2021 Temario Examen Complexivo de Filosofia
2021 Temario Examen Complexivo de Filosofia
2021 Temario Examen Complexivo de Filosofia
TEMARIO
EXAMEN COMPLEXIVO
DEL BIENIO FILOSÓFICO
GESTIÓN ACADÉMICA 2021
COCHABAMBA – BOLIVIA
TEORÍA DEL SER
ONTOLOGÍA 6
TEMA 1 Relación entre Filosofía y Teología. 6
TEMA 2 La ontología como parte de la metafísica. 6
TEMA 3 La estructura de los entes: 6
TEMA 4 Los trascendentales: 6
TEMA 5 La causalidad y los cuatro tipos de causa 6
TEMA 6 Textos primarios 6
METAFÍSICA 7
TEMA 1 El problema fundamental 7
TEMA 2 Naturalezas de la metafísica 7
TEMA 3 El problema del ser 7
TEMA 4 Los principios fundamentales 7
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
ANTROPOLOGÍA CULTURAL 10
TEMA 1 La Antropología y sus ramas 10
TEMA 2 Factores de la cultura 10
TEMA 3 Teoría de las Culturas
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
TEMA 1 Antropología Tomista 11
TEMA 2 Realismo antropológico de M. Scheler 11
TEMA 3 Antropología neo-socrática de G. Marcel 11
TEMA 4 Personalismo antropológico de K. Wojtyla 11
2
TEORÍA DE LOS VALORES
ÉTICA 12
TEMA 1 Definición de ética 12
TEMA 2 El acto humano 12
TEMA 3 La norma moral 12
TEMA 4 Educación y Valores 12
AXIOLOGÍA 13
TEMA 1 La axiología y sus corrientes 13
TEMA 2 Categorías del valor según Juvenal Canedo Chávez 13
TEMA 3 ¿De qué hablamos cuando hablamos de los valores? 13
TEMA 4 Axiología empresarial según Miguel Ángel Cornejo 14
GNOSEOLOGÍA 15
TEMA 1 La estructura de la generación del conocimiento: 15
Principios, paradigmas, teorías y conocimiento científico.
TEMA 2 La teoría de los dos mundos, la analogía y los cuatro 15
grados de conocimiento en Platón.
TEMA 3 La teoría hilemórfica y la teoría de los grados de 15
conocimiento en Aristóteles. Facultad sensible y facultad
inteligible. La abstracción y la generación de conceptos.
TEMA 4 La crisis del paradigma geocéntrico 15
3
TEMA 5 La duda como método en Descartes. 15
TEMA 6 Las ideas claras y distintas como criterio de verdad en 15
Descartes.
TEMA 7 La afirmación de Dios a partir de la evidencia de las ideas 15
innatas en Descartes.
TEMA 8 Los ídolos de Bacon. 15
TEMA 9 La búsqueda de las condiciones de la posibilidad del 15
conocimiento empírico en Kant: las intuiciones y los
conceptos puros. Las nociones de fenómeno y nóumeno.
TEMA 10 La reducción fenomenológica en Husserl. 15
LÓGICA 16
TEMA 1 Conceptos básicos de lógica 16
TEMA 2 Análisis de Argumentos 16
TEMA 3 El Silogismo 16
TEMA 4 La técnica de los diagramas de Venn 16
TEMA 5 Las Falacias 16
4
CONTENIDOS DEL TEMARIO
2021
5
TEORÍA DEL SER
ONTOLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA.
6
GARCÍA LÓPEZ Jesús, Metafísica tomista. Ontología, Gnoseología y
Teología natural, Ed. EUNSA, Pamplona 20012.
GARCÍA MORENTE Manuel, Lecciones preliminares de filosofía, Ediciones
Nacionales, Bogotá 1998.
HESSEN Johannes, Tratado de filosofía, Sudamericana, Buenos Aires
1976.
METAFÍSICA
7
BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA
Unidad I. Introducción
JACQUIES MARITAIN, Introducción General a la Filosofía. Club de lectores,
Buenos Aires 1964.
FREDCRICK COPLESTON, S.T. Historia de la Filosofía, 9 Vol. Editorial
Ariel, Barcelona - Caracas - México (varios años).
GUILLERMO FRAILE, C.P. Historia de la Filosofía, 8 Vol. BAC, Madrid
(varios años).
GIOVANNI REALE, Historia del Pensamiento Filosófico y Científico, vol. I -
III, Herder, 1991.
8
FEURAND VAN STEENBERGHEN, Ontología. Editorial Gredos, Madrid
1965.
