Amelia Podetti
Amelia Podetti
Amelia Podetti
Bibliografía:
La Nació el 12 de octubre de 1928 en Bs As y falleció el 27 de marzo 1979; fue una
filósofa, escritora, ensayista y profesora universitaria de Argentina. Fue una de las principales
motorizadoras de las llamadas Cátedras nacionales, perteneció a la agrupación Guardia de
Hierro, dirigió la revista hechos e ideas y fue directora nacional de Cultura. Influyó
considerablemente en el pensamiento del papa Francisco.
Su madre fue Amelia Lezcano, abogada y docente y su padre fue José Ramiro Podetti,
el cual militó en FORJA y fue uno de los primeros jueces de los tribunales del Trabajo creados
en 1944. De origen radical, ambos formaron parte del sector del radicalismo que apoyó la
candidatura presidencial de Juan Domingo Perón en 1946, integrando la Junta Renovadora
Radical en Mendoza. El 17 de octubre de 1975, con diecisiete años, estuvo con toda su familia
en la Plaza de Mayo, en la histórica movilización obrera que liberó a Perón encarcelado por un
sector de militares golpistas. Amelia Podetti se refería a ese día como “mi segundo nacimiento”.
Ya radicada en Buenos Aires, ingresó en 1946 a la carrera de Filosofía en la
Universidad de Buenos Aires. Luego de que las mujeres obtuvieran en 1947 el reconocimiento
de sus derechos políticos, en 1954 se afilió al Partida Peronista Feminista. Al ser derrocado el
gobierno constitucional presidido por Perón en 1955, Podetti se sumó a la resistencia
peronista que enfrentó a la dictadura militar.
Egresó de la UBA en 1956 como licenciada en Filosofía. En 1960 y 1961 estudió en
Europa. Entre 1963 y 1979 ejerció la docencia y la investigación en la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA (Introducción a la Filosofía e Historia de la Filosofía Moderna), en
la Universidad del Salvador (Gnoseología) y en la Universidad Nacional de la Patria (Filosofía
de la Historia). También fue docente de la Facultad Arquitectura de la UBA, el las cátedras
Visión III y Visión IV, donde integró el grupo de investigación “El problema de la significación
desde el punto de vista lógico, epistemológico y lingüístico”.Entre 1968 y 1976 fue codirectora
del Grupo de Investigación sobre Pensamiento Argentino, del Instituto de Filosofía de la
Universidad de Buenos Aires.
En la UBA, fue protagonista entre 1967 y 1972 del fenómeno de las cátedras naciones,
una serie de cátedras críticas de la dictadura reinante, apoyadas en una bibliografía
latinoamericanista en la que confluían el marxismo y el pensamiento cristiano posconciliar que
estaba en ese momento conformando la Tecnología. Podetti fue una de las iniciadoras del
fenómeno en la Facultad de Filosofía y Letras, al organizar el Seminario de Pensamiento
Argentino junto a Guillermina Garmendia en 1968. José Pablo Feinmann, partícipe de la
experiencia de las Cátedras Nacionales recuerda la actuación de Amelia Podetti en los
siguientes términos:
Podetti fue jefa de trabajos prácticos en la cátedra de Introducción a la Filosofía, cuyo
titular era Orlando Pugliese, y también en la cátedra de Filosofía Moderna, cuyo titular
era Andrés Mercado Vera, ascendiendo como profesora adjunta en ambas cátedras en 1970 y
1971, respectivamente. Fue especialmente con Mercado Vera con quien compartió la militancia
en el peronismo y puntualmente en Guardia de Hierro, desde la elaboración de un “filosofar
latinoamericano” apoyado en la lectura crítica de los clásicos europeos.
En 1969 escribió el prólogo a la tesis de Norberto Wilner, publicada bajo el título de Ser
social y tercer mundo, dirigida por Justino O´Farrell,un texto que fue uno de los más disruptivos
en la sociología argentina de la década de 1970.
En 1971 adhirió a la organización peronista Guardia de Hierro, en cuyo ámbito fundó y
dirigió la revista Hechos e Ideas en 1973, con el advenimiento del tercer gobierno peronista, y
desde la cual se convirtió en la principal ideóloga de la agrupación. Desde una perspectiva
peronista, la revista asumió una postura de reivindicación del radicalismo de Hipólito Irigoyen,
pero no del ala conservadora de la UCR expresada por Marcelo T. de Altear.
