Historia de Los Astros
Historia de Los Astros
Historia de Los Astros
Más información
Historia de la astronomía
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Esfera armilar.
La historia de la astronomía es el relato de las observaciones, descubrimientos y
conocimientos adquiridos a lo largo de la historia en materia astronómica.
En casi todas las religiones antiguas existía la cosmogonía, que intentaba explicar
el origen del universo, ligando este a los elementos mitológicos. La historia de la
astronomía es tan antigua como la historia del ser humano. Antiguamente se ocupaba,
únicamente, de la observación y predicciones de los movimientos de los objetos
visibles a simple vista, quedando separada durante mucho tiempo de la Física. En
Sajonia-Anhalt, Alemania, se encuentra el famoso disco celeste de Nebra, que es la
representación más antigua conocida de la bóveda celeste. Quizá fueron los
astrónomos chinos quienes dividieron, por primera vez, el cielo en constelaciones.
En Europa, las doce constelaciones que marcan el movimiento anual del Sol fueron
denominadas constelaciones zodiacales. Los antiguos griegos hicieron importantes
contribuciones a la astronomía, entre ellas, la definición de magnitud. La
astronomía precolombina poseía calendarios muy exactos y parece ser que las
pirámides de Egipto fueron construidas sobre patrones astronómicos muy precisos.
La inmutabilidad del cielo, está alterada por cambios reales que el hombre en sus
observaciones y conocimiento primitivo no podía explicar, de allí nació la idea de
que en el firmamento habitaban poderosos seres que influían en los destinos de las
comunidades y que poseían comportamientos humanos y por tanto requerían de
adoración para recibir sus favores o al menos evitar o mitigar sus castigos. Este
componente religioso estuvo estrechamente relacionado al estudio de los astros
durante siglos hasta cuando los avances científicos y tecnológicos fueron aclarando
muchos de los fenómenos que en un principio no eran comprendidos. Esta separación
no ocurrió pacíficamente y muchos de los antiguos astrónomos fueron perseguidos y
juzgados al proponer una nueva organización del universo. Actualmente estos
factores religiosos superviven en la vida moderna como supersticiones.
Índice
1 Astronomía pretelescópica
1.1 Australia
1.2 Mayas
1.3 China
1.4 Babilonia
1.5 Grecia
1.6 Mundo islámico
1.7 Europa medieval
2 Astronomía moderna
2.1 Renacimiento
2.2 Siglo XVII
2.3 Siglo XVIII
2.4 Siglo XIX
2.4.1 Mito de la tierra plana
2.5 Siglo XX
2.6 Siglo XXI
3 Véase también
4 Referencias
5 Bibliografía
6 Enlaces externos
Astronomía pretelescópica
Stonehenge, 2800 a. C.: se supone que esta construcción megalítica se realizó sobre
conocimientos astronómicos muy precisos. Un menhir que supera los 6 m de altura
indica, a quien mira desde el centro, la dirección exacta de la salida del Sol en
el solsticio de verano. Algunos investigadores opinan que ciertas cavidades
pudieron haber servido para colocar postes de madera capaces de indicar puntos de
referencia en el recorrido de la Luna.
En historia de la astronomía, la astronomía pretelescópica son las observaciones,
instrumentos, teorías, conceptos astronómicos desarrollados en las distintas
civilizaciones durante el período histórico que precede a la aparición y uso del
telescopio refractor. Los telescopios refractores cohabitaron con las últimas
observaciones pretelescópicas. Fueron rápidamente utilizados a gran escala por los
observadores como Galileo en 1609 con su perspicillum apuntando hacia el cielo.
Diferentes lugares arqueológicos son considerados por algunos como lugares para la
observación astronómica. Entre los más antiguos se encuentran:
Abu Simbel en Egipto
Stonehenge en Gran Bretaña
Angkor Wat en Camboya
Kokino en Macedonia del Norte
Goseck en Alemania
Chichén Itzá en México
Medicine Wheels en Estados Unidos
Cañón del Chaco en Estados Unidos
Externsteine en Sajonia, Alemania
Nabta Playa en Alto Egipto
Estos lugares no se pueden calificar como observatorios propiamente dichos, ya que
su función principal era religiosa y la observación se limitó a la localización
ritual de alineaciones solares, a veces lunares o planetarias (Venus) en los
momentos de su salida y puesta de estos astros en ciertas épocas del año. Su
estudio depende más de la arqueoastronomía.
