Biografía de Ricardo Palma

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Biografía de Ricardo Palma

Por Oswaldo Holguín Callo (Pontificia Universidad Católica del Perú - Academia Nacional de la Historia
del Perú)

La vida Infancia y bohemia Viajes y revoluciones La Biblioteca NacionalSereno ocaso 

La obra Introducción La «tradición» La poesía La historia 

La vida

Infancia y bohemia

Ricardo Palma vivió entre 1833 y 1919, ochenta y seis largos años
que le permitieron ser testigo y no pocas veces actor de muchos acontecimientos y cambios en la vida del
país, entre la inexperta república niña de los rudos caudillos militares y el inicio del autoritario Oncenio de
Augusto B. Leguía. Nació en Lima el 7 de febrero de aquel año y fue bautizado Manuel, pero aún muy
joven prefirió llamarse Manuel Ricardo y, a poco, solo Ricardo. Sus padres fueron Pedro Palma y
Dominga Soriano, peruanos de provincia y condición popular a quienes la vieja capital de los virreyes
españoles y presidentes patriotas había acogido como a otros inmigrantes que buscaban un mejor
destino. Pedro Palma era un pequeño comerciante con talento no sólo para el negocio sino para litigar y,
de ser preciso, defender sus derechos en las páginas de los periódicos citadinos. A sus aspiraciones
sociales se debió que el niño recibiera una competente educación en los reputados colegios particulares
de Clemente Noel y Antonio Orengo, en los cuales se distinguió por su buen aprovechamiento. Lector
asiduo de libros de historia y literatura, al igual que otros jovencitos se dedicó a escribir versos
románticos, publicando los primeros en el diario El Comercio cuando sólo tenía quince años (el soneto «A
la memoria de la Sra. D.ª Petronila Romero»). Adolescente con inquietud intelectual, se hizo periodista,
profesión que durante la primera mitad de su vida practicó regularmente, convirtiéndose en uno de los
activos miembros de la romántica generación moza -con Manuel Nicolás Corpancho, José Arnaldo
Márquez, Clemente Althaus, Carlos Augusto Salaverry, Manuel Adolfo García, Trinidad Fernández, entre
otros-, la de los nacidos entre las décadas tercera y cuarta del siglo XIX, que más adelante retrató en el
autobiográfico y memorialístico ensayo titulado La bohemia de mi tiempo. También incursionó, con poco
éxito pero mucho entusiasmo, en el teatro, escribiendo dramas (El Hijo del Sol, La hermana del
verdugo, La muerte o la libertad y Rodil) y comedias (Los piquines de la niña, Criollos y
afrancesados, ¡Sanguijuela! y, con el afamado Manuel Ascensio Segura, El santo de Panchita) que
después echó al olvido.
Palma fue alumno irregular del Colegio de San Carlos cuando, dirigido por el sacerdote y pensador
tradicionalista Bartolomé Herrera, era el mejor del país. Su escasa economía y poca afición al estudio lo
determinaron a trabajar, y en 1853 entró a servir al Estado como oficial tercero del Cuerpo Político de la
Armada, la dependencia de la Marina que se ocupaba de las tareas administrativas, gracias al apoyo de
sus amigos y protectores Miguel del Carpio, jurista y mecenas, y Juan Crisóstomo Torrico, el poderoso
Ministro de Guerra y Marina. Como marino tuvo diversas comisiones; así, durante pocos meses del
mismo año vivió embarcado en la goleta de guerra «Libertad», estacionada en las islas de Chincha para
darles seguridad cuando eran el mayor emporio guanero del país, y en 1855 naufragó a bordo del
moderno vapor «Rímac», debiendo afrontar un agotador peregrinaje por el desierto antes de obtener
ayuda, pero se ganó una honrosa recomendación por su conducta responsable. Al año siguiente, junto a
otros marinos, se adhirió a la revolución del general Manuel Ignacio de Vivanco, lo que le acarreó
sinsabores y decepción, debiendo sufrir las consecuencias de su fracaso. Ferviente liberal y decidido
masón, el 23 de noviembre de 1860 contribuyó al frustrado asalto al domicilio presidencial que, dirigido
por el tribuno José Gálvez Egúsquiza, buscó derrocar al general Ramón Castilla, lo que determinó su
autoexilio en Chile. En Valparaíso desarrolló fructífera labor literaria y periodística, especialmente en
la Revista de Sud-América, ganándose el aprecio de numerosos intelectuales con quienes compartía
ideales, sentimientos y aficiones.

Viajes y revoluciones

De vuelta en Lima (octubre 1862) y dueño ya de cierto prestigio


intelectual logrado con esfuerzo, su cercanía al régimen del general Juan Antonio Pezet le ganó el
nombramiento de Cónsul del Perú en el Pará (Belén), importante puerto brasileño en la desembocadura
del Amazonas. En tránsito a su destino, viajó a Europa y visitó Londres, París y otras ciudades que
impresionaron fuertemente su sensibilidad tanto como agotaron sus recursos, de suerte que cuando llegó
al Brasil no pudo asumir el citado cargo y tuvo que retornar al Perú previa escala en Nueva York en días
del asesinato del presidente Lincoln. Una vez en la patria, se plegó a la revolución nacionalista suscitada
por el tratado que el Gobierno había firmado con España, y el 2 de mayo de 1866 fue uno de los cercanos
colaboradores del secretario de guerra José Gálvez, la más ilustre víctima del glorioso combate naval de
ese día. Poco después su labor opositora lo llevó al exilio en el Ecuador, haciendo la campaña
revolucionaria que colocó en el poder al coronel José Balta, cuya secretaría desempeñó, convirtiéndose a
poco, además, en senador por el departamento de Loreto. Nunca llegó a mayor altura en las esferas del
poder. Su caso es uno de los más notables de ascenso social decimonónico, fundado no sólo en el
talento, sino en la actividad política y en las leyes igualitarias de la joven República.
En 1872 publicó su primer libro de Tradiciones, al que siguieron otros, todos ellos recopilaciones de
sus apreciados relatos histórico-literarios salidos previamente en periódicos y revistas (La Revista de
Lima, El Correo del Perú, La Broma, etc.), sustento de su creciente fama en el mundo hispanoamericano.
Igualmente, a partir de ese año fue dejando poco a poco la política activa para dedicarse con más fuerza
a la literatura. En 1876 cambió su apreciada soltería por el estado matrimonial al casarse con Cristina
Román, limeña como él, en quien tuvo larga descendencia. A poco, provocó una sonada y continental
polémica por sus audaces e iconoclastas revelaciones sobre las violentas muertes de Bernardo
Monteagudo y José Sánchez Carrión (que comprometía, esta última, nada menos que a Simón Bolívar).
En 1878 fue nombrado miembro correspondiente de la Real Academia Española. La Guerra con Chile lo
sorprendió en plena producción intelectual y le ocasionó la irreparable pérdida de su vivienda y valiosa
biblioteca, archivo epistolar y obras inéditas en el incendio del pueblo de Miraflores, donde se había
establecido con su familia; no le fue fácil superar tan dolorosa contingencia. Sus despachos de
corresponsal, publicados en periódicos extranjeros, le atrajeron las sospechas y represalias del enemigo
en los trágicos días de la ocupación de Lima. Fue invitado a viajar a Buenos Aires para trabajar en el gran
diario La Prensa, pero obtuvo del presidente de la República general Miguel Iglesias el ansiado
nombramiento de Director de la Biblioteca Nacional del Perú, destruida por los chilenos, a poco de
hacerse la paz (noviembre 1883).

La Biblioteca Nacional

Convertido en Director de la primera biblioteca del país, Palma se


propuso reabrirla en ceremonia pública que hiciera ver la voluntad nacional de levantarse de la ruina.
Entonces apeló a todas sus fuerzas y recursos para reconstruir el saqueado centro de cultura, no
dudando en llamarse «bibliotecario mendigo» al demandar la donación de libros a numerosas e
importantes personas e instituciones de cultura peruanas, americanas y españolas, gracias a lo cual pudo
reabrir su querida Biblioteca el 28 de julio de 1884, dándole al país una señal de vitalidad en ese tiempo
de convalecencia y desmoralización. Dirigió la Biblioteca durante el largo periodo de veintinueve
años, viendo el paso de numerosos gobiernos y gobernantes, señal de que, finalmente, en el país se
respetaban los méritos intelectuales, como también de la madurez política que, en medio de sus
limitaciones, tuvo el tiempo de la posguerra y la República Aristocrática.
En atención a su prestigio y bien ganada autoridad intelectual, la Academia Española le encargó
organizar la correspondiente Academia Peruana, docta institución que vio instalarse en 1887 con un
personal de sobresalientes escritores nacionales. Por la misma época fue severamente cuestionado
por Manuel González Prada, adalid de la juventud y promotor radical de la renovación profunda del país
en todos los órdenes. En celebrados discursos públicos, Prada lo atacó sin mencionarlo afirmando que las
tradiciones constituían una literatura servil, retrógrada, arcaizante. Palma sufrió mucho y nunca logró
reconciliarse con toda la generación nueva. En realidad, se enfrentaron dos formas distintas de entender
el objeto de la literatura. Palma, que siempre tuvo verdadera pasión historicista, resultaba en ese
contexto un hombre del pasado, un servidor del Virreinato, cuando lo que hacía falta era un ser renovador
y progresista. Las circunstancias y la odiosidad que le tenía Prada se dieron la mano para condenarlo a
un lugar, aunque aún digno, secundario. Con el paso del tiempo, sin embargo, su figura adquirió nuevo
relieve, y la juventud, lejos de la etapa iconoclasta de la posguerra, vio en él al mago creador de las
tradiciones que siempre quiso ser.

En 1892 viajó a España como delegado oficial del Perú a las


celebraciones del cuarto centenario del acontecimiento colombino, ocasión que le permitió asistir a
muchos congresos, hacer intensa vida social en los salones madrileños, comprobar el aprecio que le
habían ganado sus obras, así como vigilar la publicación de sus Tradiciones peruanas por la afamada
casa editorial Montaner y Simón de Barcelona. El diario limeño El Comercio publicó sus reportajes de
atento corresponsal viajero. Las ocurrencias del periplo, realizado con sus hijos Angélica y Ricardo, darían
lugar al sabroso libro Recuerdos de España (1897). Nuevamente en Lima volvió a sus tareas habituales al
frente de la Biblioteca, pero también a sus investigaciones y pesquisas, y a la edición de libros propios -
más series de tradiciones y artículos críticos- y ajenos -valiosos manuscritos histórico-literarios guardados
en ese repositorio.

Sereno ocaso

El paso de los años afectó su labor física e intelectual. Los médicos le


ordenaron limitar al máximo su trabajo literario. Por ello, requerido una y otra vez por propios y extraños,
tuvo que negarse a brindar su colaboración a numerosas publicaciones que deseaban contarlo entre sus
mentores.
Un grave desacuerdo con el primer gobierno de Leguía por la justa defensa de sus fueros le hizo
renunciar la jefatura de la Biblioteca Nacional en 1912, lo que motivó el homenaje y la protesta de la
ciudadanía por boca de prestigiados escritores jóvenes en concurrida velada realizada en el Teatro
Municipal. Anciano y valetudinario, se retiró por segunda y definitiva vez a Miraflores, desde donde
todavía pudo recomponer la Academia Peruana en 1917 y escribir algunas páginas de remembranza y
versos. Murió, rodeado de hijos y nietos, en su casa convertida hoy en museo, el 6 de octubre de
1919.

La obra

Introducción
Palma escribió desde antes de los quince años y hasta prácticamente los últimos de su larga
existencia de ochenta y seis calendarios. Hombre que tuvo que ganarse el pan con su trabajo
administrativo, periodístico y, sobre todo, literario, debió desempeñarse en muchos medios laborales, pero
sobre todo en las redacciones de los periódicos y las revistas, y, cuando su fama de tradicionista se
afianzó, en la soledad de su gabinete, ambiente propicio a las sutiles creaciones del espíritu.
La obra literaria de Palma es vasta y diversa; se compone de poesía, teatro y prosa, y en
cuanto a ésta de artículos críticos, ensayos y, sobre todo, «tradiciones». También incursionó en la
historia y, como tantos intelectuales del siglo XIX, en el periodismo. Por otro lado, su preocupación
nacionalista le impuso la tarea de recopilar voces provinciales -americanismos, peruanismos,
limeñismos, etc.- que publicó en sendos volúmenes probatorios de su interés lingüístico -Neologismos y
americanismos (1896) y Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario. Papeletas
lexicográficas (1903); además, fue un caudaloso y entretenido epistológrafo.

La «tradición»

Perfil y esencia

Muchos estudiosos -críticos y lingüistas de diversa formación e interés-


han abordado el estudio de la «tradición» de Palma, destacando casi todos ellos su originalidad y lo
singular que se ofrece en el universo de la literatura en español. Así, se ha dicho que tiene de leyenda,
cuento y novela, sin serlo del todo. Palma las consideraba novelas en miniatura, «novelas
homeopáticas». Vistas sus principales características, se trata de un relato más bien breve de
fondo usualmente histórico que refiere algún suceso, anécdota, hecho misterioso o legendario,
ocurrencia, etc., que casi siempre tuvo lugar durante la Conquista y el Virreinato del Perú, contado
usualmente con humor criollo y un dominio del lenguaje excepcional, a través de un estilo muy
singular en el que la oralidad tiene un papel fundamental.
Sin duda, la «tradición» de Palma es producto de muchas influencias ideológicas, literarias y
estilísticas, como el romanticismo y el liberalismo, el costumbrismo y los maestros del Siglo de
Oro español. Pero a la vez es fruto de una psicología colectiva, de una forma de ser y mirar el mundo
propia de cierto sector social peruano, surgido en la costa, especialmente en Lima, para el cual los
hechos y las cosas tienen un lado gracioso, pícaro y burlesco que resulta materia aprovechable por la
literatura. Por lo mismo, el genio creador de Palma -limeño de origen popular- es el referente forzoso, lo
que da pie para afirmar que la «tradición» palmina es creación suya y resultado de su profunda pasión
historicista. En efecto, el amor al pasado peruano, alentado por sus románticas emociones y experiencias,
lo puso en condiciones de facturar el nuevo subgénero, el cual, a medio camino entre la historia y la
ficción, es una mezcla personalísima en que la fantasía del autor tanto como su cultura, personalidad y
estética operan de un modo irrepetible. Un crítico actual, Julio Ortega, advierte así esta problemática:
El discurso de la historia es incorporado por el discurso de la narración. La «tradición» es, en todo
sentido, la transición de los discursos; la ida y vuelta entre la fábula y la historia, entre el pasado y el
presente, entre la experiencia y la conciencia, entre los paradigmas fabulosos y las secuencias históricas,
entre la oralidad y la escritura, entre el saber común y el conocer crítico, entre la sabiduría popular y la
ironía moderna, entre la cultura como tradición y la nación como identidad... Desplazada siempre en esa
condición mediadora, intermediaria, la «tradición» promedia también entre los nuevos discursos
latinoamericanos. En ese sentido, es un género, otra vez, intergenérico; un híbrido producto intertextual.
Por cierto, Palma bebió cuanto pudo en los autores hispanos que más se aproximaban a sus
particulares aficiones, y a partir de sus enseñanzas y modelos creó su propia fórmula. Mucho le sirvió en
esa alquimia el conocimiento directo del pueblo limeño, de sus costumbres, fiestas, lenguaje,
sociabilidad, etc., lo que le alcanzó un perfecto dominio de la psicología criolla y de sus matices pícaros y
satíricos. Con tales instrumentos, sumados a su origen popular y propensión antropológica, plasmó la
obra más notable de la literatura y del nacionalismo peruanos del siglo XIX.
Originalidad y evolución
Esto último merece una ampliación. Las «tradiciones» fueron el
resultado de una búsqueda consciente de originalidad, que determinó toda una etapa de ensayo y
preparación que duró muchos años. De ahí que las primeras «tradiciones» fueran relatos fuertemente
románticos y convencionales, en los cuales apenas si se perciben algunas trazas originales, las cuales,
con el paso del tiempo y la maduración literaria de su autor, cobrarán mayor relieve y plasmarán
resultados maduros en los que el lastre del pasado es poco perceptible. Es claro, pues, que la «tradición»
palmina sufrió una fuerte evolución, desde las primeras (1853), que en realidad fueron novelitas
románticas, hasta las más logradas de los años setenta y ochenta, cuyo perfil advierte claramente el logro
de un resultado acabado en estilo, estructura, ligereza, gracia, humor, etc. Por otro lado, debe tenerse en
cuenta que Palma siempre tuvo especial empeño en ofrecer productos muy elaborados, resultado de un
proceso creador y perfeccionista que en realidad nunca dio por concluido, pues incluso introducía nuevos
elementos -adiciones, supresiones, modificaciones, etc.- en versiones más de una vez publicadas. «Pulir
la frase» fue para él una constante a lo largo de toda su carrera de escritor. En busca de un estilo
inconfundiblemente suyo, Palma fue sin duda un escritor profesional consciente de su valía y celoso de su
reputación, y por ello no pocas veces desechó obras por considerarlas indignas de su prestigio.
Sentido nacionalista e historicidad
La «tradición» palmina surgió en una etapa de la evolución intelectual del Perú republicano en la que
un sector de la élite movido por claras ambiciones nacionalistas buscó la originalidad del país incluso en
materia literaria. Uno de los mentores de la generación romántica, el citado Miguel del Carpio, aconsejaba
así a sus jóvenes amigos:
Sabrá Ud., señor [Manuel Nicolás] Corpancho, que siempre he deseado que en todo género de cosas
tenga el Perú lo suyo, lo propio, lo exclusivo, lo que no es, ni pueda, ni deba ser de nadie, para que en
esto se parezca nuestra patria a otras cultas naciones, las cuales tienen un carácter señalado, un genio
con tendencias privativas, una literatura especial, y, en fin, una cosa que no se parece a la de los otros
pueblos de la tierra. Consecuente a este deseo, he aconsejado siempre a los jóvenes que me han
honrado con su amistad, que escriban sobre argumentos nacionales, y no permitan que se pierdan entre
la oscuridad de los tiempos, episodios poéticos de la mayor importancia que ofrece la historia del imperio
peruano, y rasgos admirables de patriotismo y de entusiasmo que se han verificado en la guerra gloriosa
de nuestra independencia.
Palma siguió el consejo y, sin duda, fue el que mejores frutos obtuvo. Por lo mismo, su obra tiene
también el sentido de una literatura fundacional, pues en más de un sentido -cronológica y
espiritualmente- «funda» la producción literaria peruana al darle, en efecto, un carácter no sólo
peculiar sino propio, un sentido, una identidad. Palma buscó empeñosamente ese resultado pues, desde
muy joven, entendió que estaba haciendo obra nacional.
También fue original y pionero en su actitud ante el pasado, ya que no desdeñó la época del
Virreinato para situar sus relatos y emplearla como venero inagotable de argumentos (lo que le exigió no
poca labor de archivo y rebusca de información documental). Su generación sufrió la tremenda limitación
psicológica de considerar la época colonial, al igual que la generación anterior que le transmitió la imagen,
como un tiempo tenebroso y de oprobio, indigno de ser recordado y menos recreado. A pesar de ese
discurso, Palma descubrió en ella muchos elementos rescatables, y no dudó en explotar su singular
riqueza histórica para sus fines literarios. Desde luego, siempre le acompañaron una serie de prejuicios
anticoloniales y antihispánicos, pero a pesar de ellos acometió la tarea de rescatar del olvido los tres
siglos virreinales, no en sus grandes acontecimientos sino en sus páginas más prosaicas, cotidianas y
domésticas de la vida diaria. Por ello, y porque era un hombre a quien recrear la historia apasionaba
profundamente, su obra brilla ante nuestros ojos como el mejor y más vital fresco del largo periodo
colonial, lo que ha dado lugar a acusarlo de pasadista, evasivo y cultor del Virreinato, aunque no le han
faltado defensores que, por el contrario, recuerdan su claro espíritu crítico, su pasión liberal, su prédica y
hábitos republicanos, su ironía y su sátira aplicadas a las costumbres y hábitos coloniales, etc.
Oralidad y escuela
Una de las claves del éxito de Palma fue la fuerte oralidad de sus
relatos. Oralidad en cuanto a la fuente -el pueblo anónimo, una abuela, la «tía Catita», algún viejo, etc.- y
en cuanto a la presencia del rumor callejero con sus voces diversas y anónimas, y, cómo no, al desarrollo
mismo del argumento, en el cual son frecuentes los diálogos que Palma nos deja escuchar por boca de
sus bien caracterizados personajes. Los diálogos son sabrosos, salpimentados, ricos en matices
humorísticos, fluidos y agudos, de suerte que la fuerte vitalidad que transmiten envuelve al lector al
hacerle sentirse parte de la escena y ganarse su familiaridad. La extraordinaria agudeza criolla de Lima,
con sus componentes negros e indios, suele expresarse libre y audaz a través no sólo de la oralidad sino
de toda la argumentación de las «tradiciones».
Palma tuvo muchos imitadores hispanoamericanos que, como él, escribieron «tradiciones», aunque
pocos en verdad lograron el difícil equilibrio del modelo. En todos los países surgieron «tradicionistas»
empeñados en rescatar del olvido toda laya de consejas, leyendas, anécdotas, etc., animados también
por la pasión historicista y motivados, unos más que otros, en un trabajo nacionalista y fundacional. En el
Perú, escribieron tradiciones contemporáneos de Palma tales como Manuel Atanasio Fuentes (el
Murciélago), José Antonio de Lavalle, Clorinda Matto de Turner, Eleazar Boloña, Aníbal Gálvez, Mariano
Ambrosio Cateriano, Celso Víctor Torres, entre otros. Matto de Turner, Cateriano y Torres escribieron
«tradiciones» de sus respectivos terruños, el Cuzco, Arequipa y Ancash, respectivamente, lo que prueba
que la receta -y la necesidad- de escribir «tradiciones» también fue asimilada por las élites intelectuales
provincianas. Al igual que en el Perú, más allá de las fronteras nacionales se reconoció el liderazgo y
magisterio de Palma, a quien se tuvo -y se tiene- como escritor insuperable y modelo acabado del
género.
Inventario y ordenación
La gran mayoría de «tradiciones» -alrededor de quinientas, incluidos textos que, sin serlo, se
aproximan o alejan del género- fueron publicadas por Palma en sucesivas recopilaciones o series que
vieron la luz entre 1872 y 1910. Desde entonces no han cesado de editarse total o parcialmente, habiendo
sido agrupadas por series, épocas, antigüedad de los hechos referidos, temas, etc. Sin embargo, la
edición más recomendable es la que sus hijas prepararon y realizó la casa editorial española Espasa-
Calpe, en seis volúmenes, aunque la de la casa Aguilar es la más manuable por constar de uno solo.
Ciertamente, en un corpus tan grande se observan muchas variantes. Unas obedecen al tiempo en
que fueron facturadas, pues la «tradición», como hemos visto, sufrió una evolución, a decir verdad un
perfeccionamiento; otras a la mayor o menor extensión o trascendencia del argumento, otras a su oralidad
y carácter coloquial, otras al tratamiento de las fuentes y a su historicidad, etc.

