Enfoques y Gestion en Seguridad Integral

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N.

º  16

Enfoques y gestión
en Seguridad Integral

Yuber Rico Venegas


David Enrique López Cortés
Alejandra Cerón Rincón
— Compiladores —
Enfoques y gestión
en Seguridad Integral
Enfoques y gestión
en Seguridad Integral
Yuber Rico Venegas
David Enrique López Cortés
Alejandra Cerón Rincón
(Compiladores)

Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana


Maestría en Dirección y Gestión de la Seguridad Integral
Grupo de Investigación cipaer
Grupo de Investigación gisic
Catalogación en la Publicación
Escuela de Postgrados Fuerza Aérea Colombiana

Enfoques y gestión en seguridad/Yuber Rico Venegas, David Enrique López,


Alejandra Cerón R., compiladores; Alejandro Ortiz Ríos. [y otros nueve]. – Bogotá
D.C.: Escuela de Postgrados Fuerza Aérea Colombiana, noviembre del 2020.
240 páginas. : il. 24cm. – (Ciencia y Poder Aéreo; No 16)

ISBN 9789585996182
E-ISBN 9789585996199
 
Parte 1 ENFOQUES SOBRE LA SEGURIDAD PARTE 2 GESTION EN SEGURIDAD
1. Cerón R, Alejandra - Ortiz Ríos, Alejandro 2. Cerón R, Alejandra - Hoyos,
Carlos Alberto 3. López Cortés, David E 4. Ortiz Ríos, Alejandro - Parra, Oscar I.
5. Contreras Fernández, Arístides Baldomero 6. Puentes Becerra, Julián Andrés
7. Moncada N. Álvaro F. 8. Álvarez Calderón, Carlos Enrique - Ramírez Pedraza,
Yesid Eduardo 9. Seguridad del Estado 10. Prevención de Riesgos 11. Colombia
Fuerza Aérea Colombiana 12. Escuela de Postgrados de la Fuerza
Aérea Colombiana.

HV8290.

DOI: https://doi.org/10.18667/9789585996199

Registro Catálogo SIBFA  115055


  

Permitida la reproducción total o parcial de los capítulos que hacen parte de este libro para fines aca-
démicos e investigativos, siempre y cuando se haga la respectiva cita, referencia a los autores y a la
colección Ciencia y Poder Aéreo de la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana. En caso
de querer reproducir esta obra en cualquiera de sus formatos deberá contar con el permiso escrito de
la entidad editora.
Libro de investigación
Evaluado por pares
Primera edición: Bogotá D.C. Colombia (Suramérica), noviembre del 2020
Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16
ISBN: 978-958-59961-8-2
E-ISBN: 978-958-59961-9-9

Escuela de Postgrados FAC


Director General: CR. Oscar Mauricio Gómez Muñoz
Subdirector General: CR. Robert Santiago Quiroga Cruz
Comandante Grupo Académico: TC. Rodrigo Mezú Mina
Comandante Escuadrón Investigación: MY Nora Patricia Gutiérrez Rodríguez

Equipo Editorial
Director editorial: TC Wilson Augusto Jaramillo García
Editoras: TE Lady Johanna Carvajal Parra y Erika Juliana Estrada Villa
Coordinadores Editoriales: Juan David Ardila Suaréz y Deisy Carolina Gutiérrez Rozo
Asistente editorial: Ana María Castillo Montaña
Corrección de estilo: Angie Sánchez Wilchez y Hernán Andrés Medina Botero
Diseño y diagramación: Angélica Ramos Vargas

Compiladores
Yuber Rico Venegas
David Enrique López Cortés
Luz Alejandra Cerón Rincón

Autores
Alejandro Ortiz Ríos
Álvaro Moncada Niño
Aristides Baldomero Contreras Fernández
Carlos Alberto Hoyos
Carlos Enrique Álvarez Calderón
David Enrique López Cortés
Julián Andrés Puentes Becerra
Luz Alejandra Cerón Rincón
Oscar Iván Parra
Yesid Eduardo Ramírez Pedraza

Versión digital - OMP: Biteca Ltda.


Impresión: Comercializadora Comsila SAS

Impreso y hecho en Colombia.

© 2020, Escuela de Postgrados de Fuerza Aérea Colombiana


Carrera 11 N.º 102-50 Edificio ESDEGUE.
Bogotá, Colombia (Suramérica). Oficina 411
A.A. 110111
libros.publicacionesfac.com
Contenido

Introducción13

PARTE 1
Enfoques sobre la seguridad 19

Capítulo 1. Aproximaciones contemporáneas


a la noción de seguridad 21
Resumen  23
Introducción  24
De la concepción estatocéntrica a la compleja  25
La conceptualización contemporánea de la seguridad  27
Los dilemas de la seguridad identificados a partir del riesgo  31
La seguridad y el riesgo: ¿Existe una resolución epistemológica? 36
Conclusión 41
Referencias  42

Capítulo 2. Seguridad humana, reflexiones desde


los paradigmas interpretativos 45
Resumen  47
Introducción  48
¿Cómo llegamos a la seguridad humana?  48
El rol del Estado en el contexto de interpretación
de la seguridad humana  54
El papel de nuevos actores en la seguridad humana 59
Conclusión 64
Referencias  67

Capítulo 3. Hacia la articulación del pensamiento


complejo y estratégico en la formación por competencias
para la investigación en la seguridad integral 69
Resumen 71
Introducción 72
El pensamiento complejo 80
El pensamiento estratégico y la investigación:
una competencia que debe tener todo gerente de la
seguridad integral en el desarrollo y gestión de su trabajo 84
Conclusiones  98
Referencias  100

PARTE 2
Gestión en seguridad 103

Capítulo 4. Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 105


Resumen  107
Gestión del riesgo: ¿Concepto rígido o en construcción? 108
Crisis de la gobernabilidad del riesgo 113
La gestión del riesgo a partir de un enfoque basado
en procesos para América Latina 118
Conclusiones  126
Referencias  127
Capítulo 5. Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 129
Resumen 131
Introducción  132
Concepción de “nuevos” riesgos e incertidumbre 136
Globalización y necesidad de administración de los riesgos 140
Evolución, inclusión y adhesión de la gestión de riesgos
en los sistemas integrales de gestión  147
Conclusiones  156
Referencias 158

Capítulo 6. La gestión de riesgos de seguridad empresarial 161


Resumen 163
Introducción 164
Enfoque basado en riesgos 165
Modelos de prevención 169
Modelos de control 176
Modelos de recuperación 178
Relación costo/beneficio 180
Conclusiones 183
Referencias 184

Capítulo 7. La gestión de seguridad en la cadena de suministro 187


Resumen 189
Introducción 190
Marco teórico 192
La seguridad en la cadena de suministro 192
Tipos y factores de riesgo en la cadena de suministro 195
Impactos del riesgo en la cadena de suministro 197
Matriz de riesgo e impacto 197
Gestión del riesgo en la cadena de suministro 198
La norma iso 28000 y la gestión de seguridad
en la cadena de suministro  202
Conclusiones  203
Referencias 205

Capítulo 8. La cuarta revolución y la era de la inteligencia


artificial: implicaciones en la seguridad y el trabajo 209
Resumen  211
Introducción  212
Las primeras tres revoluciones 214
La cuarta revolución industrial: implicaciones en el trabajo 217
La inteligencia artificial: implicaciones en la seguridad  224
Conclusiones 231
Referencias 235

Conclusiones  239
Introducción

En Colombia, los desafíos en materia de seguridad han promovido un


cambio en la interpretación del problema, así como la implementación
y gestión de planes políticos. Esto ha suscitado, a su vez, el interés de
las agremiaciones de profesionales del sector por alcanzar altos nive-
les de conocimiento y capacitación para responder preventivamente a
las nuevas amenazas que el contexto actual plantea.
Las instituciones que ofrecen programas de formación en segu-
ridad, especialmente las de educación superior, comienzan a plan-
tearse retos de investigación y formación enfocados en competencias
que le permitan a la comunidad de la seguridad construir diálogos y
decisiones acordes con las exigencias de los campos público y privado.
De esta forma, se muestra el interés, tanto de las agremiaciones de
profesionales como de los centros educativos, en construir estándares
de calidad educativa basados en la innovación y la generación de cono-
cimiento especializado para el sector de la seguridad.
En consecuencia, esta publicación de la Maestría en Gestión y Di-
rección de la Seguridad Integral (madgsi) de la Escuela de Postgrados
de la Fuerza Aérea Colombiana (epfac) reporta resultados de investi-
gación basados en dos dimensiones de análisis. La primera se refiere

13
a algunos de los fundamentos conceptuales y metodológicos para la
interpretación del dilema de la seguridad. En el pensamiento de la fi-
losofía política y de las distintas ciencias sociales se halla la confi-
guración de un debate central sobre las aproximaciones a la noción
de seguridad. Los distintos paradigmas de las ciencias sociales pre-
sentan, por una parte, las visiones clásicas, orientadas a la reflexión
central respecto al rol del Estado en los diferentes contextos de la se-
guridad; por otra parte, presentan las visiones contemporáneas que
tienen en cuenta distintos niveles de influencia y de participación de
actores tanto gubernamentales como civiles y del sector privado, los
cuales conforman redes complejas de relaciones e intereses.
La segunda dimensión de análisis se enfoca en la discusión sobre
la gestión y los posibles modelos para abordar las cuestiones relacio-
nadas con la seguridad. Si en el pasado los desafíos de la seguridad
fueron afrontados directamente, a través de la organización y la res-
puesta efectiva de las agencias encargadas, en la actualidad los dile-
mas relacionados se caracterizan por un alto grado de incertidumbre
y volatilidad. La vulnerabilidad ante el riesgo es una constante. Así, por
ejemplo, los países más desarrollados han dejado de preocuparse por el
hambre de sus poblaciones. En cambio, se ocupan de problemas más
silenciosos como la obesidad, la contaminación y la estabilidad de la
economía. Por su parte, en los países con menos infraestructura pro-
ductiva el hambre permanece presente y sin solución, generando un
escenario propicio para fenómenos que en el corto plazo pueden al-
canzar la dimensión de amenaza global. Este es el caso de las pande-
mias o del crimen organizado. Dichos complejos de riesgo requieren
de la acción coordinada de actores de diversa índole para gestionar las
potenciales amenazas.
Ahora bien, como resultado de la transformación del panorama
de la seguridad, y debido a los diversos avances científicos y a la

14 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


tecnificación de las fuerzas productivas que afectan el estilo de vida de
los ciudadanos, se han generado nuevos riesgos, difíciles de calcular y
que deben ser enfrentados eficientemente. La capacidad de las grandes
industrias para dimensionar y controlar el riesgo derivado de sus acti-
vidades se ha visto impedida, como lo ilustran los casos de accidentes
por el manejo de energía nuclear. Sin lugar a duda, las tragedias para
la humanidad y los daños que han causado (algunos de ellos irrever-
sibles contra el medio ambiente y que ponen en riesgo la condición de
la vida en el planeta), son móviles para una reflexión al respecto. En
suma, se promueve un cambio social relacionado con una mayor con-
ciencia de las consecuencias de las acciones humanas sobre el medio
ambiente y la propia seguridad humana.
Los riesgos y desafíos de la seguridad presentes hoy en día la ma-
yoría de las veces son imperceptibles, pues son el resultado de una pro-
ducción industrial sin control y de la participación de diversos grupos
sociales en economías ilegales o marginales. Los riesgos pueden estar
relacionados con la exposición a elementos químicos tóxicos presen-
tes en el ambiente, los ciberataques, la superproducción, los desequi-
librios ambientales y hasta la amenaza de una destrucción atómica.
El reto de la seguridad contemporánea se refiere a la insuficiencia del
Estado para lidiar con los problemas subrepticios y estructurales de
las sociedades modernas y globalizadas.
Otra característica de estos riesgos y desafíos es que, a pesar de
que su origen sea local, con mucha facilidad pueden alcanzar una
trascendencia global con implicaciones para los seres humanos, los
animales y la vegetación. Problemas actuales como la tala indiscri-
minada de árboles son recurrentes y se presentan desde hace varios
siglos. No obstante, en la actualidad dichas actividades alcanzan mag-
nitudes globales debido a una industrialización igualmente global. Es
decir que, aunque la tala de árboles no se dé en todas las regiones del

Introducción 15
mundo, esta actividad “aislada” o circunscrita a algunas regiones sí
llega a afectar a la vida en el planeta entero.
Estos riesgos hacen parte del proceso modernizador posindus-
trial, de la aparición de las tecnologías de la información y la comu-
nicación (tic), y de las nuevas dinámicas de la producción mundial
deslocalizada. A su vez, es importante resaltar que otra clase de ries-
gos que han estado presentes en toda la historia de la humanidad, aún
se mantienen como generadores de conflicto en sociedades de diversas
regiones del mundo. Este es el caso de los problemas asociados con la
salud de amplios sectores poblacionales que viven en condición de po-
breza. Los diversos avances en investigación social y el desarrollo de
programas de gobierno, así como la acción de las diferentes Organiza-
ciones No Gubernamentales (ong) presentes alrededor del mundo, no
logran mitigar estos problemas.
Desde este punto de vista, las preocupaciones recurrentes en los
planes de desarrollo de gobiernos y de diferentes instituciones sociales
(que giraban en torno a la distribución de la riqueza, y la desigualdad)
persisten, pero ahora son abordadas desde las nuevas perspectivas de
la gestión política. La investigación científica de los riesgos y su gestión
atrae la atención del público en general, que está atento a lo que está
sucediendo pues tiene cada vez una mayor conciencia de las implica-
ciones y consecuencias derivadas de estos problemas.
En tal sentido, este libro presenta una discusión respecto al es-
tado del arte de la seguridad integral con el propósito de favorecer el
desarrollo de competencias en investigación y la formación de pen-
samiento estratégico en el área. Asimismo, esta investigación se con-
vierte en un insumo para el fortalecimiento de competencias propias
del ser, el saber y el saber hacer en el contexto de la seguridad integral.
El problema de investigación abordado en el texto se refiere a la
comprensión que presentan los distintos enfoques de investigación

16 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


y análisis asociados a las temáticas incluidas en la seguridad integral.
Esta investigación espera establecer vínculos con el ejercicio profe-
sional de gestión de problemas de seguridad y avanzar hacia pro-
puestas de gestión que permitan prever y anticiparse a las posibles
amenazas y riesgos que enfrenta constantemente cualquier institu-
ción en un mundo volátil, cambiante, dinámico, complejo y lleno de
incertidumbres.

Metodología de investigación
Este libro es el resultado de un proyecto de investigación de la Maestría
en Dirección y Destión de la Seguridad integral (madgsi), denominado
Impacto de las políticas de seguridad integral en el desarrollo y gestión
del componente de investigación del currículo madgsi. Para desplegar las
capacidades de profundización y alcance de un proyecto de estas ca-
racterísticas era necesaria la construcción de un estado del arte con-
sistente e interdisciplinar. La revisión bibliográfica sobre las teorías,
las metodologías y las epistemologías presentes en los debates clási-
cos y contemporáneos sobre la seguridad hizo evidente la necesidad
de elaboración conceptual para la exploración de la seguridad integral.
Los capítulos que pertenecen a la primera parte de este escrito re-
corren discusiones epistemológicas y ontológicas de la seguridad in-
tegral a través de la revisión de textos pertenecientes a la sociología,
a las relaciones internacionales y a la historia. A través de estas disci-
plinas, y desde distintos enfoques interpretativos, se hace una evalua-
ción intuitiva de la realidad global actual. La segunda parte contiene
estudios de caso de la gestión del riesgo y los procesos de la seguridad
empresarial, de la cadena de suministros y de la seguridad del trabajo.
Estos trabajos tienen un carácter descriptivo y analítico que abarca los
procedimientos de la seguridad y sus vulnerabilidades.

Introducción 17
Las reflexiones presentadas en esta investigación son necesarias
para la evolución conceptual de la seguridad integral, la cual se pos-
tula como una posición viable para concebir los desafíos contempo-
ráneos de la seguridad. El impacto inmediato buscado mediante esta
revisión del estado del arte y de algunas gestiones específicas de se-
guridad no tradicional, es la reflexión sobre los conceptos y teorías en-
señadas en los cursos y procesos de posgrados como los de la madgsi.

Yuber Rico Venegas


Alejandra Cerón Rincón

18 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


PAR TE 1

Enfoques sobre
la seguridad
Capítulo 1

Aproximaciones
contemporáneas a la
noción de seguridad1
Alejandra Cerón R.*
Alejandro Ortiz Ríos**

1 Capítulo de libro resultado del proyecto de investigación titulado Impacto de las políticas de
seguridad integral en el desarrollo y gestión del componente de investigación del currículo madgsi,
de la línea de investigación Seguridad Integral del grupo de investigación cipaer, con
código COL 0093003, de la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
* Doctora en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional
de Colombia. Magíster en Gestión de Organizaciones de la Université du Québec à
Chicoutimi (uqac), Canadá. Socióloga de la Universidad Nacional de Colombia. Docente e
investigadora. Correo electrónico: luz.ceron@epfac.edu.co
** Especialista y magíster en Seguridad y Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra
de Colombia. Administrador Aeronáutico. Correo electrónico: alejandro.ortiz@fac.mil.co

21
CÓMO CITAR

Cerón R. A., & Ortiz Ríos, A. (2020). Aproximaciones contemporáneas a la noción de


seguridad. En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en
Seguridad Integral (pp. 21-43). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.18667/9789585996199.01

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 1 .
Aproximaciones contemporáneas
a la noción de seguridad
https://doi.org/10.18667/9789585996199.01
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

Los referentes conceptuales de la seguridad han sido construidos a partir


de diversos enfoques de las ciencias sociales. Las relaciones internacionales
han sido el campo más prolífico de estudios. Allí, la teoría realista y su para-
digma filosófico lograron una influencia determinante en la definición de la
cuestión, pues enmarcaron el problema de la seguridad en el terreno estra-
tégico militar. Después del surgimiento de la globalización contemporánea,
los dilemas políticos concernientes a las amenazas para la seguridad de los
Estados y las sociedades, lejos de simplificarse, se presentan cada vez más
como un entramado de redes de interacciones y niveles de poder yuxta-
puestos. La configuración de este entramado ha obligado a que la reflexión
se construya a partir de diálogos de saber transdisciplinares. La coherencia
en este campo es dada por la convergencia de los temas de investigación,
más que por los enfoques o las inclinaciones ideológicas de los autores.

PALABRAS CLAVE

Prevención de riesgos; seguridad del Estado; seguridad humana; sociedad


contemporánea; teoría política.

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 23


Introducción
En un intento por nutrir la discusión y el discernimiento en torno a la
seguridad contemporánea, la tarea de los académicos es ampliar los
escenarios de argumentación y de conexión conceptual para propiciar
un enlace con las prácticas y sucesos empíricamente verificables. En
ese sentido, este texto se organiza para conjugar los avances teóri-
cos y epistemológicos hechos por los teóricos de las relaciones inter-
nacionales con propuestas sociológicas novedosas. Este capítulo es el
resultado de la imperiosa necesidad de reflexionar sobre los nuevos
desafíos a los que se enfrentan la academia y la investigación pos-
gradual, una reflexión necesaria para emprender procesos de innova-
ción académica.
En primer lugar, se explicará el tránsito de las consideraciones
teóricas y políticas de la seguridad tradicionales, centradas en el Es-
tado, a las concepciones actuales. Estas últimas sostienen que ha ha-
bido una evolución en el concepto originada por las presiones sociales
y por los desarrollos teóricos de diversas disciplinas. En segundo lu-
gar, se presentará una descripción más amplia de las corrientes teó-
ricas contemporáneas que se refieren a un panorama complejo de la
seguridad. Este panorama, planteado por Barry Buzan y Ole Waever
(2003), va más allá de la seguridad nacional. En tercer lugar, se des-
cribirá la propuesta sociológica de Ulrich Beck sobre la sociedad del
riesgo para problematizar los límites conceptuales de la seguridad en
las relaciones sociales observables. En cuarto lugar, se sostendrá que
hay una relación entre la seguridad actual y la teoría de la sociedad
del riesgo y se ampliará el horizonte del desarrollo teórico a partir de
algunos cuestionamientos epistemológicos. En último lugar, se pro-
pondrán algunas conclusiones alrededor de las discusiones éticas de
la seguridad y del riesgo.

24 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


De la concepción estatocéntrica
a la compleja
La historia de la consolidación de la unidad política del Estado tiene
un correlato interpretativo relacionado con el dilema de la seguridad.
Desde su concepción misma, los principales problemas que debía en-
frentar el Estado se referían a la seguridad. Por ejemplo, la pacifica-
ción interna de los territorios y su defensa externa eran los principales
deberes de protección del Estado. Al menos esta fue la situación de Eu-
ropa durante el siglo xv, como lo relata el profesor Marquardt:

El Sacro Imperio Romano-Germánico se encontraba, paralelamente a


la construcción y el establecimiento del “sistema constitucional de la
paz eterna en la tierra”, en una situación de política exterior en la que
necesitaba defenderse contra las olas de ataque del Imperio Otomano,
que usó eficientemente las nuevas técnicas de la artillería militar y se
presentó de esta forma como un gunpowder Empire marcadamente su-
perior (Marquardt, 2009, p. 29).

La conceptualización de la seguridad pareció entonces estar defi-


nida dentro de los límites de la seguridad nacional y, por lo tanto, las
posibilidades de acción frente a las amenazas debían ser comandadas
por el Estado. Lo anterior derivó en que los análisis de las ciencias so-
ciales respecto a la seguridad se enmarcaran en un debate estatocéntrico.
Esta visión clásica, que fue el eje vertical para la construcción de
las teorías relativas al problema de la seguridad, empezó a encontrar
dificultades en su aplicación conforme avanzaba la historia contem-
poránea del Estado. La contención de los problemas de las sociedades
posindustriales empezó a superar la lógica tradicional de las amenazas
externas y del orden interno. De esta manera, junto con los avances
teóricos y metodológicos de la sociología y de la filosofía política, los

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 25


académicos se encontraron en la necesidad de formular escenarios de
comprensión más complejos, como las redes de interacción múltiples
entre actores de diferente constitución a la del Estado (por ejemplo,
los movimientos sociales o la naturaleza).
Dadas las dificultades de su aplicación en investigación de campo,
la visión clásica de la seguridad comenzó a ser objeto de crítica por
parte de los teóricos de la sociología y de las relaciones internacio-
nales. Dentro de estos planteamientos críticos emerge la teoría de los
complejos de la seguridad de Buzan (1981). Según esta teoría, la no-
ción de seguridad debe evolucionar conforme cambian las relacio-
nes sociales a través de la historia. Buzan y Waever describen cómo
la definición pasó de una noción estatocéntrica a una más compleja:
de preocupaciones de seguridad compartidas por dos Estados a pro-
cesos interconectados de securitización2 y desecuritización percibidos
por diversas unidades (Buzan & Waever, 2003). De este cambio de de-
finición, se resalta la ampliación de los actores que perciben la segu-
ridad (más allá de los Estados) y el espacio que gana la interpretación
subjetiva sobre los componentes objetivos de la seguridad.
Buzan (2008) afirma en su teoría que el concepto de seguridad
debe ir más allá del estudio del poder o de la paz. Si bien en los oríge-
nes de la noción esos elementos fueron determinantes, en el mundo
contemporáneo el análisis debe incluir otros factores, como los aso-
ciados a las dinámicas económicas, las dimensiones culturales, los
impactos ambientales, entre otros. La combinación de estos elementos
termina por caracterizar las relaciones complejas e interdependientes
de la seguridad. Ante la ausencia de un análisis tradicional orientado

2 Terminó derivado del inglés securitization. Según Waever (1995), en esencia es una
reacción contra los estudios tradicionales sobre seguridad.

26 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


en esta dirección, se puede apreciar que existen grandes desafíos en la
construcción del concepto de seguridad.

La conceptualización
contemporánea de la seguridad
Terminada la Primera Guerra Mundial existía un gran discurso po-
lítico internacional que giraba en torno al término de seguridad co-
lectiva. Sin embargo, los acontecimientos posteriores, sucedidos en el
periodo entre guerras, mostraron el desinterés de los Estados por tra-
bajar conjuntamente en el desarme militar y las acciones de pacifica-
ción mundial. Esto generó dudas sobre la legitimidad de ese discurso
de pacificación que promovía acciones interestatales.
Las teorías liberales proveían al debate teórico sobre el Estado (en
el marco de las relaciones internacionales) de un ideario institucio-
nalista e incluso funcionalista. Desde estas perspectivas, provenien-
tes de versiones clásicas del liberalismo filosófico, el papel del Estado
frente a la anarquía del sistema internacional coincide con las postu-
ras realistas: el conflicto interestatal está siempre latente debido a la
naturaleza soberana del Estado. No obstante, el liberalismo buscaba
la configuración de un organismo supraestatal que regulara el com-
portamiento de los Estados y, consecuentemente, la Sociedad de Na-
ciones fue creada para bloquear las funciones negativas del Estado y
garantizar la seguridad internacional (Hobson, 2003).
A pesar del fracaso del intento de la Sociedad de Naciones por
pacificar los diferentes territorios del mundo, la idea de la seguri-
dad permaneció enmarcada en la cuestión de lo militar. Esto limitó
su ámbito de análisis, pues se dio una aproximación al entendimiento
de las “situaciones de peligrosidad” controlables únicamente a través

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 27


de la política estatal. En consecuencia, los políticos de cada país limi-
taron sus discursos sobre la seguridad a los aspectos relacionados con
la identificación nacionalista. El legado institucionalista de mantener
el orden doméstico a través de una economía política que sirviera a la
reproducción del sistema capitalista se mantenía con suficiente re-
sistencia. Proponer en esa época un nuevo rumbo para el concepto de
la seguridad no era una opción viable, ni en la teoría ni en la práctica,
pues este concepto se guiaba por tradiciones institucionalizadas difí-
ciles de cambiar.
Con el transcurso de los años, y debido a los nefastos resultados
de la Segunda Guerra Mundial, la lógica del pensamiento acerca de la
seguridad empezó a emplear otras dimensiones de análisis: se intro-
dujeron temas económicos, políticos, sociales y ambientales. Sin em-
bargo, en la actualidad aún no existe un consenso sobre qué significan
estas ampliaciones del concepto. La naturaleza del concepto plantea
grandes dificultades a la construcción de una definición consensuada.
Buzan elabora una recolocación de las diferentes definiciones ela-
boradas con la intención de clarificar y acotar los fines de las políticas
de seguridad. Tales definiciones señalan las dimensiones principales
relacionadas con la cuestión de la seguridad nacional, en especial

la centralidad de los valores, la duración, la intensidad de las amena-


zas, y la naturaleza política de la seguridad como objetivo de Estado.
Pero también pueden provocar el perjuicio de darle al concepto una
apariencia de consistencia que no se merece (Buzan, 2008, p. 18).

En efecto, la constitución conceptual de la seguridad depende de


una multitud de factores que alteran su significación y su relación con
el autor de que se trate. La definición se establece a partir de un interés
ideológico y desde un lugar de enunciación; por ejemplo, la academia
o el gobierno, Europa o América Latina.

28 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


La idea contemporánea de seguridad parece ser demasiado com-
pleja, es muy difícil de definir y genera debates interminables. Se
requiere de “un análisis teórico para identificar los límites de su apli-
cación, las contradicciones en las que incurren y la importancia que
puedan tener para [los actores relacionados] las innovaciones” (Bu-
zan, 2008, p. 8). Las visiones contemporáneas insisten en superar la
retórica clásica, enmarcada en la cuestión de la seguridad nacional,
incluyendo otros ámbitos de actuación, como el ámbito internacional,
y otras condiciones del entorno global. Esta superación se sustenta en
la identificación del debate epistemológico de la seguridad. Una pri-
mera distinción proviene de la concepción objetiva, se trata de la dis-
tinción material del fenómeno, sea la amenaza o las capacidades del
otro. Una segunda distinción es de carácter subjetivo, en principio re-
lacionada con los lazos normativos e históricos entre actores, y luego
con una interpretación de los componentes objetivos. Una tercera dis-
tinción es discursiva, declara la imposibilidad de entender la seguri-
dad objetiva y subjetivamente y, consecuentemente, se entiende que
la seguridad emerge discursivamente cuando se ponen amenazas a la
agenda política (Buzan & Hansen, 2009, pp. 33-34). De esta forma, se
infiere que la seguridad es un concepto primordialmente intuitivo que
depende de objetos y eventos externos para su definición. Por antono-
masia, la seguridad se define en tanto que afecta a los actores.
Además, Buzan comenta que la seguridad concierne principal-
mente al destino de la humanidad como colectivo, y solo después al
ser humano como individuo. Por ejemplo, se puede señalar a las pan-
demias como hechos que pueden afectar la supervivencia del planeta
si no se previenen a tiempo. Esta clase de problemas deben estar pre-
sentes en la agenda de seguridad de los Estados y, además, en el con-
cepto mismo. Así como las epidemias o las pandemias afectan a los
sistemas de salud de los países en los que se dan, a corto y largo plazo

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 29


también afectan otras esferas, como sus sistemas económicos y las
interacciones sociales. De este modo, según la teoría de los complejos
de la seguridad, hay cinco factores que afectan la seguridad de la hu-
manidad como colectivo:

• Militares, que se refieren a la interacción de las capacidades arma-


das defensivas y ofensivas;

• políticos, traducidos en la estabilidad organizacional de los Esta-


dos, es decir, sus mecanismos de gobierno y las ideologías que dan
soporte a la legitimidad;

• económicos, relacionan la idea de los recursos y los mercados


que dan lugar a la realización material de las necesidades de la
población;

• “la seguridad de la sociedad se refiere a la sostenibilidad, den-


tro de condiciones aceptables de la evolución, de los patrones
tradicionales de lengua, cultura y religión e identidad nacional y
costumbres; la seguridad medioambiental se refiere al manteni-
miento de la biosfera local y global como sistema esencial de sus-
tento del cual dependen todas las actividades humanas. Por tanto,
el concepto necesita una definición inclusiva, pues es indispen-
sable para las Relaciones Internacionales” (Buzan, 2008, p. 20).

Estos factores tienen una relación necesaria con la vida y la segu-


ridad de los individuos. Así entendida, la seguridad se puede ver ame-
nazada incluso por la actividad del mismo Estado. Las acciones de las
diferentes organizaciones gubernamentales y las organizaciones no
gubernamentales serán esenciales para enfrentar el problema de la
seguridad desde un nuevo enfoque porque el más reciente objeto de
la seguridad demanda acciones diferentes para garantizarla. Depen-
diendo de la especialidad de estas organizaciones, ellas aportarán

30 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


nuevas ideas para ampliar el concepto de seguridad y dirigirlo hacia
ideas que se adapten mejor a las necesidades de las poblaciones. Así,
se podrá perseguir efectivamente la seguridad en todos los ámbitos, y
no solo en el ámbito de las capacidades y acciones militares.

Los dilemas de la seguridad


identificados a partir del riesgo
Con el cambio en la concepción de la seguridad, también el lenguaje ha
dado un giro lingüístico que se refiere a la identificación de riesgos so-
ciales. Si las seguridades contemporáneas se enfocan en la protección
de las sociedades y del individuo, los analistas y académicos de las re-
laciones internacionales deben enriquecer sus consideraciones con las
teorías sociológicas y de la filosofía política. En la comprensión del
funcionamiento de las sociedades y las relaciones de los sujetos con la
sociedad, a través de las teorías de sistemas, de la teoría del actor-red
o de la teoría de los campos del poder, se encuentran asociaciones e
interacciones novedosas que atañen a la seguridad. El análisis socioló-
gico de Ulrich Beck sobre la sociedad del riesgo da una respuesta alter-
nativa al problema de la dependencia de las relaciones internacionales
al análisis de las relaciones societales y domésticas.
En primera instancia, se debe mencionar que, debido al reparto
de los riesgos y el incremento de estos, surgen las situaciones socia-
les de peligro. En ellas se evidencia que la desigualdad es un factor
detonante de la inseguridad. Para un análisis de estos factores, Beck
(1998) sugiere ver cómo quienes producen los riesgos en un primer
momento también se ven afectados por ellos en un segundo. Surge allí
lo que él denomina el efecto búmeran: nadie se escapa de los peligros,
incluidos los de salud, de propiedad o de ganancia. Veamos el caso de

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 31


la contaminación de las fuentes de agua, esta no solo afecta a los bos-
ques y a las diversas especies animales que habitan en ella, sino que
también puede reducir el valor económico de la tierra.
Aunque parecería que solo se esperan consecuencias negativas
con los riesgos, y que ellos no nos permiten lograr efectos positivos,
hay sectores que de cierta manera se benefician de su existencia. Los
riesgos no tienen una finalidad concreta, pero ponen en una encruci-
jada ética y política a los métodos y los medios para responder conclu-
yentemente. A diferencia de otras necesidades, como el hambre, que
se puede saciar con la acción directa de la alimentación, los riesgos
civilizatorios, que son causados por la sociedad industrial y la opera-
ción extensiva del capitalismo, ponen a los humanos en una situación
de extremo peligro pero no tienen una respuesta sencilla ni inmediata.
En medio de la complejidad del riesgo, algunos actores con ca-
pacidades superlativas de acción pueden sacar provecho de las trans-
formaciones y de sus costos. Un ejemplo definitivo es el modelo del
capitalismo verde, cuyos orígenes se relacionan con la idea de la eco-
nomía verde y, en general, con la retórica que aboga por la posibili-
dad de una solución para los problemas ambientales sin dejar atrás
los temas del desarrollo económico y social. Este capitalismo se plan-
tea desde dos ideas fundamentales. La primera consiste en incenti-
var líneas de producción menos dañinas para el medio ambiente. La
segunda se basa en la posibilidad de usar el mercado como una he-
rramienta para resolver los grandes problemas ambientales. Este dis-
curso, al que acuden muchas empresas como una imagen identitaria,
pero que en sus prácticas no implica cambios trascendentales, no so-
lamente no cambia los modos de producción, sino que profundiza las
formas de explotación laboral y de contaminación ambiental.
Igualmente, factores asociados a los riesgos, como la ineficiente
distribución de la riqueza, pueden ser determinantes para los dilemas

32 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


de la seguridad. Por ello, los ricos y los poderosos tienen la capacidad
de adquirir seguridad respecto al riesgo, mientras que las personas de
menos recursos se enfrentan a una más amplia concentración de ries-
gos. Por ejemplo, es mucho más grande el riesgo de mantenerse des-
empleado si no se tiene la educación suficiente para adquirir un buen
empleo. Así mismo, los daños que producen las industrias se reparten
de manera desigual debido a que algunos profesionales se ven más ex-
puestos a diversas sustancias tóxicas, al igual que los habitantes de las
zonas aledañas a esas fábricas.
Aunque algunos elementos tóxicos, o diversas condiciones a las
que se encuentra expuesto cualquier individuo en cualquier parte del
mundo, quisieran enfrentarse con el poder adquisitivo suficiente, o
con la posesión de elementos que sirvan para protegerse de las ame-
nazas y riesgos existentes, la mayoría de las veces esto no se puede
realizar debido a que algunos riesgos son invisibles y su expansión no
se puede controlar. Es más difícil evitar la propagación de los ries-
gos de la obra humana porque, aunque buena parte de ella haya sido
creada gracias a desarrollos científicos, el ser humano pierde el con-
trol de fenómenos que entran en contacto con la complejidad.
Las consecuencias específicas de pertenecer a una clase también
se evidencian en las capacidades para enfrentarse a las situaciones de
riesgo. Una persona de bajos recursos tiene más problemas en la elec-
ción de su sitio de vivienda, su alimentación o su educación. Desafor-
tunadamente, la pobreza expone al individuo a la posibilidad de un
mayor riesgo. Algunos riesgos se podrían evitar fácilmente si se con-
tara con mejores servicios públicos y una inversión pública más efi-
ciente (Beck, 1998).
La desigualdad se evidencia aún más en casos extremos, en los
que se requiere del apoyo total de los aparatos estatales. Cuando estos
no funcionan correctamente, y por ende presentan grandes déficits,

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 33


afectan especialmente a aquellas capas de la población que no tienen
la capacidad económica para soportar el riesgo. En este sentido, se en-
cuentran en conflicto dos tipos de contratos sociales que fundamen-
tan la sociedad moderna, el Estado y el mercado, para dar respuesta a
la situación riesgosa. La contradicción fundamental entre uno y otro
pone en evidencia la indefensión del Estado frente al funcionamiento
de la economía. El Estado protege prioritariamente la acumulación del
capital, en vez de la seguridad de las poblaciones más vulnerables. Es
interesante subrayar que este movimiento se justifica discursivamente
desde la postura de defensa de la estabilidad del sistema; el sacrificio
de algunos para el beneficio de todos.
A causa de la presencia de los riesgos, aparecen nuevos conflic-
tos sociales. Estos, debido a la sociedad de mercado desarrollada, se
pueden convertir no solo en riesgos sino en oportunidades de mer-
cado. En este punto hay una parte de la población que se ve afectada
por los riesgos, ya que no tienen los recursos para adquirir las herra-
mientas básicas o medicamentos, en contraste con la parte que sí se
ve beneficiada económicamente. De este modo, dentro de la sociedad
del riesgo están presentes quienes pueden producir la definición de
riesgo y quienes la consumen. Se decide también cuáles de ellos se de-
ben ocultar o revelar.
Beck afirma que la sociedad del riesgo se caracteriza por la paupe-
rización de la peligrosidad, opuesta a la clásica pauperización material
caracterizada por los académicos anarquistas y marxistas del siglo xix.
En la pauperización actual, nos encontramos con el problema de “que
la latencia del riesgo es un mecanismo atemorizante, un hecho a la ex-
pectativa” (Beck, 1998, p. 58). Beck se está refiriendo a la emergencia
de una especulación del peligro sustentada en un conocimiento cien-
tífico, sólido y cuantitativo aparente que dirige a las masas a compor-
tamientos programados.

34 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Todo lo anterior lleva a que los peligros invisibles se vuelvan vi-
sibles. Así como los daños a la naturaleza, causados por el smog o
por distintos químicos producidos por las industrias, se vuelven más
perceptibles a la vista de toda la comunidad internacional; los virus
también lo hacen, pues ya no solo afectan a una pequeña comunidad
poco conocida, sino que tienen la capacidad de traspasar fronteras en
cuestión de horas. Se empiezan a crear así políticas públicas para la
prevención de este tipo de enfermedades, pues las campañas de pre-
vención son más fuertes. De todas formas, algunas veces estas tienen
una corta duración, duran mientras el problema está bajo la lupa in-
ternacional, pero luego empiezan a difuminarse hasta que se olvidan.
En contraste, para evitar los problemas que pueden surgir debido
a la modernización, se pueden unir grupos de personas, pertenecien-
tes a cualquier clase social, profesión o etnia, con el fin de contra-
rrestar las amenazas y hacer algo para detenerlas. La procedencia del
grupo no es necesariamente relevante; se busca una unión para lo-
grar el objetivo de actuar ante la situación de riesgo. Se produce una
conciencia genérica y reactiva al problema, sustentada en bases éti-
cas e ideológicas que permiten su reproducción. Sin embargo, esta
respuesta corresponde a la dominación del miedo a la latencia. Alre-
dedor de estos mecanismos se organiza la vida social y las activida-
des políticas.
¿Cómo se resuelve la ansiedad de la latencia? Beck ofrece dos ca-
ras del final de la latencia: el riesgo y su percepción. Los riesgos se
alimentan de sus percepciones: no solamente la percepción respecto
al lugar de su producción, sino respecto la manera de su propaga-
ción (Beck, 1998). Si la percepción es más grande que las condiciones
y capacidades del riesgo, las percepciones del riesgo pueden ser más
peligrosas que el riesgo mismo. Es decir, hay una relación fundamen-
tal entre el poder y el conocimiento. Por eso se observa que quiénes

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 35


manejan los medios de comunicación tienen un control sobre la pro-
pagación y la gestión de los riesgos.

