y rendido a Dios.

 Preparación espiritual

La primera llave para lograr la efectividad es la preparación espiritual en forma de oración. El equipo de ujieres
unido deberá estar pasando tiempo en oración antes del servicio, de manera que Satanás no gane posición
durante el mismo.
La oración es el fundamento de toda la unción y de los hechos en la Iglesia. Lo tendrá conectado con el corazón y
los pensamientos de Dios y quitará los obstáculos que Satanás intenta instalar en su iglesia. La oración también
prepara los corazones de los hombres para recibir la Palabra de Dios.
Ore antes de tomar su posición en la iglesia para que pueda emprender su tarea con fortaleza espiritual y poder.
Sólo la oración puede lograr esto. También, al incluir la alabanza y la adoración como una parte vital de su tiempo
de oración, traerá unción a su vida. Nunca ponga su llamado para servir como ujier por encima de su relación
espiritual y tiempo con Dios. Si usted intenta parecer espiritual o tener una actitud de siervo sin oración, su
hipocresía lo delatará.
1 Corintios 13:1-13 establece los estándares por los que debe vivir y servir. Libremente sazone todo lo que haga y
hable con amor. Su compromiso para orar por los no amados de su congregación le traerá respuesta de cómo
tratarlos. Esto permitirá:
 Capacidad para ser enseñado. El ujier con capacidad de ser enseñado está deseoso de asumir funciones y
responsabilidades exigentes tras años de dedicación, entrenamiento y práctica.
 Esmero. El ujier esmerado desarrolla una buena memoria para recordar nombres. Usando concentración,
asociación (relacionando un nombre con una persona que conoce o algún objeto) y practicando, usted crecerá en
su habilidad de hacer que las personas se sientan especiales al recordar sus nombres.

145
Ujieres

 Discreción. La discreción es su habilidad de hacer y decir lo correcto sin ofender a una persona, sobre todo
en situaciones difíciles. Debe ser capaz de responder mientras guarda la compostura.
 Oportunidad. La oportunidad es saber cuándo, cómo y qué hacer en cada situación. Cultive su nivel de
atención y su habilidad para tomar la iniciativa. Confíe en su intuición o espíritu humano que debe ser sensible al
mover del Espíritu Santo. Escuche a su espíritu y fluya con él, listo al cambio cuando llegue.
 Trabajo en Equipo. Los ujieres trabajan mejor en equipo. Deben discutir en cómo mejorar su atención a
las personas. Separe tiempo para reclutar a los nuevos ujieres. Es difícil servir como un equipo si nunca se
encuentra con los otros miembros de equipo y no entiende sus responsabilidades. Un espíritu de excelencia es lo
que Jesús espera de nosotros.

 Uniforme de los Ujieres

Antes de poder realizar su labor con efectividad, es importante que el ujier se analice a sí mismo, en las diferentes
áreas de su propia vida y apariencia al vestir. El ujier que se concentra en las personas y en el servicio, hallará fácil
también concentrarse en su propia imagen. Tanto los ujieres hombres como mujeres usarán siempre pantalón y
saco. Los colores autorizados son: azul, blanco, gris y negro. Se permitirá cualquier combinación entre estos
colores sin dejar de usar nunca el azul. En algunas ocasiones una bufanda o una corbata azul podrían funcionar.
En el caso de las mujeres, nada de escotes abiertos, faldas, licras o blusas transparentes.

Esto no es para decir que el ujier tiene que usar ropa costosa, pero que debe ser bien pulcro, con su cabello bien
peinado, sus zapatos lustrados, buen aliento, etc.
El ujier representa a Cristo y también a la iglesia y por esto debe estar bien preparado en toda hora para dar una
buena impresión. Cuando un ujier sepa que por alguna razón no puede estar vestido correctamente para este
servicio tan importante, debe avisar con tiempo a su líder y se buscara una solución inmediata.
A continuación presentamos una lista de verificación de sí mismo para todo ujier:

Su aseo:
 Limpieza personal.
 Perfume y desodorante.
 Boca aseada.
 Sin goma de mascar.
 Cabello arreglado.
 Vestimenta apropiada.

Su tarea:
 Ser puntual.
 Nunca dejar su puesto.
 No usurpar autoridad.
 Atención especial a los invitados.
 Seguir las instrucciones.

Su actitud:
 De fe.
 Conversación agradable.
 Rostro agradable, sonreír.
 No murmurador.
 Bondadoso para con todos.
 Amable.
 Servicial.
 Cortés, sin sobrepasar la confianza (no confianzudo).
 Prudente.
 Observador.

146
Ujieres

 La comisión del Ujier

Periódicamente la iglesia otorga la comisión para desempeñar las funciones de ujier a personas que tienen
corazón de servicio. Por tanto, si usted ha sido elegido/a para colaborar representando al Señor con este cargo:
 Permita que la hospitalidad de la iglesia se afirme en usted.
 Vista cada palabra y cada acción con la amabilidad.
 La cortesía es la palabra clave para el ujier. Algunos van a asistir al servicio y van a recordar más la cortesía
del ujier que cualquier otra cosa del servicio.
 Permita que su bondad ayude a las personas a ser receptivas para que puedan abrir su corazón en la
adoración a Dios.
 Sea comprensivo con las personas difíciles
 Ejercite la compasión con todas las personas
 Aprenda a ser eficiente, pero no a expensas de la amabilidad
 Acepte esta importante tarea, como muestra de confianza del pastor y de la congregación, hacia usted.
 Permita que su mayor virtud sea la presencia interior del Espíritu Santo.

 Autoridad y responsabilidad de los Ujieres

Hay dos factores en toda labor administrativa que no pueden separarse (al menos no sin perder un alto grado de
eficacia) Esos dos factores son la autoridad y la responsabilidad. Para que los ujieres hagan un buen trabajo en
cualquier iglesia local, sus esferas de responsabilidad y autoridad deben entenderse claramente.
Los ujieres que asumen autoridad más allá de su responsabilidad crean confusión, los ujieres que no aceptan la
autoridad para cumplir con su responsabilidad crean ineficiencia.
Los ujieres solo funcionarán en la autoridad delegada en el servicio y área asignada. Su responsabilidad deberá
reposar siempre en el equilibrio perfecto del servir a las personas con su responsabilidad de cuidar la casa del
Señor. Lo que quiere decir que a pesar de que el ujier debe tratar bien a las personas, bajo ningún concepto podrá
permitir el desorden o la destrucción del templo o de los utensilios del templo. Si es necesario requerir a alguien,
deberá hacerlo con autoridad y respeto.

 Las funciones del Ujier

Todos ayudan, los ujieres deben llegar por lo menos 40 minutos antes de la hora del servicio para orar y recibir su
tarea de parte del líder de ujieres; y deben terminar su labor al menos 15 minutos después que termine el servicio.
Así podrán, no solo dar la bienvenida sino también darles un saludo de despedida a las personas y recoger lo que
sea necesario antes de cerrar. Dirigir a las personas a sus asientos después de asegurarse que éstos están en su
lugar, el ujier toma sus materiales de la iglesia y comienza con sus responsabilidades de dirigir a las personas con
el arribo de las primeras que lleguen.
El ujier(s) asignado(s) al servicio puede concentrarse en él, a la vez que las personas están atendiendo; ya que es
bueno que el ujier(s) sepa lo que está pasando en cualquier momento durante el servicio. El ujier(s) que se
concentra en lo que está sucediendo en el servicio, realizará un trabajo más eficaz y recibirá más ayuda personal y
nutrición espiritual. Servir de ujier no requiere que se olviden que están en el lugar apropiado para recibir la
abundante gracia del Señor; (sin embargo, no deben cerrar sus ojos y olvidar su función) Mientras unos sirven
otros velan. Las asignaciones de pasillo siguen hasta el final del servicio, aunque algunos ujieres pueden estar
sentados después que se haya recibido la ofrenda.

 Funciones de las diferentes posiciones de los ujieres (posiciones sugeridas en la mayoría de los casos):

 Posición #1 (puertas): Esta es la posición de dar el saludo de bienvenida a iglesia Cristiana Reforma. Al
final, son encargados de despedir la congregación con palabras de ánimo y de cortesía.
 Posición #2: Estos ujieres se encargan de ubicar las personas que vienen con coche de niños y se ofrecen
para ayudar a las personas que vienen con algún tipo de bulto, paquete, etc.
 Posición #3: Estos ujieres son los encargados de los respectivos pasillos tratando de ubicar las personas lo
mejor y más cómodamente posible e invitándolos a sentarse lo más al frente posible si hay espacio aún disponible

147
Ujieres

Además, son los responsables de mantener el orden en cada pasillo o línea; y son los encargados de recoger las
ofrendas.
 Posición #4: Estos son los ujieres encargados de la seguridad el servicio, responsables de mantener el
orden en general y evitar cualquier distracción de la congregación, tanto en la alabanza como en el momento de la
prédica. Estos ujieres deben, de vez en cuando, hacer contacto visual entre ellos, para poder comunicarse.
 Posición #5: El ujier de esta ubicación es el encargado de la seguridad del pulpito y debe estar pendiente
de todo a su alrededor, principalmente cuando se le acercan personas a los pastores o ministros. Es el responsable
de recibir los avisos o notas para anunciar. Es muy importante que esta posición no abandone su puesto para
nada. Su asistencia debe estar concentrada en el predicador y ministerio de alabanza, proveyendo todo o
necesario.
 Posición #6: Es el ujier encargado de la seguridad del estacionamiento, debe dar una ronda de cuando en
cuando y ver que no salgan niños ni jóvenes solos. Si hubieran jóvenes o niños solos les invitara a pasar
insistentemente y notificará al coordinador o a sus padres en caso de ser necesario.

