Hernández, J-El Gaucho Martín Fierro
Hernández, J-El Gaucho Martín Fierro
Hernández, J-El Gaucho Martín Fierro
Martín Fierro
S eñor D. José Zoilo Miguens.1
Querido amigo:
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Cuantos conozcan con propiedad el original, podrán juzgar si
hay o no semejanza en la copia.
Quizá la empresa habría sido para mí más fácil y de mejor
éxito, si sólo me hubiera propuesto hacer reír a costa de su igno-
rancia, como se halla autorizado por el uso, en este género de
composiciones, pero mi objeto ha sido dibujar a grandes rasgos,
aunque fielmente, sus costumbres, sus trabajos, sus hábitos de
vida, su índole, sus vicios y sus virtudes; ese conjunto que consti-
tuye el cuadro de su fisonomía moral, y los accidentes de su exis-
tencia llena de peligros, de inquietudes, de aventuras y de agita-
ciones constantes.
Y he deseado todo esto, empeñándome en imitar ese estilo
abundante en metáforas, que el gaucho usa sin conocer y sin va-
lorar, y su empleo constante de comparaciones tan extrañas como
frecuentes; en copiar sus reflexiones con el sello de la originalidad
que las distingue y el tinte sombrío de que jamás carecen, reve-
lándose en ellas esa especie de filosofía propia que, sin estudiar,
aprende en la misma naturaleza, en respetar la superstición y sus
preocupaciones, nacidas y fomentadas por su misma ignorancia;
en dibujar el orden de sus impresiones y de sus afectos, que él en-
cubre y disimula estudiosamente; sus desencantos, producidos por
su misma condición social, y esa indolencia que le es habitual,
hasta llegar a constituir una de las condiciones de su espíritu; en
retratar, en fin, lo más fielmente que me fuera posible, con todas
sus especialidades propias, ese tipo original de nuestras pampas,
tan poco conocido por lo mismo que es difícil estudiarlo, tan
erróneamente juzgado muchas veces, y que, al paso que avanzan las
conquistas de la civilización, va perdiéndose casi por completo.
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Sin duda que todo esto ha sido demasiado desear para tan pocas
páginas, pero no se me puede hacer un cargo por el deseo, sino por
no haberlo conseguido.
Una palabra más, destinada a disculpar sus defectos. Páselos
Ud. por alto, porque quizá no lo sean todos los que, a primera vista
puedan parecerlo, pues no pocos se encuentran allí como copia o
imitación de los que lo son realmente.
Por lo demás, espero, mi amigo, que Ud. lo juzgará con benig-
nidad, siquiera sea porque Martín Fierro no va de la ciudad para
referir a sus compañeros lo que ha visto y admirado en un 25 de
Mayo u otra función semejante, referencias algunas de las cuales,
como el Fausto y varias otras, son de mucho mérito ciertamente,
sino que cuenta sus trabajos, sus desgracias, los azares de su vida de
gaucho, y Ud. no desconoce que el asunto es más difícil de lo que
muchos se lo imaginarán.
Y con lo dicho basta para preámbulo, pues ni Martín Fierro
exige más, ni Ud. gusta mucho de ellos, ni son de la predilección del
público, ni se avienen con el carácter de
Su verdadero amigo
José Hernández.
Buenos Aires, diciembre de 1872.
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I
Martín Fierro
1
Aquí me pongo a cantar2 y que después de alquiridas
al compás de la vigüela, no las quieren sustentar:
que el hombre que lo desvela parece que sin largar
una pena estrordinaria, se cansaron en partidas.
como la ave solitaria3
con el cantar se consuela. Mas ande otro criollo pasa
Martín Fierro ha de pasar;
Pido a los santos del cielo nada lo hace recular
que ayuden mi pensamiento: ni las fantasmas4 lo espantan,
les pido en este momento y dende que5 todos cantan
10 que voy a cantar mi historia 30 yo también quiero cantar.
