Doctrina Del Pecado
Doctrina Del Pecado
Doctrina Del Pecado
Texto: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 3:23”
Introducción:
Cuando una persona está padeciendo de alguna enfermedad lo primero que hace es
informarse sobre esa enfermedad, sus síntomas, sus consecuencias, su mortalidad, su
tratamiento etc. Todos los seres humanos estamos infectados por una enfermedad espiritual
mortal, esa enfermedad es el pecado, pero muchas veces somos indiferentes y no nos
informamos para conocer más sobre este mal que nos afecta y destruye a todos los seres
humanos.
Según la palabra de Dios esa enfermedad mortal es llamada pecado, su origen, sus
tipos, sus consecuencias y su antídoto. Para estudiar el pecado debemos hablar desde el
origen del pecado, muchas veces decimos que el pecado se originó en el huerto del edén, lo
cual no es así, el primer pecado se originó en el cielo, y el primer pecador no fue Adán y Eva
sino un ángel llamado lucifer, que luego del pecado se convirtió en satanás. Ahora bien
porque decimos que en el cielo se originó el pecado si allá no había maldad.
1. ORIGEN
La Biblia dice que Dios creó un espíritu poderoso, inteligente y hermoso, que era el jefe
entre los ángeles. Se llamaba Lucifer (lo que significa „El que brille‟) y era muy bueno. Pero
Lucifer también tenía libre albedrío, y podía hacer sus propias elecciones. En (Isaías 14:12-
15) se encuentra la elección que tuvo.
Lucifer, se enfrentó a una decisión. Podía aceptar que Dios era Dios, o podía decidir de ser un
dios para sí mismo. Sus “Voy a” frecuentes demuestran que eligió desafiar a Dios y declararse
a sí mismo como “Más Alto”. En Ezequiel da una explicación paralela de la caída de Lucifer:
(Ezequiel 28:13-17).
La belleza, sabiduría y poder de Lucifer todas las cosas buenas creadas en él por Dios
condujo al orgullo. Su orgullo condujo a su rebelión, pero nunca perdió ninguno de sus
poderes y habilidades. Ahora está dirigiendo una revuelta cósmica contra su Creador para ver
quién será Dios. Su estrategia era reclutar a la humanidad para unirse a él, tentándolos a la
misma elección que él hizo, amarse a sí mismo, independizarse de Dios y desafiarlo. El
corazón de la prueba de la voluntad de Adán fue el mismo que el de Lucifer; simplemente se
presentó de manera diferente. Ambos eligen ser „dios‟ para ellos mismos.
El pasaje en Isaías está dirigido al Rey de Babilonia y el pasaje en Ezequiel está dirigido al Rey
de Tiro. Pero con las descripciones dadas, está claro que no se aborda a ningún ser humano.
En Isaías describe a alguien que fue arrojado a la tierra como castigo por querer colocar su
trono por encima de Dios. El pasaje en Ezequiel se dirige a un “querubín” que un día se mudó
al Edén y a la “montaña de Dios”. Satanás (o Lucifer) se pone a menudo detrás o a través de
alguien más.
2. EL PECADO DE ADAN Y EVA (GÉNESIS 3:1-6)
Antes de que el pecado entrara en el mundo el hombre era puro y santo, vivía una vida
muy feliz y estaba contento con todo, él llevaba la imagen de su Creador, no sabía nada de la
culpa ni de la muerte. El hombre estaba libre de toda condenación y gozaba de comunión con
Dios, pero después que satanás engañó a Eva apareció entonces la primera transgresión del
hombre (Romanos 5:12), la naturaleza del hombre fue cambiada, en vez de ser “bueno en
gran manera” como lo hizo Dios, ahora Dios tuvo que decir del hombre: “Todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios”.
Un solo pecado destruyó la pureza, perfección, santidad y la vida del hombre. Este
pecado no consistió solamente en extender la mano y tomar el fruto del árbol prohibido;
tomar el fruto fue sólo el resultado del hecho de dejar a Dios y seguir a satanás. El hombre
perdió su relación con Dios y por eso llegó a ser pecaminoso. El pecado entró en Adán y Eva y
ese pecado ha sido transmitido de generación en generación a todos los seres humanos es
decir, que el ser humano no es pecador porque comete pecado sino porque nace pecador, su
naturaleza ya nace contaminada por el pecado de generación en generación, como bien nos
lo dice David en el Salmo 51:5.
Miseria, enfermedades, entre otros…., hay muchos que se engañan con la idea de que
la religión sólo vale a la hora de la muerte; pero mientras viven prefieren la vida de pecado, en
(Gálatas 6:7), dice “No os engañéis, Dios no puede ser burlado…” ¿Por qué hay tanta miseria,
pobreza, aflicción, dolor, enfermedades y plagas en el mundo? Por causa del pecado. ¿Por
qué hay cárceles, penitenciarías?, ¿Por qué las peleas, las disputas, el asesinato, las
persecuciones, las guerras y otros pesares de la vida?, ¿por qué existe la prostitución, el
remordimiento de conciencia, la angustia del alma y las esperanzas arruinadas? Es por causa
del pecado. ¿Para quién será el ay?, ¿para quién el dolor?, ¿Para quién las rencillas?, ¿Para
quién las quejas?, ¿Para quién las heridas de balde?, ¿Para quién lo amoratado de los ojos?,
para lo que se detienen mucho en el vino (Proverbios 23:29,30). Esta lista de miseria y
aflicciones es típica de lo que produce cualquier pecado, las palabras no bastan para describir
los lamentos, los pesares y las desolaciones causadas por el pecado.
Es cierto que muchas veces el pecado trae lo que los hombres llaman placer, pero esos
placeres son pasajeros, el que toma un traguito de vez en cuando corre el peligro de llegar a
ser borracho y si tiene familia se convierte en un destructor de familia, el que fuma llega a
convertirse en un esclavo enfermo. Lo toma como un “jarabe que calma”, el pecado puede
tranquilizar por un tiempo, pero sólo adormece a la víctima y le asegura una terrible
consecuencia.
4. TIPOS DE PECADOS
Pecados de Omisión, muchas veces pensamos que el pecado es solamente el mal que
hacemos, las maldades que cometemos, pero igualmente es pecado no hacer el bien que
debemos hacer, es pecado no hacer lo bueno cuando sabemos que debemos hacerlo, es
pecado no hacer lo bueno con quien sabemos que debemos hacerlo (Santiago 4:17) y
(Proverbios 3:27)
Intenciones Pecaminosas, muchas veces no llevamos a la acción lo que está en nuestra
mente, pero esa intención que hay en nuestro interior es pecado (Mateo 5:28; 15:19). Esos
pensamientos impuros, ofensas en nuestra mente contra nuestro prójimo, homicidios que no
cometemos, pero tenemos toda la intención de cometerlos, todo esto es pecado y no agrada
a Dios. (1 Juán 3:20),”Si nuestro corazón nos reprende mayor que nuestro corazón es Dios…”
Acciones Pecaminosas, son todas las acciones que no van conforme a la voluntad de
nuestro Dios, toda acción que no va conforme a la voluntad de Dios es pecado, no hay
pecados grandes y pequeños, todo lo que está fuera de su voluntad es pecado, la diferencia
radica en la consecuencia del pecado. (Isaías 1:16)
Pecados Escondidos, son pecados que mantenemos ocultos en nuestra vida, y lo
hacemos con toda la intención de que no sean vistos, con toda la intención de seguir
cometiéndolos sin que nadie lo note pero Dios si ve esos pecados ocultos. (Job 24:14-16) y
(Proverbios 28:13).
Pecados Ocultos, son pecados que están en nuestra vida pero quizás no los notamos,
quizás ya estamos acostumbrados, pero no agradan a Dios, envidias, rencores, críticas sin
misericordia e injusticias. (Salmo 19:12).
Pecado De Muerte Y No De Muerte (1 Juán 5:16-18), en este versículo ¿cuál es el
pecado de muerte? la clave de interpretación está en dos palabras: “hermano y practicar el
pecado”, es decir que está hablando de cristianos que cometen pecados de muerte, el
cristiano siempre peca, pero el pecado de muerte significa practicar el pecado, vivir en el
pecado sin ningún tipo de arrepentimiento y esto puede llevar a la muerte como lo vemos en
la iglesia de corinto (1 Corintios 5:1-6).
Pecado Imperdonable, la blasfemia contra el espíritu santo es una actitud de
irreverencia desafiante, menospreciar la obra del espíritu santo, rechazando la salvación de
Cristo Jesús (Juán 3:18).
“Por tanto os digo: todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia
contra el espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el hijo
del hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el espíritu santo, no le será perdonado,
ni en este siglo ni en el venidero”. Mateo 12:31-32
Aquí vemos un pecado que no recibe perdón, ni en este siglo, ni en el venidero, ni mucho
menos en la vida eterna, la blasfemia contra la tercera persona de la divinidad, el espíritu
santo: “todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; más la blasfemia contra el
espíritu no les será perdonada”. Si leemos cuidadosamente Jesús afirma que todo pecado y
blasfemia se puede perdonar, tal y como lo declaran muchos pasajes del nuevo
testamento: “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad”, (1 Juán 1:9), incluso hasta la blasfemia contra el mismo Jesús
tiene perdón: “a cualquiera que dijere alguna palabra contra el hijo del hombre, le será
perdonado”. Pero por qué la blasfemia contra el espíritu santo no tiene perdón. Para
comprender esto hay que entender el contexto de todo el pasaje. Si recordamos los fariseos y
escribas habían comenzado a oponerse al ministerio de nuestro señor Jesucristo a tal punto
que lo criticaban por no apegarse a sus reglas religiosas, sin embargo, Jesús les había
enseñado que lo primordial en la religión es el amor a Dios y la misericordia hacia sus
semejantes, de tal forma que la compasión y la ayuda a los necesitados estaba por encima de
cualquier rito o tradición religiosa. no obstante, esto no era suficiente para estos religiosos los
cuales se llenaron más de ira por los milagros de sanidad que realizaba nuestro señor en los
días de reposo, lo cual despertó en ellos odio que se expresó en deseos de homicidio y
difamación, pero Jesús les mostraba a través de la sanidad de enfermos y liberación de
endemoniados que sus palabras eran verdaderas y que tenía el respaldo de Dios; pero en
lugar de creer en las señales milagrosas de Jesús, decidieron atribuir a satanás las obras que
hacía, y ese se convirtió en el pecado imperdonable, ya que no blasfemaron por ignorancia,
sino con pleno conocimiento. Blasfemar por ignorancia no es pecado, pero blasfemar con
pleno conocimiento eso es imperdonable. Estos hombres habían visto la mayor obra de
autoridad y señal que Jesús podía hacer en frente de ellos, el echar fuera un demonio, ¿qué
otra señal podría pedir alguien? habían escuchado la doctrina de Cristo y presenciado como el
espíritu de Dios lo respaldaba al momento de sanar a los enfermos, les había explicado como
la ley y los profetas se cumplían en su vida, habían escuchado el testimonio de Juán el
Bautista, y aun así no creyeron , sino que endurecieron sus corazones y cuando se vieron sin
más palabras para desacreditar a Jesús, se atrevieron a atribuirle a satanás la obra milagrosa
del Espíritu Santo, eso verdaderamente resulta en una blasfemia que no tiene
perdón: (Marcos 3:28-29).
Por tanto, la blasfemia contra el Espíritu Santo consiste en atribuirle a satanás las obras
milagrosas que el Espíritu Santo realiza, esto después de haber conocido la verdad del
evangelio y haber presenciado una tras otra vez la gracia de Dios, pero en lugar de creer, se
endurece el corazón y se termina blasfemando diciendo que es una obra del diablo. De
alguna forma el negarse a creer en Dios aun considerando sus obras es un pecado que Dios
no perdona. Por ejemplo, uno puede recordar el caso del faraón que se negó a liberar a Israel,
una tras otra vez presenció el poder de Dios a través de cada una de las plagas
demostrándole el señor que solo él era Dios y su poder era por encima de los dioses egipcios;
pero en lugar de reconocer el señorío de Jehová, endureció su corazón para no creer y por
eso fue entregado a muerte. Esa renuencia a reconocer el poder y señorío de Dios es algo que
conduce a la condenación, especialmente porque presencian la misma Gloria de Dios.
También el autor de la carta a los hebreos advierte a sus lectores el terrible juicio que les
espera a aquellos que conocieron la verdad del evangelio, gustaron de su poder y gloria, pero
se volvieron al pecado apostatando de su fe y negando el evangelio: (Hebreos 10:26-27). Si
lo comprendemos bien, el pecado radica en hacer las cosas con pleno conocimiento que está
mal, desafiando a Dios y negándose a humillarse delante de Cristo. Aquellos hombres
decidieron endurecer su corazón y decir que Jesús hacia esos milagros por obra diabólica, eso
fue intolerable y los condenó al infierno.
CONCLUSIÓN: Ya vimos que hay distintos tipos de pecados, pero la solución para el
pecado es solo una y no hay otra: que es Jesús (1 Juán 1:8-9).