PAUL GRENET, De la Evolución a la Existencia, 24 tesis tomistas, Club de
Lectores, Bs. Aires 1965.
PAUL GRENET, Ontología, Editorial Herder, Barcelona 1973
LOUIS DE RAEYMAEKER, Filosofía del Ser, Editorial Gredos, Madrid 1968.
9
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
ANTROPOLOGÍA CULTURAL
10
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:
11
TEORÍA DE LOS VALORES
ÉTICA
Textos de información:
12
AXIOLOGÍA
BIBLIOGRAFÍA
CANEDO CHÁVEZ Juvenal, Introducción a la ontología, La Paz 1989.
FRONDIZI Risieri, ¿Qué son los valores? Introducción a la Axiología, México
2007.
CANELAS VERDUGUEZ Cesar, Antropología Filosófica, Oruro 2000.
BIBLIOGRAFÍA
BIBLIOGRAFÍA
13
TEMA 4.- Axiología empresarial según Miguel Ángel Cornejo
BIBLIOGRAFÍA
14
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
GNOSEOLOGÍA
15
LÓGICA
Bibliografía
Bibliografía
Bibliografía
Bibliografía
MATERIAL DE APOYO
link de descarga de los materiales bibliográficos del temario
https://drive.google.com/drive/folders/11LKT4hj-SNW4hGxi5gorTlW2b4ihs4HJ?usp=sharing
16
ANEXO 1
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
Para expresar esta peculiar situación del alma humana en la escala de los
entes, el Aquinate utiliza la imagen neoplatónica del horizonte:
1
Suma contra los gentiles, II, c. 68
17
El espíritu humano requiere, por su misma naturaleza, informar al cuerpo,
y debe ser considerada como tal. También por su misma esencia es
substancial e inmaterial, por esto, como espíritu sobrepasa a toda forma
que pueda informar a lo corpóreo.
A) La unidad humana
En el verdadero compuesto humano, el alma espiritual y el cuerpo
humano no realizan las mismas funciones. El alma realiza tres
fundamentales.
2
Suma contra los gentiles, II, c.68
18
La primera función es la de conferir al hombre la unidad. Por estar
destinada a ser forma del cuerpo, el alma humana constituye la unidad del
cuerpo. El espíritu del hombre comunica al cuerpo su unidad,
precisamente porque es su forma, que es siempre el principio de unidad de
todo compuesto, lo que le da la cohesión interna.
B) El ser humano
La segunda función del espíritu es dar el ser al cuerpo. Esta donación
exclusiva del alma espiritual humana justifica la profunda unidad del
hombre. Su alma es distinta de la de los animales por no ser sólo la forma,
sino una substancia inmaterial, que a pesar de ser ya substancia es a la
vez forma de una parte esencial. Es, por ello, también diferente de otros
espíritus, ya que no informan a ningún cuerpo.
Por ser una substancia espiritual, el alma humana tiene un ser propio y
proporcionado a su esencia. Es una forma que tiene ser, y, que a
diferencia de las otras formas que se unen a la materia –para constituir los
compuestos vivos, como las plantas y los animales, y que se denominan
entonces almas, o para componer los entes inertes, compuestos de forma y
materia– no comparte el ser con el otro componente. El ser no es del
espíritu y del cuerpo. El ser humano sólo es del espíritu. En este sentido,
el ser del hombre es un ser espiritual.
Por consiguiente, el ser del hombre es, primero y principalmente, del alma,
y, a través de ella, lo es también del cuerpo y, por tanto, del compuesto.
Sin embargo, sólo la forma, que es el alma, tiene un ser propio, y, por esto,
es también una substancia. En el hombre sólo hay un ser.
El hombre, compuesto de alma y cuerpo, tiene un único ser, pero este ser
es el del espíritu. Las formas de los animales y vegetales no tienen un ser
propio, sino que el ser que las actualiza pertenece a toda la substancia.
Son, por ello, únicamente formas, destinadas sólo a determinar la materia.
19
Aunque el ser del hombre sea propiamente de su alma espiritual, ésta no
preexiste ni puede preexistir a su unión corpórea. Por su relación esencial
al cuerpo, el alma recibe el ser en el momento que se une al mismo. No
existe antes de la unión. Con su ser propio, que la convierte en substancia,
y le hace existir, el alma necesita todavía, para tener entidad y existir o
estar presente en la realidad, unirse al cuerpo. El alma humana, a
diferencia de los otros espíritus, “atrae” a lo material, porque es más
potencial que ellos, ya que es menor su participación del ser, acto
supremo3. Por ser la ínfima de las substancias espirituales, el alma
humana, necesita unirse al cuerpo necesariamente.
Para poder entender y, con ello, tener conciencia de sí, precisa que su
entendimiento pueda recibir los inteligibles a través de los sentidos. Sobre
las imágenes proporcionadas por el conocimiento sensible, y que
representan las cosas materiales, actúa su virtud activa, su entendimiento
agente, “para hacerlas inteligibles en acto mediante la abstracción”4.
Para poder realizar sus funciones propias, al alma espiritual le hace falta
el conocimiento sensible. Como las sensaciones son actos de órganos
corporales, el alma necesita el cuerpo. El espíritu humano, gracias a la
sensibilidad, puede entender, puede actualizar la inteligibilidad en
potencia de lo sensible. Lo inteligible a su vez actualiza la potencialidad
intelectiva del entendimiento del espíritu humano. La sensibilidad hace
posible, que el espíritu pueda saber, sobre sí y sobre todo lo demás, y,
como consecuencia, también querer y de un modo libre. Podría decirse que
el hombre necesita el cuerpo para saber y el saber para amar y ser libre.
En segundo lugar, nota el Aquinate que la pertenencia del ser del hombre
a su espíritu, permite probar la inmortalidad del alma. El espíritu no
puede morir, porque, por tener un ser propio, su existencia no depende del
cuerpo. Cuando el cuerpo humano ya no es apto para recibir el ser que le
comunica el alma, termina entonces la unión del cuerpo y el alma, muere
el hombre. Sin embargo, por conservar el ser, el espíritu continúa
existiendo.
3
Cfr. El ente y la esencia, c. IV.
4
Suma teológica, I, q. 79, a. 3, ad 29.
20
D) La unibilidad y la muerte
En tercer lugar, observa también Santo Tomás que el espíritu humano
siempre conserva su unibilidad(sic) al cuerpo, incluso separado de él. Esta
tendencia del alma al cuerpo obedece a que su unión al mismo no le
conviene de modo accidental, sino esencial.
21
por ello, además de estas operaciones propias, realiza también, en el
cuerpo, las de las almas sensitiva y vegetativa.
E) La individualidad y la persona
El espíritu en el compuesto humano, realiza una tercera función: la de
proporcionarle una mayor individualidad. Por este nuevo oficio, también se
distingue de las otras almas no espirituales. El alma humana, en cuanto
forma del cuerpo, es un principio especificador del hombre. Es este
sentido, se comporta igual que las formas sensitivas, las vegetativas y la de
los entes inertes, que hacen que los animales, plantas y entes inanimados
pertenezcan a una determinada especie, y que, por ellas, en su
individualidad material, posean características comunes específicas,
propias de toda la especie a la que pertenecen.
5
Cf. Suma Teológica, I, q. 75, a.3, in c.
22
y “persona” se emplean como equivalentes. Es una utilización correcta
porque cada hombre es persona. Sin embargo, el nombre “persona” tiene
una caracterización lógica y gramatical distinta de hombre y de todas las
demás palabras. Éstas se refieren siempre a características esenciales,
generales o individuales. La persona a diferencia de todos los demás
nombres, sin la mediación de algo esencial, se refiere recta o directamente
al ser, la causa profunda de la individualidad del espíritu. Nombra al
fundamento individual inexpresable esencialmente de cada hombre, a su
ser propio.
2.1. EL ESPÍRITU
6
Libro de la persona y de las dos naturalezas, ML, LKXIV, 1343.
7
Cuestiones disputadas sobre la Potencia de Dios, q.9, a.4,in c.
8
Suma teológica, III, q. 19, a.1, ad 4.
23
El espíritu no es la inteligencia, ni la capacidad de elección, sino un
principio nuevo y totalmente diferente de la naturaleza. Se distingue de la
psique y de la vida; “es un principio que se opone a toda vida en general” y,
que no puede reducirse a la razón, la razón es sólo una de sus formas.
2.2. PERSONA
Libertad
Objetividad
Conciencia de sí mismo
24
2.4. GRADOS DEL SER PSICO-FÍSICO
Los grados del ser psicofísico son: impulso afectivo, instinto, memoria
asociativa e inteligencia práctica.
Impulso afectivo
Instinto
Es la conducta del ser vivo. El instinto es propio de los animales, tiene las
siguientes notas:
d) Es innato y hereditario.
Memoria asociativa
25
Inteligencia práctica
a) Tiene sentido.
26
2.8. LA IDEACIÓN
27
Esta conciencia del ser absoluto pertenece a la esencia del hombre, del
mismo modo que la conciencia de sí mismo y la conciencia del mundo.
