Proyecto Curricular en Psicología - Parte 1
Proyecto Curricular en Psicología - Parte 1
Proyecto Curricular en Psicología - Parte 1
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LICENCIATURA
EN PSICOLOGÍA
Datos generales
Modalidad Escolarizada
Créditos 373
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1. DATOS GENERALES...............................................................................................1
2. FUNDAMENTACIÓN.............................................................................................2
In tro d u c c ió n .....................................................................................................................................................2
2.2.1.1 Trayectoria.......................................................................................................................... 17
2.2.1.2 Prospectiva.......................................................................................................................... 20
iii
2.5. Análisis d e los lin eam ien to s in stitu c io n a le s ................................................................................. 68
2.5.1 B a se s.........................................................................................................................................68
2.5.2 Obstáculos...............................................................................................................................71
2.5. 3 Recomendaciones.................................................................................................................. 71
2.6.2.1. Socioeconómicas.............................................................................................................85
2.6.2.2. Personales........................................................................................................................ 86
2.6.3.4. Categoría.......................................................................................................................... 91
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2.6.3.6. Proporción docente/alumno.........................................................................................92
2.6.4.1 Organigrama......................................................................................................................... 93
2.6.4.2 Funciones............................................................................................................................. 93
2.6.5.1 Existencia...............................................................................................................................96
2.6.5.2 Cantidades............................................................................................................................ 97
2.6.5.3 Condiciones.......................................................................................................................... 98
Conclusión ....................................................................................................................................................... 99
F uentes d e in fo rm a c ió n .............................................................................................................................. 99
3.4.1 G e n e ra l................................................................................................................................................115
3.4.2 Específicos...........................................................................................................................................115
3.5..P erfiles....................................................................................................................................................116
v
3.6.1 Estructura curricular del plan de estudios........................................................................ 123
REFERENCIAS................................................................................................................................................233
vi
Lista de Tablas
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1. DATOS GENERALES
Área Académica.
Ciencias de la Salud.
Facultad de Psicología
Programa Educativo
Piscología
Grado.
Licenciatura en Psicología
Título
Licenciado en Psicología
Año de ingreso
2018
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2. FUNDAMENTACIÓN
Introducción
Para comprender el campo que abordan las necesidades sociales es importante distinguir:
¿qué es necesidad? y ¿qué es una necesidad social?
De acuerdo con los planteamientos de Boltvinik (2005) y Valero (en Sánchez, 1994), una
necesidad es una condición de carencia que precisa de satisfactores. Podemos señalar que existen
necesidades básicas vinculadas al contexto humano individual ligadas a las necesidades para la
convivencia colectiva.
Media y colaboradores (op. cit), a partir de las propuestas de Boltvinik (op. cit.) y Valero
(op. cit.), identifican tres dimensiones esenciales de las necesidades sociales. Las necesidades
sociales representan:
Es así que la educación superior cobra fundamental importancia, ya que ha sido considerada
como un medio vital para promover la solidaridad intelectual de la humanidad y el intercambio de
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ideas y conocimientos para la atención de esas problemáticas. Desde el Congreso de Utrecht en
1948, la UNESCO enfatizó “la necesidad de la comprensión mutua entre los pueblos y una visión
acerca de que los problemas supranacionales requerían soluciones mundiales, así como el fomento
de una visión internacional en los estudiantes universitarios” (UNESCO, 1948, p.1).
No obstante, en nuestro país, las políticas públicas hacia la educación superior, sobre todo
en las últimas dos décadas, han trastocado el sentido y la misión de las universidades, “volviéndolas
cada vez más instituciones terciarias para el entrenamiento profesional y menos universidades en
el sentido del saber para transformar, hacer ciencia y socializar a favor de una identidad ciudadana
crítica” (Mollis, 2010, p.2).
