Desarrollo de Habilidades para El Aprendizaje Semana 7
Desarrollo de Habilidades para El Aprendizaje Semana 7
Desarrollo de Habilidades para El Aprendizaje Semana 7
SEMANA 7
En este documento daremos a conocer una síntesis y un ensayo enfocado a dar a explicar que es la
nanotecnología y a que está enfocado de manera macro, y porque es tan importante para los científicos
que esta sea analizada ética y bióticamente.
Veremos de qué manera se ha tomado un texto con ideas principales, para posteriormente desarrollar las
3 etapas de la producción de textos, enfocados a este tema tan controversial como es la nanotecnología.
DESARROLLO
1. Busque y seleccione un texto expositivo o técnico científico de su interés y léalo.
Recuerde utilizar un buscador confiable para esto.
2. Copie y pegue el enlace de donde obtuvo la información o escriba el nombre del texto y el autor.
3. A partir de lo leído, realice una síntesis o un ensayo del tema investigado, considerando las tres
etapas de la producción de textos originales.
a. Planificación:
Idea
principal Una aproximación a la nanotecnología
El mundo de la nanotecnología o “nanomundo”, como muchos empiezan a llamarle, resulta ser fascinante
pero también lleno de incertidumbre. La misma forma de denominarle genera de entrada grandes
discusiones; para algunas corrientes es necesario diferenciar la “nanociencia” de la “nanotecnología”* ; es
el caso de la Real Sociedad Británica que define “la nanociencia como el estudio y manipulación de
partículas manométricas, mientras que a la nanotecnología le compete el diseño, caracterización y
producción de estructuras, dispositivos y sistemas en escala nanoscópica” (Cremades y Maestre, 2010, p.
22). Otros autores, por el contrario, conscientes de la gran dificultad práctica para hacer la distinción,
Eliminar
optan por el término “nanotecnociencia”, como una rama de la tecnociencia, aunque, incluso, hay
quienes, para saldar la discusión, han planteado el concepto de “nanología”. Sin embargo, la gran mayoría
opta simplemente por hablar de “nanotecnología”, y nosotros nos sumaremos a ellos, pues es el término Idea
que más se ha utilizado en la literatura científica, aunque una corriente de esta línea hace la sugerencia de principal
hablar de “nanotecnologías” en plural, pues se trata de un campo con disciplinas convergentes y con
diversas aplicaciones, cuyo punto de encuentro es sencillamente la escala nano. Así pues, pareciera que
respecto al nombre lo único realmente claro y sin discusión es que el prefijo nano alude al nanómetro
como unidad de medida, el cual, a su vez, hace referencia a la milmillonésima parte de un metro, o
expresado por notación científica 10-9, lo que permite en escala de longitudes de 1 a 100 nanómetros la
manipulación de átomos y moléculas, con la característica importante de que la materia a esa escala tiene
un comportamiento distinto al que normalmente presenta en lo macro, pues varían las propiedades**
físicas, químicas y biológicas de los materiales, abriendo por tanto múltiples posibilidades que desafían los
límites de la imaginación, pues como lo expresaba el nobel en física Richard Feyman “hay mucho espacio
en el fondo”***.
Se trata entonces de un conocimiento interdisciplinario, que se enmarca en la convergencia NBIC (nano- Eliminar
bio-info-cogno), que ha sacudido fuertemente al mundo científico, generando nuevas preguntas y
cuestionando las leyes de la física clásica que parecían darse por sentadas. La nanotecnología se ha
convertido, entonces, en un boom más de la tecnociencia* . Múltiples publicaciones, estudios y posibles
Idea aplicaciones aparecen a diario; “la nanoescala es el punto de encuentro de físicos, químicos, biólogos,
principal médicos, e ingenieros” (Cremades y Maestre, 2010, p. 21) y tendríamos que agregar que cada vez más de
bioeticistas, filósofos, teólogos, abogados, politólogos, sociólogos, entre otros. La razón de su profunda
Considerar
como idea
incertidumbre se explica por su reciente desarrollo; apenas en 1983 G. Binning y H. Rohrer investigadores
de los laboratorios de IBM en Zúrich, desarrollaron el microscopio de efecto túnel, considerado como la
primera “nanoherramienta”; seis años después, en 1989, G. Binning desarrolló el microscopio de fuerzas
atómicas. En 1990, gracias a estos avances, se logró la escritura del logo de IBM con 35 átomos de xenón
sobre una superficie de níquel, demostrando la posibilidad de la manipulación atómica. “Más
recientemente se han desarrollado otras técnicas, como la litografía o la abrasión electrónica, iónica o
fotónica, con las que se han conseguido construir objetos de tamaños manométricos” (Cremades y
Maestre, 2010, p. 25). En 1985 R. Smalley, R. Curi y H. Kroto descubren los fullerenos como nueva
estructura del carbono, y en 1991 Lijima descubre los nanotubos de carbono, de los cuales se dice que
son cien veces más resistentes que el acero, pero más ligeros y flexibles. “Estos y otros “nuevos
materiales”, como los polímeros o las zeolitas, junto a materiales nanoestructurados en forma de
nanopartículas, nanohilos, nanocintas, nanotubos o nanoesferas, han generado múltiples aplicaciones
que continúan completando el solvente avance de la nanotecnología” (Cremades y Maestre, 2010, p. 26).
