6 - Yo y Mi Casa Serviremos A Jehová
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Propuesta
Recordarnos la importancia que debemos, como padres, colocar al considerar la salud y el
bienestar integral de nuestros hijos, que no solo consiste en que gocen en el presente, sino
ayudarles a construir un futuro placentero y con proyección transcendente y vocación de
eternidad.
Descubrir como este ideal, debe llevarnos a tomar acciones que los beneficien y una de estas
acciones es que se formen en un modelo educativo cristiano.
Introducción
La complicada situación de nuestros jóvenes
Si tomamos al menos una variable, como la FORMACION DE FAMILIAS: Las dificultades que enfrentan
en la formación de sus propios hogares, jóvenes provenientes de familias que mantuvieron una estructura
hogareña sólida y saludable son menores que las que tienen que enfrentar los jóvenes provenientes de
hogares separados, o con aplicación de normas rígidas de conducta (INCLUSIVE MORAL), o con algún tipo
de desajuste en su funcionamiento.
Pero:
1. Las dificultades no solo se presentan en la formación del hogar.
afectan la comprensión de los principios religiosos,
a que estos perduren en el tiempo,
que sean mantenidos por nuestros jóvenes a pesar de la presión que reciben.
2. Frecuentemente se culpa a la Iglesia por la situación de ellos la iglesia no hace nada por ellos., “y
muchas veces es verdad, pero…“,
3. Pero, ¿Qué pasó en el hogar? cuando eran niños, ¿cómo se formaron, dónde lo hicieron?
Cuando había que imprimir en la mente fresca, principios sólidos y sanos sobre la Justificación y la
Gracia, ¿dónde estaban?
Nuestra educación y preparación se mueve entre la justificación por la fe y el juicio por las obras.
La formación en nuestras escuelas y colegios, no solo debe contemplar la entrega de contenidos
académicos, sino también el desarrollo en la mente de los niños del Plan de Justificación por la Fe y la
Obediencia por Amor.
La carencia afectiva en familias que mantienen una aparente estructura y vínculo social saludable.
La ausencia de un modelo educativo coherente con la formación familiar.
El que reciban un mensaje en la casa, distinto del que reciben en la iglesia y en la escuela.
La sobreprotección – la falta de equilibrio en la distribución del cariño entre hijos diferentes,
cónyuges, familiares, amigos, trabajo.
El propio fracaso de los padres dibuja una impronta distorsionada de los planes que Dios tiene para
ellos.
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La rigidez familiar que lleva a la falta de diálogo de los problemas reales de los jóvenes entre estos y
sus padres, deja un vacío de este modelo que es buscado en una etapa de la vida del joven con
ansia y avidez fuera del vínculo familiar.
“Tengo la convicción de que muy pocos jóvenes criados en hogares cristianos pasan por su adolescencia
sin cuestionar en cierta medida la validez de su fe. Parte de las experiencias de esa edad consiste en desafiar
lo que los adultos creen, y durante el proceso, desarrollar un sistema de creencias propio. Esto significa que
los adolescentes de hogares cristianos pasarán por la etapa de analizar lo que han aprendido y como
resultado, decidirán aceptarlo o rechazarlo.” (Trasmitiendo la Fe a nuestros Hijos, Pág. 9).
Es necesario construir una mente religiosa, con razones para que ellos decidan por esta fe religiosa.
La escuela de iglesia es un fuerte eslabón de esta cadena, que debe unirse a los padres y a la iglesia.
Debemos mostrarles que nuestro amor hacia ellos es incondicional, esto creará un terreno
propicio para que germinen las semillas durables del evangelio.
Debemos mantener el diálogo siempre, más allá de nuestro enojo. Que este no se convierta en una
piedra que nos impida realizarlo.
Debemos tratarlos con respeto, usando palabras constructivas, que eleven su autoestima.
Es un mito pensar que es la Escuela la que debe trabajar sola en la formación del carácter o de los
valores. También es un mito pensar que es sola la familia la que debe enfrentar este desafío. Es el
suave equilibrio en el que se complementan el trabajo de la Escuela y la Familia.
Debemos mostrarles que confiamos en ellos para que nos crean cuando les decimos que Dios
confía en ellos.
EGW
¿Cuáles son las prioridades en las que estamos concentrando nuestra atención como familia?
¿Cómo alimentamos a nuestros hijos?
¿Con qué Niños comparten ellos, cinco horas por día de su valioso tiempo?
¿Qué tipo de docente pinta estos principios de los cuales hablamos en la mente de ellos?
¿Qué filosofía permea la escuela de tus hijos, que tiñe de un color determinado la arcilla fresca de su
mente?