 Observación:
La buena comunicación entre los ujieres de las diferentes posiciones, nos ayudará a realizar un eficiente trabajo en
equipo. Recordemos que las posiciones asignadas deben ser mantenidas; es decir, nadie puede abandonar su
puesto sin antes informarle al líder, para que éste pueda buscarle algún sustituto, ya sea temporalmente o por
todo el resto del servicio. Muy importante, es recordar que estamos haciendo un trabajo para el Señor y que
nuestra meta es realizarlo de manera profesional.

 Recibir la ofrenda
En nuestro ministerio, las canastas se pasan por los asientos. Una vez recogido los diezmos y las ofrendas se
entregan al tesorero con su colaborador para contarla.

 Situaciones de emergencia
Idealmente, los ujieres deberán estar preparados para afrontar cualquier situación de emergencia que pueda
surgir durante un servicio. La directiva de los ujieres deberá proveer entrenamientos especializados con respecto a
situaciones específicas, tales como fuegos, falsas alarmas de fuego, emergencias médicas, etc. Idealmente,
algunos de los ujieres deberán recibir instrucción sobre primeros auxilios.

 Otras funciones de los ujieres:

Aparte de las principales obligaciones del ujier de sentar a las personas y de recibir la ofrenda, hay muchas otras
funciones más pequeñas pero muy importantes que deben desempeñar. Aquí unas cuantas:

 Colaboración en las ministraciones: Los ujieres deben tener muy en cuenta que es muy importante que
colaboren en el momento de ministración para sostener las personas en caso de que caigan al piso. Es
conveniente que los ujieres estén alertas a las señales de desmayo, para evitar algún golpe brusco o distracción de
las demás personas que estén en el altar. Deben tener a mano paños de tela para cubrir a las hermanas en caso de
que usen falda, por si se necesitan, al igual que a los hombres.
 Abastecimientos: Los ujieres tendrán en cuenta que siempre haya suficiente material de higiene en todos
los baños; y si se presentara alguna emergencia, deberán estar dispuestos a actuar de manera adecuada. Siempre
deberán informar al líder de ujieres sobre cualquier anomalía que encuentren.
 Sobre los niños: Es necesario que los ujieres estén dispuestos a colaborar y estar pendientes para: Ayudar
a que los niños se sienten junto con sus padres durante la alabanza; Cualquier niño que está saliendo del servicio
sin un adulto debe ser enviado a su asiento de nuevo. Cuando un niño ve que el otro niño ha podido salir sin que
le paren, entonces él también va a querer salir y pronto viene el caos. Para mantener la disciplina, el ujier no
puede tocar a los niños bajo ningún concepto. Existen muchas maneras de aplicar el orden con respeto a los
demás. Por ejemplo, si un bebé está llorando puede ser que la mamá no sabe cómo atenderlo, entonces el ujier
puede acercarse y decir con mucha cortesía: “Disculpe ¿El niño se siente bien?".
Los niños que se encuentran hablando en el servicio deben ser reprendidos con amor y enseñados a no hablar
durante el servicio. En ocasiones tendrás que repetir esta reprensión varias veces.
 Prevención: Varias cosas pueden ser hechas antes del servicio para prevenir los disturbios. Muchas veces

148
Ujieres

hay quienes viven distrayendo a otros, hablando y susurrando, y no prestan nada de atención al servicio. Si esto
persiste, entonces el ujier debe recordarles, de buena manera, guardar silencio. De nuevo repetimos que el ujier
debe ser firme y a la vez amable. Un amor genuino se puede mostrar aún a través de la firmeza. Debido a que los
contactos de los ujieres se hacen directamente con las personas de manera individual, es importante que
aprendan a actuar con amabilidad sin esperar demasiado de los demás.

Un ujier eficiente aprende a aceptar a las personas como son en vez de como él quisiera que fueran. Los ujieres
pueden ser amables si lo intentan. Recuerde que cualquier declaración negativa que tienda a juzgar o a criticar se
opone a la amabilidad.

 Analicemos algunos ejemplos sobre actitud amable o actitud grosera:

Negativo: " Usted no puede pasar ahora"


Positivo: "Le daremos un lugar en un momento"

Negativo: "Llegó tarde, ahora tiene que sentarse en la parte de atrás"


Positivo: " Debido a que el servicio ha comenzado, tenemos un lugar para usted cerca de la parte de atrás"

Negativo: "Usted no se puede quedar aquí por donde todos pasan. "
Positivo: "¿Podría pasar para acá donde los demás no interfieran su conversación?”

Negativo: " A su edad, me imagino que no puede oír bien"


Positivo: " Tenemos buenos lugares en la parte de adelante donde todos pueden ver y oír mejor."

Negativo: " he, ustedes muchachos, cállense"


Positivo: " Muchachos, ¿podrían ayudarnos a promover la quietud y el silencio en el templo"?

Una palabra de precaución acerca de expresar amabilidad: Los ujieres deben tener cuidado de NO
colocar las manos sobre las personas con el fin de persuadirlas o expresar familiaridad. Deje que la
amabilidad proceda del corazón y no de las manos.

 Situaciones de conflicto o tensión

En ocasiones de tensión o conflicto, mejor buscar ayuda con un superior, líder o un pastor si lo amerita la
situación. En otros momentos, quizás será mejor simplemente voltear la otra mejilla, evitando así una escena
desagradable que afee el ambiente, dé mal ejemplo a otros, especialmente visitantes, o que contriste al Espíritu.
El ujier debe evitar en todo lo posible crear la impresión de ser prepotente, o de estar abusando de su autoridad.
En ocasiones, sin embargo, se requerirá de cierta firmeza, sobre todo cuando la seguridad de las personas pueda
verse afectada.
De nuevo, es aquí donde la oración previa es de gran importancia para evitarnos conflictos, y para proveernos de
sana sabiduría, así como del Fruto del Espíritu, lo cual es tan importante para la función del ujier. Hay que pedirle
al Señor mucha sabiduría y discernimiento sobre cuándo ser firme y cuándo ser flexible.

 Tiempos de ministración

Durante tiempos de ministración regular, cuando el pastor le pide a la gente que pase al frente para recibir
oración después del tiempo de adoración o la impartición de la palabra, es importante que algunos ujieres pasen
al frente para estar disponibles en caso que se haga necesaria su intervención. Su presencia es útil, además, para
guiar a la gente a la ubicación apropiada, y evitar aglomeraciones o mal uso del espacio. Los pasillos del santuario
siempre deben mantenerse despejados durante los tiempos de ministración. Si alguna persona está obstruyendo
la circulación, se le debe informar cortésmente que es necesario desalojar el espacio, o guiarla suavemente a la
ubicación correcta.

149
Ujieres

Durante los tiempos de ministración, la función que realizan los ujieres adquiere una importancia extraordinaria.
Inmediatamente, que comienza este tiempo, los ujieres deben entrar en postura de alerta y actividad. Algunos
deben desplazarse inmediatamente hacia el frente, para facilitar la ubicación de la gente al frente.

Como el espacio es tan limitado, y a veces pasa mucha gente, debe haber por lo menos tres o cuatro ujieres
ayudando a la gente a compactarse, y sobre todo, a dejar los pasillos libres para que otros puedan también pasar
al frente. En ocasiones, será necesario aclarar los asientos de adelante y pedirle a la gente que esté sentada en esa
sección que nos ayude dejando libres esos lugares, para que puedan caber todos los que acudirán al frente. Aquí
es bueno en todo lo posible consultar antes con el pastor, o con alguien de mayor autoridad, para asegurarse que
se proceda en una forma apropiada.

Durante tiempos de ministración, es importante que los ujieres se mantengan muy alertas, y en continuo
movimiento. Aquí, mantener la seguridad y el orden será muy importante. Es común en las iglesias que algunas
personas se postren o caigan al suelo cuando oran por ellas por lo tanto en caso que lo requieran durante tiempos
de ministración, será importante tener disponibles mantas para cubrirlas si quizás algo de su persona está
expuesto y mantener la modestia. Los ujieres deberán identificar con anterioridad dónde están esas mantas, y
emplearlas inmediatamente si fuere necesario. Es preferible que sean las/os ujieres quienes cubran a las
hermanas/os que lo necesitan.
A veces, personas que son tocadas por el Espíritu lloran suavemente, y es muy útil proveerles discretamente un
pañuelo para enjugar las lágrimas. Es bueno siempre tener un ujier encargado de desempeñar esta función
recorriendo el área donde está reunida la gente, distribuyendo los pañuelos a quien los necesite. Esto se debe
hacer con mucha delicadeza y discernimiento, determinando el momento y la manera más apropiados de hacerlo.

