Versículos de La Biblia Acerca de La Alabanza y Adoración

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Versículos de la Biblia acerca de la alabanza y adoración

Antiguo Testamento

 El Señor es mi fortaleza y mi cántico; ¡el Señor es mi salvación! Él es


mi Dios, y lo alabaré; es el Dios de mi padre, y lo enalteceré. Exodo
15.2
 Tú, Señor, eres el único Señor. Tú hiciste los cielos, y los cielos de los
cielos, con todas sus huestes; tú creaste la tierra y el mar, y todo lo
que hay en ellos; tú diste vida a todo cuanto existe; por eso las
huestes celestiales te adoran. Nehemías 9:6 RVC
 Pero yo, con voz de alabanza, te ofreceré sacrificios y cumpliré mis
promesas. La salvación es tuya, Señor. Jonas 2:9 RVC
 ¡Yo alabaré al Señor por su justicia! ¡Cantaré salmos al nombre del
Dios altísimo!  Salmos 7:17 RVC
 Todas las naciones que tú, Señor, has creado vendrán y se postrarán
delante de ti y glorificarán tu nombre. Salmos 86:9 RVC
 ¡Vengan, y rindámosle adoración! ¡Arrodillémonos delante del Señor,
nuestro Creador!  Salmo 95:6 RVC
 Exaltemos al Señor, nuestro Dios! ¡Postrémonos ante el estrado de
sus pies! ¡El Señor es santo! Salmo 99:5 RVC
 ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!  Salmos 150:6 RVC
 

Nuevo Testamento

 Al volver los pastores, iban alabando y glorificando a Dios por todo


lo que habían visto y oído, pues todo había sucedido tal y como se
les había dicho. Lucas 2:20 RVC
 Ellos lo adoraron, y después volvieron muy felices a Jerusalén. Lucas
24:52 RVC
 Pero viene la hora, y ya llegó, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre
busca que lo adoren tales adoradores. 24 Dios es Espíritu; y es
necesario que los que lo adoran, lo adoren en espíritu y en verdad.
Juan 4:23-24 RVC
 Para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo. Romanos 15:6 RVC
 «Alaben al Señor todas las naciones, Y exáltenlo todos los
pueblos.» Romanos 15:11 RVC
 La palabra de Cristo habite ricamente en ustedes. Instrúyanse y
exhórtense unos a otros con toda sabiduría; canten al Señor salmos,
himnos y cánticos espirituales, con gratitud de corazón. Colosenses
3:16 RVC
 «Anunciaré tu nombre a mis hermanos, Y en medio de la
congregación te alabaré.»  Hebreos 2:12 RVC
 Así que nosotros, que hemos recibido un reino inconmovible,
debemos ser agradecidos y, con esa misma gratitud, servir a Dios y
agradarle con temor y reverencia. Hebreos 12:28 RVC
 Y ustedes también, como piedras vivas, sean edificados como casa
espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que
Dios acepte por medio de Jesucristo. 1 Pedro 2:5 RVC
ALABANZA Gozosa gratitud y adoración a Dios en celebración de su
bondad y gracia. Es fundamental para la vida del creyente (en el AT: Sal
9.1–2; 33.2; 103.1–2; y en el NT: Mt 5.16; 11.25; Ef 1.3, 6, 12, 14; Heb 13.15).
(Reina Valera Revisada 1195, edición de Estudio).

 Señor, tú eres mi Dios;


te exaltaré y alabaré tu nombre
porque has hecho maravillas.
Desde tiempos antiguos
tus planes son fieles y seguros.
Isaías 25:1
 Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré
de ustedes toda enfermedad.
Éxodo 23:25
 ¡Que todo lo que respira alabe al Señor! ¡Aleluya!
¡Alabado sea el Señor!
Salmo 150:6
 A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar
himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban.
Hechos 16:25
 Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en
verdad.
Juan 4:24
 Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre.
Salmo 103:1
 Aunque la higuera no florezca,
ni haya frutos en las vides;
aunque falle la cosecha del olivo,
y los campos no produzcan alimentos;
aunque en el aprisco no haya ovejas,
ni ganado alguno en los establos;
aun así, yo me regocijaré en el Señor,
¡me alegraré en Dios, mi libertador!
Habacuc 3:17-18
 ¡Alaben al Señor porque él es bueno,
y su gran amor perdura para siempre!
1 Crónicas 16:34
 Oh Dios, tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta.
Salmo 63:1
 Tuyos son, Señor,
la grandeza y el poder,
la gloria, la victoria y la majestad.
Tuyo es todo cuanto hay
en el cielo y en la tierra.
Tuyo también es el reino,
y tú estás por encima de todo.
1 Crónicas 29:11

 Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre,


y todo el día proclama tu grandeza.
Salmo 71:8
 Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre
misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en
todas nuestras tribulaciones para que, con el mismo consuelo que de
Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos
los que sufren.
2 Corintios 1:3-4
 ¡Qué grande eres, Señor omnipotente! Nosotros mismos hemos
aprendido que no hay nadie como tú, y que aparte de ti no hay Dios.
2 Samuel 7:22
 Canten a Dios, canten salmos a su nombre;
aclamen a quien cabalga por las estepas,
y regocíjense en su presencia.
¡Su nombre es el Señor!
Padre de los huérfanos y defensor de las viudas
es Dios en su morada santa.
Salmo 68:4-5
 Porque todas las cosas proceden de él,
y existen por él y para él.
¡A él sea la gloria por siempre! Amén.
Romanos 11:36
 Vengan, postrémonos reverentes,
doblemos la rodilla
ante el Señor nuestro Hacedor.
Salmo 95:6
 ¿Por qué voy a inquietarme?
¿Por qué me voy a angustiar?
En Dios pondré mi esperanza,
y todavía lo alabaré.
¡Él es mi Salvador y mi Dios!
Salmo 42:11
 Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los
escucharé.
Jeremías 29:12
 Está escrito: «Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—,
ante mí se doblará toda rodilla
y toda lengua confesará a Dios».
Romanos 14:11
 Tu amor es mejor que la vida;
por eso mis labios te alabarán.
Te bendeciré mientras viva,
y alzando mis manos te invocaré.
Salmo 63:3-4
 Den gracias al Señor, invoquen su nombre;
den a conocer sus obras entre las naciones.
Salmo 105:1

 Nadie es santo como el Señor;


no hay roca como nuestro Dios.
¡No hay nadie como él!
1 Samuel 2:2
 Hacia ti extiendo las manos;
me haces falta, como el agua a la tierra seca. Selah
Salmo 143:6
 Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú.
Fuera de ti, no poseo bien alguno».
Salmo 16:2
 Clamé a él con mi boca;
lo alabé con mi lengua.
Salmo 66:17
 Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo,
porque siempre procede con rectitud y justicia, y es capaz de
humillar a los soberbios.
Daniel 4:37
 El Señor es mi fuerza y mi escudo;
mi corazón en él confía;
de él recibo ayuda.
Mi corazón salta de alegría,
y con cánticos le daré gracias.
Salmo 28:7
 Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos
imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,
¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las
generaciones, por los siglos de los siglos! Amén.
Efesios 3:20-21
 Grande es el Señor, y digno de toda alabanza;
su grandeza es insondable.
Salmo 145:3
 Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la
tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: «¡Al que está
sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria
y el poder, por los siglos de los siglos!»
Apocalipsis 5:13
 Bendeciré al Señor en todo tiempo;
mis labios siempre lo alabarán.
Salmo 34:1
 Yo amo al Señor
porque él escucha mi voz suplicante.
Por cuanto él inclina a mí su oído,
lo invocaré toda mi vida.
Salmo 116:1-2
 Los cielos cuentan la gloria de Dios,
el firmamento proclama la obra de sus manos.
Un día transmite al otro la noticia,
una noche a la otra comparte su saber.
Salmo 19:1-2

 Pero yo confío en tu gran amor;


mi corazón se alegra en tu salvación.
Canto salmos al Señor.
¡El Señor ha sido bueno conmigo!
Salmo 13:5-6
 ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien
está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no
son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto,
honren con su cuerpo a Dios.
1 Corintios 6:19-20
 Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza:
instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten
salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de
corazón.
Colosenses 3:16
 Te alabaré, Señor, entre los pueblos;
te cantaré salmos entre las naciones.
Salmo 108:3
 ¿Quién es este Rey de la gloria?
Es el Señor Todopoderoso;
¡él es el Rey de la gloria! Selah
Salmo 24:10
 Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón,
y contar todas tus maravillas.
Salmo 9:1
 La gloria, Señor, no es para nosotros;
no es para nosotros, sino para tu nombre,
por causa de tu amor y tu verdad.
Salmo 115:1
 Gritarán de júbilo mis labios
cuando yo te cante salmos,
pues me has salvado la vida.
Salmo 71:23
 Te exaltaré, mi Dios y rey;
por siempre bendeciré tu nombre.
Salmo 145:1
 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah
Salmo 68:19
 En aquel día se dirá:
«Alaben al Señor, invoquen su nombre;
den a conocer entre los pueblos sus obras;
proclamen la grandeza de su nombre.»
Isaías 12:4
 ¿A quién tengo en el cielo sino a ti?
Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.
Salmo 73:25

 Esta es la oración al Dios de mi vida:


