Cartas A Un Nuevo Juez
Cartas A Un Nuevo Juez
Cartas A Un Nuevo Juez
PROHIBIDA SU VENTA
que inicia su Carrera Judicial
Coordinación de la Edición:
Diseño de la Edición:
ISBN 970-712-082-7
Impreso en México
Printed in Mexico.
IA/OIOE
PRESENTACION
Ministro Genaro David Góngora Pimentel 7
Muy estimado aspirante a formar parte del Poder Judicial Federal, para
expresarte mis puntos de vista, en primer lugar sobre la profesión de abogado y
en segundo dentro de dicha profesión la vocación para dedicarte con toda voluntad
y pasión a ser juzgador, la responsabilidad en ese cargo es muy grande, ya que la
sociedad espera de tí una acendrada vocación y al mismo tiempo espíritu de
servicio y de sacrificio a una causa que tiene una serie de retos personales y que
constituye 10 que considero un verdadero apostolado social.
El reto del juez moderno y sobre todo del Juez Federal es la proliferación,
que verdaderamente como una enorme cascada, más grande que el Niágara, se
aprecia en la legislación de todos los países.
15
Oatta! IJ r/h ,Jr/t!J !Ir/e ihiOlIJ !r/ Oa,.teI'/J ,J"t/i{JiIJ/
--- ----- - - - - - - - - - - -
16
"Y tan altos son los fines que por Dios les están confiados.
Que él imparte justicia y él castiga a los malvados.
Por si acaso en la otra vida.
No existieren los infiernos"
El Juez sabio y recto también tendrá que resistir toda una serie de amenazas
y acechanzas, que a veces agentes del mal presionan a los jueces para infundirles
temor, a efecto de que no cumplan con su alta misión de impartir justicia y más
en tiempos tan graves de inseguridad que se viven recientemente aquí en México
y en otros países, como Colombia donde las mafias del narcotráfico han tomado
como conducta no sólo amenazarlos, sino también con frecuencia los han privado
de su vida, por ello es que además deben tener una entereza y voluntad férrea.
Es de comentar que a partir de enero del año 1995, el Poder Judicial Federal
ha sufrido un cambio profundo que en mi opinión lo vigoriza, lo fortalece y afirma
su autonomía, dicho cambio tiene muchos aspectos positivos; se creó el Consejo
de la Judicatura Federal, por primera vez se estableció la carrera judicial que
garantiza la estabilidad e inamovilidad de los miembros del Poder Judicial Federal,
se dan las bases para la designación por medio de concursos de oposición para
todos los cargos que señala el artículo 110 de la Ley Orgánica del Poder Judicial,
como aquellos que integran a los servidores de carrera del mencionado poder.
17
Todo lo anterior significa un cambio en la legislación aplicable al Poder
Judicial de la Federación a partir de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y creo en el fortalecimiento y autonomía que son muy importantes
para el trabajo eficiente de la judicatura.
Por último, el Juez debe ser sencillo y humilde en su ~rabajo con el público
y con los litigantes tal como lo apunta Piero Calamandrei*:
"La justicia es una cosa muy seria; pero precisamente por ello, no es
necesario, señor juez, que usted, desde su asiento, me frunza con fiereza el
entrecejo.
* Piero Calamandrei. Elogio de los Jueces. Editorial Tribunal, México. Pág. 32.
18
SEMBLANZA DEL AUTOR
Doctor en Derecho por la facultad de Derecho de la UNA M, con Mención Honorilica (1981);
Maestro por oposición en la Cátedra de Derecho Administrativo desde 1963, Derecho Internacional Publico
y Derecho Bancario y Profesor Titular de Carrera tiempo completo definitivo; Profesor visitante de las
Universidades; Paris I Panteón Sorbonne y la Universidad Externado de Colombia, Sta. Fe de Bogota,
Colombia. Director de la facultad de Derecho de la UNAM (1981-1987). Presidente del Tribunal de lo
Contencioso Electoral (1987-1990). Tratadista de Derecho Administrativo, Constitucional, Bancario y
Mercantil. Ha publicado 27 Libros en la Editorial Porrúa, S.A. Miembro de Número del Instituto
Iberoamericano de Derecho Procesal Investigador Nacional Nivel 111. Maestro Emérito por la Universidad
Autónoma de Nayarit. Dr. Honoris Causa por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Presidente de la
Asociación Nacional de Doctores en Derecho, A.C., Comisionado Mexicano para la Negociación para el
ejercicio para la Profesión de Licenciado en Derecho en El Tratado de Libre Comercio de América del
Norte.
19
~------~_._-
Señor Juez:
Juzgar, l::S para muchos, la obra más dificil del espíritu humano. Del Juez
se espera que sea todo equilibrio, prudencia, razón, libre, abierto de corazón, y
listo para escuchar el mensaje de los que imploran justicia.
El juzgador debe saber muy bien en qué país se encuentra y vivirlo con
emoción. Debe hablar con sus colaboradores sobre las necesidades de la patria,
I Sobre el tema consultar: The Law as Literature. I y n. AA; The World of Law. Editorial Ephraim London, 1960;
BURGOA ORIHUELA, 1. El Jurista y El Simulador del Derecho. Editorial POITÚa, novena edición, México, 1999; ROBBlS,
S. Law A Trcasury ofArt and Literature. BeáuxArts Editions. Harkavy Puhlishing, New York, 1990; y CALAMANDREI,
P. De las Buenas Relaciones entre los Jueces y los Abogados. Ediciones Depalma, Buenos Aires, 1990.
Para que un juez cumpla con su función debe poseer las condiciones
personales y morales precisas, no solamente el vigor fisico, la salud, el celo, sino
también los conocimientos jurídicos amplios y en constante renovación. El juez
precisa hallarse dotado de habilidad y perspicacia, pues no son pocos los
interesados en confundirlo durante ellitigio(2). Sólo así, en la tranquilidad de su
despacho y sin ninguna influencia extraña podrá dictar a cordel el Derecho y dar
la tutela que en abstracto la ley le otorga a los justiciables.
El buen juez es una persona culta, respetuosa de los demás, que se preocupa
por las partes en conflicto y nunca toma partido por alguna de ellas. Procura que
sus colaboradores cuenten con todos los elementos necesarios para el trabajo, los
escucha, atiende, explica, y sabe quitarles la venda que cubre sus ojos y que
pudiera impedirles ver la luz de la justicia.
Hablar de un juez es hablar del Derecho, puesto que todos los conflictos
jurídicos han de pasar por sus manos. Como intérprete del Derecho deberá buscar
el equilibrio entre lo estricto del ordenamiento y lo amplio de su razonamiento.
2 Cfr. OICKENS, C. In Chancery. The Law as Literature. 1. AA. Vv. The World ofLaw. Editorial Ephraim London,
1960, p.20; y AGUE RO AGUIRRE S. El Juzgador. AA. Vv. El papel del Abogado. Editorial POITÚa y Universidad
Nacional Autónoma de México. México, 1999. p. 3.
22
U sted siempre tiene la razón, pero no porque sea más sabio que los
abogados o los funcionarios, sino porque es el último que habla y detrás de su
determinación no hay nadie que se pronuncie. Cierto es que por encima de un
juez hay otro; pero la cadena se termina pronto, y en cualquier caso, también mi
reflexión va para el juez de última instancia(3).
Deberá habituase a poner en práctica por sí mismo, sin esperar a que los
letrados se lo soliciten, los medios que le parezcan más aptos para descubrir la
verdad: interrogar directamente a las partes, hacerse llevar a la audiencia los
materiales sobre los cuales versa la contienda jurídica, hacerse ayudar en sus
indagaciones por expertos peritos, moverse para ir a inspeccionar personas y cosas.
No debe temer parecer interesado: más bien debe considerar ese interés como el
primer cometido de su oficio. Debe acostumbrarse a preguntar, a estimular, a
refutar, sin dejar traslucir de ese modo lo que piensa de la CaUSa(4).
Recuerde que debe poner la misma diligencia para juzgar todas las
controversias, aún las más humildes; saber que no existen grandes y pequeñas
controversias. Tiene que buscar en la propia conciencia, más que en las opiniones
ajenas, la justificación de su actuar, y asumir de frente, con arrojo, la
responsabilidad de resolver.
23
De igual forma tiene que pronunciarse "secundun leges ", es decir,
conforme a las leyes, no a estas según su idea, sentimiento o concepto de justicia.
El juez tiene la obligación de interpretar el Derecho para extraer su razón, y su
sentido normativo. En esta labor el juzgador, lejos de ser un "sevus legis", puede
erigirse en el constructor del Derecho, que no legislador, como lo fue el pretor
rOmanO(6).
Que todo lo que toque su mano se convierta en justicia una vez que haya
escuchado todo lo que tenga que escuchar, para darle a la sociedad una vida
apacible.
Venturoso usted que debe habituarse a hacer justicia, sólo así llegará feliz
al día de su retiro por edad y aún en ese momento experimentará la tranquilidad y
felicidad que le hizo estremecer años atrás, cuando, siendo neófito en las labores
de justicia, pronunciara su primera sentencia.
6 Cfr. BURGOA ORIHUELA, 1. El Jurista y El Simulador del Derecho. Editorial Porrúa, novena edición, México,
1999. p.72.
7 Cfr. NIETO, A. FERNÁNDEZ, T. El Derecho y el revés. Ariel. Madrid. 1998. p. 132.
--~~~--~~- --------
24 ----------_.-- ---------
¡Ohjueces afortunados! todo en el Estado se construye, transforma y crea
para que ustedes tengan la libertad de juzgar, de pronunciarse sobre lo que es
justo o lo que es injusto(S). Y si alguna vez el Estado no garantiza el fallo de
alguno de ustedes traicionará a la sociedad y se traicionará a sí mismo, aniquilando
el Estado de Derecho, porque ustedes son su garantía.
Corno guardador de la ley debe reunir las cualidades del espíritu, todas
las del carácter, aprenderlo todo y recordarlo todo. Tener la experiencia de la
madurez y el empuje de la juventud, en suma, ser un jurista completo.
S Vid. BACON f. Of Judicature. The Law as Literature. !l. AA. Vv. The World ofLaw. Editorial Ephraim London,
1960.
25
SEMBLANZA DE LA AUTORA
26
Sr. Juez:
Hace algún tiempo, una de mis hijas me preguntó que qué pensaría si ella
estudiase leyes.
Le contesté que debería de pensarlo muy bien, ya que en esa época nuestra
profesión se encontraba demeritada y desprestigiada, por la corrupción imperante
y casi generalizada, de abogados postulantes y de aquellos que desempeñaban un
cargo público.
27
-- ----------
En gran parte, ese pequeño cambio se debe a la actuación del Poder Judicial
Federal, cuyos integrantes, en su gran mayoría, eran y son personas honradas,
responsables y orgullosas de pertenecer a un poder que ha mantenido y acrecentado
su verticalidad y prestigio.
28
-------------- /Mj}MW4_
Espero que estas líneas sean un instrumento útil para el profesional que
desee dedicar su vida a la impartición de justicia y a servir con lealtad, ética y
entrega, al Poder Judicial de la Federación.
29
Carta:
Con toda razón, hay quienes consideran que el juez al juzgar, ejerce la
más sublime y excelsa de todas las misiones, humana y divina al mismo tiempo.
Piero Calamandrei decía: "Me convenzo cada vez más de que entre el rito judicial
y el rito religioso hay parentescos históricos mucho más estrechos de lo que pueda
indicar la identidad de la palabra".
31
la reparación de 10 que en su concepto, consistió en un agravio en su esfera jurídica,
con trascendencia hacia su persona, familia, patrimonio, etc.. La forma, basta con
que no conlleve a discutir los términos precisos de la resolución a su favor, 10
demás, se 10 deja al buen estilo del juez, porque el fondo es 10 que le interesa.
Pues, qué más riesgo pueda correr el peticionario, cuando no teniendo a su favor
la institución jurídica de la suplencia de la deficiencia de su agravio o queja,
legalmente le asista la razón y no logre demostrarla por la deficiencia de su defensa
o circunstancias diversas.
32
- - - - -_ _tM4_
seguro de incurrir en omisiones, las cualidades y atributos sobre los que deben
reflexionar si los tienen, antes de aceptar o emprender la importante
responsabilidad de juzgar a los semejantes, facultad, que muchos han atribuido
sólo a los Dioses.
Pensándolo bien, qué halagüeño es, saber que a tus padres, hijos, parientes,
amigos, etc., les llegasen a comentar algún día que tú eres o fuiste un juez
respetable, por tu honestidad. Que en la mesa de tu hogar, el pan y la sal que con
tu familia compartiste día a día, fue el digno producto de tu trabajo honrado.
~---- --------,-------------
33
Siempre he pensado que la honestidad, entendida como lo moral y lo que
es acorde a las buenas costumbres, se mueve a la velocidad del sonido, mientras
que la deshonestidad lo hará a la velocidad de la luz. Poco tiempo pasará para que
en tu circunscripción y mucho más allá sepan de tu falta de probidad y honradez.
Sin honestidad, no hay honra que valga y entonces de nada sirve recordar
las bellas clases impartidas en la universidad por los venerables maestros, sobre:
los consejos dados por Don Quijote a Sancho Panza; el "Elogio de los Jueces" de
Piero Calamandrei; las palabras de Don Benito Juárez sobre lo que no pueden y si
deben hacer los funcionarios públicos; el decálogo de Eduardo J. Couture; las
reflexiones de Fray Jerónimo Feijóo; "El Alma de la Toga", de Don Angel Osorio;
"La Lección número 20" sobre justicia, de Luis Humbert Santos; las
consideraciones de ética profesional para el abogado y el juez, de Don Euquerio
Guerrero; las reflexiones sobre el juez, de Alberto G. Spota, en su obra "El Juez,
el abogado y la formación del Derecho a través de la jurisprudencia", etc..
Ahora que logren la designación de juez, les pido que recuerden además,
que el pecado más grave del juzgador es la soberbia, como lo dice Piero
Calamandrei; la humildad hace más digno el reconocimiento y la legitimidad
34
que, a final de cuentas, la otorgan los ciudadanos, ¿ a caso el juez, como servidor
público, no vive del sueldo, producto del pago de impuestos de los ciudadanos?
¿No creen que bien vale la pena reflexionar sobre la importancia de ser,
en lugar de un juez soberbio, mejor humilde, no servil, honrado, prudente y
justiciero, con fortaleza y templanza?
Después de todo, al final del camino, tanto a ustedes como a mí, sólo nos
quedaría recordar juntos el último consejo de Don Quijote a Sancho:
"Si estos preceptos y estas reglas sigues Sancho, serán luengos tus días,
tu fama será eterna, tus premios colmados, tu felicidad indecible: casarás tus
hijos como quisieres, títulos tendrán ellos y tus nietos, vivirás en paz y beneplácito
de las gentes, y en los últimos pasos de la vida te alcanzará el de la muerte, en
- - - - - - - - - - ------
vejez suave y madura, y cerrarán tus ojos las tiernas y delicadas manos de tus
terceros netezuelos". (Cap. XLII, Segunda parte, del "Quijote").
36 -----------------~-------------------
Carta a un J",~z
Distinguido selñor Juez:
En su desempeño tiene que asegurar trato igual a todos los que intervienen
en los asuntos litigiosos; observar una posición de independencia e imparcialidad
en los conflictos; asumir con nitidez los principios que rigen en la administración
de justicia; actuar con sensatez al valorar los elementos de convicción en cada
asunto, conducirse con honestidad, y conforme a derecho resolver cada negocio
jurídico, rechazando enérgicamente prácticas carentes de probidad que traten de
inducirlo a actitudes no propias de su encargo.
40
SEMBLANZA DEL AUTOR
Originario de San José del Cabo. Baja California Sur. Presidente del Tribunal Superior de Justicia
del Estado de Baja Cal!(ornia Sur; Profesor de Derecho Civil y de Derecho del Trabajo. en la Facultad de
Derecho yen la E.N.E.? Acatlán, U.N.A.M., y ha publicado artículos en diversas revistas jurídicas. En el
Poder Judicial de la Federación ha desempeñado los cargos de Secretario de Tribunal Colegiado; Secretario
Particular, de Acuerdos y de Estudio y Cuenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; Juez de
Distrito; Magistrado de Circuito; Secretario Ejecutivo del Pleno y Carrera Judicial y, actualmente, Consejero
del Consejo de la Judicatura Federal.
41
Muy distinguido y estimado joven Juez:
43
t'Jattaf aV" Jvez ,ve /,,¡ala fV t'Jafwa Jvt/;tJlal
Desde una perspectiva pragmática, podría decirle que, hace varias décadas,
cuando el suscrito fue juzgador, para tener una convicción personal de que el
asunto a resolver lo conocía bien, me permitía anotar en hojas de trabajo las
cuestiones más importantes que arrojaban las constancias de autos y meditaba
sobre las consideraciones antagónicas sostenidas por las partes en el proceso. El
sentido de la resolución se iluminaba con la luz de la ley, ya que todo Juez es un
aplicador de la ley pues, tiene valor supremo la legalidad que no es otra cosa que
el estado de Derecho, en nuestro medio, elevado a nivel de garantía individual
consagrada en los artículos 14 y 16 constitucionales.
44
las exigencias de la discreción y festinaría el sentido del fallo. La regla es que
todos deben esperar hasta que la sentencia sea dictada.
Ningún sler humano escapa, como destinatario, a las reglas del trato externo
que cumplen con la realización de valores específicos, entre otros, la atención y
el respeto que merecen los semejantes. En tal virtud, Usted deberá tratar
comedidamente a los justiciables, a los abogados de ellos, a los funcionarios y
empleados judiciales que le están subordinados, a todos sus colegas y,
naturalmente, a sus superiores. Está descartada cualquier rispidez en el trato.
45
todo Juez seguir la secuela de llegada de los asuntos y no es válido que Usted
escoja asuntos ulteriores para darles prioridad, es decir que unos asuntos los
resuelva de inmediato y otros los postergue. Sería inadecuado que Usted dictara
muchas resoluciones para obtener datos numéricos en asuntos que no presentan
dificultad alguna y, produzca acumulación de expedientes que presenten algún
grado de dificultad.
El Juez debe ser un acatador de las normas jurídicas que rigen tres aspectos
básicos: la competencia del Juez, el procedimiento que debe seguirse
46
rigurosamente y el fondo de que se ocupará la sentencia definitiva. Además, no
deberá olvidar que todas sus resoluciones deben ser fundadas y motivadas.
Los requisitos que se le han exigido para nombrarlo como Juez, marcan
atributos personales que lo hacen merecedor del cargo. A pesar de su juventud,
posee Usted la ciencia jurídica necesaria, experiencia anterior, goza Usted de
buena fama, es inteligente, disciplinado, trabajador, es acucioso, tiene gran
dignidad y posee formación ética.
Licenciado y Doctor en Derecho, con mención honorífica, por la UNA M, 1954 y 1959
respectivamente. Juez de Primera Instancia del Ramo Civil en Acapulco. Gro. (1956-1957); Magistrado del
Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Sonora (1961-1967); y Presidente del citado Tribunal (1962-
1963). Ha enseñado Derecho, sin interrupción. 10 años en la Universidad de Sonora y 33 años en la Facultad
de Derecho de la UNAM. Autor de abundante obra jurídica. Dedica un capítulo de su libro Manual del
Abogado a los Jueces (pp.359-479).
47
·
Estimable JU(~Z de Distrito recién designado:
~--~----~~------~._-~~--- ----~~-----
49
Sin embargo, el honor conferido y la responsabilidad adquirida solo podrás
mantenerlos incólumes observando normas éticas. Es por ello que me permito
hacerte llegar el Decálogo del Juez de Distrito, basado en la experiencia obtenida
por el suscrito durante su transitar en el Poder Judicial de la Federación. Si te
apegas al mismo, podrás llevar a cabo tu misión con la eficacia que de ti se
espera.
50 ~----- ---
No permitas que e:l orgullo de ser juez, se convierta en soberbia o en menosprecio
de tus congéneres. El despeñadero del fracaso está sembrado de altanería y desdén
a los demás.
51
no permitas que ésta invada la pública. Jamás podrás separar tu carácter de juez
federal de tu condición de ser humano; pretender hacerlo, sería tanto como intentar
sustraer el alma de tu cuerpo. Recuerda siempre que el cargo de Juez te seguirá
como sombra inseparable, a dondequiera que vayas.
Tu atto. amigo
El autor ingresó al Poder Judicial de la Federación en 1959; es uno de los Magistrados más
antiguos del país y ha recibido reconocimientos por el desempeño de sus funciones, tales como: de la
Asociación de Abogados de San Luis Potosi, A.e.: la medalla "PoncianoAn'iaga" (1991); del Consejo de
la Judicatura Federal: la Medalla al Mérito "Ignacio L. Vallarta" (1999); Y de la Universidad Autónoma
de San Luis Potosí, la Facultad de Derecho de ésta y la Representación de Egresados de dicha Facultad, en
conjunto: diploma de reconocimiento (1999). Actualmente está adscrito al Primer Tribunal Colegiado de
Circuito, con sede en San Luis Potosí.
53
Carta a un joven desconocido:
Si, miramos pero no vemos y por ello ni observamos. Y si así nos sucede
con las personas, imagínate con las cosas... ni siquiera tenemos tiempo para dedicar
55
un segundo a detener nuestras miradas para el ver y observar. Ya sabes... la
observación nos va formando o deformando... Nos va haciendo más reflexivos, y
por ello, compasivos con nosotros mismos. Recuerdo aquello de odia el delito y
compadece al delincuente... pero, ¿nos conocemos?
56
y por otra parte el Art. 71 fracc. 1de la Constitución trae como consecuencia
la injerencia LEGAL del Ejecutivo en la designación de las más altas de nuestras
magistraturas por aquello de las temas al Senado, según el Art. 89, fracc. 18;
faculta al Ejecutivo a "presentar a consideración del Senado la tema para la
designación de Ministros de la Suprema Corte de Justicia..."
El respeto entre los tres poderes es causa directa de que cada uno de ellos
funcione en el marco de sus facultades propias que han de ser reconocidas en la
Constitución.
57
El Poder Judicial deberá integrarse por ascensos de exámenes y escalafón.
De los tres poderes, es éste, precisamente, el que por su tecnicismo y por la lenta
formación de sus gentes deberá estar enlazado con un Ministerio de Justicia al
frente. Sin él, el Poder Judicial está acéfalo. Corre peligro de que otras autoridades
de los otros dos poderes cubran el vacío de poder. Allá donde ni el Ministerio, ni
un buen Estatuto Orgánico existen, la improvisación cunde.
Formar parte de ese Consejo, es algo así como en las Universidades somos
quienes hemos contribuido a través de la dedicación de toda una vida de cátedra
e investigación jurídica, a la hermosa formación de los futuros juristas. El mayor
honor que podemos recibir de nuestros alumnos es cerrar criterios interpretativos
con el "Magíster dixi".
58
Nuestra labor es silenciosa y callada, para poder oír el silencio, para poder
dialogar con nuestros autores preferidos en sus libros.
De aquí que los jueces además de su vocación irrestricta han de ser personas
honestas y de gran cultura. De la básica o general de la historia de su país, del
derecho propio y del comparado. Si, en efecto, el juez es todo un señor de la vida.
Así, para conocer el derecho de su país ha de manejar, al menos, cómo son los
principales sistemas jurídicos extranjeros.
Raz ha escrito que el concepto del derecho proviene del sistema jurídico,
y sabemos que en el sistema anglosajón en su Common Law la sentencia como
pretende Kelsen, es una nonna jurídica individualizada. Justo es reconocerlo, ya
que en la búsqueda del precedente jurídico se encuentra la aproximación más
estricta posible con el caso concreto.
60
SEMBLANZA DE LA AUTORA
61
Estimado joven Juez, perdón, Su Señoría:
No está para dar consejos quien necesita que lo aconsejen; ese es mi caso;
aunque viejo, he llegado a la convicción de cuando emprendo algo, más lo hago
en razón de lo que me aconsejan, que en función de aquello que en forma razonada
y consciente llego a determinar. Formulo estas notas contra mi voluntad; no he
podido resistir la invitación que me hicieron amigos estimables. Puesto que, en
forma por demás irresponsable, he aceptado meterme a aconsejarlo, no me queda
más alternativa que tratar de cumplir, dentro del alcance de mis flacas posibilidades,
con el cometido.
De las cuestiones que están sujetas a su buen juicio, a los jueces sólo les
es dable hablar a través de sus sentencias y resoluciones; es inadmisible hacerlo
de otra manera. Nunca serán bien vistos los juzgadores locuaces. No dé lugar a
que por algo que haya dicho lo recusen o tenga que excusarse. Existe la máxima
de que los jueces hablan de derecho únicamente a través de sus resoluciones; ello
es una exageración, es parcialmente cierto. Usted no estará impedido a dar
opiniones jurídicas en la cátedra y en los foros especializados.
64
una entrevista personal que tenga con la autoridad judicial; en materia civil,
recuerde quod non est in actis non is in mundo (lo que no está en el proceso no
está en el mundo); usted limítese a resolver con vista a los autos.
65
Cuando juzgue, cuídese más de quienes se dicen sus amigos, que de quienes
sólo son litigantes comunes y corrientes; aquellos, por alcanzar algún beneficio
personal, estarán dispuestos a aprovecharse de la confianza que les tiene; intentarán
inclinarlo a resolver en el sentido que favorezca a lo que ya son sus intereses. Los
litigantes somos muy dados a buscar a los que se dicen que son sus amigos o
recurrir a quienes influyeron en su nombramiento, para acercamos a usted para
recomendarle nuestros asuntos. Normalmente encontramos alguien que se presta
a ayudamos.
Por una deformación me:J.tal del hombre moderno, producto, sobre todo,
de la cinematografia norteamericana, en este mundo sólo hay buenos y malos;
entreverados con ellos también aparecen personajes cómicos; el papel de buenos
se los han reservado el presidente de la república, el congreso de la unión y quienes
son superiores de usted como juez; no necesito decirle, cuando de derecho se
trata, que el papel de malo se le ha reservado a usted; son los jueces los que
castigan, sancionan, anulan, rescinden o prohiben; los particulares, como no
gozamos de las inmunidades y privilegios que a los buenos se confieren, tememos
sus sentencias, somos los cómicos de la trama. Es el congreso de la unión quien
concede amnistía y hace desaparecer figuras delictivas; el presidente de la república
es quien concede indultos. Sus superiores administrativos, los miembros del con-
sejo de la judicatura, pueden sancionarlo cuando se entiende que ha fallado; los
ministros y magistrados tienen competencia para enmendar los errores en que
incurrió al dictar sus sentencias; ellos son los buenos.
67
El pretender hacer valer su independencia como juez es peligroso; quien
lo hace es mal visto; quien lo intenta, es calificado de desagradecido o creído; eso
es lo que menos se dice de él. Muchos lo censurarán, entre ellos sus superiores;
tal vez no lo haga la parte que resultó beneficiada con su sentencia; pero la gratitud
de ésta y nada es lo mismo. Intente deambular por el filo del justo medio; sea
independiente, pero sin correr riesgos.
Ley doy otro consejo: si lo que percibe como sueldo está previsto en la
ley o en el presupuesto, acéptelo; de no ser así, no lo reciba, es un ilícito. No
estoy muy seguro de que los bonos o estímulos que perciben los jueces sean
legales.
68
Su Señoría, no me queda más que desearle que tenga éxito en su nueva
responsabilidad.
(;9
Cartas a un Juez que inicia su Carrera Judicial:
Procuro recordar que como juzgador soy humano y, como tal, me queda
claro que soy falible, aunque estoy convencido de que el estudio y dedicación de
cada asunto, como si fuera el único, limitarán el margen de equivocación.
71
En ese sentido, estoy convencido de que, más que desplazar a las personas
que laboran en un órgano jurisdiccional, es fundamental ocuparse de conocer a
quienes serán nuestros colaboradores y desde luego, tratar de motivarlos para
que se integren al equipo cuyo líder siempre debe ser el titular del juzgado o
tribunal; y, sobre todo, establecer que cada uno debe realizar la tarea que le
corresponde.
Cada uno de ellos debe ser motivado para que realice su tarea de la mejor
manera; esto es, haciendo su mejor esfuerzo.
Es claro que el juzgador debe conocer a las personas que colaboran con
él; para ello, he considerado fundamental la necesidad de identificar sus cualidades
y defectos, de manera que las primeras sean mejor aprovechadas y los últimos
corregidos. Tal conocimiento dará la oportunidad de lograr un mayor rendimiento
y, desde luego, contar con los elementos necesarios para impulsar el ascenso de
unos o bien, prescindir de aquellos que no solamente entorpezcan la labor del
equipo, sino que traicionen la confianza dada.
72
La confianza, por otra parte, debe ser recíproca, sin que por ello se pierda
de vista el respeto y consideración a la jerarquía. De tal concepto, me resulta
claro que el juzgador debe ejercer su liderazgo sin provocar el temor de sus
colaboradores y, por supuesto. propiciar que exista la posibilidad de que cualquiera
de ellos pucda consultarle. sin el ricsgo de ser reprendido. Una actitud positiva de
quien preside el órgano jurisdiccional dará lugar a una mejor respuesta de quienes
colaboran en la noble función de impartir justicia.
"Al que has de castigar con obras no trates mal con palabras, pues le basta
al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de malas razones"
Prudencia para pensar, hablar, ver y oír; y, desde luego para decir el
derecho.
74
Finalmente, resulta oportuno recordar la cita de un extraordinario juzgador.
Ha dicho: "Ser juez es muy dificil; y ser juez perfecto es imposible. El único que
ha existido fue crucificado hace veinte siglos en medio de dos ladrones"
- .0 - 0 _ _ 0 - -_ _ 0 _ 0 - -
75
-----
En el curso de las últimas décadas, tanto los sistemas de impartición de
justicia, como el papel social y político desempeñado por los jueces, han conocido
una evolución muy importante. La tendencia en el mundo ha sido la de revalorizar
el papel constitucional de los jueces dentro del Estado y fortalecer la autonomía
del Poder Judicial y la independencia de los juzgadores.
Los derechos humanos han ido adquiriendo una gran fuerza, tanto en las
legislaciones nacionales, como en los tratados internacionales. Estos derechos no
sólo están contemplados en la mayoría de nuestras leyes, sino que también
circunscriben la acción de los juzgadores. Igualmente, han surgido nuevas ramas
del derecho, tales como los derechos de los pueblos indígenas, el derecho del
medio ambiente y el derecho migratorio. Estos asuntos por su complejidad
requieren de una sensibilidad particular por parte de los jueces.
77
~-------~
El desequilibrio estructural del Estado liberal del siglo XIX, y luego del
Estado social de principios del siglo XX, concedió sucesivamente primacía a los
parlamentos, luego al Poder Ejecutivo, en tanto el Poder Judicial ha padecido una
pérdida de importancia relativa frente a estos poderes. Fue sólo cuando se le
confió a los tribunales el control de la Constitución, mediante el establecimiento
de tribunales constitucionales especializados, que el Poder Judicial recobró su
papel fundamental, tornando decisiones políticas fundamentales al decidir sobre
cuestiones de constitucionalidad.
78
-------------------~---------------
Esta evolución del Poder Judicial, aunada a la de las sociedades, conllevó
una profunda transfonnación de las funciones y del rol social de los juzgadores.
El contexto y las tendencias en las que está inscrito el papel creativo y de
vanguardia de los jueces en la época contemporánea no se puede disociar de las
dimensiones sociales y económicas, que ha asumido el cambio inducido por el
proceso de globalización, que con nuestro beneplácito o sin él, se desarrolla en
fonna inevitable y creciente.
79
que las alojarán y darán sustento. Si bien la tarea se antoja de proporciones
inconmensurables para mi generación, para las nuevas generaciones de mexicanos
que han respondido a la vocación del Derecho, debe aparecer como un hito, como
una barrera de necesaria superación. Están ustedes mejor capacitados para afrontar
el reto con denuedo y optimismo.
so
Carta a un Juez que inicia su Carrera Judicial:
81
La administración de justicia es y ha sido motivo de constante preocupación
de la sociedad mexicana, cuyos miembros han demandado reiteradamente una
mayor calidad humana y profesional de quienes tienen a su cargo esta noble función
pública. Es común en el gobernado la idea de que la carencia de una auténtica
justicia se debe más a factores relacionados con los encargados de impartirla, que
a las leyes que en algunos casos pudieran ser injustas. Desde esta perspectiva
social el adagio de Gumersindo de Azcárate cobra aquí plena vigencia: "vale más
tener leyes malas y jueces buenos que leyes buenas y jueces malos" ¿Es acaso
esta desconfianza de la sociedad por la que el Estado siente como esencial el
problema de la elección de los jueces?
82
- - - ~~-~~------ -----~--
83
con el reconocimiento público o le serán reprochados por la sociedad y, sobre
todo, por su propia conciencia. Tan elevada es la misión del juez y tan necesaria
la confianza en él, nos recuerda nuevamente Calamandrei, que las debilidades
humanas que no se notan o se perdonan en cualquier otro funcionario público,
parecen inconcebibles en un magistrado.
Permítaseme concluir estas breves reflexiones del juez que inicia su carrera
judicial con un fragmento de aquellas otras que Fray Benito Jerónimo Feijoó,
84
monje benedictino español, hizo a su hijo recién nombrado juez en la España del
Siglo XVllI: "No sé hijo mío, si celebre o llore la noticia que me das de haberte
honrado Su Majestad con esa toga. Contémplote en una esclavitud honrosa; más,
al fin, esclavitud. Ya no eres mío, ni tuyo, sino todo del público. Las obligaciones
del cargo de juez no sólo te emancipan de tu padre, también deben desprenderte
de ti mismo. Ya se acabó el mirar por tu comodidad, por tu salud, por tu reposo,
para mirar por tu concli:ncia. Tu bien propio lo has de considerar como ajeno, y
sólo el público como propio. Ya no hay para ti paisanos, amigos, ni parientes...
Vuelvo a decir que no sé si llore o celebre la noticia. Veo puesta tu alma en un
continuado riesgo de perderse. Estoy por arrojarme a decirte que el oficio de juez
es una ocasión próxima de pecar que dura de por vida...El que duda si tiene la
ciencia suficiente o la salud necesaria para cargar con tan grave peso; el que no
siente en sí un corazón robusto, invencible a las promesas o amenazas de los
poderosos; el que se ve muy enamorado de la hermosura del oro; el que se conoce
muy sensible a los ruegos de domésticos, amigos o parientes, no puede en mi
sentir entrar con buena conciencia en la Magistratura...Mas si has decidido tu
ingreso, una vez que la toga te sea impuesta sobre tus hombros, deberás ser como
la encina, a trueque de ser cuajo derribada, y nunca inclinarte como la débil caña
al soplo del viento. Tus pasiones, que has de tenerlas sino, de hombre no fuera,
deberás dejarlas en los estrados del Tribunal, pues has de juzgar sin afecto y sin
odios. Tampoco deberás considerarte, por grande que sea tu talento, genio
inspirador, sino modesto servidor de la justicia. El aplauso y la gloria, ha de estar
lejos de ti y sólo la conciencia del deber cumplido constituirá tu más cara
satisfacción..." .
85
SEMBLANZA DEL AUTOR
86
A quienes necesitan encontrar una justicia ideal,
ser actores en su administración.
Escribo a ustedes esta carta, porque no tengo duda de que la van a leer,
una manera de mostrar esa cualidad.
87
el conocimiento es su meta, lo pone al servicio de los demás. Estudia no para
tener riqueza, eso podrá o no llegar, no le aflige.
Cursaba el cuarto año; el día del suceso amanecí con suerte, asistí a una
conferencia. En el estrado vi a una persona de expresión sencilla, fluida, con
aplomo; características de quien domina el tema. Me enteré que se desempeñaba
como Secretario de Estudio y Cuenta en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Quise llegar a ocupar ese puesto; ¡llegué, deseo satisfecho!
88
Vivimos en tierra de ciegos, hay que reconocerlo, pero no aceptarlo;
mostremos rebeldía único medio para construir una tierra de sanos de la vista;
debemos aspirar a ser reyes de un lugar así. Esto es de gran altura, emprendamos
el ascenso. Que cada uno de nosotros construya un peldaño, algún día se verá
cercana la cima. Estoy construyendo el que me corresponde, pretendo que quien
lo use -¿ustedes?- sirva de buen apoyo para que construyan el siguiente.
89
La imaginación de los que se quieren aprovechar del juzgador es mucha,
sus fórmulas no son siempre previsibles; se valen de la lisonja, que es lo menos,
y sus ocurrencias suben cada vez de tono. Un caso simple, el del llamémoslo
"Polo tarjetas". Se acercaba a su víctima con una tarjeta de presentación en la
mano, saludaba y entregaba la tarjeta. Allá, al fondo, colocaba a la otra de sus
víctimas, en un lugar donde ésta pudiera observar el acto de entrega. El susodicho
Polo después le decía a su cliente "¿te fijaste con qué familiaridad me trata el
Juez y sobre todo después de que le di el dinero que te pedí?" ¡Cuidémonos de
estas gentes y con mayor razón de las peores!
Un amigo "a quien aprecio mucho por su valía" al hablar sobre el perfil
del juzgador, me pidió que lo definiera, y escribí:
91
Palabras dirigidas a los aspirantes a Jueces y Magistrados:
93
para el logro efectivo de su más armónica convivencia y su mayor grado de
felicidad.
Todo litigante sabe que para alcanzar lajusticia, hay primero que justificar
las pretensiones o reclamaciones a través de las pruebas idóneas que se aporten al
juicio y probar judicialmente la acción que se ejercita yen su caso la excepción,
a fin de que el juzgador tenga el fundamento legal en que basar la sentencia o
laudo que dicte en el procedimiento.
Los magistrados y jueces que imparten la justicia, deben ver más lejos de
los límites que les marcan sus horizontes, y juntos, deben ver más allá y mejor
que en su individual soledad.
Decía Jiménez de Azúa que la profesión de jurista ante todo ética, debe
saber el Derecho, pero en primer término deben ser rectos y probos.
