Reseñas de Tabasco
Reseñas de Tabasco
Reseñas de Tabasco
∑
COLECCIÓN LITERATURA
Serie Ensayo • Enrique González Pedrero
Landy Patricia Aguilar Palafox
RESEÑAS
DE TABASCO
Primera edición: 2019
ISBN: 978-607-8428-85-4
1579
En el siglo XVI, cronistas españoles como Vasco de Rodríguez y Mel-
chor Alfaro, en 1579, dejaron escrito en sus memorias sobre Tabasco:
«La tierra es anegadiza por causa de muchos ríos y por el continuo
invierno que hay».
1782
Uno de los acontecimientos más graves en la provincia de Tabasco
sucedió en la segunda mitad del siglo XVIII. Las intensas lluvias y
crecientes provocaron una inevitable tragedia, que los pobladores
llamaron «el Diluvio de Santa Rosa», en virtud de que ocurrió un
30 de agosto de 1782. La riqueza fue barrida: se inundaron las ha-
ciendas ganaderas, en las que se habían introducido los hatos gana-
deros con particular éxito; el agua arrasó las plantaciones de cacao,
por lo que muchas familias se quedaron sin sustento. Francisco de
Amuzquívar, el primer gobernador con título del rey que llegó a
Villahermosa dos años antes de la fatídica inundación, poco pudo
hacer para administrar la justicia en esas condiciones.
1868
En 1868 hubo una inundación que afectó los barrios de Santa Cruz,
Mustal, Mayito y Curahueso, debido al desbordamiento de los arroyos
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del Jícar y Gusano y la laguna La pólvora; en el centro, las calles Nueva
(Sáenz) y Progreso (hoy Lerdo) fueron cubiertas por el agua.
1879
Las lluvias iniciaron desde el 15 de septiembre y se polongaron sin parar
hasta el 30 del mismo mes, lo cual hizo que las calles se convirtieran en
cuerpos de agua, inundando a más de ochocientas casas. Además de
Villahermosa, sufrieron afectaciones Nacajuca, Macuspana y Tacotalpa,
donde hubo pérdidas de cabezas de ganado; el poblado Oxolotán quedó
inundado en su totalidad.
1889
Otra vez en septiembre hubo una inundación que se complicó con un
violento huracán que se estacionó en la zona, del 17 al 20 de ese mes, de-
rribando árboles y unas 155 casas; se dice que hubo fallecidos, dos barcos
desaparecieron y la pérdida de ganado fue grande.
1927
Sobre esta inundación Manuel R. Mora escribió:
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dos sentidos de la vida, dos concepciones irreconciliables. Si
los hombres fueran como los niños, no envejecerían. Lo malo
es que los niños llegan a ser hombres y dejan de ser niños. En
la pérdida de la infantilidad radican las complicaciones y los
problemas del mundo.
1936
Este año las inundaciones causaron grandes daños; el gobernador Víc-
tor Fernández Manero apuntó en su informe del año 1937:
1944
En septiembre cae en la entidad un ciclón que interrumpe gran parte
de las vías de comunicación y afectando la industria platanera. Los mu-
nicipios más afectados fueron Nacajuca, Jalpa de Méndez, Cunduacán
y Huimanguillo.
1988
Según los diarios de esa época, las precipitaciones alcanzaron los 641 mi-
límetros y dejaron un saldo de siete mil damnificados; el Centro fue uno
de los municipios más afectados. Las colonias anegadas fueron El Espejo
I, El Espejo II, la Municipal, Indeco, 18 de Marzo y el fraccionamiento El
Parque, por mencionar algunas.
1989
Durante octubre y por 19 días las precipitaciones pluviales alcanzaron
un acumulado de 609 milímetros. Por falla en la red de cárcamos, Vi-
llahermosa quedó inundada.
1995
Todo el territorio de Tabasco queda envuelto en una catástrofe. Los
huracanes Roxanne y Opal en el golfo de México generaron precipi-
11
taciones de 622 milímetros, ocasionando desbordamientos de ríos y
arroyos, así como de los cuerpos lagunares, dejando un saldo de 36
mil 900 familias damnificadas, 159 casos de cólera, unas 29 mil 890
hectáreas de plátano y otros básicos anegados, mortandad de mil 192
semovientes, y 13 personas fallecidas.
1999
El frente frío número 7 registró un acumulado mensual de 696 milí-
metros en la capital tabasqueña, lo que generó un incremento en los
niveles de los afluentes. El desbordamiento del río Carrizal afectó gran
parte de la colonia Tabasco 2000. El saldo en todo el estado fue de 161
mil 521 afectados, 23 mil hectáreas de maíz y plátano anegadas. La con-
junción de las ondas tropicales, desde la 26 a la 30 de septiembre; la
depresión tropical 11 y los frentes fríos 4 y 7, provocaron una fuerte
precipitación y tres crecientes en los ríos de la Sierra, que se desborda-
ron en las inmediaciones de Villahermosa. Al final del mes de octubre,
con la imposibilidad de cerrar la presa Malpaso para aliviar el almace-
namiento en Peñitas, se abrieron las compuertas que desbordaron el
centro de la capital.
Con motivo de estas inundaciones al año siguiente se construye-
ron muros perimetrales en toda la ciudad y en las márgenes de los ríos
con población. También se culminó el estudio de factibilidad técnica
para la protección contra inundaciones de la cuenca baja del río Gri-
jalva (Conagua, 2000), que más tarde evolucionaría en el Programa
Integral de Control de Inundaciones (PICI).
Esta inundación dio origen a la curva guía de almacenamien-
to que rige desde el año 2000 a la presa Angostura , y a la inte-
gración del primer Comité Técnico de Operación de Obras Hi-
dráulicas Regional, que no sirvió para salvaguardar el estado.
Un caso particular fueron los más de 2,135 internos del Cen-
tro de Reinserción Social del Estado de Tabasco, que comen-
zaron a ver cómo el nivel del agua subía a las celdas junto con
las aguas negras y lodo de la cañería. Las azoteas se volvieron
su refugio y desde allí pidieron ayuda, pero nadie los escuchó.
Entre la noche del jueves 21 de octubre y la del viernes 22, como pudie-
12
Foto: De la Fuente
1980
El 29 de octubre comenzó a llover durante tres días, provocando daños en
Centla, Teapa, Cárdenas, Nacajuca, Jalapa y Cunduacán; hubo derrum-
bes de puentes, deslave de carreteras y daños a más de 20 mil viviendas.
13
2007
Producto de dos frentes fríos y el desfogue de la presa Peñitas, se des-
bordaron siete ríos, principalmente el Grijalva y el Carrizal, que cruzan
Villahermosa, dejando más de 500 mil damnificados en toda la entidad,
un deceso y pérdida total de cultivos. Así narra Ángel Vega en su libro
2007, la inundación en Tabasco:
Miles de lugareños, entre hombres, mujeres y hasta niños, llega-
ron a la orilla del malecón, tanto del lado de la ciudad de Villaher-
mosa como de la colonia Las Gaviotas, para ayudar en las labores
de relleno de costales de arena para tratar de contener el agua.
Al atardecer del primero de noviembre todo estaba oscuro en
el corazón de la ciudad, porque el suministro eléctrico se había
interrumpido a causa de la inundación. El malecón hacía agua
por todas partes y el Centro Histórico era una trinchera en gue-
rra a punto de perderse.
El último fin de semana de octubre, los villahermosinos co-
menzaron a olvidarse de los preparativos del Día de Muertos y
a inquietarse por la crecida del río Grijalva. El Grijalva ya había
hecho esa mañana su primera invasión a la zona conocida como
CICOM, dejando inundados el sótano del teatro Esperanza Iris
y el CEIBA, así como también la Biblioteca Pública José María
Pino Suárez.
Los bancos y comercios junto al malecón ya no abrieron al
día siguiente y el miedo se agudizó por la noche, cuando el Grijal-
va comenzó a filtrar por las viejas calles de Lino Merino, Consti-
tución, Sánchez Magallanes y Bastar Zozaya. Para ese momento,
el Parque Museo La Venta sufría anegaciones por el desborda-
miento de la Laguna de las Ilusiones.
La tarde del miércoles 31 al alcanzar el Grijalva su altura más
peligrosa: 6.81 metros, es decir, 1.57 metros arriba de su esca-
la crítica, los del centro contemplaron un éxodo creciente que
fue como un aviso de lo que a ellos les esperaba: familias enteras
provenientes primero de Torno Largo, Coquitos, el Monal y Ar-
menia y después, de más cerca, de San José Gaviotas y La Manga,
pasaban huyendo a pie o arriba de camionetas con las pocas cosas
que salvaron hacia Atasta y las zonas más altas.
El Centro Histórico resistiría un día más, pero sucumbiría
14
Foto: De la Fuente
15
Era un éxodo impresionante: decenas de personas tratando
de alcanzar el puente Solidaridad para acceder a las zonas más
altas de la ciudad. Cuando el bordo que contiene la Laguna del
Camarón fue rebasado, la anegación les cortó el camino a quie-
nes trataban de huir en sus vehículos, dejando a su paso automó-
viles sumergidos en todas las calles.
Hubo zonas que se inundaron dos metros, cuatro y has-
ta siete metros. Por su alta densidad poblacional, su extensión
geográfica y su importancia como núcleo poblacional cercano
al centro de la ciudad, Gaviotas se convirtió en la zona cero de
la catástrofe.
Rebasados
Aproximadamente a las 4:15 de la madrugada se ordenó el corte de la
energía en la zona del malecón, a la altura de la avenida Gregorio Mén-
dez, y en la penumbra se veía sobre todo a grupos de mujeres voluntarias
que con pala en mano preguntando: «¿Dónde están llenando los costa-
les de arena?»
«La capital es como una olla, como Nueva Orleans (devastada por
las inundaciones que provocó el huracán Katrina en agosto de 2005).
Estamos debajo de los niveles de los ríos», consideró el gobernador de
Tabasco, Andrés Granier Melo, en declaraciones al noticiero de Joa-
quín López-Dóriga, en Radio Fórmula.
Tabasco, donde habitan alrededor de 2.2 millones de personas, «es
una gran planicie; tiene agua en 34 por ciento de su territorio, pero en
este momento más de 70 por ciento es agua», reiteró el gobernador.