 Requisitos para ser Líder de Ujieres y parte del equipo de Ujier (Para ser un equipo de éxito):

 Tal persona tendrá que ser un hombre o mujer de Dios, dedicado a la iglesia y al servicio para Cristo.
 Haber realizado el Taller de Consolidación, ser bautizados por aguas; ser fieles en las ofrendas y diezmos.
 Tiene que ser leal al pastor y al ministerio.
 Tiene que poseer cualidades definidas de liderazgo que le permitan enfrentar los problemas que surgen
en los servicios.

El Líder tiene que ser una persona inteligente y diligente, que pueda hacer una detallada planificación y un
efectivo entrenamiento de los ujieres que forman su equipo.
Debe tener la habilidad de tratar los diferentes asuntos relacionados con los ujieres, de una manera humilde y
sabia. Esto hace que su trabajo sea muy exigente, pero él debe entender que fue escogido para este servicio y que
está asumiendo bastante responsabilidad.

 Entrenamiento del Equipo. Ayudar a entrenar a su equipo es una de sus tareas más importantes. Cada
hombre que ayuda como ujier, debe ser entrenado. No se debe esperar que ya sepa hacer el trabajo sólo porque
lo ha visto desde su asiento en las bancas. El ujier debe recibir instrucciones específicas. Esto no sólo le ayuda a
hacer su trabajo mejor sino que también le ayuda ver que es un puesto y servicio muy importante. Un trabajo tan
importante debe ser bien hecho. Cada ujier nuevo debe recibir una lista de instrucciones y guías escritas. Ellos
podrán estudiar éstos en la casa y luego el ujier y el líder podrían estudiarlas juntos.
 Animar a los demás. El Líder tiene que animar a los demás para que realicen un buen trabajo. Debe tener
reuniones con su equipo de vez en cuando para felicitarles, inspirarlos, y unir al equipo aún más.
 Revisarlo todo. Lo que usa y necesita en su trabajo. Debe revisar las sillas ¿Está todo limpio y ordenado?
¿Todo está listo para los que están en la plataforma? Sería una buena idea hablar con el pastor antes del servicio
para ver si hay algo nuevo o fuera de lo normal para este servicio. Debe estar seguro que los sobres de ofrendas,
etc. estén en su lugar y que haya suficiente para todos. Debe saber si se necesita un sitio reservado para alguien
especial, que estén abiertas las puertas que deben estar abiertas, ventanas, etc. Él debe ver que no haga
demasiado frío, ni calor. Debe tener ujieres encargados de cada parte del salón y área de necesidad que tenemos
en la iglesia. Debe asegurarse que los ujieres estén llevando apropiadamente sus vestimentas y sus
identificaciones de ujier. Debe estar seguro de conocer el orden del servicio; y debe estar seguro que las canastas
de las ofrendas estén en su lugar. Para los servicios especiales (retiros, conferencias, conciertos, etc.) se asegurará

150
Ujieres

de que los organizadores han planeado bien en cuanto al trabajo de los ujieres. Es el trabajo del líder de los ujieres
saber de los servicios especiales, averiguar lo que se va a necesitar y asegurarse que el trabajo de los ujieres será
muy profesional.
 Estar pendiente a los mensajes para el pastor. Todos los otros ujieres deben ser instruidos que tienen que
pasar cada mensaje, nota, o lo que sea, por las manos del líder, dicho ujier; quien también estará siempre
pendiente del pastor para ver si hay algo que él necesita o quiere comunicarle.
 Consiguiendo sustitutos. Es una buena idea para el líder de los ujieres si puede tener una lista de ujieres
que no pueden servir siempre de ujier, pero que podrían servir si fuera necesario. Todos los ujieres deben saber
cuándo les toca servir por lo menos una semana antes. Sólo se hacen cambios cuando es necesario. Los sustitutos
necesitan ser entrenados y listos para ayudar. Aunque su trabajo para el Señor es arduo, recuerde las palabras que
ha de recibir de Cristo Jesús en aquel día: “Bien hecho, buen siervo y fiel. Entra en el gozo de tu Señor.” (Mateo
25:23).

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Diáconos

TALLER DE DIÁCONOS

¿QUÉ ES UN DIÁCONO?

La palabra “diácono” viene del griego diakónos, que significa “siervo o ministro” y en ese sentido es utilizada
muchas veces en los evangelios.

Una de las más grandes honras en ejercer el diaconado reside en el hecho de que esta función es, de cierta
manera, la continuidad del ministerio de Cristo. Él mismo afirmó: “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino
para servir” (Marcos 10:45).
Por lo tanto, los diáconos y las diaconisas de la iglesia tienen como su mayor ejemplo y modelo al propio Señor
Jesús. Aquella persona que ha sido elegida por la iglesia para el diaconado debe comprender que esta no es una
función para el ejercicio de la autoridad, sino, por el contrario, para el servicio en favor de las personas.
La primera mención de la elección de hombres para el servicio a la iglesia aparece en Hechos 6: “En aquellos días,
como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas
de aquéllos eran desatendidas en la distribución diaria” (vers. 1). Para hacerle frente a esa situación, los apóstoles
convocaron a la iglesia y le dieron la siguiente instrucción: “No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios,
para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo” (Hechos. 6:2, 3).

El servicio de diaconado tiene varias connotaciones:

1. Servidor del señor: Aquel que hace la obra de Dios y obedece todos sus preceptos y enseñanzas, en Juan
12:26, vemos una estrecha relación entre el servicio y el seguirle con compromiso personal, y nos recalca
que quien le sirve al Padre lo honrará. En 2 Corintios 11: 13 - 15, nos hace una alerta, que hay servidores
de satanás que se disfrazan de ángeles de luz, esto nos indica que no es sólo servir sino saber a quién
servimos.

2. Servidor del prójimo: Jesús nos dio el ejemplo al venir al mundo a servir y no él ser servido. En Mateo 20:
25 - 28, Cristo tomó el oficio de siervo con el propósito de enseñarnos que es su voluntad que tomemos la
acción de servir el uno al otro, así nuestro carácter es amoldado a la imagen del Señor.

3. Servidor en la predicación: Cuando se enseña la Palabra, estamos combinando el servido al Señor y a


nuestro prójimo.

4. Servidor a la iglesia: En la Iglesia del Señor encontramos varias áreas que necesitan un servicio completo,
como la alabanza, la limpieza, la enseñanza, el cuidado y otros. (Romanos 16: 1 - 2).

Para ser servidores compasivos y líderes eficaces en la iglesia, primero debemos tener una relación personal con
Dios. Nada puede sustituir esto. Cuando conocemos a Dios y nos mantenemos conectados con Él todos los días,
podemos confiar en que Él satisfará nuestras necesidades y nos guiará a satisfacer las necesidades de otras
personas. Para poder alcanzar nuestro mayor potencial para servir a los demás, debemos ser conscientes de
nuestras fortalezas, debilidades y dones espirituales.

155
Diáconos

CUALIDADES QUE DEBE TENER TODO DIACONO

Basado en Hechos 6: 1-4: “En aquellos días, como crecía el número de los discípulos, hubo murmuración de los
griegos contra los hebreos, que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. 2 Entonces los
doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios
para servir a las mesas. 3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. 4 Nosotros persistiremos en la oración y en el
ministerio de la Palabra”.

Las cualidades exigidas por los apóstoles en la elección de los diáconos eran de naturaleza primordialmente
espiritual: “Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo
y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo” (Hechos 6:3).
La iglesia no realizó ninguna especie de distinción de clase social, nivel académico, origen o raza para elegir a sus
líderes y oficiales.
Los apóstoles especificaron tres virtudes que tenían que ser consideradas:
 Buen testimonio, buena reputación.
 Llenos del Espíritu Santo.
 Llenos de sabiduría.

A medida que la iglesia fue creciendo y organizándose, el ministerio de los diáconos se fue fortaleciendo y
consolidándose como una de las más importantes tareas en el cuerpo de los creyentes. La iglesia del Nuevo
Testamento miraba a esos líderes como verdaderos ejemplos de vida cristiana. Esto puede verse claramente en las
elevadas calificaciones exigidas para los presbíteros y los diáconos en 1 Timoteo 3:8 al 13.