Nunca olviden que el saber, la justicia y la libertad, son algo así como la
escala mística del sueño de Jacob, su base descansa simplemente en la tierra y su
cima se esfuma en las brumas luminosas de las alturas.
96
SEMBLANZA DEL AUTOR
97
Mensaje a los aspirantes a Jueces.
Una de las más excelsas aspiraciones de todos los pueblos del mundo ha
sido la realización de la justicia como fin trascendental del Derecho. En tomo a
este anhelo universal han surgido en la Historia las figuras del Juez y del Abogado
como necesariamente complementarias integradas en un haz inescindible. Sin
embargo, antes de la aparición histórica del jurisprudente, jurisconsulto y abogado,
en varios pueblos del orbe tuvo su presencia el juez como delegado del monarca,
99
e incluso de Dios, en lo que a las altas funciones de administrar justicia concierne.
Con este carácter se crearon los prístinos tribunales que en nombre del soberano
o de la divinidad debían desempeñar tan importante tarea social. Así se explica la
existencia del "tribunal supremo de Judea", llamado el "Sanhedrín", que dictaba
sus sentencias en representación de Jehová ante el mismo pueblo judío y en un
recinto sagrado llamado "Gazith" de la ciudad de Jerusalén. En el mundo
grecolatino, por su parte, se establecieron tribunales esotéricos, como el de los
pontífices en Roma, bajo la inspiración de los dioses, y que fueron con el tiempo
sustituidos por funcionarios judiciales y órganos jurisdiccionales del Estado
implantados ya por el Derecho. En la España visigótica el supremo juez del Estado
era el mismo rey, cuyo deber más elevado consistía en "facer justicia" entre sus
súbditos que le imponía el Fuero Juzgo, expedido en el siglo VII de nuestra era, a
través de la fórmula "Si ficieres justicia serás rey, et si non la ficieras non serás
rey", con la que se le amonestaba en el acto mismo de su consagración electiva.
100
le plantean (j uris dictio), y decir el Derecho no es hacer justicia sino acatar sus
normas que pueden ser justas o injustas. No hay, en puridad lógico-jurídica, "cortes
de justicia", sino "cortes de Derecho". Sólo cuando no hay norma jurídica positiva
para resolver un conflicto, el juez debe acudir a los principios generales del
Derecho, según lo manda nuestro artículo 14 constitucional. De ahí que el juez
debe juzgar "secundum leges", es decir, conforme a las leyes, no a éstas según
su idea, sentimiento o concepto de justicia. Sin embargo, "juzgar según las leyes"
no equivale a aplicarlas mecánicamente a los casos concretos que se presenten.
El juez tiene la obligación de interpretarlas para extraer su razón, esto es, su
sentido normativo. En esta tarea el juzgador, lejos de ser un "servus legis", puede
erigirse en el constructor del Derecho, que no legislador, corno 10 fue el pretor
romano. Es en el cumplimiento de esa obligación interpretativa en que interviene
metanormativamente el sentimiento de justicia. Baste recordar, a este respecto,
los consejos que don Quijote da a Sancho para que éste los siguiese corno
gobernador y juez de la ínsula Barataria.
Por otra parte, al juez le incumbe ser el defensor del principio de juridicidad
como elemento esencial de la democracia. Ejerce el control de legalidad en cada
caso concreto que se someta a su competencia, pudiendo tener a su cargo, además,
una función más importante: el control constitucional de las leyes. En el desempeño
de este control puede juzgar a éstas (de legibus) según se adecuen o no a la
Constitución corno sucede en México a través del juicio de amparo.
101
se disfrace con la falsa etiqueta de una "resolución judicial"; y ese atentado es
tanto más grave y ominoso en cuanto que entraña una traición contra el pueblo, al
que jamás debe despojarse de su fe en la justicia, cuya devaluación, por sus
negativas y trascendentales consecuencias, es mucho más deplorable que la
monetaria.
102
Generalmente los mismos juzgadores constitucionales, que entre nosotros
conocen el juicio de amparo como ministros de la Suprema Corte, magistrados
de Circuito o jueces de Distrito, olvidan que su respetabilidad frente a las demás
autoridades del Estado, cualquiera que sea su categoría, depende de su recto y
valiente comportamiento y que su proceder temeroso, que los hace permeables a
las consignas y presiones, los convierte en instrumentos serviles de arbitrariedades
e injusticias. En varias ocasiones suelen abstenerse de ejercer el ingente poder
que les otorga la Constitución y la Ley de Amparo para obtener coactivamente,
en beneficio del régimen de derecho, el cumplimiento de sus fallos y para destituir
y consignar penalmente al funcionario público que se burla de ellos mediante la
repetición de los actos contra los cuales se haya concedido el amparo. Suponen
que el desempeño de estas trascendentales facultades en algunos casos pudiere
provocar ciertas crisis políticas o, lo que es peor, desagradar al Presidente de la
República o a algún Secretario de Estado, sin tener en cuenta que, con motivo de
la abstención de desplegarlas, se propicia el quebrantamiento del régimen
constitucional y la entronización de la autocracia, con el consiguiente ludibrio
del Derecho y escarnio de la justicia.
103
enseñanza jurídica, debemos asumir la tarea de educar a la juventud estudiosa
hacia una mística por el Derecho, con la intención de que algún día éste se observe
cabalmente en nuestro país, adecuándolo periódicamente a los cambios sociales
que el pueblo de México experimenta en su variada y variable vida complicada y
polifacética. Congruentes con esa tendencia, tenemos que desempeñar una labor
crítica no sólo de las normas jurídicas, sino de los funcionarios judiciales y
administrativos que se apartan de su observancia en detrimento de los intereses
auténticamente populares, adoptando actitudes serviles, demagógicas e
inconsultas.
104
o injusticia de la ley no responde eljuez, pudiendo, sin embargo, atemperar estos
vicios mediante su recta interpretación.
105
talento jurídico, de dignidad y de hombría de bien. Es, en síntesis, un falso servidor
del Derecho y de la Justicia y, consiguientemente, una lacra social que debe
extirparse.
Por otra parte, las cualidades del juez son similares a las del abogado. A
ambos los une el presupuesto indispensable de la jurisprudencia, es decir, de la
sapiencia del Derecho. Denotaría un ingente despropósito que el juez estuviese
afectado de "ignorantia juris". Sin embargo, en la realidad suelen darse ejemplos
de jueces ignorantes que son un verdadero peligro social. Su falta de conocimientos
jurídicos los constriñe a recurrir a sus secretarios que se convierten, de esta guisa,
en una especie de "poder tras el sitial judicial", Este fenómeno negativo y
desquiciante para la judicatura (o admir.istración de justicia heterodoxamente
hablando) no se presenta si eljuez es un jurisperito con arraigada vocación judicial
que lo erige en garante social. Los buenos jueces, en efecto, dentro de un auténtico
estado de Derecho donde impere realmente el principio de juridicidad, llegan a
constituir un importante factor de gobierno en que la sociedad deposita su
confianza. Son ellos los baluartes de la democracia, no los políticos. Aún en los
regímenes monárquicos no faltan ejemplos de jueces en que el pueblo confía.
Recuérdese a este respecto la famosa frase "aún hay jueces en Berlín" que fue la
advertencia de un humilde molinero a Federico el Grande de Prusia, quien exigió
a su insignificante súbdito que entregara su molino para instalar en él un cuartel;
y es muy satisfactorio rememorar que en el sistema constitucional mexicano, a
despecho del presidencialismo, tenemos un "gobierno de jueces", empleando la
expresión de Alexis de Tocqueville, que teóricamente es susceptible de operar a
través del juicio de amparo como medio jurídico de defensa de la Constitución y
de la ley.
106
y es precisamente por medio de su labor interpretativa como los juzgadores
construyen o crean el Derecho mediante las normas que establecen en sus fallos
para dar substancialidad al mero positivismo jurídico. Estos imperativos
deontológicos no podrían lograrse sin otras cualidades que el juez debe tener: la
imparcialidad y el valor civil: la primera, para mantener el equilibrio entre las
partes contendientes, y la segunda, para resistir a toda clase de influencias que
provengan del poder público del Estado, principalmente cuando se trata del control
constitucional. Un juez parcial y cobarde es un corrupto aunque no sea venal, es
decir, no es un auténtico juez a pesar de que ostente un nombramiento inmerecido.
Daña gravemente al Derecho y a la sociedad, que lo desprecia por su inmoralidad
o le teme por su prepotencia abyecta y servil. El juez sapiente, honesto, digno y
valiente que cumple su deber con gallardía, firmeza y seguridad, en cambio, es
un funcionario respetado y respetable, a quien hasta los poderosos temen y acatan.
Se cuenta que en una ceremonia de homenaje a la reina Victoria de Inglaterra,
ante la que los grandes personajes del reino se postraban de hinojos, un juez
intentó imitarlos. La soberana no lo permitió diciéndole: "yo represento la
majestad, es decir el poder del Estado y usted el honor del país; es la majestad la
que se rinde al honor judicial que usted encama". Bella anécdota que revela lo
que debe ser un juez, de cuya limpia actuación dependen la paz constructiva y el
progreso de un pueblo.
107
conjunto de máximas que todo aspirante a desempeñar la carrera de juzgador
debe cumplir en beneficio de la trascendental función pública que le compete.
Segunda: Todo juzgador debe ser un intérprete de la ley escrita cuando sus
prescripciones no sean claras y precisas, para estar en la posibilidad de actuar con
apoyo al principio "secundum leges".
Cuarta: Todo juzgador debe ser honrado en cuanto que nunca, jamás, debe recibir
soborno alguno.
Sexta: Todo juzgador debe ser imparcial sin inclinarse en favor de ninguna de
las partes.
108
Octava: Todo juzgador debe tener dignidad y valor civil, no sólo para dictar sus
fallos sino para ordenar su ejecución.
Novena: Todo juzgador debe amar su función para servir mejor a la sociedad.
109
Algunas reflexiones sobre el humanismo judicial.
Según supimos, el nuevo maestro había ejercido por largos años la docencia
y, con ejemplar rectitud, la función pública en la administración de justicia. Desde
la primera clase dio muestra de que su categoría profesional y su categoría
académica no reñían con su calidad humana; de trato esmerado que prodigaba
igualmente en el aula, en la oficina y en su casa; de presencia pulcra, hablar
moderado y de una puntualidad y constancia aleccionadoras, era un ejemplo a
seguir. Su personalidad cautivó muy pronto a quienes desde entonces lo tratamos
y por lo mismo, no fue obstáculo el hecho de que su antecesor fuera originario de
aquella ciudad ni que tuviera un prestigio ganado a pulso lo mismo en el círculo
de intelectuales que de artistas, académicos o funcionarios de la judicatura, para
que en muy poco tiempo mi maestro se ganara el respeto de la comunidad
universitaria, del foro y de aquellos funcionarios que de alguna forma se
relacionaron con él por razones de trabajo. Poco después el maestro cambió de
111
residencia, al ser promovido a Magistrado de Circuito; y más tarde recibimos con
enorme alegría la noticia de su designación al cargo al que todo abogado con
vocación auténtica de juez tiene como aspiración máxima: Ministro de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación.
1 Carrancá y Rivas Raúl. El Arte del Derecho. Magister luris. Porrúa. México 1997.
112
convencido de que serás buen juez si pones en práctica todos tus conocimientos
sobre la ley, la doctrina y la jurisprudencia, y aplicando los recursos que te brinda
la técnica utilizas plenamente tu capacidad de sentir, porque siguiendo los hilos
finos del corazón llegarás al conocimiento de la verdad oculta entre las hojas de
los expedientes, muchas veces voluminosos y en no pocas ocasiones plagados de
alegatos que tratarán de confundirte y de impedir que captes con facilidad la
esencia de los problemas que has de resolver.
. Don Mariano Azuela Rivera con su sabiduría innata y con una elegancia
dificil de igualar, dijo en memorable ocasión, aludiendo al humanismo judicial,
que todo juez corre el peligro de actuar como autómata rindiendo culto servil a la
letra de la ley y que su mayor satisfacción como Ministro no la constituyeron
proyectos sabiamente elaborados, sino la oportunidad que tuvo de poner fin al
dolor que engendra la injusticia; y confesó "que el Ministro se llena de júbilo
cuando en raras ocasiones logra, con fino arte de prestidigitador, mediante la
formulación intencionada de razonamientos obscuros, eludir las conclusiones de
la lógica e impartir subrepticiamente justicia salomónica, impropia de las
eminentes funciones de este Alto Cuerpo Jurisdiccional". Al referirse a la labor
interpretativa de la ley a cargo de los jueces el Ministro Azuela consideró que
para ello es condición ineludible el llamado sentido jurídico y que para penetrar a
la esencia de la norma jurídica era preciso lo que Bergson denominara "esprit de
finesse". Concluyó Don Mariano con esta sentencia: "Eljuez que no lo comprenda
así no logrará satisfacer las exigencias de la "justicia''¡2).
2 Discurso pronunciado por el señor Ministro Mariano Azuela con motivo de su jubilación. Infonne rendido a la
Suprema Corte de Justicia de la Nación por su Presidente. México, Mayo Ediciones. 1972.
113
podrán llamarte manufacturero de sentencias, artesano de la justicia o jornalero
judicial, pero no merecerás el digno título de Juez. Y menos lo merecerás si te
atreves a deshonrar el cargo actuando al servicio de intereses bastardos pues de
hacerlo sólo conseguirás rebajarte a la posición de un mercenario despreciable de
la judicatura.
A ese pensamiento añado que si pretendes ser buen juez deberás estar
siempre accesible a los justiciables a los cuales deberás recibir y escuchar sin
reserva, y no actuar con la injustificada vanidad de quienes desdeñosamente dejan
la atención de aquéllos en manos de sus colaboradores; y más aún, deberás evitar
caer en la práctica ruin de aquellos otros que con menosprecio al sagrado
cumplimiento de su misión se mantienen invariablemente encerrados en sus
oficinas, poniendo en evidencia su falta de respeto al clamor de quienes acuden
ante ellos y sin los cuales no tendría explicación su existencia.
114
SEMBLANZA DEL AUTOR
115
Felicidades, Señor, ya es Juez de Distrito.
Sí, amigo mío, quizá hoy escuchaste la frase que te ha hecho sentir una
suerte de triunfador en la vida; tal vez has logrado un gran anhelo, un anhelo
perseguido durante semanas, meses o años de tu vida, cuando después de trabajar
ardua y decididamente dentro de la organización del Poder Judicial Federal, has
visto realizado el objetivo final: ser juez federal.
¿Para qué alguien quiere ser juez de distrito? Tal vez la respuesta de todos
los que hemos recorrido el camino por el cual ahora tú transitas, tiene algo que
ver con la imperiosa necesidad de impartir justicia.
Sin embargo, me temo, amigo mío, que si crees que tu tarea fundamental
va a ser la de impartir justicia, estás aún muy lejos de conocer la realidad a la que
te vas a enfrentar.
117
propia, sino por un efecto no querido del sistema, en un administrador de recursos,
de personas, de tiempos, que pasa la mayor parte de su jornada firmando papeles,
atendiendo litigantes, presidiendo diligencias, revisando documentos y pocas
veces, muy pocas veces, meditando seriamente en la justicia concreta de un asunto.
Parece sencillo hacer un alto en el camino para hacer ese ejercicio simple
de examinar un asunto y encontrar la solución justa. Parece sencillo, pero no lo
es.
¿Crees, amigo mío, que serás capaz de trascender más allá del juzgador-
burócrata para convertirte en un verdadero juzgador? ¿Serás capaz, antes de
firmar cada sentencia, de aceptar que te juzguen como juzgaste a las partes en ese
asunto?
119
Ojalá sea así, pues como te dijeron cuando rendiste protesta: "si no lo
hiciereis así, que la patria os lo demande".
SEMBLANZA DE LA AUTORA
120
Carta a un Juzgador
Estimado y respetado señor Juez:
Te recordaré, aunque las conoces muy bien, algunas nociones que valen
la pena tener presentes una y otra vez en virtud de que te encuentras más solo de
lo que tú mismo admites; tus compañeros inseparables, tus mosqueteros, tus
escuderos en tu criterio y acciones jurídicas son los conocimientos, la experiencia,
el equilibrio y la honestidad.
121
También útil te será conocer las decisiones de algunas Comisiones y Cortes,
como las que forman parte de la Unión Europea y del Consejo de Europa, porque
generalmente son de un alto rigor jurídico e innovativas.
Si te queda algún tiempo libre, ya se que éste es muy escaso, pero con el
transcurrir del tiempo y la maestría que éste otorga, tal vez te sea posible impartir
alguna clase. La labor docente ayuda mucho a mantenerse actualizado. A mí, las
clases me obligaron a estudiar con más cuidado y las inquietudes de los estudiantes
constituyeron un aliciente y una responsabilidad para superarme. Lo mismo puedo
expresarte respecto a la redacción de artículos, ensayos o libros.
4.- Pocas actividades existen tan celosas como la judicial. A ella hay que
dedicarle jornadas extenuantes; es como un sacerdocio, hay que entregarse por
completo pero si se tiene vocación, esa entrega se realiza con gusto y proporciona
placer.
122
5.- Jamás te dejes presionar por persona o personaje alguno en tu labor
jurisdiccional, sin importar si proviene del poder político, de los medios de
comunicación masiva, del sector económico, de organizaciones sociales o incluso
del propio poder judicial.
Tu única presión son las pruebas que existen en el expediente; ellas sí que
te presionan para que tu sentencia sea otorgada exclusivamente de acuerdo con
ellas, después de una acertada valoración de las mismas conforme a la norma, la
jurisprudencia y la lógica jurídica.
123
7.- No seas proclive a las declaraciones en los medios de comunicación.
124
méritos y trabajo. Más vale una carrera sólida, aunque pausada, que una vertiginosa
sin buenos fundamentos que corre el peligro de pulverizarse.
125
llegar a ser un gran juzgador, sabio y justo, únicamente comprometido con la
aplicación de la ley y en otorgar a cada quien lo que le corresponda. Estoy seguro
de que lo lograrás porque te lo has propuesto como meta existencial. Te deseo en
este propósito mucho éxito por el bien de nuestro país, de ti mismo y de todos
nosotros.
Jorge Carpizo
Doctor en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México en la cual entre otros
cargos desempeñó los siguientes: Secretario del Tribunal Universitario, Abogado General, Director del
Instituto de Investigaciones Jurídicas J' RectO/: Ocupó el cargo de Ministro numerario de la Suprema Corte
de Justicia; además, los de Presidente-júndador de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Procurador
General de la República J' Secretario de Gobernación. Ha publicado 12 libros, 74 artículos y 466 trabajos
de menor importancia para revistas especializadas
126
Sobre el Gobierno del Juzgado
Su Señoría:
José Saramago recogió en su último libro una cita de Platón: "Que extraña
escena describes y que extraños prisioneros: son iguales a nosotros". Al leerla
recordé que las personas modestas, principalmente los jóvenes, suelen sentirse
algo incómodos al tener bajo su mando a otras personas a quienes miran como
iguales. Si tal es tu caso, ahora que has sido nombrado Juez de Distrito, no te
preocupes, pues bien haces en saberte igual a tus compañeros del juzgado, porque
esa verdad te ayudará a gobernar el tribunal a cabalidad. Aunque no peines canas,
no existe duda de que tu capacidad profesional ya ha sido probada; sin embargo
la formación jurídica no basta para gobernar un juzgado, y será indudablemente
esa tarea una de las más dificiles en tu carrera judicial.
¿Has notado que la labor del juez suele percibirse en forma unipersonal?
Lo mismo si pensamos en Salomón que en Torquemada, como en Marshall o
Garzón, tendemos a concebirles como individuos capaces de decir el derecho sin
auxiliarse de persona alguna. La realidad, empero, indica que el juez puede
parecerse más a un general del ejército, a un director de orquesta o a un jefe de
cocina, porque son docenas de personas las que intervienen bajo su mando en
cada sentencia o acuerdo que pronuncia. De ahí pues, que el resultado dependa
tanto de los individuos como del conjunto, y en ese sentido tu responsabilidad es
motivar a cada uno para dar lo mejor de sí. Complicada labor, desde luego, si se
tiene en cuenta que son muchos los factores que inciden para lograrlo.
127
del Quijote en el sentido de que: "No es mejor la jama del juez riguroso que la
del compasivo n. Partiendo de esta premisa es sencillo comprender que, si bien la
puerta del respeto te será fácilmente franqueable por tu investidura y tu ciencia,
la de los afectos sólo podrás cruzarla gracias a tus virtudes humanas, aquellas
mismas que no se aprenden en la escuela judicial.
Esfuérzate y consigue hablar sin prisas y con voz moderada, así para
premiar como para reprobar. Y sólo en un caso extremo, si has de tomar decisiones
graves que pudiesen afligir a alguien, a la severidad de tus acciones no añadas la
de tus palabras, ya que si las obras llegasen de por sí a ofender, seguramente las
palabras no harán otra cosa distinta a humillar. Esta última conducta desde luego
es indigna, reprobable, para lo que representa unjuez que debe siempre pretender
ser la imagen de la justicia.
Por lo general todos tenemos un grato recuerdo de aquel abogado que nos
brindó nuestra primera oportunidad de practicar; incluso, solemos por algún tiempo
sobrestimar su capacidad y aunque al pasar de los años veamos las cosas en su
justa dimensión, siempre recordamos nuestros inicios con afectuosa nostalgia.
Mira entonces en los miembros más jóvenes de tu equipo un fértil campo para
hacértelos adeptos con tan sólo obsequiarles con algo de tus enseñanzas y
supervisar con vocación de generoso tutor sus esfuerzos. Debes recordar que en
ellos está el semillero de la judicatura de México y por ello resultará además un
gran honor convertirte, siquiera incipientemente, en un juez preceptor de futuros
Jueces.
129
consecuencias de la desconfianza entre jueces y secretarios son perjudiciales tanto
para unos como para otros.
Punto no carente de importancia, aún dentro del ámbito del gobierno del
tribunal, es la relación con quienes ante él litigan. En principio, sostengo que no
debe existir ninguna más que la procesal, ni contigo ni con tus compañeros del
juzgado, ya que de esta manera se previene la perniciosa práctica, propia de las
partes, de pretender ventajas con base en la familiaridad. Los jueces sólo tienen
oídos en las diligencias de alegaciones y sólo hablan a través de sus sentencias. Si
observas tales preceptos será dificil que alguien intente sorprenderte, y ten por
seguro que una de las cosas que más ofenden a los tuyos, es que la intriga de un
litigante logre despertar en ti sospechas infundadas. En este aspecto viene a mi
mente de nuevo Cervantes, en la parte del Quijote en que escribió: "Nunca te
guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida con los ignorantes que
presumen de agudos ".
130
Te dije antes que tus virtudes humanas serán las que te ayuden a conducir
los aspectos humanos de tu condición de juez. Esas virtudes tienen que ser reales
y no se aprenden sino en la vida diaria. Por eso es tan importante que las cultives
aún más que tus conocimientos jurídicos, ya que si las descuidas, de poco te
servirán estos últimos. Respecto de tu situación personal supongo que te acompaña
una familia y buenos amigos. Si es así cuídalas mucho que son una bendición.
Hay cosas, como el amor, que cuando se tienen no se pueden ocultar y cuando se
pierden son también imposibles de esconder. Lo bueno y malo que ocurra en tu
vida personal seguramente no se quedará en el umbral de tu juzgado, así que a
cada paso que des recuerda que, además de unjuez, también eres un ser humano.
1:31
SEMBLANZA DEL AUTOR
132
Al ser designado Juez de Distrito debes tener presente que tu encomienda
conlleva el prestigio del Poder Judicial Federal, la confianza del pueblo de México
en sus Jueces y la responsabilidad de emitir decisiones apegadas a derecho y a la
justicia.
Cuando tomes posesión del cargo, haz10 con humildad recuerda que dicho
puesto es transitorio, como todo en la vida, no pretendas cambiar en forma radical
el sistema que por mucho tiempo se lleva en tu juzgado, sólo cambia aquello que
verdaderamente sea contrario a derecho; no modifiques cuestiones de estilo, porque
puedes parecer ante los ojos de los demás como un impositor de sistemas y si
algo puede dolerle al empleado es que le cambies su propio estilo.
133
sólo cuando tengas el pleno convencimiento de que el funcionario faltó a su
probidad condúcete con toda energía en contra de él, separándolo de su cargo y
procediendo en la vía penal en su contra. Un acto de esta naturaleza te va a otorgar,
en lo futuro, un absoluto respeto del resto de tu personal, pero si esa separación
no es justificada sino que se basa exclusivamente en simples rumores, entonces
obtendrás un rechazo interno y un señalamiento de injusto y arbitrario por parte
de todos los que laboran contigo.
Debes atender con humildad las dudas que tus proyectistas te planteen,
discute e investiga con ellos, vierte tu opinión sin temor alguno y acepta cuando
-- - - - - - - - - - - - - - _ . - - - - - - - - - - - - - - _ . _ . _ - - - - - - - - -
134
te convenzan de lo contrario, no por el hecho de ser el "Juez" no puedes equivocarte
ni aceptar que estás equivocado, esto es una falsa concepción de un puesto, deja
el orgullo y la soberbia a un lado para buscar la correcta solución de los asuntos.
136
Recuerda que decidir una sentencia en forma parcial, basada en un acto
corrupto, es el máximo de los crímenes en el derecho y quien así lo hace no
merece el mínimo acto piadoso.
1 CALAMANDREI, Piero. "De las Buenas Relaciones entre los Jueces y los Abogados en el Nuevo Proceso Civil", 3'.
Edición, Ediciones DEPALMA, Buenos Aires, Argentina, 1990, pág. 115.
137
SEMBLANZA DEL AUTOR
138
--~~---- - - -------~-----~-- - - - - - - - - ~ - -
Estimados colegas:
Antes que nada, les ofrezco mil disculpas por iniciar esta epístola
refiriéndome a antecedentes muy personales, pero que estimo pertinentes aludir a
ellos, en razón del propósito que me anima dirigirme a ustedes, consistente en
sugerirles, desde mi muy particular punto de vista ciertas pautas de conducta que
pueden ser útiles a seguir en la más noble actividad del abogado: la de la
impartición de justicia.
Por tan diversas actividades, las vivencias generadas han forjado el motor
que me estimula a vivir plenamente mi vida al servicio de mis seres queridos y al
de la sociedad.
189
Las experiencias han generado frutos muy positivos: como "litigante", el
agradecimiento de mis representados; como docente, la satisfacción de sentirme
partícipe en la formación profesional de quienes "osaron" y todavía se atreven a
ser mis alumnos; como servidor público, el beneplácito de los que recibieron mis
servicios; como político, la aprobación de quienes tuve el honor de representar, y,
espero que también así sean los que reciba por mi desempeño como juzgador.
141
En cambio, para impartir justicia, se necesitan conocimientos específicos
para dirimir el caso cuestionado basados en la doctrina, los principios generales
de derecho y la experiencia, con lo que como ya les expresé, se enseña, se satisface
el interés público, se equilibran las relaciones entre gobernantes y gobernados, y
se mantiene el orden social.
Cordialmente
SEMBLANZA DELAVTOR
142
, } I
Los juzgadores deben adquirir una cultura vastísima para lograr el éxito y
no dedicarse al cultivo exclusivo de una disciplina; una especialidad no debe
separarse de las otras; si a una ciencia se le aísla de las otras ciencias se le separa
de la cultura. Con razón expresaba el maestro Ignacio Chávez: "El humanismo
no es un lujo ni un refinamiento de estudiosos que tienen tiempo para gastarlo en
frivolidades disfrazadas de satisfacciones espirituales. Humanismo quiere decir
cultura, comprensión del hombre en sus aspiraciones y miserias; valoración de lo
que es bueno, 10 que es bello y lo que es justo en la vida; fijación de las normas
que rigen nuestro mundo interior; afán de superación que nos lleva, como en la
frase del filósofo, a igualar con la vida el pensamiento". Esa es la acción del
humanismo al hacernos cultos. Yo creo con José Martí que ser culto es el único
medio de ser libre.
143
Debemos aprender del pensador uruguayo José Enrique Rodó que "el
educado sentido de lo bello es el colaborador más eficaz en la formación de un
delicado instinto de justicia. Nunca la criatura humana se adherirá de más segura
manera al cumplimiento del deber que cuando, además de sentirlo como una
imposición, lo sienta estéticamente como una armonía. Quien ha aprendido a
distinguir lo delicado de lo vulgar, lo feo de lo hermoso, lleva casi hecha la jornada
para distinguir lo justo de lo injusto; podrá huir del mal y del error como de una
disonancia; buscará lo bueno y lo justo como el placer de una armonía". Si se
ama la belleza tiene que amarse la justicia y por arduos que sean los quehaceres
en relación con la impartición de justicia, se realizan con agrado, con bienestar.
El nombramiento de Juez entraña un honor pero también una abrumadora
responsabilidad que debe aceptarse no con el gesto vanidoso de quien llega a la
cumbre, sino con el de la modesta sumisión ante el deber que se le impone; no
con absurda pretensión de saberlo todo, sino con humilde y acendrado afán de
superación para servir mejor, pues como sentencia Marco Aurelio, el hombre
vale lo que valen los fines que se esfuerza por alcanzar.
144
tiene de Derecho sino la forma, pero carece de su contenido esencial, por tanto,
parafraseando al pensador brasileño Víctor Russomano, el jurista que ha decidido
servir a la sociedad a través de los órganos judiciales, debe ser un defensor
intransigente del Derecho al servicio de la justicia; de la justicia al servicio de la
democracia y de la libertad; de la democracia y de la libertad al servicio de la paz.
145
- - - - - - - - - - - - - - - - _.. - - - - - - - - - _ . - _ ... - - - - - - - - - - - -
Con razón ha dicho el querido maestro Andrés Serra Rojas: "Un pueblo
como México debe aferrarse siempre a sus instituciones jurídicas, porque el
Derecho todavía tiene una misión gloriosa de redención y el jurista ha de ser un
hombre excepcional, por su devoción a la actividad humana más noble", por ello,
y evocando nuevamente al maestro Ignacio Chávez, repetiré siempre que nuestro
Poder Judicial tendrá la estructura que con amor le marquen nuestros propósitos
y alcanzará la altura a donde con pasión lo eleven nuestros esfuerzos.
Atentamente
146
Señor Juez:
Estoy seguro que ahora que ha obtenido usted su alta investidura sus
muchos amigos y maestros abundarán en aconsejarle el cumplimiento de los
grandes factores éticos y funcionales que tendrá que desanollar en el desempeño
de su alto encargo, por ello prefiero reflexionar con usted más bien respecto al
contenido de los conceptos que nos dejara Ulpiano -según lo he hecho constar-,
el gran inspirador de nuestro mundo moderno de la normatividad jurídica.
147
humanos. Estos deberes son tres, y creo que son más que suficientes en tanto
usted los tenga -como espero-, presentes. Se los recuerdo:
y así puesto que existe en los seres humanos una voluntad como impulso
fundamental de la acción, y en los políticos una voluntad política para proporcionar
a su dinámica una dirección propia de su especialidad, en el juez existe lo que
podríamos llamar una voluntadjudicial.
148
"Los fragmentos de Appleby sugieren que la ética personal del servicio
público está compuesta por actitudes mentales y cualidades morales. Uno y otro
ingrediente son esenciales. La virtud sin la comprensión puede ser tan desastrosa
como la comprensión sin la virtud. Las tres actitudes mentales esenciales son: l)
Un reconocimiento de la ambigüedad moral de todos los hombres y de todas las
políticas públicas; 2) Un reconocimiento de las fuerzas contextuales que condi-
cionan las prioridades morales dentro del servicio público, y, 3) Un reconoci-
miento de las paradojas de los reconocimientos. Las cualidades morales esencia-
les del servidor público ético son: 1) Optimismo; 2) Valor, y 3) Justicia templada
por la caridad".
Por todo ello, y por la congmencia que todo lo anterior pone de manifiesto,
de ahora en adelante, respetable Señor Juez, tengo la esperanza de que en el
desempeño de su delicada misión, se podrá comprobar que cumple con aplicar su
inteligencia jurídica, es decir el ajuste de su desempeño a la cultura de la ciencia
del Derecho; el sentimientojurídico, que equivale al amor a lajusticia; y la voluntad
judicial, o sea: la perpetua y constante voluntad de dar a cada quien lo suyo.
Nació en Nuevo Laredo. Tamps., el 16 de julio de 1918. Es Licenciado y Doctor en Derecho por
la UNAM. La función pública la ha desempeilado en los tres Poderes (1948- 2001): Ante el Ejecutivo.
principalmente en las Procuradurías. Cátedras de Derecho Constitucional: "Garantías y Amparo ", y
"Amparo Penal ", ellla Escuela Libre de Derecho yen la División de Posgrado de la UNAM. Es autor de 16
libros en Derecho y dos ensayos literarios; además artículos, prólogos y ensayos. Varias distinciones, preseas
y doctorados Honoris Causa en Derecho. Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación desde el
26 de enero de 1995.
150
El camino del Juez.
Amigo mío, quienquiera que seas, tú que piensas seguir el camino de los
Jueces: en primer lugar, considera y admira a tus semejantes, conócelos, dales
gracias, sé humilde y trabaja con amor infatigable en beneficio de ellos, de quienes
habrás de recibir la gran responsabilidad de administrar justicia.
151
vivir que se verá recompensada, muchas de las veces, sólo por la satisfacción que
otorga el deber cumplido.
Escuchar cortésmente,
Contestar sabiamente,
Considerar todo sobriamente,
y decidir imparcialmente.
Sabias palabras que debes adoptar como propias para reconocer que la
función básica del Juez consiste en atender con toda propiedad y diligencia las
manifestaciones de los justiciables, recibir con beneplácito sus pruebas y guiarlos
hacia la búsqueda de la verdad; analizar esos elementos con extremo cuidado y
alta capacidad de entendimiento; y recurrir a todo el material de conocimiento
necesario y a tu propio juicio, para decidir, con base en la ley de los hombres y
como lo haría un buen padre de familia, el sitio de la razón.
153
Tu deber es luchar por el derecho, pero el día en que encuentres
en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.
Había una vez un Juez que vivía de manera modesta y sencilla, ya que los
salarios que se pagaban entonces no eran, precisamente faraónicos, trabajaba con
la tranquilidad de la provincia, en ese entonces los juzgados eran civiles y
familiares, ni pensar en otras especialidades, los juzgados de los otros municipios
que eran dos, conocían de asuntos penales y civiles, el Boletin Judicial, como tal
no existía, los acuerdos se conocían por las diarias listas que elaboraban los
oficiales judiciales.
Bien, ese era el mundo en que se vivía, pero llega el progreso y con él
gente de otros lugares del país e inclusive del extranjero, también retoman quienes
por distintas razones habían dejado su tierra, trayendo consigo, los menos, tanto
los fuereños como las nativos, costumbres y actitudes que aquí no se conocían.
155
Las personas que aquí viven, aceptan a los que llegan, tal vez porque sus padres,
abuelos o bisabuelos, también llegaron de fuera, quien los respeta es admitido
como un sudcalifomiano más y de eso doy fe, ya que tengo viviendo mas de
veintidós años en esta tierra.
Dentro de la gente que regresó o de la que llegó, hubo quien pensó que
"todo el monte es orégano" y pretendió y hubo quien lo logro, adquirir tierras que
hace los mismos veinte años o poco más, no tenían otro valor que el de ser ranchos
de agostadero o de mala calidad, para una escasa y ramplona ganadería, pero con
el progreso la tierra que estaba junto al mar, que no valía, por que como le escuche
a un viejo ganadero" los burros no tragan arena", adquirió un precio estratosférico.
156
El juicio se siguió por sus trámites y cuando llegó el momento de dictar
sentencia, el Juez fue llamado por el Gobernador, pidiéndole le explicara el caso
y de qué manera resolvería el asunto, la respuesta que recibió no era la
acostumbrada para el Gobernador, la sentencia, le dijo el Juez, la dictaré conforme
a derecho y en estricta justicia, dando la razón a quien la tenga. El Gobernador le
indicó que el asunto tenía un especial interés para él y una de las partes, por lo
que si resolvía conforme a esos intereses seguramente sería el próximo Presidente
del Tribunal Superior de Justicia.
Cómo fue la sentencia y qué pasó después, lo ignoro, pero sí sé que hay
hombres y mujeres, que saben ser dignos jueces y que no se arredran ante el
poder o se doblegan ante el dinero, créanme futuros jueces, que su dignidad tiene
más valor que cualquier otra cosa y siempre tendrán la tranquilidad de conciencia
y podrán ver de frente a sus hijos, al respecto les digo que ahora al hijo del Juez,
le doy clase, él no sabe lo que yo sé de su padre, pero que orgullo tengo de que sea
mi alumno.
157
El hecho es que, en un breve lapso, tres o cuatro personas fueron detenidas
y puestas a disposición del juzgado, acusadas de peculado, como digo eran gente
de escasos recursos, y si ya se había cumplido con el aspecto institucional, no era
el caso ensañarse con quien no había cometido más delito que ser pobre e ignorante
y buscar mejores horizontes económicos, por ello acudía al juzgado a tratar, dentro
de la ley, de dar solución a un problema humano; la Juez, desde la primera ocasión
se extrañó de mi actitud, pero entendía mi posición y entre ambos se resolvió el
primer problema, recuerdo que me dijo "Licenciado tanto que batalló para que
consignaran este expediente y ahora quiere ayudar a esta gente" le expliqué mi
punto de vista y como digo, el asunto se resolvió.
