Beuchot - Procesos de La Interpretación
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Beuchot - Procesos de La Interpretación
M A T E R I A L DE LECTURA
En s a y o Co n t e m p o r á n e o en M é x ic o
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Nota introductoria de
Guillermo H urtado
U n iv e r s id a d N a c io n a l A u t ó n o m a de M éxico
MÉXICO, 2015
N ota in t r o d u c t o r ia
I . I n tro d u cció n
® Román Jakobson, "Lingüística y poética", en Ensayos de lin ® Cfr. su excelente libro Los hijos del lim o, Seix Barral, Barcelona,
güística general, Origen/Planeta, México, 1986, p. 381 y ss. 1990.
Estructura de la hermenéutica analógica hermenéutica, pues excluye la polisemia o el múltiple
significado, y también más allá de la hermenéutica
La hermenéutica analógica tiene, como es natural, la equívoca de muchos románticos y posmodernos, la
característica de ser mediación entre una hermenéu cual se hunde irreductiblemente en la polisemia. En
tica unívoca y otra equívoca.^® No posee la exactitud una hermenéutica analógica, en cambio, se tiene la
o rigidez de la primera, pero tampoco incurre en las posibilidad de retomar en cierta medida la univocidad
extralimitaciones que cabrían en la segunda; trata de o identidad y en cierta medida la equivocidad o dife
situarse como participando de ambas, aunque sin rencia, aunque en ella predominará esta última. Así,
quedarse en un término medio equidistante, sino que nos hará evitar los extremos del impasse entre uni
se inclina más a la diferencia. En efecto, la analogía se versalismo y relativismo. Conservará la diferencia sin
encuentra entre la identidad y la diferencia, pero en perder del todo la identidad, a través de la semejanza.
ella predomina la última sobre la primera. Así, una 2) La hermenéutica analógica tendrá los distintos
hermenéutica analógica estará más inclinada a la modos de la analogía que se señalan en la tradición
equivocidad que a la univocidad (mas no por eso se pitagórica, aristotélica y tom ista, es decir, abarcará la
derrumba en aquélla), como conciencia de su carácter desigualdad, la atribución, la proporcionalidad propia
humano y falible. Este predominio de la diferencia en y la proporcionalidad impropia o metafórica. Esto úl
la analogía tiene varias consecuencias estructurales timo nos indica que contiene la metaforicidad. Pero
en la hermenéutica analógica, reflejadas en su misma la metáfora es sólo una de las formas de la analogía;
vertebración interna, y que trataré de enumerar a ésta incluye también la metonimia, con lo cual aporta
continuación. un espectro más ampUo que la hermenéutica meta
fórica, por ejemplo, la planteada en ciertos momentos
1) Si incorporamos la analogía a la hermenéutica, por Paul Ricoeur.“ En efecto, hay una parte metafó
tendremos una herm enéutica más amplia que la p u rica en la analogía, que es la proporción impropia,
ramente univocista y más estricta que la puram ente aunque también hay analogías innegablemente me-
equivocista. Nos ayudará a evitar y superar la inter tonímicas, como las de desigualdad, de atribución y
pretación unívoca (moderna y positivista) y la in de proporcionalidad propia. Si, como sostiene Jakob-
terpretación equívoca (romántica y posmoderna). son, la metonimia es el origen de la ciencia y la me
Una hermenéutica analógica va más allá que una her táfora el de la poesía, en la analogía tenemos el
menéutica unívoca, como la de muchos modernos y espacio suficiente para interpretar lo científico y lo
positivistas, la cual ni siquiera puede considerarse poético, respetando su especificidad, y hasta para
encontrar algunos puntos en los que se toquen o
entrecrucen, de manera que, en cierta medida y sin
“ Mauricio Beuchot, Perfiles esenciales de la hermenéutica, UNAM, Paul Ricoeur, La metáfora viva, Ediciones Europa, Madrid, 1983,
México, 4^ ed., 2005, p. 21 y ss. p. 423 y ss.
confusión, lo científico pueda interpretarse poética tica. La hermenéutica analógica implica ün límite,
mente y lo poético científicamente. dado por el predominio de la diferencia, pero también
Además, la oscilación entre la analogía de atribu por la presencia irrenunciable de la identidad, que
ción y la de proporcionalidad nos dará la posibilidad obliga a cierta objetividad y no sólo a la mera subje
de contar con una aplicación jerarquizada como en la tividad.
primera, pues la atribución implica un orden gradual 4) La hermenéutica analógica nos perm ite guar
de aproximación al texto o a la verdad textual. La se dar un equilibrio entre la interpretación literal y la
gunda, que es más lineal o igualitaria, nos permitirá alegórica.^^ Una hermenéutica unívoca buscaría el
una serie de interpretaciones más próximas entre sí, solo sentido literal, desechando el alegórico; por su
y sólo diversas por la manera en que se complemen parte, una hermenéutica equívoca buscaría el solo
tan. Pero en ninguno de los dos casos se perderá la sentido alegórico, renunciando ya a todo sentido li
capacidad de juzgar y evaluar cuáles se acercan más teral. En cambio, una hermenéutica analógica destaca
a la verdad del texto en cuestión, ya sea por la jerar el sentido alegórico que pueden tener algunos textos,
quía de aproximación a la verdad textual, ya sea por pero sin perder el sentido literal. Crea un equilibrio
el carácter más rico y completo que tengan. proporcional entre la búsqueda de la intencionalidad
3) La hermenéutica analógica consigue abrir el del autor (lo que quiso decir) y la intencionalidad del
ám bito de las interpretaciones, pero sin que se vayan lector (lo que de hecho éste interpreta), hasta el
al in fin ito. No se considera válida tan sólo una inter punto dé permitir una lectura simbólico-alegórica, in
pretación, como en el positivismo, que es una her clinada hacia la proporcionalidad metafórica, sin per
menéutica univocista, pero tampoco se califican casi der por ello la capacidad de reducirla lo más posible
todas como válidas, al modo de algunos posmodernos, a la atribución de literalidad, porque la tensión hacia
que ya transitan por una hermenéutica equivocista. esta última impide la caída en el mero subjetivismo
En una hermenéutica analógica se pueden comparar interpretativo.