“Ellos tenían que ser modelos, no solamente en el liderazgo de la iglesia y en el servicio a los necesitados, sino
también tenían que ser ejemplos en la familia, en su relación con la comunidad y en su estilo de vida”

Estos dos textos bíblicos, Hechos 6 y 1 Timoteo 3, son la fuente básica para determinar las calificaciones que
deben tener los diáconos. Aquellos que eran escogidos como diáconos o diaconisas deberían:
 Demostrar crecimiento en la fe: Debían ser varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de
sabiduría (Hechos 6:3). Deben guardar, con una conciencia limpia, las grandes verdades (1 Timoteo 3:9,
NVI).
 Demostrar cristianismo en la vida familiar: Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen
bien sus hijos y sus casas (1 Timoteo 3:12).
 Demostrar un buen comportamiento moral personalmente y en público: Deben ser honorables, sinceros,
no amigos del mucho vino ni codiciosos de las ganancias mal habidas (1 Timoteo 3:8, NVI).
 Demostrar por su manera de vivir la aceptación a Dios y a la iglesia: Y éstos también sean sometidos a
prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. Porque los que ejerzan bien el
diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús (1 Timoteo
3:10, 13)

Características generales:
 Personas de buena reputación (Hechos 6:3): Buena reputación entre los de la iglesia y los de afuera.
Reputación: Opinión, idea o concepto que la gente tiene sobre una persona o una cosa.
 Llenos del Espíritu Santo (Hechos 6:3): Grandeza de carácter, perspectiva espiritual y dedicación personal.
 Llenos de fe (Hechos 6:5): Así como el caso de Esteban, la fe del diácono requiere que se entregue a sí
mismo y a sus posesiones.

156
Diáconos

 Dignos (1 Timoteo 3:8): Poseer el propósito cristiano que demuestra una gran reverencia por las
cuestiones espirituales y cuya palabra sea respetada.
 Personas de palabra (1 Timoteo 3:8): Confiable y honesto en su relación con todas las personas, tanto
públicamente como en la intimidad.
 No dados a mucho vino (1 Timoteo 3:8): Vivir con temperancia, siendo mayordomo de buena influencia,
haciendo todo para la gloria de Dios.
 No codiciosos de ganancias deshonestas (1 Timoteo 3:8): Tener la actitud correcta para con las posesiones
materiales, nunca explotando a otras personas para obtener lucro personal.
 Guardianes de la fe (1 Timoteo 3:9): Fortalecer el compañerismo en la iglesia y poseer la integridad
espiritual por encima de la reprobación.
 Experimentados y sometidos a prueba (1 Timoteo 3:10): Al ser elegido para servir en el diaconado,
demostrar su compromiso para ministrar.
 Irreprensibles (1 Timoteo 3:10): Una persona irreprensible, contra quien no existen sospechas, puede
tener éxito en su responsabilidad.
 Vida familiar cristiana (1 Timoteo 3:11, 12): Alguien cuya familia está bien cuidada, cuya interrelación
familiar es saludable y floreciente. El cónyuge y los hijos están de acuerdo con su nombramiento. Mujer (1
Timoteo 3:11). Hombre (1 Timoteo 3:12).
 Educando bien a los hijos y a los de su casa (1 Timoteo 3:12): Amado y respetado por todos los miembros
de la familia, cuidándolos así como Jesús cuida a sus hijos. Gran determinación en la fe (1 Timoteo 3:13):
Defiende firmemente sus creencias, aprovechando cada oportunidad para ministrar.

La persona que acepta servir a la iglesia como diácono o diaconisa debe estar consciente de que necesita ser un
ejemplo de fidelidad, amor, consagración, lealtad y celo por la iglesia de Dios.

RESPONSABILIDADES Y ACTIVIDADES

 Vestimenta: Sin lugar a dudas, la apariencia interior es la más importante, sin embargo, vestirse
adecuadamente, con buen gusto y sin exageraciones, será una manera de presentarse delante de Dios y
de las personas. Resultará importante controlar el aliento, la limpieza de los zapatos, los cuellos de la
camisas deberán estar limpios y los cabellos perfumados. Las mujeres deben cuidarse los escotes de las
blusas y las polleras con vuelo expuestas al viento.
 Siempre llegar treinta minutos antes: Será necesario organizar el lugar y suministrar el material necesario.
Se deberá llegar antes que los hermanos y amigos para recibirlos y demostrar organización e interés, pues,
el recepcionista se convierte en el anfitrión de la programación.
 Conocer a los miembros de la iglesia: Será una situación desagradable tanto para el hermano de iglesia,
como para el recepcionista, si fuere saludado como si fuera un visitante. Lo mismo sucederá con aquella
persona que hace ya algún tiempo que está asistiendo a la iglesia y nadie sabe que es un amigo de la
iglesia, un interesado o, incluso, un hermano que se ha mudado a esa localidad.
 Conocer la programación: Saber quién será el predicador si hay una programación especial, el tema del
culto, novedades de los congresos y de otras actividades que están ocurriendo es esencial para un
recepcionista, pues él podrá utilizar esas informaciones para motivar a un amigo a permanecer, y también
a regresar.
 Conocer las instalaciones de la iglesia: Resultará beneficioso que cada diacono conozca las partes físicas
de la iglesia, a fin de orientar a las personas hacia los sectores adecuados. Será necesario saber dónde
están los baños, las salas de niños, etc.
 Conocer a los líderes de la iglesia: Conocer el nombre de los líderes, oficios, pastores y sus funciones.

157
Diáconos

 Tener buen trato y ser creativo: Utilizar el tratamiento adecuado para cada persona, dependiendo de la
edad que tiene, su grupo socioeconómico, etc., son aspectos importantes que deberán ser observados. Las
personas son diferentes unas de las otras, es por eso que resultará necesario usar la sensibilidad para
tratar bien a aquellas personas que se reciben.
 Sin apresuramientos ni impaciencia: Una sonrisa natural, una manera de hablar calmada, demostrando
interés y atención al dar las informaciones, será una forma de atender bien a aquellas personas que llegan
a la iglesia.
 No hacer acepción de personas: Debe atenderse a todos sin realizar acepción de personas, raza, credo,
cultura o presentación personal.
 Comunicar algunos hábitos o reglas: Se deben dar informaciones con respecto al uso del celular, el
espacio apropiado para los niños, el ritual u otras que fueren necesarias de acuerdo con el tipo de
programación; tales informaciones ayudarán a los visitantes a no sentirse cohibidos.
 Estar atento y disponible: A veces, el visitante termina saliendo más temprano que el resto de la
congregación. Entonces, podemos abordarlo ofreciéndoles nuestra ayuda y agradeciéndole su visita. Tal
vez podríamos ofrecerle información, un remedio simple, si lo estuviere necesitando, o simplemente
podemos permitirle que esta persona se explaye verbalmente, probablemente esto pueda llegar a hacerlo
cambiar la idea de retirarse.
 Ser discreto: Se deberá tener discreción al mirar a las personas que nos visitan, evitando hacer
comentarios sobre la apariencia de ellas, esta actitud demostrará sabiduría y cristianismo.
 Chismorreos, críticas y comentarios: Existen asuntos que nunca deben ser abordados en la recepción.
Realizar comentarios acerca de la vida ajena, debatir las decisiones tomadas por la iglesia o los asuntos
doctrinarios es darle espacio al enemigo. Tal actitud generará incomodidad para con los hermanos y los
amigos.
 Despedir a los visitantes: Para que esto sea posible, el recepcionista deberá estar en su puesto hasta el
final de la programación. Quien haya realizado el primer contacto también deberá hacer el último. El
visitante, al salir, deberá ser invitado a retornar para la próxima reunión.
 Ayuda durante los servicios bautismales: Las funciones tradicionales Preparar el bautisterio, ayudar a los
candidatos con las batas para el bautismo, toallas y cualquier otra necesidad que se presente.
 Seguridad y comodidad: Son responsables de abrir y cerrar el edificio, y de encargarse de la seguridad y
comodidad de los asistentes a las actividades dentro del edificio.

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Bautismo en aguas

Taller de bautismo en agua

Este taller está diseñado para que usted comprenda más acerca de esta hermosa decisión de bautizarse como
cristiano. Jesucristo mismo fue bautizado por Juan Bautista, dejándonos un ejemplo que seguir. Cuando fue
bautizado Cristo, sucedieron dos cosas hermosas, las cuales también sucederán en la vida de aquel que sigue sus
pasos.

1. Descendió el Espíritu Santo Sobre Cristo.


2. El Padre lo afirmó como su “hijo amado”.

Un día en que todos acudían a Juan para que los bautizara, Jesús fue bautizado también. Y mientras oraba,
se abrió el cielo, 22 y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo
que decía: «Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo.» (Lucas 3:21-22).

Uno de los momentos más emocionantes en cualquier boda es cuando los novios se toman de la mano y
repitiendo unas palabras de compromiso se colocan el anillo matrimonial. Ese instante es crucial porque tal vez es
la única señal que se mantiene visible entre ellos y ante las demás personas, recordándoles ese pacto
mutuamente.

El anillo le recuerda a “EL” que ya pertenece a “ELLA” y por ende no hay cabida para otras personas. Asimismo el
anillo le indica a la sociedad que “EL y ELLA” están en una relación de mutua pertenencia; por esta razón portamos
el anillo en una parte visible y permanente. Es un testimonio público de una unión que se celebró un día en la
intimidad y que ha perdurado a través del tiempo. La pareja tuvo un tiempo de conocimiento y enamoramiento,
para que luego se pronunciara el tan anhelado «sí acepto». El anillo sella ese “sí” y compromete a dos corazones
en una relación de exclusividad.

