Robichaux CEASboletin 2014

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Boletín

Colegio de Etnólogos
y Antropólogos Sociales, A.C.

EN TORNO A LA FORMACIÓN DE

ANTROPÓLOGOS: DESAFÍOS Y DEBATES

2014

ISSN 2007 _ 2414


Directorio Este número es publicado gracias al aporte de la Coordinación
Nacional de Antropología del Instituto Nacional de Antropología
Consejo Directivo 2013-2015 e Historia, la Escuela de Ciencias Sociales y Humanidades de la
Universidad Autónoma de San Luis Potosí (ECSH-SLP) y el Colegio
Presidencia de Etnólogos y Antropólogos Sociales, AC.
Cristina Oehmichen Bazán
Vicepresidencia Portada: Oscar Silva Silva
Alejandro González Villarruel Responsables del número: Anuschka van ´t Hooft con la
colaboración de María Antonieta Gallart Nocetti y Ma. Guadalupe
Secretaría de Organización
Escamilla Hurtado.
Laura R. Valladares de la Cruz
Fotografías: Anaiza Díaz de León Onofre, Armando Alcántara
Secretaria de Organización Suplente Berumen, Armando Huerta, Carlos Antaramián, Carlos García
Citlalli Quecha Reina Ramos, Carmen Fernández Casanueva, Dzilam Méndez, Francisco de
Secretaría Técnica la Torre, Guillermo Martínez, José Manuel Escalante, Mónica Bucio,
Gustavo Marín Guardado Oscar Silva Silva, Ricardo Ney Prado, Teresa Rojas, Viridiana Her-
nández, Archivo ETNOAI (UGTO).
Secretaría Técnica Suplente
Diseño y Formación: Lucía Ramírez Martínez ECSH-SLP
Ricardo A. Fagoaga Hernández
Producción: Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales A.C.
Tesorera Impreso en: Imprenta ABC, S. A.
Ma. Guadalupe Escamilla Hurtado Chatines No. 54, Colonia Tezozomoc, Deleg. Azcapotzalco,
Subtesorera C. P. 02459, México, D. F.
Alejandra Toriz de la Rosa
Consejo de Vigilancia
Ma. Antonieta Gallart Nocetti
Andrés Latapí Escalante
Boletín Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales A.C., Enero-
Diciembre 2014, es una publicación anual editada por el Colegio
de Etnólogos y Antropólogos Sociales A.C, Juárez 87, Colonia
Comité Editorial Tlalpan. Delegación Tlalpan, CP 14000, México, DF. http://www.
ceas.org.mx/, colegioetnólogosyantropologos@gmail.com, Editor
Rodrigo Díaz Cruz (UAM-I) Responsable: Laura Raquel Valladares de la Cruz. ISSN 2007 _ 2414
Juan José Pujadas (U Rovira i Virgili-España) Este número se terminó de imprimir el 31 de abril de 2014, con un tiraje
Gustavo Lins Ribeiro (U Brasilia-Brasil) de 200 ejemplares.
Esteban Krotz (UAdY, Yucatán)
Antonio Escobar Ohmstede (CIESAS-DF)
Ma. Guadalupe Escamilla Hurtado (CGEIB-SEP)
Juan Luis Sariego (ENAH-Chihuahua) Se autoriza la reproducción parcial de los materiales publicados,
Hernán Salas Quintal (IIA-UNAM)
Carmen Bueno Castellanos (UIA) comerciales y se cite la fuente.

Laura R. Valladares de la Cruz (UAM-I)


Índice
Presentación 5
Anuschka van ´t Hooft

¿Para qué formar antropólogos? 11


Esteban Krotz

La proliferación de los programas de antropología en México 19


Anuschka van ´t Hooft

Los dilemas de la docencia como práctica profesional de la


antropología 27
Laura R. Valladares de la Cruz

La centralidad del trabajo de campo en la formación de los


!"#$%&'$($)*+#,-,./$!,)+ +% #"/#+0,+' +,.%,#/,!1/ 37
David Robichaux

La evaluación y la acreditación a las que están sometidos los


programas de antropología en México 49
Eugenia Iturriaga Acevedo

Del Primer Foro para una Red de Estudios Antropológicos


a la Red Mexicana de Instituciones de Formación de
Antropólogos 55
Francisco Ríos Agreda, Silvana Forti Sosa y Florencia Peña Saint
Martín

A antropologia no Brasil 67
Carmen Silvia de Moraes Rial

SECCIÓN DOCUMENTAL 74

III Congreso Mexicano de Antropología Social y Etnología 76

François Lartigue (1942-2014). In Memoriam 77


Teresa Rojas Rabiela

Informe de la gestión del Consejo Directivo del CEAS


2011-2013 80

Congresos y reuniones de Antropología, 2014-2015 92

IV Congreso de la Asociación Latinoamericana de


Antropología (ALA), México 2015 95
La centralidad del trabajo de campo en la
formación de los antropólogos: reflexiones
a partir de la experiencia

David Robichaux
davidrobichaux@hotmail.com
POSGRADO EN ANTROPOLOGÍA SOCIAL
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA

!"#$%!&'&( &#( &#)*!+!,*#%( &#( -$'.'/,( !#)-!-1 !"#$,*)& *& !#-*,* -1$,*)/& -$(2" "& )*&
de campo. puede hablar de un solo trabajo de campo.

