Ictimologia Parte 6 Cas - 0

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2018 - 05 - 08

Victimología: en busca de un enfoque integrador para


repensar la intervención con víctimas. 1ª ed., marzo 2018
Parte VI. Víctimas de agresiones y abusos sexuales
20. El testimonio infantil: técnicas de obtención y evaluación de su credibilidad
(FERNANDO ÁLVAREZ RAMOS)

20 El testimonio infantil: técnicas de obtención y


evaluación de su credibilidad
FERNANDO ÁLVAREZ RAMOS

Psicólogo forense. Coordinador del Equipo Psicosocial Judicial de la C.A. del País Vasco

Sumario:

I. Fundamentos científicos de la memoria aplicados a la psicología del testimonio


1. La huella de la memoria y el recuerdo
2. Recuperación de la huella de memoria
3. La memoria en preescolares
4. Deterioro/degradación de la huella de la memoria y sugestibilidad infantil
II. Técnicas de entrevista para obtención del testimonio infantil
III. Victimización secundaria: vulnerabilidad de los menores víctimas/testigos durante el
proceso judicial
IV. Desarrollo de la prueba preconstituida y otras formas de declaración por medio de
expertos
V. La evaluación de la credibilidad del testimonio: el SVA (Statement Validity Assessment,
Steller y Köhnken, 1989), Sistema de Análisis de la Validez de las Declaraciones.
1. Descripción y aplicación del SVA: el CBCA y la lista de prueba de validez
2. Limitaciones del sistema y propuestas de mejora
VI. Bibliografía

I. FUNDAMENTOS CIENTÍFICOS DE LA MEMORIA APLICADOS A LA


PSICOLOGÍA DEL TESTIMONIO

En contexto judicial el primer elemento de prueba de la victimización es la constatación


del daño sufrido, sea este daño físico o psíquico, siempre y cuando ese daño sea una
consecuencia directa del delito y no pueda explicarse mediante otras características o
situaciones. Pero, la valoración del daño psíquico derivado de un delito resulta compleja
y está sujeta a importantes limitaciones, aún más en los casos de delitos contra menores
procedentes del entorno familiar o cercano afectivamente al del imputado, puesto que
de hecho no siempre son observables las consecuencias o éstas no se producen por no
haber tenido una vivencia traumática del suceso, el contexto familiar o personal puede
amortiguar el impacto o puede que otras situaciones como la propia separación
conflictiva de los padres generen problemas emocionales similares. Con todo ello,
resulta muy arriesgado confirmar o desestimar denuncias de abuso sexual o maltrato
infantil atendiendo a la presencia o ausencia de desajustes o indicadores psicológicos en
el menor que determinen un daño psíquico; y por ello en muchos delitos en los que se
ven implicados los niños, bien como víctimas o bien como testigos, por su ocurrencia en
el ámbito privado en el que no es fácil probarlos, el testimonio de la víctima, vistas las
limitaciones de la evaluación psicológico-forense de la huella psíquica del delito o de los
indicadores conductuales, adquiere una especial importancia al ser el único medio de
prueba disponible.

Un testimonio o declaración judicial es un relato de memoria que una persona realiza


sobre unos hechos vividos o presenciados por él. Aunque la capacidad del ser humano
para almacenar sucesos y experiencias es extraordinaria puesto que podemos recordar
con mayor o menor exactitud experiencias, acontecimientos y vivencias ocurridos
mucho tiempo atrás; la memoria no es perfecta, no registra fielmente todo lo ocurrido y
no almacena la realidad, sino interpretaciones y modificaciones de la misma, estando
sujeta a múltiples interferencias.

1. LA HUELLA DE LA MEMORIA Y EL RECUERDO

Formando parte de la memoria episódica (definida por un contexto espacial y temporal


que acompaña a los recuerdos, a diferencia de la memoria semántica, puesto que esta
última almacena conocimientos que la persona tiene sobre las cosas y conceptos), se
encuentra la memoria autobiográfica o recuerdos vividos en primera persona. Cuando le
pedimos a alguien que nos relate lo que sucedió en un momento y lugar determinado (y
esto es precisamente lo que ocurre en una toma de declaración judicial), le estamos
pidiendo que acceda a sus recuerdos autobiográficos, un tipo de recuerdos
caracterizados por la amplitud de detalles sensoriales y contextuales y por menos
alusiones a procesos cognitivos que los recuerdos de origen interno (conocimientos
sobre cosas y conceptos, imaginaciones, sueños...). Por tanto una de las principales
implicaciones prácticas de la diferencia entre el recuerdo de un episodio vivido y uno
imaginado (pensado, inducido, sugerido...) es la amplitud de detalles sensoriales y
contextuales que acompaña al recuerdo vivido. Conviene tener presente que si el testigo
no posee todavía capacidad de memoria episódica contestará a las interpelaciones desde
sus conocimientos (semánticos) que puede haber adquirido de diversas fuentes
(películas, comentarios, sugerencias...) no vividas en primera persona.

Otra de las características principales de la memoria autobiográfica es el afecto y la


emoción que acompaña a los recuerdos sobre la autobiografía, incluso su accesibilidad
depende en gran medida del estado emocional del sujeto. Cuando, además de un relato
de lo vivido en primera persona, solicitamos a alguien que acceda a esos recuerdos que
le produjeron tensión o miedo, le estamos pidiendo que recuerde aspectos de su
memoria autobiográfica traumática ; es decir, recuerdos de memoria vividos por él y
acompañados de intenso miedo o temor incluso hasta ver peligrar su propia integridad
física. Si pedimos a un niño, por ejemplo, que explique el episodio de violencia familiar
al cual pudo estar expuesto o fue él mismo objeto directo, le estamos pidiendo que
acceda a una parte de su memoria almacenada de forma diferente, a unos recuerdos
acompañados de emociones negativas sobre sucesos altamente impactantes en el
psiquismo por la carga afectiva. Manzanero, A. (2010), basándose en estudios
experimentales, concluye que los recuerdos sobre sucesos traumáticos relacionados con
agresiones físicas y sexuales tienden a recordarse en general con mayor frecuencia que
otros acontecimientos de la memoria autobiográfica; y que esta memoria vívida sobre
sucesos altamente impactantes por la repercusión individual o social dejarían una
huella tal en la memoria de quien lo sufre que los hace mantenerse inmunes al
deterioro del tiempo, recordándose con viveza y detalle, sobre todo los aspectos más
centrales, debido al incremento de la atención sobre el hecho a la hora de codificarlos.
Ahora bien, la consideración de centralidad o relevancia de unos acontecimientos u
otros en el niño en ocasiones no coincide con la importancia que les concede el adulto
(por ejemplo, en una situación de abuso o agresión sexual, un aspecto central para el
adulto como puede ser la erección o no, en el niño puede recibir menos atención y no
ser codificada, sin que por ello reste calidad al recuerdo; si durante la entrevista
solicitamos insistentemente que facilite más información sobre este aspecto, podemos
provocar que el niño incorpore fantasías o información falsa).

