01 Hojas Informativas Semana 10 EP I
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01 Hojas Informativas Semana 10 EP I
Gráfico Nº 01
1.5.- Organización
Esta es la etapa inicial del trabajo escolar. Ella comprende a su vez dos fases: la
organización de la labor escolar y la organización del alumnado. Su duración debe ser de
dos semanas como mínimo o sea 12 días útiles. La primera semana debe dedicarse a la
reunión de mesa redonda del personal docente del plantel para las labores preparatorias
del planeamiento educativo, y la segunda semana a la labor de organización del alumnado.
a) Organización del trabajo Escolar. En esta fase hay que considerar los siguientes
planes:
Plan de Escuela
Plan de Aula.
Plan de trabajo o de aprendizaje.
Plan de Lección o Unidad didáctica.
b) Organización del alumnado.
Apertura y revisión de la Ficha Escolar.
Examen médico dental (en las escuelas donde existe este servicio).
Mediciones antropométricas (A cargo del Prof. de Educación Física).
Clasificación de los alumnos por medio de las siguientes pruebas:
Exploración mental (Por medio de Tests mentales).
Exploración de conocimientos (Por medio de Pruebas pedagógicas).
Exploración vocacional.
Formación de equipos de trabajo.
Clasificación de voces: coros y conjunto teatral.
Organización de los Clubs infantiles.
Organización del Comité Cívico Escolar.
1.6.- Desarrollo
Las etapas del desarrollo y aplicación del Plan educativo son:
a) Etapa de Aplicación
Esta es la etapa dedicada al desarrollo y aplicación del planeamiento educativo. Su
duración 180 días lectivos y 40 días de gestión (descontando los días feriados)
según las resoluciones del Ministerio de Educación
Comprende esta etapa la aplicación y desarrollo de los Planes y Programas de
estudios o el Currículum, cuyos elementos fundamentales de integración son los
siguientes:
Los fines generales de la Educación Primaria.
Los objetivos de cada grado de estudios y los de las distintas asignaturas que se
hallan, igualmente, consignados en los Planes y Programas.
Generales.
Específicos.
Los materiales dinámicos o contenidos de los Programas de Estudios.
Actividades permanentes, cocurriculares, extracurriculares.
Conocimientos básicos de acuerdo con los respectivos Planes de aprendizaje.
Las técnicas de desarrollo del Programa.
Dirección del Aprendizaje.
Orientaciones didácticas.
Métodos y procedimientos.
b) Etapa de evaluación del rendimiento escolar.
Esta etapa, llamada también de finalización, se dedica a la labor de evaluación final
del rendimiento escolar. Su duración debe ser de dos semanas. La evaluación final
debe realizarse en función de los fines y objetivos alcanzados y debe comprender los
siguientes aspectos:
Medición cuantitativa o sea el aspecto informativo del contenido programático
(Mediante las pruebas objetivas u otros sistemas adecuados).
Evaluación de las Actividades Cocurriculares.
Apreciación cualitativa o sea el aspecto formativo de la personalidad del
educando.
1.7.- Documentos de planificación
Los documentos de planificación son los siguientes:
a) Plan de Escuela
El Plan de Escuela es un instrumento y un método de trabajo. Es un conjunto de
previsiones. Es el presupuesto que se formula el Director de una. Escuela o de un
Colegio para orientar su labor educativa integral. Por consiguiente, el Plan debe ser
factible y no ilusorio. Un plan ambicioso e irrealizable casi siempre está condenado
al fracaso.
Aunque la elaboración del Plan de Escuela corresponde principalmente al Director,
sin embargo, deben participar en ella los alumnos, los profesores y líderes de la
comunidad.
Esquema de un Plan De Escuela
I.- Datos generales:
1. Plantel.
2. Lugar.
3. Año de escolar.
II.- Objetivos:
1. Formación integral del educando.
2. Cultivo de los valores vitales, culturales y sociales.
3. Desarrollo del Currículum de Educación Primaria.
4. Proyección de la labor educativa en el ambiente de la comunidad.
III.- Organización:
1. Organización material: local, mobiliario, material didáctico, Biblioteca.
2. Organización Administrativa: Registros Escolares, Fichas diversas,
Correspondencia oficial. Documentación y Archivos en general.