Australia
Esta sección es un extracto de Astronomía aborigen australiana[editar]
La astronomía aborigen australiana es la parte de la cultura aborigen australiana
relacionada con los hechos astronómicos, como el Sol y la Luna, las Estrellas, los
planetas, y la Vía Láctea, y sus movimientos en el firmamento. Dado que la cultura
aborigen australiana es la más antigua de las civilizaciones aún continuadas, se ha
dicho que los aborígenes australianos bien podrían haber sido los primeros
astrónomos de la historia.1
Jaina/Desire Charnay.
La astronomía maya forma parte de una tradición más amplia. En los pueblos
mesoamericanos, la observación de los astros era de vital importancia para el
desarrollo de la vida material y espiritual compartida por las demás sociedades de
Mesoamérica, aunque posee ciertas características que la hacen única. Una de ellas,
la más representativa, es el empleo del calendario de Cuenta Larga, por el que los
mayas del período clásico pudieron hacer estimaciones de más largo plazo.
Los mayas, hicieron cálculos exactos, de los periodos sinódicos de Mercurio, Venus,
Marte, Júpiter y Saturno. Calcularon con exactitud, los períodos de la Luna , el
Sol y de estrellas como las Pléyades, a las que llamaban Tzab-ek (estrella
cascabel) y marcaba los inicios de festividades rituales. El Tzol'kin de 260 días
es uno de los calendarios más enigmáticos en cuanto su origen, algunos postulan que
se basa en una aproximación a la gestación humana. y otros autores lo relacionan
con ciclos de astros visibles desde la tierra. También hay una hipótesis formulada
por el geógrafo Vincent Malmstrom en la que su origen estuvo determinado por los
ciclos del Sol por el cenit de la región sur del Estado Mexicano de Chiapas (Izapa)
y de la nación de Guatemala a unos 15º norte, en donde los mismos días que ocurren
(29 de abril el primero y 13 de agosto el segundo) tienen un intervalo de 260 días
entre uno y otro.
Los sacerdotes conocían los movimientos de los cuerpos celestes y eran capaces de
aproximarse a la predicción de los eclipses y el curso del planeta Venus visto
desde la tierra. Esto les daba un especial poder sobre el pueblo que los
consideraba así íntimamente ligados a las deidades.
En conclusión, los mayas fueron reconocidos por sus escritos, la arquitectura y sus
obras de arte, sus cálculos matemáticos, llenos de simbolismos y representaciones
fantásticas sobre el pasado, presente y el futuro de su sociedad.2
China
Esta sección es un extracto de Astronomía china[editar]
Mapa chino del siglo VII que muestra las constelaciones del Polo Norte
La astronomía china es considerada más antigua que la desarrollada en la antigua
Europa y el Oriente Próximo, aunque es poco lo que se conoce sobre ella, y ha
evolucionado de manera independiente. Los expertos consideran que los chinos eran
los observadores de fenómenos celestes más perseverantes y precisos de todo el
mundo, incluso antes de los estudios astronómicos de los árabes medievales.3
Los chinos consideraban que la estructura del universo era como una fruta que
colgaba de lo que se conoce en occidente como la estrella polar y describieron 284
constelaciones distribuidas en 28 «casas», templos o cuadrículas que ocupaban todo
el firmamento. En el 2357 a. C. habían desarrollado uno de los primeros calendarios
solares de los que se tiene noticia. Del 2137 a. C. data el primer registro de un
eclipse solar. Desde el 1766 a. C. utilizaban un calendario lunar con un ciclo de
19 años, coincidente con el de Metón de Atenas del 432 a. C. En el IV a.C.
constataron la existencia de manchas solares, su descubridor Shi Shen catalogó en
el 350 a. C. 800 estrellas en el primer catálogo de estrellas, titulado el Gan Shi
Xing Jing. En el 100 a. C. descubrieron la brújula, comparando su direccionamiento,
aún incierto, con las posiciones solares y estelares.
Inicialmente concebían una tierra y un cielo planos, separados por 40.000 km.