La seguridad y el riesgo: ¿Existe una


resolución epistemológica?
Los factores mencionados anteriormente han impactado profunda-
mente en la conciencia política, tanto de los individuos como de las
instituciones. Estos factores se perciben como sucedáneos en el tiempo
y en el espacio, y determinan el futuro de las investigaciones en rela-
ción con el dilema de la seguridad. Actualmente, según Palomino et al.
(2019), ningún Estado puede considerarse exento de las amenazas a la
seguridad y, por el contrario, ha emergido una nueva conciencia polí-
tica sobre el hecho de que los impactos negativos derivados de dichas
amenazas tienen unas consecuencias inmediatas, y difíciles de con-
trolar, en otros lugares del mundo.
La idea de una afectación mundial producto de las nuevas ame-
nazas del mundo globalizado ha facilitado nuevas dinámicas de inte-
rrelación política entre Estados y otros actores políticos y sociales de
relevancia internacional. En consecuencia, esto ha dado lugar al desa-
rrollo de nuevas formas de cooperación y a la coordinación de planes y
acciones de política pública para gestionar los riesgos derivados.
Las primeras manifestaciones con respecto a esta nueva forma de
protección del entorno tienen como su hito fundamental el Protocolo
de Kioto, creado en 1997. Este es un precedente para las acciones ci-
viles organizadas y la creación de nuevas asociaciones y movimien-
tos sociales para la defensa de los derechos animales y de los recursos
naturales. Igualmente, es un precedente para la formulación de leyes
nacionales e internacionales para la protección medioambiental. Estos

36 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


esfuerzos significativos, con respecto a la cuestión global e interde-
pendiente del riesgo, han demostrado la creación de una conciencia
internacional sobre la simultaneidad y correlación de las amenazas al
medio ambiente. Esta conciencia demuestra a su vez la posibilidad de
construir nuevas lógicas relacionadas con una visión política de los
riesgos globales.
De igual manera, se observa el surgimiento de nuevas tenden-
cias del mercado, como respuesta a las crisis financieras de la banca
mundial en el siglo xxi, que han dado lugar a la creación de iniciativas
como los mercados verdes, también denominados biocomercio. Es-
tos están basados en la idea de generar productos, bienes o servicios
que generen beneficios ambientales directos, incorporando prácticas
ambientales innovadoras. A la postre, se han fortalecido y expandido
las prácticas y los modelos de la economía cuyo objetivo es aumen-
tar las expresiones de solidaridad en toda la sociedad. Con esto, se
ha dado un énfasis especial a los sectores que se encuentran en si-
tuación de vulnerabilidad, caracterizados por el desempleo, pobreza
y marginación.
Estas respuestas y resistencias sociales emergen como expre-
siones del escepticismo y de la negación de la universalidad de la ra-
cionalidad tecnocientífica que sustenta el incremento de los riesgos
civilizatorios (Beck, 1998). Este movimiento se proyecta desde una
audiencia que intuye y experimenta directa e indirectamente el cre-
cimiento de los riesgos para la dignidad humana y la calidad de vida.
En efecto, los países denominados subdesarrollados son los ejemplos
por antonomasia de lo latente y de los riesgos factuales. La combina-
ción de contaminación ambiental y hambruna desemboca en el cues-
tionamiento profundo de la racionalidad detrás del funcionamiento de
los sistemas económicos y de la conformación de las sociedades in-
dustriales y consumistas. Ahora, si se quiere, la emergencia de estas

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 37


conciencias y organizaciones también resulta ser una amenaza y un
riesgo para el sistema mismo.
Si volvemos a las distinciones epistemológicas de la seguridad de
Buzan, mencionadas al principio de este escrito, en conjunción con la
teoría de la sociedad del riesgo de Beck, se encuentran coincidencias
claras entre las distinciones y su primacía sobre otras. Ya no es posi-
ble hablar con claridad prístina de la objetividad de los riesgos, sino de
la relación del sujeto con el riesgo. Es más, la subjetividad del riesgo
tampoco es fácil de distinguir: la dominación y la manipulación de la
información no permite que el sujeto perciba el riesgo con transpa-
rencia. Allí es donde las variables de poder, saber e información son
esenciales, tanto para conducir las percepciones como para el surgi-
miento del escepticismo.
No es posible concebir la seguridad sin los riesgos. Como bien lo
afirma Buzan, la seguridad es un concepto que depende de un objeto
externo: el riesgo. Además, la seguridad es considerada desde el sen-
tir de los sujetos en relación con los objetos de riesgo. Esta relación
precluye la experiencia individual y se corresponde con la historia de
la dominación de la naturaleza por parte del hombre, así como de la
dominación de otros hombres. En consecuencia, Beck (1998) alude a
los factores de seguridad como resultados de la praxis, como la retro-
alimentación reflexiva de la experiencia.
Cuando el liberalismo filosófico afirma la necesidad de la existen-
cia del Estado, se concibe primariamente un estado de naturaleza de
los hombres, ellos son conflictivos y violentos. Por su parte, cuando
se prescribe la anarquía internacional como inherente a las relacio-
nes entre Estados, la praxis de la guerra internacional trae el riesgo
inevitable de la repetición. El desarrollo de técnicas y tecnologías está
íntimamente conectado al miedo del ser humano a la hibernación o a

38 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


estados latentes, de espera, pensemos en el desarrollo de las vacunas
o en los seguros de vida.
El miedo instintivo y primitivo, que retroactivamente se raciona-
liza, permite y obliga al desarrollo de Estados y formas de seguridad.
Hoy se ve cómo los riesgos trascienden las distinciones binarias fun-
damentales formuladas por la filosofía y las ciencias (Beck, 1998). Se
entretejen relaciones complejas para el entendimiento renovado de los
riesgos sistémicos, a su vez que se unifican los trabajos para enfren-
tarlos. En última instancia, el enfrentamiento a los inminentes riesgos
civilizatorios conlleva a la confrontación del conocimiento cientí-
fico y la praxis científica, y a la subsecuente exploración metodoló-
gica y práctica que permita solucionar problemas y reducir los riesgos
más fundamentales.
Si la sociedad del riesgo está basada en el conocimiento especu-
lativo, su relación con la seguridad es exploratoria y procesual, iden-
titaria y contingente. En esta discusión, el concepto de securitización
se vuelve esencial porque incluye el proceso de selección de los temas
que se vuelven relevantes para la seguridad. Buzan y Weaver elaboran
la teoría de la securitización a partir del fenómeno de adquisición de
relevancia pública de un tema considerado como una amenaza para la
supervivencia (Peoples & Vaughan-Williams, 2010). A través del pro-
ceso de securitización, el tema pasa de estar no-politizado a estar po-
litizado, y luego es securitizado. Pasa de ser un tema irrelevante para
la deliberación pública a ser una amenaza existencial. El proceso in-
verso se conoce como desecuritización. Por medio de este se pretende
cambiar el orden de prioridades de una sociedad o del Estado (Peoples
& Vaughan-Williams, 2010).
Para cada proceso hay temáticas generales y públicos interesa-
dos, agendas públicas e ideologías que intermedian en la deliberación.

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 39


En cada sociedad y Estado, las cualidades culturales y las normas so-
ciales conducen a la determinación de los riesgos más importantes
para los individuos y los grupos. En especial, cuando las contingen-
cias políticas aumentan las alarmas sobre esferas interdependientes,
la irritación de ciertos subsistemas podría conducir a la desnormaliza-
ción de su funcionamiento o a la disrupción de las jerarquías. En otras
palabras, respecto a la pauperización de la peligrosidad, si la percep-
ción del riesgo produce un hecho que genera expectativa, se controlan
las expectativas sociales y la organización de los grupos alrededor del
miedo a la latencia.
Se debe concebir la manera como se organiza el poder en la so-
ciedad: los lugares de producción de la información, de emisión de las
comunicaciones y de efectuación de las respuestas a los riesgos. En un
caso concreto, las universidades y los centros de investigación pro-
ducen conocimiento científico y divulgan los resultados a sus pares;
por su parte, algunos medios de comunicación traducen la informa-
ción científica para un público más amplio. Por ejemplo, si un grupo de
investigación de una universidad prestigiosa descubre la correlación
entre el consumo elevado de azúcar y la mortalidad infantil, los grupos
económicos involucrados con la producción de azúcar o de productos
azucarados presionan para desmentir el estudio; o intentan disuadir
a los consumidores para que no se abstengan de consumir. Por otra
parte, los ciudadanos preocupados pueden organizarse para contro-
lar el consumo de azúcar en infantes, su distribución o su producción.
Otros ciudadanos pueden mostrarse escépticos e ignorar la recomen-
dación de los expertos. Mientras los primeros se posicionan como un
grupo moralmente superior, los segundos pueden argumentar la re-
latividad del conocimiento científico, o aludir a una conspiración eco-
nómica. Las empresas podrían innovar, usando productos con menos
azúcar o con estevia; alternativamente, podrían bajar los precios para

40 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


aumentar la demanda de los productos en circulación. Este es un caso
de salud pública y de producción industrial en el que se evidencia el
influjo de información, que pone en evidencia la latencia del riesgo, y
la resistencia que ofrecen los sectores afectados para salvaguardar su
reproducción. La salud de los infantes se securitiza al poner en discu-
sión a los grupos de consumo afectados por el debate. El tema puede
incluso llegar a instancias legislativas e institucionales.

Conclusión
¿Hacia cuáles acciones podría conducir el debate teórico de la seguri-
dad contemporánea? Al enlazar la noción de riesgos de Beck con la de
securitización de Buzan y Waever, se despliegan varias posibilidades
de observación de los fenómenos sociales y políticos que ordenan la
sociedad o que imponen desafíos a la normatividad social. Es claro que
estas observaciones tienen consecuencias cognitivas, sobre la relación
del sujeto con la naturaleza y la sociedad. Los riesgos y la sensación de
seguridad controlan las inclinaciones comportamentales e ideológicas
del sujeto. Se da así una interacción sustentada en el miedo. Si el sujeto
le teme a lo desconocido, siente más presión sobre su vida, sabe que en
cualquier momento un evento anunciado pueda suceder. Por supuesto,
otros pueden aprovechar esta vulnerabilidad del sujeto para alterar las
percepciones de la realidad u ofrecer respuestas.
Cuando se trata de la seguridad, se busca conectar al concepto con
un objeto externo que, asimismo, está ligado a la intuición de un ob-
servador sintiente. Así que la seguridad no solamente está ligada al
riesgo, sino a quién la percibe: un Estado, una comunidad, un indivi-
duo. Este entrelazamiento, en los distintos niveles de interacción, tiene
unas implicaciones éticas para el ejercicio del poder. Para una ética de
los riesgos, se debe considerar que “la insistencia sobre la sucesión

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 41


de causas no probadas potencia los riesgos” (Beck, 1998, p. 69). Es de-
cir, conducir a determinados grupos sociales hacia acciones riesgosas
sin tener una completa certeza no es otra cosa que experimentar con
algunos grupos humanos.
Por otra parte, la atribución causal de consecuencias negativas a
factores externos (para quitar responsabilidad a ciertos agentes) es
una práctica bastante usada para enfrentar el riesgo. Ella hace uso de
la falibilidad de los razonamientos y de los métodos científicos. Lo
mismo sucede con el uso de las estadísticas y de los métodos proba-
bilísticos, una especie de apuesta de la ciencia para el beneficio de la
humanidad. Esos riesgos los experimentamos actualmente. Peligros
agobiantes que podrían provenir de prácticas irresponsables de pro-
ducción industrial masificada o de cambios naturales del planeta. Pre-
cisamente con este argumento se procede a buscar la ética dentro de
las posiciones de los actores involucrados en la provisión de seguridad
y el manejo los riesgos. Estos actores deberían asumir una posición
responsable con la humanidad y con el planeta. Beck, en comple-
mento, afirmaría la llegada del final de la contraposición entre natu-
raleza y sociedad (Beck, 1998), porque nos hemos encontrado con un
mutualismo artificial: nosotros la necesitamos y ella nos necesita. Tal
vez sea esa arrogancia la que nos lleve a nuevos riesgos, porque la hu-
manidad necesita cuidar más a la naturaleza, en vez de servirse de ella.

Referencias
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Ibérica.
Buzan, B. (1981). Change and insecurity: A critique of strategic studies. Change
and the study of international relations: The evaded dimension, 155-172.
Buzan, B. (2008). People, States & Fear: An Agenda for International Security
Studies in the post-Cold War Era. ecpr Press.

42 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Buzan, B., & Hansen, L. (2009). The Evolution of International Security Stu-
dies. Cambridge University Press.
Buzan, B., & Waever, O. (2003). Regions and Powers: The Structure of Inter-
national Security. Cambridge University Press.
Hobson, J. (2003). The State and International Relations. Cambridge Univer-
sity Press.
Marquardt, B. (2009). Historia universal del Estado (Tomo 2). El Estado de la
paz interna y de la organización judicial en el caso de Europa (1495-1775).
La Carreta Histórica.
Palomino, W., Cerón, A. y Barreto, R. (2019). Geoeconomía: Nuevas amenazas
a la soberanía hemisférica. Escuela Superior de Guerra.
Peoples, C., & Vaughan-Williams, N. (2010). Critical Security Studies. Routledge.

Capítulo 1 · Aproximaciones contemporáneas a la noción de seguridad 43


Capítulo 2

Seguridad humana,
reflexiones desde
los paradigmas
interpretativos1
Alejandra Cerón R.*
Carlos Alberto Hoyos**

1 Capítulo de libro resultado del proyecto de investigación titulado Impacto de las políticas de
Seguridad Integral en el desarrollo y gestión del componente de investigación del currículo madgsi,
de la línea de investigación Seguridad Integral del grupo de investigación cipaer, con
código COL 0093003, de la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana. 
* Doctora en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional
de Colombia. Magíster en Gestión de Organizaciones de la Université du Québec à
Chicoutimi (uqac), Canadá. Socióloga de la Universidad Nacional de Colombia. Docente e
investigadora. Correo electrónico: luz.ceron@epfac.edu.co
** Profesional en Relaciones Internacionales y Estudios Políticos de la Universidad Militar
Nueva Granada. Correo electrónico: u0902042@unimilitar.edu.co

45
CÓMO CITAR

Cerón R. A., & Hoyos, C. A. (2020). Seguridad humana, reflexiones desde los
paradigmas interpretativos. En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.),
Enfoques y gestión en Seguridad Integral (pp. 45-68). Escuela de Postgrados de
la Fuerza Aérea Colombiana. https://doi.org/10.8667/9789585996199.02

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 2.
Seguridad humana, reflexiones
desde los paradigmas interpretativos
https://doi.org/10.8667/9789585996199.02
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

La noción de seguridad humana se relaciona con el respeto a la vida, los prin-


cipios de integridad del individuo y el desarrollo socioeconómico. Estas re-
laciones impactaron el pensamiento tradicional de la seguridad, enfocado
principalmente en la visión de protección del Estado. Así, se plantearon
nuevas dimensiones de acción institucional que tengan como objetivo la
protección del sujeto. En los ámbitos académicos, el concepto de seguridad
humana empezó a aceptarse como una superación del Estado de pacifica-
ción. Se inició a proponer entonces un análisis enfocado en la intervención
de los intereses económicos en el medio ambiente, en el uso de nuevas tec-
nologías, en la urbanización, entre otros fenómenos que tienen un impacto
en la estabilidad y seguridad de un contexto amplio y complejo. Las conse-
cuencias y las acciones en estos ámbitos traen nuevas amenazas para las
sociedades humanas, dado que confluyen con otros factores que a la postre
ponen en peligro la estabilidad del planeta.

PALABRAS CLAVE

Estado; interpretación; seguridad humana; seguridad internacional; socie-


dad del conocimiento.

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 47


Introducción
El cambio paradigmático de la seguridad nacional a la seguridad hu-
mana se explica a partir de la desestatización de la seguridad en tiem-
pos de globalización. En este texto, partimos de la hipótesis de que
el Estado ha perdido relevancia como el ente que concentra el poder
y ha dejado de ser el tema central de discusión en la academia y en
las políticas. A partir de dicha hipótesis, se pretende explicar cómo el
concepto de seguridad humana se convierte en el más adecuado para
describir la realidad compleja y para actuar de forma interagencial,
interestatal y societal. Este ejercicio interpretativo es esencial para
apoyar proyectos de investigación sobre la seguridad contemporánea
y para integrar reflexiones sobre acciones concretas.
Este capítulo está compuesto por una reflexión introductoria so-
bre el surgimiento histórico de la seguridad humana y sobre la compo-
sición conceptual de esta propuesta teórica. Luego, se analiza el lugar
del Estado en la seguridad humana y se cuestiona si él es suficiente
para atender las necesidades de seguridad contemporáneas. En el
apartado siguiente, se presentan otros actores económicos y sociales
que comparten los escenarios de interacción con el Estado. Por último,
se concluye el texto mostrando la necesidad del cambio de paradigma.

¿Cómo llegamos a
la seguridad humana?
En el trascurso del siglo xxi, la comunidad internacional vio un cambio
significativo en la caracterización de los fenómenos relacionados con
la seguridad. Durante el siglo xx, el marco de referencia utilizado para
comprender la naturaleza de la seguridad en las dos guerras mundiales

48 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


y en el período de la Guerra Fría comprendía solamente los límites de
la seguridad nacional. El concepto de seguridad internacional se ba-
saba en un sistema de Estados alineados por los intereses hegemóni-
cos de los centros políticos y económicos, Estados Unidos y la antigua
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En los últimos años del siglo xx, se presentaron distintas formas
de conflictos e incertidumbres a nivel mundial que desbordaban la ca-
pacidad de análisis de los marcos conceptuales clásicos del realismo
político. En estos nuevos escenarios de la seguridad participaron acto-
res y grupos de diversa índole. A su vez, los fines y los medios que pro-
piciaron estos escenarios derivaron en riesgos para la seguridad que
demostraron la poca preparación y capacidad institucional de las au-
toridades para combatir diversas prácticas y sucesos. Aunque predo-
minaron los hechos relacionados con la criminalidad organizada, los
nuevos desafíos a la seguridad provenían de la construcción de nuevas
lógicas que solo habían sido planteadas de manera tangencial por las
políticas de Estado.
La Guerra del Golfo en contra de la República de Irak en 1990, el
genocidio en Bosnia en 1995, la Guerra de Kosovo en 1998, los aten-
tados a las Torres Gemelas y la consecuente respuesta de los Esta-
dos Unidos con la Guerra de Afganistán en el 2001 fueron los hechos
sobresalientes que mostraron el cambio cualitativo de los dilemas de
la seguridad. Se presentaron nuevas formas de coalición, diferentes a
las configuraciones estatales, así como nuevos intereses por el control
de los territorios para su explotación económica a través de redes del
transnacionalismo. Las consecuencias nefastas que todos estos he-
chos tuvieron sobre la población civil crearon nuevos desafíos y, con
ellos, surgió la necesidad de pensar en nuevos enfoques de interpre-
tación y en una nueva agenda de investigación respecto al dilema de
la seguridad.

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 49


Ante este panorama mundial, fue necesario un debate en torno
a la reconceptualización de la seguridad. Este estuvo cimentado en
el esfuerzo por comprender las nuevas relaciones sociales que da-
ban lugar a escenarios caracterizados por la complejidad de factores
y actores intervinientes. En las múltiples visiones que inspiraron la
discusión de la época sobresalía la necesidad de pensar la seguridad
mundial en función de proteger a los grupos sociales que se veían in-
mersos en un contexto de conflictos y amenazas constantes que ter-
minaron por convertirlos en víctimas, lo que mostró su vulnerabilidad.
Fernández (2006) hace referencia a la seguridad humana desde
una perspectiva humanocéntrica; una óptica más amplia, dado que
este paradigma está basado en el desarrollo humano y se enfoca en
aspectos que afectan alguna de las siete dimensiones de la seguri-
dad. Asimismo, asegura que el espectro de amenazas a la seguridad de
los Estados no coincide con el de las amenazas a la seguridad humana
Esto se debe a un entramado de cambios en las últimas décadas por
motivo de la globalización, las nuevas formas de comunicación y los
movimientos migratorios. Estos factores han afectado los límites y la
influencia de los Estados y han provocado el replanteamiento de las
nociones fundamentales de la seguridad, como su objeto, su defini-
ción, las nuevas amenazas, etc.
Mientras que las concepciones clásicas de la seguridad sostienen
que se debe proteger la soberanía y la integridad territorial del Estado,
la concepción más amplia integra el eje de la solidaridad, que otorga
a la seguridad la perspectiva humanista de buscar el bienestar para la
población completa. Esto es, asegurar el acceso a cada persona a una
justa cantidad de servicios esenciales para vivir y asegurarse de que se
respete su dignidad y su vida.
Como un aporte diferencial en la conceptualización de la seguri-
dad, en 1994 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo

50 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


(pnud) presentó su informe sobre Desarrollo Humano (onu, 1994).
Este describía cómo la desaceleración del crecimiento económico
mundial traía consecuencias severas para el bienestar de la población
en general. En el informe se ilustraron situaciones históricas como la
expansión progresiva de la pobreza extrema a nivel global y el impacto
negativo que la acción humana con fines económicos tenía sobre el
medio ambiente.
Para plantear políticas y planes de crecimiento económico, enfa-
tizó el pnud, era necesario mitigar los conflictos del mundo a partir de
un nuevo enfoque de las relaciones de cooperación y desarrollo entre
las naciones. La proyección del pnud requería incluir como prioridad la
seguridad humana, definida en términos de la multiplicidad de varia-
bles que intervenían en ella:

La seguridad se encuentra unida al conflicto en otra dimensión: los


problemas ambientales, la amenaza de enfermedades, el desempleo,
el hambre, las violaciones de los derechos humanos, el narcotráfico,
etc., son los problemas de las personas en particular, y de los Esta-
dos, en general. La seguridad humana, no es un concepto defensivo,
como la seguridad territorial o militar, sino un concepto integra-
dor, que reconoce con carácter universal la prioridad de la persona
(onu, 1994).

En su discurso, el pnud abogó por una nueva postura del mundo


frente al entendimiento y la expresión del conflicto, ya que sus conse-
cuencias sobre la humanidad eran catastróficas. Se trataba del tránsito
del pensamiento político de la seguridad nuclear al de la seguridad hu-
mana, definida como “el derecho a vivir libre de temor y de miseria”
(Fuentes, 2012, p. 33).
A partir de estas reflexiones, en 1994 la Organización de las Na-
ciones Unidas (onu) empezó a referirse a la seguridad humana como

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 51


un enfoque que incluye temas como el respeto a la vida y otros prin-
cipios de integridad del individuo. Esta característica impactó el pen-
samiento tradicional de la seguridad, enfocado principalmente en la
visión del Estado, y abrió las perspectivas de acción a todas las perso-
nas, organismos e instituciones cuya labor sea la protección del sujeto
social; un sujeto con proyectos de vida, necesidades biológicas y cos-
tumbres religiosas y seculares.
La noción de seguridad humana, en los ámbitos académicos, em-
pezó a aceptarse como una superación del estado de pacificación (en-
tendido meramente como la ausencia de violencia):

La seguridad empieza a ser contemplada no solo desde el punto de


vista de ausencia de violencia física sino, de garantía de derechos,
oportunidades y calidad de vida de los asociados, condiciones afines al
bienestar y desarrollo integral de cada ser humano (Ariza, 2010, p. 33).

De forma similar, y desde una óptica más cercana, la Secretaría


Distrital de Planeación de Bogotá (Sánchez, 2017), que se basa en los
conceptos del pnud, considera que la seguridad humana tiene un carác-
ter multidimensional, puesto que procura garantizar un máximo nivel
de bienestar y una serie de libertades a todos los seres humanos. Entre
las dimensiones involucradas se resaltan las siguientes:

1. Seguridad económica: garantizada por medio de la protección


frente a amenazas como el desempleo y la pobreza crónica, ade-
más de la garantía de un ingreso justo.
2. Seguridad alimentaria: con esta se busca la protección frente a
amenazas como la hambruna, mediante la accesibilidad a alimen-
tos básicos.
3. Seguridad de la salud: protección ante la amenaza de enfermeda-
des; acceso a servicios sanitarios básicos, y servicios de salud.

52 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


4. Seguridad ambiental: esta se asocia a la protección frente a ame-
nazas de tipo medioambiental, desastres naturales, además de la
protección de los recursos.
5. Seguridad personal: protección frente a amenazas de violencias
física o psicológica y de acciones delictivas que pongan en riesgo
la integridad personal.
6. Seguridad comunitaria: se asocia a la protección ante amenazas
relacionadas con la intolerancia frente a diferencias étnicas, cul-
turales o religiosas.
7. Seguridad política: protección ante amenazas de vulneración de
los derechos humanos y derechos civiles (Sánchez, 2017, pp. 7-8).

Este enfoque ha logrado que paulatinamente se les reste impor-


tancia a los planteamientos militaristas basados en doctrinas de se-
guridad nacional. En vez de ello, se adoptan nuevas perspectivas que
responden al amplio significado de la seguridad humana, la cual vin-
cula los Derechos Humanos (ddhh) con el desarrollo. Además, pro-
pone que las amenazas a la seguridad no necesariamente afectan a la
figura de Estado, sino a las personas, pues afectan distintas dimen-
siones de la actividad humana relacionadas entre sí. Por otra parte,
Roznai afirma que el concepto “surge a mediados de los años noventa
como una respuesta a la orientación neoliberal de los mercados y en
medio de unas condiciones históricas que lo vinculan al fenómeno de
la globalización” (Roznai, 2014 citado en Muñoz, 2018, pp. 26-27). En
este análisis se hace una precisión fundamental sobre el origen ideo-
lógico de la seguridad humana. Más allá de la retórica de la justicia y de
la igualdad, se alude a una necesidad económica de protección de los
mercados y del individuo como productor/consumidor.
Con el transcurso del siglo xxi, este enfoque ha inspirado una pro-
ducción bibliográfica considerable. Las investigaciones enmarcadas en

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 53


el análisis propuesto por el concepto de seguridad humana deben tam-
bién adaptar marcos alternativos de interpretación de los problemas,
construidos desde las escuelas hermenéuticas de las ciencias sociales.
Estos marcos dan prelación a los matices particulares de las amena-
zas, las relaciones derivadas de los contextos particulares y, conse-
cuentemente, los diferentes planteamientos que pueden derivarse (en
términos de políticas y planes de acción del Estado y de las agremia-
ciones sociales interesadas).

El rol del Estado en el contexto


de interpretación de la
seguridad humana
Como lo menciona David Held (2002), el fin de la Guerra Fría trajo
como consecuencia una descentralización de los sistemas de segu-
ridad internacional. En primera instancia, la presencia militar de los
Estados Unidos y Rusia en países extranjeros es actualmente mucho
menor en comparación al siglo xx. En segundo lugar, la regionaliza-
ción de los sistemas de seguridad es una tendencia a nivel global que,
aunque no funcionan totalmente aislados de la “lógica comunitaria de
la seguridad mundial”, sí han construido pautas y normas de compor-
tamiento específicas para cada región del mundo. Estas pautas depen-
den de las condiciones particulares de las regiones y de la inclusión de
nuevos actores no estatales en el proceso.
Algunos hechos relacionados con esta forma de descentralización
de los sistemas de seguridad a nivel global tienen que ver con el re-
surgimiento de conflictos regionales basados en reclamaciones iden-
titarias. Como ejemplos de este nuevo patrón de seguridad se pueden
mencionar los hechos relacionados con la disolución de los Estados

54 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


socialistas y el resurgimiento de reclamaciones de los pobladores de
estas regiones basadas en identidades originarias. Así, la disolución de
la urss, Checoslovaquia y la República Federal Socialista de Yugoslavia
dieron paso a la expresión de los orígenes étnicos y religiosos de las
poblaciones en cruentas guerras locales. El resultado común de estos
conflictos fue la extrema violencia y la precaria situación en que tu-
vieron que permanecer los sobrevivientes.
En esta forma de conflictos, fueron comunes la participación de
grupos paramilitares, el tráfico de armas y la financiación de mer-
cenarios, así como la utilización de prácticas terroristas y de nuevas
tecnologías para hacer la guerra. Estas últimas hicieron evidente la in-
capacidad de los Estados para controlar las manifestaciones emergen-
tes y las tensiones e inestabilidad con los bloques regionales vecinos.
Para el caso mencionado (el de la disolución de los países del bloque so-
cialista), las naciones de Europa occidental manifestaron abiertamente
su preocupación por la inestabilidad política y social de los nuevos paí-
ses, que generaban en la región un riesgo de conflicto armado latente y
un riesgo migratorio. Desafortunadamente, la gran mayoría de esfuer-
zos de las acciones diplomáticas y democratizantes fueron infructuosos.
Las situaciones de inestabilidad en el globo hicieron manifiesta
la necesidad de crear nuevos planes y estrategias en materia de segu-
ridad que permitieran la participación de diversos grupos de interés.
Con el liderazgo del Estado, se dio origen a un sistema de seguridad
con mayor capacidad para la gestión de riesgos probables. Así, se lo-
gró una mayor participación de actores no gubernamentales y se crea-
ron relaciones de interconexión acordes a los escenarios globales (en
países en los que varios procesos de descolonización tenían lugar y se
estaba dando la formación de nuevos Estados).
Sin embargo, los Estados con una mayor capacidad organizacio-
nal fueron los que pusieron las pautas para la toma de decisiones y

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 55


las subsecuentes acciones políticas. De esta manera, los Estados más
dependientes accedieron a la conformación de redes que permitirían
el enlace para la cooperación, protección y crecimiento mutuo, de la
mano de organizaciones y movimientos sociales que fueron aumen-
tando con la aparición de nuevos desafíos. Por esta razón, la política
actual no solo está encaminada a cumplir objetivos de la política tra-
dicional, sino a hacer frente también a otros factores de vital impor-
tancia, como los económicos, sociales y ambientales. Así,

la contaminación, las drogas, los derechos humanos y el terrorismo se


encuentran en un creciente número de aspectos políticos transnacio-
nales que atraviesan las jurisdicciones territoriales y los alineamientos
políticos existentes que requieren la cooperación internacional para su
resolución efectiva (Held, 2002, p. 25).

Lo anterior es una muestra de que la seguridad, vista como pro-


tección del territorio y sus ciudadanos ante amenazas físicas (para en-
frentar a las cuales se debe tener una buena organización militar), no
responde a las temáticas primordiales en la actualidad. Existen otros
desafíos que deben enfrentarse con novedades e innovaciones en los
sistemas de seguridad. En otras palabras, el rol del Estado debe trans-
formarse, de una seguridad militarista a una seguridad más amplia
que cubra los diferentes aspectos y riesgos de la vida humana.
La multiplicidad de actores en el sistema ha provocado que algu-
nos de estos, como las organizaciones internacionales, tengan mayor
presencia en los Estados y generen mayores cambios sociales que sus
propios gobiernos. Esto se debe en buena medida a las limitaciones y
falencias que ellos poseen en la garantía del bienestar de su población.
Sin embargo, en muchos casos son las organizaciones o movimientos
cívicos quienes desencajan la posición de entidades estatales y debi-
litan su poder.

56 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Sin lugar a duda, los Estados aún transitan por procesos organi-
zacionales que conllevan a la creación de nuevos estándares y preocu-
paciones que pueden convertirse en políticas públicas. Los diferentes
sectores influyentes en las políticas, junto con las redes transnacio-
nales, han entrado en un proceso de institucionalización de la segu-
ridad contemporánea. Por este motivo, han surgido nuevos modos de
encargarse de la administración de los recursos, de la población, la
información y el poder social en diferentes territorios.
Esta interconexión no sería posible sin el desarrollo de infraes-
tructuras y nuevas tecnologías que permiten la transmisión de la in-
formación en cuestión de minutos y aceleran la interacción política
entre los pueblos, creando vínculos inmediatos entre ellos. Medios
como el sistema de telefonía, los vuelos inmediatos y personalizados
y la gran infraestructura de internet, sin dejar a un lado las redes so-
ciales y la prensa, han transformado la comunicación política, ya que
la información puede traspasar fronteras fácilmente y se permite un
acceso y una divulgación moderadamente práctica.
Los nuevos sistemas de comunicaciones, a pesar de sus benefi-
cios en la comprensión de determinados eventos, implican también
ciertas restricciones y ambientes de desigualdad en la política global
para sectores específicos. Por ejemplo, las diferentes campañas so-
bre la prevención de enfermedades han contribuido de gran manera
a reducir su propagación. También nos han permitido ser testigos de
alguna forma de lo que pasa en África o en otros países por diferen-
tes catástrofes o fenómenos. Sin embargo, quien no tenga los medios
para informarse, o difundir su experiencia, a su alcance puede verse
excluido de este sistema.
Hay un cambio fundamental en la producción económica que
afecta el comportamiento del Estado, por sus objetivos políticos y por
el manejo de la información. Manuel Castells (2010) describe el cambio

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 57


de marco que guiaba a la economía, antes de las revoluciones infor-
máticas, a un capitalismo informacional. Esta transformación está
acompañada por un cambio en la concepción del valor económico. Las
empresas no buscan más el incremento de la productividad, sino la
rentabilidad y el crecimiento del valor de las acciones. Asimismo, las
instituciones del Estado buscarían, a partir de estas bases, mantener
la competitividad de la economía (Castells, 2010).
Esta era informacional requirió de la adopción de los nuevos con-
sumos tecnológicos y de la tecnificación del trabajo por parte de las
estructuras sociales. Esto no implica una contradicción con la econo-
mía industrial, sino “una profundización tecnológica de la producción
industrial” (Castells, 2010, p. 100). Con el crecimiento de la economía
especulativa, a través de los mercados financieros, el objetivo prin-
cipal es posicionar la empresa dentro de un mercado. Esto requiere
de mantener una estabilidad y credibilidad del proceso productivo. La
información proveída a los inversionistas busca transmitir seguridad
sobre el crecimiento continuo; pero esta misma información puede
reducir sustancialmente la confianza y, luego, el valor del producto.
Por esta razón, las agencias calificadoras de riesgos toman tanta re-
levancia hoy.
El rol del Estado en este proceso de cambio, especialmente con la
consolidación del modelo neoliberal, es precisamente el de asegura-
dor. No regula, ni interviene más que en lo necesario; debe asegurar
que el medio inversionista sea estable y confiable. Reducir conflictos
sociales, organizar eficientemente las instituciones públicas y apoyar
financieramente los emprendimientos de capital privado. El Estado se
muestra hoy como el respaldo del riesgo de la economía especulativa.
Sin lugar a duda, la importancia del medio ambiente para la se-
guridad actualmente representa uno de los desafíos más urgentes
del Estado y de la comunidad internacional. La influencia del medio

58 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


ambiente en la calidad de vida del ser humano es un factor cada vez
más visible. Ahora que el ser humano es consciente de los perjuicios de
sus actividades económicas sobre los ecosistemas, se da cuenta de que
su reproducción trae consigo riesgos y amenazas que afectan al sistema
social y económico de cada Estado. Esta situación compleja compro-
mete al Estado a realizar acciones simultáneas, e incluso contradic-
torias, para satisfacer las demandas sociales de protección del medio
ambiente y para respaldar a la economía especulativa y productivista.
El Estado es importante para la seguridad humana por su capaci-
dad legal e institucional de organizar la vida social y económica de los
pueblos. Además, es definitivamente un aliado del crecimiento econó-
mico y del orden interno, a través de las instituciones militares y de la
planeación pública de las finanzas. En contraste, la complejización de
la seguridad sobrepasa el rol tradicional del Estado frente a los proce-
sos actuales de producción económica, de difusión de la información
y de desastres naturales. Entonces, involucrar en la seguridad a otros
actores privados y civiles, como muestra de una toma de responsabi-
lidad colectiva, sin depreciar la autoridad del Estado, es una necesidad
de nuestra época para satisfacer las exigencias que imponen los ries-
gos globales y regionales.

El papel de nuevos actores


en la seguridad humana
El concepto de seguridad es polisémico, muta según el contexto social
y político de una época determinada. Ulrich Beck (2002) plantea de
manera asertiva que los retos y condiciones que enfrentan las socie-
dades del siglo xxi tienen nuevos factores determinantes relacionados
con los procesos de la globalización.

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 59


La aparición de nuevos actores en el sistema internacional ha sido
evidente en el marco de la globalización. Esto ha causado un gran im-
pacto en la distribución de poder. Este hacía parte principalmente de
las capacidades de un Estado y le brindaba una imagen y posición más
impositiva y legítima para hacer valer sus intereses frente a otros Es-
tados que no tenían el mismo nivel de competencia.
La pérdida de poder de los países, que ahora se concentra en nue-
vas entidades como los poderes transnacionales, organizaciones in-
ternacionales, mafias, gestoras de riegos y consultoras, implica un
gran desafío en el ámbito comercial. Esto se debe a que la pérdida de
poder lleva a pérdidas de las funciones vitales del Estado. Las nuevas
instituciones tienen un poder significativo, con el que pueden hacer
primar sus intereses pasando por encima de los poderes estatales o
alterando la autonomía del Estado.
Ante este cambio en el equilibro de poderes, los Estados mantie-
nen el monopolio del uso legítimo de la fuerza. No obstante, la forma
de enfrentar las nuevas amenazas se ha ido desarrollando al paso
que aparecen otros actores y estrategias. En definitiva, se dificulta la
forma de enfrentar dichas amenazas por la dificultad de su identifi-
cación, ya que estas pueden estar presentes y operar en varios países
simultánea e intempestivamente. Por esta razón el concepto de segu-
ridad es redefinido en la agenda de cada Estado. Este no solo tiene que
enfrentar las amenazas físicas a la comunidad, sino responder a ries-
gos ambientales, hambrunas, escasez y combatir la propagación de
enfermedades (Strange, 1997).
Ante este panorama, el campo de estudio de las Relaciones Inter-
nacionales debe ser ampliado. Las empresas transnacionales han ad-
quirido un buen grado de poder para asegurar el control del mercado,
lo que confirma que el Estado ya no es el único actor con gran influen-
cia en el sistema. Las transnacionales tienden a distribuir la oferta y

60 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


los precios a su conveniencia en el mercado, de modo que otras em-
presas no puedan competir y que la demanda no tenga diferentes op-
ciones de consumo.
Es claro que la pérdida de la autoridad del Estado no sucede es-
pontáneamente con la globalización después de la Guerra Fría, sino
que viene de un proceso de fortalecimiento de otras fuentes de poder
y de control de territorios, e incluso de poblaciones. El primer caso que
ilustra esto es la presencia de autoridades con legitimidad local, de
origen no estatal, y de economías ilegales. El segundo caso es la cons-
titución de la política económica, que se sirve de múltiples autoridades
y mercados (Strange, 1997).
En consecuencia, la autoridad de los Estados se reduce también
debido a las variaciones en el sistema financiero y la aparición de nue-
vas tecnologías que no le permiten ejercer el control de su sistema eco-
nómico nacional. Estos vacíos no han podido ser asumidos dentro del
Estado, lo que conlleva a que aparezcan nuevas desigualdades y se pro-
fundicen otras. Este es el nivel de polarización que separa a los Esta-
dos que aún ejercen control sobre su destino y los que no. Lo que han
perdido algunos gobiernos en materia económica lo han ganado otros
Estados o algunas transnacionales. Susan Strange afirma que las cor-
poraciones transnacionales no acaban con el Estado, pero ejercen una
autoridad paralela con respecto a la dirección de la industria, la inver-
sión, la innovación tecnológica, las relaciones laborales y la extracción
fiscal del plusvalor (Strange, 1997). Adicionalmente, Strange explica
cómo, junto con la reducción del Estado en términos económicos, se da
una disminución de la protección a la sociedad (Strange, 1997); esto es
lo que sucede en el caso de las pensiones o los servicios de salud, que
son delegados a prestadores de servicios privados. Esta explicación se
refuerza si se toma en cuenta la caída del estado de bienestar como
modelo mundial de la administración del Estado.

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 61


Los gestores de riesgo son precisamente las empresas o Estados
que pueden darse el lujo de investigar, crear y comercializar soluciones
para los problemas aquí mencionados. Así, solo quien tenga el poder
adquisitivo suficiente podrá obtener herramientas para la seguridad,
mientras que el riesgo sigue estando ahí para aquellos que no puedan
pagar. Beck describe cómo los riesgos imponen límites a la economía.
Por ejemplo, los seguros privados distinguen entre los riesgos pre-
decibles y las amenazas incontrolables. En este punto, la diferencia
entre security y safety es fundamental. La primera refiere a una con-
cepción general de la seguridad, y la segunda pasa a ser una “inocui-
dad técnica”. De esta forma, Beck relaciona la búsqueda del beneficio
económico de los capitalistas con la seguridad: se ejecutan medidas
paliativas que evitan esfuerzos mayores. Es decir, el autor sustenta
“la formación de burocracias de seguridad y la legalización de riesgos
para los que no existirán paliativos” (Beck, 2002, pp. 87-88).
La necesidad de establecer un nuevo equilibrio de poder se mani-
fiesta como consecuencia de la inestabilidad del poder. En este equi-
librio, la combinación de fuerzas debe ser determinada para hacer
frente a las necesidades que surgen en el sistema. Por tanto, se pro-
pugna por que los Estados recuperen el poder y control sobre su terri-
torio, lo que permitiría reestablecer el vínculo de los ciudadanos con
su gobierno. Así se evitaría llegar al escenario contrario, denominado
“problema de pinocho”2, o quedar bajo el mando de los nuevos actores
(Strange, 1997, p. 183).

2 Susan Strange utiliza la metáfora de Pinocho para explicar cómo los hilos que sujetan a
la marioneta se asemejan a los lazos que unen a los ciudadanos con el Estado. Si estos
hilos llegaran a desaparecer, entonces nadie podría dirigir a Pinocho y, de igual forma, si
los lazos del Estado con los ciudadanos desaparecieran entonces, nadie los dirigiría y ellos
tendrían que decidir por sí mismos qué hacer.

