Los Factores Psicológicos Que Afectan Al Estado Físico Constituyen Uno de Los Posibles

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7) TRASTORNO SOMATOFORME NO ESPECIFICADO: Aquí se incluyen aquellos trastornos con síntomas

somatoformes que no reúnen los criterios de ninguno de los trastornos somatoformes específicos.
Por ejemplo, se incluyen las siguientes alteraciones:

 Pseudociesis: refiere a una falsa creencia de estar embarazada asociada a signos objetivos
de embarazo tales como el aumento del abdomen, reducción del flujo menstrual, sensación
subjetiva de movimiento fetal, náuseas, etc.

 Trastorno en el que haya síntomas hipocondriacos no psicóticos de menos de 6 meses de


duración.

 Trastorno en el que haya síntomas físicos no explicables con una duración inferior a 6
meses que no se deban a otro trastorno mental.
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL: Se pone en juego el hecho de diferenciarse aquellas quejas físicas que pueden
pertenecer a otros trastornos de los trastornos somatoformes. A continuación, se comentan algunos
cuadros clínicos que pueden confundirse con un trastorno somatoforme y a los que el clínico debe prestar
especial atención para evitar posibles errores diagnósticos:

 Los factores psicológicos que afectan al estado físico constituyen uno de los posibles
cuadros a contemplar en el diagnóstico diferencial de los trastornos somatoformes. En los factores
psicológicos que afectan al estado físico existen factores psicológicos que afectan negativamente a
una determinada condición médica general diagnosticada. En cambio, en los trastornos
somatoformes está o no está presente o es insuficiente para dar cuenta de los síntomas físicos.

 La presencia de enfermedad física debe contemplarse en el diagnóstico diferencial de los


trastornos somatoformes. Especial cautela hay que tener con las enfermedades con base orgánica
que manifiestan síntomas somáticos vagos y múltiples (por ejemplo, la esclerosis múltiple, la
fibromialgia, o el lupus eritematoso sistémico) que al inicio de su evolución pueden ser
diagnosticados como síntomas somatoformes

 En los trastornos ficticios el único propósito de la persona es el de asumir el rol de


enfermo y someterse a las exploraciones y tratamientos médicos. Una estrategia que puede
contribuir a discriminar entre trastornos somatoformes (por ejemplo, trastorno de conversión),
trastornos ficticios y simulación consistiría en considerar la conciencia que posee el sujeto sobre la
motivación de su conducta. Según apunta este autor, la persona que simula la enfermedad sabe
perfectamente lo que está haciendo y el motivo que le lleva a actuar de ese modo; la persona con
un trastorno ficticio aparentemente conoce la motivación más inmediata (lo que tiene que hacer
para producir los síntomas), pero en realidad no sabe por qué quiere adoptar el rol de enfermo; la
persona con trastorno de conversión no es consciente ni de estar haciendo algo ni de la motivación
remota de la sintomatología.
De acuerdo con la CIE-10, para poder diagnosticar el trastorno hipocondríaco se requiere que exista la
creencia persistente en la presencia, como mínimo, de una enfermedad orgánica importante que se
oculta tras los síntomas a pesar de que las repetidas exploraciones no la hayan detectado, o la
preocupación incesante por una supuesta deformidad física, así como la negativa a admitir las
explicaciones de los médicos que señalan la inexistencia de tal enfermedad o anormalidad.

2) Disfunción vegetativa somatomorfa:


Para diagnosticar este trastorno con arreglo a la CIE-10 deben cumplirse los siguientes requisitos: a)
síntomas persistentes y desagradables derivados de una hiperactividad del sistema nervioso vegetativo (por
ejemplo, palpitaciones, sudoración, temblor); b) síntomas subjetivos relativos a un sistema u órgano
corporal determinado; c) preocupación y malestar acerca de la posibilidad de sufrir una alteración grave
(generalmente no específica) de un órgano o sistema concreto que persiste a pesar de las repetidas
explicaciones y garantías médicas, y d) ausencia de una alteración significativa a nivel de estructura o
función de los órganos o sistemas implicados. Los trastornos de este grupo se clasifican, de acuerdo con el
órgano o sistema que el paciente considera como origen de los síntomas, del siguiente modo: disfunción
vegetativa somatomorfa del corazón y el sistema cardiovascular, del tracto gastrointestinal alto, del tracto
gastrointestinal bajo, del sistema respiratorio, del sistema urogenital y otra disfunción vegetativa
somatomorfa.

3) Trastorno de dolor somatomorfo persistente:


El rasgo principal de este trastorno es la presencia de un dolor intenso y persistente que no puede ser
explicado completamente apelando a un proceso fisiológico o un trastorno orgánico. El dolor suele
aparecer en circunstancias que hacen suponer que está vinculado a conflictos o problemas, o que
permite que el paciente reciba mayor atención y apoyo por parte de médicos y otras personas
significativas para él. Esta categoría diagnóstica incluye: psicalgia, lumbalgia psicógena, cefalea psicógena
y dolor somatomorfo psicógeno.

4) Otros trastornos somatomorfos:


La característica esencial de estos trastornos son síntomas que no son debidos a la actividad del sistema nervioso
vegetativo y que afectan a sistemas o partes específicas del cuerpo. Se incluyen dentro de este grupo trastornos
como el «globo histérico» (sensación de tener un nudo en la garganta que produce disfagia) y otras formas de
disfagia, la tortícolis psicógena y otros trastornos y movimientos espasmódicos psicógenos, el prurito psicógeno, la
dismenorrea psicógena y el rechinar de dientes. El DSM-IV no define ningún trastorno de iguales o semejantes
características.

5) Trastorno somatomorfo sin especificación:


Esta categoría diagnóstica englobaría el trastorno psicofisiológico sin especificación y el trastorno psicosomático sin
especificación. Este trastorno se asemejaría al trastorno somatoforme no especificado del DSM-IV.

6) Trastornos disociativos (de conversión):


La característica que comparten los trastornos disociativos (de conversión) es, de acuerdo con la CIE-10, la pérdida
parcial o completa de la integración normal entre ciertos recuerdos del pasado, la conciencia de la propia identidad,
ciertas sensaciones inmediatas y el control de los movimientos corporales. Dentro de esta categoría general se
incardinan los trastornos disociativos de la motilidad voluntaria y la sensibilidad, los cuales se caracterizan por una
pérdida o alteración de la función motora o sensoria] que sugiere la existencia de una enfermedad somática a pesar de
que no se ha podido detectar ningún tipo de lesión en dichas funciones que dé cuenta de los síntomas. Estos trastornos
se clasifican principalmente en cuatro categorías, que incluyen:

En 1856 Freud fue el primero en proponer que la energía psíquica asociada con deseos impulsos
inconscientes inaceptables podría convertirse en síntomas somáticos.

De acuerdo con postulados psicoanalíticos, la conversión está causada por la ansiedad que surge a partir de
conflictos inconscientes, pues hay una necesidad inconsciente de expresar un impulso instintivo (agresivo o
sexual) y el temor de hacerlo. El síntoma de conversión podría desarrollarse con el fin de permitir la
expresión de un deseo o de un impulso prohibido. El DSM-III-R al explicar el significado de síntoma de
conversión se basa en dos mecanismos:

1. Uno es que el individuo obtiene una ganancia primaria por el hecho de mantener fuera de
la conciencia un conflicto o una necesidad interna.

2. El sujeto obtiene una ganancia secundaria evitando una actividad que es nociva para él u
obteniendo un apoyo que de otra manera no conseguiría.

Una de las características más típicas del trastorno de conversión, representada por la anestesia de guante,
muestra que los pacientes con este tipo de síntomas informan sobre la falta de sensibilidad en la mano, pero
que no responde a algo neurológico. La amnesia de guante puede ayudar a distinguir entre un trastorno de
conversión y un daño físico real.

La presencia del fenómeno conocido como la belle indifference (Actitud de indiferencia, despreocupación
ante síntomas que en principio parecen graves), puede ser una buena pista para confirmar la reacción de
conversión y descartar una patología orgánica.

Otra característica para diferenciar un trastorno de conversión de algo orgánico, son los síntomas. En la
conversión los síntomas van cambiando acorde pasa el tiempo, y cambian las situaciones estresoras,
mientras que la enfermedad física persiste en el tiempo.

Muchas veces es mal diagnosticado, ya que los pacientes acuden al médico, antes de acudir a un psicólogo.
TRASTORNO DE SOMATIZACIÓN: Este cuadro psicopatológico fue descripto por Briquet en 1859, quien lo
consideró como una forma de la histeria (los pacientes con histerias son extravagantes y emocionales,
tendían ser mujeres, con quejas sexuales y síntomas de dolor). Surgió el síndrome de Bruquet en el DSM-II
con independencia de la ansiedad y estado de ánimo.

Luego fue incorporado en el DSM-III como trastorno por somatización, como un desorden crónico que
implica el desarrollo de múltiples y recurrentes quejas somáticas que pueden identificarse o iniciarse antes
de los 30 años y son más frecuentes en la mujer.