Para la posición filosófica y científica posmoderna “no existe una realidad social
cognoscible más allá de los signos del lenguaje, la imagen y el discurso” (Hargreaves, 2005, p.22),
por lo que a la idea moderna de progreso lineal e indefinido opone el de discontinuidad e
incertidumbre; a la tendencia etnocéntrica y colonial, la visión plural y diversa del mundo, y a la
concepción positivista, el enfoque sistémico. Finalmente, el concepto postmodernismo define a la
cultura e ideología social contemporánea que “se desprenden de y al mismo tiempo legitima las
formas de vida individual y colectiva derivadas de la condición postmoderna” (Pérez-Gómez, 1999,
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p. 23). Es en esta última esfera en donde se hacen manifiestos los valores individuales y grupales
contemporáneos: desencanto e indiferencia por el otro, búsqueda del placer, así como la
satisfacción del presente sin demasiada preocupación por el futuro y sus consecuencias.
Tanto la filosofía posmoderna, que hoy propone una nueva manera de ver al mundo y por
tanto de hacer ciencia, como el posmodernismo, la cultura que hoy guía nuestros actos cotidianos,
son en último término, un efecto de la posmodernidad, de la imposición de una economía de
mercado para la cual ser es tener.
Touraine (1993) afirma que la “tormenta neoliberal ha destruido todos los sistemas de
control político de la economía y ha obligado a todos los países a someterse a las condiciones de
la competencia internacional” (p. 24). Es de esta manera que las diferencias entre las clases sociales
se han agudizado. Un director ejecutivo de una gran empresa estadounidense percibía en los años
80, 29 veces más salario que el de un trabajador promedio en ese país. En los años 90, esa
proporción cambió a 93 veces más. El Banco Mundial señala que en nuestros días más de una
cuarta parte de la población mundial vive en pobreza, esto es, percibe menos de un dólar al día
(BM, 2012).
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a los países en ricos y pobres. Mientras que los primeros emplean los avances tecnológicos para
fortalecer sus sistemas productivos y generar de esta manera nuevas mercancías y formas de
consumirlas, los segundos apenas los usan para actualizar sus sistemas administrativos. A decir de
Didrikson (2012):
los acontecimientos de regulación económica que han emprendido las potencias europeas
y Estados Unidos tienen aún un enorme terreno para la especulación y la incertidumbre, debido a
la debilidad de las medidas que están adoptando, la fuerza del embate de los circuitos financieros
y las bancas que no aceptan el tipo de regulación al que se les quiere someter... a la fragilidad con
las que viven las finanzas públicas, los déficits disparatados de las deudas, y lo peor, la posibilidad
de alterar la misma leve recuperación, con nuevas rupturas que atacan de forma directa el trabajo
y el e m p le o . (p.63).
En el mundo, la vida de los pequeños productores y asalariados se hace cada vez más
incierta bajo estas condiciones, obligándolos a abandonar sus espacios naturales por una vida
diferente en las grandes ciudades. Aunada a esta despiadada política económica se encuentra la
lucha por la posesión y control de las regiones ricas en recursos naturales. Es de esta manera que
las migraciones, el recrudecimiento del racismo, el desarraigo social y cultural, la explotación del
trabajo infantil y la violencia son, en nuestros días, problemas comunes.
De igual manera, esta pérdida del poder regulador del Estado se evidencia en la fuerte
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especulación financiera y la sobreexplotación de los recursos naturales, situaciones que a su vez
han generado tanto catástrofes financieras como ambientales que afectan fundamentalmente a los
habitantes más pobres de los países donde ocurren.
Un factor más del efecto de esta condición social posmoderna es el papel socializador que
hoy juegan los medios de comunicación masiva. La televisión y la internet cumplen hoy la función
que antes se confería a la familia y la escuela, en relación con la conformación de valores. Por ello,
Innis (1993, como se citó en Tedesco, 1995) plantea que “los cambios en las tecnologías de la
comunicación alteran las cosas en las cuales pensamos, las cosas con las cuales pensamos y el área
en la cual se desarrollan estos pensamientos” (p.25).