El miércoles, la situación se complicó aún más cuando al otro extremo de
Villahermosa, al filo de las 7 de la mañana, las aguas del río Carrizal ven-
cieron los costales de arena que servían de diques y anegaron 30 colonias
ubicadas a orillas de su cauce.
16
de Malpaso no tuvo necesidad de
Año Suceso
desfogue, ya que permaneció por
debajo de su capacidad de almace- 1782 Inundación en el «Diluvio de
namiento. Santa Rosa»
Se inundaron 670 localidades 1829 Diluvio grande
de los 17 municipios, que repre- 1868 Lluvias continuas
sentaban 400 mil personas afec-
tadas por la crecida de los ríos 1879 Villahermosa: en la calle
Juárez, 800 casas inundadas
que rodean el estado. Algunos de
los municipios que presentaron 1886 Nivel 13.71 msnm
diversos grados de inundación 1888 Ciclón inunda
fueron Centro, Nacajuca, Jalpa de Villahermosa
Méndez, Jalapa, Tacotalpa, Cárde- 1889 155 casas inundadas, muertos y
nas, Huimanguillo, Comalcalco, barcos desaparecidos
Paraíso y Centla.
1909 Villahermosa. Calles doña
El 70 % de la totalidad de la Marina y Juan Álvarez. Unos
infraestructura en las escuelas 2,953 damnificados
como mobiliario sufrió daños. 1912 Se desborda el Grijalva. Teno-
Los municipios donde más escue- sique, Cárdenas, Comalcalco,
las inundadas se tuvieron fueron Cunduacán, Huimanguillo,
Cárdenas, Comalcalco, Centro, Jalpa y Nacajuca
Cunduacán, Centla y Paraíso.
1918 Villahermosa: Calle Juárez,
En Villahermosa algunas de las
Zaragoza, Lerdo y Sáenz
zonas afectadas fueron el parque
Tabasco, el museo Papagayo, Bos-
ques de Saloya, Brisas del Carri- 1921 Jonuta y Villahermosa
zal, Flores del Trópico, La Selva,
el fraccionamiento Téllez Girón, 1921 Huimanguillo. Octubre, 1921
La Pera y El Cedro. Asimismo,
fueron damnificados habitantes 1922 Jonuta, 25 de enero;
de Jiménez, El Tigre, Sandial, Tenosique 14 de abril,
Lomitas, Samarkanda, Sauces y Villahermosa, noviembre
el ejido Pino Suárez. Las colonias 1927 Villahermosa
más afectadas por la cantidad de
1927 Tenosique
viviendas fueron Gaviotas y La
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Foto: De la Fuente
Manga, donde el nivel del agua alcanzó hasta cuatro metros. El río se
levantó 1.5 metros por arriba del nivel de la avenida Carlos A. Madrazo.
De acuerdo a un informe de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL), en Tabasco no hubo muertos, aunque
sí en Chiapas, donde un cerro se derrumbó y sepultó a una pequeña
comunidad con un saldo de una veintena de muertos.
El agua también llegó a zonas donde habitaban personas de clase
media alta como el emblemático Tabasco 2000, donde se localiza gran
parte de la zona hotelera. Ahí, los habitantes se negaron a salir de sus
viviendas, por lo que incluso fue necesario el envío de las fuerzas poli-
ciacas para persuadirlos.
Las inundaciones alcanzaron al parque Museo La Venta –don-
de las colosales cabezas olmecas fueron cubiertas a la mitad por el
agua–, a la biblioteca José María Pino Suárez y al museo Carlos
Pellicer Cámara.
18
Pidiendo ayuda Año Suceso
desde los techos de las casas
Muchas familias de las colo- 1927 Tres cuartas partes del estado
inundado, incluyendo
nias San José Gaviotas y San Villahermosa, Huimanguillo
José Labrado, al otro lado del y Tacotalpa
río Grijalva, con sus casas se- 1929 Cunduacán, Huimanguillo,
micubiertas por el agua, pe- Nacajuca, Jalpa de Méndez, Teapa
dían ayuda desde las azoteas Villahermosa
para que las rescataran en lan- 1930 Jalapa, Balancán, Tenosique,
chas. Otras familias se negaban Huimanguillo, Teapa
a dejar sus hogares por miedo Octubre-Noviembre
a los saqueos. Unas 20 mil 1932 Trece municipios de los
personas fueron trasladadas a diecisiete. noviembre
albergues, cuya capacidad fue 1936 Se desborda el Grijalva. Se inunda
sobrepasada, por lo que algu- Tabasco, incluido Villahermosa
nos damnificados tuvieron
1941 Nacajuca.
que pernoctar en parques, en
su afán por buscar terreno más 1942 Cárdenas, Comalcalco, Cunduacán,
Huimanguillo, Paraíso, Teapa, Taco-
elevado.
talpa, Macuspana, Emiliano Zapata,
Las fuertes corrientes ane- Balancán, Tenosique.
garon las carreteras e hizo im-
1943 Tacotalpa. Noviembre
posible el acceso por las vías
procedentes de Cárdenas, Na- 1944 Se desbordan ríos y lagunas. Paraíso.
Octubre
cajuca, Macuspana y Teapa,
por lo que la capital quedó par- 1952 Villahermosa
cialmente incomunicada. Las 1955 Ciclón Janet. Villahermosa
inundaciones afectaron a 1,2
1969 Se desborda el río Grijalva
millones de personas, más de la
mitad del total de la población 1980 Precipitaciones históricas
de Tabasco; las pérdidas equi-
1999 Inundación de Villahermosa
valieron al 29,3 % del producto
interno bruto de Tabasco. Se 2007 Gran inundación de
consideró que la tragedia era Villahermosa, se desbordan el Grijal-
va y el Carrizal
comparable con la que sufrie-
ron siete estados juntos por las 2010 Inundación en Villahermosa
19
afectaciones reportadas cuando los huracanes Wilma y Stan impactaron
el este de Estados Unidos de América.
FUENTES CONSULTADAS
1. «Las peores inundaciones del siglo», Revista Siglo Mexicano en línea, SEP, 1999.
2. VEGA, Ángel, Tabasco bajo el agua; Grupo Cantón, 2007.
3. ARREGUÍN-Cortés, Felipe I.; Rubio-Gutiérrez, Horacio; Domínguez-Mora, Ra-
món; de Luna-Cruz, Faustino, «Análisis de las inundaciones en la planicie tabasqueña
en el periodo 1995-2010», Tecnología y Ciencias del Agua, 2014, V (Mayo-Junio).
4. «El problema de inundaciones en Tabasco», Capítulo I, sin autor ni fecha, Reposi-
torio digital de la Facultad de Ingeniería, UNAM.
5. ÁLVAREZ, José Rogelio, Diccionario Enciclopédico de Tabasco, Gobierno del Estado
de Tabasco, ICT, 1994.
6. «El Problema de las inundaciones en Tabasco», Capítulo I, sin autor ni fecha, Repo-
sitorio digital de la Facultad de Ingeniería de la UNAM.
7. MARTÍNEZ Assad, Carlos, Historia breve de Tabasco, FCE, 2011.
8. R. MORA Martínez, Manuel, Imágenes de infancia y juventud, Gobierno del Estado
de Tabasco, 1987.
9. Inundación en Tabasco por fenómenos meteorológicos, «Evaluamos riesgos por
naturaleza»,7 de noviembre de 2007. En https://www.ern.com.mx/boletines/Infor-
mesDanos/071107-I.pdf
10. «Inundaciones en Tabasco causaron pérdidas por 3.000 millones dólares», sitio
web INFO 7 -08/05/2008.
11. GAMA Campillo, Lilia; Villanueva García, Claudia; Macías-Valdez, Elena; Moguel
Ordoñez, Eduardo J.; Benítez Pérez, Basilio, «Inundaciones y lluvias extremas en
Tabasco», Semana de Divulgación y Video Científico 2008, UJAT, 2008.
12. ASCENCIO, Manuel Antonio, «Masacre de 1999, negro historial del Creset»,
diario Tabasco Hoy, 07/08/2008.
13. OLÁN, Francisco, «Octubre, el mes de las grandes lluvias», diario Tabasco Hoy,
28/10/2014.
14. BANDALA, Abraham, Tabasco a través de sus gobernantes, Gobierno del Estado de
Tabasco, 1988.
15. LÓPEZ, René Alberto, «Vive Tabasco la ‘peor catástrofe’ en 50 años: 500 mil
damnificados y un muerto», diario La Jornada, 2007-11-01.
16. Tabasco: características e impacto socioeconómico de las lluvias extremas de 2008,
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), 2011.
20
Foto tomada de la página de Facebook «Tabasco Histórico»
EL CHICHONAL
S
28 de marzo de 1982
La noche del 28 de marzo de 1982 comenzó la actividad sísmica del
Chichonal, haciendo erupción y devastando 14 poblados: aproximada-
mente 2 mil personas murieron en los municipios de Francisco León y
Chapultenango, en Chiapas.
La explosión fue calculada entre 40 y 50 megatones, equivalente a
la potencia que tienen tres mil bombas atómicas como la lanzada en
Hiroshima. El magma del volcán entró en contacto con agua produ-
ciendo una explosión hidromagmática violenta, que destruyó todo el
domo central que cubría al cerro; las oleadas que generó alcanzaron
hasta ocho kilómetros alrededor del cráter y la lava arrasó con todo lo
que encontró a su paso. Arrojó piedras a 18 kilómetros de distancia y
una nube de residuos se levantó a 20 kilómetros de altura, alcanzando
la estratósfera y dándole la vuelta al mundo en tres semanas.
La explosión magmática provocó un cráter de entre 150 y 180 me-
tros y una columna que se elevó a 27 kilómetros de altura. Por ello, la
oscuridad se apoderó del cielo las siguientes 15 horas.
La erupción del Chichonal provocó que el poblado Francisco León,
localizado a cinco kilómetros del volcán, fuera arrasado y cubierto por
23
Los habitantes cercanos al volcán fueron desalojados
En Jonuta
El renombrado profesor jonuteco Omar Huerta Escalante, cronista
de la ciudad, narró que el domingo 28 de marzo de 1982, la mayoría
de los habitantes estaba descansando, pues era domingo; los católicos
se preparaban para ir a la iglesia del Señor de la Salud, pero desde sus
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hogares fueron testigos de cómo caía la ceniza y, a pesar de la distancia
que existe entre la ubicación del volcán y la ciudad de Jonuta, se escu-
charon truenos; algunas personas atemorizadas abandonaron sus casas
y fueron a refugiarse en la iglesia. Para las 8 de la mañana las calles ya
estaban cubiertas de la ceniza del volcán.
