El Deber Conyugal
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El Deber Conyugal
LA VIDA CONYUGAL
Por: Jorge Gomez
Cuando hablamos de la vida conyugal es decir la relación del hombre con la mujer es un
tema demasiado amplio, en esta ocasión solo nos enfocaremos en un tema el cual es la
intimidad dentro del matrimonio, es decir las relaciones sexuales.
No podemos pasar por alto varios de los mandamientos que Dios ha establecido para el
matrimonio, el Señor ha dejado mandamientos precisos tanto para el Esposo como para la
Esposa. La mayoría de nosotros no ignora estas cosas, pero conviene las tengamos muy
presentes antes de abordar el tema que nos concierne.
Al hombre le fue concedido este gran privilegio, de lo cual nos advierte la escritura
leamos: Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a
todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya
confiado, más se le pedirá. Lucas 12:48 a la verdad el contexto del texto anterior no nos
habla del matrimonio pero podemos tomar las Palabras del Señor al decir que si se nos da
autoridad se nos está dando mucho, y como tal mucho se nos demandara. Podemos poner
un ejemplo muy sencillo, fue al hombre a quien Dios dijo: Con el sudor de tu rostro comerás
el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo
volverás. Génesis 3:19.
Es el hombre el llamado a llevar el sustento diario al hogar, no se ve bien que sea una mujer
quien trabaje y esta sea quien sostenga a su familia, cuando su esposo puede hacerlo,
aunque hay casos especiales de los cuales no vamos a tratar aquí.
Pero una cosa es segura, al hombre se le ha otorgado el privilegio de gobernar sobre su
hogar y por lo tanto se le demanda más.
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Leamos también:
Efesios 5:25,28 MARIDOS, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se
entregó a sí mismo por ella, Así también los MARIDOS deben amar a sus mujeres como a
sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Esto es bien claro ¿no le
parece?
Podemos darnos cuenta que hay mandamientos para ambos y que tanto el uno como el
otro si obedecen la parte que les corresponde van a encontrarse en un matrimonio
próspero y lleno de las bendiciones que Dios quiere derramar sobre ellos.
Ahora retomando el punto principal que es la intimidad conyugal, dejamos claro que nos
estamos refiriendo a las relaciones sexuales, las cuales ante la presencia del Señor y siendo
dadas dentro del matrimonio, es parte de la Santidad, leamos: Hebreos 13:4 HONROSO
SEA en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros
los juzgará Dios.
Leamos la versión Kadosh (Santa) Heb 13:4 El matrimonio es honroso en todo sentido, y en
particular, el sexo dentro del matrimonio es puro. Pero YAHWEH, en verdad, castigará a los
fornicarios y a los adúlteros.
Bajo ningún termino podemos decir que si un hombre desea a su esposa y su esposa a su
esposo son pecadores o pervertidos, todo lo contrario dentro del matrimonio el sexo es
santo, puro y aprobado por Dios.
Ante estas doctrinas podemos preguntar ¿de dónde han salido semejantes declaraciones?
¿En qué parte de la Palabra de Dios lo dice?
La palabra de Dios es clara en cuanto a esto, leamos: 1 Corintios 7:3 El marido cumpla con
la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. 7:4 La mujer no tiene
potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre
su propio cuerpo, sino la mujer. 7:5 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo
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de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros
en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. No os neguéis el
uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a
causa de vuestra incontinencia.
Cuando un hombre y una mujer han tenido la experiencia de tener relaciones sexuales su
cuerpo desea seguir teniéndolas… más que cuando no había tenido la experiencia,
tengamos presente que el deseo sexual es parte de nuestra naturaleza. De modo que al
tener la experiencia sexual la Palabra misma nos dice: 1 Corintios 7:28 Más también si te
casas, no pecas; y si la doncella se casa, no peca; pero los tales tendrán aflicción de la carne,
y yo os la quisiera evitar.
Si uno de los dos se niega a tener intimidad conyugal faltando así a su deber conyugal ¿Qué
hará el otro cuando desee tener relaciones sexuales? No podemos decir que es un pecador
(ra) por ello, pues si está casado(a) su deseo debe ser inhibido por su cónyuge.