Creían que el Sol, al que calculaban un diámetro de unos 625 km, giraba en el cielo
excéntrico respecto de la vertical de China, de modo que, cuando se acercaba se
hacía de día y, cuando se alejaba, de noche. Esto no explicaba el tránsito solar
por el horizonte, de forma que tuvieron que curvar tal concepción en dos
semiesferas concéntricas, calculando el radio de la terrestre en 30.000 km. No se
conoce la forma de deducir tales dimensiones. Tal vez la de la Tierra fuese
consecuencia del cálculo de la curvatura de cada grado de su circunferencia.
Observatorio astronómico Cheomseongdae (siglo VII) en Corea del Sur.
Aunque los chinos fueron de los primeros astrónomos en documentar la actividad
estelar, algunos de los observatorios astronómicos terrestres más antiguos que han
existido, o existen aún en día, se encuentran en Corea, Egipto, Camboya, Inglaterra
o Alemania. Sin embargo, China tiene un número importante de observatorios
pretelescópicos, como el antiguo observatorio de Pekín, construido en el siglo XIII
y equipado con una gran colección de instrumentos revolucionarios, tales como una
esfera armilar, un cuadrante, un sextante y un teodolito.
Según la cosmogonía babilónica, el dios Marduk creó los cielos y la Tierra tras
derrotar a Tiamat, el Caos primordial (representado aquí como un dragón).
La astronomía babilónica designa las teorías y métodos astronómicos desarrollados
en la antigua Mesopotamia, región situada entre los ríos Tigris y Éufrates (en el
actual Irak) y donde se desarrollaron algunas de las civilizaciones precursoras de
la astronomía occidental. Entre estas civilizaciones se destacan los sumerios, los
acadios, los babilonios y los caldeos. La astronomía babilónica cimentó las bases
de la astronomía de civilizaciones posteriores como la griega, la hindú, la de los
sasánidas, la del imperio bizantino y la de los sirios así como la astronomía
medieval musulmana y europea.4
Los autores clásicos griegos y latinos citan frecuentemente astrónomos de
mesopotamia llamándolos «caldeos», los cuales eran en realidad sacerdotes y
escribas especializados en la astrología y otras formas de adivinación.
Entre el siglo VIII y VII a. C., los caldeos desarrollaron un acercamiento empírico
a la astronomía, elaborando una cosmología que detalla una versión ideal del
universo. También desarrollan la astrología, ligada a la posición de los planetas,
se basa sobre un razonamiento lógico, contribución decisiva a la astronomía y a la
filosofía de la ciencia. Para algunos pensadores e investigadores esta podría ser
la primera revolución científica.5
El modelo geocéntrico fue una idea original de Eudoxo de Cnido (390-337 a. C.) y
años después recibió el apoyo decidido de Aristóteles y su escuela. Este modelo,
sin embargo, no explicaba algunos fenómenos observados, el más importante de ellos
era el comportamiento diferente del movimiento de algunos astros cuando se
comparaba este con el observado para la mayoría de las estrellas. Estas parecen
siempre moverse todas en conjunto, con la misma rapidez angular, lo que hace que,
al moverse, mantengan «fijas» sus posiciones unas respecto de las otras. Por esta
razón se les conoció siempre como «estrellas fijas». Sin embargo, ciertos astros
visibles en el firmamento nocturno, si bien se movían en conjunto con las
estrellas, parecían hacerlo con menor velocidad (movimiento directo). De hecho, se
observa cierto retraso diario respecto de ellas; pero, además, y solo en ciertas
ocasiones, parecen detener el retraso e invertir su movimiento respecto de las
estrellas «fijas» (movimiento retrógrado), para luego detenerse nuevamente, y
volver a retomar el sentido del movimiento de ellas, pero siempre con un pequeño
retraso diario (movimiento directo). Debido a estos cambios aparentemente
irregulares en su movimiento a través de las estrellas «fijas», a estos astros se
les denominó estrellas planetas (estrellas errantes) para diferenciarlas de las
otras.
Ptolomeo fue el autor de un tratado sobre astronomía conocido como el Almagesto (en
árabe «Al», seguido de un superlativo griego que significa 'grande'). Aquí puede
encontrarse el catálogo de estrellas de Hiparco, en los libros VII y VIII. Aunque
Ptolomeo afirmaba ser su observador, muchas evidencias apuntan a Hiparco como su
verdadero autor. El catálogo contiene las posiciones de 850 estrellas en 48
constelaciones. Las posiciones de las estrellas se dan en coordenadas eclípticas
universales. En este trabajo propuso un modelo geocéntrico del sistema solar, que
fue aceptado como modelo en el mundo occidental y los países árabes durante más de
1300 años. El Almagesto también contiene un catálogo de 1025 estrellas y una lista
fija de 48 constelaciones.
Epiciclos de Ptolomeo.
Fue Ptolomeo quien se dio a la tarea de buscar una solución para que el sistema
geocéntrico pudiera ser compatible con todas estas observaciones. En el sistema
ptolemaico la Tierra es el centro del universo y la Luna, el Sol, los planetas y
las estrellas se encuentran fijas en esferas de cristal girando alrededor de ella;
para explicar el movimiento diferente de los planetas ideó un particular sistema en
el cual la Tierra no estaba en el centro exacto y los planetas giraban en un
epiciclo alrededor de un punto ubicado en la circunferencia de su órbita o esfera
principal (conocida como 'Deferente').
Los epiciclos habían sido una idea original de Apolonio de Pérgamo (262-190 a. C.)
y mejorada por Hiparco de Nicea (190-120 a. C.). Como el planeta gira alrededor de
su epiciclo mientras el centro de este se mueve simultáneamente sobre la esfera de
su deferente, se logra, por la combinación de ambos movimientos, que el planeta se
mueva en el sentido de las estrellas 'fijas' (aunque con cierto pequeño retraso
diario) y que, en ocasiones, revierta este movimiento (de retraso) y parezca (por
cierto período de tiempo) adelantarse a las estrellas fijas, y con esto se logra
explicar el movimiento retrógrado de los planetas respecto de las estrellas (ver
figura a la derecha). El esquema ptolemaico, con todo y sus complicados epiciclos y
deferentes, fue aceptado por muchos siglos por variadas razones pero,
principalmente, por darle a la raza humana una supremacía y un lugar privilegiado o
'central' en el universo.
Con cerca de 10 000 manuscritos en el mundo, muchos de los cuales no han sido
objeto de un inventario bibliográfico, el cuerpo astronómico árabe es uno de los
componentes de la literatura científica medieval mejor conservados. A pesar de las
lagunas bibliográficas, los textos estudiados hasta la fecha proporcionan una
imagen fiable de la actividad astronómica de los pueblos de habla árabe.11
Europa medieval
La mayoría de los eruditos medievales creían que Dios creó el universo de acuerdo a
principios geométricos y armónicos. La ciencia, en particular la geometría y la
astronomía, estaba vinculada directamente a lo divino. Buscar estos principios, por
tanto, sería buscar a Dios.
A pesar de la creencia popular de que la Edad Media era una época oscura para el
conocimiento, investigaciones han revelado una imagen más compleja del estudio y la
enseñanza de la astronomía en el período comprendido entre los siglos iv y xvi.12
Europa Occidental entró en la Edad Media con grandes dificultades que afectaron la
producción intelectual del continente. Los tratados astronómicos avanzados de la
antigüedad clásica se escribieron en griego y, con el declive del conocimiento de
ese idioma, solo se pudieron estudiar resúmenes simplificados y textos prácticos.
Los escritores más influyentes que transmitieron esta antigua tradición en latín
fueron Macrobio , Plinio , Marciano Capella y Calcidio.13 En el siglo vi, el obispo
Gregorio de Tours señaló que había aprendido astronomía leyendo a Marciano Capella,
y pasó a emplear dicho conocimiento para describir un método por el cual los monjes
podían determinar el tiempo de oración por la noche mirando las estrellas.14 A
pesar de ello, muchos libros de la Alta Edad Media apoyaron la esfericidad de la
Tierra.15
En el siglo vii, el monje inglés Beda publicó un texto titulado Sobre el cálculo
del tiempo que proporcionaba a los eclesiásticos el conocimiento astronómico
práctico necesario para calcular la fecha correcta de la Pascua mediante un
procedimiento llamado computus . Este texto siguió siendo un elemento importante de
la educación del clero desde el siglo vii hasta mucho después del surgimiento de
las universidades en el siglo xii.16
En el siglo xii, los eruditos viajaban a España y Sicilia para buscar textos
astronómicos y astrológicos más avanzados, que tradujeron al latín del árabe y el
griego para enriquecer aún más el conocimiento astronómico de Europa Occidental. La
llegada de estos nuevos textos coincidió con el auge de las universidades en la
Europa medieval, en la que pronto encontraron un hogar.23 Reflejando la
introducción de la astronomía en las universidades, Juan de Sacrobosco escribió una
serie de libros de texto de introducción a la astronomía influyentes: la Esfera ,
un Computus, un texto sobre el Cuadrante y otro sobre Cálculo.24
En el siglo xiv, Nicole Oresme, más tarde obispo de Liseux, demostró que ni los
textos bíblicos ni los argumentos físicos presentados contra el movimiento de la
Tierra eran demostrativos y adujo el argumento de la simplicidad para la teoría de
que la Tierra se mueve, y no los cielos. Sin embargo, concluyó que "los cielos se
mueven y no la tierra: porque Dios estableció el mundo que no se moverá".25 Por
otro lado, el cardenal Nicolás de Cusa sugirió en algunos de sus escritos
científicos que la Tierra giraba alrededor del Sol y que cada estrella es en sí
misma un sol distante.
