Región Temporal O
Región Temporal O
Región Temporal O
2) Forma exterior y exploración. – En estado normal, varia según la edad y sobre todo según la
gordura del sujeto. Saliente en las personas gordas y en los niños, y está más o menos deprimida
en los individuos delgados. Esta depresión o excavación temporal puede dar a la cara de los
sujetos profundamente emaciados un aspecto esquelético.
Inervación.- El musculo temporal esta inervado por tres ramos del maxilar inferior, el temporal
profundo anterior, el temporal Medio y el temporal profundo posterior, rama del temporobucal.
Estos tres nervios penetran en el musculo por su cara profunda
Acción .- El musculo temporal eleva el maxilar inferior y lo aplica a la mandíbula superior. Por sus
fascículos posteriores, de dirección horizontal, atrae el cóndilo hacia atrás y lo conduce hacia la
cavidad glenoidea, cuando ha sido llevado hacia delante por la contracción de los dos
pterigoideos externos
1) Piel. – La piel que cubre la región temporal es fina y está desprovista de pelo en su
porción anterior. Deja ver por debajo de ella las flexuosidades de la rama anterior de la
arteria temporal superficial, la cual en los viejos y arteriosclerosos forma un relieve
visible a distancia. En el resto de su extensión, la piel de la región temporal está cubierta de pelos
y tiene todos los caracteres del cuero cabelludo. En este sitio es donde los cabellos comienzan a
blanquear y, por tanto, donde la edad empieza a señalar sus efectos de donde el nombre de
temporal dado a la región.
2) Tejido celular subcutáneo, vasos y nervios superficiales. – El tejido celular
subcutáneo que forra la piel y la une al plano subyacente es laxo por delante y denso en la parte
posterior de la región. En su espesor están contenidos los vasos y nervios superficiales. Las
arterias provienen de la temporal superficial. Esta arteria nace de la carótida externa, un poco
por debajo del arco cigomático, a nivel del cuello del cóndilo del maxilar inferior, en plena
región carotidea.
De allí se dirige oblicuamente hacia arriba y afuera, se desliza entre el tubérculo cigomático y el
conducto auditivo externo y ya en la región temporal, a 2 o 3 cm por encima del arco, se divide en
dos ramas terminales. De estas dos una, la más voluminosa, se dirige atrás, es la rama parietal; la
otra, adelante, hacia la frente, es la rama frontal fuertemente flexuosa y visible a través de la piel.
En esta rama, muy visible por la regla general, por lo menos siempre perceptible al tacto
Las dos ramas, anterior y posterior, de la temporal se anastomosan entre si y con las arterias
auricular posterior y occipital irrigan, no solamente la región temporal, sino también parte de las
regiones vecinas, ocupando así un territorio más extenso que las demás arterias del cráneo. Y a
nivel del cigoma, proporciona también, una rama importante, la arteria temporal profunda
posterior, que perfora la aponeurosis temporal y se hace subaponeurótica o profunda.
Las numerosas Venas, unas satélites de las arterias, otras independientes, discurren de arriba
abajo en toda la extensión de la región temporal, reuniéndose por delante de la oreja, un poco
por encima del arco cigomático, en un tronco único, que es la vena temporal superficial. Esta vena
temporal superficial está ordinariamente colocada por detrás de la arteria homónima. Desciende
por la cara externa de la cigoma y al llegar a nivel del cóndilo del maxilar inferior se une con el
tronco de la vena maxilar interna para formar la vena yugular externa. La vena temporal
superficial adhiere bastante íntimamente a la arteria que acompaña.
Los vasos linfáticos de la piel y del tejido celular subcutáneo se dirigen hacia abajo, como las venas
y terminan en parte en los ganglios parotídeos y en parte en los ganglios mastoideos. Los nervios
superficiales se distinguen en motores y sensitivos.
• Los ramos motores, extraordinariamente delgados, provienen del facial y están destinados
a los dos músculos auricular anterior y auricular superior.
Las ramificaciones sensitivas, destinadas a la piel, provienen en parte del temporomalar y en parte
del auriculotemporal. Este ultimo nervio rama del maxilar inferior, rodea primero el cóndilo del
maxilar, después se encorva de abajo arriba, alcanza en el arco cigomático los vasos temporales
superficiales y penetra con ellos en la región temporal, donde se ramifica; el nervio
auriculotemporal discurre ordinariamente por detrás de los vasos.
Desde esta vasta línea de inserción superior, la aponeurosis temporal se dirige hacia el arco
cigomático y se fija en le borde superior de esta apófisis.