El DSM-III da un total de 59 síntomas de Briquet. Los sujetos con trastornos de somatización suelen recurrir
de un médico a otro hasta conseguir que uno explique su dolencia, ya que son múltiples y erradas. Además,
tienen rasgos de personalidad histriónica. Tienen conductas comunes con la personalidad antisocial como:
conducta antisocial, abuso de alcohol, drogadicción, historia familiar de conducta criminal, etc. Su etiología
permanece ambigua por el elemento ya que tanto factores ambientales como socioculturales juegan un
papel importante para él trastorno.
El DSM-IV plantea los siguientes niveles de gravedad:
1. Ligero. Para cuadros en los que existan pocos síntomas más que los mínimos requeridos para el
diagnóstico, y el deterioro laboral o social existe, pero es pequeño.
2. Moderado. Deterioro socio laboral moderado.
3. Grave no psicótico. Presencia de bastantes síntomas más de los mínimos requeridos y además
existencia de un deterioro marcado ocupacional, social o interpersonal.
4. Con características psicóticas. Episodios en los que existen delirios o alucinaciones. En este caso
conviene señalar, si es posible, si estos síntomas son congruentes con el estado de ánimo (por
ejemplo, delirios de pobreza o enfermedad, o voces inculpatorias) o incongruentes (por ejemplo,
delirios de persecución, inserción de pensamiento, etc.): se supone que el tipo de síntomas
psicóticos existentes puede afectar el curso general del trastorno.
5. En remisión parcial. Estado intermedio entre «Ligero» y «En remisión total».
6. En remisión total. No ha habido signos o síntomas significativos en los pasados 6 meses.
TRASTORNO DEPRESIVO MAYOR
El paciente presenta un Episodio depresivo mayor y, además, cumple con condiciones adicionales:
a) nunca ha tenido un episodio de manía o de hipomanía (en cuyo caso estaríamos frente a un
caso de «Trastorno bipolar»), y
b) no se trata de un caso de esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, u otro trastorno psicótico, es
decir, no se trata de un problema «jerárquicamente» superior a los trastornos del estado de
ánimo.
Sólo se pueden diagnosticar dos tipos de trastorno depresivo:
 TDM de Episodio único (para aquellos casos en los que el episodio actual sea el primero
que han tenido en su vida) y
 TDM de Episodio recurrente (para aquellos otros casos en los que ha habido por lo menos
algún otro episodio depresivo mayor en su vida).
 Síntomas motivacionales y conductuales: energía inagotable, hiperactividad sexual,
conductas imprudentes. escaso control de impulsos.
 Síntomas cognitivos: aumento de las ideas; taquipsiquia, taquilalia y fuga de ideas.
Pueden aparecer ideas delirantes, en especial megalomaníacas. Hay juicio desviado, ideas
irracionales, aumento exagerado de la autoestima.
 Síntomas físicos: problemas de sueño (pueden estar varios días sin dormir, o duermen
pocas horas), aumento del apetito y un extraordinario incremento del umbral de la fatiga
física.
 Síntomas interpersonales: Las relaciones interpersonales son muy difíciles en los
episodios de manía, ya que los pacientes suelen ser muy entrometidos, polemistas y
controladores, y sobre todo tienen una gran resistencia a que se les contradiga o se les
intente hacer ver lo inapropiado de su conducta. Ocasionalmente, bajo este estado de
hiperactividad e irritabilidad pueden producirse agresiones a miembros de la propia
familia o a conocidos cuando éstos intentan limitar de algún modo la conducta del
paciente. Asimismo, la falta de control les puede hacer ser procaces verbal o sexualmente,
ofensivos, y poco conscientes de las barreras normales que empleamos en las relaciones
sociales.

DIFERENCIA ENTRE BIPOLAR TIPO I y II


Los bipolares I son personas que presentan o han presentado alguna vez en su vida algún episodio
maníaco caracterizado por una duración de al menos una semana o una hospitalización debida al
mismo. El estado de ánimo actual de un bipolar I puede ser, sin embargo, maníaco, depresivo,
hipomaníaco, o bien una mezcla heterogénea de componentes depresivos y maníacos (mixto).
Esto es lo que distingue los subtipos del bipolar I.que no sean el suicidio, se habrá iniciado la
prevención y ganado un tiempo valioso que puede salvar una vida.
Sólo los psiquiatras o los psicólogos pueden prevenir el suicidio
Es cierto que los psiquiatras y los psicólogos son profesionales experimentados en la detección del
riesgo de suicidio y su manejo, pero no son los únicos que pueden prevenirlo. Cualquiera
interesado en auxiliar a personas en esta situación de riesgo puede ser un valioso colaborador en
su prevención. Estar en el lugar adecuado, en el momento oportuno brinda posibilidades de
ayudar en una crisis que muchas veces no tiene el psiquiatra o el psicólogo al que verá la semana
entrante. En este sentido una crisis suicida se parece a cualquier otro caso en el que se requieran
primeros auxilios. Unos pocos conocimientos básicos pero sólidos pueden salvar la vida de una
persona que luego requerirá tratamiento profesional.

