Dulce
Dulce
Dulce
Sírvete Adolfo.
ADOLFO. - Carajo, nada haces bien, (MIRANDO SU RELOJ) apúrate que me gana la hora, tengo
que ir a trabajar.
ADOLFO. - Si es por lo de anoche, disculpa, a veces uno con sus tragos no sabe lo que hace, se me
fue la mano sin querer. Te prometo que no volverá a pasar.
ADOLFO. - Que pasa con Esperanza. No me digas que esta con su domingo siete, tú eres la
culpable por no cuidarla.
ADOLFO. - ¿Entonces qué pasa? ¿Está enferma?, o ya salió con el cuento que quiere tener
enamorado.
ADOLFO. - No, entonces que es, habla rápido, que no tengo todo el día.
DULCE. - Quiere postular a la universidad, y para eso necesita prepararse en una academia.
ADOLFO. - Mira el dinero no me alcanza, además falta un año para que termine, puede trabajar en
sus vacaciones, ahorrar y pagar su academia, mejor después hablamos.
DULCE. El próximo año hay un examen de primera opción para los mejores alumnos de todos los
colegios del estado y ella quiere postular.
DULCE. - Te levantas tarde y el tiempo no te alcanza, ni para tomar el desayuno ni para conversar.
DULCE. - Nada hija me resbale, como llevaba la taza con café, me cayó encima.
DULCE. - Tu papa llego un poco tarde, y quería comer, la comida estaba fría, tuve que calentarla,
pero no me gritaba hijita hablaba fuerte nada mas.
DULCE. - Tu papa viene cansado de trabajar, pero siempre trata de conversar con él.
ESPERANZA. - Conversar no se puede mama, se cierra en sus ideas, y grita cuando uno no esta
de acuerdo.
ESPERANZA. - Antes no era así, hará dos años que ha cambiado, desde que dijo que lo
ascendieron en el trabajo para de mal humor y siempre borracho. Temo que me pueda pegar.
ESPERANZA. -Siempre decía que con un mejor puesto en el trabajo mejoraría nuestra situación,
pero no, todo esta peor.
ESPERANZA. - Ojalá mamá, ojalá, hablaste con mi papá para que page la academia, sabes que
quiero postular a la Universidad y necesito prepararme.
DULCE. - Si ya conversamos, pero en la noche volveré hablar con el, tratándose de tus estudios
seguro que te va ayudar.
ESPERANZA. - Y si no quiere?
DULCE. - No te preocupes hija si va a querer, en caso no le alcanza el dinero, sabes que coso
vestidos de todo el vecindario y con lo que me pagan puede servir para tus estudios.
ESPERANZA. - Ten cuidado mamá cuando hables con mi papa, hoy es viernes, y los fines de
semana se va con sus amigos y viene borracho.
DULCE. - No te preocupes hija, él me quiere, no pasara nada. Sera mejor que vayas al colegio, no
debes llegar tarde.
DULCE. - (DULCE SE QUEDA SOLA Y PENSANDO EN VOZ ALTA.) Porque habrá cambiado
Adolfo, tiene todo lo que una persona busca, una casa, un buen trabajo, una hija que le quiere, yo le
atiendo bien, pero parece que no valora, me maltrata, o talvez hay otra persona, no, no creo.
VECINA1.- Y porque traes lentes oscuros. (LE RETIRA LOS LENTES Y VE EL OJO DERECHO
MORETEADO)
DULCE. - Es que… tiene razón en enojarse, ayer no le guarde comida, y hoy día prepare muy
tarde el desayuno.
DULCE. - En verdad me dijo que era la última vez, no hace falta ninguna denuncia.
VECINA2.- Hola Dulce, hola vecinita, caramba todo el barrio esta reunido.
VECINA2.- Ese desgraciado, le daría un par de golpes y después lo metería preso para que
aprenda.
VECINA2.- Seguro que sí, tú trabajas muy bien, no lo dudo. Como te va con Adolfo.
DULCE. - Es que…
VECINA1.- Mira lo que le ha hecho ese desgraciado. (LE QUITA LOS LENTES Y LE MUESTRA
LOS MORETONES EN LOS BRAZOS)
VECINA2.- ¡Hay Dios mío!, que salvaje, no sé cómo lo soportas, denúncialo o sepárate.
VECINA1.- Siempre se les veía muy amorosos, hacían una linda pareja.
VECINA2.- Los primeros días de convivencia todo muy bien, compartíamos las tareas de la casa,
íbamos a comprar juntos, hasta me llevaba el desayuno a la cama los domingos, la pasamos de
maravilla.
VECINA2.- Todo lo bello solo duro tres semanas, de ahí en adelante todo cambio, si íbamos al cine
el escogía la película, los sábados y domingos oh salía jugar con los amigos, oh se apoderaba del
televisor a ver los partidos de futbol todo el día, ya no me ayudaba en casa.