proporcionalmente las interpretaciones, e incluso 5) La hermenéutica analógica nos perm ite oscilar,
— como acabamos de decir— , al emplear la analogía como en un gradiente, entre la interpretación m etoní-
de atribución, es posible asumir una jerarquía, en la mica y la metafórica. Abarca esos dos polos y se
que una interpretación sea considerada el analogado mueve entre uno y otro. Algunos textos sólo permi
principal y las otras los analogados secundarios, esto tirán una interpretación metonímica; otros, una me
es, una gradación de interpretaciones en las que unas tafórica. No obstante, habrá aquéllos que oscilen
se acercan más a la verdad textual y otras se alejan entre una y otra, y la hermenéutica analógica nos
de ella hasta resultar erróneas. De esta manera, la in
terpretación deja de estar simplemente abierta hasta Cfr. la interesante polémica entre Umberto Eco, que defiende
el infinito y, dada nuestra finitud, se acota el margen el sentido literal, y Richard Rorty, que defiende el solo sentido
interpretativo, en especial por el uso del diálogo y la alegórico, en Umberto Eco, Interpretación y sobreinterpretación,
argumentación dentro de la comunidad hermenéu Cambridge University Press, Cambridge, 1995, p. 96 y ss.
permitirá ajustar el gradiente entre ambas, según lo todo, se puede adoptar una postura intermedia o ana
requiera la proporción de metonimia o la de metá lógica, en la que, sin pretender una relación referen-
fora que se encuentre en los textos. Esto nos ayu cial biunívoca entre las palabras y las cosas, se evite
dará a aplicar, según se necesite, la metonimicidad caer en el rechazo de toda referencia y se acepte una
y la metaforicidad cuando vengan al caso, para no referencialidad más dinámica, incluso movediza,
forzar los textos que sólo admitan una o la otra, y pero suficiente. No pretender que la referencia sea
para generar una lectura más rica en los que admitan inequívoca, pero tampoco negarle toda adecuación
las dos. Resultará, de este modo, una interpretación a lo real,
amplia pero seria. 7) La hermenéutica analógica nos ayudará a tener
6) La hermenéutica analógica, asimismo, nos ayu una interpretación a la vez sintagmática y paradigmá
dará a captar el sentido sin renunciar a la referencia. tica — en el sentido estructuralista— , aunque será
En otras palabras, contribuirá a privilegiar el primero preponderante la segunda. Mueve a no separar las dos
sin relegar la segunda. Es muy notorio que la herme como irreconciliables, sino a intentar ver el punto en
néutica actual prefiere el sentido, el cual viene por el que se entrecruzan, de modo que se avance en pro
la coherencia o por la convención, y deja de lado la fundidad no sólo con el movimiento de oposición de lo
referencia, que viene por la correspondencia y la ve sintagmático y horizontal, sino también con el de
rificación, a la que casi desprecia o teme. En la línea asociación de lo paradigmático y vertical, que cala
del sentido, hay una tendencia a la equivocidad, hondo, pues vincula y distingue lo que se repite, en
pues éste resulta de cada mente o sistema; en cam contrando la novedad en la repetición, como la conti
bio, en la línea de la referencia, hay una tendencia nua innovación del eterno retorno de lo mismo pero
a la univocidad, pues ésta pertenece a la pretensión diferente, esto es, de lo análogo. Por ejemplo, los mon
cientificista. De hecho, los univocismos, como el del jes medievales leían los salmos en sentido paradigmá
positivismo lógico, han sido referencialistas. Su in tico, asociativo, pues los relacionaban con toda la
genua pretensión de conocer unívocamente la referen Sagrada Escritura, y reiterativo, ya que los cantaban
cia los ha hecho desembocar en grandes relativismos, un buen número de veces. Sin embargo, cada vez que
por el desplome de esa rigidez extrema. Los críticos los salmos se repetían eran diferentes, enseñaban
de esta tendencia, como Davidson y Rorty, más en la algo nuevo. Lo mismo se veía distinto cada vez.
línea pragmatista de la analítica (y el pragmatismo 8) La hermenéutica analógica tiene como instru
se ha caracterizado por ser anti-positivista), han re mento principal la distinción, y p o r ello requiere del
saltado los equívocos referenciales, esto es, la equi diálogo. Es eminentemente dialógica. El diálogo es
vocidad que en ocasiones padece la referencia, lo que el que obliga a distinguir, y la distinción hace en
los ha movido a negar la referencia m i s m a . C o n contrar con sutileza el medio entre dos extremos que
se presentan como los cuernos de un dilema, pues la
Donald Davidson, In q u in e s in to Truth and In te rp re ta tio n , distinción — como lo señalaba Peirce— tiene la es
Clarendon Press, Oxford, 1984, p. 227 y ss. tructura de un silogismo dilemático o razonamiento
alternativo.^'^ Si tomamos una de las opciones, caemos trata de la reflexión compartida en el diálogo, y del
en contradicción; si adoptamos la otra, también. En diálogo sustentado en la reflexión: una reflexión dia
tonces, hay que buscar un tercer término, un término logada y un diálogo reflexivo.