La poesía

Palma escribió poesía desde antes de los quince años y hasta los
últimos de su vida. Fue un fácil versificador que produjo infinidad de composiciones amorosas,
religiosas, políticas, humorísticas, necrológicas, de circunstancia, etc., las cuales reunió en varios
poemarios: Poesías (1855), Armonías (1865), Pasionarias (1870), Verbos y
gerundios (1877), Traducciones de Enrique Heine y otros poetas
(1886), Poesías (1887), Filigranas (1892) y Poesías completas (1911). Sin embargo, su poesía es inferior
a su prosa, cosa que él supo, no obstante lo cual siempre estimó sus «renglones rimados», por más que
expresara lo contrario. Dotado de condiciones para la poesía festiva, ligera, zumbona, acertó a
aprovecharlas y plasmó un conjunto nada despreciable de composiciones que ciertamente no merecen el
olvido, siendo sin duda de lo más rescatable del género en la vastísima producción poética del siglo XIX.
Junto a Felipe Pardo y Aliaga, Manuel Ascensio Segura, Pedro Paz Soldán y Unanue (Juan de Arona) y
Acisclo Villarán, representa la cima del espíritu criollo en los muy trajinados predios poéticos.
La historia

Palma pretendió ser historiador en varias ocasiones. Así, en el


temprano folleto en el que recogió esbozos de algunos héroes de la Independencia, Corona
patriótica (1853), en sus trabajos sobre la Inquisición limeña, reunidos en el libro Anales de la Inquisición
de Lima (1863), en el ensayo sobre el misterio que a su modo de ver envolvía las muertes de dos
prohombres de la Independencia, Monteagudo y Sánchez Carrión (1877), y en los apuntes
memorialísticos con los que trazó su trayectoria y la de otros románticos de su generación, La bohemia de
mi tiempo (1886). Salvo en el primer y último casos, en los otros su imaginación le hizo ir más allá de los
documentos y de la verdad probada. No pudo contener su inclinación a la ficción, y el resultado fue la
inexactitud e incluso la superchería. Sin embargo, debe recordarse en su descargo que fue pionero en
tales investigaciones, realizadas muchas veces con pobre sustento documental, y que en ocasiones
acertó en la pintura de la época. Además, buen comunicador social, tuvo el cuidado de recoger un sinfín
de versiones de los sobrevivientes que habían sido testigos de tal o cual suceso, incorporándolas a sus
estudios, recurso que le sirvió también en la construcción de las «tradiciones».

Ricardo Palma
(1833/02/07 - 1919/10/06)

Escritor peruano
–El deber no es el éxito, es la lucha–

 Uno de los escritores más destacados de la literatura hispanoamericana.


 Obras: Tradiciones peruanas, Verbos y gerundios, Neologismos y
americanismos ...
 Género: Novela, cuento, ensayo ...
 Padres: Pedro Ramón Palma Castañeda y de Guillerma Carrillo y Pardos
 Cónyuge: Cristina Román Olivier
 Hijos: Clemente, Félix Vital, Angélica, Ricardo, Peregrina Augusta, Cristina,
Cristián, Renée Cristina
 Nombre: Manuel Ricardo Palma Soriano
 Pseudónimo: El Bibliotecario Mendigo

Siempre vives, alma mía, en mis recuerdos de amor, como el


perfume en la flor
Ricardo Palma

Ricardo Palma nació el 7 de febrero de 1833 en Lima, Perú.

Familia
Hijo natural de Pedro Ramón Palma Castañeda y de Guillerma Carrillo y Pardos,
aunque también se dice que era su abuela materna y que su progenitora fue
Dominga Soriano y Carrillo, hija de esta, que lo tuvo con dieciséis años y con
quien Pedro se casaría cuatro años después, el 6 de abril de 1837.

Estudios
Cursó estudios en la escuela de Antonio Orengo y en la de Clemente Noel. Más
tarde ingresó en el Convictorio de San Carlos, actualmente la Facultad de
Derecho de la Universidad de San Marcos.

Escritor
Con solo quince años fue director de un periódico satírico llamado El Diablo.

El diario El Comercio publicó sus primeros poemas.

En 1849 estudió en el Convictorio de San Carlos. Durante 1852 estrenó Rodil y


colaboró en la hoja satírica titulada El Burro. Poco tiempo después publicó Corona
patriótica y Juvenilia (Lima, 1855).

El 4 de julio de 1855, fue iniciado como masón en la logia chalaca del Callao
Concordia Universal.
Exilio
Participó en noviembre de 1860 en el fallido asalto a la casa presidencial en un
grupo de civiles y militares liberales liderados por José Gálvez. El fracaso del
golpe contra Ramón Castilla hizo que abandonara el Perú y el 20 de diciembre se
embarcó con destino a Chile, donde permaneció desterrado durante dos años
(1861-1863).

Regreso al Perú
Regresó al Perú, con los Anales de la Inquisición de Lima (1863), su primer
trabajo histórico destacado.

Tomó parte en el combate del 2 de Mayo de 1866 como asistente de José


Gálvez.

Publicó Tradiciones, cuya primera serie aparece en 1872, iniciando así un ciclo


que se cierra en 1910.

Entre sus obras destacan, Verbos y gerundios (1877), Neologismos y


americanismos (1896).