Ella sabía que el chofer que tenía más de veinticinco años de trabajar
como tal, que vivía modestamente, tenía tres hijos en etapa escolar intermedia,
además de que se sentía su rabia y frustración, en sus declaraciones, donde señalaba
que se le había pedido dinero, que las circunstancias en que había sido sorprendido,
eran por demás extrañas, en fin toda una serie de anomalías 'jurídicas", la tenían
convencida de que algo estaba mal, pero la leyes la ley "lex dura, dure lex" dictó
158
la formal prisión; cl defensor de oficio, no tenía mayor interés en el asunto. La
Juez en una actitud, que a mi modo de ver la pinta de cuerpo cntero en cuanto a su
calidad humana, se puso a buscar con el concurso de su Secretario de Acuerdos y
tal vez con la ayuda de alguien más, resoluciones de los colegiados que ella por
su dedicación sabía existían, para que, cuando dictó sentencia, ésta fue absolutoria,
la cual como debe de ser, faltaba más, faltaba menos, recurrió el Ministerio Público,
el tribunal de alzada la confinnó en todas sus partes, como todas las que había
dictado tanto condenatorias como absolutorias y continuó dictando, hasta que su
propia rectitud, la enfrentó a un final triste y de nuevo, cayó la guadaña sobre
alguien que es más grande que quien la acusó y resolvió, de manera inicua e
injusta.
Afectuosamente
159
SEMBLANZA DEL AUTOR
Agente del Ministerio Público; abogado postulante; Gerente Jurídico del Fondo Nacional de
Fomento al Turismo en la Paz, B.CS.; Coordinador Jurídico de la Unidad de Atención Ciudadana del
Gobierno del Estado de Baja California Sur y actualmente Jefe del Departamento Jurídico de Diconsa.
Maestro de las cátedras de Derecho Procesal y Clínica de Derecho Procesal Civil, así como titular del
Taller de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de Baja California Sur.
- - - - - - - _ . ---------------
160 -_. __.. _ - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Los Jueces y la Justicia.
161
para que dichos tribunales juzguen las leyes y los actos de autoridad que violen
garantías individuales, por apartarse del respeto a la Constitución y al régimen de
seguridad jurídica que deben imperar en el Estado Mexicano.
Las cualidades y virtudes con las que considero que debe contar un
juzgador, sea hombre o mujer, son en términos generales las siguientes:
162
1) El juez debe ser persona inteligente, como cualidad esencial para el
conocimiento y comprensión de la ciencia del derecho; del papel que le
corresponde al juzgador dentro del sistema de justicia; y, de la comprensión de
todos los elementos, circunstancias y realidades que imperan en el momento y en
el lugar en el que le correspondan cumplir con su misión de impartir justicia.
163
5) El juez debe tener valor para impartir justicia, de acuerdo con sus
perfectas convicciones y conocimientos, sin temor a represalias por parte de
quienes resultaron afectados, por opiniones contrarias de los medios de
comunicación e inclusive por presiones o consignas de otras autoridades. El valor
es una virtud con la que debe nacer el juez y por la que esté dispuesto a dar la
vida, en cumplimiento de su función.
6) El juez debe vivir con profundo sentido de respeto, para sí y para todas
las personas y circunstancias que lo rodean. La vida de una persona debe estar
basada en el respeto dentro del seno familiar, en sus relaciones amistosas, frente
a su pareja, en el ejercicio de sus actividades e inclusive en la diversión, ya que el
respeto es el abono que permite que fructifiquen todas esas relaciones. La falta de
respeto denigra a la persona que la comete y, las más de las ocasiones, marchita
los sentimientos y las buenas relaciones con nuestros semejantes. El juez debe
conducirse respetando su función, lo mismo que a las personas que acuden ante
él a impetrar justicia, y esto solamente lo puede lograr cuando esa virtud forma
parte de su propio ser.
7) El juez debe ser libre, porque solamente las personas que no están
atadas a complejos, a intereses, a temores o a envidias, son capaces de conducirse
con ecuanimidad, templanza y serenidad, virtudes que todo juzgador requiere
para meditar y profundizar en los problemas concretos que se le plantean, en su
labor de impartir justicia.
----------
164
inclusive por sentimientos personales, de amistad o de animadversión, hacia las
partes en litigio o hacia las personas que los representan.
El juez, hombre o mujer, que cuente con estas características, con toda
seguridad será una persona que esté preparada para alcanzar la justicia como
supremo valor. El buen juez, al impartir justicia, no debe hacer lo que sabe, debe
saber 10 que hace.
165
Especialmente para ti:
167
poder político y militar, más también la vara de la justicia, simbolismo mitológico
de la aspiración eterna al recto vivir y trascender, en concordia humana.
El abandono del gobierno de los jueces por el de los reyes fue la reiteración
de un error histórico detectado por Federico de Savigny porque observó que
"cuando el pueblo hebreo en el Sinaí no quiso esperar la ley divina, construyó
con su impaciencia un vellocino de oro, consiguiendo de esta suerte que se hicieran
pedazos las Tablas de la Ley [F NC 1]" (1) error repetido en otras etapas del
acontecer humano.
l FEDERICO DE SAVIGNY. "De la vocación de nuestro siglo para la legislación y la Ciencia del Derecho"; editorial
Atalahua; Buenos Aires, 1946. 147.
2ARISTOTELES."La política"; editorial Austral; Buenos Aires, 1998; capitulo XI; página 182.
3 EL DIGESTO DEL EMPERADOR JUSTINIANO, EN ESPAÑOL Y LATIN. Publicado por Manuel Gómez M, y
Pascual Gil. Madrid, 1874. Imprenta de Ramón Vicente.
4 CODIGO DE JUSTINIANO, SUS INSTlTUTAS, CODIGO DE LAS SIETE PARTIDAS (1348), etc. APENDICE:
Principios-Máximas-Refranes-Sentencias-Reglas-Pensamientos y aforismos juridicos. En español y latino Sin pie de
imprenta alguno.
5 Libro citado en la nota (2). Sección PENSAMIENTO DE AUTORES ANONIMOS. No. 2542.
168
El Digesto influyó en la legislación occidental de los siglos siguientes,
especialmente en la Península Ibérica, donde prendió la semilla de los Derechos
del Pueblo y de los Derechos Sociales(6) en los Fueros JuzgOS(7)o
En relación a los temas que nos ocupan no debemos pasar por alto el
consejo de Don Benito Juárez de vivir dentro de la modesta medianía con honradez
6Esos conceptos de SANTO TOMAS DE AQUINO sobre justicia conmutativa y justicia distributiva véanse en
TOMAS CASARES; " La Justicia y el Derecho"; editorial Perrot; Buenos Aires, 1974; página 37.
7FUERO JUZGO EN LATIN Y ESPAÑOL POR LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Editorial Ibarra; Madrid,
1815.
8Véase ese análisis en MARIO DE LA CUEVA; "La idea del Estado"; U.N.A.M; México, 1980; página 94.
9ALEXIS DE TOCQUEVILLE; "La democracia en América"; Editorial Fondo de Cultura Económica. México-
Buenos Aires, 1963.
10 GUSTAV RADBRUCH. "El hombre y el Derecho"; editorial De Palma; Buenos Aires, 1980; capítulo IX; página
127 y siguientes.
11 HANS KELSEN. 'Teoría Pura del Derecho"; editorial Lazada; Buenos Aires, 1946; páginas 38 y 41.
---- -------- ---
170 -------------------------- - - -
escritorios de funcionarios y las barandillas de los juzgados; en las diversas tareas
de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial Federales y hasta del litigio; en la
tarea insignificante de aprender a coser y manejar un expediente, hasta saber
extraer en él, la conjunción equilibrada de la Verdad Legal y la Verdad Real;
saber penetrar las profundidades del conocimiento del Derecho, pasar por el valor
de la justicia y llegar al caso concreto de la equidad casuística, sin perder la
perspectiva; cultivar el intelecto, pero también la perseverante disciplina; ponderar
el alto cargo con la sencillez que vacuna contra el mareo de las alturas; saber
escuchar con paciencia y saber decir el Derecho con eficacia; dominar los
Principios Generales del Derecho y llevarlos arduamente al caso concreto, pasando
desde su mención en la norma constitucional hasta llegar a la norma secundaria;
dominar todas las disciplinas jurídicas, ramas y sub-ramas y saber interrelacionarlas
dentro del espeso bosque de la maraña judicial; en fin esforzarse cotidianamente
por la superación profesional que sólo puede dar la verdadera y probada vocación
que nos llevó, desde la adolescencia hacia los estudios profesionales e inspirados
también por otra vocación más antigua, familiar y personal, el innato sentimiento
de lo que es y debe ser justo.
17 LA CRISIS DEL DERECHO. Obra colectiva. Ediciones jurídicas Améríca-Europa; Buenos Aires, 1961; páginas
311 y siguientes.
18 ERNESTO ZIETELMANN. '"las lagunas del Derecho"; editorial Lozada; Buenos Aires, 1949; página 293.
19 SALVADOR D1AZ MIRON. '"Poesías completas"; A GLORIA; editorial POITÚa; México, 1947; página 53.
20 Obra mencionada en la cita (2); sección PENSAMIENTOS DE AUTORES ANONIMOS; No. 2592.
--_._---._----------
172
y precisamente en este principio del siglo XXI, y especialmente en nuestro
país y en este tiempo político, conviene recordar la preciosa frase de Radbruch:
"que la democracia es ciertamente un bien digno de ser elogiado; el Estado de
Derecho, sin embargo, es como el pan de cada día, como el agua para beber y el
aire para respirar, y lo mejor de la democracia es, precisamente, que sólo ella es
apropiada para asegurar el Estado de Derecho"(21).
No ignoramos que tal vez les corresponda vivir una época cada vez más
dificil que ya se detectaba desde la mitad del siglo XX en realidades y libros tan
impactantes como los de Marshall McLuhan(22), Alvin Tofflef(23) y Castro(24), de
nuevos tiempos permeados de un materialismo depredatorio, comercialización
economicista, con cada vez más asechanzas patrimonialistas; una globalización,
medios masivos de comunicación y tecnologías galopantes, a veces muy mal
utilizadas, etc.; deben de entender que tales posibilidades nos resultan altamente
preocupantes, pero que nos motivan más a redactar estas epístolas.
173
porque refuerza nuestro ser trino de cuerpo, alma y espíritu; y nos brinda una
gratificante paz tanto en el Vivir, como en el posible Trascender.
¿Qué más puedo expresar en las contadas líneas de una carta? Que en la
apacibilidad de tu justo Vivir, leas lo que queda escrito entre líneas.
Cordialmente
SEMBLANZA DE LA AUTORA
Decir de unjuez que sus sentencias son "hermosas ", en el sentido de que
son ensayos de estética y de brillante erudición expuesta en vidriera, no me parece
que sea hacerle un cumplido. La sentencias de los jueces deben, dentro de los
limites de las posibilidades humanas, ser sencillamentejustas, frente a la seriedad
del fin práctico a que deben servir, que es el de llevar la paz a los hombres,
considerados bajo el aspecto puramente estético, quiere decir, sino me equivoco,
pensar que la justicia pueda descender al nivel de un entretenimiento literario o
de una ejercitación escolar.
Piero Calamandrei
l) Razón Jurídica
2) Profesionalización
a) Actualización
b) Cursos permanentes
3) Probidad
4) Relación con la realidad social.
----~------
175
Los anteriores principios, conllevan a que el juzgador pueda realizar su
trabajo desde una óptica objetiva y subjetiva respecto de cada caso en concreto,
es decir, son herramientas fundamentales para que se pueda impartir justicia, de
lo contrario enfrentamos, casos de corrupción, injusticia y sobre todo de impunidad.
Un juez no puede perder de vista el entorno social esto es, no puede salirse
de la realidad, porque en el momento en que se dicta una sentencia sin tomar en
----------
176 --- ---- ----------
cuenta la realidad del país estamos aplicando el derecho, fundados en falacias e
irrealidades, lo que constituye una sentencia fuera de un contexto real, que beneficie
a la sociedad. Por el contrario esto formaría sentencias en las cuales el juez sería
solamente un soñador e iluso.
Cuenta con dos especialidades en Ciencias Penales. Maestría en Derecho. Doctor en Derecho.
Dos cursos de Posdoctorado, el primero en la Universidad de Salamanca, España; el segundo. en el Instituto
de Filosojia del Derecho, en Munich, Alemania. Es profesor invitado en veinte posgrados del territorio
nacional, a nivel internacional en ocho Universidades de España. Ha escrito articulos a nivel nacional e
internacional. Es autor del libro "Teoría General del Delito ". Sistema Finalista y Funcionalista. Presidente
Fundador del Instituto Iberoamericano de Derecho Penal.
177
Muy estimado señor Juez:
179
Hay, por supuesto, el campo de los negocios pero ese se desvía realmente
de la actividad del profesional del derecho como ocurre también con el campo
académico: enseñanza e investigación, que siendo enormemente valiosos, sin
embargo generan productos químicamente - o jurídicamente - puros, pero con
escasa trascendencia social.
180
llegar a un resultado por los tortuosos caminos o de la habilidad procesal, que no
es mala en sí misma aunque a veces oculte la injusticia o del manejo de la
corrupción. Esta no es necesariamente económica. Puede mover relaciones,
influencias o compromisos que conducen a resultados contrarios a derecho.
Pero con todo, no creo que haya profesión más bella. El viejo consejo de Couture
a los abogados, para que recomienden a sus hijos seguir su carrera, sigue vigente.
Es fama que los jueces no pueden expresar sus opiniones frente a los
litigantes que los visitan, quizá con el memorándum en la mano y la angustia en
el espíritu. Me parece razonable que así sea pero creería más justo que se pusiera
a la consideración de las partes el proyecto de sentencia y que, sobre ese proyecto,
se prepararan los comentarios escritos de las partes. Pero es evidente que una
solución de esa índole tendría que fundarse en la ley y la ley, ninguna ley, la
prevé. Es una lástima.
Hay, claro está, el legítimo deseo de escalar los que suelen ser escasos
peldaños finales de la carrera judicial que culmina en un número muy reducido
de posibilidades: sólo once, para tener el honor y la alta responsabilidad de decir
la última palabra. Lo que implica, a veces, la magna oportunidad de decirle al
legislador que se ha equivocado, porque su ley o su decreto no coinciden con el
mandato constitucional. Es claro que la famosa relatividad de las sentencias de
amparo, la llamada Cláusula Otero, impiden que esa corrección de los pecados
de los legisladores pueda ser eficaz. Habrá que corregirla.
182
Lo largo o lo corto de ella dependerá de su esfuerzo.
Le deseo suerte que no debe ser producto del azar sino de su propia
decisión. Y una petición, no tan humilde: respete usted a los litigantes. Óigalos.
Genere confianza en ellos, no incertidumbre. Son, no sus contrarios sino sus
mejores auxiliares en la búsqueda dificil de la razón.
Nacido en Sevilla, L'spa¡¡a. Mexicano por naturalización; Licenciado en Derecho. UNAM. 1950;
Doctor en Derecho. UNAM, Mención honorífica, 1965; Profesor titular del lo: Curso de Derecho Civil por
concurso de méritos. UNA M; Director del Bufete de Buen, s.e.; Asesor de la Secretaria del Trabajo .\
Previsión Social para los Acuerdos Para le/os al Tratado de Libre Comercio; condecoración de la Orden d"
Mérito de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Caballero Santo Domingo, República Dominicana. 14
de marzo de 1994; encomienda de la Orden del Múrito Civil, otorgada por Su !'>1ajestad don Juan Carlos 1,
Rey de Espaiia. 1997; Doctorado Honoris Causa por la Universidad Central del Este, San Pedro de l,facoris.
República Dominicana. 23 de febrero de 1998; miembro (1993-2000) del Consejo de la Comisión de Derecho,'.
Humanos del Distrito Federal; autor de múltiples obras de Derecho del Trabajo, Seguridad Social y Ocre-
cho Civil.
Carta a los futuros Jueces:
185
del juez, en un posible acto de corrupción o simplemente en una falta de objetividad
del juez hacia el que pierde. Así, toda reacción de descrédito hacia quien emite
una decisión vinculante puede minar poco a poco su prestigio y ello no puede ser
inocuo para quien honesta y profesionalmente desempeña su profesión.
Los invito a que se aferren con pasión a trabajar por los valores que conlleva
la justicia, conscientes de que sólo esa actitud permanente inmunizará nuestra
conciencia del riesgo de sucumbir ante la sinrazón y el egoísmo de quien desconoce
los fundamentos de nuestra labor.
Presumo que al elegir esta noble carrera judicial, ustedes poseen ya esa
pasión indispensable para poder afrontar la infinidad de situaciones complicadas
que derivan de dirimir controversias entre dos partes, pero es necesario que día a
día renueven su compromiso de actuar rectamente, sólo en el campo del derecho,
sin importar las posibles reacciones de quienes se vean afectados o beneficiados
por nuestras sentencias. Debe quedar claro que no actuamos para generar simpatías
186
ni para quedar bien con nadie, al contrario, nuestra labor se distingue por hacer
abstracción de ello y emitir una decisión sin presiones de ninguna naturaleza.
Sólo así podremos dignificar nuestra función y contribuir a que los jueces
sean el ejemplo de profesionalismo e independencia que reclama nuestra compleja
sociedad y uno de los factores que permitan consolidar a nuestro País como una
nación libre y respetuosa del estado de derecho.
Es abogado egresado de la Escuela Libre de Derecho, donde ejerce la cátedra de derecho romano
desde 1952, y de la que ha sido rector en dos períodos (1977-1979 y 1984-1987). Fue director jurídico del
Banco Nacional de México. Ha sido magistrado numerario del Tribunal de lo Contencioso Electoral Federal,
magistrado propietario y presidente de la Sala Central del Tribunal Federal Electoral de 1990 a 1996. De
noviembre de 1996 a septiembre del afio 2000'/ue presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación donde actualmente ejerce el cargo de magistrúdo electoral de la Sala Superior
187
--------- ------------------..4w_
Estimado amigo:
Como ves, sin que fuera mi intención y sin querer, empecé a darte consejos
e ideas sobre lo que se espera de un profesionista que pretende ser juzgador. El
primer requisito, sin duda, es que tengas vocación, amén de ser honrado y estar
dispuesto, siempre, a enfrentar tu responsabilidad.
190
._~
Ojalá puedas unirte a la tarea más hermosa a que todo abogado puede
aspIrar.
191
SEMBLANZA DEL AUTOR
192
"Te juzgarás a ti mismo -le respondió el rey- Es lo más dificil. "
El Principito
Antoine de Saint-Exupéry
Distinguido colega:
Pero ese es nuestro oficio, que a partir del conocimiento y manejo del
Derecho nos lleva a resolver el caso concreto, con la aplicación de la norma
jurídica, para la consecución de la justicia. Y aquí distingo tres aspectos
fundamentales para la realización de la función jurisdiccional: la norma jurídica,
el Derecho, y la justicia.
193
Más adelante nos encontramos con el Derecho: ese sistema integrado por
la norma, la jurisprudencia, la doctrina y los principios y antecedentes, que
convergen en la regulación de las relaciones de los individuos en la sociedad. Su
estudio y comprensión de sus valores nos dará el ánimo y la precisión que se
requiere para nuestros pronunciamientos.
194
llevándolo a inclinarse en uno o en otro sentido. Cuando algún elemento hace
peligrar esa imparcialidad, por afectación de su independencia, el juzgador pierde
el valor más preciado de su función.
Pueden ser muchos los aspectos que llegarán a influir en él: lo sentimental,
el poder, el temor, lo económico, los prejuicios, los compromisos de cualquier
naturaleza, etc. Por eso, deberá, ante todo, tener la entereza de ser él mismo; de
saber en todo momento el lugar y la situación que ocupa; es decir, deberá tener la
capacidad de juzgarse a sí mismo y, entonces y sólo entonces, podrá, con el
conocimiento del Derecho, alcanzar su objetivo, que es la justicia.
Por eso, insisto en lo que el rey del asteroide 325 decía al Principito: "Es
mucho más dificil juzgarse a sí mismo, que juzgar a otros. Si consigues juzgarte
rectamente es que eres un verdadero sabio."
Con afecto
195
SEMBLANZA DEL AUTOR
Doctor en Derecho por la UNAM, en donde también realizó sus estudios de Licenciatura en
Derecho y Especialización en Finanzas PlÍblicas. Es Profesor por Oposición de las materias Derecho Fiscal
y Derecho Administrativo; autor de 8 libros y de un gran nlÍmero de artículos en su área de especialización.
Obtuvo el Premio ¡NAP 1989. Fue Presidente de la Academia Mexicana de Derecho Fiscal; Magistrado de
la Cuarta Sala Regional Metropolitana del Tribunal Fiscal de la Federación, y actualmente es Magistrado
de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
196
Corrían los primeros meses del año de 1957, por las noches, estuve tratando
de entrevistarme en su despacho de las calles de Gante con el Maestro don Antonio
de Ibarrola, quien el año anterior me había impartido el segundo curso de Derecho
Civil en la Facultad de Derecho en la Ciudad Universitaria.
197
Por fin salí a la calle a enfrentarme con la realidad de los que ejercen la
profesión de postulantes, en aquel entonces los juzgados estaban diseminados en
el Centro de nuestra Capital, en el Pasaje Catedral, en las calles de Donceles, en
la calle de Allende, en la de Palma y los Federales en la Plaza de Santo Domingo
y por supuesto en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. La actividad por la
que pasan todos los iniciados al ir a los juzgados, a consultar expedientes de
litigios y a copiar los autos y acuerdos que recaen a las promociones de los
litigantes, los hace que se vayan familiarizándose poco a poco con Jos Secretarios
de Acuerdos, con los Actuarios, con el personal del juzgado y por último con los
señores Jueces a quienes realmente se les trataba muy poco.
En primer lugar quiero verles los ojos y que me miren a los ojos, sin
ambages de ninguna naturaleza, quiero que cuando sea necesario hablar con ellos,
198 -----~-------~--------
que tengan el tiempo y disposición para hablar conmigo, que manejen su agenda
y que sus auxiliares me puedan responder, cuándo y a qué hora me pueden recibir
para satisfacer la necesidad de hablar personalmente con ellos.
Quiero que salgan de sus privados, que asistan a las audiencias o que
circulen en tomo de ellas y que conozcan a sus litigantes y por supuesto a los
Abogados de los litigantes, que se compenetren en alguna medida o de alguna
manera, con la clase de personas que acuden a su juzgado y que vigilen el buen
comportamiento de sus secretarios, de sus mecanógrafas, de sus auxiliares y de
todo el personal que trabaja en el juzgado.
Para ser Jueces de Primera Instancia, quiero a los mejores, a los más
capacitados, a los de mayor experiencia y sobre todo a los de mayor edad, porque
teniendo excelentes juzgadores de Primera Instancia reduciremos los Tribunales
199
- ------------------------
A los Jueces de Primera Instancia quiero que se les pague muy bien así
como a sus Secretarios y a sus Proyectistas pues ellos son el basamento que imparte
justicia desinteresadamente y sin aceptar recomendaciones de ascendientes
jerárquicos dentro del poder, creo firmemente que en esas condiciones cuidarán
de sus cargos pues no deben aspirar a mayores emolumentos ni intereses que los
persuadan o los inquieten, insisto deben estar muy bien remunerados y con
beneficios sociales considerables para cuando dejen de trabajar por edad avanzada
o por impedimentos fisicos, por lo tanto para nuestros juzgadores lo mejor que se
les pueda retribuir.
200
parte de su gremio, en el cual estamos todos los mexicanos esperanzados de que
cada vez sea mej oro
Nació el ocho de Enero de 1937 Ciudad de México, Distrito Federal; título de Licenciado en
Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México. 28 de Octubre de 1964; diploma de la Facultad
de Derecho de la Universidad Panamericana en Derecho Económico y Corporativo, 15 de Diciembre de
1990. Miembro del Consejo Directivo de la Barra Mexicana Colegio de Abogados, A. c., ocupando diferentes
cargos durante 9 años a la fecha.
201
, M/IJIN/o JVlJh PíIJZ RolJ1UO
Estimado amigo:
Quiero decirte, sin embargo, que todo esto que has superado hasta ahora
no desaparecerá cuando te hagas cargo del Juzgado. Al contrario, se multiplicarán
las presiones del trabajo, te darás cuenta que tus estudios requieren mayor amplitud
y más profundidad; te percatarás de que la importancia de la función exige mayor
responsabilidad de la que nunca imaginaste; serás consciente del valor de tu nombre
y de tu firma, para bien o para mal, porque eso es 10 que heredarás a tus hijos; y
sentirás sobre tí los ojos de todos, porque tu conducta será ejemplo para muchos,
también para bien o para mal.
A lo largo de ese dificil camino que estás por emprender, te esperan esos
y otros problemas, pruebas y obstáculos. Por eso vale la pena reflexionar en algunos
principios que te servirán de orientación y fortaleza; yo creo que tú ya lo sabes o,
cuando menos, los intuyes, porque son elementales y de sentido común; bueno,
son hasta sencillos, pero ¿sabes? Lo dificil es acatarlos, asimilarlos y regir por
ellos la vida de vocación jurisdiccional.
203
No está por demás, pues, que los recordemos juntos.
1 En su famosa obra "Elogio de los Jueces", Piero Calamandrei dice: "SEA AMABLE SEÑOR JUEZ. Lajusticia es
una cosa muy seria; pero precisamente por ello no es necesario, señor Juez, que usted, desde su asiento, me frunza con
fiereza el entrecejo. Esa máscara fcroz con que usted me mira me acobarda y me impulsa a ser difuso, en espera de
leer una señal de comprensión cn csa faz de piedra".
204
lo cual es explicable, porque encontrar la verdad nunca ha sido fácil para los
seres humanos.
Otra de las virtudes del juez, debes convenir conmigo es tener una
CONDUCTA CORRECTA, principio que ve a la vida privada del juez, cuyo
comportamiento debe corresponder a la de una persona de bien, o como dice el
Código Civil: "Un buen padre de familia".
2 Karl Popper ha señalado una fónnu]a general que se pueda adoptar perfectamente al caso. Dijo: "El enfoque
racional significa estar preparado para admitir que puedo estar equivocado y que usted puede tener razón, pero
que en un esfuerzo común podemos acercarnos a la verdad".
3 El tilósofo francés, Luc de Clapiers, dijo: "'no podemos ser justos si no tenemos un corazón bondadoso".
205
Otro de los principios que deben distinguirte es la DILIGENCIA. El
juez, como símbolo de la justicia y guardián del derecho, tiene el deber de aplicarse
con celo a la vocación que la sociedad le confió y que él aceptó. El juez debe
serlo de tiempo completo.
206
Sin embargo, el juez, como todo ser humano, debe seguir intentándolo a
través del estudio esforzado y constante; debe perseguir la justicia como un ideal,
y ya sabemos que un hombre sin ideales, está incompleto.
207
SEMBLANZA DEL AUTOR
Nació en Oaxaca., el 5 de noviembre de 1930. Carrera Judicial: Secretario del Juzgado Décimo
Tercero de la Sexta Corte Penal del Distrito Federal, Secretario de la Segunda Sala del Tribunal Fiscal de
la Federación, Secretario de Estudio y Cuenta adscrito al Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Secretario de Estudio y Cuenta en la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
Magistrado fundador del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, Magistrado
Presidente de la Primera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal, Secretario
de Estudio y Cuenta en inconformidades agrarias. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Juez
supernumerario de Distrito (Materia Administrativa) en el Distrito Federal, Juez Cuarto de Distrito (Materia
Administrativa) en el Distrito Federal, Magistrado del Primer Tribunal Colegiado (Materia Civil) en el
Distrito Federal. Magistrado Presidente del Primer Tribunal Colegiado (Materia Civil) en el Distrito Federal,
Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. adscrito actualmente a la Segunda Sala en Materia
Administrativa y Laboral.
208
Carta a quien desea iniciar su Carrera Judicial:
Pues bueno, empezaré por decirte que el abogado debe ser una persona
que realmente se entregue por lo que hace, ya que uno debe de estudiar cada día,
el mundo avanza y con él la ciencia jurídica, por lo que debes recordar que cada
día de tu vida deberás dedicarle un tiempo a aprender lo nuevo que esta práctica
conlleva.
Así mismo creo que es muy importante que seas fiel a tus ideales, porque
en ocasiones este camino será difícil y creerás que todo lo aprendido no servirá
para nada, que la práctica es distinta o que la realidad no va de acuerdo con las
aulas, pero esto no es así, dependerá de ti defender y proteger lo aprendido, porque
serás tú quién pueda renunciar a las enseñanzas y desviar tu camino por sendas
más fáciles y más atractivos, pero esto única y exclusivamente dependerá de ti.
Con esto sólo quiero que sepas que lo difícil se valora más, que el seguir
y respetar los principios básicos te será difícil, que el entusiasmo que sentirás al
~ ~------ ---~--------
209
----------------
iniciar tu carrera jurídica por hacer valer y respetar la justicia se verán truncadas
muchas veces, pero cuanto más te levantes más valor y más satisfacción tendrá lo
aprendido y por supuesto mejor impartidor de la justicia serás.
Porque ¿de que nos servirían todos los derechos si no tenemos Vida?, si
violamos ese principio básico y no lo cuidamos, para qué luchar por algo más, si
no defendemos el derecho que tienen las futuras generaciones de nacer, no servirá
de nada ejercer esta profesión.
210
----------------------
anterior, por eso la base de tu vida, si a esto te quieres dedicar, será el estudio, por
que sólo así te podrás sentir orgulloso de decir SOY UN JURISTA.
En fin, creo que la decisión está en ti, tú eres el que debe saber si serás lo
suficientemente valiente para defender y luchar por estos ideales, por hacer valer
y respetar los derechos inherentes del ser humano; si serás capaz de no desviar tu
camino por falsas creencias; porque eso si te puedo decir que tú serás al final de
tu camino el que realmente te cuestione, tú serás tu propio juez, tú serás quien se
sienta orgulloso o decepcionado de lo que hiciste o bien de lo que pudiste hacer y
no lo hiciste.
No me queda más que pedirte que antes de decidirte por iniciar o no una
carrera judicial, te tomes un poco de tiempo para reflexionar y meditar si estás
dispuesto a luchar, si serás capaz de impartir la justicia como te gustaría que te la
impartieran a ti, si podrás soportar muchas veces las presiones, porque sólo así,
discerniéndolo, podrás tomar la decisión correcta.
211
Espero que mis palabras te orienten, mi intención es que luches, que cada
minuto sientas que la decisión que tomaste de iniciar esta carrera judicial fue
porque creíste en Ti, sabías que serías capaz de hacer valer la Justicia, que no te
dejarías vencer y que podrías decir firmemente soy un Juez, que decidió un día
iniciar la Carrera Judicial por que creí en MI.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
212
Señor Juez:
Doy inicio con una afirmación que resulta angular para el propósito de
esta epístola: un auténtico juez no puede existir si no es en un Estado de Derecho.
--- ---------_._~._---~-
. - - - ~ - -~ ~ - - - _ . ~ -
213
El binomio formado por un Estado de Derecho y una judicatura plena
debe constituir un paradigma incesante en el quehacer de un juez, pues así como
éste espera un indiscutido respeto y acatamiento a sus dictámenes, igualmente la
sociedad que lo ha designado espera de él la salvaguardia efectiva del imperio de
la Ley, y por ello el juez es el bastión en el que se resguarda la primacía de la
voluntad general expresada en la norma de derecho y en consecuencia, la teleología
del orden social establecido.
Al igual que con el imperio de la Ley, la figura del juez es elemento central
en otra faceta del Estado de Derecho, implícita pero diversa, formal pero esencial
al mismo tiempo, conocida generalmente como seguridad jurídica, y que permite
a los entes individuales la convicción de que las disposiciones que contenga la
nOffi1atividad jurídica van a regir eficazmente y que no van a ser alteradas por
vías imprevistas o arbitrarias.
217
metaprocesales, manipular la opinión pública en medios de comunicación masiva
para doblegar la imparcialidad del juzgador; quien al ver su causa perdida o sin
probabilidades de prosperar, cuestiona la honorabilidad o la imparcialidad del
juzgador, y exige su retiro en el asunto. Ante toda esta violencia y excesos, el
proceder del juez debe ser mesurado pero firme, prudente en cuanto que su sustento
y directriz sea la Ley, pero osado en cuanto su ánimo para que la tenaz impartición
de justicia no mengüe ante cada nueva muestra de litigio amañado.
Una última cavilación, no por obvia menos oportuna. Unjuez es una figura
central dentro del contexto social y en el ejercicio de su encargo se entreteje la
obligación de ofrecer a sus conciudadanos un sólido ejemplo, tanto en su esfera
pública como privada, sin lastimar la fama judicial con imprudencias, escándalos
o corrupción, pues la imagen de un juez es la personificación más cercana al ideal
de una humanidad justa y buena.
Director del Centro de Capacitación Judicial Electoral del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación (96-a lafecha). Magistrado Electoral Presidente de la Sala Regional (90-96). Magistrado
Electoral Supernumerario (87-90). AutO!; coautor y coordinador de varias obras en derecho electoral.
Catedrático por oposición de las asignaturas Garantías, Amparo y Práctica Forense de Amparo de la
UNAM, docente desde 1972, donde jimgió como Secretario General de la Facultad de Derecho y actualmente
como Consejero Universitario Maestro. Profesor de posgrado y conferencista en universidades nacionales
y extranjeras. Recipiendario de la medalla Prima Leges 1nstituta (94) y de la Gran Cruz de Honor a la
Eminencia Académica (98).
218
Licenciado:
Más allá de recordar con usted las diferencias entre lo que es justo y lo
que es legal -eso es algo que usted descubrió hace tiempo en las aulas de su
facultad de Derecho-, o de la enorme responsabilidad que unjuez tiene sobre sus
hombros cada vez que toma una decisión y dicta una sentencia -sobre eso le
hablarán abundantemente sus superiores durante los próximos meses-, como el
periodista que soy, me permitiré invitarlo a reflexionar sobre el papel que en mi
opinión, el Poder Judicial y los jueces que lo integran jugarán en la estructura
social y política, así corno en el funcionamiento del Estado moderno.
219
el desempeño de las instituciones como la Judicatura, a la que usted aspira a
pertenecer.
220
autoridades que afectan sólo a los particulares, como aquellas acciones que
enfrentan autoridades de niveles estatales con municipales y hasta federales.
Pero los futuros jueces, como usted, tendrán que estar plenamente
conscientes de que esa intervención en asuntos mucho más públicos que los
tradicionales juicios de garantías, se dará en un contexto social y cultural totalmente
nuevo. En todo el mundo, pero para los efectos que más deben interesarie a usted,
específicamente en México, hay una profunda crisis de credibilidad en las
instituciones gubernamentales que desafortunadamente también alcanza al Poder
Judicial. Por más obvio que a un futuro juez pueda parecer, muchos mexicanos
de hoy no comprenden o simplemente no creen en la utilidad del trabajo de la
judicatura; así como tampoco le tienen ningún reconocimiento al de los órganos
legislativos y ejecutivos.
221
- --------------- ---
08t!a~ /1 VII Jvez ,ve ¡,,/tJI/I N 08ftefll Jvrl!tJI/ll
Hasta hace muy poco tiempo, era universalmente aceptada la idea de que
los jueces hablan a través de sus sentencias. Esa, que fue una premisa fundamental
para evitar la politización de la justicia, se ha convertido en el gran obstáculo que
hoy enfrentan y mañana enfrentarán las instituciones judiciales.
222
Por supuesto, los jueces deben seguir hablando a través de sus sentencias.
Pero en una sociedad cuyos ciudadanos norman su criterio a partir de lo que,
generalmente de forma equivocada, dicen los medios masivos de comunicación,
los jueces ya no pueden concretarse a hablar sólo a través de sus sentencias; pues
de ese modo sólo conseguirán distanciarse más de los ciudadanos, incrementar la
desconfianza de estos hacia ellos, y acrecentar la crisis de credibilidad del Poder
Judicial. Si antes el Derecho era una ciencia sólo comprensible para iniciados,
hoyes indispensable popularizar su conocimiento y su comprensión para evitar
que en los ciudadanos siga creciendo la equivocada idea de que la judicatura es
sólo uno más de los eslabones de la corrupción que atrapó a las instituciones.
-------~-_ .. _ - - - ~
----_._----~._-----
223
tendrá que hacerse desde los propios medios que han provocado el desprestigio
de las instituciones.
Es analista político. Ha sido editorialista y jefe de la sección política de la revista Impacto y del
periódico El Día. De 1998 a la fecha colabora en el diario unomásuno. donde publica todos los días las
columnas Hechos y nombres y Séptimo día. Es autor del libro Cien nombres de la transición mexicana.
publicado en septiembre de 2000. Cursó la licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma
de México yen 1998 fue distinguido con el Premio Anual de Periodismo Parlamentario de la Asamblea
Legislativa del Distrito Federal.
.. _-- . ----._._---_.
225
Anécdotas aparte, empezaré por recordarte lo que de seguro has percibido
en estas décadas de convivencia familiar: cuando se tiene verdadera vocación,
juzgar es una mística que permite acercarse a la comunión de la ley con la justicia;
sin advertirlo, se apodera poco a poco de nuestro ser y termina rigiendo
pensamiento y acción. Vocación celosa, al fin femenina, exige sacrificios sin
número y no permite desviaciones, pero también gratifica con largueza en lo
espiritual. En aras de ella se nos va la vida entre las páginas de los expedientes,
sin poder cumplir metas personales ni disfrutar a cabalidad hijos y familia; gracias
a ella labramos un destino cierto y logramos el respeto de nuestros seres queridos.
--------------
226
animadversiones y simpatías; lucha dificil, pero si salimos victoriosos estaremos
en aptitud de resolver con objetividad, transparencia, imparcialidad y probidad.
La batalla diaria mantiene alerta e impide que juzgar se convierta en una costumbre
o en un acto rutinario.
227
sus sentencias, si cada noche se enfrentara al fantasma de la duda respecto a lo
decidido; el caso se sufre antes de resolver, después tan sólo es referencia histórica.
