Tema 1
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1. Concepto:
Existen tres conceptos diferentes de “Estado”; sabremos si refiere a uno u otro término
dependiendo del contexto:
b) Estado-aparato: término que designa al Estado de los poderes centrales, en oposición a los
poderes regionales.
c) Estado-gobernante: término que identifica el Estado con la clase gobernante, es decir, los
políticos.
2. Elementos:
A) El pueblo (o nación):
Sin embargo, históricamente, ambos términos no fueron sinónimos; concretamente, fueron los
revolucionarios burgueses los que establecieron la diferencia, ya que establecieron que la nación era
aquel grupo de personas que participaba en la res pública, es decir sólo estaba conformado por aquellos
miembros que cumplían una serie de requisitos determinados (sufragio censatario y sufragio
capacitario). Según dicha definición, la nación la conformaban, según su significado original, sólo una
parte de los miembros del pueblo.
En concreto, el sentimiento de Nación Española, apareció como tal en el siglo XVII, como
consecuencia de la oposición al sistema francés, personificado en José Bonaparte.
Por otro lado, dicha definición de pueblo, supone, hoy en día, tres grandes problemas:
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Además, podemos encontrar otras muchas teorías sobre lo que verdaderamente son las
naciones:
d) Tª de la nación de vida en común: teoría francesa que tiene en cuenta elementos étnicos,
religiosos y lingüísticos, pero que, además, considera los elementos inmateriales espirituales
que generan el sentimiento de pertenencia a una comunidad diferente de las demás. Dichas
naciones se fundan en sentimientos en común y en el olvido de rencillas anteriores.
B) El territorio:
Por un lado, constituye el marco de competencia del Estado, y, por otro, el soporte material
para el mismo. El territorio está conformado por el espacio territorial, el espacio aéreo y el espacio
marítimo (12 millas).
C) La soberanía:
Término definido por Hobbes y Bodino como “Aquel poder que no admite igual en el interior
del Estado, pero que tampoco admite superior, en el exterior del mismo” para terminar con los
conflictos internos y externos de la nación. Según dicha definición, la soberanía se establece como
órgano superior en cuanto a las relaciones intraestatales, mientras que, a nivel interestatal, ninguna de
ellas se considera superior al resto.
Se trata pues de un construcción teórica, cuya finalidad inicial era la de favorecer el poder del
rey, el cual pasaba a considerarse soberano al no haber un poder superior a él. Dicha concepción pues,
se corresponde con la idea de los Estados Absolutistas.
Sin embargo, la evolución del Estado, a lo largo de la historia, ha alterado la concepción inicial
del término “soberano” de tal forma que, en la actualidad, se dice que:
· Pierde poder hacia arriba, es decir, cede algunas de sus competencias a organismos
supranacionales o de integración nacional.
· Pierde poder hacia abajo, es decir, cede algunas de sus competencias a organismos
infranacionales, como las comunidades autónomas.
A pesar de ello, esta crisis de la soberanía es más teórica que real, dado que el elemento fundamental
de todo Estado es la Constitución, la cual estipula dichas cesiones de poder. Así pues, no se puede hablar
de crisis de la soberanía, pues es el propio Estado el que, por voluntad propia, decide transferir sus
poderes.
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3. Evolución histórica:
En la Edad Media, la sociedad estaba dirigida por una serie de centros de poder; tal era el caso
de Europa, que se encontraba fragmentada en una serie de territorios dirigidos por señores feudales
que mantenían, entre sí y con los reyes, vínculos familiares. Las relaciones entre ellos se basaban en
pactos que dependían de sus intereses.
El concepto de Estado es acuñado por primera vez por Maquiavelo, que en su obra “El
Príncipe”, introduce dicho concepto teórico con la finalidad de terminar con las Guerras de Religión.
Seguidamente, tras la firma de la Paz de Westfalia, se estableció que un pueblo, en un territorio
determinado, debe pertenecer a un único soberano, y que dichas personas y tierras deben ser
respetadas por el resto de soberanos. Así pues, en la Paz de Westfaliana (1648) diversos soberanos
llegaron a un pacto, fijando pues unas primeras fronteras que delimitaban terrenos cuyos habitantes
pertenecían a un determinado soberano. Este hecho supuso el fin del feudalismo y el paso de la Edad
Media a los Estados Absolutos.
Este fenómeno supone que la población se encuentre sometida al rey, es decir, sean
considerados súbditos del mismo. Además, se produce la escisión del poder y la Iglesia, y se genera en el
pueblo un caldo de cultivo de malestar que hace que el pueblo salga a la calle, produciéndose así las
revoluciones burguesas (siglo XVIII-XIX). Dichas revoluciones, a su vez, hacen evolucionar el Estado
Absoluto hacia el Estado Liberal de Derecho, y se basan en las ideas de los teóricos de la Ilustración
(Montesquieu y Russeau).
Sin embargo, la población, ansiosa de libertad, se subleva para dejar de ser súbditos; para ello,
el pueblo recurre a dos vías de acción:
· La demanda de una división horizontal de los poderes para evitar perjudicar a la población
(parte orgánica de la Constitución).
· La demanda de un catálogo de derechos fundamentales y libertades públicas inviolables por los
órganos de poder (parte dogmática de la Constitución).
Así pues, se impone, por primera vez, la división horizontal de poderes, dándose lugar así a:
· El poder legislativo.
· El pode ejecutivo.
· El poder judicial.
