Folleto Sínodo Gye

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POR UNA IGLESIA

SINODAL
COMUNIÓN
PARTICIPACIÓN
Y MISIÓN
INDICE
1 Oración para el Sínodo
2 Sobre el Sínodo
2.1 Institución y tipos de Sínodo
2.2 Etimología de la palabra Sínodo
2.3 Sinodalidad
2.4 Tema del sínodo: “Por una Iglesia
sinodal: comunión, participación
y misión”
2.5 Objetivos del Sínodo
2.6 Pregunta fundamental
3 Contexto en el que se
desarrolla el sínodo:
La Iglesia y el mundo
4 La novedad del sínodo
sobre la Sinodalidad
5 Experiencia a nivel local
6 El desarrollo del proceso
sinodal a nivel local implica
7 Principios de un proceso
Sinodal
7.1 Quienes participan de este
proceso
7.2 Un proceso que sea
verdaderamente sinodal:
escucha, discernimiento y
participación
7.3 Actitudes para participar en el
proceso sinodal
8 Línea del tiempo en el proceso
sinodal “Fase Diocesana” en
nuestra Arquidiócesis de
Guayaquil
9 Cuestionario de consulta al pueblo
de Dios
Oración para el Sínodo
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu
nombre. Tú que eres nuestro verdadero
consejero: ven a nosotros, apóyanos, entra
en nuestros corazones.

Enséñanos el camino, muéstranos cómo alcanzar


la meta.

Impide que perdamos el rumbo como personas


débiles y pecadoras. No permitas que la
ignorancia nos lleve por falsos caminos.

Concédenos el don del discernimiento, para que


no dejemos que nuestras acciones se guíen por
perjuicios y falsas consideraciones.

Condúcenos a la unidad en ti, para que no nos


desviemos del camino de la verdad y la justicia,
sino que en nuestro peregrinaje terrenal nos
esforzemos por alcanzar la vida eterna.

Esto te lo pedimos a ti, que obras en todo tiempo


y lugar, en comunión con el Padre y el Hijo por
los siglos de los siglos.
Amén.

-1-
2 Sobre el sínodo
2.1 Institución y tipos de Sínodo

El Sínodo de los Obispos es una institución permanente y un órgano


consultivo, creada por S. Pablo VI el 15 de septiembre de 1965, en
respuesta a los deseos de los Padres del Concilio Vaticano II para
mantener vivo el espíritu de colegialidad nacido de la experiencia
conciliar.
Un Sínodo es un encuentro de obispos, reunidos con el Santo Padre
y tienen la tarea de ayudar al Papa en el gobierno de la Iglesia
Universal, además, en estos encuentros tienen la oportunidad de
intercambiar mutuamente información y compartir experiencias, con
el objetivo común de buscar soluciones pastorales que tengan
validez y aplicación universal.
Existen sínodos ordinarios (cada 3 años) y extraordinarios
(convocados para casos de urgencia).

2.2 Etimología de la palabra sínodo

Etimológicamente hablando la palabra "sínodo", derivada de los


términos griegos:

SYN = “JUNTOS” + HODOS = “CAMINO”

Expresa la idea de "caminar juntos".

-2-
2.3 Sinodalidad

La Comisión Teológica Internacional (CTI) describe la Sinodalidad


de esta manera: ‘Sínodo’ es una palabra antigua muy venerada por
la Tradición de la Iglesia, cuyo significado se asocia con los
contenidos más profundos de la Revelación, indica el camino que
recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios.
Remite por lo tanto al Señor Jesús que se presenta a sí mismo como
“el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6), y al hecho de que los
cristianos, sus seguidores, en su origen fueron llamados «los
discípulos del camino» (cfr. He 9,2; 19,9.23; 22,4; 24,14.22).
La Sinodalidad permite a todo el Pueblo de Dios caminar juntos, en
escucha del Espíritu Santo y de la Palabra de Dios, para participar
en la misión de la Iglesia en la comunión que Cristo establece entre
nosotros. En definitiva, el caminar juntos es la forma más eficaz de
manifestar y poner en práctica la naturaleza de la Iglesia como
Pueblo de Dios peregrino y misionero.
Todo el Pueblo de Dios comparte una dignidad y una vocación
común a través del Bautismo. Todos estamos llamados, en virtud de
nuestro Bautismo, a participar activamente en la vida de la Iglesia.

2.4 Tema del sínodo: “Por una Iglesia sinodal:


comunión, participación y misión”.

Estas tres dimensiones están profundamente interrelacionadas. Son


los pilares vitales de una Iglesia sinodal. No hay un orden
jerárquico entre ellas.

-3-
2.3 Sinodalidad
COMUNIÓN
La comunión que compartimos encuentra sus raíces más profundas
en el amor y en la unidad de la Trinidad. Es Cristo quien nos
reconcilia con el Padre y nos une entre nosotros en el Espíritu
Santo. Juntos, nos inspiramos en la escucha de la Palabra de Dios, a
través de la Tradición viva de la Iglesia, y nos basamos en el
Sensus Fidei que compartimos. Todos tenemos un rol que
desempeñar en el discernimiento y la vivencia de la llamada de Dios
a su pueblo.

PARTICIPACIÓN
Una llamada a la participación de todos los que pertenecen al
Pueblo de Dios laicos, consagrados y ordenados para que se
comprometan en el ejercicio de la escucha profunda y respetuosa
de los demás. La participación se basa en que todos los fieles están
cualificados y llamados a servirse recíprocamente a través de los
dones que cada uno ha recibido del Espíritu Santo.

MISIÓN
La Iglesia existe para evangelizar. Nunca podemos concentrarnos
en nosotros mismos. Nuestra misión es testimoniar el amor de Dios
en medio de toda la familia humana. Este Proceso Sinodal tiene una
profunda dimensión misionera. Su objetivo es permitir a la Iglesia
que pueda testimoniar mejor el Evangelio, especialmente con
aquellos que viven en las periferias espirituales, sociales,
económicas, políticas, geográficas y existenciales de nuestro
m2u. 4
n dToe. m a d e l s í n o d o : “ P o r u n a I g l e s i a s i n o d a l :
comunión, participación y misión”.

-4-
2.5 Objetivos del sínodo

E2l. 3 oSbi jneot d


i vaol i ddaed e s t e P r o c e s o S i n o d a l n o e s p r o p o r c i o n a r u n a
experiencia temporal o única de Sinodalidad, es más bien ofrecer
una oportunidad para que todo el Pueblo de Dios discierna
conjuntamente cómo avanzar en el camino para ser una Iglesia más
sinodal a largo plazo.
Escuchar en todo el Pueblo de Dios, lo que el Espíritu Santo dice a
la Iglesia.
El Proceso Sinodal pretende promover una experiencia vivida de
discernimiento, participación y corresponsabilidad, en la que se
reúne una diversidad de dones para la misión de la Iglesia en el
mundo.
No es sólo una serie de ejercicios de consulta que empiezan y
terminan, sino un camino de crecimiento auténtico hacia la comunión
y la misión que Dios llama a la Iglesia a vivir en el tercer milenio.

2.6 Pregunta fundamental

El actual Proceso Sinodal que estamos llevando a cabo está guiado


por una pregunta fundamental:

¿Cómo se realiza hoy este “caminar juntos” en los


distintos niveles (desde el local hasta el universal),
permitiendo a la Iglesia anunciar el Evangelio? y
¿Qué pasos nos invita a dar el Espíritu para crecer
como Iglesia sinodal?

-5-
3 Contexto en el que se
desarrolla el sínodo:
el mundo y la Iglesia
El contexto en el que se desarrolla este Sínodo: una pandemia
mundial, conflictos locales e internacionales, el creciente impacto
del cambio climático, las migraciones, las distintas formas de
injusticia, el racismo, la violencia, la persecución y el aumento de
las desigualdades en la humanidad.
En la Iglesia, el contexto también está marcado por el sufrimiento
que experimentan los menores de edad y las personas vulnerables
“a causa de abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos
por un notable número de clérigos y personas consagradas”.
Dicho esto, nos encontramos en un momento crucial en la vida de la
Iglesia y del mundo.
Dentro de este contexto, la Sinodalidad representa el camino a
través del cual la Iglesia puede renovarse por la acción del Espíritu
Santo, escuchando juntos lo que Dios tiene que decir a su pueblo.

-6-
4 La novedad del sínodo
sobre la Sinodalidad
Uno de los frutos del Concilio Vaticano II fue la institución del
Sínodo de los Obispos. Si bien el Sínodo de los Obispos se ha
celebrado hasta ahora como una reunión de obispos con y bajo la
autoridad del Papa, la Iglesia es cada vez más consciente de que la
Sinodalidad es el camino para todo el Pueblo de Dios. Por esto, el
proceso sinodal ya no es sólo una asamblea de obispos, sino un
camino para todos los fieles, en el que cada Iglesia local tiene una
parte esencial que realizar.
El Concilio Vaticano II reforzó el sentido de que todos los
bautizados, tanto la jerarquía como los laicos, están llamados a
participar activamente en la misión salvadora de la Iglesia (LG, 32 -
33). Los fieles han recibido el Espíritu Santo con el bautismo y la
confirmación, y poseen distintos dones y carismas para la
renovación y la edificación de la Iglesia, como miembros del Cuerpo
de Cristo. Así, la autoridad doctrinal del Papa y de los obispos está
en diálogo con el Sensus Fidelium, la voz viva del Pueblo de Dios.

-7-
5 Experiencia a nivel
local
Con la celebración de la Eucaristía presidida por el Papa Francisco
se aperturó en Roma el sínodo para los Obispos el domingo 10 de
octubre de 2021, y la apertura del camino sinodal en nuestra
Arquidiócesis de Guayaquil fue el sábado 04 de diciembre. A partir
de la fecha empezamos la fase de escucha y discernimiento a nivel
local.
Las Iglesias locales son invitadas a entregar sus propias síntesis a
la propia Conferencia episcopal, para poder recoger las ideas antes
de la fecha límite de agosto de 2022.
De este modo, las Conferencias episcopales podrán entregar, a su
vez, una síntesis al Sínodo de los Obispos. Este material será
sintetizado y utilizado como base para la elaboración de dos
documentos de trabajo (conocidos como Instrumentum Laboris). Al
final, la Asamblea del Sínodo de los Obispos se celebrará en Roma
en octubre de 2023.
El objetivo de esta fase diocesana es consultar al Pueblo de Dios
para que el Proceso Sinodal se realice a través de la escucha de
todos los bautizados.
LOCAL.

UNIVERSAL NACIONAL

Experiencia

CONTINENTAL

-8-
6 El desarrollo del
proceso sinodal a nivel
local implica
Discernimiento a través de la escucha, para dar espacio a la
guía del Espíritu Santo.
Accesibilidad, para garantizar que el mayor número posible de
personas pueda participar, independientemente de su ubicación,
idioma, educación, situación socioeconómica,
capacidad/discapacidad y recursos materiales.
Conciencia cultural para celebrar y abrazar la diversidad dentro
de las comunidades locales.
Inclusión, hacer todo lo posible para que participen quienes se
sienten excluidos o marginados.
Asociación basada en el modelo de una Iglesia corresponsable.
Respeto por los derechos, la dignidad y la opinión de cada
participante.
Síntesis precisas que reflejen realmente la gama de perspectivas
críticas o apreciativas de todas las respuestas, incluidas las
opiniones expresadas sólo por una minoría de participantes.
Transparencia, garantizar que los procesos de invitación,
participación, inclusión y agregación de aportaciones sean
claros y estén bien comunicados.
Imparcialidad, asegurar que, para que puedan participar en el
proceso de escucha se trate a cada persona por igual, de modo
que cada voz pueda ser debidamente escuchada.