Las memorias traumáticas, por tanto, en general producen memorias vívidas y no


reprimidas. Cuestión diferente son las memorias disociadas, las cuales se pueden
producir cuando el estrés supera la tolerancia del sujeto que está sufriendo el trauma y
sobreviene una incapacidad para procesar narrativamente esa experiencia provocando
amnesia o discontinuidad en la memoria originada en el momento del trauma. Ante
estas situaciones el entrevistador ha de explorar los elementos que el niño sí recuerda y
tomar en consideración que las lagunas pueden indicar la vivencia traumática. Otro
aspecto se refiere a los episodios apartados de la conciencia por el dolor que produce su
recuerdo, que se reprimieron por dolorosos y fueron trasladados al inconsciente, con
posibilidad de aflorar años después. Estas memorias reprimidas y posteriormente
recuperadas , es decir, recuerdos recuperados tras varios años reprimidos que afloran a
la conciencia (por ejemplo, recordar de pronto, veinte años después, que en la infancia
se sufrieron agresiones sexuales) no parecen en principio congruentes con el
funcionamiento de la memoria.

2. RECUPERACIÓN DE LA HUELLA DE MEMORIA

De acuerdo con el principio de especificidad de la información (Tulving, E. et al. 1973), las


claves más efectivas de recuperación de un recuerdo son determinadas en la
especificidad del momento de su adquisición; es decir, las claves de recuperación están
en el momento de la codificación, pues junto al hecho se almacena el contexto ( hacía
calor, yo tenía miedo, estaba oscuro, mi amigo se estaba poniendo el disfraz…). Los
estudios sobre el funcionamiento de la memoria indican que no existe ningún
procedimiento que permita recuperar los recuerdos originales exactos una vez que
estos se hayan transformado; no obstante, se pueden considerar variables relacionadas
con la recuperación de la información de la memoria autobiográfica, la cual se puede
producir de forma automática (lo vivido nos viene directamente al recuerdo, en
ocasiones evocado por algún estímulo como un olor, una frase...) o bien de forma
indirecta mediante procesos conscientes y controlados donde los referentes
contextuales juegan un papel esencial. Ya se ha indicado que las referencias temporales
almacenadas en la memoria no son una buena vía de acceso a los recuerdos
autobiográficos, y menos en el recuerdo infantil; pero si se combinan con otros indicios
(referencias espaciales, aspectos emocionales...) se recuperan mejor: Preguntar a un
niño, por tanto, qué ocurrió el día 30 de octubre a las siete de la tarde , sin otras
referencias, no resulta buen método para recuperar el recuerdo, habría que ofrecerle
otro tipo de claves referentes (… cuándo te encontraste con el papá de tu amigo, …cuando
ibas triste porque te había pasado algo, …cuándo ibas a la fiesta de Haloween... ). Para la
obtención de un recuerdo autobiográfico, en consecuencia, podemos esperar a que se
produzca de forma espontánea y si no se produjera, se puede inducir mediante
procedimientos conscientes y controlados.

3. LA MEMORIA EN PREESCOLARES

La memoria, así como el resto de capacidades cognitivas relacionadas con el testimonio


infantil, tal es el lenguaje y la atención, se va desarrollando de forma progresiva con la
edad a medida que va madurando el sistema neurológico del niño.

Edad/desarrollo evolutivo Características de memoria


Inicialmente la memoria es de carácter sensitivo, es decir, los bebés
recuerdan sensaciones y emociones, y más tarde recuerdan conductas y
movimientos que repiten y van grabando, puesto que carecen de soporte
verbal. No se almacenan recuerdos de símbolos, por lo que no será posible
recuperar posteriormente episodios o vivencias y por eso no tenemos
recuerdos anteriores a esas fechas (amnesia infantil), se trata de memorias
acontextuales y semánticas. En esta edad de 0 a 3 años la memoria es
fundamentalmente semántica (sobre las cosas y sobre conceptos), no
episódica, y esto significa que los niños menores de tres años: 1) No son
capaces de establecer exactamente cuándo y dónde han ocurrido
determinados hechos (el concepto de tiempo se desarrolla más adelante),
2) a veces tampoco lo son de individualizar los hechos confundiendo
esquemas generales con episodios (no pueden concretar cuantas veces
ocurrió un suceso), 3) tampoco de establecer el origen de la información y
se puede generar una falsa memoria asumiendo como vivida información
que tan solo fue contada ya que pueden confundir lo vivido con lo
imaginado. 4) además, si el niño es protagonista de la acción tiene más
dificultades para discriminar entre acción real e imaginada puesto que en
ambos casos tiene participación (en la acción o en la imaginación) y 5)
muestran dificultades para separar si unos hechos ocurrieron a ellos o a
otras personas.
Por otro lado, la capacidad de juicio moral, su desarrollo emocional, la
De 0-3 años:
capacidad de empatía, el concepto de engaño, etc. se desarrollan en la
etapa escolar, por lo que los preescolares no pueden interpretar o atribuir
intenciones o responsabilidades, un aspecto importante en los hechos
delictivos sobre los que se les solicita testimonio. El lenguaje es escaso
antes de los tres años, lo cual dificulta enormemente la obtención de un
relato sobre la huella de la memoria. No se aconseja por tanto, en
general, la declaración judicial de un niño menor de tres años o si ésta
se hubiera de realizar habría de hacerse con suma cautela. Por otro lado,
resulta difícil recuperar posteriormente información que no fue codificada
o se hizo desde una interpretación diferente a la utilizada en la
recuperación adulta posterior y así ocurre, por ejemplo, en los casos de
abuso sexual de niños muy pequeños, al no mostrarse capaces de
interpretar lo ocurrido por no diferenciarlo de un juego o de una práctica
de higiene en el momento de ocurrencia. Esos hechos difícilmente pueden
ser recuperados posteriormente con la etiqueta de agresión sexual, a no
ser que se le suministren datos posteriormente y se genere una memoria
del suceso; pero esto no es un recuerdo exacto de lo ocurrido sino una
construcción posterior que puede estar basada en hechos reales o no. Al
igual que una agresión sexual puede ser interpretada por el niño como una
conducta de higiene, el recuerdo de una conducta de higiene puede ser
reinterpretada por un adulto como una agresión sexual. La memoria es
dinámica y en ella continuamente se actualiza la información.
En torno a los tres años, y gracias al desarrollo de la relación entre
pensamiento y lenguaje, los niños pueden recordar las situaciones que
viven y pueden explicarlas a alguien empezando así a ejercitar la memoria
autobiográfica que les permite recordar pequeños episodios o historias
protagonizadas por ellos mismos. En torno a los tres años los niños ya
pueden informar sobre experiencias personales; ahora bien, lo harán a su
manera. Es una etapa de transición en la que se recuerdan únicamente
fragmentos aislados e inconexos de imágenes, comportamientos o
emociones sin referencia contextual. A esta edad, los preescolares
De 3-5 años: muestran dificultad para discriminar entre el esquema general y los
detalles episódicos concretos, lo cual les puede llevar a mezclar detalles de
unos sucesos a otros, en casos de sucesos múltiples y aunque a los tres años
ya pueden llegar a distinguir entre realidad y fantasía y en general no
suelen fantasear sobre algo que esta fuera de su campo de experiencias,
pueden llegar a confundir la fuente de su recuerdo y a afirmar como
experiencias vividas algunas experiencias ajenas imaginadas, sugeridas,
vistas en la televisión, etc. Los problemas para discriminar recuerdos
reales de imaginados pueden ocurrir hasta los cinco o seis años de edad
porque ambos tipos de memoria (la referida al suceso real y la referida al
suceso imaginado) generan una huella muy similar.
Los recuerdos de los niños son cualitativamente iguales a los de los
A partir de los 5 años
adultos.