que de día el Señor mande su amor,
y de noche su canto me acompañe.
Salmo 42:8
 No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa
partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad,
alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y
cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Hechos 2:46-47
 A nuestro Dios y Padre sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Filipenses 4:20
 Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor
y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.
2 Pedro 3:18
 Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
dirígeme por amor a tu nombre.
Salmo 31:3
 Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
Hechos 2:21
 Te alabaré con integridad de corazón,
cuando aprenda tus justos juicios.
Salmo 119:7
 Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el
contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que
están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos
puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está
en el cielo.
Mateo 5:15-16
 Tú, oh Dios, estás sobre los cielos,
y tu gloria cubre toda la tierra.
Salmo 108:5
 Quiero alegrarme y regocijarme en ti,
y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.
Salmo 9:2
 En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra
cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.
1 Corintios 10:31
 Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor
y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
1 Timoteo 1:17
 Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está
sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda
rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra.
Filipenses 2:9-10
 El Señor me librará de todo mal y me preservará para su reino
celestial. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
2 Timoteo 4:18
 Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a
ustedes para gloria de Dios.
Romanos 15:7
 Tanto la gente que iba delante de él como la que iba detrás gritaba:
—¡Hosanna al Hijo de David!
—¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
—¡Hosanna en las alturas!
Mateo 21:9
 A ti, Dios de mis padres,
te alabo y te doy gracias.
Me has dado sabiduría y poder,
me has dado a conocer lo que te pedimos,
¡me has dado a conocer el sueño del rey!
Daniel 2:23
 Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».
Romanos 10:13
 El principio de la sabiduría es el temor del Señor;
buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos.
¡Su alabanza permanece para siempre!
Salmo 111:10
 Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad.
Lucas 2:14
 Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se
rasuró la cabeza, y luego se dejó caer al suelo en actitud de
adoración. Entonces dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre,
y desnudo he de partir.
El Señor ha dado; el Señor ha quitado.
¡Bendito sea el nombre del Señor!»
Job 1:20-21
 Oh Dios y Salvador nuestro,
por la gloria de tu nombre, ayúdanos;
por tu nombre, líbranos y perdona nuestros pecados.
Salmo 79:9
 Mientras ayunaban y participaban en el culto al Señor, el Espíritu
Santo dijo: «Apártenme ahora a Bernabé y a Saulo para el trabajo al
que los he llamado».
Hechos 13:2
 En cuanto a las mujeres, quiero que ellas se vistan decorosamente,
con modestia y recato, sin peinados ostentosos, ni oro, ni perlas ni
vestidos costosos. Que se adornen más bien con buenas obras,
como corresponde a mujeres que profesan servir a Dios.
1 Timoteo 2:9-10
 Los pastores regresaron glorificando y alabando a Dios por lo que
habían visto y oído, pues todo sucedió tal como se les había dicho.
Lucas 2:20
 Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey
Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente.
—¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? —preguntaron—.
Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.
Mateo 2:1-2
 Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos,
¡tu gloria cubre toda la tierra!
Salmo 57:5
 Canten salmos al Señor,
porque ha hecho maravillas;
que esto se dé a conocer
en toda la tierra.
Isaías 12:5
Efesios 5:19
Cuando se reúnan, reciten salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y
celebrando al Señor de todo corazón.
Salmo 150:1-6
¡Aleluya! Alaben a Dios en su Santuario, alábenlo en su poderoso
firmamento; alábenlo por su inmensa grandeza. Alábenlo con toques de
trompeta, alábenlo con el arpa y la cítara; alábenlo con tambores y danzas,
alábenlo con laudes y flautas. Alábenlo con platillos sonoros, alábenlo con
platillos vibrantes, ¡Que todos los seres vivientes alaben al Señor! ¡Aleluya!
Juan 4:23
Pero la hora se acerca, y ya ha llegado, en que los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad, porque esos son los adoradores
que quiere el Padre.
Salmo 100:2
Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él pertenecemos; somos
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Colosenses 3:16
Que la Palabra de Cristo resida en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse
en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios
con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados.
Salmo 100:4
¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su
fidelidad por todas las generaciones.
Salmo 95:1-6
¡Vengan, cantemos con júbilo al Señor, aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias, aclamemos con música al Señor!
Porque el Señor es un Dios grande, el soberano de todos los dioses: en su
mano están los abismos de la tierra, y son suyas las cumbres de las
montañas; suyo es el mar, porque él lo hizo, y la tierra firme, que formaron
sus manos. ¡Entren, inclinémonos para adorarlo! ¡Doblemos la rodilla ante
el Señor que nos creó!
Juan 4:24-27
Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad».
La mujer le dijo: «Yo sé que el Mesías, llamado Cristo, debe venir. Cuando él
venga, nos anunciará todo». Jesús le respondió: «Soy yo, el que habla
contigo». En ese momento llegaron sus discípulos y quedaron
sorprendidos al verlo hablar con una mujer. Sin embargo, ninguno le
preguntó: «¿Qué quieres de ella?» o «¿Por qué hablas con ella?».
Hebreos 13:15
Y por medio de él, ofrezcamos sin cesar a Dios un sacrificio de alabanza, es
decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre.
Salmo 51:15
¡Líbrame de la muerte, Dios, salvador mío, y mi lengua anunciará tu justicia!
Daniel 2:23
A ti, Dios de mis padres, yo te alabo y glorifico, porque me has dado la
sabiduría y la fuerza; y ahora me has manifestado lo que te habíamos
pedido, porque nos has hecho conocer lo concerniente al rey.
Salmo 145:1-4
Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, y bendeciré tu Nombre
eternamente; Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar.
¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable!
Cada generación celebra tus acciones y le anuncia a las otras tus portentos.
Hechos 16:25-26
Cerca de la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas de
Dios, mientras los otros prisioneros los escuchaban. De pronto, la tierra
comenzó a temblar tan violentamente que se conmovieron los cimientos
de la cárcel, y en un instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de
los prisioneros se soltaron.
Salmo 111:10
El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría: son prudentes los que lo
practican. Su alabanza por siempre permanece.
Josué 1:9
¿Acaso no soy yo el que te ordeno que seas fuerte y valiente? No temas ni
te acobardes, porque el Señor, tu Dios, estará contigo dondequiera que
vayas».
Job 1:20-21
Entonces Job se levantó y rasgó su manto; se rapó la cabeza, se postró con
el rostro en tierra y exclamó: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y
desnudo volveré allí. El Señor me lo dio y el Señor me lo quitó: ¡bendito sea
el nombre del Señor!.
Salmo 89:5
El cielo celebre tus maravillas, Señor, y tu fidelidad en la asamblea de los
santos.
Salmo 139:13-14
Tú creaste mis entrañas, me plasmaste en el seno de mi madre: te doy
gracias porque fui formado de manera tan admirable. ¡Qué maravillosas
son tus obras! Tú conocías hasta el fondo de mi alma.
Salmo 146:10
El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las
generaciones. ¡Aleluya!
Éxodo 20:2-6
Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar en
esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ninguna
escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la
tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas, ni les
rendirás culto, porque yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo
la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si
ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si
me aman y cumplen mis mandamientos.
Salmo 119:164
Los que aman tu ley gozan de una gran paz, nada los hace tropezar.
Salmo 28:7
El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confía en él. Mi corazón se
alegra porque recibí su ayuda: por eso le daré gracias con mi canto.
Salmo 56:4
Confío en Dios y alabo su Palabra, confío en él y ya no temo: ¿qué puede
hacerme un simple mortal?
Salmo 30:11-12
Tú convertiste mi lamento en júbilo, me quitaste el luto y me vestiste de
fiesta, para que mi corazón te cante sin cesar. ¡Señor, Dios mío, te daré
gracias eternamente!
Isaías 42:10
¡Canten al Señor un canto nuevo, alábenlo desde los confines de la tierra;
resuene el mar y todo lo que hay en él, las costas lejanas y sus habitantes!
Salmo 48:10
Nosotros evocamos tu misericordia en medio de tu Templo, oh Dios.
Efesios 1:3
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha
bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo.
Salmo 113:1-3
¡Aleluya! Alaben, servidores del Señor, alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor, desde ahora y para siempre. Desde la
salida del sol hasta su ocaso, sea alabado el nombre del Señor. El Señor
está sobre todas las naciones, su gloria se eleva sobre el cielo.
Salmo 147:1
¡Aleluya! ¡Qué bueno es cantar a nuestro Dios, qué agradable y merecida es
su alabanza!
Sofonías 3:17
¡El Señor, tu Dios, está en medio de ti, es un guerrero victorioso! El exulta
de alegría a causa de ti, te renueva con su amor y lanza por ti gritos de
alegría.
Salmo 67:1-3
Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. Salmo. Canto. Que Dios
tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que
en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones.
Apocalipsis 5:12-13
Y exclamaban con voz potente: «El Cordero que ha sido inmolado es digno
de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la fuerza y el honor, la gloria y
la alabanza». También oí que todas las criaturas que están en el cielo, sobre
la tierra, debajo de ella y en el mar, y todo lo que hay en ellos, decían: «Al
que está sentado sobre el trono y al Cordero, alabanza, honor, gloria y
poder, por los siglos de los siglos».
Salmo 148:13-14
Alaben el nombre del Señor. Porque sólo su Nombre es sublime; su
majestad está sobre el cielo y la tierra, y él exalta la fuerza de su pueblo. ¡A
él, la alabanza de todos sus fieles, y de Israel, el pueblo de sus amigos!
¡Aleluya!
Salmo 34:1-3
De David. Cuando se fingió demente delante de Abimélec, y tuvo que irse,
echado por él. Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará
siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor; que lo oigan los
humildes y se alegren.
Salmo 74:21
Que el débil no retroceda lleno de confusión, que el pobre y el oprimido
alaben tu Nombre.
Santiago 5:13
Si alguien está afligido, que ore. Si está alegre, que cante salmos.

