TESIS
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R.T.F.J.F.A. Séptima Época. Año I. No. 5. Diciembre 2011. p.
335 Registro No. 38802
VI-TASR-XL-103
COMPETENCIA TEMPORAL. INEXISTENCIA DE LA.-
Conforme al artículo 16 constitucional los actos de autoridad deben estar fundados y motivados.
Así, para cumplir con el requisito de fundamentación, las autoridades administrativas deben citar
los preceptos legales aplicables al caso y acreditar su competencia por razón de territorio, materia,
grado o cuantía. Sin embargo, el precepto constitucional citado de ningún modo les obliga a
acreditar una competencia temporal que legalmente no existe, ya que en el supuesto de que exista
disposición legal que establezca un límite temporal para ejercer una facultad determinada, es
evidente que tal disposición no se refiere a la competencia, sino que entraña la preclusión de la
facultad por no ejercerla oportunamente.
PRECEDENTE:
Juicio Contencioso Administrativo Núm. 2862/10-13-02-4.- Resuelto por la Segunda Sala
Regional del Golfo del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, el 26 de abril de
2011, por unanimidad de votos.- Magistrada Instructora: Juana Griselda Dávila Ojeda.-
Secretario: Lic. Ramiro Olivo Leal.
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(Localización: Novena Época; Instancia: Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Cuarto Circuito; Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta; tomo XX, Diciembre de
2004; Página: 1416; Tesis: IV.2º.A.126 A).
Época: Novena Época
Registro: 178621
Instancia: Segunda Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXI, Abril de 2005
Materia(s): Administrativa
Tesis: 2a./J. 45/2005
Página: 739
Contradicción de tesis 207/2004-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Séptimo, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 4 de marzo de 2005. Cinco votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Israel Flores Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 45/2005. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de marzo de dos mil cinco.
Época: Novena Época
Registro: 184481
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XVII, Abril de 2003
Materia(s): Administrativa
Tesis: I.4o.A.387 A
Página: 1090
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Época: Décima Época
Registro: 2002997
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 3
Materia(s): Administrativa, Común
Tesis: I.1o.A.1 A (10a.)
Página: 1931
De conformidad con lo dispuesto por los artículos 51 de la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, aplicable a los funcionarios de los poderes locales del Distrito Federal, según
lo dispuesto por el segundo transitorio de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación
el trece de marzo del dos mil dos, y 15 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, los
procedimientos de responsabilidades administrativas que se instruyan a los servidores públicos de
la Asamblea Legislativa de esta entidad se substanciarán con base en las disposiciones sustantivas
contenidas en el primero de los mencionados ordenamientos y excepcionalmente serán aplicables
las adjetivas que convengan con la naturaleza del referido órgano legislativo. Si bien los artículos
73 de la mencionada ley de responsabilidades y 25 de la aplicable en el ámbito federal disponen
que contra las resoluciones emitidas en esa materia procede juicio de nulidad ante el Tribunal de
lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal y el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, respectivamente, lo cierto es que tales prescripciones no resultan aplicables
tratándose de los funcionarios de la Asamblea Legislativa local, puesto que los citados tribunales,
conforme a lo dispuesto por los artículos 73, fracción XXIX-H, y 122, apartado C, base quinta, de la
Carta Magna, solamente tienen atribuciones para dirimir las controversias que se susciten entre la
administración pública de su respectiva esfera y los particulares, pero no aquellas en las que sea
parte el Poder Legislativo del Distrito Federal, ya que de lo contrario se afectaría gravemente el
sistema de competencias establecido en el referido Ordenamiento Supremo. En ese sentido,
frente a la demanda de nulidad promovida por un servidor de la Asamblea Legislativa del Distrito
Federal contra la resolución en que se le finca responsabilidad administrativa no existe conflicto
competencial entre los citados tribunales contencioso administrativos, dado que ambos carecen
de atribuciones para conocer de dicha controversia.
Revisión fiscal 658/2011. Director General Adjunto Jurídico Contencioso por ausencia del Titular de
la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Función Pública. 16 de febrero de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Osmar Armando Cruz Quiroz. Secretario: Francisco Aja García.
Época: Novena Época
Registro: 165686
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXX, Diciembre de 2009
Materia(s): Administrativa
Tesis: I.7o.A.672 A
Página: 1638
Época: Tercera
Instancia: Sala Superior, TCADF
Tesis: S.S./71
Amparo directo 15/2005. Arturo Ramos Alvarado. 16 de febrero de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Elizabeth Arrañaga Pichardo.
Época: Octava Época
Registro: 800360
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Tomo I, Segunda Parte-2, Enero-Junio de 1988
Materia(s): Administrativa
Tesis:
Página: 485
De conformidad con lo dispuesto por el artículo 39, fracción I, de la Ley sobre Servicios de
Vigilancia de Fondos y Valores de la Federación, los pliegos preventivos de responsabilidades que
formule la Contraloría Interna de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a quienes hayan
incurrido en ellas, se enviarán a la Secretaría de la Contraloría General de la Federación para que
determine si procede o no constituir las responsabilidades en forma definitiva. Por ello, los pliegos
preventivos no constituyen una resolución definitiva en los términos del artículo 23, fracción VIII,
último párrafo de la Ley Orgánica del Tribunal Fiscal de la Federación y, por tanto, el juicio de
nulidad que se interponga es improcedente y debe sobreseerse.
No puede hablarse de una responsabilidad laboral por parte del organismo descentralizado
demandado, al poner en conocimiento del funcionario el oficio por el cual se formula declaratoria
de incumplimiento en la presentación de su declaración de modificación patrimonial, suscrito por
el director general de Responsabilidades y Situación Patrimonial de la Secretaría de la Contraloría
General de la Federación, notificándole el cese de su nombramiento en el puesto que
desempeñaba, pues la comunicación en cuestión no obedece a la actualización de una causal de
rescisión de la relación laboral contenida en el artículo 47 de la Ley Federal del Trabajo, sino que
su destitución deriva de la aplicación estricta y material de una sanción administrativa establecida
en la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos que, en su artículo 81, penúltimo
párrafo, ordena que cuando se omita la declaración patrimonial que deberá de presentarse el mes
de mayo de cada año, sin causa justificada, quedará sin efectos el nombramiento respectivo previa
declaración de la secretaría.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VI, diciembre de 1997,
página 690, Tribunales Colegiados de Circuito, tesis VIII.1o.19 L.
Época: Novena Época
Registro: 171306
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXVI, Septiembre de 2007
Materia(s): Administrativa
Tesis: I.4o.A.600 A
Página: 2640
Amparo directo 55/2015. Ana Luisa Hurtado Mateos. 12 de marzo de 2015. Unanimidad de votos.