4. DETERIORO/DEGRADACIÓN DE LA HUELLA DE LA MEMORIA Y SUGESTIBILIDAD


INFANTIL

De forma general podemos afirmar que el recuerdo se deteriora con el paso del tiempo
por el decaimiento o debilidad de la huella y, sobre todo, porque se reconstruyen los
hechos cada vez que se recuerdan; contaminándose así con el aprendizaje posterior, la
información del entorno, las preguntas formuladas, los comentarios de otros, etc. Se
generan así las falsas memorias , es decir, el convencimiento de que algo ocurrió sin que
objetivamente ocurriera, lo cual tiene lugar por la incorporación de información post-
suceso, la simple imaginación, la propia reconstrucción del acontecimiento, la sugestión,
etc. Esta degradación y contaminación de los recuerdos es especialmente mayor cuando
se trata de testigos vulnerables (menores o personas con discapacidad intelectual o
alteraciones mentales) por estar más expuestos a estas variables contaminantes. Las
preguntas, en una declaración judicial, realizadas a un niño pueden generar también
una falsa memoria.

Los niños raramente mienten cuando explican de forma espontánea a alguien de


confianza una situación que han vivido. Ahora bien, si se les pregunta mediante presión
(tono de interrogatorio, se les formula la misma pregunta varias veces, preguntas
cerradas o se espera confirmación...) pueden suponer que no han dado la respuesta
correcta o esperada y crearán una respuesta para satisfacer al adulto. Reforzando las
respuestas consideradas adecuadas y castigando las inadecuadas se puede influir en un
relato que el niño termina incorporando como recuerdo. Cuantas más veces tenga que
repetir ese relato más sólido se tornará el recuerdo. Entendiendo por sugestibilidad la
capacidad por la cual los individuos aceptan la información post acontecimiento
incorporada en la memoria de su recuerdo, ante una situación de victimización infantil ,
Juárez et al. (2011) considera cuatro los factores principales que interactúan en la
sugestibilidad: 1) La edad del niño (a menor edad, mas sugestionables) 2) la fuerza de la
memoria (cuanto más tiempo haya transcurrido desde el acontecimiento, más
influencia del olvido y, por tanto, mayor riesgo de que llene el olvido con información
del entrevistador o de otra persona), 3) el ambiente o situación de entrevista (un
ambiente amistoso, un rapport adecuado, un espacio adecuado... consigue reducir la
intimidación y aumentar la confianza, es decir la resistencia a la sugestión; si perciben,
en cambio, al entrevistador como autoritario, poco amistoso o intimidador son más
sugestionables a lo que piensan que se espera de ellos. En este sentido, conviene
desacreditarse a sí mismo concediendo importancia al relato que preste el niño – yo no
estaba allí, tu sabes mejor lo que ocurrió, si no te acuerdas bien lo puedes decir ...)– y 4) la
naturaleza de las preguntas (los niños son muy exactos cuando se les formulan
preguntas abiertas y no tendenciosas, aunque muchas veces responden de forma breve
y hay que formular preguntas más específicas).

Por tanto, la mejor forma de iniciar la entrevista evitando la sugestión, sea ésta
producida de forma intencional o no, es mediante el relato libre y posteriormente hacer
peguntas abiertas. Las preguntas tendenciosas ( tu padre te tocó el culo ¿verdad? ) y las
capciosas ( entiendo yo que tu padre te estaba tocando el culo ¿verdad ?) presionan al
niño. Si se repiten preguntas y entrevistas es más probable que el niño cambie la
respuesta dada anteriormente. En cambio cuando se les pregunta claramente y sin
presión, son igualmente de exactos que los adultos.

II. TÉCNICAS DE ENTREVISTA PARA OBTENCIÓN DEL TESTIMONIO


INFANTIL

Basado en esta fundamentación científica del funcionamiento de la memoria y


destinadas a obtener evidencias testimoniales fiables en cantidad y calidad de niños
víctimas/testigos evitando victimización, la Psicología del Testimonio ha desarrollado
una serie de técnicas de entrevista forense entre las que destacan las siguientes:

a. Entrevista cognitiva (Geiselman y Fisher, 1992): Ha recibido considerable atención


como una de las técnicas más eficaces para ayudar a las personas a recordar. Basada en
principios cognitivos como el de especificidad de la codificación que indica que el
ambiente de recuperación que reinstaure el contexto físico y personal (por ejemplo
imaginándolo mentalmente) mejora el recuerdo; y en el enfoque multicomponente del
trazo de memoria según el cual el trazo de memoria no es una representación unitaria
del acontecimiento original sino una compleja variedad de muchas características;
propone la obtención inicial de un recuerdo libre complementado por técnicas
cognitivas de recuperación de la memoria como son: 1) reinstauración mental del
contexto, incluyendo el estado emocional interno. 2) decir todo lo que se pueda recordar
haciendo caso omiso a la confianza subjetiva que se le atribuya. 3) recordar el
acontecimiento en diferentes órdenes, desde el final al principio, o desde la mitad.) y 4)
cambio de perspectiva, esto es, recordar el acontecimiento como si lo estuviera viendo
desde la perspectiva de otra persona.

Se ha adaptado la entrevista cognitiva a personas vulnerables como son niños en el


contexto judicial con el objeto de mejorar técnicas utilizadas anteriormente que
contaminaban el testimonio infantil mediante preguntas sugestivas (Ibáñez, 2008); no
obstante, resulta complicado utilizar algunas de esas técnicas cognitivas con niños
pequeños (cambio de orden, cambio de perspectiva) pues necesitan de un cierto nivel de
capacidad cognitiva que en ocasiones no llega a alcanzar, por lo que los propios autores
propusieron posteriormente una versión mejorada. Una de las adaptaciones de la
entrevista cognitiva a niños es la realizada por Bull (1997) tal y como informa Juárez et
al. (2011). Se trata de un protocolo que consta de cuatro fases que deben seguir el
siguiente orden: 1) Entendimiento y compenetración : establecimiento de un buen flujo
comunicativo, información acerca del nivel de memoria, lenguaje y desarrollo cognitivo
del niño, explicación de lo que consistirá la entrevista, se le insta a que diga la verdad. 2)
Relato libre : se le pide al niño que diga todo lo que paso con sus propias palabras. Se
pueden hacer preguntas abiertas del tipo ¿ sabes por qué estamos hoy aquí? ¿Hay algo
que me quieras explicar? No realizar preguntas específicas en esta fase y respetar los
silencios y pausas del niño. 3) Interrogatorio: empezando por preguntas abiertas (¿Qué
paso? ¿Qué hiciste? ¿Te dijo algo? ¿Recuerdas algo más? ), recordar al niño que puede
responder con un no lo sé o no me acuerdo , continuar con preguntas específicas,
posteriormente preguntas cerradas. 4) Cierre de la entrevista : Recapitulación sobre la
información obtenida durante la entrevista. Preguntarle si hay algo más que desea
saber; y volver a hablar de temas neutros para que la angustia y ansiedad vuelvan a
situaciones normales.

b. NICHD Protocolo de entrevista forense de Michigan (Lamb, 2000, 2007): El protocolo


original NICHD y los desarrollos posteriores del mismo, seguramente los más utilizados
en el ámbito forense, ofrecen un modelo de investigación forense para víctimas de
abuso sexual infantil mediante una entrevista en varias etapas o fases describiendo de
forma pormenorizada cada una de ellas: 1) Introducción: presentación, aclaración de la
tarea que ha de hacer el niño,... 2) Establecimiento del rapport: creación de un ambiente
relajado y de confianza 3) Entrenamiento en un episodio de memoria: entrenamiento en
estrategias de narración libre sobre un acontecimiento reciente. 4) Transición al tema
del abuso : narrativa libre. 5) Exploración del abuso : preguntas abiertas. 6) Descanso y
síntesis : Conseguir información no mencionada mediante preguntas y aclaraciones. Si
el menor no da la información esperada: preguntas con referencia directiva.
Información sobre la revelación. 7) Cierre. Tema neutro.