En julio de 1884 fue designado director de la Biblioteca Nacional, cargo que ocupó
durante 28 años.

En los primeros años de 1900 publicó Papeletas lexicográficas, que son dos mil
setecientas voces que hacen falta en el diccionario. Aparecen en Barcelona Mis
últimas tradiciones peruanas.

Después, Ricardo Palma editó una pequeña autobiografía, Doce


cuentos y Apéndice a mis últimas tradiciones peruanas.

Académico
Fue miembro correspondiente de la Real Academia Española (1878) y de la
Peruana de la Lengua, institución que presidió desde su fundación en 1887 hasta
su renuncia en 1918, fecha en la que pasó a ser director honorario.

Parejas e hijos
En 1872, tuvo un hijo natural con la ecuatoriana Clemencia Ramírez: Clemente
Palma, quien se convertiría en escritor. En 1876 se casó con Cristina Román y
tuvieron siete hijos: Félix Vital, Angélica, también escritora y una de las fundadoras
del movimiento feminista peruano, Ricardo, Peregrina Augusta, Cristina, Cristián y
Renée Cristina.

Muerte
Ricardo Palma falleció el 6 de octubre de 1919, a los 86 años, en Miraflores.

Sabías que...
El Bibliotecario Mendigo
Cuando la Biblioteca Nacional fue saqueada e incendiada durante la Guerra
con Chile, Ricardo Palma escribió cartas solicitando la donación de libros, por
lo que se le apodó "El Bibliotecario Mendigo".

Obras seleccionadas
El hijo del sol
Consolación
Rodil
La hermana del verdugo
La muerte o la libertad
Corona patriótica
El santo de Panchita
Anales de la Inquisición de Lima
Congreso constituyente
Armonías. Libro de un desterrado
Lira americana
Pasionarias
Tradiciones
Don Juan del Valle Caviedes
Verbos y gerundios
Monteagudo y Sánchez Carrión
El demonio de los Andes
Ropa vieja
Cristián
A San Martín
Ropa apolillada
Filigranas. Aguinaldo a mis amigos
Neologismos y americanismos
Cachivaches
Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario
Tradiciones selectas del Perú
Ricardo palma

¿Cuál es la obra más importante de Ricardo Palma?

Tradiciones peruanas es su obra más conocida, se trata de relatos breves sobre diversos


temas, que comenzó a escribir a principios de los años 1859.

Ricardo Palma
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Para otros usos de este término, véase Ricardo Palma (desambiguación).

Ricardo Palma
Senador de la República del Perú
por Loreto

28 de abril de 1868-28 de abril de 1873

Información personal

Nombre
de
Manuel Ricardo Palma Soriano 
nacimient
o

Nacimient 7 de febrero de 1833


o Lima,   Perú

Fallecimie 6 de octubre de 1919 (86 años)


nto Lima,   Perú

Sepultura Cementerio Presbítero Matías Maestro

Nacionalid
Peruana
ad

Familia

Cónyuge Cristina Román Olivier

Hijos 8 hijos (de ellos, dos serían


escritores: Clemente y Angélica)

Educación
Educado
Universidad Nacional Mayor de San Marcos 
en

Información profesional

Ocupación Lexicógrafo, bibliotecario, historiador, escritor, periodist
a y político 

Movimient
Romanticismo, costumbrista
os

Seudónim
El Bibliotecario Mendigo
o

Géneros Novela, cuento, ensayo

Obras Tradiciones peruanas,tradiciones en salsa


notables verde ,cachivaches

Miembro
Real Academia Española 
de

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Manuel Ricardo Palma Soriano (Lima, 7 de febrero de 1833 - Lima, 6 de octubre de 1919)


fue un escritor romántico, costumbrista, tradicionalista, periodista y político peruano,
conocido internacionalmente como Ricardo Palma, famoso principalmente por sus relatos
cortos de ficción histórica reunidos en el libro Tradiciones peruanas. Cultivó prácticamente
todos los géneros: poesía, novela, drama, sátira, crítica, crónicas y ensayos de diversa
índole. Sus hijos Clemente y Angélica siguieron sus pasos como escritores. En 1883, fue
nombrado director de la Biblioteca Nacional. Su abnegada labor de reconstruir dicha
institución (solicitó libros a distintos países) le valió el apelativo de "El Bibliotecario Mendigo".
En 1892 representó al Perú en el cuarto centenario del Descubrimiento de América realizado
en Europa.

Índice

 1Biografía
 2Vida personal
 3Trayectoria literaria
o 3.1Tradiciones peruanas
o 3.2Tradiciones en salsa verde
o 3.3Correspondencia
o 3.4Figura contradictoria
 4Homenajes póstumos
 5Obras
 6Notas
 7Referencias
 8Enlaces externos
Biografía[editar]
Nació el 7 de febrero de 1833 en Lima (aunque existe una teoría de monseñor Salvador
Herrera Pinto que pone su cuna ocho años antes en el pueblo de Talavera de la
Reyna en Apurímac),n 1 en el seno de una familia humilde; fue inscrito en la partida de
bautismo como hijo natural de Pedro Ramón Palma Castañeda y de Guillerma Carrillo y
Pardos, a quien muchos consideran la abuela materna y que su madre fue en realidad
Dominga Soriano y Carrillo, la hija de 16 años de esta, 1 con quien Pedro se casaría cuatro
años más tarde, el 6 de abril de 1837. n 2 Pedro, comerciante mestizo con aspiraciones,
doblaba en edad a Dominga, quien era cuarterona (ascendencia subsahariana). El
matrimonio Palma-Soriano "fracasó prontamente –según el historiador Oswaldo Holguín
Callo– por las diferencias raciales, generacionales y culturales", y el pequeño Ricardo, que
tenía 9 años, permaneció naturalmente en la casa paterna. 2
Asistió a la escuela para párvulos de Pascual Guerrero, a la de Antonio Arengo y a la de
Clemente Noel. Terminada la secundaria, siguió leyes en el Convictorio de San
Carlos (aunque algunos cuestionan este dato como una superchería del autor y otros dicen
que probablemente fuera alumno externo).3
A los 15 años comenzó su carrera literaria, primero escribiendo poesía y dramas. Fue a esa
edad que empezó a usar, junto con el primer nombre, su segundo, Ricardo, que después ya
utilizaría solo, sin el primero original de Manuel. También desde joven se mezcló en política,
y en 1857 secundó la sublevación del general Manuel Ignacio de Vivanco contra el
presidente Ramón Castilla, por lo que fue separado del ejercicio de su cargo en el Cuerpo
Político de la Armada del Perú.
Realizó sus estudios universitarios en el Convictorio de San Carlos, el que hacía las veces
de Facultad de Derecho de la Universidad de San Marcos.4
Se inició como masón a los 22 años en la logia chalaca del Callao Concordia Universal, 3 el 4
de julio de 1855, siendo venerable maestro Damián Alzamora, orador Antonio Álvarez del
Villar y secretario José Antonio Barboza.5
En la Armada, a la que ingresó como oficial tercero en 1853, sirvió en la goleta Libertad, el
bergantín Almirante Guisse, el transporte Rímac —donde el primero de marzo de 1855
estuvo a punto de morir a consecuencia del naufragio de la nave— y el vapor Loa.6 Tomó
parte en el desembarco de Guayaquil en 1859, durante la guerra con Ecuador.
En noviembre de 1860 participó en el fallido asalto a la casa presidencial que acometió un
grupo de civiles y militares de tendendica liberal, liderados por José Gálvez. El fracaso del
golpe contra Castilla lo obligó a abandonar el Perú y el 20 de diciembre se embarcó con
destino a Chile.
En Valparaíso, adonde arribó a fines de mes, frecuentó los salones literarios, fue miembro
de la Sociedad de Amigos de la Ilustración y colaboró en la Revista del Pacífico y en
la Revista de Sud-América. Los casi tres años que pasó en esa ciudad —durante los cuales
realizó frecuentes viajes a Santiago— fueron literariamente «intensos y fructíferos». Allí
conoció a José Victorino Lastarria, Guillermo Blest Gana y otros escritores, y en las revistas
mencionadas publicó textos importantes: poesías, siete tradiciones y lo que después
derivaría en los Anales de la Inquisición de Lima que aparecerían en la capital peruana a su
regreso y con el que puede decirse que «comienza la plenitud literaria de Palma». 7
Regresó al Perú en agosto de 1863, después de ser amnistiado, y en julio del año siguiente
fue nombrado cónsul en el Pará, Brasil, cargo que aparentemente no llegó a ejercer: obtuvo
una licencia y viajó a Europa: El Havre, París, Londres. En 1865 retornó vía Estados
Unidos —se quedó un tiempo en Nueva York—, cuando Perú está ya en pleno conflicto con
España. Con el puerto del Callao bloqueado, Palma desembarca probablemente en Paita y
es nombrado asistente de Gálvez, ministro de Guerra y Marina. Ambos participan, desde la
torre La Merced del Callao, en el combate contra la escuadra española el dos de mayo de
1866, en el que Galvéz murió cuando una bomba, disparada desde la fragata
española Almansa o desde la Blanca, cayó en unos depósitos de pólvora. Palma se salva
milagrosamente: había abandonado la torre minutos antes de la explosión.

El balneario de Chorrillos, 1843, óleo de Mauricio Rugendas.