La obra de Podetti también atacó al "cientificismo", una expresión habitual en el
movimiento estudiantil de la época, que criticaba aquellas investigaciones científicas que se
realizaban según los criterios y objetivos de fundaciones extranjeras, principalmente de Estados
Unidos, y no para dar respuesta a los problemas que presentaba la sociedad argentina y
latinoamericana.
Aritz Recalde explica que el trabajo de Podetti se apoya sobre dos grandes supuestos: el
primero de ellos, es revelar los aprioris de los pensadores europeos que les impide entender las
sociedades no europeas; el segundo, es la organización de las ciencias sociales para profundizar
las relaciones coloniales de Europa sobre el tercer mundo.
En 1975, bajo la presidencia constitucional de María Estela Martínez de Perón, fue
designada a cargo de la Dirección Nacional de Cultura, creando el Premio Consagración
Nacional, que sigue en vigencia, y que recibieron entre otros Leonardo Castellani, Yolanda
Ortiz, Ernesto Sabato y Héctor Tizón.
Luego de la instalación de la última dictadura argentina, en marzo de 1976, Podetti se
dedicó a estudiar el pensamiento latinoamericano, obra que fue recogida en forma póstuma en el
libro La irrupción de América en la historia (1981), dedicado a pensar el mundo desde América.
En sus últimos años Podetti había profundizado el estudio crítico de Hegel, concentrándose en
la ausencia de América en la célebre marcha hegeliana de la historia de Oriente a Occidente,
recurriendo a San Agustín para incorporar a América "como un espacio virtuoso desde donde se
podía efectivamente plantear la universalidad", lejos del trasfondo imperial europeísta que
sostiene el concepto de "Espíritu Absoluto" en el que finalizaba la historia según Hegel.10
Papa: El papa Francisco estuvo en la década de 1970 cercano a la organización Guardia
de Hierro a la que pertenecía Amelia Podetti. Allí y a través de la revista Hechos e Ideas, el por
entonces padre Jorge Bergoglio, resultó hondamente influido por su pensamiento, al punto de
que en 2007 prologó su libro Comentario a la Introducción a la Fenomenología del Espíritu.
Francisco ha dicho respecto a la influencia recibida de Podetti:
Influyó en mí el pensamiento de Amelia Podetti, decana de Filosofía de la Universidad,
especialista en Hegel, que falleció joven. De ella tomé la intuición de las “periferias”. Ella
trabajaba mucho en eso. Uno de sus hermanos sigue publicando sus escritos y apuntes. Leyendo
a Methol Ferré y a Podetti tomé algunas cosas de la dialéctica, en una forma antihegeliana,
porque ella era especialista en Hegel pero no era hegeliana.
Investigaciones:
Recopilando varias intervenciones de la filosofa en numerosos libros y papers de
investigación nos pareció destacable hacer mención a su intervención en las Cátedras
Nacionales que fueron una construcción político-intelectual que se propuso trasladar al campo
académico la resistencia a la dictadura de la llamada Revolución Argentina, desarrollando el
“pensamiento nacional” en la carrera de Sociología entre 1967 y 1972. Amelia Podetti tuvo una
participación fundacional a través del Seminario de Pensamiento Argentino y fue una de las
representantes de la corriente “filosófica” dentro de las CN. En contraste con las elecciones
mayoritarias de los involucrados en aquel proceso, la filósofa no se vinculó a la más afamada
izquierda peronista, sino a la “ortodoxia” peronista mediante la agrupación política Guardia de
Hierro. De esta manera, en contraste por ejemplo con el sociólogo Roberto Carri, en la
coyuntura de 1973 no abandonó su producción intelectual para convertirse en “combatiente”,
sino que animó un proyecto de intervención intelectual en la arena política a través del
lanzamiento de la tercera época de la revista teórico-política Hechos e Ideas. A lo largo de este
artículo reconstruimos los aspectos salientes de esta trayectoria, sintomática y expresiva de toda
una corriente política e intelectual con gravitación en el período setentista de la “violencia de las
ideas”, que reflejó tanto como alentó la beligerancia política en curso.