c. Protocolo RATAC para entrevistas forenses de Cornehouse, Anderson et al., 2010 : Se


trata de una entrevista semiestructurada que centra su prioridad en la atención del niño
(interés superior del niño) y no tanto en las necesidades de la familia o de la justicia, ni
siquiera tanto en el propio testimonio del niño. Para ello, el entrevistador ha de adaptar
la entrevista al nivel de desarrollo cognitivo del menor. Utiliza tanto dibujos como
muñecos anatómicos no solo para que el niño realice la diferenciación de género o para
identificar o rotular las partes del cuerpo, sino como estímulo o símbolo en la
producción del testimonio. Las etapas de la entrevista son: 1) Simpatía o rapport:
establecimiento de la comodidad del menor, la comunicación y la competencia según el
desarrollo cognitivo y las habilidades comunicativas del niño. 2) Identificación
anatómica : el propósito es determinar la comprensión del niño y su habilidad para
identificar y distinguir entre los dos sexos; y llegar a un lenguaje común sobre las
diferentes partes del cuerpo, usando los dibujos anatómicos como modelos o símbolos y
como estímulos, evitando problemas de sugestión. 3) Investigación sobre los tocamientos
: el objetivo es el ensayo de la habilidad del niño para entender y comunicar acerca de
los tocamientos que recibe o da; mencionando el tema en cuestión mediante la
introducción del tema e indagación específica. 4) Escenario del abuso : el objetivo es
permitir al niño relatar los detalles de su experiencia y explorar hipótesis alternativas.
Para ello es preciso conocer la experiencia del niño mediante técnicas adecuadas de
entrevista, preguntas opcionales, escenario del abuso, preguntas sobre experiencias
sensoriales, concreción de hechos que puedan ser corroborados, dibujos y muñecos
anatómicos, exploración de otras hipótesis... 5) Cierre : transición al cierre, cierre
respetuoso, mensajes de seguridad personal, conclusión.

d. EASI-5 , Entrevista del abuso sexual infantil (Juárez et al., 2011 ): Se trata de una
adaptación del modelo de entrevista que establece el Protocolo NICHD para utilizarlo en
los Equipos de Asesoramiento Técnico Penal de la Generalitat de Catalunya. Juárez et al.
(2011) añadieron 5 áreas de evaluación complementarias dentro del testimonio infantil
(competencia, recuerdo original, fidelidad-constancia, credibilidad narrativa y
compatibilidad clínico-social) que se estableció como elemento común con la GEA-5
(Guía para la Evaluación del Abuso Sexual Infantojuvenil, Juárez et al. 2011). La EASI-5
incluyó la evaluación de aspectos de memoria, personalidad y aquiescencia, un área
específica para el conocimiento corporal/sexual, así como instrumentos clásicos de
evaluación como ayuda de la concentración y ritmo en los niños (dibujos,
rompecabezas...).

Estructura EASI-5
– El incidente:
– Introducción e identificación del escenario-diana.
– Cuantificación de declaraciones previas y narrativa abierta.
– Profundización con preguntas encadenadas.
– Últimos detalles con preguntas directas.
– Síntesis final.
– Finalización, descompresión y cierre.

e. Entrevista forense: obtención del indicio cognitivo en menores presuntas víctimas de


ASI, de Muñoz et al., 2016: Los autores describen algunos errores habituales en la
obtención del testimonio infantil, tanto sesgos cognitivos como procedimentales, muy
relacionados con la falta de formación especializada por parte de algunos psicólogos
encargados de evaluar supuestos de ASI y proponen la utilización de una entrevista
forense que pretende facilitar la obtención de un testimonio de calidad en los menores
lo más extenso y exacto posible, minimizando las fuentes de error, conducida por
profesionales acreditados y con formación especializada que avale su intervención. De
acuerdo con el proceso de entrevista forense propuesto, existe una primera fase de
recopilación y análisis de la información disponible en el expediente sobre el caso con el
objeto de generar hipótesis que han de ser contrastadas por el perito psicólogo durante
el proceso de obtención del testimonio y el análisis posterior de su credibilidad.
Asimismo describen las características necesarias del entorno físico, las actitudes y
conductas esperables del perito psicólogo y analizan la entrevista mediante las
diferentes fases, aportando las reglas básicas de conducción de la entrevista

f. Otros modelos de entrevista: como es el Protocolo de Entrevista Forense de Michigan-


FIA (1998) de Poole, D. et al .

Tomando como referencia los protocolos analizados anteriormente, las fases y técnicas
imprescindibles de aplicación práctica en la entrevista forense de obtención del
testimonio infantil que preserve el indicio cognitivo en cantidad y calidad y evite
victimización secundaria, son las siguientes:

- Planificación y preparación: Consta fundamentalmente del análisis del


expediente judicial y la preparación del ambiente físico, espacio, equipo de
grabación...

- Rapport y explicación: Para establecer un correcto rapport se pueden utilizar


algunas técnicas como es la transferencia del control ( yo no estaba allí, eres tú
quien realmente lo sabe...), el entrenamiento narrativo o elemento episódico,
narrativo, neutral y reciente (¿Te acuerdas cómo celebraste tu cumpleaños? ¿Qué
paso en el partido que jugaste el pasado domingo? ). Además, conviene explorar las
capacidades cognitivas relacionadas con la comprensión y expresión verbal
suficiente, distinción entre los conceptos de verdad/mentira, distinción entre
sucesos ocurridos en la realidad y fantasía, capacidad de identificar a personas,
atribuir acciones a diferentes personas, situarse espacio-temporalmente, describir
objetos y acciones...
- Introducción del tema sustantivo, propósito de la entrevista y reglas : Para ello
conviene aclarar algunas falsas ideas preconcebidas acerca de la entrevista y
establecer unas mínimas reglas de comunicación.

- Obtención del relato: Comenzando por el relato libre. Para obtener un testimonio
o declaración infantil extrayendo la máxima información, la menor cantidad de
distorsiones (aquiescencia, sugestión...) y no generando una falsa memoria, la
Psicología del Testimonio recomienda utilizar técnicas de recuperación narrativa
dejando el formato de recuperación interrogativa para la fase final (que cuente
todo lo que recuerde de la forma que prefiera, recuerdo libre). De esta forma
obtendremos menos distorsiones aunque el relato, dependiendo de la edad del
niño, será más pobre. Para ello se pueden utilizar técnicas de reinstauración
mental del contexto, órdenes temporales distintas, cambio de perspectiva. Se ha
de seguir con un formato interrogativo, con preguntas de un guion previamente
elaborado por el siguiente orden:1.º Preguntas abiertas que no induzcan las
respuestas, que eviten la sugestión, 2.º Preguntas específicas no sugerentes. 3.º
Preguntas cerradas, las cuales deben realizarse si es posible proporcionando más
de dos alternativas de respuesta. 4.º Las preguntas sugerentes deben valorarse
con mucha cautela y siempre considerando la posibilidad de que la información
sea falsa. 5.º Preguntas jurídicamente relevantes y formuladas por la Comisión
Judicial

- Cierre de la entrevista: hablar de temas neutros semejantes a los del


establecimiento del rapport.