Astronomía moderna
Renacimiento
Los planetas giran alrededor del Sol en órbitas elípticas estando este en uno de
sus focos.
Una línea dibujada entre un planeta y el Sol barre áreas iguales en tiempos
iguales.
Publicada años después al mundo (1619): El cubo de la distancia media al sol es
proporcional al cuadrado del tiempo que tarda en completar una órbita.
Galileo Galilei (1564-1642) fue uno de los defensores más importantes de la teoría
heliocentrista. Construyó un telescopio a partir de un invento del neerlandés Hans
Lippershey y fue el primero en utilizarlo para el estudio de los astros,
descubriendo los cráteres de la Luna, las lunas de Júpiter, las manchas solares y
las fases de Venus. Sus observaciones tan solo eran compatibles con el modelo
copernicano.
Siglo XVII
Dentro de este ambiente Isaac Newton promulgó sus tres leyes que quitaron
definitivamente el empirismo en la explicación de los movimientos celestes. Estas
leyes son:
Dos cuerpos se atraen uno al otro con una fuerza que es directamente proporcional a
la masa de cada uno e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los
separa.
Newton realizó muchos otros trabajos en astronomía, como la modificación del diseño
de los telescopios de la época en un modelo por él llamado reflectores newtonianos;
escribió Philosophiae naturalis principia mathematica, en ella expuso sus leyes y
explicó la dinámica del sistema solar.
Siglo XVIII
La teoría de Newton tomó tiempo para establecerse en Europa. Descartes planteaba la
teoría de vórtices y Christiaan Huygens, Gottfried Wilhelm Leibniz y Jacques
Cassini habían aceptado solo partes del sistema de Newton, prefiriendo su propia
filosofía. No fue sino hasta Voltaire que se publicó un experimento sobre las
mareas en 1738.27
Siglo XIX
Forma de la Vía Láctea deducida por W. Herschel a partir del recuento de estrellas
en el cielo.
La observación astronómica cada vez más detallada permitió el descubrimiento de
objetos celestes diferentes a las estrellas fijas, los planetas y cometas.
Estos nuevos objetos observados eran como parches de luz que por su aspecto se les
dio el nombre de nebulosas. El alemán Friedrich Wilhelm Herschel (1738-1822) fue
uno de los primeros en estudiar estos objetos, músico de profesión, finalmente
abandonó las notas por las estrellas, su hermana Caroline Herschel (1750-1848),
trabajó con él realizando barridos de zonas del cielo, con lo cual dibujaron un
mapa de la galaxia con un gran número de estrellas observadas. Herschell también
realizó otros importantes descubrimientos como Urano, Sus lunas Titania y Oberón y
las lunas de Saturno Enceladus y Mimas.
Durante el siglo xviii uno de los objetivos de los estudios astronómicos fue el de
calcular las distancias en el universo. El sistema de medición fue la paralaje, que
mide el movimiento de una estrella con respecto a las estrellas vecinas cuando se
observa desde dos puntos diferentes. La primera distancia a una estrella medida con
este método fue realizada por Friedrich Bessel (1784-1846) en 1838 fue a 61 del
Cisne (constelación) obteniendo una distancia de 11 años luz y, posteriormente,
Alfa Centauro con una distancia de 4,3 años luz.