Todos los habitantes vieron que no amanecía, presenciando la ce-
niza gruesa que se precipitaba del cielo mientras se escuchaban los es-
truendos a lo lejos; la mayoría creyó que quedarían sepultados junto
con sus hogares, por lo que se mantuvieron alertas y despiertos; alrede-
dor de las 12 de la noche todo continuaba igual, «un servidor salí a la
calle y todo estaba cubierto de ceniza».
El cronista destacó que un gran número de personas salió a las calles,
los adultos asustados vieron el cielo tapizado de ceniza que así se man-
tuvo por varios días, oscuro, sin que se «asomara» la claridad; para
los niños parecía un juego, mientras que otros tomaron la decisión de
regresar a la iglesia y orar, porque hasta este municipio retumbaron los
truenos producidos por la potente erupción del volcán.
El jonuteco agregó que el sacerdote se encargaba de meter a la pa-
rroquia a niños y mujeres, los hombres se quedaron afuera en la calle,
protegiéndose con bolsas de nailon; fue una semana en la que no ama-
necía, todo se mantuvo oscuro y la mayoría pensaba que no pasaría,
sin embargo cuando el cráter se aplacó todo volvió a la normalidad, sin
desgracias mayores que lamentar.
Para finalizar, Huerta Escalante precisó que aquel acontecimiento
del 28 de marzo de 1982 es algo difícil de olvidar: ver correr a la gente
buscando refugio; «unos a otros nos mirábamos» describe, pues no
se sabía en realidad lo que sucedía mientras caía la ceniza, algunos pen-
saron que era el fin del mundo; este suceso permanece grabado en la
mente de muchas familias jonutecas.
En Villahermosa
Ese día no amaneció en Villahermosa. Una fina lluvia de ceniza caía
por la ciudad y los habitantes se preguntaban qué ocurría. Solo unos
cuantos recibieron llamadas de conocidos informando que un volcán
había hecho explosión en Chiapas.
25
La radio fue el único sistema de comunicación efectivo, a través de
Telereportaje y la voz de Jesús Sibilla Zurita en el micrófono, se anun-
ció el cese de todas las actividades sin conocer a ciencia cierta qué ocu-
rría. Aeropuertos, carreteras, todo fue cerrado. «No se podía salir de
las casas», refieren los que vivieron aquel momento.
Del cielo, un polvo blanco cubría completamente Villahermosa y
varios municipios. Ese día amaneció hasta las diez de la mañana, hora
en que el espesor de la ceniza empezó a disminuir y la luz del sol co-
menzó a iluminar nuevamente. El estado se pintó de blanco. La ceniza
cubría todo, los autos grandes que circulaban alzaban polvaredas; el ca-
bello de las personas se mantenía tieso por el efecto del polvillo fino; las
casas lucían con una gruesa capa de ceniza, el polvo se podía usar para
lavar platos. La gente comenzó a barrer las calles y limpiar sus techos
para retomar sus vidas. En los días siguientes el cielo parecía nublado,
pero en realidad era la ceniza que no permitía ver la cúpula celeste.
3 de abril
Cayó un sábado. En la zona del volcán se registró intensa actividad sísmi-
ca: 30 temblores por hora, durante la mañana, y uno cada minuto por la
tarde, lo que anticipó la llegada de otra erupción. Los temblores cesaron
a las 19:00 horas. Pero media hora más tarde, cuando los habitantes se
encontraban refugiados en sus casas, una erupción más violenta que la
anterior, los sorprendió.
4 de abril
El área del volcán es declarada como zona de desastre, el entonces
gobernador de Chiapas, Juan Sabines Gutiérrez, instaló un alberge
para los damnificados, llamado La Chacona, propiedad de la Unión
Ganadera en Tuxtla Gutiérrez. Se estima que albergaron un total de
4540 personas desplazadas por el volcán.
Ese domingo se presentó una explosión más fuerte y prolongada que
la del 28 de marzo; esta nueva erupción produjo una columna que pene-
tró en la estratosfera y en unos cuantos días, la porción más densa de la
nube de ceniza circundó el planeta: llegó a Hawai, el 9 de abril; a Japón,
el 18; al mar Rojo, el 21 y, por último, el 26 de abril cruzó el Atlántico.
26
Las calles se cubrieron de ceniza
5 de abril
El lunes a las 5:33 de la mañana, el Chichonal estalla por tercera vez du-
rante 45 minutos. Eduardo Domínguez, originario de la comunidad San
Pedro Yaspac, que actualmente vive en Nuevo Carmen Tonapac narró en
una entrevista:
En esta casa que vivimos es porque nos reubicó el gobierno, el
papá de Juan Sabines. Nací en el municipio de Chapultenango,
en la comunidad San Pedro Yaspac, estábamos descansando,
como acostumbramos a dormir temprano, cuando nos despierta
mi papá y nos dice que explotó el volcán, fuimos a ver y el volcán
estaba haciendo explosión, empezó a explotar a las nueve de la
noche y terminó a las dos de la mañana.
El 5 de abril fue la última erupción, eran las 5 de la tarde y
empezó a caer lava, es entonces donde murió mi abuelito, mis
tíos, y mis primos, ya que no les dio tiempo de salir, quedaron
enterrados. Al día siguiente fuimos a buscarlos donde quedaron
enterrados, pero ya no llegamos porque la comunidad donde es-
taban, quedaba como a unos 3, 4 kilómetros para llegar, pero
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Foto: México Desconocido
Consecuencias
Unas 20 mil personas resultaron afectadas, nueve poblados desapa-
recieron y 51 más resultaron severamente dañados; las plantaciones
de plátano, café y cacao fueron destruidas. El volcán arrojó ceniza
continuamente durante 7 días; en la erupción del sábado 3 de abril
hubo intensa actividad eléctrica y un ruido ensordecedor. Ante esta
catástrofe el Ejército Mexicano desalojó a miles de habitantes de la
región afectada, un gran número se resistió a salir y hasta ahora se
desconoce cuántos murieron.
Se estima que el Chichonal arrojó diez veces más ceniza y gases que el
monte Santa Helena, en el estado de Washington, Estados Unidos. Por la
erupción, se dieron cambios significativos en un radio de 10 kilómetros;
dos mil personas quedaron sepultadas bajo los productos de los flujos pi-
roclásticos; 20 mil fueron desplazadas; la flora y fauna, incluida la acuáti-
28
ca, desaparecieron; hubo cambios en la topografía, condición y azolve de
los ríos; y modificaciones en los climas locales, regionales y aun globales.
Algunos habitantes huyeron a Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Guada-
lajara; otros se quedaron en las cercanías del volcán porque no conta-
ban con ninguna clase de servicio público. En los sitios en donde fueron
reubicados por el gobierno de Sabines Gutiérrez vivían en condiciones
adversas y sin ningún tipo de apoyo concreto.
Una de las principales etnias damnificadas fue la zoque, pues vivía
en los alrededores del volcán; la explosión obligó al desplazamiento tan
solo en Chiapas de 11 mil 291 indígenas, que fueron reubicados en 16
nuevos asentamientos. Así mismo, fueron fundados nuevos centros de
población zoque en otras entidades, como Oaxaca, Veracruz, Tabasco y
Quintana Roo. Así surgieron nuevos municipios: Acala, Chiapa de Cor-
zo, Ocosingo, Tecpatán, Ixtacomitán, Juárez, Rayón y Pichucalco.
Memorias de sobrevivientes
La Revista Enheduanna publicó un artículo titulado «A 34 años, los
migrantes recuerdan el éxodo del Chichonal» de Maribel Hernández y
Abimael Arias, en donde escriben testimonios de testigos oculares que
relatan los sucesos dramáticos de esos días:
29
Lorenza Arias, de 59 años, del municipio de Chapultenango, señala:
El Chichonal hoy
De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), el Chichonal es un volcán compuesto por un cráter deno-
minado somma, que tiene una elevación de mil 150 metros y un diá-
metro de un kilómetro con paredes verticales de 140 metros. La altura
máxima del cráter sobre el nivel del mar es de mil 100 metros y la altura
del fondo del cráter es de 860 metros. Actualmente el Chichonal está
considerado como un volcán activo moderado y, por esta razón, espe-
cialistas del Instituto de Geofísica de la UNAM sistemáticamente mo-
30
nitorean las emisiones de vapor, la temperatura del agua, la actividad
sísmica y otros parámetros que pueden advertir sobre un incremento
en la actividad volcánica y la posibilidad de que se presentase otra erup-
ción.
El Chichonal hoy en día aporta algunos ingresos para sus habitan-
tes, quienes atienden a grupos de turistas que llegan a visitarlo, aunque
aún no es un lugar turístico. El cráter actual del volcán tiene 1 kilóme-
tro de diámetro, y en su fondo se encuentra un lago de color verde
amarillo, que cuenta con pozos y manantiales de agua hirviente.
FUENTES CONSULTADAS
31
Foto: Mediateca del INAH
PARQUE MUSEO LA VENTA
S
35
Foto: Mediateca del INAH
36
entre julio y agosto de 1957. Pellicer creó para marcar la ruta del museo
con la sorpresa poética que buscó, el paso de huellas que los visitantes
seguían para visitar el sitio. El museo abrió sus puertas el 4 de marzo de
1958, con el mismo nombre de donde provenían los tesoros milenarios:
La Venta.
Las siete hectáreas del Parque Museo La Venta, en Villahermosa, re-
cuperaron gran parte del ecosistema que rodeaba a la original ciudad de
La Venta: la vegetación abundante y los cuerpos de agua, pero son sólo
una pequeña representación de lo que llegó a ser aquella ciudad de 200
hectáreas y miles de habitantes que en su remodelación a finales de los
años noventa, anexó el área zoológica, la cual resguarda algunas especies
de la región en peligro de extinción.
En 1985 se puso en marcha un gran esfuerzo para rescatar y conservar
los monolitos que están en el parque, con el nombre «Proyecto de res-
tauración y conservación de los Monolitos Olmecas». Existe un progra-
ma permanente de conservación y restauración de las 33 esculturas que se
exhiben en el museo. Esta colección puede clasificarse en cuatro grupos:
estelas, altares, cabezas colosales y monumentos no clasificados.
En 2017 se llevó a cabo el traslado de la emblemática Cabeza Colosal
de La Venta, hasta su nueva base construida a dos metros de distancia del
lugar en que se encontraba desde la creación del Parque Museo debido
a que desde 2007, el monumento corría riesgo en caso de inundación.
37
Al Poeta y Maestro Alfonso Reyes1,
en la Ciudad de México.
38
Villahermosa, Tabasco, a 19 de septiembre 1957
39
FUENTES CONSULTADAS
1. DE LA CRUZ, Antimio, «El gran proyecto de Pellicer: el rescate de las cabezas olme-
cas», diario Crónica, 17 de octubre de 2016.
2. «Trasladan cabeza colosal olmeca a nueva base en el Parque-Museo La Venta en Vi-
llahermosa», en Boletín del INAH, 27 de junio de 2017.
3. COLORADO, Belisario júnior. El maestro Santamaría. Un tabasqueño señero, singu-
lar, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, Villahermosa, 1983.
3. COLORADO, Belisario júnior, Juchimán, biografía de un ídolo viviente, Dirección
de Difusión Cultural, UJAT, 1991.
4. GORDON, Samuel y Rodríguez Fernando. Tópicos y trópicos pellicerianos. Ediciones
hora y veinte, Villahermosa, Tabasco, 2004.
5. PAZ, Susana, «La Venta: un Parque Museo-Poema único en América Latina», en
Agencia Informativa Conacyt, 3 de mayo de 2016.
6. PEDRERO Totosaus, Isidoro. Revista memoria, Gob. del Estado de Tabasco, 1983.
7. PELLICER, Carlos. Museos de Tabasco, guía oficial, INAH-SEP, México, 1961.
40
Archivo Histórico del Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado de Tabasco
EL MUSEO DE TABASCO
S
43
Archivo Histórico del Poder Ejecutivo del Gobierno del Estado
44
Debajo de la escalera principal se ubicaba un cuarto de servicio que
ocupaba Carlos Pellicer durante sus estancias en Tabasco, y que actual-
mente se encuentra reproducido en la Casa Museo Carlos Pellicer Cá-
mara, ubicada en la calle de Narciso Sáenz, en el centro de la ciudad.
Hacia mediados de los años setenta, llegada la modernidad, se pensó
en crear un nuevo edificio para el museo. El proyecto arquitectónico fue
el resultado de un concurso nacional, el ganador resultó ser el arquitec-
to Jaime Ortiz Monasterio, quedando en segundo lugar Pedro Ramírez
Vázquez, este último intervino la obra en 1977, debido a que el proyecto
no contemplaba la ventilación artificial para mantener las piezas a tem-
peratura regulada; además de que no contemplaba ningún espacio para
piezas monumentales; contenía una techumbre plana, por lo que reque-
ría de un sistema muy complicado para la bajada de aguas pluviales, y
para finalizar, no consideraba servicios sanitarios en los pisos superiores.
Su construcción fue aplazada hasta que, poco después, con un cam-
bio radical del proyecto, la obra continuó bajo la supervisión del arqui-
técto Ramírez Vázquez (secretario de Obras Públicas federal y experto
en la creación de museos), quien no solo retomó el proyecto sino que
también hizo los cambios necesarios, adaptándolo a las necesidades de
un museo de esas dimensiones. Así, se aprovechó para rehacer la museo-
grafía pelliceriana, por lo que el edificio fue inaugurado hasta 1980.
Se le conocerá como Museo de Antropología y llevará el nombre de
Carlos Pellicer Cámara, como un homenaje al Poeta de América, quien
falleció en 1977.
El edificio donde se encontraba el Museo de Tabasco, frente a plaza
de Armas, fue demolido para construir un estacionamiento público sub-
terráneo y en la parte superior una plancha de concreto con una arquería.
FUENTES CONSULTADAS
45
ESCUELA TECNOLÓGICA
EUFROSINA CAMACHO DE ÁVILA
S
49
El centro recreativo
FUENTES CONSULTADAS
50
EL MUSEO OMAR HUERTA ESCALANTE
S
E l profesor Omar Huerta Escalante contaba para 1962 con una respe-
table cantidad de objetos arqueológicos que él mismo rescataba, por
lo que acondicionó una sección de su casa con el propósito de exponerla
de una manera segura y práctica en cuatro vitrinas.
Su casa fue visitada con frecuencia por propios, extranjeros, estudio-
sos, personalidades, conocedores del mundo maya y personal del Insti-
tuto Nacional de Antropología e Historia (INAH), él promovía la nece-
sidad de abrir un museo en el municipio. En 1976 realiza una ponencia
ante el gobernador Leandro Rovirosa Wade solicitándole la construc-
ción del museo y señalando su posible ubicación, en la escuela Cayetano
Ocampo.
Finalmente, en una visita que hiciera el gobernador a la sala arqueo-
lógica en su domicilio, le promete construir un museo digno para la pre-
servación de las piezas.
Es hasta el 28 de febrero de 1985, que el maestro Omar Huerta logra
ver cristalizado su sueño, siendo presidente municipal, el psicólogo Ós-
car Argaiz Zurita. El evento contó con la presencia del gobernador del
Estado, el Lic. Enrique González Pedrero, su esposa, Julieta Campos, la
directora del Instituto de Cultura, Laura Ramírez Rasgado.
El edificio consta de dos plantas, una sala de historia arqueológica y
otra de exposiciones temporales, que resguardan 986 piezas procedentes
de las diversas culturas mesoamericanas y del municipio.
El lugar cuenta con un cañón en la planta alta, que data del año 1862,
la historia del cañón empezó con una guerra donde los franceses creían
que Jonuta era territorio de Francia y los valientes pobladores defendie-
ron la comarca. Los franceses fueron derrotados y al retirarse olvidaron
levantar sus cañones, dejando cuatro de ellos; dos los regalaron a los mu-
nicipios de Centla y Palizada, y el tercero lo tiraron al río Usumacinta.
El cuarto lo usaron para las ferias y tirar cañonazos hasta la ocasión en
53
Foto: Diario Tabasco Hoy
FUENTES CONSULTADAS
1. Charla con Juan Andrés Martínez Esteban, encargado del Museo Omar Huerta Es-
calante, 2019.
54
Foto: Mediateca del INAH
EL JUCHIMÁN
S
57
Y Belisario Colorado Jr. En su libro Juchimán, Biografía de un ídolo vi-
viente, de 1991, narra:
Hacia 1890 dos de estas piezas fueron donadas al gobierno del estado,
siendo mandatario el general Abraham Bandala, pero estuvieron aban-
donadas durante un corto tiempo en los playones del río Grijalva, donde
actualmente se asienta la colonia Municipal.
Se dice que fueron vendidas a los dueños de la Casa Romano, el es-
tablecimiento comercial más importante de la época, quienes trataron
de embarcarlas para llevarlas a España, pero los habitantes de la zona
apedrearon a los marinos. En el enfrentamiento, una de las esculturas
cayó al fondo del río y no pudieron recuperarla, a otra pieza se le cayó
la mano. Más tarde la escultura fue trasladada al parque Juárez, donde
permaneció dos años.
En 1896, fue llevada al Instituto Juárez, bajo la sombra de frondosos
árboles de pan. De acuerdo al testimonio de la lexicógrafa Rosa María
58
Foto: Mediateca del INAH
Gutiérrez Eskildsen,
las jóvenes estudiantes
acostumbraban sentar-
se a los pies de la escul-
tura para pedirle novio,
esposo y que les fuera
bien en el matrimonio.
Watchman
o juchimán
Hay dos versiones res-
pecto al nombre, una
dice que a finales de los
años veinte, un inglés
que pasaba por el lugar,
expresó en su idioma:
Looks like a watchman,
que significa «parece
un vigilante», quizá
por la posición misma
de la escultura. Escu-
Originalmente eran dos monolitos charon dicha expresión
un grupo de jóvenes
que se encontraban en el lugar, quienes distorsionaron la palabra wat-
chman, diciendo «juchimán»; a partir de ese momento, la escultura
recibió el nombre con el que actualmente se le conoce.
Otra versión dice que le fue dado por un estudiante que lo rela-
cionó con un muñeco de nieve muy parecido al ídolo olmeca, que
anualmente hacían los estudiantes de una universidad de los Esta-
dos Unidos, al que denominaban Watchman, que se traduce como
«velador». Dicha palabra inglesa, mal pronunciada, daría origen al
término Juchimán.
La estatua se vio involucrada en algunos sucesos históricos, uno de
ellos, muy conocido, fue cuando Carlos Pellicer intentó mover la es-
cultura del Instituto Juárez al Museo de Historia de Tabasco, ubicado
59
frente a Plaza de Armas. Cuenta la historia el exdirector del Instituto
Juárez, Belisario Colorado júnior:
60
Otro hecho histórico lo narra también el Lic. Belisario Colorado júnior
en su libro Juchimán, biografía de un ídolo viviente:
61
tenía influencia política antes de ser gobernador, intervino para
reintegrarlo al venerable y añoso Instituto Juárez, donde ahora
está y es de esperarse que para siempre.
FUENTES CONSULTADAS
62
Foto: Propiedad de la familia Abreu
LA HACIENDA CHABLÉ
S
65
Foto: Propiedad de la familia Abreu
66
rico; poseía una hacienda de treinta mil cabezas de ganado, plantaciones
de palo de tinte y bongos, y se le calculaba un capital de doscientos mil
dólares. La casa en que vivía estaba en la ribera del río, recién construida,
con ciento cincuenta pies de frente y le había costado veinte mil dóla-
res». El mismo autor nos menciona que este personaje tenía dos hijos
que pretendía enviar a Estados Unidos para que ahí realizaran sus estu-
dios. Unos años después (1846) el viajero y naturalista francés Arthur
Morelet, hizo un pequeño recorrido por el Usumacinta, y menciona que
pasó por una finca llamada Chablay, que era “considerable” en impor-
tancia. Por las referencias geográficas que este explorador proporciona de
su recorrido, podemos deducir que se trata de la hacienda Chablé.