La Biblia nos ilustra El Bautismo como ese “anillo” espiritual que sella públicamente un compromiso de relación,
que adquirimos íntimamente con Dios. Este compromiso significa haber comprendido que Jesucristo es más que
una figura histórica o un líder religioso; es haber decidido responder a su invitación de entablar una relación
personal con Él. Es haber aceptado su perdón y redención por toda nuestra maldad y pecados, entendiendo que
su muerte en la cruz tenía esa finalidad y que por gratitud, debemos estar felices de que llegue el día en que
podamos colocarnos su anillo en el dedo.
Cuando nos bautizamos, obedecemos el mandato que Jesús dejó en la Biblia y estamos frente a un mundo curioso
diciendo simbólicamente: «con este bautizo te desposo…»

Por esta razón se bautiza a quienes han recibido a Cristo en su corazón y se debe hacer conforme a las enseñanzas
bíblicas. Estas enseñanzas incluyen la analogía del anillo matrimonial pero van aún más allá y de esto es que vamos
a aprender.

161
Bautismo en aguas

Lección N°1: ¿QUÉ ES EL BAUTISMO?

Al comienzo de su ministerio, leemos que Jesús enseñaba y también bautizaba (Juan 3:22,26); parece que tiempo
después delegó la responsabilidad de bautizar a sus discípulos (Juan 4:2). Pero preguntémonos: ¿Por qué se
bautizaban los seguidores de Jesucristo? ¿Quién fue el inventor del bautismo cristiano? Antes de partir, Jesucristo
dio a sus discípulos instrucciones claras: “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” (Mateo 28:19). Esto es lo que llamamos el “bautismo cristiano”.
Cabe notar que la práctica del bautismo comenzó mucho antes. Juan el Bautista, por ejemplo, bautizaba a las
personas que venían a él. En la tradición judía de la Biblia, también encontramos ciertas formas de bautizo

 ¿Qué significa el bautismo cristiano?

El bautizo cristiano es el acto simbólico mediante el cual una persona que ha recibido a Jesús, demuestra
públicamente que es un discípulo de Él. Por lo tanto, es un símbolo exterior de una transformación interior, que
consiste en ser sumergido en agua y luego ser sacado de ella.
La palabra bautizar proviene del término griego “BAPTIZO”, que significa “sumergir” o “hundir”. Esta palabra
griega también se empleaba en el oficio de teñir tela en tinta. La tela o lana se sumergía o “bautizaba” totalmente
en la tinta para quedar teñida. Entendemos, por lo tanto, que el bautismo simboliza una identificación estrecha. Al
bautizarse, el cristiano se “sumerge” visiblemente en Cristo (Romanos6:3) y en el Cuerpo de Cristo, que es la
Iglesia (1 Corintios 12:13). Esto quiere decir que el que se bautiza se identifica de forma visible con el Señor y con
su Iglesia.

 ¿Por qué bautizarse?

Sencillamente porque en la Biblia leemos que el bautismo es el deseo de Jesús para cada creyente. Aún más, sus
palabras en Mateo 28:19 expresan un mandamiento para ti y para mí. Cristo mismo desea y espera que cada
cristiano busque ser bautizado. Jesús no deja lugar para que un creyente, que ha experimentado ya el nuevo
nacimiento, no se bautice. Si eres un cristiano y no te has bautizado, tu situación, por decirlo de alguna manera no
es normal.
Los apóstoles y los primeros creyentes tomaron muy en serio estas instrucciones del Jesús. Ellos predicaban la
Palabra de Dios, y “Los que recibieron su palabra fueron bautizados” (Hechos 2:41). Más adelante, en Hechos
8:35,36, leemos que Felipe le explicó el evangelio de Jesús al etíope que volvía de Jerusalén. Al terminar de hablar
Felipe, el etíope le dijo: “Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?” ¿Por qué hizo el etíope tal
pregunta? Tenemos que concluir que la enseñanza sobre el bautismo formaba parte del evangelio de Jesús. Es
decir, si no predicamos, promovemos y practicamos el bautismo cristiano, nuestro mensaje es incompleto. Si
miramos los ejemplos que encontramos en el libro de los Hechos, vemos sin excepción que el nuevo creyente se
bautizaba tan pronto como podía después de su conversión.
Podríamos concluimos entonces, que: El bautismo es la clara voluntad de Jesús para todo cristiano.

 Lo que NO hace el bautismo:

 No salva, ni redime.
 No garantiza nuestra entrada al cielo.
 No produce “cambios mágicos”.

“El bautismo no es algo que la persona hace para ser salva; el bautismo es algo que hace una persona salva.”

 ¿Por qué es necesario ser creyente antes de ser bautizado?

El bautismo en agua es sencillamente un símbolo, una representación de lo que sucedió el día de tu conversión.
Cuando una persona decide entregar su vida a Jesús, le recibe en el corazón con toda sinceridad. En ese momento

162
Bautismo en aguas

la persona “muere con Cristo”, es “sepultada con Cristo”, y “resucita con Cristo”. A esto se le denomina
IDENTIFICACIÓN con Cristo. Cuando Cristo murió y resucitó, Él cargó el castigo que yo merecía. Es como si yo
muriera y resucitara con Cristo. A los ojos de Dios, el creyente cuenta como un crucificado, muerto, sepultado y
resucitado EN Cristo. Por eso “No hay condenación para los que están en Cristo Jesús” (Romanos8:1). ¿No es esto
maravilloso? Esta identificación ocurre por decreto de Dios para cada creyente en el momento de su conversión, y
nadie puede anularlo.

En el mismo instante en que tú y yo nos rendimos al Señor, Dios nos identifica con Cristo, pero también nos
identifica con la Iglesia, que es el Cuerpo de Cristo. La Iglesia no es un edificio, sino el conjunto de todos los
verdaderos cristianos en todo el mundo, en todos los tiempos. Estas dos identificaciones (con Cristo y con la
Iglesia) son actos espirituales, y ocurren por decreto de Dios en el momento de la conversión. Una vez que han
sucedido, nadie puede anularlas.
El bautismo representa lo que ocurre en la conversión. Es un símbolo visible de una transformación espiritual e
invisible. Simbólicamente la persona es “sepultada” en el agua, y sale otra vez de allí “resucitada”. Es una pequeña
representación de una realidad espiritual que ocurrió en el día de su conversión.

 ¿Por qué debo bautizarme en agua?

1. Es un acto público de fe.


 El bautismo en agua es solo para los que tienen una relación de salvación con el Señor Jesucristo. Si los
pecados de una persona no han sido perdonados o limpiados, entonces no debería ser bautizada en agua.
La salvación tiene que venir antes del bautismo en agua.
 El bautismo en agua es para los creyentes en Jesucristo, sean hombres o mujeres. Incluso los niños pueden
ser bautizados si han confiado en Cristo como su Salvador personal.

2. Es un mandato divino.
 Lo ordenó el propio Señor Jesús antes de subir al cielo.
 En Hechos capítulo 10, el apóstol Pedro predicó el mensaje del Evangelio a un grupo de gentiles, quienes
creyeron el mensaje que les predicó.
 Pedro no dijo: “Pueden ser bautizados si quieren, pero no es algo que tengan que hacer.” No, Pedro
mandó que estos creyentes fuesen bautizados.
 El bautismo es algo que cada creyente debe hacer en obediencia al Señor. Otro ejemplo se encuentra en
Hechos 2:38.

3. El ejemplo de Jesús.
 La Biblia afirma que Jesús voluntariamente fue bautizado en aguas por Juan el bautista. El no tenía pecado
de que arrepentirse pues era santo, sin embargo, también hizo público su acto de fe.
 Jesús también bautizaba.

 ¿Qué simboliza el bautismo cristiano?

En los evangelios encontramos el mandato del bautismo cristiano y en el libro de los Hechos ejemplos de su
práctica. Para entender el significado del bautismo necesitamos buscar en el resto del Nuevo Testamento, y
especialmente en las epístolas. El bautismo es “un paso de obediencia”, porque el creyente que pide ser
bautizado, está demostrando amor al Señor y obediencia a su Palabra. Pero ¿Por qué habrá inventado Cristo esta
práctica de meternos al agua? ¿No habría una forma más sencilla de demostrar nuestro amor y obediencia al
Señor?

