La Economia Ambiental y La Economia
La Economia Ambiental y La Economia
La Economia Ambiental y La Economia
ambiental y la
economía
Política y
Economía
Ambiental
La economía ambiental y la
economía
Para Kostald:
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Figura 1:
Macroeconomía Se dedica al estudio agregado de los
fenómenos económicos. Es lo
opuesto a la visión individual de la
microeconomía.
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Figura 2:
Economía laboral
Economía de la salud
Economía política
Economía experimental
Desarrollo económico
Finanzas internacionales
Derecho y
economía
Economía monetaria
Economía agrícola
Economía ambiental
Economía ecológica
Fuente: Imagen recuperada de búsqueda en Google.
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en la economía y la política, aparte del propio campo de la economía
ambiental (Kostald, 2001).
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Una diferencia significativa entre los dos campos está asociada con el valor
y, por tanto, con la forma en que se toman las decisiones sociales que
dependen de las medidas del valor del medioambiente. Los economistas
convencionales creen que el valor para la sociedad deriva de los valores
individuales que poseen los miembros de la sociedad. En cambio, los
economistas ecológicos adoptan un punto de vista más biofísico del valor.
Por ejemplo, algunos de ellos miden el valor en términos del contenido de
energía englobada y, de este modo, al comparar una máquina de escribir con
una computadora, la pregunta pertinente es: ¿cuál necesita más energía
para crear? Cuanta menos energía, mejor. Esta es una extensión directa de
las teorías ecológicas, que establecen que los ecosistemas funcionan para
minimizar el contenido de energía de los bienes y servicios entregados, que
debe ser lo que rija la política pública.
La crítica que los economistas ambientales hacen a esta “teoría del valor de
la energía” es que muchos recursos son escasos, incluidos la tierra y las
personas capacitadas, por lo que reducir el valor de un bien a su contenido
es, en cierta medida, una simplificación excesiva. Los economistas
ambientales consideran que el valor de un bien surge de su contenido de
múltiples factores escasos (incluida la energía), así como el valor concedido
al bien final por cada individuo. En otras palabras, el valor no puede
reducirse a una simple medida física (Azqueta, 2007).
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de largo plazo. Por ejemplo, almacenar desechos nucleares implica riesgos
potenciales que pueden durar hasta 250 mil años, pero los beneficios del
almacenamiento son para los consumidores actuales de energía nuclear, y
los costos, si los hay, serán para las generaciones futuras, que tendrán que
vivir con los confinamientos nucleares (Mendieta, 1999).
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La economía ambiental y la economía de los recursos
naturales
Para Mendieta:
Los primeros incluyen la pesca y los recursos forestales; los segundos, los
minerales, la energía y los bienes naturales, como el glaciar Perito Moreno y
las especies de plantas y animales.
De este modo, vemos la diferencia entre las dos áreas, pero también cómo
coinciden. Generalmente, la economía ambiental está relacionada con
cuestiones estáticas de asignación de recursos; el tiempo no es un asunto
relevante cuando se pretende decidir sobre la cantidad correcta de
contaminación atmosférica en la ciudad de Buenos Aires. Por otra parte, la
economía de los recursos naturales se relaciona con procesos dinámicos, es
decir, el tiempo es lo que hace interesantes los problemas de los recursos
renovables o no renovables. Por ejemplo, si talamos un bosque de manera
lenta, este puede regenerase y podemos continuar talándolo
indefinidamente. Así, la rapidez con la que extraigamos un recurso que
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puede agostarse determinará su escasez en el porvenir y, por lo tanto, su
precio futuro. En ambos casos, los fallos del mercado no son la esencia del
problema, aunque su mal funcionamiento puede ser importante (Perelló
Sivera, 2009).
Para Kolstad:
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realmente en la vida cotidiana de la economía, otro que trata
de explicar cómo deberíamos querer que la economía asigne
y distribuya los bienes y servicios. (2001, p. 8).
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Según Just, Hueth y Schmitz (1982), un juicio de valor es una afirmación acerca de lo que
creemos que es el mundo. En el mundo, hay muchos estados; por ejemplo, la economía
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rumbo de la política. La respuesta a la pregunta de cuál es la mejor manera
de intervenir los mercados depende de la manera de definir qué es lo mejor.
Aun con estos problemas, la economía normativa y –específicamente– la
economía del bienestar dedican un gran volumen de teoría y evidencia que
propone maneras de medir el bienestar económico de la sociedad; además,
analizan cómo estos valores pueden servir en la evaluación de políticas
públicas que requieren del ordenamiento de todos los posibles estados de
la economía para poder llegar a maximizar el bienestar económico de la
sociedad (Perelló Sivera, 2009).
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Referencias
Azqueta, D. (2007). Introducción a la economía ambiental. Madrid, ES:
McGraw-Hill.
Baumol, W., & Oates, W. (1998). The Theory of the Environmental Policy
(2.nd ed.). Cambridge, GB: Cambridge University Press.
Costanza, R. (1991). Ecological Economics (1.st ed). New York, US: Columbia
University Press.
Hanley, N., Shogren, J., & White, B. (1997). Environmental and Practices.
Oxford, GB: Oxford University Press.
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Perelló Sivera, J. (2009). Economía ambiental. Alicante, ES: Universidad de
Alicante.
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