Al tratar el tema de trabajo de campo, debo Al respecto, es bien conocida la diferencia en-
aclarar que éste es entendido de diferentes for- tre la antropología social británica y la antro-
mas, no sólo entre las distintas disciplinas sino pología cultural norteamericana y sus respec-
dentro de la misma antropología. Por ello, debo tivas raíces en la escuela sociológica francesa y
aclarar primero lo que entiendo por trabajo de ,$&+,")"63$&!%*$,!)-$&$,*($#$7&8)-$)&%!6*5*# !$)&
campo a partir de mi propia experiencia, a la fueron destacadas, en gran medida en términos
vez que destaco que la forma en que se hace de sus ámbitos de interés y su alcance en un ar-
el trabajo de campo está íntimamente rela- tículo de George Peter Murdock publicado en
!"#$%$& "#& '("&)*&%*+#*&*,& "#-*#!%"&.&*,& la American Anthropologist en 1951. En él el autor
quehacer de la disciplina. Y éstos, a su vez, tie- de la célebre “Guía de Murdock” es severo en
nen que ver con las distintas tradiciones antro- sus críticas a lo que considera las limitaciones
pológicas nacionales y con los proyectos de la de la antropología británica pero sumamente
disciplina en cada momento y contexto social. elogioso al referirse a su trabajo de campo. Alu-
diéndose a African systems of kinship and marriage,
Creo que es importante hacer esta aclaración señala que todos los trabajos tienen “un muy
porque la forma en que concibo la formación alto nivel de competencia profesional en la in-
de los estudiantes no puede separarse de la vestigación de campo” (Murdock 1951: 465) y
forma en que concibo la antropología; además, $+5($&91*:&*#&0*#*5$,:&,$&$#-5"2","03$&;5!-<#!-
soy el primero en reconocer que mi manera de $& 5*4!)-$& =1#$& "(2*-*# !$& *-#"05<+ $& 25"-
concebir la antropología y la formación de los bablemente inigualada” (Murdock 1951: 466).
estudiantes no es la única y, más aún, que mi
concepción sobre ambos aspectos seguramente Aunque uno de los puntos que más crítica
puede no generar muchos adeptos hoy en día. Murdock es el poco interés por la cultura de
Sintetizando, planteo que así como no se pue- 2$5-*&%*&,")&$#-5"2',"0")&!#0,*)*)&.&)1&$+#!%$%&
de hablar de una antropología sino de antro- por la sociología, quisiera plantear que esta
pologías, asociadas con tradiciones nacionales (!)($& = $5*# !$>& .& *)-$& (!)($& $+#!%$%& )"#&
.&/*#&$,01#")&2$3)*)& "#&%!4*5)$)&-5$%! !"#*)& precisamente la razón de su gran competencia

Abril 2014 37
!"#$%&'(#)*!+,

*-#"05<+ $7&?"#)!%*5"&91*&*,&@$;*5&$%"2-$%"& llamada “escuela de Chicago” de esta disciplina


un modelo organicista de la realidad de la so- (ver Arias y Durand 2008, cap.3).
ciología de Durkheim llevaba a los antropólo-
0")&;5!-<#! ")&$&+A$5&)1&(!5$%$&*#&,$)&5*,$ !"- En esta pequeña investigación que duró siete
nes sociales concretas y sus funciones, lo que (*)*):&*#&DEFG&.&DEFH:&B*%+*,%&*(2,*'&,$)&-I -
se traducía en publicaciones generalmente más nicas usuales de ese enfoque. Sabemos por su
leídas que las monografías norteamericanas. diario que observó anuncios en español para
ubicar los lugares de concentración de la po-
En su introducción de los “Argonautas” blación de estudio; iba a sus eventos sociales;
(1986: 19-42) Malinowski nos proporciona el acudía a las escuelas y visitaba los negocios
modelo que siguió en el campo, modelo que para localizar a familias mexicanas; conseguía
fue implementado por sus alumnos, como visitarlos en sus casas con direcciones obtenidas
Raymond Firth. La magna obra se hizo sin de agencias de trabajo social; hacía recorridos
necesidad de acudir a un concepto de cultura, con un empleado de tienda que le indicó donde
aunque en su contenido encontramos mucha vivían mexicanos, entre otras actividades (ver
información que ha aparecido bajo este rubro Arias y Durand 2008, cap. 4). Es decir, las ac-
en numerosas obras antropológicas, así como tividades registradas en su diario indican que
una gran comprensión de lo que muchos han hizo, dentro de un contexto urbano, todo lo po-
denominado “cultura”. Al abordar lo concreto sible para acercarse y participar en la vida de la
y al convivir con los habitantes de las Islas Tro- población de estudio.
biand, Malinowski descubrió el punto de vista del
nativo y abordó la cultura en una forma mucho Sabemos por un escrito de Alfonso Villa Rojas
más completa que aquellos que en las últimas (1979) sobre su experiencia en 1934, en una
décadas del siglo XX adoptaron un programa práctica de campo entre los indios modoc del es-
que redujo la cultura a lo simbólico y la red detado de Washington, que lo que aparentemente
)!0#!+ $%")7 predominaba en la antropología norteamerica-
na en la época era muy distinto de lo que él ha-
bía aprendido a hacer en Chan Kom cuando
-5$;$A$;$& "("&$)!)-*#-*&%*&B*%+*,%7&J!,,$&B"-
0$'.'/,( &#( +'12,( &#( 3#&)#4&( 5( ,-$'%( jas nos dice que los que realizaron la práctica
tendencias norteamericanas. acamparon fuera del pueblo y sólo tuvieron
contacto con los indígenas en los momentos de
Lo que conocemos del trabajo de campo de las entrevistas con informantes profesionales
B";*5-&B*%+*,%&2*5(!-*&5*)$,-$5&*,&21#-"&91*& que fueron pagadas a un dólar la hora. A Vi-
mencioné unas líneas más arriba sobre las dife- lla Rojas le tocó un informante que había
rentes formas de concebir el trabajo de campo construido un cuarto especial para las entrevis-
y su dependencia del concepto que se tiene de tas con los antropólogos que le caían año tras
la antropología y su quehacer. Es importante año. El etnógrafo de Chan Kom y Tusik nos
)*C$,$5&$,&5*)2* -"&91*&B*%+*,%&)*&6"5('& "("& dice que se frustró por estar encerrado en un
antropólogo en la Universidad de Chicago en cuarto tratando de hacer al informante recor-
un departamento que abarcaba antropología y dar las prácticas y costumbres de sus padres y
sociología y que su entrenamiento en el campo abuelos cuando afuera pasaban cosas en que
fue en un estudio de migrantes mexicanos en no se interesaban los antropólogos (Villa Rojas
dicha ciudad, en un proyecto de sociología de 1979:49-50).
,$5$&+,!$ !'#& "#&,$&25!(*5$&0*#*5$ !'#&%*&,$&

38 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C.


-!%)./01!2#$!$%$.2%01!(!3'%$.%)!45'%./%2!%6'14!)#7/%$.%2'8%!/01'572'9'8:%1.;.,#'/.8%!%5!10#1%$.%2!%.,5.1#./)#!