El Antiguo Testamento contiene un buen número de actos simbólicos o pequeños ‘dramas’ para ilustrar verdades
espirituales. Entre ellos encontramos la celebración de la Pascua y otras fiestas, la circuncisión de todo varón
judío, los lavamientos y sacrificios de los sacerdotes de Israel, y muchos más. El Nuevo Testamento se refiere a
estas actividades visibles como “sombras” de realidades espirituales (Hebreos 10:1). En el Nuevo Testamento
también encontramos unos cuantos actos simbólicos, y debemos tomarlos con la misma seriedad. El bautismo es
uno de ellos. Es un pequeño ‘drama’ que el Señor pide a todo cristiano hacer UNA SOLA VEZ después de creer,

163
Bautismo en aguas

pues ilustra algo que ocurrió en el momento de su conversión. En ese momento nuestros pecados son
perdonados, somos declarados justos, nacemos de nuevo, recibimos al Espíritu Santo, somos hechos hijos de Dios,
entramos a formar parte del Cuerpo de Cristo (la Iglesia) y mucho más. La forma de ejecutar el bautismo cristiano
ha sido escogida por Dios para representar o “dramatizar” esencialmente DOS de estos cambios:
 Nuestra identificación con Cristo en su muerte y resurrección.
 El fin del viejo hombre y el comienzo de la nueva vida

En resumen: El bautismo es parte del nuevo nacimiento y una señal de que nos unimos a Cristo. Simboliza nuestra
muerte al pecado y resurrección a vida eterna. El bautismo es un acto de obediencia a Dios.

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Bautismo en aguas

Lección N°2: ¿CUÁNDO BAUTIZARME EN AGUAS?

“Arrepiéntanse y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados…”
(Hechos 2:38 - NVI)

 Después de aceptar a Jesús como Señor y Salvador de mi vida.

La Biblia es clara al señalar que después de declarar que Jesús es mi Salvador es necesario realizar el paso
siguiente de ser bautizado públicamente; entendiendo que esto no quiere decir que somos nuevamente salvos.
Somos salvos por la sangre de Cristo derramada en la cruz y no es el agua. La persona que es bautizada en agua
debería dar el siguiente testimonio: “He decidido seguir a Cristo no importa lo difícil que sea. Puedo perder así
llamados “amigos”, o puedo ser maltratado o ser objeto de burla, o mal entendido, o sufrir por causa de Cristo,
pero estoy dispuesto a aceptar estas cosas si me suceden, recordando que estoy en territorio enemigo. Esas cosas
son realmente de poco valor cuando pienso en lo mucho que sufrió mi Salvador por mí cuando murió en la cruz”.

 Sin demora. Debo ser bautizado en aguas después que me arrepiento de mis pecados y confieso a Jesús
como mi único y suficiente Salvador. El Nuevo Testamento tiene varios relatos que muestran que nosotros no
debemos demorar el bautismo una vez que está claro que el creyente se ha arrepentido y está preparado.
 Cuando Pablo (entonces llamado Saulo) había de ser bautizado, Dios inspiró a Ananías para ir a realizarlo.
La reacción de Ananías, inmediatamente al ver a Pablo fue: “Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y
bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre”. Pablo jamás olvidó esto. Note, cuando él bautizó al carcelero
filipense con su familia, fue un poco después de la medianoche, y no obstante Pablo le bautizó “en esa misma hora
de la noche” — sin siquiera esperar a que llegara el día siguiente.
 El eunuco etíope fue bautizado inmediatamente después de que Felipe le aconsejara.

 ¿Quién puede ser bautizado?

Todo aquel que ha nacido de nuevo en Cristo Jesús puede y debe ser bautizado en las aguas: “El que creyere y
fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (Marcos 16.16).

 ¿Debemos bautizar a nuestros bebés o niños?

Cuando un niño sea suficientemente maduro para creer y entregarse al Señor de todo corazón, puede ser
bautizado. En el Nuevo Testamento encontramos cinco casos donde una familia completa se entregaba al Señor:
Cornelio y su casa (Hechos 10:44-48 y Hechos 11:12-18), Lidia y su familia (Hechos 16:14,15), el carcelero de
Filipos y su casa (Hechos 16:30-34), Crispo y su casa (Hechos 18:8) y la familia de Estéfanas (1 Corintios 1:16).
Tomando los cinco casos juntos, podemos concluir que en todos los casos:
 Escucharon el mensaje
 Se arrepintieron y recibieron a Cristo.
 Recibieron al Espíritu Santo.
 Fueron bautizados.
Cada uno de los miembros de estas ‘casas’ o familias tuvo edad suficiente para hacer estas cosas cabalmente.

 Entonces, ¿qué hago con mi bebé?

Notamos que María y José presentaron al niño Jesús en el templo conforme a la ley de Moisés (Lucas 2:22).
Muchos años después leemos de aquellos que trajeron sus niños al Jesús para que Él pusiera sus manos encima y
orase por ellos (Mateo 19:13). Como iglesia podemos pedir la bendición de Dios sobre el bebé, y sabiduría para los
padres, con el fin de que puedan instruir al niño en los caminos del Señor. Cuando el niño crezca, él mismo podrá
tomar una decisión responsable y voluntaria.
En todo caso, al considerar el bautismo de un niño, o de un adolescente, es sabio esperar un tiempo prudencial,
con el fin de comprobar que tiene cierto grado de madurez y que en él pueden verse algunos frutos de la nueva

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Bautismo en aguas

vida (Mateo7:17-21). Así, el paso del bautismo tendrá sentido, pues será tomado a conciencia. “No impongas con
ligereza las manos a ninguno.” (1 Timoteo5:22).
Una condición básica: CREER. “El Bautismo no es una cuestión que determine el destino eterno, sino un acto
público para confesar la fe y la confianza en Cristo; un símbolo externo de un cambio interno”. (Pastor Bill Crowder)

 ¿Qué compromisos adquirí cuando recibí al Señor?

Al bautizarnos NO adquirimos “nuevos compromisos”. Sencillamente los compromisos que adquirimos al


rendirnos al Señor se hacen más visibles ante el mundo. Ahora reflexionaremos sobre algunos de estos
compromisos:
 Obedecer la Palabra de Dios: Nuestro Padre Celestial nos guía a través de su Palabra. Por eso debemos
separar el tiempo necesario para leerla y pensar en ella, para que “La palabra de Cristo more en abundancia en
nosotros.” (Colosenses 3:16). Si de veras amamos al Jesús, buscaremos ser obedientes a su Palabra (Juan 14:21).
Al ser creyentes obedientes creceremos en santidad y en buenas obras, y traeremos honra al nombre del Señor.
 Orar con frecuencia: Nuestro Padre Celestial se interesa en todos los detalles de la vida de sus hijos. Nos
exhorta a que “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios... guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos
en Cristo Jesús.” (Filipenses 4:6,7).
 Reunirse con otros creyentes: El Cuerpo de Cristo (la Iglesia) no es una invención humana. Dios diseñó la
vida cristiana para vivirla JUNTO con otros creyentes en la “asamblea” o “iglesia local”. Pablo exhortó a Timoteo:
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio
invocan al Señor.” (2 Timoteo 2:22). En Hebreos 10:24, 25 también se nos exhortan congregarnos para
“estimularnos al amor y a las buenas obras”. Desde el momento de tu conversión debes hacerte el propósito de
reunirte regularmente con otros creyentes para alabar a Dios, para recibir ayuda y para tratar de ayudar a otros.
Reunirse regularmente requiere sacrificio. ¿Con cuánta devoción buscas reunirte? Recuerda, Cristo mismo
promete estar presente donde “dos o tres” se congregan en su nombre (Mateo 18:20). Congregarse es parte
fundamental de la nueva vida.
 Testificar a otras personas: La palabra “evangelio” quiere decir “buenas noticias”. Estas buenas noticias de
perdón, salvación y de vida cristiana no son solamente para nosotros. Dios desea salvar y reconciliar al pecador, y
¡nos ha escogido a nosotros los creyentes para ser sus embajadores! (2 Corintios 5:18,20). El apóstol Pablo
entendió la maravilla de este mensaje y escribe: “No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree.” (Romanos 1:16). ¿Buscas la oportunidad de compartir tu fe en Cristo con tus
familiares y conocidos? Dios ama a tus amistades y desea salvarles.
 Administrar bien los recursos que el Señor ha provisto: Al entregar nuestras vidas a Cristo, todo lo que
tenemos debemos someterlo a su señorío (1 Crónicas 29:14). Como parte de esto, es normal que todo creyente
separe parte de sus ingresos para ofrecérselos a Él. Encontramos en la Biblia que nuestro Padre desea que todo
creyente ofrende de acuerdo a lo recibido durante la semana (1 Corintios 16:1,2). Dios ama y bendice al que ha
aprendido a dar con sacrificio, con gratitud y alegremente (2 Corintios 9:7). Todos estos compromisos siguen
vigentes después del bautismo. No es que se vuelven más serios después; siempre han sido serios. Sin embargo, el
bautizado debe ser consciente de que el acto que realizó lo ha dado a conocer delante de muchas personas como
cristiano, y que lleva por todas partes el nombre de Cristo. ¡Qué privilegio tan alto! y ¡qué responsabilidad tan
delicada!

 ¿Con quién adquiero estos compromisos?