62 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Uno de los objetivos de la onu es lograr la paz y la seguridad inter-
nacional, un mundo con más justicia y sin conflictos. Para ello, es im-
perativo reconocer la multiplicidad de cambios que se han dado en la
última década en el sistema internacional. En suma, con dichos cam-
bios se deben plantear y replantear enfoques y paradigmas que per-
mitan entenderlos y dar solución a los nuevos desafíos. Mediante la
Resolución 60/1 de la Asamblea General de la onu se reconoció que
“todas las personas, en particular las que son vulnerables, cuentan
con derecho a vivir libres de temor y miseria, a disponer de iguales
oportunidades para el disfrute de sus derechos y a desarrollar plena-
mente su potencial humano” (onu, 1994, p. 10).
Esta declaración dio un paso fundamental para el reconocimiento
de la importancia de una nueva aproximación teórica, como la de la
seguridad humana en la onu. La seguridad humana plantea respuestas
multisectoriales para dar solución integral a las amenazas presentes
en la vida de las personas. Mientras tanto, es necesario entender que
en cada contexto estatal las amenazas, como sus causas y sus ma-
nifestaciones derivadas, varían. De allí que la seguridad humana deba
proponer soluciones a la realidad local basadas en las necesidades de
cada sociedad o gobierno. Sin embargo, existe el riesgo de que se ins-
trumentalice el enfoque de seguridad humana y se lo convierta en una
excusa para la militarización de diferentes políticas públicas, tanto en
el plano nacional como internacional. Esto puede provocar que se pro-
yecte solo en su carácter más restringido y securitizante (Pérez, 2016).
Para el pnud (2010), la Cumbre de Desarrollo Social, que se desa-
rrolló en 1995 en Copenhague, significó una gran oportunidad para que
los Estados y la comunidad internacional dejaran a un lado el enfoque
de seguridad nacional implementado durante los últimos cincuenta
años y comenzaran a utilizar el enfoque de la seguridad humana. En
ese orden de ideas, la Cumbre ofreció las siguientes consideraciones:

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 63


En principio, que el concepto de seguridad humana sea catalogado
como problema fundamental de este siglo. También hacer un llamado
de solidarización para contribuir a la seguridad humana mundial. De
otra parte, exigir a los gobiernos que adapten medidas y políticas
públicas en torno a la seguridad humana, pues deben velar porque sus
ciudadanos tengan las oportunidades básicas, específicamente al ac-
ceso de servicios básicos y trabajo productivo y remunerado. Por úl-
timo, también se considera que los países deben cooperar al máximo
con esa iniciativa a escala nacional, regional y mundial para lograr
un marco de cooperación internacional. Desde la misma perspectiva,
también se acordó la revisión del marco normativo de las institucio-
nes mundiales para su reestructuración “dándole prelación a la tarea
de enfrentar los problemas referentes a la seguridad humana (po-
breza, injusticia social y deterioro ambiental, etc.) para lograr un pa-
radigma de desarrollo humano sostenible a largo plazo” (pnud, 2010,
pp. 45-46).

Conclusión
Con todo lo expuesto, hasta este punto se evidencia un cambio para-
digmático en la concepción de seguridad. Incluso se podría decir que el
concepto atraviesa todos los ámbitos de vida de cualquier ser humano.
Por ejemplo, los derechos básicos de cualquier persona, como el dere-
cho a tener una nacionalidad, implican ya una necesidad de seguridad.
Los cambios paradigmáticos se desatan en medio de la preocu-
pación por el entendimiento del mundo y se relacionan con los pro-
fundos cambios estructurales que se experimentan en él, pero no se
descartan totalmente las concepciones clásicas de seguridad. Sin em-
bargo, las estructuras globales se sustentan en una idea homogenei-
zante de los grupos humanos: cuando se manifiesta una desviación, se
encuentra una falla en la seguridad. De tal manera que la búsqueda de

64 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


principios que regulen los estatutos de seguridad se convierte en una
panacea, una utopía, que conserva el carácter de imposibilidad cuando
se evalúa la situación de desigualdad en el mundo:

El paradigma de la seguridad humana muestra que todos los seres hu-


manos están profundamente interconectados en un escenario global
en donde las principales amenazas surgen de la falta de desarrollo hu-
mano en educación, salud, desigualdades económicas y falta de res-
peto a los derechos humanos (Font & Ortega, 2012, p. 170).

No obstante, en el intento por lograr una seguridad generalizada,


la idea de bienestar termina por homogeneizar a las comunidades y a
las sociedades. El resultado más factible es el de la individualización
de la seguridad. Por un lado, con la importancia que han cobrado los
conceptos de individuo y de individualidad, la seguridad humana pro-
cura el bienestar de cada uno. Es decir, cada sujeto de la sociedad glo-
bal debe sentirse plenamente seguro. Esto implica la segunda parte
del concepto: la seguridad, evidentemente, ya no es un problema úni-
camente de defensa y prevención contra la violencia física. Se revelan
entonces elementos igualmente importantes, pero usualmente menos
visibles, como el medio ambiente o el desarrollo económico. En conse-
cuencia, con un concepto de seguridad al que subyace lo humano, no
se puede ignorar un elemento que anteriormente parecía circunstan-
cial: la dignidad.
Este último elemento sintetiza la multiplicidad de elementos y
actores que componen la seguridad humana. Es decir, se ha pasado de
la seguridad unidimensional, en términos de defensa estatal, a la se-
guridad compleja, que propone la protección de diferentes ámbitos en
los que está inmerso el individuo. La seguridad humana, como seguri-
dad compleja, se concentra en las variables que se perciben material-
mente y que conducen al bienestar inmaterial del individuo:

Capítulo 2 · Seguridad humana, reflexiones desde los paradigmas interpretativos 65


Este nuevo concepto responde a dos nuevas ideas: primera, que la se-
guridad debe centrarse en las personas; y segunda, que la seguridad
de las personas se ve amenazada no solamente por la violencia física,
sino por otras amenazas como la subsistencia o las condiciones de lle-
var una vida con dignidad. Además, el concepto tiene dos dimensiones,
una cuantitativa, la satisfacción de las necesidades materiales básicas
que aseguren la continuidad de la vida, y otra cualitativa, vinculada a
la dignidad, lo que exige avanzar en la satisfacción de los derechos hu-
manos (Font & Ortega, 2012, p. 170).

Según Font & Ortega (2012), los enfoques del concepto de seguri-
dad han cambiado no solo por las percepciones del mundo y por la evi-
dente necesidad de un cambio paradigmático, sino porque las grandes
organizaciones también han respondido a los paradigmas y han inten-
tado establecer políticas internacionales, ya sea por medio de declara-
ciones, resoluciones, etc. En resumen, los autores afirman:

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud) acuñó


en 1994 el nuevo concepto de seguridad humana, desplazando el viejo
enfoque de una seguridad centrada en proteger a los Estados a otro
que pone a las personas como sujeto central de la seguridad. Este
nuevo enfoque trasciende la amenaza por la violencia personal y pone
en primer plano las amenazas a la subsistencia de las personas en unas
condiciones de dignidad. El concepto amplía el ámbito del término de
seguridad a la seguridad económica, alimentaria, de salud, medioam-
biental, personal, política y comunitaria (Font & Ortega, 2012, p. 170).

Finalmente, es posible afirmar que los paradigmas de corte in-


terpretativo generan un cambio sustancial en la conceptualización del
individuo. Esto permite que se amplíen las consideraciones en torno
a las condiciones de vida que lo afectan. En el caso de la seguridad, y
aunque todavía quede mucho por analizar, la posibilidad de construir

66 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


un único concepto unicausal, determinante y objetivo se aleja cada
vez más de las conceptualizaciones, tanto prácticas como académi-
cas, debido a los cambios del mundo, de las necesidades de los seres
humanos y, lo más importante, de la visión que tengamos de nosotros
como individuos.

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gotá 2014. Secretaría Distrital de Planeación. http://www.sdp.gov.co/
sites/default/files/3._actualizacion_indice_seguridad_humana_
localidades_bog.pdf
Strange, S. (1997). The Retreat of the State: The Diffusion of Power in the World
Economy. Cambridge University Press.

68 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Capítulo 3

Hacia la articulación
del pensamiento
complejo y estratégico
en la formación por
competencias para
la investigación en la
seguridad integral1
David E. López Cortés*

1 Capítulo de libro resultado del proyecto de investigación titulado Impacto de las políticas de
seguridad integral en el desarrollo y gestión del componente de investigación del currículo madgsi,
de la línea de investigación Seguridad Integral del grupo de investigación cipaer, con
código COL 0093003, de la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
* Doctor en Educación, Universidad Santo Tomás de Aquino. Docente investigador
de la Maestría en Dirección y Gestión de la Seguridad Integral. Correo electrónico:
david.lopez@epfac.edu.co

69
CÓMO CITAR

López Cortés, D. (2020). Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico


en la formación por competencias para la investigación en la seguridad integral.
En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en Seguridad
Integral (pp. 69-102). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.8667/9789585996199.03

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 3.
Hacia la articulación del pensamiento complejo
y estratégico en la formación por competencias
para la investigación en la seguridad integral
https://doi.org/10.8667/9789585996199.03
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

El presente capítulo aborda el pensamiento estratégico y complejo. Este


debe estar articulado con las competencias en investigación. Así, en la for-
mación de un gerente de la seguridad integral, como protagonista activo de
su propio proceso de aprendizaje, el pensamiento estratégico y complejo
le permitirá prever y anticiparse a las posibles amenazas y riesgos que en-
frenta constantemente cualquier organización en un mundo volátil, cam-
biante, dinámico, complejo y lleno de incertidumbres.

PALABRAS CLAVE

Competencia; formación de profesionales; investigación; planificación es-


tratégica; seguridad humana.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 71


Introducción
El presente capítulo esboza una aproximación teórica descriptiva de la
importancia del pensamiento estratégico. Este, acoplado con el pen-
samiento complejo y la formación de competencias en investigación,
puede promover el desarrollo de actitudes y habilidades básicas para
la solución de problemas propios de la seguridad.
El propósito formativo de la formación posgradual en seguridad es
brindar al estudiante herramientas y desarrollar habilidades y compe-
tencias para hacer investigación. En el aprender haciendo, el aprender
a aprender, el docente acompaña el proceso de investigación del edu-
cando y hace que lo aplique en la solución de problemas del entorno
de la seguridad. Para Tobón (2013), las competencias son manifesta-
ciones de un saber hacer específico que se materializa en un procedi-
miento y una estrategia para solucionar un problema en un contexto
determinado. El desarrollo de una competencia se caracteriza por el
aporte a la construcción de la realidad. La competencia integra al saber
conocer, el cual permite observar, analizar y comprender para actuar
según las necesidades del entorno.
Igualmente, para Gonczi y Athanasou (1996), las competencias se
refieren a un conjunto de capacidades y destrezas que se desarrollan
en las fases formativas (que preparan al estudiante para la vida labo-
ral, en el desempeño en situaciones específicas).
Surge una serie de interrogantes que motivan el desarrollo de esta
indagación; a saber: ¿Qué es el pensamiento estratégico?, ¿cuál es su
relación con el pensamiento complejo?, ¿cuáles son las competencias
en investigación que debe desarrollar un gerente de la seguridad inte-
gral en su formación académica? Para responder a estas preguntas se
optó por un análisis teórico partiendo de diferentes autores versados

72 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


en los temas del pensamiento estratégico, pensamiento complejo y
competencias en investigación.
Este capítulo presenta un enfoque cualitativo, de tipo descriptivo,
con respecto al fenómeno educativo de la investigación (una compe-
tencia de vital importancia en la formación de un profesional de la se-
guridad integral).
Los propósitos de la formación en investigación en los programas
de seguridad deben basarse en un currículo que dinamice la enseñanza
particularmente basada en problemas. Esta metodología favorece el
desarrollo de competencias en investigación, del pensamiento estra-
tégico, complejo, y los relaciona con los contenidos teóricos mediante
un análisis del contexto y sus necesidades para la solución de proble-
mas. Por otra parte, quienes desempeñan la función gerencial de la
seguridad deben disponer de un tipo de pensamiento muy particular
para definir las acciones que se requieren para hacer segura a una em-
presa. Esto implica conocer el contexto en el que desarrolla su activi-
dad empresarial.
De este modo, al enfrentar un problema de seguridad, cualquiera
que sea su naturaleza, un gerente dirige su pensamiento estratégico a
establecer conexiones cognitivas. El gerente relaciona conocimientos,
experiencias previas, especialmente de tipo significativo, que lo llevan
al razonamiento, la reflexión, el análisis y la contextualización, para
construir una solución de manera eficaz.
En los últimos años, ha aumentado el interés por analizar la uti-
lización del pensamiento estratégico en la seguridad. El propósito es
evaluar qué tan adecuado es para la formación de un gerente en se-
guridad, teniendo en cuenta las nuevas amenazas y riesgos que las or-
ganizaciones criminales generan a diario, así como el terrorismo y los
ciberdelincuentes (que aumentan de manera acelerada y abrumadora).

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 73


Según Robert (2006), el pensamiento estratégico le permite a un
gerente en seguridad interpretar las variables de riesgo que puedan
poner en peligro la existencia de una organización. Con esto puede
anticiparse a las futuras amenazas de una manera multidimensio-
nal, si analiza la complejidad del contexto en el que se desarrolla el
negocio y los factores que inciden en él. Actualmente, la seguridad
desempeña un papel relevante en la protección de las organizacio-
nes. Con su trabajo, un gerente en seguridad aporta a la protección
del patrimonio y los activos de las organizaciones. Se requiere del uso
de un pensamiento estratégico para enfrentar las constantes amena-
zas, como la delincuencia común, el crimen organizado, fenómenos
naturales, pandemias como la covid-19, terremotos e inundaciones,
entre otros.
De ahí la importancia de aprender a pensar estratégicamente, ya
que implica desviarse del enfoque gerencial tradicional en seguri-
dad que no permite ver la complejidad de la realidad. El pensamiento
estratégico debe iniciarse con el entendimiento de la realidad, que es
compleja. Implica entonces un pensamiento, abierto a la complejidad,
que no se adquiere espontáneamente, sino que es producto de la for-
mación de un proceso de aprendizaje en investigación que parte de la
observación del contexto de la organización.
Al hacer un acercamiento al pensamiento estratégico a partir de
diferentes autores, se resalta que este se caracteriza por ser analítico,
reflexivo, innovador. Él permite desarrollar un razonamiento creativo
e integrador para solucionar un problema o situación, un todo, y per-
mite también construir un camino desde la interdisciplinariedad.
Para Ohmae (2004), el pensamiento estratégico se caracteriza
por la habilidad para fijar un objetivo y experimentar nuevas ideas.
Emplea la innovación para lograr ventajas competitivas para una
organización.

74 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


En seguridad, para enfrentar a las estructuras de crimen organi-
zado que piensan día a día en la forma de burlar los sistemas de segu-
ridad de las organizaciones; el pensamiento estratégico debe proveer
los elementos para determinar cuáles pueden ser los puntos vulne-
rables de la seguridad. Esto permite emprender acciones preventi-
vas y correctivas. Este tipo de pensamiento, según Sánchez (2007), se
caracteriza por ser creativo, encuentra ideas que se salen del pensa-
miento cotidiano, habitual, tradicional, estático. En seguridad no se
puede hacer todo de la misma manera siempre; se tiene que estar pre-
parado para lo impredecible.
Asimismo, para Ronda (2005, citado en García de Mujica & Daza
2006), el pensamiento estratégico busca comprender, a partir del co-
nocimiento del contexto, que es complejo, cómo anticiparse a una
situación en particular. Esto se hace al relacionar las diferentes varia-
bles de riesgo que puedan poner en peligro una organización, lo que
permite intervenir oportunamente. Este proceso es posible cuando se
obtiene un conocimiento y la información necesaria de la realidad del
ecosistema de la organización.
También, para Vivas (2000), el pensamiento estratégico busca
comprender y pronosticar la forma más viable de enfrentar situacio-
nes difíciles del presente para alcanzar una meta en el futuro. Esto se
hace en un entorno inestable, en el cual no se pueden plantear estra-
tegias simples para enfrentar fenómenos complejos. Allí, paradójica-
mente, el cambio es la única constante.
Según Krell (2009), el pensamiento estratégico integra los cono-
cimientos, evalúa lo riesgos y, junto a una acción planificada, obtiene
resultados. Por su parte, Jatar (2000) señala que el pensamiento es-
tratégico parte de la observación de un contexto determinado, lo que
permite un análisis de la realidad como un sistema complejo en el
que intervienen múltiples elementos.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 75


Para Castañeda (2001), el pensamiento estratégico es un proceso
de razonamiento que está relacionado con el análisis de los elemen-
tos de un problema. Una vez identificados estos, se puede actuar sobre
el problema para obtener una solución. Además, el pensamiento es-
tratégico es abierto a la discusión y al análisis de planteamientos teó-
rico-metodológicos. Este tipo de pensamiento se caracteriza porque
rompe con lo lineal, lo estático, y lleva a la acción. Es muy apropiado
para enfrentar el entorno cambiante y variable de las amenazas, los
riesgos y las vulnerabilidades que surgen en las organizaciones en el
contexto de la seguridad.
Al enfrentar un problema de seguridad, el pensamiento estra-
tégico debe iniciar por un análisis del contexto y la identificación de
los elementos que están interactuando. Algunos de ellos no se ven a
simple vista, muchas veces son difusos y necesitan ser develados. Si
quieren ser descubiertos, no pueden ser abordados a partir de una
racionalidad lineal, tradicional y simple. Para Morin (2011), la sim-
plicidad racional con la que en ocasiones se abordan los hechos o los
fenómenos naturales tiende a separar lo que está ligado, a unir lo que
es diverso o a pasar por alto lo que está unido. La realidad comprende
múltiples aspectos que están en constante cambio (Álvarez & Kura-
tomi, 2005).
De ahí que sea fundamental que el gerente en seguridad sea crea-
tivo, innovador, esté abierto a abordar la investigación, la gestión y la
creación de modelos en seguridad a partir de un paradigma estratégico
y complejo. Este paradigma permite asegurar el futuro de una organi-
zación y superar amenazas y riesgos que solo se pueden percibir si se
desarrolla este tipo de pensamiento.
El pensamiento complejo permite emplear y articular métodos,
teorías y conceptos. Para Meriñez (2006, citado en Pernía, 2014), “el

76 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


pensamiento estratégico es un proceso de razonamiento aplicado a
sistemas o problemas complejos, con miras a lograr un objetivo” (p. 31),
a predecir efectos de las acciones y a juzgar la validez de estas en la
prevención como pilar de la seguridad. El pensamiento estratégico
permite crear y construir diversas soluciones utilizando la indagación
y la innovación, con una mirada integral para la solución de problemas
nunca antes enfrentados en la seguridad.
El proceso de formación de un gerente de la seguridad integral
debe estar orientado a construir modelos de seguridad utilizando los
paradigmas de esta disciplina. Esto posibilita la disminución de la in-
certidumbre en el cumplimiento de los objetivos y, además, de los
acontecimientos que puedan llegar a destruir una organización o a
causar un siniestro en el objeto del negocio. Por tal razón, el desarrollo
de competencias en investigación se convierte en el camino que per-
mite establecer, prevenir y anticiparse a situaciones de alto impacto
que puedan poner en peligro a una organización. Dichas competencias
permiten el manejo de crisis, la continuidad de negocios y la resilien-
cia organizacional.
Tanto el pensamiento sistémico como el complejo aplicado a la
seguridad, rompe con el pensamiento lineal y simple de la formación
tradicional, que encara un problema enfrentando de manera aislada
sus componentes. La seguridad debe mirar el contexto y las múltiples
variables que hacen parte del problema y enfrentarlas conjuntamente.
Cuando se aborda de manera aislada un problema, esta mirada
impide descubrir la interrelación de las variables, que unidas forman
un todo. Ese todo adquiere nuevas propiedades que no pueden verse
y analizarse cuando se dividen y separan sus partes. Las partes por sí
solas presentan propiedades distintas, que no permiten ver correcta-
mente el problema y la articulación del conjunto.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 77


El pensamiento complejo no mira las partes por separado, sino
que las integra al contexto al estudiar el todo en su conjunto. Se asu-
me que las propiedades de las partes solo pueden ser entendidas a
partir de la comprensión de la dinámica del todo; es decir, la parte es
una variable en una malla de relaciones que mantiene unido al sis-
tema como conjunto.
No se asume que la dinámica del todo se pueda comprender a par-
tir de la dinámica de las partes, sino que las propiedades de las partes
(sean organizaciones, comunidades, individuos, etc.) solo pueden en-
tenderse a partir de la dinámica del todo. En los sistemas de seguridad
no existen las partes aisladas. Lo que se considera como parte es una
configuración individual de una red de relaciones.
Así, el trabajo del gerente de la seguridad en una organización es
crear, con la ayuda de la investigación, un medio estable controlando
el mayor número de variables de riesgo posibles.
De ahí viene la importancia de la formación en competencias en
investigación, unidas a un pensamiento estratégico y complejo. Esta
formación genera una actitud gerencial estratégica para actuar de
forma proactiva en la gestión y construcción de modelos de seguri-
dad, que permitan prever y adelantarse a futuras amenazas y riesgos
que puedan colocar en peligro a una organización.
La investigación es una acción del conocer del ser humano. Por
medio de esta, él interpreta al mundo para construir la realidad. Ese
proceso de construcción requiere un conocimiento profundo de una
disciplina de estudio, como es el caso de la seguridad.
Por otra parte, la formación investigativa es la columna verte-
bral en la formación posgradual. Permite la creación de nuevo conoci-
miento, la solución de problemas reales en un contexto determinado,
el diálogo de saberes, acompañado de la interdisciplinaridad. De esta

78 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


manera, tiene la capacidad de integrar conocimientos para aplicarlos
al ejercicio profesional.
Al respecto, para Cecilia Fierro, Bertha Fortoul y Lesvia Rosas
(2002), la manera de abordar la investigación en las instituciones
educativas debe ser holística, transdisciplinar, debe darse en una con-
tinua relación con el contexto específico. De modo que investigar en
las instituciones educativas requiere formular hipótesis de solución a
problemas significativos del contexto del estudiante y llevarlos al aula
de clase, proyectar los distintos pasos del proceso investigativo que
llevan a la solución de un problema específico. Con este, el estudiante
puede aplicar lo teóricamente aprendido, además de confrontar las hi-
pótesis e ideas previas del educando con sus propios conocimientos
y analizar conjuntamente el desarrollo del proceso de investigación.
En este punto es pertinente resaltar la importancia de los fun-
damentos metodológicos que debe contener el currículo en seguridad
integral, y el adelanto epistemológico que debe hacer el docente para
realizar la investigación. Esto supone un conocimiento profundo de
su disciplina, un manejo didáctico de técnicas de investigación en el
aula. Como actor vital en el marco del desarrollo de la investigación en
seguridad, el docente es el líder académico para la formación de com-
petencias investigativas en los estudiantes y el fortalecimiento de la
cultura de la investigación en la formación profesional.
Finalmente, es importante precisar que un proceso de formación
en competencias de investigación, es un proceso reflexivo y sistemá-
tico. En él se crean las condiciones a partir del currículo, la metodolo-
gía de enseñanza y el compromiso del docente para que el estudiante,
integrando el pensamiento estratégico y complejo, resuelva proble-
mas del contexto de la seguridad.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 79


El pensamiento complejo
Al abordar el tema de la formación en seguridad integral, se busca que
el profesional responda a los diferentes escenarios o contextos de in-
teracción, que tenga capacidad de análisis y síntesis para la resolución
de problemas e imprevistos. Esto implica conocer los diferentes as-
pectos de la seguridad, los cuales le permiten diagnosticar la situación
de seguridad en empresas y organizaciones públicas o privadas. Ade-
más, puede elaborar propuestas de gestión, análisis de riesgos y co-
nocer mecanismos de prevención. Igualmente, se busca que el gestor
de la seguridad pueda responder a los diferentes entornos de interac-
ción en aspectos relacionados con la seguridad. De ahí que los pro-
cesos formativos en seguridad se deban ubicar en cada contexto de
manera compleja.
Nuestro tema es el pensamiento complejo como modelo de co-
nocimiento que está sustentado en la interconexión de las partes
y el todo. Se trata entonces de la relación con la multidimensiona-
lidad que encierran los fenómenos, situaciones, hechos naturales y
sociales abarcados por los temas de seguridad. Así las cosas, el in-
terrogante que surge es, ¿cuál es la importancia del pensamiento es-
tratégico y complejo, articulado con la formación de competencias en
investigación en la formación de un gerente de la seguridad integral?
Para dar respuesta a esto, hay que abordar el contexto de la seguri-
dad como la intersección de sus partes, partiendo del paradigma de
la complejidad.
Cabe señalar que el anterior interrogante se puede abordar desde
el currículo complejo por competencias, en articulación con el pensa-
miento complejo, estratégico y la investigación. En este currículo la
complejidad se debe abordar como un elemento transversal en el aná-
lisis del contexto de la seguridad. Así pues, deben darse una inter y una

80 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


transdisciplinariedad en las asignaturas o módulos que hacen parte
del plan de estudios en la formación de un gerente de la seguridad.
Por ejemplo, cuando un gerente enfrenta problemas de seguridad
en una organización, la cual está expuesta a nuevas amenazas, nuevas
vulnerabilidades, debe hacer un análisis del contexto partiendo de una
mirada compleja. Para esto, debe tener en cuenta que los problemas de
seguridad se dan en un ambiente natural, social, económico y político.
Estos son algunos de los muchos elementos a partir de los cuales surge
un ambiente. El análisis de esos elementos permite identificar amena-
zas y riesgos del ambiente específico de una organización.
El paradigma de la complejidad aplicado a la seguridad revela
fundamentalmente una serie de variables que, al ser reagrupadas, lle-
van al descubrimiento del contexto particular del problema. La aplica-
ción del paradigma se daría en el diseño de los sistemas de seguridad,
los cuales deben tener componentes cada vez más sofisticados que se
adapten a las necesidades actuales.
Ahora bien, el pensamiento complejo, articulado en un currículo
por competencias, requiere de un nuevo tipo de razonamiento que no
fragmente lo complejo del mundo, que no fraccione sus partes. En-
tender el funcionamiento de un mundo complejo es emprender un ca-
mino de reflexión, investigación y análisis de contexto. La integración
de estos procesos con el pensamiento estratégico y la investigación, le
permite al profesional de la seguridad afrontar la solución de proble-
mas en su campo profesional a partir de un espectro más amplio.
Para entender la complejidad se debe partir de que existe un para-
digma de la simplicidad, que tiene como fundamento epistemológico
el aislamiento de los elementos y las variables. Estos son analizados
por separado, en una metodología característica de los métodos ana-
líticos y del currículo tradicional. Así, se busca poner en orden el uni-
verso, el cual se reduce a una ley que explica a la realidad singular.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 81


En términos de Morin (2010), en el paradigma de la simplicidad se
da una deconstrucción de la naturaleza, de sus ecosistemas, de un fe-
nómeno o situación fáctica. Ninguno de estos se aborda como un todo.
Los elementos que componen al fenómeno se analizan de forma ais-
lada y no se unen para explicar su funcionamiento. De esta manera, se
enseñan en las escuelas y universidades las asignaturas y módulos de
forma aislada y separadas. De ahí la dificultad para resolver problemas
en contexto y trabajar en equipo.
Asimismo, la educación tradicional ha estado permeada por mu-
cho tiempo por el paradigma de la simplicidad. La forma como se
construye el conocimiento no es la más apta para desarrollar compe-
tencias en investigación. El aprender consiste solo en repetir y recor-
dar conceptos, sin aplicarlos en la solución de problemas. Además, no
hay interdisciplinariedad entre las distintas áreas del saber, las cuales
son enseñadas a los estudiantes sin una ilación lógica ordenada, sin un
objetivo concreto. No hay un adiestramiento en la investigación que
prepare al estudiante para la solución de problemas reales. Sin una
aplicación de lo aprendido, los contenidos rápidamente se olvidan. In-
cluso cuando se trabajan problemas, hay una separación o división del
todo: los elementos que lo forman se aíslan, no se unen, y se busca ex-
plicar aisladamente el fenómeno en estudio.
Cuando se piensa un problema de seguridad mediante el pensa-
miento complejo, se pasa de estudiar las partes del contexto por sepa-
rado a estudiar el todo en su conjunto. Se asume que las propiedades
de las partes solo pueden ser entendidas desde la dinámica del todo.
Es decir que la parte es una pauta en una malla inseparable de relacio-
nes que mantienen unido el fenómeno a un contexto, como un todo en
un sistema.
En un sistema, cualquiera que sea su naturaleza, no existen las
partes aisladas. La seguridad no es la excepción. Lo que se considera

82 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


como parte es una configuración de una red de relaciones. Cabe se-
ñalar cómo, mediante el pensamiento reduccionista que divide y se-
para el abordaje de muchas disciplinas en la formación profesional,
la mayoría de los currículos, programas y planes de estudio (desde el
preescolar hasta la educación superior) en los países latinoamerica-
nos están organizados en disciplinas separadas y materias divididas
y desconectadas. Más aún, las diversas disciplinas (separadas unas de
otras) se componen de hechos y datos que, a su vez, están desligados
unos de otros. La formación en seguridad no escapa a esta situación.
De acuerdo con González (1997), la propuesta del pensamiento
complejo está presente en el análisis de la realidad. La complejidad
es una característica presente en la naturaleza. Como un sistema, lo
social no escapa a ella; es un sistema creado a partir de las relaciones
económicas, sociales, políticas, producto de las relaciones humanas
construidas por la cultura que se integra al contexto humano, que in-
tegra tanto al observador como a lo observado.
Detrás de la seguridad hay problemáticas sociales profundas. Para
poder solucionarlas, se requiere abordarlas desde la complejidad, pues
el paradigma de la simplicidad no es suficiente. La seguridad debe ser
asumida mediante el paradigma complejo, que permite ver las ame-
nazas y riesgos que enfrenta toda organización o empresa, en su acti-
vidad económica, como un todo.
Finalmente, en el proceso de formación de un gerente de la segu-
ridad, el pensamiento complejo le ofrece una experiencia enriquece-
dora con gran importancia en la actualidad. Como una herramienta de
reflexión, es ante todo un pensamiento que relaciona los elementos en
contexto, lo cual es útil para la creación de modelos de seguridad en
la medida en que se pongan en práctica los conceptos propuestos por
Edgar Morin.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 83


El pensamiento estratégico
y la investigación: una competencia
que debe tener todo gerente de
la seguridad integral en el desarrollo
y gestión de su trabajo
El proceso de formación de un gerente de la seguridad integral debe
estar orientado a establecer y prevenir situaciones dañinas, confusas.
Si se desconoce su alta probabilidad e impacto, ellas pueden poner en
peligro a una organización. La pregunta que surge es, ¿cuál es el tipo
de pensamiento que debe desarrollar un gestor de la seguridad inte-
gral que privilegie la investigación y la capacidad de entender una si-
tuación indeterminada?
La importancia de la investigación formativa en seguridad ha sido
abordada y definida por diferentes autores. Para estos, la investiga-
ción es el proceso por el cual el profesional desarrolla competencias,
destrezas, habilidades para resolver problemas en el contexto de la
seguridad utilizando el método científico. Igualmente, toda investi-
gación científica debe ser sistemática; es decir que los datos obtenidos
se deben organizar, analizar e interpretar en relación con las hipótesis
formuladas y con el plan de trabajo elaborado.
Así, el método investigativo en seguridad exige un proceso lógico
para adquirir información de la realidad sobre un riesgo o una ame-
naza. Dicha información se sistematiza y procesa, utilizando el pen-
samiento estratégico y complejo, para llegar a unas conclusiones y
soluciones que protejan una organización. Lo anterior permite afir-
mar que las actividades de investigación en seguridad que utilizan la
metodología científica, articuladas con el pensamiento estratégico,

84 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


al análisis del contexto y la evaluación del riesgo mediante el pensa-
miento complejo, llevan a desarrollar una actitud crítica y analítica
que es la base para una capacidad de predecir los riesgo y amenazas a
la seguridad de cualquier organización.
Con la habilidad para identificar amenazas, los riesgos y sus
fuentes, que no son evidentes a simple vista, surge entonces otro in-
terrogante: ¿Cuáles son las competencias que la investigación en la
seguridad integral privilegia? Desde luego, la preocupación más so-
bresaliente en la seguridad integral es predecir los efectos de los su-
cesos, amenazas y riesgos que pongan en peligro la seguridad de una
organización, cualquiera que sea su naturaleza, pública o privada. De
ahí que el papel de un gerente de la seguridad sea crear un contexto
en el cual el riesgo para la empresa sea muy bajo. Se sabe que el riesgo
nunca desaparecerá totalmente, pero se pude minimizar. Hay que es-
tar preparado para enfrentarlo todos los días, lo cual genera una per-
cepción de tranquilidad y un ambiente de seguridad.
Sin duda alguna, si los riesgos se materializan en daños, debe
haber una respuesta inmediata. Esta se da solo si previamente se ha
desarrollado un modelo de seguridad a partir de una evaluación de
riesgos. El conocimiento del contexto en el que se desarrolla la em-
presa, examinado desde la complejidad, permite identificar las varia-
bles que son factores de vulnerabilidad. Lo anterior, articulado con el
pensamiento estratégico y la investigación permanente, brindará las
herramientas que permitan diseñar un plan de acción inmediato.
La estrategia se entiende como un plan de acciones para enfren-
tar un dificultad. Para Weiberger (2009), es una respuesta que incluye
un sistema de soluciones y controles, que surge de conocer una orga-
nización en su interior y el hábitat en el que se encuentra. Para Dela-
mer (2005), el pensamiento estratégico es pragmático y depende de
las realidades del entorno. Este debe conocerse para poder anticipar

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 85


los problemas, para que cuando lleguen, haya una solución inmediata.
Igualmente, para Davies (2000), el pensamiento estratégico se carac-
teriza por ser integrador de variables problemáticas. A partir de ellas
se construyen múltiples soluciones. Este tipo de pensamiento se ar-
ticula muy bien con el pensamiento complejo, que permite mirar el
todo y sus partes para construir soluciones a partir del conocimiento
del contexto y la movilización del conocimiento de varias ciencias o
disciplinas, que en conjunto permiten enfrentar cada caso particular.
En la formación de un gerente de la seguridad integral, el pensa-
miento estratégico debe estar presente en la solución de diversos pro-
blemas y el abordaje de la seguridad como un sistema integrado por
diversos elementos sociales, económicos, educativos, políticos, am-
bientales, entre otros. Las actividades enfocadas en estos elementos
conducen al fortalecimiento de la seguridad y la atenuación, acepta-
ción o transferencia del riego. El riesgo se define como un evento, su-
ceso, acontecimiento (o incluso situaciones abstractas), del cual no se
tiene certeza absoluta, que puede poner en peligro la infraestructura
o los activos vitales o críticos de una organización por efectos del azar
en un tiempo cercano.
Lo más importante es que un gerente de la seguridad integral debe
ser capaz de entender e interpretar el entorno de la organización. Au-
tores como Porter (1996) destacan la importancia de identificar las
diferentes amenazas, debilidades y oportunidades de acción de una or-
ganización que le permiten anticiparse a los diferentes riesgos y tener
la solución justo antes de que ocurran. Por otra parte, Delamer (2005)
señala cómo la estrategia fue relacionada primero con las operaciones
militares, pero este tipo de pensamiento se extendió a otras activida-
des como la política, la economía, la empresa y la seguridad integral.
De manera similar, el pensamiento estratégico se asocia con com-
petencias de investigación, reflexión, acción y dirección estratégica

86 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


que parten del principio de planeación. Se suman a esto las habilidades
de gestión, control, disciplina de trabajo, ejecución y evaluación. Es-
tos elementos, cuando se articulan e integran con la investigación de
la seguridad de la organización, permiten disminuir a su mínima ex-
presión los factores de riesgo y conducen a la organización a un éxito
operativo a través de un derrotero seguro y previamente evaluado.
El pensamiento estratégico y la investigación se convierten en las
herramientas del gerente de la seguridad para enfrentar los diferentes
riesgos y amenazas que son constantes en las organizaciones. Como se
ha dicho, estas no se pueden afrontar con un pensamiento tradicional,
reduccionista. Este tipo de pensamiento, de acuerdo con Morin (1990),
favorece el paradigma tradicional reduccionista.
Un gerente de la seguridad no puede aplicar en su trabajo un pen-
samiento tradicional y simple. No puede abordar la seguridad de una
organización de manera fraccionada o mediante elementos que par-
celen el conocimiento, borrando la relación que hay entre ellos. Los
estudios de seguridad tradicionales siguen un pensamiento lineal que
no permite identificar diferentes riesgos que están ocultos y que se
deben descubrir.
El pensamiento tradicional, con respecto a la determinación de
diferentes riesgos, tiene el inconveniente de que el mayor énfasis está
puesto en lo disciplinar de la seguridad, y no en la relación de las di-
versas disciplinas. En procesos interdisciplinares o transdisciplinares
participan distintos saberes profesionales, lo cual permite ampliar el
espectro de análisis de la seguridad para la protección de los activos
vitales de una organización.
Las diferentes amenazas que han surgido por la existencia del
crimen organizado transnacional no se pueden enfrentar entonces
mediante un pensamiento lineal, tradicional. El paradigma de la se-
guridad cambió, particularmente a raíz de los hechos sucedidos el

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 87


11 de septiembre del 2001. A partir de ese momento todo el sistema an-
cestral y tradicional de seguridad colapsó. Los conceptos de seguridad
cambiaron, se empezó a dar un lugar central a la detección de las nue-
vas amenazas, como el crimen transnacional, terrorismo, ataques a
la seguridad cibernética, tráfico de armas y drogas, lavado de activos,
financiación del terrorismo y la inherente relación entre ellos. Así las
cosas, es necesario fortalecer las capacidades de pensamiento estraté-
gico y unirlas a la investigación constante y permanente para resolver
problemas en todos los niveles organizacionales. Esto permite antici-
parse a hechos impredecibles, como los del 11 de septiembre del 2001.
En consecuencia, el complejo sector de la seguridad organizacio-
nal solo puede ser abordado mediante un pensamiento estratégico,
sistémico e integrador que le permita al gerente de la seguridad afron-
tar de manera holística y multidisciplinaria los diferentes riesgos y
amenazas que puedan afectar las organizaciones. Lo anterior eviden-
cia la importancia de hacer investigación en los programas de seguri-
dad, a través del desarrollo de proyectos de investigación que articulen
a las instituciones de educación superior y las empresas relacionadas
con el sector de la seguridad. Se debe desarrollar una metodología in-
vestigativa que oriente los proyectos de grado a resolver problemas de
la realidad mediante procesos sistemáticos. Estos proyectos deben ge-
nerar procesos de intervención en situaciones reales dando relevancia
e impulso al pensamiento estratégico, complejo, presente en las po-
líticas y acciones en investigación en seguridad formativa y aplicada.
Además de identificar las situaciones de alta probabilidad e im-
pacto, deben gestionarse pensando la seguridad como un todo, sin
desestimar todas las partes. Recordemos que el todo es más que la
suma de las partes, así que deben identificarse los diferentes factores
internos y externos que puedan afectar la seguridad de las empresas y
organizaciones de toda clase.

88 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


González et al. (2012) consideran que las competencias que privi-
legian la investigación son las de tipo cognitivo. Estas desarrollan un
pensamiento estratégico que se caracteriza por la capacidad de enten-
der una situación confusa descomponiendo sus partes. Por otro lado,
está el pensamiento complejo, que otorga la habilidad para identificar
elementos y relaciones que no aparecen a simple vista.
Asimismo, un gerente de la seguridad integral ha de estar en ca-
pacidad de pensar y concebir la seguridad de la organización en todos
sus niveles. Además de los tácticos, operacionales y de campo físico,
debe proteger la información y tener la capacidad de evaluar y diag-
nosticar los diferentes riesgos para poder elaborar planes y programas
de acción. A este tenor, un gerente de la seguridad debe asociar el pen-
samiento estratégico con competencias en investigación, actividades
orientadas a un estudio exhaustivo que lo lleven a predecir situaciones
de riesgo y a la solución de problemas relacionados con la seguridad in-
tegral. Esta solución debe darse de forma casi anticipada, lo cual es po-
sible por la predicción, una característica fundamental de toda ciencia.
Además, el pensamiento estratégico y la investigación deben
orientar los procesos de dirección y gestión de la seguridad que permi-
tan innovar e impactar las organizaciones para que sean productivas,
competitivas y, en especial, para garantizar la seguridad y la protec-
ción de sus activos vitales. Las preguntas que surgen son: ¿qué es una
competencia?, ¿cuáles son las competencias que debe tener un gerente
de la seguridad para proteger su organización?, ¿Qué competencias en
investigación debe desarrollar un gerente de la seguridad integral para
reducir los múltiples riesgos que enfrenta cualquier tipo de organiza-
ción, y evitar que sea impactada por los diferentes factores a que se
expone en la actualidad?
En primer lugar, una competencia es el saber hacer en un contexto
específico. En este caso, se hace referencia al campo de la seguridad

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 89


integral. Por ejemplo, para autores como Tobón (2013), las competen-
cias son acciones que se reflejan en habilidades que permiten resolver
problemas de un contexto especifico, que combinan conocimientos del
saber conocer (el uso y manejo de conceptos y teorías), el saber hacer
(la aplicación de habilidades procedimentales y técnicas) y el saber ser
(actitudes y valores). Asimismo, para Gonczi y Athanasou (1996), las
competencias se evidencian en el hacer a través habilidades. Estas re-
presentan el desempeño en el que se armonizan los conocimientos,
actitudes, valores y destrezas en la solución de problemas.
Para Levy-Leboyer (2000), las competencias puestas en acción
muestran un hacer que se hace visible a través de habilidades, des-
trezas, en el desempeño de un oficio o profesión. Para Ouellet (2000,
p. 27), “la competencia puede apreciarse en el conjunto de actitudes,
de conocimiento y de habilidades específicas que hacen a una persona
capaz de llevar a cabo un trabajo o de resolver un problema particu-
lar”. Del mismo modo, para Mulder, Weill y Collins (2007), las compe-
tencias a nivel profesional se hacen visibles, en el proceso formativo,
cuando el estudiante es capaz de resolver problemas particulares de su
disciplina de estudio.
En el caso de la seguridad, el propósito formativo por competen-
cias es brindar al futuro gerente de la seguridad las herramientas y ha-
bilidades para hacer investigación, así como capacitarlo en el aprender
haciendo y el aprender a aprender. Esto se articula con la declaración
mundial de la Unesco sobre la educación superior para el siglo xxi. En
este documento se señala lo siguiente:

La educación superior ha dado sobradas pruebas de su viabilidad a


lo largo de los siglos y de su capacidad para transformarse y propi-
ciar el cambio y el progreso de la sociedad. Dado el alcance y el ritmo
de las transformaciones, la sociedad cada vez tiende más a fundarse

90 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


en el conocimiento, razón de que la educación superior y la investi-
gación formen hoy en día parte fundamental del desarrollo cultural,
socioeconómico y ecológicamente sostenible de los individuos, las co-
munidades y las naciones. Por consiguiente, y dado que tiene que ha-
cer frente a imponentes desafíos, la propia educación superior ha de
emprender la transformación y la renovación más radicales que jamás
haya tenido por delante, de forma que la sociedad contemporánea, que
en la actualidad vive una profunda crisis de valores, pueda trascender
las consideraciones meramente económicas y asumir dimensiones de
moralidad y espiritualidad más arraigadas (Unesco, 1998, p. 26).