En gran medida, la frustración de Villa Rojas de campo o asignan un valor mínimo o nulo al
se debía al contraste del método aplicado en el trabajo empírico o que tienen poco gusto para
5*) $-*&*-#"05<+ "&$&,")&!#%!")&modoc con lo que él. Al respecto, es interesante hacer notar una
@$;3$&$25*#%!%"&*#&?@$#&K"(& "#&B*%+*,%7& distinción señalada por Gino Germani en la
En su condición de asistente tuvo que llevar un introducción de La imaginación sociológica de C.
diario y preparar informes sobre temas espe- Wright Mills, distinción que dice Germani que
3+ ")&2$5$&)1&A*6*&)";5*&,")& 1$,*)&I)-*&,*&%!"& *M!)-3$& *#& N,*($#!$& .& "-5")& 2$3)*)& $& +#*)& %*,&
extensos comentarios y sugerencias. Villa Rojas siglo XIX y principios del siglo XX. La pro-
nos dice que aplicó un pequeño verso que se clamada dicotomía entre las ciencias naturales
refería a seis “servidores” que eran ¿qué?, ¿por (Naturgewissenschaft) y las del espíritu (Geistes
qué?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde? y quién?, gewissenschaft) se tradujo en “la separación entre
preguntas que hacía sistemáticamente sobre la llamada sociografía (investigación empírica,
todo lo observado (Villa Rojas 1979:47). Por su considerada como de menor prestigio intelec-
2$5-*:& $& B*%+*,%& ,*& 01)-$;$& *)-$5& 25*)*#-*& *#& tual) y la Sociología propiamente dicha, conce-
toda clase de reuniones sociales en las que la ;!%$& "("&1#$&%!) !2,!#$&+,")'+ $:&$A*#$&2"5&
gente de Chan Kom se comportaba de manera la naturaleza de su objeto a los métodos ‘natu-
espontánea. Sobre éstas comentaba con Villa ralistas’ de la ciencia en general”2 (1997: 17).
Rojas todo lo que él había visto y entendido. O*5($#!& $;1#%$:& $+5($#%"& 91*& =P")& 5*)1,-
Sus entrevistas comenzaban como una plática tados fueron devastadores” para países como
que se iba dirigiendo hacia los temas que quería los latinoamericanos por abusos de la teoría y
establecer o conocer mejor. En lugar de con- que Mills opta por la vinculación íntima en-
sistir en preguntas y respuestas, les permitía a tre teoría y empirie en la tarea del investigador
los informantes una gran libertad de expresión, (Germani 1997: 17-18).
tomando nota delante de ellos sólo en caso de
“datos numéricos, frases típicas y nombres es- 8)&(!&2$5* *5&91*&,$&%! "-"(3$&$&91*&)*&5*+*5*&
2* 3+ ")>7&L*)21I):&$&)",$):&5*0!)-5$;$&,")&21#- Germani está muy viva en la antropología, no
tos más relevantes y en la tarde asentaba en sólo en México, sino en muchos otros países,
papel notas extensas. Hacía autocrítica de sus aunque no siempre se expresa explícitamente.
25"2!$)&%*+ !*# !$)&%*&";)*54$ !'#&.&2,$#-*$- A veces, pienso que es consecuencia del hecho
ba formas de corregirlas. Tras observar ciertas de que algunos antropólogos no están conven-
ceremonias grupales, procuraba entrevistar a cidos de que nuestra disciplina sea una disci-
todos los participantes principales (Villa Rojas plina empírica y, por ello, son dados a recurrir
1979:48). "#)-$#-*(*#-*&$&,$&+,")"63$&2$5$&,*0!-!($5)*3.

2
H.1%0!4(#>/%I+5.1%CDEEJ:%KD@KLM%5!1!%+/!%(1.".%$#8)+-
El idealismo alemán, Talcott Parsons y sión de esta oposición en los medios intelectuales ale-
el “neoculturalismo”.1 4!/.8%!2%B/!2%$.2%8#92'%NONP
3
También puede ser una repugnancia al trabajo de cam-
8#-5*&,$)&+,$)&%*&,$&$#-5"2","03$&.&"-5$)&%!) !- po —o su mera tolerancia como un mal necesario —
plinas sociales, no han faltado aquellos que se que puede tener su origen en una postura de clase y
declaran teóricos y que menosprecian el trabajo que oculta una repugnancia a clases y estratos sociales
distintos a los del antropólogo. Además, se podría pen-
8!1% Q+.% 8.% 01!0!% $.% +/% )R1)+2'% "#)#'8'% ./% Q+.% 4#./01!8%
1
<.% +0#2#=!$'% .2% 0>14#/'% ?/.'@)+20+1!2#80!A% 5!1!% 1.6.1#1- menos trabajo de campo se hace, más se recurre a la
me a la tendencia en la antropología norteamericana a B2'8'6R!%S%/'%!%2!%0.'1R!%8')#!2%5!1!%')+5!1%.2%0#.45'P%
1.$.B/#1% )+20+1!% C".1% $#8)+8#'/.8% ./% &'(#)*!+,% DEEFG% Y de ahí, menos se conoce de la realidad y más de los
2009 y 2011). traumas de clase y del ego del antropólogo.

Abril 2014 39
!"#$%&'(#)*!+,

En nuestro país, la razón se debe al aparente tropólogos a “estudiarla, como su contribución