Como técnicas accesorias de la entrevista investigativa, que pueden complementar la


misma, destacan: 1) Muñecos y juguetes: los muñecos normales tienen como objetivo
facilitar la representación de comportamientos sexuales específicos y evaluar
conocimiento de partes del cuerpo, facilitando el diálogo y desinhibiendo al niño. Si se
utilizaran, debería ser el niño quien adjudique los roles a cada muñeco. No obstante, no
resultan recomendables en niños pequeños (menores de cinco años) porque facilitan la
sugestibilidad al inducir a la fantasía y pueden sugerir información incorrecta. Esta
representación mediante muñecos de lo que ocurría con el niño necesita de un amplio
desarrollo cognitivo (insight representacional, doble representación, capacidad de
representar eventos pasados, capacidad de permanecer en la tarea y no derivar en
juego,) que no todos los menores que prestan su testimonio poseen. Además, se puede
producir una cierta tendencia a que los niños declaren más detalles fantásticos,
asociándolo con un juego. 2) Muñecos anatómicamente explícitos: no se recomiendan
por considerarse sugestivos. 3) Diagramas del cuerpo ( Protocolo RATAC ): se pueden
utilizar para la identificación de las partes del cuerpo y para explorar los conocimientos
y lenguaje sobre el cuerpo que un niño posee y que posteriormente serán objeto de
relato. Además, para ayudar a la representación del abuso o maltrato ya que se
pregunta al niño dónde te tocó, acarició, etc. Esta utilización representacional de los
diagramas del cuerpo es más criticada por sugestiva (los genitales llaman la atención de
los niños), no aumentar la cualidad de las informaciones, necesitan capacidad
representacional que no siempre disponen. Se desaconsejan los mapas corporales en los
que el niño haya de verse reflejado porque se consideran sugestivos. 4) Interpretación de
los dibujos del niño: asociando dibujos con genitales a abuso sexual no resulta evidencia
fiable (Stein, L. 2015).

La entrevista de obtención del relato infantil, bien en formato de prueba preconstituida,


bien para el análisis psicológico de la credibilidad del testimonio, conviene realizarla en
un momento lo más cercano posible a la ocurrencia de los hechos lo que favorece una
mejor calidad y precisión del recuerdo, evita la contaminación de los recuerdos al
solicitarlo en varias ocasiones, y previene la revictimización.

III. VICTIMIZACIÓN SECUNDARIA: VULNERABILIDAD DE LOS


MENORES VÍCTIMAS/TESTIGOS DURANTE EL PROCESO JUDICIAL

Resulta difícil establecer un patrón psicopatológico asociado a la victimización,


observándose diferentes respuestas y desajustes en las áreas cognitiva, emocional,
conductual y relacional de las víctimas que han sufrido vivencias traumáticas y son
muchos, además, los factores que pueden modular el impacto del hecho delictivo en la
víctima (Echeburúa, E. et al., 2002); y en el caso de menores y en general de víctimas
vulnerables aún resulta más variable y complejo. No obstante, resulta claro que la
sobreexposición de la persona en situación de vulnerabilidad a distintas entrevistas o
evaluaciones pueden producir la reexperimentación de emociones negativas asociadas
a la vivencia traumática así como una sensación de descredito al ser puesta en duda el
contenido de su declaración. Esto afecta a su autoestima y favorece la aparición de
sentimientos de culpa.

Llamamos victimización secundaria a la referida a las consecuencias emocionales


negativas derivadas del contacto de una víctima con el sistema judicial; incluso el
contexto judicial puede aumentar el estrés del niño y consecuentemente afectar a su
capacidad para aportar un testimonio exacto: repetición del interrogatorio,
exploraciones reiteradas, demora del proceso, temor a no ser creídoConviene que el
técnico encargado de guiar la obtención del testimonio conozca el estado
psicopatológico de la víctima con anterioridad a esta, la afectación esperable tras un
acontecimiento traumático, para estar atento al sufrimiento emocional y poder utilizar
técnicas que minimicen el malestar o aconsejar la realización o no de la prueba, pues la
reiteración del testimonio puede suponer un daño emocional adicional en la victima o
testigo o victimización secundaria.

Echeburúa E. et al. (2008) establecen una serie de pautas para evitar o al menos
controlar la victimización secundaria en la declaración de menores como son: 1)
Espacio adecuado, que garantice su intimidad, restricciones a la publicidad, evitar la
confrontación visual del menor con el inculpado (circuito cerrado de TV,
videoconferencia, cámara Gesell...). 2) Que los niños menores de 7 años no acudan a la
sala de juicios. 3) Evitar las vestimentas solemnes. 4) Estar presente quien ostente su
guarda legal o de hecho (salvo que se trate de algún imputado) y/o una persona de
confianza que no intervenga en el interrogatorio. 5) Hacer el interrogatorio por medio
de un psicólogo u otro experto, adaptándolo al léxico del niño, preguntas abiertas, que
permita un relato fluido, evitando preguntas directivas, sugestivas o inductivas. Sin
hacer juicios ni críticas, evitando gestos que influyan en su testimonio. 6) Soporte apto
para la grabación para poder reproducirlo en el juicio oral. 7) En muchas ocasiones
habrá que añadir estrategias para evitar estigmatizaciones, sentimientos de culpa,
miedo.

IV. DESARROLLO DE LA PRUEBA PRECONSTITUIDA Y OTRAS FORMAS


DE DECLARACIÓN POR MEDIO DE EXPERTOS

Los medios de prueba que se consideran válidos para desvirtuar la presunción de


inocencia, según nuestro ordenamiento jurídico, son aquellos que se practican en el
juicio oral, ante el juez o tribunal que juzga y ante las partes del proceso. Para que la
declaración tenga validez como medio de prueba, resulta necesario que se cumpla el
principio de contradicción, es decir, que el abogado de la defensa pueda formular al
menor víctima o testigo cuantas preguntas considere oportunas y resulten pertinentes;
así como el de concentración, oralidad, inmediación y publicidad que suponen la
comparecencia de testigos y peritos en el juicio oral.

Se reconoce, por otra parte, la existencia de pruebas que no siempre pueden practicarse
en el mismo juicio oral porque a la persona que debe declarar le resulta imposible
asistir, en cuyo caso se prevé realizar una prueba preconstituida o anticipada. La
improcedencia o imposibilidad de asistencia de un menor al juicio oral, bien sea porque
su participación puede generarle daño psicológico (por razones de especial
vulnerabilidad y necesidades especiales de protección) o porque, dada su edad, no va a
poder narrar los hechos, o por otros motivos (enfermedad grave, etc.) puede suplirse a
través de dos vías: la preconstitución probatoria y los testigos de referencia.

La Circular 3/2009 de la Fiscalía General del Estado sobre protección de los menores
víctimas y testigos establece una serie de pautas acerca de la preconstitución de la
prueba como son: 1) Indicada para niños con tan corta edad que tras el lapso temporal
de entre la primera declaración y la fecha de juicio oral no se acuerden. 2) Los niños
menores de seis años cuyo testimonio sea esencial deberán ser examinados con
asistencia de especialistas en un entorno adecuado y dando la posibilidad a la defensa
de formular las preguntas. Se procederá a la grabación, las preguntas de la Defensa
deben trasmitirse al Juez o al Psicólogo. 3) En niños de corta edad la repetición del
testimonio en el juicio oral tras tiempo después perturba al menor y afecta a la calidad
de la declaración. Además, la técnica del interrogatorio cruzado conlleva riesgo de
bloqueo en el niño. Para ello, la preconstitución de la prueba salvaguarda el interés del
menor y obtiene una declaración con menos riesgo de estar elaborada o influenciada. 4)
Se ha de evitar confrontación visual con el inculpado por medio de biombo,
videoconferencia, espejos unidireccionales... 5) En niños menores de tres años o
fuertemente traumatizados, se recomienda los testimonios de referencia, sin ni siquiera
la preconstitución de la prueba.