28
CANEDO CHÁVEZ J., Antropología Filosófica, Editorial Don Bosco, La Paz
1986, pp. 73-81
29
dado lugar a la creencia de que estos filósofos pertenecen a una misma
corriente filosófica: el existencialismo. La obra de Sartre
L´existentialismeest un humanisme [El existencialismo es un humanismo]
ha contribuido especialmente a la formación y difusión de esta idea, ya
que en dicho escrito el filósofo de la náusea realiza un retrato de la
supuesta familia existencialista y en ella incluye a estos dos filósofos.
Aunque Marcel aceptó esta etiqueta como título para una obra conjunta
dedicada a su pensamiento, Existentialismechretien [Existencialismo
cristiano], muy pronto se preocupó por establecer su rechazo a la inclusión
de su filosofía en dicha corriente. Él no era un existencialista, ni siquiera
un existencialista cristiano. Como mucho podría decirse que se trata de un
pensador existencial, y más apropiadamente, un neo-socrático. El objetivo
de Marcel, al igual que Sócrates, fue cuestionar y hacer despertar a los
otros: invitar a pensar y reflexionar acerca de la realidad.
30
Este índice personal pone de relieve que para Marcel la afirmación “yo soy
mi cuerpo” no es una profesión de materialismo, sino un rechazo de la
identificación cartesiana del cuerpo con la mera extensión. Para este
pensador contemporáneo hay una clara seguridad de este carácter único
del cuerpo propio, pues es percibido como tal y se presenta como la
condición de cualquier otra percepción: “si yo soy mi cuerpo es en tanto
que soy un ser sentiente; y me parece que se puede precisar más y decir
que yo soy mi cuerpo en la medida en que mi atención se apoya en primer
lugar sobre él, es decir, antes de poder fijarse en cualquier otro objeto sea
cual sea” (Marcel G., Jornal Metafísico, 236) (Urabayen, 2006: 333).
31
3. La intersubjetividad. El hombre es un ser intersubjetivo, un ser con
otros seres. Ser con otros es, por una parte, una condición metafísica de la
existencia personal, pues no hay yo sin tú; por otra parte, es una
condición de perfeccionamiento, ya que el ser humano es más plenamente
al abrirse a los otros: “me afirmo como persona en la medida en la que
creo realmente en la existencia de los otros”. Las relaciones humanas o
intersubjetivas son siempre de apertura y crecimiento; cuando no se dan
estas relaciones se habla de indisponibilidad, pero no de formas de
intersubjetividad empobrecidas o degradadas. El ser con otro hace que el
yo llegue a ser plenamente quien es. Existen diferentes y muy variadas
formas de desarrollarse la intersubjetividad, pero hay unas que son
universales: el encuentro con el tú, la familia, la comunidad humana y la
relación con Dios.
El modo natural que el hombre tiene de ser con otros es la familia, que es
“el acto infinitamente misterioso por el que una esencia toma cuerpo”. La
encarnación del hombre tiene una de sus dimensiones más importantes en
la familia, pues es, a través o gracias a ese núcleo protector nacido de
vínculos de amor como los nuevos seres se insertan en la sociedad. La
familia supone las raíces desde las que las personas crecen, el hogar
protector, la casa propia, el conjunto de valores y tradiciones en los que
uno se forma. La familia modula, sin determinar, la formación de la
personalidad y lo hace porque es una unión de amor y libertad junto a las
obligaciones y dependencias que ésta implica: forma y educa en la libertad
y la responsabilidad (Urabayen, 2006: 338-339).
32
convierte en una vocación9. El recogimiento permite comprender que el
hombre, como ser itinerante, no posee, sino que busca su plenitud, pero
esta búsqueda no es el fruto de una libertad absoluta y carente de
criterios.: “es esencial a la vida, no solamente lo que es evidente, referirse a
otra cosa diferente a ella, sino articularse interiormente con una realidad
que le da su sentido y como su justificación”10.
De ahí que la libertad humana sea una conquista que parte de una
plenitud encontrada en la intimidad propia. Eso que el hombre encuentra
en su interior es la trascendencia, la unión estrecha del ser y los valores,
que es lo que guía su libertad: “decir que el yo crea los valores es
desnaturalizar de la forma más peligrosa una verdad mucho más profunda
que versa no solamente sobre la verdad sino también sobre la significación
que le es inmanente y esto hasta el punto de que si la despojamos de esa
significación que le es inmanente y esto hasta el punto de que si la
despojamos de esa significación la libertad se transforma en una absurda
y gesticulante caricatura de ella misma”.
