Práctica 1. Investigación
Práctica 1. Investigación
Práctica 1. Investigación
INVESTIGACIÓN SOCIAL
INTRODUCCIÓN A LA INVESTIGACIÓN SOCIAL
AUTORES/AS
Orelin Martín García
Cristian Jesús Olvia Morgado
María Quintana Vega
María Alejandra Sánchez Lasso
Marta Suárez Díaz
Grupo de prácticas A. Grupo de trabajo 2
DOCENTE
Octavio David Díaz Santana
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1. Selección de la temática social a investigar
El motivo por el cual hemos seleccionado esta temática es porque hoy en día es uno de los
problemas de salud que han mostrado un incremento importante en nuestra sociedad, además
de que han aumentado durante y tras la pandemia, de tal manera que encontramos un gran
interés en esta temática social, y es por ello por lo que hemos decidido aplicarla como objeto
de estudio para el trabajo.
A la hora de elegir la temática social sobre la que vamos a hablar hemos decidido realizar la
presente investigación acerca de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que
presentan los adolescentes de 18 años en Canarias, por lo que ese es el título que le hemos
designado a nuestra investigación.
3. Marco teórico
A la hora de hablar de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) podemos decir que
son enfermedades mentales graves las cuales se vinculan con la alteración respecto a los
hábitos alimentarios de la persona que los padece, esto se traduce en la realización de
determinados comportamientos que van desde comer de manera descontrolada hasta la falta
de ingesta de comida. (S.A., 2019)
Estos trastornos suponen un gran impacto en la salud de las personas, tanto en el aspecto
físico por presentar una delgadez extrema u otra condición física, como por el aspecto
psicosocial, ya que, como indicado anteriormente, los trastornos son principalmente
condicionados por el contexto. (González et al., 2021)
ANTECEDENTES MARÍA
El desarrollo del TCA, se ha extendido desde las primeras fases de la vida, como la infancia
en donde pueden haber síntomas que no se manifiestan, exhibiéndose en la adolescencia
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ocasionando una baraja de enfermedades o patologías diversas así como trastornos afectivos,
conductas suicidas, y trastornos de la conducta alimentaria,
Podemos decir que la edad media a la que se presenta la enfermedad es en torno a los 13
años, señalando la pubertad como un momento en el que se tiene especial vulnerabilidad para
el comienzo de un TCA. (Dueñas et al. 2015)
En cuanto a la epidemiología del TCA evolucionó en gran medida en escasos años, en apenas
una década solamente se contaban con unos diversos datos fiables y actualmente se poseen
unos numerosos grupos de trabajo y estudios metodológicamente rigurosos. (ARTÍCULO
ORELIN)
Por otro lado, el primer grupo social en el que cada persona forma lazos es la familia y, por
ende, es en la familia donde se desarrollan las funciones más importantes del ciclo vital. Por
este motivo, la capacidad que tiene el infante de crear lazos íntimos con los miembros
familiares es fundamental para su capacidad social y psicológica (Marfil R, Sánchez MI,
Herrero-Martín G, Jáuregui-Lobera. 2019). Según Sánchez Molina et al.(2001). Sobre todo,
el desempeño de los padres o suplentes de ellos que tengan lazos muy directos son los
encargados de reforzar las estrategias que tiene el niño. Baumrind (1966) creó una
clasificación de la parentalidad en estilos según parámetros de control y aceptación; En
primer lugar, encontramos una parentalidad autoritaria con poca afectividad, además de
apoyo emocional, esta clase de parentalidad puede provocar una baja autoestima, lo que suele
originar los complejos de cuerpos y, por tanto, los TCA; En segundo lugar, de esta
clasificación, encontramos la parentalidad indiferente, con bajo apego y control parental, lo
que provoca que los niños no tengan un ejemplo de conducta correcta y los lleve a cometer
errores, como conductas delictivas; En tercer lugar, se componen las familias demasiado
permisivas lo que crea en el niño una conducta de inmadurez; en último lugar, se encuentra la
parentalidad democrática, considerada como la mejor forma de ejercer la parentalidad,
creando en los niños una actitud más madura y capaz de gestionar las emociones, además de
tener muchas capacidades en otros aspectos como el académico. (ARTÍCULO CRISTIAN)
(redactado)
CAUSAS MARTA
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Los Trastornos de la Conducta Alimentaria que conforma un grupo de síndromes clínicos
cuyos rasgos psicopatológicos son la preocupación por el peso y por la figura corporal y la
convicción de que la autovaloración está fuertemente determinada por la apariencia física;
pero a pesar de que el síntoma externo pueda ser una alteración de la conducta alimentaria, el
origen de estos trastornos se debería explicar a partir de una perturbación psicológica
manifestada en un elevado nivel de insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados
índices de autoexigencia o ideas distorsionadas sobre el peso(Castro et al .2015)
Los motivos por los que aparecen los TCA son multifactoriales puesto que influyen factores
como la predisposición genética, los antecedentes familiares, aspectos ambientales,
socioculturales, psicológicos, etc. (Dueñas et al. 2015)
Por último vamos a hablar sobre la familia, la cual ejerce unas funciones básicas en la que se
encuentra la tarea de socialización donde uno de sus objetivos son los estilos y actitudes
alimenticias. Una mala estrategia en la socialización puede dar lugar a un TCA (Marfil R,
Sánchez MI, Herrero-Martín G, Jáuregui-Lobera. 2019). Según Sánchez Molina et al.(2001).
En las situaciones en la que hay vida laboral frenética, más costumbres tradicionales (la
mujer como principal cocinera de la casa) han favorecido a comidas más desestructuradas, a
destiempo y poco elaboradas, lo que ocasiona una mayor posibilidad de trastornos
alimenticios en las familias y sobre todo con respecto a los menores (adolescentes e infantes)
de esas familias. Todo esto ha enmarcado una serie de conductas que deben ser evitadas en el
núcleo familiar y buscar opciones para poder resolverlas. Del mismo modo, en estas familias,
el papel de los padres es fundamental como ejemplo hacia los hijos, esto debido a que los
niños aprenden por imitación de conducta, hasta llegar a la adolescencia cuando buscan una
“revolución de ideas”.
Por otro lado, las personas que sufren algún TCA poseen, además, una vulnerabilidad hacia
eventos estresantes; siendo de gran impacto o leves, pero de igual peligrosidad por la falta de
estrategias para afrontar estas situaciones. Por ende, los apoyos, tanto sociales como
familiares, son fundamentales para poder actuar y evitar riesgos mayores, actuando como
protector de riesgos (Marfil R, Sánchez MI, Herrero-Martín G, Jáuregui-Lobera. 2019).
(ARTÍCULO CRISTIAN) (redactado)
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CARACTERÍSTICAS
Muchos pacientes que presentan desórdenes alimentarios graves o de larga duración
necesitan ser ingresados. Los TCA cuentan con la mayor tasa de mortalidad de todos los
trastornos psiquiátricos, debido a un fallo cardiaco o suicidio. Por ello, es fundamental el
diagnóstico y tratamiento temprano de estos trastornos. (Dueñas et al. 2015)
CONSECUENCIAS . ALEXANDRA
Centrándonos en el ámbito adolescente en Canarias, sabemos que en esta etapa las personas
se encuentran en su máxima vulnerabilidad mentalmente hablando.
En lo referido al ámbito deportivo, se ha de afirmar que los hábitos alimentarios correctos son
fundamentales para el rendimiento físico y las anomalías nutricionales pueden influir
significativamente en el rendimiento del deportista, además de afectar negativamente a la
personalidad del deportista. (Castro,et al., 2010)
Por otro lado el movimiento “realfooding” ha tenido un gran impacto entre la sociedad joven
canaria y es que esta práctica se ha vuelto popular teniendo como objetivo mostrar comida
buena, rica en nutrientes y evitando totalmente los alimentos ultraprocesados. Realmente esta
propuesta suena bastante aceptable y positiva, pero puede traer consigo una serie de
consecuencias negativas que podrían pasarse por alto en un primer instante.
Se sabe que las redes sociales y los conocidos hoy en día como influencers se encontraban en
una etapa de pleno auge, donde el photoshop, filtros y la manipulación de la realidad puede
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ser fácilmente modelable, querer seguir los consejos de las personas a las cuales sigues,
desinformación acerca de los objetivos nutricionales o el querer alcanzar una meta
prohibiendote a ti mismo consumir de vez en cuando ciertos alimentos procesados puede
producir numerosos tipos de trastornos alimentarios.