Tomó parte en la sublevación del coronel José Balta al año siguiente, y estuvo en prisión y
desterrado brevemente en Guayaquil. Balta lo nombró su secretario particular después de
ser elegido presidente en 1868. Al poco tiempo fue elegido también senador por Loreto,
cargo que ejerció hasta 1872.8910 El asesinato de Balta, ocurrido el 26 de julio de 1872,
marca el fin de la vida política de Palma, que pasa a dedicarse exclusivamente a la literatura.
Tres años más tarde se retira a Miraflores y en 1878, se muda con su familia al balneario
de Chorrillos.
Durante la guerra con Chile participó en la defensa de Lima. Cuando las tropas
de ocupación incendiaron en enero de 1881 su casa, ubicada en el balneario de Miraflores,
Palma perdió su biblioteca y algunos manuscritos, como el de la novela Los Marañones y
sus memorias del gobierno de Balta. Perdida su casa, se traslada a Lima donde alquila una
en la calle Veracruz.
Dos años más tarde, el dueño del diario La Prensa de Buenos Aires le ofreció el cargo de
redactor literario del periódico, pero el presidente Miguel Iglesias logró convencerlo que
aceptara la dirección de la Biblioteca Nacional, que se encontraba destruida como
consecuencia de la guerra y que durante la ocupación había sido expoliada por los chilenos.
Al ocurrir esos hechos en marzo de 1881, Palma, que era a la sazón subdirector de la
Biblioteca, había redactado una carta de protesta, firmada por él y el director, Manuel de
Odriozola.11 Esto motivó que el entonces contralmirante Patricio Lynch y comandante en jefe
del ejército de ocupación, dictara prisión contra el escritor, que cumplió primero en el
segundo piso de la misma Biblioteca ocupada y después en un buque en el Callao, donde
pasó 12 días hasta que recuperó la libertad gracias a gestiones de diplomáticos franceses y
brasileños. Odriozola, contra el que también había orden de arresto, «logró asilarse en la
legación norteamericana».11
Su labor al frente de esta institución constituyó uno de sus grandes logros de su vida. Fue en
aquella época que se ganó el apelativo de "el bibliotecario mendigo", 1213 porque, ante el
magro presupuesto con el que contaba, decidió utilizar su prestigio y sus contactos para
pedir a personalidades de diversos países que donaran libros. Gracias a su amistad con el
presidente de Chile Domingo Santa María (1881-1886), consiguió recuperar más de 14 000
volúmenes de manos chilenas.14 El 28 de julio de 1884 inaugura la biblioteca, que dirige
hasta febrero de 1912, cuando renuncia por discrepancias con el gobierno de Augusto
Leguía, que, en reemplazo, nombra a su enemigo, Manuel González Prada. Verdad es que
el escritor tendrá su desagravio: el nuevo gobierno del coronel Óscar R. Benavides lo
nombrará director honorario de la Biblioteca en 1914, González Prada será destituido y su
puesto lo ocupará el candidato de Palma, Luis Ulloa. Esto, sin embargo, no durará mucho:
en febrero de 1916 González Prada recupera el cargo y el famoso escritor renuncia a su
nombramiento honorario.
Ricaldo Palma, El Bibliotecario Mendigo, ya convertido en el patriarca de las letras peruanas,
se había retirado en marzo de 1912 a Miraflores, donde viviría los últimos años de su vida.
Fue miembro correspondiente de la Real Academia Española (1878) y de la Peruana de la
Lengua —que presidió desde su fundación en 1887 hasta su renuncia en 1918, cuando pasa
a ser director honorario—, y de otras prestigiosas instituciones, como la Gran Logia del Perú.

Vida personal[editar]

Ricardo Palma y Cristina Román con 5 hijos de la pareja y Clemente Palma.

En 1872, tuvo un hijo natural con la ecuatoriana Clemencia (o Clementina)


Ramírez: Clemente Palma, quien se convertiría en un destacado escritor. Casado desde
1876 con Cristina Román y Olivier, tuvieron 7 hijos (alguno fallecido prematuramente): Félix
Vital, Angélica, también escritora y una de las fundadoras del movimiento feminista peruano,
Ricardo, Peregrina Augusta, Cristina, Cristián y Renée Cristina.

Trayectoria literaria[editar]
Solo dos piezas de este periodo han sobrevivido: el drama Rodil (1851), redescubierto cien
años después de su estreno en 1952 por José Jiménez Borja en la biblioteca del Club
Nacional (Palma había destruido prácticamente todos los ejemplares) y la comedia El santo
de Panchita, que escribió junto con Manuel Ascencio Segura.
Su primer libro de prosa, Corona patriótica, apareció en 1853. Dos años más tarde
sale Poesías y en 1865, Armonías. Libro de un desterrado.
Su obra poética no estuvo exenta de polémica: en 1890 publicó A San Martín, poema que
provocó la protesta del gobierno chileno, que lo consideró ofensivo para su país. El último
poemario de Palma, Filigranas. Aguinaldo a mis amigos, apareció dos años más tarde. En
1865, compiló la antología Lira americana. Colección de poesías de los mejores poetas del
Perú, Chile y Bolivia.

Escultura de Palma en Bogotá.


Como periodista, colaboró en numerosos medios nacionales y extranjeros. A los 15 años, la
misma edad en la que hizo su debut literario, dirigió El Diablo, un periódico político y satírico.
Esta última vena la seguiría explotando en su colaboración con la hoja El Burro (1852), en
1867 sería redactor principal de otro periódico satírico y político, La Campana y diez años
más tarde fundaría, junto con Acisclo Villarán y Manuel Atanasio Fuentes (conocido como El
Murciélago), La Broma (1877-1878). Fue redactor de El Liberal, El Mercurio, La Revista de
Lima —tardío órgano literario del romanticismo, que llegó a dirigir—; colaborador de El
Correo del Perú, donde publicará numerosas tradiciones, El Correo de Lima, La Patria, El
Liberal, La Prensa (Buenos Aires), El Perú Ilustrado y de muchos otros periódicos y revistas,
tanto peruanas como de otros países.
Palma destacó también en el género histórico. De su pluma salieron los Anales de la
Inquisición de Lima (1863), el polémico Monteagudo y Sánchez Carrión. Páginas de la
historia de la independencia (1877) y su Refutación a un compendio de historia del
Perú (Lima 1886). En esta obra, Palma, que era masón, lanzó un ataque contra
los jesuitas tan virulento que motivó la prohibición, por el Congreso peruano, del
establecimiento de esta orden religiosa en el país y su expulsión.
Como lingüista —Palma fue presidente de la Academia Peruana de la Lengua desde su
fundación, el 5 de mayo de 1887— abogó por la admisión de nuevos vocablos, lo que quedó
reflejado en sus libros Neologismos y americanismos (1896) y Papeletas
lexicográficas (1903).
Tradiciones peruanas[editar]
Artículo principal: Tradiciones peruanas

Los relatos breves sobre diversos temas, que comenzó a escribir a principios de los años
1859, más tarde derivarían en sus Tradiciones peruanas (en rigor, la primera vez que usó
el nombre de “tradición peruana” fue para un texto de 1854 titulado Infernum el hechicero y
que nunca fue recogido en las series). La primera serie fue publicada en 1872 el mismo año
en el que, a raíz del asesinato del presidente José Balta, decide abandonar la política y
consagrarse definitivamente a las letras.

Edición de 1893 de Tradiciones Peruanas.

Los textos que componen las Tradiciones —y que se puede decir que constituyen un nuevo
género, intermedio entre el relato y la crónica— están construidos a partir de hechos
históricos o anécdotas populares de carácter ligero y burlesco que constituyen un género
literario particular. Al primer volumen, le siguió, dos años después, otro con la segunda serie.
En total, las series fueron seis, a las que hay que agregar Ropa vieja y Ropa apolillada. El
título de Tradiciones peruanas, con el que se conocen hoy el conjunto de esos libros, fue
utilizado por primera vez en la edición barcelonesa de cuatro tomos (1893-1896). Pero este
no fue el fin de la serie: más tarde publicó Tradiciones y artículos
históricos, Cachivaches, Mis últimas tradiciones peruanas y cachivachería y Apéndice a mis
últimas tradiciones peruanas, más la edición El Palma de la juventud. Las hijas de Palma, ya
muerto el escritor, se encargaron de hacer la edición definitiva, en seis volúmenes, de
las Tradiciones peruanas, que contó con el apoyo del gobierno peruano.
Las Tradiciones han sido objeto de variados análisis, y mientras algunos han visto en ellas a
un nostálgico del pasado colonial, otros han considerado que la ironía con la que describe
ese pasado esconde una crítica social. Sea como fuere, e independientemente de las
discusiones en torno a sus méritos literarios, es innegable el impacto que esta obra tuvo en
la narrativa hispanoamericana.
Su estilo de escritura tradicionista es historia en Lima. La tradición cultivada fuera de Lima y por otra pluma que no
sea la de Palma, no se da bien, tiene poco perfume, se ve falta de color.

Rubén Darío

El historiador Raúl Porras Barrenechea, por su parte, calificó a Palma de segundo fundador


de Lima, por haber creado la imagen de esta ciudad y una visión particular sobre su pasado,
que a pesar de sus errores no ha podido ser remplazada todavía.
Tradiciones en salsa verde[editar]
Luego de terminar sus Tradiciones peruanas (conjunto de textos), desde 1901 escribe una
serie de relatos con un tono más procaz u obsceno. 15 Los temas del conjunto mantienen
motivos sugerentes. En ningún momento Palma se maravilla, ni celebra al contarlo,
simplemente relata hechos o anécdotas. 16
Ricardo Palma nunca firmó estos textos, aparentemente para evitar la censura de la
sociedad de aquel tiempo. Su publicación no se dio hasta 1973, 17 cuya primera edición fue
producida por Francisco Carrillo y Carlos Garayar.
Tradiciones en salsa verde está compuesto por dieciocho narraciones, casi todos son breves
en su relato, contexto y conjunto.16
Correspondencia[editar]
Sus hijas Augusta y Renée editaron en 1949 la primera recopilación de sus cartas:
publicaron dos tomos con el epistolario de Palma de 1862-1918. En 1969 Carlos Miró sacó
una selección de la correspondencia del escritor titulada Cartas indiscretas y, finalmente,
entre 2005 y 2007 la Universidad Ricardo Palma publicó tres tomos de sus cartas bajo el
título de Epistolario general. Aunque esta edición es la más completa hasta el momento, no
se trata todavía de la definitiva, pues no contiene las que guarda la Biblioteca Nacional del
Perú. Además, algunos investigadores piensan que, dado que en 1997 una conocida firma
de subastas de Londres puso a la venta un lote de 50 cartas que había enviado a un amigo
argentino y que fueron adquiridas por la propia Biblioteca Nacional del Perú, todavía habrá
nuevos hallazgos.18
Figura contradictoria[editar]
Los restos de Ricardo Palma se encuentran en el Cementerio Presbítero Matías Maestro.

George W. Umphrey y Carlos García-Prada, estudiosos de la obra de Palma, caracterizaron


la contradictoria figura del escritor con las siguientes palabras:
“Ricardo Palma,era un mestizo representativo del siglo diecinueve, vale decir, un americano nuevo, inestable, en vía
de formación: un espíritu sin orientación clara, precisa, definida, que se hallaba atraído por valores y realidades
opuestas de fuerza para él irresistible: un espíritu en busca de su propio equilibrio. Esto lo vemos en su carácter, en
su vida, en sus escritos. Quería una síntesis que no comprendía bien, y que en él actuaba de continuo. Era
americano y procedía del pueblo, pero se doblegaba ante el prestigio de la aristocracia española, peninsular o
americana. Se intitulaba ‘liberal’ y hacía campañas anticlericales, pero lisonjeaba a las clases conservadoras, y
simpatizaba aún con los carlistas de España; se condolía de los pobres y de los humildes, pero pelechaba con los
poderosos y se enorgullecía de los honores que le conferían a cambio de sus zalemas literarias; amaba el orden, la
limpieza y el primor, pero se ‘perecía’ por lo abigarrado y por lo sucio si le parecían pintorescos y divertidos; cultivaba
el idioma con esmeros de académico, pero lo ‘matizaba’ de vulgarismos, si ello le daba sabor a sus travesuras y
picardías”.19

Raúl Porras Barrenechea, por su parte, dice:


“La biografía del tradicionista necesita ser aclarada y estudiada para calar los factores de la personalidad del escritor
y de su obra. Sin el conocimiento veraz y puntual de las diversas etapas de la vida de Palma, sobre todo de las
anteriores a su celebridad, de los años difíciles de la formación y sin la ubicación precisa de la situación familiar y
social que hubo de afrontar, no cabe hacer disquisiciones como las que fraguan los maestros de la crítica superficial,
sobre las características biológicas o morales de Palma. Su procedencia familiar y social, su infancia, las luchas de
su juventud, sus azarosos días de marino, de periodista de oposición, de conspirador político y de desterrado, son
casi desconocidos o apenas aludidos, en las reconstrucciones admirativas o en las tendenciosas semblanzas que de
la vida de Palma se han hecho, por propios y adversos... De la reconstrucción auténtica de la vida de Palma, surgirán
con sus contradicciones ineludibles, sus vacilaciones y sus congojas y con el triunfo final indeleble, la señera
trayectoria moral del escritor hijo del pueblo, que se abrió paso, contra todas las conjuras, hasta ocupar el más alto
sitial de la literatura patria y americana".

José Gálvez, a su vez, señala que:


“Castizo por su manera, peruanísimo por su creación, criollo por su típico ingenio, Palma tiene dentro de sus
características esenciales, que le hacen el más peruano de nuestro escritores, el sentido universalista de su
romanticismo sentimental y de su tendencia filosófica volteriana y enciclopedista”.

José de la Riva Agüero opina que Ricardo Palma es:


“...como nadie y antes que nadie, encarnación legítima del espíritu de nuestra patria”.

Manuel Beltroy sostiene que:


“Ricardo Palma ocupa en la literatura peruana el mismo lugar que los poetas del romanticismo ocupan en sus
respectivos países, y tiene en aquella igual significado. Así como esos poetas adaptaron las doctrinas poéticas del
Romanticismo a la índole de sus literaturas, condensando en sus obras el íntimo sentir y pensar de su pueblo, Palma
hizo servir esas doctrinas a la expresión del espíritu poético peruano y fue a semejanza de los mismos, la
encarnación cabal de ese espíritu, como si hubiera sido escogido para representarlo".
Augusto Tamayo Vargas afirma:
"La vida y la obra de Ricardo Palma están indisolublemente ligadas a la incesante búsqueda de lo nacional. La
espléndida combinación de verdad histórica y fabulación literaria, su apego a la veracidad y, al mismo tiempo, su
agudo descreimiento, su humor sin par, destellan en sus amenísimos y valiosos escritos, desde sus guiños
románticos iniciales -como el mismo llamara a sus primeras composiciones- hasta el amplio y complejo fresco de las
Tradiciones Peruanas, donde el país se reconoce en su imagen, mitad díscola, mitad irreverente, a ratos nostálgica,
predominantemente pícara, pero de todas maneras propia".

Palma hace durante la Guerra del Pacífico una amarga pero superficial crítica del indio y su
cultura, abyecta y degradada, cobarde, sin patria y enemigo del blanco.20 Pero como en todo
juicio histórico es indispensable y necesario ubicar hechos, personajes e ideas en la época y
el contexto cultural en que se dan, existen y se manifiestan.

Homenajes póstumos[editar]

Interior de la Casa Museo Ricardo Palma.

Muchas instituciones educacionales (la Universidad Ricardo Palma, escuelas varias),


culturales, medicinales y de otra índole llevan su nombre. Hay hoteles, calles, una estación
de metro, una feria del libro (inaugurada en 1972), un centro de esparcimiento bautizados en
su honor.
En Miraflores funciona la Casa Museo Ricardo Palma, que es también un centro de
investigación dedicado a la obra del escritor.21 También existe la Fundación Ricardo Palma.
Monumentos han inmortalizado su figura, y estudiosos han llenado miles de páginas
analizando su obra. El Banco Central puso en circulación un billete con un retrato de Palma
de 10 intis en 1985 (con reverso de agricultor indígena y cosecha de algodón), que en 1988
se convirtió en uno de 500 000 (con la Iglesia de la Caridad, sede del Primer Congreso
Constituyente, en el reverso); dejó de circular en 1991.

Obras[editar]
 El hijo del sol, 1849
 La he biográficos, 1855
 El santo de Panchita, 1869
 Anales de la Inquisición de Lima, ensayo histórico, Lima, 1863
 Congreso constituyente, sátira publicada bajo el seudónimo de Un Campanero, 1867
 Armonías. Libro de un desterrado, poesía, París, 1895
 Lira americana. Colección de poesías de los mejores poetas del Perú, Chile y Bolivia, París, 1895
 Pasionarias, poesía, con prólogo de Luis Benjamín Cisneros; Havre, 1870
 Tradiciones, primera serie de su obra magna, Imprenta del Estado, Lima, 1872
 Don Juan del Valle Caviedes, el poeta de la Ribera, ensayo, 1873
 Tradiciones. Segunda serie, Imprenta Liberal de El Correo del Perú, Lima, 1874
 Tradiciones. Tercera serie, Benito Gil Editor, Lima, 1875
 Tradiciones. Cuarta serie, Benito Gil Editor, Lima, 1877
 Monteagudo y Sánchez Carrión. Páginas de la historia de la independencia, ensayo, Lima, 1877
 Tradiciones. Quinta serie, edición de Carlos Prince, Lima, 1883 (Prince, además, publica
asimismo las cuatro anteriores)
 Tradiciones. Sexta serie, edición de Carlos Prince, Lima, 1883
 El demonio de los Andes, tradiciones sobre el conquistador Francisco de Carvajal, Imprenta
de Las Novedades (periódico en el que Palma colaboraba), Nueva York, 1883 (2.ª edición: Casa
Maucci, Barcelona / Buenos Aires, 1911)
 Enrique Heine. Traducciones, realizadas sobre la versión francesa de Gérard de Nerval, 1886
 Refutación a un compendio de historia del Perú, contra el libro del jesuita Ricardo Cappa, Lima,
1886
 Poesías, antología que recoge la mayoría de su lírica; lo acompañó, como prólogo, del
estudio La bohemia limeña de 1848 a 1860. Confidencias literarias; 1887
 Ropa vieja, sétima serie de Tradiciones; Imprenta del Universo, de Carlos Prince, Lima 1889.
 Cristián, librito de homenaje publicado en edición privada por los Palma al hijo del escritor
fallecido a los diez meses; Lima, 1889
 Tradiciones peruanas, primera edición extranjera de esta obra; Buenos Aires, 1890
 A San Martín, poema, Lima, 1890
 Ropa apolillada, octava y última serie de Tradiciones; Imprenta del Universo, de Carlos Prince;
Lima, 1891
 Filigranas. Aguinaldo a mis amigos, su último poemario, Lima, 1892
 Tradiciones peruanas, 4 volúmenes, Montaner y Simón, Barcelona, 1893-96
 Neologismos y americanismos, Lima, 1896
 Recuerdos de España, sobre su viaje de 1892; Buenos Aires, 1897 (reeditadas con el
título Recuerdos de España, precedidos de La bohemia de mi tiempo, Lima, 1899)
 Tradiciones y artículos históricos, Lima 1899
 Cachivaches, artículos literarios y bibliográficos; Lima, 1900
 Dos mil setecientas voces que hacen falta en el Diccionario. Papeletas lexicográficas, Lima, 1903
 Mis últimas tradiciones peruanas y cachivachería, Casa Maucci, Barcelona / Buenos Aires, 1906
 Apéndice a mis últimas tradiciones peruanas, Casa Maucci, Barcelona / Buenos Aires, 1910
 Poesías completas, Barcelona, 1911
 Tradiciones selectas del Perú, A. J. Sagrestán y Cía., Callao, 1911
 Las mejores tradiciones peruanas, seleccionadas y prologadas por Ventura García Calderón y
acompañadas de una breve autobiografía; Casa Maucci, Barcelona, 1917
 El Palma de la juventud, Lima, 1921* Epistolario, 1862-1918, edición de Augusta y Renée Palma
con prólogo de Raúl Porras Barrenechea, dos tomos; Editorial Cultura Antártica, Lima, 1949
 Tradiciones peruanas, edición auspiciada por el gobierno peruano y supervisada por sus hijas; 6
volúmenes, Espasa-Calpe, Madrid, 1923-25
 Tradiciones peruanas, la primera edición peruana completa de las tradiciones de Palma; 6
volúmenes, Editorial Cultura Antártica, Lima, 1951
 Tradiciones peruanas completas, a cargo de Edith Palma, nieta del escritor e hija de Clemente
Palma; Aguilar, Madrid, 1952 (varias reediciones; incluye también los Anales de la Inquisición de
Lima, La bohemia de mi tiempo y Recuerdo de España, artículos, los "prólogos” humorísticos que
acompañaban algunas series, y numerosos apéndices)
 Cartas indiscretas, edición de Carlos Mirón; F. Moncloa, 1969
 Epistolario general, tres volúmenes con prólogo, notas e índices de Miguel Ángel Rodríguez
Rea; Universidad Ricardo Palma, Editorial Universitaria, Lima, 2005-2006
o Tomo 1: cubre los años que van de 1846 hasta 1891, 2005; Tomo 2: de 1892 a 1904, 2006;
Tomo 3: de 1905 hasta 1919, 2006
 Tradiciones en salsa verde, primera edición, Lima 1973, Ediciones de la Biblioteca Universitaria.