Son tantas las vivencias atesoradas y tan corto el espacio reservado para
esta carta, que no encuentro mejor manera de concluirla que reiterar lo escrito a
título de explicación en el primero de mis modestos libros, cuando en referencia
a los juristas que marcaron mi destino recuerdo que "...en los albores de una
carrera judicial prolongada ya por más de tres décadas, tuve la oportunidad de
colaborar con funcionarios de excepción: don Angel Gamboa y Cervera, prototipo
de juez severo; don Lorenzo Alfaro Alomía, de una extraordinaria bondad; don
Mario Escalante Boo, jurista de gran sabiduría, y don Ezequiel Burguete Farrera,
de espíritu libre y valeroso; con sus enseñanzas fui complementando mi formación
y templando un carácter quizá sin advertirlo. En días pasados, cuando en el Instituto
de Investigaciones Jurídicas escuchaba la magistral disertación del doctor Mozart
Víctor Russomano, que en bella y profunda parábola se refería a la justicia, vinieron
a mi mente las cualidades esenciales de aquellos personajes que al integrarse
confirman que, en efecto, no hay justicia sin firmeza, no hay justicia sin clemencia,
no hay justicia sin sabiduría, pero por encima de todo, no hay justicia sin libertad".
228
Una petición antes de rubricar esta misiva con el pulso firme de siempre,
en esta ocasión también emocionado, de un juzgador del siglo XX al que espero
lo sea del XXI: dame la felicidad, David Arturo, de ver tu promisoria carrera
judicial colmada de éxitos que obtengas por méritos propios.
Actuario del Juzgado Tercero de Distrito del Distrito Federal en Materia Penal. Actuario y Segundo
Secretario del 7hbunal Unitario del Primer Circuito. Primer Secretario del Segundo Tribunal Unitario del
Primer Circuito. Secretario de Estudio y Cuenta de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. Juez Segundo de Distrito en e! Distrito Federal en Materia Penal. Magistrado del Segundo Tribunal
Colegiado del Tercer Circuito. Magistrado del Segundo Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del
Primer Circuito. Director Generaly Presidente de! Comité Académico del Instituto de la Judicatura Federal.
Director General y Presidente de la Junta Directiva del Instituto Federal de Defensoría Pública. Profesor
de la Facultad de Derecho de la Universidad de Guadalajara, de la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional Autónoma de México, del Instituto de Especialización Judicial de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación y del Instituto de la Judicatura Federal. Autor de los libros "El Juicio de Amparo Indirecto en
Materia de Trabajo" y "El Juicio de Amparo Directo en Materia de Trabajo ".
229
Cartas a un Juez que inicia su Carrera Judicial:
Te aconsejo que en las ocasiones que te sea posible, más que resolver el
problema, pudieras solucionarlo por medio de la conciliación.
231
O8tIaJ a V/I ,Jvez?ve¡"la/a tri 08tteta ,Jvtlla/al
Debes tener presente que los actos ilícitos son desdichadamente producto
del ser humano, que es rebelde por naturaleza; esa rebeldía moral se refleja y
repercute en la sociedad; y tú tienes la ardua tarea de conocer la causas, para que
en lo posible, aportes una acertada solución.
232
Paciencia: Debes tener amplia capacidad de soportar muchas de las veces,
las actitudes o razonamientos infundados de las partes, sin alterarte.
233
SEMBLANZA DEL AUTOR
234
Muy querido Juez:
Con afecto te expreso que siento una noble envidia por tu nombramiento,
pues nunca tuve la oportunidad de ser juez. Empero, por mi trabajo como abogado
por más de medio siglo, he tratado a muchos jueces, magistrados y ministros, por
lo que me permito transmitirte algunos de mis pensamientos sobre lo que considero
debe ser un buen juez, que espero te sean útiles:
235
Si tu pensamiento inicial es de modestia por tus conocimientos, es un
buen comienzo. La vida te enseñará que los buenos jueces se hacen lentamente,
como los buenos vinos.
-- -------- - - - -
No olvides que tus mejores amigos y tus peores enemigos pueden ser tus
compañeros de trabajo. De ti depende que se conviertan en unos o en otros.
Procura colmar todos los minutos de tu tiempo con buena música. Nada
es tan agradable como entrar en la oficina de un juez y escuchar las bellas notas
de un concierto para piano o violín, pues ello demostrará que tiene el espíritu
tranquilo y dispuesto a escuchar las peticiones de Justicia.
239
diamantes de los ricos, el pan de su honrada pobreza. También el juez vive así."
(Elogio de los jueces, p. 251).
Nació en México, D.F (7 Feb. 1928) Lic. en Derecho (7 Jun. 1950) Fac. de Derecho UNAM.
Graduado en la "Escuela de Perfeccionamiento en Derecho Penal" Universidad de Roma, Italia (5 Jun.
1952). Pro! de Derecho Penal (Fac. de Derecho UNAM) desde 5 abril 1954. Doctor en Derecho de la
UNAM (20 Jun. 1971) Doctor Honoris Causa del Instituto Nacional de Ciencias Penales (4 Sep. 2000).
Subprocurador de Control de Procesos (1993) y Subprocurador Jurídico de la PGR (1994). Asesorjurídico
de 14 embajadas. Condecorado por los gobiernos de Italia, Portugal, Argentina, Chile, Brasil y Venezuela.
Abogado litigante.
240
Estimables Juristas:
Tiene por objeto esta misiva cordial, para comentar con todo respeto, lo
que significa el desempeño del cargo de Juzgador.
Sin exageración, como hombre estudioso del Derecho que soy, tengo el
anhelo ferviente de que ustedes comprenderán que con su nombramiento México
ha depositado en cada uno de los jueces y magistrados que resulten electos para
el cargo, la esperanza de la paz y la realización de la justicia entre todos nosotros,
ustedes incluidos.
241
Tal es la grave responsabilidad que ha recaído en los hombros de los
abogados quienes han sido designados para el cargo.
Han contraído el deber de ser justos y de ser dignos de la alta misión que
se os ha conferido.
y esto es el más grande honor que un hombre, cualquiera que sea, que ha
dedicado su vida al conocimiento del Derecho y de la ley, pueda recibir en esta
nuestra azarosa vida de mexicanos.
Ser juez aquí o en cualquier parte del Mundo significa aceptar como
hombre íntegro -si lo es de verdad- hacer posible y práctica, en cada caso sujeto
a sus decisiones, la armonía universal que debe reinar en la convivencia del hombre
civilizado.
242 --~-~~-------
--- - - --~--- ;-
r,
Como hombres de bien, deseo que tengan cada uno de ustedes las aptitudes
y cualidades necesarias para "dar la medida" de lo que México espera de los
Jueces y de los Magistrados Federales. Tales son mis deseos, y mis esperanzas
como abogado postulante confio en el acierto de los señores Ministros de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, que han confiado en los abogados
designados, para impartir la justicia en los litigios y esto significa en pocas palabras
dar vida -vida verdadera- a la vigencia del derecho.
243
SEMBLANZA DEL AUTOR
244
Carta para un Juez o Aspirante a serlo
Señor juez:
245
De muchas maneras queda en evidencia la dignidad de la administración
de justicia y la jerarquía de quien se halla a cargo de ésta. Se ha dicho que esta
función es casi divina. A Dios se le mira como legislador soberano, pero sobre
todo como juez supremo. La idea del juicio se halla profundamente asociada a las
más elevadas concepciones sobre la relación entre Dios y los seres humanos. La
plástica reproduce estos conceptos de manera elocuente: en su trono, Dios
administra justicia, lo mismo cuando sentencia a los primeros padres que cuando
preside el juicio final.
Entre las figuras judiciales que ofrece la historia, ejemplo de señorío, hay
una que me inspira particular veneración y confianza. Me refiero a los jueces de
Berlín, que invoca el molinero cuando el soberano le amaga con su fuerza y
amenaza con privarlo de sus bienes. "Eso no ocurrirá -alega el molinero, seguro--
mientras haya jueces en Berlín". ¡Qué hermosa muestra de confianza en la justicia,
que sabe detener la ambición del poderoso y amparar al hombre común, hombre
de carne y hueso, cuya espada y cuyo escudo --como en la divisa de Benito
Juárez- residen en el ánimo y la integridad del magistrado!
De esa sustancia deben estar hechos los jueces que apliquen la ley en
México y velen para que los mexicanos, confiados, puedan conciliar el sueño.
Eso es lo que se aguarda de usted, señor juez, señor magistrado. Si usted
corresponde a esta expectativa, contará con el respeto de sus compatriotas y con
la paz de su conciencia. No son poca cosa.
249
Amigo Juez que inicias tu carrera:
251
profesional he trabajado en el Poder Ejecutivo Federal, no siempre como abogado,
pero aun cuando no ha sido así, he pretendido orientar por la ley -no en todos los
casos con buen éxito- el ejercicio de mi función pública.
En posterior ocasión, con motivo del aniversario del partido político que
lo llevó al poder, el 4 de marzo de 1998( 1), el Presidente Zedillo manifestó que si
l Según se puede constatar en la transcripción del discurso correspondiente que hicieron todos los diarios dc
circulación nacional.
252
algo se podía reclamar a los "Gobiernos emanados de la Revolución" es que no
siempre haya sido el derecho el valor que antepusieran como supremo en el
ejercicio del poder. Al menos en dos ocasiones más el Presidente Zedillo insistió
en el tema.
253
Trata de comportarte entonces, como debemos hacerlo todos los que
ejercemos un cargo público, con la humildad del servidor y no con la soberbia del
funcionario. El ejercicio de la cuota de poder que la función pública nos permite,
provoca que, a veces, lo olvidemos. Recuerda siempre que eres servidor inclusive
de aquel al que tengas que condenar legalmente.
--------------------~----~---
254
·-------.MMW_
Seguramente plumas más calificadas que la mía serán capaces de
formularles, amigas y amigos jóvenes jueces, importantes consejos para el mejor
ejercicio de la trascendente función pública que se les ha confiado y han decidido
desarrollar; yo sólo me siento capaz de formular algunas reflexiones sobre lo que
ustedes y yo tenemos en común, además de la profesión básica: el ejercicio del
servicio público.
Nació en México, D,F en i952. Es egresado de la Escuela Libre de Derecho y tiene maestría en
Administración Pública por la Florida international University de Florida. EUA. Ha ejercido el servicio
público durante 26 años habiendo ocupado entre otros, los cargos de Abogado Dictaminador en la Dirección
General de Crédito, Subdirector Juridico de la Dirección General de Bancos, Seguros y Valores, Subsecretario
de ingresos y Procurador Fiscal de la Federación en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público;
Subsecretario de Normatividady Control de la Gestión Pública en la Secretaría de Contraloría y Desarrollo
Administrativo: Procurador Fiscal del Distrito Federal en el DDF; Director Jurídico y Fiduciario en el
Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, 5.N.c.: Presidente de la Comisión Nacional de Seguros y
Fianzas; Director General de Aseguradora Hidalgo, S.A. y Director Jurídico del instituto Mexicano del
Seguro Social. Desde i9 79 ha impartido cátedra de Economia Politica, Derecho Constitucional y Derecho
Administrativo de la Escuela Libre de Derecho, donde también es ia Vocal de la Junta Directiva, en la
UNAM, en la Universidad Panamericana yen el instituto Nacional de Administración Pública.
255
-----------------
Actualmente son muy distintas las condiciones en que los jueces recién
designados van a desempeñar su función. A los que iniciamos nuestra carrera
257
judicial como actuarios de Juzgado de Distrito y subiendo escalones llegamos a
la Corte como secretarios de estudio y cuenta, y que tuvimos el privilegio de
escuchar verdaderas cátedras de parte de los señores ministros y, en el momento
menos esperado, el Pleno tomó el acuerdo de mandamos, así fuera a un lugar
inhóspito y retirado de la capital para iniciamos como jueces de distrito, sin que
hubiéramos defraudado la confianza depositada en nosotros, o sea en
circunstancias muy distintas a las que prevalecen ahora. Sin embargo, el fruto de
nuestra experiencia puede servir para normar los criterios de los que, bajo
mejores auspicios, salen en estos tiempos a desempeñar el honroso e importante
cargo de juez de distrito.
El trato con los compañeros y con los subordinados debe ser siempre
afable y correcto, sin emplear expresiones groseras puesto que para cumplir
eficazmente con la función se requiere de trabajar en armonía con los demás.
Al personal directamente bajo las órdenes del titular del Juzgado, se le debe
reconocer en todo momento su esfuerzo dando todo el valor al mismo, lo que se
consigue no solo con los estímulos en efectivo decretados por la superioridad,
sino con el trato afable puesto que de ello depende fortalecer la buena voluntad
y el deseo de realizar mejor la tarea.
258
Como el juez es el responsable de la buena marcha del Juzgado, debe
poner el ejemplo en cuanto a puntualidad y realización del trabajo, sin exigir la
asistencia al lugar de trabajo y menos en lugar distinto fuera del horario normal
de labores, sólo en aquello estrictamente indispensable para despachar el trabajo
urgente. Se debe tener la templanza suficiente como varón para saber apreciar las
bellezas del sexo femenino y no incurrir en el acoso sexual.
El trato para los superiores debe ser obviamente respetuoso, sin asomo
de servilismo. Es muy mal visto un juez que se desvive por ser obsequioso con
los de arriba y déspota con los de abajo. En cuanto a los criterios jurídicos deben
ser firmes, pero sujetos a variación por pleno convencimiento y no para quedar
bien con los demás. Ello no significa en forma alguna que eljuez deba desacatar
las jurisprudencias obligatorias o las resoluciones de sus superiores. Una
característica del abogado verdadero y del juez en particular, es la firmeza de sus
convicciones y el valor para sustentarlas sin hacer ostentación de ello.
259
En cuanto al trato con las autoridades responsables y no responsables, o
sea aquellas con las que entramos en relación pero que no son partes en el juicio,
debe ser atento y enérgico sólo cuando el caso lo amerite, pero sin salirse el
juez de sus facultades legales. El buen trato, facilita el buen desarrollo de la
función; además de no perder de vista que como miembros del Poder Judicial
Federal, se tiene una alta misión a desempeñar en la vida pública o sea el
respeto de las garantías de la persona consignadas en la Constitución. Y esa
debe ser la conducta a observar cuando se le presente al juez una situación en
que debe hacer respetar la ley. No falta por ahí algún alto funcionario
administrativo, que para justificarse de su ineptitud o malas artes, declare en la
prensa que la ineficacia en la lucha contra la delincuencia, tiene un gran obstáculo
en los jueces federales que conceden amparos. Lo preferible es guardar silencio,
si es posible pues nos reconforta la íntima satisfacción del deber bien cumplido
y sólo nuestros superiores podrán indicamos la mejor forma de proceder. Nunca
faltan ataques injustificados en una sociedad tan cambiante o revuelta en donde
predomina la mercadotecnia. También no deja de ser frecuente que algunas
autoridades tengan la mala costumbre, afortunadamente no todas, de agasajar
con alguna comida o desayuno al juez federal, para convencerlo de la bondad
de sus proyectos a realizar. Si se da esa situación, el juez debe abstenerse de
emitir cualquier opinión al respecto, por ser muy delicado el punto lo cual puede
hacer dudar de su imparcialidad llegado el caso. Cualquier insinuación de cohecho
venga de donde viniere, se rechaza categóricamente para que no quede la menor
duda de la integridad personal, aunque pueda ser tachado de refractario a la amistad.
Deben rehuirse las comidas privadas con las altas autoridades del Estado
debido a que son muy peligrosas. Ya se dio el caso, hace muchos años de un
juez de distrito en el Sureste que al calor de las copas, fue golpeado en esas
circunstancias por los ayudantes del gobernador.
260
El juez debe vivir en casa de cristal; no asistir a lupanares y centros de
vicio, no sólo por respeto a su propia investidura, sino porque el público se
puede formar de él una opinión moral muy desfavorable.
261
las profesiones: hacer resplandecer la justicia en el medio en que nos tocó actuar,
justificante de nuestra propia existencia.
Nació en La Piedad, Mich. en el afio de 1918. Estudios: en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo
en Morelia; en la Escuela Nac. Preparatoria yen la Escuela Nal. de Jurisprudencia de la UNAM. Trabajos:
en la SEP como bibliotecario y en la Dirección de Pensiones, como dictaminador. Examen profesional:
1947. En el PJF: actuario de Juzgado de Distrito, escalando puestos en la Suprema Corte como Srio. de
Est. y Cta. en la Sala Civil. Juez de Distrito en Quintana Roo. Sonora y Baja California; Magistrado de
Tribunal Colegiado de Circuito en México yen Puebla. Laboró cuarenta afias, está jubilado y dedicado a la
docencia. Se le otorgó la medalla al mérito Ignacio L. Vallarta.
262
Los jueces son como los que pertenecen a una orden religiosa.
Cada uno de ellos tiene que ser ejemplo de virtud, si no quiere que
los creyentes pierdan laje.(l)
Tal vez lo más conveniente sea alertarle, primero, sobre los retos que
implica impartir justicia común en la Ciudad de México, en los albores del siglo
XXI.
1 Calamandrei. Piera. Elogio de los jueces. Tribunal Superior de Justicia; "Serie Grandes Juristas". México. D.F., 1992.
p.187.
263
de calidad mundial; la mayor parte de las empresas que extienden su influencia
más allá de nuestras fronteras, se constituyen, operan y crecen aquí; gran parte de
la investigación científica y tecnológica de punta se realiza en esta ciudad capital.
Tales son sólo algunos aspectos que hacen del Distrito Federal una ciudad
cosmopolita, moderna; y sin embargo, en esta megalópolis encontramos también
situaciones dolorosas que debimos haber dejado atrás hace mucho tiempo: pobreza,
ignorancia, marginación, violencia y delincuencia, todas ellas consecuencia de la
injusticia social.
264
Otros retos no menos importantes le aguardan. Como le comentaba, nuestra
ciudad ya es parte de la "aldea global", lo que implica que le tocará atender asuntos
de alta complejidad técnico-jurídica. El tráfico jurídico internacional se ha
intensificado en la década reciente; por ello, el Juez del fuero común del siglo
XXI no sólo deberá dedicar muchas horas al estudio del Derecho, especialmente
del local, sino que, además, le será esencial conocer los ordenamientos jurídicos
de otras naciones; asimismo, habrá de tomar en cuenta el contexto político,
económico y social de otras latitudes, con la finalidad de tener una mejor
comprensión de los asuntos que le sometan a su consideración. El administrador
de justicia del tercer milenio deberá acudir con más frecuencia a los tratados
internacionales para emitir sus resoluciones, ya que éstos no sólo son ley suprema
en la República mexicana, sino que ahí se encuentran plasmados los consensos
mínimos a los que la humanidad ha arribado sobre temas tan trascendentes como
son, entre los más relevantes, los derechos humanos.
Los retos hasta aquí descritos, de ninguna manera son los únicos que se le
presentarán como impartidor de justicia, pero son aspectos que el juzgador del
fuero común debe de tomar en cuenta de cara a una ciudad en la que la globalización
es en singular sincretismo esperanza y martirio.
Por ello, le platicaré enseguida sobre un tema que es tan antiguo y valioso
como la judicatura misma: la ética profesional del juzgador. No es casual que a lo
largo de la historia y casi en todas las civilizaciones, se reiteren ciertas obligaciones
dirigidas a regir el actuar de quienes están encargados de interpretar y aplicar el
Derecho.
Entre estos deberes, tal vez el más importante sea el de no ser prevaricador.
Desde el siglo XIX, nuestros antepasados mostraban su preocupación por castigar
esta clase de conductas indignas.(2) Además de constituir un ilícito, la traición a la
2 Título Prímero de la Ley para hacer efi!Ctiva la respol1sahilidad de losjueces del 15 de diciembre de 1853.
265
equidad y la justicia es la perversión más deleznable de la función judicial, toda
vez que ésta se da cuando el juzgador enajena su conciencia, cuando el guardián
de la legalidad dicta, a sabiendas, una resolución injusta, cuando actúa de mala
fe. Errar es humano, y el propio orden legal lo perdona, pero prevaricar es traicionar
la fe que el pueblo ha depositado en nosotros, y lo que es aún peor, implica
traicionarse a sí mismo, y créame, con este doble engaño no se puede vivir en paz
consIgo mIsmo.
Existen otros principios éticos que son virtudes del buen juzgador, como
es la puntualidad y la diligencia. Todo retraso en la impartición de justicia es, de
alguna manera, denegación de la misma, lo cual es en sí mismo muy grave; pero
además, debemos tomar en consideración que los tribunales se sostienen con el
erario público. El retardo en la atención de los asuntos implica un impacto negativo
en la economía de los más desprotegidos de nuestra sociedad, toda vez que ante
esta situación el Estado se verá compelido a instituir nuevos órganos judiciales o
a contratar más personal para atender las necesidades de los justiciables. Lo anterior
implica que se eleven las cargas fiscales en detrimento de la población, que en
gran mayoría sufre pobreza, ignorancia y marginación.
266
debe guardar hacia los justiciables, sus abogados y las demás instituciones del
Estado. Respecto de los primeros, tenga presente siempre que quien acude a los
tribunales, espera de usted no sólo la recta y justa aplicación de la ley, sino un
trato humanista. Estoy consciente de que esta ciudad, es, en ocasiones, fría e
indiferente frente al dolor que padecen mi Ilones de personas, pero también estoy
convencido de que una de las maneras más eficaces de mejorar la justicia es que
ésta se aleje de la "cultura del expediente" y se centre en la persona de "carne y
hueso" que sufre el drama que implica un juicio. Dicho en palabras del ilustre
procesalista italiano Piero Calamandrei: "Justicia quiere decir comprensión; pero
el camino más directo para comprender a los hombres es el de acercarse a ellos
con el sentimiento."(3)
-.-----_ _------
267
Señor Juez: Bienvenido a esta noble y delicada labor que es impartir
justicia. Los habitantes de nuestra ciudad necesitan de sus servicios y confian en
usted. El éxito o fracaso en su trayectoria judicial está, en gran medida, en sus
propias manos. Si usted le es fiel a la ley, ésta le corresponderá. Y recuerde que
sólo el mérito, la honestidad y la entrega incansable al trabajo cotidiano le harán
digno de las más altas responsabilidades dentro de la judicatura, pero más que
eso: tendrá la gran satisfacción de haber vivido una existencia ejemplar al servicio
de sus conciudadanos y de la patria.
Es actualmente Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del
Distrito Federal. Obtuvo la licenciatura y el doctorado en Derecho por la UNAM, Maestría en Artes por la
Fletcher School o{Law and Diplomacy, y cuenta con estudios de posgrado en las universidades de Harvard,
Tufts, E. U.A., y Uppsala Suecia. Su experiencia profesional ha sido Fuctí{era como asesor y director en
varias universidades y dependencias gubernamentales. Ha sido también magistrado supernumerario y
numerario en el propio Tribunal. Entre sus publicaciones destacan: "Los Derechos Humanos ", y "Teoría
Pedagógica ". Es Colegiado de Honor de la Abogacía Española, miembro de número de la Asociación
Nacional de Abogados de México y de la Asociación N(/('¡('i1al de Doctores en Derecho.
268
Estimada Toñoñoña:
Pero para llegar a tan noble encargo de impartir justicia, y ser digna de él,
deberá Ud. pasar por la escala de jueza de Distrito, magistrada de tribunal unitario
o colegiado, y después de ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación,
y no llegar a ese último cargo por favoritismos o compadrazgos. Llegar al más
alto cargo, sin tener carrera judicial y sin demostrar que es Ud. 10 máximo de
sabiduría jurídica, es deshonestidad y corrupción, estimada Toñoñoña.
269
honesta. Y serlo significa como puede leerlo en un Diccionario, no sólo decente y
decorosa, sino también recatada, pudorosa, razonable,justa, proba, recta, honrada.
Así de múltiple es en nuestro idioma, el contenido de la honestidad.
Ese término de honesta al que hice antes referencia, implica como lee del
concepto del diccionario, no sólo ocupar el cargo cuando se le ofrezca, no recibir
dádivas en dinero o en especie, sino que precisa el que sienta Ud., y esté además
segura, de que tiene los conocimientos bastantes para poder desempeñar la función.
Si no considera que está Ud. al nivel de los conocimientos que se precisan para el
cargo, rechácelo. No atienda a lo que le vestirá el nombramiento ante los ojos de
su medio social y del país. Atienda sólo a la honestidad, y dígase: no debo aceptar
el cargo; el cargo no es para aprender. Eso la dignificará.
Pero estimada Toñoñoña, debe ser también una funcionaria que no admita
consignas de sus superiores o de sus iguales. Recuerde la frase del Benemérito: a
todos justicia, a los amigos justicia y gracia. Pero no por ser amigos, se deberá
desviar o torcer la justicia. Si a un amigo lo debe condenar, hágalo, y si pierde esa
relación, ese no era amigo, pues el verdadero amigo tendrá que comprender el
conflicto que Ud. vivió, y el por qué de su decisión, y respetarla y admirarla más.
Nunca haga suyo un pleito del cual le corresponda resolver, al nivel que
tenga, pues ello le hará no ser justa y será así deshonesta. Recuerde el viejo adagio
270
romano de dar a cada quien lo suyo, y si toma Ud. pasión por alguna de las partes,
no podrá cumplir esa máxima; será deshonesta.
Por último, Abogada Toñoñoña, hay algo tan importante como todo lo
anterior. Nunca deje de estudiar. Estudie todos los días, a todas horas aún robándole
horas a su sueño y a su descanso. Si deja de estudiar un solo día, se quedará
rezagada en el conocimiento de los avances del derecho, y no podrá comprender
o dar un justo contenido a las leyes.
Algo también muy importante, no sea Ud. "colonizada" y piense que sólo
los conceptos y teorías de tratadistas extranjeros son respetables y deben
considerarse el summum del derecho. No Toñoñoña, en México por fortuna se
tienen ya grandes pensadores jurídicos, que enorgullecen a la doctrina mexicana,
y la llevan a niveles internacionales.
Conozca lo que grandes tratadistas mexicanos escriben día con día, y verá
que por ser éstos de nuestro medio, de nuestro idioma, de nuestra visión del
derecho, exponen teorías verdaderamente sensacionales. Nunca minimice lo
mexicano, ni tampoco agigante lo exótico. Ponga ambos en su justa estatura.
271
SEMBLANZADELAUTOR
272
,¡
------------------ 4*_
LA VOCACIÓN JUDICIAL
¿UTOPÍA?
1 Lajurisprudencia. como fuente del Derecho para suplir las inevitables imprevisiones del legislador, no es sino la
solución de un caso concreto, con sus características concretas, que servirá de precedente para resolver casosfuturos
de caracteristicas semeiantes.
Por último, creo que hay algo que desdice de la jerarquía y nobleza del
cargo de quien administra justicia, al ser tratado como alumno de quien sí sabe
Derecho, y cuando un órgano administrativo juzga y califica la calidad jurídica
de sus fallos.
Trayectoria en el Poder Judicial (48 años): Abogado Relator, Secretario de Estudio y Cuenta del
Pleno. Subsecretario de Acuerdos. Magistrado en un Tribunal Colegiado Administrativo y Ministro
Supernumerario en la Suprema Corte.
274
Distinguidos Señores Jueces:
I Calamandrei, Piero, Elogio de los Jueces, cd. Tribunal, México, 1995, p.l.
2 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la Lengua Española, 19 cd.. Espasa-Calpe, Madrid, 1970, p. 731.
3 PEY, Santiago y RUIZ, Juan, Diccionario de sinónilllos. ideas atines y contrarios, Teidc, Barcelona, 1993, p. 224.
4 REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, 01'. cit., p. 73 l.
5 PEY YRU¡Z, 01'. cit, p, 224.
276
con base en el profesionalismo y capacidad del juzgador. Cuando la opinión se
influye por consideraciones, elementos, situaciones o factores (sean internos o
externos) subjetivos, se vicia la voluntad del que actúa.
Todo esto me lleva a recomendar dos cosas, una en relación con el proceso
y la otra con el equipo de trabajo del juzgador. En relación con la primera, para
nosotros la independencia de criterio y la imparcialidad de juicio deben de ser
normas de nuestra conducta. Ni el elogio, las pasiones o cualquier característica
de alguna de las partes, debe influenciar la tramitación del expediente.
277
No menos importante es la segunda recomendación, que se dirige a quienes
colaboran con nosotros en esta noble tarea de juzgar, puesto que son los que nos
auxilian en la tramitación del expediente y deben apoyamos efectivamente en la
realización de nuestra función. Por ello, deben ser seleccionados por su capacidad
profesional, formación académica, experiencia y antecedentes de honradez
intachable, ya que es menester que compartan la misma vocación de trabajo y
servicio que nosotros.
Sin embargo, nunca debemos olvidar que todo lo que hagan nuestros
colaboradores es nuestra responsabilidad. No podemos, bajo el dudoso pretexto
del cúmulo de trabajo, resolver de manera superficial y, mucho menos, dejar que
algo de lo que se hace en nuestras respectivas ponencias, salga sin nuestro cabal
escrutinio, puesto que todo es nuestra responsabilidad.
278
quienes estuvieron antes que nosotros, y cuando tenemos que demostrar que somos
merecedores del honor de ejercer nuestro cargo. Se espera de nosotros lo que
nosotros esperábamos del juzgador antes de ser jueces. La responsabilidad ya es
nuestra y es muy grande.
Cada asunto resulta una oportunidad de crecer como jurista, pero también
la responsabilidad de resolver a favor de la verdad y lajusticia. En nuestras manos
tenemos la custodia del derecho, tenemos que hacer honor a ello.
Doctor en Derecho (UNAM). Maestro en Derecho yen Administración Pública (Tulane y Michigan)
y Licenciado en Derecho (UlA. Mención Honorífica). Primer Lugar dell Concurso de Tesis CANACO
1976. Segundo Lugar del Premio Nacional ¡NAP 1998, Diploma y Medalla al Mérito Universitario UIA,
autor del libro "Tratado de Derecho Fiscal y Administración Tributaria de México" y de más de 20
publicaciones. 21 años de docencia, (UNAM, UIA, UF, UAT, etc.). Académico de la AMDF y AMDSS.
Experiencia de más de 27 años. Desde diciembre 1996, Magistrado Regional del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal y Administrativa.
279
-----------_..
Queridos Jueces:
281
--------- ------
Este es uno de los aspectos que más he disfrutado como juez, he tenido
la fortuna, después de vivir 20 años en el D.F., de que me adscribieran a un juzgado
en provincia, de ahí a crear otro; después como magistrada a tres lugares más,
también en provincia, esto da una perspectiva diferente a la vida, a los problemas,
nos da la oportunidad de conocer y aplicar las diferentes leyes de los estados lo
que claro está, amplía de una manera increíble el horizonte que teníamos antes de
salir del lugar en el que nos iniciamos, ahora poseemos un criterio más amplio
para Juzgar.
Claro está que esta decisión no puede tomarse solo cuando uno tiene
familia, la que siempre compartirá nuestra carrera judicial, nuestra pareja debe
tener características sui generis, precisa ser la imagen de la abnegación, solidaridad
y compañerismo sin límites, claro que esto se resume en una sola palabra, amor.
Ojalá que tengan en su vida la bendición que yo tuve y tengo con mi esposo.
282
"No pretendas ser juez, si no te hallas con valor para hacer frente a las
injusticias; no sea que por temor de la cara del poderoso te expongas a obrar
contra equidad" Eclesiástico 7,6.
283
Cada uno de nosotros tiene la capacidad para ordenar su trabajo, pero en
el juzgado la situación se complica, en principio por las personas que dependen
de uno y en segundo lugar por el cúmulo y la diversidad del trabajo que ahí se
desarrolla, por ello es de suma importancia llevar un control diseñado según la
problemática, para saber con certeza cómo se está desarrollando el trabajo, si los
asuntos se están resolviendo en su tiempo, si las promociones se encuentran
acordadas en su momento, j si los secretarios no llenan sus cajones de promociones
pendientes!, de proyectos inconclusos...
Sus sentencias deben ser claras, recuerden que van dirigidas a los
justiciables, que en la mayoría de los casos son personas humildes, que no tienen
el manejo del idioma, ni conocen el latín, ni otras florituras jurídicas y lo que
quieren es saber el resultado de su juicio, la sentencia que viene a dar fin, en
ocasiones, a un proceso largo y costoso.
Las personas que laboran con nosotros, llegan al juzgado también a ganarse
la vida honradamente, debemos respetarlas en todos los sentidos, la dignidad del
284
juzgado donde trabajamos debe ser tan alta, que podamos sin rubor, llevar a
nuestros padres o a nuestros hijos.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
285
----------------------_._-----,~-
---------------------------------
287
Con tus colaboradores se respetuoso y amigable, discute con ellos las
cuestiones jurídicas y cuando tengan la razón dáselas, respétalos insisto, pero
date a respetar.
------------------~--- -------- - - - - -
288 --------- - - -
Por último te pido que entiendas tu gran responsabilidad ante todos nosotros
los abogados y te felicito por tan destacado nombramiento.
Egresado de la facultad de derecho de la UNAM., Pasante del Dr. Ricardo Franco Guzmán;
Residente de la Generación 1972/1976 de la facultad de derecho de la UNAM. Empleado meritorio del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. Agente del Ministerio Público de la Procuraduría del
Distrito Federal. Coordinador de derecho penal 1995 a i999 de la Comisión de Derecho Penal de la Barra
Mexicana, Colegio de Abogados, A.e. Miembro del Consejo Directivo de la Barra Mexicana, Colegio de
Abogados, A. e. Catedrático de derecho procesal penal y clínica de procesal penal de la facultad de derecho
de la UNAM y de la Universidad iberoamericana. Titular del despacho Heredia Rubio Abogados, S. e.
--- --_._-~-----
289
A los aspirantes a Juzgadores Federales:
1 STAMMLER, RUDOLF, El Juez, traducción de Emilio F Camus, Editora Nacional, México, 1980, página lit.
291
analizar las constancias y las normas jurídicas aplicables; a veces un segundo
estudio nos hace comprender de mejor manera la cuestión; y la comprensión de
un problema es condición para arribar a su resolución.
Desde luego que dictar sentencias es dificil. No sin razón dice Camelutti
que, al momento de fallar, el juez esta "solo con su cometido tremendo, por no
decir con su cometido imposible, de separar (decidir de de-caere), con un corte
neto, la sinrazón de la razón, la mentira de la verdad". (2)
2 CARNELUTTI. FRANCESCO. Derecho Procesal Civil y Penal. traducción de Enrique Figueroa Al{onzo. Editorial
Pedagógica Iberoamericana. México. /994, primera edición, página 136.
292
Querido futuro Juez:
Dicho lo anterior, empezaré por decirte que lo primero que tienes que
hacer es leer. Leer con cuidado y con detenimiento los argumentos que te hacen
valer las partes. Se habla mucho de la garantía de audiencia y que debemos ser
oídos en juicio. En México, la oralidad prácticamente no existe en los
procedimientos y por tanto, la garantía de ser oídos se convierte en garantía de
ser leídos.
La segunda petición que yo te haría para ahora que vas a ser juez, es que
estudies. Que estudies el derecho, que estudies el expediente y que profundices
en las normas jurídicas aplicables, las cuales las partes al contratar, tomaron en
cuenta para saber cuáles eran sus derechos y sus obligaciones. Estudia con mucho
cuidado la ley para que la desentrañes adecuadamente y no le exijas a las partes
que litigan ante ti, mayores requisitos para concederles sus derechos, que aquéllos
que establece la norma. Estudia también la jurisprudencia y los precedentes de
los tribunales, no para obedecerlos ciegamente (excepto cuando sea obligatorio),
sino para que te sirvan de orientación. No el que un juez famoso o importante
haya dicho una barbaridad (como muchas veces ha sucedido), quiere decir que el
camino para llegar a ese alto puesto o a esa gran fama, sea repetir el equívoco.
294
También te pido que entiendas el punto de vista de cada una de las partes.
Es falso que cada quien tenga "su verdad". Lo que cada quien tiene es su versión
de los hechos, ya que verdad sólo hay una.
Vas a ejercer de esta manera la jurisdicción, que no es otra cosa que decir
el derecho, pero no decirlo simplemente como un enunciado teórico, sino con
fuerza vinculativa para las partes.
Por ello, tienes que entender los puntos de vista de las partes y exigirles
que se conduzcan con buena fe ante ti, para tú pagarles con la misma moneda y
así, encontrar que esa cosa juzgada que será la verdad legal, se aproxime todo lo
que se pueda a la verdad real. Que al impartir justicia, verdaderamente 10 hagas y
no simplemente te aproximes.
295
convencido verdaderamente de lo que estás resolviendo, pues eso implica una
falta de honradez intelectual.
Nadie dirá que eres un buen juez porque tus proyectistas son buenos ni
nadie te excusará de ser malo porque tus proyectistas lo sean. Lo que tú firmas es
tu responsabilidad, como si lo hubieras redactado de la primera a la última línea.
No permitas que las partes te falten al respeto. No permitas que las partes
te intimiden. No permitas que traten de infiuenciarte con recomendaciones de
amigos o amenazas de enemigos.
Tendrás que ser por todo ello, no solamente firme sino también valiente.
Si no estás dispuesto a recibir las presiones en un sentido o en otro, no aceptes el
cargo y dedícate a otra cosa.
Te pido que seas sincero, pues un juez falso no es digno de respeto. Hay
jueces con quienes las partes van a plantear sus asuntos y les dan verbalmente la
razón, les dicen que están convencidos de su caso y, al momento de firmar la
sentencia, ésta viene en un sentido distinto.
296
Si no quieres revelar el sentido de tu fallo de antemano, no lo hagas, pero
no digas que va en un sentido cuando está en otro. Lo menos que pensará la parte
engañada es que tienes intereses ocultos y espurios en el asunto.
Por último, te pido que tengas buen humor y tomes con tranquilidad los
tropiezos que la vida profesional tiene para los jueces. La mitad de los que litiguen
ante ti te criticarán porque perdieron el asunto y tal vez te calumniarán y te culparán
por haberlo perdido.
El autor es abogado por la Escuela Libre de Derecho. Es socio del despacho Loperena, Lerch y
Martín del Campo de la ciudad de México. Su ejercicio profesional incluye litigio y arbitraje civil y mercantil
en asuntos nacionales e internacionales. Es profesor de la Escuela Libre de Derecho desde 1979 en donde
imparte Derecho Procesal Civil en la licenciatura y arbitraje comercial en elposgrado. Es primer secretario
de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, A. C.
-~-_._- . __ ._-------------~.