Como ocurre con cualquier otro testigo la declaración de un menor ha de ir encaminada


a extraer la máxima información, con la menor cantidad de distorsiones posibles y
evitando la revictimización. La prueba preconstituida resulta una fórmula adecuada
para minimizar los efectos de la victimización secundaria puesto que combina el
imperativo jurídico con las exigencias psicológicas de una víctima a todas luces
vulnerable como son los menores de edad en su paso por el sistema de justicia.

González, J. L. et al. (2013) proponen un protocolo de conducción de la prueba


preconstituida teniendo en cuenta los dos objetivos fundamentales: salvaguardar el
indicio cognitivo o testimonio como elemento probatorio y evitar la victimización
secundaria del menor. Una vez que el juez motiva la conveniencia de realizar esta
diligencia y solicitad la intervención del técnico, éste debe de explicar al Juez las
condiciones más adecuadas, la forma de intervenir de los operadores jurídicos, las
limitaciones de la prueba. Se estructura en los siguientes pasos: 1) Vaciado del expediente
y contacto con el contexto adulto del menor : análisis del atestado policial y del
expediente judicial para obtener una visión clara del ilícito penal, así como entrevista
con los progenitores o representantes del menor para obtener datos de su proceso
evolutivo, rutinas diarias, situación de revelación de ilícito penal... 2) Preparación del
espacio físico : la entrevista ha de ser seguida en tiempo real por los operadores
jurídicos y además grabada en soporte audiovisual para poder ser reproducida
posteriormente en el juicio oral. El ambiente de la sala debe ser privado, iluminado,
adecuada ventilación, con mobiliario adaptado al entrevistado. 3) Preparación de la
entrevista : se trata del análisis de la información disponible así como de la entrevista
con las personas significativas del entorno del niño. Teniendo en cuenta que supone una
situación de estrés para el niño, se planificará una entrevista lo más corta posible y estar
atento a las señales de fatiga. Evitar el contacto directo con el menor cuando se aborden
los hechos relativos a la victimización. Postura corporal adecuada, tono cálido y
melodioso al hablar, evitando exageraciones. 4) Fases de la entrevista : a) Fase
introductoria, con el objeto de establecer el necesario rapport, prepararle para el
desarrollo de la prueba, valorar su desarrollo cognitivo y habilidades sociales, favorecer
la atención y seguridad. b) Recepción de la persona, preguntarle por sus datos, aclarar el
marco de la entrevista y como se desarrollará, indicarle que se grabará la entrevista,
informarle sobre donde están sus familiares, aclaración sobre las limitaciones de la
confidencialidad, establecer las reglas de la entrevista, evaluar su comprensión sobre
los conceptos de verdad y mentira, aclaraciones para evitar la aquiescencia y la
sugestión. c) Fase de transición: ya solos entrevistador y la persona a explorar. Para
afianzar el rapport, avanzar en la exploración de las habilidades cognitivas y sociales,
entrenarle en la técnica de la narración libre, evaluar su forma de recuerdo. d) Fase
sustantiva o de obtención del relato: el objetivo es obtener un relato lo más extenso y
exacto posible. Se inicia mediante una consigna (¿ Sabes por qué has venido hoy aquí?
Cuéntame todo lo que recuerdes de esa situación ). Se pueden utilizar los protocolos ya
existentes de obtención del testimonio infantil (NICHD...). Tras el relato libre, preguntas
abiertas... se irá a la sala de la comisión judicial para recabar otras preguntas si las
hubiera que las partes deseen realizar, siendo trasladadas al menor por el técnico. Aquí
acabara la grabación de la entrevista. e) Fase de cierre: para establecer un tono
emocional positivo, centrando la atención en las fortalezas e intereses del niño, se puede
dedicar unos minutos a una actividad lúdica intrascendente. Motivarle para que
pregunte lo que desee. Se le explicará de forma general los siguientes pasos del
procedimiento judicial.

Si bien la preconstitución de la prueba evita la presencia del menor en acto del juicio
oral (se reproduce su testimonio como se ha indicado), ésta no ocurre en todos los
procedimientos judiciales, pues en ocasiones tiene lugar la declaración de los menores
en el acto del juicio. Para evitar los efectos de la victimización secundaria, se adoptan
medidas como el uso de biombos o peceras declarando en la misma sala o el uso de
videoconferencia prestando su declaración en sala aparte contigua, con el objeto de
evitar el contacto visual entre el menor víctima y el supuesto autor. Asimismo se trata
de evitar que se formulen preguntas a la víctima sobre su vida privada sin que sean
relevantes en la causa.

Otra fórmula en la toma de declaración infantil es que esa declaración se realice


mediante una persona de apoyo. La Circular 3/2009 de la Fiscalía General del Estado
prevé la asistencia de expertos a las declaraciones de los menores y personas con
discapacidad necesitadas de especial protección. El objetivo es contrarrestar los factores
estresantes o victimización secundaria que puede generar la declaración en juicio o el
interrogatorio y aumentar la calidad del testimonio. La intervención en estos casos es el
acompañamiento del menor, realización de las preguntas y/o asesoramiento a los
operadores jurídicos acerca de la forma de dirigirse al menor. Se utiliza tanto en
exploraciones en procedimientos civiles como penales, sobre todo en algunas tipologías
de delitos, y especialmente si, además de testigo, es víctima menor de edad. Esta
asistencia a la declaración del menor se puede ampliar a las ruedas de reconocimiento.

También indica que el psicólogo se pronuncie sobre si el testigo puede declarar sobre los
hechos sin riesgo para su equilibrio psicológico y, en caso positivo, sobre las cautelas
necesarias (si previamente se había realizado informe psicológico).
V. LA EVALUACIÓN DE LA CREDIBILIDAD DEL TESTIMONIO: EL SVA
(STATEMENT VALIDITY ASSESSMENT, STELLER Y KÖHNKEN, 1989),
SISTEMA DE ANÁLISIS DE LA VALIDEZ DE LAS DECLARACIONES.

Si la huella psicopatológica o daño psíquico asociado a la victimización presenta


dificultades en cuanto a finalidad probatoria, también la huella amnésica recogida
mediante el testimonio resulta muy frágil y sensible a los métodos utilizados, sobre todo
en niños de corta edad (Muñoz et al., 2016). Los tribunales españoles establecen el valor
de los testimonios infantiles como prueba suficiente para desvirtuar la presunción de
inocencia; pero para ello, para que tenga validez probatoria, se requiere entre otros del
criterio de verosimilitud, es decir, un testimonio rodeado de corroboraciones periféricas
de carácter objetivo que lo doten de aptitud probatoria, tal es el informe psicológico de
credibilidad del testimonio del menor.

