Reseña La Vida, El Tiempo y La Muerte
Reseña La Vida, El Tiempo y La Muerte
Reseña La Vida, El Tiempo y La Muerte
[Isguhesa]
La presente reseña fue elaborada del libro “La vida, el tiempo y la muerte”
perteneciente al grupo de la colección “La ciencia para todos” #52, con editorial FCE,
escrito por Fanny Blanck Cerejido quien se graduó en medicina en la Universidad de
Buenos Aires e hizo estudios de postgrado en la Boston Psychosnslytic Society de
EUA, quién ejerció la docencia en varias instituciones y actualmente es miembro de la
Asociación Psicoanalítica Mexicana y Marcelino Cerejido, graduado como doctor en
medicina en Argentina, gran profesor de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la
Universidad de Buenos Aires, así como director del departamento de Biofísica del
centro de Investigaciones Médicas Albert Einstein en su País. Actualmente es
investigador nacional en México y profesor de fisiología y biofísica del CINVESTAV.
Antiguamente se consideraba que los sistemas biológicos estaban en equilibrio. Pero las
moléculas de los organismos vivos contienen en sus enlaces muchísima energía
potencial, el ordenamiento de sus moléculas es enorme, y se necesita muchísima
información para especificarse articulación y su estructura. Ahora bien, solo falta por
agregar que los organismos vivos funcionan y toda su función es un pasaje, esto porque
todos los procesos que pueden ocurrir en un sistema es una función.
El fluir no sólo genera sistemas biológicos y los obliga a funcionar, sino que los empuja
a progresar a través de crisis que, finalmente, desembocan en la muerte; donde Ya
Hegel había señalado que “la muerte genera al hombre en la naturaleza, y lo fuerza a
progresar hacia su destino final”. Aquí es imprescindible señalar que, la muerte solo es
un paso mas en la etapa de cualquier sistema biológico que se da para el desarrollo de
nuevas vidas en las cuales el fluir de la vida será siempre continuo, sin este paso el
mundo no tendría espacio para mantener a todos los seres humanos que se supone
estarían desde que se creo la vida, hasta nuestros tiempos, debido a que habría un
colapso, y no permitiría el buen desarrollo de la vida.
La mente se maneja con un lenguaje y se produce conceptos tales como los de vida,
tiempo y muerte, que precisamente, queremos considerar. Si bien el aparato psíquico se
basa en la estructura neural, la mente no puede ser entendida como si sólo fuera una
función entre otras de lo neuronal, sino como un nuevo orden jerárquico que, como tal,
requiere una descripción y un lenguaje propio. En consecuencia nosotros estamos
hechos en buena parte de nuestra propia memoria que va acompañada del olvido. Todos
los seres humanos producimos e intercambiamos nuestras ideas de tal manera que
nuestra mente produce el lenguaje que utilizaremos a lo largo de nuestra existencia de
manera proporcional en un lapso indefinido.
Según el humorista español Gila afirma que “Los niños son locos bajitos”, pero en
realidad no esta bien fundamentada esta frase debido a que solo la plantea como una
sospecha de que en realidad el hombre llegaba a la razón después de haber pasado la
etapa de la niñez, ahora bien, si esto fuera cierto entonces todos alguna ves lo fuimos
debido a que en algún momento de nuestra niñez, necesitamos de una madre para que
nos guiara para no cometer errores. Por otra parte al nacer, todo niño se encuentra en
una situación de indefensión en la que su sobrevivencia depende por completo de su
madre, y no por esto se dice que es un “loco bajito”.
El hombre del mundo occidental siente que su vida transcurre en lo que podemos llamar
tiempo del sentido común, que fluye, de manera lineal del pasado al presente pero que
es casi imposible que este tiempo fluya hacia un futuro, Ahora, si esta idea esta
implicando las nociones de tiempo, la fluidez de este, y la forma en que puede
transcurrir, es posible creer que si fluye de manera lineal tanto en un pasado como en un
presente, este tiempo debe transcurrir proporcionalmente en un futuro.
Piaget afirma que es importante separar el punto de vista del sujeto, para que pueda
llegar a ordenar sus actos en el tiempo sin percibir ninguna sucesión que ordene los
acontecimientos. Esta afirmación es razonable ya que, el lenguaje y la socialización
contribuyen a crear las nociones de duración y sucesión, y por tanto ayuda a transformar
la mente del ser humano de su cuerpo, donde se puede dar la conceptualización
temporal como una función que va madurando con la experiencia que uno va a ir
adquiriendo a lo largo de toda su vida, desde su nacimiento hasta la muerte.
Se dice que el mundo físico antes era un gigantesco trabajo de relojería, donde el tiempo
fluía de manera homogénea y continua, donde Isaac Newton desarrollo justamente la
matemática necesaria para describir ese tiempo continuo. Aquí se puede deducir que el
tiempo transcurre y no se detiene ante nada, por lo cual es inpresendible saber
aprovecharlo.