Amelia Podetti se desempeñaba como jefa de trabajos prácticos en la cátedra de
Introducción desde 1966 y en Moderna desde 1967, pasando respectivamente al cargo de
adjunta en 1970 y 1971. Pero fue con Mercado Vera con quien compartió militancia y
desarrolló buena parte de su formación en los clásicos europeos que, en lo que a primera vista
puede resultar curioso, vertebraron el eje de producción de su pensamiento. El filósofo rosarino
fue profesor en las Universidades de Buenos Aires, de Rosario y de La Plata, siendo recordado
como un docente que estimulaba una sistemática tarea de estudio directo de los filósofos
modernos europeos, en lugar de la característica lectura indirecta a través de intérpretes. Su
interés por el “pensamiento nacional” y su adhesión al justicialismo resultan menos llamativos
si ponemos de relieve la dimensión filosófica que gravitó en torno al pensamiento de Perón y,
en consecuencia, advertimos el papel protagónico que su maestro, Carlos Astrada, desempeñó
en el Primer Congreso Nacional de Filosofía del año 1949. Aunque Astrada transitó distintas
etapas ideológicas, tanto Rodolfo Agoglia18 como Mercado Vera rescataron su vertiente
“nacional” y, en el caso del filósofo rosarino, también su hegelianismo19. En un artículo
publicado a mediados de 1983, intitulado “La idea de libertad en la doctrina justicialista”,
Mercado Vera señalaba que “El concepto justicialista de libertad retoma, así, en su raíz
metafísica, el sentido de la misma que proviene del pensamiento ético-político más vigoroso de
Occidente, expresado entre los griegos por Platón y Aristóteles y, entre los modernos, por
Hegel”20. No obstante su militancia en Guardia de Hierro, durante los setenta Mercado Vera
tuvo una postura cuidadosa en la incorporación de textos que desbordaran el sentido académico
de su Cátedra, tal como se desprende del relato de Poratti:
Asimismo, la filósofa “guardiana” desarrolló una crítica elaborada y sofisticada al
marxismo que, según Poratti, “no tenía nada que ver con las habituales posturas de derecha”43.
Esta apuntaba a dos aristas centrales. Por un lado Podetti cuestionaba que Marx no había
logrado superar epistemológicamente las categorías mismas del capitalismo que criticaba, y por
otro, siguiendo a Perón, advertía sobre el carácter disolvente y destructivo de una propuesta
política sustentada en una estrategia de exacerbación de la lucha de clases. En el Nº2 de HeI,
correspondiente a enero-febrero de 1974, figura una reseña de Podetti al libro Nacionalismo
histórico o materialismo histórico de Eduardo Astesano -a quien podemos definir lacónicamente
como “el más peronista de los marxistas”- donde aparecen los aspectos centrales de esta crítica.
Allí la filósofa reprendía a Astesano por seguir imbuido de la “cosmovisión marxista”, lo que le
impedía distinguir con claridad el “socialismo tercermundista” que pone el acento en la
socialización del hombre, del “socialismo marxista” que lo considera un ser económico y por
tanto “es un socialismo económico que pone el eje de socialización en las cosas44. Esta crítica
había sido desarrollada tempranamente por Podetti en su prólogo al ya referido libro de Wilner,
donde el eje del cuestionamiento a Marx apuntaba a la “lógica extrínseca” en su teoría de la
determinación del ser social, al considerar su desenvolvimiento como un sub-producto del
desarrollo de las fuerzas productivas.
Otro de sus artículos publicados en HeI, en el número 8 de enero-abril de 1975,
intitulado “La comunidad disociada y sus filósofos”. Allí, ampliando un concepto esbozado por
Perón en un párrafo de La Comunidad Organizada47, vinculaba a Hobbes y Marx en una
concepción antropológica y filosófica común. Podetti destacaba entre los autores un
denominador común dado que “la concepción sigue siendo la misma: el egoísmo, la búsqueda
del lucro, la competencia, la guerra de todos contra todos, reaparecen en Marx sólo que
`socializados bajo la forma de la lucha de clases. Marx cuestiona el individualismo pero en
realidad socializa el individuo egoísta de Hobbes: la lucha de clases es la socialización del homo
homini lupsus”