Facultades de La Administración Tributaria
Facultades de La Administración Tributaria
Facultades de La Administración Tributaria
Existen una serie de facultades que, mediante la prescripción contenida en normas de rango
constitucional y legal, permiten a la administración publica actuar de una forma u otra.
Entre estas facultades encontramos a las siguientes: 1) Facultad Reglamentaria; 2) Facultad
Determinadora; 3) Facultad Resolutiva; 4) Facultad Sancionadora; y, 5) Facultad
Recaudadora. En los siguientes párrafos se desarrollarán cada una de estas facultades.
Facultad reglamentaria
Existen autores que consideran que esta facultad no debería denominarse reglamentaria
porque dentro de la concreción de normas que permiten la mejor aplicación de las leyes
tributarias no solo se encuentran las creadas por el ejecutivo como efecto de su potestad
reglamentaria, sino que existen instituciones del Estado como el Servicio de Rentas
internas, que mediante representación, tienen la facultad de emitir actos normativos que no
necesariamente corresponden a un reglamento, por ejemplo, pensemos en las circulares o
disposiciones generales emitidas por el Director General del Servicio de Rentas Internas.
Es importante tener en cuenta que la facultad de emitir actos normativos (entre ellas la
facultad reglamentaria) no se ostenta con el fin de crear tributos sino simplemente para la
facilitación en la aplicación de estos, y esto a su vez quiere decir que los actos normativos
se expiden con posterioridad a la ley porque deben adecuarse a ella y bajo ninguna
circunstancia porque de lo contrario estaríamos en frente de una de las más vergonzosas
aberraciones jurídicas.
Ejemplo
Facultad determinadora
Cuando se efectúa una determinación tributaria, prima facie, se reconoce que el hecho
ocurrido coincide con el supuesto de ley, es decir con el hecho generador. Si no se da esa
coincidencia, se produce el fenómeno de la no sujeción y obviamente no procede la
declaración tributaria. Luego se debe cuantificar y valorizar la materia imponible de
acuerdo a las normas previstas o a los procedimientos idóneos y comúnmente aceptados.
Dentro de los deberes formales de los sujetos pasivos y terceros se encuentra la obligación
de presentar declaraciones tributarias. El incumplimiento acarrea sanciones, generalmente
multas que se incrementan con el pasar del tiempo y las cuales difieren del causamiento de
interés por mora en el pago de obligaciones tributarias. El artículo 101 de la Ley de
Régimen Tributario Interno señala que la declaración hace responsable al declarante y al
contador que la suscriba. De otro lado, la declaración se tiene por legitima y produce
efectos mientras no sea innovada, ya por el propio declarante, ya por la administración
dentro de su facultad de control. (Troya, 2014, pág. 254).
Es muy común observar que las personas que cuentan con una actividad económica en la
cual emiten facturas, declararan de manera mensual el IVA de acuerdo a sus ventas y por lo
general cuando se está en frente de altos porcentajes de ventas, se cuenta con la ayuda de un
contador o contadora. Este escenario es propicio para entender que la responsabilidad a la
que se está sujeto puede recaer tanto sobre la persona que declara como por el contador o
contadora que suscribe dicha declaración.
Ejemplo
Facultad resolutiva
Ejemplo
En este caso la resolución debidamente fundamentada que se emita a raíz de esta solicitud
constituiría la facultad resolutiva de la Administración Tributaria.
Facultad sancionadora
La facultad sancionadora forma parte del denominado ilícito tributario que forma parte del
libro cuarto del Código Tributario de Ecuador. Para colocar debidamente el alcance y
proyección de esta facultad, es necesario consignar que en el sistema ecuatoriano existen
tres tipos de infracciones, los delitos, las contravenciones y las faltas reglamentarias. Para
que se configuren los delitos tributarios, sujetos estrictamente a todos los principios del
derecho penal, hace falta que medie dolo o culpa. Para que se configuren las
contravenciones y faltas reglamentarias lo único que hace falta es que se infrinjan los
deberes formales. (Troya, 2014, pág. 268).
Las faltas reglamentarias y las contravenciones son de similar naturaleza. Bien podría
asegurarse que las faltas reglamentarias son contravenciones menores y que las
contravenciones son faltas reglamentarias mayores. No hay entre ellas una diferencia
fundamental de sustancia sino únicamente de grado. Al igual que los delitos, las faltas
reglamentarias y las contravenciones deben encontrarse tipificadas por ley, siéndoles
aplicable el principio de interpretación más favorable. (Troya, 2014, pág. 269).
Es importante tener en cuenta que no todas las sanciones en el Ecuador requieren de previa
resolución administrativa, tal es el caso de la multa por falta de declaración del tributo,
contemplada en el artículo 100 de la Ley de Régimen Interno, que deberá ser cancelada
junto con los impuestos, se trata pues, de una multa auto-calculada y auto-impuesta por el
contribuyente, sin que ello signifique que si no se calcula, siempre la Administración
Tributaria, podrá ejercer la facultad para sancionar y ejecutar el cobro correspondiente. Sin
embargo, existen casos en los cuales la sanción impuesta tendrá que concretarse
necesariamente en un acto administrativo como una orden de clausura de un determinado
establecimiento comercial. (Macías & Morán, 2011).
Ejemplo
Facultad recaudadora
Con el fin de llevar a cabo la recaudación de los tributos, se ha establecido el sistema por el
cual la administración percibe el pago obligaciones tributarias antes que estas sean
exigibles. El mismo se concreta en varios subsistemas cuales son, la actuación de los
agentes de retención y percepción y los pagos anticipados. Los agentes de percepción
pueden ser constituidos tales por ley, reglamento u orden de autoridad. A ellos, que pueden
ser personas naturales o jurídicas, funcionarios públicos o particulares, corresponde, al
momento de efectuar pagos por compra de bienes o servicios, separar la parte
correspondiente a impuestos y remesar los valores mensualmente a la caja fiscal.
El procedimiento coactivo o de ejecución, de vieja data en el país, que ha servido para
cobrar obligaciones tributarias y de otra índole, no se presume y debe basarse en ley. No es
un juicio como equivocadamente se lo denomina hasta la fecha. Es un procedimiento
administrativo compulsivo de cobro, una verdadera vía de apremio real. El funcionario
coactivamente no es un juez, ni cabe la existencia de partes litigantes propias de un juicio
en sentido estricto. El tratamiento simétrico se da en cuanto, por casos especiales, los
coactivados pueden proponer demandas de impugnación al procedimiento coactivo para
ante los jueces que entienden de materia tributaria, configurándose de este modo un
verdadero juicio. (Troya, 2014, pág. 264).
Ejemplo
Ejemplos claros son los pagos al impuesto al IVA, impuesto del ICE, impuesto a la renta,
impuesto ambiental, entre otros. En este caso analizaremos un ejemplo de auto pago con
antecedente de título anterior por la Corporación Aduanera Ecuatoriana. Este ejemplo lo
podemos ver en el Anexo 5.