agotamiento de modelos como los del indige- al ejercicio interdisciplinar”. Esto implicaba
nismo emanados de la Revolución o los estu- excluir del campo tradicional de estudio de los
dios de campesinos de la década de 1970 y a antropólogos norteamericanos ámbitos como
la entrada de nuevos paradigmas, entre los que “la biología, la personalidad, las instituciones
no han sido menores los que pregonan la nece- sociales y las cuestiones históricas” pues estos
sidad de estudiar “la cultura” como el mundo temas ya eran objeto de estudios de otras dis-
de los símbolos. Ese proyecto tiene sus raíces en ciplinas. Pero, a cambio, tendrían su dominio
,$&(!)(3)!($&%! "-"(3$&$&,$&91*&)*&5*+*5*&O*5- propio de estudio “dentro de la nueva utopía
mani pues, su origen en México, es la versión de la ciencia social interdisciplinar, un mundo
%*&,$&$#-5"2","03$&%*&?,!Q"5%&O**5-R7&S$.&91*& feliz con su correspondiente teoría maestra, la
5* "5%$5&91*&I)-*&)*&6"5('&;$A"&,$&!#T1*# !$&%*& teoría general de la acción del propio Parsons”
Talcott Parsons en el Departamento de Rela- (Kuper 2001: 87).
ciones Sociales en la Universidad de Harvard.
Al sociólogo funcionalista se le debe, en gran me- Con posterioridad, Kroeber y Parsons (1958)
dida, el vuelco de la antropología culturalista publican lo que Adam Kuper describe como
norteamericana a sus raíces en el idealismo ale- una especie de tregua que, además, tenía ca-
mán duro y puro. racterísticas de un “acuerdo jurisdiccional”
"("&,")&91*&+5($#&,")&05*(!")&%*& $52!#-*-
N& !#)-$# !$)& %*& U$5)"#):& "#& ,$& +#$,!%$%& %*& ros y electricistas en una obra de construcción.
,,*0$5& $& 1#$& %*+#! !'#& #3-!%$& %*& 1#& -I5(!- La breve nota tiene también características de
#"& 91*& *# *55$;$& 4$5!$)& %*+#! !"#*):& ?,.%*& un acuerdo diplomático entre dos potencias y
Kluckhohn, antropólogo adscrito al Departa- reviste signos de una alianza ofensiva para atacar
mento de Relaciones Sociales, y Alfred Kroeber áreas intermedias. Así, los autores acuerdan
revisaron los conceptos de cultura y encontra- una tregua en el debate de si se debe estudiar
ron 166 (ver Kroeber y Kluckhohn 1963). En la sociedad desde la cultura o la cultura des-
*6* -":& )*53$& U$5)"#)& 91!*#:& $,& %*)$+$5& $& ,")& de la sociedad, estableciendo una división del
antropólogos a reexaminar su concepto de cul- -5$;$A"& *#& 91*& 1,-15$& 91*%$& %*+#!%$& "("&
tura, los obligó a plantear una concepción de “el contenido y los patrones transmitidos de
1,-15$&*)2* 3+ $&%*&)1&%!) !2,!#$&VK12*5&FWWDX& valores, ideas y otros sistemas simbólicamente
YZ[&.&$ $;'&!(2"#!I#%",*)&)1&25"2!$&%*+#! !'#& )!0#!+ $-!4")& "("&6$ -"5*)&*#&,$& "#6"5($ !'#&
que era, fundamentalmente, la de Max Weber, del comportamiento humano y los artefac-
$&)$;*5X&=,$&%"-$ !'#&%*&)!0#!+ $%"&.&)!0#!+ $- tos producidos a través del comportamiento”4
ción desde la perspectiva de los seres humanos” mientras que sistema social o sociedad designa
que, a pesar de ser “una cuestión de ideas, a *,&=)!)-*($&*)2* 3+ $(*#-*&5*,$ !"#$,&%*&!#-*-
menudo implícitas [que] sólo se podían captar racciones entre individuos y colectivos” (Kuper
a través del ejercicio comprensivo de la imagi- 2001: 87-89).
nación” (Kuper 2001:53).
Esta división del trabajo se contemplaba en la
En los hechos, Parsons había tomado de la tra- visión de Parsons de las ciencias sociales con-
%! !'#& 5"(<#-! $& $,*($#$& 1#$& %*+#! !'#& %*& cebidas como un proyecto interdisciplinario,
cultura como “un sistema de ideas y valores,
expresados en símbolos y materializados en la
religión y el arte” y la colocó en su propia teoría La traducción de Kroeber y Parsons (1958: 583) es mía.
4

T+/Q+.%)#0'%!%I+5.1G%51.B.1'%4#%51'5#!%01!$+))#7/%!%2!%
general de la acción social, invitando a los an- ".18#7/%)!80.22!/!%$.%2!%'(1!%$.%.80.%U20#4'P

40 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C.


-!%)./01!2#$!$%$.2%01!(!3'%$.%)!45'%./%2!%6'14!)#7/%$.%2'8%!/01'572'9'8:%1.;.,#'/.8%!%5!10#1%$.%2!%.,5.1#./)#!

en el del Departamento de Relaciones Socia- ziana y que se demarca de todo lo que sería
les que había fundado. Se podría pensar que comportamiento, aunque sí reconoce al com-
tendría cierta utilidad siempre y cuando se portamiento habitual como indicador de una
realizara dentro de una misma institución en cultura en común. Sin embargo, con la llegada
que estaban representadas las tres disciplinas del concepto parsoniano (léase geertziano) de
consideradas (antropología, psicología y socio- cultura a la antropología mexicana, pareciera
logía). Sin embargo, antropólogos como David que su misión se volviera interpretativa y no ex
\ @#*!%*5&.&?,!Q"5%&O**5-R:&91*&@$;3$#& ",$- plicativa.
borado en dicho departamento, se alejaron del
proyecto del ataque colaborativo planteado por Desde mi perspectiva, esta versión de la antro-
Kroeber y Parsons (1958: 583) y asumieron la 2","03$&/1#$&4*5)!'#&#"5-*$(*5! $#$&91*&)*&
postura de “estudiar la cultura como un siste- injerta sobre tradiciones antropológicas mexi-
ma autónomo que podía ser investigado por sí $#$)& ;!*#& %!)-!#-$)& .& "#& "-5")& 25".* -")/&
mismo” (Kuper 2001: 89). tuvo una consecuencia sumamente negativa
para el trabajo de campo. Aun concediendo
¿El concepto geertziano de cultura como ,$&%1%")$&25"21*)-$&/.&%1%")3)!($&2$5$&1#&
inhibidor del trabajo de campo? 2$3)& "("& ]IM! "/& 91*& *,& 25".* -"& %*& ,$&
antropología es estudiar los signos y símbolos,
8,&25";,*($& "#&-"%"&*)-"&/.&91*&-!*#*&91*& esa tarea resulta elusiva y conduce a frustra-
4*5& "#&*,&-5$;$A"&%*& $(2"&*#&]IM! "/&*)& !"#*)&"&$&*-#"05$63$)&2$5 !$,*)&"&)12*5+ !$,*)7&
'("& )*& *)-1%!$& ,$& 1,-15$:& %*+#!%$& %*& *)-$& Considero que es imposible entender la red de
manera restringida y como sistema autónomo. )!0#!+ $%")&)!#&$;"5%$5&,$)&5*,$ !"#*)&)" !$,*)&
Esta es una cuestión que no abordó Roberto y que tampoco el entorno material puede ex-
J$5*,$&VDEEZ[&$,&@$ *5&)1&25"2!"&($#!+*)-"&)"- cluirse del contexto. Traté con cierto detalle
bre la naturaleza de cultura que para él es geert- y con nombre y apellido a este problema con
!"#"$%&'()*+,%-.+*"

Abril 2014 41
!"#$%&'(#)*!+,

referencia a los estudios de parentesco en otra 6*'(-$'&!+!7*('*-$,2,478!+'(#%2#+9)+':(


parte (ver Robichaux 2008) y aquí hago exten- prácticas de campo en el Posgrado en
sivo mi énfasis en las relaciones sociales para Antropología Social de la Universidad
otros temas. Iberoamericana.