Es ahí en donde el adversario puede ganar ventaja dentro del matrimonio, y la persona
puede ser presa del adulterio, aunque bajo ningún término va a justificarse ante Dios
alguien que comente adulterio porque su cónyuge no cumple el deber conyugal. Pues
escrito esta: He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del
hijo es mía; EL ALMA QUE PECARE, esa morirá. Ezequiel 18:4 pero la Palabra nos advierte
que puede suceder que Satanás gane ventaja a causa de la incontinencia.
Las únicas razones por las cuales dentro del matrimonio el hombre y su esposa no tienen
relacione sexuales y que no va contra la doctrina de Cristo es lo descrito en 1 Corintios 7:5
No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para
ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente
Satanás a causa de vuestra incontinencia. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún
tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a
juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia.
O que una mujer este en su periodo menstrual leamos: Y no llegarás a la mujer para
descubrir su desnudez mientras esté en su impureza menstrual. Levítico 18:19
Podemos citar también casos tales como que uno de ambos conyugues estén enfermos y
que las relaciones sexuales les generen molestias tales como dolor o que le varón este
inhibido (impotencia sexual). PERO ESTE PARRAFO ES NUESTRA OPINION NO ES PARTE DE
LA ESCRITURA.
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Para aquellos matrimonios que no tenga este problema y tengan una vida sexual activa y
satisfactoria también hay recomendaciones de parte del Señor en cuanto a la santidad que
debe existir en las relaciones sexuales. Leamos: 1 Tesalonicenses 4:4-5 que cada uno de
vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; no en pasión de concupiscencia,
como los gentiles que no conocen a Dios;
La palabra concupiscencia del griego
ἐπιθυμία G1939
epidsumía de G1937; (específicamente por lo prohibido):- codicia, codiciar, concupiscencia,
desear, deseo, pasión.
NOTA (para quienes no estén identificados con la concordancia Strong después del signo:-
las palabras que siguen son las palabras en que fue traducida la palabra tomada del texto
original.
En casos así debe llevarse todo en oración y el varón como cabeza de hogar examinarse a sí
mismo si es su trato poco amoroso para con su esposa es lo que está provocando esta
distancia entre ambos, todo varón debe tomar la iniciativa cada vez que se enfrente a
cualquier problema dentro de su familia pues fue puesto como cabeza y como tal debe
buscar el rostro de Dios.
En la palabra de Dios nos describe la relación sexual de una forma fascinante leamos:
Cantares 7:5 Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; Y el cabello de tu cabeza, como la
púrpura del rey Suspendida en los corredores. 7:6 ¡Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh
amor deleitoso! 7:7 Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos. 7:8 Yo
dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y
el olor de tu boca como de manzanas, 7:9 Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a
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mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos. 7:10 Yo soy de mi amado, Y
conmigo tiene su contentamiento.
¿Entiende ese lenguaje?
Los esposos tienen la libertar de gozar de su vida conyugal la cual les fue dada por el Señor.
Pues la escritura dice: Proverbios 5:15-19 Bebe el agua de tu misma cisterna, Y los raudales
de tu propio pozo. ¿Se derramarán tus fuentes por las calles, Y tus corrientes de aguas por
las plazas? Sean para ti solo, Y no para los extraños contigo. Sea bendito tu manantial, Y
alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te
satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.
Cada persona debe dar gracias a Dios cuando está casado, pues ha sido bendecido de parte
del Señor, leamos: Proverbios 18:22 El que halla esposa halla el bien, Y ALCANZA
LA benevolencia de Jehová.
Nuestros estudios no tiene derechos reservados, pueden ser reproducidos sin autorizaron
alguna, solo rogamos le sea dado el crédito a IGLESIA AMIGOS JUANA DE ARCO, la razón
por la cual rogamos esto es para darnos a conocer a aquellos que no nos conocen,
confiamos que todo temeroso del Señor respetara nuestra petición. AleluYAH.
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