26-10

UNIDAD 5 - PERVERSIÓN
Estructura clínica patológica desde el psicoanálisis.
Texto: “La concepción clásica de las perversiones” Rafael Skiadaressis
● Diferencia entre perversidad y perversión
La perversión como una estructura patológica mientras que la perversidad más desde rasgos, es
sobre no aceptar las normas sociales.
El niño como un perverso polimorfo: se satisface a partir de varias zonas erógenas de su
cuerpo y que no tiene fines sexuales en sí.
 Para poder referirnos a la perversión como estructura patológica, tiene que ver con las
pulsiones. Aparece en la infancia y propone entender a esta como una desviación de la
pulsión sexual en el objeto y en el fin.
 Se desvía del objeto cuando no toma al otro heterosexual y en el fin cuando se satisface
con otro acto que no es el coito
EL CONCEPTO DE PULSIÓN EN EL PROCESO PERVERSO
 La transformación en lo contrario y la vuelta hacia la propia persona están relacionadas
con la pulsión.
 La pulsión es activa
 Pero cuando se transforma en pasiva, espera la satisfacción.
 Ese sujeto, tiene una pulsión activa vuelta hacia sí mismo cuando él pone el propio cuerpo
para recibir la agresión.
● Los síntomas
Al principio el niño tiene esta sexualidad polimorfa, esto es evolutivo y queda en el sujeto y
permite que tenga aun modalidades parciales para satisfacer la pulsión.
Habitualmente el neurótico frente a esto, reprime esa pulsión parcial y va a montar un síntoma.
Cuando hay cierta fijación, el síntoma va a funcionar como un imán y traer
 En cierto modo todos podemos tener ciertas perversiones, pero las reprimimos porque
nos horroriza, a diferencia de los perversos que no se limitan ya que obtienen la
satisfacción por la parcialización de sus pulsiones.

No es correcto pensar que tras su observación de la mujer el niño haya resguardado su creencia
en el falo de aquella→ Ha conservado esta percepción de la mujer castrada , pero también la ha
resignado; en el conflicto entre el peso de la percepción indeseada y la intensidad del deseo
contrario se ha llegado a un compromiso como sólo es posible bajo el imperio de las leyes del
pensamiento inconsciente —de los procesos primarios.
→ Esto quiere decir que en lo psíquico la mujer sigue teniendo un pene, pero este pene ya no es el
mismo que antes era.
→ Algo otro lo ha remplazado; fue designado su sustituto, por así decir, que entonces hereda el
interés que se había dirigido al primero. (falo materno)
● Ese interés es de gran tamaño porque el horror a la castración se ha erigido un
monumento recordatorio con la creación de este sustituto.
● Como stierna indelebilc de la represión sobrevenida permanece, además, la enajenación
respecto de los reales genitales femeninos, que no falta en ningún fetichista.
Luego Freud concluye la idea diciendo que ahora se tiene una visión panorámica de lo que el
fetiche rinde y de la vía por la cual se lo mantiene: Perdura como el signo del triunfo sobre la
amenaza de castración y de la protección contra ella.
Más adelante habla acerca de los objetos que normalmente se eligen como fetiches y concluyó: se
retenga como fetiche la última impresión anterior a la situación traumática (castración femenina)
● Por eso mayormente son los pies o zapatos
● También terciopelo o pieles
Ahora Freud nos hablara de la bi-escindida actitud del fetichista frente al problema de la
castración de la mujer→ Haciendo referencia a estas dos percepciones contrapuestas en donde
una parte del psiquismo sabe de la castración y otra parte la niega, no sabe nada de ella.
● “Así en un hombre cuyo fetiche consistía en unas bragas íntimas, como las que pueden
usarse a modo de malla de baño. Esta pieza de vestimenta ocultaba por completo los
genitales y la diferencia de los genitales. Según lo demostró el análisis, significaba tanto
que la mujer está castrada cuanto que no está castrada”
● La ternura y la hostilidad en el tratamiento del fetiche, que respectivamente corren en
igual sentido que la desmentida y la admisión de la castración
Por último, concluimos con la idea de que el perverso realiza atrocidades a la mujer porque esta
le hace acordar a la castración. Algo que él niega rotundamente
MIRADA DESCRIPTIVA
CATEGORIZACIONES DEL DSM IV, V Y EL CIE-1O
Lo más cercano que se encuentra desde la mirada psiquiátrica, con respecto a la perversión, es el
Trastorno Antisocial de la Personalidad.
Para el DSM IV→ El trastorno antisocial de la personalidad es un patrón de desprecio y violación
de los derechos de los demás
Características asociadas al trastorno
● Los individuos con trastorno de la personalidad antisocial con frecuencia carecen de
empatía y tienden a ser crueles, cínicos y despectivos con los sentimientos, derechos y
sufrimientos de los demás.

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