Como bien lo señala Roberto Varela, el uso Situándome ahora dentro de una tradición an-
del término cultura en México ha sido poco -5"2",'0! $&*)2* 3+ $:5 una vez escuché decir a
frecuente y él hace referencia a usos fuera de Ángel Palerm que en antropología se podía de-
la antropología, particularmente en casos en batir cualquier postulado teórico, pero sólo con
donde se supone que un cambio de cultura %$-")7& 8)-"& ,"& *#-!*#%"& "("& 1#$& $+5($ !'#&
conduciría a un cambio de comportamiento, de que una teoría se juzga menos por su co-
como en la sociedad mexicana del momento herencia lógico-racional, que por su capacidad
de su escrito cuando se pregonaba una cultura de plantear buenas preguntas de investigación
de competitividad o una nueva cultura políti- y de incitar al trabajo de campo. En relación
ca (1997:47). Cuestiona el supuesto de que un con lo anterior, Palerm decía que las teorías no
cambio intramental produce un cambio extramen eran ni ciertas ni falsas, pero si buenas o malas
tal:&*)&%* !5&)!&1#$&-5$#)6"5($ !'#&*#&,")&)!0#!+- en términos de su capacidad de estimular in-
cados se traduce en un nuevo comportamiento vestigación de campo.
(Varela 1997: 52). Al menos, su posición no se
aleja tanto de lo concreto como David Schnei- ^$(;!I#&,"&*) 1 @I&%* !5&/.& 5*"&91*&,"&@$&
der (1980) cuando en American kinship se propo- *) 5!-"&*#&$,01#$&2$5-*/&91*&)!&,$&$#-5"2","-
ne estudiar la cultura sin referencia alguna a gía no es capaz de producir sus propios datos,
,"& 91*& @$ 3$& ,$& 0*#-*& .& *# "#-5'& /,"& $& 91*& no tiene razón de existir. Alrededor de 1975 lo
algunos (como los antropólogos en México escuché amonestar a un alumno que preguntó
que insisten en que debemos de limitar nues- por la ausencia de Lévi-Strauss en el programa
-5")& *)-1%!")& $& ,")& )3(;",")& .& )!0#!+ $%")[& ,*)& de estudios de la maestría cuando le dijo que si
21*%$& "0*5&%*&)"525*)$/&91*&*,&)3(;","&%*,& comenzaba por allí iba a acabar como los curas.6
parentesco norteamericano era el coito, pero
no el coito propiamente dicho, sino el coito
simbólico (1980:116). 5
V80+$#>%2!%4!.801R!%./%!/01'5'2'9R!%8')#!2%./%2!%W/#".1-
8#$!$% O(.1'!4.1#)!/!% ./01.% JXYL% S% JXYZ% S% 8'S% 51'6.-
8'1@#/".80#9!$'1%$.2%['891!$'%./%T/01'5'2'9R!%\')#!2%$.%
Con lo anterior, lo que he querido destacar $#)*!%+/#".18#$!$%$.8$.%JXYYP
es que ir al campo a estudiar la cultura, so- 6
[!2.14%6+.%!)'9#$'%5'1%2!8%!+0'1#$!$.8%$.%2!%W/#".18#$!$%
bre todo cuando ésta no se contextualiza en O(.1'!4.1#)!/!G%5.10./.)#./0.8%!%2!%]'45!^R!%$.%_.8U8G%
relaciones sociales y materiales, pareciera un #/80#0+)#7/%./%$7/$.%1.6+/$7%2!%!/01'5'2'9R!P%['1%2'%Q+.%
ejercicio de onanismo mental. Aquellos que si- 5+$.%'(8.1"!1%!2%8.1%.80+$#!/0.%S%)'2.9!%$.%>2G%!$4#1!(!%
ciertos aspectos del catolicismo. En lugar de interpre-
guen pregonando que la cultura es como un tar sus palabras como un anticlericalismo generalizado,
texto harían bien en leer las atinadas críticas $.8$.% 4#% 5.185.)0#"!% .1!% +/% !0!Q+.% 61'/0!2% !% !Q+.22'8%
de David Howes (1990) y hacer un balance de Q+.%)'/6+/$./%2!8%0!1.!8%$.%2!%!/01'5'2'9R!%)'4'%$#8)#-
la etnografía que ha producido este enfoque y 52#/!%.45R1#)!%)'/%2!8%$.%2!%B2'8'6R!%S%2!%0.'2'9R!%S%Q+.%
8.%!51.8+1!/%!%#/0.1"./#1%./%2!%1.!2#$!$%5!1!%)!4(#!12!G%
las técnicas a emplearse en la recolección de sin conocerla empíricamente. Yo lo considero como un
los datos para hacer la recetada lectura y docu- 4!/#B.80'%)2!1'%$.2%)'451'4#8'%$.%[!2.14%)'/%.2%)'-
(*#-$5&,")&)3(;",")&.&)!0#!+ $%")7 nocimiento de la realidad mediante herramientas teóri-
)!8%S%+/!%4.0'$'2'9R!%.45R1#)!%$#8.^!$!%5!1!%)'/0.80!1%
preguntas concretas emanadas de las primeras y de la
realidad empírica misma.

42 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C.


-!%)./01!2#$!$%$.2%01!(!3'%$.%)!45'%./%2!%6'14!)#7/%$.%2'8%!/01'572'9'8:%1.;.,#'/.8%!%5!10#1%$.%2!%.,5.1#./)#!

El compromiso de Palerm con el conocimien- Nacional de Posgrados de Calidad, y a cambios


to empírico se ilustra, también, con la discusión en las políticas de la propia universidad como
que suscitó el relato que hizo sobre la produc- el cobro de colegiaturas para las prácticas de
tividad del sistema de cultivo de los incas que campo y a la forma en que las autoridades ven
se dio, si bien me acuerdo, en una clase en la la dirección de prácticas de campo en la asigna-
Universidad del Sur de Illinois, donde Julian ción de funciones del personal académico. Pero
Steward pasó los últimos años de su carrera. en el lado positivo, en el contexto institucional
Después de interminables propuestas y contra- de la misma Universidad Iberoamericana, los
propuestas, basadas en la lógica y la raciona- profesores gozan de proyectos de investigación
lidad, un profesor que participó en el debate 91*& "#-*(2,$#&*,&+#$# !$(!*#-"&2$5$&*,&-5$-
propuso resolver la cuestión haciendo un plan- bajo de campo y la incorporación de alumnos
tío de tipo andino para observar y medir los *#&,")&25".* -")&2"5&(*%!"&%*&%! @"&+#$# !$-
resultados. miento o por becas de colegiatura.