Es decir, se necesita que las instituciones de educación superior


que forman gerentes de la seguridad asuman, en sus procesos de for-
mación profesional, la perspectiva de la investigación con proyección
y responsabilidad social. Esta es una respuesta a la necesidad de contar
con un profesional de la seguridad que aporte al desarrollo de la segu-
ridad pública y privada del país. El gerente de la seguridad integral ha
de tener entonces la capacidad, gracias al pensamiento estratégico y
complejo, de enfrentar el reto de proteger a la organización de riesgos
y amenazas que la puedan destruir, en un mundo lleno de la incer-
tidumbre propia de este periodo histórico de la sociedad del conoci-
miento, la globalización, las organizaciones terroristas y los nuevos
riesgos que hacen presencia a nivel global.
Todos estos elementos conducen a que el estudiante desarrolle
competencias para la investigación. De acuerdo con Gallardo (2003),
estas competencias permiten desarrollar habilidades para la indaga-
ción, la innovación, la gestión gerencial, el uso de la tecnología, así
como habilidades comunicativas para la conformación de redes y di-
vulgación de la producción intelectual aplicada a la seguridad inte-
gral. Asimismo, a través del currículo de los programas de pregrado y
postgrados en seguridad se debe buscar desarrollar las competencias

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 91


investigativas para el diseño y desarrollo de proyectos orientados a
la resolución de problemas. La aplicación de los conocimientos, ha-
bilidades y actitudes necesarias en la investigación son clave en ese
proceso formativo.
De tal forma, deben desarrollarse actividades para familiarizar
al estudiante con el proceso mismo de investigación y para formarlo
como futuro investigador. Debe haber una estrategia didáctica y pe-
dagógica en la que converjan los aportes teóricos y las prácticas, una
estrategia cuyo objetivo sea consolidar los saberes propios del objeto
de estudio de la seguridad. Para el caso de la formación del gerente de
la seguridad integral, se deben proyectar los distintos pasos del pro-
ceso investigativo que lleven a la solución de un problema específico.
Con relación a este, el educando debe poder aplicar lo aprendido teó-
ricamente, además de confrontar las hipótesis e ideas con sus cono-
cimientos previos y analizar conjuntamente el desarrollo del propio
proceso de investigación en la solución de problemas de seguridad.
La investigación formativa, por su parte, ha sido abordada y de-
finida por diferentes autores como el proceso que desarrolla en el
estudiante competencias para resolver problemas, en un contexto
determinado, utilizando los pasos del método científico. Para Lara
(2006), la investigación formativa desarrolla en el estudiante un pen-
samiento autónomo, crítico, frente a un problema para darle solución.
Así, el estudiante que se inicia en la investigación en seguridad se debe
orientar a la construcción de nuevo conocimiento y ser capaz de desa-
rrollar competencias para resolver problemas. Este proceso formativo
se caracteriza porque el docente es quien acompaña y orienta el pro-
ceso de investigación. Conduce entonces al estudiante a que examine
una situación dada y plantee una hipótesis, interprete, analice infor-
mación, argumente y proyecte posibles soluciones.

92 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


En este punto, es pertinente resaltar la importancia de que los do-
centes que enseñan módulos de seguridad sean investigadores y de-
sarrollen las clases con una metodología de aprendizaje basada en
problemas. Los docentes deben motivar la indagación como metodo-
logía de enseñanza para desarrollar competencias en investigación.
Esto exige, de parte de ellos, una práctica didáctica en el aula, pues
son los actores vitales del desarrollo de la investigación; son los líde-
res académicos en el desarrollo de las competencias investigativas de
los estudiantes y futuros gerentes de la seguridad integral.
Además, se debe institucionalizar la investigación en las institu-
ciones de educación superior que cuenten con programas de seguridad
integral. De acuerdo con Villaveces (2003), los currículos y la organi-
zación administrativa de las instituciones deben reflejar que ellas pri-
vilegien e impulsen las competencias en investigación y la producción
de nuevos conocimientos.
Diferentes tratadistas han establecido una serie de competencias
que la investigación formativa tiene que desarrollar en el estudiante.
Maldonado (2010, p. 199) afirma que los estudiantes, futuros profe-
sionales, deben poseer las siguientes competencias para desarrollar
procesos de investigación.

Competencias para la investigación


• Reconocer qué fenómenos o acontecimientos pueden ser explica-
dos en el marco de una determinada ciencia.

• Comprender lenguajes abstractos que permitan hacer represen-


taciones conceptuales.

• Construir representaciones o modelos de explicación de fenómenos


o acontecimientos empleando nociones o conceptos de las ciencias.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 93


• Formular preguntas o plantear problemas según modos de repre-
sentación de las ciencias.

• Resolver problemas empleando métodos teorías y conceptos de


las ciencias.

• Capacidad de usar comprensivamente instrumentos tecnológicos


y fuentes de información.

• Emplear los conocimientos para predecir los efectos de las accio-


nes y juzgar qué tan adecuadas serían.

• Aplicar el conocimiento adquirido en nuevos contextos y situacio-


nes reconociendo límites y condiciones.

• Emplear los conocimientos adquiridos en la apropiación de nue-


vos conocimientos.

• Indagar, observar y buscar explicaciones sobre problemas iden-


tificados.

• Cuestionar las interpretaciones propias y ajenas con argumentos


coherentes.

• Profundizar en las preguntas reconocidas como legítimas o va-


liosas y realizar el esfuerzo necesario, según una disciplina, para
avanzar en el campo abierto por esa pregunta.

• Reconocer la existencia y la validez de diferentes formas de apro-


ximación a los problemas atendiendo a la naturaleza de los mis-
mos y a los intereses de la investigación.

• Acudir a las representaciones, los métodos y las fuentes ade-


cuadas para resolver un problema o dar razón de un fenómeno o
acontecimiento.

• Compartir conocimientos y expresar clara y coherentemente los


propios puntos de vista.

• Fundamentar los puntos de vista con razones, fenómenos o acon-


tecimientos.

94 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


• Presentar y representar las ideas de distintos modos, atendiendo
al contexto y representando las especificaciones del interlocutor
(atender a los presupuestos de la comunicación).

• Intercambiar flexiblemente ideas, reconociendo intereses y for-


mas de trabajo y de argumentación diferentes.

• Reconocer la validez de otros puntos de vista y tener la disposi-


ción para establecer acuerdos relacionales.

• Explorar los condicionamientos y limitaciones del propio punto


de vista. Analizar críticamente el sentido de las propias acciones
(autorreflexión).

• Seleccionar, jerarquizar e interpretar información y hacer infe-


rencias sobre argumentos previos.

• Analizar críticamente las fuentes de información y contrastar


distintas informaciones usando criterios racionales (Maldonado,
2010, p. 199).

Lo anterior significa que un gerente de la seguridad debe contar


con competencias que se apoyen mutuamente en el pensamiento es-
tratégico y la capacidad de investigar. Esto le permite al gerente prote-
ger la organización de los constantes riesgos, provenientes del crimen
organizado y las nuevas amenazas tecnológicas que avanzan de ma-
nera acelerada. El caso de los delitos tecnológicos, que impactan cons-
tantemente las organizaciones en el contexto actual, supone múltiples
desafíos que implican conocer y analizar los diversos riesgos que ame-
nazan la seguridad integral en las organizaciones de todo tipo (público
y privado). Esto exige que el gerente de la seguridad tenga una acti-
tud hacia la investigación asociada a un pensamiento estratégico para
proteger la organización.
Al analizar los diferentes riesgos que pueden afectar una institu-
ción, se debe primero elaborar una matriz de riesgos que permita crear

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 95


un conjunto de medidas de seguridad inmersas en los procesos y es-
tructuras organizativas existentes. Sánchez define la seguridad como
“cantidad de exención de todo peligro, daño o riesgo” (Sánchez, 2008,
p. 14). Del mismo modo, para Vallejo (2002), la seguridad parte de la
percepción y sensación de un entorno tranquilo. Esta percepción le
permite a una persona u organización actuar de manera confiada, se-
rena, sin temor y libre de amenazas.
Conviene decir que la investigación es una competencia que debe
desarrollar y utilizar constantemente un gerente de la seguridad. Ade-
más, es responsabilidad de los centros de estudios en seguridad en-
caminar la formación hacia procesos de investigación y el desarrollo
del pensamiento crítico. Al respecto, Miyahira Arakaki (2009) mues-
tra cómo la investigación formativa desarrolla en los estudiantes las
capacidades de indagar, observar y buscar explicaciones para pro-
blemas del contexto. También, el currículo debe dinamizar las meto-
dologías de enseñanza y los procedimientos operativos en el proceso
de investigación.
Cabe indicar que gestionar la investigación en la seguridad inte-
gral permite la construcción de nuevos saberes y el desarrollo habi-
lidades para la indagación y exploración de nuevos conocimientos;
especialmente, conocimiento de tipo tecnológico y científico aplica-
ble a la seguridad integral. Sabino define la investigación “[…] como
el proceso mediante el cual un sujeto (el investigador) se encamina
hacia los hechos para obtener respecto a ellos un conocimiento
científico, es decir de cierta naturaleza y características” (Sabino,
1976, p. 41).
Dentro de este contexto, de acuerdo con Restrepo (2003), la in-
vestigación es un proceso de construcción de nuevo conocimiento.
Este proceso se caracteriza por la creatividad, las ideas innovadoras,

96 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


que permiten abordar e interpretar algo oculto pero existente en la
realidad. Ciertamente, un gerente de la seguridad ha de tener también
competencias orientadas a los resultados. Además, debe promover la
mejora continua de los procesos de seguridad, seleccionar, jerarqui-
zar e interpretar la información de los diferentes riesgos y amena-
zas que puedan afectar a la organización. A partir de esa información,
debe hacer inferencias que lleven a acciones de mejora. Por supuesto,
el proceso debe basarse en argumentos previos, y debe cuestionar las
interpretaciones propias y ajenas con argumentos coherentes, acu-
diendo a las representaciones sistémicas, los métodos de investiga-
ción y las fuentes adecuadas para resolver un problema que vulnere la
seguridad de la empresa.
La gestión de la seguridad es una competencia que ofrece habili-
dades para dirigir y gestionar los procesos de seguridad integral, me-
diante los cuales se reducen a su mínima expresión los factores de
riesgo que afectan la productividad y competitividad en las organiza-
ciones. Estas, a su vez, enfrentan riesgos cada vez más complejos. Por
tal motivo, deben asegurarse de que su capital humano en seguridad
posea las competencias apropiadas para hacer frente a los riesgos que
más probablemente los puedan afectar y pongan en riesgo sus acti-
vos vitales.
En suma, desde la perspectiva de la seguridad en la protección
de activos vitales de una organización, el pensamiento estratégico y
las competencias en investigación son herramientas vitales para la
gestión de la seguridad integral. Son herramientas que deben estar
presentes en la formación de un gerente de la seguridad para poder
construir y articular modelos y planes de seguridad que permitan al-
canzar los objetivos planteados por la empresa, protegiéndola de to-
das las amenazas y riesgos posibles.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 97


Conclusiones
En suma, la formación de los profesionales en seguridad se debe en-
caminar hacia una construcción del conocimiento que sea pertinente
y responda a los problemas fundamentales de la sociedad actual. Esto
se logra a través de la comprensión de la complejidad y la construc-
ción de conocimiento, pues este es un elemento esencial que favorece
un adecuado desarrollo formativo. Un gerente de la seguridad integral
debe desarrollar un pensamiento estratégico y competencias para la
investigación. Estas le permitirán predecir y adelantarse a los diversos
y constantes riesgos y amenazas que debe enfrentar la organización o
empresa a la que presta sus servicios profesionales.
En el proceso de formación de un gerente de la seguridad, la apli-
cación del pensamiento complejo es una experiencia enriquecedora.
Como una herramienta de reflexión, es ante todo un pensamiento que
relaciona los elementos en contexto. Esto es útil para la creación de
modelos de seguridad, según los conceptos propuestos por Edgar Mo-
rin y su aplicación.
El desarrollo de competencias en investigación le permitirá al ge-
rente de la seguridad abordar metodologías de exploración para la so-
lución de problemas de su cargo. Igualmente, estará en la capacidad de
construir una política de prevención y enfoques ajustados a enfrentar
el riesgo, la evaluación del riesgo y la gestión integral preventiva. Todo
esto contribuye a reducir a su mínima expresión las diferentes ame-
nazas que debe afrontar una organización en su actividad económica.
El pensamiento estratégico y las competencias en investigación
son herramientas que le permiten al gerente de la seguridad, a par-
tir de su racionalidad, crear modelos de seguridad para proteger a las
organizaciones públicas o privadas. Estas están en constante riesgo y

98 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


enfrentan amenazas, que ponen en peligro su estabilidad y funciona-
miento, provenientes del crimen organizado.
La seguridad debe ser abordada, no solo a partir del pensamiento
estratégico, sino del paradigma complejo. Este permite ver las ame-
nazas y riesgos enfrentados por cualquier organización o empresa en
su actividad económica como un todo. La seguridad tiene un nombre,
pero muchos apellidos (la seguridad que abarca la infraestructura crí-
tica, ambiental, la ciberdefensa y ciberseguridad, seguridad laboral y
mucha más).
Lo antes señalado significa que la seguridad de una organiza-
ción no se puede parcelar. La seguridad no puede ser abordada ais-
ladamente, o por silos, en partes sin una relación entre sí. Ese tipo de
abordaje es más bien característico del pensamiento tradicional, que
desarrolla el tema de la seguridad de un modo disciplinar y no a partir
de la relación de las diversas disciplinas que actualmente están al ser-
vicio de la seguridad integral. La seguridad debe entonces entenderse
a través de la multidisciplinariedad, interdisciplinariedad y transdis-
ciplinariedad, características que no pueden faltar en los equipos de
trabajo que abordan los estudios de seguridad.
Las competencias investigativas de un gerente de la seguridad
deben proporcionarle un conjunto de herramientas teóricas y prác-
ticas de carácter multidisciplinario para lograr habilidades y destre-
zas de utilidad para el análisis, diseño e implementación de sistemas
integrales de seguridad. En su labor, debe emplear una planeación
estratégica, métodos de evaluación, control y aplicación eficiente de
procesos, a fin de diseñar soluciones efectivas para problemas críticos.
Igualmente, debe tomar decisiones oportunas contrarrestando situa-
ciones de incertidumbre o riesgo que puedan afectar los recursos vi-
tales de una organización.

Capítulo 3 · Hacia la articulación del pensamiento complejo y estratégico 99


Los autores abordados coinciden en que las competencias en in-
vestigación se deben orientar a resolver problemas empleando mé-
todos, teorías y conceptos de las diferentes ciencias. Esto genera la
capacidad de usar instrumentos tecnológicos y fuentes de informa-
ción comprensivamente, los cuales le permitan al futuro gerente de
la seguridad integral desempeñarse como un constante investigador
apoyado en fundamentos científicos para salvaguardar de riesgos y
amenazas a la organización para la cual trabaje.

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102 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


PAR TE 2

Gestión en seguridad
Capítulo 4

Gestión del riesgo,


reflexiones en
América Latina1
Alejandro Ortiz Ríos*
Oscar I. Parra**

1 Capítulo de libro resultado del proyecto de investigación Impacto de las políticas de


Seguridad Integral en el desarrollo y gestión del componente de investigación del currículo madgsi,
de la línea de investigación Seguridad Integral del grupo de investigación cipaer, con
código col 0093003, de la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
* Magíster y especialista en Seguridad y Defensa Nacional de la Escuela Superior de Guerra
de Colombia. Administrador Aeronáutico. Correo electrónico: alejandro.ortiz@fac.mil.co
** Estudiante de Maestría en Estudios Políticos Latinoamericanos de la Universidad Nacional
de Colombia. Sociólogo e Internacionalista de la Pontificia Universidad Javeriana.
Investigador. Correo electrónico: oscarparra9405@gmail.com

105
CÓMO CITAR

Ortiz Ríos, A., & Parra, O. (2020). Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina.
En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en Seguridad
Integral (pp. 105-128). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.8667/9789585996199.04

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 4.
Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina
https://doi.org/10.8667/9789585996199.04
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

Para comprender la constitución de los riesgos y sus elementos adjuntos,


es necesario reflexionar sobre las discusiones teóricas y epistemológicas al
respecto. Por ende, es oportuno un debate sobre la gobernabilidad y un
estudio de las nuevas aproximaciones a la conceptualización y gestión de
los riesgos. Estos nuevos análisis, como el enfoque basado en procesos, li-
derado por Allan Lavell, se construyen a partir de las observaciones de los
procesos y los elementos locales necesarios para ampliar las percepciones
del riesgo. Los esfuerzos por unificar los procesos de la gestión de riesgos
son fundamentales para su mitigación. Esto es particularmente cierto en
América Latina, donde hay que reconocer la complejidad de sus problemas
de seguridad.

PALABRAS CLAVE

América Latina; gobernabilidad; planificación social; prevención de riesgos;


sociología política.

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 107


Gestión del riesgo: ¿Concepto rígido
o en construcción?
El objetivo del presente escrito es contribuir al análisis de los elemen-
tos situacionales y los actores involucrados en la identificación de
vulnerabilidades y la formulación de soluciones ajustadas a las nece-
sidades y capacidades de la región latinoamericana. Estas soluciones
se pueden lograr a través de la cooperación internacional entre paí-
ses y organizaciones internacionales, gubernamentales y civiles. En
especial, se pretende resaltar el cambio en la conciencia general de
los actores, quienes ven la necesidad de protegerse conjuntamente
de los riesgos y de las amenazas emergentes, producto de la actual
época tecnológica y económica. Solo a través de este tipo de ejercicios
de reflexión se hace una contribución sustancial a la formulación y el
moldeamiento de sistemas de gestión de riesgo.
El texto está organizado de manera que se esclarecen las formas
de gestión del riesgo y las instituciones e intereses involucrados. En el
primer apartado, se hace un recuento teórico-descriptivo de la ges-
tión de los riesgos y de las amenazas a la seguridad de los Estados y las
sociedades. Después de haber identificado los conceptos pertinentes,
y en concordancia con ellos, se procede a caracterizar y a cuestionar
la gobernabilidad y la posibilidad de un nuevo multilateralismo. En el
último apartado, se busca en el enfoque basado en procesos el funcio-
namiento agencial y organizacional de un sistema de gestión de ries-
gos para América Latina.
En principio, es imperativo resaltar la necesidad de un sistema
de gestión del riesgo para cualquier gobierno, sea nacional o local. Su
importancia radica en la percepción constante e inevitable de que se
tiene un control limitado sobre las acciones humanas y los procesos

108 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


naturales que afectan a la humanidad. Esto es lo que se denomina
comúnmente como inseguridad. Las normativas y las instituciones
humanas son construidas, en este sentido, para disminuir la incerti-
dumbre sobre las consecuencias y las expectativas. En consecuencia,
las instituciones encargadas de la seguridad se articulan en torno a la
percepción del riesgo y a la identificación de las amenazas, en su res-
pectivo orden de prioridad.
Para lograr sentirse seguro, se deben organizar las acciones de
acuerdo con el entendimiento que se tenga de los riesgos y las posi-
bilidades para contenerlos. Es claro que la ejecución de las estrategias
no reducirá necesariamente el miedo social o el pánico moral. Pero la
construcción de la gestión del riesgo necesita proveer a las sociedades
de seguridad, además de afrontar las amenazas materiales. El riesgo
implica un cálculo de los efectos de determinado fenómeno sobre la
realidad social, que puede impedir el funcionamiento normal del sis-
tema o interrumpir las interacciones. Niklas Luhmann afirma que el
cálculo del riesgo es la contraparte secular del cálculo religioso del
arrepentimiento; una relación causal vista en términos de tiempo. Sin
embargo, el problema con la evaluación de las causas radica en la in-
suficiencia de la información que se tiene sobre el futuro y sobre las
consecuencias de las acciones humanas. Por tanto, la relación entre el
grado de la pérdida y su probabilidad son determinantes para las con-
sideraciones pragmáticas-racionalistas del riesgo (Luhmann, 1993).
La diferencia que hace la teoría de Luhmann es la inclusión de
la observación de segundo orden; es decir, el momento en el que el
observador realiza la distinción de los límites conceptuales. Las ob-
servaciones y los significados son, entonces, transmitidos en las co-
municaciones, de modo que el otro es capaz de entender la distinción
hecha por el observador: “el riesgo se reconoce en la distinción de sus
límites conceptuales” (Luhmann, 1993, p. 18). Sin embargo, el primer

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 109


observador reconoce el riesgo mediante el conocimiento que tiene
disponible, mientras que el segundo observador observa al primero
y juzga la ejecución y el criterio de observación inicial del riesgo. Para
el segundo observador, el primero hace atribuciones al riesgo que di-
reccionan su propia definición en relación con eventos, estructuras y
organizaciones. No obstante, esta identificación de la atribución no
es observable en plazos más largos porque se vuelve al problema de
la causalidad para explicar el origen de la acción. Por tanto, se debe
identificar el riesgo como una atribución que hace un observador en
una situación determinada y con cierta posibilidad de materialización
(Luhmann, 1993).
Es un hecho autoevidente que todo suceso o decisión conlleva
riesgos. La realidad no solamente conduce a múltiples acontecimien-
tos riesgosos o peligrosos, sino que los riesgos mismos se convierten
en interpretaciones complejas porque son el resultado de un ejerci-
cio de observación. En este sentido, la complejidad no solamente ra-
dica en la resolución del riesgo, sino en lo que significa perder para
quien observa. Hay aquí un intercambio teórico entre el institucio-
nalismo y el constructivismo entrono a la interpretación del riesgo
(Beck, 2009). Ulrich Beck identifica la responsabilidad individual y
social de los riesgos, porque algunos atañen a unos pocos y otros a
la mayoría o a la totalidad de los sujetos. Con esta bifurcación de co-
rrespondencia del riesgo, Beck hace en su teoría un llamado moral
a la “responsabilidad para comunidades del riesgo que no se encuen-
tran necesariamente localizadas espacialmente” (Beck, 2009, p. 188).
Para Beck, la emergencia del cosmopolitismo es la respuesta al riesgo
global, una toma colectiva de responsabilidad por este. Según él, “la
unificación de los riesgos es condición sine qua non para el cosmopo-
litismo” (Beck, 2009, p. 198).

110 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


En la actualidad, los riesgos no solamente han cambiado objeti-
vamente, sino que se han diversificado en la percepción de los acto-
res. Desde el final de la Guerra Fría, diversas disciplinas empezaron a
sostener que la política cambió y que tendría una naturaleza diferente
a la que tenía en la configuración anterior del mundo. Afirmaban que
en el mundo actual se propendería por una multipolaridad del poder y
habría una emergencia de nuevas amenazas para los Estados y para la
humanidad. Ciertamente, no se puede hablar de nuevas amenazas si
estas ya tenían lugar en el pasado. La diferencia es que el enemigo, al
menos en la Guerra Fría para desde la perspectiva de Occidente, era el
comunismo soviético. Por otra parte, desde la década de los setenta ya
se había alertado a la comunidad internacional sobre los daños ecoló-
gicos causados por la actividad humana, así como sobre la expansión
global del narcotráfico y la conformación de grupos extremistas islá-
micos dada en la década de los ochentas. La novedad del riesgo post
Guerra Fría es la permanencia de las antiguas problemáticas legales,
culturales y económicas en la escena internacional. Los riesgos pre-
viamente existentes eran percibidos, pero no eran priorizados por las
agendas políticas de los actores porque su importancia era menor al
riesgo que representaba el comunismo, incluso dentro de las socieda-
des occidentales.
Esto evidencia la existencia de una construcción social del riesgo.
Más allá de las percepciones de los observadores, los sistemas socia-
les dan prioridad a unos riesgos sobre otros. El riesgo de un desas-
tre, por ejemplo, es construido socialmente con base en las creencias,
las necesidades y las prácticas sociales. El entendimiento del riesgo es
constreñido por las percepciones de los eventos materiales y el des-
plazamiento de otras prioridades sociales.
En concordancia con Luhmann, Oliver-Smith et al. (2017) plan-
tean que la emergencia del riesgo depende del tiempo, pues el riesgo

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 111


se expresa solamente a través de las condiciones sistémicas que lo
permiten. Sin embargo, los autores reconocen que los analistas del
riesgo deben realizar una interpretación metaanalítica para lograr
aprehender genéricamente las condiciones materiales e idiosincráti-
cas del riesgo. Hay que tener en cuenta que las observaciones que pro-
vienen de los grupos sociales están íntimamente relacionadas con la
estructura social y su percepción de exposición al riesgo. Necesaria-
mente, el análisis se debe hacer contemplando la desigualdad de los
riesgos, que se distribuyen en diversas instancias de la sociedad. Al-
gunos riesgos afectan a unas clases sociales más que otras, mientras
otros riesgos afectan a toda la población. Los grupos sociales son mo-
tivados a producir reaccionar y responder de forma diferente, depen-
diendo de sus vinculaciones ideológicas.
En el panorama global del riesgo, se observa un aumento de la
consciencia sobre los riesgos ambientales, que han relegado a otras
problemáticas locales. Esto se debe a una creciente exposición del pú-
blico a la idea de eventos extremos y a gran escala. Para entender este
fenómeno, se puede recurrir a la imagen de las razones humanitarias;
allí se antepone una razón ética y empática para enfrentar una situa-
ción de riesgo externa. Este es un sentido de responsabilidad que con-
cierne a la humanidad, pero no requiere de ella un acto filantrópico,
sino uno eminentemente egoísta. No hay control de los desastres na-
turales, sino de la exposición y la vulnerabilidad a estos (Lavell, 2012).
De esta manera, el cuidado del otro se convierte en el cuidado propio.
La reflexión alrededor del origen y de la gestión del riesgo plantea
variados cuestionamientos relacionados con el enfrentamiento de la
vulnerabilidad de la condición humana, que se contrapone a la inevi-
tabilidad del riesgo. Por tanto, se debe preguntar ¿La construcción
del riesgo se da constantemente? Si es así, los sistemas de gestión de
riesgo no pueden permanecer inmóviles, pues resultarían anacrónicos.

112 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


La gestión del riesgo, en consecuencia, debe estar aunada al desarrollo
de la historia y de las relaciones sociales.

Crisis de la gobernabilidad del riesgo


El Estado como paradigma de la modernidad es fundamental para la
gestión del riesgo, pues concentra el poder político y jurídico, así como
la capacidad burocrática y administrativa. Con estos poderes y capaci-
dades, el Estado ha sido el encargado de la seguridad de los ciudada-
nos y de la manutención del orden social, como fue establecido, según
las doctrinas liberales, en un contrato social. Ahora bien, si se toma en
consideración que la autoridad del Estado no alcanza a cubrir la tota-
lidad de la población, por problemas de legalidad y de legitimidad, nos
encontramos en una situación de ingobernabilidad.
Idealmente, un gobierno podrá ejercer una gobernabilidad plena
en la medida en que logre tener control sobre su territorio y sobre los
procesos sociales dentro de los límites de su marco legal constitutivo.
Sin embargo, la práctica institucional y jurídica presentan constreñi-
mientos y conflictos que se dan con diversos grupos sociales por ra-
zones económicas, legales, ideológicas, religiosas o étnicas. Sin duda,
el gobierno soberano no logra ser absoluto debido a la dificultad de
sostener relaciones armoniosas con la totalidad de la sociedad. Sin
embargo, el objetivo de la gobernabilidad es, más allá de buscar y ga-
rantizar la satisfacción de todos los ciudadanos, mantener el orden
social a través de la imposición y el cumplimiento de principios bási-
cos para la estabilidad del sistema político.
En términos generales, el ejercicio del poder debe ser delegado a las
instituciones y agencias del Estado, las cuales mantienen el contacto
y negocian las condiciones de vida de los ciudadanos. Según visiones
clásicas de la política, esta irrigación institucional en la vida social

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 113


permite mantener la legitimidad del orden instituido. Por ejemplo, si
el desempleo aumenta, también aumenta el descontento, lo que puede
evocar la inestabilidad del mercado laboral o de la producción econó-
mica. Por otra parte, la censura a la expresión podría llevar a formas
clandestinas de organización política.
La relación que la gobernabilidad tiene con el riesgo es precisa-
mente su gestión; es decir, la gobernabilidad busca gestionar el riesgo.
Sin embargo, la transformación de las relaciones sociales y de la con-
cepción de la política lleva a la búsqueda de nuevos objetivos estata-
les para su regulación. Es claro que las nociones de la seguridad han
cambiado y las prioridades del Estado se han diversificado, pues la di-
ferenciación social ha aumentado la complejidad de las demandas so-
ciales, de los valores y las preferencias. En adición, las interacciones
internacionales que se explican a través del concepto de globalización
también plantean un desafío a la gobernabilidad, ya que varios sucesos
que se presentan dentro del Estado tienen relación directa o indirecta
con otros territorios soberanos, sean legales o ilegales; por ejemplo,
migraciones irregulares o el mercado de armas o drogas.
En este sentido, la gobernabilidad debe expandirse buscando el
intercambio de información con otras autoridades estatales y enta-
blando relaciones cooperativas interagenciales. Es más, el Estado debe
nutrirse de otras fuentes de poder, como el económico o el social, por-
que la complejidad de los riesgos implica la necesidad de respuestas
compartidas y complementarias con otros sectores de la sociedad que
también perciben el riesgo. En consecuencia, el Estado no es el único
que acapara la definición ni la respuesta del riesgo.
Los ciudadanos también perciben como un riesgo una ineficiente
administración del Estado o la cooptación de las políticas públicas por
parte de capitales privados o extranjeros. Por tanto, para la manuten-
ción de la democracia, o cualquier forma de organización sociopolítica,

114 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


los ciudadanos también exigen y ejercen control sobre la organización
y las acciones del Estado, esto es a lo que se refiere el término inglés
accountability. Este se basa en la amplia validez de la idea metafísica
del contrato social sobre el que se funda la sumisión de los grupos so-
ciales a la autoridad del Estado.
En un sentido amplio, el concepto de accountability contribuye al
fortalecimiento de la gobernabilidad, pues otras fuentes de poder es-
tratégicas, de carácter no gubernamental, participan en el control de
las decisiones de la autoridad estatal y en la delimitación de los espa-
cios de interacción política (Canale-Mayet & Olivares, 2014, p. 13). A
medida que aumente esta participación, aumentaría también la divul-
gación de las normas/instituciones y el consenso alrededor de estas, lo
que finalmente favorecería la gobernabilidad.
En última instancia, la gobernabilidad implica un acuerdo con los
actores con potencia desestabilizadora que permite el avance de la
empresa política y la agenda económica Gobierno; la gobernabilidad
no va a resolver los conflictos sociales. Sin embargo, como parte esen-
cial del análisis del riesgo, se debe tener en cuenta, en cierta medida,
las demandas sociales si no se quiere perder gobernabilidad debido
al deceso de la legitimidad. En consecuencia, el accountability puede
verse como un necesario retorno de la política al sistema social, una
demanda de legitimidad. En principio, esta se ejerce desde la elec-
ción de gobernantes hasta la rendición de cuentas de un gobierno. Por
tanto, el accountability enlaza la gobernabilidad a las demandas socia-
les, en las que están implicadas las percepciones del riesgo.
La gobernabilidad incluye la tradicional limitación de la violen-
cia privada y la reafirmación de la soberanía del Estado. Simultánea-
mente, se persigue la estabilidad del sistema social, que permite a
los ciudadanos sobrevivir y disfrutar de la libertad dentro de las po-
sibilidades del mercado y de la legalidad. La gobernabilidad adquiere

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 115


entonces una relación importante con las concepciones actuales de la
seguridad, como la seguridad humana (Canale-Mayet & Olivares, 2014).
Si no hay gobernabilidad, prima el conflicto social sobre la autori-
dad: cada grupo social o económico buscará en otras fuentes de poder
las vías para gestionar los riesgos que ellos mismos perciben. La ines-
tabilidad del gobierno no permitirá la unificación de los riesgos ni la
formulación de una agenda integral para gestionar el riesgo. Por esta
razón, dentro de los estudios de seguridad se propone un nuevo mul-
tilateralismo como solución a una crisis de gobernabilidad (o cuando
menos una deficiencia del Estado para gestionar los riesgos por sí
mismo). Este multilateralismo no solo funciona con actores locales,
sino con agendas internacionales, como alianzas entre Estados que
buscan objetivos similares, o alianzas con el sector privado y la socie-
dad civil para los siguientes temas: seguridad, economía y principios
éticos (Waschuk, 2001).
El nuevo multilateralismo requeriría de una compatibilidad ideo-
lógica y una correspondencia de proyectos políticos, los cuales abren
espacios para la participación de nuevos actores interesados. En la
construcción de nuevas redes de grupos civiles, especialmente alre-
dedor de las dinámicas de la globalización económica, organizadas
mediante las tecnologías de comunicación globales, se forjan nuevas
relaciones con los riesgos. Estas se refieren no solamente a su deter-
minación, sino también al intercambio para fijar cursos de acción or-
questados entre las diferentes localidades y grupos sociales2.

2 “Rather than trading concessions with other states or nonstate actors, many negotiations
today involve processes of mutual learning, with participants exchanging best practices
and identifying comparative advantages in jointly tackling seemingly intractable
multidimensional problems such as complex political emergencies” (Waschuk, 2001, p. 218).

116 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Surge un cuestionamiento fundamental en esta dinámica inclusiva
del nuevo multilateralismo. Con el aumento de la participación de los
grupos civiles nacionales e internacionales a través de la presión po-
lítica en medios de comunicación masiva, ¿hay un aumento real de su
capacidad de negociar las agendas políticas o se trata más bien de ejer-
cicios retóricos de la inclusión de las sociedades en la gestión del riesgo
para mantener la gobernabilidad? Se puede argüir que el nuevo multi-
lateralismo les permite a los grupos civiles de interés amplificar su voz
en los procesos de negociación de las agendas políticas. Esto se hace
cuestionando, o reclamando públicamente por, la decisión de alguna
autoridad estatal o de un organismo multilateral. Al mismo tiempo, sin
embargo, la gestión del riesgo corresponde realmente con los intere-
ses de quienes tienen poder de influencia y desestabilización del orden.
De acuerdo con Ken Booth (2007), se ha llegado a una crisis de-
cisional con respecto a los intereses vitales universales. Esta crisis se
ilustra en seis situaciones paradójicas vigentes: 1) “hoy emerge un di-
lema de seguridad, como muestra de desconfianza y miedo, que tiene
relación con los nuevos poderes regionales y las amenazas no tra-
dicionales” (Booth, 2007, p.  403); 2) “se vislumbran las amenazas
de la globalización, a la que subyace la economía global como pro-
yecto, en contraposición a un mundo más pequeño como proceso”
(Booth, 2007, p. 407); 3) “es percibido un estrés poblacional, pues la
relación población-recursos provoca conflictos económicos” (Booth,
2007, p. 408); 4) “la destrucción de la naturaleza está conduciendo
al colapso de los sistemas sociales, lo cual debe ser enfrentado in-
tergeneracionalmente, a través de reformas en la producción o del
cambio del sistema” (Booth, 2007, p. 409); 5) “también se encuen-
tra una sobrecarga en la gobernanza que privilegia la prevención y el
control, lo que desemboca en una nueva conciencia global y posibles
contrapoderes” (Booth, 2007, p. 413), por último, 6) Booth expresa su

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 117


preocupación ante “la temporada de la sinrazón, una época de confu-
sión y de contradicción ideológica entre sentimientos anticapitalis-
tas, consumistas, radicales/violentos y apocalípticos” (Booth, 2007,
pp. 416-419).
Ante este panorama complejo, la organización del multilatera-
lismo no solo no debe obedecer a una lógica de la gobernabilidad y
del control intensivo, sino que debe entender que la gestión del riesgo
se basa en las interacciones locales entre la cultura y la naturaleza.
Desde la postura del riesgo global, las transformaciones imperiosas
responden a las formas de producir globalmente y a la distribución de
la riqueza para disminuir los conflictos sociales de base y aumentar la
legitimidad/participación/colaboración en la gestión de los riesgos.

La gestión del riesgo a partir de


un enfoque basado en procesos
para América Latina
Después de la crisis decisional y de gobernabilidad, y ante el inminente
fracaso del nuevo multilateralismo, la superación del riesgo, como se
ha reiterado, requiere de la inclusión real de la sociedad en la defini-
ción del riesgo, para su posterior prevención. Allan Lavell formula una
definición de la gestión del riesgo bastante conveniente para el debate:

[…] un proceso social complejo cuyo fin último es la reducción o la


previsión y control permanente del riesgo de desastre en la socie-
dad, en consonancia con, e integrada al logro de pautas de desarro-
llo humano, económico, ambiental y territorial, sostenibles. Admite,
en principio, distintos niveles de coordinación e intervención que van

118 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


desde lo global, integral, lo sectorial y lo macro-territorial hasta lo lo-
cal, lo comunitario y lo familiar (Lavell, 2003, p. 30).

En esta definición, Lavell incluye la necesidad de acceder a dife-


rentes instancias de la sociedad, desde lo macroterritorial hasta lo lo-
cal. Es más, profundiza en la importancia de evaluar las interacciones
comunitarias y familiares. También es esencial recalcar, como se hizo
al final del primer apartado, que la gestión del riesgo es un proceso en
construcción en el que participan los grupos involucrados que perci-
ben el riesgo y el peligro. En este sentido, Lavell plantea que la gestión
como proceso debe conformar una estructura organizativa que per-
mita la planeación incluyente y coherente. El diseño de la gestión de
riesgo debe articularse con procesos sostenibles en el tiempo para su
institucionalización y evitar caer en las acciones e intervenciones ais-
ladas y de interés particular.
En términos generales, para Lavell, las gestiones de los riesgos se
clasifican en dos tipos: la gestión correctiva y la prospectiva. La pri-
mera se refiere a un riesgo ya identificado como latente, con el cual los
actores ya han tenido interacción, y se proyecta como una intervención
realista en las situaciones para que las vulnerabilidades más urgentes
sean reducidas y las amenazas eliminadas; siempre debe ser visible la
sostenibilidad de las acciones. La segunda corresponde con un riesgo
inexistente, pero que puede ser creado mediante acciones humanas.
La gestión prospectiva es fundamental para el desarrollo, pues evita
los errores del pasado. Evidentemente, la prospectiva corresponde a
la planeación tradicional. Ella utiliza el factor riesgo para buscar pro-
yectos más seguros; la correctiva, por su parte, procura una trans-
formación que podría articularse con la prospectiva (Lavell, 2003).
En la figura 1 se ilustran las etapas de la gestión del riesgo se-
gún el enfoque basado en procesos: en primer lugar, es fundamental

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 119


divulgar información para la identificación de los factores de riesgo
y para monitorear su progresión; en segundo lugar, se deben tomar
las decisiones pertinentes para evitar riesgos en gestación; en tercer
lugar, se debe corregir el riesgo ya identificado y controlar la emer-
gencia de uno similar o sus consecuencias; en cuarto lugar, se debe
formular el curso de reacción para las instituciones y la población; en
quinto lugar, se debe asistir a las poblaciones involucradas en el riesgo
o golpeadas por el desastre; en sexto lugar, se dirigen acciones para el
restablecimiento de los sistemas y de las infraestructuras físicas afec-
tadas (Narváez et al., 2009).
sobre el riesgo de desastre en

2: Prevenir el riesgo futuro


1: Generar conocimiento

sus diferentes ámbitos

3: Reducir el riesgo existente

4: Preparar la respuesta

5: Responder y rehabilitar

6: Recuperar y reconstruir

Figura 1. Procesos clave o misionales de la gestión del riesgo de desastre


Fuente: (Narváez et al., 2009, p. 63).