De tal forma, desaparece el término “súbditos” y, por primera vez empieza a hablarse de
“ciudadanos”. A su vez, empiezan a producirse a nivel mundial, una serie de revoluciones:
A) Revolución americana (1776): se produce cuando las 13 colonias americanas identifican al rey
de Gran Bretaña con un succionador. Se independizan de la Corona Británica, apareciendo así el
primer Estado Liberal de Derecho, a pesar de que no cuentan con una Constitución hasta 1787.
Sin embargo, en los Estados Liberales de Derecho, no toda la población puede participar en
política; no se trata pues de una soberanía popular, sino nacional, es decir, sólo considera como nación a
aquellos hombres con una determinada renta o formación académica.
El siguiente paso se da ya en el siglo XIX; conocido como Revolución Industrial, empuja a los
obreros a reivindicarse como consecuencia del abandono de la vida rural, las malas condiciones
laborales, los horarios agotadores y la mano de obra infantil. Dicha revolución transforma el Estado en
un Estado Democrático y se pasa de hablar de Soberanía Nacional a Soberanía Popular.
Ya a principios del siglo XX, se le conceden al pueblo una serie de derechos políticos (como el de
expresión) y se pasa de la concepción de ciudadano a la de ciudadano activo para designar a los
ciudadanos que interactuaban con la política de la época. Tal fenómeno, constituye un paso muy
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importante en la evolución de los poderes legislativo y judicial, ya que, hasta el momento, el Parlamento
estaba regido únicamente por las clases dirigentes, que eran las únicas con derecho a voto y a ser
votadas. Aparecen a su vez, los partidos socialistas y comunistas.
La soberanía popular se termina con la crisis del 29 y la Segunda Guerra Mundial (años 39-45),
dejando paso al Estado Social de Derecho, en el que, por primera vez, amplias capas de la sociedad
tienen derecho al voto. Sin embargo, la igualdad formal no existe; en su lugar, se propugna una igualdad
real que implica que el Estado proporcione, a las capas más desfavorecidas, una serie de requisitos
mínimos, para potenciar la igualdad social.
En todos los países, con el paso del tiempo, se produce una división vertical de poderes, es
decir, la separación de poder entre los organismos centrales del estado y los periféricos. Dependiendo
del grado de separación del poder, podemos encontrarnos con estados más o menos
centralizados/descentralizados.
Los estados centralizados son los herederos de los estados absolutos. Aparecen históricamente
tras la revolución francesa y se caracteriza por mantener todo el poder en unos organismos
determinados.
Características:
a) Existe un único centro de producción normativa. Sólo hay un parlamento (elabora leyes) y un
gobierno (reglamentos).
b) Estructura jerárquica de las instituciones púbicas donde unas están subordinadas a otras.
c) Hay un único ordenamiento jurídico.
Ventajas:
a) Existe el mismo régimen jurídico de derechos y obligaciones para todos los ciudadanos.
b) En principio, la actuación de la administración pública es más eficaz, debido al ordenamiento.
c) Dificulta el trato privilegiado.
Desventajas:
Estos inconvenientes han hecho que, desde los orígenes, se tomaran ciertas medidas para la
desconcentración del poder, es decir, para su distribución (a pesar de que se mantiene la estructura
jerárquica). Otras veces, sin embargo, se recurre a la descentralización administrativa i política:
A) Descentralización administrativa: supone que hay un único poder legislativo y judicial, aunque el
poder ejecutivo se divide. En este sistema nos encontramos con una administración pública
central y un conjunto de administradores locales que ostentan ciertos poderes (competencias),
aunque no están sometidas jerárquicamente entre ambas.
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4.2. Estados descentralizados:
Hay dos tipos, el Estado Federal y el Estado Regional. En la práctica, se habla de Estado
Compuesto para referirse ambos.
Aparece con la independencia de Estados Unidos respecto de la Corona Británica. Tras dicha
independencia, inicialmente se constituyeron trece estados independientes, que, ante la imposibilidad
de afrontar ciertos problemas, formaron una confederación. En 1787 se aprobó una constitución,
apareciendo así, por primera vez, el federalismo dual (dual porque existe una soberanía de cada uno de
los estados al lado de una soberanía de la federación).
Características:
a) Existe una constitución de cada uno de los estados, además de una constitución de la
federación.
b) Existe una distribución vertical de los poderes.
c) Hay una distribución vertical del poder judicial (difiere del federalismo europeo).
d) Hay una lista única de competencias que sirve para distribuir los poderes.
e) Los estados miembros de la federación participan en la administración a través de la
cámara alta.
A lo largo de los siglos XIX i XX, el modelo federal se extendió por Europa (Alemania, Austria y
Suiza). A diferencia del federalismo americano, el federalismo europeo no es dual, sino cooperativo. A
su vez, también posee unas características concretas:
Problema de la soberanía: los estados miembros quieren tener más poder. En la actualidad, la
soberanía es popular, y, por tanto, cualquier cambio en el poder vertical requiere la reforma de
la constitución.
Intenta ser un paso intermedio entre el estado centralizado y el federal. Con su aparición (II
República Española) se pretendían poner fin a las fortísimas reivindicaciones de los nacionalismos vasco
y catalán, opuestos al nacionalismo castellano. Pretendía instaurar un sistema que permitiese cierto
grado de autonomía a determinadas regiones, mientras que a otras no.
Características:
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c) La distribución de competencias se realiza a través del sistema de doble lista, distinguiéndose
así las competencias que corresponden en todo caso al estado de aquellas que pueden ser
asumidas por las comunidades autónomas.
d) Existen diversos niveles competenciales.
e) Puede haber territorios no autónomos.
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