VECINA2.- No, me trague la cólera, logre dominarme deje que terminen y en la tarde cuando se
fueron, hable con Pocho.
VECINA1.- ¿Qué paso?
VECINA2.- Le dije que está bien que se reúna con sus amigos, pero debe avisar antes, para
prepararme o talvez ese no sea el momento para reunirse, pero ambos tenemos que estar de
acuerdo.
VECINA2.- No, al contrario, me grito y dijo “Soy el hombre de la casa y yo tomo las decisiones y
punto”.
VECINA2.- Yo asustarme, hay caray, también lo grité le dije “Un momentito esta es mi casa y si
vamos a convivir se harán las cosas de común acuerdo “
VECINA2.- Volvió a gritarme a insultar a tratarme con lisuras y me dio una cachetada, que me tumbo
en el sofá.
VECINA2- Me levante con una rabia, cogí una silla, pero me controle, solo le dije “Coge tus cosas y
te largas de mi casa, hasta acá hemos llegado”
VECINA2.- Se dio cuenta lo que había echo, me pedía disculpas, pero yo no acepte, lo largué, tuvo
que coger sus cosas e irse.
VECINA2.- Mira Dulce, ni mareado ni bueno y sano un hombre no puede tocarte, si te quiere de
VECINA2.- No, si le perdonaba la primera, después venia una segunda vez, y luego otra y otra, el
que es pegalon no cambia.
VECINA1.- Si es cierto, pero es que yo lo tengo clarito desde que nos comprometimos, desde el
primer día le dije a mi esposo que si me hace una , una nada mas , todo termina ahí, claro que
hemos tenido a lo largo de estos años nuestras escaramuzas pero la hemos solucionado
conversando porque eso de bueno tenemos conversamos mucho, el dialogo es la única forma de
entendernos y conocer nuestra virtudes y defectos que nos permite sacar conclusiones para llevar
un matrimonio de comprensión y respeto.
MADRE. - Me llamo, Esperanza, preocupada porque otra vez has discutido con tu marido.
MADRE. - Este desgraciado lo que te ha hecho, ya te he dicho hija que ese hombre no te conviene.
VECINA2.- Le estamos aconsejando que lo denuncie a la Policía, por violencia física, violencia
verbal, violencia psicológica.
MADRE. - Sabes que puedes venir a la casa, ahí tengo dos habitaciones libres para Uds.
VECINA1.- Dulce, Dulce, él nunca va a cambiar el que pega una vez lo hará una segunda y lo hará
siempre.
VECINA2.- Si no quieres separarte, aléjate de el por un tiempo, ve a casa de tu mamá, talvez
recapacite, aunque lo dudo.
MADRE. - Claro hija, vamos a casa, ahí puedes estar todo el tiempo que necesites hasta que
resuelvas y pongas fin a esta situación.
DULCE. - Esta bien, me iré por un tiempo, tienen toda la razón. Desde hace tiempo que mi casa
dejo de ser un hogar.
AL CABO DE UNA SEMANAS DULCE DECIDE IR A SU CASA POR UNOS DOCUMENTOS QUE
OLVIDO.
DULCE. - No te preocupes, a esta hora Adolfo está trabajando y tiene para rato, no me lo voy a
cruzar.
Madre. - Me da miedo que vayas sola, avisare a las chicas para que te den el alcanza, es mejor que
te acompañe alguien.
DULCE INGRESA A SU CASA, MIRA TODO ALREDEDOR CON NOSTALGIA, NO ADVIERTE QUE
ADOLFO SE ENCUENTRA ADENTRO. UNA VOZ CON TONO IRONICO LA ALERTA Y LA
ATERRA.
ADOLFO. - (APARECE CON UNA BOTELLA DE LICOR EN LA MANO) Así que volviste.
ADOLFO. - Hoy no fui a trabajar. Además, es mi casa y hago lo que se me da gana en ella. Así que,
no te importo mucho si me molestaba o no que te fueras y te llevaras a nuestra hija.
ADOLFO. - Yo te voy a enseñar que las cosas se hacen a mi modo, o no se hacen. (SE ACERCA
DONDE DULCE CON LA INTENCION DE GOLPEARLA)
ADOLFO. - Levanta carajo, o quieres que te levante a patadas. (AL VER QUE NO REACCIONA)
Dulce, Dulce, no, no, solo quería asustarte, (SE ARRODILLA Y LA COGE EN SUS BRAZOS, EN
ESE MOMENTO INGRESAN CORRIENDO VECINA1 Y VECINA2)
POLICIA. - Acompañe Señor, esto lo va a pagar muy caro, ira a prisión por el resto de su vida.
POLICIA. - Señora, si denunciaría con tiempo, se podría evitar muchas de estas situaciones.
VECINA2.- (MIRANDO AL CUERPO DE DULCE) Se hizo justicia con ese desgraciado, pero a que
precio.
Telón
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