En el límite superior de la región, la aponeurosis temporal parece continuarse con el periostio
de la región occipitofrontal. Podemos decir que el periostio craneal, al llegar a la línea curva
temporal, se divide en dos láminas:
Ésta se divide en su parte media, algunas veces en sus dos tercios inferiores, en dos hojas,
externa e interna; la hoja externa o superficial termina exactamente en el labio externo del borde
superior del cigoma, a veces en su cara externa, un poco por encima de la inserción del masetero:
la hoja interna o profunda se fija sobre el labio interno de este mismo borde superior y un poco
sobre la cara interna del arco óseo. Entre las dos hojas se encuentra un espacio estrecho de
forma triangular y oval, relleno por una masa celuloadiposa en medio de la cual discurren algún
trecho la arteria temporal profunda posterior y cierto número de vena
3) Fosa temporal. – Al separarse del periostio temporal para ir a insertarse en el
arco cigomático, la aponeurosis temporal limita, por dentro de ella, una vasta celda llamada
fosa temporal.
La Vista en un corte frontal, esta cavidad tiene la forma de un triángulo de base
inferior: la pared externa está constituida por los diferentes planos superficiales, es
decir, por la aponeurosis temporal, la aponeurosis epicraneal, el tejido celular
subcutáneo y la piel; la pared interna está formada por el esqueleto craneal, el vértice
corresponde exactamente a la inserción de la aponeurosis temporal sobre la línea
temporal; en cuanto a la base o suelo, no existe como pared; está
representada por un orificio(orificio cigomático) más o menos grande según los
sujetos, que forma el arco cigomático al separarse de la pared lateral del cráneo; por
este orificio la cavidad temporal comunica ampliamente con las dos regiones
subyacentes, La región geniana por delante y la región de la fosa cigomática por
detrás.
La Vista en un corte horizontal que pase por el cigoma o un poco por encima, se
presenta también en forma de un triángulo, pero con la base hacia delante; es decir,
que aumenta la profundidad a medida que nos acercamos a su parte anterior. Por
delante su profundidad es de 3 cm por término medio. En este sitio
existe, limitándola por su parte anterior, una verdadera pared ósea, de
concavidad posteroexterna, que está formada por una parte de la pared externa de la
órbita. En este punto, una gran hendidura, la hendidura esfenomaxilar, hace
comunicar en el esqueleto la fosa temporal con la cavidad orbitaria.
4) Contenido del compartimiento temporal. – En la cavidad temporal se encuentran
contenidos; 1- un músculo voluminoso, el músculo temporal; 2- vasos y nervios, los vasos y
nervios temporales profundos; 3- tejido celulograsoso para rellenar los huecos.
Músculo temporal. – tiene la forma de un ancho abanico, cuya base está dirigida
hacia arriba y atrás y cuyo vértice corresponde a la apófisis coronoides del maxilar
inferior. E inserta por arriba; 1- en la línea temporal inferior; 2- en toda la extensión de
la fosa temporal; 3- en los dos tercios superiores de la cara profunda de la
aponeurosis temporal; 4- por algunos fascículos de desarrollo muy variable, en la parte
media de la cara interna del arco cigomático y hasta en la cara interna del tendón de
origen del masetero.
Las fibras musculares que nacen de estos diversos puntos van a terminar en las dos
caras de una lámina fibrosa, que si bien al principio está escondida en el espesor del
músculo, se exterioriza pronto, convertida en un tendón de 1 o 2 cm de ancho, que se
inserta en el vértice, los dos bordes y, sobre todo en la cara interna de la apófisis
coronoides: algunos fascículos se fijan en el borde anterior de la rama del maxilar
inferior hasta las cercanías del último molar. Esta inserción inferior, ancha por una
parte, profunda por la otra. El músculo temporal es un músculo masticador, eleva el
maxilar inferior y lo aplica contra la mandíbula superior.
Vasos y nervios temporales profundos. – El músculo temporal está irrigado por tres arteria:
1 .-la arteria temporal profunda posterior, rama de la temporal superficial que, después de
haber perforado la aponeurosis temporal y atravesado el músculo, discurre entre éste y la
pared craneal, sobre la cual ordinariamente imprime un surco
2.- la arteria temporal profunda media, rama de la arteria maxilar interna, que penetra en el
músculo por su cara profunda y se pierde en su espesor
3- la arteria temporal profunda anterior, otra rama de la maxilar interna que, como la
precedente, discurre primero entre el hueso y el músculo y después se ramifica en este último.
Estas tres arterias se anastomosan constantemente entre sí, bien en la cara profunda del
músculo, bien en su espesor.
Las tres arterias temporales profundas van acompañadas de las venas temporales profundas, que
siguen con bastante exactitud el mismo trayecto, se anastomosan ampliamente entre si y
contribuyen a formar en la parte superior de la región cigomática un importante plexo, el plexo
pterigoideo.
Tres nervios motores destinados al músculo temporal acompañan a los vasos temporales
profundos:
2- la arteria temporal profunda media, rama de la arteria maxilar interna, que penetra
en el músculo por su cara profunda y se pierde en su espesor
3- la arteria temporal profunda anterior, otra rama de la maxilar interna que, como la
precedente, discurre primero entre el hueso y el músculo y después se ramifica en
este último.
Estas tres arterias se anastomosan constantemente entre sí, bien en la cara profunda
del músculo, bien en su espesor.
Las tres arterias temporales profundas van acompañadas de las venas temporales
profundas, que siguen con bastante exactitud el mismo trayecto, se anastomosan
ampliamente entre si y contribuyen a formar en la parte superior de la
región cigomática un importante plexo, el plexo pterigoideo.
Tres nervios motores destinados al músculo temporal acompañan a los vasos
temporales profundos:
1- el nervio temporal profundo posterior, ramo del nervio
maseterino
2- el nervio temporal profundo medio, que emana directamente del maxilar inferior,
inmediatamente por debajo del agujero oval
3- el nervio temporal profundo anterior, que nace del bucal en el momento en que
este último sale del músculo pterigoideo externo. Los tres nervios, como las arterias,
se anastomosan entre si antes de penetrar en el músculo donde terminan. Los
vasos y nervios destinados al músculo temporal tienen una dirección vertical.
5) Plano esquelético. – El esqueleto de la región temporal está constituido por cuatro huesos;
1- delante y arriba, una porción del frontal
2- delante y abajo, el ala mayor del esfenoides
3- atrás y abajo, la escama del temporal; 4- atrás y arriba, una porción del parietal. Estos
cuatro huesos están reunidos por suturas cuyo conjunto constituye el pterión; con más
exactitud, el pterión es el punto de la fosa temporal en que se encuentran los cuatro huesos
antedichos. El pterión, bastante variable según los sujetos, reviste generalmente la
forma de una “H” mayúscula, inclinada en sentido oblicuo de arriba abajo y de atrás
adelante. Ocupa la parte anterior y superior de la cavidad temporal; la rama horizontal de la H
corresponde en general a la circunvolución de Broca y cruza a menudo la arteria meníngea
media.
6)Meninges. – En la superficie endocraneal del plano esquelético se disponen las tres meninges;
Duramadre. – Tapiza la cara interna del esqueleto. En la región temporal presenta una
disposición que se adhiere poco a los huesos. Esta zona despegable de la
duramadre, rebasa los limites de la región en todos sentidos en sentido vertical se
extiende de la hoz del cerebro a las alas menores del esfenoides y al borde superior del
peñasco en sentido sagital, de la apófisis de Ingrasias a la protuberancia occipital
interna.
Arteria meníngea media. – También llamada arteria esfenoespinosa, es notable por su
volumen y su largo trayecto. Como es sabido, naca de la arteria maxilar interna y
penetra en el cráneo por el agujero redondo menor; se curva entonces sobre si misma
y se dirige horizontalmente hacia fuera, discurriendo primero por la pared superior del
peñasco, para enderezarse luego al llegar a la pared externa del cráneo y después de
un recorrido de 3 a 4 cm se divide en dos ramas, anterior y posterior. La rama anterior
agana el ángulo anterior e inferior del parietal, donde encuentra un surco, se coloca
en él y lo sigue, dirigiéndose hacia el bregma y ramificándose. Proporciona una
rama de dirección posterior, rama media de la meníngea. La rama posterior se dirige
arriba y atrás hacia el lambda, ramificándose también, primero sobre la porción
escamosa del temporal y después sobre la parte posterior e inferior del parietal. La
arteria meníngea media, además de sus dos ramas, anterior y posterior,
proporciona también ramos temporales, siempre muy delgados, que
atraviesan la pared craneal y van a anastomosarse en la fosa temporal con las tres
arterias temporales profundas. La meníngea media y sus ramas están contenidas en un
desdoblamiento de la duramadre y fijas junto al hueso en el cual se fraguan un canal.
Venas meníngeas medias. – La arteria meníngea media va acompañada por dos
venas satélites, las venas meníngeas medias, que, según su situación con relación a la
arteria, se distinguen en anterior y posterior. Ordinariamente muy desarrolladas,
estas dos venas se adosan una a la otra en la mayor parte de su trayecto, envolviendo
más o menos la circunferencia de la arteria. Un poco por encima del pterión reciben a
la vez las venas parietales medias, venas frontales y venas venidas de la órbita.Existe
allí una especie de confluencia venosa, encrucijada venosa de TROLARD, cuyo
diámetro puede alcanzar hasta 10 y 12 mm; en este sitio la arteria meníngea se halla
bañada en la cavidad venosa como la carótida interna lo está en el seno cavernoso. La
vena meníngea media posterior desemboca en el plexo pterigoideo; la anterior
termina, por lo general, ya en el seno cavernoso, ya en la vena del agujero oval.
Aracnoides y piamadre. – Por debajo de la duramadre encontramos sucesivamente;
1- la aracnoides con su cavidad, la cavidad aracnoidea
2- los espacios subaracnoideos con el líquido cefalorraquídeo
3- por último, la piamadre, descansando directamente sobre las circunvoluciones
cerebrales.