Ponente: Neófito López Ramos. Secretaria: Valery Palma Campos.
Esta tesis se publicó el viernes 14 de agosto de 2015 a las 10:05 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
Amparo en revisión 99/2014. 7 de agosto de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Lorenzo Palma
Hidalgo. Secretario: Roberto Acosta González.
Esta tesis se publicó el viernes 10 de octubre de 2014 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
En la jurisprudencia 426 emitida por la otrora Tercera Sala del Máximo Tribunal del País,
consultable en la página 453 del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-Septiembre
2011, Tomo II, de epígrafe: "AMPARO. PARA LA INTERPOSICIÓN DE LA DEMANDA NO DEBEN
COMPUTARSE LOS DÍAS INHÁBILES POR VACACIONES DE LA AUTORIDAD.", se estableció el
criterio en el sentido de que no debe ser computable para promover el juicio constitucional de
amparo, el periodo vacacional del que semestralmente disfrutan los tribunales civiles,
administrativos o del trabajo, porque es un lapso en que éstos se encuentran cerrados al público y
las partes no tienen oportunidad de imponerse de los autos de los que emana el acto reclamado y,
por tanto, no pueden preparar el material para la elaboración de la demanda de garantías con los
datos indispensables que para tal efecto se requiere; entonces, de las razones jurídicas contenidas
en dicho criterio, aplicado por analogía, para efecto de computar el plazo para la promoción de la
demanda de amparo indirecto, el Juez de Distrito debe considerar, en términos de los artículos 17,
18 y 19 de la Ley de Amparo: a) La fecha en que el quejoso fue notificado del acto reclamado y así
iniciar el cómputo al día siguiente (pues en materia penal el día en que se notifica la resolución que
constituye el acto, surte sus efectos); b) Los días que conforme al artículo 19 de la Ley de Amparo
son inhábiles y aquellos en que se suspendan las labores en el órgano jurisdiccional en que se
tramita el juicio de amparo, o aquellos en que dicho órgano jurisdiccional no pueda funcionar por
causa mayor, en cuyo caso, tales días quedarán excluidos del cómputo relativo; y, c) Los días no
laborables para la autoridad responsable, sea por encontrarse de vacaciones o porque así se
determinó en algún acuerdo administrativo; estimar lo contrario, haría nugatorio el derecho de
acceso a la justicia previsto en el artículo 17 constitucional y coartaría la posibilidad de solicitar el
amparo y protección de la Justicia Federal, en perjuicio del peticionario del amparo.
Amparo en revisión 139/2014. 2 de octubre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Silvia Carrasco
Corona. Secretario: Erick García Ibáñez.
Esta tesis se publicó el viernes 14 de noviembre de 2014 a las 9:20 horas en el Semanario Judicial
de la Federación.
El artículo 18 de la Ley Orgánica del Servicio de Justicia en Materia Fiscal, establece que la
personalidad del recurrente, cuando se trate de sociedades mercantiles o civiles, debe acreditarse
en la forma que lo establezca el derecho común; y los artículos 46 y 95 del Código de
Procedimientos Civiles, establecen que los interesados y sus representantes podrán comparecer
en juicio por sí o por medio de procurador con poder bastante, y a que toda demanda deberá
acompañarse necesariamente el poder que acredite la personalidad del que comparece en
nombre de otro, o el documento o documentos que acrediten el carácter con el que el litigante se
presente en juicio, en el caso de tener representación legal de alguna persona o corporación.
Ahora bien, no se cumple con el requisito legal de acreditar debidamente la representación que
ostenta una persona, si lo hace solamente con una copia simple, sin valor legal alguno.
Contradicción de tesis 55/2004 PL.- Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero
y Segundo, ambos del Vigésimo Tercer Circuito, Primero, Octavo y Décimo, todos en Materia
Administrativa del Primer Circuito.-23 de agosto de 2005.- Mayoría de seis votos.
Época: Novena Época
Registro: 186142
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XVI, Agosto de 2002
Materia(s): Administrativa
Tesis: VI.3o.A.87 A
Página: 1374
Amparo en revisión 61/2002. Alfredo Jorge Arturo Toxqui Basave. 2 de mayo de 2002.
Unanimidad de votos. Ponente: Manuel Rojas Fonseca. Secretario: Jorge Arturo Porras Gutiérrez.
Época: Novena Época
Registro: 197486
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo VI, Octubre de 1997
Materia(s): Común
Tesis: P. CXLVII/97
Página: 188
El referido precepto, en la fracción aludida, dispone que será causa de responsabilidad para los
servidores públicos de dicho Poder, actuar con notoria ineptitud o descuido en el desempeño de las
funciones o labores que deban realizar. El sustento de la notoria ineptitud es el error inexcusable, el
que deberá valorarse tomando en cuenta los antecedentes personales, profesionales y laborales del
agente, tales como su preparación, honorabilidad, experiencia y antigüedad tanto en el ejercicio
profesional en el Poder Judicial de la Federación y, específicamente, en el órgano jurisdiccional en
que labore; asimismo, resulta relevante para llegar a la calificación del error inexcusable, apreciar
otros factores, como lo son, la carga de trabajo con que cuente el juzgado o tribunal; la premura con
que deban resolverse los asuntos, dados los términos que para ese fin marca la ley; la complejidad
de los mismos, sea por el volumen, por la dificultad del problema jurídico a resolver o por ambas
cosas; y en general, todas aquellas circunstancias que tengan relación con los elementos materiales
y humanos con que cuente el juzgador para apoyarse en su actividad como tal; pues sólo así se
podrá llegar a una conclusión que revele precisamente la ineptitud o descuido del funcionario en
virtud de la comisión de errores inexcusables. Es preciso señalar que la notoria ineptitud o descuido
inexcusable puede manifestarse en cualquier etapa o faceta de la actividad judicial, bien sea en la
meramente administrativa o de organización del órgano jurisdiccional, al sustanciar los
procedimientos a su cargo, o al dictar las resoluciones con que culminan dichos procedimientos.
Revisión administrativa 1/97. 25 de agosto de 1997. Unanimidad de diez votos (Impedimento legal
presidente José Vicente Aguinaco Alemán). Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario:
Juan José Franco Luna.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el trece de octubre en curso, aprobó, con el
número CXLVII/1997, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para
integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a trece de octubre de mil novecientos
noventa y siete.