medio, que nos ayude a introducir otra u otras alter 10) Además, una hermenéutica analógica nos
nativas, que sean nuevas posibilidades para salir de ayudará a superar la dicotom ía entre descripción y va
la contradicción, que generalmente se da en los ex loración, ejercicio tan importante para la ética y la
tremos. política. La división tajante entre hecho y valor con
De hecho, la hermenéutica presupone una antro duce a la llamada/aZacfa naturalista, que señala como
pología filosófica o una filosofía del hombre en la que inválido el paso del ser al deber ser y desautoriza el
el ser humano se caracteriza por su humildad ante el movimiento de los enunciados descriptivos a los va-
conocimiento. Sabe que puede no saber, que puede lorativos, lo que impide una fundamentación de lo
equivocarse, que puede engañarse o ser engañado. moral y lo político en el estudio de la naturaleza hu
Sabe que puede no tener razón. Eso impele a sospe mana. La hermenéutica analógica, en cambio, nos
char y a distinguir. El ejercicio de la sospecha, en hace ver que no hay tal falacia, sino que, como lo en
efecto, está muy asociado al de la distinción, pues seña la retórica (y la pragmática), todo enunciado
ella es el procedimiento por el que se busca salir del descriptivo tiene una fuerza ilocucionaria valorativa
error posible. Distinguir es lo más hermenéutico y la — como lo mostró Searle— y, por ello, no se infiere
distinción es un acto sumamente analógico, ya que de éste más de lo que ya expresa, sino que sólo se ex
trasciende la identidad pura (univocidad) y la dife plícita el contenido que ya posee en sí mismo. Tam
rencia pura (equivocidad), para colocarse en la ana bién se requiere para la filosofía del derecho, pues
logía, la cual se reconoce como no pura, aunque sabe ésta demanda el estudio del hombre para saber qué
también que no es completamente impura. Es la me se le debe prescribir y qué derechos humanos tiene.
diación en la que predomina la diferencia. 11) Finalmente, una hermenéutica analógica
9) Igualmente, una hermenéutica analógica nos ayuda a superar la dicotomía de Wittgenstein entre el
hará com binar y equilibrar proporcionalm ente lo m o- decir y el mostrar. Wittgenstein separaba en demasía,
nológico y lo dialógico. Es cierto que se necesita el sin punto de conciliación ni solución de continuidad,
diálogo, y no lo hemos de negar; no obstante, en este el decir y el mostrar. El decir era lo científico y el
tiempo en que tanto se resalta el diálogo, se tiende mostrar lo inefable: lo que no se podía decir sólo se
a olvidar, como bien lo señala Javier Muguerza, que podía mostrar. Según él, las cosas más importantes
las principales decisiones (morales, sociales, políti de la vida, como lo ético, lo estético y lo místico, no
cas), las tomamos en momentos de reflexión, de mo se pueden decir y sólo se pueden mostrar. Sin em
nólogo, o de diálogo sólo con nosotros mismos. Se bargo, la analogía fue usada por muchos místicos para
decir de alguna manera lo que estaba destinado a
Charles S. Peirce, "La crítica de los argumentos", en Escritos ló mostrarse solamente. Frente a la teología positiva, en
gicos, Alianza, Madrid, 1988, pp. 201-203. la que se pretendía decir mucho acerca del misterio.
se estableció la teología negativa (en la línea judía, tegracionista que promovió el gran filósofo español,
como en Filón y Maimónides, y en la línea cristiana ya desaparecido, José Ferrater Mora.^^
oriental, como en 3uan Damasceno y Gregorio Pala-
más). No obstante, también se buscó una línea inter Funciones de la hermenéutica analógica
media, como en Pseudo Dionisio, cuando no fue
considerado sólo como teólogo negativo, sino en la Las funciones de la hermenéutica analógica resultan
búsqueda de la vía de la eminencia. Algo parecido su de la estructuración que hemos señalado en ella. Al
cedió en Santo Tomás, Eckhart y San Juan de la Cruz. oscilar entre la univocidad y la equivocidad, puede
La analogía fue decir el mostrar y mostrar el decir; ejercer funciones de integración, salvaguardando la
tratar de decir lo que sólo se podía mostrar. Pero se diferencia, pero sin perder completamente toda re
sabía que eso era posible sólo hasta cierto punto, en ducción a la identidad, aunque, como ya se ha dicho,
muy pequeña medida, como balbuciendo, con un en ella predomina la distinción. Tratemos de señalar
gran predominio de imágenes y metáforas, más que algunas de esas características.
en el discurso directo y literal. Sin embargo, se con
siguió al menos decir algo sobre el misterio sin que 1) De acuerdo con lo expuesto, una función pri
darse irremediablemente callado. mordial de la hermenéutica analógica es evitar los in
convenientes de una que sea univoca y de otra
Se observa que la estructura de la hermenéutica equívoca. El primer tipo de hermenéutica es dema
analógica es la de la disciplina de la interpretación o siado restrictivo, incluso reduccionista; el segundo es
la hermenéutica misma que, además, trata de verte excesivamente abierto, incluso emergentista hasta el
brar el concepto de analogía como característica de infinito. La hermenéutica analógica superará el re-
su acción interpretativa. Se trata de una interpreta duccionismo de la sola interpretación válida, pero
ción analógica, la cual pretende lograr una mayor su también el emergentismo desbocado de las innúmeras
tileza que la que admite la univocidad, que corre el interpretaciones válidas y complementarias. Se ten
peligro de pecar de sobre-simplificación, pero, a la drá un conjunto amplio de interpretaciones válidas,
vez, más rigor que el que admite la equivocidad, la pero definido y con posibilidad de jerarquía, es decir,
cual corre el riesgo de la sobre-interpretación, es un conjunto ordenado en el que se perciban los gra
decir, de abrir demasiado el espectro de las interpre dos de aproximación a la verdad textual, de modo
taciones. Su principal instrumento es la distinción, que las que se alejen de ella lleguen a incurrir en la
más que el afirmar y el negar, pues trata de buscar la
mediación entre las posturas contrarias y contradic
torias para intentar la integración de lo que de válido Javier Echeverría, "El integracionismo de José Ferrater Mora:
una filosofía abierta al porvenir", en Salvador Giner y Esperanza
pueda encontrarse en ellas. Y esto es más complejo
Guisán (eds.), José Ferrater Mora. El hombre y su obra, Universi
que sólo aceptar o rechazar en bloque. En este punto se dad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, 1994,
puede notar cierta semejanza con el pensamiento in- p. 107 y ss.
falsedad. Eso permite el juego de la subjetividad y la analogía nació (desde los pitagóricos) para conmen
objetividad: se reconoce el predominio de la subjetivi surar de alguna manera lo inconmensurable, nos da
dad, sin abandonar por ello la capacidad de objetividad la posibilidad de hacer conmensurables las culturas,
que debe tener la interpretación. Es lo que la analogía de modo que sea posible criticarlas al mismo tiempo
de atribución, en la cual hay un analogado principal que aprender de ellas, todo ello mediante el diálogo.
y varios analogados secundarios, permite hacer. Se Esto se relaciona con la hermenéutica diatópica
podrá entonces establecer una interpretación princi de Raimon Panikkar y Boaventura de Souza Santos,
pal, en el sentido de más rica, más fecunda, más la cual trata de resaltar las particularidades sin perder
apropiada o adecuada — sin pretender, por supuesto, lo universal.^® En la hermenéutica analógica esto se
que agote toda la verdad textual— , que tenga una percibe gracias al predominio de la diferencia que, no
adecuación o correspondencia con el texto que las obstante, nunca anula por completo la porción de
demás nunca tendrán. Las otras interpretaciones po identidad — al menos como semejanza— , lo que per
drán convivir con ella, pero como complementarias a mite universalizar. De otra manera se perdería la po
la misma, en las que se perciban otros aspectos y ex sibilidad de defender los derechos humanos, los
ploren otras aristas. Con ello, la interpretación se en cuales requieren al menos algo de universalidad en la
riquece, pero no se abre desmesuradamente. La cual apoyarse.
hermenéutica analógica permite así varias interpre 3) Se podría decir incluso que una hermenéutica
taciones, pero con límites y con medida, es decir, con analógica integra sin confundir y reduce dicotomías
proporción, con analogía. sin que se mezclen en extremo. Tal es la virtud de la
2) Con ello se podrá fre n a r el relativismo de la in analogía. La hermenéutica analógica podría entonces
terpretación indefinida, así como el de la inconm en compararse con algunas filosofías del límite, como la
surabilidad com pleta, factores que se aproximan al de Eugenio Trías, y con algunas filosofías de la me
equivocismo. De hecho, se superará el impasse que diación, como la de Andrés Ortiz-Osés, es decir, aque
ahora se percibe en la hermenéutica, por su disten llas que postulan que en el límite los extremos se
sión hacia los dos extremos del universalismo y el re tocan, que el límite es para pisar los dos lados del
lativismo. Eso ayudará a abrir los márgenes de la mismo, así como para ser transgredido, pero no por
interpretación, pero sin que pierdan su carácter de la violencia, sino por la astucia, por la delicada
fronteras o límites. Se ampliará la diferencia sin per trampa que permita superarlo, traspasarlo sin violen
der la posibilidad de cierta identidad (por la seme tarlo. Como hacía Kermes.
jan za). Se abrirá la diversidad sin renunciar a la
universalidad. Se universalizará a posteriori, y a par Raimon Panikkar, La experiencia filosófica de la India, Trotta,
tir del diálogo, sin establecer una meta-filosofía im Madrid, 1997, p. 46; Boaventura de Souza Santos, La caída del
Angelus novus: ensayos para una nueva teoría social y una nueva
positiva y opresora, sino una dia-filosofía, que surja
práctica política . Instituto Latinoamericano para una Sociedad y
desde abajo y vaya integrando características univer- un Derecho Alternativos/Universidad Nacional de Colombia, Bo
salizables de las distintas culturas. Debido a que la gotá, 2003, p. 38.