me refresquen la memoria
y aclaren mi entendimiento. Cantando me he de morir,
cantando me han de enterrar,
Vengan santos milagrosos, y cantando he de llegar
vengan todos en mi ayuda, al pie del Eterno Padre;
que la lengua se me añuda dende el vientre de mi madre
y se me turba la vista; vine a este mundo a cantar.
pido a mi Dios que me asista
en una ocasión tan ruda. Que no se trabe mi lengua
ni me falte la palabra;
Yo he visto muchos cantores, el cantar mi gloria labra
20 con famas bien otenidas, 40 y, poniéndome a cantar,
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José Hernández
6 y dende que todos cantan [...] aunque la tierra se abra: cantar era para el gaucho
ejercitar su naturaleza dramática: un acto heroico, riesgoso, que se decidía gene-
ralmente por un duelo a cuchillo.
7 en el plan de un bajo: es una depresión del terreno en que encuentra cómodo asiento
el cantor. El paisaje, como en todo el poema, aparece aquí preciso. El autor revela
conocer muy bien la geografía.
8 Yo soy toro en mi rodeo/ y torazo en rodeo ajeno: José Hernández revela conocer la
copla anónima recogida por Furt que dice así: “Yo soy toro en mi rodeo/ y torazo
en rodeo ajeno,/ donde bala este torito/ no bala ningún ternero”.
9 el corazón se me enancha: expresión clásica en la literatura española y argentina,
equivalente a “cobrar nuevos bríos”, “reanimarse”.
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El gaucho Martín Fierro
II
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José Hernández
12 en que el paisano vivía: aunque en casi toda la extensión del poema se confunden los tér-
minos gaucho y paisano, este verso ensaya una distinción: Lucio V. Mansilla escribe: “Pai-
sano gaucho es el que tiene hogar, paradero fijo, hábitos de trabajo, respeto por la autori-
dad, de cuyo lado estará siempre, aun contra su sentir. El gaucho neto es el criollo errante,
que hoy está aquí, mañana allá; jugador, pendenciero, enemigo de toda disciplina; que huye
del servicio cuando le toca, que se refugia entre los indios si da una puñalada”.
13 Espuelas: clavos de metal con puntas que se ajustan al talón del jinete para picar
la cabalgadura. Con gran audacia y originalidad expresivas, también han sido lla-
madas nazarenas y lloronas (verso 178 de esta “Primera parte”).
14 Pingo: caballo brioso y ligero.
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15 Playas: lugares amplios, despejados, vecinos a los corrales o a las casas, destina-
dos a los trabajos propios de una estancia.
16 Baquiano: aquí es sinónimo de diestro, de hábil.
17 se boliase: levantarse el potro sobre las patas traseras y echarse para atrás, de
lomo en el suelo.
18 El gaucho más infeliz/ tenía tropilla de un pelo: la literatura gauchesca destaca,
como un hábito común, la predisposición de nuestros hombres de campo a reunir
tropilla de un solo color.
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El gaucho Martín Fierro
me echaron a la frontera
¡y qué iba a hallar al volver! Mi gala en las pulperías
tan solo hallé la tapera. era, cuando había más gente,
ponerme medio caliente,
Sosegao vivía en mi rancho pues cuando puntiao me encuentro
como el pájaro en su nido; me salen coplas de adentro
allí mis hijos queridos como agua de la virtiente.
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21 Hasta un inglés sanjiador: Emilio Coni registra en El gaucho: “Por lo mismo que en
1840/50 los irlandeses y los vascos (verso 2.202 “Segunda parte”), en la campaña bo-
naerense ganaban elevados salarios cavando zanjas, pues el paisano local no tomaba
la pala ni en broma”, pág. 358.
22 Inca-la-perra: hay gracia, fina ironía, en esta trascripción fonética del chapurreo del
inglés.
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El gaucho Martín Fierro
23 moro de número: caballo de pelo negro y blanco en mezcla uniforme y de muy buenas
cualidades; dice “de número” por lo más bueno, lo mejor.
24 matucho: voz poco generalizada. Es exigencia de la rima.