297
Carta a un Juez:
El anhelo del pueblo de México demanda del Poder Judicial Federal, que
los juzgadores que lo integran asuman dinamismo, actualización y positividad de
acuerdo con el fundamento de nuestra historia, jurídicamente plasmada en nuestra
constitución, jueces que estén a la altura de los imperativos de la realidad
contemporánea. En el umbral del siglo XXI, es momento oportuno para sostener,
replantear y mejorar la vida institucional de un país que con la finalidad de obtener
el bien común, se torna debutante en el escenario democrático.
299
El juzgador mexicano, alejado de la legitimación popular, por su origen,
al no ser electo por el pueblo, obtiene la aprobación de su actuación no por su
nombramiento, sino por los resultados que ofrece a la sociedad; requiere, pues,
allegarse de dicha legitimación con el servicio de aplicación e interpretación del
derecho resolviendo controversias. Cuando esta función se realiza adecuadamente,
el juez legitima su actuación y es vínculo de cercanía entre el pueblo y la justicia
que éste exige.
300
de la evolución humana; consecuentemente, eljuez debe contar en su acervo con
cultura general y jurídica para entender e interpretar adecuadamente las señaladas
herramientas y así, optimizar su aplicación al caso concreto.
301
Es sinónimo de ubicación: el reconocimiento humilde de un criterio
equivocado y la valentía para sostener un argumento novedoso, pero justo y
apegado a derecho. No sacrificar jamás a un particular con una sentencia injusta,
por el simple afán de notoriedad.
302
Nada puede resultar más gratificante para el juzgador que al final de su
camino obtuvo: respeto de su personal, reconocimiento del foro y de sus superiores,
orgullo de su familia y bienestar consigo mismo.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
303
Distinguido Señor Juez:
Ahora forma parte del Poder Judicial de la Federación, que junto con el
Poder Ejecutivo Federal y el Poder Legislativo Federal, integran el Supremo Poder
de la Federación. Por este hecho usted adquiere, como dice Carlos Luis de
Secondat, barón de Montesquieu (1689-1755), el poder de juzgar, tan terrible
entre los hombres y la facultad de impedir; es decir, el derecho de anular una
resolución tomada por cualquier otro, este era, comenta Montesquieu, el poder
de los tribunos de Roma (Del Espíritu de las Leyes, Libro XI, capítulo VI).
Pero también la injusticia nace con frecuencia, dice Cicerón, y esto nos
atañe directamente señor juez, por interpretación maliciosa de la ley, o por una
pérfida sutileza para dar a la ley un sentido que no tiene. De ahí, comenta Cicerón
ha nacido el aforismo tan conocido "Summum lus, Summa Injuria": derecho
estricto, máxima injusticia (Los Deberes, Libro Primero, Capítulo X).
307
Es en la interpretación y aplicación de la norma aplicable cuando se
presenta la antinomia; por un lado, la aplicación estricta de la ley, y por otro, la
impartición de justicia al caso concreto, la equidad. La primera posición, se
encuentra inmersa en el princir>io "Dura lex, sed lex": Dura es la ley, pero es la
ley; o bien en la respuesta que Poncio Pilatos dio a los sacerdotes judíos (San
Juan XIX, 22) quienes le reprochaban el haber escrito sobre la cruz: Jesús, rey de
los judíos (San Juan, XIX, 19): "Quod scripsi, scripsi": lo escrito, escrito está; o
como dicen los franceses: "la loi, c' est la loi;" la leyes la ley; en derecho
internacional es el principio Pacta Sunt Servanda: los tratados deben cumplirse,
el que ilustra esa actitud. Esta posición, sin embargo, puede conducimos a la
injusticia.
Por eso Aristóteles veía el justo medio en la igualdad o equidad; que para
él eran sinónimos; "equality is equity", dicen los ingleses.
308
"Ser indulgente o comprensivo con las cosas humanas es equitativo. Y
también lo es mirar no a la ley, sino al legislador; y no al texto, sino a la mentalidad
del legislador; y no a la obra sino a la intención; y no a la parte, sino al todo; ni
que tal es el acusado ahora, sino cómo era siempre o de ordinario.. , Y es también
equitativo el querer recurrir mejor a un arbitraje que a un juicio; porque el árbitro
atiende a lo equitativo, eljuez en cambio, mira a la ley; y con este fin precisamente
se inventó el árbitro para que domine la equidad",
Nació e/5 dejunio de 1940; es Licenciado en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM
(1963) (Mención Honorífica); Doctor en Derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM (1995); Doctor
en Derecho por la Facultad de Derecho de la Universidad de París, Francia (1965); Profesor de Derecho
Internacional Público y Régimen Jurídico sobre el Comercio Exterior en la Facultad de Derecho de la
UNAM; Autor de 7 libros y 18 artículos sobre banca, comercio exterior. prácticas desleales de comercio
exteriOl; TLC, etc.. más de 100 conferencias impartidas sobre materias jurídicas. económicas y
jurisdiccionales; Director del Seminario sobre Estudios de Comercio Exterior de la Facultad de Derecho de
la U.N.A.M. (del 22 de enero de 1997 a lajee·ha).
Actualmente se desempeña como Magistrado de Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia
Fiscal Administrativa (a partir del 1" de enero de 1997).
310
Estimado Juez:
Me invitan a escribirte esta carta, lo que hago con gusto, aunque te advierto
que, cuando se han vivido casi doce lustros, buena parte de ellos como juzgador,
ya no se pueden bajar las estrellas. Los pies se tienen bien firmes sobre la tierra.
Espero pues que no me mal interpretes.
311
me reconocerían como a Deyoces; que al terminar mi encargo, muchos me recor-
darían por mis sentencias históricas; que mi juzgado sería como un templo del
Derecho y la Justicia, al que los peregrinos, reverentes, acudirían a implorar
justicia; en fin, me sentía como el caballero alto, enjuto y avellanado, que todos
conocemos.
Quizá tú, novel destinatario de esta carta, también pienses que ahora que
lograste ser juez, tu vida será envidiable; que con gran complacencia de tu parte,
te invitarán a importantes eventos; que muchos te honrarán y admirarán; que
como auténtico hacedor de justicia, sentirás día a día la profunda satisfacción de
haber dado a cada uno lo que le corresponde. Yo también pensaba así, pero siento
desilusionarte, te repito que hoy, ya no puedo bajarte las estrellas.
En el Talmud se puede leer esta frase, cuya antigüedad excede de dos mil
años: "¿Piensas que te estoy concediendo el poder? Es en realidad la esclavitud
la que te estoy imponiendo". Creo, querido amigo, que este dicho sintetiza muy
bien la dificil tarea que te espera, si en verdad quieres llegar a ser un buen juzgador.
312
idea que aquí deseo expresar es que unjuez, primero debe leer y archivar bien en
su memoria las tesis del Semanario Judicial de la Federación y después disfrutar
la "Comedia Humana" de Balzac. No olvides que Holmes también tocaba el violín.
Pero hay algo más: sólo sufriendo día a día las vicisitudes de tu juzgado,
podrás aprender a ser juez. Poco a poco se extinguirá tu romanticismo y esto será
para bien. No olvides que el sentimentalismo jurídico es impropio de unjuzgador
profesional. Te recuerdo aquí estas palabras del destacado juez argentino Mario
Oderigo: "la gente suele confundir al buen hombre con el buen juez; no darse
cuenta que se puede ser, al mismo tiempo, excelente persona y pésimo juez".
Por otro lado, aun cuando tus fallos fueran iguales a los de Salomón, no
faltarán justiciables que te denosten, y aunque espero no te pase lo que a Tomás
Moro, puedo asegurarte que algunas veces, aun cuando no pierdas la cabeza, sí
sentirás en ésta fuertes dolores.
314
Todo esto significa que si realmente eres competente y honesto, de lo
UlllCO de lo que podrás tener certeza es de que juzgaste el caso con rectitud
fundamentada.
Pero entonces, ¿cuáles son las razones por las que vale la pena vivir
ejerciendo el oficio de juzgar? Los filósofos del Derecho han escrito mucho
sobre el tema. Yo, que no puedo bajarte las estrellas, sólo puedo decirte una cosa.
El juez que, en su búsqueda por la justicia, logra escribir con endecasílabos la
prosa ordinaria.de sus sentencias, encontrará una vida plena de sentido. Esta meta
sólo la alcanzan los hombres selectos. Deseo sinceramente que tú seas uno de
ellos.
Tu amigo:
Jaime Manuel
315
Ingreso a la Carrera Judicial.
Armando:
Yo nunca fui Juez.
:317
lo digo con una cierta nostalgia. Me siento muy feliz de mi vida como abogado
pero creo que sí me queda ese "huequito".
Tú inicias tu carrera judicial, ¿será para siempre, para un plazo muy largo?
No lo sabemos. Yo creo que los compromisos deben tomarse para el largo plazo
aunque la vida suela forzamos a hacer cambios. El enfoque debe ser: "esto que
voy a hacer es para siempre". Hoy en día las decisiones de vida profesional
parecen ser más efimeras: "hoy voy a hacer esto yen uno o dos años cambiaré a
x, y, z". Para mí, el enfoque de compromiso debe ser total, de largo alcance, para
invertirlo todo. Si aquello no funciona, siempre tendremos oportunidad de volver
a hacer un replanteamiento de nuestro proyecto fundamental de vida, pero hay
que iniciar como si no hubiese alternativa.
318
determinarás cómo vas a coadyuvar a su realización. Tus familiares, tus amigos,
los que litiguen en tu juzgado y, sobre todo, la sociedad, te estaremos observando.
La primera es una historia real: hace muchos años una persona que
trabajaba para la empresa donde yo me desempeñaba como abogado, me pidió
que auxiliara a unos familiares suyos en un asunto: En un rancho de los Altos de
Jalisco un peón había asesinado a su patrón (familiar de quien me enviaba), por
supuesto el peón estaba preso y se había desarrollado una disputa entre la esposa
e hijos del asesino y la viuda e hijos del muerto, el pleito era alrededor de los
animales que estaban en la casita donde vivía el peón, los animales y la casa
pertenecían al dueño asesinado del rancho, pero eran los únicos medios de
sobrevivir de la mujer y sus bebés. La disputa se había presentado a través de una
denuncia hecha ante el agente del Ministerio Público quien había citado a todos
para una "diligencia".
Me fui a ella bien preparado, estudié las facultades del agente (la verdad
muy pocas para conocer de ello), estudié las figuras de la aparcería, del comodato,
la teoría de las accesiones tratándose de animales, etcétera. Llegué a la audiencia
bien pertrechado. Lo curioso fue que me encontré con un agente del ministerio
público que despachaba justicia como Sancho en su ínsula.
En la reunión, en la que era claro que ambas partes estaban ahí como
víctimas de un tercero, el agente hizo que cada una expusiera lo que pensaba, les
hizo precisar los hechos y enumerar los objetos materiales sobre los que versaba
la reclamación, les invitó a arreglarse y efectivamente se logró una transacción y
un acuerdo. Para finalizar la reunión hizo un resumen de lo que habían acordado
con el que cerró su acta y conminó a las partes a cumplir el acuerdo. (Dicho sea
319
de paso, se cumplió puntualmente, según tuve oportunidad de corroborar
posteriormente)
Esos jueces, que nunca fueron jueces, tenían mucho que enseñar a los que
sí lo son.
Te deseo que Dios te bendiga en el camino que has elegido y que sepas
tomar siempre las decisiones correctas.
Tu amigo de siempre
321
... _---_ .. ---------------------
Aportación para el libro "Cartas a un Juez
que inicia su Carrera Judicial".
Una de las más excelsas aspiraciones de todos los pueblos del mundo ha
sido la prevención de la injusticia y en defecto la realización de la justicia como
fin último y trascendental del Derecho. En tomo a ese anhelo universal ha surgido
en la Historia la figura del Juez que como delegado del monarca, e incluso de
Dios, se le encomendaba la altísima misión de impartir justicia. Con este carácter
se crearon los antiguos tribunales, como el "Sanhedrín" que en nombre del
soberano o de la divinidad debían desempeñar tan importante tarea social.
323
De modo tradicional se han definido diversos requisitos para ser Juez:
edad, competencia, capacidad, conocimientos y experiencia, pero lo más
importante es su rectitud, su honestidad y su compromiso con la justicia en
beneficio de la sociedad.
Entre las principales virtudes que debe tener un Juez para cumplir con su
responsabilidad destacan la veracidad, la imparcialidad, la honestidad, la
independencia, la vocación por el derecho, el valor civil y su sentido social.
El buen Juez debe tener valor civil. La sociedad necesita y exige seguridad
jurídica. La sociedad demanda firmeza y congruencia en las decisiones de los
tribunales para contar con criterios definidos que sean base del ordenamiento
social. Para contar con este marco de conducta el Juez debe aplicar el derecho y
/ Recaséns Siches, Luis, Filosofía del Derecho, Edil, lus, México, /947, pp, 3ó.l' 37.
324
hacer justicia aun cuando esté en juego su propia seguridad personal o la de su
familia, debe frente a todo, anteponer el derecho de la sociedad.
El buen Juez debe tener una profunda vocación por el derecho y sabiduría
jurídica. Su determinación por la profesión de la abogacía debe ser producto de
un convencimiento natural y razonado, de un sentimiento nato de buscar el bien
social; pero requiere además de un gran criterio y cultura jurídica que se logra
con la preparación y actualización constante y con la disposición de entender y
comprender los principios legales que deberá aplicar con amplitud de criterio y
certeza jurídica.
Por otra parte, al Juez le incumbe también ser el defensor del principio de
juridicidad como elemento esencial de la democracia. Ejerce el control de la
legalidad en cada caso concreto que se someta a su competencia preservando la
efectividad real del Derecho y la confianza popular en la impartición de la justicia
fortaleciendo así el régimen democrático en que vivimos.
325
social o cultural, requieren de un trato que equilibre su situación en la sociedad,
para hacer imperar las relaciones humanas y el sentido de equidad. De esa manera,
se debe buscar hacer justicIa social, concepto que implica el fortalecimiento de
una relación armónica y de respetabilidad recíproca entre los intereses sociales y
los intereses particulares de las personas. Es entonces la conciencia social, un
sentimiento necesario de justicia de un buen juzgador y un soporte indispensable
de la impartición de justicia.
326 ---~---~---~-- ~~
- ------ ---- - - - ---------~
¿Ha pensado usted por qué desea ser juez ...? El propósito de esta carta, es
invitarlo a reflexionar sobre algunos aspectos fundamentales de la función de
impartir justicia y del ingreso a la judicatura.
830
apego a la ley, deviene la independencia y autonomía del juzgador en el dictado
de sus resoluciones.
Afectuosamente
331
SEMBLANZA DEL AUTOR
Nació el27 de diciembre de 1959, en la Ciudad de Pachuca, Hgo, Licenciado en Derecho, egresado
de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, con promedio general de lO (diez) en la carrera,
Nombrado Valor Juvenil Nacional por el Presidente de la República Luis Echeverría Alvarez, en 1976, En
1984, obtuvo la Medalla "Barra Mexicana Colegio de Ahogados ", Ha desempeíiado importantes cargos en
el Gobierno del Estado de Hidalgo. Actualmente es Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia.
del Estado de Hidalgo: Vicepresidente de la Comisión Nacional de Trihunales Superiores de Justicia de los
Estados Unidos Mexicanos: Representante de il1éxico ante la Unión Internacional de Magistrados (UIM) y
la Federación Latinoamericana de Magistrados (FLAM).
El Juez.
Te diré algunas ideas que tengo al respecto, para que si te interesan las
tomes en cuenta. Ser un buen juez requiere de una adecuada preparación académica
de tipo profesional, para ello existen instituciones dependientes de los tribunales
de justicia en los que se imparten asignaturas encaminadas a preparar a los futuros
jueces, pues un juez no se puede improvisar, debe ser experto tanto en las materias
jurídicas de la esfera de su competencia, como estar familiarizado con la
jurisprudencia relativa.
En el trabajo del juez la leyes muy importante y este debe buscar con su
arbitrio el margen de discrecionalidad y tolerancia que ella prevé y las posibilidades
de adaptación a un caso en particular. En su actuación no debe atenerse a la frialdad
de la norma, y convertirse en esclavo de las formalidades. El buen juez debe
resolver el litigio de manera justa, humana y con espíritu de equidad; decidir de
acuerdo con lo que sea más conveniente, lo más razonable, 10 que sirva al hombre,
para que éste no pierda su fe en la justicia. Debe tener el verdadero deseo de
servir a sus semejantes en la noble misión que tiene encomendada. El juzgar no
es sólo una función técnica, sino humana y compleja que tiene encomendada el
juzgador quien debe encontrar verdadera satisfacción en realizarla. Se ha hablado
del arte de juzgar y también se ha dicho que el juez es el derecho transformado en
hombre.
336
Estimado amigo y discípulo:
337
Hoy que inicias tus labores como Juez debes entender que conocer y
profundizar cada día más el estudio del derecho es parte de la obligación que has
adquirido como servidor público, el Juez debe resolver los casos que se le presentan
en los términos que exige la ley, las únicas excusas para no hacerlo los determina
la misma ley, y tú sabes que la ilustración jurídica es el medio idóneo que te dará
luces cuando se presenten problemas de interpretación que tú tendrás que resolver.
Por otra parte y en verdad no encuentro motivo alguno para ello, se piensa que los
datos cuantitativos producto de la experiencia del quehacer de los tribunales no
debe ser considerado por los jueces, ya que cada asunto por tratarse de una relación
interindividual presenta modalidades que la hacen diferente a otras, lo cual si
bien es obvio no implica ni perjudica que los precedentes puedan aplicarse por
los jueces no de manera automática pero sí considerando las variantes que a lo
largo de la experiencia de un tribunal se han tenido; como juez debes considerar,
sobre todo en los juicios de litis cerrada que el margen de interpretación que te
dejan las partes es mínimo, pues son sus escritos elaborados por sus abogados,
los que te van a aclarar u obscurecer y aun ocultar en las distintas fases del proceso
los elementos que te van a servir para emitir tu juicio al pronunciar tu sentencia.
En este contexto, debes entender que el papel deljuez en el ejercicio de su función
debe apegarse estrictamente a la ley procesal y ésta es la que determina, los
elementos y los momentos en que debes considerar la participación litigiosa de
las partes, y que toda suplencia rompe con la equidad trastocando la idea elemental
de la justicia conmutativa, de dar a cada quien lo suyo. Un juez debe juzgar con
los elementos que le probaron las partes a lo largo del procedimiento respectivo.
338
---~- ...~--~----~~ - - -
Por otra parte, existe una mala prensa en tomo al juez a quien se le considera
al servicio de los intereses de los ricos y no de los ricos pertenecientes a una elite
capitalista posindustrial sino a los intereses de grupos capitalistas incipientes
vinculados a una explotación irracional de recursos humanos y naturales
caracterizando al Juez muchas veces con el realizador de actitudes supuestamente
arbitrarias, es el caso del desalojo del arrendatario moroso; en otros casos más
frecuentes se identifica al Juez con quien aplica leyes injustas a personas y familias
de escasos recursos económicos, en estos casos la actitud particular del juez se
identifica con la de un amanuense al servicio de la explotación.
Esta carta no tiene como objeto quitarte las ilusiones que en distintas
ocasiones me has manifestado en tu afán sincero de dedicarte como abogado y
---_ .. _~~-------
Profesor de carrera titular C de tiempo completo, siendo uno de los tres juristas universitarios
que ostenta el grado reconocimiento catedrático UNAM. Inicio su carrera académica en 1965, es el único
Doctor en Derecho con estudios revalidados por el Consejo Universitario en Universidades Alemanas; es
autor de seis libros puhlicados por la UNAM y autor de mas de sesenta artículos publicados en libros y
revistas de México, Alemania r Espaiia: ha dictado cientos de con(erencias y cursillos. obtuvo en 1976 el
premio nacional de periodismo como coordinador del programa introducción a la Universidad.
340
Estimado Alonso:
Sabedor de que una palabra suya nunca sería vana, me quedé descifrando
su mensaje. Tiempo después entendí que una cuestión es el nombramiento y otra,
muy diferente, es que asumamos con todo nuestro ser la judicatura federal. Dicho
en otras palabras, entre el nombramiento y el ser juez federal media un proceso
de adquisición de nuevas cualidades y puJimiento de las ya existentes.
;lil
En la judicatura federal ocurre otro tanto. Después de diez años de aquella
pregunta clave, creo que cuando uno es nombrado juez de Distrito inicia un sendero
lleno de retos y remansos, en el cual su caminante va convirtiéndose en la persona
de carne y hueso con el espíritu y la calidad moral suficientes como para decidir
sobre los bienes y personas de sus semejantes.
En este devenir resulta muy útil contar con un modelo de juez, el cual no
debe ser construido con cualidades abstractas que a fuerza de repetir vanamente
ya perdieron su sentido. En vez de esto, sugiero que te nutras con los testimonios
de tantos jueces federales valiosos que supieron enfrentarse a los casos específicos
guardando congruencia con la honestidad, la verticalidad, la valentía, el pundonor
y la excelencia. No es en la declamación de cualidades donde se reconoce a un
juez digno. Es en la actuación cotidiana y callada donde debe brillar su calidad
excepcional. En mi caso, desde niño tuve la fortuna de seguir de cerca la trayectoria
de mi tío el Magistrado Mario Gómez Mercado; tengo el orgullo de haber sido
secretario de estudio y cuenta del Magistrado Rafael Pérez Miravete y del señor
Ministro Juan Díaz Romero. Ellos han sido fuente constante de inspiración.
Felizmente forman parte de una pléyade de personajes que han tejido con su
ejemplo el prestigio de la judicatura federal mexicana. Ojalá pronto se recopilara
en una obra los innumerables testimonios de todos ellos.
:342
No te apegues a los éxitos ni a los fracasos; a las adulaciones ni a los
vituperios. Mantén la sobriedad en tu vida, pues ella te dará el equilibrio para
sortear los momentos dificiles de este camino.
844
Al dictar nuestras sentencias creamos derecho. Sea que interpretemos la
norma aplicable o que integremos una laguna de la ley. El legislador no podrá
nunca aprehender la realidad compleja y cambiante. Ya pasaron los tiempos en
que los jueces éramos siervos sumisos del texto legal y hasta se castigaba la
osadía por desentrañar la norma. Pero al crear el derecho judicial, debemos ser
responsables. No basta un criterio jurídico más o menos aceliado. Precisamos la
sensibilidad suficiente para comprender el signo de los tiempos y nutrir nuestras
sentencias con las disciplinas sociales, económicas, políticas, antropológicas,
psicológicas, etc. Necesitamos el rigor académico para no confundir distintas
teorías jurídicas al momento de recurrir a ellas y, mucho menos, mezclarlas
desaseadamente con tal de salir del paso. Al aplicar la jurisprudencia, debemos
cercioramos de que nuestro asunto haya sido materia del precedente y no sólo
que la sinopsis de la tesis se acomode al tema. Conviene también aseguramos de
que la jurisprudencia no sea ya obsoleta. Con los adelantos informáticos no
tenemos excusa para no aplicar la jurisprudencia vigente. Debemos tener presente
siempre que decidimos sobre los bienes y personas de nuestros semejantes.
Debemos tomar distancia para lograr objetividad a la par que colocamos en el
lugar de los involucrados para ser capaces de experimentar sus sentimientos y
razones y así, decidir con pleno conocimiento de causa. Midamos muy bien el
peso de nuestras sentencias sobre ellos. Comparto el pensamiento de Massini de
que el juez ha de realizar prudentemente lo justo con el instrumento de la ley,
pues creo que nuestro esfuerzo intelectual consiste en hacer coincidir lo justo con
lo legal.
345
Mucho ayuda impartir clases, pues es bien sabido que quien trata de enseñar
aprende más que el alumno. Además, la frescura de los más jóvenes nos provoca
y desafia para mantenernos activos y lúcidos.
:346
Carta a un Juez que inicia su Carrera Judicial:
¡Pues bien amigo mío, lo has logrado!, después de tantas horas de estudio
y reflexión, sacrificando un tiempo precioso destinado a la familia, tu esfuerzo se
vio coronado y por fin te seleccionaron para integrarte al poder judicial federal,
desarrollando la función más alta que cualquier jurista pudiera aspirar.
Todos sabemos que eljuez es la persona investida por el estado para hacer
justicia; pero ahí precisamente se inicia tu problema.
349
Siempre tendrás en cuenta el derecho y la justicia sin pasar por alto que la
equidad es el valor más alto en la aplicación de la justicia.
Que fácil te resultará el esquema del silogismo jurídico para resolver los
casos, sin embargo ante la necesidad de aplicar una sola premisa ante las opciones
que proporcionan las partes, ¿frente a cuál de ellas te inclinarás? ¿la que ofrece el
------,,-------
,
350 - - - ,--------------------- ._-----,-----
más hábil Y experto en las lides procesales o a la expuesta en forma irregular,
defectuosa y carente de técnica jurídica, que convence por motivos inexplicables?
351
Nunca debemos olvidar que el proceso debe ser instrumento de la razón y
no estéril queja de fuerzas y destrezas, es un método de conocimiento de la verdad,
pero ante todo de la justicia.
Por último amigo mío sólo me resta desearte toda clase de éxitos en tu
futura vida profesional y concluyo con un pensamiento dedicado a tan alta función
de la judicatura.
Los noveles jueces no deben olvidar, que la sociedad pone en sus manos,
junto con la fortuna, libertad y honra de los titulares de los intereses en litigio, la
suerte misma del Estado de Derecho, pues a la función jurisdiccional le toca
preservar o reponer el principio de legalidad en sus resoluciones, con lo cual
consolida la vigencia del marco constitucional de la República y la certidumbre
del orden jurídico de la Nación.
356
legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia cn cl desempeño de sus
funciones, empleos, cargos y comisiones. Estos principios, dispuestos por la ley,
constituyen el mínimo ético que la socicdad reconoce en sus normas jurídicas, y
en el acervo de los servidores públicos, entre ellos los que administran e impaI1en
la justicia.
Nada hay más deprimente que unjuez vendido, que una justicia devengada
por interés politico () ideológico y que una impartición no expedita de la misma.
la desesperacIón. Impotencia y rabia que provoca este caso de venalidad,
Ico:ilgencia o conflicto de interés. está detrás de casos dramáticos que han
conmovido a la opinión pública y que hablan de comunidades sin ley y sin jueces.
Nadie puede permanecer indiferente cuando las comunidades se hacen justicia
por propia mano y se llega al linchamiento brutal de los supuestos culpables.
Cuando se quema vivo a un sujeto, se está realmente incendiando a la civilización,
para can cuando menos en la barbarie. Esta locura paranoica debe ser erradicada
por la figura del juez, el cuerpo de la ley, el aparato judicial y el valor de la
justicia; es decir, por la cultura jurídica, que siendo de la sociedad, es la nota
distintiva de la formación y fuerza de los jueces.
:35!l
Mi desarrollo profesional, estimado juez, no me llevó al desempeño en la
judicatura, salvo una breve estancia en mi juventud como Secretario General de
Acuerdos del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal en
1972. Sin embargo, he servido en la cátedra jurídica durante 35 años, en la
Administración Pública desde diversos cargos, cerca de la aplicación de leyes
vinculadas con el funcionamiento de las instituciones de la República, así como
en tareas legislativas desde la Oficialía Mayor de la Cámara de Senadores del H.
Congreso de la Unión y diputado federal a la LVI Legislatura de la Cámara de
Diputados. En esta oportunidad, como legislador, tuve la honra de participar como
miembro de las Comisiones de Gobernación y de Justicia, desde donde participé
en las importantes reformas en materia política electoral y del Poder Judicial,
entre 1994 y 1996, así como de presidir el Instituto de Investigaciones Legislativas,
donde fundé la Enciclopedia Parlamentaria de México, publicación de 26 tomos
que contiene la obra legislativa de las sucesivas generaciones de mexicanos, desde
que México se constituyó en República, hasta nuestra época.
antigua percepción de quienes ven a la ley, como una telaraña en la que caen
fácilmente los débiles y los pobres, pero que es rota y destruida impunemente por
quienes detentan el poder y el dinero.
364
acomodaticia en la que, por no afectar ciertos intereses, se dicta una sentencia
"blandengue", en que la justicia se encuentra ausente. La justicia en tus
resoluciones debe de ser palpable y evidente, pues cuando la injusticia se presenta
en algún lugar, constituye una amenaza a la justicia en todo lugar.
365
de los grandes atributos de la función que elegiste. En la medida que lo hagas de
buena fe, con sentido común, conociendo las fuerzas con que cuentas para llevar
a cabo tu función, que es precisamente la ley que está escrita en los libros, pero
también aquella que está escrita en el corazón de todos los hombres, y que la
puedas desentrañar con una labor diligente, podrás llegar al final de tus días
convencido que has desarrollado adecuadamente el apostolado con que te has
comprometido, y que no es otra cosa que ayudar a implementar con toda su
maravillosa fuerza, el Estado de Derecho.
366
--_ ... _--
Estimado amigo:
No te dejes llevar por las adulaciones. Desde el primer día que entres al
Juzgado, los Secretarios te llamarán "Señor", "Señoría", o alguna otra expresión
similar, en un tono que, en la mayoría de los casos, te harán sentir un ser diferente
y superior a los demás; date cuenta que no lo eres, que no dejas de ser un mortal
como todos los demás; pídeles que, por bien de la institución, se dirijan a ti con
alguna otra expresión, que inspire más confianza, pero sin alejarse del respeto
que merece el cargo y, si insisten en sus expresiones, no pierdas de vista que no
eres superior ni diferente, sino sólo un funcionario público al servicio del País.
atento y humilde con ellos; rechaza de manera cortés cualquier piropo, dádiva o
invitación, pues no son expresiones sinceras, simple y sencillamente porque los
acabas de conocer y su acercamiento obedece al interés de algún asunto que deberás
resolver con imparcialidad.
368
---
En las audiencias públicas, prepara el escenario; que se note la presencia
del Juez. En ocasiones te encontrarás participando en asuntos "escandalosos",
donde además asistirá numeroso público y los medios de comunicación; en ellas,
por no contarse actualmente con instalaciones adecuadas, puede generarse
desorden y tu autoridad se verá disminuida. Recuerda, que en la comedia procesal,
el Juez es el vértice de las partes y, por tanto, el espacio debe estar preparado.
Antes de comenzar, instruye a tu Secretario que prepare la audiencia en ese sentido,
que el lugar dónde vayas a estar sea notorio, que frente a ti estén las partes y más
atrás el público, en lugares bien delimitados, sin autorizar a ninguna persona
ajena a la diligencia que ingrese al lugar de la misma.
En diligencias del orden penal, por el interés que revisten algunos asuntos,
en ocasiones, acuden y se apersonan más de dos o tres defensores y otro tanto
igual de fiscales; cuida, apoyado en la ley, que sea uno solo el que tome la palabra
en representación de los demás para evitar el desorden y, tú como Juez, además
del Secretario que actúe como tal, procura asistirte de otro que te auxilie con la
información y material necesario para resolver las situaciones que se presenten,
pues solo no lo podrás hacer con eficacia.
-------- - - -
369
OatÚJJ a V/I ,Jvez?ve IM!la ~V Oa~teI1J ,Jvrlle/al
----~---
370
Si algún superior del Poder Judicial de la Federación, jurisdiccional o
administrativo, te presiona para seguir alguna directriz o procurar ayuda para
alguien o te ordena algún sentido en tus resoluciones, informa a otros, para que
estén enterados, pero nunca aceptes tales indicaciones, pues quien te las hace no
podrá defenderte de los problemas que se llegaren a generar; menos aun aceptes
presiones de funcionarios de otras instituciones y de otros poderes del Estado,
hazles saber que eres independiente, tu nombramiento no correrá riesgo por la
autonomía que tiene el Poder Judicial; finalmente la sociedad será la ganadora.
Para que esto sea posible, debes vivir como lo indicaba Don Benito Juárez,
en la medianía de tu salario, sin pensar que por ser Juez Federal debes tener lujos
no acostumbrados; así, cuando por cualquier circunstancia ajena a ti dejes el cargo,
estarás preparado para seguir tu camino en la vida, confiado en que la función
que desempeñaste te dejó algunos bienes materiales y muchas satisfacciones,
ambos producto de tu trabajo, que te permitirán seguir viviendo con dignidad, de
lo cual, seguramente, tus hijos, familiares y amigos se sentirán orgullosos.
371
~--~--- ·_--~_· kkr_
Novel Juez que hoy inicias tu carrera:
Pero más que eso, cuídate de ser siempre un hombre valiente y comportarte
en todo momento como un caballero.
Has de ser valiente para defender ante cualquiera las razones de tu criterio,
y tener la fortaleza de carácter y el temple suficiente para conservar indemne tu
independencia, pero también, has de ser un caballero.
387
El juez ha de saberse investido de un deber relevante que lo obliga a
observar una conducta integralmente honorable, pues sólo así puede ser orgullo y
referencia, dentro de su comunidad.
Todo ello, sin olvidar nunca el respeto que debe tenérsele tanto a litigantes,
como a superiores y subalternos, pues sólo ello hará que seas respetado y que tu
palabra no caiga en descrédito.
388
Así es como deben entenderse las sencillas palabras del filósofo Francis
Bacon, quien dijo que "El buen juez debe tener en la mano los libros de la ley,
pero el entendimiento en el corazón ".
389
A los futuros Impartidores de Justicia
Estimado colega:
373
Resulta para mi sumamente satisfactorio contar con la oportunidad de
plasmar algunas ideas y expresar mi sentir sobre la delicada tarea que tienen a su
cargo los jueces y las instituciones judiciales.
Ante reto tan formidable, que sin duda requiere enorme esfuerzo y probada
vocación y entrega, cabe meditar sobre los principios racionales y morales que
habrán de guiar a quienes se dediquen a estas titánicas tareas. A fuerza de ser
374
sistemático para no perderme en disquisiciones que nos alejen de la sustancia y
de la esencia del tema, te propongo reflexionar sobre cinco principios medulares
a los que debe apegarse el juzgador, como son: ética, preparación, dedicación,
responsabilidad y compromiso.
Pongo en primer sitio el punto de la ética, porque ésta es, sin lugar a
dudas, el elemento que debe distinguir por esencia al juzgador. Etica y justicia
resultan así las dos categorías centrales de la actividad del juez. La ética implica
honestidad, lealtad, imparcialidad e independencia. Tales valores deberán estar
profundamente arraigados en la conciencia del juez, como hombre de bien que
debe guiar siempre su conducta personal y profesional sobre postulados de una
probada moralidad, porque así se lo exige su tarea y por ello, así lo requiere la
sociedad.
375
Pero ten muy claro siempre que ni técnicas, ni aparatos, ni sistemas
informáticos, por sofisticados que estos sean, deberán menguar la misión
humanística del juzgador, cuyo deber de actualización permanente implica conocer
mejor a la sociedad a la que sirve. No pierdas el afán por el conocimiento nuevo,
te será siempre necesario, manéjalo, entiéndelo, aplícalo en beneficio de una mejor
justicia.
"... Nunca te guíes por la ley del encaje, que suele tener mucha cabida,
con los ignorantes que presumen de agudos.
Si alguna mujer hermosa viniere a pedirte justicia, quita los ojos de sus
lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera de espacio la sustancia de lo
que pide, si no quieres que se anegue tu razón en su llanto y tu bondad en sus
suspiros.
Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras, pues le
basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones.
Resumo, con amplia cultura y tu mejor voluntad actúa siempre con ética,
preparación, dedicación, responsabilidad y compromiso. Así cumplirás contigo
y con la sociedad en la prestación de un enorme servicio.
--------. -----
378
Carta a un aspirante a Juez:
379
OafÚi§ q V/I Jvez ,ve ;/I/&e §v Oattefll Jvtlic/e/
Sin embargo, la concreción real del Derecho se da a través del juez, quien
no debe olvidar que el acto de juzgar no es personal.
Así, eljuez solamente es el medio crítico a través del cual la ley confia la
resolución de las controversias surgidas entre los miembros que integran el ente
social.
Sin embargo, bajo una óptica menos rígida, más humana, el juzgador es
quien tiene a su cuidado la defensa de aquellos que, en expresión del "Siervo de
la Nación", Morelos, han sido agraviados por "el fuerte y el arbitrario".
El juez debe tener calidad humana, misma que se percibe cuando demuestra
que sabe escuchar.
- - - ------------
380
--- -----
La resolución que emana del juzgador no es sólo la conclusión normal del
proceso; no es únicamente la facultad del juez que pone fin a la controversia. La
sentencia es, ante todo, un acto social que reviste una dimensión ética insoslayable
y de serias consecuencias.
Los valores más caros al ser humano pueden ser trastocados - de hecho lo
son - al emitir el juzgador su sentencia.
381
El juez debe, ante todo, impartir la justicia (jus suum quique tribuere).
¡Qué carga tan pesada la deljuez! Determinar lo que "corresponde a cada quien",
dependiendo únicamente del texto legal es una tarea nada sencilla, pues siempre
se corre el riesgo de no estar impartiendo justicia o, inclusive, de estar negando
justicia.
En esta tesitura el hombre que juzga es, en verdad, homini fratris, pues
entiende las miserias inherentes a la naturaleza humana. Empero, puede percibir,
cuando lo anima un auténtico sentido de justicia, la grandeza de la racionalidad
humana, a pesar de las limitaciones y limitantes que tenemos todos los individuos.
Luego, quien aspira a ocupar el sitial del juzgador, no sólo debe poseer
conocimiento y pericia en el entendimiento del Derecho. A ello hay que agregar
la virtud, o deber, de la imparcialidad. No obstante, lo anterior es insuficiente
para ser un buen juez. Se necesita poseer también un ánimo sereno.
(Villa Morelos. Mich., 1954), abogado, juez, magistrado, profesor universitario y editor. De la
Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo es
egresado (1979) Y profesor (Derecho Procesal Civil). En el Supremo Tribunal de Justicia de Michoacán ha
sidojuez, magistrado y actualmente es su Magistrado Presidente. Es Directorfundador de las publicaciones
jurídicas Cuadernos Michoacanos de Derecho (1988), Cuadernos de Derecho (1994) y ABZ Información y
Análisis Jurídicos (/995).