Salmo 148:1-5
¡Aleluya! Alaben al Señor desde el cielo, alábenlo en las alturas; alábenlo,
todos sus ángeles, alábenlo, todos sus ejércitos. Alábenlo, sol y luna,
alábenlo, astros luminosos; alábenlo, espacios celestiales y aguas que
están sobre el cielo. Alaben el nombre del Señor, porque él lo ordenó, y
fueron creados.
Isaías 25:1
Señor, tú eres mi Dios, yo te exalto, doy gracias a tu Nombre. Porque tú
has realizado designios admirables, firmemente establecidos desde
tiempos antiguos.
Salmo 33:1-3
Aclamen, justos, al Señor; es propio de los buenos alabarlo. Alaben al
Señor con la cítara, toquen en su honor el arpa de diez cuerdas; entonen
para él un canto nuevo, toquen con arte, profiriendo aclamaciones.
Habacuc 3:17-18
Porque la higuera no florece, ni se recoge nada en las viñas; fracasa la
cosecha del olivo y los campos no dan alimento; las ovejas desaparecerán
del corral y no hay bueyes en los establos. Pero yo me alegraré en el Señor,
me regocijaré en Dios, mi Salvador.
Romanos 12:1-2
Por lo tanto, hermanos, yo los exhorto por la misericordia de Dios a
ofrecerse ustedes mismos como una víctima viva, santa y agradable a Dios:
este es el culto espiritual que deben ofrecer. No tomen como modelo a
este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su
mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo
que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
Mateo 7:7-8
Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque
todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le
abrirá.
Salmo 48:1
El Señor es grande y digno de alabanza, en la Ciudad de nuestro Dios.
Salmo 147:7-8
Respondan al Señor dándole gracias, toquen la cítara para nuestro Dios. Él
cubre el cielo de nubes y provee de lluvia a la tierra; hace brotar la hierba
en las montañas y las plantas para provecho del hombre.
Hechos 2:46-47
Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus
casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón; ellos alababan a
Dios y eran queridos por todo el pueblo. Y cada día, el Señor acrecentaba
la comunidad con aquellos que debían salvarse.
Salmo 66:8
Bendigan, pueblos, a nuestro Dios, hagan oír bien alto su alabanza.
1 Crónicas 16:8
¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los
pueblos sus proezas.
Salmo 9:11
¡Confíen en ti los que veneran tu Nombre, porque tú no abandonas a los
que te buscan!
Salmo 106:47-48
Sálvanos, Señor y Dios nuestro; congréganos de entre las naciones, para
que podamos dar gracias a tu santo Nombre y gloriarnos de haberte
alabado. ¡Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde ahora y para siempre!
Y todo el pueblo diga: ¡Amén! ¡Aleluya!
1 Crónicas 29:13
Por eso, Dios nuestro, te damos gracias y alabamos tu Nombre glorioso.
Versículos de Alabanza y Adoración
Salmo 63:3-5
Porque tu amor vale más que la vida, mis labios te alabarán. Así te
bendeciré mientras viva y alzaré mis manos en tu Nombre. Mi alma
quedará saciada como con un manjar delicioso, y mi boca te alabará con
júbilo en los labios.
Salmo 66:1-2
¡Aclame a Dios toda la tierra! ¡Canten la gloria de su Nombre! Tribútenle
una alabanza gloriosa, 3 digan a Dios: «¡Qué admirables son tus obras!».
Por la inmensidad de tu poder, tus enemigos te rinden pleitesía.
Jeremías 31:7
Porque así habla el Señor: ¡Griten jubilosos por Jacob, aclamen a la primera
de las naciones! Háganse oír, alaben y digan: «¡El Señor ha salvado a su
pueblo, al resto de Israel!».
Joel 2:26
Comerán abundantemente hasta saciarse, y alabarán el nombre del Señor,
su Dios, que ha hecho maravillas con ustedes. ¡Mi pueblo jamás quedará
confundido!
Salmo 149:1-3
¡Aleluya! Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la
asamblea de los fieles; que Israel se alegre por su Creador y los hijos de
Sión se regocijen por su Rey. Celebran su Nombre con danzas, cántenle
con el tambor y la cítara.
Isaías 38:10-13
«Yo decía: En lo mejor de mis días me tengo que ir: he sido destinado a las
puertas del Abismo por el resto de mis años. Yo decía: Ya no contemplaré
al Señor en la tierra de los vivientes; no verá más a los hombres entre los
habitantes del mundo. Arrancan mi morada y me la arrebatan, como una
carpa de pastores. Como un tejedor, yo enrollaba mi vida, pero él me corta
de la trama: ¡de la mañana a la noche terminas conmigo! Pido auxilio hasta
la mañana; él quiebra todos mis huesos como un león: ¡de la mañana a la
noche terminas conmigo!
Salmo 119:175
Que yo viva y pueda alabarte, y que tu justicia venga en mi ayuda.