Notas[editar]
1. ↑ Luz Samanez Paz es una de las principales impulsoras de esta rocambolesca teoría, según la cual
Ricardo Palma habría nacido en Talavera de la Reyna, Andahuaylas - Apurímac, de donde proviene ella
misma. El escritor se llamaría en realidad Felipe Cusi Mena, hijo de Manuel Cusiando —descendiente de la
nobleza inca por parte de madre y vástago ilegítimo de padre español—, y de Francisca Mena, quien luego
se habría unido a Gregorio Palma. Esta madre habría entregado a Felipe, antes de los 5 años de edad, a
unos religiosos que lo habrían llevado a Lima. El escritor habría decidido posteriormente ocultar su origen e,
inclusive, la verdadera fecha de su nacimiento. Esta teoría sería corroborada por el libro La cuna de Ricardo
Palma (1966), de monseñor Salvador Herrera Pinto, Ricardo Palma: Lugar de su nacimiento (1996), de
David I. Samanez Flórez, y otros testimonios. Marco Aurelio Denegri recogió esta teoría en el programa La
función de la palabra de TV Perú, donde dijo que Palma habría nacido ocho años antes y no en Lima, sino
en Apurímac.
2. ↑ Según Porras Barrenechea, se optó por el apellido Carrillo porque Dominga era menor de edad y no era
dable que apareciera como madre

Referencias[editar]
1. ↑ José Miguel Oviedo. «Cronología». Cien tradiciones peruanas (Venezuela: Biblioteca
Ayacucho). Archivado desde el original el 21 de septiembre de 2013. Consultado el 7 de octubre de 2014.
2. ↑ Maruja Muñoz Ochoa (23 de octubre de 2011). «Ricardo Palma entre ingas y mandingas». Generación
Caoba. Consultado el 7 de octubre de 2014.
3. ↑ Saltar a:a b Salas, César. «Palma, Ricardo (1833-1919)». MCNBiografías. Archivado desde el original el 29
de mayo de 2013. Consultado el 14 de marzo de 2013.
4. ↑ Pérez Garay, Carlos Alberto (19 de noviembre de 2016). «Ricardo Palma y San Marcos». Aula
Palma (12): 325-333. doi:10.31381/test2.v0i12.161. Consultado el 5 de enero de 2019.
5. ↑ «¿Quién fue en realidad Ricardo Palma? Vol. V. Su etapa en la masonería, sus hazañas, sus
aportes». Regatas. Agosto de 2012. Archivado desde el original el 11 de octubre de 2014. Consultado el 1
de octubre de 2014.
6. ↑ «Ricardo Palma». Biografías y Vidas. Consultado el 14 de marzo de 2013.
7. ↑ José Miguel Oviedo (Marzo de 1976). Palma entre ayer y hoy. Bloomington (Estados Unidos). Estudio de
introducción al libro Cien tradiciones peruanas.
8. ↑ Fernando Tuesta Soldevilla. «Senadores 1868». Consultado el 6 de febrero de 2020.
9. ↑ Fernando Tuesta Soldevilla. «Senadores 1870». Consultado el 6 de febrero de 2020.
10. ↑ Fernando Tuesta Soldevilla. «Senadores 1872». Consultado el 6 de febrero de 2020.
11. ↑ Saltar a:a b «El saqueo de la Biblioteca Nacional en 1881». Portal de la Casa Museo Ricardo Palma. 11 de
febrero de 2012. Archivado desde el original el 7 de marzo de 2014. Consultado el 14 de marzo de 2013.
12. ↑ «De tradicionalista a bibliotecario». www.elperuano.com.pe. Consultado el 11 de junio de 2018.
13. ↑ Esteban, Angel (2010). «Ricardo Palma, el bibliotecario mendigo». Mi biblioteca: La revista del mundo
bibliotecario (20). ISSN 1699-3411. Consultado el 11 de junio de 2018.
14. ↑ Denegri, Pierina (3 de junio de 2018). «'Memoria recuperada': Los limeños también saquearon libros tras
la Guerra del Pacífico». Peru21. Consultado el 11 de junio de 2018.
15. ↑ Rodríguez Carucci, Alberto (2007). «Presentación: Tradiciones en salsa verde. Humor, desenfado y
procacidad». En Ricardo Palma, ed. Tradiciones en salsa verde y otros textos. Venezuela: Fundación
Biblioteca Ayacucho. p. 16. ISBN 978-980-276-459-4. (requiere registro).
16. ↑ Saltar a:a b Rodríguez-Arenas, Flor María (2001). «El lenguaje coloquial y el humor en las Tradiciones en
salsa verde de Ricardo Palma». Revista de la Casa Museo Ricardo Palma. Núm. 2. Consultado el 23 de
abril de 2018.
17. ↑ Toro Montalvo, César (2003). «Comentarios sobre Tradiciones en salsa verde». Fondo Editorial Cultura
Peruana. Consultado el 22 de abril de 2018.
18. ↑ «Biografía de Ricardo Palma». Casa Museo Ricardo Palma. Archivado desde el original el 22 de
septiembre de 2013. Consultado el 18 de marzo de 2013.
19. ↑ George W. Umphrey y Carlos García-Prada. Introducción a Ricardo Palma. Flor de tradiciones, Editorial
Cultura, México, 1943 p. XXVI
20. ↑ Citado por Álvaro Sarco, Irresueltos discursos del canon cultural peruano, Escritura y Pensamiento, Año
VIII, N° 16, 2005, págs. 181- 193
21. ↑ Casa Museo Ricardo Palma Archivado el 13 de junio de 2013 en Wayback Machine., s/f; acceso
14.03.2013

Enlaces externos[editar]
  Wikisource contiene obras originales de Ricardo Palma.
 Ricardo Palma en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
 Jorge Frisancho. Palma: el Perú figurado, ensayo sobre lo histórico en general y lo andino en
particular en las Tradiciones peruanas, diciembre de 1996; acceso 14.03.2013
 Casa Museo de Ricardo Palma, Municipalidad de Miraflores
 Video sobre la Casa Museo de Ricardo Palma
 Oswaldo Holguín Callo. Ricardo Palma y la cultura negra
 Alicia María Zorrilla, de la Academia Argentina de Letras: «Ricardo Palma y sus Tradiciones:
malicia y donaire picarescos»
TRADICIONES PERUANAS
Se trata de relatos cortos de ficción histórica que narran, de forma entretenida y con el lenguaje
propio de la época, sucesos basados en hechos históricos de mayor o menor importancia, propios de
la vida de las diferentes etapas que pasó la historia del Perú, sea como leyenda o
explicando costumbres existentes.

Tradiciones peruanas
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Tradiciones

de Ricardo Palma

Género Tradición

Subgénero Romanticismo

Edición original en castellano

País Perú

Fecha de publicación 1872, primera serie

Texto original Tradiciones peruanas en Wikisource

Edición traducida al español

Fecha de publicación 1872

[editar datos en Wikidata]

Tradiciones peruanas es el título con el que se conoce el conjunto de textos escritos por el
peruano Ricardo Palma, que fue publicando a lo largo de varios años
en periódicos y revistas.1

Índice
 1Descripción
o 1.1Características
o 1.2Valoración
 2Contenido
 3Referencias
 4Véase también
 5Enlaces externos

Descripción[editar]
Se trata de relatos cortos de ficción histórica que narran, de forma entretenida y con el
lenguaje propio de la época, sucesos basados en hechos históricos de mayor o menor
importancia, propios de la vida de las diferentes etapas que pasó la historia del Perú, sea
como leyenda o explicando costumbres existentes. Aunque su valor como fuente histórica es
limitado y no confiable, su valor literario es enorme. [cita  requerida]
Las Tradiciones peruanas surgieron en el ambiente periodístico donde se movió su autor.
Las primeras se publicaron como artículos en diarios o revistas de la época. La forma, en un
inicio, no estaba ni pensada ni definida. La idea de narrar un suceso llevaba al autor a
ponerle nombres como «articulito», «reminiscencia fiel», «cuento», etc. [cita  requerida]
Características[editar]
Las Tradiciones de Palma tienen características propias, entre otras:

 Usan un lenguaje popular repleto de refranes, proverbios, canciones, coplas, entre


otros.
 Se basan en un suceso histórico que tiene sustento en archivos o documentos.
Palma fue el bibliotecario de la Biblioteca Nacional del Perú.
 Tono oral e informal, en muchas ocasiones dialogan con el lector.
 Propio del romanticismo, el drama es cargado cuando la narración así lo requiere.
 Crítica de las instituciones y costumbres políticas y religiosas de la época, que se
describen después incluso de interrumpir brevemente la narración antes iniciada.
 Al ser relatos cortos, los personajes son diversos.[cita  requerida]
Valoración[editar]
Las tradiciones tienen un gran valor ya que, si bien no fueron una invención de Palma,
con él se dio una revitalización del género de la tradición, y al mismo tiempo creó un
producto literario peruano propio por sus características, donde el suceso histórico
tocado estaba lleno del costumbrismo del país y donde la historia del Perú servía como
ambiente y almacélas cuando se publicó la primera edición argentina.[cita  requerida]

Contenido[editar]
Son 453 tradiciones, cronológicamente, dentro de la historia peruana, y seis de ellas se
refieren al imperio incaico, 339 se refieren al virreinato, 43 se refieren a la emancipación,
49 se refieren a la república y 16 no se ubican en un periodo histórico preciso. [cita  requerida]
Primera serie:2
 Palla-Huarcuna (sobre la  Un litigio original, tradición en que el  La fiesta de San Simón
época incaica). autor halaga pantorrillas o vanidades como Garabatillo.
 Don Dimas de la tijereta, candidato que anda a pesca de votos para  Un predicador de lujo.
cuento de viejas que trata de calzarse una diputación al próximo  Predestinación.
cómo un escribano le ganó un congreso.  Dos millones.
pleito al diablo.  La casa de Pilatos.  Las cayetanas, arma atroz es
 El Cristo de la Agonía, al  Bonita soy yo, la Castellanos (o Pues el ridículo, y tanto que, hasta
doctor Alcides Destruge. bonita soy yo, la Castellanos), a Simón y tratándose de las cosas
Juan Vicente Camacho.
 Mujer y tigre.  Justos y pecadores, o de cómo el lobo buenas, puede ser matadora.
 El nazareno, de cómo el vistió la piel del cordero.  Los endiablados.
cordero vistió la piel del lobo.
Segunda serie:3
 Los caballeros de la capa:  El encapuchado: Crónica de la  Pepe Bandos: Apuntes sobre el virrey
Crónica de una Guerra Civil. época del decimosexto virrey del marqués de Castelfuerte.
 Una carta de Indias. Perú.  Lucas el Sacrílego: Crónica de la época
 La muerte del factor:  Un virrey hereje y un campanero del vigésimo nono virrey del Perú.
Crónica de la época del bellaco: Crónica de la época del  Un virrey y un arzobispo: Crónica de la
primer virrey del Perú. decimoséptimo virrey del Perú. época del trigésimo virrey del Perú.
 Las orejas del alcalde:  La desolación de Castrovirreina:  Rudamente, pulidamente,
Crónica de la época del Crónica de la época del mañosamente.: Crónica de la época del
segundo virrey del Perú. decimoctavo Virrey del Perú. virrey Amat.
 Un pronóstico cumplido:  El justicia mayor de Laycacota:  El resucitado: Crónica de la época del
Crónica de los virreyes Crónica de la época del trigésimo segundo virrey.
marqués de Cañete y conde decimonoveno virrey del Perú.  El corregidor de Tinta: Crónica de la
de Nieva.  ¡Beba, padre, que le da la vida!...: época del trigésimo tercio virrey.
 El Peje chico: Crónica de la Crónica de la época de mando de  La gatita de Mari-Ramos, que halaga
época del quinto virrey del una virreina. con la cola y araña con las manos.:
Perú.  Racimo de horca: Crónica de la Crónica de la época del trigésimo
 La monja de la llave: época del vigésimo virrey del cuarto virrey del Perú.
Crónica de la época del sexto Perú.  Pancho Sales el Verdugo: Crónica de la
y séptimo virreyes del Perú.  La emplazada: Crónica de la época del virrey-bailío.
 Las querellas de Santo época del virrey arzobispo.  ¡A la cárcel todo Cristo!: Crónica de la
Toribio.  Cortar el revesino:  Crónica de la época del virrey inglés.
 Los malditos. época del vigésimo segundo virrey  Nadie se muere hasta que Dios quiere:
 El virrey de los milagros. del Perú. Crónica de la época del trigésimo
 El tamborcito del pirata.  Amor de madre: Crónica de la séptimo virrey del Perú.
 Los duendes del Cuzco. época del virrey «brazo de plata».  El virrey de la adivinanza: Crónica de
 De potencia a potencia.  Un proceso contra Dios: Crónica la época del trigésimo octavo virrey del
de la época del vigésimo cuarto Perú.
 Los polvos de la condesa:
virrey del Perú.  ¡¡Buena laya de fraile!!: Crónica de la
Crónica de la época del
decimocuarto virrey del  La fundación de Santa Liberata: época del virrey marqués de Viluma.
Perú. Crónica de la época del vigésimo  Con días y ollas venceremos.
quinto virrey del Perú.  El fraile y la monja del Callao.
 Una vida por una honra:  Muerte en vida: Crónica de la
Crónica de la época del época del Vigésimo sexto y
decimoquinto virrey del vigésimo séptimo virreyes.
Perú.
otras Tradiciones son:4
 Carta canta.  Los ratones de fray Martín.  Altivez de limeña.
 El padre Pata.  El alcalde de Paucarcolla.  El Manchay-Puito.
 Capricho de limeña.  Franciscanos y jesuitas.  Los escrúpulos de Halicarnaso.
 Mosquita muerta.  La sandalia de Santo Tomás.  La tradición del himno
 Una aventura del virrey poeta.  Dos palomitas sin hiel. nacional.
 La conspiración de la saya y el manto.  Los alcaldes de Arica.  El coronel fray Bruno.
 El Demonio de los Andes: 01.  ¡Feliz barbero!.  Fray Juan Sin Miedo.
 El Demonio de los Andes: 04.  Las tres puertas de san Pedro.  Una moza de rompe y raja.
 'El Demonio de los Andes: 06.  Monja y cartujo.  Los tres etcéteras del
 Quizá quiero, quizá no quiero.  Los tesoros de Catalina Libertador.
 La casa de Pizarro. Huanca.  La carta de la Libertadora.
 Los pasquines del bachiller  La faltriquera del diablo.  Justicia de Bolívar.
«Pajalarga».  Batalla de frailes.  La última frase de Bolívar.
 Los mosquitos de Santa Rosa.  Una trampa para cazar  Las mentiras de Lerzundi.
 El alacrán de fray Gómez. ratones.  El chocolate de los jesuitas.
 Tauromaquia.  Desdichas de Pirindín.  Los siete pelos del diablo.
 Motín de limeñas.  El divorcio de la condesita.  Refranero limeño.
 ¡A iglesia me llamo!.  Genialidades de la
 Mical y Nils «Perricholi».
 La camisa de Margarita.
 El latín de una limeña.

Referencias[editar]
1. ↑ Varillas Montenegro, Alberto (2017). «Ediciones de las tradiciones de Palma». Revista del Instituto
Ricardo Palma.
2. ↑ Tradiciones peruanas. Primera serie - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
3. ↑ Tradiciones peruanas. Segunda serie - Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
4. ↑ Tomadas de: Don Ricardo Palma y sus tradiciones: Introducción, selección y notas de Max H. Miñano
G. Biblioteca Enciclopédica Popular, no. 45. México: Secretaría de Educación Pública. 9 de marzo de
1945. 96 pp. Ricardo Palma: Tradiciones peruanas, estudio y selección de Raimundo Lazo. Colección
"Sepan cuantos...", no. 125. 5a. ed. México: Porrúa. 20 de septiembre de 1980. ISBN 968-432-572-X.

Bibliografía

Artículo: Biografía de Ricardo Palma


Autor: Víctor Moreno, María E. Ramírez, Cristian de la Oliva, Estrella Moreno y otros
Website: Buscabiografias.com
URL: https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5002/Ricardo%20Palma
Publicación: 2008/02/26
-dateModified- Última actualización: 2022/09/19

https://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/5002/Ricardo%20Palma

https://es.wikipedia.org/wiki/Ricardo_Palma

https://es.wikipedia.org/wiki/Tradiciones_peruanas#:~:text=Se%20trata%20de%20relatos%20cortos,leyenda
%20o%20explicando%20costumbres%20existentes.

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