El cristiano adquiere sus compromisos con Cristo. Fue Él quien murió por el cristiano. Fue Él quien nos compró con
su preciosa sangre. Adquiero el compromiso con Cristo de pertenecer a una comunidad, en términos de servicio,
cuidado mutuo y proyección. Es importante reconocer que mi compromiso mayor es con Cristo y no con los
hombres, aunque esto no quiero decir que vamos a ignorar los consejos que ellos nos den, basados en la Palabra
de Dios. Pero sí quiere decir que me bautizo porque Cristo me lo está pidiendo. Me reúno porque Cristo así lo
quiere. Sólo a Cristo debemos esta lealtad y obediencia. A Cristo daremos cuenta de nuestro comportamiento: “Es
necesario que todos nosotros, los creyentes, comparezcamos ante el Tribunal de Cristo, para que cada uno
reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo” (2 Corintios 5:10).
¡Que el Señor nos ayude a tomar nuestros compromisos con seriedad!

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Bautismo en aguas

Lección N°3: ¿CÓMO SE PRACTICA EL BAUTISMO CRISTIANO?

 El bautismo por inmersión: Hay tres buenas razones por las cuales el bautismo debe practicarse por el
método de inmersión, es decir, sumergiendo a la persona momentáneamente en agua:

1. El significado de la palabra “bautismo”: El Espíritu Santo escogió una palabra griega que significa
“hundir”, “sumergir”, “zambullir” o “teñir”. Esto sugiere inmersión total.
2. Su significado simbólico: El bautismo cristiano representa nuestra identificación con Cristo en su muerte,
sepultura y resurrección. El bajar a las aguas, ser sumergido y luego salir de las aguas ilustra bien estos
hechos. También es un buen “drama” de la muerte y sepultura de nuestra vieja vida y el comienzo de la
nueva vida.
3. Ejemplos bíblicos: Las Escrituras nos muestran el bautismo practicado por inmersión. Por ejemplo, la
experiencia del etíope: “Y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó. Cuando subieron
del agua...” (Hechos 8:38,39). Los bautismos se hacían “en” agua y no “con” agua. Juan, por ejemplo,
bautizaba “en” el río Jordán (Marcos 1:5). Los ejemplos bíblicos nos hacen pensar en un bautismo por
inmersión en lugares de “muchas aguas” (Juan 3:23).

 ¿Dónde se debe bautizar?

La Palabra de Dios no nos señala un lugar específico dónde debemos bautizar. Por tanto, tenemos libertad de
bautizar en cualquier lugar adecuado, donde haya suficiente agua. Puede ser un tanque, un río, el mar. El apóstol
Pablo, aunque era un judío, no fue bautizado ni en Jerusalén, ni en el río Jordán. Fue bautizado en Damasco,
capital de una nación gentil (Hechos9:18). El carcelero fue bautizado en Filipos, siendo aún de noche,
probablemente en su propia casa (Hechos 16:33). El bautismo del eunuco tuvo lugar en el camino de vuelta a su
país (Hechos 8:36-39). Al parecer, Lidia y su familia fueron bautizados en el río junto al cual se reunían las mujeres
para orar, y éste no era el río Jordán (Hechos 16:13-15). Podríamos citar más casos en los cuales se puede ver que
el bautismo cristiano siempre se realizaba en la misma área donde la persona se convertía. Esto tiene su razón de
ser. El primer lugar donde una persona debe mostrar su entrega al Señor es su propia casa, su propio pueblo, en
donde la conocieron antes y después de su conversión.

 ¿Qué ropa se debe usar durante el bautismo?

La Biblia guarda silencio al respecto. Dado que el bautismo es un acto simbólico que no tiene poder para cambiar a
una persona, insistir en una ropa especial es una cosa necia. Quizá lo único que podemos decir es que sea “ropa
decorosa, con pudor y modestia.” (1 Timoteo2:9), no sólo en la mujer sino también en el hombre. Por eso es
recomendable usar ropa que no se vuelva traslúcida al mojarse, ni faldas delgadas que se levanten en el agua.

 ¿Quién puede bautizar a otro?

En cuanto a esto tampoco tenemos un mandato bíblico específico. Unas veces se ve en las Escrituras que
bautizaba el mismo evangelista (Hechos 8:38). Sin embargo, el que bautiza no tiene que ser un hermano
especialmente dotado, ni un anciano, ni un obrero de tiempo completo (Hechos 9:18; 1 Corintios 1:14-17). Es de
esperarse que el que bautiza sea un hermano de buen testimonio y que sepa qué es lo que está haciendo.

 ¿Se requieren clases bautismales?

En la Biblia no encontramos un mandato ni un ejemplo de un curso preparatorio para el bautismo. La enseñanza


sobre el bautismo evidentemente era incluida en la predicación del evangelio, de tal manera que los que creían
eran bautizados sin demora: “Así que, los que recibieron la Palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día
como tres mil personas.” (Hechos 2:41). Al convertirse, el etíope le dice a Felipe “Aquí hay agua, ¿qué impide que
yo sea bautizado?” (Hechos 8:36). Inmediatamente paran el carro, bajan a las aguas, y Felipe lo bautiza.
Leemos que el carcelero de Filipos “tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y
enseguida se bautizó él con todos los suyos.” (Hechos 16:33).

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Bautismo en aguas

Sin duda alguna, es sano explicar bien el significado de la salvación y del bautismo antes de proceder con el
bautismo. Debemos bautizar inteligentemente. Debido a la confusión que existe sobre el tema en varios lugares,
algunos creyentes sienten la necesidad de dictar un corto curso bautismal antes de proceder con el bautismo, con
el fin de despejar inquietudes. Generalmente un curso de estos puede ser de buena ayuda. Pero nos apartamos de
la Palabra de Dios si insistimos que un creyente tiene que recibir las clases antes del bautismo. Estas clases sólo se
pueden recomendar. Deben ser pocas clases, para no alargar desmedidamente el tiempo entre la conversión y el
bautismo. Recordemos que después del bautismo habrá toda una vida en la cual se debe enseñar y aprender.

Algunos creyentes sienten que es necesario arreglar algunas situaciones del pasado que son causa de mal
testimonio, tales como el estar viviendo en unión libre, tener enemistades, ser esclavo del alcohol o la droga, etc.
El arreglar cosas como estas agrada al Señor y constituyen frutos de la nueva vida (Colosenses 3:5-10). Cualquier
duda, es conveniente consultarla con algunos de los creyentes maduros en la iglesia local antes de ser bautizado.

 ¿Qué palabras se dicen en el bautismo?

Jesús dijo muy claramente: “bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.”
(Mateo28:19). Pero en el libro de los Hechos, encontramos que los creyentes eran bautizados “En el nombre del
Señor Jesús.” (Hechos 2:38; 8:16; 10:48; 19:5). ¿Por qué esta diferencia? Algunos piensan que hay contradicción
pero en realidad no hay tal. Es más cómodo ignorar algunos versículos, pero debemos aceptar toda revelación de
Dios y buscar entenderla. Hay algunas posibilidades:
 Algunos hermanos observan que todas las personas bautizadas en el libro de Hechos ya conocían al Dios
verdadero revelado en el Antiguo Testamento. Lo único que les faltaba era reconocer al Señor Jesús, el Mesías que
Dios había enviado, y recibirlo. Por eso se bautizaban en el nombre del Señor Jesús. Muy distinto sucede con un
gentil que vivía en la idolatría, adorando a otros dioses. Este último necesitaba reconocer por completo al Dios
verdadero, al Dios trino, es decir, al Dios que se ha revelado en tres personas distintas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
 Otros hermanos prestan atención a la enseñanza que regía el comportamiento de los primeros creyentes:
“Todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús.” (Colosenses 3:17).
Dado que debían hacer todo en el nombre del Señor Jesús, no se sorprenden al leer que estos creyentes también
bautizaban en el nombre del Señor Jesús.
 También hay de aquellos hermanos que preguntan: ¿Qué es el bautizar en el nombre del Señor Jesús? Es
bautizar con la autoridad de Señor Jesús y según sus instrucciones, es decir, según Mateo 28:19. Sea cual fuere la
interpretación más correcta, es bueno recordar que en Jesús “Habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad.” (Colosenses 2:9). Al ser bautizados estos discípulos en el nombre de Jesús, realmente lo estaban
haciendo en el nombre de toda la Divinidad. Por esta razón, tampoco podemos inventar nuestras propias reglas y
prohibir que se bautice a una persona en el nombre de Jesús, con tal que tenga como base al Dios trino. El
cristiano que sencillamente obedece este mandato del Señor y se bautiza «en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo», no tiene nada qué temer. Está utilizando la frase que Jesucristo pronunció para el bautismo
cristiano.

 ¿Cuándo es necesario volver a bautizar a alguien?


