A.la Labor Del Abogado

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

UNIVERSIDAD ANDINA DEL CUSCO

REACREDITADA INTERNACIONALMENTE

LICENCIADA POR SUNEDU

UNIVERSIDAD PARADIGMÁTICA

FILIAL SICUANI

FACULTAD DE DERECHO CIENCIA POLÍTICA

CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:

ENSAYO: LA LABOR DEL ABOGADO EN LA SOCIEDAD Y


SU DEBER FRENTE AL CLIENTE

DOCENTE: Dr. EMER RIVELINO ESPIRILLA MEDRANO

ASIGNATURA: METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

INTEGRANTES: ÁMERLY IRIS MAMANI QUISPE


SEMESTRE: IX

SICUANI - SEMESTRE 2022- 1 – PERÚ


LA LABOR DEL ABOGADO EN LA SOCIEDAD Y SU DEBER FRENTE AL

CLIENTE

La figura del abogado, a lo largo de la historia ha sufrido numerosas vicisitudes en cuanto al

rédito en su actividad. sus funciones resultan heterogéneas y dispares frente a la sociedad. En

esa línea se contempla que los abogados pueden ejercer un sin fín de tareas profesionales,

como dirimir o mediar en conflictos, ejercer el derecho de defensa de los condenables,

asesoramiento empresarial, personal, en colaboración con las administraciones en infinidad

de gestiones y procedimientos, y qué duda cabe, como funcionario público en el propio

funcionamiento de la tutela judicial efectiva. Tutela que también se incardina en unos

principios básicos de actuación de jueces y tribunales, entre los que se encuentran sin lugar

a dudas, la independencia, la imparcialidad y la motivación, tripartito que conforma los

principios rectores que orientan a la impartición de justicia, si bien es cierto que los abogados

no tienen la capacidad para dictar una sentencia, no es menos cierto que su labor es necesaria

para el buen funcionamiento de la Administración de justicia. Ya que se debe tener presente

que son los que de primera mano hacen acopio de las pretensiones del ciudadano para

ajustarlas a derecho (Martí, 2002) y garantizar el derecho a la tutela judicial efectiva. Uno de

los retos a los que se enfrentan los abogados como defensores de la justicia, es el que resulta

del marco normativo al que deben estar sometidos y por el que se apuesta desde la ética

profesional. Cuando hacemos referencia a una conducta ética dentro del ámbito jurídico, nos

referimos al comportamiento lógico y exigible que deben respetar los operadores jurídicos

como profesionales al servicio de la Administración Pública de Justicia. De modo que,

aunque puede afirmarse que “las relaciones entre Ética y Deontología, como tantos conceptos

filosóficos, pueden hallarse o plantearse antagónicas o bien conectadas en desarrollo. La


Deontología sería con, carácter general, la palabra que designaría la aplicación de la Ética al

campo profesional; la Deontología sería, pues, una especificación de la Ética, como Ética

aplicada a una profesión” y, puede afirmarse que derivado de esa interpretación, “la ética

aplicada a la profesión del jurista y del abogado se denomina deontología jurídica”.

La actuación del abogado en el ejercicio de su profesión está íntimamente ligada a la

configuración ética-moral que tiene como un ente personal. En el lenguaje común es

frecuente entre los estudiosos de los sistemas normativos, referirse a la moral y a la ética

como conceptos sinónimos. Es por ello que resulta necesario concretar aspectos

diferenciadores, puesto que ambas expresiones indican niveles de pensamientos

diferenciados. La ética, en este sentido, constituye una pauta conductual del comportamiento.