3. Organización Pedagógica: Clasificación del alumnado, interpretación de
los Planes y Programas. Dirección del Aprendizaje, Orientación
didáctica, Orientación del educando, Supervisión escolar, Mediciones
mentales, Equipos de trabajo, Actividades Cocurriculares, Calendario
Cívico y Evaluación del rendimiento Escobar.
4. Organización Social: Servicio Social Escolar, Cruz Roja Juvenil,
Cooperativa Escolar, Refectorio Escolar, Patronato Escolar, Asociación
de Padres de Familia y otras instituciones escolares, Excursiones y
visitas, Programas recreativos.
IV. Medios y recursos:
1. Legales: Plan de Educación Nacional, Ley General de Educación, Planes
y Programas, Reglamento de Educación Primaria, Decretos,
Resoluciones y otras disposiciones legales.
2. Técnicos; Supervisión escolar. Aplicación de nuevos métodos y
procedimientos educativos. Estudio del niño. Entrenamiento del
maestro en servicio. Clases de demostración. Centro de colaboración
pedagógica.
3. Económicos: Presupuesto del plantel, aportes de asociación de padres
de familia, Subsidios y Donaciones.
V. Evaluación:
1. Comprobación periódica del resultado del Plan.
2. Evaluación final en función de los objetivos propuestos.
3. Informes y memoria anual del Director.
b) Plan de aula
Es el proyecto anual de trabajo escolar que, cada maestro de aula, sección, grado, se
formula. Es el presupuesto de la tarea que se propone realizar durante el año escolar
con los alumnos a su cargo.
La elaboración del Plan de Aula, corresponde principalmente al Profesor respectivo,
cuya idoneidad, eficiencia profesional, iniciativa y habilidad creadora se reflejan
claramente en la concepción de este instrumento de trabajo. Sin embargo, no se
desestima la participación de los propios alumnos, y los demás miembros del
personal docente y el imprescindible asesoramiento del Director de la escuela.
Requisitos del Plan de Aula.
Debe tener como fundamento esencial las necesidades reales del aula de
clase.
Debe haber coordinación indispensable con el Plan de Escuela.
Debe observar Unidad en el planteamiento de los objetivos que se propone
alcanzar la Escuela.
todo, por el imperativo patriótico que debe impulsarlos a actuar con altruismo y
desinterés. Consecuentemente, en este momento crucial para nuestro país, el
Director de la Escuela peruana tiene su sitio de honor. Sitio que no sólo se halla en el
frente de avanzada sino en el lugar más estratégico. Porque el Director de Escuela
Primaria en el Perú, lo es todo, ya lo hemos dicho. Es el organizador, es el conductor,
es líder social, educador y creador de la nueva cultura peruana. A lo que debemos
añadir que el Director de Escuela, en la mayoría de los pueblos del Perú es el
redentor, es el misionero y es el guía insustituible. Ya no es el instructor de un grupo
de niños dentro del estrecho ámbito de la Escuela, sino es el creador de nuevas
formas de cultura, es el renovador de nuevos patrones de vida; es el transformador
de inveteradas e indeseables costumbres; en una palabra, es el revolucionario social,
entendido en el más humana y justo sentido de la palabra.
• En las escuelas unidocentes ya que están en los pueblos, aldeas y villorrios más
apartados, sin vías de comunicación adecuadas, sin medios materiales
indispensables, sin ningún aliciente social ni cultural, es el Director, el eje de la vida
de la comunidad. Junto con su misión específica de pedagogo, está su muy
importante misión cívica de dirigir la vida de la comunidad. Hace de consejero de las
autoridades locales; hace de juez, amigable componedor de los menudos pleitos
lugareños y hasta domésticos; hace de médico, si cabe la comparación, por supuesto,
de primeros auxilios en casos de emergencia; hace de director espiritual en lo
religioso, ya que nunca o rara vez llegan sacerdotes, por algunos pueblos aislados.
