El Primer Gobierno de Alan García
El Primer Gobierno de Alan García
El Primer Gobierno de Alan García
1990.
Crisis económica de Alan García, En 1986 a falta de ingresos suficientes y de inversión para
reactivar la economía, García tomó una grave decisión, limitar el pago de la deuda externa al
10% de las exportaciones. Esto le mereció al Perú ser considerado como un "país no elegible",
por parte de Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aspecto político:
Alan García fue el primer político aprista en llegar al poder en el Perú, así como el mandatario
más joven (36 años) en ser elegido democráticamente en toda la historia de su país, y en su
momento, en todo el mundo. Durante su campaña electoral había cautivado a las
muchedumbres con su oratoria grandilocuente y efectista, aunque rehuyendo a debates con
sus adversarios, pues asumía que más que programas políticos, lo que el pueblo necesitaba era
un mensaje esperanzador. La expectativa era grande con lo que haría este presidente, que
contaba con un apoyo mayoritario en todos los estratos sociales. Llegaba al poder en
momentos en que la situación del Perú era extremadamente crítica, comenzando por poseer
uno de los índices más altos de pobreza en América Latina. Todo lo cual se agravaba con el
recrudecimiento del terrorismo, una inflación incontrolable (casi 200% anual), un galopante
aumento de la deuda externa, un déficit crónico de divisas y una extendida corrupción pública,
que incluía a la administración de justicia y la policía nacional.
En 1975, luego de que Haya de la Torre promoviera el «ascenso» entre un grupo de jóvenes
del partido, Alan García viajó a España a estudiar Sociología, desde donde mantuvo contacto
con diversos líderes apristas. Ya en 1977, para el momento en el que pronuncie su famoso
discurso en la Plaza San Martín al lado de Haya de la Torre, García ya ocupaba el cargo de
Secretario Nacional de Organización. En octubre de 1982, Alan García obtuvo el cargo de
Secretario General del Partido Aprista, luego de derrotar a Carlos Enrique Melgar. Dos años
después, el 12 de febrero de 1984, García ganaría la candidatura a la presidencia, tras un
proceso de elecciones internas por voto directo en las que iba a competir con Javier Valle
Riestra, pero quien se retiró una semana antes de las elecciones.
Aspecto Económico:
Inicialmente, García aplicó una política económica de corto plazo calificada de “heterodoxa”.
Contaba al respecto con asesores izquierdistas. De manera sencilla, García explicó su plan:
Para estabilizar y hacer crecer la economía, el punto de partida sería aumentar el consumo de
la población. Esto se lograría mejorando los salarios reales de los trabajadores; con el aumento
del consumo, las empresas y los productores agrarios aumentarían sus ventas, y ello, a su vez,
incidiría en un aumento en las utilidades, lo que haría posible un aumento de la inversión, de la
producción, de los puestos de trabajo y de la recaudación fiscal. El plan parecía lógico, pero
tenía un punto crítico: confiar en que los empresarios no cayeran en prácticas especulativas y
reinvirtieran sus ganancias en el país (lo cual no ocurriría).
Peligro de crisis:
En 1987, el peligro de una crisis en la balanza de pagos y en las reservas internacionales era
evidente. Sin embargo, el Estado Peruano siguió confiando en un crecimiento económico
rápido hasta 1988. Al mismo tiempo, se vio obligado a devaluar el sol de oro, y a subir los
sueldos y los precios.
En concreto, las empresas fueron forzadas a comprarle al Estado Peruano bonos obligatorios
por un valor que llegaba hasta el 30% de las utilidades brutas que las empresas habían
obtenido en 1986.35 Con esta medida, el Gobierno provocó airadas reacciones en el sector
empresarial. Al poco tiempo, algunas empresas fueron exoneradas del pago obligatorio y
finalmente el programa fue cancelado.
1988-1989: Crisis
Al finalizar el año 1987, la crisis ya era evidente: La inflación empezó a ascender bruscamente
(114,5 % en diciembre del 1987), la producción –y, por consiguiente, la reactivación
económica– se había estancado y la balanza de pagos tuvo, en 1987, un saldo negativo de 521
millones de dólares, el hueco más grande desde 1981. Consecuentemente, las reservas
internacionales siguieron decayendo. A falta de dólares, el Banco Central se vio atado de
manos en el control de la tasa de cambio (una demanda creciente de dólares se puede
contrarrestar poniendo en circulación los dólares ahorrados, pero estos ya no había). El equipo
económico del gobierno presidido por Gustavo Saberbein intentaba persuadir a García de la
necesidad de un shock ortodoxo: Déficit cero a través de aumentos fortísimos de impuestos y
tarifas y la eliminación de subsidios. Pero García, temiendo el costo político de tal decisión, no
se decidía a resolver el problema de fondo.
Corrupción pública:
En los primeros años de gobierno, no hubo ninguna denuncia resonante de corrupción que
involucrase a las autoridades y funcionarios. Ello es entendible ya que los grupos económicos
que controlaban los principales medios de comunicación (diarios, revistas, radios y
televisoras), se hallaban en buenas relaciones con el poder político, pues se beneficiaban del
acceso privilegiado a los dólares MUC (dólar subsidiado por el gobierno y usado en la
importación de bienes y en pagos por servicios en el extranjero). Otros procedían de igual
manera, tratando sin duda de congraciarse con el mandatario para recibir esos beneficios. Solo
el diputado Fernando Olivera propuso una investigación parlamentaria para investigar los
ingresos y propiedades de García, pero fue rechazado por la mayoría aprista de la Cámara de
Diputados.
Aspecto social:
Terrorismo
Cartel de Sendero Luminoso celebrando cinco años de guerra popular, se puede apreciar la
imagen de Abimael Guzmán sosteniendo la bandera de dicho grupo terrorista.
Terroristas del MRTA en la zona del VRAEM durante el primer gobierno de Alan García.
La actividad terrorista llevada a cabo por Sendero Luminoso y el MRTA se había iniciado
durante el segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry, pero se extendió y se intensificó
casi a nivel nacional bajo el gobierno de García. Extensas regiones como la selva del Huallaga y
casi todas las alturas de los Andes Centrales cayeron bajo control de las huestes terroristas.
Estos irrumpían de improviso en los pueblos, asesinaban con extremada crueldad a los policías
y las autoridades locales, reclutaban a la fuerza a los pobladores y luego, ante la proximidad de
las fuerzas militares, se retiraban a las alturas, rehuyendo presentar combate frontal. Tales
oponentes escurridizos e inasibles resultaban muy difíciles de someter para las fuerzas del
orden. Los terroristas también se dedicaron a destruir todo signo de progreso en las regiones:
puentes, plantas eléctricas e hidroeléctricas, plantas experimentales de agricultura y
ganadería, maquinarias, hasta el ganado de las comunidades. Y ahuyentaron o asesinaron a los
pequeños productores y al personal extranjero de ayuda técnica.
Autoridades:
Vice Presidentes