De acuerdo con los artículos 1781 y 1782 del Código Civil del Estado de Querétaro vigente hasta el
21 de octubre de 2009, el responsable de un daño moral tendrá la obligación de repararlo, mediante
una indemnización en dinero; lo que significa que debe resarcirse a una persona, con una cantidad
monetaria, por un daño o perjuicio que se le originó por negligencia o descuido y, de esa manera,
compensarla por las afectaciones físicas y emocionales que sufrió, con el fin de enmendar, corregir
o remediar en lo posible, el perjuicio que se le profirió; y para cuantificarla, según lo establecido en
dichos numerales, será menester atender a los derechos lesionados, el grado de responsabilidad, la
situación económica del responsable y de la víctima, así como las demás circunstancias del caso; lo
que deberá efectuarse en una cantidad concreta y única, con el fin de resarcirla de inmediato, por el
menoscabo en su integridad física y psíquica, y no en forma periódica, como si se tratara de una
pensión, como lo sería, por ejemplo, en casos de jubilación, viudez, orfandad, incapacidad u otras
análogas, que se traducen en derechos de seguridad social de los individuos y que deben satisfacerse
en forma temporal o vitalicia.
Amparo directo 422/2013. Instituto Mexicano del Seguro Social. 25 de julio de 2013. Unanimidad
de votos. Ponente: Alma Rosa Díaz Mora. Secretario: Raúl Mazariegos Aguirre.
Época: Novena Época
Registro: 198315
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo VI, Julio de 1997
Materia(s): Administrativa
Tesis: VI.2o.98 A
Página: 430
Amparo directo 120/97. Ruperto Castañeda Gómez. 14 de mayo de 1997. Unanimidad de votos.
Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Secretario: José Mario Machorro Castillo.
Esta postura ha sido aceptada por los Tribunales Federales, como se puede apreciar con
la siguiente tesis jurisprudencial:
De conformidad con lo dispuesto por los artículos 51 de la Ley Federal de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, aplicable a los funcionarios de los poderes locales del Distrito Federal, según lo
dispuesto por el segundo transitorio de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el trece de
marzo del dos mil dos, y 15 del Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, los procedimientos de
responsabilidades administrativas que se instruyan a los servidores públicos de la Asamblea Legislativa de
esta entidad se substanciarán con base en las disposiciones sustantivas contenidas en el primero de los
mencionados ordenamientos y excepcionalmente serán aplicables las adjetivas que convengan con la
naturaleza del referido órgano legislativo. Si bien los artículos 73 de la mencionada ley de responsabilidades
y 25 de la aplicable en el ámbito federal disponen que contra las resoluciones emitidas en esa materia
procede juicio de nulidad ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo del Distrito Federal y el Tribunal
Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, respectivamente, lo cierto es que tales prescripciones no resultan
aplicables tratándose de los funcionarios de la Asamblea Legislativa local, puesto que los citados tribunales,
conforme a lo dispuesto por los artículos 73, fracción XXIX-H, y 122, apartado C, base quinta, de la Carta
Magna, solamente tienen atribuciones para dirimir las controversias que se susciten entre la administración
pública de su respectiva esfera y los particulares, pero no aquellas en las que sea parte el Poder Legislativo
del Distrito Federal, ya que de lo contrario se afectaría gravemente el sistema de competencias establecido
en el referido Ordenamiento Supremo. En ese sentido, frente a la demanda de nulidad promovida por un
servidor de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal contra la resolución en que se le finca
responsabilidad administrativa no existe conflicto competencial entre los citados tribunales contencioso
administrativos, dado que ambos carecen de atribuciones para conocer de dicha controversia.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
Competencia 4/2012. Suscitada entre la Primera Sala del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del
Distrito Federal y la Cuarta Sala Regional Metropolitana del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa. 17 de mayo de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Ronzon Sevilla. Secretario:
Gustavo de Yahvéh Ibarra Zavala.
De las disposiciones contenidas en el Título Segundo, Capítulo II, de la Ley Federal de Responsabilidades
Administrativas de los Servidores Públicos, se advierte que los medios de defensa ordinarios previstos en su
artículo 25, entre ellos, el juicio de nulidad ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, son
inaplicables tratándose de resoluciones del órgano de control de la Cámara de Diputados del Congreso de la
Unión que impone sanciones a sus servidores públicos por faltar a las obligaciones establecidas en el artículo
8o. de la referida ley, ya que el diverso precepto 28 prevé que en caso de que sea revocada o modificada
dicha resolución "se ordenará a la dependencia o entidad" que restituya al servidor público en el pleno goce
de sus derechos, por lo que es indudable que la procedencia de tal juicio está referida sólo a resoluciones
dictadas por órganos de la administración pública federal. Por otra parte, si bien es cierto que el artículo 11,
fracción XII, de la Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa establece que procede
el juicio de nulidad contra las resoluciones definitivas que impongan sanciones administrativas a los
servidores públicos en los términos de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos (ahora
Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos), también lo es que no debe
interpretarse en forma aislada, sino en relación con el 73, fracción XXIX-H, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que dispone que dicho Tribunal sólo tiene competencia para dirimir conflictos
suscitados entre los órganos de la administración pública federal del Poder Ejecutivo Federal y los
particulares, pero no para resolver controversias entre éstos y el Presidente de la República, o con los otros
Poderes de la Unión. En atención a lo expuesto, se concluye que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa carece de competencia para conocer del juicio promovido contra las resoluciones dictadas
por la Contraloría Interna de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, por sí o a través de la
Dirección de Quejas, Denuncias e Inconformidades que impongan sanciones administrativas a sus servidores
públicos.
Contradicción de tesis 27/2006-SS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo, Cuarto,
Octavo y Décimo Tercero, todos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 17 de marzo de 2006.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Juan Díaz Romero.
Secretario: Israel Flores Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 49/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada del
treinta y uno de marzo de dos mil seis.
Revisión fiscal 356/2011. Titular de la Unidad de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de la Función Pública, en
representación del titular del Área de Quejas y del titular del Área de Responsabilidades del Órgano Interno
de Control en el Instituto Nacional de Salud Pública, firma en ausencia del primero el Director General
Adjunto Jurídico Contencioso. 26 de octubre de 2011. Unanimidad de votos. Ponente: F. Javier Mijangos
Navarro. Secretario: Héctor Landa Báez.