Igualmente la influencia de su acción educativa es y debe ser positiva, en lo
económico. Es decir, debe el Director, con sentido de previsión, capacitar a los
jóvenes de cada lo calidad y cada región para el trabajo de utilidad inmediata. Hacer
de cada ciudadano un trabajador eficiente, capaz de contribuir a la trasformación
económica de su pueblo y alcanzar su bienestar personal y el de su comunidad.
• Este es el tipo de Director que necesita el Perú. El maestro que, antes que organizar
círculos literarios y estudiantiles, organice cooperativas de producción, granjas
agropecuarias, y antes que solicitar la dotación de proyectores y equipos de sonido,
solicite equipos básicos de herramientas agrícolas, implementos para los talleres y
medicinas y elementos indispensables para establecer el botiquín escolar y popular
la defensa de la salud del educando.
2.5.- Condiciones
El Director es la máxima autoridad y el representante legal de la institución
educativa. Es el responsable de los procesos de gestión educativa, pedagógica y
administrativa. Promueve las mejores condiciones materiales y de clima institucional para
el adecuado desempeño profesional de los docentes y para que los educandos logren
aprendizajes significativos. El Director depende jerárquicamente de la Unidad de Gestión
Educativa Local. Se accede al cargo de Director mediante concurso público.
Para postular a una plaza orgánica presupuestada de Director de una Institución
Educativa, se requiere:
a) Haber permanecido por lo menos dos (2) años en el II Nivel Magisterial.
En el caso de postular a institución educativa unidocente, multigrado, intercultural
bilingüe, haber permanecido por lo menos un (1) año en el II Nivel.
b) Presentar un perfil de proyecto de desarrollo de la institución o programa educativo
al que postula.
c) Gozar de buena salud física y mental, sin perjuicio de lo establecido en la Ley Nº
27050 y su modificatoria, la Ley Nº 28164.
d) No encontrarse inhabilitado por motivos de destitución, despido o resolución
judicial debidamente consentida y ejecutoriada.
2.6.- Cualidades
Si la cultura profesional del maestro se adquiere teórica y prácticamente en un
centro de formación docente, hay, sin embargo, una serie de cualidades o rasgos tan
deseables en un maestro, mucho más todavía en un Director, que no se adquieren por el
estudio sino que, más bien, afloran como rasgos naturales de la personalidad de cada
maestro y que bien cultivados y dirigidos, constituyen luego las cualidades más
sobresalientes del educador. Entre ellas vale citar las siguientes:
a) El don pedagógico. O sea el amor por la niñez y la juventud. Este es un sentimiento
que consiste en el profundo afecto que experimenta el educador al ponerse en
contacto con el niño o el adolescente; al comprender sus necesidades e intereses, al
sentir su alta responsabilidad de guía y consejero casi paternal. No se trata de una
simpatía exterior sino .de una inclinación espontánea de ayudar al niño, ser
inmaduro en trance de desarrollo. Podemos citar a Pestalozzi como un educador
dotado de ese don pedagógico.
b) Ejemplaridad. Se considera al maestro como un hombre modelo o ejemplar. Por lo
menos, este es un anhelo general. El maestro debe enseñar con el ejemplo más que
con la palabra. El niño, imita todo lo que hacen sus mayores. Con mayor razón lo que
hace su maestro. Entonces, si amamos a los niños y tenemos plena conciencia de
nuestra responsabilidad, debemos ofrecerles ejemplos edificantes en todo
momento. El Director está llamado a enseñar con el ejemplo no sólo a los niños, sino
también a los maestros. Casi siempre la actitud del Directo? se refleja en la de sus
colaboradores, los maestros auxiliares. Y aún más, la vida ejemplar de un educador
es tan apreciada en la sociedad que se la toma como modelo, sobre todo en los
pueblos cuya nivel cultural es incipiente.
c) Autoridad. El Director de Escuela por razón de su jerarquía, está investido de
autoridad que, en todo caso, es simplemente legal. Pero no es esa la autoridad
deseable en un educador, sino la que emana de su investidura espiritual, de su
estructura moral, de su ascendencia profesional, diríamos de su superioridad
docente, de su cultura amplia, de su nobleza de alma, de su generosidad, de su
humanismo. Esa autoridad que domina con dulzura y que atrae con firmeza.
Autoridad que demuestra una bondad sin debilidad, una severidad sin exageración.