Si bien cada riesgo tiene un carácter específico, las seis etapas de


la gestión del riesgo corresponden con las acciones prospectivas y co-
rrectivas. Al mismo tiempo, apuntan a una constante preparación para
los posibles escenarios. Esto lleva al cuestionamiento: ¿cuál es la me-
jor articulación de actores para la gobernanza y para la gobernabilidad
del riesgo?
Lavell encuentra que “los riesgos se expresan mejor en la locali-
dad” (Lavell, 2003, p. 37). Esto no significa que únicamente se pueda

120 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


gestionar eficientemente el riesgo en escenarios locales. Pero se llama
la atención sobre la gestión del riesgo en espacios tan homogéneos
como los municipios, en los que se puede dar la cooperación intera-
gencial entre los niveles regional, nacional e internacional. En espe-
cial, esta gestión local y descentralizada permite la ampliación del
conocimiento del riesgo y de la población a partir de una perspectiva
colaborativa. Además, puede concebirse como contrapeso a la globa-
lización excluyente (Lavell, 2003).
Para identificar la necesidad de la gestión local del riesgo, se debe
pensar en sus conexiones con el desarrollo, dado que las acciones em-
prendidas corresponden a un plan más amplio de organización econó-
mica de los potenciales productivos. Por tanto, la sociedad desempeña
un rol en el desenvolvimiento de los estilos de desarrollo y los riesgos
que acepta. En consecuencia, la gestión del riesgo debe apuntar a una
transformación del desarrollo basada en prácticas sostenibles, y debe
proveer de seguridad tanto a la población como a los recursos natu-
rales. De hecho, entre las ventajas de la gestión local se encuentra el
trabajo mancomunado de las comunidades y las autoridades locales,
quienes están motivadas a cooperar por la apropiación de sus proble-
máticas. Lavell insiste especialmente en el trabajo conjunto con las
instituciones presentes en la zona. Este trabajo implica procesos con-
tinuos y articulados a estrategias macro de desarrollo que mantienen
conectadas a las comunidades con territorialidades más amplias (La-
vell, 2003).
Una aproximación complementaria a la de Lavell es la teoría de
los complejos regionales de seguridad de Barry Buzan y Ole Wae-
ver (2003), la cual habla de una interdependencia entre las unidades
para tratar los procesos de securitización de manera conjunta (Bu-
zan & Waever, 2003). Esta teoría comprende más que las interaccio-
nes estatales a través de la distinción de límites de la comunicación

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 121


intrarregional. Los autores observan esta aproximación teórica, no
como una explicación totalizante del sistema internacional, sino como
un acercamiento descriptivo, con potencial empírico, de los subsiste-
mas regionales. Esto se debe principalmente a la cercanía geográfica
que expone a sus correspondientes actores estatales y no estatales a
problemas de seguridad, equiparables o compartidos, más intensos
que los dilemas de seguridad globales: migraciones, contaminación
de fuentes hídricas o conflicto armado. De esta forma, la interdepen-
dencia se distribuye desigualmente entre las diferentes regiones y
subregiones.
Buzan y Waever afirman que las relaciones regionales pueden ser
de carácter amistoso o de rivalidad. No obstante, encuentran que la
capacidad de penetración de un actor en los asuntos del otro es fun-
damental. Cuando hay una dependencia ineludible, tienen que advocar
por prácticas de seguridad comunes que los definen como complejos
regionales. Los autores aclaran precisamente que su orientación teó-
rica no acoge discursos regionalistas, sino dependencias empíricas y
acciones imperativas perdurables guiadas por las condiciones mate-
riales o por una historia compartida (Buzan & Waever, 2003). De esta
manera, se concreta una relación con la gestión del riesgo de Lavell
dado que la especificidad territorial del trabajo empírico, alrededor de
las prácticas de seguridad, recae en última instancia sobre las percep-
ciones y las interacciones de los actores en relación con el riesgo que
comparten. El enfoque local de Lavell se complementa evidentemente
con el regional de Buzan y Waever, pues ambas teorías buscan salir de
los límites del Estado buscando los potenciales interactivos de los gru-
pos sociales o del sector privado.
Buzan y Waever afirman que las principales características del
complejo de seguridad suramericano son la guerra contra las dro-
gas en Colombia y las relaciones de Mercosur en el Cono Sur. Además,

122 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


muestran como referente directo de poder externo a los Estados Uni-
dos y se refieren una difusa separación de las interacciones entre el
norte y el sur de Suramérica (Buzan & Waever, 2003). En la forma-
ción de los Estados suramericanos, la región sufrió varios conflictos
internacionales que se prolongaron incluso hasta la segunda mitad
del siglo xx con la guerra de las Malvinas. Sin embargo, la conflicti-
vidad intrarregional en Sudamérica sigue siendo baja en compara-
ción con otros complejos regionales. Por una parte, durante la Guerra
Fría la región se enfrentó a una alta vulnerabilidad doméstica y tuvo
una baja relación interestatal, así como interregional (con excepción
de las intervenciones de Estados Unidos en todos los países). Por otra
parte, después de la Guerra Fría, la vulnerabilidad doméstica se man-
tuvo, mientras que las relaciones entre Estados aumentaron sustan-
cialmente, tanto en la rivalidad como en la cooperación. En efecto, el
crecimiento de organizaciones y pactos regionales fue determinante
para el aumento del comercio en la región andina y en el Cono Sur,
mientras las relaciones con otros focos de poder se alejaban de Esta-
dos Unidos. No obstante, el conflicto colombiano y la guerra contra
las drogas afectan a toda la región y aumentan la presencia de Estados
Unidos, financiera y militarmente (Buzan & Waever, 2003).
Casi dos décadas después del análisis del complejo regional sud-
americano, se observa el crecimiento de las relaciones entre Estados
en toda la región, no solamente a través del comercio bilateral, sino
por medio de la apertura de organismos multilaterales de comercio y
de tratados de intercambio en educación, turismo y cooperación Sur-
Sur. Al mismo tiempo, se incrementan las relaciones de la región con
actores globales como China y la Unión Europea a través de Trata-
dos de Libre Comercio (tlc) y convenios de cooperación Norte-Sur.
De la misma forma que se diversifican las relaciones internaciona-
les en América Latina, también aumentan los riesgos compartidos.

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 123


En especial, riesgos con raíces en la dependencia económica y la des-
igualdad estructural. Estos factores tienen injerencia directa sobre la
reproducción de la pobreza y del crimen organizado. En este aspecto,
Colombia ya perdió protagonismo; no exclusivamente por la firma de
acuerdos de paz con las Autodefensas Unidas de Colombia (auc) y las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (farc), sino por la pro-
liferación de organizaciones criminales transnacionales en toda Amé-
rica Latina que se encargan del narcotráfico, de la trata de personas y
del comercio de armas y de fauna silvestre.
América Latina se enfrenta a una dependencia económica histó-
rica y a la consolidación del modelo económico neoliberal, importado,
después de la crisis de la deuda externa, por los Estados Unidos a tra-
vés del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional mediante
lo que se conoció como el Consenso de Washington. Este modelo eco-
nómico propuso el ajuste estructural como reforma institucional y
normativa de los Estados latinoamericanos para reducir el papel del
Estado en la economía y aumentar la inversión del capital privado na-
cional e internacional (Girón, 2008).
Con el aumento del capital privado en las economías nacionales,
se termina por reforzar el régimen agroexportador y el extractivismo
en la mayoría de los países; los monocultivos y la minería exten-
siva terminan destruyendo los ecosistemas regionales. La extensión
de estas actividades económicas afecta la naturaleza más allá de las
fronteras estatales. En este sentido, la exportación de commodities
ha sido la nueva prioridad de la economía en la región, lo cual au-
menta la dependencia con respecto al mercado exterior, pues es ne-
cesario encontrar demanda para las materias primas e incrementar
la capacidad de importación de bienes primarios y manufacturados
(Svampa, 2013).

124 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Al final, la región no logra insertarse en el mercado internacional
exitosamente, contrariamente a lo que le fue prometido con el neo-
liberalismo y la globalización económica. Sin duda, y en consecuen-
cia, se debe considerar a la desigualdad como la gran fuente del riesgo
en América Latina. Basta con observar los fenómenos de riesgo ac-
tual —la migración venezolana, la deforestación del Amazonas y la
enorme acumulación del capital— para encontrar en los casos locales
y concretos la distribución social del riesgo. El neoliberalismo afectó
gravemente la distribución de la riqueza, especialmente a través de
la privatización de las empresas y los recursos públicos. Con el au-
mento del poder económico, las políticas monetarias y fiscales tendie-
ron a favorecer los intereses privados y la acumulación del capital. En
el caso de la deforestación de la Amazonía brasileña, la tala de bosques
muestra la fuerte presencia de intereses privados sobre la tierra. Las
migraciones venezolanas hacia los países vecinos han generado senti-
mientos de xenofobia y de violación de derechos humanos, en especial
con respecto a la explotación laboral y la negación del acceso a salud y
a educación de los migrantes más pobres.
En consecuencia, América Latina, en especial Sudamérica como
complejo regional de seguridad, es altamente vulnerable a las pulsiones
y las perturbaciones de la economía mundial. En las economías latinoa-
mericanas, debido a la terriblemente desigual distribución del ingreso,
aumentan las actividades ilegales. Luis Reygadas (2008) caracteriza la
desigualdad en América Latina como un fenómeno multidimensional
que va “desde la concentración de los principales recursos productivos
hasta los dispositivos simbólicos que marcan fronteras de inclusión y
exclusión, pasando por las interacciones cotidianas” (Reygadas, 2008,
p. 351). En esta caracterización, se resalta el problema de la desigual-
dad de los recursos económicos, yuxtapuesto con la estigmatización y

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 125


la separación social. Asimismo, mediante empleos y salarios flexibles se
perpetúa la acumulación de ingresos en las clases altas y la ausencia de
protección al trabajador, que se adiciona al acceso restringido a servi-
cios públicos y al bienestar social (Reygadas, 2008).
En este análisis se puede observar cómo el riesgo se presenta de
diferente forma para las economías nacionales/regionales y para las
poblaciones locales. Si bien las desigualdades locales tienen efectos
sobre el desenvolvimiento de la economía nacional, y sobre el des-
empeño de la gestión del riesgo, el ámbito regional demuestra cómo
la vulnerabilidad y los efectos de la aplicación de los modelos extran-
jeros en la economía aumentan el riesgo para las poblaciones locales.

Conclusiones
Haciendo uso de un modelo de análisis como el de la gestión del riesgo
propuesta por Lavell, se presentan concepciones de seguridad actua-
les que persiguen nociones más humanas y privadas de los riesgos.
Este enfoque requirió de una reevaluación epistemológica y teórica del
riesgo, que se conjuga con una necesidad ética de afrontar la crisis del
desarrollo económico. La percepción localizada del riesgo va a necesi-
tar considerar su gestión como un proceso orgánico llamado a apro-
piar el riesgo más que como una demanda de un producto generado
desde el exterior.
Actualmente, los avances de las reflexiones sobre la seguridad
y el riesgo van a obligar a que se dé una transición de la Reducción
del Riesgo de Desastre (drr, por sus siglas en inglés) a la Gestión del
Riesgo de Desastre (drm, por sus siglas en inglés). Esta última demanda
el desarrollo de compromisos multisectoriales para la gobernanza y
la integración alrededor del riesgo y resalta la necesidad de prácti-
cas de desarrollo transformadoras a través de las redes conformadas

126 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


socialmente (Lavell & Maskrey, 2014). Este paso del drr al drm se hace
explícito ante el reconocimiento de acciones más radicales de cambio
frente a los modelos de desarrollo3.
Ante el riesgo global que representan el cambio climático y los de-
sastres naturales, la gestión del riesgo plantea transformaciones es-
tructurales de la actividad humana en relación con la naturaleza, al
igual que cambios en la gobernabilidad. El accountability va a ser un
elemento fundamental para que la población cuestione y participe en
la transformación de las actividades productivas y para que haya una
intervención de las instituciones del Estado de forma más eficiente
sobre los factores de riesgo percibidos. Para América Latina, la par-
ticipación de las diversas poblaciones sobre las decisiones para favo-
recer la dignidad humana va a afectar positivamente la gestión de los
riesgos socioeconómicos. A su vez, la búsqueda de la autonomía pro-
ductiva va a permitir un desempeño más eficiente y armonioso con la
naturaleza que el actual modelo de desarrollo depredador.

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3 “The imperative of resilience and its schizophrenic goal to protect development against
itself needs to be replaced with an imperative of transformative development. DRM would
then characterize the transformation of development pathways and practices based on
principles of equity, efficiency and sustainability” (Lavell & Maskrey, 2014, p. 278).

Capítulo 4 · Gestión del riesgo, reflexiones en América Latina 127


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128 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Capítulo 5

Papel estratégico
de la gestión de
“nuevos” riesgos
Aristides Baldomero Contreras Fernández*

* Docente de las asignaturas de Administración, Análisis y Evaluación de Riesgos en la Escuela


de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana, Presidente ejecutivo e investigador en la
Comunidad Internacional en Gestión de Riesgos y Seguridad (coladca). Correo electrónico:
coladca@gmail.com

129
CÓMO CITAR

Contreras Fernández, A. B. (2020). Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos.


En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en Seguridad
Integral (pp. 129-160). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.8667/9789585996199.05

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 5.
Papel estratégico de la gestión de "nuevos" riesgos
https://doi.org/10.8667/9789585996199.05
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

Actualmente, el mundo está buscando cómo reactivar la economía y las


diferentes actividades que se han visto bloqueadas por el impacto de la
pandemia covid-19. Cada actividad realizada por un ser humano o por una
organización tiene multiples riesgos asociados. En este caso, uno de los
riesgos ya se materializó y, por tanto, es importante insistir en la necesidad
de incorporar e implementar nuevos procesos de gestión de riesgos, desde
su correcto diseño en cualquier organización, como una labor vital y de gran
valor, puesto que se ha evidenciado que los procesos no se están realizando
correctamente.

Cada visita geoestratégica con los estudiantes del programa de Maestría en


Dirección y Gestión de la Seguridad Integral en la Escuela de Postgrados de
la Fuerza Aérea Colombiana, resalta aspectos, falencias; pero, sobretodo, la
imperiososa necesidad de recomendaciones que nos llevan a explicar, desde
el estado del arte, la palabra riesgo. De allí surge el valor actual y la suma de
un actor fundamental en este capítulo, y es el papel estratégico del proceso
de la gestión de riesgos: ¿por qué implementarlo? ¿Por qué es importante
articular compromisos desde la alta dirección? ¿Por qué la gestión de ries-
gos es un factor diferenciador en las organizaciones? Son muchos los in-
terrogantes que a diario se manifiestan y más cuando escuchamos a los
directivos de las áreas de Seguridad o Riesgos en nuestras visitas.

A la fecha, la mayoría de las organizaciones implementa como mínimo un


sistema integral de gestión, tal como el basado en aseguramiento de la cali-
dad (bajo la Norma iso 9001, versión 2015) y, a su vez, este ya integró en su
estructura de alto nivel, la inclusión del numeral 4, Contexto de la organiza-
ción, el cual lleva a que las empresas sumen un analisis de contexto que les
permitirá identificar amenazas y oportunidades. Esto muestra la necesidad
de planificar y realizar acciones para abordar riesgos.

PALABRAS CLAVE

Amenazas; cambio tecnológico; incertidumbre; prevención de riesgos; riesgo;


sistema de gestión.

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 131


Introducción
Voltaire expresaba que “la incertidumbre es una posición incómoda,
pero la certeza es una posición absurda”. Este artículo se desarro-
lló con el objetivo de resaltar la importancia del proceso de gestión
de “nuevos” riesgos en la actualidad, teniendo en cuenta que todas
las personas u organizaciones toman decisiones bajo incertidumbre.
Estas decisiones traen consigo elementos cambiantes o inesperados
que, cuando se someten un proceso de administración de riesgos para
identificar allí factores vitales, ofrecen un factor diferenciador en las
organizaciones.
Estos pasos son muy importantes y, si son ejecutados de manera
correcta, se identificará cómo pueden surgir muchos aspectos positi-
vos. También surgirán aspectos por mejorar, es decir, aspectos que los
profesionales, encargados o interesados en ejercer procesos de eva-
luación de riesgos están realizando de forma inadecuada o errónea.
La indebida cuantificación en forma previa y correcta los riesgos (por
desconocimiento u otra circunstancia) no permite generar alertas en
forma convincente para la organización. Por tal motivo, los geren-
tes o ceo de las organizaciones muchas veces no entienden o no ven
de forma sencilla información estratégica para la toma de decisiones,
piensan que la labor no tiene importancia como proceso misional y no
la ponen en consideración para la intervención que en algunos casos
se requiere.
En 1921, Frank Hyneman Knight publicó su tesis, “Riesgo, Incer-
tidumbre y Beneficio” (en inglés “Risk, Uncertainty and Profit”), en la
cual esboza la diferencia entre riesgo e incertidumbre. También trata
la importancia de las teorías del beneficio, cambio y riesgo en relación
con el beneficio, resalta que:

132 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Aunque el hombre de negocios no pudiera conocer de antemano los
resultados de las empresas individuales, podría operar y basar sus
ofertas competitivas en un conocimiento previo exacto de la rutina,
si se puede tener un conocimiento cuantitativo de la probabilidad de
cada resultado posible.

La International Organization for Standardization, iso, (2018),


plantea que el riesgo es el “efecto de la incertidumbre sobre los objeti-
vos” (p. 1), y al presentarnos la Norma Técnica iso 31000:2018 recalca
en su segunda edición que “un efecto es una desviación respecto a lo
previsto”. Detalla que este efecto “puede ser positivo, negativo o am-
bos, y puede abordar, crear o resultar en oportunidades y amenazas”
(iso, 2018, p. 1). Corolario de lo anterior, en la misma norma técnica, la
nota n.° 3 del punto 3.1 insiste en que, a menudo el riesgo está definido
por aspectos de fuentes de riesgo, eventos potenciales, consecuencias
y probabilidades.
Toma gran valor poder definir, entonces, el aspecto cuantitativo
sobre la probabilidad en la gestión de “nuevos riesgos”. En la actua-
lidad, el mundo se mueve a un clic, el ciudadano está cada día más
interconectado de forma proporcional a la evolución de los sectores
económicos y financieros, quienes también avanzan de manera com-
pleja a la par con la globalización. Proporcionalmente su expansión,
aumentan las crisis y por ende los riesgos a afrontar en diversos ám-
bitos (Zorrilla, 2005).
En relación con lo anterior, Knight (2002) afirmó que “[…] todo
lo que el hombre planea y ejecuta implica incertidumbre” (p. 145).
Desde allí, y con las precisiones que trataremos al respecto, el rol e
importancia de la gestión de “nuevos” riesgos debe ser una prioridad
para implementar en las organizaciones. No es extraño que se resalte,
desde los principios de la Gestión de Riesgos hasta el tratamiento de

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 133


los mismos, que el propósito de la misma “[…] es la creación y la pro-
tección del valor” (iso, 2018, p. 2). Así las cosas, los principios y la in-
tegración que la componen son parte fundamental para fortalecer los
procesos y para asistir en el establecimiento de estrategias dentro de
toda organización, siendo parte de la gobernanza en todos los nive-
les para ayudar a identificar y disminuir la incertidumbre, alineándose
con el cumplimiento de los objetivos.
En linea con los anteriores planteamientos, Mejía (2004, p. 75)
señala que “desde la antigüedad el hombre ha tomado riesgos, la in-
certidumbre está presente aún en el corto plazo. Es causada por la im-
posibilidad de determinar los eventos que pueden presentarse y sus
resultados; con la incertidumbre viene asociado el riesgo. En el sector
de servicios bancarios se ha visto diezmada la oferta de productos y
servicios, gracias a que últimamente la materialización de incidentes
y delitos informáticos dan a entender que, por cada dólar que los ci-
berdelincuentes extraen de usuarios del sector financiero, el banco
llega a perder hasta 2, 95 usd, fraude que enlista elementos adicio-
nales, como la suma de pérdidas en costos asociados a la pérdida de
intereses del dinero objeto del fraude que el banco ya no va a recibir,
el costo para el cliente, gastos financieros cargo contra cargo y otros
para dar respuesta a la reclamación. Cabe mencionar que esto no con-
templa que el cliente se vaya del banco.
De lo anterior, nace la primera conclusión de este artículo: invertir
en la prevención va de la mano con los procesos de gestión de riesgos.
De igual manera, se debe alertar a los evaluadores de riesgos, quienes
deben ser integrales para que el aspecto más importante para los di-
rectivos de las organizaciones, o en caso de existir el C-suite1, sea el

1 El C-suite, según Forbes, “[…] es considerado el grupo más importante e influyente


de individuos en una empresa. Ser un miembro de este grupo viene aparejado con la

134 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


papel de la gestión de riesgos, la cual protege el capital de la empresa
(Revista Forbes, 2017).
En ese sentido, Knight (1964) también dio a entender que las ga-
nancias incluyen un tercer elemento denominado pago por riesgo, que
ha tendido a generar una nueva confusión de ganancias e intereses.
Esto nos da valor como parte fundamental y sensible para el impacto
directo a las utilidades de la organización, así como también aísla to-
talmente al pago por riesgo y no lo iguala con gastos que se reconoce-
rán como administrativos. Así pues, la profesión como especialistas en
evaluar el riesgo adquiere un nuevo protagonismo.
Más adelante, se tratará el impacto económico de los controles en
el presupuesto de la organización en dos vías, tanto desde las pérdi-
das que pueden surtirse como de las ganancias y el no contemplado
retorno de la inversión. Se advierte que este último sí ocurre y con la
metodología correcta se puede evidenciar.
Por tratar en profundidad el tema del riesgo, Knight (1964) esta-
blece el rol de la incertidumbre en las actividades empresariales di-
ferenciando los conceptos de riesgo e incertidumbre. Establece que
el primero es aquello que es mesurable y el segundo todo lo relacio-
nado con lo incalculable. Es importante referirnos a la importancia
del trabajo de establecer hechos futuros, más aún cuando hemos es-
tado navegando en medio de cambios vertigionosos que no nos permi-
ten identificarlos.

capacidad de tomar decisiones de alto riesgo, una carga de trabajo más exigente y una
compensación elevada. A medida que proliferan los títulos principales, sin embargo, la
inflación en el empleo puede disminuir el prestigio asociado con ser miembro del C-suite”
(Revista Forbes, 2017).

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 135


Concepción de “nuevos”
riesgos e incertidumbre
La gestión del riesgo es un “proceso esencial en cualquier modelo de
gestión empresarial” (Ortiz & Valencia, 2017, p. 20). No hay organiza-
ción que pueda estar al margen de esta premisa, independientemente
de su tamaño u objeto, en la actualidad todas las empresas están sujetas
a entornos o escenarios vica2. El analista de riesgos debe reconocer en
dónde se ubican las incertidumbres, además de establecer el alcance
de los riesgos que de una u otra forma se presentan en diferentes fa-
cetas (Zorrilla, 2005).
Por otra parte, uno de los pasos más difíciles con la Junta Direc-
tiva, ceo, C-Suite, socios, administradores y gerentes en general, es
llegar a un acuerdo y entendimiento en la concepción del riesgo, re-
conociendo la diferencia entre el apetito, la tolerancia y la capacidad
del riesgo, sin dejar a un lado los riesgos residuales. Por ello se partirá
de conocimientos generales hasta llegar a los específicos, lo cual nos
permitirá conciliar saberes en la concepción organizacional interna.
El diccionario de la Real Academia Española define la palabra
riesgo como la “contingencia o proximidad de un daño”. Hemos visto
cómo en la historia de la humanidad la proximidad o materialización
de daños impulsaron los cambios y el establecimiento de controles en
la administración actual de riesgos. Cuatro casos emblematicos fueron:

1. Naciones Unidas. Se crean el 1 de enero de 1942, sus respectivos


gobiernos se comprometían a seguir luchando juntos contra las
Potencias del Eje.

2 De la traducción vuca, volátil, incierto, complejo y ambiguo.

136 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


2. Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de
América. Se crea como respuesta a los atentados del 11 de sep-
tiembre del 2001.
3. Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial. Se crean en julio
de 1944 en el marco de la conferencia de Bretton Woods, regula-
rían el sistema monetario y el orden financiero tras la finalización
de la Segunda Guerra Mundial.
4. Sistema de reserva federal de los Estados Unidos de América.
Creado en el año 1913, luego del pánico de 1907 cuando la bolsa de
valores de Nueva York tuviera una caida del 50% desde su maximo
en el año anterior.

En ese orden de ideas, empezamos a llevar a la práctica la realidad


en que la sociedad se viene desenvolviendo: riesgos e implementación
de controles. ¿Dónde quedan los peligros?
De Castro (2000) plantea que los riesgos desarrollan un nivel ma-
yor de controversias científicas que el término peligro, teniendo en
cuenta las causas, probabilidades de ocurrencia y consecuencias. Así,
la esencia de la definición más aceptada está relacionada con la de
“el peligro que se corre”. Por tanto, el concepto de riesgo se entiende
como la probabilidad de ocurrencia de peligro. En ese alcance De
Castro (2000) conceptualiza o incluye la probabilidad de ocurrencia
de riesgo en aspectos naturales o antrópicos y la evaluación que puede
realizar el hombre sobre estos y sus efectos nocivos. En esa evaluación
entra el escenario de la vulnerabilidad, en el que se pueden realizar
valoraciones y mediciones de pérdidas y probabilidades de ocurrencia.
Por otro lado, hay mayores desaciertos cuando no existen mecanismos
para calcular las probabilidades, o su tratamiento se deja a la intui-
ción, lo que causa mayor incertidumbre.

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 137


En esa línea, de acuerdo con la literatura académica en geogra-
fía de riesgos, se evidencia que el peligro es un acontecimiento que
puede causar grandes pérdidas una vez se materializa. Por tal razón el
hombre debe valorar todo aquello que puede representar un daño y
cada escenario que no.
No obstante, cabe aclarar que aquellos fenómenos naturales como
las inundaciones, terremotos o huracanes son considerados como
eventos peligrosos solo si atentan contra la vida de la gente en su lugar
de habitad. Al respecto, Smith (1992) explica que “los peligros natura-
les resultan de los conflictos de los procesos geofísicos con la gente”
(p. 9), una interpretación que le da al hombre la potestad de elegir la
definición, ya que es a través de sus percepciones, acciones o localiza-
ciones que el fenómeno natural se vuelve peligroso o no.
Más allá de las diversas definiciones sobre el concepto de peligro
que se pueden encontrar, existe una tendencia que revela sus rasgos
en común como:

(a) riesgo de exposición:  normalmente involuntario; (b) tiempo de


advertencia: corto, excepto en el caso de peligros como la sequía, la
pobreza, etc.; (c) resultados: producen daños (desastres) que justifican
medidas de emergencia; y (d) pérdidas: sufridas a corto o largo plazo
según los casos (De castro, 2000, párr. 14).

Estos rasgos en común del término peligro revelan que la expo-


sición siempre presente puede producir daños. Allí la implantación de
un sistema de gestión de “nuevos” riesgos es de valor.
Entre tanto, de acuerdo con los planteamientos de Izquierdo
(2003), todo riesgo tiene causas y consecuencias, por lo que un gestor
de riesgo al iniciar un proyecto debe evaluar los aspectos potenciales

138 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


que puedan obstaculizar el cronograma de actividades proyectado, es
decir, identificar riesgos a partir de posibles causas, aspectos que son
conocidos como fuentes de riesgo.
Estos se clasifican en una tipología de causas. En primer lugar,
están aquellos en los cuales los requisitos del proyecto no están bien
definidos; en segundo, se encuentran los aspectos relacionados con el
rol del supervisor a cargo, en el que habrá afectaciones si este no posee
la suficiente experiencia para ese proceso, y en tercero, los escenarios
en los cuales los equipos de trabajo seleccionado no tienen el perfil es-
pecializado en el área del proyecto.
Dicho esto, ¿cómo prever y minimizar los riesgos antes de que el
proyecto inicie?
Una respuesta coherente a esta pregunta es la construcción de
un plan de acciones de acuerdo con: (a) revisar que estén bien defi-
nidos los requisitos para iniciar cualquier proyecto, y asegurarse que
el cliente los haya aprobado; (b) si un jefe de proyecto no cuenta con
la suficiente experiencia, se debe buscar uno que sí cumpla con los re-
quisitos; y (c) si el equipo de trabajo seleccionado para la obra no está
suficientemente capacitado, se deben buscar herramientas para que
logre estarlo en el menor tiempo posible, y así poder cumplir con los
tiempos y objetivos.
Según Sophie Gaultier-Gaillard y Jean-Paul Louisot (2019), “la
clave de toda gestión es el conocimiento; para gestionar los riesgos,
es preciso conocerlos, es decir, identificarlos y evaluarlos” (p. 13). He-
mos mencionado antes al explicar el termino riesgo la “contingen-
cia o proximidad de un daño” y que en medio de los procesos siempre
está inmerso un grado de incertidumbre, pero ¿que causas pueden ge-
nerar variabilidad cuando observamos el concepto de incertidumbre
alineados con el corportamiento humano?

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 139


Ignacio Vélez Pareja (2003. p 17) menciona que existen fenómenos
no atribuibles directamente al ser humano que también causan riesgo
e incertidumbre. Algunas manifestaciones de ambos tipos pueden ser:

a) Inexistencia de datos históricos directamente relacionados con las


alternativas que se estudian.
b) Sesgos en la estimación de datos o de eventos posibles.
c) Cambios en la economía, tanto nacional como mundial.
d) Cambios en políticas de países que en forma directa o indirecta
afectan el entorno económico local.
e) Análisis e interpretaciones erróneas de la información disponible.
f) Obsolescencia.
g) Situación política.
h) Catástrofes naturales o comportamiento del clima.
i) Baja cobertura y poca confiabilidad de los datos estadísticos con que
se cuenta.

Con este capitulo hemos abordado y observado que la concepción


de riesgos es muy diversa y lleva en sí algo destacado: “la apreciación
y papel protagonico del ser humano” en todo momento, como también
la necesidad de tomar el control o proyección del futuro. Al final vol-
vemos, sin embargo, a donde iniciamos, a los parametros de objetivi-
dad o subjetividad en marco de un proceso de administración de riesgos.

Globalización y necesidad de
administración de los riesgos
Cuando se estudian los factores de riesgo, es necesario contar con un
representante que tenga suficiente visibilidad y capacidad de revisar

140 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


y evidenciar, junto a la dirección, qué riesgos se pueden presentar y
cómo estos evolucionarán en el tiempo, para así establecer acciones
de mitigación.
Adentrados en la cuarta revolución industrial, un entorno cam-
biante y vica en el que existen nuevas amenazas y oportunidades, día
tras día se generan alternativas de innovación que surgen de la inves-
tigación de mercados y la disposición para el cambio. Son varios los
escenarios que obligan a las organizaciones a contar con estrategias
que permitan conocer los efectos tanto negativos como positivos que
puede tener la incertidumbre sobre los objetivos del negocio.
Solo con revisar el “Informe de Riesgos Globales 2020” publicado
por World Economic Forum (wef), en un momento en que el mundo se
sigue transformando y ha sido catalogado como “un mundo mas ines-
table”, nuevos riesgos siguen al acecho.
Gracias a los avances de las nuevas tecnologías, globalmente la
sociedad ha estado gozando de una calidad de vida en condiciones
que no se habían experimentado en la historia (guardadas las pro-
porciones y teniendo en cuenta el tema de estudio). No obstante, la
velocidad con la que la sociedad está interconectada puede sobrepa-
sar los límites de lo permitido, teniendo en cuenta a las instituciones
y las comunidades.
En ese sentido, las empresas del ámbito mundial, a partir de la iden-
tificación de incertidumbres en todos los procesos mencionados, ge-
neran valor en sus servicios, lo cual les permite ser sostenibles. Así
mismo, gestionar dicha incertidumbre a través de la construcción de
posibles escenarios del riesgo mejoró el sistema de gestión de las di-
ferentes compañías, creó una cultura corporativa en la cual se desa-
rrolló la necesidad organizativa de construir estrategias, objetivos y
por supuesto, una gestión de riesgos correcta (Gil, 2013).

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 141


Por otro lado, autores como Bravo y Sánchez (2009) señalan que
casi todas las situaciones que se consideran riesgosas son proporcio-
nalmente inciertas, pese a que puede encontrarse que no toda incer-
tidumbre es riesgosa.
La globalización y la facilidad con que nuevos negocios nacen y
desaparecen en cuestión de segundos es una invitación a actuar de
forma diferente a la tradicional. El Foro Económico Mundial ha insis-
tido en que el desarrollo humano está en riesgo si no se hace frente a
una diversidad de problemas, difíciles de reconocer a primera vista en
todas las interacciones a nivel mundial, lo que implica que el número
de casos siempre esté en aumento, teniendo en cuenta, además, que
incluyan fracturas en diversos sistemas como el económico, tecnoló-
gico, ambiental e institucional (wef, 2020).
Para ser más claros, concisos y ejemplares, en las siguientes figu-
ras, adaptadas del Foro Económico Mundial en su 15ª edición, veremos
los cinco riesgos que se han identificado como de mayor probabili-
dad, además de las incertidumbres y elementos no exhaustivos. No
obstante, cabe advertir que en un mundo que por naturaleza cambia
constantemente, siempre surgirán nuevos riesgos que hay que hacer
el trabajo por identificarlos y tratarlos.
Al observar las dichas figuras, se puede llegar a las siguientes
conclusiones:

1. Cualquier organización, sin distinción de su objeto o actividad eco-


nómica, se enfrenta a “nuevos” riesgos que son de gran magnitud.
2. La migración a entornos digitales es una realidad, de allí el interés
y persistencia por ubicarse en los primeros lugares como riesgos
de mayor probabilidad de ocurrencia.
3. La evolución global, gracias a la interconexión, conecta de la misma
manera nuevos riesgos a asumir.

142 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Figura 1. El panorama de riesgos en evolución, 2007–2013
Fuente: wef (2020).

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 143


Figura 2. El panorama de riesgos en evolución, 2013-2020
Fuente: wef (2020).

144 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Figura 3. Panorama global de riesgos, moldeadores globales 2020
Fuente: wef (2020).

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 145


Figura 4. Mapa de interconexiones de riesgos globales 2020
Fuente: wef (2020).

146 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Ahora la pregunta es ¿cómo convencer a las directivas de la orga-
nización sobre la necesidad de invertir en la gestión y administración
de “nuevos” riesgos?

Evolución, inclusión y adhesión


de la gestión de riesgos en los
sistemas integrales de gestión
En cualquier negocio u organización, los procesos de gestión están
constituidos sobre la base de toma de decisiones y los probables riesgos
que se deban asumir (Gil, 2013). En ese orden de ideas, las empresas
buscan la creación de un valor como resultado del análisis de riesgos
que han realizado, gracias al cual se construyen los objetivos y las es-
trategias de las organizaciones para que perduren en el tiempo.
En tal sentido, el riesgo es un elemento que debe considerarse
desde diferentes perspectivas, desde el enfoque de un gobierno, hasta
las posiciones más específicas de las empresas. Para estas últimas, el
riesgo se ha constituido como uno de los aspectos que más ha causado
la desaparición o limitación de las empresas, puesto que de no asumir
estos desafíos en el corto plazo quedarían obsoletas.

El riesgo, no obstante, no entra en el modelo en el que los empresarios


trabajan. Pero lo hace de modo indirecto y un tanto independiente: el
peligro –y todo lo nuevo es arriesgado en un sentido en el que no lo es
la acción rutinaria– dificulta la obtención del capital necesario, y así,
constituye uno de los obstáculos que los empresarios tienen que su-
perar y uno de los ejemplos de resistencia del entorno que explica por
qué las innovaciones no se llevan a cabo de modo uniforme y como por
rutina (Schumpeter, 2002, p. 14).

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 147


En búsqueda de superar los retos corporativos y que las decisiones
generen mayor valor, es importante motivar a que las empresas eva-
luen hasta dónde están dispuestas a asumir los riesgos, de tal forma
que puedan optimizarlos y revisar su rentabilidad. En ese orden de
ideas, en la cultura empresarial, la gestión del riesgo se debe asumir y
difundir como parte fundamental de la empresa, debe ser parte de la
gobernanza, interactuando con todas las partes interesadas.
Las organizaciones que dan valor a la implementación de sistemas
integrales de gestión venían trabajando bajo una estructura común de
los sistemas de gestión, que para Colombia se contempla en la norma
más certificada a nivel mundial, a saber la iso 9001, por la que se
adopta un sistema de gestión de la calidad, y que acorde con la nueva
actualización editada, punto n.° 6 de la norma, se detalla así:

6. Planificación
6.1. Acciones para abordar riesgos y oportunidades.
6.1.1. Al planificar el sistema de gestión de la calidad, la organiza-
ción debe considerar las cuestiones referidas en el apartado
4.1 [Comprensión de la organización] y los requisitos referi-
dos en el apartado 4.2 [Comprensión de las necesidades y ex-
pectativas de las partes interesadas], determinar los riesgos y
oportunidades necesarias de abordar con el fin de:
(a) asegurar que el sistema de gestión de la calidad pueda
lograr sus resultados previstos;
(b) aumentar los efectos deseables;
(c) prevenir o reducir efectos no deseados;
(d) lograr la mejora.
6.1.2. La organización debe planificar:
(a) las acciones para abordar estos riesgos y oportunidades;
(b) la manera de:

148 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


1) integrar e implementar las acciones en sus procesos
del sistema de gestión de la calidad (véase 4.4. [Sis-
tema de gestión de la calidad y sus procesos]);
2) evaluar la eficacia de estas acciones.

Cabe resaltar que las acciones tomadas para abordar los riesgos
y oportunidades deben ser proporcionales al impacto potencial en la
conformidad de los productos y los servicios. Para lo cual no están por
fuera de la familia las normas 14001, 18001, 27001, 28000 o 45001, y
que, gracias a la adopción del “Anexo sl”, brindan una estructura de
alto nivel que surgió durante la búsqueda de la organización inter-
nacional para que los sistemas de gestión tuvieran la misma confor-
mación y que esto permita facilitar la integración entre las difentes
normas de la iso en las organizaciones.
Para las personas que laboran en el gremio, e insisten en la in-
clusión y adhesión de la gestión de riesgos en los procesos, ha sido
un gran logro que la norma iso 9001:2015, en su introducción, estipu-
lara el concepto de “pensamiento basado en riesgos”, ya que pensar
y proyectar el riesgo es importante para lograr un sistema de gestión
con altos estándares de calidad y eficiencia. De esa forma, el pensa-
miento construido a partir del riesgo siempre ha estado presente en
todas las ediciones de la norma internacional mencionada. Además,
se han incluido protocolos sobre procesos preventivos para erradicar
no conformidades, analizarlas y seleccionar acciones apropiadas para
prevenir sus efectos.
Según David MacNamee, la administración de riesgos significa vi-
gilar activamente para asegurar la sensibilidad de la organización, que
le permita detectar los riesgos, contar con sistemas ágiles que ase-
guren flexibilidad para responder al riesgo y desarrollar aprendizaje

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 149


adaptativo que asegure la capacidad de los recursos de la organización
para mitigar el riesgo (MacNamee, 2002, p. 18).
Así las cosas, para estar alineados con los requisitos de la norma-
tividad internacional, las organizaciones necesitan planear y ejecutar
acciones para enfrentar los riesgos y aprovechar las oportunidades. Y
así, analizar los riesgos como una forma de oportunidad, desarrollar
un componente base para potenciar la eficacia de la calidad de los sis-
temas de gestión y lograr los resultados esperados, incluyendo mitigar
las posibles afectaciones.
Dichas oportunidades surgen de las situaciones favorables que se
presenten para conseguir los resultados esperados, un ejemplo de ello
son aquellas circunstancias que le permiten a una organización ser
atractiva para los clientes y, así, elaborar productos o servicios para
disminuir los retos y potenciar la productividad.
Por otro lado, los planes para aprovechar dichas oportunidades
también deben considerar los riesgos a los cuales pueden estar aso-
ciados. Si bien de estos surgen oportunidades, no todos los riesgos las
generan, y cuando lo hacen, no todos se presentan de la misma ma-
nera. Dicho lo anterior, el panorama de las organizaciones llegó a una
etapa de transición fundamentalmente basada en riesgos.
En ese sentido, es importante adentrarnos en la Norma Interna-
cional sobre las directrices de la Gestión de riesgos - iso 31000, norma
técnica que no es certificable como un sistema de gestión, pues es solo
una guía.
Sumado a lo mencionado en el capitulo anterior, al adoptar un sis-
tema de gestión de la calidad con nuevas prebendas y cambios intro-
ducidos en gestión de riesgos como una decisión estratégica y no como
un requisito de cumplimiento para la organización, de inmediato se
reconocerán beneficios potenciales, entre los cuales se encuentran:

150 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


a. Abordar los “nuevos” riesgos y oportunidades: se relaciona con
el contexto y los objetivos planteados. En ese sentido, las organi-
zaciones por esencia tendrán que realizar un proceso de imple-
mentación y mejoramiento de su sistema de gestión de calidad e
incluir los proceso necesarios teniendo en cuenta su contexto in-
terno y externo, sus interacciones y partes interesadas.
b. Enfoque al cliente: establece que la gerencia tiene que mostrar
una imagen de liderazgo y compromiso frente a su clientela, con
la que debe asegurarse de aquellas oportunidades y riesgos que
pueden ocurrir y perjudicar el producto o servicio que se brinda.
De esta manera la satisfacción del cliente será una variable pri-
mordial y que siempre se tendrá presente.
c. Análisis y evaluación: toda organización debe tener un sistema de
análisis y evaluación de acuerdo con una estrategia de seguimiento.
De esta forma, sus resultados cuentan con un historial de segui-
miento y le permitirá la mejor información disponible, con ella se
pueden discutir e identificar las acciones que se requieren para el
abordaje de los riesgos y, por ende, las oportunidades que permiten.
d. Entradas de la revisión por la dirección: la revisión que se quiere
realizar por parte de la dirección principal estará constituida por
un planeamiento riguroso, haciendo énfasis en aquellas consi-
deraciones eficaces que se tuvieron en cuenta para analizar los
riesgos y oportunidades. En medio de la “nueva” realidad que vi-
vimos, organizaciones como The Institute of Internal Auditors
han resaltado que: “La responsabilidad de la dirección de alcanzar
los objetivos organizativos comprende tanto los roles de primera
como las de segunda línea”. (IIA, 2020)
e. No conformidad y acción correctiva: cuando llegasen a ocurrir
escenarios en los que se presente alguna no conformidad, así

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 151


provenga de alguna queja, la organización debe tener en cuenta
un proceso de actualización de riesgos y oportunidades mientras
se construye una nueva planificación.

Y por último, detallando en el Anexo A de la Norma de Gestión


de Riesgos iso 31000, respecto a la aplicabilidad, se deberia tener en
cuenta lo siguiente:

Aplicabilidad (a5) (Nivel de complejidad)

Dicha normatividad no señala una lista de las posibles “exclusiones”


que una organización podrá o no aplicar en el establecimiento de sus
requisitos al momento de organizar el sistema de gestión de calidad.
No obstante, la aplicación de dichos requisitos puede constituirse te-
niendo en cuenta el nivel de complejidad de la organización, inclu-
yendo los rangos establecidos de acuerdo con las actividades y los
modelos de gestión que se haya decidido adoptar, además de los ries-
gos y oportunidades que se puedan encontrar.

ISO 31000:2018 y el modelo


de las tres líneas del iia 2020
Gestionar “nuevos” riesgos requiere una nueva visión y una integra-
ción del panorama de la gestión de riesgos con una mirada holística y
desde diferentes visiones (Contreras, 2020).
La norma iso 31000 “está dirigida a las personas que crean y pro-
tegen el valor en las organizaciones gestionando riesgos, tomando
decisiones, estableciendo y logrando objetivos y mejorando el desem-
peño” (iso, 2018, p. i).

152 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Así las cosas, si se quiere establecer la existencia de algún riesgo,
es necesario considerar tres aspectos importantes: (a) las posibilida-
des de ocurrencia de los eventos; (b) los eventos deben caracterizarse
por la incertidumbre, y (c) se debe esperar un resultado a partir de una
inversión (Zorrilla, 2005).
En esa línea, la norma aborda los tres elementos anteriores, pro-
porciona un enfoque común para gestionar cualquier tipo de riesgo y
no es específica de una industria o un sector, de modo que la iso 31000
se podrá utilizar en el tiempo de existencia de la organización. A su
vez, podrá ser utilizada en diversas actividades en las que se incluye la
planificación para toma de decisiones, sin importar el nivel.
Ahora bien, cabe recordar a Martínez y Casares (2011) quienes
afirman que “la gerencia de riesgos en un entorno global se está per-
filando como una estrategia financiera y empresarial que proporciona
una importante ventaja competitiva a las empresas que disponen de
ella” (p. 13), lo cual nos invita a retomar el factor diferenciador y la
iteratividad para ayudar a las organizaciones a establecer su estrate-
gia, lograr sus objetivos y tomar decisiones informadas.
Según las ideas de Ismodes (2019), y siguiendo la versión 2018 de
la norma, algunos errores comunes que se pueden presentar en estos
momentos y basados en la identificación de riesgos son:

a) Asumir que riesgo es solo un tema d) Eliminar muy pronto riesgos de baja
financiero u operacional. probabilidad y alto impacto.

b) Enfocarse en los datos históricos y e) Eliminar o no tomar en cuenta los


no proyectar el futuro con escenarios. riesgos no medibles.

c) Tratar de delimitar la cobertura de la f) Minimizar riesgos no tradicionales.


gestión de riesgo.

Figura 5. Principios, marco de referencia y proceso


Fuente: Norma iso 31000 (2018).

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 153


Referencias normativas: la responsabilidad que recae en mate-
ria de abordar riesgos y oportunidades basados en la norma técnica
publicada motivó a que iso 31000 se actualizara a nivel mundial en la
iso 31000:2018, con el fin de resolver cómo y cuáles acciones se deben
tomar para abordar los riesgos y oportunidades en las organizaciones,
temas solucionados de forma concreta y detallada en los documentos
rectores de la gestión de riesgos, a saber:

• Norma técnica iso 31000:2018 e iso iec 31010, la cual presenta


treinta y un (31) técnicas para evaluación de riesgos.

• La guía 73:2009, que define la terminología y conceptos, entre ellos:

̵̵ Evaluación del riesgo: “El proceso de comparación de los resulta-


dos del análisis del riesgo (3.6.1) con los criterios de riesgo (3.3.1.3)
para determinar si el riesgo (1.1) y/o su magnitud son aceptables
o tolerables”.

̵̵ Actitud ante el riesgo: “Enfoque de la organización para apreciar


un riesgo (1.1) y eventualmente buscarlo, retenerlo, tomarlo o
rechazarlo”.

Explica el Instituto de Auditores Internos en su reciente publica-


ción, actualizando las tres lineas de defensa, que

“las organizaciones son empresas humanas que operan en un mundo


cada vez más incierto, complejo, interconectado y volátil. A menudo
tienen múltiples partes interesadas con intereses diversos, cambia-
bles y en ocasiones, competitivos. Las partes interesadas confían la
supervisión organizativa a un órgano de gobierno, que a su vez delega
recursos y autoridad a la dirección para que tome las medidas apro-
piadas, incluyendo la gestión del riesgo.”

Basados en la concepción del Instituto y los nuevos cambios que


introdujo al actualizar el modelo, podemos ver cómo identificar las

154 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


estructuras y los procesos que hacen parte del proceso de administra-
ción de riesgos nos ayuda a cumplir los objetivos.
Resalta también el iia que el modelo presentado se optimiza al
“centrarse en la contribución de la gestión de riesgos a la obtención de
objetivos y la creación de valor, así como en cuestiones de ‘defensa’ y
protección del valor”. De lo cual podemos evidenciar que ambas organi-
zaciones, tanto iso como el iia, están alianeadas en el valor que permite
obtener a las organizaciones un proceso de administración de riesgos.

Toma de decisiones basadas en riesgos


y recursos necesarios
El principio n.º 1 de las tres lineas de defensa resalta que la toma de
decisiones basadas en el riesgo es un proceso considerado que incluye
análisis, planificación, acción, monitoreo y revisión, y toma en cuenta
los impactos potenciales de la incertidumbre sobre los objetivos.
Al mencionar aspectos de articulación con la gestión de riesgos, la
iso 31000 que el compromiso debería incluir: “La disponibilidad de los

recursos necesarios” (p. 8). Hemos estado insistiendo en varios apar-


tes del documento en la responsabilidad que le atañe a los líderes de la
administración de riesgos.
Ambos documentos nos invitan a hablar de peligros e identificar
la localización de estos, a “entender bien el riesgo, lo cual es enten-
der bien el ‘business model’ de la empresa y sus puntos de creación de
valor” (Bapst, 2004). Entender si la implementación de algunos con-
troles está en la misma via de los objetivos de la organización en que
laboramos es muy importante, por ello reconocer mis capacidades,
como las de mi adversario, las amenazas, los riesgos y el retorno de la
inversión es vital.

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 155


Conclusiones
Al hablar de gestión de riesgos moderna, se trata un tema transversal
a todos los gremios o sectores en cualquier país. En el gobierno corpo-
rativo, es necesario realizar un reconocimiento riguroso para identi-
ficar posibles riesgos.
El mayor descuido en procesos de administración de riesgos esta-
ría en cabeza de la alta dirección: su apoyo, concentración y compro-
miso son vitales en varios sentidos y en cada estapa.
Cada día seguirán naciendo “nuevos” riesgos y esto impulsará
la labor de administración de riesgos como papel estrategico dentro
de las organizaciones. Para nadie es extraño que la estructura, roles y
responsabilidades en las mismas se está moldeando a entornos flexi-
bles e integrales, en donde la integración y comunicación es vital en
tiempo real.
La introducción de la toma de decisiones basada en incertidumbre
cambiará los modelos de gestión desde un punto de vista que antes se
basaba en certidumbres. Por ende, desde ya podemos mencionar que
estarán incluidas entre las habilidades y competencias que serán eva-
luadas y apetecidas por las organizaciones.
El valor de la información fiable y disponible cada día será mayor;
la principal función del administrador de riesgos será realizar una ex-
celente cartografia de los mismos. Esta deberá contemplar el cálculo
del valor del impacto económico frente a las medidas de reducción de
los posibles riesgos y estudiar en forma clara los costos en materia de
implementación de medidas para controlarle, permitiendo un legible
retorno de la inversión.
Cualquier empresa podrá hacerle frente a los diversos riesgos sin
importar los ámbitos en los que actúe, inclusive escenarios habitua-
les o de operaciones, aunque esto pueda generar algunos riesgos con

156 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


respecto a la toma de decisiones, pues “la esencia de ‘hacer negocios’
es, precisamente, correr riesgos. En otras palabras, el riesgo es una
elección propia, más que una imposición o un obstáculo indeseable”
(Deloitte et al., 2003).
Ahora bien, la iso 31000 es una herramienta de gestión de riesgos
que ha conseguido un reconocimiento internacional, es la base de to-
dos los sistemas de gestión al momento de realizarse la adopción y
entrada de los riesgos y oportunidades como parte fundamental del
sistema de gestión, un instrumento que fomenta la adopción de ven-
tajas competitivas para cualquier organización que implementa sus
postulados. De otro lado, la implementación de la gestión de riesgos
en diferentes sistemas de gestión tiene su origen en una necesidad
particular, como la homologación de términos y conceptos que suelen
ser utilizados en la gestión del riesgo. De esta forma, evita que estos
sean interpretados por separado y mitiga los riesgos o posibles inci-
dentes que puedan ocurrir.
Por último, las organizaciones que implementan la gestión de sus
riesgos obtienen grandes beneficios, entre ellos:

1. Desarrollar enfoques estructurados hacia la gestión del riesgo que


pueden contribuir a resultados positivos, que a su vez son cohe-
rentes y también pueden ser comparables.
2. Adaptación de las metas y proyecciones de las organizaciones a
contextos de carácter interno y externo.
3. Promocionar una mayor consciencia y elección de gestión del
riesgo, a partir de la participación de las partes que están intere-
sadas de forma oportuna.
4. Anticipar, detectar o reconocer los riegos ante cualquier incer-
tidumbre o limitación que identifiquen las organizaciones apro-
piadamente.

Capítulo 5 · Papel estratégico de la gestión de “nuevos” riesgos 157


5. Mejorar continuamente el sistema de gestión del riesgo, a través
de las experiencias y los aprendizajes.

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160 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Capítulo 6

La gestión de
riesgos de seguridad
empresarial
Julián Andrés Puentes Becerra*

* Magíster en Seguridad y Defensa Nacional, especialista en Administración de la Seguridad,


profesional en Ciencias Militares, certificado cpp y psps por asis International. Docente e
Investigador Grupo de investigación gisic. Correo electrónico: julian.puentes@epfac.edu.co

161
CÓMO CITAR

Puentes Becerra, J. A. (2020). La gestión de riesgos de seguridad empresarial.


En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en Seguridad
Integral (pp. 161-185). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.8667/9789585996199.06

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 6.
La gestión de riesgos de seguridad empresarial
https://doi.org/10.8667/9789585996199.06
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

El trabajo del gerente es crear un entorno laboral que fomente la realización


de actos por parte de otros, en busca del cumplimiento de metas tanto per-
sonales como de la compañía. Los gerentes deben ser capaces de inspirar,
motivar, y dirigir el trabajo de los demás. En ese sentido, la gestión de ries-
gos de seguridad empresarial aborda todos los aspectos de seguridad en la
organización, contribuyendo a la continuidad del negocio mediante la im-
plementación de indicadores clave de desempeño para justificar económi-
camente los programas de seguridad. Esto evidencia que cada contramedida
implementada tiene un impacto positivo en la reducción del riesgo puro. Sin
embargo, la seguridad corporativa ha sido asumida por personas que han
aprendido empíricamente. Su experiencia vinculada a las organizaciones de
seguridad del Estado les ha dado más que un fino sentido común, un criterio
para determinar cuándo algunas situaciones podrían considerarse dañinas
para la organización. Aun así, este saber empírico ha llevado a algunos res-
ponsables de la seguridad a aprender a partir de los errores, que al final re-
sultan en pérdidas considerables para la organización, pérdidas que no solo
afectan activos físicos, sino también activos operacionales e intangibles.

La gestión de riesgos en la seguridad empresarial es un asunto serio y estra-


tégico. Debe ser asumida como tal por profesionales que hayan demostrado
sus competencias a través de la formación en el campo específico de la se-
guridad corporativa, en los riesgos que tienen el potencial de afectar la con-
tinuidad del negocio, en certificaciones internacionales que refieran buenas
prácticas y en experiencia acumulada en roles como tomador de decisiones.
De esta manera, se hace relevante describir el rol de la labor de gestión de
riesgos de la seguridad empresarial, desde la función del responsable de se-
guridad como gestor de los programas de seguridad, consultor de alta ge-
rencia y miembro del comité directivo de la organización, sin abandonar su
participación activa en los comités o redes de profesionales.

PALABRAS CLAVE

Gestión de recursos; prevención de riesgos; procesamiento de la informa-


ción, seguridad industrial; supervisión.

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 163


Introducción
Desde la investigación descriptiva aplicada a este caso de análisis, se
abordó la realidad de situaciones, eventos, personas, grupos o comu-
nidades que utilizan la gestión de riesgos para administrar programas
de seguridad. Se revisaron diversos referentes y modelos de seguridad
en los que se ha aplicado este tipo de metodología, para descubrir cómo
las organizaciones se han podido beneficiar. Así mismo, se investigó
sobre cómo esta aplicación se convierte en el mejor insumo para la
creación de un cuadro de control, que muestra resultados a manera de
indicadores clave de desempeño para los profesionales de seguridad,
especialmente cuando la práctica de la gestión de riesgos de seguridad
empresarial crea asociaciones entre la seguridad y aquellos que poseen
activos en riesgo, considerando todos los dominios de riesgo de segu-
ridad de manera integral (asis International, 2019). Lo anterior, en-
tendiendo que la gestión de seguridad corporativa no es una tarea que
se realiza al margen de las organizaciones, o del espíritu de las mis-
mas. Es necesario acudir a referentes documentados sobre la gestión
de organizaciones, gestión de la seguridad y gestión corporativa para
encontrar el balance perfecto y los puntos de convergencia, para que la
gestión de riesgos de seguridad empresarial tome un valor relevante.
El mundo actual está lleno de incertidumbre, es un mundo que cambia
a un ritmo cada vez más acelerado, en el cual la vida, la sociedad, la
economía, los patrones climáticos, las relaciones internacionales y los
riesgos son cada vez más complejos (Talbot & Jakeman, 2009).
Las iniciativas frente a la gestión de riesgos no son nuevas. Exis-
ten antecedentes formales y documentados como el Committee of
Sponsoring Organizations of the Treadway (coso), coso i de 1992 y el
Estándar Australiano de Administración de Riesgos, as/nzs 4360:1999,
que Colombia adoptó bajo el nombre de Norma Técnica Colombiana

164 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


ntc-5254:2006. Más adelante, se desarrolló una segunda generación de

coso ii del 2004, coso iii del 2013 y la norma iso 31000:2009 (Risk ma-
nagement o Gestión de riesgos), que en la actualidad cuenta con una
segunda versión, iso 31000:2018. Debido a la importancia que cada or-
ganización le ha venido dando a la gestión de riesgos, su impronta se
ha hecho un motivo de estudio e investigación, hasta el punto de con-
siderar hoy una tercera generación, coso Enterprise Risk Management
(erm) 2017 y Enterprise Security Risk Management de asis International
2018. Ese mismo motivo ha promovido en Colombia la creación de pro-
gramas de formación a nivel de pregrado y posgrado, que buscan me-
jorar las competencias de los profesionales de todas las áreas, que hoy
en día desarrollan su actividad en el complejo sector de la seguridad.
En tal sentido, este capítulo pretende ser una guía que permita ali-
near todos los conocimientos adquiridos en una sola dirección, además
de servir de consulta en el desarrollo de la actividad profesional. Con
un enfoque basado en riesgos, los responsables de la seguridad corpo-
rativa podrán establecer las situaciones de alta probabilidad y de alto
impacto para ser gestionadas desde los programas de prevención que
incluyen, la seguridad física, la seguridad del personal, la seguridad de
la información la seguridad de las operaciones y la seguridad reputa-
cional; también programas de control como manejo de crisis, y progra-
mas de recuperación como investigaciones y administración de seguros.

Enfoque basado en riesgos1


La última década se ha destacado por cambiar el enfoque respecto a
cómo los profesionales abordan los problemas de seguridad. De hecho,

1 Un enfoque basado en riesgos es descrito por la International Standarization Organization


(ISO, 2014).

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 165


es común relacionar el concepto de gestión de riesgos en aplicaciones
de seguridad. Muchos profesionales han utilizado el concepto de “en-
foque basado en riesgos” para desarrollar su trabajo, no obstante, muy
pocos logran aplicar las metodologías utilizadas para trabajar con base
en los términos de estadística y probabilidad.
Al tomar un enfoque basado en el riesgo, la organización se hace
proactiva más que puramente reactiva, al prevenir o reducir los efec-
tos no deseados y promover la mejora continua. La acción preventiva
es automática cuando el sistema de gestión se basa en el riesgo y, al
considerar el riesgo en toda la organización, se mejora la probabilidad
de lograr los objetivos establecidos, el resultado es más consistente
y los clientes pueden confiar en que recibirán el producto o servicio
que esperan.
De entrada, las empresas planean objetivos organizacionales a
largo, mediano o corto plazo, utilizando métodos para identificar y
alcanzar metas, tales como la planeación estratégica, que se divide en
tres partes. Por un lado, el entendimiento claro y la buena articulación
de la misión del departamento, por otro, una descripción detallada de
los asuntos más importantes del departamento y, tercero, una parte
que involucra el establecimiento de planes de acción (Sennewald &
Baillie, 2015). Así mismo, determinan cuáles podrían ser los obstácu-
los que dificulten que la organización cumpla estos objetivos tal como
se consideraron, qué tan probable es que eso suceda y qué tan grave
sería para los intereses de la organización, si esto llegara a ocurrir.
Lo descrito anteriormente es el enfoque basado en riesgos. Cada
área o cada proceso establece cuáles son los objetivos específicos que
contribuyen al logro de los objetivos organizacionales y, así mismo,
cada área o proceso determina qué obstáculo (riesgo) podría afectar
el cumplimiento de dicho objetivo. La aparición anticipada (o no) de

166 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


estos obstáculos (riesgos) podría tener orígenes dolosos o delibera-
dos que deben ser gestionados desde el área de seguridad corpora-
tiva bajo la aplicación de metodologías objetivas y apropiadas para la
gestión de riesgos de seguridad empresarial. En el origen de estos
riesgos, sin duda, tiene una participación intencional del ser humano,
un perpetrador (amenaza) que pueda encontrar y aprovechar debi-
lidades (vulnerabilidades) y hacerse a un beneficio, produciendo un
daño (consecuencia) (García, 2008), siendo la anterior una aproxi-
mación conceptual a las definiciones conocidas de riesgo. También, se
encuentran expresiones asociadas a estos ejercicios en las aplicacio-
nes de estadística de la Teoría de Juegos, toda vez que estos son jue-
gos de suma cero: si alguien gana, es porque alguien pierde (Amster &
Pinasco, 2014).
Ahora bien, los practicantes de seguridad, y particularmente
aquellos que tienen responsabilidades asociadas a la identificación,
análisis y evaluación de riesgos, infortunadamente han asumido la
aplicación de la gestión de riesgos como práctica consuetudinaria que
pasa por alto las técnicas objetivas y, en especial, aquellas que se rela-
cionan con el cálculo de la probabilidad y el impacto o consecuencias,
como las contempladas en documentos científicos o productos del es-
tado del arte. Una relación de técnicas de valoración de riesgos puede
ser encontrada en la norma iso 31010:2019, desde la cual podrá con-
tribuir a las fases descritas en la guía que proporciona la norma ISO
31000:2018 de la siguiente manera:

• Determinar el alcance, contexto y criterios, podría realizarse con


técnicas como la tormenta de ideas, swif (Estructura Que Pasa Si,
por sus siglas en inglés), técnica Delphi, índices de riesgo, matriz
de Debilidades, Oportunidades, Fortalezas, Amenazas (dofa) y el

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 167


análisis Político, Económico, Socio-Cultural, Tecnológico, Ecoló-
gico y Legal (pestel).

• Para identificar riesgos, de la misma manera, se pueden aplicar


técnicas como tormenta de ideas, swif (Estructura Que Pasa Si,
por sus siglas en inglés) y la técnica Delphi.

• El análisis de riesgos puede ser abordado desde las metodologías


MonteCarlo, lopa (Capas de Protección, por sus siglas en inglés),
árboles de fallos, de consecuencias, ánálisis Markov, técnicas ba-
yesianas, entre otros.

• El tratamiento podría modelar las opciones propuestas en técnicas


como haccp (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control, por
sus siglas en inglés), escenarios multicriterio, y bia (Análisis del
Impacto en el Negocio, por sus siglas en inglés).

Una manera de abordar el problema y generar medidas de trata-


miento se basa en la organización de la gerencia de seguridad, vincu-
lando las habilidades técnicas a las habilidades gerenciales, toda vez
que las primeras incluyen actividades propias de la administración
(planear, organizar, dirigir, coordinar y controlar). Cobra vital im-
portancia este componente en la medida en que aquel Gerente de se-
guridad primero es gerente (habilidad administrativa) y luego es de
seguridad (habilidad técnica) (Sennewald & Baillie, 2015). La habi-
lidad técnica se refiere específicamente a la actividad de la seguridad,
ligada a los propios modelos de seguridad, que a su vez son modelos
de prevención en los que se encuentran la seguridad física, seguridad
del personal, seguridad de la información (o ciber-seguridad), segu-
ridad reputacional y seguridad de las operaciones. Así mismo, mode-
los de control o mitigación, como la gestión de crisis, y modelos de
recuperación como las investigaciones y los seguros, tal como como
se muestra en la figura 1.

168 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Detección
Retardo Física
Respuesta Planear
Prevenir
Personal

Contratar y

GERENCIA DE SEG URIDAD


mantener Información
Organizar
honestos

Confidencialidad
Dirigir
Integridad
Disponibilidad

Manejo de crisis Controlar


Restablecer Coordinar
operacines
normales en
corto tiempo

Controlar
Qué sucedió
Cómo sucedió
Investigación Recuperar
Poderlo demostrar

Figura 1. Relación habilidades técnicas vs. habilidades gerenciales


Fuente: elaboración propia.

Modelos de prevención
En este contexto, prevenir es reducir la probabilidad de que un evento
de pérdida ocurra, es anticiparse a un ataque de un adversario o per-
petrador, ya sea interno, externo o interno trabajando para un externo
(García, 2006). Estas situaciones conllevan a implementar contrame-
didas para que dicho adversario no tenga éxito. Los escenarios donde

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 169


se prevé que puede encontrar vulnerabilidades y que sean aprovecha-
das, se asocian a todos los procesos de la organización y pueden divi-
dirse para su estudio en los siguientes modelos de seguridad:

1. Seguridad física.
2. Seguridad del personal.
3. Seguridad de la información.
4. Seguridad de las operaciones.
5. Seguridad reputacional.

Seguridad física
Tiene como objetivo negar el éxito del adversario toda vez que este
pueda tener intenciones, motivaciones y capacidades para hurtar, sa-
botear o lesionar a alguien. Para esto, son consideradas contramedidas
que logran detectar y demorar a un perpetrador, mientras la respuesta
de la fuerza de seguridad se despliega para interrumpir a dicho adver-
sario en su progreso al activo de interés. La combinación de la eficacia
en las medidas de detección, retardo y respuesta que se cuantifican a
través del modelo Estimative Adversary Sequence Interruption (easi)
(García, 2008). Este proporciona como resultado la Probabilidad de
Interrupción, es decir, qué tan probable es que el perpetrador pueda
ser interrumpido, considerando las medidas de seguridad existentes.
La eficacia del sistema se puede representar utilizando únicamente la
Probabilidad de Interrupción (pi), o mediante el uso de ambos, pi y
Probabilidad de Neutralización (pn) en los sitios en donde una res-
puesta inmediata va a confrontar físicamente al adversario (asis Inter-
national, 2012c). La eficacia del sistema se considera en conjunto con
los sistemas de detección, retardo y respuesta, al funcionar de manera
simultánea, como lo muestra la figura 2.

170 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Beginnig security survey
PREVENCIÓN CONTROL RECUPERACIÓN Risk assessment
Identification with sensors
Física
Manejo de crisis Delay with barriers
Investigaciones
Del personal Continuidad Guards in response
Seguros
del negocio Execution to the plan
De la información
Survey to assess

Diagnóstico Diseño Implementación Evaluación

P
Interna
FUNCIONES Media R
R Externa O
I Amenaza Detección F
E Vulnerabilidad U
N
S Demora
D
G I
Consecuencia Respuesta D
O
A
D

Nota: beginnig security survey = encuesta de seguridad de inicio; risk assessment= valoración del riesgo;
identification with sensors = identificación con sensores; delay with barriers= retardo con barreras;
guards in response= guardas en función de respuesta; execution of the plan= ejecución de proyecto;
survey to assess= encuesta para evaluar la eficacia.

Figura 2. Modelos de seguridad y funciones de seguridad física


Fuente: elaboración propia.

Seguridad del personal


Se enfoca en el cuidado de los empleados, protegerlos de amenazas
externas, de la propia organización, de otros empleados y de sí mis-
mos. Se deben establecer parámetros sobre la protección ejecutiva
para procesos de investigación pre-empleo, y así asegurar la contra-
tación de los mejores candidatos sin involucrarse en prácticas discri-
minatorias, ser honestos con los candidatos a través de la capacitación
y el gobierno corporativo ejemplarizante, generar un correcto proceso
de desvinculación para limitar motivaciones personales que puedan

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 171


causar riesgos asociados a la pérdida de imagen por escándalos y re-
velación de secretos comerciales. La seguridad del personal incluye
también la prevención de la violencia en el lugar de trabajo, la pre-
vención del consumo de sustancias controladas y el libre derecho a la
asociación, así como la revisión de procedimientos que puedan volver
susceptibles a los empleados a cometer algún acto deshonesto, como
el fraude dado por la oportunidad en el desarrollo de funciones. Estos
programas están diseñados para orientar a la gerencia y a los emplea-
dos en aspectos relacionados con la naturaleza, tipos y áreas más vul-
nerables a las pérdidas en la organización (asis International, 2012a).

Seguridad de la información
Comprende la protección de datos contenidos en medios físicos, in-
formáticos e incluso los dispuestos en el ciber-espacio. Por ende, la
ciberseguridad se contempla en este segmento. La seguridad de la in-
formación busca reducir las oportunidades de afectación de la inte-
gridad de los datos (previniendo su manipulación), la disponibilidad
de la información (previniendo la restricción a su acceso, aun con ese
atributo) y su confidencialidad, dado que se expone a la revelación
de secretos comerciales, corporativos o incluso de seguridad nacio-
nal. Infortunadamente, los ataques a la seguridad de la información,
en su mayoría, no dejan evidencia física que pueda dar información
real y actual sobre un ataque, el uso de herramientas como la inge-
niería social y el malware, ponen en situación de vulnerabilidad a los
sistemas. Sin embargo, la información no solo está en el medio ló-
gico, los documentos físicos y la información de la que se apropian
los empleados en la naturalidad de su trabajo a partir de la necesidad
de saber, también tienen que ser protegidos. El uso de tecnología de-
manda un desafío de mayores competencias para el responsable de la

172 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


seguridad corporativa. En términos de intercambio de información, el
mundo está interconectado como nunca antes. Debido a este nivel de
interconectividad global, las amenazas a los activos de información
han llegado a ser más difusas, difíciles de reconocer y pueden actuar
más rápido, lo cual quiere decir que el nivel de riesgo está aumentando
(asis International, 2012b).

Seguridad de las operaciones


Podría ser el más cambiante de los modelos de seguridad, dado que
este implica la protección de la esencia del negocio (core business) y su
cadena de suministro puede estar relacionada con bienes o servicios.
Una operación empresarial podría ir desde la producción y comercia-
lización de productos manufacturados (bienes), hasta el suministro
de educación, consultoría, entre otros servicios. Sin embargo, el es-
tudio de estas operaciones ha logrado identificar entradas, procesos
propios de la organización, salidas y procesos de terceros, que aunque
ajenos, comprometen la responsabilidad de la organización. De esta
forma, establecer un modelo de seguridad en la cadena de suminis-
tro (Security Supply Chain) es fundamental. Organizaciones y compañías
privadas que rastrean su material y que pueden compartir datos de la
trazabilidad en la cadena de suministro son capaces de identificar las
potenciales pérdidas de alto valor a través de registros de la empresa,
redes informales, fuentes de aplicación de la ley, documentos de código
abierto y otros medios (Burges, 2013). De la misma manera, es posible
identificar puntos críticos de control para prevenir eventos de sabotaje,
contaminación, falsificación o contrabando. Una manera holística de
comprender la operación completa de la organización es establecer su
cadena de suministro, sus entradas, sus salidas y la relación de las par-
tes (eslabones) con el todo (cadena), tal como lo representa la figura 3.

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 173


RIESGOS

MEDIO AMBIENTE

TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN

L S
O E
R G G
Í U
Orden de compra R
S R
Pago H T I
H I D
C A
A D

Logística de reversa

Proveedor Producto físico


Material de empaque

Insumos
Materia prima
Equipo
Máquinas
Agencia Personal
Fuerza laboral
Propio-contratado
Suministrado

T B T C T A P
D U
U E
A R
T N T
A O

ICOTERMS

Figura 3. Cadena de Suministro


Fuente: elaboración propia.

174 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


RIESGOS

MEDIO AMBIENTE

TECNOLOGÍA DE LA INFORMACIÓN

Alta dirección C O
F
O P
Gerencias I
M E Orden de compra
N
Jefaturas E R Pago
A
R A
N
Coordinaciones C C
Z
I I
Supervisores A
A Ó
S
Operarios L N

Control de calidad

Almacén
EXPO P
A DESPACHO T
Gente trabajando T
I
Almacén O
Manufactura Nacional

C U
T P A T CD T L T S
U D I U
E U
N E A
R A N R
T N
A O A T T
E
I
O

ICOTERMS

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 175


Seguridad reputacional
Es el modelo de seguridad más crítico en la organización. Mientras los
activos físicos pueden llegar a recuperarse por indemnizaciones, tra-
bajo extra o recapitalización por los socios, la reputación es el valor
intangible que no solo las personas cuidan con esmero, sino también
las organizaciones. La reputación organizacional se puede ver afectada
por eventos asociados a la corrupción, soborno, fraude, lavado de ac-
tivos y financiación del terrorismo, actividades que tienen como carac-
terística relevante la participación dolosa o accidental de un miembro
de la organización, actividades que requieren una preparación especial
y un conocimiento fino de un proceso particular de la organización en
el que se encuentran vacíos, no se aplica la segregación de responsa-
bilidades o se concentra la toma de decisiones. Una vez publicada la
información relacionada con estos eventos, la capacidad de limitar los
daños se convierte en una tarea poco exitosa. Aunque la preocupación
es corporativa, el nivel estatal también está expuesto. Precisamente,
la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (ocde)
y la Organización de Estados Americanos (oea) firmaron en el 2007 un
memorando de entendimiento para instaurar un marco de cooperación
para las iniciativas anticorrupción. Este acuerdo apoya los objetivos
comunes de modernización del Estado, prevención y represión de la
corrupción, y promoción de la aplicación de la Convención Interame-
ricana contra la Corrupción de la oea en 1996 y de la Convención de las
Naciones Unidas contra la Corrupción en el 2003 (bdo-Global, 2019).

Modelos de control
Los modelos de control se relacionan con la reducción del impacto/
consecuencia en el escenario de la mitigación. Este programa se asocia al

176 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


manejo de crisis en su propósito de reanudar las actividades a “modo
normal”, tal como lo hacía la organización antes del acto disruptivo.
Las emergencias y contingencias inesperadas suceden con una regu-
laridad desalentadora. Cuando ocurre un desastre u otro tipo de emer-
gencia, se deben tomar varias decisiones mientras el suceso continúa
en desarrollo y se desconoce la verdadera dimensión de la situación
(asis International, 2012d). Los modelos específicos de seguridad que
permiten abordar los programas de control podrían tener una estruc-
tura denominada “Plan de manejo de crisis” que considera un “Marco
de referencia” y un “Plan de continuidad del negocio”. El primero se
refiere a aspectos teóricos y de referencia organizacional como propó-
sito, justificación, alcance, objetivos, miembros de los comités, datos
de contacto, entre otros. El Plan de continuidad del negocio, aborda los
momentos relevantes de la operación: antes, durante y después. Antes,
refiere a planes de resiliencia organizacional, que prepara a la orga-
nización para soportar actos disruptivos, perturbadores o indeseables.
Durante, se relaciona con planes de mitigación del incidente, que se co-
nocen, en nuestro contexto, como planes de emergencia, cuyo objetivo
es controlar la emergencia, mitigando las pérdidas durante la presen-
cia del evento disruptivo. Después, los planes de recuperación del de-
sastre buscan reanudar las operaciones reduciendo los tiempos para
volver a la normalidad de las operaciones. Una crisis tiene el potencial
de detener de manera impactante la operación, puede inclusive afectar
a aquellas organizaciones externas, públicas o privadas a las cuales se
acudiría como parte de los acuerdos de ayuda mutua. Planear escena-
rios de crisis puede resultar tan obvio, que no se lograría dimensionar el
efecto nefasto de su materialización. La planeación en “estados comu-
nes” vuelve monótonos los ejercicios y hace perder de vista el compro-
miso de la organización por mantenerse viva en el mercado. El manejo
de crisis es una actividad estratégica de la organización, involucra las

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 177


actividades sensibles, compromete la seguridad y salud de los traba-
jadores, pues su protección resulta subordinada a las decisiones de un
comité influido positivamente por la tesis, los argumentos y contrar-
gumentos del líder de gestión de riesgos de seguridad empresarial.
En ese sentido, el plan de continuidad de negocio se entiende como
el plan para mantener en funcionamiento la operación del negocio en
los niveles que pueda mantener las operaciones críticas. Esto implica
un ejercicio de identificación de los procesos críticos de la compañía,
y los estados tolerables de estos para diseñar las mejores contramedi-
das. Según asis International, el modelo comprende dos etapas. En la
primera, fases de construcción, y en la segunda, actividades de man-
tenimiento (asis International, 2005). Según la norma iso 22301:2019
(Sistemas de gestión de continuidad de negocio), se entienden las ne-
cesidades de preparación para la continuidad, en términos de una po-
tencial interrupción de las operaciones considerando conceptos como
máxima parada aceptable, máximo periodo tolerable de disrupción,
mínimo objetivo de continuidad del negocio, punto objetivo de recu-
peración, tiempo objetivo de recuperación, análisis de impacto en el
negocio y acuerdos de ayuda mutua (iso, 2012).

Modelos de recuperación
Los modelos de recuperación también se asocian con la mitigación en
el sentido de recuperar, en los casos que esto sea posible, los activos
físicos perdidos o afectados por eventos que los modelos de preven-
ción no lograron evitar, y aquellos que los modelos de control no lo-
graron contener satisfactoriamente. Estos modelos son:

1. Investigaciones.
2. Seguros.

178 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


El propósito de las investigaciones es determinar qué sucedió,
cómo sucedió, poderlo demostrar y ser la entrada para nuevas alter-
nativas de prevención con el propósito de evitar su repetición. Las in-
vestigaciones pueden tener un objetivo diferente y, de allí, quién es el
responsable de conducirla. En el contexto corporativo, la investigación
o indagación administrativa se limita exclusivamente a determinar las
causas por la cuales el evento de pérdida ocurre; mientras en la in-
vestigación criminal o judicial, la mayoría de los casos está a cargo de
los organismos de seguridad del Estado y aplica protocolos específicos
de cadena de custodia, busca identificar al responsable, al culpable y
presentar las evidencias para su judicialización. Desde una perspectiva
de gestión, es importante considerar el propósito de la investigación,
tanto a nivel de operativo como a nivel estratégico. En el caso de nivel
operativo, se establece el contexto dentro del cual se llevó a cabo el
evento y se ayuda a mantener a la gente trabajando el caso particular.
A nivel estratégico, con el propósito de una investigación, se deter-
mina la planificación, organización y equipamiento necesarios (asis
International, 2010).
De otro lado, la seguridad indemnizatoria combina actividades de
prevención y recuperación. Tradicionalmente, la oportunidad de ase-
gurar activos ha estado condicionada a un requisito legal o contractual,
y no por una iniciativa de seguridad como producto de la identificación
de un evento de baja probabilidad y con un potencial de interrumpir
de manera dramática la operación. Las pólizas de seguros, a través de
las cláusulas de garantías, llevan al tomador de decisiones a aplicar
medidas de autocuidado y de prevención que buscan la reducción de
la probabilidad de ocurrencia del evento. Si estas no son aplicadas, la
conclusión podría orientarse a una negación en la reclamación o in-
demnización. Más allá de los riesgos previsibles, la cobertura contri-
buye a la reducción económica de la pérdida, siempre que se hayan

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 179


tomado las medidas razonables para su no ocurrencia. Del mismo
modo, las pérdidas que no se puedan reparar por vía económica, como
la afectación de reputación o daño de imagen, no son consideradas en
su extensión por este modelo. Las herramientas de gestión de riesgos
son proactivas o reactivas, pero los seguros son una combinación de
ambas. La actitud proactiva es la forma más conocida de transferir el
riesgo y, de hecho, se considera un activo de la organización. También
es reactiva porque los beneficios del seguro no se usan hasta después
de que la pérdida ocurre (asis International, 2012a).
Así las cosas, la gestión de riesgos de seguridad empresarial con-
sidera todos los riesgos de la organización que tienen origen delibe-
rado, así afecten la seguridad y salud de los trabajadores. Integra de
manera transversal las preocupaciones de la organización por man-
tener en estados aceptables los riesgos identificados, una articulación
adecuada de los diferentes modelos podría considerarse como lo in-
dica la figura 4.

