APUNTES Capitulos I Al III (Revisado) Seguridad Social Chile
APUNTES Capitulos I Al III (Revisado) Seguridad Social Chile
APUNTES Capitulos I Al III (Revisado) Seguridad Social Chile
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Las principales fuentes utilizadas para la confección de estos apuntes, y que serán de lectura
obligatoria, son los siguientes: “Derecho de Seguridad Social” de Patricio Novoa, “Derecho del
Trabajo y de la Seguridad Social” de Héctor Humeres, y “Manual de Legislación Provisional” de
Gabriela Lanata Fuenzalida.
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acción comprometida del Estado, a fin de asegurar una cierta calidad de vida
mínima a todas las personas.
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Ver clasificación citada, en páginas 2 a 5 Ob. Cit. Gabriela Lanata Fuenzalida.
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Ver en páginas 45 y siguientes de Ob. Cit. Patricio Novoa, más definiciones, amplias y
restringidas de Seguridad Social, y un análisis de las mismas.
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por esta rama, así como también la coordinación entre ellos y su relación con
los beneficiarios, estableciéndose derechos y obligaciones recíprocas, de modo
que el contenido de esta disciplina, está determinado por los riesgos y
contingencias sociales, los estados de necesidad originados por ellos y las
fórmulas de aseguramiento ideadas para afrontarlos.
Entre los motivos que llevaron a tal conclusión, cabe señalar los
siguientes: que en cuanto al concepto y a su contenido, la Seguridad Social es
el ordenamiento jurídico de un sistema para hacer frente a los estados de
necesidad que afectan a los miembros de una comunidad, y su contenido está
compuesto por los riesgos y contingencias sociales, por los estados de
necesidad que estos originan y por los instrumentos ideados para cubrir tales
estados de necesidad, en tanto que el Derecho del Trabajo, es el conjunto de
normas, teorías y Leyes que regulan las relaciones entre empresarios y
trabajadores, y la de éstos con el Estado, y su contenido está configurado por
las condiciones y organización del trabajo dependiente; su objeto también es
distinto, en el primer caso se trata de los riesgos y contingencias sociales, en
tanto que en el segundo, corresponde al trabajo subordinado; igualmente
estas disciplinas difieren en el sujeto de cada una de ellas, que son el
asegurado o afiliado, el órgano gestor y el Estado, por una parte, y los
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Desde este punto de vista, es que se podría afirmar como lo hace Miguel
Angel Cordini, la gran amplitud que presenta la Seguridad Social, ya que es allí
donde el Derecho del Trabajo resulta ineficaz en su acción protectora, cuando
no es posible obtener un ingreso, como en el caso de ancianos e inválidos,
cuando estos resultan insuficientes por causas extrañas al trabajo, como
nacimiento y crianza de hijos, cuando ocurren circunstancias extrañas al
trabajo, como enfermedades y accidentes laborales, o cuando no ha podido
lograrse el establecimiento de una relación de trabajo, cual es el caso de los
desocupados, donde la función protectora de la Seguridad Social adquiere
mayor relevancia y notoriedad.
Pese a las diferencias anotadas, es claro que ambas disciplinas son muy
cercana, y se relacionan de diversos modos, por ejemplo es el empleador quien
debe descontar las cotizaciones previsionales de las remuneraciones del
trabajador, las que a su vez también cumplen un importante rol como
elemento regulador de las cotizaciones y de los beneficios, además la
operación de ciertas instituciones de la Seguridad Social, significa la
suspensión o extinción de la relación laboral, por ejemplo, en caso de
enfermedad, o cuando un trabajador se jubila.
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Capítulos I de los textos de Novoa y Humeres.
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Este período conoció un gran auge de las mutualidades, las que incluían
a gran parte de la población, y en nuestro país existen desde el año 1853,
cuando Víctor Laynes, fundó la Sociedad Tipográfica, adquiriendo importancia
junto a la figura de Fermín Vivaceta, y entrando en decadencia desde el año
1924, con motivo de la dictación de la Ley sobre Seguro Obrero Obligatorio.
por los trabajadores, aunque rápidamente seguida por los demás países
europeos, en lo que cupo gran importancia a la OIT, creada en virtud del
Tratado de Versalles, al término de la Primera Guerra Mundial.
ii.- postuló que la seguridad social debía extenderse a todas las contingencias
sociales, con sólo algunas limitaciones, indicando que el sistema debía proteger
a las personas desde la cuna y hasta la tumba.
iii.- fue partidario de la creación de un sistema nacional de prestaciones
familiares.
iv.- respecto al monto de las prestaciones, se decía que, salvo variaciones
atendido el sexo o estado civil, debían ser iguales para todos, sin que influyera
el nivel de rentas.
v.- proclamó que el sistema debía proteger a todos los residentes del país, sin
distinción de su origen o permanencia.
vi.- en relación a los aportes pecuniarios, también debía ser el mismo para
todos, salvo variaciones en cuanto al sexo.
vii.- se inclinaba por la unificación de todas las instituciones de seguros
sociales, en un servicio público único, bajo la tuición del Ministerio de
Seguridad Social, además de la simplificación al máximo de las formalidades
administrativas.
viii.- en cuanto a la salud, se optaba por el establecimiento de un servicio
nacional de salud, financiado mediante impuestos, que asegurasen a toda la
población prestaciones médicas gratuitas en sus fases curativa, preventiva y
de rehabilitación.
ix.- por último se pugnaba por una política de pleno empleo.
e) Fines del Siglo XX: Luego del informe Beveridge, se fue intensificando la
preocupación internacional por este tema, naciendo el Derecho Internacional
de la Seguridad Social, incluyéndose normas relativas a él en distintos
instrumentos tales como la Carta del Atlántico, de Agosto de 1941, la
Declaración de Santiago, de 1942, enmarcada en la Primera Conferencia
Interamericana de Seguridad Social, la Declaración de Filadelfia, de 1944, que
contenía diversas recomendaciones que dieron pie al Convenio 102 o norma
mínima, el acuerdo 8º de la Conferencia de la OEA celebrado por países
miembros de la OIT, celebrada en Ottawa, 1966, que concibe a la Seguridad
Social como un medio para lograr una distribución más equitativa de la renta,
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i.- Decreto Ley Nº 857, de 1925, que creó la Caja de Previsión de Empleados
Particulares, institución que pese a carecer de un derecho previsional básico,
como es la jubilación, contemplaba un fondo de retiro e indemnizaciones por
años de trabajo, fondos que tuvieron la particularidad de que era posible
comprar inmuebles a su cargo, lo que permitió a muchos acceder a viviendas,
y que eran financiados con aportes de trabajadores y empleados, sin
intervención del Estado.
ii.- Ley Nº 6.174, del año 1938, sobre Medicina Preventiva, que vino a
complementar a las diversas Cajas de Previsión existentes, al obligarlas a
establecer servicios de medicina preventiva, creándose el Servicio Nacional de
Salud para atender a los obreros, y el Servicio Médico Nacional de Empleados,
para los empleados.
iii.- Ley Nº 10.383, del año 1952, que estableció el Servicio de Seguro Social,
que absorbió a la antigua Caja de Seguro Obligatorio, que atendía a los
obreros, incorporando a independientes y voluntarios, a quienes otorgó
pensiones por vejez, invalidez, viudez, orfandad, cuota mortuoria y facilidades
para acceder a la casa propia, además de atender los beneficios de
asignaciones familiares e indemnización por años de servicio, entregando al
Servicio Nacional de Salud, todo lo relativo a las prestaciones de salud.
iv.- Ley Nº 10.475, también de 1952, que otorgó a los empleados particulares
los beneficios de jubilación y montepío, afectando su financiamiento a los
fondos por indemnización por años de servicio, y de este modo, los
devengados a contar del 8 de septiembre de 1952, quedaron afectados a este
nuevo destino. Posteriormente, a través de diversas Leyes, se fue extendiendo
al régimen de la Caja a diversos trabajadores, como artistas, choferes de taxi,
contadores y otros. Esta Caja contempló igualmente los beneficios de la cuota
mortuoria, auxilio de cesantía y asignación familiar, quedando en manos del
Sermena (Servicio Médico Nacional de Empleados), las prestaciones relativas a
la salud.
v.- Ley Nº 10.968, sobre Continuidad de la previsión, de 1952, que permitió a
quienes jubilaban en una Caja de Previsión diversa a aquella en que habían
cotizado a lo largo de su vida laboral, reconocer estos fondos, lo que significó
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a) Ahorro: es el sistema más antiguo utilizado por el hombre para cubrir sus
eventualidades, por cuanto en la medida que la persona disponga de recursos
naturalmente que podrá disponer de ellos para satisfacer sus propias
necesidades imprevistas, como enfermedades u otras; y si bien este es un
sistema individual y voluntario de reparación de las contingencias, ha sido
igualmente fomentado por los gobiernos, que han creado numerosos
mecanismos a tal efecto, como las Cajas de Ahorro y Préstamo, Cuentas de
Ahorro, etcétera.
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En este punto, revisar Capítulo V, Ob. Cit. de P. Novoa, II del texto de H. Humeres y páginas
27 y siguientes del Manual de G. Lanata.
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ii.- universalidad subjetiva, esta dice relación con las personas, y establece que
la Seguridad Social debe otorgar protección a todos los miembros de la
población, cualquiera sea su nacionalidad, trabajo que desempeñen, edad o
monto de los ingresos que perciben. Este principio se desprende del
fundamento de la Seguridad Social, que en definitiva, era el derecho obligación
a mantener una vida digna, derecho que naturalmente corresponde a todas las
personas y no sólo a los trabajadores o a los jefes de hogar, por ejemplo.
En nuestro país este principio ha tenido una buena acogida, así por
ejemplo, podemos mencionar la Ley 4.054, sobre Seguro Obrero Obligatorio de
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la pasividad que el que presenta una persona de baja calificación, que percibe
ingresos mínimos. Siendo este último sistema, aquel por el cual nuestro país
tradicionalmente ha optado.
Para que esta unidad se dé, los distintos órganos gestores deben cumplir
a lo menos, los siguientes requisitos: que abarquen un conjunto o grupo
homogéneo de afiliados, de base territorial y/o profesional; que por la
actividad sumada de todos ellos, quede protegida la totalidad de la población;
que todos y cada uno operen de acuerdo con una política de conjunto,
orientada por el Estado, en tal forma que cada cual, conservando su autonomía
gestora y financiera, emerja como la agencia de un gran y único sistema; que
el régimen de prestaciones sea esencialmente el mismo en cada organismo,
otorgando todos y cada uno los mismos beneficios, bajo el mismo sistema de
condiciones y requisitos, con idénticos montos, tipos o porcentajes, según la
prestación de que se trate; que el régimen de la cotización sea también el
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Para más detalles sobre este tema, ver pp. 104 de Ob. Cit. P. Novoa.
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mismo en todos los organismos, por cada afiliado, cualquiera sea su organismo
de afiliación, se habrá de cotizar en forma idéntica.