1 Crónicas 16:25
Porque el Señor es grande y muy digno de alabanza, más temible que
todos los dioses.
Salmo 7:17
Daré gracias al Señor por su justicia y cantaré al nombre del Señor Altísimo.
Salmo 69:30
Así alabaré con cantos el nombre de Dios, y proclamaré su grandeza dando
gracias.
Lucas 2:20
Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que
habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
2 Samuel 22:4
Yo invoco al Señor, que es digno de alabanza, y quedo a salvo de mis
enemigos.
Salmo 106:1
¿Quién puede hablar de las proezas del Señor y proclamar todas sus
alabanzas?
1 Corintios 13:7-8
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El
amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas
terminará, la ciencia desaparecerá.
Salmo 22:3
Te invoco de día, y no respondes, de noche, y no encuentro descanso.
2 Juan 1:9
Todo el que se aventura más allá de la doctrina de Cristo y no permanece
en ella, no está unido a Dios. En cambio, el que permanece en su doctrina
está unido al Padre y también al Hijo.
Isaías 12:4-5
Y dirán en aquel día: Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, anuncien
entre los pueblos sus proezas, proclamen qué sublime es su Nombre.
Canten al Señor porque ha hecho algo grandioso: ¡que sea conocido en
toda la tierra!
Salmo 75:9
Pero yo me alegraré para siempre, cantaré al Dios de Jacob.
Apocalipsis 19:5-6
Se les permitió, no que los mataran, sino que los atormentaran durante
cinco meses, con un dolor parecido al que produce la picadura del
escorpión. En aquellos días los hombres buscarán la muerte, y no la
encontrarán; querrán morir, pero la muerte huirá de ellos.
1 Crónicas 16:29
Aclamen la gloria del nombre del Señor, preséntense ante él, trayendo
una ofrenda.
Salmo 2:11
Temblando, ríndanle homenaje, no sea que se irrite y vayan a la ruina,
porque su enojo se enciende en un instante. ¡Felices los que se refugian en
él!
Isaías 29:13
El Señor ha dicho: Este pueblo se acerca a mi con la boca y me honra con
los labios, pero su corazón está lejos de mi, y el temor que me tiene no es
más que un precepto humano, aprendido por rutina.
Salmo 101:1
Celebraré con un canto la bondad y la justicia: a ti, Señor, te cantaré.
Jueces 5:3
¡Escuchen, reyes! ¡Presten oído, príncipes! Yo voy a cantar, voy a cantar al
Señor, celebraré al Señor, el Dios de Israel.
Salmo 8:2
Con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste una fortaleza
contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde.

Salmo 61:8
Con la alabanza de los niños y de los más pequeños, erigiste
una fortaleza contra tus adversarios para reprimir al enemigo y al rebelde.
Isaías 42:8
¡Yo soy el Señor, este es mi Nombre! No cederé mi gloria a ningún otro ni
mi alabanza a los ídolos.
Salmo 135:1-3
¡Aleluya! Alaben el nombre del Señor, alábenlo, servidores del Señor, los
que están en la Casa del Señor, en los atrios del Templo de nuestro Dios.
Alaben al Señor, porque es bueno, canten a su Nombre, porque es amable.
Jeremías 31:4
De nuevo te edificaré y serás reedificada, virgen de Israel; de nuevo te
adornarás con tus tamboriles y saldrás danzando alegremente.
Salmo 98:4-5
Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. Canten al
Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales.
Salmo 104:33
Cantaré al Señor toda mi vida; mientras yo exista, celebraré a mi Dios.
Salmo 35:28
Pero yo me alegraré en el Señor, me regocijaré por su victoria.
Mateo 2:11
Y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y
postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le
ofrecieron dones, oro, incienso y mirra.
Santiago 3:10
De la misma boca salen la bendición y la maldición. Pero no debe ser así,
hermanos.
Salmo 57:7-9
Ellos tendieron una red a mi paso, para que yo sucumbiera; cavaron una
fosa ante mí, pero cayeron en ella. Mi corazón está firme. Dios mío, mi
corazón está firme. Voy a cantar al son de instrumentos: ¡despierta, alma
mía! ¡Despierten, arpa y cítara, para que yo despierte a la aurora!
Salmo 79:13
Y nosotros, que somos tu pueblo y las ovejas de tu rebaño, te daremos
gracias para siempre, y cantaremos tus alabanzas por todas las
generaciones.
Romanos 15:8-10
Porque les aseguro que Cristo se hizo servidor de los judíos para confirmar
la fidelidad de Dios, cumpliendo las promesas que él había hecho a
nuestros padres, y para que los paganos glorifiquen a Dios por su
misericordia. Así lo enseña la Escritura cuando dice: “Yo te alabaré en
medio de las naciones, Señor, y cantaré en honor de tu Nombre”. Y en otra
parte dice: “¡Pueblos extranjeros, alégrense con el Pueblo de Dios!”.
Salmo 117:1-2
¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!
Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece
para siempre. ¡Aleluya!
Salmo 66:17
Apenas mi boca clamó hacia él, mi lengua comenzó a alabarlo.
Salmo 71:14
Yo, por mi parte, seguiré esperando y te alabaré cada vez más.
Deuteronomio 10:21
Él es tu gloria y tu Dios, y él realizó en tu favor esas tremendas hazañas de
que fuiste testigo.
Salmo 69:34
Porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos.
Salmo 149:6
Glorifiquen a Dios con sus gargantas y empuñen la espada de dos filos.
Juan 4:14
Pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed. El
agua que yo le daré se convertirá en él en manantial que brotará hasta la
Vida eterna».
Isaías 42:12
¡Den gloria al Señor, proclamen su alabanza en la costas lejanas!
Salmo 43:4
¿Por qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo
volveré a darle gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios.
Salmo 40:3
Puso en mi boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos, al ver
esto, temerán y confiarán en el Señor.
Salmo 138:1
Me postraré ante tu santo Templo, y daré gracias a tu Nombre por tu amor
y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre.
Hebreos 2:12
Cuando dice: “Yo anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en
medio de la asamblea”.
Salmo 103:1-4
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre;
bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. El perdona
todas tus culpas y cura todas tus dolencias; rescata tu vida del sepulcro, te
corona de amor y de ternura.
Salmo 21:13
Levántate, Señor, con tu fuerza, para que cantemos y celebremos tus
proezas!
Job 21:11
Hacen correr a sus niños como ovejas, sus hijos pequeños saltan de alegría.
Salmo 42:11
¿Por qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas? Espera en Dios, y yo
volveré a darle gracias, a él, que es mi salvador y mi Dios.
Salmo 47:6
Canten, canten a nuestro Dios, canten, canten a nuestro Rey.
Éxodo 15:11
¿Quién, como tú, es admirable entre los santos, terrible por tus hazañas,
autor de maravillas?
Salmo 146:1-2
¡Aleluya! ¡Alaba al Señor, alma mía! Alabaré al Señor toda mi vida; mientras
yo exista, cantaré a mi Dios.
Jeremías 29:11
Porque yo conozco muy bien los planes que tengo proyectados sobre
ustedes: son planes de prosperidad y no de desgracia, para asegurarles un
porvenir y una esperanza.
Salmo 105:1-2
¡Den gracias al Señor, invoquen su Nombre, hagan conocer entre los
pueblos sus proezas; canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!
Jeremías 17:14
¡Sáname, Señor, y quedaré sano, sálvame y estaré a salvo, porque tú eres
mi alabanza!
Salmo 102:18
Quede esto escrito para el tiempo futuro y un pueblo renovado alabe al
Señor.
Versículos de Alabanza y Gratitud
1 Pedro 1:7
Así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será mucho más valiosa que
el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de
alabanza, de gloria y de honor el día de la Revelación de Jesucristo.

