Sermon Luz Del Mundo
Sermon Luz Del Mundo
Sermon Luz Del Mundo
b) De pecado e ignorancia
Jesús es el único capaz de mejorar y sacar al mundo y a las personas de las tinieblas,
de la situación espiritual que hay por el pecado que se ha acrecentado.
Ya muchos ignoran y ven de lo mas natural lo malo, creen que lo malo es bueno,
porque así lo vieron, y así fueron enseñados, y lo peor del caso es que creen que lo
bueno es malo, porque atenta a la libertad de expresión o a la libertad personal y
hasta nombres le han puesto al pecado para que no se escuche feo, como por
ejemplo:
c) De religiosidad e incredulidad.
La mayoría de la gente vive en un mundo religioso e incrédulo, que antepone sus
doctrinas como base para la salvación del hombre.
La oscuridad espiritual manifestada en un mundo religioso, con tradiciones paganas,
con doctrinas tergiversadas, con doctrinas del hombre, Jesús les dijo a los religiosos
de su tiempo: ¨ Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí.
Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de
hombres.¨ Mateo 15:8,9.
a) Él Dijo “Yo Soy La Luz”. No una de las luces, la clave está aquí, la Luz; Por lo
tanto sólo Él puede alumbrar tu vida cualquiera que sea tu situación o necesidad.
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado
a los hombres, en que podamos ser salvos.¨ Hechos 4:12.
Jesús es la Luz que alumbra, dirige, sana y da vida, cuando dice tendrá la luz de la
vida, se refiere a eso precisamente, vida plena en tanto estamos en esta tierra, pero
también a la vida eterna después de la muerte física.
Ahora bien, En Juan 9:5 Jesús dice, “entre tanto que estoy en el mundo, luz soy
del mundo.”
Pero cuando Jesús regresó al cielo él dejó a los cristianos la responsabilidad de ser
luz.
En medio de estas tinieblas somos llamados a brillar, debemos ser luz del mundo.
Leamos lo que nos dice el Señor en Mateo 5:14-16 “14Vosotros sois la luz del
mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15Ni se
enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en casa. 16Así alumbre vuestra luz delante de los
hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre
que está en los cielos.”
El Señor Jesús nos dice que somos la luz del mundo y que no deberíamos guardarlo
para nosotros mismos. Las palabras “así alumbre vuestra luz” (v. 16) está en
imperativo, es decir se trata de una orden.
En primer lugar hay un llamado a venir a esa luz. Jesús es la fuente de luz. Juan
3:19-21 dice “19Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los
hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
20Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz,
para que sus obras no sean reprendidas. 21Mas el que practica la verdad
viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.”
En tercer lugar, una vez que hemos recibido la luz, entonces somos llamados a
caminar en la luz. Pablo les recuerda a los creyentes en Efesios 5:8 “8Porque en
otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos
de luz.” Antes anduvimos en las tinieblas, pero ahora somos hijos de luz. ¿Cómo
entonces debemos vivir? Debemos vivir como hijos de luz. Juan se refiere a lo
mismo cuando dice en 1 Juan 1:5-7 “5Este es el mensaje que hemos oído de
él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. 6Si
decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y
no practicamos la verdad; 7pero si andamos en luz, como él está en luz,
tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos
limpia de todo pecado.”
En cuarto lugar, somos llamados a reflejar esa luz. En Juan 9:5 Jesús dice,
“entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo.” Pero cuando Jesús
regresó al cielo él dejó a los cristianos la responsabilidad de ser luz. El apóstol
Pablo nos dice en Filipenses 2:14-16, “14Haced todo sin murmuraciones y
contiendas, 15para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin
mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo;” De la misma manera en que la
luna solo refleja la luz del sol, nosotros somos un reflejo de la luz del Señor.
Aquellos que seguimos a Jesús somos reflejos de esa luz.
Nuestras vidas deben ser vidas que reflejan alguna diferencia con relación al mundo,
porque nosotros tenemos algo que el mundo no tiene, Jesús. El llamado puede ser
sintetizado en estas palabras: si estás en las tinieblas, ven a la luz; si ya estás en la
luz, brilla en medio de las tinieblas.
Jesús dice que somos luz. Como luz somos llamados a tener un impacto visible en el
mundo alrededor de nosotros.
¿Por qué es que los cristianos están en este mundo? La única razón por la que
estamos aquí es porque podemos ser de beneficio al mundo si es que somos luz. Si
la gente vive en inmoralidad y nosotros vivimos en inmoralidad, entonces ¿cuál es la
diferencia? Si ellos son deshonestos, y nosotros también, ¿cuál es la diferencia? Si
ellos hacen un mal trabajo y tú también, ¿cuál es la diferencia? Cuando ellos se
quejan y murmuran por cualquier cosa y tú también lo haces, ¿cuál es la diferencia?
No podemos ser luz al mundo si es que somos como el resto del mundo. No
podemos ser luz al mundo a menos que les mostremos que hay una manera mejor de
vivir. Nuestra misión es ser luz del mundo y es nuestra decisión si es que
alumbramos o escondemos nuestra luz en tinieblas.
“16Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, ” Evidentemente hay una
resolución que tomar porque dice “así alumbre vuestra luz.”
El versículo 15 describe una situación que nunca haríamos, encender una lámpara y
colocarla debajo de una vasija, sin embargo, lo hacemos espiritualmente. El creyente
a menudo permite que su luz espiritual se esconda. ¿Por qué es que permitimos que
nuestra luz se esconda? Algunos cristianos esconden su luz debajo de la vasija del
temor. Al igual que José de Arimatea, algunos son discípulos de Jesús en secreto.
Somos de la secreta.
(v. 16b) “…para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre
que está en los cielos.”
Jesús no dijo que deberíamos vivir nuestras vidas en tal manera que la gente diga
qué maravillosos somos. Una lámpara no llama la atención hacia ella misma. Es
simplemente colocada sobre un lugar desde el cual dará su mejor iluminación. No
somos llamados a ser magníficos candelabros sino focos sencillos colocados en un
pasillo para impedir que la gente se pierda.
Debemos ser ejemplo al mundo, luces que guían en medio de la oscuridad que hay
en este siglo.
Las luces en los cruces de ferrocarriles indican que un tren se está aproximando, así
como un faro les avisa a los barcos que la costa está cerca.
Conclusión
Dios no busca personas preparadas el busca personas dispuestas” a ser capacitadas y
usadas por su espíritu…
Personas que se atrevieron a pensar que con Dios podían hacer una diferencia en el
mundo. Personas que supieron ponerse en las manos de Dios; junto con sus
esperanzas y recursos para que Dios hiciera su voluntad a través de ellos. Gente
común y corriente que enfrentaron las más cruentas crisis pero que sin embargo
mantuvieron la esperanza y la fe que les llevó a accionar y ser una luz en medio de
las tinieblas… “A hacer lago en medio de situaciones profundamente adversas”.
Ahora escrito está: “vosotros sois la luz del mundo…” Dios espera algo de
nosotros; como luz del mundo, y es iluminar somos una luz que no se debe
esconder; la pregunta clave respecto a esa realidad es: ¿Que vamos a hacer?
¿seremos capaces de iluminar?