9
La vocación no se conoce de un modo claro y objetivo, es más bien una llamada inarticulada. (Cf. Marcel,
G., Homo Viator, 28)
10
Rechazó la tesis sartreana de que la existencia precede a la esencia y pretendió recuperar el valor de la
esencia humana, pero no como una objetivación o una cosa cerrada.
33
TEMA 4 PERSONALISMO ANTROPOLÓGICO DE KAROL WOJTYLA
34
que consiste en una reelaboración personalista del clásico actushumanus
mediante la integración explícita del sujeto auto-consciente” (Burgos
2011:13,14)
Entonces, los escritos filosóficos de Karol Wojtyla (Juan Pablo II) versan
principalmente sobre “fundamentos de la ética, la naturaleza de la
sexualidad humana, y la relación entre el conocimiento y la acción”.
Veamos algunos elementos claves.
El orden biológico
11
La expresión en lengua polaca es “porzadek bitu”, que también puede ser traducida como el “orden del
ser”.
12
Citado por REIMERS en SELLÉS Fernando (ed.), Propuestas antropológicas del siglo XX (II), Pamplona:
EUNSA, 2007, p. 310
35
distinta a muchos estudiosos de su época que confirieron a la biología una
importancia fundamental para explicar la conducta humana como
resultado de un proceso evolutivo, de tipo darwiniano, y que cubre
aspectos como el lenguaje y la religión. Sin embargo, este modelo de
pensamiento no es suficiente para contestar preguntas fundamentales
como aquella sobre el sentido de la existencia. Los métodos de las ciencias
biológicas no resuelven los aspectos fundamentales sobre el sentido y la
finalidad de la vida.
36
El determinista puede argumentar que las causas preexistentes
determinan (o exacta o probabilísticamente) lo que el sujeto humano hizo,
como se comportó, incluso si no todas estas causas son entendidas. La
fuerza de la posición determinista es precisamente que se propone explicar
el acontecimiento después del hecho. ¿Por qué dio patadas el hombre al
perro?
Como el acto es una elección, una decisión de realizar algo hasta ahora
sólo posible, la persona que actúa tiene en sí misma la potencialidad de
realizar el valor. Se llama así en virtud de que la persona actúa su
voluntad. Aunque esta voluntad no es directamente experimentada u
observada como una entidad operativa, sin embargo, uno se experimenta a
sí mismo como el agente, como la causa por cual quien puede ser llega a
ser lo que es, que es el paso de la potencia al acto. Por lo tanto, por su
misma estructura, la experiencia de actuar pide un análisis metafísico; las
consideraciones físicas de la voluntad no bastan para explicar la voluntad,
que es un poder espiritual.
37
la persona, “la acción revela a la persona, y miramos a la persona a través
de su acción”.
4.4. SUPPOSITUM
13
K. WOJTYLA, “Person: Subject and Community”, en Person and Community, 221.
38
investigación sobre el ser humano (…) nos permite aceptar completamente
el antiguo concepto de suppositum y, al mismo tiempo, entenderlo de un
nuevo modo. Decir que el ser humano –yo y cada otro ser humano– es
dado en la experiencia como un suppositum es decir que la entera
experiencia del ser humano, que nos revela al ser humano como alguien
que existe y actúa, tanto permite como legítimamente requiere que
nosotros concibamos al ser humano como el sujeto de aquella existencia y
actividad. Y esto es precisamente lo que está contenido en el concepto de
suppositum. Este concepto sirve para expresar la subjetividad del ser
humano en sentido metafísico”14.
14
K. WOJTYLA, Ibid., 222.
15
K. WOJTYLA, Ibid., 223.
16
K.WOJTYLA, Ibid., 226.
17
K. WOJTYLA, Ibid, 223 ss.
39
entonces el operari es también (…) la avenida más apropiada para conocer
a este esse”18. Con otras palabras, es por este operari por lo que somos
capaces de analizar metafísicamente la voluntad.
Entendido bajo esta recta perspectiva, este texto puede servir como la base
para una investigación metafísica del alma. En Persona y acción indica la
dirección que tal investigación debería tomar20. Más bien que analizar el
formal y, por lo tanto, espiritual principio de la sustancia humana (es
decir, el alma), decide analizar el todo como una unidad dinámica
personal.
18
K. WOJTYLA, Ibid, 223.
19
K. WOJTYLA, Ibid, 225.
20
“Integración de la persona en la acción y descubrimiento de la relación del alma con el cuerpo”. K.
WOJTYLA, Persona e Atto, 1158.
40
J. BAILLY, “La Antropología Marceliana” en Yachay, año 9, N°15,
Cochabamba 1992, 15-78 (Tema 3)
41