Época: Novena Época
Registro: 167380
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXIX, Abril de 2009
Materia(s): Administrativa
Tesis: I.15o.A.125 A
Página: 1959
De conformidad con el proceso legislativo de la citada reforma se estableció un esquema jurídico innovador
en materia de responsabilidades administrativas de los servidores públicos, pues el Poder Reformador de la
Constitución consideró que en el anterior régimen de responsabilidades administrativas existía una
concentración de funciones, dado que la autoridad que verifica el cumplimiento de las disposiciones que
regulan la actuación de la administración pública federal, es la misma que investiga e impone, en su caso, las
sanciones administrativas a los servidores públicos que se apartan de los principios que rigen el ejercicio de
la función pública, por lo que dotó de facultades al Congreso de la Unión para expedir leyes que establezcan
tribunales de lo contencioso-administrativo competentes para imponer sanciones administrativas a dichos
servidores públicos, acorde a la evolución gradual que han presentado tales órganos jurisdiccionales desde
que fueron concebidos para dirimir las controversias que se susciten entre la administración pública federal
y los particulares, hasta llegar a convertirse en un modelo de jurisdicción de naturaleza mixta. Sobre tales
premisas, es inconcuso que a partir de la reforma constitucional mencionada se revolucionó el antiguo
régimen disciplinario y se instituyó un esquema de distribución de competencias, en el cual los órganos de
control de las dependencias de la administración pública federal son los encargados de detectar e investigar
la conducta indebida de los servidores públicos, en tanto que el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa es el facultado para imponer las sanciones administrativas que procedan; modificación que
según la exposición de motivos relativa, pretende atemperar los nexos de subordinación que existen en el
sistema disciplinario reformado y dar mayor equidad al proceso, habida cuenta que la autoridad facultada
para imponer las sanciones administrativas tiene plena autonomía para dictar sus fallos y se preserva la
facultad disciplinaria de tales dependencias.
Queja 22/2009. Antonio Humberto Herrera López. 19 de marzo de 2009. Unanimidad de votos. Ponente:
Armando Cortés Galván. Secretario: Gabriel Regis López.
En términos generales todo funcionario debe abstenerse de incurrir en actos u omisiones que impliquen
incumplimiento de cualquier disposición relacionada con el servicio público, motivo por el cual no sólo están
obligados a acatar la ley en sentido estricto, sino también toda clase de cuerpos normativos entendidos en
sentido lato, como podrían ser los manuales de organización, de procedimientos o de servicios al público,
circulares, acuerdos y oficios, además de las instrucciones directas de sus superiores jerárquicos. Sin
embargo, para que un servidor público pueda ser sancionado por el incumplimiento de dicha normatividad
es indispensable que exista razonable certeza de su obligatoriedad, particularmente si se trata de un tema
presupuestario, cuyo manejo se encuentra más ampliamente regulado por la importancia que tienen los
recursos públicos en términos del artículo 134, párrafos primero y segundo, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Luego, como en el derecho administrativo sancionador rige el principio de
tipicidad, cuando se imputa a un servidor público la transgresión a lineamientos institucionales de índole
presupuestario, es necesario que se identifique con precisión el contenido de esa normatividad, sea legal,
reglamentario o administrativo, pues sólo así es posible evaluar si su conducta es susceptible de ser
reprochada.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL DÉCIMO SEXTO
CIRCUITO.
Amparo directo 94/2008. Ana Laura Calleja Gómez. 10 de octubre de 2008. Unanimidad de votos. Ponente:
Ariel Alberto Rojas Caballero. Secretario: Miguel Ángel González Escalante.
Del texto de los artículos 109 y 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del
contenido de la exposición de motivos del decreto de reformas y adiciones al título cuarto de la propia
Constitución, publicado en el Diario Oficial de la Federación el veintiocho de diciembre de mil novecientos
ochenta y dos, se advierte que la intención del Poder Revisor de aquélla fue la de crear un sistema de
normas conducentes a sancionar, por la autoridad administrativa competente, a quienes teniendo el
carácter de servidores públicos incurran en actos u omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad,
imparcialidad y eficiencia que deben observar en el desempeño de la función pública. En cambio, la
redacción del artículo 21 de la Constitución Federal revela que su autor designó como penas a las sanciones
derivadas de la comisión de ilícitos penales, cuya aplicación compete exclusivamente a la autoridad judicial,
de donde deriva que su naturaleza y fines son distintos a los del sistema de imposición de sanciones
administrativas, por ser diferentes las causas que les dan origen. En esa virtud, los parámetros o
lineamientos que rigen las sanciones penales no pueden ser iguales a los del sistema sancionador de
responsabilidades administrativas ni, por consiguiente, puede legalmente determinarse la
inconstitucionalidad de los dispositivos que fijan las sanciones relativas en la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos con base en esa diferencia, pues sería desconocer la intención
del Poder Revisor de la Constitución -contenida en la exposición de motivos y en el texto de los artículos 109
y 113 citados-, que fue la de crear un sistema de normas conducentes a sancionar a quienes, teniendo el
carácter de servidores públicos, incurrieran en actos u omisiones que afecten los principios fundamentales
que rigen el desempeño de sus funciones, por lo que el legislador secundario, congruente con esa naturaleza
y finalidad, en la referida ley reglamentaria definió el núcleo básico calificado como infracción en cada una
de las fracciones de su artículo 47, además de que en sus artículos 53 y 54 especificó las sanciones
correspondientes a dichas faltas y fijó los elementos que debe tomar en cuenta la autoridad administrativa
sancionadora para adecuarlas al caso concreto, de manera tal que se trata de sanciones de distinta
naturaleza a las penales, en tanto que guardan relación con la afectación al eficaz desempeño de la función
administrativa por los servidores públicos que la incumplen.
Amparo en revisión 2164/99. Fernando Ignacio Martínez González. 29 de junio de 2001. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Mariano Azuela Güitrón. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Aída
García Franco.
Época: Tercera
Instancia: Sala Superior, TCADF
Tesis: S.S./J.18
R.A.-493/99-8237/98.- Parte actora: Raúl Solano Callejas y Jorge Andrés Jiménez Rojas.- Fecha:
17 de noviembre de 1999.- Unanimidad de votos.- Ponente: Mag. Lic. César Castaneda Rivas.-
Secretario: Lic.
Raúl Domínguez Domínguez.
R.A.-1321/99-935/99.- Parte actora: Félix Ramírez Mota.- Fecha: 2 de diciembre de 1999.-
Unanimidad de votos.- Ponente: Mag. Lic. Victoria Eugenia Quiroz de Carrillo.- Secretaria: Lic.
Eduarda Fortis Garduño.
R.A.-1562/99-1581/99.- Parte actora: Ernesto Vega Aguilar.- Fecha: 12 de enero de 2000.-
Unanimidad de votos.- Ponente: Mag. Lic. Jaime Araiza Velázquez .- Secretaria: Lic. Marcela
Quiñones Calzada.
R.A.-3314/99-1427/99.- Parte actora: Miguel Angel Mogos Núñez.- Fecha: 12 de enero de 2000.-
Unanimidad de votos.- Ponente: Mag. Lic. Pedro Enrique Velasco Albin.- Secretario: Lic. Luis
Gómez
Salas.
