Sayco Acinpro
Sayco Acinpro
Sayco Acinpro
Las quejas contra Sayco son numerosas. Germán Córdoba asegura que hay más
de 500 denuncias, desde las simples que dicen, por ejemplo, que tienen un salón
de belleza al que se le están cobrando unos montos insólitos por año, pasando por
otras según las cuales se les acerca gente con una actitud extorsiva que dice ser
parte de la entidad y trata de cuadrar el pago, cuando se trata de un monto que no
es negociable, hasta otras de autores reconocidos que se quejan de que no
reciben nada del organismo.
“El tema es complejo. Por un lado, no hay que perder de vista que lo recibido por
los autores es proporcional a la frecuencia con la que suenan públicamente. Hay
autores que no suenan mucho, que no son programados, no salen en conciertos y
no reciben porque no generan derecho. Luego, en cuanto a los autores
reconocidos y populares, es muy importante revisar qué negociación se hizo en
cada caso con las editoras musicales (empresas a las que en Colombia se les
ceden los derechos patrimoniales de la obra). Porque si yo vendo la casa
completamente no me puedo quejar después por no recibir parte del arriendo, a no
ser que en el contrato se haya estipulado ese pago”, explica el académico y
experto en derecho de autor, David Felipe Álvarez.
De ese modo, si Sayco está haciendo bien su trabajo, la negociación debería ser
más o menos así: “Un autor famoso pone su música en una emisora. Esa emisora
debe pagar $100 de regalías por derecho de autor. Esos $100 son recaudados por
Sayco que, de acuerdo con la ley, sólo se puede quedar hasta con el 30% para los
gastos de administración y con el 10% para beneficios sociales de los socios por
igual. Entonces, de esos $100, en teoría, lo mínimo que debería recibir un autor
popular son $60, pero si él cedió sus derechos de autor o los comparte con una
editora musical, entonces va a recibir en promedio y como generalmente se hace
33,3% de esos 60, es decir, va a recibir $20. El resto va a las editoriales”.
Además de las alarmas prendidas por Ricardo Leyva, también se han hecho sentir
las denuncias por parte de los empresarios de espectáculos. Julián Martínez, de la
empresa T310, asegura que el primer malestar con Sayco tiene que ver con que
ellos cobran los derechos sobre los aforos posibles y no sobre la realidad de la
venta de la boletería que puede pasar, como les sucedió con Damian Marley, de
10.000 boletas a sólo 4.000. Otro punto es que las tarifas se asignan a dedo y
dependiendo de cada cara se baja el porcentaje de pago, cuando debería haber
un porcentaje fijo y estipulado para los grandes, los medianos y los pequeños
empresarios. Y, finalmente, otro dilema gigante es que cuando se debe pagar el
saldo restante a Sayco hay tres días de plazo, y cada día el porcentaje va
creciendo. “Si pagas a los tres días, puedes pagar $20 millones; si te demoras
ocho días, puedes llegar a cancelar $40 millones”, asegura Martínez.
Sin embargo, Germán Córdoba advierte que a pesar de todas las críticas, una
sociedad como Sayco debe existir, “incluso porque hay convenios que nos obligan
a que haya un ente privado que recaude y vigile los derechos de autor”. La
investigación en curso determinará qué sanción hay que imponer y, “dependiendo
de la gravedad de lo hallado, podría traer como consecuencia la pérdida de la
personalidad jurídica, que sería la muerte de la sociedad Sayco. Estamos
haciendo una investigación rápida y muy detallada que arroje resultados
concretos”, concluye Córdoba.