Es bíblico que todo creyente sea bautizado correctamente con el bautismo cristiano solo una vez. En algunos
casos, esto significa un segundo bautismo. En las Sagradas Escrituras también encontramos este caso. Los
discípulos de Juan el Bautista reconocieron que su conocimiento de Dios era incompleto, pues aún no habían oído
hablar del Espíritu Santo. Reconocieron que no habían recibido el bautismo cristiano y fueron bautizados
nuevamente (Hechos 19:3). El bautismo cristiano es el que se realiza después de creer y recibir al Señor. ¿Te
bautizaron cuando eras un bebé, o antes de tu entrega a Cristo? Ahora tienes la oportunidad de pedir el bautismo
cristiano.

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Bautismo en aguas

Lección N°4: ¿QUÉ IMPIDE QUE YO SEA BAUTIZADO?

 El bautismo cristiano:
En resumen hemos notado que la Biblia contiene diferentes clases de bautismo. El Jesús espera que todo creyente
se bautice con el bautismo cristiano. Es una pequeña “representación” en la cual el creyente es sumergido
momentáneamente en el agua, representando que murió y fue sepultado con Cristo. Esto representa el fin de su
vida antigua, su viejo hombre. Al salir del agua, está mostrando que resucitó con Cristo a una vida nueva.
Debemos recordar que el bautismo NO SALVA. Buscamos bautizarnos porque el Señor lo ordenó, más NO porque
nos pueda limpiar los pecados, o hacernos nacer de nuevo, o añadir algo de santidad, o hacernos más salvos, o
reducir las tentaciones. Jesucristo nos manda que después de la conversión, nos bauticemos «en el nombre del
Padre y del Hijo y del Espíritu Santo». El bautismo puede ser realizado en cualquier lugar donde haya suficiente
agua, y por cualquier hermano en Cristo de buen testimonio. Es quizá más importante que se haga en el lugar
donde el creyente vive, como testimonio delante de las personas que le conocen.

 ¿Qué pasa después del bautismo?

Después de su conversión, los primeros cristianos demostraron públicamente su entrega a Cristo con su bautismo
pero allí no terminó su experiencia, ya que estos creyentes perseveraban. Sin duda estos creyentes tenían sus
problemas, tentaciones y frustraciones, pero seguían firmes y fieles al Señor. “Así que, los que recibieron su
palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas: Y perseveraban en la doctrina de
los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” (Hechos 2:41,42).

 Notamos que estos nuevos creyentes perseveraban en cuatro cosas:

1. La doctrina de los apóstoles: Buscaban aprender y practicar la Palabra de Dios. Después de tu bautismo
hay mucho que aprender. No te dejes engañar por Satanás pensando que ya sabes suficiente y no necesitas más
del estudio de la Palabra.
2. La comunión unos con otros: Estos creyentes buscaban activamente relacionarse entre sí. Se reunían, se
impulsaban unos a otros para amar a Dios y a los demás, hacían buenas obras juntas, se preocupaban los unos por
los otros. Todo creyente bautizado debe formar parte activa de una asamblea o iglesia local.
3. El partimiento del pan: La Cena del Señor es la única reunión o celebración que Jesús pidió realizar de una
manera explícita. En ella adoramos al Señor por su maravilloso sacrificio por nosotros y anticipamos su pronto
regreso. La invitación de Jesucristo mismo a todo creyente que le ama es: “Haced esto en memoria de mí.” (1
Corintios 11:24,25). ¿Estás respondiendo a esta hermosa invitación? Es muy importante que perseveres en esto.
4. Las oraciones: El tiempo de oración personal es indispensable para todo creyente. Sin embargo, también
notamos que los creyentes en el Nuevo Testamento practicaban y perseveraban en la oración colectiva (Hechos
1:14). Juntos buscaban los recursos de Dios para enfrentar los ataques del enemigo.

 El bautismo y la cena del Señor

Muchos nos hemos preguntado si es necesario ser bautizado para participar de la Cena del Señor. Para dar una
respuesta, primero comparemos estos dos actos simbólicos. Son dos cosas distintas: El bautismo es un testimonio
visible de la conversión, mientras que la Cena del Señor es un memorial de la muerte del Señor. El bautismo se
refiere a mí, mientras que la Cena se refiere a Él. El bautismo es una responsabilidad personal, la Cena es un
privilegio colectivo entre creyentes. El bautismo es “una sola vez”, la Cena del Señor es una celebración
permanente “hasta que Él venga”. Tienen en común, que tanto el bautismo como la Cena fueron instituidos por el
Jesús. Lo normal es que todo creyente participe de los dos (Mateo 28:19 y 1 Corintios 11:23-30).
En la Biblia no encontramos un versículo que prohíba que alguien participe de la Cena sin haberse bautizado; sin
embargo, lo normal es que el cristiano participe de la Cena del Señor después de haberse bautizado. Creemos que
esto es cierto por las siguientes razones:
 Este orden es lógico: Primero, el bautismo para demostrar públicamente que si es creyente, luego la Cena
para expresar nuestra gratitud al Señor junto con otros hermanos.
 Ejemplos bíblicos: Después del nacimiento de la Iglesia en el día de Pentecostés, notamos que todos los

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Bautismo en aguas

creyentes eran bautizados enseguida o poco después de su conversión. Por lo tanto, es de esperar que todo
creyente que se unía a los apóstoles y a los demás hermanos para celebrar la Cena del Señor, ya fuera bautizado
con el bautismo cristiano (Hechos 2:41,42).
 Observación pastoral: Si un creyente no quiere obedecer al Señor con el bautismo cristiano pero sí quiere
participar de la Cena, se le debe preguntar: ¿Por qué no te has bautizado? Si “algo” le impide el bautismo, ese
mismo “algo” probablemente también le impide participar a la Cena del Señor. Ese “algo”, puede ser rebeldía y
falta de sujeción a la Palabra, o desobediencia al mandamiento, o simplemente poco amor por el Jesús.

¿Estás participando regularmente a la Cena del Señor? ¿Estás respondiendo a ese llamado de amor de nuestro
Salvador: “Haced esto en memoria de mí”? Es un privilegio y también una responsabilidad.

 ¿Quién debe tomar la iniciativa en cuanto al bautismo?

En otras palabras, ¿debo pedir que me bauticen, o debo esperar que alguien venga y me motive? En Mateo 28:19
el deber recae sobre el que predica el evangelio. Somos llamados tanto a hacer discípulos como a bautizar.
¿Entiendes esto? Si compartes tu fe en Cristo con otro, pero no promueves el bautismo cristiano, tu evangelismo
es incompleto. Nuestro llamado del Señor es a evangelizar (hacer discípulos), a bautizarles y edificarles
(enseñarles). Debemos promover activamente el bautismo.
Por otra parte, el nuevo creyente también tiene la responsabilidad de buscar ser bautizado. Si leemos con cuidado
el encuentro entre Felipe y el etíope en Hechos 8, notamos que el etíope es el que toma la iniciativa de pedir el
bautismo. Primero Felipe le explica el evangelio (vers. 35), lo cual incluyó, sin duda, alguna enseñanza sobre el
bautismo, porque al terminar el etíope pregunta ¿Qué impide que yo sea bautizado? ¿Te has hecho esta misma
pregunta? No debes esperar que alguien te anime a que te bautices. Si amas al Señor, la responsabilidad es tuya.
Toma la iniciativa. Comparte tu deseo de bautizarte con la persona que te anunció el evangelio o con algún
hermano de confianza en la iglesia local. Sencillamente pregúntale “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. La
responsabilidad de obedecer al Señor en el paso del bautismo es tuya.

 ¿Me bautizo o no me bautizo?

Ahora que has estudiado seriamente el tema del bautismo cristiano, el Señor espera una respuesta de tu parte. No
es un ser humano el que te pide actuar, es el Señor mismo, el que te compró con su sangre, el que te salvó, el que
te libró de la ira venidera. La obediencia requiere sacrificio, pero siempre trae gozo. Después de su bautismo,
leemos que el etíope «siguió gozoso su camino» (Hechos8:39). Levanta ahora tus ojos a los cielos y en quietud dile
a tu amante Salvador: «Señor, ¿qué de mi bautismo?» La pregunta para terminar es: ¿Ya le dijiste “SÍ” a la
invitación de Jesús a vivir en una relación íntima y exclusiva con él en un matrimonio espiritual?

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INTRODUCCIÓN

Amado/a Líder, Maestro/a y apoyo docente,ca da niño/a es un diamante en bruto por terminar de formar
y darle el verdadero valor que ya Dios le ha asignado. Ca da niño es un discípulo, aun más, cada niño es un
hijo discípulo consignado en tus manos. Por lo cual, es su mayor responsabilidad y compromiso el
despertar, guiar y formar, el propósito eterno de Dios en cada uno de estos hijos discípulos.
Usar objetos comunes para enseñar las verdades eternas fue el método favorito de Jesús. Sus lecciones
lla ma das parábolas se basaban en objetos y situaciones tan comunes como monedas, árboles, cizaña
(hierba), agua, vino y otros elementos habituales, familiares y normalmente conocidos en la vida de las
personas que escuchaban su enseñanza.
Jesús es el único Maestro de Maestros. Y jamás encontraremos un mejor ejemplo de técnicas de
enseñanza.

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