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el hecho de pertenecer a un tipo de “estructura familiar” u otra se da un mayor o menor
porcentaje de personas con TCA. Una familia que adopta un “estilo democrático” promueve
hábitos alimenticios saludables que refuerzan la posibilidad de no padecer algún trastorno
alimenticio. Sin embargo, una familia con miembros que poseen algún tipo de trastorno son
más vulnerables a seguir ese hábito y transferirlo entre generaciones, además, según estudios,
la proximidad de un adolescentes con un familiar con algún tipo de trastorno de la conducta
tiene más posibilidades de padecerlo, esto también está relacionado con una cultura familiar
enfocada en la belleza corporal y en otras cuestiones, como los deportes, antes que un cuerpo
saludable (Marfil R, Sánchez MI, Herrero-Martín G, Jáuregui-Lobera. 2019). Según Sánchez
Molina et al.(2001), padecer un TCA varía desde el 15 hasta el 62% afectando a más del 90%
en mujeres y adolescentes. Además, encontramos, según Wilmore y Costill (1998), una
prevalencia del 50% para las deportistas de élite, siendo más notable este porcentaje en la
gimnasia (74%) (Rosen et al. 1986).
Los casos de TCA real son de carácter desconocido y, además, se cree que están infra
diagnosticados, teniendo una incidencia del 3,01 casos por 100.000 habitantes. Dentro de
estas incidencias encontramos casos de personas aún infantes. Según datos del DSM-IV-TR
entre el 1% y 5% de infantes (mayores de 6 años) tienen algún tipo de TCA, este porcentaje
se da por motivos fuera de lo que hemos hablado anteriormente, siendo causado, sobre todo,
por una mala supervisión parental cuando los niños son quisquillosos con la comida, dando
lugar a un mal hábito alimenticio (Marfil R, Sánchez MI, Herrero-Martín G, Jáuregui-Lobera.
2019).
Por último, tenemos que señalar la importancia de los valores de la sociedad y los problemas
que se originan debido a estos valores. La globalización ha implementado malos hábitos
alimenticios que intentan crear modelos de un físico determinado llenos de críticas hacia
otros tipos de físicos y tallas, esto crea complejos sociales que afectan, en mayor medida, a
las mujeres y, aún más, a las mujeres adolescentes. Según investigaciones, de diversas
instituciones, un 27,4% de los adolescentes padece de TCA, siendo un 33%, de está cifra,
mujeres.
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4. Referencias
S.A. (14 de enero del 2019). ¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)?.
Portal Clínic.
https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/trastornos-de-la-conducta-alimentar
ia#:~:text=Los%20Trastornos%20de%20la%20Conducta%20Alimentaria%20(TCA)%20son
%20enfermedades%20mentales,falta%20de%20ingesta%20de%20comida.
Álvarez, M. L., Bautista, I. y Serra, L. (13 de enero de 2015). Prevalencia de los trastornos de
la conducta alimentaria en adolescentes de Gran Canaria. Nutrición Hospitalaria, vol. 31, nº
5, pp. 2283-2288.
https://dx.doi.org/10.3305/nh.2015.31.5.8583
ORELIN
González, S., Herrera, I., Batista, A., Moreno, D. y Muñoz, E. (2021). Salud mental y
adolescencia. Experiencia del Servicio de Psiquiatría Infanto Juvenil del CHUIMI, en Gran
Canaria, en el último año. Canarias Pediátrica, vol. 45, nº 3, 2021, pp. 242-248.
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8390577 primer art
¿Influencia de movimientos como el Realfooding en el Desarrollo de Trastornos de la
Conducta Alimentaria en la Poblacion Joven Canaria¿.pdf (ull.es) segundo art
ALEJANDRA
Dueñas, Y., Murray, M., Rubio, B., Murjani, H. y Jiménez, A. (2015). Trastornos de la
conducta alimentaria en la edad pediátrica: una patología en auge. Nutrición Hospitalaria,
vol. 32, nº 5, 2015, pp. 2091-2097.
https://scielo.isciii.es/pdf/nh/v32n5/26originalpediatria05.pdf
MARTA
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Castro, R., Cachón, J., Valdivia, P. y Zagalaz, M. (2015). Estudio descriptivo de trastornos de
la conducta alimentaria y autoconcepto en usuarios de gimnasios. Revista Iberoamericana de
Psicología del Ejercicio y el Deporte, vol. 10, nº 2, 2015, pp. 251-258.
https://www.redalyc.org/pdf/3111/311137747010.pdf
MARÍA