El Director que da órdenes precipitadas, el que no tiene tino en sus disposiciones, el
que promete algo a sus maestros y alumnos y no lo cumple; el que no tiene dominio
sobre sí mismo; el que no tiene serenidad en los momentos más difíciles; el que es
propenso a la cólera, a la irritación; el que es frecuentemente injusto con sus
alumnos y colaboradores, está irremediablemente en trance de per: der altura, vale
decir, la autoridad. Esta se logra, además, por el afecto, la simpatía y el respeto,
sentimientos que, cultivados con esmero, son capaces de constituir la fuente
inagotable de la que emana la verdadera autoridad.
d) Capacidad docente. Este es un aspecto fundamental de la condición profesional del
Director. Se supone que para llegar a este cargo ha ejercido antes el de auxiliar de
Escuela y, por consiguiente, ha adquirido ya la suficiente experiencia docente. Pero
junto a esta experiencia que configura su capacidad de maestro, están otros aspectos
no menos importantes e imprescindibles que completan su personalidad
pedagógica. Así cabe mencionar: su capacidad para organizar y planear la labor
educativa; su capacidad para observar, explorar y diagnosticar a los alumnos; su
capacidad de expresión para comunicar con claridad sus conocimientos; su
capacidad de adaptación subjetiva y objetiva' al ambiente escolar; su capacidad
didáctica en la dirección del aprendizaje. A todo lo cual cabe añadir su tolerancia,
paciencia, afabilidad y buen humor.
Gráfico Nº 02
Explicar muy despacio y aclarar. Saber enseñar. Tener un lenguaje claro. Enseñar de
manera fácil. Ser constante. Ser puntual. Luchar para que el alumno sea promovido.
Enseñar claramente. Pronunciar bien las palabras. Dar ejercicios todos los días.
Mantener la materia al día. Adoptar libros.”
• Pueden ser señaladas, como cualidades necesarias para el ejercicio del magisterio:
capacidad de adaptación, equilibrio emotivo, capacidad intuitiva, sentido del deber,
capacidad de conducción, amor al prójimo, sinceridad, interés científico,
humanístico y estético, capacidad de comprensión de lo general, espíritu de justicia,
disposición y mensaje,
3.3.- Capacidades
Son las capacidades de un Profesor:
a) Capacidad de adaptación. El profesor debe ponerse en contacto con el alumno y
con su medio y, a partir de esta situación, ir elevándolo de a poco, llevándolo a
realizarse de acuerdo con sus posibilidades y las necesidades sociales, teniendo en
vista una vida mejor. Hay profesores que se mantienen distantes del educando y del
medio, sin conseguir nada del primero y sin mejorar en nada al segundo.
b) Equilibrio Emotivo. Ésta es una cualidad que se nos ocurre de suma importancia,
pues el adolescente, naturalmente, presenta dificultades emotivas y es siempre un
desastre cuando se lo obliga a trabajar con un profesor que es inferior a él, en este
sentido. No es posible educar a no ser en un ambiente que inspire confianza en el
educando y que no esté sujeto a caprichos del momento. El educando debe poder
prever la conducta de sus profesores conociendo las líneas maestras de sus
reacciones; es un riesgo grande, nada propicio para la buena marcha del
aprendizaje, quedar a la expectativa de que “todo puede suceder..;”. Así, el profesor
debe presentar un comportamiento equilibrado y ponderado, de manera que inspire
confianza en sus alumnos.
c) Capacidad Intuitiva. Resulta útil que el profesor tenga cierta capacidad de
intuición, de modo que pueda percibir los datos, movimientos o disposiciones de
ánimo de sus alumnos, no totalmente manifiestos. La intuición puede llevar al
profesor a aprehender estados de ánimo del alumno en particular, o de la clase,
sobre la base de indicios mínimos, consiguiendo, así, evitar o controlar situaciones
que podrían evolucionar desagradablemente. Esta intuición revelase más útil, aún,
para aprehender las relaciones más sutiles de sus alumnos en particular, ofreciendo
posibilidades de rápida y eficaz asistencia educacional.
d) Sentido del Deber. Ésta no debería ser una cualidad específica para el ejercicio del
magisterio, sino para el ejercicio de cualquier función social. Solamente el sentido de
responsabilidad lleva a la compenetración con el trabajo desarrollado por el
profesor durante el año, obligándolo a un planeamiento y a una ejecución adecuada.
Es evidente que este sentido se hace extremadamente necesario en el magisterio, si
consideramos que el elemento con que trabaja la escuela es el más precioso y
delicado de todos, sujeto incluso a deformaciones insalvables o de difícil
recuperación.
e) Capacidad de Conducción. El educando reconoce sus limitaciones y acepta, aunque
veladamente, que la escuela procura conducirlo hacia alguna meta. Admite a la
escuela como camino para llegar a algún lugar o hacia una finalidad. Esto es más
evidente tratándose de adolescentes que se encuentran desorientados y sienten la
necesidad de ser socorridos, esclarecidos, orientados. De ahí el imprescindible
liderazgo que tiene que ser ejercido por el profesor, pues los adolescentes esperan
que se les aclaren los caminos, y que se los guíe en su recorrido. Resulta obvio que
no cualquier tipo de conducción conviene a la escuela media La posición
dominadora y autoritaria aporta poca ventaja para la educación de la adolescencia.
constituye, por otra parte, una de las mayores aspiraciones del educando. Por ende,
necesita de la ayuda del profesor, que le muestre las salidas, las sendas que se abren
al mundo, a lo general. Que en política, en lugar de permanecer prisionero de los
acontecimientos locales, sepa abrirse a las consideraciones de sistemas, de
regímenes y de partidos. Que en moral, en vez de impresionarse con lo sucedido a
una persona amiga, aprenda los principios rectores de la responsabilidad social, etc.
j) Espíritu de Justicia. El educando se impresiona con los actos de justicia. Nada lo
desconcierta más que el sentirse víctima de una injusticia. Nada hace crecer más su
respeto y admiración por un profesor que el saberlo justo. Las medidas de excepción
o de privilegio lo impresionan desfavorablemente. De ahí la necesidad que tiene el
profesor de Ser justo, no sólo por el propio espíritu de justicia, sino también para
poder captar mejor la confianza y la simpatía de sus alumnos, y estimular la práctica
de la vida democrática en la escuela. La justicia debe ser encarada bajo dos aspectos:
Justicia, en el sentido de establecer normas iguales para todos, para eliminar los
privilegios.
Justicia, en el sentido de ponderar las circunstancias personales que
fundamenten el comportamiento del adolescente, de tal manera que los
problemas de cada uno puedan ser comprendidos.
Es preciso destacar que, en verdad, todas las cualidades expuestas anteriormente
muy poco pueden significar, si juzgamos realmente fundamental para el ejercicio del
magisterio la disposición interior de simpatía y de querer ayudar al prójimo. Todas
las demás cualidades se reducen a este amor al prójimo y de actuación directa.
Tenemos que agregar que la docencia es para las personas que, de hecho, sienten
que tienen algo que trasmitir a sus semejantes. Aparte de esta cualidad, se necesita
una preparación técnica en la disciplina que va a ser enseñada, y un conocimiento
preciso de los procesos didácticos indispensables para su administración.
k) Disposición. Es imprescindible que el profesor esté dispuesto a escuchar con interés
a sus alumnos y a atenderlos cuando necesiten ayuda. La disposición es una actitud
que consiste en estar siempre en condiciones de detenerse ante un alumno para
aconsejarlo en sus dificultades, creando el ambiente propicio para que manifieste
sus preocupaciones. La disposición está ausente del profesor que se siente hastiado
del alumno, que no puede oír hablar en la escuela... Disposición del espíritu es estar
siempre abierto al prójimo, cuando necesita de nosotros.
l) Mensaje. Este apartado podrá parecer utópico, y quizás lo sea. Pero creemos que
para ser realmente profesor es necesario sentir, dentro de sí, que se tiene algo que
trasmitir al prójimo, un mensaje que comunicar. El profesor auténtico siente que
debe dar algo o percibe objetivos que lo impulsan a dirigirse a sus semejantes.