Siglo XX
A principios del siglo pervivía la teoría de los universos isla esbozada por Kant
en la cual las nebulosas espirales eran universos islas separados de la vía láctea
a la cual pertenecía el sol, esta teoría fue fuertemente apoyada por Herschel pero
no se tenían pruebas que la sustentaran. Estas pruebas llegarían a partir de las
observaciones de Edwin Hubble (1889-1953) realizadas en el observatorio de Monte
Wilson.
Siglo XXI
En la actualidad sabemos que habitamos un minúsculo planeta de un sistema solar
regido por el Sol que avanza en el primer tercio de su vida y que está localizado
en la periferia de la Vía Láctea, una galaxia espiral barrada compuesta por miles
de millones de soles, que posee como las demás galaxias un agujero negro súper
masivo en su centro y que forma parte de un conjunto galáctico llamado Grupo Local,
el cual, a su vez, se encuentra dentro de un supercúmulo de galaxias. El universo
está constituido por miles de millones de galaxias como la Vía Láctea y se le ha
calculado una edad entre 13 500 y 13 900 millones de años, y su expansión se
acelera constantemente.
Muchos adelantos científicos y técnicos nos abren nuevas ventanas al estudio del
espacio: tenemos poderosos telescopios terrestres y orbitales, sondas
interplanetarias llegan a los confines del sistema solar y robots se encuentran en
la superficie de otros mundos aumentando la capacidad del ser humano de su
maravilloso entorno astronómico.
Véase también
Historia de la gnomónica
Historia del telescopio
Historia de la observación de Marte
Historia de la observación lunar
Arqueoastronomía
Gran Historia
Referencias
Antes de Galileo Archivado el 9 de noviembre de 2009 en Wayback Machine. Ray
Norris, en el programa ABC Message
«Astronomía Maya». Archivado desde el original el 3 de octubre de 2015. Consultado
el 6 de marzo de 2015.
Needham, Volumen 3, p.171
Pingree, David (1998): The legacy of Mesopotamia.
Brown, D. (2000): Mesopotamian planetary astronomy-astrology.
(Gingerich, abril de 1986, p. 74)
Virendra Nath Sharma (1995). «8-10». Sawai Jai Singh and His Astronomy. Motilal
Banarsidass Publ. ISBN 8120812565.
Saliba, George (1999). «Seeking the Origins of Modern Science?». RIIFS (en
inglés). Archivado desde el original el 9 de mayo de 2008.
Benno van Dalen; S. M. Razaullah Ansari (2002). «19-32». History of Oriental
Astronomy. Islamic Astronomical Tables in China: The Sources for Huihui li.
Springer Verlag. ISBN 1402006578.
Islamic Crescents' Observation Project, ed. (1 de mayo de 2007). «Arabic Star
Names». icoproject.org (en inglés).
Ilyas, Mohammad (1997). Islamic Astronomy. Pelanduk Publications. ISBN 9679785491.
McCluskey (1999) Astronomies and Cultures in Early Medieval Europe. Cambridge
University Press
CITATION Bruce S. Eastwood, Ordering the Heavens: Roman Astronomy and Cosmology in
the Carolingian Renaissance, (Leiden: Brill, 2007)
McCluskey (1999) Astronomies and Cultures in Early Medieval Europe. Cambridge
University Press. pp. 101 - 110
B. Eastwood and G. Graßhoff, Planetary Diagrams for Roman Astronomy in Medieval
Europe, ca. 800–1500, Transactions of the American Philosophical Society, 94, 3
(Philadelphia, 2004), pp. 49–50
Faith Wallis, ed. and trans, Bede: The Reckoning of Time, (Liverpool: Liverpool
University Press, 2004), pp. xviii–xxxiv
McCluskey (1999) Astronomies and Cultures in Early Medieval Europe. Cambridge
University Press. pp. 131 - 164
Pierre Riché et Jacques Verger, Des nains sur des épaules de géants: Maîtres et
élèves au Moyen Âge, Paris, Tallandier, 2006, p. 46-49
David Juste, "Neither Observation nor Astronomical Tables: An Alternative Way of
Computing the Planetary Longitudes in the Early Western Middle Ages," pp. 181–222
in Charles Burnett, Jan P. Hogendijk, Kim Plofker, and Michio Yano, Studies in the
Exact Sciences in Honour of David Pingree, (Leiden: Brill, 2004)
McCluskey (1999) Astronomies and Cultures in Early Medieval Europe. Cambridge
University Press. pp. 171 - 187
Darlington, Oscar G. "Gerbert, the Teacher," The American Historical Review
(Volume 52, Number 3, 1947) pp. 467–472
Darlington, Oscar G. "Gerbert, the Teacher," The American Historical Review
(Volume 52, Number 3, 1947) pp. 669–670
McCluskey (1999) Astronomies and Cultures in Early Medieval Europe. Cambridge
University Press. pp. 188 - 192
Pedersen, Olaf (1985). "In Quest of Sacrobosco". Journal for the History of
Astronomy. 16: 175–221.