No obstante, la paradoja se hace presente, pues, aunque se dice que la creación de la nanotecnología es
muy reciente (incluso está en fase de investigación), ya muchas aplicaciones se encuentran disponibles en
el mercado, en sectores tan diversos como las telecomunicaciones, la electrónica, la medicina, las
energías renovables, la construcción, la alimentación, la industria textil, la agricultura, la cosmética, el
deporte, entre otros, y ya reportan grandes ganancias tanto a la empresa pública como a la privada,
quienes por demás han invertido presupuestos multimillonarios en dichos desarrollos.
Sin embargo, la constante en la nanotecnología es que no están claros sus alcances, sus riesgos, y sus
impactos tanto en el ser humano como en el medio en general, lo que ha suscitado cada vez más la
necesidad de una reflexión ética y bioética, que incluso trascienda al mundo jurídico. Es de anotar que ya
“en el seno de los Programas Marco VI y VII de la Unión Europea existe un área propia para la
nanotecnología y un apartado, con financiación específica, denominado “nanoética”” (Casado, 2010, p.
11). No obstante, el mismo término genera inquietudes, sumado al término de “nanobioética”, pues
aunque se puede intuir que dichos neologismos solo tienen la intención de llamar la atención frente a la
cada vez más perentoria necesidad de la reflexión ética, también aparecen voces que cuestionan hasta
Idea qué punto es conveniente o no crear palabras nuevas, y hasta dónde se está tomando con la debida
principal
seriedad la epistemología de conceptos que pretender fungir como nuevas áreas del conocimiento.
Mientras tanto, digamos que al menos se ve como hecho muy positivo el que la reflexión ética y bioética
se esté planteando como necesaria desde el comienzo, incluso por los científicos, más aún cuando en el
caso de la nanotecnología, se tiene el reto de tratar de comprender “una realidad invisible que permite la
producción de materiales que conllevan un cambio de escala en las formas de vida cuyo impacto y
aceptabilidad públicas no tiene referentes previos” (Casado, 2010, p. 12). Es cierto que el alto grado de Considerar
Eliminar incertidumbre aún no permite hablar claramente de problemas y medidas; por ejemplo, el “impacto de
las nanopartículas en la salud humana, la acumulación preferencial en ciertos órganos, los umbrales de
absorción por el cuerpo humano, los efectos sobre la estructura de la célula, la función y la interacción, la
toxicidad y la eliminación de respuestas inmunológicas, por no mencionar aspectos relativos a la intrusión
de la privacidad personal y la seguridad medioambiental” (Casado, 2010, p. 13). No obstante, se insiste en
intentar adelantar la reflexión ética y bioética, incluso acudiendo al planteamiento de escenarios futuros, Considerar
los cuales permiten dilucidar riesgos antes de que ellos sucedan; por tanto, no hay que desechar lo que la
literatura y el cine plantean sobre el tema, pues finalmente permiten analizar la inventiva humana hacia
dónde está dirigida. Algo similar hacen los científicos: buscan imaginar algo y luego se preguntan cómo
conseguirlo. En este sentido es importante la reflexión que pueda aportar una ética de una perspectiva
futuro-presente, tal y como lo aconsejan Jonas, Habermas y hasta el mismo Potter al proponer la bioética,
pues es cierto que, “a lo largo de la historia, toda revolución tecnológica ha acarreado, inevitablemente,
una serie de efectos secundarios negativos, como la sobreexplotación de recursos, el impacto
Idea
principal
medioambiental, el aumento de armamento militar o la generación de desigualdades sociales” (Cremades
y Maestre, 2010, p. 28), pero también es cierto que de otra forma no se hubieran conseguido adelantos
tan significativos que no solo han facilitado, sino también preservado la vida en el planeta, por lo que se
debe intentar controlar dichos riesgos y tratar de minimizar los efectos secundarios hasta donde sea
posible.
b. Redacte un texto original:
IACC. (2022). Produccion de Texto. En IACC, Desarrollo de Habilidades para el Aprendizaje. Semana 7
(págs. 1-14). Santiago.