UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE NUEVO LEÓN

FACULTAD DE PSICOLOGÍA

INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA

TEMA: DEPRESIÓN EN LA ADOLESCENCIA

INTEGRANTES:
ROBERTO CARLOS MARTÍNEZ PUENTE 1952044
MARISOL SALAZAR GONZALEZ 1981054
ESTHELA GUADALUPE RODRÍGUEZ GONZÁLEZ 2020883

MONTERREY N.L,12/11/2021
 INTRODUCCIÓN
Antecedentes 
Para adentrarnos al tema, hay que conocer el significado de lo que abordaremos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es un trastorno
mental que es muy caracterizado por una tristeza frecuente, falta de autoestima y
seguridad en uno mismo, se encuentran muchos sentimientos de culpa, comienza
la pérdida de interés o de apetito en la vida diaria, falta de concentración, etc. Este
trastorno puede generarse por factores biológicos o del ambiente.
Presentar síntomas de depresión o al tenerlo ya diagnosticado, puede generar
factores de riesgo como un bajo rendimiento en el ámbito escolar y las
responsabilidades en torno a ello, la comunicación con padres y/o hermanos llega
a carecer y ser muy mala, no se muestran relaciones afectivas en el hogar, etc.
(Galicia, Sánchez y Robles, 2009); otro factor que causa esto es cuando hay
problemas en casa, cuando hay algún divorcio o separación de padres, o cuando
llegan a pasar la mayor parte de su tiempo solos en casa. 
Actualmente, la depresión es uno de los trastornos clínicos de mayor incidencia y
severidad en el mundo, puesto que implica la anulación o invalidación de los
procesos conductuales y volitivos naturales y espontáneos de las personas
humanas (Navarro, Moscoso & Calderón, 2017). Tanta es la preocupación por
esta patología mental, que la Organización Mundial de la Salud estima que
actualmente, esta patología es el segundo factor causal de condición
discapacitante a nivel mundial (OMS, 2012). 
Planteamiento del problema
 La depresión en los adolescentes puede tener distintas problemáticas o
situaciones a tratar, como la tristeza diaria, pueden tomar conductas de riesgo
tanto para la gente cercana como para la persona con este trastorno porque
pueden volverse agresivas o en casos mayores, comienzan a presentarse casos
de autolesiones y los pensamientos suicidas, y es la segunda causa de muerte
más común entre la gente de 15 a 29 años (OMS, 2016). Por eso, nuestra
problemática a tratar es acerca de cómo la vida de los adolescentes llega a tener
un gran cambio y llega a destruirla emocionalmente y dañarla gracias a que entran
en depresión. 

La adolescencia es un período de tránsito entre la niñez y la edad adulta,

caracterizado por grandes cambios biológicos, psicológicos y sociales. Es esta
una etapa de la vida en la que se afrontan grandes retos, por un lado, el
cumplimiento de nuevas tareas del desarrollo, la adaptación a los nuevos cambios
fisiológicos y anatómicos relacionados con el incremento hormonal, la pubertad; y
por otro lado, la integración de la madurez sexual en un modelo personal de
comportamiento. En esta etapa de la vida se evidencia el establecimiento de una
identidad individual, sexual y social, por medio de las relaciones con sus
paraiguales y adultos significativos, el desarrollo de habilidades individuales y de
enriquecimiento personal, de potencialidades ocupacionales y de esparcimiento. 
En la adolescencia la depresión se presenta con las siguientes particularidades: El
desarrollo normal y los habituales altibajos en el estado de ánimo, así como los
trastornos del desarrollo confunden y complican el diagnóstico y el curso de la
depresión, dificultando el tratamiento. Con frecuencia, la depresión queda
enmascarada bajo otros síntomas, como agresividad o irritabilidad. Indicios tan
típicos de la depresión como la tristeza, problemas para dormir o falta de
autoestima pueden estar solapados por una conducta desobediente, discusiones
frecuentes, consumo de drogas, etc.  La depresión en los adolescentes es más
compleja y ubica al paciente en situación de mayor riesgo de cometer suicidio que
en los pacientes adultos. Dada la plasticidad del sistema nervioso central (SNC)
en estas etapas del desarrollo, puede observarse una rápida mejoría de las
manifestaciones depresivas, con solo alejar al adolescente de la fuente
generadora de conflictos, esto pudiera introducir dudas sobre su existencia. 

En todos los países que componen el planeta Tierra, según el Comunicado de

Prensa de la OMS (2019), anualmente cometen actos de suicidio en promedio 800
000 personas, lo cual indica que cada 40 segundos como mínimo se suicida una
persona, asimismo, de esta tasa de suicidio se registra que el 24% de suicidas son
menores de edad que llevaron a tomar esta fatal decisión como producto de un
cuadro depresivo adverso, asimismo, de los casos registrados, el 25,9% de los
suicidios fueron cometidas por menores de edad de sexo femenino, mientras que
el 19,6% fueron cometidos por adolescentes varones.
En México, estudios realizados por la Encuesta Nacional de Epidemiología
Psiquiátrica, demostraron que el inicio de los trastornos psiquiátricos se da en
edades tempranas, durante las primeras décadas de vida, y que 2.0% de la
población mexicana ha padecido un episodio de depresión mayor antes de los 18
años de edad. En la Encuesta Mexicana de Salud Mental Adolescente realizada
en la Ciudad de México, se reportó que 10.5% de los adolescentes de entre 12 y
17 años de edad presentaron depresión mayor, distimia y trastorno bipolar I y II.
En Estados Unidos, aun teniendo un sistema de salud integral con una capacidad
de control epidemiológico y sanitario exhaustivo, existe una prevalencia de
depresión infantil del 5% (Bello et al, 2015), lo cual indica el indicio tempranero de
esta alarmante patología de salud mental en niños americanos. 
Objetivo general
Nuestro objetivo general en esta investigación es encontrar respuesta a nuestra
problemática planteada qué es “¿Qué tanto ha afectado o influido la depresión en
la etapa de la adolescencia?”. Nuestras variables a investigar hacen referencia a
la vida del adolescente que pasa por depresión y el por qué, además de incluir un
factor acerca de la pandemia, puesto que por consecuencia del COVID 19 y al
encerramiento/cuarentena que tuvimos que pasar, también se centraron casos de
depresión. 
 Objetivos específicos 
Los objetivos que tenemos planeado en esta investigación son: 
 Indagar acerca de cómo la vida de un adolescente se ve afectada gracias a
la depresión. 
 Conocer las causas que han generado la depresión.
 Determinar el nivel de la dimensión Estado de ánimo disfórico en
adolescentes de 12 a 17 años durante la pandemia por COVID-19 en la
Urbanización El Rosedal, Chincha – 2021.
 Analizar cuales son los factores que afectan a un adolescente en estado de
depresión.
 Determinar la relación y el efecto de los sucesos vitales estresantes sobre
los síntomas de depresión en adolescentes.
 MARCO TEÓRICO
Definición a fondo de las variables
1. Depresión
1.1. Alberdi, Taboada, Castro y Vásquez (2006), definen a la depresión como un
síndrome o agrupación de síntomas, susceptibles de valoración y ordenamiento en
unos criterios diagnósticos racionales y operativos. Por definición, el concepto de
depresión recoge la presencia de síntomas afectivos, esfera de los sentimientos o
emociones: tristeza patológica, decaimiento, irritabilidad, sensación subjetiva de
malestar e impotencia frente a las exigencias de la vida, aunque, en mayor o
menor grado, siempre están también presentes síntomas de tipo cognitivo, volitivo,
o incluso somático. Se podría hablar de una afectación global de la vida pacífica,
haciendo énfasis en la vida afectiva. 
1.2. Las preguntas más frecuentemente formuladas por personas con depresión
son ¿Por qué a mi? ¿Por qué ahora? Algunas veces existe una causa obvia que
ha provocado la depresión, como la pérdida de un ser querido, la pérdida de
empleo o una enfermedad física, pero con frecuencia no hay una causa clara.
Para complicar más las cosas, no todo el mundo que ha sufrido una pérdida de un
ser querido o de un empleo tiene depresión. Algunas personas parecen tener más
riesgo de sufrir una depresión que otras, pero en general, cualquiera de nosotros
puede padecer una depresión. En general, podemos decir que existen una serie
de factores que nos hacen más susceptibles a tener una depresión y otros que
pueden aumentar nuestra predisposición a la depresión.
Algunos factores que nos hacen más susceptibles a la depresión son: Los genes,
personalidad, familia, género, estilo de pensamiento, enfermedades crónicas,
problemas económicos, etc.
1.3 La depresión es un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la
presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de
autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de
concentración; puede llegar a hacerse crónica o recurrente y dificultar
sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para
afrontar la vida diaria. La ansiedad se distingue por la presencia de angustia,
estrés postraumático, la fobia social y específica.
2. Depresión en los adolescentes. 
2.1 En la adolescencia llega a haber un problema referente a la salud mental que
lo que provoca es que ahora la vida del adolescente se torne a la tristeza
constante y en que el interés por realizar distintas actividades se desvanezca
hasta perderse. Suele ser una etapa muy difícil porque la mayoría de los
adolescentes no buscan ayuda por si solos. La depresión aumenta en la
adolescencia y hay mayor incremento en las mujeres que en los hombres (2017). 
2.2 En cada una de las etapas llegan a tener síntomas distintos, así que
centrándonos en la etapa de la adolescencia, los cambios de actitud y de ánimo
pueden llegar a tener afectaciones en las actividades o con la gente que los rodeo
constantemente, por ejemplo en casa, en la escuela o para los que están en un
empleo y todos los sintomas aun así pueden cambiar depende de la persona en
esta etapa. Pueden aparecer los sentimientos de frustración, la tristeza se hace
cada vez más presente, tiene sentimientos de culpabilidad de las cosas, ansiedad,
estrés, su autoestima llega a bajar o si son personas que no han tenido buena
relación con esto, empeora para que tengan un nivel de autoestima alto y dejan de
valorarse como personas, cada vez más dejan de tener paz, concentración y dejan
de tomar buenas decisiones. Si hablamos de un caso extremo, los pensamientos
de hacerse daño o del suicidio llegan a ser mas recurrentes. También hay
síntomas cuando el comportamiento comienzan a cambiarlo como el que se
empiezan a aislar de los demás, depende de la persona llegan a perder el apetito
o al contrario, aumentan las ganas de comer, aparece el insomnio o llegan a
dormir de más, dejan de esforzarse en la escuela, u otro caso es que para simular
el dolor se realizan tatuajes o perforaciones porque los hacen sentir bien (a
perspectiva de ellos). 
2.3 Hay que actuar adecuadamente con esta situación, así que lo más correcto es
saber que hay que pedir ayuda para que exista una mejoría con la salud mental de
los adolescentes. Para comenzar con este cambio que se requiere, hay que
buscar ayuda de un profesional de la salud mental que tenga alguna especialidad
en trabajar con los adolescentes; pueden ser psicólogos de la escuela donde se
encuentra estudiando, en una clínica o bien, en consultorios privados. 
Cuando se llegue a presentar un caso que se de extrema ayuda, como el
lastimarse o el intentar un suicidio, hay que buscar inmediatamente al psicólogo
que se encargue del paciente, que los padres, familia o amigos mas cercanos
estén  con el adolescente cuidandolo y previniendo que pase a mayores. 
2.4 Hay factores de riesgo que son los que pueden empezar con la depresión en
los adolescentes, que son el que haya un acoso en la escuela, que tengan el
autoestima baja, que hayan sufrido algún abuso ya sea físico, psicológico o
sexual, ocurre también con los que tienen otras orientaciones sexuales, por
ejemplo ser homosexuales, bisexuales o los que se declaran transexuales y la
gente a su alrededor o la más cercana a ellos no los aceptan o bien, los insultan y
ofenden. 
Existen otros factores que vienen más de la familia, como el haber percibido antes
un suicidó de un familiar, que un miembro de la familia tenga depresión o algún
otro trastorno mental, también cuando en el hogar llegan a tener muchas
discusiones, peleas, divorcio de padres, separación entre hermanos, tíos, etc.
3.-Covid-19
3.1 Depresión a causa del covid-19
El sondeo rápido amplificó las voces de 8.444 adolescentes y jóvenes de 13 a 29
años en nueve países y territorios de la región. El reporte da cuenta de los
sentimientos que enfrentaron en los primeros meses de respuesta a la pandemia y
la situación en el mes de septiembre.

27% reportó sentir ansiedad y 15% depresión en los últimos siete días. Para el
30%, la principal razón que influye en sus emociones actuales es la situación
económica.La situación general en los países y sus localidades ha afectado el día
a día de las personas jóvenes pues 46% reporta tener menos motivación para
realizar actividades que normalmente disfrutaba. 36% se siente menos motivada
para realizar actividades habituales.Su percepción sobre el futuro también se ha
visto negativamente afectada, particularmente en el caso de las mujeres jóvenes
quienes han y están enfrentando dificultades particulares. 43% de las mujeres se
siente pesimista frente al futuro frente a 31% de los hombres 

Históricamente, la depresión o también denominada “abatimiento”, es una de las

alteraciones mentales de naturaleza más antigua en la humanidad, de hecho,
mucho antes de llamarse depresión se le conoció como “melancolía”, haciendo
alusión a la bilis negra en el contexto de la medicina Hipocrática (Sigerist, 1961). 
Explorar la manifestación de síntomas emocionales y potenciales predictores en
población salvadoreña bajo condiciones de cuarentena domiciliar debido a la
pandemia de COVID-19. Se contó con una muestra no probabilística de 339
participantes mayores de 18 años, 62% mujeres y 38% hombres,
mayoritariamente dedicados a su trabajo (52.8%). Un cuestionario en línea registró
acciones y percepciones sobre la situación de pandemia y síntomas emocionales
(escala DASS-21). Alrededor del 75% de la muestra experimentó síntomas
emocionales leves y comparados con los hombres y con quienes trabajan, las
mujeres y quienes se dedican a otras actividades reportaron más síntomas
emocionales. El temor al contagio, tener menos edad y la alteración de rutinas
cotidianas constituyen predictores centrales de los síntomas emocionales.
4.-Prevención
4.1 ¿Cómo podemos prevenir la depresión?
No existe una manera segura de prevenir la depresión. Sin embargo, estas
estrategias pueden ser de ayuda. Alienta a tu hijo adolescente a que haga lo
siguiente:

 Tomar medidas para controlar el estrés, aumentar la resiliencia y

mejorar la autoestima para ayudar a manejar los problemas cuando
surjan.
 Buscar el apoyo de amigos y de la sociedad, en especial en tiempos
de crisis.
  Recibir tratamiento a la primera señal de problemas para evitar que la
depresión empeore-
 Mantener el tratamiento en curso, si se recomienda, incluso después
de que los síntomas desaparezcan, para evitar una recaída en la
depresión.
 1. HAZ EJERCICIO

Escoge el tipo de ejercicio que prefieres practicar. Si no te gusta ir al

gimnasio, puedes pasear o correr, este ejercicio te aportará muchos
beneficios físicos y psíquicos, sin necesidad de gastar dinero. Además te
producirá una cierta sensación de libertad.

2. COME DE MANERA EQUILIBRADA

La alimentación ejerce una influencia fundamental en tu estado de ánimo,

por ejemplo, si no tomas suficientes proteínas te costará más segregar
endorfinas.
Disfruta con las comidas y sus sensaciones (olores, sabores, etc.), la
compañía, etc

3. DESCANSA BASTANTE

Intenta dormir mínimo 7 h, es el tiempo necesario para el cuerpo y la mente

"se reparen" y vuelvan a estar como nuevos.

4. FORMAS ALTERNATIVAS DE MANEJO DEL ESTRÉS Y DEPRESIÓN

Practica Yoga, Pilates, técnicas de relajación como meditación guiada,

'mindfulness', visualización, "relajación progresiva de Jacobson",
cromoteràpia, aromaterápia, musicoterápia ...

Practicando estas actividades te desaparecerán las contracturas

musculares y experimentarás una sensación de bienestar y relajación
profunda.

5. COMUNICA TUS EMOCIONES A LAS PERSONAS QUE TE

TRANSMITAN MÁS CONFIANZA

Expresar los sentimientos o pensamientos difíciles te sacarán un peso de

encima y tu estado anímico mejorará notablemente. Las caricias y los
abrazos a nuestros seres queridos pueden ayudarte también a aumentar tu
bienestar.

6. PIENSA, HABLA Y ACTÚA "EN POSITIVO"

Intenta ver las cosas positivas que te rodean y utiliza palabras amables
para transmitirlas. Sé agradecido.

Aprende a perdonar y a olvidar, tendrás una vida más tranquila sin rencor
acumulado.

Disfruta de las pequeñas cosas del día a día, intenta huir de la rutina y el
aburrimiento. Deja siempre una puerta abierta a nuevos proyectos.

Ahorrate comentarios o situaciones tóxicas en que predomine el

negativismo (quejas, chismes ...)

7. ESCRIBE EN UN DIARIO O LIBRETA

Si no hay nadie cerca a quién puedas recorrer para "desahogarte" empieza

a escribir, es una buena manera de liberar los pensamientos negativos.
Expresa tus sentimientos y emociones escribiendo.

8. PASA TIEMPO EN CONTACTO CON LA NATURA Y DISFRUTA DE

LAS PEQUEÑAS COSAS

El sol es el antidepresivo por excelencia". Busca lugares soleados para que 

tu cerebro siga segregando la hormona de la felicidad: la playa, la
montaña ...

Además, observa detenidamente todo el que te rodea en el lugar que

decidas estar (la profundidad del mar, cómo de mueven las nubes, el verde
intenso de los árboles, el sonido de las olas, el canto de los pájaros ...)

9. VUELVE A HACER EL QUE TE HACÍA FELIZ O INTENTA

DESCUBRIR QUÉ TE PUEDE HACER FELIZ 

Si notas que empiezas a sentirte triste o ansioso, puedes poner en práctica

actividades que sabes que en estado de estabilidad emocional te hacen
sentir bien.

Quizás no tienes ganas de retomarlas en estos momentos, pero piensa en

el resultado que obtenías cuando las ponías en práctica; si antes te gustaba
ir al cine y ahora no te apetece, intenta recordar cuando disfrutabas
mientras veías una buena película ...Quizás esto te anime a volver a
intentarlo.

Si no estás muy seguro de qué es el que más te gusta y da satisfacción a la

vida, intenta con diferentes actividades como hacer algún taller de cocina,
jardinería, dibujo, tocar un instrumento, clases de baile, de canto ...

10. COGE COMPROMISO CON UN GRUPO

 Formar parte de un grupo suele tener resultados satisfactorios y hacer
actividades  ayuda a mantenerte sano y prevenir posibles estados de
depresión. Por lo tanto, viaja, pasea, queda para cenar, para ir al cine con
algún grupo ...

11. HAZ COSAS PARA AYUDAR LOS DEMAS

Respeta el medio ambiente, se más solidario, ayuda al prójimo.

Por ejemplo, inscribirte a un voluntariado hará que aumente tu autoestima.

Ayudar a otros comporta una sensación de bienestar físico, emocional e
intelectual.

12. APRENDE A PASAR EL TEMPS CONTIGO MISMO

 Haz cosas que te apetezcan y que te hagan sentir mejor. Por ejemplo, con
un masaje relajante o con una ducha caliente los nervios de tu piel liberarán
endorfinas; come algo que te apetezca, pasea por la playa, por el parque,
toma el sol, si tienes mascota llevala contigo, mira una película, empieza
una buena lectura ...

13. ADOPTA UNA MASCOTA

Te puede ayudar a hacer que te sientas acompañado, enfocando toda la

atención hacia ella. Los animales proporcionan amor incondicional, y
pueden ser útiles en momentos de menos ánimo. Acariciar a tu perro o
gato, te puede hacer sentir muy bien.

14. TOMA NOTA DE TUS ACTIVIDADES DIARIAS

Registra todas las actividades que realizas a lo largo del día, es importante
para valorar los buenos momentos del día y hacer un esfuerzo para
cambiar los menos buenos.

15. CULTIVA EL SENTIDO DEL HUMOR

 Rie y sonríe, y si no encuentras ningún motivo para reír, apúntate a talleres
de risoterápia: reír es, sin duda, uno de los factores que más incrementa
nuestros niveles de endorfinas. La risa hace que tu ánimo aumente y
tengas una perspectiva de la vida más sencilla, sin agobiarte por problemas
o situaciones desagradables.
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