25 Ayacucho: una de las escasas referencias geográficas que hay en el poema.
26 Escarciando: es un uso adverbial ponderativo. Destaca la impresión que produce el
animal de mover el cuello y bracear con elegancia, y la condición de “coscojero” de
este tipo de caballo; es decir, que hacía sonar la coscoja, implemento formado por
una o más argollas de acero que van en la barra del freno y en el interior de la boca
del animal.
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José Hernández
31 Bola perdida: la bola perdida constaba de una sola piedra asegurada por una cuerda.
De ella surgió la boleadora de dos piedras, pero que solo sirve para ser empleada cuando
se corre de atrás a la presa. Luego el gaucho le agregó un tercer ramal, con una bola más
pequeña, que sirve tanto como manija como para enredar más a la víctima.
32 Maíz frito: equivalente a la expresión indígena pororó, que significa “maíz que reventó
tostándose”.
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El gaucho Martín Fierro
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IV
Seguiré esta relación nosotros, de cuando en cuando
620 aunque pa chorizo es largo: solíamos ladrar de pobres:
el que pueda hágasé cargo nunca llegaban los cobres
cómo andaría de matrero, 630 que se estaban aguardando.
después de salvar el cuero
de aquel trance tan amargo. Y andábamos de mugrientos
que el mirarnos daba horror;
Del sueldo nada les cuento, les juro que era un dolor
porque andaba disparando; ver esos hombres, ¡por Cristo!
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El gaucho Martín Fierro
38 Yaguané: las condiciones de higiene en que se desenvolvía la vida del gaucho en las
fronteras hacía que los parásitos abundasen. El término alude aquí al piojo, pero sirve
también para denominar el pelaje de ciertos vacunos: pardo o negruzco en el lomo y
en el vientre, y blanco en los costados.
39 Desocar: luxación que se les produce en los remos delanteros o traseros a los caballos,
cuando se les hace correr en lugares inapropiados.
40 Reyuno: caballo sin dueño. Antiguamente, se llamaba reyunos a los caballos del
rey o del Estado, y se los reconocía por los cortes que se les hacían en las orejas,
como marcas.
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José Hernández
41 Hacer ver la luz: los pulperos compraban al gaucho plumas de avestruz y cueros en
cantidad, que pagaban con mercaderías, y a veces agregaban algunas monedas de
plata, muy brillantes, como en este caso.
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El gaucho Martín Fierro
42 Poyo: hay distintas interpretaciones sobre este término. Unos creen que se refiere al
banco o asiento de piedra, y otros, en sentido metafórico, a hacerse el distraído o
disimulado (‘haciéndome el pollo’). Así lo juzga Eleuterio Tiscornia, quien lo asimila
a otro giro corriente: “hacerse el pavo”.
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José Hernández
y lo tienen, de delgao,
Y todo era alborotar más ligero que un guanaco.
al ñudo y hacer papel;
conocí que era pastel Pero qué iba a hacerles yo,
pa engordar con mi guayaca43; charabón44 en el desierto;
mas si voy al coronel más bien me daba por muerto
me hacen bramar en la estaca. pa no verme más fundido
y me les hacía el dormido
¡Ah, hijos de una!... ¡La codicia aunque soy medio dispierto.
ojalá les ruempa el saco!
V
Yo andaba desesperao Allí tuito va al revés:
800 aguardando una ocasión los milicos se hacen piones,
que los indios un malón y andan por las poblaciones
nos dieran, y entre el estrago emprestaos pa trabajar;
hacérmelés cimarrón los rejuntan pa peliar
y volverme pa mi pago. cuando entran indios ladrones.
Aquello no era servicio Yo he visto en esa milonga
ni defender la frontera: muchos jefes con estancia,
aquello era ratonera y piones en abundancia,
en que es más gato el más juerte: 820 y majadas y rodeos;
43 Guayaca: especie de tabaquera hecha con la vejiga, el buche o cuero de ciertos anima-
les; también las hay tejidas y bordadas de vivos colores.
44 Charabón: avestruz que emplumece, y por extensión, muchachito rapaz.
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El gaucho Martín Fierro
45 Bozal: se decía del negro recién sacado de su país. En sentido figurado significa
“necio”. En el verso, destaca la dificultad de los extranjeros para aprender el idioma
del país.
46 pa-po-litano: deformación humorística de napolitano.
47 lagarto: la orden del centinela napolitano: “¡Hagarto!” (¡Haga alto!) le suena a Martín
Fierro: ¡lagarto!, sinónimo de ladrón en lenguaje de germanía, es decir, la jerga o manera
de hablar de ladrones y rufianes.
48 Rastrillar: levantar el gatillo. Se refiere al rastrillo de las antiguas armas de chispa.
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José Hernández
No hacen más que dar trabajo no hay uno solo que aprienda,
pues no saben ni ensillar; al ver un bulto que cruza,
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El gaucho Martín Fierro
VI
Vamos dentrando recién que a la güelta pagarían
a la parte más sentida, licenciándoló al gauchaje.
aunque es todita mi vida
de males una cadena: Que en esta despedición
a cada alma dolorida 950 tuviéramos la esperanza,
le gusta cantar sus penas. que iba a venir sin tardanza
sigún el jefe contó,
Se empezó en aquel entonces un menistro o qué sé yo...
a rejuntar caballada que lo llamaban Don Ganza50.
y riunir la milicada
940 teniéndolá en el cantón, Que iba a riunir el ejército
para una despedición y tuitos los batallones
a sorprender a la indiada. y que traiba unos cañones
con más rayas que un cotín51.
Nos anunciaban que iríamos ¡Pucha...! las conversaciones
sin carretas ni bagajes 960 por allá no tenían fin.
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José Hernández
52 Yo también dejé las rayas.../ en los libros del pulpero: dice Tiscornia: “Es decir las
deudas, rayadas o tachadas, cuando eran finiquitas”.
53 Una noche que riunidos [...] y me hice humo en un sotreta: se hace referencia en estos ver-
sos al conocimiento de los naipes y a la posibilidad de engaños y trampas en el juego.
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El gaucho Martín Fierro
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José Hernández
54 Como hijitos de la cuna [...] y sin perro que los ladre: glosa del conocido refrán español:
“Ni padre, ni madre, ni perro que le ladre”.
55 Ramada: vivienda auxiliar ubicada junto al rancho y compuesta por un techo de ramas y
paja, sostenida por cuatro, seis u ocho postes. Protegía del sol y de la lluvia y servía
como depósito. Además permitía matear, comer y hacer los asados bajo su resguardo.
56 Armada: referencia a la abertura corrediza del lazo, que el gaucho usa para sujetar al
animal. También alude al propósito de influir o dominar la voluntad del otro.
57 Cucaña: ardid, especie de trampa, engaño.
58 Apretarse el gorro: disparar, huir velozmente. La frase atiende a la costumbre del hom-
bre de campo de asegurarse el sombrero con la mano cuando sopla viento. Es una
expresión muy común y gráfica de la literatura gauchesca y popular.
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El gaucho Martín Fierro
VII
A mis hijos infelices Al ver llegar la morena
pensé volverlos a hallar que no hacía caso de naides,
y andaba de un lao al otro le dije con la mamúa:
sin tener ni qué pitar. “Va... ca... yendo59 gente al baile”.
59 Va... ca... yendo: el verbo caer en el sentido de llegar es común en el habla rústica.
Va cayendo es lo mismo que va llegando. En Martín Fierro hay una descomposición
intencional, provocativa, humorística de esta forma.
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José Hernández
“A los blancos hizo Dios, Pegué un brinco y abrí cancha
a los mulatos San Pedro, diciéndolés: “Caballeros,
a los negros hizo el diablo dejen venir ese toro;
1170 para tizón del infierno”. solo nací... solo muero”.
Había estao juntando rabia El negro después del golpe
el moreno dende ajuera; se había el poncho refalao
en lo escuro le brillaban y dijo: “Vas a saber
los ojos como linterna. si es solo o acompañao”.
Lo conocí retobao, Y mientras se arremangó
me acerqué y le dije presto: 1200 yo me saqué las espuelas,
“Por... rudo... que un hombre sea pues malicié que aquel tío
nunca se enoja por esto”. no era de arriar con las riendas.
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José Hernández
Limpié el facón en los pastos, Y dicen que dende entonces
1250 desaté mi redomón, cuando es la noche serena
monté despacio y salí suele verse una luz mala65
al tranco pa el cañadón. 1260 como de alma que anda en pena.
Después supe que al finao Yo tengo intención a veces,
ni siquiera lo velaron para que no pene tanto,
y retobao64 en un cuero de sacar de allí los güesos
sin rezarle lo enterraron. y echarlos al camposanto.
VIII
A la llegada metió ¡Ah pobre, si él mesmo creiba
1270 el pingo hasta la ramada; que la vida le sobraba!
y yo sin decirle nada Ninguno diría que andaba
me quedé en el mostrador. aguaitándoló la muerte.
Era un terne66 de aquel pago Pero ansí pasa en el mundo,
que naides lo reprendía, es ansí la triste vida:
que sus enriedos tenía pa todos está escondida
con el señor Comendante. la güena o la mala suerte.
64 retobao: tiene dos acepciones: a) enojado, airado (en este sentido lo usa Hernández
en el verso 1.175: “Lo conocí retobao”) y b) envuelto, recubierto, como en este caso. Los
paisanos consideran que el retobo debe hacerse en cuero vacuno.
65 Luz mala: fuegos fatuos que se originan de la fosforescencia de osamentas o huesos
sueltos, dispersos. Es una de las supersticiones más comunes en nuestros campos.
66 Terne: matón, guapo pero también pícaro, astuto, equivalente a peje o liendre.
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El gaucho Martín Fierro
Y como con la justicia Le echan la agua del bautismo
no andaba bien por allí, aquel que nació en la selva,
cuanto pataliar lo vi “buscá madre que te envuelva”,
1310 y el pulpero pegó el grito, le dice el flaire y lo larga,
ya pa el palenque salí y dentra a cruzar el mundo
como haciéndomé el chiquito. como burro con la carga.
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José Hernández
71 ¿y dónde irá el güey que no are?: el dicho popular dice: “¿Dónde ha de ir el buey que no
are si no a la carnicería?”
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El gaucho Martín Fierro
IX
Matreriando72 lo pasaba Ansí es que al venir la noche
y a las casas no venía; iba a buscar mi guarida,
solía arrimarme de día pues ande el tigre se anida
mas, lo mesmo que el carancho, también el hombre lo pasa,
siempre estaba sobre el rancho y no quería que en las casas
espiando a la polecía. 1420 me rodiara la partida.
Viva el gaucho que ande mal Pues aun cuando vengan ellos
como zorro perseguido, cumpliendo con sus deberes
hasta que al menor descuido yo tengo otros pareceres,
1400 se lo atarasquen los perros, y en esa conduta vivo:
pues nunca le falta un yerro que no debe un gaucho altivo
al hombre más alvertido. peliar entre las mujeres.
Y en esa hora de la tarde Y al campo me iba solito,
en que tuito se adormece, más matrero que el venao,
que el mundo dentrar parece como perro abandonao,
a vivir en pura calma, 1430 a buscar una tapera,
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José Hernández
73 Chajá: ave vigilante que con sus gritos denuncia las presencias extrañas en el campo.
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El gaucho Martín Fierro
Para tenerlo a la mano “No me vengan”, contesté,
el flete en el pasto até, “con relación de dijuntos;
la cincha le acomodé esos son otros asuntos;
y en un trance como aquel, vean si me pueden llevar,
haciendo espaldas en él, que yo no me he de entregar
1510 quietito los aguardé. aunque vengan todos juntos”.
Cuando cerca los sentí, Pero no aguardaron más
y que áhi no más se pararon, y se apiaron en montón;
los pelos se me erizaron como a perro cimarrón
y aunque nada vían mis ojos, 1540 me rodiaron entre tantos;
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José Hernández
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José Hernández
79 Malva: planta cuyas hojas se usaban en los remedios caseros de la campaña. Sus vir-
tudes emolientes suavizan y amortiguan algunas dolencias. Esto aclara expresiones
como: “bueno como una malva” y “más bueno que una malva”, entre otras.
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El gaucho Martín Fierro
Lo agarramos mano a mano ”Antes de cair al servicio,
entre los dos al porrón: tenía familia y hacienda;
en semejante ocasión cuando volví, ni la prenda
1660 un trago a cualquiera encanta, me la habían dejao ya:
y Cruz no era remolón Dios sabe en lo que vendrá
ni pijotiaba garganta. a parar esta contienda.”
X
Cruz
Amigazo, pa sufrir 1690 de mostrarse un hombre juerte,
han nacido los varones; hasta que venga la muerte
estas son las ocasiones y lo agarre a coscorrones.
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José Hernández
80 soy un pastel con relleno/ que parece torta frita: es decir, un hombre lleno de condi-
ciones, pero que no hace exhibición de ellas. Reservado. La repostería criolla ofrece
a Cruz comparaciones muy oportunas que le permiten presentarse sin tener que añadir
otras consideraciones.
81 Hacerse el chancho rengo: Hernández usa aquí un dicho popular elocuentísimo. Se
usa por fingir.
82 Hacerse el sarnoso: disimular, hacerse el tonto.
83 Chifle: recipiente hecho con el cuero de un vacuno. Como entre todos los objetos de uso
particular, había chifles lujosos con aplicaciones de metal precioso y hasta con artísti-
cos grabados tallados.
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El gaucho Martín Fierro
84 Saguaipé: gusano parásito que se cría en los bañados y sitios bajos y anegadizos.
Equivale a la expresión española: “pegarse como una sanguijuela”.
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José Hernández
No me gusta que otro gallo Y como nunca al que manda
le cacaree a mi gallina. le falta algún adulón,
Yo andaba ya con la espina, uno que en esa ocasión
1810 hasta que en una ocasión se encontraba allí presente
lo solprendí en el jogón vino apretando los dientes
abrazándomé a la china. como perrito mamón.
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El gaucho Martín Fierro
87 como chico con lumbrices: los chicos que padecen de parásitos ejecutan ciertos mo-
vimientos con las aletas de la nariz, tal como si olfatearan.
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José Hernández
XI
A otros les brotan las coplas Después de aquella desgracia
como agua de manantial; 1910 me guarecí en los pajales,
pues a mí me pasa igual, anduve entre los cardales
aunque las mías nada valen: como bicho sin guarida;
de la boca se me salen pero, amigo, es esa vida
1890 como ovejas del corral88. como vida de animales.
Que en puertiando la primera, Y son tantas las miserias
ya la siguen las demás, en que me he sabido ver,
y en montones las de atrás que con tanto padecer
contra los palos se estrellan, y sufrir tanta aflición
y saltan y se atropellan, malicio que he de tener
sin que se corten jamás. 1920 un callo en el corazón.
Y aunque yo por mi inorancia Ansí andaba como gaucho
con gran trabajo me esplico, cuando pasa el temporal.
cuando llego a abrir el pico Supe una vez, pa mi mal,
1900 ténganló por cosa cierta: de una milonga que había,
sale un verso y en la puerta y ya pa la pulpería
ya asoma el otro el hocico. enderecé mi bagual.
Y empréstemé su atención, Era la casa del baile
me oirá relatar las penas un rancho de mala muerte
de que traigo la alma llena, y se enllenó de tal suerte
porque en toda circunstancia 1930 que andábamos a empujones:
88 A otros les brotan las coplas [...] como ovejas del corral: hace referencia a su facilidad
para el canto y alude a esa facultad que se le atribuye a Martín Fierro en los versos 53-54
de la “Primera parte”: “Las coplas me van brotando/ como agua de manantial”.
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El gaucho Martín Fierro
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José Hernández
El primero que salió No hay fuerza contra el destino
fue el cantor y se me vino, que le ha señalao el cielo
pero yo no pierdo el tino y aunque no tenga consuelo
1990 aunque haiga tomao un trago, aguante el que está en trabajo:
y hay algunos por mi pago ¡naides se rasca pa abajo
que me tienen por ladino. ni se lonjea contra el pelo!
No ha de haber achocao96 otro;
le salió cara la broma;
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El gaucho Martín Fierro
XII
Yo no sé qué tantos meses se los ha tragao el hoyo,
esta vida me duró; o juido o muerto en la guerra,
a veces nos obligó porque, amigo, en esta tierra
la miseria a comer potro: nunca se acaba el embrollo.
me había acompañao con otros
tan desgraciaos como yo. Colijo que jue para eso
que me llamó el juez un día
Mas ¿para qué platicar y me dijo que quería
2030 sobre esos males, canejo? 2050 hacerme a su lao venir,
99 Con el gaucho desgraciao [...] y siempre hay quien los perdone: el sentido es “cometen errores
otros con más dinero y siempre encuentran defensores”. Con “más luces” no solo alude al
saber e inteligencia, sino también a dinero, con el cual se destaca la pobreza del gaucho.
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José Hernández
Y cuando sin trapo alguno ¡Pucha, si usté los oyera
nos haiga el tiempo dejao como yo en una ocasión
yo le pediré emprestao tuita la conversación
2080 el cuero a cualquiera lobo que con otro tuvo el juez!
y hago un poncho, si lo sobo, Le asiguro que esa vez
mejor que poncho engomao. se me achicó el corazón.
Para mí la cola es pecho Hablaban de hacerse ricos
y el espinazo es cadera; con campos en la frontera;
hago mi nido ande quiera de sacarla más ajuera
y de lo que encuentre como; 2110 donde había campos baldidos
100 me echo tierra sobre el lomo/ y me apeo en cualquier tranquera: condición de hom-
bre sufrido; si no tiene cobija, aguanta; y, sobre todo, no desdeña ninguna casa,
por humilde que sea.
101 como carne de cogote: significa que lo miran como a algo despreciable.
102 Estricote: trato desconsiderado, desprecio manifiesto.
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El gaucho Martín Fierro
de colonias y carriles103
y tirar la plata a miles De los males que sufrimos
en los gringos enganchaos, hablan mucho los puebleros,
mientras al pobre soldao pero hacen como los teros
le pelan la chaucha ¡ah viles! para esconder sus niditos:
en un lao pegan los gritos
Pero si siguen las cosas y en otros tienen los güevos.
2120 como van hasta el presente
puede ser que redepente Y se hacen los que no aciertan
veamos el campo disierto, a dar con la coyontura;
y blanquiando solamente mientras al gaucho lo apura
los güesos de los que han muerto. 2140 con rigor la autoridá
ellos a la enfermedá
Hace mucho que sufrimos le están errando la cura.
la suerte reculativa:
XIII
Martín Fierro
103 Todo se güelven proyetos/ de colonias y carriles: no obstante su ironía, la cita hace
referencia a hechos históricos. Nicasio Oroño (1871), en La verdadera organización
del país, valoró la importancia de colonias como Esperanza y San Carlos, en la pro-
vincia de Santa Fe, para defender las fronteras. Hernández parece ignorar este es-
fuerzo de la masa de inmigrantes.
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José Hernández
104 y un plumaje como tabla: quiere decir un plumaje “como un cuadro de arte”. En
esa época aún se usaban tablas en lugar de lienzos o telas.
105 Alzar el poncho: estar listo, pronto, a punto. El poncho era prenda imprescindible
del gaucho y lo último que se recogía al salir del rancho o de viaje
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El gaucho Martín Fierro
Tampoco a la sé le temo, Y ya que a juerza de golpes
yo la aguanto muy contento, la suerte nos dejó aflús107,
busco agua olfatiando al viento, puede que allá veamos luz
2230 y dende que no soy manco y se acaben nuestras penas.
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José Hernández
108 Argumento: en las provincias andinas los cantares populares suelen recibir el nombre
genérico de argumento (especialmente en Catamarca y La Rioja).
109 Fiel del rumbo: dirección exacta, propuesta de antemano.
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El gaucho Martín Fierro
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