1 Crónicas 16:9
Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus
maravillas!
Salmo 78:4
No queremos ocultarlo a nuestros hijos, lo narraremos a la próxima
generación: son las glorias del Señor y su poder, las maravillas que él
realizó.
Salmo 66:4
Toda la tierra se postra ante ti, y canta en tu honor, en honor de tu
Nombre.

Génesis 22:5
Y dijo a sus servidores: «Quédense aquí con el asno, mientras yo y el
muchacho seguimos adelante. Daremos culto a Dios, y después
volveremos a reunirnos con ustedes».
Salmo 29:2
¡Aclamen la gloria del hombre del Señor, adórenlo al manifestarse
su santidad!
Salmo 96:1-6
Canten al Señor un canto nuevo, cante al Señor toda la tierra; canten al
Señor, bendigan su Nombre, día tras día, proclamen su victoria. Anuncien
su gloria entre las naciones, y sus maravillas entre los pueblos. Porque el
Señor es grande y muy digno de alabanza, más temible que todos los
dioses. Los dioses de los pueblos no son más que apariencia, pero el Señor
hizo el cielo; en su presencia hay esplendor y majestad, en su Santuario,
poder y hermosura.

Daniel 4:34
Ahora yo, Nabucodonosor, glorifico, exalto y celebro al Rey del cielo,
porque todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia. Y él tiene
poder para humillar a los que caminan con arrogancia.
Salmo 119:171
Que mis labios expresen tu alabanza, porque me has enseñado tus
preceptos.
Efesios 4:1
Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una
manera digna de la vocación que han recibido.

Salmo 71:5-8
Porque tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En
ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste
mi protector, y mi alabanza está siempre ante ti. Soy un motivo de estupor
para muchos, pero tú eres mi refugio poderoso. Mi boca proclama tu
alabanza y anuncia tu gloria todo el día.
Lucas 19:37-38
Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los
discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por
todos los milagros que habían visto. Y decían:»¡Bendito sea el Rey que
viene en nombre del Señor! ¡Paz en el cielo y gloria en las alturas!».
Salmo 68:4
Pero los justos se regocijan, gritan de gozo delante de Dios y se llenan de
alegría.

Hebreos 10:19-20
Por lo tanto, hermanos, tenemos plena seguridad de que podemos entrar
en el Santuario por la sangre de Jesús, siguiendo el camino nuevo y
viviente que él nos abrió a través del velo del Templo, que es su carne.
Salmo 59:16-17
Vagan en busca de comida; mientras no se sacian, siguen ladrando. Pero yo
cantaré tu poder, y celebraré tu amor de madrugada, porque tú has sido
mi fortaleza y mi refugio en el peligro.
Jeremías 20:13
¡Canten al Señor, alaben al Señor, porque él libró la vida del indigente del
poder de los malhechores!

Salmo 111:1
¡Aleluya! Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la
asamblea de los justos.
Salmo 99:1-5
Yo te amo, Señor, mi fuerza, Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador,
mi Dios, el peñasco en que me refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi
baluarte. Invoqué al Señor, que es digno de alabanza y quedé a salvo de
mis enemigos. Las olas de la Muerte me envolvieron, me aterraron los
torrentes devastadores, me cercaron los lazos del Abismo, las redes de la
Muerte llegaron hasta mí.
Juan 14:14
Si ustedes me piden algo en mi Nombre, yo lo haré.

Salmo 104:35
Que los pecadores desaparezcan de la tierra y los malvados ya no existan
más. ¡Bendice al Señor, alma mía! ¡Aleluya!
Salmo 42:5
Al recordar el pasado, me dejo llevar por la nostalgia: ¡cómo iba en medio
de la multitud y la guiaba hacia la Casa de Dios, entre cantos de alegría y
alabanza, en el júbilo de la fiesta!
Daniel 4:37
Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco y glorifico al Rey del cielo,
porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos justos; y él puede
humillar a los que andan con soberbia.
Salmo 115:17-18
Los muertos ya no alaban al Señor, ni tampoco a los que bajaron del
sepulcro. Nosotros, los vivientes, bendecimos al Señor, desde ahora y para
siempre. ¡Aleluya!
Salmo 108:1-3
Mi corazón está firme, Dios mío, mi corazón está firme. Voy a cantar al son
de instrumentos: ¡despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y cítara, para que
yo despierte a la aurora! Te alabaré en medio de los pueblos, Señor, te
cantaré entre las naciones.
Salmo 71:22-23
Entonces te daré gracias con el arpa, por tu fidelidad, Dios mío; te cantaré
con la cítara, a ti, el Santo de Israel. Mis labios te cantarán jubilosos, y
también mi alma, que tú redimiste.

