10 Mitos Griegos Cortos
10 Mitos Griegos Cortos
10 Mitos Griegos Cortos
Descubre los siguientes mitos griegos cortos protagonizados por los dioses
Como te decíamos, muchos mitos griegos intentan explicar la repetición
periódica de algunos acontecimientos de la naturaleza, como la existencia
de las estaciones por el mito de Perséfone, el primero de estos 10 mitos
griegos cortos que encontrarás a continuación.
1. Mito de Perséfone
Fragmento de la obra de Niccolò dell’Abbate, «Rapto de Proserpina» (Prosepina era
Perséfone para los romanos), entre 1552 y 1570
El 1º de nuestros mitos griegos cortos.
Así lo hicieron, pero cuando ya estaban fuera, Orfeo miró atrás para verla,
sin darse cuenta de que el sol no bañaba completamente la anatomía de su
esposa: un pié había quedado en la sombra. Eurídice desapareció y volvió
al inframundo, esta vez para siempre. Cuando Orfeo falleció, despedazado
por unas bacantes tracias, su alma se reencontró con la de su amada y
desde ese momento no se separaron más.
5. Mito de Aracne
Desde su más tierna infancia, Hefesto demostró ser capaz de crear objetos
útiles y hermosos con sus manos. En su mente siempre estaban
planeándose nuevos inventos que sorprendían a los mismos dioses. A
medida que crecía, se le permitió vivir en el Olimpo y allí sus proyectos
eran cada vez más maravillosos: un calzado mágico que permitía caminar
por el aire y el agua como sobre la tierra, capas de invisibilidad, vajillas de
oro y plata que podían retirarse por sí solas de la mesa…
En el Olimpo, Hefesto tenía su propia forja y un taller donde preparaba a
sus sirvientes para ayudarle. Este no era su único centro de trabajo, en la
tierra, allí donde hubiera un volcán, Hefesto tenía una forja.
Zeus y Hera (o Júpiter y Juno) en el Monte Ida por James Barry (1790-1799)
Hefesto, al ser inmortal, no murió pero sufrió terribles heridas, hasta el
punto que quedó cojo para toda la eternidad.
De esta parte del cuerpo cercenada surgió una espuma que dio lugar a una
mujer adulta. Impulsada por el viento, esta nueva diosa, llegó flotando
sobre una pechina hasta la costa y la primavera cubrió su desnudez,
vistiéndola.
8. Mito de Atalanta
Atalanta era una joven cazadora con una agilidad prodigiosa, conocida por
ser la corredora más veloz de su tiempo, que decidió consagrarse y
permanecer virgen, sin casarse.
Atalanta demostró una vez más que su fama tenía fundamento, dejando
pronto a los hombres atrás. Ganó la carrera y los pretendientes fueron
alejados del lugar, para encarar su destino. Fue entonces
cuando Hipómenes, quien como recordarás había sido el juez de la
carrera, pidió intentar lograr la mano de Atalanta.
9. Mito de Hilas
Fragmento de «Hércules matando al dragón del jardín de las Hespérides» (1639-1640) por
Rubens
Este es uno de nuestros mitos griegos cortos que implica a un personaje
que conocerás. En su viaje en busca del Vellocino de Oro, Jasón fue
acompañado por varios héroes, entre ellos Hércules. En este
viaje, Hércules se llevó como paje o escudero a un muchacho llamado
Hilas. El héroe apreciaba mucho al chico, cuya belleza era extraordinaria, y
solía vestirlo con ropajes verdes, con un cordón dorado y pedirle que lo
acompañara siempre que podía. También lo instruía en el uso del arco, el
lanzamiento de disco y otras habilidades que él había adquirido durante su
entrenamiento.
Cada vez estaba más oscuro y Hércules empezó a temer que algo malo le
había ocurrido a Hilas. Hércules iba en dirección al manantial gritando con
todas sus fuerzas el nombre de su paje: “¡Hilas! ¡Hilas!”. La única
respuesta que recibía el héroe era el eco de sus propias palabras. Cuando
llegó al lugar tuvo la impresión de que podía oír la voz de Hilas, pero
sonaba tan lejana que en ningún momento se planteó que pudiese proceder
del fondo del agua. Por eso, siguió buscando sin descanso al
muchacho, desesperado y al borde de las lágrimas.
Así nos imaginamos a Hilas, como este joven de Córcega retratado por John William
Waterhouse
Hércules por su parte, siguió recorriendo el terreno durante tres días y cada
vez oía una débil respuesta de Hilas, pero nunca lograba hallar su origen. El
héroe llegó a pensar que eran imaginaciones suyas, así que se dirigió al
lugar al que iban los argonautas a pie
Hilas no sabía que Hércules se había marchado y siguió llamándolo:
“Hércules, hércules. ¡Aquí estoy!”. Durante muchas noches su voz siguió
sonando.
Fragmento de Calisto y Zeus con el cuerpo de Artemisa por Rubens (1577 – 1640)
El último de nuestros mitos griegos cortos.
Calisto era una de las doncellas de Artemisa por la que Zeus se sentía
muy atraído. Para seducirla, se transformó en Artemisa y logró tener
relaciones con ella.