Relación costo/beneficio
Las medidas de seguridad que implementan las organizaciones deben
ser presupuestadas, lo que significa un esfuerzo económico por parte
del liderazgo ejecutivo. Habitualmente se habla de “inversión en se-
guridad”, cuando en realidad se trata de un gasto. El primero, es el uso
de una porción de la producción de un segmento para incrementar la
producción del próximo periodo o aumentar el stock de capital, mien-
tras el segundo incluye gastos de ventas tales como remuneraciones
y comisiones pagadas al personal de ventas, propaganda, promoción,
entre otras. Asimismo, comprende todos los gastos de administración
tales como remuneraciones del personal administrativo, impuestos y

180 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


DE SEGURID
SGOS AD
RIE EM
DE PR
ÓN ES
TI AR
ES Estructura IA
G
para la

L
gestión
Riesgos de
Educación seguridad
física
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Investigación RIESGOS seguridad


DOLOSOS QUE personal
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C IÓ

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SE
N

E Ñ
O
EM Riesgos de
Gestión I M PL
seguridad de
de crisis información

Riesgos de Riesgos de
cumplimiento la operación

Figura 4. Integración de gestión de riesgos empresariales


Fuente: elaboración propia

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 181


suscripciones (Bolsa de Valores de Guayaquil, 2012). Ciertamente es un
gasto que tiene un retorno y un beneficio.
La palabra “inversión” implícitamente trae conceptos de renta o
utilidad, medidos por un medio estándar que es el dinero: “invierto 10
porque espero recibir más adelante 12, 13 o más”. El liderazgo ejecu-
tivo entiende que las erogaciones hacia la gestión de riesgos de segu-
ridad empresarial pueden ser onerosas, como también entiende que
por esta área de la organización no hay ingresos que se puedan tra-
ducir en ganancias líquidas; de manera que el desafío se orienta a jus-
tificar, desde el enfoque de la relación costo/beneficio, un programa
de seguridad que intente reducir la probabilidad y limitar las conse-
cuencias de manera razonable y al mejor precio. Del mismo modo, es
un desafío para el líder de la gestión de riesgos de seguridad empre-
sarial exponer a los tomadores de decisiones la necesidad de pro-
teger la organización ante amenazas, ya que una aproximación al
concepto de análisis de impacto en el negocio podría indicar lo que
significa para la organización una pérdida significativa por no desti-
nar recursos para su prevención, control o recuperación, casos como
cisnes negros en un avión impactando edificios, o una pandemia que
mantiene a una población mundial confinada en su casa, son claros
ejemplos de la necesidad de preparase, aun para los escenarios poco
probables. El éxito de la aprobación del presupuesto de seguridad se
basa en la capacidad que tiene el líder de gestión de riesgos de se-
guridad empresarial para presentar un caso estructurado de negocio
(business case) que hable el “idioma de los negocios”. Construir un
caso de negocios convincente para superar los desafíos y expresar la
importancia del trabajo relacionado con el riesgo puede parecer des-
alentador, pero si vale la pena implementar el programa, vale la pena
expresar su posición (ocge, 2018).

182 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


La gestión de riesgos de seguridad empresarial formula una en-
trada que permite valorar los riesgos inherentes, convirtiéndose en
una línea de base. El conocimiento del contexto y de la manera en que
la organización opera permite definir el nivel de protección requerido
de tal manera que este se vuelva en una referencia. Así, esta línea de
base se convierte en el punto de partida y el nivel de protección re-
querida en el punto de llegada. En la relación costo/beneficio no solo
se considera el costo de las medidas a implementar, sino el costo en
términos del traumatismo que toda transición genera al implementar
medidas estructurales, cuyo impacto se puede palear con un correcto
proceso de gestión de cambio aplicado de manera permanente.

Conclusiones
La gestión de riesgos de seguridad empresarial se convierte en la he-
rramienta más efectiva para conducir y monitorear todos los modelos
de seguridad al interior de las organizaciones, considera una etapa de
diagnóstico que permite establecer de manera objetiva y libre de sesgo
las probabilidades de cada riesgo, así como los efectos negativos que
este tendría en el momento de su materialización. La consideración
del nivel de protección requerida, específica para cada organización,
considera no solo el contexto sino sus objetivos, así se establecería una
referencia en sentido de lograr el mejor escenario posible. Lo ante-
rior da entrada a la etapa de diseño, en la que se conciben las mejores
alternativas, tanto organizacionales como procedimentales y técni-
cas, una mixtura entre tecnología, procedimientos y personal, que
tendrían como resultado la reducción de riesgo a estados aceptables
(Patterson, 2016). La etapa de la implementación llega a considerar el
costo asumido por la organización en relación con el beneficio recibido

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 183


de la materialización de robustos, pero dinámicos y flexibles mode-
los de seguridad, se genera un inventario de contramedidas por im-
plementar que, organizadas razonablemente, se gestionan como un
proyecto de alto impacto para la organización. Como etapa última y
permanente se establece la evaluación, que permite mantener un es-
tado de actualización recurrente, por lo que es necesario establecer
medidas de seguimiento, a manera de indicadores claves de desem-
peño, que permitan validar que el esfuerzo de la organización tuvo un
efecto en la reducción del riesgo inherente, a un costo razonable.
En este sentido, el enfoque basado en riesgos permite a los to-
madores de decisiones decantarse por la mejor opción con niveles de
certidumbre informados y orientar el esfuerzo de seguridad en áreas
que verdaderamente lo necesitan, teniendo en mente que la admira-
ción de los recursos en seguridad en realidad es la administración del
recurso escaso. La gestión de riesgos de seguridad empresarial, enton-
ces, contribuye a la estructura del profesional de seguridad, ya que le
permite orientarse dentro del contexto empresarial, organizacional o
corporativo, creando métricas e indicadores claves de desempeño con
cobertura a todas las áreas susceptibles.

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184 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


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John Wiley & Sons Inc.

Capítulo 6 · La gestión de riesgos de seguridad empresarial 185


Capítulo 7

La gestión de seguridad
en la cadena de
suministro
Álvaro F. Moncada N.*

* Doctor en empresa en la economía internacionalizada. Magister en Administración de


empresas y liderazgo estratégico. Investigador del programa de Maestría en Logística
Aeronáutica de la Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana. Correo electrónico:
alvaro.moncada@hotmail.com.

187
CÓMO CITAR

Moncada, A. F. (2020). La gestión de seguridad en la cadena de suministro.


En Y. Rico, D. López Cortés, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en Seguridad
Integral (pp. 187-207). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.8667/9789585996199.07

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 7.
La gestión de la seguridad en la cadena de suministro
https://doi.org/10.8667/9789585996199.07
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

Con el fin de mantenerse competitivas en entornos dinámicos, las em-


presas han requerido rediseñar sus cadenas de suministro para hacerlas
cada vez más complejas y extensas, producir en países de bajo costo, con
mayor número de eslabones y actores globales, lo cual en conjunto genera
nuevas amenazas y riesgos que tienen su origen fuera de la empresa. Las
interrupciones en la cadena de suministro y la turbulencia del entorno,
muestran que las capacidades logísticas disponibles en las organizaciones
(basadas en tiempo, costos, eficiencia y calidad) no son suficientes para
identificar y mitigar las nuevas amenazas y riesgos existentes producto
de diversos fenómenos como la globalización, las crisis económicas y la
masificación de la tecnología, las cuales hacen cada vez más vulnerables
dichos procesos a eventos internos y externos, especialmente los rela-
cionados con el comercio exterior y el transporte multimodal. Esta nueva
perspectiva demanda la incorporación de un nuevo elemento, la seguri-
dad vista como un componente esencial para su adecuado funcionamiento
y continuidad, ampliando su orientación de eficiencia en los procesos y
riesgos operativos, hacia un enfoque global que incorpora la seguridad en
cada uno de sus eslabones y actores.

El presente artículo incorpora la gestión de seguridad en la cadena de sumi-


nistro, y presenta una propuesta para su análisis, usando como fundamento
el estándar de mayor aplicación a nivel global, iso 28000. Con la anterior,
se brinda a la dirección de la empresa y a sus directivos, los elementos ade-
cuados para la incorporación de la gestión de seguridad en su cadena de
suministro (gscs), fortaleciendo sus capacidades logísticas de gestión de la
demanda, gestión del suministro y gestión e intercambio de información.

PALABRAS CLAVE

Control de calidad; gestión de recursos; operación administrativa; preven-


ción de riesgos; seguridad.

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 189


Introducción
En el panorama económico actual, la gestión de la cadena de sumi-
nistro es un elemento fundamental en el desarrollo económico de las
naciones (Porter, 1987). Para mantenerse competitivas en merca-
dos globalizados, las empresas se han visto obligadas a rediseñar sus
cadenas de suministro, creando unas cada vez más complejas y ex-
tensas, basadas en la producción en países de bajo costo y con ma-
yor número de proveedores distribuidos por el mundo (Stajniak,
2010). Esto se traduce en nuevas amenazas y riesgos, que no necesa-
riamente tienen su origen en el interior de la organización o sus pro-
pios procesos.
Resultado de estos fenómenos externos, la cadena de suministro
es cada vez más susceptible a las perturbaciones y vulnerable a even-
tos políticos, sociales y económicos, convirtiendo su seguridad en un
reto complejo que demanda nuevos paradigmas para su identificación,
análisis, valoración y mitigación (Chopra & Meindl, 2016).
En la cadena de suministro se pueden identificar espacios crí-
ticos en relación con la seguridad, por lo cual este factor se ha con-
vertido en prioritario frente a los procesos de comercio global en las
épocas recientes. En ese sentido, su adecuada gestión es un elemento
fundamental del proceso logístico que amplía su alcance y la con-
vierte en un requisito esencial para entregar los productos en el lugar
correcto, el momento adecuado, con la cantidad y calidad requerida
(Stajniak, 2010).
La dinámica del entorno muestra que las capacidades logísticas
disponibles de la organización (basadas en tiempo, costos, eficiencia y
calidad) no son suficientes para identificar y mitigar las nuevas ame-
nazas y riesgos existentes, producto de diversos fenómenos como la

190 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


globalización, las crisis financieras, los desequilibrios económicos y
la masificación de la tecnología. Estos fenómenos hacen cada vez más
vulnerables las dinámicas de la cadena de suministro a sus eventos
internos y externos, en especial los relacionados con el comercio ex-
terior y el transporte multimodal.
Dicho esto, el riesgo en este escenario se define como “la pro-
babilidad y el impacto de eventos o condiciones imprevistas de nivel
macro o micro que influyen adversamente en cualquier parte de una
cadena de suministro, conduciendo a fallas o irregularidades de ni-
vel operacional, táctico o estratégico” (Ho et al., 2015, p. 5035). A su
vez, Tablado (2016) lo define como los posibles sucesos que afectan
de manera negativa el flujo de productos o servicios, cuyo resultado
puede ser expresado en términos de perjuicio de orden cuantitativo
o cualitativo, o en sus palabras, “la gestión del riesgo en la cadena
de suministros trata de valorar, identificar y cuantificar las poten-
ciales disrupciones para reducir el impacto en la misma” (Tablado,
2016, p. 2).
Esta nueva perspectiva demanda la incorporación del elemento
seguridad, como componente esencial para el adecuado funciona-
miento de la cadena de suministro, al ampliar su orientación de efi-
ciencia en los procesos y riesgos operativos hacia un enfoque más
global que incorpora la seguridad en cada uno de sus eslabones y ac-
tores. De ese modo, se busca responder a dicha necesidad mediante el
análisis de la visibilidad, la capacidad de respuesta y la agilidad, como
elementos fundamentales para garantizar que las cadenas de sumi-
nistro del futuro conserven su ventaja competitiva.
Partiendo de un marco teórico sustentado en la seguridad de
la cadena de suministro, este trabajo analiza los tipos y factores de
riesgo que inciden en ella, desde la perspectiva de la cadena de valor,

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 191


clasificando el riesgo de la demanda, riesgo en la manufactura, riesgo
en el suministro y riesgo en el flujo, para en conjunto evaluar su im-
pacto y probabilidad de ocurrencia. Como resultado, se establece un
marco de referencia para la gestión del riesgo en la cadena de sumi-
nistro a partir de la identificación de riesgos y amenazas, el análisis
de riesgos, la valoración y priorización de los riesgos, la implemen-
tación de las medidas que mitigan los riesgos y el monitoreo y segui-
miento de la implementación, que, alineados con las normas de las
iso 28000, permiten un mejoramiento continuo de la seguridad en la
cadena de suministro y conducen a la generación de ventaja comercial
y competitiva.

Marco teórico
La seguridad en los procesos habituales de la cadena de suministro
puede definirse como el “esfuerzo colaborativo interorganizacional
que utiliza metodologías cuantitativas y cualitativas de gestión de
riesgos para ‘identificar, evaluar, mitigar’ y monitorear sucesos o si-
tuaciones inesperadas de nivel macro y micro, que podrían afectar ad-
versamente cualquier parte de una cadena de suministro” (Ho et al.,
2015, p. 5036).

La seguridad en la cadena
de suministro
Los diversos incidentes que ocurren en los países (terrorismo, narco-
tráfico, piratería, entre otros) y dentro de ellos (robos, huelgas, crisis

192 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


políticas y económicas), así como desastres naturales y ambientales,
han obligado a las empresas a aumentar los controles y el seguimiento
en el comercio internacional y local para garantizar la seguridad de las
operaciones comerciales, mediante la implantación de mecanismos de
actuación, que requieran algún tipo de estandarización y homologa-
ción entre los actores, a fin de que resulten efectivos para las partes
y no incrementen significativamente los costos de las transacciones
asociados a la logística de los productos y servicios. Es así como sur-
gen los sistemas de gestión de seguridad en la cadena de suministro,
tales como iso 28000, Business Anti-Smuggling Coalition o Coalición
Empresarial Anticontrabando (basc) e innumerables iniciativas de los
países para el movimiento y control de mercancía, entre las que se en-
cuentran Customs-Trade Partnership Against Terrorism o Asociación
de Aduanas y Comercio contra el Terrorismo (c-pat), World Customs
Organization u Organización Mundial de Aduanas (wco), Operador
Económico Autorizado (oea) y Nuevo Esquema de Empresas Certifi-
cadas (neec)1.
Dentro del alcance de dichas iniciativas se propone el estableci-
miento de lineamientos para el tratamiento adecuado de la seguridad,
la implantación de un sistema de análisis y gestión de riesgos, la eva-
luación y gestión del componente de seguridad a todos los actores de
la cadena, así como la comprensión y difusión sobre la idea de cons-
truir una cultura de la seguridad que coordine todas las actividades y

1 En específico, aduanas de los ee . uu . e Iniciativa de Protección de Fronteras (Border


Protection Initiative), el Modelo de Normas de la Organización Mundial de Aduanas para
la seguridad de la cadena de suministro (wco) y el Reglamento de la Comunidad Europea
para la Mejoría de la Seguridad de la Cadena de Suministro del Operador Económico
Autorizado (oea).

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 193


esté acorde a los desafíos del contexto. Cada estándar se compone de
la identificación y evaluación de amenazas, la gestión y tratamiento
del riesgo, la aplicación de normas que buscan contener las amenazas
y riesgos, la preparación para atender incidentes de seguridad y emer-
gencias, la gestión adecuada de los fallos e incidentes relacionados con
la seguridad de la cadena de suministro y la gestión de la documenta-
ción (Intedya, 2016).
Según Peláez (2009), un sistema de gestión de la seguridad para la
cadena de suministro es el componente de la gestión que comprende
“la estructura organizativa, las responsabilidades, las prácticas, los
procedimientos, los procesos y los recursos para determinar y llevar a
cabo la política de gestión de la seguridad en la cadena de suministro”
(2009, p. 28).
Por su parte, Monroy & Monroy (2014) afirman que normalmente
un sistema de gestión “ayuda a las compañías a reducir costos en sus
procesos, mejorar la efectividad de las operaciones, incentivar la in-
novación, potencializar la empresa en su mercado, eliminar barreras
administrativas y comerciales, aumentar la satisfacción de clientes y
sobre todo, a proteger todos y cada uno de sus procesos” (p. 20). Para
su desarrollo se requieren cuatro etapas que describen el paso a paso
del proceso, el cual, en la medida que se vuelve un ciclo recurrente,
obtiene mejorías.
Según la iso, un sistema de gestión se compone de cuatro etapas:

1. Etapa de generación del sistema de gestión propuesto.


2. Etapa de planeación en la que se definen las estrategias y estruc-
turas requeridas para la implementación del sistema.

194 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


3. Etapa de implementación en la cual se ejecutan las acciones es-
tablecidas para poner en funcionamiento el sistema en la orga-
nización.
4. Etapa de control en la que se establecen los indicadores de des-
empeño del proceso que miden el cumplimiento de los objetivos
fijados y se determinan las acciones preventivas y correctivas que
puede requerir el sistema.

Tipos y factores de riesgo


en la cadena de suministro
Según Trkman y McCormack (2009) y Olson y Wu (2010), los riesgos
en la cadena de suministro se clasifican en internos y externos, de-
pendiendo de la fuente que los origina, los internos son propios de la
empresa y externos son los del entorno. En esa línea, Lin & Zhou (2011)
proponen tres categorías de riesgos: (i) riesgo organizativo o interno,
(ii) riesgo de la cadena de suministro o relacionado con la red y (iii)
riesgo ambiental o externo.
Por otra parte, Ho et al. (2015) proponen un marco conceptual
para la clasificación del riesgo de la cadena de suministro con diversos
grados de impacto (riesgos macro y micro), tanto en la cadena de su-
ministro externa como interna (riesgos de demanda, fabricación y
suministro) y diferentes tipos de flujo (información, transporte y ries-
gos financieros).
En la siguiente tabla se presenta un resumen de los factores de
riesgo y sus principales eventos:

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 195


Tabla 1. Identificación de riesgos según factores y tipo

Factor
Eventos
de riesgo

• Pronósticos imprecisos de • Poder del cliente.


la demanda. • Deficiente relacionamiento
Riesgos en • Variabilidad de la demanda. con el cliente.
la demanda • Incertidumbre de la demanda. • Cambios en la competencia.
• Efecto látigo. • Ciclo de vida de los productos.
• Exigentes niveles de servicio. • Cambios en el mercado.

• Huelgas. • Flexibilidad de la producción.


• Ambiente deficiente de trabajo. • Capacidad de producción.
• Insatisfacción de los • Calidad y seguridad de
Riesgos en la trabajadores. productos.
manufactura • Ausencia de planes de • Mantenimiento insuficiente.
entrenamiento. • Proceso de fabricación inestable.
• Obsolescencia de productos. • Cambios de diseño.
• Costos de inventario. • Cambios tecnológicos.

• Imposibilidad para manejar • Dependencia de proveedores.


cambios en la demanda. • Tercerización.
• Fallas en los requerimientos • Número de proveedores.
de entrega. • Falta de integración
Riesgos en el • Imposibilidad de precios con proveedores.
suministro competitivos. • Gestión de proveedores.
• Retrasos tecnológicos. • Fortaleza de los proveedores.
• Incapacidad para atender • Contrato.
requerimientos de calidad.
• Bancarrota de proveedores.

• Comercio electrónico. • Fluctuaciones en las divisas.


• Demoras en la información. • Fortaleza financiera del cliente
• Falta de transparencia de la • Variaciones de costo.
información entre logística y • Fluctuaciones de precio.
comercialización. • Bajos márgenes de
• Seguridad de Internet. rentabilidad.
Riesgos en • Falta de compatibilidad en las • Crecimiento del mercado.
los flujos plataformas de it. • Tamaño del mercado.
• Fragmentación de proveedores • Tiempo de procesamiento
de transporte. interno.
• Entrega a tiempo, dentro del • Gestión de cartera de clientes.
presupuesto. • Periodos de crédito.
• Daños en el transporte.
• Accidentes en el transporte.

Fuente: elaboración propia a partir de Trkman & McCormack (2009), Olson & Wu (2010),
Lin & Zhou (2011), Bowersox et al. (2012), Gligor & Holcomb (2012), Ho et al. (2015)
y Manners-Bell (2017).

196 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Impactos del riesgo en la cadena
de suministro
Según el tipo de daño (posible o potencial), se diferencian cuatro im-
pactos de los riesgos en la cadena de suministro, categorizados de
acuerdo con las posibles consecuencias en la organización:

a. Catastróficos: son sucesos que arriesgan la supervivencia de las


organizaciones, los más comunes son los asociados a desastres
naturales.
b. Críticos: son aquellos eventos que tienen una consecuencia grave
en el desarrollo de las operaciones de la cadena de suministro,
pero sus alcances negativos no son una amenaza para el desa-
rrollo normal de la compañía.
c. Marginales: se estipulan como riesgos que se controlan sin nin-
guna dificultad y su alcance es leve para la empresa.
d. Despreciables: sus efectos no se perciben a simple vista por la
empresa. Además de ello, son elementos que hacen parte del día
a día de las operaciones de la organización (García, 2009; Cerem
Comunicación, 2017).

Matriz de riesgo e impacto


Tabla 2. Matriz de riesgos en la cadena de suministro

Impacto
Despreciable Menor Moderado Crítico Catastrófico
Muy alta B B A A A
PROBABILIDAD

Alta B B B A A
Media C B B A A
Baja C C B A A
Muy baja C C C B A
Fuente: elaboración propia.

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 197


Según lo establecido en los numerales anteriores, para cada riesgo
se debe: (i) medir la probabilidad de ocurrencia del riesgo en la clasi-
ficación de raro, poco probable, posible, probable y muy probable, y
(ii) medir el impacto o consecuencia de la ocurrencia del evento de
riesgo en la clasificación de insignificante, menor, moderado, elevado
o crítico y extremo o catastrófico.
El procedimiento consiste en (i) la ubicación de cada riesgo según
su probabilidad e impacto en la matriz de riesgos y (ii) la clasificación
de los riesgos en las categorías de: importancia alta (A), media (B) y
baja (C).
El riesgo puede ser medido en forma económica, cuando se dis-
pone de la información sobre el costo de la ocurrencia del riesgo, in-
cluida su recuperación de la situación de contingencia. Este se conoce
como el valor monetario esperado (emv) y es calculado así:

emv = Probabilidad × Impacto * Costo

Gestión del riesgo en la cadena


de suministro
Los riesgos se identifican con situaciones que impactan el desarrollo
consecutivo de actividades. Para gestionarlos se usa el marco de refe-
rencia presentado a continuación:

Identificación

Monitoreo Análisis

Mitigación Valoración

Figura 1. Marco de referencia para la gestión del riesgo en la cadena de suministro


Fuente: elaboración propia.

198 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Identificación de riesgos y amenazas
Es necesario precisar que la amenaza es “todo aquello que tenga una
posibilidad o probabilidad de ocurrir como causante de daño, mien-
tras que el riesgo es el producto de la ocurrencia de la amenaza y su
consecuencia” (García, 2009, p. 17). En esta actividad, se examina la
incertidumbre que puede presentarse en la diversidad existente de los
procesos de la cadena de suministro y se alistan sus consecuencias o
riesgos significativos. Es decir, debe analizarse qué puede pasar,
cómo puede pasar y por qué puede pasar.
Cabe señalar que el procedimiento se compone de la caracteriza-
ción del proceso de suministro, se fracciona según las características
y luego se define el riesgo en cada operación (Centro Latinoamericano
de Innovación Logística, 2010). Dicho esto, basados en el trabajo de Ho
et al. (2015), se propone la siguiente matriz para la identificación de
los riesgos en la cadena de suministro:

Tabla 2. Identificación de riesgos según factores y tipo

Tipo de riesgo
Matriz
tipo/factor Micro Macro
riesgo
Interno Externo Interno Externo

Demanda
Factor riesgo

Manufactura

Abastecimiento

Flujo

Fuente: elaboración propia.

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 199


Análisis de riesgos
En esta actividad se obtiene una lista de cada uno de los riesgos identi-
ficados en la cadena de suministro, en la cual se establecen y analizan
las probabilidades de ocurrencia y sus efectos. Para cada uno de ellos,
se determina la probabilidad de ocurrencia del riesgo o materializa-
ción de la amenaza y se establece el impacto potencial o las conse-
cuencias que se podrían generar en la cadena de suministro, usando
generalmente la lista de impacto. Como señala Cañizares (2010) uno
de los aspectos más complejos en la conceptualización y ejecución de
un sistema de gestión de seguridad en la cadena de suministro es el
análisis de los escenarios de riesgo, lo cual permite “obtener la in-
formación necesaria para establecer objetivos y metas para la gestión
de la seguridad” (p. 9) en la cadena de suministro. Según Cañizares
(2010), se precisa que dicho análisis de riesgos relacione cuáles son los
objetivos propuestos por la organización en relación con su seguridad;
cuáles son los rasgos más distintivos en términos generales del sis-
tema, así como sus funciones y procesos principales; identificar cuá-
les son los activos críticos y cuáles no lo son en la organización; cuáles
son los escenarios de amenazas y sus posibles resultados, cómo eva-
luar los planes y medidas implementados para gestionar el riesgo, en-
tre otros aspectos relevantes.

Valoración y priorización de los riesgos


En esta actividad se hace una lista priorizada de riesgos basados en
la matriz de probabilidad e impacto. Se clasifican en categorías y se
seleccionan los de mayor impacto para trabajar en ellos de forma
inmediata. Como resultado de esta actividad, se obtiene una matriz

200 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


priorizada de los riesgos de acuerdo con su importancia y necesi-
dad de control.

Implementación de las medidas


que mitigan los riesgos
Esta actividad busca mitigar la vulnerabilidad de la cadena de sumi-
nistro. “Es el grado de exposición de la cadena de suministro a las in-
terrupciones ocasionadas por los riesgos originados en las operaciones
propias de cada organización, en las interacciones dentro de la cadena
y en la interacción de esta con su entorno” (Centro Latinoamericano
de Innovación Logística, 2010, p. 34).

Monitoreo y seguimiento
Con esta actividad se buscar medir si todos los procedimientos im-
plementados están cumpliendo con su propósito. La comunicación es
un factor clave para las personas y organizaciones que hacen parte
de la cadena de suministro y la participación del personal es funda-
mental en cuanto a la consciencia que posean sobre sus compromi-
sos con la seguridad y el conocimiento de normatividades y prácticas
habituales de cualquier organización, en específico, sobre políti-
cas, procedimientos y prácticas de la organización relativas al tema
de seguridad.
El factor humano tiene mayor incidencia en la seguridad que el
factor tecnológico y generalmente constituye en el eslabón más dé-
bil de la seguridad en la cadena de suministro. Su falta de involucra-
miento y compromiso puede conducir a la pérdida de la eficacia en las
acciones y controles implementados.

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 201


La norma iso 28000 y la gestión
de seguridad en la cadena
de suministro
El enfoque de la norma toma los pilares básicos de los criterios eva-
luativos del riesgo. La aplicación de la norma evidencia que las orga-
nizaciones que la implementan en sus procesos tienden a controlar el
riesgo en la medida en que se incrementa un proceso sistemático de
identificación, análisis y valoración de riesgos junto con sus respec-
tivas acciones de mejora y monitoreo, lo cual contribuye a elevar los
niveles de desempeño de la organización.
Farfán (2013) expone que la norma tiene cinco elementos esen-
ciales: el sistema de gestión de seguridad que permite “desarrollar,
mantener, documentar y mejorar el sistema”; la política de seguridad
que orienta la identificación de factores críticos y la implementación de
planes para su gestión; la evaluación, identificación y planificación del
riesgo; la comunicación efectiva, y, por último, la etapa de verificación,
mediante la cual se determina cómo funciona el sistema y cómo se rea-
liza la medición que permite revisar el desempeño en forma objetiva.

Fase 0 Fase 1 Fase 2


Inicio del Proyecto Diseño del sgscs Evolución de los
y definición del enlace y política de seguridad riesgos de seguridad

Fase 3 Fase 4
Fase 5
Planificación Implementación
Evaluación del sgscs
de la seguridad y operación

Fase 6 Fase 7
Auditoría del sgscs Revisión y mejora continua

Figura 2. Fases en la implementación de sgscs basado en la ntc-iso 28000


Fuente: elaboración propia.

202 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Por último, la familia iso 28000 tiene cuatro desarrollos, cuyo pro-
pósito se resume a continuación:

• iso 28001:2007. Calidad en aquellas prácticas para determinadas


evaluaciones y planeamientos para la seguridad de las cadenas de
suministro. Normalmente se complementa con iniciativas de se-
guridad de diferentes países u organizaciones.

• iso 28002:2011. Desarrollo de directrices en la cadena de suministro.

• iso 28003:2007. Lineamientos para organizaciones cuyo objetivo


es prestar servicios en temas como las auditorías o certificaciones
en el tema en cuestión.

• iso 28004:2007. Directrices utilizadas en la aplicación e imple-


mentación de la normatividad iso 2008, además del manteni-
miento y mejoras.

Directrices para la aplicación de la norma iso 2008, incluyendo la


implementación, mantenimiento y mejora del sistema de gestión de
la seguridad.

Conclusiones
Las condiciones del entorno y la dinámica global de los negocios exi-
gen la incorporación de la seguridad como componente esencial para
el adecuado funcionamiento y continuidad de la cadena de suministro,
ampliando la orientación en la eficiencia de los procesos y control de
los riesgos operativos hacia un enfoque global que incorpora la segu-
ridad en cada uno de sus eslabones y actores. En tal sentido, se busca
identificar las amenazas al evaluar y controlar los riesgos para así mi-
tigar sus consecuencias, lo cual será alcanzado con la implementa-
ción del sistema de gestión de la seguridad en la cadena de suministro,

Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 203


con un enfoque centrado en el negocio y en la toma de decisiones con
base en la realización de evaluaciones de riesgos y amenazas, contri-
buyendo a la continuidad del negocio y la resiliencia empresarial.
El sistema de gestión de la seguridad en la cadena de suministro
debe fundamentarse en la mejora continua, ya que la seguridad en la
cadena de suministro debe ser un proceso iterativo que conduzca a
mejoras en el desempeño general de la seguridad en todos los procesos
y actores en los que se encuentra inmersa la organización. Esta orien-
tación hacia la mejora continua permite la identificación de oportu-
nidades y ajustes de prácticas ineficientes en la cadena de suministro,
conduce a una gestión efectiva de recursos y capacidades de la orga-
nización, alinea los riegos con los objetivos empresariales y así con-
tribuye a la generación de ventaja competitiva.
De esta forma, el objetivo principal del proceso de la gestión de
riesgos en la cadena de suministro es establecer cuáles pueden ser las
fuentes que perturban la cadena de suministro, así como medir cada
factor de riesgo posible, además de evaluarlo (en impacto y proba-
bilidad), tomar decisiones sobre qué políticas de riesgos se deberían
aplicar en los casos que se presenten y poner en práctica las medidas
preventivas correspondientes.
Específicamente, la norma iso 28000 es uno de los sistemas de
gestión de mayor aplicación en las organizaciones, ya que pretende
establecer la seguridad en la cadena de suministro a partir de algunos
criterios de los análisis de riesgo, identificar los aspectos relevantes
para la continuidad del negocio y establecer las acciones para los po-
sibles riesgos y amenazas, en un ambiente de mejora continua.
La implantación del sistema de gestión de seguridad en la ca-
dena de suministro contribuye a una reducción de costos de forma
global, puesto que permite aumentar el margen de efectividad de las

204 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


operaciones, construye espacios para el cambio y la implementación
de opciones transformadoras, proyectando la competitividad de la
empresa en su entorno natural de mercado, ya que los factores de in-
novación le permiten tener menos barreras de acceso en sus ventas y
generar la fidelización de sus clientes.

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Capítulo 7 · La gestión de seguridad en la cadena de suministro 207


Capítulo 8

La cuarta revolución
y la era de la
inteligencia artificial:
implicaciones en la
seguridad y el trabajo1
Carlos Enrique Álvarez Calderón*
Yesid Eduardo Ramírez Pedraza**

1 Este artículo hace parte del proyecto de investigación de la Maestría en Seguridad


y Defensa Nacionales, titulado “Desafíos y nuevos escenarios de la seguridad
multidimensional en el contexto nacional, regional y hemisférico en el decenio
2015-2025”, el cual hace parte del grupo de investigación Centro de Gravedad de la
Escuela Superior de Guerra General Rafael Reyes Prieto, reconocido y categorizado
en (A1) por minciencias, con el código COL0104976.
* Politólogo y magíster en Relaciones Internacionales de la Pontifica Universidad Javeriana.
Coaching Ontológico Empresarial de la Universidad San Sebastián de Santiago de Chile.
Coordinador de investigación en Seguridad y Defensa Nacionales de la Escuela Superior
de Guerra de Colombia. Correo electrónico: carlos.alvarez@esdegue.edu.co
** Coronel en retiro del Ejército Nacional de Colombia, magíster en Seguridad y Defensa
del Colegio Interamericano de Seguridad y Defensa. Director de la Maestría en Seguridad
y Defensa Nacionales de la Escuela Superior de Guerra de Colombia. Correo electrónico:
yesid.ramirez@esdegue.edu.co

209
CÓMO CITAR

Álvarez Calderón, C. E., & Ramírez Pedraza, Y. E. (2020). La cuarta revolución


y la era de la inteligencia artificial: implicaciones en la seguridad y el trabajo.
En Y. Rico, D. López, & A. Cerón R. (comps.), Enfoques y gestión en Seguridad Integral
(pp. 209-237). Escuela de Postgrados de la Fuerza Aérea Colombiana.
https://doi.org/10.8667/9789585996199.08

Colección Ciencia y Poder Aéreo N.º 16


ENFOQUES Y GESTIÓN EN SEGURIDAD INTEGRAL

CA PÍTULO 8.
La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial:
implicaciones en la seguridad y el trabajo
https://doi.org/10.8667/9789585996199.08
Bogotá, Colombia
Noviembre, 2020
RESUMEN

Las tecnologías de la información, potencializadas por la cuarta revolución


industrial y su amplia adopción en el mundo, vienen dando lugar a una serie
de nuevos y revolucionarios modelos comerciales, así como al surgimiento
de nuevos desafíos en términos de seguridad. Por ejemplo, en un ambiente
económico y productivo cada vez más dependiente del ciberespacio y la au-
tomatización, la seguridad de la información debería considerarse como un
componente crítico de la seguridad integral de las organizaciones, ya que su
función debe ser establecer la confianza entre organizaciones e individuos y
permitir que el intercambio de información a través de Internet sea seguro
y proporcione a las personas la tranquilidad necesaria para realizar sus ac-
tividades productivas. Por lo tanto, este documento de reflexión busca dar
cuenta de cómo los recientes cambios tecnológicos están transformando en
el presente los aspectos sociales, políticos y económicos de la vida humana,
pero, además, la gestión de la seguridad en todos sus niveles.

PALABRAS CLAVE

Industrialización; inteligencia artificial; revolución tecnológica; seguridad


laboral; sociedad de la información.

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 211


Introducción
Diversos estudios académicos (Jensen & Wiest, 2001; Søgaard et al.,
2009; Headrick, 2009; Teng, 2014; Álvarez et. al., 2017; Álvarez &
Zambrano, 2017), han dado cuenta de la importancia que el cambio
tecnológico ha tenido a través de la historia en las creencias políticas
y sociales, así como en la expansión del poder político y la riqueza ma-
terial de las sociedades, un fenómeno que indudablemente antecede la
reciente era digital.
Tradicionalmente, la tecnología se ha definido como la forma en
que el conocimiento científico evoluciona en la producción de bienes,
servicios y en el cumplimiento de objetivos, utilizando herramientas
y técnicas para lograr ciertos resultados. El término “tecnología” se
originó del uso que en el siglo xvi se le dio a la palabra griega tekne
(τεχνη), que significa “arte, técnica u oficio”, y logos (λογος), que sig-
nifica “conjunto de saberes”.
La historia de la relación entre la humanidad y la tecnología es
extensa; se remonta millones de años atrás al primer uso humano de
las piedras como herramientas y a su configuración en dispositivos
más eficientes hacia el paleolítico temprano. Los pueblos primitivos
descubrieron el uso del fuego como una tecnología de supervivencia e
idearon sistemas cada vez más complejos de gestión del agua para
el riego y posteriormente para la energía hidroeléctrica. Así mismo,
a medida que las tecnologías de las comunicaciones se desarrollaban
gracias a la difusión de la imprenta, el telégrafo o Internet, la gente
pudo saber más sobre otros países, haciéndose más cosmopolita y co-
nocedora de su entorno.
El periodo del renacimiento tardío en Europa occidental vio un
gran progreso en las artes y las ciencias, así como la agitación social
que unía a la Edad Media con la historia moderna. La tecnología cambió

212 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


los conjuntos de habilidades humanas al implementar métodos y pro-
cesos para el manejo de los recursos naturales y de esta manera obte-
ner ventajas en la competencia y adquisición de servicios. A su vez, la
tecnología en las ciencias de la salud y la agricultura mejoró la espe-
ranza de vida, en especial en la Edad Moderna; y aunque dichas tec-
nologías parecían tener una función exclusivamente personal, pues
hacían la vida más placentera y eficiente, los líderes de antaño y de
tiempos más recientes han recurrido a la tecnología como una ayuda
para construir los Estados y conquistar a otros pueblos. En efecto,
acueductos que se extienden por cientos de kilómetros y la construc-
ción de barcos para la guerra y el comercio fueron algunas de las tec-
nologías que les permitieron a estos líderes mantener y expandir su
poder en el sistema internacional. El armamento comparativamente
simple de la gente en la Edad de Piedra dio paso a una maquinaria más
compleja para la conquista y la destrucción, armamento que ha tenido
un uso cada vez más devastador (Álvarez et. al., 2017).
Las limitaciones de la fuerza mecánica humana y los descubri-
mientos del fuego, metales e iluminación, propiciaron el desarrollo de
herramientas que ayudarían o sustituirían el esfuerzo humano (Zafi-
rovski, 2011). Por esta razón, las máquinas se construyeron con el fin
de proporcionar un medio para que los humanos pudiesen operar y
lograr ciertas tareas, o para reemplazar el esfuerzo humano en su to-
talidad. La maquinaria consumida y la energía convertida proporcio-
naron, por medios mecánicos, químicos, térmicos, eléctricos u otros,
plusvalías económicas que transformaron a la sociedad, la economía
y, por supuesto, a la seguridad.
Dicho lo anterior, este documento de reflexión busca dar cuenta
del impacto de los recientes cambios tecnológicos que van más allá de
la computación tradicional y que el Foro Económico Mundial ha deno-
minado la cuarta revolución industrial, la cual estaría transformando,

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 213


en el presente, los aspectos sociales, políticos y económicos de la vida
humana, pero, además, la gestión de la seguridad en todos sus niveles.

Las primeras tres revoluciones


La palabra “revolución” denota un cambio abrupto y radical. De
acuerdo con Shwab (2016), las revoluciones se han producido a lo
largo de la historia cuando nuevas tecnologías y formas novedosas de
percibir el mundo desencadenan un cambio profundo en los sistemas
económicos y las estructuras sociales. En este orden de ideas, el pri-
mer cambio estructural en la forma de vida de los seres humanos pudo
haber llegado a presentarse con la sedentarización de las sociedades
y la domesticación de animales, en el proceso de transición hacia la
agricultura, hace unos 10.000 años. Antes de la mecanización, el es-
fuerzo humano fue impulsado por la existencia de animales y la mano
de obra humana para construir, trabajar la tierra y viajar; en este con-
texto, la revolución agraria combinó el esfuerzo animal con el de los
seres humanos para la producción, el transporte y las comunicacio-
nes. Luego, con la acción mecánica del agua, el viento y el fuego, la
productividad agrícola se incrementó exponencialmente, estimulando
el crecimiento de la población y permitiendo asentamientos huma-
nos más grandes, dando paso, hace aproximadamente 5.000 años, a
la urbanización y al surgimiento de los primeros estados primitivos
(Álvarez, 2017).
A partir de la segunda mitad del siglo xviii, la revolución agra-
ria sería seguida por una serie de revoluciones industriales, las cuales
“marcaron la transición de la potencia muscular a la potencia mecá-
nica, evolucionando hacia la actual cuarta revolución industrial, en
donde el poder cognitivo mejorado está aumentando la producción

214 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


humana” (Schwab, 2016, p. 11). En términos generales, se aceptó que
el término “revolución industrial”2 se pudiese referir, en principio, al
periodo comprendido entre 1770 y 1870, en el cual el cambio tecnoló-
gico permitió aprovechar las fuerzas mecánicas y eléctricas para las
transformaciones de los métodos de fabricación y producción que, au-
nados a nuevos modos de transporte y modernos tipos de infraestruc-
tura, abandonaron la lógica feudal de una economía dependiente de la
actividad agrícola. Si bien su génesis se produciría en Occidente, par-
ticularmente en Gran Bretaña (transformando el Imperio Británico en
el “taller del mundo”), en un siglo ya se había extendido al continente
americano y a la cuenca del Asia y el Pacífico.
La primera revolución industrial, desencadenada por la construc-
ción de ferrocarriles y la invención de la máquina de vapor, marcaría
el comienzo de la producción mecánica. La primera máquina de vapor
fue construida por Tomas Savery en 1698, y se utilizó para bombear
agua acumulada de las minas de carbón; a pesar de la maravilla tec-
nológica que representaba para la época, tenía una aplicación limi-
tada, ya que utilizaba presión atmosférica y trabajaba en contra del
vacío del vapor condensado para extraer agua3. Sin embargo, el salto
de la presión de vacío, pasando por la energía cinética mecánica, hasta
el movimiento continuo de rotación, no se produciría sino hasta 1781
con el advenimiento del diseño revolucionario de James Watt para su
máquina de vapor.
Su motor permitió alimentar una amplia gama de fabricación, ma-
quinaria agrícola y de producción. El invento marcó el comienzo de lo

2 El término “revolución industrial” ingresó por primera vez en el léxico del pensamiento en
1799 (Cipolla, 2003).
3 Posteriormente, en 1712, Tomas Newcomen desarrollaría la primera máquina de vapor
comercial basada en un diseño de pistón.