2 Crónicas 5:13-14
Los que tocaban las trompetas y los cantores hacían oír sus voces al
unísono, para alabar y celebrar al Señor. Y cuando ellos elevaban la voz al
son de las trompetas, de los címbalos y de los instrumentos musicales,
para alabar al Señor «porque es bueno, porque es eterno su amor», una
nube llenó el Templo, la Casa del Señor, de manera que los sacerdotes no
pudieron continuar sus servicios a causa de la nube, porque la gloria del
Señor llenaba la Casa de Dios.
Salmo 22:22-23
Sálvame de la boca del león, salva a este pobre de los toros salvajes. Yo
anunciaré tu Nombre a mis hermanos, te alabaré en medio de la asamblea.
Salmo 35:18
Y te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré en medio de una multitud.

2 Crónicas 7:3
Todos los israelitas, al ver que bajaba el fuego y que la gloria del Señor se
posaba sobre la Casa, se postraron con el rostro en tierra sobre el
pavimento, mientras adoraban y celebraban al Señor, «porque es bueno,
porque es eterno su amor».
Salmo 68:32
¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno a Dios!
Salmo 112:1
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos.

1 Pedro 2:9
Ustedes, en cambio, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación
santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los
llamó de las tinieblas a su admirable luz.
Salmo 18:3
Señor, mi Roca, mi fortaleza y mi libertador, mi Dios, el peñasco en que me
refugio, mi escudo, mi fuerza salvadora, mi baluarte.
Apocalipsis 7:12
Diciendo: «¡Amén! ¡Alabanza, gloria y sabiduría, acción de gracias, honor,
poder y fuerza a nuestro Dios para siempre! ¡Amén!

Salmo 109:30
Yo daré gracias al Señor en alta voz, lo alabaré en medio de la multitud.
Romanos 14:11
Porque está escrito: “Juro que toda rodilla se doblará ante mí y toda
lengua dará gloria a Dios”, dice el Señor.
Salmo 86:9
Todas las naciones que has creado vendrán a postrarse delante de ti y
glorificarán tu Nombre, Señor.

Salmo 47:1
Aplaudan, todos los pueblos, aclamen a Dios con gritos de alegría.
Eclesiastés 3:4
Un tiempo para llorar y un tiempo para reír, un tiempo para lamentarse y
un tiempo para bailar.
Salmo 30:4
Tú, Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba
entre los que bajan al sepulcro.
Salmo 145:21
Mi boca proclamará la alabanza del Señor: que todos los vivientes
bendigan su santo Nombre, desde ahora y para siempre.
Isaías 43:21
El Pueblo que yo me formé para que pregonara mi alabanza.
Salmo 119:7
Te alabaré con un corazón recto, cuando aprenda tus justas decisiones.

Salmo 18:49
Por eso te alabaré entre las naciones y cantaré, Señor, en honor de tu
Nombre.
1 Crónicas 16:34-36
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
Díganle: «¡Sálvanos, Dios de nuestra salvación! Congréganos y líbranos de
las naciones, para que demos gracias a tu santo Nombre y nos gloriemos
en tu alabanza». ¡Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, desde siempre y
para siempre!». Y todo el pueblo respondió: «¡Amén!». «¡Alabanza al
Señor!».
Salmo 147:12
¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión!

Salmo 132:7
¡Entremos en su Morada, postrémonos ante el estrado de sus pies!
Éxodo 23:25
Ustedes servirán al Señor, su Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo
apartaré de ti las enfermedades.
Salmo 22:25-27
Porque él no ha mirado con desdén ni ha despreciado la miseria del pobre:
no le ocultó su rostro y lo escuchó cuando pidió auxilio» Por eso te alabaré
en la gran asamblea y cumpliré mis votos delante de los fieles: los pobres
comerán hasta saciarse y los que buscan al Señor lo alabarán. ¡Que sus
corazones vivan para siempre!
Filipenses 4:8
En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es
justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de
virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus
pensamientos.
Salmo 9:1-2
Te doy gracias, Señor, de todo corazón y proclamaré todas tus maravillas.
Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar himnos a tu Nombre,
Altísimo.
Esdras 3:11
Ellos cantaban al Señor, alabándolo y dándole gracias: «Porque él es
bueno, porque es eterno su amor hacia Israel». Y todo el pueblo
prorrumpía en grandes aclamaciones, alabando al Señor, porque se ponían
los cimientos de la Casa del Señor.

Salmo 92:1
Es bueno dar gracias al Señor, y cantar, Dios Altísimo, a tu Nombre.
Isaías 6:7
Él le hizo tocar mi boca, y dijo: «Mira: esto ha tocado tus labios; tu culpa ha
sido borrada y tu pecado ha sido expiado».
Salmo 107:32
Aclámenlo en la asamblea del pueblo, alábenlo en el consejo de los
ancianos.

Juan 3:16
Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el
que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.
Salmo 116:19
En los atrios de la Casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. ¡Aleluya!
2 Samuel 22:50
Por eso te alabaré entre las naciones y cantaré, Señor, en honor de tu
Nombre.
Éxodo 15:2
El Señor es mi fuerza y mi protección, él me salvó. El es mi Dios y yo lo
glorifico, es el Dios de mi padre y yo proclamo su grandeza.
2 Corintios 1:3-4
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las
misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas
nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el
mismo consuelo que recibimos de Dios.

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