Organismos como el Consejo Económico para América Latina (CEPAL) plantean que el
camino para salir de la recurrente crisis económica es dirigir sus esfuerzos a fortalecer un mercado
interno que se aboque a gestionar conocimiento desde la raíz misma de la pequeña y la mediana
empresa, lo que nos remite a la consabida premisa de la sustentabilidad en la sociedad globalizada:
piensa global y actúa local.
Los retos que plantea este panorama internacional, desde la perspectiva de la contribución
de la psicología como profesión, bien pueden sintetizarse en la atención de cuatro problemáticas
en donde las necesidades humanas se expresan fehacientemente:
a) Cambio climático
b) Violencia social
d) Inequidad e injusticia
A ellas se asocian dos de los problemas sociales más evidentes y frecuentes en nuestra
sociedad: el desempleo y subempleo.
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provean los cimientos del cambio. En tal razón, debemos asumir que es responsabilidad de la
psicología la formación de profesionistas poseedores de amplias competencias y accionares éticos
cuya participación proactiva genere la dinámica del cambio hacia la construcción de sociedades
más equitativas.
El panorama que se delinea y perfila México indica que las contradicciones sociopolíticas,
económicas y culturales se han recrudecido y acrecentado, dando como resultado un estado de
inseguridad y descomposición social que exige profundos cambios en todos los ámbitos de
intervención especialmente en la participación de la Universidad hacia los escenarios sociales con
un consabido espíritu de transformación de la realidad.
Las condiciones de desigualdad en la estructura social han generado en nuestro país, como
ya se ha indicado, el deterioro del bienestar en un núcleo importante de la población. Con más de
112 millones de habitantes, “a casi la mitad (51.6 millones) no les alcanzan sus ingresos para cubrir
las necesidades básicas respecto a salud, educación, alimentación, vivienda, vestido o transporte
público, incluso dedicando todos sus recursos a estos términos” (UNESCO, 2012). Por su parte
Sánchez (2015), señala “no puede ser bueno para el país que menos del uno por ciento de la
población acapare alrededor del 43 por ciento de la riqueza total, y que entre esa minoría absoluta
16 de los superricos dispusieran de una riqueza valorada en 142 mil 900 millones de dólares y
aumentando” (p.3)
Estos indicadores son el reflejo del pobre crecimiento que nuestro país ha presentado en
las últimas dos décadas; con un crecimiento anual de alrededor del 2.5%, no ha ocurrido un
aumento real del empleo, ni del ingreso per cápita (el cual es menor al periodo comprendido entre
1950 - 1980), ni de la productividad. El incremento de las exportaciones se ha dado solo en el
sector de la maquila o de la producción de explotación directa de materias primas de origen mineral
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y productos de base natural.
De acuerdo con el Banco de México (2015), la principal fuente de divisas del país lo
representa la venta de petróleo, seguido por las remesas que envían los migrantes radicados en
Estados Unidos. Aunque entre enero y agosto de 2015, llegaron 16 mil 578 mdd, 6% más que en
el mismo lapso de 2014, por encima de los ingresos petroleros.
Si bien no se cuenta con datos precisos respecto del número de mexicanos que migran a
otros países, fundamentalmente EU, en busca de mejores condiciones de vida, la estadística
migratoria reporta que de enero de 2011 a noviembre de 2012 ocurrieron más de 340 mil eventos
de repatriación desde ese país; de éstos el 83.9% corresponden a varones, 16.1% a mujeres; del
total de estos eventos, el 4.6% fueron personas menores de 18 años (SEGOB, 2012).
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enriquecimiento para actores políticos y gubernamentales ya acostumbrados a desempeñarse con
un alto grado de irregularidad y opacidad” (p.112).
El narcotráfico y todas las actividades delictivas a este aparejadas, son hoy día el gran
problema de México, señalan Hurtado y García, (2013). El fracaso de los inadecuados esfuerzos
por erradicar la producción y trasiego de drogas, el combate al lavado de dinero, se han agravado
por el incremento en demanda del consumo interno, la corrupción policiaca y la violencia e
inseguridad generalizados.