La ética viene entendida como una corriente filosófica cuyo objetivo prioritario es el análisis

del comportamiento humano. Como ciencia, la ética explica las cosas por sus causas. La

Abogacía es una profesión libre e independiente, que asegura la efectividad del derecho

fundamental de defensa y asistencia letrada y se constituye en garantía de los derechos y

libertades de las personas. Los Abogados deben velar siempre por los intereses de aquellos

cuyos derechos y libertades defienden con respeto a los principios del Estado social y

democrático de Derecho constitucionalmente establecido. el abogado puede tomar partido

ante un conflicto en su actuación como asesor o consejero, indicando al cliente cuáles son

sus derechos y obligaciones. También puede operar como evaluador, analizando los asuntos

legales de su cliente e indicarle el escenario jurídico en el que se encuentra. Pero, en todo

caso, el abogado deberá actuar con su cliente transmitiéndole el marco legal y los límites

legales de cualquier acción que pretenda realizar, señalando la mejor manera de actuar en la

defensa de sus intereses e indicando además, las posibles consecuencias de un pleito o la


realización de determinados recursos. Todo ello, en un marco de confianza, respeto y de total

reconocimiento al ámbito del derecho, límites y normas aplicables. el abogado puede

encontrarse con situaciones en las que sea difícil mantener el sentido de justicia. Imaginemos que

se encuentra con un cliente que no quiera continuar el procedimiento tal y como establece el marco

normativo o con pretensiones irreales y fraudulentas. Ello no significa, que el abogado quede

eximido de explicarle la repercusión legal en caso de contravención y las consecuencias jurídicas

que deriven de la elección realizada por su cliente. Pues, como se indica, la pretensión final del

abogado es la justicia en beneficio de su cliente, pero también en beneficio de la sociedad y

principalmente de la justicia.

Puede suceder también, que un abogado ante una dilatación del proceso en la justicia

ordinaria, se convierta en un auténtico mediador en la resolución de conflicto a través de

técnicas extrajudiciales, como puede ser la conciliación, el arbitraje o la mediación, para

superar la ralentización que sufren los juzgados por el número de asuntos, o el coste que

supone acceder a la Administración de Justicia. Colaborando de esta forma al logro de la

justicia que reclama su cliente, mediante técnicas legales y conformadoras del Derecho,

participando así de la efectividad de la justicia. En todo caso, la labor primordial del abogado

como operador al servicio del Derecho en cualquiera de las funciones que represente, no es

más que la de gestionar los asuntos del cliente, tratando siempre que a éste le resulte

provechosa la posibilidad que le otorga el Derecho, asegurando en todo caso resolver el

conflicto con eficacia y sentido de la justicia. La visión que se proyecta en la figura del

abogado en el ejercicio de sus funciones constituye una de las herramientas obligatorias en

la defensa y garantía de los derechos del justiciable ante la tutela judicial efectiva desde una

visión de justicia social. Así lo entiende Sánchez-Stewart cuando defiende que “el abogado
es un operador esencial e irremplazable en la administración de justicia y en el

funcionamiento de uno de los poderes del estado y es pieza fundamental en la confianza que

dispensa (o no dispensa) a ese servicio público. El rol del abogado en el ejercicio constituye,

en este sentido, una función de orden social como garantía en la defensa de los derechos

humanos. En esta línea, surge el planteamiento del por qué siendo la abogacía la una

profesión libre, tal y como se defiende en el propio Estatuto de la Abogacía, requiere que el

abogado para el ejercicio de profesión como litigante deba estar al amparo de un Colegio

Profesional regulado por el derecho público”. Así lo indica la Ley 2/1974 de 13 de febrero

sobre Colegios Profesionales, en su artículo 1.1., cuando establece que los Colegios

Profesionales son corporaciones de derecho público, amparadas por la Ley y reconocidas por

el Estado, con personalidad jurídica propia y plena capacidad para el cumplimiento de sus

fines.

En conclusión en torno a la relación abogado-cliente, se parte de la consideración que el

abogado, como profesional, se debe a su cliente. Es por ello, que la confianza se presenta

como una prioridad de primer orden. En cuanto al vínculo que une a un abogado con su

cliente, esa relación de confianza, debe respetar una serie de principios que responden a la

confiabilidad exigible. teniendo además presente, que el cliente es un consumidor y usuario

de determinados servicios profesionales protegidos además por la ley, y en base al Real

Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de

la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes

complementarias. El abogado por tanto mediante la utilización del discurso jurídico intentará

persuadir a las demás partes para la obtención de su objetivo marcado.

GRACIAS

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy