Este documento describe los privilegios de ser hijos de Dios en 3 oraciones:
1) Dios nos ama como un padre ama a sus hijos y nos relacionamos con Él como hijos.
2) Como hijos de Dios, somos guiados por el Espíritu Santo y Dios espera que lo imitemos.
3) Disfrutamos ahora de los privilegios de ser hijos de Dios y de las bendiciones que nos esperan en el cielo.
Este documento describe los privilegios de ser hijos de Dios en 3 oraciones:
1) Dios nos ama como un padre ama a sus hijos y nos relacionamos con Él como hijos.
2) Como hijos de Dios, somos guiados por el Espíritu Santo y Dios espera que lo imitemos.
3) Disfrutamos ahora de los privilegios de ser hijos de Dios y de las bendiciones que nos esperan en el cielo.
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1) Dios nos ama como un padre ama a sus hijos y nos relacionamos con Él como hijos.
2) Como hijos de Dios, somos guiados por el Espíritu Santo y Dios espera que lo imitemos.
3) Disfrutamos ahora de los privilegios de ser hijos de Dios y de las bendiciones que nos esperan en el cielo.
Este documento describe los privilegios de ser hijos de Dios en 3 oraciones:
1) Dios nos ama como un padre ama a sus hijos y nos relacionamos con Él como hijos.
2) Como hijos de Dios, somos guiados por el Espíritu Santo y Dios espera que lo imitemos.
3) Disfrutamos ahora de los privilegios de ser hijos de Dios y de las bendiciones que nos esperan en el cielo.
LOS PRIVILEGIOS DE SER HIJOS DE DIOS Alguien ha dicho que «la debilidad del hombre atrae la compasión
Jn. 1:11-12 de Dios».
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser Como un padre humano mira con comprensión y amor cuando su hechos hijos de Dios; niño lucha con una tarea que realmente es para un hombre, así Jehová nos mira con misericordia en nuestra debilidad. Los privilegios que acompañan a la adopción los podemos ver. Él conoce nuestra condición, sabe que somos hechos de polvo, que somos frágiles e impotentes. Con demasiada frecuencia se nos Primero, en la manera en que Dios se relaciona con olvida aquello que Dios recuerda: que somos polvo. Este descuido nosotros, nuestro nos conduce al orgullo, la auto confianza, la independencia Segundo, en la forma en que debemos relacionarnos unos y los ataques de nervios. con otros como hermanos en Cristo. SUPLE NUESTRAS NECESIDADES Al Dios tener una relación con nosotros de Padre a hijo, nos demuestra claramente: “Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas NOS AMA a los que le pidan!” (Mateo 7:11). 1Jn 3:1 Cristo nos revela el corazón de Dios el Padre. Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados Él no es egoísta [que piensa sólo en él], envidioso [que se enoja si hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le sus hijos prosperan]. No tenemos que arrastrarnos cuando venimos conoció a él. con nuestras peticiones delante de nuestro Padre. Él es un Padre amante que comprende, cuida y conforta a sus hijos. El amor de Dios está en total contraste con el amor del mundo. El mundo ama a quienes lo aman, en cambio Dios ama aun a quienes Si los seres humanos [siendo malos por naturaleza] pueden ser lo desobedecen. Imagínese que Dios nos demostró su amor en que bondadosos con sus hijos, imagine cuán bondadoso puede ser Dios, Cristo murió por nosotros aun cuando éramos pecadores. el creador de todo lo bueno. Ro. 5:8 Stg 1:17 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que, siendo Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. SE COMPADECE Sal 103:13-14 NOS DIRIGE Como el padre se compadece de los hijos, “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos Se compadece Jehová de los que le temen. 14 Porque él conoce de Dios» (Romanos 8:14). nuestra condición; Se acuerda de que somos polvo. Uno de los privilegios de la adopción es ser dirigido por el Espíritu nos dirige; nos disciplina como hijos; nos instruye a vivir como Santo. El hijo que pertenece a la familia de Dios es guiado por el familia de la fe; y es un Padre que espera que lo imitemos en todo. Espíritu de Dios, por eso dice Pablo. Ni Satanás, ni el mundo, ni la carne pueden privarnos de disfrutar Los hijos de Dios no somos guiados por medio de impresiones o de estos privilegios que alcanzamos al poner nuestra fe en Jesucristo impulsos mentales que suministran dirección en las decisiones de la y que él compró para nosotros en la cruz del Calvario. vida. Más bien, es el Espíritu de Dios el que nos guía y dirige de manera objetiva e intencional. Ilumina la mente de los hijos de Dios Y si estas bendiciones están garantizadas ahora por la presencia del para que entiendan la Palabra de Dios y los capacita para que Espíritu Santo que es el anticipo de nuestra herencia, entonces obedezcan las Escrituras y agraden al Padre celestial. quiero recordarte que todos los grandes privilegios y las bendiciones del cielo que están preparados para nosotros están ESPERA QUE LO IMITEMOS garantizadas. Ef. 5:1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. No somos cualquier cosa, somos los hijos de Dios, somos miembros de la familia real, príncipes y princesas que reinarán con Cristo Deben seguir el ejemplo de Dios de la manera que los hijos bien sobre los nuevos cielos y nueva tierra. Jesucristo prometió que amados siguen el buen ejemplo de sus padres. Por encima de todo, el cristiano debe imitar el amor y el perdón de Dios. “Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.” En este sentido el apóstol Pedro dice: “Como hijos obedientes, (Apocalipsis 3:21). obedezcan a Dios; no vuelvan bajo ningún concepto a la vida que llevaban cuando no conocían nada mejor. Sean santos en su manera de vivir, porque el que los invitó a ser hijos suyos es santo.” (1 Pedro 1:14-15 NTBAD).
Si Dios nuestro Padre en el cielo es santo, nosotros deberíamos ser
santos como hijos obedientes.
CONCLUSIONES
Hoy disfrutamos de los privilegios de ser adoptados como hijos de
Dios, miembros de Su familia.
La relación de Padre a hijos que tenemos con Dios garantiza que
Dios el Padre nos ama; nos comprende; suple nuestras necesidades;