En la referida tradición, como bien ha señalado Es en este contexto que, como parte de la línea
Carmen Viqueira, se incorporaban las prácti- de investigación Cambio y continuidad en el México
cas de campo en el plan curricular y el alumno rural:&%*)%*&+#*)&%*&($."&.&25!# !2!")&%*&A1,!"&
hacía su primera práctica de campo al inicio de de 2002, Roger Magazine y un servidor hemos
su carrera para ver si tenía o no vocación para dirigido prácticas de campo, con duración de
*,&"+ !"7&85$&$)3&2"591*&2$5$&_#0*,&U$,*5(&=$& seis semanas, desde la Estación de Campo José
aquél al que no le guste el trabajo de campo, de Acosta en Tepetlaoxtoc, en el oriente del es-
no puede ser antropólogo. La antropología es tado de México. En preparación para esta ac-
una ciencia empírica por excelencia y el an- tividad, Roger Magazine participó como estu-
tropólogo ha de obtener sus datos mediante la diante en una práctica con un esquema similar
observación directa y participante” (Viqueira con el que, en 2001, dirigí en el suroeste de
2000:121-122). Además, en este planteamiento Tlaxcala. Cada una de las seis semanas de la
que se incorporó en los planes de estudio de la práctica está dedicada a una actividad concreta
antigua licenciatura y la maestría de la Univer- en que se pone al estudiante en un contexto es-
sidad Iberoamericana “Los estudiantes deben 2* 3+ ":& "#&*,&25"2')!-"&%*&%*)$55",,$5&%*-*5-
ser…/…estrechamente supervisados por un minadas capacidades y habilidades.
investigador ya formado” (Viqueira 2000: 122).
En la primera semana se hacen recorridos de
Los anteriores son algunos de los supuestos que distintos pueblos, visitando dos o tres al día y
durante mucho tiempo guiaron las prácticas procurando hablar con las personas que se en-
de campo que marcaron la formación en la cuentran sobre temas convenidos la noche an-
disciplina en la Universidad Iberoamericana. terior. El objetivo es que el estudiante comience
Actualmente, estos supuestos siguen rigiendo a formarse una idea de la región, conociendo
algunas de las prácticas que forman parte in- )1)& T1A")& %*& ;!*#*)& .& 2*5)"#$):& )1& * "#"(3$:&
tegral del currículo de la maestría y el doctora- )1)&+*)-$):&*- 7&$%*(<)&%*&;1) $5&@")2*%$A*&"&
%":&$1#91*&*,& "#-*M-"&!#)-!-1 !"#$,&%!+ 1,-$&)1& vivienda para el período que comienza a partir
$;$,& 1(2,!(!*#-"7&]*&5*+*5"&*)2* 3+ $(*#- de la segunda semana, cuando cada alumno
te a los tiempos impuestos por CONACYT a los se asienta en una comunidad y realiza una
programas como los de maestría y doctorado *-#"05$63$&0*#*5$,&%*&,$&(!)($7&N,&+#$,&%*&,$&
en antropología social de la Universidad Ibe- práctica, deben de entregar una monografía
roamericana, que forman parte del Programa que incluye el contexto regional, además de

Abril 2014 43
!"#$%&'(#)*!+,

Foto: Francisco de la Torre


una serie de rubros sobre la comunidad que se nos de los muchos pueblos de la región, bastan-
plasman en las actividades semanales y en un tes de los cuales, a pesar de realizarse prácticas
01!'#&*-#"05<+ "&91*&)*&,*)&25"2"5 !"#$&$&,")& de campo desde 1968, nunca han sido estudia-
estudiantes7. Los recorridos se realizan en la dos o no han sido estudiados desde hace varios
mañana y, dependiendo del número de parti- años, incluso décadas. Generalmente, es con
cipantes, pueden realizarse con el conjunto de alguna familia pero también se dan casos de
estudiantes o en pequeños grupos que visitan renta o de préstamo de vivienda o algún es-
distintos poblados. Al mediodía se regresa para 2$ !"& *#& 1#& *%!+ !"& 2`;,! "7& P"& 91*& )!01*& *#&
comer juntos; desde el primer día, los alumnos las semanas subsecuentes de la práctica puede
comienzan a hacer un diario de los recorridos resumirse como un irse de lo general a lo par-
y, en reuniones celebradas todas las noches, se ticular, en cuanto a temas, actividades y tareas
leen los diarios y se discute cómo mejorar el *)2* 3+ $)&2"5&5*$,!R$57&N)3:&$)*#-$%")&*#&1#$&
asentamiento de los datos, procurando escribir comunidad, en la segunda semana, los estu-
y describir con mayor exactitud y precisión. diantes hacen un croquis del pueblo y planos de
al menos dos solares, incluyendo los interiores
N,&+#$,&%*&,$&25!(*5$&)*($#$:&,")&$,1(#")&%*- de sus casas. Hacer el croquis implica caminar
bieron haber localizado dónde vivir en algu- con un pliego grande de papel en la mano y es
una manera de obligar al estudiante a conocer
7
Se trata de un guión estándar pero los intereses y las todo el pueblo y que todos lo conozcan, acer-
)#1)+/80!/)#!8% $.% 2!% 51`)0#)!% 8'/% "!1#!(2.8G% 5'1% 2'% Q+.% cándose a él o a ella para preguntar qué hace.
algunos rubros acaban siendo más completos que otros. Así, el estudiante suele llegar a experimentar
\#/% .4(!19'G% .2% 51'578#0'% $.2% 4>0'$'% .0/'91`B)'% *'-
2R80#)'%/'%.8%$.%)+(1#1%0'$'G%8#/'%$.%#/"#0!1%!2%.80+$#!/0.%
tanto la voluntad de colaborar como el rechazo
a considerar temas que no se le habían ocurrido y de por parte de los habitantes del poblado, quie-
)'/0.,0+!2#=!1%2'%Q+.%'(8.1"!%./%+/%0'$'%4!S'1P%V/%.2% #*)& 1*)-!"#$#&)1)&("-!4")&.&)1&2")!;,*&$+,!$-
#/6'14.% B/!2G% .2% .80+$#!/0.% $.(.% 52!/0.!1% 0!4(#>/% +/% ción con el gobierno o alguna secta religiosa.
51'(2.4!% $.% #/".80#9!)#7/G% 3+/0'% )'/% 2!% 4.0'$'2'9R!%
pertinente para abordarlo.

44 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C.