Volviendo de nueva cuenta a la documentación del archivo de los
Abreu, y basándonos en el árbol genealógico de la familia, observamos
que Juan Eugenio Abreu contrajo nupcias con Lorenza Faustina Vir-
gilio y procreó cuatro hijos: Juan de Dios, Valentín, Leonardo y Juan
Francisco; este último al parecer recibió en herencia la hacienda y la
repartió en partes iguales a sus hijos Eugenio y Esteban Abreu Ruiz.
Sin embargo, Esteban falleció sin haber elaborado su testamento y su
hermano se adjudicó judicialmente sus bienes, convirtiéndose en alba-
cea de sus sobrinos.
En 1867 comenzó una disputa por la hacienda entre Eugenio Abreu
(nieto) y los herederos de su hermano Esteban. El conflicto por la heren-
cia de Esteban Abreu la inició su hija mayor Josefa Abreu Puig y el es-
poso de esta, José María Escoffié. En la documentación revisada sobre el
problema, al parecer Eugenio Abreu Ruiz se negaba a entregar la heren-
cia a sus sobrinos, argumentando que se la gastó en la manutención
y educación de estos, especialmente de Celso y Salustino. Para concluir
con la disputa, José María Escoffié compró en 1867 la hacienda Chablé
a don Eugenio por la cantidad de $ 25, 038.00, la cual pagaría en varios
abonos hasta 1880, con la condición de que la escritura que se expidiera
saliera a nombre de quien Escoffié señalara al completar los pagos. José
María Escoffié y los hermanos Celso y Salustino formaron una sociedad
denominada «Hacienda y corte de palo de tinte Chablé», y procedieron
a liquidar la herencia de los hijos de Esteban Abreu Ruiz. Manuela, Mar-
garita, Luis, Ercilia y Aurelia Abreu recibieron sus respectivas indemni-
67
zaciones; mientras que Celso y Salustino junto con su cuñado Escoffié
(a nombre de su esposa Josefa) quedaron como únicos dueños de la ha-
cienda Chablé.
Según los inventarios de 1 de diciembre de 1868 y el de 1 de marzo
de 1872, la hacienda Chablé tenía como principales actividades econó-
micas la agricultura y la ganadería sin fines comerciales. Contaba con
pocos bienes materiales y conservaba la extensión de 24 caballerías de
tierra, teniendo en conjunto un valor de $ 25, 038.10, cantidad que José
María Escoffié se comprometió a pagar a Eugenio Abreu, entre 1867 y
1880. Durante el tiempo de la sociedad, las actividades económicas de la
hacienda se diversificaron al realizar venta de palo de tinte y maderas pre-
ciosas y contar con una taller de carpintería. La extensión de la hacienda
aumentó con un denuncio de terrenos que hizo Celso Abreu a nombre
de la sociedad.
En 1880 se decidió disolver la sociedad. Escoffié vendió la parte corres-
pondiente a él y su esposa a los hermanos Celso y Salustino a un precio
simbólico. El matrimonio Escoffié Abreu no tenía descendencia, por lo
que nombró herederos a Celso y Salustino, con la condición de que paga-
ran la cantidad de $ 3, 109.60 por concepto de $ 2, 704.00 correspondien-
te a la herencia dejada por Esteban Abreu a su hermana Josefa, más los
réditos de dicha suma que ascendían a $ 405.60. Los hermanos pagarían
en efectivo $ 1, 109.60,
Mientras que el resto lo harían en un plazo de dos años con intere-
ses de 1% mensual, que sufragarían cada cuatro meses. Además, los dos
hermanos se harían cargo de todas las deudas y asuntos relacionados
con la hacienda Chablé, por ser los únicos dueños; luego de hacer el
último pago de $ 1, 500.00 a su tío Eugenio Abreu Ruiz por la compra
de la hacienda Chablé, los hermanos Celso y Salustino quedaron
como legítimos dueños de dicha propiedad. Recordemos que José
María Escoffié dispuso que la nueva escritura de venta se expidiera a
nombre de quien él señalara, dichos nombres fueron los de sus cuña-
dos y únicos herederos.
Desde este momento hubo un gran cambio en la forma de adminis-
trar la hacienda. Iniciaron los trámites para denunciar las demasías de
terrenos nacionales de la hacienda y se propusieron diversificar las acti-
68
Foto: Propiedad de la familia Abreu
69
lancán, Tabasco) con un valor
de $ 12,000.00, y que pagaron
en el transcurso de cuatro años
a razón de $ 3, 000.00 anua-
les. Unos meses después, el 2
de julio, Salustino Abreu Puig
denunció demasías en dichos
terrenos con un total de 5, 015
hectáreas.
Terrenos comprados a
Benito Anizán e Hijos y Cía.
En el tiempo que duró la nueva
empresa (1880-1898) acumu-
laron enormes extensiones de
tierra y bienes inmuebles y ma-
teriales con un valor de $ 147,
090.37, mientras que tenían
Salustino Abreu Puig y Vicenta Ochoa una deuda de $ 44, 076.55,
todo en partes iguales. Los dos
hermanos trabajaron juntos hasta la muerte de Celso, acaecida el 8 de
marzo de 1898. Salustino entregó a la viuda y herederos de su hermano la
suma de $ 51, 506.91 por concepto de la mitad de los bienes acumulados
durante el tiempo que trabajaron en sociedad, y se quedó como único
dueño de la hacienda Chablé. En 1901, Salustino Abreu Puig otorgó
poder amplísimo a su hijo Salustino Abreu Díaz para administrar sus
bienes y encargarse de todos los asuntos relacionados con la hacienda
Chablé. Desde este momento, Salustino hijo tomó las riendas del nego-
cio consultando a su padre en algunas ocasiones cuando el asunto era de
mucha importancia.
En un documento con fecha del 2 de mayo de 1906, podemos ver la
extensión con la que cuenta la hacienda Chablé y su importancia eco-
nómica para la región de Jonuta, Balancán y Montecristo, en Tabasco, y
Palizada, en Campeche. La hacienda Chablé y anexos cuenta con unas
11, 451-22-00 ha (dentro de ellos el casco y alrededores que mide 1, 027-
70
08-72 ha y Las Margaritas que tiene 1, 451-22-00 ha). A esta propiedad
se añaden otras más, El Jobo, de 2, 463-71-63 ha; Balancán Viejo, de 1,
016-00-00 ha y San Bernardo (Sebastopol), de 1, 202-53-12 ha, el terre-
no comprado por Salustino hijo a Mariana Sala.
En 1906, con 2, 242-02-22 ha y La Trinidad, así como de otros pre-
dios rurales y urbanos. De esta última se desconocen sus dimensiones, así
como de otros predios rurales y urbanos.
Dentro de estas propiedades, como consta en algunos de los in-
ventarios revisados, hay construcciones (casas, bodegas, etc.), maqui-
naria de trabajo, herramientas y enseres, pero desconocemos el valor
total de los bienes de la familia Abreu, específicamente de Salustino
Abreu Puig y sus hijos. De todas las posesiones, la hacienda Chablé es
la más importante, así lo confirma la documentación relacionada con
los negocios de la familia. En el casco de la hacienda se encuentra la
casa principal, una iglesia (con altar, confesionario, retablos, capilla
con pila bautismal, púlpito, bancas y santos con su bóveda), un salón
para diversos usos (bailes, fiestas familiares y religiosas y hasta dis-
ponía de un cinematógrafo para proyectar películas a los trabajado-
res), tienda (de abarrotes, ferretería, medicinas y diversos artículos),
bodegas de almacenamiento (enseres de trabajo y producción), una
biblioteca (con vasta bibliografía), un aserradero de maderas precio-
sas (movido con máquinas de vapor), caserío de trabajadores, escuela,
astillero y embarcadero.
Los documentos posteriores a 1906 señalan a Salustino Abreu Díaz
como el único dueño de la hacienda Chablé. Después de la muerte de su
padre (en 1908), al parecer liquidó a todos sus hermanos (con algunas
propiedades localizadas en los municipios de Jonuta y Emiliano Zapata
en el estado de Tabasco, y Palizada, en Campeche), mientras que entró
en una disputa con su hermana Esther por la repartición de algunas pro-
piedades, entre ellas la hacienda Chablé. Finalmente logró un acuerdo
con el esposo de su hermana, su primo Ovidio Jasso Abreu, y Salustino
se quedó con la parte correspondiente a la hacienda Chablé y anexos en
el municipio de Emiliano Zapata, en Tabasco, mientras que su hermana
Esther se quedó con las propiedades que se encontraban en el municipio
de Balancán, también en la entidad.
71
El último documento revisado hasta el momento en el archivo par-
ticular de la familia Abreu, fechado en 1909, nos revela que la hacienda
Chablé y sus anexos (sin contar los otros predios en Balancán, Jonuta
y Palizada) tenía una extensión de 19, 658-63-69 hectáreas, y contando
todas las inversiones que habían en ella, el valor ascendía a $ 203, 800.00.
Entre los bienes destacan casas, templo, bodegas, ganado (vacuno, caba-
llar, mular), maquinaria y herramientas (trapiche, talleres de carpinte-
ría, herrería, hojalatería, panadería, tenería, etc.) y algunos cultivos.
Pese a que todavía falta mucha documentación por consultar, pode-
mos decir que la hacienda Chablé tuvo muchos años más de bonanza,
ya que resultó poco afectada por el movimiento revolucionario, y la fa-
milia supo posicionarse rápidamente con los nuevos grupos en el po-
der, incluyendo a los constitucionalistas, radicales (como Tomás Garrido
Canabal) y gobiernos sucesivos. La hacienda se convirtió en un foco re-
gional agropecuario y de comercio, al igual que Reforma, la finca de la
familia Ocampo en Balancán. La segunda mitad del siglo XX marcó el
fin de la hacienda Chablé como empresa familiar. Pepe Bulnes, citado
por Geney Torruco, señala que en la hacienda Chablé en 1945 existían
«una fábrica de embarcaciones pequeñas, canoas y pailebot de poco co-
lado (sic.), así como una que otra ‘canoa campechana’… una fábrica
de zapatos, sombreros de jipi, hamacas de hilo y cáñamo… talleres
de herrería, hojalatería, carpintería, sastrería y otros. Se fabrican… tejas y
ladrillos…» Esto nos indica que todavía en estos años la hacienda gozaba
de buenas finanzas.
Don Salustino repartió sus propiedades entre sus hijos en la década
de 1940-50. Los hijos legítimos de Salustino Abreu Díaz (procreados
con su esposa Vicenta Ochoa) fueron Eneida, Esther, Salustino, Alicia,
César, Óscar, Margarita, Humberto, Leonor, Vicenta, Gudelia, René,
Alberto y Raúl Benito, quienes recibieron por herencia un promedio de
592 ha, mientras que los ilegítimos (concebidos con Dolores Pérez) Con-
suelo, Edmundo y Gerardo recibieron 100 hectáreas cada uno. Se deja-
ron 15 hectáreas sin dividir (el casco de la hacienda y sus alrededores), las
cuales correspondían a la sociedad de los hijos de Salustino Abreu Díaz.
Durante la administración de Carlos A. Madrazo como gobernador de
Tabasco, los herederos de Salustino Abreu Díaz donaron en conjunto
72
unas 1, 000 hect. para ejidos, más 9 de las 15 hectáreas de la sociedad para
erigir un poblado al que llamaron Chablé (actualmente villa Chablé).
Se conservaron 6 hectáreas las cuales no deben ser divididas (que corres-
ponden al casco de la hacienda y alrededores), al parecer la sociedad de
los hijos de Salustino Abreu Díaz nunca fue disuelta, por tal motivo
los dueños actuales de dicho terreno son las respectivas descendencias
de los hijos de Salustino Abreu Díaz en su conjunto.
Siglo XX
Con el ejemplo de la familia Abreu y la hacienda Chablé, se pueden hacer
algunas reflexiones. Sin duda, los hacendados del último tercio del siglo
XIX se beneficiaron en gran medida con las políticas implementadas por
los gobiernos federal y local para fomentar la economía, ya que las leyes
de deslinde y colonización les permitió adquirir enormes extensiones de
tierra a bajo costo, mientras que los planes de fomento les dieron la posi-
bilidad de importar nueva tecnología con créditos y sin pagar impuestos,
además de asesorías para trabajar en el campo.
A esto, se debe sumar que si bien estos dos proyectos fueron apro-
vechados por las élites locales (llámese hacendados, comerciantes, in-
dustriales, banqueros, etc.), su éxito no habría sido posible sin la red de
relaciones políticas y sociales que tejieron con las autoridades federales
y estatales (que por lo regular eran o ellos mismos, o sus familiares, o
amigos, o compadres).
En el archivo particular de la familia Abreu se puede constatar
que la correspondencia de Salustino Abreu Puig y Salustino Abreu Díaz
no sólo era familiar sino que abarcó a destacadas personalidades como
don Porfirio Díaz. Los Abreu se dieron el lujo de recibir en su hacienda a
Justo Sierra y Leopoldo Batres, en un viaje que estos realizaron a la zona
arqueológica de Palenque. Tambén tenían nexos con Policarpo Valen-
zuela, uno de los hombres de negocios y política más influyentes durante
el porfiriato en Tabasco. Incluso, Salustino Abreu Díaz fue compadre de
José María Pino Suárez. Durante el movimiento revolucionario de 1913,
los Abreu recibieron como refugiados a la familia del general Luis Felipe
Domínguez Suárez, líder de la Brigada Usumacinta y gobernador inte-
rino de Tabasco, entre 1914 y 1915; en varias ocasiones Tomás Garrido
73
Foto: Propiedad de la familia Abreu
74
El primero de ellos es un recado que envía Eduardo Palacio (de Mon-
tecristo) a Salustino Abreu Díaz (Chablé), donde manifiesta que «hoy
regresa a esa finca su sirviente Cristóbal Moreno, después de haber sido
castigado conforme sus deseos», no se dice el motivo y el castigo, pero
todo hace suponer que fue un arresto.
El otro testimonio, F. Becerra Fabre (jefe político de Frontera) infor-
ma a Salustino Abreu que no se ha podido dar captura al sirviente pró-
fugo Víctor Jiménez, pero que se han dado instrucciones para localizarlo
y remitirlo de nuevo a la hacienda. Se sabe por las fuentes de la época que
los salarios que recibían los peones en la mayoría de las haciendas eran
miserables, aunado a los castigos y pésimas condiciones de trabajo.
Las sanciones y derechos para los trabajadores estaban estipuladas en
las reglamentaciones sobre el campo, pero su ambigüedad propició el
abuso de los patrones y la complicidad de las autoridades, sin embargo,
las constantes fugas de peones obligaron a las autoridades a emitir cir-
culares con «el firme propósito de moralizar en todo lo posible la servi-
dumbre de campo, y siendo el abuso que con los sirvientes se cometen en
algunas fincas o monterías, castigándolos con cepo, azotes y otras penas
infames, motivo muy poderoso para exasperarlos incitándolos a come-
ter delitos contra los dueños, mayordomos o encargados de dichas fin-
cas de lo cual se han dado ya varios casos; el C. Gobernador… ha tenido
a bien disponer… una activa y eficaz vigilancia a fin de que por ningún
motivo se permitan tales castigos en las fincas o monterías y en caso que
se sospeche que en algunas de éstas hay cepos, grilletes o cualquiera otro
medio de tormento, [se] procederá… a practicar una visita minuciosa a la
finca sospechosa decomisando y destruyendo todo aparato o instrumen-
to como los cepos, grilletes, etc., que tenga por objeto atormentar a los
sirvientes o inferirles castigos…», aunque rara vez se tomaron en cuenta.
Por supuesto que no se puede culpar por completo de esta situación
a las innovaciones tecnológicas, porque la pésima condición laboral de
los trabajadores de las haciendas en el siglo XIX tiene raíces más profun-
das que incluso llegan hasta el periodo colonial. Sin embargo, durante
el porfiriato, parece que la tecnificación sí jugó un papel relevante en el
deterioro de la vida de los peones al servir como pretexto a los patrones
para presionar a los empleados en el abaratamiento de la mano de obra.
75
Finalmente, las haciendas fueron muy importantes en la economía y
demografía locales.
Por un lado, satisfacían en gran medida las necesidades de los mer-
cados locales y regionales, ya que una buena parte de su producción se
destinaba al consumo de estos y, además crearon parte de la infraestruc-
tura de comunicaciones y transportes al desarrollar la navegación fluvial
y los caminos en sus áreas de influencia.
Por el otro lado, se convirtieron en centros poblacionales de regu-
lar importancia, ya que alrededor de ellas crecieron pequeños núcleos
de gentes que vivían de transacciones mercantiles en microescala, de tal
suerte que cuando fueron decayendo las haciendas por diversas circuns-
tancias, estas gentes se quedaron a vivir ahí, adquiriendo tierras en com-
pra o viéndose beneficiadas con la reforma agraria después de la tercera
década del siglo XX.
Un ejemplo claro es el caso de Chablé, que a mediados de esta cen-
turia poseía una considerable cantidad de habitantes que presionó para
la repartición de tierras, erigiéndose un poblado y formándose algunos
ejidos en una buena parte de los terrenos; en la actualidad, en este espacio
hay varios ejidos y rancherías y el antiguo poblado se ha convertido en
villa. Esta última pertenece a Emiliano Zapata, pero varios de los ejidos
y rancherías se ubican también en los municipios de Balancán y Jonuta.
Con otros estudios de casos similares se aportarán nuevos elemen-
tos sobre el impacto de las políticas gubernamentales para fomentar
las actividades productivas del siglo XIX, específicamente el campo,
por lo pronto, los hallazgos encontrados en el archivo particular de
la familia Abreu y la hacienda Chablé nos sirven como laboratorio
de prueba y nos han permitido sacar algunas conclusiones. Ojalá que
pronto veamos más trabajos sobre otras zonas de Tabasco, de tal ma-
nera que estas atrevidas generalizaciones aquí vertidas sean matizadas
con mayor precisión.
76
Foto: Propiedad de la familia Abreu
FUENTES CONSULTADAS
1 ABREU del Valle, Omar, historiador de la familia Abreu, a partir de sus archivos fo-
tográficos.
77
Foto: Propiedad de la familia Abreu
LA IGLESIA DE LA HACIENDA CHABLÉ
S
81
manda a quemar todos los
santos y derribar las iglesias
de Tabasco, cuando le toca el
turno a la iglesia de la hacien-
da Chablé, se le pide como
retribución a que ahí se ha-
bía escondido, que no tirar
ninguna piedra, por eso sigue
hoy en pie.
FUENTES CONSULTADAS
82
Foto: Propiedad de la familia García Mora
19 DE MARZO DE 1955
LA QUEMA DE FRONTERA
S
85
Foto: Propiedad de la familia García Mora
86
Doña Manuela Aguilar de Mora fue la única en poner su demanda
contra los amotinados, antes de irse en avioneta a Veracruz. Uno de sus
nietos pequeños, el hermano menor del que sería posteriormente reco-
nocido pintor Ricardo García Mora, murió debido a complicaciones, ya
que se encontraba enfermo con temperatura y su mamá tuvo que expo-
nerlo a la intemperie al huir del fuego, cuando la turba incendió su casa.
El ejército hizo prisioneros a los revoltosos y los trasladaron a Vi-
llahermosa, algunos fueron juzgados y otros quedaron en libertad.
Este hecho está grabado como uno de los hechos más desagradables y
lamentables del puerto por los frontereños. Además del dinero y alhajas
robadas, se perdió gran parte de los documentos y archivos históricos,
como actas de nacimientos, títulos de propiedad, actas de matrimonio
que el fuego consumió, pues el registro civil fue afectado por el incendio.
Muchas familias conocidas del puerto abandonaron para siempre
Frontera decepcionados por el vandalismo y sin perdonar esos actos.
La administración municipal del presidente Julián Jaume Magaña
y del gobernador del estado Manuel Bartlett Bautista cayeron, quedan-
do Frontera a cargo de un comité administrativo en manos de don
Darvelio Asmitia Hernández, mientras se convocaba a elecciones
constitucionales.
Foto: Propiedad de la familia García Mora
87
FUENTES CONSULTADA
88
LA CATEDRAL DE TABASCO
S
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En 1929, el gobierno federal da al Ejecutivo estatal la concesión de
todas las iglesias en el estado, usando los edificios para centros educativos
y culturales.
En 1928, Garrido convierte la Catedral en escuela racionalista y, cua-
tro años más tarde, en 1932, en el teatro obrero.
En el tercer informe de su segundo periodo de gobierno presentado
el 16 de septiembre de 1933, Tomás Garrido Canabal manifestó la «re-
ciente» inauguración de la Biblioteca Francisco Ferrer Guardia.
En ocasión del XC Aniversario de la Biblioteca José Martí, en 1953, el
licenciado Miguel Paredes Campos (catedrático del Instituto Juárez) re-
cordó que recién llegado a la ciudad, conoció la Biblioteca Ferrer Guardia:
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Las iglesias se levantaban con materiales perecederos
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fueste etriado y capiteles corintios, frontones y nichos. La construcción
de sus dos altas torres concluyó a finales de los ochenta, cada una mide
80 metros de altura, siendo así la segunda catedral más alta de México
después de Santuario Guadalupano (107,5 mts.), en Hidalgo.
«El jacalito» permanece como Catedral hasta 1989, año en que se
empieza a demoler para habilitar una plaza y abrir el edificio de la Ca-
tedral. El 11 de mayo de 1990 es consagrada y bendecida la Diócesis y la
Catedral de Tabasco por el papa Juan Pablo II.
La Catedral del Señor de Tabasco aún sigue en obra, incompleta, y
solo se encontraba edificado hasta 2018 el atrio principal. Existe un pro-
yecto completo para terminarla pero aún no ha podido ser concretado
por diversos factores.
FUENTES CONSULTADAS
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PARROQUIA NUESTRA SEÑORA
LA ASUNCIÓN DE MARÍA
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La iglesia de la Virgen de la Asunción data del siglo XVIII
FUENTES CONSULTADAS
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LAS BIBLIOTECAS EN TABASCO
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el general Ramírez Garrido se sabe de la existencia de la biblioteca del
Obispado, de la cual no se tienen más datos.
En esa misma época existían muchas bibliotecas particulares como
las de Alberto Correa y Felipe A. Margalli, que lograron reunir con poco
más de dos mil volúmenes.
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Algunas bibliotecas relevantes abiertas son:
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boletín para la biblioteca del plantel. Al año siguiente, en el mes de julio,
la escuela cerró sus puertas para dar paso a una Escuela Agrícola.
Libros y billares
El gobierno de Garrido Canabal, ocupándose de los trabajadores tabas-
queños, giró una circular con fecha 2 de diciembre de 1933 a los presiden-
tes municipales, solicitando apoyo para la iniciativa de que, en todo sa-
lón de billar existiera un salón de lectura con un acervo de 100 volúmenes
por cada mesa de juego.
Sin cumplir esta disposición no se concedería permiso para abrir este
tipo de negocios. En 1934, Tomás Garrido Canabal deja la gubernatura
del estado; con ello, Tabasco cierra una época.
En la peni
En el gobierno de Francisco Trujillo Gurría (1939-1942), se nombró
a Torcuato A. Brindis director de la Penitenciaría del Estado. Con el
propósito de elevar la moral y el intelecto de los reclusos, Brindis em-
prendió la tarea de instalar en el penal una biblioteca y una escuela, así
como realizar mejoras materiales al inmueble, obra que llevó a cabo en
los primeros cuatro meses de 1940, periodo de su gestión al frente del
establecimiento.
Los gobiernos de Noé de la Flor Casanova (1943-1946) y Francisco J.
Santamaría (1947-1952), fueron notables impulsores de las actividades
culturales y educativas a pesar de la crisis económica que vivía el estado;
se pensó que esos renglones debían cubrirse para mejorar la situación
general del estado y de la población.
Obra del gobernador Noé de la Flor Casanova fue la creación en
1944 de la Biblioteca Pública José Martí, de la cual se habla en el apar-
tado de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.
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La búsqueda de libros se hacía en un principio con ficheros
Otros acervos
Por acuerdo del Ejecutivo del estado, la Secretaría General de Gobierno
distribuyó numerosos lotes de libros a las bibliotecas y centros escolares
de la entidad.
En Macultepec y en Tenosique se llevaron a cabo algunas acciones
para la creación de sus bibliotecas.
La Biblioteca «José María Pino Suárez», de Tenosique, registra en
el directorio de 1968 su fundación en 1945, y otros datos señalan el
año 1948.
Los cincuenta
A finales de los años cincuenta se decidió la apertura de bibliotecas a tra-
vés de convenios. La primera biblioteca de Tabasco de la cual sabemos
firmó un convenio, fue la de la cabecera municipal de Balancán, en el
mes de enero de 1957. En los años siguientes se fundaron bibliotecas o
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se incrementaron los acervos por medio de convenios y patronatos en la
mayoría de los municipios del estado.
Entre las bibliotecas que se crearon gracias a estos patronatos y
convenios están la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Cam-
pesinos del Estado de Tabasco, en Jonuta, el 14 de abril de 1962. En
Centla, el convenio se firma el 7 de mayo de 1962, al igual que la Ar-
cadio Centella Priego, de Cunduacán. Al año siguiente, en julio de
1963, le entra Cárdenas.
La creación de la biblioteca de Jalpa fue por demás azarosa, a pesar
de que el patronato Pro Biblioteca se formó en 1963, solo un mes
después de que el Ayuntamiento recibiera la invitación del Departa-
mento de Bibliotecas. El 13 de agosto se integró el patronato pero su
presidente renunció en agosto de 1963, impidiento que se estable-
ciera la biblioteca.
Para diciembre de 1965 funciona otro patronato. El nuevo patronato
mandó hacer bonos, con valor de un peso, para recaudar fondos con el
fin de comprar la casa donde naciera el coronel Gregorio Méndez Ma-
gaña y establecer ahí la biblioteca que llevaría su nombre. Para alcanzar
su objetivo, el patronato recibió la ayuda económica del gobierno de
Manuel R. Mora para la compra definitiva del inmueble y la nombran
«Gregorio Méndez Magaña».
Un caso especial representa la Biblioteca Pública de Comalcalco. Du-
rante el año de 1960, la Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material
de la localidad apoyó los trabajos del Comité Pro Biblioteca Pública, di-
rigidos a fundar una biblioteca en el Centro Social de Comalcalco. En
1977 el edificio donde se encontraba la biblioteca se incendió. La señora
Amalia Franyuti de Figueroa, presidenta de la UFIA, buscó un nuevo lo-
cal para reabrir la biblioteca y se ubicó en una casa propiedad de la señora
Lourdes de la Fuente de Pulido, presidenta de la Unión, por entonces se
le denominaba Biblioteca Pública de la UFIA.
Con un convenio firmado por el gobernador Enrique González Pe-
drero y la Secretaría de Educación Pública el 15 de junio de 1984, se inte-
gra a la Red Nacional de Bibliotecas Públicas.
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La Manuel R. Mora
Durante 15 años estuvo bajo la responsabilidad del gobierno estatal.
Al decretarse su incorporación al patrimonio universitario, en 1959, la
ciudad de Villahermosa perdió para sí, en beneficio de la Universidad,
la biblioteca pública de más larga vida hasta entonces. Esta biblioteca
se describe en el apartado de la Universidad Juárez Autónoma de Ta-
basco.
La capital del estado contaría nuevamente con biblioteca dependien-
te de su gobierno una década después, en 1969.
Ese año, la administración de Manuel R. Mora destinó el presu-
puesto necesario para la construcción del edificio sede de la nueva bi-
blioteca.
Localizado en la calle Vicente Guerrero, a un costado de la plaza de
Armas, el inmueble fue diseñado especialmente para biblioteca, con
salas de lectura, para exposiciones y conferencias, cafetería y aire acon-
dicionado (elemento importante para el clima tabasqueño), además de
cuatro fuentes y un jardín en el exterior. Resulta importante notar el
interés por destinar un edificio propio para la biblioteca, así como que
el mismo cumpliera con los requerimientos propios de un estableci-
miento bibliotecario.
El 20 de noviembre de 1969, en una sencilla ceremonia presidida
por el gobernador Manuel R. Mora, fue inaugurada la institución, reci-
biendo el nombre de Biblioteca Pública del Estado. Su acervo ascendió
entonces a poco más de cinco mil volúmenes. Su primer director fue el
periodista Pepe Bulnes.
Para 1975, la biblioteca tenía una pequeña hemeroteca de diarios
locales desde 1969, y uno nacional (Excélsior) desde 1972. La escasez
de dinero dificultaba la compra de diarios y revistas, y los editores
de estos en Tabasco no los hacían llegar regularmente a la biblioteca.
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[...]el mejor instrumento para liberar las facultades productivas
y creativas del hombre...] un medio para alcanzar una mayor
equidad y justicia social, mediante la creación de más y mejores
bienes y servicios.
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Para diciembre de 1985 funcionaban 33 bibliotecas en el estado
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La belleza de la biblioteca se debe también a su luz natural
Durante los primeros meses de 1988, todos los centros tuvieron ser-
vicios bibliotecarios.
El Instituto de Cultura de Tabasco, por medio de la Dirección Esta-
tal de Bibliotecas, realizó una amplia labor para cubrir los requerimien-
tos de instalación y funcionamiento de esas 185 bibliotecas rurales. Los
subcomités de Educación y Recreación de cada centro tenían entre sus
tareas: realizar visitas domiciliarias para difundir los beneficios de las bi-
bliotecas; promover el servicio de bibliotecas en las escuelas; coordinarse
con los encargados del programa de educación para adultos y de alfabeti-
zación, para combatir el analfabetismo funcional; realizar campañas para
incrementar el acervo bibliográfico y apoyar el programa de bibliotecas
móviles.
En 1984, siete unidades móviles (camionetas «combi»;) con un acer-
vo de 1500 volúmenes prestaban estos servicios; en 1985, se agregaron
nueve unidades más, proporcionando servicios a 90 comunidades. En
1985, el primer año de trabajo de la Red Estatal, el DIF pidió la asesoría
de la Coordinación Estatal para sus bibliotecas móviles (uno de sus pro-
blemas era la falta de proceso técnico de las colecciones).
La cooperación entre el DIF-Tabasco y la Coordinación de Biblio-
tecas motivó que poco a poco el DIF dejara los servicios a cargo del
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organismo estatal cuyas funciones implicaban precisamente la coor-
dinación de instancias de gobierno para el establecimiento y organi-
zación de bibliotecas. Así, durante 1985 y 1986 las unidades móviles
del DIF pasaron a la Red Estatal. Además, en 1987 se integraron a la
Red cinco unidades pertenecientes al Partido Revolucionario Insti-
tucional, que también otorgaban servicios bibliotecarios en las co-
munidades rurales. De esta manera, las áreas rurales de todo el estado
tuvieron servicio de biblioteca.
Para la mejor organización y funcionamiento de la Red, en cada uno
de los 17 municipios se crearon Redes Municipales integradas por la Bi-
blioteca Municipal y las Bibliotecas Rurales. La Dirección Estatal reali-
zaba reuniones de trabajo con los coordinadores y responsables de esas
redes para analizar, asesorar, supervisar y evaluar los servicios biblioteca-
rios; además, para ver lo relativo a edificios, mobiliario, equipo, recursos
humanos y materiales didácticos y de oficina.
Al finalizar 1988 la Red Estatal se componía de 226 bibliotecas:
una Central Estatal, 17 municipales, 8 suburbanas, 189 rurales y 11
móviles.
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El inmueble es sede de la Biblioteca Pública del Estado
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nueva biblioteca estaba en funciones a principios de 1983 y recibió el
nombre de Manuel R. Mora. Al año siguiente, en 1984, la biblioteca
se convirtió en Biblioteca Central Estatal de la Red Nacional de Biblio-
tecas Públicas.
En 1982, poco después de que concluyese la vida de la Biblioteca Pú-
blica del Estado se empezó a trabajar para dotar nuevamente de biblio-
teca pública a Villahermosa. (Con este fin, se procedió a acondicionar
el edificio que dejara vacío el Ayuntamiento de Centro en la avenida
Madero).
Los trabajos de remodelación del inmueble se agilizaron para hacer
posible su entrega a fines del gobierno de Leandro Rovirosa Wade. En los
primeros días de 1983, la biblioteca estaba en funciones con poco más de
12 mil volúmenes en su acervo; este se instaló en la planta baja y, las salas
de lectura en la segunda planta; solo se brindaba el servicio de préstamo
interno. Se le dio el nombre de Biblioteca Pública del Estado «Manuel
R. Mora», en homenaje a la empresa bibliotecaria emprendida por el
exgobernador años atrás.
Cuando se firmó el convenio de incorporación a la Red Nacional de
Bibliotecas, el 14 de junio de 1984, la «Manuel R. Mora» era la única
biblioteca pública viable de transformarse en Biblioteca Central Estatal;
con base en lo existente, la Coordinación Estatal emprendió las acciones
pertinentes para lograrlo.
El 7 de diciembre de 1984, la Biblioteca Central Estatal «Manuel R.
Mora» fue incorporada a la Red Nacional recibiendo el número 676
para efectos organizativos de la propia Red Nacional de Bibliotecas Pú-
blicas.
La «Pino Suárez»
De excepcional belleza y solidez, el edificio de la Biblioteca Pública José
María Pino Suárez fue construido en 1987, en un espacio de 12 mil me-
tros cuadrados a orillas del río Grijalva.
Obra de los arquitectos Teodoro González de León y Francisco Se-
rrano, le fue otorgado el Gran Premio de la Academia Internacional de
Arquitectura, máximo galardón entre los 31 premios concedidos en la
Quinta Bienal Mundial de Arquitectura celebrada en Sofía, capital de
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Bulgaria, en junio de 1989. El jurado consideró 510 proyectos y obras
realizadas, correspondientes a 49 países.
En un mismo edificio fueron alojados dos organismos del gobier-
no de Tabasco: la Biblioteca Pública del Estado y la Dirección Estatal
de Bibliotecas. La composición del conjunto se resolvió con una planta
rectangular.
Inaugurada el 9 de diciembre de 1987 por el gobernador Enrique
González Pedrero, la Biblioteca Pino Suárez tuvo de inmediato una gran
demanda de sus servicios, a saber: préstamo interno con estantería abier-
ta, préstamo a domicilio, préstamo interbibliotecario, consulta, orien-
tación a usuarios, catálogo de nuevas adquisiciones, elaboración de bi-
bliografías, lectura informal, cómputo infantil, materiales audiovisuales,
consulta a bancos de información, cubículos de estudio y de mecanogra-
fiado, exposiciones bibliográficas y actividades de fomento a la lectura.
Con capacidad para 650 usuarios y un acervo de 145 mil volúmenes
al iniciar sus actividades, la Biblioteca Pino Suárez contiene el acervo bi-
bliográfico y audiovisual más importante en el estado.
En 1988 el acervo creció a 160 mil libros. La hemeroteca tenía varios
diarios locales en colecciones incompletas hasta 1976; de esa fecha a la ac-
tualidad las colecciones están completas en los siete diarios de circulación
local.
FUENTES CONSULTADAS
114
FERIA TABASCO
S
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Foto: Postal México Fotográfico
118
racterística de cada municipio y en donde la gente se divertía escuchando
música y adquiriendo productos de los anfitriones.
Las exposiciones y la feria se han ido transformando y se ha creado
un evento adicional denominado «preferia», donde anteriormente se
realizaba un vistoso desfile de barcos alegóricos que navegaban el río Gri-
jalva frente al malecón con las embajadoras a bordo, actividad que en los
últimos años dejó de realizarse.
La «preferia» actualmente es una etapa en la cual se da preparación
intensiva a las embajadoras, se presentan a los medios masivos de comu-
nicación, participan en un desfile de modas, se da una cena en la Quinta
Grijalva, se imponen las bandas, se efectúa un desfile en carros alegóricos
por las principales avenidas de Villahermosa, siendo el punto final la elec-
ción de la Flor más bella en el Centro de Convenciones.
FUENTES CONSULTADAS
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LA FLOR MÁS BELLA DE TABASCO
Foto: Mediateca INAH
S
Club Bugambilia
Años más tarde, el Club Bugambilia creado el 22 de diciembre de 1948
tenía como finalidad organizar eventos como posadas, bailes y apoyar
candidatas a reinas del carnaval.
Para el año de 1953 el Club Bugambilia tenía una excelente repu-
tación por los eventos que realizaba su presidenta Kety Hernández
Sastré, quien convocó a sus filiales para que enviaran a Villahermosa a
su representante municipal para atenderlas como huéspedes de honor
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Foto: Mediateca INAH
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lez; Nacajuca, Cibeles Rodríguez Pérez; Paraíso, Irma Magaña; Tacotal-
pa, Urania Montiel García; Teapa, Evangelina Bastar y Tenosique, Ada
Pacheco.
La cena de imposición de bandas fue en el Café del Portal el 7 de
octubre. El baile del día 8 fue suspendido por causa de un norte y tuvo
que realizarse el martes 11 de octubre. La elección de la Flor más bella de
Tabasco de ese año se hizo mediante votación, ganando Eloísa Solórza-
no, de Macuspana.
En marzo de 1956 se reanudan las Exposiciones Regionales Agrí-
colas, Ganaderas, Industriales, Comerciales y Artísticas del Estado de
Tabasco en los antiguos campos de las Exposiciones garridistas (1929 –
1935), donde el gobernador Noé de la Flor Casanova (1943 – 1946) ha-
bía construido el Parque Tabasco, hoy Parque Tomás Garrido Canabal.
Cada municipio erigió un pabellón o kiosco para exhibir sus produc-
tos agrícolas, industriales, comerciales y artísticos y, al igual que en las
exposiciones anteriores, las representantes de cada municipio recibían a
los visitantes, a semejanza de las Mensajeras del Progreso. Pero no hubo
baile para elegir a la Flor más Bella. El baile principal de esa primera ex-
posición del Tabasco moderno fue organizado por el Club Capri para
elegir al Traje Regional de Gala de la Mujer Tabasqueña mediante un
125
Desde 1998, la elección se realiza en el parque Tabasco
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El Bugambilia organizó su cuarto baile de embajadoras en la IV Ex-
posición Regional Tabasqueña en 1959. Desde entonces, el evento que-
dó ligado al desarrollo de las Exposiciones Regionales. En esa ocasión la
señorita Blanca Herrerías Bernat, del municipio de Emiliano Zapata es
quien resulta electa Flor más Bella de Tabasco.
El evento se sigue realizando en el Parque Tabasco hasta 1982, fecha
en que se traslada al parque La Choca por el enorme número de visi-
tantes que hacen insuficiente el antiguo recinto. La Feria tabasqueña se
realizaría ahí hasta 1997.
El evento es producto de la organización de la sociedad civil y su es-
píritu original perdura hasta nuestros días. A partir de la primavera de
1957, la unión de la elección de la Flor Más Bella a las exposiciones ha ido
tomando forma y se ha creado una preFeria, que incluye la imposición
de bandas y un desfile de carros alegóricos por las principales avenidas
de Villahermosa. La ganadora de la elección final recibe una flor de oro,
prendedor hecho de ese material.
La exposición es inaugurada al día siguiente de la elección con la par-
ticipación de la ganadora del certamen, que acompaña al gobernador del
estado a los eventos de la máxima fiesta.
Desde 1998, el evento es trasladado al Parque Tabasco, un espacio
abierto con amplio estacionamiento y enormes naves climatizadas. Allí
se disfrutan espectáculos gratuitos al aire libreen en los diversos foros
montados para la ocasión, incluidas las famosas peleas de gallos en el pa-
lenque.
FUENTES CONSULTADAS
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ÍNDICE
Inundaciones
0 7
EL Chichonal
0 21
La Hacienda Chablé
0 61
La Catedral de Tabasco
0 89
Feria Tabasco
0 115
Antonio Martínez
Enlace de Comunicación Social y Vocero
i
v
Reseñas de Tabasco, de Landy Patricia Aguilar Palafox, se
terminó de imprimir el 12 de noviembre de 2019, en los
talleres de Impresionismo de México, S. A. de C. V., ubi-
cados en la calle Doña Fidencia # 109, colonia Centro,
Villahermosa, Tabasco. Para su composición se utilizaron
tipos Eb Garamond y Roboto. El tiraje fue de 500 ejem-
plares. La edición estuvo al cuidado de la Dirección de
Publicaciones y Literatura.