3.4.- Tipos
Se han hecho varias clasificaciones acerca del profesor. Las más destacadas
pertenecen a Kerschensteiner, Caselman y Adelaide Lisboa de Oliveira.
a) Kerschensteiner indica cuatro tipos:
Educador angustiado, que paraliza, casi siempre, la iniciativa de sus alumnos;
Educador indolente, que deja en plena libertad a sus alumnos, más por
desatención que por principios;
Educador ponderado, que sabe dosificar la libertad y la coerción y que no se
aparta de las reglan pedagógicas tradicionales;
Educador nato, que tiene sentido pedagógico, es práctico y de mucha fuerza de
voluntad. Acostumbra a ser claro y preciso en sus apreciaciones y revela
comprensión por los demás. Su más ardiente deseo es ayudar a sus alumnos
para que desenvuelvan su espiritualidad.
b) Caselman divide a los profesores en dos grupos: los “logotropos” y los “paidotropos”
Profesor logotropo es aquel que se vuelca hacia los valores culturales, al mismo
tiempo que procura entusiasmar a los educandos con esos mismos valores. Éste
tipo puede inclinarse a la filosofía o a la ciencia, pero su preocupación
pedagógica mayor es instruir.
Profesor paidotropo es el que se inclina hacia los alumnos. Se interesa por la
instrucción, pero más por la formación de sus discípulos.
c) Adelaide Lisboa de Oliveira, luego de resaltar una serie de características
comportamientos predominantes en un profesor, presenta una larga lista de tipos,
de la cual extraemos, a continuación, los más significativos:
El brillante: le preocupa más el efecto que pueda causar en sus alumnos que el
progreso de los mismos.
El escrupuloso: se interesa por las minucias insignificantes de la disciplina o del
reglamento de la escuela y, por eso, su visión es muy limitada.
El mero profesional: da clases para ganarse la vida y nada más; su acción está
llena de altibajos.
El eufórico: juzga excelentes y en franco progreso a todos sus alumnos.
El displicente: está siempre atrasado en sus obligaciones escolares, ya sea en el
desarrollo del programa como en el cumplimiento de las exigencias burocráticas.
El depresivo: siempre atento a los aspectos negativos de sus alumnos e incapaz
de ver los puntos positivos.
El poeta: se encuentra siempre distante de la realidad de sus alumnos y de las
condiciones de la enseñanza, ve todo a través del prisma de la fantasía.
El desconfiado: en todas las manifestaciones de sus alumnos ve actos contra su
persona y su dignidad.
El absorbente: llega a ser atrayente, expansivo y brillante; busca suscitar la
admiración de sus alumnos.
El sugestivo: sería el tipo ideal de profesor, si fuera capaz de amar y ser amado;
recuerda bastante el tipo productivo de personalidad señalado por Erich Fromm.
Infunde ideales y vibra ante las buenas acciones de sus alumnos; no teme que
éstos lo alcancen o lo superen. Posibilita a sus alumnos la aprehensión de la
belleza, de la verdad, y del bien, que es su principal objetivo. '
d) Doríng, discípulo de Spranger, indica los siguientes tipos de educadores, de acuerdo
con la tipología de su maestro:
Tipo teórico. Profesor de gran cultura, para quien educar es instruir. Vive para
la ciencia. Se muestra frío y objetivo en sus relaciones con los educandos.
Tipo práctico. Profesor que busca alcanzar un máximo de resultados con un
mínimo de esfuerzos. Da mucha importancia al método y a la técnica, le interesa
más la preparación técnica que la formación espiritual de sus alumnos.
Tipo esteta. Profesor que considera la formación de los alumnos como la más
bella obra de arte.. Sabe infundir ánimo y formar, personalidades.
Tipo social. Profesor comprensivo, paciente y consagrado interiormente a su
profesión, consigue infundir espíritu de familia entre sus alumnos, y los conduce
hacia una actuación positiva en la sociedad.
Tipo autoritario. Profesor que se manifiesta celoso de su autoridad y
superioridad con relación a sus alumnos. Es partidario de la disciplina severa y
se preocupa más por imponerse que por educar.
Tipo religioso. Profesor cuidadoso y serio, persuadido de su responsabilidad en
la formación de las almas de sus alumnos, lo que lo lleva a ser religioso y severo
en procura del bien de los mismos.