Actitudes Correctas Delante de Dios
Actitudes Correctas Delante de Dios
Actitudes Correctas Delante de Dios
El escritor de esta carta, un líder de la Iglesia de Jerusalén no fue Santiago el apóstol, sino el
hermano de Jesús. De principio a fin el escritor acentúa el desarrollo práctico de la verdadera
religión.
Santiago 1:1 “Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la
dispersión: Salud “.
Santiago se presenta de una manera sencilla como esclavo de Dios y del Señor Jesús. No hace
mención de ningún mérito personal. Dirige su carta en forma general a todos los judíos dispersos
en todo el imperio romano.
Creemos que esta traducción es algo forzada, poco natural, porque el término griego significa
literalmente "Alegraos". Él no era una persona con un carácter avinagrado. Era una persona que
tenía mucha vida en su interior.
Santiago no dice si pasan por diversas pruebas, sino cuando pasan por diversas pruebas. El da por
sentado que vamos a tener pruebas y que es posible sacar provecho de ellas. Las reacciones de un
creyente ante las pruebas puede ser un buen indicador de su madures espiritual y de su fe.
Aquí se nos habla de diversas pruebas. En otras palabras, cuando usted esté teniendo problemas,
no comience a lamentarse como si le hubiera sucedido algo terrible. Aunque todo problema nos
cause un impacto inicial negativo, usted tendría que alegrarse, y considerar como un motivo de
alegría el hecho de que Dios le está probando de esa manera.
En realidad, la pregunta que surge con frecuencia es si el cristiano ha de experimentar una alegría
profunda en todos los problemas y tensiones de la vida. Sinceramente, la respuesta es que no -
esto no fue lo que Santiago estaba diciendo. Conduciría a hablar de una irrealidad decir que uno
está reconciliado con la voluntad de Dios cuando los problemas lo acosan, cuando no está
realmente reconciliado. Algunas personas se apresuran a decir piadosamente que han aceptado la
voluntad de Dios, y sin embargo reflejan en sus rostros la tristeza o la amargura. Hermanos, no
estaremos reconciliado con la voluntad de Dios hasta que podamos experimentar esa alegría.
Santiago continuó dejando claro que Dios no nos envía problemas por la importancia que puedan
tener esos problemas; ellos no son un fin en sí mismos.
Algunas personas reaccionan con rebeldía hacia Dios cuando enfrentan dificultades.
Otras actúan con resignación. Sin embargo, la actitud más apropiada debería ser de gratitud y
alegría, pues debemos recordar que su propósito es hacernos mejores personas.
Santiago 1:4 “Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin
que os falte cosa alguna “.
La idea no es fingir ser feliz cuando uno se enfrenta al dolor, sino tener una perspectiva positiva,
por lo que la prueba puede producir en nuestra vida. Algunas actitudes incorrectas frente a las
pruebas son.
• (2) Tomar una vía de escape, en especial mediante drogas o conductas impropias.
Ahora, ¿cuáles son algunos de los propósitos que resultan de la prueba de la fe? Santiago dijo que
los problemas constituyen una prueba positiva de la fe genuina. Permítanos presentar una
ilustración. Hay algunas fábricas de aviones que permiten a los visitantes observar el proceso de
preparación para la producción de un nuevo modelo de avión. Para comenzar, los ingenieros
presentan un nuevo diseño. Y, por supuesto, se hacen planos y, luego, se construyen modelos en
miniatura. Luego, estos ingenieros hacen pruebas con los modelos. Y entonces, comienza la
construcción del avión mismo. Puede que pasen uno o dos años, y luego sale de una de esas
plantas de construcción un nuevo aparato. Entonces surgen las preguntas: ¿Volará ese avión?