¿Puede la evaluación psicológico-forense de la credibilidad del testimonio detectar


cuando un menor víctima o testigo dice la verdad o miente? ¿Podemos determinar la
exactitud o la veracidad de una declaración? La respuesta es no; hasta el momento
resulta imposible determinar mediante evaluación psicológica si una declaración es
exacta y veraz cien por cien pues no existe el detector de mentiras como tal. Lo que si
podemos es utilizar determinadas técnicas validadas científicamente por la Psicología
del Testimonio para establecer algunos criterios que la investigación ha mostrado que
van asociados a relatos de sucesos que han ocurrido en la realidad, que han sido
percibidos por el testigo; es decir, criterios en el contenido del testimonio cuya presencia
se considera indicador de que la declaración es producto de un hecho experimentado y
no de la fantasía, de la mentira o de la sugestión.

Para la estimación de la credibilidad de un testimonio en contexto judicial se han venido


utilizando tradicionalmente indicadores subjetivos muchas veces no validados
empíricamente y, en las últimas décadas, se ha tratado de utilizar un modelo objetivo
científico de credibilidad mediante diferentes técnicas validadas científicamente como
son: 1) Técnicas psicofisiológicas (polígrafo o detector de mentiras): 2) E valuación de las
manifestaciones conductuales o no verbales ( pausas, evitación de la mirada, tropiezos
verbales, movimientos de las manos, tocamientos adaptativos del pelo, etc.) y
emocionales (rubor, palidez, ira, etc.) asociadas al engaño. 3) Evaluación de la
credibilidad de un testimonio mediante el análisis del contenido verbal del relato, centrado
en el testimonio y no en el testigo. El supuesto básico es que las declaraciones
fundamentadas en hechos reales o experimentados difieren cualitativamente de las
declaraciones no basadas en la experiencia y producto por tanto de la fantasía, la
invención o la mentira. En general, las declaraciones sobre hechos vividos incluyen más
detalles relevantes, más información sensorial, más información contextual y más
información afectiva que las declaraciones inventadas y para establecer esta diferencia
se propone un conjunto de criterios aplicables al contenido de ese relato.

Los métodos de análisis de la credibilidad de los testimonios de menores posibles


víctimas de agresiones o abusos sexuales comenzaron a esbozarse en Suecia y Alemania
en la década de los 70 (Arntzen, Trankell) y fueron revisados y ampliados
posteriormente por autores como Undeutsch, y Steller y Kohnken en la década de los 80.
Undeutch es considerado el padre de estas técnicas por publicarlas y difundirlas en
inglés en torno a 1988 como SRA (Análisis de la Realidad de las Declaraciones).
Posteriormente han sido objeto de estudios empíricos para evaluar la fiabilidad y
validez del sistema. En castellano se dieron a conocer pocos años después. En el
contexto forense español, las técnicas más utilizadas para valorar la credibilidad del
testimonio de menores presuntas víctimas de abuso sexual infantil son el Reality
Monitoring (Johnson y Raye, 1981, versión ampliada de Spörer, 1997) y, sobre todo, el
SVA (Statement Validity Assessment, Steller, 1989) o Sistema de Análisis de la Validez de
las declaraciones .

1. DESCRIPCIÓN Y APLICACIÓN DEL SVA: EL CBCA Y LA LISTA DE PRUEBA DE VALIDEZ

El SVA se desarrolló con el objetivo de analizar el testimonio de niños víctimas de abuso


sexual, si bien en años más recientes se ha intentado validar y generalizar a adultos y a
otros delitos. Se trata de un método semi-estandarizado para la evaluación de la
credibilidad de las declaraciones, una técnica protocolaria o método global para evaluar
la credibilidad de una declaración y no es un test psicométrico ni una escala
estandarizada a pesar de que es utilizado en el ámbito forense como una prueba
psicológica. Se compone de tres elementos: 1) La entrevista al menor: el objetivo es
obtener un testimonio lo más extenso y preciso posible minimizando cualquier tipo de
contaminación generada bien por el entrevistador bien por cualquier otro adulto. Para
ello, el menor es entrevistado de forma no sugestiva empezando por relato libre y
continuando mediante preguntas abiertas y finalmente preguntas específicas, utilizando
técnicas científicas de obtención del testimonio como la Entrevista cognitiva de
Geiselman y Fisher, el Protocolo de Entrevista Forense NICHD , la Entrevista del Abuso
Sexual Infantil EASI-5 de Juárez et al., etc. 2) El análisis del relato del niño utilizando
criterios de realidad (CBCA). La aplicación de esta técnica tiene por objeto determinar si
la cantidad y contenidos específicos son indicativos de una narración generada a partir
de registros de memoria o si son producto de la invención, la fantasía o la influencia de
otra persona.

Criterios de análisis del contenido de la declaración


A. CARACTERÍSTICAS GENERALES:
1. Estructura lógica.
2. Elaboración desestructurada.
3. Cantidad de detalles.
B. CONTENIDOS ESPECÍFICOS:
4. Engranaje contextual, se refiere a descripciones que anclan al suceso bajo evaluación en el tiempo y
el espacio.
5. Descripciones de interacciones.
6. Reproducción de conversaciones.
7. Complicaciones inesperadas durante el incidente.
C. PECULIARIDADES DEL CONTENIDO:
8. Detalles inusuales.
9. Detalles superfluos.
10. Incomprensión de detalles relatados con precisión.
11. Asociaciones externas relacionadas.
12. Relatos mental subjetivo.
13. Atribuciones al estado mental del agresor.
D. CONTENIDOS DE LA MOTIVACIÓN:
14. Correcciones espontáneas.
15. Admisión de falta de memoria.
16. Plantear dudas sobre el propio testimonio.
17. Autodesaprobación.
18. Perdón al autor del delito.
E. ELEMENTOS ESPECÍFICOS DE LA AGRESIÓN:
19. Detalles característicos de la ofensa.

Estos criterios pueden evaluarse como presentes o ausentes (o bien en función de la


fuerza en que aparecen: ausente, presente, fuertemente presente). La presencia de cada
criterio de contenido es un indicador de veracidad; es decir, cuanto mayor sea la
presencia de estos criterios mayor será la probabilidad de que la declaración sea real. Si
bien su ausencia no significa que la declaración sea falsa, sino carente de criterios de
realidad. 3) Aplicación de la Lista de Validez, para ponderar factores externos al relato.
Se trata de un instrumento para valorar la validez de la declaración en el contexto de la
entrevista así como el grado de adecuación a la misma. Consta de 11 criterios repartidos
en cuatro categorías.

Criterios de Validez
A. CARACTERÍSTICAS PSICOLÓGICAS:
1. Adecuación del lenguaje.
2. Adecuación del afecto
3. Susceptibilidad a la sugestión.
B. CARACTERÍSTICAS DE CONDUCCIÓN DE LA ENTREVISTA:
4. Preguntas sugestivas o directivas.
5. Inadecuación global de la entrevista.
C. MOTIVACIONES PARA INFORMAR:
6. Motivos para informar.
7. Contexto de la relevación o informe original.
8. Presiones para informar en falso.
D. CUESTIONES RELATIVAS A LA INVESTIGACIÓN:
9. Consistencia con las leyes de la naturaleza.
10. Consistencia con otras declaraciones.
11. Inconsistencia con otras evidencias

El evaluador debe analizar la información referida tanto al CBCA como a la Lista de


Validez valorando varias hipótesis. La hipótesis principal sería que la declaración es
válida. A ella le siguen cinco hipótesis alternativas: 1) La declaración es válida pero el
menor ha remplazado la identidad del agresor por la de una persona distinta. 2) La
declaración es válida pero el menor ha sido influenciado o ha inventado información
adicional que no es verdadera. 3) El menor ha sido presionado por una tercera persona
para que formule una versión falsa de los hechos. 4) Por intereses personales o para
ayudar a terceras personas el menor ha presentado una declaración falsa. 5) A
consecuencia de problemas psicológicos el menor ha fantaseado o inventado su
declaración.