R.A.-23/2000 y 24/2000 (ACUMULADOS) 2263/98.- Parte actora: Héctor León García.- Fecha: 25
de enero de 2001.- Unanimidad de votos.- Ponente: Mag. Lic. César Castañeda Rivas.- Secretario:
Lic.
Gerardo Torres Hernández.
G.O.D.F., octubre 2, 2001
Época: Tercera
Instancia: Sala Superior, TCADF
Tesis: S.S./J. 32
R.A. 155/2002-III-878/2001.- Parte actora: Ramón Olvera Romero.- Fecha: 17 de junio de 2003.-
Unanimidad de siete Votos.- Ponente: Mag. Lic. José Raúl Armida Reyes.- Secretario: Lic. Felipe
Uribe Rosaldo.
R.A. 7812/2002-II-5856/2001.- Parte actora: María Estela García del Valle.- Unanimidad de siete
votos.- Fecha: 16 de abril de 2003.- Ponente: Mag. Lic. Jaime Araiza Velázquez.- Secretaria: Lic.
Rosa
Barzalobre Pichardo.
R.A. 8011/2002-I-10753/2000.- Parte actora: Noé Alejandre Cruz.- Unanimidad de siete votos.-
Fecha:
19 de junio de 2003.- Ponente: Mag. Lic. Laura Emilia Aceves Gutiérrez.- Secretario: Lic. Armando
Estrada Carvajal.
R.A. 2066/2003-A-1393/2002.- Parte actora: César Peña Bautista.- Fecha: 10 de octubre de 2003.-
Unanimidad de siete votos.- Ponente: Mag. Doctora Lucila Silva Guerrero.- Secretario: Lic. José
Morales Campos.
R.A. 3394/2003-I-3131/2002.- Parte actora: Vladymir Miranda Martínez.- Unanimidad de siete
votos.-
Fecha: 19 de septiembre de 2003.- Ponente: Mag. Doctor Adalberto Saldaña Harlow.- Secretario:
Lic.
Guillermo Gabino Vázquez Robles.
Aprobada por la Sala Superior en sesión plenaria del veinte de octubre del dos mil cuatro.
G.O.D.F. 1° de noviembre de 2004
Época: Tercera
Instancia: Sala Superior, TCADF
Tesis: S.S./J. 57
R.C.A. 17/2004.- R.A. 645/2004-I-3173/2002.- Parte actora: Eloisa Silvia Díaz Color.- Fecha: 27 de
octubre de 2004.- Unanimidad de siete votos.- Ponente: Mag. Lic. José Raúl Armida Reyes.-
Secretario: Lic. José Arturo de la Rosa Peña.
R.A. 5015/2004-A-4646/2003.- Parte actora: José Luis García Amezcua.- Fecha: 23 de noviembre
de
2004.- Unanimidad de siete votos.- Ponente: Mag. Lic. José Raúl Armida Reyes.- Secretario: Lic.
José
Arturo de la Rosa Peña.
R.A. 3574/2004-II-2985/2003.- Parte actora: María del Rocío García y Rodolfo Juárez Ramírez.-
Fecha: 02 de febrero de 2005.- Unanimidad de siete votos.- Ponente: Mag. Doctor Adalberto
Saldaña
Harlow.- Secretario: Lic. Guillermo Gabino Vázquez Robles.
R.A. 4811/2004 y 4656/2004-A-1312/2004.- Parte actora: Ricardo Aceves Martínez.- Fecha: 13 de
abril de 2005.- Unanimidad de siete votos.- Ponente: Mag. Lic. Laura Emilia Aceves Gutiérrez.-
Secretaria: Lic. Ana Claudia de La Barrera Patiño.
D.A. 154/2005.- R.A. 6584/2004-I-3973/2003.- Parte actora: Shulem de Jesús Velázquez López.-
Fecha: 15 de junio de 2005.- Unanimidad de siete votos.- Ponente: Mag. Doctor Adalberto Saldaña
Harlow.- Secretario: Lic. Guillermo Gabino Vázquez Robles.
Aprobada por la Sala Superior en sesión plenaria del día quince de novimbre del dos mil
seis.
G.O.D.F. 29 de noviembre de 2006
Registro Núm. 18615; Novena Época; Segunda Sala; Semanario Judicial de la Federación
y su Gaceta
CONSIDERANDO:
CUARTO. Por su parte, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, al fallar el amparo en revisión 1364/97, en sesión de dieciocho de junio de mil
novecientos noventa y siete, en lo que interesa, sostuvo lo siguiente:
"CUARTO. ... Por otra parte, en los agravios que hacen valer las autoridades recurrentes
de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, en el primero de ellos
argumentan que el Juez en la sentencia que impugnan viola en su contra diversos
preceptos legales porque no valora el contenido del informe rendido ni aprecia
correctamente las pruebas aportadas porque, contrario a lo resuelto, la autoridad emisora
de la resolución cuenta con un término de tres años para sancionar a sus servidores
públicos de conformidad al artículo 78, fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidades
de los Servidores Públicos, por lo que considera es erróneo que el Juez determine que
caducaron las facultades de la autoridad para sancionar al quejoso. Resulta infundado el
agravio aludido en atención a que, en primer lugar, se debe distinguir que el a quo
determinó que la resolución reclamada en el juicio de amparo era ilegal por haber
caducado las facultades de la autoridad para dictar la resolución correspondiente en el
procedimiento administrativo seguido en contra del quejoso, y a lo que se refiere el
artículo 78, fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores
Públicos, es a la prescripción de las facultades de la autoridad para imponer las sanciones
que esa ley prevé, de lo que se desprende que se trata de dos figuras jurídicas diferentes,
ya que la pérdida de la facultad para resolver de la autoridad, se dio de acuerdo a lo que
establece el artículo 64, fracción II, de ese ordenamiento legal, que le da a la secretaría
que haya instrumentado el procedimiento de responsabilidad, un plazo de treinta días
hábiles, para imponer o no al infractor sanciones administrativas y, como lo dijo el a quo,
en el caso al cerrarse la instrucción (29 de agosto de mil novecientos noventa y cuatro),
según acuerdo que obra a fojas 229 del juicio de amparo, y no existir promoción posterior,
desde esa fecha corrieron los treinta días a que se refiere ese precepto antes citado, por
tanto, si se sanciona al quejoso hasta el siete de noviembre de mil novecientos noventa y
seis, fecha en que se dictó la resolución que se reclamó en amparo, el término que tenía
la autoridad para resolver transcurrió en exceso, sin que afecte que el a quo lo haya
encaminado a la caducidad a que hizo alusión el Juez en su sentencia, relativo a lo que
establece el Código Federal de Procedimientos Civiles, ya que de cualquier forma la
autoridad pierde la facultad de resolver, por no haber emitido la resolución en el término
otorgado por la ley. Por lo anterior, si en el caso se trata de una resolución dictada en un
procedimiento administrativo, la determinación del a quo al decretar que en el caso se dio
la caducidad mencionada fue correcta; en cambio, la autoridad confunde tal figura con la
de la prescripción que se refiere únicamente a la pérdida de la facultad de la autoridad
para sancionar a sus funcionarios en los términos que ese precepto prevé, es decir, es la
abstención de la autoridad de iniciar el procedimiento administrativo en contra de sus
funcionarios; por su parte, en el asunto a estudio, la autoridad que emitió la resolución
reclamada en el amparo, se considera caducó su facultad por no resolver el
procedimiento dentro del término que exige el artículo 64, fracción II, de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos, por ende, la determinación del a quo fue
correcta y el agravio de mérito infundado."
