Presion Arterial Seminario
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Presion Arterial Seminario
Presión arterial
Diciembre, 2019
Circulación
La función de la circulación consiste en atender las necesidades del organismo:
transportar nutrientes hacia los tejidos del organismo, transportar el oxígeno y
dióxido de carbono alrededor del organismo, transportar los productos de desecho,
transportar las hormonas de una parte del organismo a otra y, en general lograr la
supervivencia y funcionalidad óptima de las células.
La velocidad del flujo sanguíneo en muchos de los tejidos se controla principalmente
en respuesta a su necesidad de nutrientes.
El corazón y los vasos sanguíneos están controlados, a su vez, de forma que
proporcionan el gasto cardíaco y la presión arterial necesarios para garantizar el
flujo sanguíneo necesario.
Características físicas de la circulación
La circulación, está divida en circulación sistémica y circulación pulmonar.
Circulación sistémica: Bombea sangre rica en oxígeno desde el corazón hacia el
interior de la aorta, donde se dirige luego hacia abajo por delante de la columna
vertebral hasta el abdomen. Dos arterias coronarias se ramifican en el inicio de la
aorta y se dividen en una red de arterias más pequeñas que proporcionan oxígeno y
nutrición a los músculos del corazón. Esta aporta el flujo sanguíneo a todos los
tejidos del organismo excepto los pulmones, por lo que también se conoce como
circulación mayor o circulación periférica.
Circulación pulmonar: La sangre con poco oxígeno, pero mucho contenido de
dióxido de carbono, es bombeada a la arteria pulmonar, En los pulmones, las ramas
se dividen en más capilares. La sangre fluye más lentamente a través de estos
vasos, dando tiempo para que se intercambien los gases entre las paredes de los
capilares y los millones de alvéolos, generándose el proceso de oxigenación, donde
el oxígeno es captado por el torrente sanguíneo. Esta sangre recién oxigenada sale
de los pulmones a través de las venas pulmonares y regresa al corazón, para ser
bombeada en la circulación sistémica.
Componentes funcionales de la circulación
Las arterias: Su función consiste en transportar la sangre con una presión alta hacia
los tejidos, motivo por el cual las arterias tienen unas paredes vasculares fuertes.
Las arteriolas: Son las últimas ramas pequeñas del sistema arterial y actúan
controlando los conductos a través de los cuales se libera la sangre en los capilares.
tienen paredes musculares fuertes que pueden cerrarlas por completo o que
pueden, al relajarse, dilatar los vasos varias veces.
Los capilares: Su función consiste en el intercambio de líquidos, nutrientes,
electrólitos, hormonas y otras sustancias en la sangre y en el líquido intersticial. las
paredes del capilar son muy finas y tienen muchos poros capilares diminutos.
Las vénulas: Recogen la sangre de los capilares y después se reúnen gradualmente
formando venas de tamaño progresivamente mayor.
Las venas: Funcionan como conductos para el transporte de sangre que vuelve
desde las vénulas al corazón; igualmente importante es que sirven como una
reserva importante de sangre extra. las paredes de las venas son finas. Aun así,
tienen una fuerza muscular suficiente para contraerse o expandirse.
Volúmenes de sangre en los distintos componentes de la circulación.
Aproximadamente el 84% de todo el volumen de sangre del organismo se encuentra
en la circulación sistémica y el 16% en el corazón y los pulmones. Del 84% que está
en la circulación sistémica, el 64% está en las venas, el 13% en las arterias y el 7%
en las arteriolas y capilares sistémicos. El corazón contiene el 7% de la sangre y los
vasos pulmonares, el 9%.
Se puede apreciar el bajo volumen de sangre que se encuentra en los capilares,
aunque es allí donde se produce la función más importante de la circulación, la
difusión de las sustancias que entran y salen entre la sangre y los tejidos.
Ciclo cardiaco
El ciclo cardíaco hace referencia al modelo repetitivo de la contracción y relajación
del corazón. A la contracción, se le denomina sístole y a la relajación, diástole. Es
un proceso que consiste en cambios sucesivos de volumen y presión durante la
actividad cardíaca. Consta de las siguientes fases:
La primera fase de la diástole es la relajación isovolumétrica. Los ventrículos se
relajan, la presión de los ventrículos desciende y entonces las válvulas aórtica y
pulmonar se cierran
En la diástole, las válvulas se abren debido a la presión y la sangre que se acumuló
en las aurículas durante la sístole pasa hasta los ventrículos. La sangre que regresa
al corazón se mueve de las aurículas hasta los ventrículos hasta que estos están
casi llenos
Sístole auricular. Las aurículas izquierda y derecha se contraen al mismo tiempo, de
modo que el resto de la sangre que sigue en las aurículas pasa a los ventrículos. Al
final los ventrículos se hallan llenos, pero solo un 25 por ciento de la sangre ahí se
debe a la sístole auricular.
La contracción isovolumétrica pertenece a la sístole. Los ventrículos comienzan a
contraerse por acción muscular; en consecuencia, aumenta la presión de la sangre
que está en su interior. La presión dentro de los ventrículos aumenta
Expulsión. Debido a la contracción ventricular, la presión de la sangre contenida en
los ventrículos supera la presión en las arterias pulmonar y aorta. Acto seguido, las
válvulas aórtica y pulmonar se abren y la sangre sale disparada desde los
ventrículos.
Presión arterial
Es la fuerza que se aplica contra las paredes de las arterias cuando el corazón
bombea sangre al cuerpo, generada por la fuerza de contracción del ventrículo
izquierdo al expulsar sangre hacia la aorta. Está es determinada por la fuerza y
cantidad de la sangre bombeada y el tamaño y flexibilidad de las arterias.
Él es resultado del gasto cardiaco y resistencia periférica. Con la formula
Presión arterial (PA) = Gasto cardiaco (GC) • Resistencia periférica (RP)
Gasto cardiaco
El gasto cardiaco es el volumen de sangre bombeado por minuto por cada
ventrículo. La frecuencia cardiaca en reposo promedio en un adulto es de 70 latidos
por minuto; el volumen sistólico (el volumen de sangre bombeado por latido por
cada ventrículo) promedio es de 70 a 80 ml por latido. El producto de estas dos
variables da un gasto cardiaco promedio de 5 500 ml (5.5 L) por minuto, siendo que:
Gasto cardiaco = volumen sistólico • frecuencia cardiaca
(ml/min) (ml/latido) (latidos/min).
La frecuencia cardíaca
También llamada pulso, se define la cantidad de veces que el corazón late durante
un minuto. La frecuencia cardíaca se puede palpar en la muñeca, el costado del
cuello, la parte de atrás de las rodillas, la parte de adelante de los pies, la ingle y
otros lugares del cuerpo donde haya una arteria cerca de la piel. La frecuencia
cardíaca en reposo normalmente oscila entre 60 y 100 latidos por minuto en un
adulto sano en un estado de reposo.
Volumen sistólico
Es la cantidad de sangre que expulsa el ventrículo izquierdo en cada sístole y se
expresa en ml de sangre por latido cardíaco. Los valores normales en reposo
rondan oscilan entre 70 a 90 ml/lat.
Durante la diástole ventricular el ventrículo izquierdo se llena de sangre y durante la
sístole la sangre se eyecta hacia la aorta. No toda la sangre contenida en el
ventrículo sale hacia la aorta, sino que queda un volumen remanente conocido
como volumen de fin de sístole (VFS) o volumen telesistólico. Al volumen de sangre
contenida en el ventrículo izquierdo inmediatamente antes de la sístole se le conoce
como volumen telediastólico o de fin de diástole (VFD). El VFD suele estar entre 120
y 130 ml y el VFS entre 60 y 70 ml. la diferencia entre uno y otro dará como
resultado el volumen de sangre eyectado hacia la aorta, o volumen sistólico (VS):
VS = VFD – VFS
Presión sistólica:
Es la presión más alta en las arterias, que sucede cuando el corazón empuja la
sangre hasta el centro del cuerpo. Es ejercida por la sangre contra las paredes de la
arteria, ejerciendo una distención (cambio en el tamaño o forma de un tejido u
órgano tras aplicar una tensión externa) y esa onda choca y distiende la arteria,
entonces la presión dependerá de la elasticidad de la arteria y de la fuerza de salida
de la sangre.
Presión diastólica
Es la presión más baja de en las arterias y sucede cuando el corazón está
descansando. Es producida por la presión de la arteria contra la sangre
dependiendo de la resistencia, el volumen de líquido y elasticidad de las paredes de
la misma.
Presión diferencial
Es la presión resultante de la resta de la presión sistólica menos la presión
diastólica. Normalmente la diferencia entre la presión sistólica y la diastólica es de
40mmHg, siendo que:
Presión diferencial=Presión sistólica - Presión diastólica
Presión media
Representa la presión arterial promedio durante el ciclo cardiaco. La presión arterial
media es la media aritmética de los valores de las presiones sistólica y diastólica.
Esta presión determina el grado de irrigación de los tejidos y puede estimarse con
una aproximación por medio de la fórmula:
PAM = [PAS + (2 • PAD)] / 3
Resistencia periférica
Es causada por la fricción entre la sangre y las paredes de los vasos, en la medida
de la resistencia al flujo, o sea de la oposición encontrada por la sangre al fluir por
los vasos sanguíneos. Es la sumatoria de todas las resistencias regionales
individuales al fluir de la sangre arterial mientras pasa a través de numerosos y
variados circuitos vasculares en los órganos y tejidos.
La resistencia periférica para cada región del sistema vascular se estima en:
9% para la Aorta y las grandes arterias
16% para arterias pequeñas y sus ramas
41% arteriolas
27% capilares
4% para vénulas
1% para venas pequeñas
2 % para venas grandes
Hipertensión
Es la elevación continua de la presión arterial presión arterial que excede el límite
normal, Cuando se dice que una persona tiene hipertensión crónica (o «presión
arterial alta»), quiere decirse que su presión arterial media es mayor que el límite
superior del intervalo de las ediciones aceptadas como normales. Una presión
arterial media mayor de 110 mmHg (la normal es de 90 mmHg) se considera
hipertensión. En la hipertensión, la presión arterial media aumenta hasta 150-170
mmHg, con una presión diastólica hasta de 130 mmHg y una presión sistólica que,
en ocasiones, puede llegar a los 250 mmHg.
La elevación de la presión arterial, aunque sea moderada, acorta la esperanza de
vida. Cuando la presión arterial está muy elevada, con una presión arterial media un
50% o más por encima de lo normal, la persona no vivirá más de algunos años, a no
ser que se trate correctamente. Los efectos letales de la hipertensión se producen
principalmente de tres formas:
Un exceso de la carga de trabajo sobre el corazón que produce insuficiencia
cardíaca precoz y cardiopatía coronaria, provocando la muerte como consecuencia
de un ataque cardíaco.
La hipertensión arterial daña algún vaso sanguíneo mayor del cerebro, con lo que
mueren porciones importantes de ese órgano; es lo que se denomina infarto
cerebral. Clínicamente, es un «ictus». Dependiendo de la parte del cerebro
afectada, el ictus provoca parálisis, demencia, ceguera o muchos otros trastornos
cerebrales graves.
La hipertensión casi siempre provoca lesiones en los riñones, produciendo muchas
zonas de destrucción renal y, finalmente, insuficiencia renal, uremia y muerte.
Clasificación de hipertensión
Hipertensión arterial primaria
También llamada hipertensión esencial idiopática, se le denomina de esta manera
cuando la causa concreta de la hipertensión es desconocida, este es el tipo más
común de hipertensión arterial, produciéndose en el alrededor del 88% de los
pacientes con hipertensión. Hoy en día, la hipertensión esencial es tratable, pero no
curable. Por lo general, este tipo tarda muchos años en aparecer. Aunque no se
conoce la causa concreta de este tipo de hipertensión, puede que esta se produzca
debido a la combinación de una serie de factores genéticos que predisponen a una
tensión arterial elevada, junto a factores ambientales que favorecen su desarrollo.
Entre dichos factores ambientales se encuentran:
Edad avanzada.
Obesidad.
Una dieta rica en sal y bajo en calcio y potasio.
La falta de actividad física (sedentarismo).
El consumo de alcohol.
El estrés.
Hipertensión secundaria.
Se le denomina de esta manera cuando puede identificarse una causa concreta
para la presión arterial alta. Produciéndose esta debido a diversas enfermedades o
con un medicamento que provocan la hipertensión arterial. Estas enfermedades
pueden producir hipertensión bien porque favorezcan que exista una cantidad
exagerada de líquido en el interior del circuito, o bien porque favorezcan la
contracción de las arterias, reduciendo así la capacidad del circuito para contener
sangre. Las enfermedades que con mayor frecuencia producen hipertensión arterial,
denominada en estos casos hipertensión secundaria, son:
Enfermedades del riñón.
Enfermedad vasculorrenal.
Coartación de aorta.
Síndrome de apnea del sueño.
Enfermedades metabólicas:
Enfermedad de Cushing
Hiperaldosteronismo
Feocromocitoma
Hipercalcemia
Hipertiroidismo e hipotiroidismo
Acromegalia
Causa neurológica.
Medicamentos: Corticoides, estrógenos a dosis altas, antidepresivos,
descongestivos nasales, anti-inflamatorios, ciclosporina, cocaína, etc.
Hipertensión sistólica aislada
Se define como la presencia de una presión arterial sistólica está elevada (>140),
cuando al mismo tiempo, con una presión diastólica normal (<90). puede deberse a
enfermedades no diagnosticadas, como rigidez arterial, una tiroides hiperactiva
(hipertiroidismo) o diabetes. Tener presión sistólica elevada por un período
prolongado puede aumentar el riesgo de padecer problemas cardiovasculares
importantes, como un ataque cardíaco, un accidente cerebrovascular, así como
enfermedades cardíacas.
Hipotensión
La hipotensión es el nombre técnico de una baja presión arterial. Se produce
cuando los latidos del corazón, encargados de bombear la sangre al resto del
cuerpo, tienen un ritmo más lento de lo habitual. Por este motivo, ni el cerebro, ni el
corazón ni el resto del organismo recibe la sangre necesaria, lo que puede dar lugar
a mareos y desmayo.
Factores que determinan variaciones de la presión arterial
Existen tres factores:
Contractibilidad miocárdica: aumento de actividad del sistema autónomo simpático
Volumen circulante: Aumento de volumen circulante dentro del sistema arterial
debido:
Incremento de la volemia por aumento de retorno venoso secundario a
vasoconstricción por acción del sistema autónomo simpático
Excesiva retención de socio en el riñón (retiene agua por su fuerza osmótica”
Liberación excesiva de catecolaminas por las glándulas suprarrenales, liberan
adenocorticoides aumentando el sodio
Aumento de la resistencia periférica: Se produce por dos mecanismos:
Aumento del tono arteriolar aumentando la resistencia vascular, causando la
estimulación hormonal de tiroxina y angiotensinas
Disminución de la elasticidad arterial, producido por envejecimiento o
arteriosclerosis, causa un aumento del volumen circulante, por lo cual el territorio
arterial es incapaz de dilatarse para acomodar todo el volumen, produciéndose el
aumento de la presión arterial
Medición de la presión arterial
Esfigmomanómetro
Tipos de Esfigmomanómetro
Flujo sanguíneo
Flujómetro electromagnético.
Uno de los dispositivos más importantes que permiten medir el flujo sanguíneo sin
abrir el vaso es el flujómetro electromagnético. Sus principios de funcionamiento se
basan en la generación la fuerza electromotriz (voltaje eléctrico) de un cable que se
mueve rápidamente atravesando un campo magnético. Este es el principio de
producción de electricidad en un generador eléctrico, el mismo principio se aplica a
la generación de una fuerza electromotriz en sangre que se desplaza magnético. En
este caso, se coloca un vaso sanguíneo entra a los polos de un potente imán y se
colocan los electrodos a ambos lados del vaso, perpendiculares a las líneas de
fuerza magnéticas. Cuando el flujo sanguíneo atraviesa el vaso se genera entre los
electrodos un voltaje eléctrico proporcional a la velocidad del flujo sanguíneo y el
voltaje se registra usando un voltímetro. a través de un campo. Posteriormente se
utiliza una sonda que se coloca sobre un gran vaso sanguíneo para registrar su
flujo.
Cuando se produce el flujo laminar la velocidad del flujo en el centro del vaso es
bastante mayor que la velocidad cerca de los bordes exteriores.
El flujo sanguíneo que atraviesa un vaso sanguíneo está determinado por dos
factores:
Unidades de resistencia
La conductancia es la medición del flujo sanguíneo a través de un vaso para dar una
diferencia de presión dada. Se expresa en milímetros por segundo por milímetro de
mercurio de presión, pero también se puede expresar en litros por segundo por
milímetro de mercurio o en cualquier otra unidad del flujo sanguíneo y presión. Es
evidente que la conductancia es el recíproco exacto de la resistencia según la
ecuación:
Ley de Poiseuille
Ley de la cuarta potencia del diámetro del vaso para determinar la resistencia
arteriolar
En la circulación sistémica, aproximadamente dos tercios de toda la resistencia
sistémica al flujo sanguíneo se debe a la resistencia arteriolar en las pequeñas
arteriolas. Los diámetros internos de las arteriolas varían desde tan sólo 4 ꞃm hasta
25 ꞃm, aunque sus fuertes paredes vasculares permiten cambios enormes de los
diámetros internos, a menudo hasta en cuatro veces. Como consecuencia de la ley
de la cuarta potencia expuesta anteriormente, que relaciona el vaso sanguíneo con
el diámetro del vaso, se puede ver que este incremento en cuatro veces del
diámetro del vaso aumenta el flujo hasta en 256 veces, es decir, esta ley de cuarta
potencia hace que sea posible que las arteriolas, que responden con sólo pequeños
cambios del diámetro a las señales nerviosas o a las señales químicas de los tejidos
locales, hagan desaparecer casi completamente el flujo sanguíneo hacia el tejido o
vayan al otro extremo, provocando un inmenso incremento del flujo.
Rtotal = R1+R2+R3+R4…
En cuanto a los vasos sanguíneos en paralelo, la resistencia total al flujo sanguíneo
se expresa como:
Ctotal=C1+C2+C3+C4….
Hematocrito.