El resultado final permite clasificar cualitativamente la declaración (no al sujeto) según


cinco categorías: 1) Creíble. 2) Probablemente creíble. 3) Indeterminado. 4)
Probablemente increíble. 5) Increíble.

2. LIMITACIONES DEL SISTEMA Y PROPUESTAS DE MEJORA

Diferentes estudios experimentales realizados , a nivel europeo atribuyen una eficacia


diferente a la SVA y al CBCA al clasificar relatos verdaderos y falsos mediante técnicas
de análisis de contenido estableciéndose diferentes tasas de precisión que van desde el
90,9 % de acierto en la clasificación de los relatos verdaderos y 74,4 % en los falsos a
porcentajes más bajos como el de clasificación correcta únicamente en el 54% de los
relatos (Juárez, J.R., 2004; Manzanero, A. et al., 2011; Arce, R. et al., 2005).

Sea como fuere, los porcentajes de error superan lo deseable en contextos forenses, puesto que
según investigaciones (

Manzanero, A. et al. 2011), para considerar culpable a una persona se requerirían


evidencias con un valor diagnóstico de al menos un 99,6 %, es decir, un sistema judicial
que funcione adecuadamente no debería tolerar más de un 0,4 % de falsos positivos, que
impliquen que un inocente ha sido declarado culpable. Las limitaciones en cuanto a la
eficacia del sistema SVA son, por tanto, evidentes y resulta imprescindible minimizarlas
mediante procedimientos de mejora y mediante una aplicación por evaluadores con
adecuada formación y experiencia. En este sentido, cabe destacar que los criterios, más
que indicadores de realidad cuya presencia indicaría credibilidad del relato y su ausencia
falta de la misma, son aspectos a observar; es decir, no estamos ante pruebas
estandarizadas en sentido psicométrico del término sino que la prueba ha de utilizarse
como procedimiento de generación y falsación de hipótesis sobre el origen de una
declaración: declaración resultado de la vivencia de la situación, percepción incompleta,
entrevistas inadecuadas, influencias sugestivas, capacidades cognitivas insuficientes,
falso recuerdo, alegación falsa por motivos personales o de venganza, etc. (Köhnken et al.
2015)

Otras limitaciones del SVA tienen que ver con la aplicación del sistema como son
sustituir la falta de declaración oral por otras producciones infantiles como el dibujo,
fabulas o juegos; aplicar el CBCA a toda la declaración cuando solo ciertas partes de la
misma son cuestionables o la utilización de técnicas de entrevista inapropiadas por
sugeridas o muy repetidas. Ruiz, M.ª P. (2004) analiza el creciente y preocupante
problema de alegaciones de abuso sexual infantil prefabricadas en las que los menores
son inducidos por parte de uno de los progenitores a proporcionar un falso testimonio
en el contexto de un proceso civil contencioso de familia, bien en el proceso de
separación o divorcio bien en el ejercicio del régimen de visitas para conseguir un
objetivo o ganancia secundaria (conseguir la custodia, alejar al otro progenitor de su
vida y de la del hijo, deseos de venganza, seguir manteniendo algún vínculo con su ex
pareja, etc.,) y en ocasiones llegan al convencimiento de la existencia de un abuso no
real tanto ellos como los hijos, llegando a constituir un verdadero falso recuerdo.

Arce, R. et al., (2005, 2013) explican que estos procedimientos de análisis de la


declaración mediante criterios de contenido

inicialmente fueron aplicados y estudiados a la memoria de niños abusados sexualmente pero


que, sin embargo,

resultan válidos para detectar el engaño en las declaraciones de adultos y en casos


diferentes al de abuso sexual

argumentando que son igualmente válidos para poblaciones de adultos, para testigos no
víctimas u otros casos como agresiones sexuales, amenazas o violencia de género; puesto que
estos sistemas se aplican a la memoria y no a poblaciones, casuísticas o circunstancias
concretas. Para compensar esa falta de universalidad en estas otras situaciones, se han
elaborado protocolos de evaluación forense que engloban otras medidas como el daño
psicológico o la capacidad para testificar y proponen, además, la reducción o ampliación de
criterios o la combinación con otros procedimientos. Esta generalización no ha sido
compartida por otros autores como

Manzanero, A. et al. (2011) quienes critican la extrapolación de esta metodología a otros


campos de la victimización criminal infanto-juvenil o adulta, careciendo de sentido
fundamentalmente por dos motivos: la capacidad cognitiva es mayor y por tanto es más
fácil manipular la información aportada; y la experiencia vital es mayor y alguien que ha
vivenciado un acontecimiento puede darle un significado legal sin que necesariamente
haya sucedido con ese cariz. Según ellos, el sistema no está destinado a ser aplicado en
todos los casos ni en todas las personas y en el caso de abuso sexual infantil, que para eso
fueron diseñadas, vería mermada su validez incluso en caso de adolescentes, cuando el
acto denunciado es de escasa complejidad, y cuando el menor ha tenido experiencias
sexuales previas. En los preescolares, en cambio, el tiempo transcurrido hasta la
exploración y las sucesivas exploraciones limitarían su aplicación. Contraindicada para
menores que han recibido intervención clínica con psicoterapia en las que se haya
utilizado metodología de reconstrucción o reinterpretación de hechos autobiográficos
remotos. Según los citados autores, únicamente estas periciales deben de ser aceptadas
por el juez en caso de supuesto abuso sexual infantil, sabiendo que aun así tienen
limitaciones.

Basados en los sistemas de análisis del contenido del relato y con el objeto de
universalizar y homogenizar la prueba para abordar la tarea pericial psicológica en su
totalidad, se han creado algunos protocolos o sistemas de evaluación global de la
credibilidad del testimonio entre los que destacan los siguientes:

a) El SEG: Sistema de Evaluación Global, de Arce y Fariña, 2005

Fases del Sistema de Evaluación Global


– Obtención de la declaración
– Evaluación del daño psicológico (incluyendo la sobresimulación)
– Repetición de la obtención de la declaración
– Análisis de contenido de las declaraciones referidas a los hechos
– Análisis de la fiabilidad de las medidas
– Medida de las secuelas clínicas del hecho traumático
– Evaluación de la declaración de los actores implicados
– Análisis de la personalidad y capacidades de los actores implicados
– Implicaciones para la presentación del informe

a) La GEA-5 Guía para la Exploración del Testimonio de Abuso Sexual Infantil, de


Juárez, 2011.

Hipotésis a validar de la GEA-5


– Hipótesis de incapacidad vs competencia
– Hipótesis de alteración esencial vs fidelidad-constancia
– Hipótesis de sugestionabilidad vs recuerdo original:
– Hipótesis de incredibilidad vs credibilidad narrativa
– Hipótesis de incompatibilidad-simulación vs compatibilidad psicosocial

a) El ACD, Análisis de la Credibilidad de las Declaraciones, de Manzanero:


Manzanero, 2010,

b) Procedimiento HELPT: Protocolo Holístico para la Evaluación de La Prueba


Testifical (Manzanero, A.L, y González, J.L. (2013 y 2015).

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