Para el 2007, México registró 10,480 delitos por cada 100 mil habitantes, mientras que para
2008 la cifra fue de 12,000 (en otros países como España se registran sólo 4,600). El promedio
nacional se duplica en el D.F., que presentó 25,700 delitos por cada 100 mil habitantes en 2007 y
22,800 en el 2008. ICESI, 2008 Méxicoevalua.org, 2016).
Prilleltensky (como se citó en Montero, 2004) señala que el bienestar depende del reparto
equitativo de los recursos en una sociedad. Sin los bienes necesarios para satisfacer sus
necesidades, los individuos se ven impedidos para alcanzar su óptimo desarrollo personal,
relacional y colectivo. El bienestar aumenta por la satisfacción balanceada de las necesidades de
control y autodeterminación, dominio, aprendizaje y conocimiento, así como por la posesión de
esperanza, optimismo y salud. Del mismo modo, experimentar relaciones nutrientes, libres de
abuso físico, emocional o psicológico lleva a los individuos a comprometerse con otros en
relaciones de apoyo mutuo, a compartir experiencias con miembros de diversas comunidades, sin
normas de conformidad opresoras, a ser un participante activo en la vida de diversas comunidades,
manteniendo la propia identidad sin discriminar o ser discriminado, procurando la equidad, la
libertad y la sustentabilidad.
No es de extrañar entonces que en México este estado de insatisfacción genere que el 28.6%
de la población presente algunos de los 23 trastornos que indica el sistema clasificatorio de la
Organización Mundial de la Salud, CIE - 10, alguna vez en su vida.
En 2010, el 13.9% de la población total de los mexicanos reportó en los últimos 12 meses
haber padecido de trastornos de ansiedad, seguidos por los trastornos de uso de sustancias (9.2%)
y de tipo afectivo (9.1%). Los hombres presentan prevalencias más altas de cualquier trastorno en
comparación con las mujeres (30.4% y 27.1%, alguna vez en la vida, respectivamente). Sin
embargo, las prevalencias globales más elevadas se presentan en las mujeres, para cualquier
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trastorno, en los últimos 12 meses (14.8% y 12.9%).
Al analizar los trastornos individuales, las fobias específicas fueron las más comunes (7.1%
alguna vez en la vida), seguidas por los trastornos de conducta (6.1%), la dependencia al alcohol
(5.9%), la fobia social (4.7%) y el episodio depresivo mayor (3.3%).
El alcohol es la sustancia de mayor uso (86%). Le sigue el tabaco (60%), que alcanza los
mayores niveles de consumo en la vida en el grupo de 45-54 años (63%), pero de rápido incremento
entre el grupo de menos de 18 años. El uso de cualquier droga ilegal, incluido el consumo de drogas
médicas fuera de prescripción y, en particular, el de mariguana y cocaína, afecta más a los más
jóvenes y la prevalencia disminuye constantemente con la edad. Los trastornos que producen los
niveles más elevados de discapacidad fueron la depresión (4.63 y 4.8), la fobia social (5.37 y 5.8)
y el trastorno por estrés postraumático (5.61 y 5.35).
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Finalmente, esta misma encuesta plantea que el índice de personas con trastornos mentales
en México es inferior al que se reporta en Estados Unidos, pero el índice de personas que recibe
tratamiento es también más bajo (WHO, 2004), ya que solamente uno de cada 10 sujetos con un
trastorno mental recibió atención (Encuesta Nacional de Epidemiología Psiquiátrica (adultos),
Instituto Nacional de Psiquiatría, Ramón de la Fuente WMHS-OMS, 2010). Sin tratamiento, los
padecimientos se agravan y los efectos en la calidad de vida se exacerban.
Las necesidades sociales han de considerarse una prioridad en los diseños curriculares no
solo de la licenciatura en psicología, sino en todos los ámbitos educativos y en los proyectos
gubernamentales y no gubernamentales.