-!%)./01!2#$!$%$.2%01!(!3'%$.%)!45'%./%2!%6'14!)#7/%$.%2'8%!/01'572'9'8:%1.;.,#'/.8%!%5!10#1%$.%2!%.,5.1#./)#!

El estudiante debe también iniciar la recolec- po, debe de estar complementando informa-
ción de especímenes de plantas como forma de ción faltante con miras al informe de campo.
adentrarse en el sistema ecológico local y como Durante todo este tiempo, el estudiante sigue
forma de entablar conversaciones con la gen- haciendo su diario de campo que es revisado
te en la calle preguntando: “Disculpe, señora, periódicamente por el profesor. Como en las
¿sabe usted cómo se llama esta planta?” En semanas previas y en las siguientes, la semana
todo este proceso de conocer a la gente, darse a culmina en una reunión de una jornada entera
conocer en el poblado y explicar que viene de en que los estudiantes presentan sus hallazgos
la Universidad Iberoamericana y que está ha- y reciben los comentarios de sus compañeros.
ciendo una práctica para conocer la historia y
las costumbres, el estudiante debe de estar en- Llegando a la quinta semana y yendo, como
tablando relaciones con personas con quienes se dijo antes, de lo general a lo particular o,
podría acudir posteriormente para “platicar”. mejor dicho, de lo mayor a lo menor, el tema
Es decir, lo que se busca es que el estudiante se a cubrirse es familia y parentesco. La actividad
inserte en la comunidad y que vaya participan- principal de la semana es realizar tres o cuatro
do en ella, planteando preguntas sobre lo que genealogías con personas que el estudiante co-
observa como las que se planteaba Villa Rojas noció en las semanas previas. Recientemente,
cuando asentaba datos en su diario en Chan gracias a los conocimientos adquiridos por Jor-
Kom. Al culminar la segunda semana en el ge Martínez Galván como estudiante de licen-
campo y la primera en el estudio de una comu- ciatura de antropología social de la UAM-Izta-
nidad, hay una reunión general de un día en la palapa, y luego transmitidos a estudiantes del
Estación de Campo, en la cual los estudiantes posgrado de la Universidad Iberoamericana, se
presentan sus hallazgos, en este caso el croquis les ha animado a utilizar el programa GenoPro,
y sus muestras de la vegetación. un software gratuito. En las genealogías, se es-
tudia no sólo el parentesco sino también acti-
Para la tercera semana, el tema es la economía vidades económicas, escolaridad y otros temas
y el ambiente y entre las actividades que reali- .& )*& $#!($& $& ,")& *)-1%!$#-*)& $& 1$#-!+ $5& ,")&
zan los estudiantes están las visitas a la milpa datos obtenidos mediante esta técnica.
con campesinos; se profundiza en el conoci-
miento de las plantas y sus usos y se documen- La última semana tiene como actividad central
tan otras actividades económicas. Como en la el censar 25 casas. Para ello, se discute un pa-
)*01#%$&)*($#$:&)*&5*$,!R$&1#$&5*1#!'#&$,&+#$,& drón modelo y el estudiante debe elaborar su
de la semana y la información recolectada se propio formato con preguntas sobre las áreas
presenta en grupo y los alumnos comentan lo en que tiene un interés particular. Cabe men-
que presentan sus compañeros. cionar que los alumnos también aplican una
encuesta a uno o dos salones de la escuela local,
El tema para la cuarta semana es la organi- en los últimos años de primaria o secundaria,
zación comunitaria y los cargos. El estudiante pero la semana es variable de acuerdo con la
debe elaborar algo como un organigrama y re- disponibilidad de tiempo de las autoridades es-
coger información no solamente sobre la orga- colares, pues el período de la práctica de cam-
nización formal sino, sobre todo, las prácticas 2"& "!# !%*& "#&*,&+#&%*& 15)"):&1#&("(*#-"&
concretas y las funciones de los puestos. Se le de muchas ocupaciones de maestros y alum-
pide al estudiante más que los modelos de los nos. Las preguntas del censo y la encuesta se
!#6"5($#-*):& $)")& "# 5*-")&91*&*A*(2,!+ $#& discuten en grupo. Aunque ha habido tesis (ver
reglas, normas y excepciones. Al mismo tiem- Ramírez 2003) y publicaciones (ver Lorente

Abril 2014 45
!"#$%&'(#)*!+,

!"!#$%&'()*$+,-./&
2011) en que los datos recogidos en estos ejer- cursó una licenciatura o maestría en antropolo-
cicios fueron empleados, el objetivo principal gía, en la misma institución. Durante el semes-
de la actividad va más allá de recoger datos: tre siguiente, se organiza una jornada en que
mediante el ejercicio se le invita al estudian- los alumnos que realizaron su primera práctica
-*&$&@$ *5&1#$&5*T*M!'#&.&*4$,1$ !'#&%*&I)-$:& presentan sus resultados.
al igual que de las demás técnicas vistas en la
práctica, para que decida sobre su utilidad y
posible incorporación en su investigación. Ade-
más la estadística, en ciertos casos, da solidez Conclusiones
a lo observado cualitativamente y permite al
antropólogo salir del aislamiento en que se ha En este trabajo he planteado la importancia
sumido últimamente para poder entrar en diá- del trabajo de campo en la enseñanza de la
logo con otras disciplinas sociales sobre cues- antropología y la formación en la disciplina.
tiones de relevancia para el país. !"#$"%$&'(")!$#*"+("%&(,(!'$-."#."/0("+$",1-."
mi propia experiencia como formador de estu-
Los últimos días de la práctica, de acuerdo con diantes en el trabajo de campo, que fue resul-
la disponibilidad de tiempo de los estudiantes, tado de mi propia formación con un método
pueden pasarse en la Estación de Campo José similar en la Universidad Iberoamericana. Mi
de Acosta. Por requerimientos administrativos, convencimiento de la bondad del método va
los informes deben entregarse casi inmediata- en paralelo con la convicción que tenía Ángel
mente después de la práctica para su debida Palerm, a partir de su experiencia como estu-
acreditación, pues la práctica es una materia diante en un proyecto de investigación bajo la
con ocho créditos, una de las más cargadas de dirección de Isabel Kelly, de que el trabajo de
la maestría y el doctorado en antropología so- campo es esencial en la formación de antropó-
cial en la Universidad Iberoamericana y obli- logos y en la enseñanza de la antropología (ver
gatoria para todo estudiante, salvo aquel que Viqueira 2000: 121).

46 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C.


