Comentario Jurídico Crítico

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III.

COMENTARIO JURÍDICO CRÍTICO

En la presente casación N° 1553-98 Huánuco, se declara infundado las pretensiones


por parte de la demandante Celia, por ello, en el primer considerando, se va tener que
hacer una diferencia concreta en cuanto a la acción reivindicatoria como posesoria,
para determinar si la demandante ha incurrido en error al exigir requisitos para una
reivindicación.

De acuerdo a Cabanellas, “la acción reivindicatoria constituye una acción real dirigida
a recuperar una cosa de nuestra propiedad, que por cualquier motivo está poseyendo
otro, con sus frutos, productos o rentas”; a partir de lo citado se afirma que la acción
reivindicatoria solo puede ser promovido por el propietario no poseedor. Asimismo, en
este tipo de situaciones se va tener que dilucidar quién tiene el mejor derecho de
propiedad, por ello, en doctrina se estable 4 presupuestos para el ejercicio de la acción
reivindicatoria:

• Que el demandante debe ser el propietario del bien que reclama.


• Identidad entre lo pretendido y lo poseído.
• Bien singular y reivindicable.
• El demandado no debe tener derecho de posesión oponible al demandante.

Guillermo Cabanellas define a la acción posesoria como “


la acción tendiente a adquirir la posesión de alguna cosa antes no poseída; a
conservar pacíficamente la posesión actual, y que otro intenta perturbar; o
para recobrar la posesión que se gozaba y se ha perdido. Esta acción
compete, contra el
perturbador, a quien, poseyendo un inmueble, reclama ser repuesto o mantenido
en posesión, con cese de las perturbaciones contra ella.

De igual modo, lo citado en el párrafo anterior señala que los interdictos son acciones
extraordinarias, de que se conoce sumarísimamente para decidir acerca de la posesión
actual o momentánea; o que uno tiene o debe tener en el acto o en el momento, o para
evitar algún daño inminente.
En tal sentido, debemos indicar que la acción posesoria ordinaria versa o defiende el
"derecho a la posesión" o el "mejor derecho a poseer'' (ius possidendi), mientras que
los interdictos tutelan la posesión como hecho (ius possessionis). En el caso de la
acción posesoria se trata de un proceso plenario, en el cual será necesario
acreditar el derecho a la posesión, pero en el caso de los interdictos son procesos
sumarios, de cognición limitada, cuya función es tutelar la posesión como hech
o, sin entrar a considerar si se tiene derecho o no a la posesión.

En ese sentido, la parte considerativa numeral uno,dos y quinto de la Casación N°


1553-98 Huánuco sostiene que es materia de casación determinar si la recurrida ha
incurrido en error al exigir requisitos para una reivindicación, cuando se trataba
simplemente de una acción posesoria y que el petitorio de la demanda es que se
declare el mejor derecho de posesión de la actora sobre los predios rústicos que
menciona, a fin de que se les restituya, amparándose en los artículos 900 y 921 del
Código Civil. Sin embargo, ni siquiera se acreditó el derecho de dominio tampoco que
haya estado en posesión, además de aclarar que la posesión no se transmite por vía
sucesoria sino por tradición, siendo en ese caso que las pruebas de los instrumentos
testamentarios y declaratorias de herederos que acreditaban la condición de sucesor
de la demandante sean consideradas no idóneas para admitir su pretensión.

Se concluye que si incurrió en error, ya que la pretensión a establecer era la acción


posesoria y no la reivindicación tal como se ha señalado, por ello no es susceptible,
realizar la transmisión hereditaria o sucesoria sino más bien por tradición tal como lo
establece la casación interpuesta por Doña Celia Munive. En ese orden, hace bien la
sala de Derecho Constitucional y Social de la Corte Suprema al declarar infundado el
recurso de casación ya que no existe un supuesto de hecho en donde sea aplicable las
normas que según la parte recurrente fueron omitidas en segunda instancia. No
aplicándose, el principio iura novit curia, es decir “ los jueces tienen la obligación de
aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no haya sido invocada en la demanda” ya
que si se aplica implicaría cambiar de pretensión , generando la vulneración al principio
de congruencia procesal , resolviendo algo diferente de lo que se pide, siendo esto
fundamento cuando la recurrente sostiene que presentó un error de derecho.

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