Tratar de reducir dicotomías, pero de una manera 5) La hermenéutica analógica permitirá interpre
coherente, ha sido una posición peculiar del pragma tar correctamente el símbolo, evitando los extremos
tismo. Lo plantea Peirce (pero también James y de quienes desean explicarlo unívocamente y encon
Dewey), quien trata de no separar tanto lo teórico de trar los mismos ejemplos en las diferentes culturas,
lo práctico, lo analítico de lo sintético y, hasta diría con lo cual lo reducen a una interpretación positivista
yo, lo universal de lo particular. Peirce propone como o a una traducción cientifícista, y el de los que lo in
ideal la terceridad, es decir, el pensamiento en el que terpretan equívocamente, a partir de la idea de que
entre dos extremos se encuentra un tercero, siempre de hecho no se puede interpretar y sólo puede vivirse,
mediador. Se trata de la difícil labor de la interme esto es, evitando los extremos de la filos ojia positiva
diación, de cierta síntesis dialéctica, equilibrio, me y la filosofía negativa. La primera, como la teología
sura, proporción, es decir, analogía. El pensamiento positiva, pretende decirlo todo, y la segunda, como
analógico está llamado a buscar la síntesis, la media la teología negativa, prefiere no decir nada; pero
ción entre opuestos (como lo vio Nicolás de Cusa). entre una y otra se establece una postura analogista,
4) Cuando apuntamos que en la analogía predo que trata de decir sin decir, esto es, de decir lo más
mina la diferencia sobre la semejanza, queremos decir posible sin pretender decirlo todo, pues eso equival
que en una hermenéutica analógica se puede privile dría a no decir nada. Una hermenéutica analógica del
giar lo diferente sin perder la semejanza. Es posible símbolo respetaría lo inefable del mismo, reconocería
manejar lo movedizo sin hundirnos en el pantano, su carácter irreductible o inagotable, pero se atrevería
jugar con distintas interpretaciones, a veces osadas, a decir algo de él, a interpretarlo de manera sólo apro-
sin perder el carácter de frónesis o prudencia que nos ximativa, proporcional (ya que "proporción" es lo que
permita regresar a la orilla e hincar el ancla, de modo la misma palabra "analogía" significa).
que no nos lleve la corriente ni el remolino. Una her Aquí sí he encontrado un punto de discrepancia
menéutica analógica sería una verdadera filosofía no con Panikkar. En un congreso, llevado a cabo en la
prepotente ni impositiva, que no edifica meta-relatos, Universidad Pontificia de México, en 1994, él me seña
sino dia-relatos, los cuales son muy distintos. laba que el símbolo no se interpreta, se vive. Lo ar
Este carácter de dia-relato, de dia-filosofía, que gumentaba apuntando que sólo el que ha nacido en
ya se mencionó, está muy cerca — según vimos— de determinada cultura, por ejemplo la india, puede en
la hermenéutica diatópica de Panikkar, que privilegia tender los símbolos de la misma. En cambio, yo creo
lo particular sin perder lo universal. No obstante, en que un símbolo de otra cultura se puede interpretar,
lugar de buscar universales culturales, busca invarian claro que con pérdida. Empero, es posible intentar
tes humanos. Ambas son un esfuerzo por salvaguar aprender qué significa y acercarse a su comprensión,
dar la diferencia, la diversidad, pero siempre en el al menos por analogía. Esa discrepancia es más noto
marco de la universalidad, de algo que asegure y ga ria en un libro posterior de Panikkar, en el que hay
rantice la capacidad de universalización que se re un capítulo titulado "Es un discurso polisémico que
quiere, incluso para el diálogo. no puede ser ni siquiera analógico", aludiendo al dis
curso religioso, el cual no puede tener alguna reli cipio, un replanteamiento de la ontología o metafí
gión o alguna deidad como analogado principal. Allí sica, como el que propone Jean Grondin, y después
se percibe el alejamiento de Panikkar respecto de la afectará a todas las demás ramas de la filosofía y aun
analogía. a las ramas de la ciencia. Además, de esta manera
6) La hermenéutica analógica hará posible con podrá colaborar en la recuperación del realismo muy
ju n ta r, en el lím ite, herm enéutica y antología, len recientemente planteada por fílósofos como Maurizio
guaje y ser, sentido y referencia, y con ello lograr lo Ferraris, Markus Gabriel, Quentin Meillassoux, entre
que quería Heidegger en Ser y tiempo, esto es, inter otros.
pretar el ser, traer el significado hacia el significante, En efecto, se sentía ya un agotamiento ante el
la suposición hacia la significación, el objeto hacia el relativismo posmoderno, ante ese anti-realismo que
concepto, el ente hacia el lenguaje. Lingüistizar la sofocaba ya a la filosofía. Debido a ello, ahora han
ontología, pero también ontologizar el lenguaje; bus surgido varias voces que claman por una vuelta del
car una ontología disminuida en sus pretensiones de realismo. Aquél que Ferraris llama "nuevo realismo",
presencia fuerte, pero también una hermenéutica li Gabriel "realismo ingenuo" y Meillassoux "realismo
mitada en sus presunciones de ausencia de represen especulativo". Todas ellas, búsquedas para recobrar
tación, sin fuerza representativa, porque lo uno es esa postura epistemológica y ontológica, de la mano
tan fratricida como lo otro. con lo que ya se presenta como el "giro ontológico"
7) De acuerdo con ello, la hermenéutica analógica (después del "giro lingüístico"), en el que se busca
puede abrir a una cierta ontología, una ontología ana recuperar la ontología o metafísica. Tal es el caso de
lógica, acorde con una hermenéutica analógica.^^ Esa Jean Grondin. Y en eso colabora la hermenéutica ana
nueva ontología auténticamente analógica será en lógica. Ferraris ha reconocido que desde hace años yo
verdad débil, la verdadera metafísica débil del pen - he hablado de un realismo analógico, y Grondin me
siero debole que propugna Vattimo. Al hacernos ver considera su aliado para restablecer una metafísica
que el símbolo tiene una cara hermenéutica y otra para la hermenéutica. Tales coincidencias son signos
ontológica, nos ayudará a recobrar la simbolicidad de los tiempos.
para el hombre, lo cual repercutirá en la ontología, 8) Así como es capaz de superar la falacia natu
en la antropología, en la psicología y en la sociología, ralista y hacer que construyamos válidamente una
así como en la ética y la política. Propiciará, en prin- ética desde nuestro conocimiento del ser humano, de
su naturaleza, esto es, desde una ontología de la per
sona, la hermenéutica analógica también puede ayu
” Raimon Panikkar, Ico n o s del m isterio. Península, Barcelona, darnos a construir una filos ofía política que supere
1998, p. 30.
los desencuentros entre el liberalismo y el com unita-
Cfr. Rodrigo Diez Gargari, "Hacia una ontología analógica,
acorde con una hermenéutica analógica", en Vertebración, año
rismo, en una síntesis más rica que privilegie a este
14, núm. 52, Universidad Popular Autónoma del Estado de Pue último, es decir, que propicie las diferencias de las
bla, 2001, p. 80 y ss. comunidades, pero sin perder los logros innegables
del liberalismo, como los derechos humanos, esto es, La analogía es el punto central del barroco mexi
que evite la exclusión. Con ello se podrá acceder a cano y latinoamericano, en el que se da con más
una mejor respuesta al problema del multicultura- fuerza ese fenómeno tan nuestro del mestizaje.
lismo, tan presente en nuestros países latinoameri Cuando ya las razas no estaban tan ocupadas en des
canos, a partir de un pluralismo cultural analógico, truirse, por la fuerza del eros y de la vida se fusiona
dentro de un marco democrático. ron, y engendraron ese análogo que es el mestizo,
9) La hermenéutica analógica perm ite hacer una sobre todo en el mestizaje cultural, de productos ar
filosofía propiamente latinoamericana, pero inserta en tísticos nuevos y distintos, que ya no son propia
la filosofía universal, mundial.^® Ya que la analogía es mente españoles ni propiamente indígenas, sino algo
la percepción de lo particular en lo universal, pero sin nuevo. En el mismo simbolismo del barroco se ve la
caer en el relativismo ni en el absolutismo, nos da los presencia de la analogía, en ese juego de metáfora y
elementos para hacer filosofía latinoamericana sin metonimia, las cuales se mueven en la época con gran
salir del seno de lo universal. De hecho, la hermenéu dinamismo. La poesía tan lograda de Sandoval y Za
tica analógica tiene componentes que le otorgan un pata es un ejemplo de ello, aunque el paradigma es
estatuto altamente latinoamericano. La analogicidad Sor Juana, quien supo integrar lo conceptista y lo
fue conocida ya por los pensadores indígenas, y usada culterano en su magno poema Prim ero sueño. Tam
en el encuentro entre la cultura española y la origi bién se percibe ese mestizaje cultural en Sigüenza y
naria. Gran parte del trabajo no-destructivo, positivo Góngora, quien, en su Teatro de virtudes políticas,
y conveniente fue por obra de la analogía. Ella per cuando se solía poner como ejemplo de tales virtudes
mitió a Bartolomé de las Casas captar el humanismo a gobernantes griegos y romanos, él prefirió nombrar a
indígena y no sólo el europeo. Si humanistas eurocen- los jerarcas indígenas.
tristas como Ginés de Sepúlveda — quien era conside En el siglo xviii, la analogía también fue empleada
rado el moderno y avanzado— , condenaban a los por el jesuíta Francisco Xavier Clavijero. En la defensa
indios en nombre de los ideales renacentistas y los acu de los indios desarrollada en su Historia antigua de
saban de crímenes de lesa humanidad (por prácticas México, la empleó para entender y dar a entender la
como los sacrificios humanos o la antropofagia). Las cultura azteca a los europeos, principalmente a los
Casas supo ver, por analogía con el humanismo de ilustrados como Buffon, Raynal y De Pauw, ante quie
griegos y romanos (quienes también hacían sacrificios nes defendió la dignidad de los indígenas americanos.
humanos, por ejemplo), el propio de los indígenas, y Curiosamente, estos pensadores eran los estimados
trató de comprenderlo. Con ello tuvo una actitud emi como avanzados, sin embargo, se manifestaban en
nentemente hermenéutica y analógica. contra de los indígenas; los acusaban de inmadurez
culpable. No eran capaces de reconocerles la dignidad
Cfr. Victórico Muñoz, Herm enéutica analógica y filosofía lati humana que proclamaban para los ciudadanos de Eu
noamericana, tesis de maestría en Filosofía, UNAM, México, 2005, ropa. En cambio, este jesuíta criollo, ilustrado en al
p. 32 y ss. guna medida pero anclado en la escolástica, supo
reconocer, como ecléctico que era, la alta dignidad Según se ve, una hermenéutica analógica responde
de los indios, con los cuales él mismo había convivido a una larga tradición del uso de la analogía en la filo
y a quienes ahora defendía en los discursos con los sofía, la cual también abarca el cultivo de esta disciplina
que adornaba su historia. en América Latina. De manera especial, ésta ayudará a
De igual manera encontramos la analogía en Oc superar los pensamientos que se clausuran en sistemas
tavio Paz, gran poeta mexicano, premio Nobel de li cerrados y en totalidades excluyentes, como un recurso
teratura y reconocido intelectual. Él hacía de la del pensamiento que ha servido para comprender la al-
analogía el núcleo de lo poético y, siguiendo a teridad, sin las pretensiones de completa conversión a
Román Jakobson, apuntaba que la metáfora y la me una otredad absoluta, pues eso es meramente ilusorio.
tonimia eran formas de la analogía, por lo que la No obstante, dentro de ciertos límites, se abre a la com
analogía era el núcleo del pensamiento humano. Asi prensión del otro, pero brindándole la critica que surge
mismo, otros pensadores latinoamericanos han hecho de la propia ubicación en el mapa de la cultura.
uso del concepto de analogía en su síntesis sistemá
tica, como Enrique Dussel y Juan Carlos Scannone,
ambos originarios de Argentina, ya naturalizado me IV. El acto de in t e r pr e t a c ió n a n a l ó g ic o
xicano el primero. Ellos la usan en relación con la
dialéctica, en forma de análéctica, y gracias a su in Recogiendo lo que hemos dicho y tratando de ejem
teligente empleo, me enseñaron a usarla en la her plificar un poco, veamos cómo puede llevarse a cabo
menéutica, en forma, de hermenéutica analógica. el acto de interpretación que se da en una hermenéu
También fue empleada por otro filósofo mexicano tica analógica. En primer lugar, recordemos que la
que trabajó en Venezuela, Adolfo García Díaz, quien analogía es proporción, por lo que el acto interpreta
estudió la analogía en Santo Tomás, publicó artículos tivo analógico buscará en un texto la proporción que
sobre el tema, y le dio un alto valor en la lógica y la toca al autor, al lector y al mismo texto en cuanto al
epistemología. Igualmente fue cultivada por otro significado. Así, hay un significado del autor y un
eminente filósofo, originario de Florencia y radicado significado del lector que, sintetizados, configuran el
en Venezuela — pero que trabajó muchos años en significado del texto. En una interpretación analó
México— , Alejandro Rossi, quien, en su discurso de gica, que trata de evitar la univocidad del sentido li
ingreso a El Colegio Nacional, apuntó que el primer teral, la cual es inalcanzable, esto es, comprender qué
curso que dictó en la UNAM fue sobre la analogía en dijo verdaderamente el autor, y dado que en la ana
Santo Tomás. La actitud analogista quedó para siem logía predomina la diferencia sobre la identidad, se
pre en su obra tanto filosófica como literaria, por la dará preponderancia al significado del lector, sin que
influencia de sus estudios sobre Wittgenstein y por esto redunde en desprecio del significado del ha
su estrecha amistad con Octavio Paz, el gran poeta blante o autor. No se trata de dejar de lado el signifi
analogista. cado o intencionalidad del autor, sino de reconocer y
tomar conciencia de que éste es imposible de alcanzar
virtud que se atribuía a los buenos intérpretes. Hacer
y que siempre va a predominar nuestra subjetividad.
distinciones relevantes e interesantes, es decir, fructí
Sin embargo, también se debe advertir que no por eso
feras, ayuda a encontrar nuevas interpretaciones, a lan
hemos de resbalar hacia el equivocismo del mero sen
zar buenas hipótesis hermenéuticas, que a5naden no sólo
tido alegórico, según el cual prácticamente nada se
a saUr de las situaciones difíciles, de las interpretaciones
puede recuperar de la intencionalidad del autor y
rivales insuficientes o igualmente cuestionables, sino a
todo se reduce a una producción de sentido que, a la
encontrar interpretaciones más adecuadas al texto y más
postre, nos hunde en el mar del relativismo y hasta
ricas y fecundas para nosotros.
de la incomprensión.
Y es que, en efecto, para llevar al límite el símil,
Para lograr esa proporción, esa proporcionalidad
podemos comparar la situación hermenéutica o el
entre las intencionalidades del autor y del lector, la in
acontecimiento interpretativo con un caso dilemá
terpretación analógica tiene como instrumento la dis
tico, incluso paradójico, en el que nos encontramos,
tinción. Distinguir los significados de un texto lleva a
en un extremo, con dos interpretaciones rivales,
evitar el equívoco, así como a rechazar la pretensión
cada una de las cuales nos lleva a una contradicción
unívoca de la claridad total. Consiste en darse cuenta
o a una consecuencia indeseable, como ocurre preci
de que la posibilidad del múltiple significado, de la
samente en el dilema, en el que cada una de las op
polisemia o multivocidad, puede encontrarse donde
ciones lleva al absurdo. El dilema era llamado
quiera, pero también de que siempre acecha la equi-
— según algunos, por San Jerónimo— silogismo cor-
vocidad, y que se tiene que acudir a la analogía para
nuto ya que sus dos extremos a daban la impresión
espantarla. De hecho, la multivocidad es doble: equí
de ser los cuernos de un toro que embestía, ante el
voca o análoga. La primera es irreductible, la segunda,
que, por evitar un cuerno, se caía mortalmente en el
manejable. Por eso la analogía ahuyenta al fantasma
otro.^° Pero se hablaba jocosamente de romper los
de la equivocidad total, del que ya no hay salida.
cuernos del dilema, y esto se hacía introduciendo la
El genial lógico y pragmatista Charles Sanders Peirce
distinción, como haciendo acrobacias con el toro, para
apuntaba que la distinción supera el dilema, el argu
burlarlo. La sutileza, la distinción, es algo eminente
mento dilemático, esa situación en la que nos encon
mente analógico; era usada por los lógicos antiguos
tramos sin saUda. En el ámbito de la hermenéutica, nos
para evitar los dos cuernos de la univocidad y de la
hallamos frente a dos interpretaciones igualmente in
equivocidad. El propio Peirce, excelente lógico, ha
sostenibles, o igualmente sostenibles, pero que no con
blaba de la analogía como capacidad de distinción,
ducen a la comprensión. Según Peirce, el dilema se
como posibilidad de encontrar matices, diferencias,
produce por una enumeración insuficiente, por no con
tar con todas las posibilidades o hipótesis, lo que se
logra distinguiendo. Si se nos presentan sólo dos inter Cfr. Mauricio Beuchot, Introducción a la lógica, UNAM, México,
pretaciones problemáticas, hay que saber encontrar y 2004, pp. 97-98.
postular una tercera, o introducir una cuarta. Para ello Charles S. Peirce, "La crítica de los argumentos", eri op. c i t ,
p. 202.
se requiere sutileza, la cual, significativamente, era la
diversos sentidos que hicieran escapar de la simplifi otros mismos desde el otro, es decir, escuchar e in
cación univocista y del enredo equivocista. corporar las enseñanzas que nos proporciona dentro
También hay que decir que la hermenéutica ana del diálogo enriquecedor que se entabla.
lógica es una experiencia. Jugando con la distinción La hermenéutica analógica privilegia la diferencia,
kantiana entre lo empírico y lo trascendental, Johan- pues esta última predomina en la analogía por encima
nes Lotz intituló uno de sus libros sobre el tema La de la identidad. Retomando una expresión de Lévinas,
experiencia trascendental, dando a entender que sólo su manera de defender la diferencia será combatiendo
acercando lo trascendental a lo empírico — a pesar de la indiferencia que suele darse entre los seres huma
que Kant los separaba demasiado— se podía acceder nos. Con ello se habrá protegido la diferencia de una
a la propuesta epistemológica que allí se desarrollaba. manera crítica y con ciertos límites, dentro del marco
A mí me gustaría también jugar con los términos y de la convivencia social pacífica y justa.
hablar de una experiencia hermenéutico-analógica, Confío en que este instrumento interpretativo
dado que la hermenéutica y la analogía no están tan sirva para renovar la filosofía en la actualidad, lo cual
alejadas de lo empírico ni tampoco de lo trascenden es una tarea necesaria. Ya hace tiempo que la disci
tal. Se ha de llegar a la conformación de una virtud plina está entrampada en la lucha entre absolutismos
hermenéutico-analógica, es decir, una virtus interpre a ultranza y relativismos excesivos. Es tiempo de que
tativa que asimile y haga propia la experiencia de la salga de ese impasse y se mueva hacia terrenos más
analogía, que ponga en práctica lo que hace que una promisorios, por caminos que conduzcan a alguna
interpretación sea analógica, lo que nos permite ha parte. Estamos en un tiempo indigente y por eso es
blar de una hermenéutica basada en la analogía. necesario buscar el alimento que haga avanzar a la fi
losofía más allá de donde se había quedado estancada.
V. C onclusión Creo que desde América Latina podemos hacer nuestra
aportación. No se trata de desconectarnos de la filoso
El pensamiento analógico, en forma de hermenéutica fía universal, sino de usar lo que ésta nos brinda para
analógica, puede servir para romper los extremos de construir un pensamiento propio, latinoamericano.
la cerrazón que impiden comprender, así sea mínima Esto es algo que están haciendo, de manera excelente,
mente, al otro, y el de la apertura sin fin, que no es filósofos nuestros como Guillermo Hurtado y Ambrosio
real sino imaginaria (si no es que fingida), y nos co Velasco, así como Mario Magallón y su grupo.^^ Buscar
loca en el punto medio frágil y movedizo del que una voz propia, una manera de conocer, o episteme,
trata de comprender, pero sabiendo que su compren que responda a nuestras interrogantes e inquietudes.
sión no será absoluta, que tendrá pérdida, pero que,
con todo, resultará suficiente, pues es la única que
se puede alcanzar desde nuestra limitada compren Cfr. Mario Magallón Anaya y Juan de Dios Escalante Rodríguez
sión. Será un conocimiento que nos permita criticar (coords.), América Latina y su episteme analógica, UNAM, México,
al otro desde nosotros y, también, criticarnos a nos 2014.
I nd ic e
Nota introductoria
G uillerm o H urtad o 3
Los p ro c e so s de la in te r p r e ta c ió n 7
Mauricio Beuchot, Material de Lectura, serie El En
sayo Contemporáneo en México, núm. 8, editado
por la Dirección de Literatura de la Coordinación
de Difusión Cultural de la UWAM, se terminó de
imprimir el 18 de septiembre de 2015. La com
posición tipográfica, formación e impresión se
hicieron en los talleres de Impresos Trece, S. de
R. L. de C.V., Mar Mediterráneo 30, colortía Tacuba
C.P. 14410, Delegación Miguel Hidalgo, México,
D.F. Se tiraron 1000 ejemplares en papel Cultural
de 75 gramos. La composición se hizo en tipos
Officina Serif Book de 8, 11 y 15 puntos. La edi
ción estuvo al cuidado de Víctor Cabrera, JuUeta
Gamboa y del autor.
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