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 215


que se describiría como la primera revolución industrial y el inicio
de la mecanización al permitir la producción de energía mecánica a
partir de la energía térmica generada por la combustión de produc-
tos químicos y el oxígeno. Su revolución fue la capacidad de aprove-
char la energía mecánica sin el uso de intervención humana o animal
y facilitar a los seres humanos trabajar más eficazmente usando ener-
gía mecánica (desde bombas estacionarias fijas, elevadores de grúas y
molinos, hasta la locomoción en forma de trenes y carruajes sin ca-
ballos). En consecuencia, y hacia 1886, las máquinas de vapor ya se-
rían capaces de desarrollar 10.000 caballos de fuerza, utilizándose a
gran escala en barcos de vapor interoceánicos y locomotoras indus-
triales de largo alcance (Jörg, 2016).
La segunda revolución industrial, de finales del siglo xix y princi-
pios del siglo xx, hizo posible la producción en masa, fomentada por
el advenimiento de la cadena de montaje, los motores eléctricos y la
electrificación a escala industrial. Adicionalmente, el motor de com-
bustión petroquímico y el prototipo inicial del moderno motor de ga-
solina habilitaron la construcción del primer automóvil en 1885 por
parte de Gottlieb Daimler.
La tercera revolución industrial se daría a partir de 1960. Suele
denominarse revolución “informática” o “digital”, ya que se carac-
terizó por el desarrollo de los semiconductores (década de 1960), la
informática personal (años 70 y 80), e Internet (década de 1990). Sus
inicios se establecieron con los desarrollos en la microelectrónica y los
semiconductores de mediados de la década de 1950 hasta principios de
los años setenta, cuando los primeros procesos de integración a gran
escala crearon circuitos integrados, combinando miles de transistores
en un solo chip (Cooper & Kaplinsky, 1989).
El circuito integrado aceleró el paso desde la tecnología mecánica
y analógica a la electrónica digital, transformando la digitalización

216 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


de la información y los procesos informáticos, que, como resultado,
alentaron el surgimiento de la informática empresarial, liderada por
compañías como IBM, Hewlett Packard, Microsoft, Sun Microsystems
y una plétora de diferentes empresas. Eventualmente, el desarrollo de
las telecomunicaciones y su infraestructura condujeron al inicio de In-
ternet en la década de 1990, que hacia finales de esta ya había creado
los cimientos de los centros de datos mundiales, los dispositivos mó-
viles y la aparición de los motores de búsqueda (como Google), los
mercados en línea (como Amazon o Apple Store), las redes sociales
(como Facebook y Twitter), entre muchas otras plataformas, exten-
diendo la revolución digital a todos los rincones del mundo y conec-
tando a personas e industrias en una escala sin precedentes.

La cuarta revolución industrial:


implicaciones en el trabajo
El nacimiento de la World Wide Web trajo consigo una nueva sintaxis y
protocolos que permitieron a las maquinas “hablar” entre ellas y con
los humanos; a su vez, los acelerados avances en la inversión de es-
pectro y ancho de banda proporcionaron enlaces a empresas comer-
ciales y ciudades, a las infraestructuras de redes de transporte, energía
y servicios públicos. No obstante, desde comienzos del siglo xxi, nue-
vos avances tecnológicos en inteligencia artificial, impresión 3d, ro-
bótica, computación cuántica, nanotecnología y bioingeniería, entre
otras, estarían cambiando radicalmente la manera de fabricar, inter-
cambiar y consumir materiales, dinero, productos y servicios.
Este conjunto de tecnologías dio cuenta de una cuarta revolución
industrial. Si bien parten de la revolución digital, es la fusión de estas
tecnologías y su interacción a través de los dominios físicos, digitales

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 217


y biológicos lo que hace que la cuarta revolución industrial sea funda-
mentalmente diferente de las revoluciones anteriores (Shwab, 2016).

En esta cuarta revolución, las tecnologías emergentes y la innovación


de amplia base se difunden mucho más rápido y más ampliamente que
en las anteriores, que continúan desarrollándose en algunas partes del
mundo. La segunda revolución industrial aún no se ha experimentado
por completo en el 17 % del mundo, ya que casi 1.300 millones de per-
sonas aún carecen de acceso a la electricidad. Esto también es cierto
para la tercera revolución industrial, con más de la mitad de la pobla-
ción mundial (4.000 millones de personas), la mayoría de las cuales
vive en el mundo en desarrollo, sin acceso a Internet. Sin embargo,
mientras el huso (el sello distintivo de la primera revolución indus-
trial), tardó casi 120 años en extenderse fuera de Europa, por el con-
trario, el Internet permeó en todo el mundo en menos de una década
(Shwab, 2016, pp.12-13).

Los avances técnicos en las ciencias de materiales, nuevas técnicas


de fabricación, inteligencia artificial, investigación biológica, el inter-
net de las cosas, las ciudades inteligentes, los automóviles sin con-
ductor, la telemedicina, entre otros, han permitido desarrollos dentro
de la cuarta revolución que tendrían el potencial de cambiar industrias
enteras y la experiencia humana. Pero la cuarta revolución industrial
también destaca la paradoja de estas tecnologías disruptivas y las nue-
vas habilidades que cambiarían la productividad a través de la automa-
tización, planteando uno de los mayores desafíos al empleo humano.
Durante siglos, la llegada de nuevas tecnologías al lugar de trabajo
ha provocado temores entre los trabajadores y, a veces, reacciones
violentas. Ya en 1589 la reina Isabel I de Inglaterra se negó a otorgarle
una patente a un bastidor inventado por William Lee porque supues-
tamente estaba preocupada por el efecto que este tendría en el gremio
de los tejedores a mano. A principios del siglo xix, los trabajadores

218 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


textiles de Gran Bretaña y Francia rompieron telares automáticos en
sus fábricas y los impresores manuales protestaron la llegada de las
prensas a vapor.
Desde la Primera Revolución Industrial en el siglo xviii, las econo-
mías de Europa, Estados Unidos y otros países sufrieron dos oleadas
de cambios estructurales. Durante la primera oleada, la mecanización
permitió una revolución en la agricultura y en la industria, lo que pro-
vocaría una migración de los trabajadores del campo a las ciudades; la
segunda se produjo en los últimos 60 años, ya que la participación del
empleo en el sector manufacturero ha disminuido en algunos países,
incluso cuando el crecimiento en los sectores de servicios se aceleró
(Herrendorf et al., 2014). Los cambios de los empleos que han ve-
nido acompañando este proceso de transformación estructural han
sido relevantes; por ejemplo, en los Estados Unidos la participación
de la agricultura en el empleo disminuiría del 58 % del empleo total
en 1850, al 2,5 % del empleo en la actualidad. En solo 40 años, entre
1880 y 1920, la participación del empleo agrícola disminuyó un 25 %;
durante las mismas décadas, otros sectores también se transformaron
por la mecanización y la electrificación, como, por ejemplo, la dismi-
nución en la proporción de mineros y trabajadores domésticos.
Desde 1960, cuando comenzó la segunda ola de transformación
estructural, la fabricación cayó del 27 % al 9 % del empleo total en los
Estados Unidos, a medida que la automatización y el comercio mun-
dial transformaron la fabricación y la demanda de servicios. En ge-
neral, los patrones son similares en otros países; el empleo agrícola en
China cayó como porcentaje del empleo total el 32 % en solo 25 años,
del 60 % en 1990, al 28 % en el 2015. En México, la participación de
la agricultura en el empleo disminuyó del 52 % en 1960 al 13 % en el
2015. En Japón, el empleo agrícola disminuyó de una proporción del
31 % del empleo total en 1960 al 3,5 % en el 2015 (Manyika et al., 2017).

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 219


Desde David Ricardo hasta Karl Marx y John Maynard Keynes, ex-
presaron en su momento las preocupaciones por el efecto del cambio
tecnológico en el empleo, como sucede en el presente con los rápidos
avances en robótica e inteligencia artificial. El economista político
David Ricardo estaba preocupado a principios del siglo xix porque las
máquinas harían que el trabajo fuera redundante (Ricardo, 2004),
mientras que Karl Marx preveía, en 1850, una era en la que los medios
de trabajo serían transformados por “un sistema automático de ma-
quinaria” (Marx, 1973). En 1930, John Maynard Keynes acuñó el tér-
mino “desempleo tecnológico” para describir una situación en la que
la innovación que economizaba en el uso del trabajo desarticulaba el
ritmo al que podían crearse nuevos empleos, en una “fase temporal
de inadaptación” (Keynes, 1963). En consonancia, varios académicos
y tecnólogos destacados como Brynjolfsson y McAfee (2014) sostienen
que la última ola de tecnologías podría ser particularmente perturba-
dora para el mercado laboral a nivel mundial en los próximos años.

Las cuatro revoluciones industriales

1780 1870 1880 1930 1950 1990 2000 2030

Primera Segunda Tercera Cuarta


Revolución Revolución Revolución Revolución
Industrial Industrial Industrial Industrial

Equipos
Producción Internet y producción Gobernanza
Producción
en masa automatizada Sociotecnología
Mecánica

Transfomación Transformación de Transformación Transformación


Energía energía eléctrica y tecnologías analógicas tecnología
Mecánnica petroquímica a digitales físicobiológica

Inicio de la
Tecnología de la Sistemas
globalización Electrificación
información ciberfísicos
moderna

Figura 1. Evolución de las Revoluciones Industriales


Fuente: Adaptado de Skilton & Hovsepian (2018).

220 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Hoy por hoy, algoritmos dictan la negociación automatizada de
billones de dólares en activos de los mercados financieros, mientras
los chatbots artificialmente inteligentes estarían desplazando a los hu-
manos en los centros de atención telefónica o call center. Muy pronto
los aviones y los automóviles podrían funcionar de manera autónoma,
poniendo en peligro los medios de subsistencia de aquellos que con-
ducen profesionalmente. A pesar de que los robots han venido reali-
zando ciertos trabajos repetitivos en diversas fábricas durante décadas
(como es el caso de las plantas ensambladoras de automóviles), ahora
podrán “voltear” la carne de hamburguesas en la parrilla, descartar
tomates verdes en una máquina clasificadora de alta velocidad usando
reconocimiento de imágenes, o incluso colocar ladrillos en obras de
construcción; inclusive, impresoras gigantes 3d en la actualidad po-
drían hacer casas de hormigón en una fracción del tiempo de lo que le
tomaría a un equipo de obreros experimentados.
La Federación Internacional de Robótica afirmaba que en los pro-
cesos de fabricación, en el 2018, existía un promedio de 99 unidades
de robots industriales por cada 10.000 empleados, en comparación
con 74 unidades en el 2016. En el 2018, la instalación global de ro-
bots industriales aumentó un 6 % con relación al 2017, alcanzando las
422.271 unidades y una cifra de US$16,5 billones; el principal motor
del crecimiento sería, al igual que en el pasado, la industria eléctrica
y de electrónica (un incremento del 41 %). No obstante, la industria
automotriz sigue constituyéndose como el principal cliente de robots
industriales, participa del 30 % del total de instalaciones, seguido por
la industria eléctrica y electrónica con el 25 %, la industria metalme-
cánica con el 10 %, la industria de plásticos y químicos con el 5 %, y
la industria de comidas y bebidas con el 3 % (el 19 % restante se dis-
tribuye en una diversidad de sectores industriales y agroindustriales)
(Wittmann, 2019).

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 221


Los 5 principales mercados de robots industriales están en China,
Japón, Estados Unidos, Corea del Sur y Alemania, y concentran el 74 %
de las instalaciones globales de robots industriales. Según Wittmann
(2019), China es el principal mercado desde el 2013, representando el
36 % del total de las instalaciones en el 2017 y el 2018; tan solo en el
2018, se instalaron en China 154.032 unidades de robots industriales,
una cantidad que excede el número combinado de robots industriales
instalados en el continente americano y europeo (130.772 unidades).
Los siguientes mercados de importancia en la instalación de robots
industriales son Japón, con 55.240 unidades y los Estados Unidos, con
40.373 unidades instaladas en el 2018.
Por su parte, el número total de robots de servicios profesionales
vendidos en el 2018 aumentó en un 61 %, a 271.000 unidades, de los
168.000 en el 2017, alcanzando la cifra de US$9,2 billones. Los vehí-
culos autónomos, particularmente los vehículos aéreos no tripulados,
representan la fracción más grande en el mercado de robots de ser-
vicio profesional (41 % de todas las unidades vendidas). La segunda
categoría más grande son los robots de inspección y mantenimiento,
participan del 39 % de todas las unidades vendidas. Por su parte, los
robots de servicio para aplicaciones de defensa representaron el 5 %
del número total de robots de servicio vendidos en el 2018 (Haegele,
2019). Con relación a las ventas de exoesqueletos humanos motori-
zados, estas aumentaron de 6.700 unidades en el 2017 a 7.300 unida-
des en el 2018 y su creciente demanda se debe a que los exoesqueletos
respaldan el trabajo ergonómico al reducir las cargas en el trabajador.
A pesar de que se encuentran entre los robots de servicio más caros
del mercado, se ha presentado una importante dinámica en las ven-
tas de robots médicos, pasando de 3.400 unidades en el 2017 a 5.100
unidades vendidas en el 2018 (un aumento del 50 %). Las aplicaciones

222 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


médicas más importantes de robots de servicios son la cirugía asis-
tida por robot o los sistemas de terapia y rehabilitación (Haegele,
2019). Los robots también han jugado un papel importante en la lucha
contra el covid-19 en todo el mundo; por ejemplo, el robot de desin-
fección uvd ha tenido una gran demanda desde el brote de la pande-
mia de covid-19 en el 2020, hasta el punto de que se ordenaron más
de 2.000 robots uvd para destruir el virus en los hospitales de China,
y particularmente en la ciudad de Wuhan, el epicentro de la pande-
mia. Con relación a lo anterior, los robots de servicio para uso perso-
nal y doméstico se encuentran principalmente en las áreas de robots
domésticos (aspiración, limpieza de pisos, corte de césped, limpieza
de piscinas) y robots de entretenimiento (juguetes, sistemas de pa-
satiempos, educación e investigación). El número total de robots de
servicio para uso personal y doméstico aumentó en un 59 % en el 2018
con relación al 2017; tan solo en el 2018, se vendieron más de 11,6 mi-
llones de robots aspiradores y limpiadores de pisos (Haegele, 2019).
En suma, la automatización del software informada por el apren-
dizaje automático y la inteligencia artificial (ia) tendría un profundo
efecto en el mercado laboral. Los chatbots inteligentes parecerían re-
emplazar a la mayoría del personal de los call center en unos 10 años,
hasta el punto de que, para el 2020, el 85 % de las preguntas podrían
llegar a ser respondidas por asistentes virtuales; cuando se tiene en
cuenta que una gran compañía de telecomunicaciones como at&t em-
plea alrededor de 100.000 operadores de call center para atender a sus
120 millones de clientes, se evidencia que serían muchos los trabajos
que podrían desaparecer rápidamente como consecuencia de la cuarta
revolución industrial. En Colombia, el impacto también sería noto-
rio, tomando en cuenta que esta industria que factura $2,9 billones de
pesos, empleaba en el 2014 unas 180.000 personas.

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 223


Manyika et al. (2017) concluyen que casi dos tercios de todos los
puestos de trabajo podrían tener una parte significativa de sus activi-
dades automatizadas para el 2030 (al menos un 30 %), afectando 800
millones de puestos de trabajo. La automatización podría acelerar la
productividad de la economía mundial entre 0,8 y 1,4 % del Producto
Interno Bruto (pib) global al año, suponiendo que la mano de obra hu-
mana reemplazada por la automatización vuelva a unirse a la fuerza de
trabajo y sea tan productiva como lo fue en el 2014. La automatización
por sí sola no sería suficiente para lograr aspiraciones de crecimiento
económico a largo plazo en todo el mundo; para eso, se necesitarían
medidas adicionales que aumenten la productividad, incluida la reela-
boración de procesos comerciales o el desarrollo de nuevos productos
y servicios. No obstante, el crecimiento de la productividad que per-
mite la automatización puede garantizar la prosperidad continua en
las naciones envejecidas y proporcionar un impulso adicional a las de
rápido crecimiento. Para las empresas, la implementación de la auto-
matización podría brindar beneficios en el ahorro de costos laborales,
pero también en una miríada de otras formas de mejorar el rendi-
miento. Puede facilitarles a las empresas acercarse a los clientes y pre-
decir las necesidades de mantenimiento, reduciendo drásticamente el
costo de las operaciones en algunas actividades y ampliando la vida
útil de los activos de capital existentes.

La inteligencia artificial:
implicaciones en la seguridad
La inteligencia artificial (ia) podría ser definida como “cualquier sis-
tema artificial que realice tareas en circunstancias variables e impre-
decibles, sin supervisión humana significativa, o que pueda aprender

224 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


de su experiencia y mejorar su rendimiento [...], pudiendo resolver ta-
reas que requieren percepción, cognición, planificación, aprendizaje,
comunicación, o acción física” (Ayoub & Payne, 2016, p. 812).
Si bien el campo de la investigación en ia comenzó en 1956[4], su
interés se vería potencializado en el 2010 gracias a la convergencia de
tres desarrollos habilitantes: la disponibilidad de fuentes de Big Data5,
mejoras en los enfoques de aprendizaje automático y el aumento en
el poder de procesamiento de la computadora. Este crecimiento ha
avanzado el estado de la ia “modular”, que se refiere a algoritmos que
abordan conjuntos de problemas específicos, como juegos, reconoci-
miento de imágenes y vehículos autónomos (todos los sistemas ac-
tuales de ia caen dentro de la categoría de la ia modular). El enfoque
más prevalente para la ia modular es el aprendizaje automático, que
implica algoritmos estadísticos que replican las tareas cognitivas hu-
manas derivando sus propios procedimientos a través del análisis de
grandes conjuntos de datos de entrenamiento. Durante el proceso de
capacitación, el sistema informático crea su propio modelo estadístico
para realizar la tarea especificada en situaciones que no ha encontrado
anteriormente.
Las ia modulares tienen una experiencia limitada en un domi-
nio particular y pueden aprender a través de la práctica para mejo-
rar su rendimiento. Una ia general, por el contrario, puede utilizar su

4 En 1956, John McCarthy propuso organizar un taller de dos meses sobre la idea de la recién
creada inteligencia artificial. La reunión estimuló la investigación que condujo primero a
sistemas automáticos y luego a sistemas expertos en los años 70 y 80, respectivamente.
El primero implicaba la automatización simple de máquinas de preguntas matemáticas y
estadísticas, incluida la resolución de pruebas lógicas.
5 Los Big Data o Metadatos son aquellos conjuntos de datos o combinaciones de conjuntos
de datos cuyo tamaño (volumen), complejidad (variabilidad) y velocidad de crecimiento
(velocidad) dificultan su captura, gestión, procesamiento o análisis mediante tecnologías
y herramientas convencionales, tales como bases de datos relacionales y estadísticas
convencionales. La mayoría de los analistas y profesionales actualmente se refieren a los
Big Data como los conjuntos de datos que van desde 30-50 Terabytes a varios Petabytes.

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 225


conocimiento de forma mucho más flexible para abordar una gama
mucho más amplia de problemas más abstractos y sin límites, in-
cluidos los que requieren una comprensión de los significados y va-
lores. Tanto la ia modular como la general son capaces de aprender
acerca de la tarea en la que participan y de mejorar su desempeño a lo
largo del tiempo. Una ia modular que trabaja para mejorar el rendi-
miento de su dominio es similar a un golfista que perfecciona su swing,
o a un guitarrista virtuoso que trabaja en su solo; la máquina aprende
y se adapta, pero su arquitectura subyacente (hardware y software por
igual) permanece sin cambios.
Los expertos generalmente coinciden en que pasarán muchas dé-
cadas antes de que se pueda avanzar a un estado de ia general, o a sis-
temas capaces de inteligencia a nivel humano en una amplia gama de
tareas. Sin embargo, el creciente poder de los algoritmos de ia modu-
lares ha provocado una ola de interés comercial. La inversión en ia está
creciendo rápidamente, dominada por gigantes digitales como Goo-
gle y Baidu; por su parte, Manyika et al. (2017) estimaron que a nivel
mundial los gigantes tecnológicos gastaron entre US$20 mil millones
a US$30 mil millones en ia en el 2016, con un 90 % de este gasto en
Investigación y Desarrollo (i+d) y un 10 % en adquisiciones de ia.
En el marco de las guerras de quinta generación (Álvarez et. al.,
2017), la ia tendría una serie de características únicas que podría ser
importante a considerar a medida que estas tecnologías ingresaran
al campo de la seguridad nacional. Primero, la ia es una tecnología
de uso múltiple, ya que tiene el potencial de integrarse en práctica-
mente todo lo que se estime; Kelley (2014) declaraba que la ia “ani-
mará a los objetos inertes, como lo hizo la electricidad hace más de
un siglo. Todo lo que antes electrificamos ahora lo cognitizaremos”
(p. 23). En segundo lugar, muchas aplicaciones de ia serían de doble
uso, es decir, que tienen aplicaciones militares y civiles. Por ejemplo,

226 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


“los algoritmos de reconocimiento de imágenes pueden entrenarse
para reconocer gatos en videos de YouTube y actividades terroristas
en videos en movimiento (fmv) capturados por aviones piloteados re-
motamente (rpa) en Siria o Afganistán” (Allen & Chan, 2017, p. 47). En
tercer lugar, la ia es relativamente transparente, lo que significa que
su integración en un producto no sería inmediatamente reconocible.
A nivel táctico, las ventajas de la ia modular le otorgarían ven-
tajas a un actor de ganar las batallas donde pueda desplegarse efecti-
vamente. Una ia modular que puede optimizar alguna actividad táctica
(por ejemplo, el asalto a una posición enemiga, la coordinación rápida
de ataques y la maniobra a través de plataformas automatizadas en
red), superaría con creces a un comandante de batallón experimen-
tado. El poder marítimo y aéreo serían los dominios más suscepti-
bles a la ia debido a la falta comparativa de la compleja intervención
humana relativa, por ejemplo, a la guerra urbana irregular (Álvarez,
2017). No obstante, existe un riesgo a que la ia no esté libre de errores;
en 1988, el sistema de puntería de un destructor estadounidense equi-
pado con Aegis derribó por error a un avión civil iraní, identificándolo
como un caza F-14 (Singer, 2004). En este sentido, una capacidad tác-
tica tuvo un impacto estratégico. En el futuro, las decisiones similares
sobre la identidad de los posibles adversarios serán cada vez más au-
tomatizadas, sobre todo porque los sistemas opuestos de otra manera
serán tecnológicamente capaces de frustrar a los operadores huma-
nos. Un ataque de enjambres de ágiles y autónomos actores solo po-
dría defenderse con sistemas que operen rápidamente, con autonomía
e inteligencia.
En el nivel de toma de decisiones estratégicas, la ia modular po-
dría mejorar la calidad de la toma de decisiones humanas a niveles
estratégicos, utilizando sus capacidades para modelar a través de mi-
cromundos, evaluando riesgos. La máquina podría dominar grandes

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 227


cantidades de datos, reconocer patrones que de otro modo podrían
pasarse por alto y desafiar las suposiciones aceptadas. Podría res-
ponder a situaciones dinámicas más rápidamente y con menos de-
ficiencias cognitivas que un estratega humano. La ia podrá evitar
algunos de los defectos humanos de la estrategia, como la suscep-
tibilidad a invertir en costos irrecuperables o el razonamiento afec-
tivo, incluido el juicio de riesgo sesgado. Puede mitigar los efectos de
la fatiga y el estrés, así como la carga de sobrecarga de información
(Ayoub & Payne, 2016). Una ia modular que actúa como consejero es-
tratégico puede conferir una ventaja distintiva anticipando e identi-
ficando riesgos con opciones estratégicas, incluidas aquellas que los
humanos no han previsto; y podría aprender de sus errores y mejorar
sus algoritmos a medida que avanza el conflicto, mientras que los hu-
manos permanecen enraizados en su heurística cognitiva y arraigado
pensamiento grupal.
Un actor protagónico en el conflicto ideológico que caracteriza-
rían las guerras de redes (Net War), en el marco de guerras de quinta
generación, serían las redes sociales (Álvarez et. al., 2017). Las redes
sociales se describen como el software que permite a las personas in-
teractuar, conectarse, jugar o colaborar mediante el uso de una red
informática. Esta definición abarca los sitios populares de redes so-
ciales, incluidos blogs, wikis, podcasts, etiquetas y, más recientemente,
los motores de búsqueda. Incluso hace relativamente poco, el uso de
comunidades en línea para establecer y construir conexiones entre
aquellos con intereses compartidos también se ha convertido en parte
del mundo corporativo. A medida que las redes sociales profesionales
como LinkedIn y Blue Chip Expert continúan creciendo, y los grupos
profesionales ganan popularidad en sitios que alguna vez fueron per-
sonales como Facebook y MySpace, los profesionales de la seguridad
integral y la gestión de riesgos deberán enfrentar la realidad de que

228 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


estos sitios están surgiendo como fuente de divulgación no autorizada
de información corporativa confidencial.
Si bien existen numerosos beneficios para las soluciones de redes
sociales, el profesional en seguridad integral debería centrarse en los
riesgos de las redes sociales. Al igual que con todas las tecnologías
emergentes, las redes sociales avanzan rápidamente y los profesio-
nales de la seguridad deben ser conscientes de los riesgos asociados.
Hay una generación que ingresa a la fuerza de trabajo que supone que
esta tecnología no solo estará disponible para su uso, sino que también
sería esencial para la forma en que se comunican con colegas y socios
comerciales. Aunque la utilización de las redes sociales conlleva ven-
tajas internas y externas, la política y la arquitectura para defenderse
de los riesgos deben abordarse de manera proactiva y no tomarse a
la ligera.
En las transacciones comerciales, la integridad y la confidencia-
lidad son ingredientes clave en la construcción de la confianza mutua.
Del mismo modo, para realizar negocios a través de Internet, las em-
presas deben tener la seguridad de que cualquier información trans-
mitida a través de Internet no será manipulada o robada. Dichos
incidentes tendrían un efecto devastador en la credibilidad de todas
las transacciones comerciales futuras y, en última instancia, podrían
socavar las relaciones comerciales. Por ello, es críticamente impor-
tante que las empresas estén equipadas con mecanismos que aseguren
la integridad de su información y comunicaciones digitales; este es un
requisito absolutamente vital para la promoción y preservación de la
confianza dentro de una empresa, así como también entre la compa-
ñía, sus clientes y socios comerciales.
Como resultado, el advenimiento de Internet fue rápidamente se-
guido por un gran interés y preocupación con respecto a la seguridad
de la información. El éxito de la seguridad se basaría en la combinación

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 229


correcta de personas, procesos, políticas y tecnología de un sistema de
gestión de red con la capacidad de razonamiento intelectual, toma de
decisiones dinámicas en tiempo real y auto-adaptación y mejoras ba-
sadas en la experiencia. Por ende, el diseño de un marco de gestión de
redes sociales eficiente, dinámico y automatizado requeriría el apoyo
del campo de la ia. Lidiar con la incertidumbre y la inconsistencia ha
sido parte de la ia desde sus orígenes; en efecto, las tecnologías para
gestionar la incertidumbre y la inconsistencia ya se han utilizado en
áreas como los algoritmos de clasificación utilizados en los motores de
búsqueda web. La expectativa es que las tecnologías de ia puedan des-
empeñar un papel igualmente importante en el contexto de las eva-
luaciones de seguridad.
El campo de la ia involucra el diseño e implementación de sis-
temas que exhiben capacidades de la mente humana, tales como el
razonamiento, el conocimiento, la percepción, la planificación, el
aprendizaje y la comunicación. La ia abarca varias subdisciplinas que
incluyen aprendizaje automático, satisfacción de restricciones, sis-
temas de búsqueda y agentes múltiples, razonamiento e ingeniería y
procesamiento del lenguaje natural. Las técnicas basadas en los prin-
cipios de ia como red neuronal, algoritmo genético, sistemas expertos
e inferencia difusa, proporcionan habilidades sofisticadas de toma de
decisiones inteligente, mejora basada en la experiencia y resolución
creativa de problemas. Por consiguiente, su aplicación en aspectos
de las métricas de seguridad podría ser beneficiosa, particularmente
como un medio para reducir la subjetividad y la participación hu-
mana en la realización de evaluaciones de seguridad (Sattikar &
Kulkarni, 2012).
La técnica de inteligencia artificial más nueva, como los Procesa-
dores de Lenguaje Natural (pln), se parece mucho a la forma en que
aprenden los cerebros humanos. Además de las operaciones comunes

230 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


del procesador de textos que tratan el texto como una mera secuencia
de símbolos, los pln consideran la estructura jerárquica del lenguaje:
varias palabras forman una frase, varias frases hacen una oración y,
en última instancia, las oraciones transmiten ideas. Al analizar el sig-
nificado de la lengua, los sistemas de pln llevan mucho tiempo des-
empeñando funciones útiles, como corregir la gramática, convertir la
voz en texto y traducir automáticamente entre idiomas. Del mismo
modo, los pln que en realidad son una matriz de algoritmos complejos,
se pueden usar para detectar correos no deseados, para escanear men-
sajes de correo electrónico, descubrir el contenido de los mensajes en
el cual el correo electrónico sospechoso se envía a un área de cuaren-
tena donde un administrador puede ver el contenido para determinar
si lo descarta o lo pasa (Sattikar & Kulkarni, 2012).
Del mismo modo, las técnicas de ia también pueden ayudar a
identificar el comportamiento intrusivo, utilizando técnicas de detec-
ción de anomalías y de detección de uso indebido. Las redes sociales
son excelentes plataformas para aplicar las técnicas de ia. A medida
que las redes sociales se hacen cada vez más grandes y las personas
las utilizan para compartir más información, las técnicas de ia po-
drían ser realmente útiles para organizar la información y llevar las
piezas más relevantes a los usuarios de una manera completamente
personalizada, ayudando además a delinear las categorías básicas de
las inquietudes en torno a la privacidad de la información, así como a
su protección.

Conclusiones
La historia no necesariamente se repite, pero sí proporciona un valioso
contexto y lecciones aprendidas para el futuro de la demanda laboral
en un momento de automatización. Entre esas lecciones, la innovación

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 231


tecnológica en el pasado ha permitido la creación de nuevos empleos,
más de los que ha destruido, aumentando la productividad, estimu-
lando los aumentos sostenidos en los niveles de vida y provocando un
cambio en el equilibrio entre el trabajo y el ocio. Sin embargo, la tran-
sición no siempre ha sido fluida, por ejemplo, los salarios reales se es-
tancaron durante casi 50 años en la Inglaterra del siglo xix durante la
Revolución Industrial, y solo volvieron a aumentar en un momento de
reformas sustanciales de la política social.
Las nuevas tecnologías han aumentado el crecimiento de la pro-
ductividad, lo que ha permitido a las empresas bajar los precios para
los consumidores, pagar salarios más altos o distribuir beneficios
entre los accionistas. Esto estimula la demanda en toda la economía,
impulsando la creación del empleo. Sin embargo, la revolución in-
dustrial de finales del siglo xvii vio la mecanización arrasar a muchas
industrias. La agricultura en particular, que representaba alrededor
del 50 % de los puestos de trabajo en toda Europa, observó ese por-
centaje disminuir a menos del 5 % en la actualidad. Tal trastorno fue
indudablemente doloroso para aquellos que no pudieron adaptarse a
los nuevos avances, aunque eventualmente surgieron nuevos tipos
de empleo.
Más recientemente, hubo cambios sísmicos en la economía global;
en los últimos 30 años se ha venido experimentando una transforma-
ción digital con el surgimiento de Internet y los avances significativos
en la globalización (Álvarez & Zambrano, 2017). Los datos del Banco
Mundial muestran que el desempleo global como porcentaje del to-
tal de la fuerza de trabajo cayó del 6,1 % en 1991 al 5,8 % en el 2017, a
pesar de que la población aumentó de 5,4 mil millones a 7,6 mil mi-
llones en el mismo periodo. Por lo tanto, las tecnologías de la cuarta
revolución industrial, incluidas la inteligencia artificial y la robótica,

232 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


generaron beneficios significativos para los usuarios, las empresas y
las economías, elevaron la productividad y el crecimiento económico
de los Estados.
La Automatización Robótica de Procesos (arp) eliminaría la ne-
cesidad de que el personal realice actividades aburridas, repetitivas y
basadas en reglas, como ingresar datos o manejar la nómina, por lo
que la arp no tendría que conducir a un sacrificio del personal, ya que
podría empoderarlos y darle rienda suelta a su creatividad, librándo-
los de hacer cosas improductivas. En este orden de ideas, las reuniones
versarían sobre las ideas, y no tanto sobre mecánica o procesos. Pero
incluso los optimistas admiten que a medida que desaparecen los tra-
bajos poco calificados, la gente tendría que aprender nuevas habili-
dades para compensar. No obstante, el grado en que estas tecnologías
desplacen a los trabajadores dependería del ritmo de su desarrollo y
adopción, así como del crecimiento económico y del crecimiento de
la demanda laboral. Aun cuando la cuarta revolución industrial afec-
taría algunas ocupaciones, también crearía nuevas ocupaciones que no
existen hoy en día, al igual que lo hicieron las tecnologías del pasado.
Sin embargo, para el 2030, entre 75 a 375 millones de trabajadores
(del 3 % al 14 % de la fuerza laboral mundial) necesitarían cambiar de
categoría ocupacional.
Además, todos los trabajadores deberán adaptarse a medida que
sus ocupaciones evolucionen junto con máquinas cada vez más capa-
ces; parte de esa adaptación requeriría un mayor logro educativo, o
pasar más tiempo en actividades que requieren habilidades sociales y
emocionales, creatividad, capacidades cognitivas de alto nivel y otras
habilidades relativamente difíciles de automatizar. En consecuencia,
para lograr buenos resultados durante la cuarta revolución industrial,
los responsables de las políticas públicas y los líderes empresariales

Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 233


deberán abrazar los beneficios de la automatización y, al mismo
tiempo, abordar las transiciones de los trabajadores generadas por
estas tecnologías.
Estos cambios desafiarán los modelos actuales de capacitación de
la fuerza de trabajo, así como los enfoques comerciales para el de-
sarrollo de habilidades. Otra prioridad sería repensar y fortalecer la
transición y el apoyo a los ingresos para los trabajadores atrapados en
las corrientes opuestas de la automatización. En total, se exigiría la
necesidad de un nuevo tipo de pensamiento y liderazgo que reconozca
el desafío de gestionar los nuevos tipos de automatización y su segu-
ridad, así como reconciliar las paradojas y otros fenómenos que han
surgido como consecuencia de la cuarta revolución industrial.
Las tecnologías de la información, potencializadas por la cuarta
revolución industrial y su amplia adopción en todo el mundo, vienen
dando lugar a una serie de nuevos y revolucionarios modelos comer-
ciales para la era moderna. De hecho, las tecnologías de la información
están transformando las formas tradicionales de llevar a cabo nego-
cios, reemplazándolos con soluciones que promueven el intercam-
bio eficiente de información entre las partes involucradas y aseguran
la satisfacción del cliente. En este orden de ideas, la seguridad de la
información debería considerarse como un componente crítico de la
seguridad integral de las organizaciones, ya que su función sería es-
tablecer la confianza entre organizaciones e individuos, permitiendo
que el intercambio de información a través de Internet sea seguro y
proporcione a las personas la tranquilidad necesaria para realizar ne-
gocios en línea. En este sentido, la seguridad de la información debería
verse como un habilitador más que como un inhibidor, tanto para las
empresas como para las personas. Es en este contexto que la ia modu-
lar podría llegar a jugar un papel fundamental, gracias a su capacidad
en el manejo de metadatos y el aprendizaje continuo.

234 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Por último, los Estados Unidos disfrutaron ventajas sustanciales
en innovación y fuerza económica en la segunda mitad del siglo pa-
sado. Muchas de las innovaciones en la ia ocurrieron en los Estados
Unidos y los beneficios que asisten a estas innovaciones se acumu-
laron primero en ese país. No obstante, estas innovaciones se están
difundiendo con rapidez, especialmente con el fuerte impulso acadé-
mico y comercial para democratizar la ia. El aumento de expertos en
ia e innovadores en otras naciones (por ejemplo, China) es probable-
mente la señal más indicativa que apunta a la pérdida de la ventaja de
los Estados Unidos como primer jugador en el terreno de la ia, lo cual
tendría, en el mediano y largo plazo, efectos geopolíticos y geoeconó-
micos considerables.

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Capítulo 8 · La cuarta revolución y la era de la inteligencia artificial 237


Conclusiones

Abordar la discusión sobre una posible interpretación de la seguridad


integral implicó la búsqueda de fundamentos teóricos relacionados
con el corazón de los problemas del conocimiento de distintas cien-
cias sociales tales como la ciencia política, la sociología, las relaciones
internacionales, la administración y la antropología. Se encontró que,
en muchos de los interrogantes y aproximaciones a la noción de se-
guridad, es posible establecer relaciones concomitantes y algunas de
las veces yuxtapuestas entre los distintos ámbitos de estudio. Esta pri-
mera conclusión del proceso justifica el enfoque seleccionado por los
autores que asumieron el método interpretativo del constructivismo y
la hermenéutica como marco de acción en relación con la elaboración
de un debate sobre la noción de seguridad.
De la aplicación de estos enfoques y miradas interdisciplinares a
la seguridad integral, también resultó posible que esta, como objeto de
estudio, fuera relacionada con el contexto contemporáneo que la ca-
racteriza como cambiante y volátil; esto varía la identidad de actores
participantes en el fenómeno. Este es un hecho poco reconocido en las
interpretaciones clásicas de la seguridad.

239
A partir de esta visión, fue posible aproximarse a la discusión de
situaciones complejas que exigen una interpretación holística frente a
los dilemas de la seguridad, y que incluyen realidades como los temas
ambientales, la inestabilidad de los nuevos mercados y la relación de
la seguridad con la implementación de las innovaciones tecnológicas.
De igual forma, a través de los capítulos fue posible ofrecer pro-
puestas de acción social en torno a los nuevos desafíos de la seguridad
que, desde una perspectiva del conocimiento, plantean preguntas y
nuevos horizontes para la investigación y avance del estado del arte
relacionado.
Siguiendo estos lineamientos, el libro logró explorar el terreno
de la seguridad integral desde el ámbito de la gestión en distintos te-
rrenos de estudio, partiendo de una visión regional con la contextua-
lización de los desafíos que se presentan para América Latina, en unos
escenarios puntuales que se relacionan con las prácticas empresaria-
les y la toma de decisiones en los nuevos espacios laborales. Resultado
de estos artículos, se reconocen desarrollos y prácticas de innovación
en gestión del riesgo, así como la reflexión sobre los requerimientos
y estándares de implementación de procesos de gestión en seguridad
integral que incluyan la dimensión tecnológica y el ámbito humano de
las interacciones, para terminar por delimitar las implicaciones que
dichos aspectos han tenido sobre el mundo del trabajo.
Por último, el texto se presenta como un esfuerzo de consolidación
de distintas visiones que tienen en común la necesidad de construir
ámbitos de reflexión conjuntos, así como herramientas de investiga-
ción fundadas en el reconocimiento a la diversidad y complejidad de las
realidades contemporáneas.

Yuber Rico Venegas


Alejandra Cerón Rincón

240 Enfoques y gestión en Seguridad Integral


Para mayores informes:
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Oficina 411. A.A.110111. Bogotá D.C., Colombia
(057-1) 620 6518. Ext. 1700, 1715,1722, 1730
Correo electrónico: cienciaypoderaereo@epfac.edu.co

Biblioteca Escuela de Postgrados


de la Fuerza Aérea Colombiana
Correo electrónico: biblioteca@epfac.edu.co

https://libros.publicacionesfac.com

Enfoques y gestión en Seguridad Integral


fue compuesto en caracteres ConduitITC y Merriweather.
Se terminó de imprimir en Bogotá D. C.,
en noviembre del 2020.
Este libro es el resultado de un proyecto de investigación de la Maestría en
Dirección y Gestión de la Seguridad Integral (madgsi), denominado Impacto de
las políticas de seguridad integral en el desarrollo y gestión del componente de inves-
tigación del currículo madgsi. Para desplegar las capacidades de profundización
y alcance de un proyecto de estas características era necesaria la construcción
de un estado del arte consistente e interdisciplinar. La revisión bibliográfica
sobre las teorías, las metodologías y las epistemologías presentes en los deba-
tes clásicos y contemporáneos sobre la seguridad hizo evidente la necesidad de
elaboración conceptual para la exploración de la seguridad integral.

Los capítulos que pertenecen a la primera parte de este escrito recorren discu-
siones epistemológicas y ontológicas de la seguridad integral a través de la re-
visión de textos pertenecientes a la sociología, a las relaciones internacionales
y a la historia. A través de estas disciplinas, y desde distintos enfoques inter-
pretativos, se hace una evaluación intuitiva de la realidad global actual. La se-
gunda parte contiene estudios de caso de la gestión del riesgo y los procesos
de la seguridad empresarial, de la cadena de suministros y de la seguridad del
trabajo. Estos trabajos tienen un carácter descriptivo y analítico que abarca los
procedimientos de la seguridad y sus vulnerabilidades.

Las reflexiones presentadas en esta investigación son necesarias para la evo-


lución conceptual de la seguridad integral, la cual se postula como una po-
sición viable para concebir los desafíos contemporáneos de la seguridad. El
impacto inmediato buscado mediante esta revisión del estado del arte y de al-
gunas gestiones específicas de seguridad no tradicional, es la reflexión sobre
los conceptos y teorías enseñadas en los cursos y procesos de posgrados como
los de la madgsi.

ISBN 978-958-59961-8-2

9 789585 996182

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