Lamarck advertía que las criaturas no parecían ser creadas para un medio específico, si
no que se adaptaron al medio que ocupaban. En gran parte tiene toda la razón ya que si
los seres vivos que no se acondicionaban al medio en el que estaban morían, y todos
aquellos que sobrevivían dejaban descendientes capaces de poder sobrevivir y así seguir
dejando descendencia. Por esta razón Edward Blyth, asociando el parentesco y la
relación cronológica de las distintas especies, se pregunto si una gran proporción de
estas no descenderían de un antepasado en común. Desde ahí surgieron varios
científicos que se empezaron a interesar sobre como las especies iban cambiando a lo
largo del tiempo y se iban adaptando al mundo en que vivían, es decir empezaron a
descifrar la evolución.
Un gran científico Charles Darwin propuso un conjunto de ideas que aún siguen
vigentes en la actualidad como: Cada individuo es único, porque las diferencias que
vemos entre los organismos de un supuesto organismo real no son errores, simplemente
lo describe como las características de un modelo perfecto de cada especie para
adaptarse. Ahora bien, de todos los cambios temporales que puede sufrir un organismo,
los más angustiosos y drásticos son el envejecimiento y la muerte. Esto es en teoría
verdad debido a que en la actualidad hay un alto grado de impaciencia entre las
personas que cada día buscan medicamentos para detener la vejez, sin tomar en cuenta
el problema que el tomarlos les puede ocasionar en un lapso determinado.
De este modo se puede entender el punto de esta teoría si se tiene también en cuenta que
el envejecimiento y la muerte no son privativos de lo biológico. Así se ha dicho que un
organismo no ha muerto mientras siga viva la ultima de sus células, pues bien, si
adoptamos esta suposición entonces podemos encontrarnos con un cadáver y decir que
no ha muerto ya que tal vez los órganos pudieron servir para dar vida a otro ser. Esto en
parte es ilógico ya que si consideramos, por ejemplo, a un huevo de gallina muerta
guisada en trozos, si es que sus huevos fecundados aún son capaces de producir pollitos
naturalmente o en una incubadora.
Por otra parte, cada célula se divide entre sí, para renovar aquellas que han muerto,
pero, hay ciertas células troncales no diferenciadas que son capaces de producir cierto
número de células pero en un tiempo muy corto, por esta razón llegan a duplicarse
relativamente, primero de una manera rápida, hasta que se el proceso va disminuyendo,
hasta el punto en que deja de producir células y el organismo muere.
Esta afirmación es verdadera ya que cuando una célula llega a su máximo punto de
duplicación y ya no puede volver a hacerlo, esta muere y automáticamente es
reemplazada por otra que sigue el mismo patrón de duplicación, es decir, toda célula lo
sigue, y llega un momento dado, en que estas mueren y entonces se puede afirmar que
un organismo celular esta muerto, ya que no hay mas células que duplicar.
Esta idea fue tomada por el psicoanálisis que introdujo el concepto de pulsión
considerada como la forma humana del instinto que aparece bajo la forma de deseo,
puesto que sin ella nosotros no tendríamos la capacidad de reaccionar ante diversas
situaciones, ya sea por impulso o por necesidad. Por esto se dice que la pulsión de la
muerte coincide con la noción de que el instinto tiende a regresar a un estado previo.
Por otra parte Klein define las primeras reacciones psíquicas del bebé como una
respuesta a una amenaza de muerte hecha por objetos; conviene recordar que en la
teoría la palabra objeto designa a toda entidad del mundo interno o externo que tenga
importancia para el sujeto. Esto visto desde el punto médico, es en cierta manera
verdadero, ya que cuando un bebé se encuentra en el vientre de su madre, es muy usual
notar movimientos cuando la madre, al hacer mucho esfuerzo por querer levantar algún
objeto pesado, vaya comprimiendo su abdomen y el bebé sienta que lo están lastimando,
este reacciona al momento, con ligeros golpecitos, aquí una clara respuesta a las
reacciones psíquicas de un bebé que esta dentro del útero de la madre.
Nuestra cultura interpreta el mundo en términos de tiempo y espacio, donde una vez que
nos hemos ubicado en ella, el tiempo fluye del pasado al futuro. Y al decir de un futuro
que fluye, si nos referimos a la vida, y nos ponemos a pensar que esta sigue y no se
detiene, el futuro acabaría en una muerte total, es decir que aquí se acabaría la vida.
Los niños van adquiriendo el concepto del futuro una vez que van madurando, es decir,
creciendo. Tal vez no haya otro momento en la vida como la adolescencia en el que el
pasado parezca tan lejano y el joven este pendiente de su presente y de su futuro, ya que
la posibilidad de aprender una y otra cosa en su dimensión de finitud e irreversibilidad
supone un largo y complejo proceso en el cual la noción de la muerte se transforma en
una idea abstracta de un problema personal. Esto hace que la concepción de la propia
vida como un tiempo que se tiene por delante cambie.
La muerte parece desempeñar varios papeles en la vida de cualquier ser humano, desde
el momento que nace, hasta que llega a su etapa de vejez, hoy estamos apenas en los
umbrales de una comprensión de qué es y cómo funciona el inconsciente que atesora
información sobre datos y como se forma y se madura hasta generar a un adulto que
balbucea sobre la vida, el tiempo y la muerte.
Bibliografía: