Guia Comprension Lectora Cyrano de Bergerac
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Unidad 5
Cyrano de Bergerac
Edmond Rostandy
Cyrano de Bergerac interrumpe una obra de teatro durante su representación, amenazando a uno
de los actores con golpearlo si continuaba actuando. Uno de los asistentes lo reconviene por lo
realizado y comienza un diálogo sobre su nariz.
IMPORTUNO: Yo había…
CYRANO: ¿Por qué, entonces, ese gesto despectivo2? ¿Cree que es un poco grande?
CYRANO: ¿Eh? ¿Cómo? ¿Cómo puedes decir semejante estupidez? ¿Pequeña, mi nariz? ¡Ajá!
IMPORTUNO: ¡Cielos!
CYRANO: ¡Mi nariz es inmensa! ¡Obtuso, vil y estúpido, cara lisa, sepa usted que me enorgullezco
de tener semejante atributo! Una gran nariz es el signo de hombre amable, bueno, cortés, vital,
liberal y valiente, como lo soy yo y como jamás lo será usted, ¡ridículo miserable! La cara sin gracia
que mi mano va a abofetear ahora mismo no tiene… (Le da una bofetada).
IMPORTUNO: ¡Ay!
CYRANO: … arrogancia, ni vuelo, ni dulzura, ni sal, ni luz, ni lujo… ni nariz, en una palabra. Por lo
tanto, mi bota la buscará por donde termina su espalda. (Lo da vuelta tomándolo por los hombros
y le propina un soberbio puntapié).
CYRANO: ¡Ah, no! Eres muy poco inteligente, joven. Se podrían decir muchas cosas más, variando
el tono. Por ejemplo, con tono agresivo: “Yo, señor, si tuviera tal nariz, me la arranco al instante”.
O, en tono amistoso: “Se le mojará al beber; debería mandar que la fabricasen una copa especial”.
O, con gesto descriptivo: “Es una roca, es un cabo, pero qué digo ¡un cabo!
¡Una península!”. O, con aire de curiosidad: “¿Para qué sirve ese accesorio? ¿Para guardar
tijeras?”. También con tono gracioso: “¿Le gustan tanto los pájaros que les proporciona un lugar
para que descansen?”. O, bien truculento: “Cuando usted fuma, señor, ¿puede echar el humo por
la nariz sin que los vecinos griten que está ardiendo una chimenea?”. O, como advertencia:
“¡Tenga cuidado, que se le caerá al suelo la cabeza, arrastrada por ese peso!”. O, con ternura:
“Debería usted ponerle una sombrilla para protegerla del sol”. O, con afectación:
“¿Cuándo puede visitarse ese monumento?”. O respetuosamente: “Permítame, señor; a eso llamo
yo tener casa propia”. O, con sencillez: “¡Eh, amigo! ¿Eso es una nariz? ¡Pensé que era un nabo
gigante o un melón pequeño!”. O, en términos militares: “Adelante contra la caballería”. O, en fin,
parodiando a Píramo con un sollozo: “¡He aquí una nariz que ha roto la armonía de la figura de su
dueño. ¡Así está la roja de vergüenza, la traidora!”. Esto es, más o menos, lo que usted me podría
haber dicho, de tener alguna erudición y algún talento.
Pero de inteligencia, ¡oh, ser lamentable!, jamás ha tenido usted ni un átomo, y de letras no tiene
más que las cinco que forman la palabra “tonto”. Y aunque hubiese tenido la inventiva necesaria
para dirigirme, delante de esta distinguida concurrencia, todas esas bromas, tampoco hubiera
dicho la cuarta parte de la mitad de una sola, puesto que me las digo yo mismo frecuentemente,
pero no permito que ningún otro me las diga.
(Fragmento y adaptación)
1. Trabaja con tu diccionario buscando el significado de las cinco palabras subrayadas en el texto.
Luego, escribe tres sinónimos para cada una de ellas.
2. ¿En qué época piensas que se desarrolla la acción? Fundamenta con ejemplos.
5. ¿Qué opinas sobre la actitud de Cyrano frente a las burlas de los demás?