383
Estimado Juez:
385
afinnaba que la "ética profesional brota como una flor espontánea de la vocación",
sin ella la ciencia más profunda se desvirtúa y se convierte en charlatanería.
El ideal del juez puede identificarse con el ideal de Don Quijote: hacer
justicia y desfacer entuertos, defender a los menesterosos, consagrar la vida a que
triunfe la verdad, la libertad, la justicia y el derecho, todo esto luchando sin
desmayar, con un valor a toda prueba que jamás desfallezca, no se trata de que el
juez sea como el caballero andante, un perpetuo derrotado. El juez debe actuar
con prudencia, virtud de la que carecía el caballero de triste figura a causa de su
locura.
Estoy convencida que como los fines de la antigua caballería, los móviles
de la actividad del juez son muy nobles: colaborar a que la convivencia humana
se desenvuelva con orden y justicia, libertad y seguridad jurídica, y por lo tanto
en paz social.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
- - _ . _. . . . - - - - -
386
Consejos a los futuros impartidores de Justicia:
.... si me lo propongo.
El primer acercamiento que tuve con el Poder Judicial de la Federación,
se dio cuando era Pasante de la carrera de Derecho, y colaboraba en un despacho
de abogados.
Mi labor era de lo más simple, como siempre ocurre en esos casos, en que
al pasante le toca la labor tediosa y rutinaria de llevar escritos a la oficialía de
partes de los órganos jurisdiccionales, estar al pendiente de su correspondiente
acuerdo y en el mejor de los casos a estar presente, que no a participar, en las
diligencias o audiencias del asunto, cualquiera que sea la naturaleza del juicio.
Fue ahí donde me pareció que "El Señor Juez" era todo un personaje,
inteligente, estudioso, dedicado, misterioso, distante y por qué no, sumamente
importante; y pensé debe ser muy dificil, pero si me lo propongo, algún día voy
a ser un Juez de Distrito.
Me tocaron otros tiempos, y por ello, (al menos para mí) era más difícil
llegar a ocupar un cargo superior, pues no contaba con ningún apoyo, no conocía
a nadie en el medio judicial y sólo dependía de mi propio esfuerzo.
Ser juzgador, a más de ser una misión casi divina, engendra la satisfacción
más grande que puede tener un abogado, es ver coronados todos los esfuerzos y
sacrificios de toda una vida de estudio y superación.
392
Porque así es como nos hacemos los juzgadores, aprendiendo un poco
cada día, a través de muchos años, ya que aprendemos de las situaciones dificiles,
de las aparentemente intrascendentes, cuando nos equivocamos por un error de
apreciación, de las cosas chuscas o simpáticas (porque también las hay), y por
qué no, cuando nuestros superiores jerárquicos nos dan la razón en algún criterio.
Como mujer juzgador, he experimentado de las más variadas situaciones, desde
el abogado postulante que se siente galán y trata de "ligar", hasta el que piensa
que es muy listo y se hace pasar por algún importante personaje de nuestra
sociedad, aunque también he tratado con personas muy profesionales, educadas
y conocedoras del derecho; claro que como siempre ocurre, en el desarrollo de la
actividad de juzgador hay de todo.
Pero además, la labor del juez o magistrado no concluye ahí, no, también
debe ser un buen administrador de los recursos materiales y humanos de que se le
dota con la adscripción a un juzgado o tribunal; debe asimismo vigilar que dentro
del recinto que ocupa en el desarrollo de su labor, se acaten normas de disciplina,
honestidad, honradez, comedimiento y respeto tanto entre los colaboradores, como
para quien, por necesidad, que no por gusto, acude ante un órgano jurisdiccional,
en busca de los valores más preciados, como son la justicia e incontables veces la
libertad personal.
393
Además debe tener plena convicción de su alta misión y estoicamente
resistir tanto halagos como tentaciones de todo tipo que se le presentarán a cada
momento, encubiertas de las más diversas formas y tener como faro que le guíe,
que su misión es impartir justicia aplicando el derecho, por sobre cualquier interés.
A cambio de todo lo cual se recibe el alto honor de ser UN JUZGADOR.
Comparto con ustedes el consejo, así como lo hasta aquí vertido, no con
la intención de desanimar, por el contrario, es con la idea de motivar e impulsar a
quienes tengan la vocación de servir a la sociedad a la que pertenecen.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
:394
Muy apreciado señor Juez:
Yo sé, que llega usted al cargo con la firme idea de que su actuar como
juzgador sea independiente al momento de dictar las resoluciones, que sus
395
decisiones sean imparciales y equitativas, querrá seguramente cambiar el mundo
de la Justicia que hoy priva en nuestro país.
Estoy cierto que a través del contacto que usted ha tenido con el Poder
Judicial, se ha percatado de la existencia de vicios y fallas, por lo que habrá
mucho que corregir y caminos que enderezar.
También sé, que sólo se necesitará que transcurran algunos días, para que
otros colegas suyos le digan que nada podrá usted cambiar, que todo deberá seguir
igual, que no se haga usted ilusiones, que usted "no va a cambiar al mundo" yeso
es verdad ¡usted no va a cambiar el mundo!, pero sí le tocará cambiar el mundo
de las personas cuyos asuntos tenga usted que resolver. ¡Esa es su tarea!, el mundo
de las personas individuales, el caso en particular, el asunto en concreto, la
controversia planteada que ante usted, y que solamente a usted le corresponderá
resolver. El caso particular que se asignó a su Juzgado.
Si usted actúa así, la justicia mexicana, nuestro Poder Judicial, será cada
vez más independiente, más imparcial, más equitativo.
396
Si usted les cambia el mundo a las personas, el mundo cambiará y esta es
su tarea.
El ser Juez, no es una meta, (aunque usted así se lo haya planteado dentro
de sus objetivos profesionales), el ser Juez es simplemente un medio, y usted es
el medio para que se haga Justicia.
Su meta a partir del día de hoy, no es ser Juez. Su meta en la vida, a partir
del día de hoy, es ¡que se haga Justicia!.
Para lograrlo, deberá procurar algo que por obvio no deja de ser importante:
que todos, es decir las partes que han acudido ante usted, reciban un tratamiento
de iguales ante la Ley. Nadie es más poderoso, nadie es más influyente, ninguna
de las partes tiene anticipadamente la razón, a ninguna de las partes en controversia
le asiste de manera privilegiada el derecho. Ambos, en igualdad de circunstancias,
deberán probar que sus argumentos y sus derechos son mejores que los del otro,
a usted solo le tocará resolver quién probó tener el mejor derecho, esa es su tarea.
Otro aspecto que sin duda deberá usted mejorar en el Juzgado que hoy se
le ha encomendado, es el relativo a los tiempos procesales que hoy se dan en
nuestra práctica judicial. Ya sé que los litigantes están "acostumbrados" a estos
tiempos; que los sorprendería mucho que usted resuelva con celeridad, que si
esto ocurre, es muy probable que lo tilden de poco cuidadoso y de ligereza en el
estudio de los asuntos. Considero que es mejor asumir este riesgo, y no que la
Justicia sea tardía. ¡Justicia tardía suele traducirse en el mayor de los casos en
verdaderos casos de injusticia!.
397
Le pido de favor que procure usted, que todos los que a su oficina acuden,
tengan un verdadero "acceso a la Justicia", sobre todo, los más necesitados, los
desatendidos, los de la mala apariencia, los que no molestan, pues si sólo atendemos
a los amigos, a los más "cercanos" ¿qué hacemos de extraordinario? Una
orientación a sus colaboradores sobre este punto, ayudaría a que en su Juzgado
mejore el acceso de todos a la Justicia.
398
La segunda, le agradeceré comparta sus conocimientos con quienes
estudian Derecho. Nadie más calificado para ser maestro que un Juez. Yo sé que
esto le quitará algo de tiempo, pero sobre todo, lo comprometerá con sus alumnos,
futuros operadores en el Poder Judicial, ya sea como litigantes o bien como
empleados o funcionarios de dicho poder.
Respetuosamente
399
SEMBLANZA DEL AUTOR
Para empezar, querido amigo, déjame decirte que me parece que la justicia
es un don que sólo le pertenece al Creador y podrías caer en una peligrosa vanidad,
si pretendieras que tú o cualquier ser humano, tienen la capacidad de impartir
justicia.
- _ . _ - - - - - - - - - - - - - - - _ . - - _.. _ . _ - _ . _ - - - - - _ . __ .
401
en que habremos de alcanzarla. Es por ello, me parece, que han proliferado en
nuestro medio las instituciones públicas que de alguna manera tienen que ver con
la solución de los conflictos, a las que sin ningún empacho identificamos como
impartidoras de justicia. Así, tenemos por ejemplo, las procuradurías generales
de justicia, tanto las estatales como la federal, los tribunales superiores de justicia
y nada menos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ya te mencionaba.
402
- Prudencia, que es igual a tener templanza, cautela, moderación, sensatez
y buen juicio, para discernir y distinguir lo que es bueno o malo y seguirlo o huir
de él. La prudencia, querido amigo, se alcanza con el tiempo, cuando se ha vivido
intensamente y con rectitud, acumulando experiencias y derivando de ellas el
conocimiento de nuestro entorno y de la manera como diariamente se desenvuelve
nuestra vida y la de nuestros hermanos.
Para actuar con prudencia, un juez debe ser, de preferencia, una persona
con mucha experiencia y por ello me parece, de edad madura.
404
debes hacer o de que hagas lo que no debes hacer. Ser juez es ser libre, no
comprometas, no vendas tu libertad, jamás te lo perdonarías y toda tu vida no
alcanzaría para arrepentirte.
Tu amigo
Borwhit
Tiene el grado de Doctor en Derecho (que obtuvo con mención honorífica), con especialidad en
Derecho Constitucional y Administrativo, por la Universidad Nacional Autónoma de México. Realizó estudios
de posdoctorado en "Política Comercial ", en Ginebra Suiza, becado por el Acuerdo General sobre Aranceles
Aduaneros y Comercio, administrado ahora por la Organización Mundial de Comercio.
Actualmente se desempeña como Jefe de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de
Derecho de la UNAM, en donde también se desempeña como profesor de carrera de tiempo completo,
titular por oposición de la cátedra de "Derecho Económico" e imparte las cátedras de "Legislación del
Comercio Exterior y "Participación de México en el Sistema Multilateral de Comercio oo. Ha impartido
00
405
Carta a un novel Juez de Distrito:
407
mi título profesional de abogado y de haber servido en su ejercicio en distintas
tareas, desde mis pininos de novel litigante, abogado consultor, Agente del
Ministerio Público durante nueve años, plenos de estudio y experiencias valiosas,
de pronto me sentí sorprendido ante el reclamo del entonces Presidente de la
Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Don Rodolfo Chávez
Sánchez, para integrarme al cuerpo de Secretarios de Estudio y Cuenta de dicho
Tribunal de Justicia, invitación que me honró sobremanera y abrió una nueva
puerta para cumplir mi destino. Debo decirte con toda humildad que ello fue
fruto de un largo y sacrificado camino recorrido, cuyas peripecias me abstengo
de relatarte para no cansarte o aburrirte, ya que seguramente tú mismo has vivido
una experiencia semejante antes de llegar al sitio que has conquistado.
Hace algunos años escribí, que tradicionalmente, tal vez con desmedido
optimismo, se ha apreciado al Derecho como algo excelso, en razón de perseguir
la realización de la justicia, esto es, encontrando su bondad no en él mismo, sino
en sus objetivos trascendentes. Así, la justicia como fin justifica el uso de los
medios adecuados para realizarla. Como consecuencia, quien elabora la ley como
quien de alguna manera la maneja, efectúa una actividad plausible. El derecho,
siendo uno, es captado en su contenido y significación de diversas maneras.
Despojándonos con valor de creencias y conceptos prestados por el entorno social
y cultural, podríamos abandonar temporalmente la anterior idea del Derecho,
para meditar sobre su autenticidad, cayendo intencionalmente en un cisma, al
considerarlo, como lo hizo el meditador del Escorial, en una desesperanza ante lo
humano, y quien recordando a Tito Livio, ante el umbral de la nueva época
representada por el advenimiento del Imperio con Augusto, reprodujo sus palabras
en el sentido de que "la leyes una cosa sorda e inexorable, incapaz de
ablandamiento ni benignidad ante la menor transgresión", definición aquélla que
409
parecióle a Ortega y Gasset verdaderamente admirable porque los atributos de la
ley son como los del pedernal: "inexorable y rígida". Dígase lo que se diga, la
verdad es que la historia nos muestra, desde Grecia y Roma, que la grandeza de
los pueblos radica en su culto por el Derecho: Atenas y Roma son los representantes
de la sabiduría, el arte y la ciencia, y por ello pensadores como SoIón, Temístocles,
Pericles, Demóstenes y otros cruzan el umbral de la historia. Cicerón, Ulpiano,
Gayo y muchos más nos dejan inapreciable tesoro en las Institutas de Justiniano,
que consagran el principio inmutable de que justicia es la constante y firme
voluntad de dar a cada quien lo que le corresponde y que la jurisprudencia consiste
en el arte de lo justo y de lo injusto.
Por ello, señor Juez, sólo quien dedica su vida al estudio constante del
Derecho, es capaz como juzgador de proteger al débil cuando la razón le asista
mediante las armas de la ley; amparar al desprotegido o al perseguido con "el
marco impoluto de la justicia". El juez, como abogado, según señalaba con pasión
Pérez Verdía, debe reafirmar la probidad en sus pensamientos, la rectitud en sus
palabras, la pasión en las causas justas alejado de todo egoísmo y avaricia, aun
cuando alguna vez se sienta tentado "en el duro bregar" de su ejercicio.
410
- - - - - ---_._--
Jean Le Malchanceux
A Crusader's Journal.
---_._-_.---------_. - - - . __ ._.~---_. - _ . - . _ - - - - _ . . . .- - _. . ._ - - - - -
411
Será siempre el Juez quien dé vida y decida las normas que rigen al caso
concreto sometido a su consideración, por eso deben ajustar su conocimiento a
leyes, principios generales de derecho, criterios o experiencias de los que les han
precedido, sin dejar de actuar con prudencia e imparcialidad, aun más en los
casos en que sea necesario apartarse de ellos o cuando deban interpretar la norma
aplicable al caso concreto, consultando incluso la exposición de motivos que
tuvo en cuenta el legislador para su emisión.
Sé que ustedes poseen estos atributos, pero también como juzgadores deben
cumplir con otro tipo de deberes, como estar siempre dispuestos a escuchar y no
ser prepotentes por tener imperio, aunque difieran con el carácter y educación de
las personas que desean hacerse oír, porque de ellas pueden aprender algo más y
hasta variar el punto de vista que pudieran ya tener como firme.
1 Cátedra Magistral de Etica Profesional. Campillo Sainz José. (Cita tomada). Universidad Nacional Autónoma de
México. 1994.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
Magistrada de Circuito. desde 1974. Ha ocupado diversos cargos dentro del Poder Judicial de la
Federación donde ha tenido diversos reconocimientos, 5 por su antigüedad, 2 al Mérito Jurídico por diversas
instituciones y la reciente distinción al "Mérito Judicial Ignacio L. Vallarta" (/998), otorgada por el Consejo
de la Judicatura Federal.
413
. -------------- -------- - - - ----------------------- - - - -
Carta a un Juez que inicia su Carrera Judicial:
Tampoco olvidan que a cada uno de sus actos públicos habrán de imprimir
los principios de excelencia, objetividad, imparcialidad, profesionalismo e
independencia, rectores de la carrera judicial.
Que deberán ser celosos guardianes del orden jurídico vigente y que en
términos de sus respectivas legislaciones, habrán de proveer lo necesario para
que cada órgano jurisdiccional a su cargo funcione eficaz y adecuadamente.
mí
(}¡¡f'!8f 8 l/h ,jl/ez'l/e /h/0I8 !l/ (}¡¡ffet8 ,jl/rIIa/8/
Sin embargo, nada de esto resultaría suficiente si quien ejerce esta tan
delicada tarea perdiera de vista dos cuestiones fundamentales: una, que la justicia
se administra por seres humanos; otra, que el resultado de esta actividad recae,
también, en seres humanos.
Este particular aspecto del juzgador debe ser entonces motivo de muchas
y muy profundas reflexiones.
Los seres humanos, por naturaleza, interactúan entre sí, todo ello para
lograr la satisfacción de sus principales metas, ideales, deseos e intereses.
Cuando con ese actuar se generan entre ellos diferencias no superadas por
la autocomposición, sus antagónicas posturas habrán de buscar una solución;
para ello, el hombre civilizado ha instituido los tribunales, es decir, la controversia
escapa a los propios interesados para entregarla a un tercero imparcial, conocedor
de la norma, que pueda establecer con la fuerza misma de la cosa juzgada, a
quién de los contendientes le asiste la razón.
416
Este personaje principal en el devenir social debe entonces encontrarse
revestido de una autoridad moral incontrovertible, haciendo concurrir en él la
suma de virtudes necesarias para que la comunidad tenga la convicción de que se
trata de un hombre digno de confianza, un ser humano que en cada una de sus
determinaciones demuestre, sin lugar a duda, la fuerza de sus convicciones y
sentimiento de justicia, dejando absolutamente convencidos a los antagonistas de
cada litigio que, aun a pesar de sus posibles desigualdades económicas, políticas,
culturales o sociales, ambos son exactamente iguales ante la ley y que sólo obtendrá
un veredicto favorable aquel a quien le asista la razón jurídica (Hernández Martín,
Valeriano. Independencia del Juez y Desorganización Judicial. Editorial Civitas,
Madrid, 1991).
Así, durante el juicio, todo juzgador debe saber escuchar a las partes.
Posiblemente el asunto ante él planteado, aunque relevante, no sea otro más de
los muchos que diariamente le corresponde resolver; sin embargo, para quien
acude a su tribunal en busca de justicia bien puede tratarse del asunto más
importante de su vida, por ello, es probable que su estado de ánimo se encuentre
quebrantado por una perturbación incontenible, su ansiedad sea mayúscula y
dificilmente pueda expresarse con claridad, ya porque esté en juego su libertad,
su estado civil, su patrimonio o su honor incluso.
Pero también debe estar atento, saber discernir entre el ruego sincero y el
argumento falaz y engañoso; no ser vulnerable a la presión, la arrogancia o la
amenaza del poderoso, entendido siempre que la decisión final será su único
argumento ante la sociedad, la cual se erige en el crítico más implacable de nuestros
actos.
417
Si no con frecuencia, suele suceder que ya fallado un asunto, la parte que
no se vio favorecida con la sentencia dictada desea entrevistarse con el juzgador
de la causa. En estos casos, ni duda cabe que la tolerancia y la serenidad para
escuchar al inconforme deben alcanzar su grado más elevado y sublime de
perfección. Seguramente exigirá del juez, incluso en tono vehemente, una
explicación satisfactoria de por qué sus argumentos no prosperaron.
En este tan delicado aspecto del enjuiciamiento cabe reiterar que esa
prudencia invocada debe quedar siempre e invariablemente a cargo del juez, ya
que no debe olvidarse que está investido para decir el derecho, no para rivalizar
con las partes (Herrendorf, Daniel. ¿Cómo Piensan los Jueces que Piensan?
Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1998).
-------------
418
/1 1/11 JI' I ", , ~/ -'
419
Honorable y estimado Juez:
Actualmente inicia una nueva etapa para la Nación, una etapa que sólo ha
sido posible alcanzar después de un arduo desarrollo en la vida democrática de
nuestro país y que para el pueblo de México, significa una esperanza de que en el
nuevo siglo se cristalicen los genuinos ideales de equidad y justicia social
consagrados en nuestra Carta Magna.
421
No en pocas ocasiones, al recoger las inquietudes de la comunidad que
ante los órganos legislativos local y federal he representado, ha sido reiterativa la
manifestación de la decepción que importa la equívoca aplicación de la ley en
casos particulares que han afectado directamente a mi interlocutor o a alguien
cercano a él. También se me ha cuestionado de qué sirve la elaboración y
modificación constante de leyes si las autoridades administrativas o
jurisdiccionales no se apegan a las ya vigentes en su actuar.
En este tenor te expreso la confianza que tengo en que la noble tarea que
hoy emprendes pueda contribuir de manera contundente y trascendental al
engrandecimiento de nuestra Patria. Seguro estoy del enorme esfuerzo, la seria
convicción y ante todo, de la honestidad con que iniciarás esta labor para la correcta
ejecución de la tan alta responsabilidad que encierra la carrera judicial, misma
que exige de cualidades éticas y humanista que como jurista y persona honorable
te deben siempre caracterizar.
No olvides por favor, que en adelante serás uno de los más importantes
funcionarios de México, que en tus manos tendrás la facultad más delicada del
jurista: aplicar la ley a casos concretos para que, de conformidad con lo que tú
resuelvas, se dé fin a conflictos en los que seguramente estarán en juego los
422
bienes más preciados del hombre: su vida, su libertad, su familia, su patrimonio,
su honor.
Cuentas con las más amplias facultades para interpretar y aplicar la ley y
con ello satisfacer o no los anhelos de justicia y restablecimiento del orden jurídico
que en primera instancia tienen las partes, pero más aun, para satisfacer el anhelo
de nuestra sociedad entera que confia en tu eficaz y honorable desempeño en
todos y cada uno de los casos que a tus manos lleguen.
Espero que con estas líneas se cubran dos objetivos: el primero, recordarte
a ti que ya eres Juez, que el papel que tú juegas es sumamente importante en este
Estado, cuyo marco jurídico como elemento del mismo sólo resultará útil si tú lo
aplicas debidamente a nuestra realidad, haciendo de cada caso que ante ti se ventile
un proceso limpio y justo.
423
que desde hoy se preparen para en el futuro decir el derecho con pleno apego y
respeto a las leyes establecidas.
Abogado por la Escuela Libre de Derecho. Maestro en Derecho por la Universidad de Columbia,
Especialización Judicial en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Miembro de la Barra Mexicana,
Colegio de Abogados. de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa y de la American Bar Association.
Es militante del PAN desde 1995. Diputado Federal en la LVI legislatura (/994-1997) fungiendo como
Presidente de la Comisión de Justicia; integrante de la COCOPA y de la Comisión de Gobernación y Puntos
COllStitucionales. Diputado a la Asamblea Legislativa del D.F 1 Legislatura (/997-2000), ostentando el
cargo de Presidente de la Comisión de Administración Publica Local. Diputado Federal en esta LVIII
Legislatura (2000-200]). Secretario de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos. asi como miembro de
la COCOPA y de la Comisión de Puntos Constitucionales.
424
Muy querido futuro Juez:
En los archivos casi siempre atendían señoritas, así que los compañeros
llegaban y les decían: "Preciosa, présteme talo cuaL.", "es del Boletín de hoy,
está listado con el número ...", pero a uno como mujer, no le quedaba más que
decir "Es tan amable de darme...", respuesta: "Búsqueloen las listas"... "Ya lo
busque, sí está en las listas", respuesta "Pues no lo encuentro, venga mañana". A
mí me parecía que el ser litigante era un reto ¡Tener que enfrentarse a un aparato
burocrático llamado "tribunal", con mucha gente déspota y prepotente! Daba
miedo. Un día me mandan a recoger unas copias de traslado, pregunto qué tengo
que hacer y me dicen "Es muy fácil, llegas, pides el expediente, y las últimas
hojas que veas dobladas, las arrancas". Lo hago, y al llegar casi a la puerta de
salida, me alcanza un empleado y me dice "la voy a tener que llevar ante la Juez
por haberse robado unas constancias de autos, yo la vi que arrancó unas hojas", le
429
contesto: "si, me mandaron del despacho donde trabajo y me dijeron que lo podía
hacer", durante esta conversación me fue llevando hacia el privado, en donde la
puerta decía "Juez", abre la puerta y dice: "Su Señoría, esta señoríta fue sorprendida
robándose unas constancias", yo temblaba de pies a cabeza, los ojos de lajuez los
vi más grandes de lo que los tenía, (conocí a la que después fue mi amiga y de
quien tanto aprendí, mi queridísima y brillante abogada Magistrada Holda Correa
!caza, ahora jubilada), con grave voz me dijo "Exijo una explicación", al ver que
yo casi soltaba el llanto, me dijo "tranquila", expuse como pude todo lo sucedido
y le dijo al empleado "vea si está autorizada en autos y si así es, que asiente su
razón", agradecí su atención y salimos hacia el archivo, cuando constató que en
una promoción del despacho en el que trabajaba, estaba mi nombre, me extendió
el expediente y me dijo "ponga su razón"; yo ingenuamente le digo "¿Pongo que
la razón por haber arrancado las hojas, es porque así me lo mandaron los del
despacho?, riéndose a carcajadas me enseñó cómo se asentaba una razón.
Te cuento, porque tal vez en esos años tú eras muy joven, que en 1974 se
empezaban a oír comentarios de que habría juzgados familiares y de
arrendamiento; cuando mi padre, abogado, de gratísima e inolvidable memoria, a
quien dedico como un homenaje este trabajo, me dice "Un amigo mío te propone
ser Ministerio Público", "pero ¡cómo papá!, si tú siempre has compadecido a las
mujeres Ministerio Público, que tienen que ir a dar fe de cadáveres"; él replica
"no, estos Ministerios Públicos son especiales, van a representar a los menores y
ausentes, van a estar adscritos a Juzgados Familiares".
Tengo que platicarte que el caso más triste, y de amargos recuerdos para
mí, es uno en que decreté la custodia de un menor de cuatro años a cargo de la
abuela paterna. Los jueces en casos extremos teníamos la oportunidad de que
atendiendo a las constancias de autos y a los estudios realizados por médicos y
trabajadoras sociales, deberíamos velar por la integridad de los menores, este
chiquito al que conocí cuando lo entregué a su abuela, siempre estará en mi
recuerdo su carita feliz, al sentirse "apapachado" por su abuelita. Unos días después
vino la abuela a decirme que ya no tenía al nieto, pues su nuera le fue a decir que
recordara que ella también era madre y que no le quitara a su hijito. Yo sobresaltada
le dije "¡señora!, pero si la custodia se decretó a su favor, porque hay peligro de
que la madre le haga daño al niño". Al día siguiente salió en los periódicos "Joven
432
madre mata a su hijo e intenta quitarse la vida". La pobre abuela que desatendió
un mandato judicial, según supe, enloqueció por la pena, al saber que por su
culpa habían matado a su único nieto. También te quiero anticipar que alIado de
estos penosos casos, hay miles gratificantes.
Soy de los afortunados que hemos hecho una carrera judicial, ojalá que
contigo pase lo mismo. Cuando se me presenta la oportunidad de ascender a la
Magistratura, me pide el entonces Secretario de Gobernación que 10 apoye
incorporándome a un Tribunal nuevo, el Tribunal de 10 Contencioso Administrativo
del Distrito Federal; agradeciendo la gran distinción, salí de la Secretaría y me
puse a llorar amargamente, ¿por qué no en mi casa, que era el Tribunal Superior
de Justicia, al que tanto amaba?, Pronto tuve la respuesta, mi misión había
cambiado, ahora tenía que auxiliar al ciudadano, al pueblo que demanda justicia
cuando sus derechos son vulnerados por autoridades del Gobierno del Distrito
Federal, como imaginarás, es muy delicada la misión. He tenido la fortuna de
vivir la transformación del Tribunal, siempre en beneficio del ciudadano.
Actualmente, tengo el alto y grato honor de ser la Presidenta del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo de Distrito Federal, ahora mi queridísimo Tribunal.
SEMBLANZA DE LA AUTORA
433
Señora Juez,
Señor Juez:
Te habrán dicho que muchas virtudes se requieren para ejercer esta noble
labor. Sin negarle valor a ninguna, te diría que puedo resumir en dos los requisitos
para ser un buen juez: la observancia de una dignidad y decoro particularmente
425
calificados, es decir probidad; y, una profunda y completa cultura jurídica. Es
decir, corrección en todos tus actos y competencia profesional.
426
Estudia cada asunto sobre el que tengas que decidir. Analiza sus
circunstancias particulares, para aplicar las reglas generales. En el Derecho la
casuística es la divisa insustituible del juzgador. Cada caso se parece a otros; pero
es distinto. Y cada uno tiene que resolverse de acuerdo con sus componentes
intrínsecos.
427
Todo esto es lo que significa la labor esforzada del juzgador a la que
ahora te incorporas, te deseo lo mejor, en beneficio de todos.
Afectuosamente
428
Para ti, que quieres ser Juez:
4:35
convicción de que debes actuar conforme a criterios éticos. Tu vida personal
debe ser mesurada, para que los fallos que emitas tengan fuerza moral y no sólo
puedan ser coercibles.
Estudia para ser Juez y prosigue estudiando para serlo siempre. Sabes
bien que en el conocimiento del Derecho no se llega a un estado de plenitud. La
realidad cambiante exige un estudio cotidiano; pero, además, es necesario estudiar
porque al conocer otros puntos de vista podemos confirmar, corregir o aun adoptar
los nuestros. Si haces del estudio una práctica habitual tendrás cada día mayores
y mejores herramientas de comprensión y tu criterio para decidir se verá
fortalecido. Dejar de estudiar es dejar escapar aquello que te será indispensable
para tu actividad y te hará ser menos Juez; en cambio, conocer los asuntos propios
y los que han analizado o resuelto otros te hará mejor, sin duda.
- --------- - - - - - - -
436
determinaciones de otros. Ello te hace responsable y te obliga a cumplir tu función
dentro de los cauces que las normas determinan. No los excedas, porque más allá
del temor que te infundan las sanciones que te puedan ser aplicadas debe existir
en ti la conciencia de que con tus actos puedes dañar a otros, quizá de manera
irreparable.
Procura escagel a tus colaboradores, para que sumen sus esfuerzos a los
tuyos y para que no obstaculicen tus propósitos. Escúchalos también, pues sus
razones, aun distintas de las tuyas, te harán ver aspectos que te eran obscuros. Si
el acierto es suyo, reconócelo así. Tuya será siempre la responsabilidad, pero
comparte al menos el mérito.
437
como necesarias para un juzgador. Son, todas, cualidades humanas que una
voluntad perseverante puede conseguir. Si te propones lograrlas, un día, serás
para ti mismo el Juez que hoy quieres llegar a ser y la sociedad te reconocerá
como ese Juez que ella misma espera.
No puedo alargar estas líneas y debo poner punto final. Espero. sin
embargo, que lo que aquí expreso sirva para entablar un diálogo y suscite en ti
reflexiones fmctíferas para tu futura actividad.
438
De jueces, emociones y encinas.
Pero, ¿y qué cualidades debe tener este personaje? Conocer la ley, gritará
alguien por allí. Sí claro, ser un gran conocedor de la leyes su obligación inicial,
profesional, pero no basta. ¡Qué fácil sería! Hay algo más, hay mucho más. La
ley brinda al juzgador algunas señales para su travesía. Le indica algunos rumbos
tan sólo eso. Pero, como le ocurre a un capitán de barco, el responsable único de
arribar a buen puerto no es el sextante o la brújula, sino el ser humano que la usa.
En la travesía habrá tormentas y marejadas, el horizonte claro puede ser muy
engañoso. El buen capitán ve más allá de su instrumento. El buen juez lee más
489
allá de la ley. Ese es el territorio de conquista más apasionante. Además de la
profesión está el oficio.
Pero también hay que ganarse los panes y por eso tuve que incursionar en
el periodismo. Hace veinte años que publico semanalmente un artículo, un
comentario y con él salgo a la plaza pública a esgrimir mis mejores argumentos.
y aunque a veces no sea muy claro, mi oficio de escritor me recuerda al del juez.
Una mala lectura de un hecho, un argumento débil, un calificativo mal empleado
o injusto, puede dañar una vida. Recuerdo una vez en que el enojo se apoderó de
mí y mis líneas salieron con saña. No ponderé, no maticé, no dudé, dudar de mí
mismo por supuesto. Me arrepentí de haber escrito. Por eso desde entonces,
aconsejado por nuestra encina y a su sombra, acudo a mi pequeño ritual siempre
antes de mover las teclas. La responsabilidad me invade. El ánimo debe estar
sereno y el respeto a la palabra debe imperar. Sólo en esa condición me atrevo a
escribir y lanzar juicios. Esa es la única experiencia que puedo ofrecerte.
Es escritor y comentarista político. Sus más recientes libros son: Noche Tibia (Nove/a 1994);
Sondear a México (1995); Conocer y Decidir (1998); Memorial del Mañana (1999). Autor de artículos en
revistas de dijÍlsión y especia/i::adas. Designaciones académicas: Profesor Invitado de la Universidad de
Chicago; titular de la cátedra 51MON BOLlVAR en la Facultad de FilOSO/la y Letras de la UNAM; titular
de la Cátedra ".Julio Cortázar ,. de la Universidad de Guadalaiara. Actualmente es Profesor Asociado del
PIERSON COLLEGE de la Universidad de Yale: miembro del Consejo de la Comisión Nacional de Derechos
Humanos y Presidente del Consejo Directivo de Transparencia A1exicana.
La Procuración de Justicia una responsabilidad compartida.
445
Además, ha sostenido ampliamente las tareas públicas correspondientes
con recursos que le han permitido un desempeño eficiente y eficaz; profesional y
respetable por parte de los servidores públicos que tienen encomendadas dichas
responsabilidades.
446
- Por último, hacia los Recursos Financieros que deben programarse de
acuerdo con las necesidades actuales y aplicarse con mayor transparencia y
efectividad, evitando dispendios y duplicidad.
Con lo anterior podemos concluir que todos y cada uno de los ciudadanos
que participan en forma activa en el servicio público dentro de una función tan
importante como es la Procuración e Impartición de Justicia, deberán contar con
principios y valores suficientes que les permita respetarse a sí mismos, a sus
familias y más que a nadie a México.
Nació el 12 de octubre de 1961 en la Ciudad de León, Guanajuato. Cursó sus estudios profesionales
en la Universidad Iberoamericana de León, Guanajuato, obteniendo el Título de Licenciado en Derecho.
Asimismo. ha llevado a cabo diversos cursos, seminarios y diplomados en instituciones educativas públicas
y privadas del pais. Profesionalmente se ha desarrollado en la iniciativa privada como Abogado en distintas
empresas en el Estado de Guanajuato. En el sector público ha actuado como Delegado de la PG.R. en
Guanajuato y actualmente ocupa el cargo de Asesor del C. Presidente de la República. Pertenece a diversos
organismos gremiales como: Asociación Nacional de Abogados de Empresas.
447
Juez de Distrito:
449
iniciaste el desempeño del ejercicio de la profesión como litigante o laboraste en
el ámbito de la procuración de justicia o iniciaste tu desempeño en la administración
de justicia, cualquiera que haya sido tu antecedente, lo cierto es que surge la
presunción de que a la fecha has optado por continuar una carrera judicial; por
ello te preparaste para participar en un concurso del cual obtuviste precisamente
por tus respuestas el resultado suficiente para ser nombrado Juez de Distrito.
450
con toda clase de armas, disfrazando su actuación bajo el cariz de la interposición
de recursos notoriamente improcedentes, presentación de documentos \i testigos
falsos, ocultamiento de informes o de objetos y cualquier otra artimaña que con
sobra nos es conocida como chicanas. Se olvida que si a las personas se les solicita
un comportamiento adecuado, que se conduzcan con verdad, de buena fe, no
tiene por qué ser en distinta forma el proceso, tendrá que ser igualmente de buena
fe, conducirse en el mismo con lealtad, no solo hacia la parte que representa, sino
incluso ante su contraparte y ante los órganos jurisdiccionales, la buena fe en el
proceso es indispensable, es un deber jurídico a cumplir.
Esa forma de conducirse no rige únicamente para las partes, debe ser
fielmente cumplida por los titulares de los órganos jurisdiccionales, por ello el
Juez en su desempeño no debe participar en aquellas actividades que no sean
compatibles con la independencia de su cargo, en nuestro medio es elogiable que
no intervenga en actividades políticas, es sancionable que ejerza como abogado
litigante, aun cuando pueda considerarse calificado para hacerlo no está legitimado
para dar consejos legales, ni para intervenir en asuntos en los que tenga interés
personal o alguien de su familia, en los que participe persona con la que esté
ligado por lazos de afecto o sea su enemigo; las anteriores y otras causas pueden
constituir motivos de recusación o de impedimento que deben acatarse.
Es obligación del Juez conocer los alegatos vinculados con la litis planteada
que te hagan las partes, en ocasiones incluso los verbales, sobre todo los expresados
por los directamente afectados, tener contacto inmediato con todos los sujetos
que intervienen en el proceso para conocer los hechos y llegar de esa manera al
conocimiento de la verdad histórica, que puede ser diferente a la verdad real,
pero que es en la que el Juez tendrá que sustentar su decisión.
451
que debe ser acatada plenamente para que impere la certeza jurídica; resulta
absurdo acudir ante el órgano jurisdiccional o defenderse ante el mismo, para
tratar de obtener una sentencia favorable y después de tal actitud, al no tener
sentencia favorable pretender desconocer la resolución final pronunciada; si se
acude ante el Juez es para que este decida, resuelva, dicte el derecho, sea
satisfactorio o no a lo pedido por alguna de las partes. La confianza en el titular
del órgano jurisdiccional, no debe perderse cuando no se obtiene lo deseado, esa
actitud es meramente caprichosa y no permite la armonía ni la vida en sociedad.
452
nombramiento adecuados son indispensables para designar a los más capaces y
para lograr la independencia, imparcialidad y honestidad, pero ello no implica
que sólo se pueda lograr mediante un sistema, también es posible en otros sistemas
de selección y nombramiento.
453
/' I ",
454
Muy distinguido señor Juez:
Son estos los dos actos de mayor trascendencia en la vida colectiva. Ello
hace que el peso de nuestra responsabilidad sea, asimismo, un privilegio de honor
inigualable. Ello hace -también- que contemos con una formidable consigna
para nuestra voluntad, la cual no tiene mayor estímulo que el deseo de hacerse
digno de la misión que nos ha sido conferida.
455
En apariencia son funciones distintas y distantes. Pero, en el fondo son y
deben ser complementarias. ¿Quién podría pensar que la soberanía no debiera
ver por lajusticia? ¿Y quién pudiera imaginar que lajusticia no debe ser soberana?
Habrá ocasiones, señor juez, -mejor que fueran muchas- que usted y yo
lleguemos a un feliz encuentro. Ello se dará cada vez que los legisladores logremos
concretar la ley buena y justa así como que a usted las circunstancias del litigio y
de la causa lo coloquen en la posibilidad de concretar la actualización buena y
justa de la ley. En ese encuentro habrá triunfado la justicia.
Puede suceder, también, que la ley bien lograda no tenga -sin embargo- el
acierto de su correcta interpretación y aplicación, y con ello no se colme
-contra nuestra voluntad- el cometido de la justicia.
Habrá días -Su Señoría- en los que usted quisiera estar en mi tribuna
para explicar y convencer a los legisladores de las insuficiencias y carencias de
la ley, que son sufridas a diario por usted y los justiciables y que no han recibido
nuestra atención o nuestra acción.
456
Pero, mucho nos ayudaría contar con una intensa voluntad de
comunicación. Los mejores vehículos para ello son, a todas luces, dos de
extraordinaria factura. Por una parte la elaboración y difusión de sus tesis
resolutivas que, cuando son elaboradas con esmero y con sabiduría, se han
convertido en un legado invaluable de la ciencia jurídica. Por otra parte, la amplia
y precisa exposición de motivos del legislador -práctica en ocasiones
lamentablemente relegada y hasta olvidada- que aunados a los debates y a los
dictámenes legislativos son, también en ocasiones, un legado mayor para las
sociedades.
457
superación de obstáculos con los que la astucia -ya veces la perfidia- las han ido
desgastando.
Su Señoría: .
458
SEMBLANZA DEL AUTOR
45!l
Consejos a los futuros impartidores de Justicia.
La tarea ya su vez el reto de ser juez en una sociedad con las complejidades
que caracterizan a la nuestra, requieren de un hombre multilateralmente integrado,
de un hombre que entienda el elevado valor e importancia de la trascendente
función que está destinado a cumplir en su comunidad, como el árbitro final para
lograr, en el ámbito personal de los ciudadanos, el ideal de la justicia. De un
hombre consciente que en su trinchera se libran todos los días intensas y rudas
batallas en las que es preciso que triunfe la verdad como arma insustituible para
salvaguardar los bienes, el patrimonio y sobrestimar la libertad de sus connaturales,
461
quienes confían ciegamente en su sabiduría, en su imparcialidad y en su
sensibilidad humana, como el único medio para transitar, en el presente y en el
futuro, en el marco de los valores esenciales del hombre que son patrimonio de
hoy y de siempre de la humanidad y que para lograrlo deberá funcionar con valentía
y sin temor alguno.
La delicada tarea de ser juez implica no solamente conocer las leyes que
va a interpretar y aplicar para juzgar a los hombres, sino que debe ser humilde,
respetuoso, atento, para que opere la interacción y de esta manera lograr la armonía
para desempeñar la noble función asignada, en un campo agradable. Por ello
además de pretender ser un hombre jurídicamente culto, debe especializarse para
estar a la altura de las circunstancias de nuestro tiempo, uno de cuyos signos más
novedosos es la hiperespecialización en todas las ramas del saber, fenómeno al
que no pueden ser ajenos los encargados de impartir justicia. En esta misma
dirección, no basta que en su formación el juez se preocupe por ser un profesionista
especializado en su materia; se requiere una actualización permanente en todos
sentidos, no sólo en los aspectos legislativos o en las nuevas reformas o
modificaciones a las leyes, sino en todos los campos, en el propio desarrollo de la
sociedad a la que pertenece y de la que es una pieza toral para su convivencia
armónica. Debe pues, asistir a cursos y eventos que promuevan universidades,
organizaciones sociales e institutos de altos estudios para lograr que sus
conocimientos estén siempre actualizados. Es decir, no es suficiente que un juez
tenga una buena formación y los conocimientos básicos de la ciencia del derecho,
sino que debe estar continua y permanentemente en un proceso de actualización
para no dejar de ser en ningún momento un buen juez.
462
no se encierre en las cuatro paredes de su oficina, sino que salga de ellas y conozca
a los probables delincuentes, que los trate, que tenga comunicación con ellos e
inclusive que esta práctica la amplíe a sus familiares, que se convierta además de
juzgador, en un criminólogo práctico. Esto último particularmente para unajusta
interpretación en el momento de definir la situación jurídica de los presuntos
delincuentes y aplicar las penas y medidas de seguridad. Un buen juzgador también
debe tener presente en su actuar, la aplicación de la Ley sin distingos, corno una
forma de proporcionar el acceso igualitario y oportuno a la justicia, garantizar a
todos el disfrute de los derechos fundamentales y la certidumbre en el ejercicio
de nuestras libertades, valores esenciales de un Estado de Derecho.
463
obrar en consecuencia y demostrar su compromiso histórico con la sociedad,
comprometiéndose a actuar con independencia, con valor, con constancia, con
capacitación y con estudio, sin atender a presiones y con la entereza y. el valor
para librar cotidianamente la batalla en la que prevalezcan la seguridad jurídica
de los gobernados y la plena vigencia del derecho, elementos indispensables que
caracterizan a un Estado de Derecho.
Al juez nunca le debe temblar la mano para aplicar la ley, para castigar a
los responsables de violar la ley o de lesionar a las personas en su patrimonio, en
su vida, en su familia o por alterar la convivencia social organizada y las labores
productivas de trabajadores y de empresas. Los jueces deben vigilar para que
cada vez que se cometa un acto ilícito y se ponga a su conocimiento, quien lo
ejecutó sepa que será castigado, que la ley no da lugar a excepciones, privilegios
e impunidades. Por eso un buen juzgador debe de ser un celoso guardián de que
en una sociedad justa no hay lugar para las excepciones ni para la impunidad,
para que nadie esté por encima de la Ley.
464
_ ... _ ~ ~
Para el juez debe estar claro que en una gran medida, la seguridad de la
comunidad emana del saber que en la sociedad se cumple con la ley, lo que
incrementa la confianza y coadyuva a preservar una convivencia civilizada,
armónica y pacífica que alienta el esfuerzo colectivo a partir de un irrestricto
respeto al valor de la justicia como el principio esencial en el que se sustenta la
interacción colectiva. Seguridad que emana del sentimiento de que existe un
respeto irrestricto a la persona, a su patrimonio y a su libertad, a través de sus
leyes y sobre todo de quienes las aplican. Estas constituyen a su vez, las premisas
para consolidar a un Poder Judicial más independiente, más fuerte y capaz de
cumplir con sus responsabilidades. Un Poder Judicial con una renovada fortaleza
que se está cristalizando como un factor real de equilibrio democrático entre los
Poderes de la Unión.
465
En estos tiempos, una de las tareas más importante de los jueces es el
coadyuvar a que se combata la impunidad, instrumento fundamental para fortalecer
al sistema tanto de procuración como de impartición de justicia. En esta dirección,
el juez es un instrumento fundamental para reconciliar a la sociedad civil con las
instituciones encargadas de impartir justicia y de evitar que se creen mecanismos
de dependencia o de intervención del poder político hacia el poder judicial, en
este propósito, la actitud y la acción cotidiana de los jueces, insisto, representa
un instrumento primordial, porque la acción consciente de todos unidos en este
ideal, consolidará a un poder judicial independiente y autónomo, contribuyendo
de esta manera al fortalecimiento no solamente de un Estado de Derecho, sino al
desarrollo armónico de la sociedad y de una real división y equilibrio de poderes.
El desarrollo de una nación se finca en un progreso que se da con equidad y
justicia y con un acceso igualitario y oportuno a los bienes que la modernidad
proporcIOna.
466
Carta a un futuro Juez:
l. Honorable y probo.
2. Valiente en sus resoluciones que deben estar siempre apegadas a derecho,
aunque algunas puedan conllevar riesgos personales, ya que hay personas de mala
fe que no dan la cara pero tienen por costumbre amedrentar de diversas formas al
funcionario (vía telefónica, anónimos, etcétera), para ver cómo reacciona, y si
logran atemorizarlo, obtener en su caso, ventajas indebidas, lo cual no es admisible,
porque un verdadero juez no debe atender esos avisos o mensajes propios de
rufianes, pues de hacerlo no sólo desprestigia la función que representa, sino que
también queda sometido a indeseables. El que esto escribe, en su época de juez
federal, fue objeto de amenazas en diversas ocasiones; sin embargo, esto no me
467
atemorizó y las sanciones que impuse en cada asunto en que fui amenazado, si
bien fueron elevadas, estuvieron correctamente individualizadas, inclusive
confirmadas las sentencias respectivas por el tribunal de apelación que en su
momento le tocó conocer.
3. Leal a la función y a sus convicciones personales, respetar y hacer
respetar la Constitución General de la República, aplicar la ley y obrar con
prudencia, de manera que sus resoluciones estén debidamente meditadas, fundadas
y motivadas, no producto de actos irreflexivos e irresponsables, porque esto puede
propiciar que se investigue su actuación, se le pierda la confianza y pueda ser
destituido.
4. Independiente e imparcial, no hacer caso a presiones, ni tratar de
favorecer a alguna de las partes, su deber es concretarse a aplicar exactamente la
ley, por dura que ésta sea.
s. No debe ceder a ofrecimientos o dádivas que gentes sin escrúpulos
acostumbra para corromper al funcionario, ni ser proclive a los halagos, tiene
que ver siempre con desconfianza al que todo le reconoce, aplaude y dice que sí,
aunque no sea cierto, de tal forma que es importante que uno elija su equipo de
trabajo, pero si esto no es posible porque ya encuentra uno al personal designado,
hay que dialogar con sus integrantes, haciéndoles saber la forma en que deben
desarrollar su actividad, darles confianza y buen trato, respetar sus puntos de
vista, aunque no se compartan, ya que en ese aspecto, el juez debe orientar a sus
subalternos, por ser el rector del procedimiento judicial, lo que permitirá que la
gente trabaje sin presiones y rinda más, todo ello en beneficio de la función
jurisdiccional.
6. Estudio constante, para estar siempre actualizado; las resoluciones que
uno dicte, deberán estar debidamente apoyadas, ningún asunto es igual por parecido
que sea, de manera que no es conveniente resolver con un mismo modelo o
machote, sino que se debe estudiar con seriedad y responsabilidad cada expediente
a resolver, y no firmar la resolución hasta estar seguro de que todas las ideas que
uno expuso están insertas de manera ordenada. En cierta ocasión, el que esto
escribe le preguntó a un secretario si ya habían cotejado un proyecto de resolución,
468
contestándome que sí, que no desconfiara; sin embargo, como siempre he aplicado
el refrán que dice" Seguro mató a confiado", ordené un nuevo cotejo del asunto,
que tuvo como resultado la detección de varios errores. Lo anterior permite concluir
que hay que estar cierto de 10 que uno firma.
El autor tiene 32 alias de servicio en el Poder Judicial Federal, ha desempeñado puestos desde
actuario, secretario de juzgado, secretario de estudio y cuenta de la H. Suprema Corte de Justicia de la
Nación, juez de distrito a partir de 1976 (mixto y especializado), magistrado de circuito a partir de 1981
(tribunales unitarios, colegiados mixtos y especializados), en el año de 1998,fue distinguido con la medalla
al méritojudicial, Ignacio 1. Vallarta, y actualmente se desempeña como visitador judicial.
469
A quien corresponda:
Con el advenimiento del nuevo: año, siglo y milenio, a los optimistas nos
despierta la idea de una novedosa época y el gran despertar, confiando con
vehemencia en que brille intensamente la nueva forma de impartir justicia.
Es verdad que nos enfrentamos a una serie de intereses creados que resultan
enormemente difíciles de superar de primera mano, y los derechos de la
471
colectividad sin duda resultan deteriorados; tal parece que nos encontramos frente
a una carrera de relevos en que la estafeta que se entrega está de antemano
ampliamente contaminada
4í2
Efectivamente, tratan de transformar el orden jurídico vigente atentando
contra los Derechos Humanos, la ecología y la igualdad social e
inescrupulosamente coaccionan a los órganos gubernamentales para lograr la
transformación.
Esas voces de protesta cada día toman una mejor fisonomía. En Porto
Alegre, Brasil, tuvo lugar del 25 al 30 de enero último, una cumbre sobre un foro
social por la mundialización de los derechos humanos, la protección de la ecología
y en contra de las desigualdades sociales que cada día son más abismales.
473
en el consumo, si en un momento dado algún gobernante se opone a sus designios,
se fomentan golpes de estado, movimientos contrarrevolucionarios y todo lo que
sea menester a fin de que los objetivos se alcancen, si para ello es necesario
sacrificar a un gobierno legítimamente constituido (y a sus habitantes), es lo que
menos interesa, en otros casos a los gobernantes se les copta o se les somete, lo
único que importa es la subordinación a los dictados que cupularmente se les
hacen para privatizar todo.
Señalo como ejemplo, el caso del Seguro Social en México que aun cuando
se niegue ya es una realidad, sólo falta que se subroguen los servicios médicos
para que la privatización sea completa. De inmediato sobrevendrá algo similar
con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores al Servicio
del Estado. Esto último arrastrará a todos los organismos de seguridad social
creados en las diversas entidades federativas.
Los juristas, pero en especial los jueces deben ser refractarios a la influencia
política en la labor tan noble de impartir justicia, no pasemos por alto que el juez
español Baltasar Garzón, pretendió un enjuiciamiento en contra de Augusto
474
Pinochet y que el gobierno inglés dejó de extraditarlo bajo el argumento de que
"lo hacía por razones humanitarias", cuando ésto fue lo que menos importó al
dictador chileno.
475
Es verdad que el juzgador no debe aspirar a una vida opulenta, pero debe
vivir decorosamente, anteponiendo la dignidad a cualquier influencia aviesa o
negativa que desvirtúe su función.
4í6
Apreciado Juez de Distrito:
477
fantasma del aplicador mecánico del derecho, haciendo prevalecer el espíritu
dinámico de quien sabe hacer que las normas jurídicas concreten el ideal de justicia.
Nunca, como ahora, has estado obligado a cumplir con más puntualidad
la máxima ética kantiana que nos impone el cumplimiento del deber por el deber
mismo. Con tu persona, en tu núcleo familiar, frente a la Universidad que te
egresó, en el Poder Judicial de la Federación y en cualquier parte del país,
esfuérzate para que cada resolución que pronuncies te permita mantener tu frente
en alto porque así sabrás que tu dignidad pasó su prueba de fuerza.
Tú sabes que ser juzgador requiere la fortaleza del hombre pleno, porque
el derecho es imperativo de libertad, de dignidad y de honor. Porque el auténtico
juez tiene el convencimiento de que el derecho sigue siendo axioma de
convivencia, principio de tolerancia y sustento de pluralidad; porque tu quehacer
cotidiano debe ser testimonio de las posibilidades del espíritu humano, al
significarse en una permanente congruencia entre lo que se piensa y lo que se
hace.
478
" , ! /:
Hoy, más que nunca, tu quehacer cotidiano debe ser una acción consciente
de compromiso humano, donde se refleje la riqueza conceptual y ética, donde se
perciba tu respeto y reconocimiento irrestricto a los valores universales y
permanentes; un compromiso que te permita disfrutar al servir a tus semejantes,
al hacer prevalecer el derecho y al mantener plena congruencia entre tu vida
privada y tu función pública.
479
DECÁLOGO DEL JUZGADOR
por Enrique Sánchez Bringas
1. Debes ser, ante todo, un hombre libre, porque sin libertad, además de
envilecer tu esencia humana, atarás al derecho y, peor aún, encadenarás a la justicia.
III. Sé ejemplo de honestidad para que las partes que recurran a ti sepan,
todo el tiempo, que tus resoluciones nunca serán desviadas por tus intereses
económicos, políticos, religiosos o ideológicos.
480 ----~~~-
VIII. Perdona a las partes, litigantes y medios de comunicación que te
calumnian y ofenden para esconder y justificar su torpeza, su ignorancia, la
ausencia de razón o sus incapacidades.
Sinceramente
(México, 1945); licenciado en Derecho, UNAM (1967); estudios de maestría en Derecho, UNAM
(1996); profesor por oposición de Derecho constitucional, amparo y garantías individuales y sociales,
UNAM (1976); Investigador de medio tiempo por oposición, Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM
(1976-1992); profesor por oposición de Derecho constitucional, Universidad Michoacana (1998).
Publicaciones "Derecho constitucional" (Porrúa, 6ed., 20001, en prensa), "Los derechos humanos en la
Constitución yen los tratados internacionales" (Porrúa, 2001, en prensa) y más de 30 artículos en revistas
especializadas. Conferencistas enforos nacionales e internacionales. Magistrado numerario del Tribunal
de lo Contencioso Electoral Federal (1987-89); Director General de Profesiones SEP (1989-92); Director
de Investigación y Vigilancia de la Procuraduría Agraria (1992); Coordinador del programa de presuntos
desaparecidos CNDH ( 1993-96); Secretario de Educación en el Estado de Michoacán (1996); Director
General del Colegio de Bachilleres del Estado de Michoacán (1997-99); Consejero de la Judicatura Federal
(1999-).
- - - - -------------
481
"SERLE FIEL A LA JUSTICIA". (1)
1 Los conceptos aquí vertidos se toman, fundamentalmente, del mensaje que he pronunciado en ocasión de la toma de
protesta de nuevos Magistrados de Circuito, el 23 de agosto de 2000, en la Ciudad de México.
483
tJat!a! a"h Jllez filie ihiala !II tJattenl J"m(]ial
Serle fiel a la justicia, en este caso, es la misión que nos toca cumplir a
todos los que hemos optado por el camino de la judicatura y, en mi opinión, debe
ser la virtud máxima a la que deben aspirar quienes se inician en el camino de una
de las profesiones más hermosas y dignificantes que existen en la vida: ser jueces.
Por ello, para ti que inicias tus funciones como juzgador dentro del Poder
Judicial o en alguna otra institución vinculada a la impartición de justicia, quisiera
pedirte eso: tu fidelidad a la justicia.
484
Preocúpate de la singularidad de cada caso y mantén siempre un
respeto por la persona humana. Ve en el justiciable a ese ser humano que acude
ante ti deseoso, sediento de resolver un problema humano que podrías estar
viviendo tú mismo.
485
Mira tu cargo como un reto maravilloso, como una forma de responder a
esa sociedad activísima, en efervescencia, que clama de nuestras respuestas.
Por todo ello, a ti que inicias esta nueva etapa en tu vida, quienes
compartimos contigo la investidura que nos da el ser miembros de la judicatura,
te pedimos que trasciendas a tu función y a tu tiempo con decisiones autónomas,
independientes y valientes.
Se tituló con la tesis: "Una Revolución en la Interpretación del Derecho ". Cursó el posgrado en
el University College o!"Swansea; Directora del Seminario de Sociología General y Jurídica, Facultad de
Derecho, UNAM 1980-1984. Notaria Pública 182 del Distrito Federaly del Patrimonio 1nmobiliario Federal,
actualmente con licencia, 1984 marzo de 1993: Magistrada Numeraria de la Sexta Sala Civil del Tribunal
Superior de Justicia del D.F, de marzo de 1993 a enero de 1995; Maestra de Derecho Civil y Sociología
Jurídica por oposición en la UNAM y en diversos Colegios y Universidades; mención honorífica por
unanimidad, al sustentar el examen profesional. Beca del British Council para realizar estudios de posgrado
sobre administración Social en la Gran Bretaiia. Miembro del Colegio de profesores del Colegio de Profesores
de la Facultad de Derecho, UNAM. Preside la sección de abogadas de la Federación Mexicana de Mujeres
Universitarias A.C.;.fue designada ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por el Senado de
la República, el 26 de enero de 1995 y quedó adscrita a la Primera Sala Penal-Civil.
487
Estimado amigo:
Al saber del hecho de que ahora tendrás en tus manos el poder del Estado
para impartir justicia, no pude dejar de acordarme de la conocida frase del Quijote,
"no es bien que un hombre se meta a juzgar las cosas de otros hombres no yéndole
nada en ello, sino que cada uno meta su mano en su pecho que cada quien es
como Dios lo hizo y a veces peor"; lo digo porque, a partir del momento en que
inicies tus funciones de juzgador, representarás el deber que el Estado tiene para
con la paz y la concordia de la sociedad, su parte que le corresponde en el desarrollo
de nuestro pueblo y su justificación final que es el imperio de la Ley.
489
soberano del Estado para hacer cumplir la Ley y, al mismo tiempo, la que requiere
mayor inteligencia y sentimiento humano para no transformar las normas jurídicas
en medidas de opresión y mantenerlas como rutas de justicia.
490
El Derecho no es un dique que contiene las fuerzas del cambio social, es
un camino que les da forma y sentido; por eso, como juez, tienes en tus manos las
llaves que permiten transitar con seguridad y calma por las rutas del progreso
histórico. En una compleja sociedad democrática como la nuestra, el juez debe
ser sensible con las necesidades de la sociedad a la que pertenece. Sin duda, la
función judicial es la que aparentemente está más lejos del ser democrático de la
comunidad; pero esto es sólo ilusorio; el juez debe permanecer ajeno a los vaivenes
de la política que no siempre saben representar los intereses comunes, pero está
comprometido con la democracia en la misma medida en que debe resguardar los
derechos de la sociedad, acaso con más celo que los suyos propios, entendiendo
siempre que es garante de las libertades, tanto como lo es de los derechos de los
particulares.
En cada fallo que pronuncies, piensa siempre que no es tu voz la que será
escuchada y que, con la mayor austeridad republicana, tu personalidad estará
siempre en la penumbra de la presencia de la Ley a la cual sirves y a la cual
representas; es ella la que hablará por tu boca cuando decidas quién tiene mejor
derecho, quién dice la verdad y quién miente, cuáles son los límites en los que el
poder del Estado debe detenerse y cuándo debe dar marcha atrás y resarcir los
derechos invadidos o afectados. Los que recurramos a ti, no buscaremos sino que
tu inteligencia sepa leer en las líneas de la norma, el derecho que nos asiste y no
esperamos de ti sino la imparcialidad, la generosidad y el respeto, que fundan una
sociedad basada en la buena fe y en el deseo natural de la convivencia.
491
Derecho ha cambiado con tal celeridad que tengas que reconocerte como estudiante
permanente y también cuando necesites el contacto con tu comunidad para renovar
la juventud que sumada al conocimiento hacen al mejor de los individuos.
492 ~--~---------~-_.~~----------------
El Señor Presidente de la Honorable Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Doctor Genaro David Góngora Pimentel, me ha invitado a colaborar en
la redacción del libro "Cartas a un Juez que inicia su carrera judicial", invitación
que significa para mí una honrosa distinción y que acepto gustosamente porque
me permite acercarme a todos aquellos que encaminan sus pasos por la hermosa
senda del Juzgador.
El juzgador debe saber transitar por los senderos que traza la ley para
llegar a la plena realización de la justicia. El camino que conduce a ésta es el
Derecho, por lo que conocerlo es deber de quienes tienen por ocupación servir a
aquélla. El Derecho es el medio; la justicia es el fin.
494
del hombre honrado a carta cabal haga de su nombre un adjetivo para valorar la
conducta de los demás.
La función del Juez, quizá la más honrosa y excelsa que pueda confiarse
al hombre, debe ejercerse con fervor casi reverencial. Surgida para satisfacer una
necesidad de la vida social, debe estar al alcance de todos aquellos que necesitan
sentir el hálito de la justicia, independientemente de su condición cultural y
económica, de su credo religioso y de su posición política.
y es que el Juez debe estar consciente de que todos los empeños de quienes
a él acuden, todos sus afanes, su aportación de pruebas, sus alegatos, sus
ansiedades, van encaminados a alcanzar el dictado de la sentencia justa. El
expediente todo, por más voluminoso que sea, se integra con ese solo propósito:
el de llegar a la sentencia, documento éste en el que el Juez debe volcar sus
conocimientos jurídicos y la sensibilidad de su corazón. Podríamos decir que al
Juez se le conoce por sus sentencias (sentencia viene del latín sentiendo, lo que
siente el Juez como consecuencia de adentrarse en el estudio de los autos), Juzgador
que no se enorgullece de serlo ni pone pasión en su desempeño no merece el
cargo: dar justicia es amar al prójimo.
495
Me es penoso hablar de mí mismo, pero sin vanidad, con modestia y (por
qué callarlo?) con orgullo, creo pertinente y oportuno para los fines que se
persiguen con la edición del libro para el cual escribo estos renglones, invocar el
suceso que me hizo vivir horas dolorosas cuando alguien, el líder de una central
campesina, me atribuyó, públicamente, haber recibido cincuenta millones de pesos
para dar a mi sentencia determinado sentido, pero autoridades federales y locales,
centros universitarios, y barras y colegios de abogados, salieron, también
públicamente, en mi defensa... y el calumniador acabó por retractarse y mi dolor
se convirtió enjúbilo. ¿No prueba ésto que actuar siempre con limpieza reditúa?
En aquella ocasión el señor Ministro don Felipe Tena Ramírez, ya retirado, me
llamó telefónicamente desde San Antonio, Texas, para decirme que no lamentaba
el suceso, sino que se alegraba y me felicitaba, que ya sabía yo la opinión que
México tenía de mí.
Mucho, mucho más quisiera hablar del papel que corresponde desempeñar
al Juez y de las normas a que debe sujetar su actuación; pero tengo que limitar mi
intervención porque otros, como yo, también habrán de exaltar la figura del Juez
en el libro que habrá de publicarse.
----------_.-
496
Juez amigo:
Me dicen que ganaste el concurso de oposición para ser juez y que hoy
por la mañana rendiste la protesta constitucional.
497
Desafortunadamente, hoy día, en los albores del siglo XXI, la sociedad
parece estar perdiendo el respeto a la Ley. Quienes tenemos que vigilar su
cumplimiento, nos vemos constantemente compelidos a sumarnos a esa actitud
tan nefasta para la sociedad; por ello, quiero insistirte que, antes que nada, tu
función como juez sea aplicar la Ley, lisa y llanamente hacer que se cumpla,
acuérdate que el poder que te otorga el Estado es para ello. La sociedad quiere
que se observe la Ley, no que se negocie con su cumplimiento.
498
SEMBLANZA DEL AUTOR
Licenciado en derecho por la Facultad de Derecho de la UNAM. Doctor en derecho por la Facultad
de Derecho de la Universidad de Valencia, España. Investigador titular "c" en el Instituto de Investigaciones
Jurídicas de la UNAM. Investigador Nacional, nivelIll. Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Vicepresidente y Miembro de número de/Instituto Internacional de Historia del Derecho Indiano. "Profesor
distinguido" de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Facultad de Derecho)' Ciencia Política.
Condecorado por el Gobierno de España con la "Cruz de Honor de San Raimundo de Peiiafort ". Secretario
General de la Unión de Universidades de América Latina. Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas
de la UNAM. Actualmente Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
499
Consejos a los futuros impartidores de Justicia:
501
procedimentales para poder postular. Una modesta secretaria de juzgado, con los
ojos cerrados, puede llevar a cabo una diligencia; inclusive, llega a corregir o a
suplir, según sea el caso, la incipiencia con "c" o con "s" de cualquier abogado.
Es decir, no importa cuánto se sepa de Derecho, sino qué tanto se esté familiarizado
con los procedimientos adjetivos y administrativos de un proceso. Así, hay
abogados ("coyotes", "tinterillos") que muchas veces son más eficaces, brillantes
y talentosos que muchos que nos preciamos de poseer un título. Mi tío abuelo
Antonio Rosas Abarca es un ejemplo de lo que digo. Por años fue Defensor de
Oficio en Acapulco, careciendo de título profesional. Sin embargo, era admirado,
reconocido y respetado en Acapulco por todo el gremio de abogados con título.
Tal vez por aquello de que él era un abogado sin título y muchos eran títulos sin
abogado. Muchos de los profesionistas se acercaban a "Don Toño" (como
afectuosamente se le conocía) para pedirle consejo en asuntos complicados. Otra
de las decepciones que experimenté fue la de conocer los espacios donde se litiga.
Los juzgados son oficinas donde no es digno el ejercicio de la ministración de
justicia. Todo esto pareciera una visión pesimista. Lo es en la medida que los
hechos la refrendan.
502
el sucumbir a las presiones, favoritismos, abyecciones, complicidades y la
corrupción; o el de estudiar y trabajar con dedicación y ahínco, con disciplina,
nunca perdiendo de vista la lucha por la justicia y la prevalencia del Estado de
Derecho. Es decir, parecer y simular, o ser y hacer. Un verdadero Estado de Derecho
no es un lugar, sino una forma de vida que debe tener una sociedad. No basta que
una Nación posea un conjunto de leyes, sino que esas normas sean obedecidas y
cumplidas en todo tiempo, en cualquier lugar y por cualquier persona. Nadie por
encima de la Ley. Todos subordinados a ella. Temer a la ley para no tener que
temer a nada ni a nadie.
Por otra parte, los jueces tienen que lidiar con una "competencia desleal",
producto precisamente de la pérdida de credibilidad de ese Estado de Derecho
que hablamos. Y esa competencia son los medios de comunicación electrónicos.
Desde un noticiero se hacen imputaciones en uno o en otro sentido; se integran
"averiguaciones". En las circunstancias actuales, ¿qué juez se hubiera animado a
dictar sentencia contra reos que los medios de comunicación -la televisión
específicamente- ya habían "absuelto"? Desde la comodidad o impunidad de un
"rating" un conductor de radio o de televisión se convierte ya sea en un feroz e
inquisidor fiscal o en un denodado defensor de oficio, según sea el caso. A tal
punto ha llegado la descomposición política y social que tiene mayor credibilidad
y confianza el dicho de estos individuos que el que pronuncia un juez o un
magistrado.
Ante este estado de cosas, ¿qué podría aconsejar a quienes pretenden ser
jueces? Desde mi perspectiva -que nunca he litigado, ni abracé la carrera judicial-
como político, como legislador. Aparte de ponderar el estudio, la honradez, la
disciplina, el tesón, la vocación por la justicia, es necesario que se esté consciente
que ser juez representa un alto honor, porque es una pesada carga, tanto de trabajo
administrativo,judicial, intelectual; pero también lo es por cuanto a la moralidad,
a la opinión pública (y no de los medios). De allí que en Roma así se denominaran:
"cargos" públicos. Porque se aceptaba la "carga" de ser ejemplo para los demás
ciudadanos, luz y esperanza de los justiciables.
503
Es necesario que se luche porque haya una verdadera impartición de
justicia. Que ésta sea verdaderamente gratuita y expedita. Tal vez si
perfeccionáramos nuestros códigos adjetivos que, hasta 1932, permitían que el
procedimiento judicial fuera preponderantemente oral; haciendo con ello en
realidad expedita y gratuita la impartición de justicia y, sobre todo, que empataba
la verdad legal con la realidad. Justicia y equidad al mismo tiempo. Tal vez si
reforzamos y damos un impulso decidido y decisivo a la figura del arbitraje, a fin
de que los juzgados, salas y tribunales no estén abarrotados de asuntos que, en un
alto porcentaje, pueden ser resueltos mediante esta vía de solución de controversias
civiles y mercantiles.
504
demanda, todavía no cumplida, de que los ascensos sean vía el escalafón y no por
la de la complicidad política. De preferencia debe contar con un posgrado en la
disciplina ya que la grave problemática que se vive dentro de los tribunales
demanda una mayor especialización del juez. Una brillante abogada, quien es
secretaria de acuerdos en un juzgado de distrito, la licenciada Orfila Jaimes
Velázquez me decía que en ningún lugar se enseña a ser juez. Que la mejor manera
de aprender a ser juez es siéndolo. A este respecto, otro abogado de excepción
-quien es juez penal en el Distrito Federal- el licenciado Enrique Gallegos
Garcilazo me comentaba que es necesario que el aspirante tome un "curso
propedéutico", toda vez que la dirección de un tribunal implica enfrentar una
serie de problemas de carácter administrativo que, muchas veces, ocasionan el
fracaso del titular y lo llevan a cometer errores en la impartición de justicia.
505
Quien quiera llegar a ser juez, además de tener la aptitud para serlo, deberá
tener la actitud para ejercerlo y asumirlo. En otras palabras, debe ser un hombre
íntegro, con valores morales, humanos, sociales y familiares que lo conduzcan a
realizar con éxito su cometido de alto funcionario de la Justicia. Si el abogado
posee estos valores, no importa la materia: laboral, penal, civil, mercantil; podrá
ser congruente en la manera en que resuelve los conflictos; en la manera que
imparte justicia. Es decir, siempre habrá congruencia entre cómo resuelve sus
propios problemas y los de los demás. El aspirante debe saber que no puede
escapar al escrutinio social, puesto que a decir del pueblo: "el buen juez por su
casa empieza".
506
A los nuevos Jueces de Distrito:
Es esta la egregia tarea del juzgador: ni más ni menos que definir en cada
caso qué es lo justo, no confonne a su personal y subjetivo criterio, sino confonne
a lo que disponen la Constitución Política y las leyes emanadas de ella, o sea,
confonne al orden jurídico en el que se sintetizan los ideales de justicia individual
y social y que constituye el único respaldo válido de la función judicial.
507
-----~--~~
tiene que trabajar tiempo completo y buscar la excelencia incansablemente, dado
que podría excusarse de no hacer bien las labores que corresponden a profesión u
oficio diferente, pero no las que son propias de lo suyo. Un antiguo maestro decía
al respecto, que a los jueces no se nos puede exigir que levantemos bien un muro
porque no somos albañiles, o que curemos a un enfermo, porque no somos médicos,
pero sí que hagamos bien nuestras resoluciones; y para lo segundo debemos ser
personas de buen comportamiento, sin vicios ni otro tipo de conductas impropias
que puedan desprestigiar a esta noble actividad.
508
----
ello podría ser, el que obtiene el favor es el primer crítico del juez que le concede
algo a 10 que normalmente no tendría derecho, y en lo sucesivo cuando pierda
pensará que en esta ocasión el favor se le hizo a su contrincante.
El autor ha sido funcionario del Poder Judicial de la Federación por más de cuarenta años: la
años como Juez de Distrito; más de 20 años como Magistrado de Circuito y actualmente es Consejero de la
Judicatura Federal.
509
Frente al reto de las innovaciones: Justicia Social
Por fortuna hoy quedaron atrás los residuos de la añeja discusión de los
sexos para dar lugar al debate de las ideas y de la competencia, de la alta
competencia diría yo, y es muy relevante mencionar que la competencia es una
característica no muy ajena a la JUSTICIA, dado que en las circunstancias actuales
no existiría el equilibrio de la sociedad sin que quienes enfrenten sus retos sean
511
altamente competentes, y en este renglón me parece, queridas señoras jueces se
encuentra el significado de nuestro propio paradigma.
512
El juez es justo aun cuando sus determinaciones y sentencias son
imparciales, y las mismas se han dictado previa la valoración de todas las pruebas,
observando en todo momento las reglas y las leyes que regulan el procedimiento
del juicio, es decir ministra justicia al aplicar la ley no obstante las limitaciones
que tiene para hacerlo. Si el juez deja de ser justo y se vuelve benevolente, pensará
que al sentenciar - en materia penal - a prisión a un ciudadano, no 10 dañará,
porque, como las cárceles no son lugares malos, sino buenos donde readaptan, (
¿') lo que hace al sentenciarlo a 15 años de prisión pueda ya convivir en correcta
armonía con sus conciudadanos - visión de la prisión como Universidad del
crimen a visión de Universidad de becarios, donde se gradúan hombres rectos y
buenos para con la sociedad--.
513
Deben ser perseverantes y disciplinadas consigo mismas, lo que tienen en
sus manos es la posibilidad de concretar por un lado su proyecto de vida, pero
además y aun más importante, decidirán sobre situaciones concretas de personas
que están en la zozobra por saber cúal será su veredicto, actuemos de modo
permanente con respeto a esa responsabilidad.
Dicen mal por los pasillos de los juzgados que es dificil no caer en la
tentación de las dádivas y las prebendas, pero me parece que es tan indigno
ofrecer dinero como recibirlo, no nos formamos en un aula universitaria para
rebajamos en ser simplemente delincuentes, en nuestro caso no podemos traicionar
la confianza y la buena fe de la sociedad y de la misma Suprema Corte de Justicia,
por eso me parece que lo dificil será caer en esas tentaciones y tener cara para
incorporamos como seres en la sociedad.
Otra grave apreciación que no quiero dejar por alto es el hecho de que en
ocasiones dejamos a un lado la ley porque es más fácil usar la costumbre, y ésta
es una terrible inercia que va en contra de toda la moral, por eso les ruego siempre
revisemos, siempre estudiemos con rigor, repasar los textos, acudir a los libros,
no es un defecto, por el contrario es una virtud y necesitamos que todas nuestras
actuaciones estén fundadas, siempre estrictamente fundadas.
514
JUSTICIA, es una invocación permanente y eviterna de la sociedad toda
vez que es muy subjetiva y momentánea su definición, nosotras tenemos que
entenderla como el apego al derecho, pero también con la visión de sabemos
inmersas en una sociedad dinámica y cambiante.
Pero los Jueces deben ir más allá, deben encaminar sus pasos hacia la
búsqueda constante de la verdad "IN VERITATfS DILECTfONE MANETE" que
significa como bien sabemos; permanecer en el amor a la verdad, y ser instrumento
de la verdad es ser instrumento excelso de JUSTICIA, y por supuesto que si el
término justo es complicado, no menos lo es el de verdad, pero verdad y justicia
son directrices exactas y comparsas precisas para el perfeccionamiento de la
sociedad y del hombre, para su propia y constante búsqueda.
Quién podría dudar en estos dias que enfrentamos una enorme crisis de
credibilidad ante las estructuras sociales, o quién podría no encontrar justificado
el encono de la sociedad con los diversos sistemas que rodean la procuración y la
impartición de la justicia.
515
SEMBLANZA DE LA AUTORA
Nació en 1958, con residencia efectiva de mas de 27 años en e! Estado de México, es egresada de
la Universidad Nacional Autónoma de México, ha realizado diversos Diplomados en Materia Penal, en
1993 fue Presidenta del Colegio de Abogados del Valle de México, Secretaria General del Foro Nacional
de Colegios de Profesionistas en el Estado de México, jue Magistrada Numeraria de Sala Regional y de
Sala Superior del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Estado de México, ha sido ponente en
distintos Estados de la República y Presidenta de! Consejo de Honor y Justicia de la Asociación de Abogados
del Valle de México, A.C., actualmente se desempeña como Sub-Procuradora de Justicia del Estado de
México.
516
Algo para los Jueces:
y es precisamente por esta razón que las resoluciones de los jueces deben
tener una finalidad y efectos creativos y no ser sólo una simple decisión que,
aunque fundada en ley en el aspecto formal, no consiga ese bienestar social que
es el valor que sustenta al derecho y lo ilumina, pues es lo que le da contenido y
vida.
517
Para que el juez sea un verdadero impartidor de justicia, debe ver lo bueno,
evocar lo positivo, ser visionario.
Otra condición más es que debe ser fuerte y no dejarse vencer por el
cansancio, el hastío, el desinterés. Por el contrario, debe ser entusiasta a pesar de
las circunstancias.
Es así que en la Biblia, en el libro de Éxodo, capítulo 18, verso 21; letro le
recomienda a Moisés las cualidades que debe tener un juzgador, consistentes en:
a) Virtuosos,
b) Temerosos de Dios,
c) De verdad (confiables y honestos),
d) Que aborrezcan la avaricia.
518
Una cualidad importante del juez es que debe ser un defensor de la libertad
y un luchador incansable por el bienestar social; sin embargo, parece obvio pensar
que, para proclamar libertad, antes se debe ser libre en el fuero interno.
519
Dice en el libro de Deuteronomio, capítulo 16, versículos 18 al 20 lo
siguiente:
------------- ~-----~----~---~----_._--
520
La realidad es que si trabajamos en equipo y en conjunto, no hay adversidad
imposible de enfrentar, sólo tendremos situaciones difíciles pero superables y
conquistables para el bien de todos y, especialmente, de los más necesitados.
Para ello es importante tomar en cuenta la responsabilidad que cada uno tiene por
los talentos y habilidades recibidos con el objeto de utilizarlos con fines de
beneficio y edificación de la colectividad, en el entorno en que interactuemos.
Por otra parte, resulta que todo trabajo puede ser una carga o un placer,
todo depende de las motivaciones que se tengan y la visión que se tenga de lo que
somos capaces de conseguir o construir a partir del amplio arsenal de recursos y
posibilidades que tengamos, valiendo la pena no olvidar que un juzgador federal
está habilitado para crear prosperidad con sus decisiones tanto jurisdiccionales
como las de carácter laboral.
521
"chambistas". Vayamos más allá y juzguemos por la pasión de ser artífices del
futuro de nuestro país, lo que nos llevará a la excelencia.
522
SEMBLANZA DEL AUTOR
523
Muy estimado señor Juez:
Esta carta no tiene otro objeto que felicitarlo porque, al inicio de su carrera
judicial, también comienza usted una nueva y fascinante experiencia: hacer justicia.
Nada es tan importante como hacer justicia. La vocación innata del hombre
es resolver conflictos. Lo hacemos en el ámbito familiar y lo reproducimos en
toda la escala de actividades sociales. Cuando, además, el objeto mismo de nuestra
función profesional consiste en impartir justicia, se puede decir que hemos alcan-
zado el punto más alto en el que se puede situar un hombre en la relación con sus
semejantes.
525
La objetividad, imparcialidad, inmediatez, y profesionalidad en la
impartición de justicia es un anhelo siempre presente y reiteradamente diferido
en la vida de todas las sociedades. Por lo general hay algo que se considera más
apremiante en el juego del poder. Además, por mucho tiempo se tuvo a la justicia
como rehén del poder, de suerte que se dio en hablar de la politización de la
justicia como un fenómeno generalizado. Pero enseguida se presentó otro
problema: el ejercicio de la política se fue desprestigiando y numerosos casos de
corrupción tuvieron que ventilarse en los tribunales. Así, se invirtieron las tomas
y se pasó a lo que suele conocerse como la judicialización de la política.
Desde luego, esta situación tiene remedio. Nadie puede tener interés en
perpetuar una relación de desconfianza. Todos los miembros de la sociedad
-medios, foro, academia, organizaciones políticas y sociales- tenemos por delante
la tarea de reconstruir el tejido de confianza colectiva que los mexicanos perdimos
a fuerza de desengaños. Lo natural en una sociedad es que prevalezcan las
relaciones basadas en compartir valores comunes. Las relaciones individuales y
colectivas tienen una naturaleza esencialmente fiduciaria.
526
- - - - - - - - - ---
El problema está en hacer lo necesario para restituir la confianza en las
instituciones, supuesto que la judicatura no es la única afectada por las reticencias
generalizadas. Desde mi punto de vista hay dos formas de acercamos al objetivo
deseado: por una parte fortaleciendo a las propias instituciones, y de otra
promoviendo la cultura jurídica en el país.
¿Cómo fortalecer las instituciones? Tiene que ser una acción convergente
que involucre a las instituciones públicas y a las sociales. Uno de nuestros
problemas es que con frecuencia hemos adoptado soluciones parciales para
problemas de amplio espectro, y al no conseguir los resultados propuestos dudamos
hasta de nuestros aciertos. En este sentido, y de manera muy esquemática, es
necesario que fortalezcamos nuestro sistema representativo, que ampliemos la
esfera de acción de los órganos que imparten justicia en los ámbitos federal y
local, y que atendamos con mayor cuidado los problemas de la justicia
administrativa. Debemos reconocer que en México se ha producido un desarrollo
muy asimétrico entre las diversas expresiones de la función materialmente
jurisdiccional, y que el ciudadano no tiene por qué distinguir entre ellas; el
ciudadano medio tiene una percepción muy borrosa de la diferencia que puede
haber entre un juez de paz o un juez de distrito. Si la experiencia personal del
ciudadano en cualquier fuero es insatisfactoria, tenderá a generalizar sus
conclusiones. De ahí que el arreglo institucional que permita mejorar todas las
diferentes expresiones institucionales de impartición de justicia, tendrá un efecto
sinérgico positivo para restablecer la confianza social en las instituciones públicas.
527
derecho. Sin tenerlo que constatar empíricamente, puede afirmarse que la cultura
jurídica en México es muy pobre, y que mientras subsista esa carencia tendremos
dificultades para facilitar el acceso a la justicia y para mejorar la percepción general
de las instituciones.
- - - - ---~~--------~
528
Carta a un Juez que inicia su Carrera Judicial:
Me he enterado que has sido designado juez federal. Creo que es oportuno
compartir contigo un par de preocupaciones y darte algunos consejos.
52!1
dueños de este país- tenemos el poder de exigir o requerir a nuestros servidores
que informen, actúen, o tomen una decisión o una medida sobre algo que concierne
a sus funciones, aunque precisamente para eso se les nombra y para eso les
pagamos. Lo que se dice es que los ciudadanos tienen el "derecho de pedir", el
derecho a rogarles a los empleados de sus gobiernos. La parte final del texto es
aun más indignante, ahí se dice que esos empleados, como si fuera una gracia o
favor, "respetarán el ejercicio del derecho de petición". Hablar del respeto al
derecho de petición de los habitantes, y del "uso de ese derecho", no del ejercicio
de ese poder, es el reconocimiento infamante que usaban los monarcas para
referirse al derecho que tenían sus súbditos a pedirles o suplicarles.
Para entender lo que esto significa debe relacionarse con la imagen propia
de ciertos gobiernos en los cuales los funcionarios, empleados en los distintos
órganos del gobierno de todos los niveles, no se ven a sí mismos como simples
delegados del poder de la población; esto es, servidores de los ciudadanos, sino
que sienten, creen, y se refieren a ellos mismos, como si fueran el poder.( 1)
l En la ciencia politica comparada es particularmente interesante el uso de las palabaras para entender la posición del
gobierno frente a la población. En Gran Bretaña a ningún empleado del gobierno se le ocurriria pensar que es miembro
de un poder, el nombre genérico que tienen todos los funcionarios en puestos pernlanentes. desde los más altos, es civil
servants, que no significa scrvidor civil, sino "sirviente civil".
530
,
Así hemos llegado a esa situación increíble en la realidad de nuestro país
en que la autoridad no es el pueblo. La autoridad es el gobierno y los empleados
que lo forman en todas sus ramas y en todos sus niveles. La autoridad son los
jefes y los dependientes inferiores de las oficinas gubernamentales; los jefes y los
soldados del ejército del presidente que además de servir para reprimir y mantener
sometida a la población, poca utilidad tiene; los jefes policiacos y sus agentes
que nos asaltan; los empleados dependientes del presidente y de los gobernadores
a los que se les llama ministerios "públicos". También son autoridad nuestros
llamados representantes en los órganos legislativos que se hacen llamar "esta
soberanía" y, en fin, todos los demás que ejercen cargos públicos. Todos esos son
la autoridad. Dentro de esa deformación, la función más importante de los jueces
federales como tú, es la protección de los individuos frente a sus empleados en el
gobierno; así, tu labor es sinónimo de la defensa y de la esperanza.
Pero resulta que los jueces son también empleados de la población en una
de las ramas del gobierno y están sujetos a las tentaciones de cualquier hombre al
que la sociedad le presta poder. Muy pronto se ve que, igual que los demás, están
listos a abusar del poder que se les presta y que en su trabajo -uno de los más
importantes y más delicados en cualquier país- la arbitrariedad, la venalidad y la
prepotencia pasan más fácilmente inadvertidas para la mayoría de la población.
Te recuerdo algo que tú bien sabes, los jueces no son servidores de una
justicia abstracta sino empleados de la sociedad a la cual tienen la obligación de
servir, declarando la justicia en la causa de la que conocen, con la actitud sencilla
que deben tener las tareas más importantes en la sociedad. A esa actitud se refería
largamente Calamandrei en sus relatos sobre la cultura de la arrogancia judicial,
producto de la desconfianza entre abogados y jueces en Italia, comparándola con
la sencillez de la cultura del procedimiento oral en Inglaterra. Sus palabras parece
que hubieran sido escritas la semana pasada: "el proceso civil se halla basado
entre nosotros sobre la desconfianza. Hoy, después de diez años de haber entrado
en vigor el nuevo código de procedimiento civil que ha introducido en la fase
sumarial el sistema de la oralidad, ya reclamado por los abogados, nos
encontramos frente al curioso fenómeno de la hostilidad de gran parte de
-flbogados, precisamente a este principio de la oralidad y en especial a aquella
institución deljuez instructor, cuya función debía ser la de invitar a los abogados
a tomar asiento frente a su propia mesa, afin de discurrir confidencialmente, por
3 El Juicio Politico. la impunidad. los encubrimientos y otras formas de oprcsión. Ed. Coyoacán. México. año 2000.
532
las buenas, acerca de las diversas cuestiones de la causa, y conseguir así, sin
énfasis oratoria, simpl~ficar el debate reduciéndolo al punto esencial ",(4) y en un
famoso artículo terminaba diciendo: "el abogado que recfamajusticia. no tiene
necesidad de ponerse de rodillas ante el juez que está obligado a dársela "(5)
4 La crisis de la justicia. Conferencia de Piero Calamandrei en el simposium sobre la Crisis del Derecho promovido
por la Facultad juridica de la Universidad de Padua de abril a mayo de 1951. Publicado originalmentc por Cedam, Casa
Editrice. Padova. 1953. y traducido y publicado en español por Ediciones Juridicas Europa - América. Buenos Aires,
1961, pags. 306 y 307.
5 "Relacioncs de buena vecindad entre jueces y defensores." Publicado en la Rivista di diritlo processuale civilc. 1943,
11, p. 3. Reproducido en los Studi, t. 5. p. 267.
6 Mauro Cappelletli; Who Watches the Watchmen" en The Judicial Process in Comparative Perspective. Claredon
Press,Oxford. 1989. Hablo en pretérito porque desgraciadamente, como es ya sabido, el gran maestro padece
actualmente de la enfermedad de Alzheimcr, y seguramente no volverá a escribir.
rey en 1552. En 1604 se alcanza la consolidación de la independencia de los
jueces en Francia, el dominio sobre sus juzgados es absoluto, cobran a las partes
por los actos que efectúan, no tienen que dar cuentas a nadie de sus actos, pueden,
con autorización de su Parlamento (es decir del tribunal superior al que pertenecen),
vender sus juzgados, darlos en herencia a sus hijos y si tienen alguna hija soltera
ofrecer a los pretendientes darles en dote el juzgado. En ese año Charles Paulet,
ministro del rey, piensa que lo que hay que hacer es exigirles un pago anual por
ejercer la judicatura que es un oficio totalmente independiente. Ese pago se conoció
como la paulette.
- - - ~-~-----
las palabras de la ley, ésa era su única función. Para esto durante la Revolución,
en 1790, se crea el Tribunal de Cassation, que aunque se llamaba "tribunal" no
formaba parte de los órganos judiciales y era, por el contrario, el órgano por el
cual los legisladores controlaban la actividad de los órganos judiciales.(7)
535
colegiados de los que forman parte y, cuando son integrantes del pleno de un
tribunal, deben ser especialmente independientes para evitar que ese pleno se
transforme en un claustro o una logia de privilegios por encubrimientos. Junto
con eso, los jueces deben buscar y esforzarse por lograr la más dificil de las
independencias, la del grupo social al que pertenecen, y deben hacer también un
gran esfuerzo para ser independientes de sus creencias, de sus prejuicios y de las
concepciones preconstituidas sobre la conducta y el comportamiento de los seres
humanos.
Van mis deseos de que, además de que sigas siendo honrado, seas un juez
independiente.
Abogado, estudió además Filosofia y Ciencia Política. Profesor Titular por Oposición Abierta, en
la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México desde 1966; Profesor en la Facultad
de Ciencias Políticas de la misma Universidad en 1980)' 1984. Profesor visitante en la Universidad de
Cambridge (1972-73). Abogado General de la UniversidadAutónoma Metropolitana (1974-1979). Miembro
de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Ciencias Penales (1976-1980). Profesor de Derecho
Constitucional en la Facultad de Derecho de la UNAM (1987-89). Director de los Cursos de Invierno de la
Facultad de Derecho de la UNAM, (1989 - 91). Profesor de Derecho Constitucional de la Escuela Libre de
Derecho desde 1992. Coordinador de la Comisión de Derecho Constitucional y Amparo de la Barra Mexicana
de Abogados de (1995 a 98). Presidente del Panel Binacional del TLC con Estados Unidos y Canadá, sobre
cuotas compensatorias del poliestireno (1995-96). Profesor invitado de la Universidad de Poitiers, Francia,
(1997). Miembro de la Society ofPublic Teachers ofLaw de Gran Bretaña; Miembro del Consejo Directivo
Mundial de la Association Internationale Droit, Ethique et Science, con sede en Estrasburgo, Francia. Ha
sido)' es abogado)' asesor en diversos problemas relacionados con juicios políticos, acciones de
inconstitucionalidad)' controversias constitucionales. Es autor de varios libros y de numerosos artículos y
ensayos. Sus últimas publicaciones son: "La Constitución como instrumento de dominio ", Ediciones
Coyoacán, y "El Juicio Político, la impunidad, los encubrimientos y otras formas de opresión ", Ediciones
Coyoacán.
536
Atributos del Juez
537
Precisamente a algunos de estos atributos quiero referirme brevemente,
-dado que no es posible dar gran extensión a esta epístola-, con el fin de que
como juez, que inicia el sendero de la impartición de justicia, los tenga presentes,
los enarbole y los difunda, y si no contara usted con ellos, inicie con ahínco su
búsqueda, pues deben estar en la figura del juez y manifestarse en cada uno de
sus actos jurídicos.
- - - - - - - - - - -----_._-_._-----------
538
honestidad y de integridad, pero también se confía que en los elementos
diferenciadores de su personalidad hayan permeado principios morales y éticos
que avalen sus decisiones. En fin, estoy cierto que del grado de madurez moral
que el juez alcance como ser humano, dependerá la rectitud de sus resoluciones
y, consecuentemente, su tutela de los valores de la ley.
Por otra parte, la preparación intelectual del juez es esencial, sus funciones
así lo exigen, puesto que su herramienta fundamental de trabajo es su pericia en
el conocimiento de la ley, de la jurisprudencia y de la doctrina, pero también su
responsabilidad lo insta a aplicarlas con buen juicio, pues el juez en su trascendental
tarea es forjador de la historia, ya que sus resoluciones son pronunciadas en nombre
del Estado, y tienen efectos innegables en el propio Estado y en la sociedad.
539
Además, el juez requiere pericia y agudeza en su labor porque las
decisiones que adopta son sujetas a escrutinio por parte de expertos como él;
porque en sus resoluciones está obligado a interrogar los axiomas del devenir
histórico jurídico y a la realidad social imperante; porque necesita elementos
para derrumbar murallas de simulación que le son presentadas como verdades
absolutas; porque debe saber identificar los principios inmutables de la ética y el
dinamismo de aquéllos que pueden ser movibles; porque debe armonizar la norma
con las circunstancias en que le son presentados los hechos que en esta época de
rompimiento de paradigmas, de cuestionamiento de valores, de surgimiento de
nuevas ideas, tienden a apagar la llama de la justicia.
- - - ~----~-
540 ~----~-----~-------~--- - - -
tomando en cuenta que éstos no sólo abarcan a individuos sino a colectividades,
como sería el caso del derecho electoral, es manifiesto que al juez no le es
permisible aducir incultura, por lo cual, en esta época, la función del juez se
agiganta en la medida en que el derecho es utilizado también para guiar el desarrollo
social y económico del Estado, y ello impele al juez a conocer el espíritu de los
tiempos pasados, de los presentes y, en cierto modo, adelantarse a las etapas por
vemr.
541
---------- - - -
Amigo Juez que inicia su camino: así como los egipcios que a la muerte
de sus próceres juzgaban su conducta para ver si eran o no dignos de la
inmortalidad; cuando al ténnino de su carrera jurisdiccional, haga usted mismo
el balance de sus actos, sabrá si en conciencia cumplió con estos principios y
sabrá si se ha hecho acreedor a la indestructibilidad de su ser, porque mientras
alguien agradezca sus decisiones justas, usted será perenne.
542
- - - - - - -
Frida Mariana:
La primera vez que te escuché hablar fue algo maravilloso, una emoción
sin paralelo, colmaste mi alegría, pensé que difícilmente podría volver a sentir
una emoción que me hiciera estar tan consciente de mi corazón como esa; la
verdad es que cada día me haces sentir algo hermoso, pero cuando a tu muy corta
edad, empezaste a acompañarme a mi trabajo y a tu madre también, lograste
arrancar la dura coraza con que guardo mis íntimas emociones, pues al saber que
tus padres son abogados y vivir día a día con nosotros, que para ti no tenemos
secretos y compartimos todo, aun lo difícil del trabajo, has compartido también
el amor que tenemos por la más bella de las profesiones, has crecido y respirado
con ello.
543
decides como ahora el camino de las Leyes, debes saber que desde mi punto de
vista, la mejor manera y la más dificil por cierto, es la de aplicar la Ley, impartir
justicia, dentro del marco legal, pues adoptar una posición como litigante o
postulante, es desde luego más cómodo y también más lucrativo, espero que para
ti, la cuestión económica no sea problema, por lo que tu amor a la Ley, podrá ser
más puro, más noble.
En efecto, hija mía, el ser más puro en la sociedad debe ser "aquel que se
encargue de resolver querellas y conflictos, de aplicar la ley y por supuesto, de
impartir justicia".
Si eliges esa tan noble profesión, debes saber que tu camino estará lleno
de espinas, que será tal vez el más dificil, que te privará de muchas cosas, pero
que te distinguirá con la nobleza de ser alguien especial, pues recuerda que es
más fácil crear las leyes que hacerlas ejecutar.
Ten presente que el último grado de perversidad, es hacer servir las leyes
para la injusticia.
544
Deberás tener una fortaleza moral a toda prueba, serás tentada por la riqueza
y los placeres, por la apatía, la mediocridad y el conformismo y peor aun, por el
poder y la intimidación.
Espero que para cuando tú llegues a tan digno desempeño, si asi lo quieres,
se permita acabar con lo grotesco que resulta que la justicia o la injusticia dependa
de un mal abogado o peor aun, del dinero o la política.
Recuerda que las personas no son malas "per se", sólo sus actos pueden y
deben ser juzgados, pero siempre al amparo de la ley, pero también recuerda que
de nada sirven las leyes, cuando se cela su observancia, pero no se castiga a los
delincuentes.
545
se le aporte, sino de lo que el Juez busque, investigue y solicite de información a
las partes y en su caso a las autoridades.
Busca siempre esa verdad, no resuelvas sin haber agotado tus facultades
como Juez, indaga en uso de ellas, ve en pos de la justicia, no te olvides que serás
tú quien la va a impartir.
546
----~~ -- - -
Nunca hagas cosas buenas que parezcan malas, en ti como juez lo que en
otros es natural sería reprochable, aun tus amigos deberán entenderlo, recuerda
que ya en la antigua Roma, Cicerón decía "Quien te pide que hagas algo indebido,
no es tu amigo", a contrario sensu, un amigo de verdad jamás te pide que hagas
algo indebido; extraño o amargo pensamiento en alguien que también dijo "no
hay vida sin amigos", serán muy pocos los que entiendan que el Juez es tal como
profesionista y alma de la justicia y otro como amigo.
Tu vida estará en la vista de todos y casi todos serán ingratos, pues aquel
adagio de "hágase justicia en la mies de mi vecino, que no en la mía", sigue
teniendo vigencia.
Cuando digo que tu vida será pública, me refiero a que deberá ser como
un cristal, diáfana, pura, pues si se rompe aunque se pegue no lucirá igual; si,
"hija mía", deberás ser recta en tu andar, pues no se cree en quien no predica con
el ejemplo, por eso, sé mejor que tu padre, rompe con lo malo que puedas encontrar
en él, y toma sólo lo bueno que en él halles; pues sólo así evoluciona el mundo,
hazme feliz, siendo infinitamente mejor que yo, "SÉ JUEZ", con todo lo que
ello implica, sé honesta, sé capaz, estudia, capacítate y aplica justicia como ahora,
pero al amparo de la Ley, mejor regalo no tendrá tu viejo, sé la mejor en ello, si
decides elegir la función, y si es así, me sentiré como cuando por primera vez
dijiste "PAPÁ".
547
Con el mejor de mis amores, el de padre
548
Su Señoría:
549
posible. Está seguramente una familia que sembró valores; están profesores que
pulieron y dieron sentido a los mismos; existe una sociedad que le permitió escalar,
no sin dificultad, el sitial que ahora ocupa e incluso una institución, el Poder
Judicial de la Federación, que supo reconocer en usted las cualidades, habilidades
y conocimientos que determinaron su nombramiento.
550
atenciones, bajo la óptica de buscar desentrañar la verdad de los hechos, en las
palabras orales o escritas, que las partes ponen a disposición del juez.
La dimensión ética del trabajo profesional del juez tiene una importante
proyección social, comunitaria y en solidaridad con la vida humana. Las
responsabilidades del juez no sólo se dan frente a sí mismo y a su conciencia
moral, sino ante los demás. La realización de un bien trasciende la persona del
juez y recae sobre los otros. De ahí que los principios éticos que normen su acción
profesional deban ser asumidos con absoluta convicción como emanados de su
natural vocación humana y de servicio, y no impuestos como reglas que costarían
mucho esfuerzo cumplir.
551
ascenso, cada paso constituye una realización que gratifica y fortalece. Nunca me
he permitido suponer que llegaré a la meta, pues cuando parece que fue alcanzada,
se abre un nuevo panorama, más amplio, más alto, más digno de ser alcanzado y
cuando parece que ya no hay fuerza para seguir, basta un paso en el nuevo terreno
descubierto para que la energía surja multiplicada: el espíritu proporciona la
energía; la juventud, el coraje y el valor que se requiere para el arte de juzgar.
Entiendo que no siempre tuve esa visión, escuché palabras como las escritas
y no quise escucharlas. Corro el riesgo de que esta misiva tenga como destinatario
un vano como alguna vez lo fui yo, que pase de largo, que no escuche. Pero
también tengo la esperanza de que uno, sólo uno, asuma el compromiso y logre
en poco tiempo lo que a mí me tomó más de cuarenta años entender.
Sen'idor público del Poder Judicial de la Federación (42 años de servicio), Magistrado de Circuito
y actualmente colabora en el Instituto de la Judicatura Federal. Escuela Judicial. como su director.
553
En cuestiones de legalidad, los Tribunales Colegiados de Circuito decidirán
si confirman, modifican o revocan lo decidido en el incidente de suspensión del
acto reclamado y de la sentencia de amparo.
555
legales para cambiar el destino de tal subsidio, resolviéndose el juicio de amparo
en el sentido de que el ejecutivo local, como administrador de los bienes del
Estado, tenía que entregar el subsidio a quien le correspondía o sea a la Universidad,
concediéndose en este sentido la protección y amparo de la Justicia Federal.
Es por ello que siguen vigentes las palabras del Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista encargado del Poder Ejecutivo, Don Venustiano Carranza, ante
el Congreso Constituyente que se reunió en la Ciudad de Querétaro, en la sesión
inaugural del Primero de Diciembre de 1916, el cual en una parte del trascendental
mensaje a la Nación expresó:
556
._----'*-
Es por ello que hasta la fecha, se hace necesario el juicio de amparo en
materias civil y administrativa, ya que en materia penal es y será indiscutiblemente
necesaria la presencia del Poder Judicial Federal en todas las entidades federativas,
pues en el aludido mensaje, además de la creación del juicio de amparo directo,
se estructuró la institución del Ministerio Público, expresando: "... con la policía
judicial represiva a su disposición, quitará a los presidentes municipales y a la
policía común la posibilidad que hasta hoy han tenido de aprehender a cuantas
personas juzgan sospechosas, sin más méritos que su criterio particular."
557
SEMBLANZA DEL AUTOR
558
Consejos a los futuros impartidores de Justicia:
Claro está que el analizar cada uno de los puntos de esta, tal vez dispersa
reflexión, nos llevaría a escribir o leer una enciclopedia similar a la Enciclopedia
Jurídica Omeba y además de mi evidente incapacidad para hacerlo, no es el objeto
de este documento, el que seguro los destinatarios tampoco estarían con el ánimo
y tiempo de darle lectura, de tal manera que trataré con mi experiencia y desde mi
muy particular punto de vista, de compartir algunos pensamientos que encuentran
su raíz no sólo en mi vida profesional de abogado sino como persona común, que
desde luego piensa, siente, anhela y también equivoca, pero siempre procurando
aprender del error, asumiendo sus consecuencias y de ellas fortaleciendo el espíritu
para ser mejor que en el momento en que se incurrió en la falla.
559
------- ------- -- - - -
560
sensible para quitarle la venda de los ojos a nuestra amada Justicia y decidir por
circunstancias ajenas y distintas de las jurídicas, sino más bien sensible para
entender el problema, sensible para analizar lo alegado por las partes, sensible
para valorar las pruebas y sensible para definir quién tiene la razón.
--~--~------
561
despotismo, causan vejación al juzgado y rompen todos los principios y formas
de que debe estar investido un proceso y resolución.
La buena conducta e imagen hacia los demás llevada a cabo con sencillez
pero con firmeza en los principios inalterables del Juzgador, obligan a quienes
acudimos a los tribunales a conducirnos de mejor manera acordes al
comportamiento y ejemplo que nos da quien preside el Juzgado yeso genera una
mejor relación con los litigantes e incluso entre las partes en un proceso.
Tal vez parezca compleja esta forma de ver las cosas, "desde atrás de la
barandilla", sin embargo, la experiencia ha mostrado que cuando la conducta del
-_._-----
562 ----------------- - - -
Juez es en lo general correcta, juiciosa, decente y humana, se vuelve simple,
normal y cotidiana y si no es así considero que no vale la pena hacer el sacrificio
de intentar llevar una vida y conducta "que no le es propia" y que más bien le es
ajena. La vocación no es sólo la posibilidad intelectual o la derivada de las aptitudes
de una persona para hacer algo o dedicarse a alguna profesión; la vocación abarca
elementos más profundos del ser humano que se pueden ver reflejados en
características simples y externas pero que están formadas por aspectos
conductuales, filosóficos y equilibrados.
~~ -------~---------
563
Por último, quisiera transcribir algunos fragmentos de los Consejos de
Don Quijote a Sancho Panza, que no tienen su origen en presunción alguna y que
sólo confirman la necesidad de la buena conducta de las personas:
"procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico,
como por entre los sollozos e importunidades del pobre ".
Nació en la Ciudad de México, D.F., ellO de Septiembre de 1957. Es Licenciado en Derecho por
la Universidad Nuevo Mundo. Director del Bufete Yllanes Ramos, s.e.; Presidente del Ilustre y Nacional
Colegio de Abogados de México, A. e.; Presidente del Comité de Derecho Laboral del Consejo Coordinador
Empresarial. Asesorjurídico y litigante.
564
T,
Estimado Colega:
- - _..._ - - _ .. - - - - _
.... ----_._----- - - -
. _ - - - - _ . _ - - _..- - - - - . - - - - - - _ . _ - - - - -
565
el marco jurídico en que se hallan insertos. A veces, con el pasar de los años y
con el cambio de las condiciones de la sociedad, envejecen. En estas situaciones,
la función judicial, si ha de cumplir su cometido, ha de ser la de complementar e
incluso la de dar actualidad a la regla promulgada. Lo que la lleva a participar,
con la legislación, en la construcción de las reglas del derecho. Los jueces no son,
como se les ha concebido usualmente, rutinarios agentes de la sumisión, que
agotan su ministerio al encuadrar el hecho planteado en los abstractos supuestos
de la norma, para después disponer el cumplimiento de las consecuencias previstas
por ella. Su labor excede a la de fonnular silogismos jurídicos. Aun cuando
comprendemos las razones que tuvo Montesquieu, en, "El Espíritu de las Leyes",
nos resulta inaceptable la visión que sobre el quehacer del juzgador expuso en
dicha obra, al describir a quienes juzgan como seres impotentes, incapaces de
mitigar el rigor de lo ordenado por el legislador, y al equiparar su cometido al de
la boca que pronuncia las palabras de la ley. No se puede negar, desde luego, la
posibilidad de que haya decisiones judiciales susceptibles de fundarse en reglas
legales, claras, precisas e inequívocas. Sin embargo, las sentencias que requieren
de una refinada técnica y de una aguda sensibilidad social de quien las pronuncia,
se producen en situaciones problemáticas, como las que se presentan cuando el
hecho materia del proceso no está previsto con precisión, o de plano no aparece
contemplado por dispositivo legal alguno, o bien, cuando por el contrario, puede
empotrarse en dos o más supuestos, cada uno de los cuales conduce a asignar
efectos legales opuestos. Es en estos casos, cuando ante las diversas opciones de
solución, el juez debe elegir la alternativa que satisfaga de mejor manera las
aspiraciones valorativas de la comunidad en que vive. Esto es: proveer la justicia
a nivel jurisdiccional. Tarea que se traduce en un complejo juego de potestades y
sumisiones, e involucra la posibilidad de crear normas jurídicas, dentro de los
espacios acotados por el legislador. Es un quehacer que lleva a completar el
derecho, pero sin eludir ni cambiar la ley. Es acatamiento jurídico y creación
normativa. Es ésta, la juricidad, la única forma de justicia que pueden ejercer en
forma autónoma los funcionarios jurisdiccionales en el Estado Constitucional.
Hay que ser cautelosos con los usos de la expresión verbal de justicia, para no
567
para los demás, no son justiciables. Cada persona es soberana, por decirlo de
alguna manera, en lo que atañe al cumplimiento de las normas morales que sólo
afectan su vida privada. La virtud, como logro de la persona, no ha de imponerse
mediante la coacción oficial. Este deslinde fue expresado con claridad, desde la
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. En ese documento, no
obstante que se entendió que el mandato legal debía ser la expresión de la voluntad
general, se planteó con energía que: "la ley no tiene derecho a prohibir sino las
acciones perjudiciales para la sociedad". Los órganos de gobierno, y esto vale
también para los tribunales, incurren en paternalismos impertinentes cuando
pretenden reprimir los comportamientos que, desde su perspectiva, han de
considerarse como vicios privados. Lo grave de esta actitud, que pudiera provenir
de un proteccionismo bienintencionado, es que refuerza las estructuras políticas
autoritarias y con ello tiende al totalitarismo.
----- -------------~------
568
contendientes, los tribunales de alzada e incluso la comunidad. Sin embargo,
entre ellos, el que merece que se le dispense mayor atención, es la parte que
resultó vencida. La mínima consideración que debe merecer es la de que se le
comunique de manera leal, franca y accesible, las razones que dieron lugar a la
decisión adversa. Si esas argumentaciones no la convencen, como es probable,
han de servirle como base para plantear la impugnación procesal que sea pertinente.
No debe castigarse al vencido, al redactar el fallo que se pronunció en su contra,
con oratoria pedante o de manera descuidada. Habrá que evitar expresiones ociosas,
discursos obscuros, imprecisiones deliberadas, rebuscamientos retóricos o trampas
verbales. No hay que estorbar su defensa ante instancias ulteriores, sino facilitar,
aún a costa de nuestras ideas, el imperio del derecho.
Podemos concluir señalando que una vez definida su decisión de ser juez,
deberá aprisionar con vehemencia todo el conocimiento posible y sacrificándolo
todo, escudriñar en las obras, en los códigos, en las leyes, en la conciencia, en el
alma y en el corazón, hasta encontrar esa luz que anhelamos los juzgadores para
ver con claridad la razón y la justicia.
569
SEMBLANZA DEL AUTOR
Es originario de San Luis Potosí, donde nació en abril de 1942. Se formó profesionalmente en
Chihuahua. Es Licenciado en Derecho y Maestro en Administración Financiera, por la Universidad Autónoma
de Chihuahua. Desde 1976 es profesor titular de esta institución. Ingresó al Poder Judicial del Estado en
1965 fungiendo como secretario y juez en diversos tribunales de lo civil. Posteriormente fue nombrado
Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia y actualmente ocupa la Presidencia de este organismo. Hoy
en día es Secretario de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de la República. Ha
publicado libros y artículos de su especialidad.
570
Su Señoría:
- - - - --- - - - - - - - - - - - -
571
Quisiera decirte que dentro del ámbito de nuestras respectivas obligaciones,
frente a nuestros conciudadanos es necesario tener presente siempre, que nuestro
quehacer cotidiano debe reflejar el "deber ser" que la norma establece, no a partir
de una interpretación letrista de la ley, sino imbuidos en el mejor ánimo del alcance
ideal de la hermenéutica jurídica que integre el criterio; los conocimientos teórico-
administrativos, los de la estructura político-filosófica de nuestra realidad, a partir
de la conciencia de lo bueno, lo justo, lo correcto y, por qué no, también de la
belleza y de la verdad.
572
intereses de las partes, tenemos a nuestro alcance la "ulterateridad", para escuchar
y atender en consulta personal, para valorar los intereses de las partes y
proporcionarles asesoría y consejo legal a cada una ( Ley del Notariado del D.F.
arto 2 fracc. XXII ). Tú como juez por tu parte, al cumplir la función de "impartir
justicia" al dictar sentencia, que implica "sentir" el derecho, deberás obrar con
conocimientos y rectitud, pero esencialmente habrás escuchado (no en consulta
sino en el rito del proceso), la narración de los hechos y los argumentos de los
litigantes para establecer con ponderada precisión y claridad los "resultandos".
Sustentar sólidamente en la Ley, la jurisprudencia y, en su caso, los principios
generales del derecho y en la doctrina los "considerandos" y finalmente dirimir
la controversia y establecer con claridad tu decisión en los "resolutivos", que
restablecerán el equilibrio jurídico en cada caso.
574
La función jurisdiccional.
Por su parte el defensor también realiza esta función juzgadora, con más
horizontes tal vez que los de la representación social y así, desde el estudio del
asunto encomendado, tiene la posibilidad de aceptar o no una defensa. Una vez
aceptada ésta, deberá abogar utilizando todos sus conocimientos y su lealtad en
575
---------~
576
través de la intuición emocional y el sentimiento de lo correcto, pueda haber más
coincidencias que discrepancias. Este es el principio que ha permitido al ser
humano constituirse en sociedad y hacerla cada vez más solidaria y digna.
Esta fórmula no resulta infalible, pues si bien los años pueden traer
sabiduría, puede suceder también que, al destruirse las ilusiones, pueden
transformarse en amargura, en rencor y otros males nocivos en el ejercicio de la
función jurisdiccional.
577
que represente un factor detenninante la cantidad de años con que se cuente en
ese momento.
578
- - - - ------
que enfrenten con ánimo, con los pies en la tierra y sin temor a las presiones que
no habrán de faltar, la alta función que se les ha encomendado.
Nació en el Distrito Federal, el23 de enero de 1949. Es Licenciado en Derecho por la Universidad
Iberoamericana, Plantel Laguna. Reside en Torreón, Coahuila desde 1974. Miembro de! PANY del Comité
Ejecutivo Nacional. Ha sido diputado federal a la LV Legislatura y diputado federal suplente por el II
Distrito de Coahuila, de 1979 a 1982. De 1991 a 1994,fue Consejero titular representante de la Cámara de
Diputados ante el Consejo General del Instituto Federal Electoral. Director de la Fundación Miguel Estrada
lturbide. Presidente Municipal de Torreón, Coahuila, de 1997 al 999. Actualmente es Senador por Coahuila,
Subcoordinador del Grupo Parlamentario del PAN en e! Senado y Presidente de la Comisión de Justicia.
.- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
579