QUINTO. Para que exista contradicción de tesis las posturas sustentadas por los órganos
contendientes deben ser efectivamente opuestas, discrepantes o divergentes, para lo cual
es necesario que se reúnan los siguientes requisitos:
c) Que los criterios discrepantes provengan del examen de los mismos elementos.
Por su parte, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito
consideró que debe distinguirse entre la prescripción de las facultades para imponer
sanciones en términos del artículo 78, fracción II, de la Ley Federal de Responsabilidades
de los Servidores Públicos y la caducidad, que consiste en la pérdida de la facultad para
resolver en términos del artículo 64, fracción II, de ese ordenamiento legal, por lo que si
en el caso transcurrió en exceso el término con que contaba la autoridad para dictar
resolución, perdió su facultad para hacerlo, con independencia de que haya operado o no
la prescripción.
Asimismo, los criterios discrepantes provienen del examen de los mismos elementos,
pues en ambos casos los órganos contendientes analizaron la validez de diversas
resoluciones sobre responsabilidad administrativa dictadas con posterioridad al plazo de
treinta días hábiles que establece el artículo 64, fracción II, de la Ley Federal de
Responsabilidades de los Servidores Públicos, vigente en el ámbito federal hasta el trece
de marzo de dos mil dos.
A fin de dar respuesta a dicho planteamiento debe quedar precisado que el régimen de
responsabilidades de los servidores públicos encuentra su fundamento constitucional en
el título cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual
consagra diversas categorías de responsabilidades a cargo de los servidores públicos, a
saber: la penal, la política, la administrativa y la civil, cada una de las cuales goza de
autonomía y posee características propias en cuanto a autoridades, procedimientos,
supuestos y sanciones.
"Artículo 109. El Congreso de la Unión y las Legislaturas de los Estados, dentro de los
ámbitos de sus respectivas competencias, expedirán las leyes de responsabilidades de
los servidores públicos y las demás normas conducentes a sancionar a quienes, teniendo
este carácter, incurran en responsabilidad, de conformidad con las siguientes
prevenciones:
"...
"III. Se aplicarán sanciones administrativas a los servidores públicos por los actos u
omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que
deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones.
"Artículo 2o. Son sujetos de esta ley, los servidores públicos mencionados en el párrafo
primero y tercero del artículo 108 constitucional y todas aquellas personas que manejen o
apliquen recursos económicos federales."
"Artículo 47. Todo servidor público tendrá las siguientes obligaciones, para salvaguardar
la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deben ser observadas en el
desempeño de su empleo, cargo o comisión, y cuyo incumplimiento dará lugar al
procedimiento y a las sanciones que correspondan, sin perjuicio de sus derechos
laborales, así como de las normas específicas que al respecto rijan en el servicio de las
fuerzas armadas:
"I. Cumplir con la máxima diligencia el servicio que le sea encomendado y abstenerse de
cualquier acto u omisión que cause la suspensión o deficiencia de dicho servicio o
implique abuso o ejercicio indebido de un empleo, cargo o comisión;
"II. Formular y ejecutar legalmente, en su caso, los planes, programas y presupuestos
correspondientes a su competencia, y cumplir las leyes y otras normas que determinen el
manejo de recursos económicos públicos;
"III. Utilizar los recursos que tengan asignados para el desempeño de su empleo, cargo o
comisión, las facultades que le sean atribuidas o la información reservada a que tenga
acceso por su función exclusivamente para los fines a que están afectos;
"IV. Custodiar y cuidar la documentación e información que por razón de su empleo, cargo
o comisión, conserve bajo su cuidado o a la cual tenga acceso, impidiendo o evitando el
uso, la sustracción, destrucción, ocultamiento o inutilización indebidas de aquéllas;
"V. Observar buena conducta en su empleo, cargo o comisión, tratando con respeto,
diligencia, imparcialidad y rectitud a las personas con las que tenga relación con motivo
de éste;
"VI. Observar en la dirección de sus inferiores jerárquicos las debidas reglas del trato y
abstenerse de incurrir en agravio, desviación o abuso de autoridad;
"VIII. Comunicar por escrito al titular de la dependencia o entidad en la que presten sus
servicios, las dudas fundadas que le suscite la procedencia de las órdenes que reciba;
"XI. Abstenerse de desempeñar algún otro empleo, cargo o comisión oficial o particular
que la Ley le prohíba;
"XIV. Informar por escrito al jefe inmediato y en su caso, al superior jerárquico, sobre la
atención, trámite o resolución de los asuntos a que hace referencia la fracción anterior y
que sean de su conocimiento; y observar sus instrucciones por escrito sobre su atención,
tramitación y resolución, cuando el servidor público no pueda abstenerse de intervenir en
ellos;
"XV. Abstenerse, durante el ejercicio de sus funciones de solicitar, aceptar o recibir, por sí
o por interpósita persona, dinero, objetos mediante enajenación a su favor en precio
notoriamente inferior al que el bien de que se trate y que tenga en el mercado ordinario, o
cualquier donación, empleo, cargo o comisión para sí, o para las personas a que se
refiere la fracción XIII, y que procedan de cualquier persona física o moral cuyas
actividades profesionales, comerciales o industriales se encuentren directamente
vinculadas, reguladas o supervisadas por el servidor público de que se trate en el
desempeño de su empleo, cargo o comisión y que implique intereses en conflicto. Esta
prevención es aplicable hasta un año después de que se haya retirado del empleo, cargo
o comisión;
"XIX. Atender con diligencia las instrucciones, requerimientos y resoluciones que reciba
de la Secretaría de la Contraloría, conforme a la competencia de ésta;
"XX. Supervisar que los servidores públicos sujetos a su dirección, cumplan con las
disposiciones de este artículo; y denunciar por escrito, ante el superior jerárquico o la
contraloría interna, los actos u omisiones que en ejercicio de sus funciones llegare a
advertir respecto de cualquier servidor público que pueda ser causa de responsabilidad
administrativa en los términos de esta ley, y de las normas que al efecto se expidan;
"XXI. Proporcionar en forma oportuna y veraz, toda la información y datos solicitados por
la institución a la que legalmente le competa la vigilancia y defensa de los derechos
humanos, a efecto de que aquélla pueda cumplir con las facultades y atribuciones que le
correspondan;
"III. Suspensión;
"Para que una persona que hubiere sido inhabilitada en los términos de ley por un plazo
mayor de diez años, pueda volver a desempeñar un empleo, cargo o comisión en el
servicio público una vez transcurrido el plazo de la inhabilitación impuesta, se requerirá
que el titular de la dependencia o entidad a la que pretenda ingresar, dé aviso a la
secretaría, en forma razonada y justificada de tal circunstancia.