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2.1.3 Contexto regional
La economía de Veracruz ocupa el sexto lugar a nivel nacional, siendo sus sectores más
relevantes la industria, energía, turismo, comercio y agro negocios (INEGI, 2015). Las actividades
terciarias son las que más aportan al PIB del estado (58%), seguidas de las secundarias (36 %) y
de las primarias (4.82%).
En 2015, la población del Estado fue de 8 112 505 habitantes, siendo los grupos de edad
10- 14, 15 - 19 y 20 - 24, los más numerosos. (INEGI, 2015)
La Ley General de Desarrollo Social (LGDS) señala, en su artículo 36, que la pobreza
considera las condiciones de vida de la población a partir de tres espacios: el del bienestar
económico, el de los derechos sociales y el del contexto territorial. El primero “comprenderá las
necesidades asociadas a los bienes y servicios que puede adquirir la población mediante el ingreso”.
El porcentaje carencia social para el Estado de Veracruz estimado entre 2012 y 2014,
mostró un incremento de casi el 6% de la población en situación de pobreza extrema (de 52.6 a
58.0). Respecto del rezago educativo, éste pasó de 25.8 - 27.8 %; la carencia por acceso a los
servicios de salud disminuyó de 25.7 - 21.7; la carencia por acceso a la seguridad social se mantuvo
igual 68.5 - 68.5; se mostró una disminución en la carencia por calidad y espacios en la vivienda
(19.7 - 16.8), no así en la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, la cual mostró
un ingreso de 39.2 a 40.0, así como la carencia por acceso a la alimentación (de 28.2 a 30.0).
Por otra parte, la población con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo se incrementó
en 5.2% (24.0 - 29.2), al igual que la población con ingreso inferior a la línea de bienestar, que
pasó de 56.6 a 63.0% (CONEVAL, 2015).
En relación con los derechos sociales, de acuerdo con datos de CONEVAL, en 2015 el 53.9
por ciento de la población de 0 a 17 años en México (21.4 millones) carecía de las condiciones
mínimas para garantizar el ejercicio de uno o más de sus derechos sociales (educación, acceso a la
salud, acceso a la seguridad social, a una vivienda de calidad y con servicios básicos y a la
alimentación); además, el ingreso de su hogar era insuficiente para satisfacer sus necesidades
básicas. A este respecto, el estado de Veracruz ocupa el 5° lugar nacional con un 65.9% de su
población en pobreza (moderada y extrema).
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gran medida, a la carencia por rezago educativo. Mientras que la incidencia de la carencia por
rezago educativo es menor a 1 por ciento entre la población de 6 a 11 años, ésta alcanza casi 10
por ciento entre la población de 12 a 17 años, y rebasa 20 por ciento en la población de 2 a 5 años.
Lo anterior puede explicarse por el retraso en la aplicación de la obligatoriedad de la educación
preescolar y media.
El análisis de estos indicadores resulta preocupante, ya que como esta dependencia señala:
El Consejo Económico para América Latina (CEPAL) señala que el crecimiento económico
de un país debe estar basado en la adopción de un conjunto de elementos que empiecen por
enfrentar la escasa productividad y competitividad a través de medidas políticas que favorezcan la
innovación de la maquinaria, el equipo y los procesos (2013). Ahora bien, para reforzar
significativamente la capacidad de innovar, es necesario realizar investigación y desarrollo por ello
resulta indispensable preparar a las nuevas generaciones rompiendo el marco de una formación
exclusivamente academicista que hoy brindan las IES, orientándola hacia el mundo del trabajo,
pero de forma crítica y fuertemente sustentada en los derechos humanos. “Una universidad pública
que investiga para la sociedad es el pilar de la innovación y la transformación” (CEPAL, 2013).
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multidisciplinarios y transdisciplinarios, en consecuencia, plantear en el currículo la inserción de
formación profesional desde este referente.
Resultado del análisis de las necesidades sociales y las problemáticas que generan, es
posible concretar las necesidades y problemáticas a las que se enfrentan los nuevos profesionales
de la psicología, en el siguiente cuadro:
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