!"#$%&'!()*!*"*$("&'!+!,-"*$"#!./-"$%"(!"0-'.!#)1%"*$"(-2"!%&'-/1(-3-24"'$5$6)-%$2"!"/!'&)'"*$"(!"$6/$')$%#)!

No se trata de defender las particularidades de dialogar con otras disciplinas sociales. En esto,
tal o tal técnica sino de abogar por la necesidad crear y mejorar los contextos institucionales
de crear una dinámica en la práctica de campo para la incorporación del trabajo de campo
en que haya una estructura destinada a dar al en los planes de estudio de antropología en el
estudiante una experiencia concreta de aplicar país sería una tarea esencial. Y la tarea, desde
determinadas técnicas y de discutir los resulta- luego, tiene como supuesto que la antropología
dos obtenidos en grupo como un ejercicio que, es una disciplina empírica cuya actividad pri-
$#")!"2"$#"3$4."(,"5$%&(!-(&"$"1!6(,'17$&*"1!6(,- mordial es la investigación. Así, quien enseña
tigando”. Es decir es la experiencia, en todos antropología tiene que investigar y no se puede
#.," !16(#(,*" #." /0(" %&.-03(" 0!" '1%." (,%(38)3." enseñar antropología sin enseñar a investigar.
de conocimiento de los fenómenos sociocultu-
rales, compaginado desde luego con la teoría y
sólo al tener esta experiencia, puede formarse
el antropólogo. Bibliografía

También he planteado, como una pequeña ARIAS, Patricia y Jorge Durand (2008) Mexicanos
digresión, que la proliferación del concepto !" #$%&'()*" +%',%)" - " .)/ ,0" . -1 2-" 345673458.
geertziano de cultura en la antropología mexi- Guadalajara: Universidad de Guadalajara/
cana y otros planteamientos derivados del idea- CIESAS-Occidente/Porrúa/Colegiode
lismo alemán, parece haber sido acompañada San Luis. (también disponible en internet
por una disminución de la importancia del tra- http://www.princeton.edu/~jdurand/
bajo de campo en los programas de formación Publicaciones/2008_Mexicanos_en_Chicago.
de los antropólogos en México. Esta prolifera- html)
ción, sin duda, ha sido la consecuencia de los
cambios sociales que ha sufrido el país y la bús- GERMANI, Gino (1997) (orig. 1961), Prólogo
queda de nuevos paradigmas ante el aparente de C. Wright Mills, La imaginación sociológica.
agotamiento de los antiguos, como el indige- México: FCE.
nismo y los estudios campesinos. Sin embargo,
no creo que el concepto geertziano de cultura HOWES, David (1990), Controlling textuality.
haya resuelto mucho, sobre todo porque no A call for the return to the senses. Anthropologica,
surge como estas últimas dos tendencias de una vol. 32, núm. 1: 55-73.
búsqueda de entender la realidad nacional. Es
KROEBER, Alfred y Clyde Kluckhohn (1963)
decir, su origen no parece provenir de un en-
(orig. 1952) Culture: a critical review of concepts and
cuentro con la realidad y de la búsqueda de
- 1!%0%)!9. Nueva York: Vintage.
explicarla sino de una tendencia intelectualista
propia de otros lares y no de este país. Otras __________ y Talcott Parsons (1958), “The
antropologías y otras tradicionales nacionales concepts of culture and social system”. American
han sobrevivido sin gran concepto de cultura, Sociologícal Review vol. 23, núm 5: 582-583.
tal como lo hizo durante muchos años la an-
tropología mexicana, y ésta lo podrá hacer en KUPER, Adam (2001) (orig. 1999) Cultura. La
el futuro. Pero en todo caso, lo que importa es versión de los antropólogos. Buenos Aires: Paidós.
que los conceptos o enfoques teóricos que se
adopten en el futuro estimulen el trabajo em- LORENTE, David (2011), La razzia cósmica:
pírico y el conocimiento de la realidad mexica- una concepción nahua sobre el clima. Deidades de
na, a la vez que posibiliten a la antropología a

Abril 2014 0 47
7!8)*"9-+)#:!;6

agua y graniceros en la Sierra de Texcoco. México: VARELA, Roberto (1997) “Cultura y


CIESAS/UIA. comportamiento”. Alteridades, vol. 7, núm. 13:
47-52.
MALINOWSKI, Bronislaw (1986) (orig. 1922)
:)9"',()!';0'9"- 2"<'&=1&)">&&%- !0'2. Barcelona: VILLA Rojas, Alfonso (1979) “Fieldwork in
Agostini-Planeta. the Mayan region of Mexico” en G. Foster, E.
Colson, T. Scudder y R. Kemper (eds.): :)!(7
MURDOCK, George Peter (1951) “British 0 ,?" 1 2-" , 9 ',&$" %!" 9)&%'2" '!0$,)@)2)(A. Nueva
social anthropology”, American Anthropologist, York: Academic Press, pp. 45-65.
vol. 53, núm. 4, parte 1: 465-473.
VIQUEIRA, Carmen (2000) “Algunas
RAMÍREZ Sánchez, Martha Areli (2003) aportaciones de Ángel Palerm a la enseñanza
“Ayudando en la casa: ser niño en San de la antropología” en Virginia García Acosta
Pedro Tlacualpan. La construcción local (coord.): La diversidad intelectual. Ángel Palerm In
de la infancia a través del trabajo en el ciclo memoriam. México: CIESAS, pp. 115-127.
doméstico”. Tesis de maestría en antropología
social, Universidad Iberoamericana, Ciudad
de México.

ROBICHAUX, David (2008) “¿De qué se


'&$'$"(#"%$&(!'(,3.9":()!1(!-."0!".4;('."-("
estudio y algunas ideas para su investigación
entre los nahuas y otros pueblos de México”.
Diario de Campo. Suplemento núm. 47, marzo-
abril: 65-82.

__________ (2009) “A noção de uma cultura


latino-americana da antropologia norte-
americana e os estudos de família: uma
conspiração contra a diversidade?,” Revista
História: Questões & Debates, Ano 26, vol 51, jul/
dez2009: 31-67. http://ojs.c3sl.ufpr.br/ojs2/
index.php/historia/article/view/19984

__________ (2011) El origen del concepto de


cultura latinoamericana en la antropología
norteamericana: ¿aciertos o distorsiones?
en Oswaldo Méndez (ed.): Rostros de América
Latina. Pusán, Corea: OICT Books, pp. 131-
188.

SCHNEIDER, David (1980) (orig.1968)


American kinship. A cultural account. Englewood
<#1=,">?@AB"C&(!'13(DE$##F

48 0 Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, A.C.

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