"Artículo 64. La secretaría impondrá las sanciones administrativas a que se refiere este
capítulo mediante el siguiente procedimiento:
"II. Desahogadas las pruebas, si las hubiere, la secretaría resolverá dentro de los treinta
días hábiles siguientes, sobre la inexistencia de responsabilidad o imponiendo al infractor
las sanciones administrativas correspondientes y notificará la resolución al interesado
dentro de las setenta y dos horas, a su jefe inmediato, al representante designado por la
dependencia y al superior jerárquico;
"La suspensión temporal a que se refiere el párrafo anterior suspenderá los efectos del
acto que haya dado origen a la ocupación del empleo, cargo o comisión, y regirá desde el
momento en que sea notificada al interesado o éste quede enterado de la resolución por
cualquier medio. La suspensión cesará cuando así lo resuelva la secretaría,
independientemente de la iniciación, continuación o conclusión del procedimiento a que
se refiere el presente artículo en relación con la presunta responsabilidad de los
servidores públicos.
Es a la luz de tales consideraciones que debe analizarse el artículo 64, fracción II, de la
Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, cuyo contenido conviene
traer a colación:
"Artículo 64. La secretaría impondrá las sanciones administrativas a que se refiere este
capítulo mediante el siguiente procedimiento:
"...
"II. Desahogadas las pruebas, si las hubiere, la secretaría resolverá dentro de los treinta
días hábiles siguientes, sobre la inexistencia de responsabilidad o imponiendo al infractor
las sanciones administrativas correspondientes y notificará la resolución al interesado
dentro de las setenta y dos horas, a su jefe inmediato, al representante designado por la
dependencia y al superior jerárquico."
"Artículo 78. Las facultades del superior jerárquico y de la secretaría para imponer las
sanciones que esta ley prevé se sujetarán a lo siguiente:
"El plazo de prescripción se contará a partir del día siguiente a aquél en que se hubiera
incurrido en la responsabilidad o a partir del momento en que hubiese cesado, si fue de
carácter continuo.
"En todos los casos la prescripción a que alude este precepto se interrumpirá al iniciarse
el procedimiento administrativo previsto por el artículo 64."
Así lo sostuvo esta Segunda Sala al resolver, en sesión de esta misma fecha, la
contradicción de tesis 130/2004-SS, de la que derivó el siguiente criterio jurisprudencial:
PRIMERO.-Sí existe contradicción entre los criterios sustentados por los Tribunales
Séptimo y Cuarto, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito.
48
PROBIDAD U HONRADEZ, FALTA DE. CONCEPTO. Por falta de probidad u honradez se entiende el no
proceder rectamente en las funciones encomendadas, con mengua de rectitud de ánimo, o sea, apartarse de las
obligaciones que se tienen a cargo procediendo en contra de las mismas, dejando de hacer lo que se tiene
encomendado, o haciéndolo en contra; debe estimarse que no es necesario para que se integre la falta de
probidad u honradez que exista un daño patrimonial o un lucro indebido, sino sólo que se observe una
conducta ajena a un recto proceder. (Tesis 392, Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, Séptima Época, Apéndice de 1995, Tomo V, Parte SCJN, página 260).
"Octava Época
"Instancia: SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO "EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL TERCER "CIRCUITO.
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación.
"Tomo: I, Segunda Parte-1, Enero a Junio de 1988.
"Página: 413.
"MINISTERIO PÚBLICO, NEGATIVA DEL, A "EXPEDIR COPIAS DE LA
AVERIGUACIÓN "PREVIA. NO ES VIOLATORIA DE LA FRACCION "VII DEL
ARTÍCULO 20 CONSTITUCIONAL.- La "negativa del Agente del Ministerio
Público a "expedir copias de la averiguación previa, no es "violatoria de la
garantía constitucional contenida "en la fracción VII del artículo 20 de la
Carta Magna, "en virtud de que la averiguación previa constituye "en
términos generales, un estadio indagatorio en "el cual aún no existe un
procesado, pues en "esencia, lo que representa es la etapa de "investigación
en la que el fiscal recaba todos "aquellos elementos de prueba tendientes a
"demostrar la existencia de hechos delictuosos, lo "que difiere
diametralmente con el concepto de "proceso, porque para que éste se
configure es "necesario que exista una acusación por parte del
"representante social y un juicio instaurado ante la "autoridad competente.
Se concluye así, porque la "garantía que establece la fracción VII, del artículo
"20 constitucional, es clara y no da lugar a "interpretaciones diversas, pues
se refiere al "acusado y no a los simples indiciados”.
"SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA "ADMINISTRATIVA DEL
TERCER CIRCUITO.
"Amparo en revisión 140/88. Benito Hernández "Alvarez. 17 de mayo de 1988.
Unanimidad de votos. "Ponente: Filemón Haro Solís. Secretario: Rogelio "Alberto
Montoya Rodríguez.”
Novena Época.
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
"Gaceta.
"Tomo: V, Mayo de 1997.
"Tesis: V.1o.24 P.
"Página: 641.
"MINISTERIO PÚBLICO. ESTÁ IMPEDIDO PARA "EXPEDIR COPIAS DE LA
AVERIGUACIÓN PREVIA "(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE SONORA).- Del
"análisis del artículo 129 bis, fracción III, inciso d), "del Código Procesal
Penal para el Estado de "Sonora, se colige que el derecho a que alude la
"primera parte del artículo 20 bis de la propia ley, "resulta concordante con el
primero de los "preceptos señalados, pues éste limita la facultad "del
inculpado a consultar en la oficina del "Ministerio Público y en presencia del
personal, el "expediente de la averiguación previa, es decir, los "preceptos
mencionados son acordes y no dejan "lugar a duda de que el término "sólo
podrán tener "acceso", resulta limitativo a consultar las "constancias
relativas, pero de ello no se puede "inferir que dentro de los derechos que se
otorgan "al inculpado, esté el de que se le expidan copias "de la
indagatoria”.
"PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL QUINTO "CIRCUITO.
"Amparo en revisión 388/96. Walter Eldo Burr Barreño. "16 de enero de 1997.
Unanimidad de votos. Ponente: "Francisco Carrillo Vera. Secretario: Francisco
Raúl "Méndez Vega.
"Novena Época.
"Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito.
"Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su "Gaceta.
"Tomo: X, Noviembre de 1999.
"Tesis: VII.1o.P.113 P.
"Página: 960.
"AVERIGUACIÓN PREVIA. SU ACCESO A ELLA "POR PARTE DEL
INCULPADO NO IMPLICA EL "DERECHO A QUE SE LE EXPIDAN COPIAS
"CERTIFICADAS DE LA MISMA (LEGISLACIÓN DEL "ESTADO DE
VERACRUZ).- De conformidad con lo "dispuesto por el artículo 128, párrafo
quinto, de la "ley procesal de la entidad, a las actuaciones de "averiguación
previa "sólo podrán tener acceso" el "inculpado, su defensor, la víctima u
ofendido y su "representante legal, esto es, para imponerse de "esas
actuaciones y tomar los datos que estimen "necesarios en relación
únicamente con los "hechos que estén relacionados con los mismos, "pero
no para que se le expidan copias o "constancias de dicha averiguación, sin
que esto "signifique que al quejoso se le deje en estado de "indefensión,
habida cuenta de que no es ajeno al "expediente”.
"PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA "PENAL DEL SÉPTIMO
CIRCUITO.
"Amparo en revisión 288/99. Manuel Muñoz Vaquier. "20 de septiembre de 1999.
Unanimidad de votos. "Ponente: Heriberto Sánchez Vargas. Secretario: "Isaías N.
Oficial Huesca.
"Véase: Semanario Judicial de la Federación, Novena "Época, Tomo V, mayo de
1997, página 641, tesis "V.1o.24 P, de rubro: "MINISTERIO PÚBLICO. ESTÁ
"IMPEDIDO PARA EXPEDIR COPIAS DE LA "AVERIGUACIÓN PREVIA
(LEGISLACIÓN DEL "ESTADO DE SONORA).".
Esta tesis se publicó el viernes 26 de junio de 2015 a las 9:20 horas en el Semanario
Judicial de la Federación.
El Tribunal Pleno, el quince de agosto en curso, aprobó, con el número 99/2006, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a quince de agosto de dos mil seis.
De acuerdo con el artículo 109 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la
comisión de delitos por parte de cualquier servidor público que incurra en hechos de corrupción,
será sancionada en términos de la legislación penal; asimismo, se le aplicarán sanciones
administrativas por los actos u omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad
y eficiencia que deba observar en el desempeño de su empleo, cargo o comisión, lo que se conoce
como derecho disciplinario; finalmente, la ley establece los procedimientos autónomos para la
investigación y sanción de dichos actos u omisiones. En estas condiciones, la facultad
sancionadora de la administración forma parte, junto con la potestad penal de los tribunales, de un
ius puniendi superior del Estado, de manera que aquéllas no son sino manifestaciones concretas
de éste. La razón de esta diversidad de instancias punitivas radica en que la naturaleza, fines y
objetivos perseguidos en ambas regulaciones son diversos, verbigracia, en el derecho penal el
objetivo principal es promover el respeto a determinados bienes jurídicos tutelados mediante las
normas (la vida, la propiedad, etcétera); de ahí que prohíba y sancione las conductas dirigidas a
lesionarlos o ponerlos en peligro. En cambio, el derecho disciplinario busca la adecuada y eficiente
función pública, como garantía constitucional en favor de los gobernados, al imponer a una
comunidad específica –servidores y funcionarios públicos–, una modalidad de conducta correcta,
honesta, adecuada y pertinente a su encargo; de lo cual deriva que, al faltar a un deber o al
cumplimiento de dicha conducta correcta, debe aplicarse la sanción disciplinaria. Así, el ius
puniendi lo ejerce el Estado bajo modalidades o manifestaciones distintas al derecho penal, como
en el disciplinario y, en general, el administrativo sancionador, ambiental, fiscal y otros, con la
condición de que se apliquen, mutatis mutandi, los principios del derecho penal, tanto para efectos
garantistas del presunto inculpado y de la sociedad, como para incentivar y encauzar políticas
públicas de eficiencias y disuasión en favor de la ciudadanía, como es una eficiente función pública
y combate a la corrupción e ilegalidad en el actuar de servidores públicos. En síntesis, el derecho
debe verse como un medio o mecanismo de control social para dirigir e incentivar
comportamientos, a fin de realizar o consumar resultados sociales y metas que son distintas en el
ámbito penal y en el administrativo sancionador. De ahí que los procedimientos en los que se
aplica el derecho disciplinario, son independientes y autónomos de aquellos que, a pesar de
encontrarse relacionados o basados en los mismos hechos, sean solucionados con fundamento en
el derecho penal.
Amparo directo 251/2017. Sergio Bermejo Garza. 8 de marzo de 2018. Unanimidad de votos.
Ponente: Jean Claude Tron Petit. Secretario: José Arturo Ramírez Becerra.
Esta tesis se publicó el viernes 08 de junio de 2018 a las 10:14 horas en el Semanario Judicial de
la Federación.
Contradicción de tesis 200/2013. Entre las sustentadas por la Primera y la Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 28 de enero de 2014. Mayoría de nueve votos de los
Ministros Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, José Ramón Cossío Díaz, Margarita Beatriz Luna Ramos,
José Fernando Franco González Salas, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Jorge Mario Pardo
Rebolledo, Sergio A. Valls Hernández, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Juan N. Silva
Meza; votaron en contra: Luis María Aguilar Morales y Alberto Pérez Dayán. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Octavio Joel Flores Díaz.
El Tribunal Pleno, el veintiséis de mayo en curso, aprobó, con el número 43/2014 (10a.), la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis de mayo de dos mil catorce.
Nota: La tesis aislada P. XXXV/2002 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVI, agosto de 2002, página 14, con el rubro:
"PRESUNCIÓN DE INOCENCIA. EL PRINCIPIO RELATIVO SE CONTIENE DE MANERA
IMPLÍCITA EN LA CONSTITUCIÓN FEDERAL."
Esta tesis se publicó el viernes 06 de junio de 2014 a las 12:30 horas en el Semanario Judicial de
la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a partir del lunes 09 de junio de
2014, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.