Nicole Oresme, Le Livre du ciel et du monde, xxv, ed. A. D. Menut and A. J.
Denomy, trans. A. D. Menut, (Madison: Univ. of Wisconsin Pr., 1968), quotation at
pp. 536–7.
Daniel Delgado. «8 de enero: Muere Galileo Galilei». muyhistoria.es.
Bryant, Walter W. (1907): «Historia de la astronomía», página 53.
Irving, Washington (1835). A History of the Life and Voyages of Christopher
Columbus 1. Filadelfia: Carey, Lea & Blanchard.
Grant, Edward (1994), Planets. Stars, & Orbs: The Medieval Cosmos, 1200–1687,
Cambridge: Cambridge University Press, pp. 620–622, 626–630
New York Public Library, M. (Antoine-Jean); Fagnan, Edmond (1881). Œuvres chooises
de A.-J. Letronne ... Paris, E. Leroux. Consultado el 12 de septiembre de 2021.
«The plane truth: a history of the flat-earth movement». www.cantab.net.
Consultado el 12 de septiembre de 2021.
Internet Archive, Christine (2007). Flat Earth : the history of an infamous idea.
London : Macmillan. ISBN 978-1-4050-4702-9. Consultado el 12 de septiembre de 2021.
Bibliografía
Hetherington, Barry (1992): A Chronicle of Pre-Telescopic Astronomy. Londres: John
Wiley & Sons, 1992. ISBN 0-471-95942-1.
Enlaces externos
El libro de instrucción sobre planos desviados y planos simples, manuscrito en
árabe que data de 1740 y habla de astronomía práctica, con diagramas.
Institute and Museum of the History of Science - Pretelescopic astronomy (en
inglés)
NASA: antiguos observatorios (en inglés)
Control de autoridades
Proyectos WikimediaWd Datos: Q50056Commonscat Multimedia: History of astronomy
IdentificadoresMicrosoft Academic: 2777777440
Categorías: Historia de la astronomíaHistoria de la astrologíaHistoria de la
ciencia por disciplinas
Menú de navegación
No has accedido
Discusión
Contribuciones
Crear una cuenta
Acceder
ArtículoDiscusión
LeerEditarVer historial
Buscar
Buscar en Wikipedia
Portada
Portal de la comunidad
Actualidad
Cambios recientes
Páginas nuevas
Página aleatoria
Ayuda
Donaciones
Notificar un error
Herramientas
Lo que enlaza aquí
Cambios en enlazadas
Subir archivo
Páginas especiales
Enlace permanente
Información de la página
Citar esta página
Elemento de Wikidata
Imprimir/exportar
Crear un libro
Descargar como PDF
Versión para imprimir
En otros proyectos
Wikimedia Commons
En otros idiomas
العربية
English
हिन्दी
Bahasa Indonesia
Italiano
Bahasa Melayu
Русский
Tiếng Việt
中文
38 más
Editar enlaces
Esta página se editó por última vez el 7 oct 2021 a las 04:13.
El texto está disponible bajo la Licencia Creative Commons Atribución Compartir
Igual 3.0; pueden aplicarse cláusulas adicionales. Al usar este sitio, usted acepta
nuestros términos de uso y nuestra política de privacidad.
Wikipedia® es una marca registrada de la Fundación Wikimedia, Inc., una
organización sin ánimo de lucro.
Política de privacidadAcerca de WikipediaLimitación de responsabilidadVersión para
móvilesDesarrolladoresEstadísticasDeclaración de cookiesWikimedia FoundationPowered
by MediaWiki