-9-
7 Principios de un
proceso sinodal
7.1 Quienes pueden participar

A lo largo de los Evangelios vemos cómo Jesús llega a todos. No


sólo salva a las personas individualmente, sino a un pueblo que
reúne, como el único Pastor de todo el rebaño (cfr. Jn 10,16). El
ministerio de Jesús nos muestra que nadie está excluido del plan de
salvación de Dios.
El Concilio Vaticano II destaca que “Todos los hombres están
llamados a formar parte del nuevo Pueblo de Dios” (LG, 13).
Se debe tener especial cuidado en hacer participar a aquellas
personas que corren el riesgo de ser excluidas: las mujeres, las
personas con discapacidades, los refugiados, los emigrantes, los
ancianos, las personas que viven en la pobreza, los católicos que
rara vez o nunca practican su fe, etc. También debemos encontrar
aquellos medios creativos para hacer participar a los niños y a los
jóvenes.
Todos los bautizados son el objeto del sensus fidelium, la voz viva
del Pueblo de Dios.

7.2 Un proceso que sea verdaderamente sinodal: escucha,


discernimiento y participación

El proceso sinodal es, ante todo, un proceso espiritual. No es un


ejercicio mecánico de recopilación de datos, ni una serie de
reuniones y debates. La escucha sinodal está orientada al
discernimiento. Nos exige aprender y ejercitar el arte del
discernimiento personal y comunitario. Nos escuchamos unos a
otros, escuchamos nuestra tradición de fe y los signos de los
tiempos, para discernir lo que Dios nos dice a todos.

-10-
El Papa Francisco clarifica los dos objetivos interrelacionados de
este proceso de escucha: “escucha de Dios, hasta escuchar con él
el clamor del pueblo; escucha del pueblo, hasta respirar en él la
voluntad a la que Dios nos llama”.

Este tipo de discernimiento no es sólo un ejercicio ocasional, sino,


una forma de vida arraigada en Cristo, siguiendo la guía del
Espíritu Santo, viviendo para la mayor gloria de Dios.
El discernimiento comunitario ayuda a construir comunidades
florecientes y resistentes para la misión de la Iglesia hoy.
El discernimiento es una gracia de Dios, pero requiere nuestra
participación humana con modalidades sencillas: rezando,
reflexionando, prestando atención a la propia disposición interior,
escuchando y hablando con los demás de forma auténtica,
significativa y acogedora.
En sentido espiritual, el discernimiento es el arte de interpretar en
qué dirección nos conducen los deseos del corazón, sin dejarnos
seducir por aquello que nos lleva a donde nunca hubiéramos querido
ir.
El discernimiento implica la reflexión y compromete tanto el corazón
como la cabeza en la toma de decisiones en nuestra vida concreta,
para buscar y encontrar la voluntad de Dios.

7.3 Actitudes para participar en el proceso sinodal

Ser sinodal requiere dedicar tiempo para compartir: Estamos


invitados a hablar con auténtica valentía y honestidad para
integrar la libertad, la verdad y la caridad. Todos pueden crecer en
comprensión, a través del diálogo.

-11-
La humildad en la escucha debe corresponder a la valentía en el
hablar.
El diálogo nos lleva a la novedad.
Apertura a la conversión y al cambio.
Los sínodos son un ejercicio eclesial de discernimiento.
Somos signos de una Iglesia que escucha y que está en camino.

Actitudes para participar en el proceso sinodal que se les ha


confiado, al igual que pide a los laicos que expresen libre y
honestamente sus opiniones. Cada uno escucha al otro por amor, en
un espíritu de comunión y de misión común. Así, la fuerza del
Espíritu Santo se manifiesta de múltiples maneras en todo el Pueblo
de Dios y a través de este.

• Combatir el virus de la autosuficiencia.


• Hacer nacer la esperanza.
• Los sínodos son un momento para soñar y pasar tiempo con el
futuro.

-12-
8 Línea del tiempo en el
proceso sinodal “Fase
Diocesana” en la nuestra
Arquidiócesis de Guayaquil
Encuentro con delegados:
ENERO Parroquias, Movimientos
y Vida Consagrada.

FEBRERO A
JUNIO

Consulta al pueblo de Dios.


Tiempo de escucha
y discernimiento.
Presínodo y entrega JULIO
de síntesis diocesana.

AGOSTO

Entrega de la síntesis
a la Conferencia
Episcopal Ecuatoriana

-13-
9 Cuestionario de
consulta al pueblo de Dios
Las preguntas que acompañan a cada uno de los diez temas
siguientes son el punto de partida y guía.

1 COMPAÑEROS DE VIAJE
En la Iglesia y en la sociedad estamos codo con codo en el mismo
camino.
En nuestra Iglesia local, ¿Quiénes son los que “caminan juntos”?
¿Quiénes son los que parecen más alejados? ¿Cómo estamos
llamados a crecer como compañeros? ¿Qué grupos o personas
quedan al margen?

2 ESCUCHAR
Escuchar es el primer paso, pero requiere una mente y un corazón
abiertos, sin prejuicios.
¿Cómo nos habla Dios a través de voces que a veces ignoramos:
personas que tienen diferentes puntos de vista, que sufren pobreza
y marginación?
¿Qué facilita o limita nuestra capacidad de escucha?
¿Cómo se escucha a los laicos?

3 HABLAR CLARO
Todos están invitados a hablar con valentía, libertad, verdad y
caridad.
¿Qué es lo que permite o impide hablar con valentía, franqueza y
responsabilidad en nuestra Iglesia local y en la sociedad? ¿Cuándo
y cómo conseguimos decir lo que es importante para nosotros?
¿Cómo funciona la relación con los medios de comunicación locales
(no sólo los católicos)? ¿Quién habla en nombre de la comunidad
cristiana y cómo se lo elige?

-14-
4 CELEBRACIÓN

“Caminar juntos” sólo es posible si se basa en la escucha


comunitaria de la Palabra y la celebración de la Eucaristía.
¿De qué manera la oración y las celebraciones litúrgicas inspiran y
guían realmente nuestra vida común y misión en nuestra comunidad?
¿De qué manera inspiran las decisiones más importantes? ¿Cómo se
promueve la participación activa de todos los fieles en la liturgia?
¿Qué espacio se da a la participación en los ministerios de lector y
acólito?

5 COMPARTIR LA RESPONSABILIDAD DE NUESTRA


MISIÓN COMÚN

La Sinodalidad está al servicio de la misión de la Iglesia, a la cual


todos los miembros están llamados a participar. Puesto que todos
somos discípulos misioneros, ¿Cómo está llamado cada bautizado a
participar en la misión de la Iglesia? ¿Qué impide a los bautizados
poder ser activos en la misión? ¿Qué áreas de la misión estamos
descuidando? ¿Cómo apoya la comunidad a sus miembros que sirven
a la sociedad de distintas maneras (compromiso social y político,
investigación científica, educación, promoción de la justicia social,
protección de los derechos humanos, cuidado del medio ambiente,
etc.)? ¿De qué manera la Iglesia ayuda a estos miembros a vivir su
servicio a la sociedad de forma misionera? ¿Cómo se realiza el
discernimiento sobre las opciones misioneras y quién lo hace?

-15-
6 EL DIÁLOGO EN LA IGLESIA Y LA SOCIEDAD

El diálogo requiere perseverancia y paciencia, pero también permite


la comprensión recíproca. ¿En qué medida los distintos pueblos que
forman nuestra comunidad se reúnen para dialogar? ¿Cuáles son los
lugares y las herramientas de diálogo dentro de nuestra Iglesia
local? ¿Cómo promovemos la colaboración con las diócesis vecinas,
las comunidades religiosas de la zona, las asociaciones y los
movimientos laicales, etc.? ¿Cómo se abordan las divergencias de
puntos de vista, los conflictos y las dificultades? ¿A qué
problemáticas específicas de la Iglesia y de la sociedad debemos
prestar más atención? ¿Qué experiencias de diálogo y colaboración
tenemos con creyentes de otras religiones y con los que no tienen
pertenencia religiosa? ¿Cómo dialoga y aprende la Iglesia con otros
sectores de la sociedad: con la política, la economía, la cultura, la
sociedad civil y las personas que viven en la pobreza?

7 ECUMENISMO

El diálogo entre cristianos de diferentes confesiones, unidos por un


mismo bautismo, ocupa un lugar especial en el camino sinodal. ¿Qué
relaciones mantiene nuestra comunidad eclesial con miembros de
otras tradiciones y confesiones cristianas? ¿Qué compartimos y
cómo caminamos juntos? ¿Qué frutos ha generado el caminar juntos?
¿Cuáles son las dificultades? ¿Cómo podemos dar el siguiente paso
para caminar juntos?

-16-
8 AUTORIDAD Y PARTICIPACIÓN

Una Iglesia sinodal es una Iglesia participativa y corresponsable.


¿Cómo puede identificar nuestra comunidad eclesial los objetivos a
perseguir, el modo de alcanzarlos y los pasos a dar? ¿Cómo se
ejerce la autoridad o el gobierno dentro de nuestra Iglesia local?
¿Cómo se ponen en práctica el trabajo en equipo y la
corresponsabilidad? ¿Cómo se realizan las evaluaciones y quién las
realiza? ¿Cómo se promueven los ministerios laicales y la
responsabilidad de los laicos? ¿Hemos tenido experiencias
fructíferas de Sinodalidad a nivel local? ¿Cómo funcionan los
órganos sinodales a nivel de la Iglesia local (Consejos Pastorales en
las parroquias y diócesis, Consejo Presbiteral, etc.)? ¿Cómo
podemos favorecer un enfoque más sinodal en nuestra participación
y liderazgo?

9 DISCERNIR Y DECIDIR

En un estilo sinodal tomamos decisiones a través del discernimiento


de aquello que el Espíritu Santo dice a través de toda nuestra
comunidad. ¿Qué métodos y procedimientos utilizamos en la toma de
decisiones? ¿Cómo se pueden mejorar? ¿Cómo promovemos la
participación en el proceso decisorio dentro de las estructuras
jerárquicas? ¿Nuestros métodos de toma de decisiones nos ayudan a
escuchar a todo el Pueblo de Dios? ¿Cuál es la relación entre la
consulta y el proceso decisorio, y cómo los ponemos en práctica?
¿Qué herramientas y procedimientos utilizamos para promover la
transparencia y la responsabilidad? ¿Cómo podemos crecer en el
discernimiento espiritual comunitario?

-17-
10 FORMARNOS EN LA SINODALIDAD

La Sinodalidad implica receptividad al cambio, formación y


aprendizaje continuo. ¿Cómo forma nuestra comunidad eclesial a las
personas para que sepan cada vez más “caminar juntos”, escucharse
unos a otros, participar en la misión y dialogar? ¿Qué formación se
ofrece para promover el discernimiento y el ejercicio de la
autoridad de forma sinodal?

Recomendación final

Cada parroquia o grupo eclesial no tiene necesariamente que responder a


todas las preguntas, sino discernir y concentrarse en los aspectos de la
Sinodalidad más pertinentes al propio contexto. Se invita a los participantes a
compartir con honestidad y franqueza sus experiencias de la vida real, y a
reflexionar juntos sobre cuánto el Espíritu Santo podría estar revelando, a
través de lo que comparten entre sí.

#IglesiaQueEscucha
-18-

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