¿Cómo funcionará? ¿Soportará las pruebas? El piloto de pruebas toma ese avión, y lo lleva al
campo de aterrizaje y de allí se eleva. Cuando el piloto ya está en el aire, lleva a cabo diferentes
pruebas con ese aparato. Y luego, cuando ese avión ha demostrado ser todo lo que el fabricante
dijo que era, la gente tiene confianza en ese avión, y una de las compañías de transporte lo
compra y lo lleva al aeropuerto, donde suben los pasajeros, y es así como llega a convertirse en un
medio de transporte fiable y útil. En el mismo sentido, un buscador de oro lleva cierto mineral a
una oficina para que un ensayador, que es un especialista en probar metales preciosos, determine
si se trata de oro o plata. El ensayador lo coloca bajo el fuego, y echará un poco de ácido sobre él,
y entonces opinará si el metal precioso es genuino o no. De la misma manera, Dios coloca la fe a
prueba parar probar si es genuina. Alguien lo ha expresado de la siguiente manera: "el ácido del
dolor prueba la moneda del creer". Y esto es muy cierto.
Dios prueba nuestra fe con un propósito. Bien dijo Santiago: la prueba de vuestra fe produce
paciencia.
La actitud que se requiere al orar es pedir con fe. Esa fe significa plena confianza en Dios. Es una
confianza activa, no pasiva. Que lleva a alguien a pedir algo a Dios con la expectativa de recibir lo
que ha pedido.
Santiago 1:7-8 “No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 8 El
hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos“.
Un cristiano que ora con titubeos y dudas se está acercando a Dios de manera incorrecta y su
incredulidad lo conduce al fracaso. Esta actitud muestra inestabilidad, y por lo tanto, no solo se
priva el creyente de las respuestas de Dios, sino que manifiesta ser una persona poco digna de
confianza.
Dios da. Y lo hace continuamente, como indica el tiempo presente del participio. Es inherente a su
naturaleza dar. Como el sol que envía constantemente sus rayos de luz y calor.
Dios (da) a todos. No importa la pobreza de la persona ésta no se marchará con las manos vacías.
Dios no hace acepción de personas; el llamamiento a vivir por la fe se extiende a todos y cada uno
debe sentirse invitado a confiar en Dios. No obstante, la sabiduría no cae a modo de lluvia del cielo
sino a menudo deriva del Espíritu Santo por la Palabra. El Espíritu nos instruye, ilumina, nos hace
sabios. Esta faceta del tema se retomará en (Stg 1:21).
Dios (da a todos) abundantemente. El adverbio significa simplicidad en contraste con complejidad;
por extensión sugiere falta de cálculo y abertura, sin motivos mezclados, sin reservas, ya que
constituye un contraste intencionado con el hombre de "doble ánimo" (Stg 1:7-8).
Dios (da a todos)... y sin reproche. Una dádiva acompañada de reproche significa falta de
generosidad. Sirvan como ilustración las siguientes palabras: "da poco y echa en cara mucho, y
abre su boca como un pregonero; presta hoy y mañana reclama, es un hombre detestable este
sujeto" (ben Sirá). El Señor sabe que las pruebas pueden producir perplejidad y equívocos en
nosotros pero no nos echa un jarro de agua fría por nuestra falta de sabiduría.
El hombre en su intento de disculparse por su pecado trata de culpar a Dios. Es cierto que el
pecado es inexplicable, pero a la vez no tiene excusa y el hombre es totalmente responsable de
cometerlo.
La actitud que el creyente debe tener es reconocer que la tentación viene de sí mismo.
Santiago 1:13 “Cuando uno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no
puede ser tentado con el mal, ni Él tienta a nadie “; la tentación consiste en sentirse atraído por
una especie de “carnada” que nos invita a saciar el deseo. Si lo hacemos caemos en el engaño,
pecamos y que damos sujetos a sus consecuencias.
Santiago 1:14 “sino que cada uno es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído, y
seducido “. Por el contrario, si dependemos del Señor y nos dejamos guiar por su palabra,
podemos detectar esas “carnadas” y rechazarla con firmeza. Esto significa andar por fe y lograr
una actitud correcta frente a la tentación.
Por fe en Cristo, quien venció la tentación y al tentador, el creyente también puede obtener la
victoria.