Las Tribus Urbanas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 11

CENTRO UNIVERSITARIO PARA EL DESARROLLO EMPRESARIAL DE

MÉXICO

LA JUVENTUD Y LAS TRIBUS URBANAS: UN ACERCAMIENTO


CONCEPTUAL

ESTUDIANTES:
RUÍZ GONZÁLEZ ANA LAURA
TAVARES RODRIGUEZ JESUS

PROFESOR:
DR. CENOBIO FUENTES CALDERON

SEGUNDO CUATRIMESTRE
DOCTORADO EN DOCENCIA E INVESTIGACIÓN SOCIAL
LA JUVENTUD Y LAS TRIBUS URBANAS: UN ACERCAMIENTO
CONCEPTUAL

INTRODUCCIÓN

México, como muchos otros países sumergidos en dinámicas globales en


constante cambio; muestra los desajustes sociales provocados a raíz de la
implementación de políticas neoliberales que en los últimos años han recrudecido
problemas tales como: la pobreza, el desempleo, la caída del poder adquisitivo, el
individualismo hedonista y el desencanto por la democracia partidista.

La formación de grupos sociales se ha visto mermada por la socialización de


sentimientos individualizadores e individualizantes que desde las cúpulas del poder se
han gestado. En nuestro tiempo y espacio se enaltece la preocupación por el “yo”
dejando de lado el “nosotros”, es desde el primero que parte este ensayo al tener
presente diversos conflictos en su constitución. Para delimitar el estudio de la
constitución del “yo” se decidió centrarse en los jóvenes por ser los principales agentes
que se desconocen, es decir, son ellos los que a través de sus experiencias buscan tener
conocimiento de quiénes son, en otros términos, definir su identidad.

En un entorno social que diariamente los ataca, discrimina y humilla, los jóvenes
se ven forzados a buscar una identidad que les permita saber qué es lo que son así como
también qué es lo que quieren y a dónde van, de esa forma, hacer frente a las críticas
dentro de las cuales se les reduce a ignorantes, delincuentes, inmaduros… a nada.

La realidad social se ha complejizado, junto a ella, las teorías que dan cuenta de
dicha realidad también lo han hecho. Variadas son las manifestaciones del acontecer
social, una de ellas es la formación de tribus urbanas como resultado de la búsqueda de
identidad por parte de los jóvenes, precisamente la hipótesis del presente trabajo es que
las tribus urbanas son la materialización de la identidad juvenil.

El (des)orden social vigente posee un poder individualizador el cual por su


capacidad de expansión asemeja a la marabunta; la individualización, así como la
marabunta, en su avance van arrasando todo cuanto a su paso se encuentran pero en el
caso del grupo de hormigas difícilmente encuentran resistencia alguna y si se la topasen
terminan doblegándola, situación totalmente diferente es a la que se enfrenta la
individualización, lejos de arrasar fácilmente lo que encuentra se ve muchas veces
retada por resistencias colectivas ante las cuales, en algunas ocasiones, pierde la batalla.

En este trabajo se aborda el análisis de la juventud y como en su búsqueda de


identidad dan paso a lo que se ha denominado tribus urbanas, por lo que se comienza
definiendo a la juventud como una categoría social, luego de esto se expone un apartado
acerca de la constitución del “yo”. Como tercer apartado tenemos algunos
acercamientos conceptuales sobre las palabras tribus urbanas. Finalmente en la cuarta
sección se establece la relación de la identidad juvenil y las tribus urbanas para así dar
paso a las conclusiones a las que se llegó.
1. La juventud como categoría social

Debemos iniciar tomando en cuenta que lo juvenil es un constructo socio-


histórico, por tanto, al referirnos a la juventud nos referimos a una categoría social.

Socialmente se considera a la juventud el espacio intermedio dentro del proceso


de formación del niño para ser adulto o para considerársele como tal, aunque no en
todas las sociedades ni todo el tiempo este suceso se ha dado de esta forma. Tanto lo
infantil como lo adulto son también categorías sociales, las características de cada una
han sido socialmente determinadas.

Dicha transformación de niño a adulto “consta de dos fases: una de separación –


el niño es apartado de sus iguales y aislado- y otra final de agregación” (Montesinos,
2004, p. 15). La primera fase se inicia con una diferenciación entre ser niño y no serlo,
pero a la vez, éste último tampoco es un adulto, es aquí donde encontramos a la
juventud, la cual al llegar a la etapa adulta se dice que ha sido agregada a la sociedad, a
la cual debe acatar, producir y reproducir, esta es la última fase.

Se puede considerar, en términos de edades, que la juventud empieza a los 18 y


finaliza a los 30 años. 18 años, en el contexto mexicano, es la edad en la que se
adquieren responsabilidades de forma inicial, a partir de aquí al individuo se le va
capacitando para ser adulto mediante el encomendamiento de obligaciones.

Regularmente se relaciona la juventud con pubertad, para lo cual Brito nos


plantea una diferenciación: “la pubertad responde más directamente a la reproducción
de la especie humana; en tanto que, la juventud, apunta de manera más directa a la
reproducción de la sociedad. En otras palabras, la juventud se inicia con la capacidad
del individuo para reproducir a la especie humana y termina cuando adquiere la
capacidad para reproducir la sociedad” (Brito, 1996, citado por Claudio, 2002).

La juventud se ha visto perjudicada por los cambios del modelo económico, las
personas que se encuentren dentro de la categoría son víctimas de desajustes
estructurales como: el desempleo, la pobreza, marginación y una pérdida de identidad.
Montesinos (2004) afirma que el joven es el depositario de los valores que la sociedad
se prometió a sí misma y que no ha sabido realizar.

Un sentimiento de frustración abunda constantemente en los jóvenes por


desconocer lo que son o porque se miran a sí mismo y desconocen lo que creían ser.
Estamos pues, frente a un problema de identidad.

2. Identidad: la constitución del Yo

Vivimos en un mundo cultural creado socialmente a partir de la acción e


interacción entre los individuos y es dentro de este mundo en el que el sujeto trata de
encontrar lo que es, busca conocerse, comprenderse y comprender el mundo.

Hay que destacar el hecho de que nosotros, como individuos, nos guiamos a
través del mundo mediante las tipicidades que del mismo se han hecho, por ello, doy
por sentado que todos conocen los medios típicos utilizados en circunstancias típicas
para la obtención de fines típicos. A este argumento contribuye la tesis general de las
perspectivas reciprocas que establece: “en la actitud natural del pensamiento de sentido
común de la vida cotidiana, presupongo la existencia de semejantes inteligentes. Esto
implica que los objetos del mundo son, en principio, accesibles a su conocimiento, o sea
que son conocidos y conocibles por ellos (…) pero también sé y presupongo que, en
términos estrictos, el <<mismo>> objeto debe significar algo diferente para mí y para
cualquiera de mis semejantes” (Schutz, 1974, p. 42).

Esto se debe a que cada uno de nosotros posee un “aquí” y un “allí” que
condicionan las características observadas de un objeto, por ejemplo: yo por estar
“aquí” a determinada distancia del objeto experimento ciertas características que no
observas tú por hallarte “allí” a una distancia menor. A pesar de esto es posible
intercambiar puntos de vista gracias a que al situarnos en la posición del otro
percibimos lo que él, y él percibe lo que nosotros llevándonos a una comprensión
mutua.
Aunado a lo anterior, la situación biográficamente determinada de cada uno lo
dota de un respectivo sistema de significaciones por lo que al observar el mismo objeto
la percepción puede variar, entre uno y otro, en cierta medida.

Siguiendo a Schutz (1974), se entiende por situación biográfica: “en cualquier


momento de su vida diaria, el hombre se encuentra en una situación biográficamente
determinada, vale decir, en un medio físico y sociocultural que él define y dentro del
cual ocupa una posición, no solo en términos de espacio físico y tiempo exterior, o de su
status y rol dentro del sistema social, sino también una posición moral e ideológica” (p.
40).

De igual manera esa situación biográfica nos define aunque no de manera total.
El autoconocimiento de lo que uno “es” lo podemos obtener por medio de la interacción
con otros, al interactuar con otro individuo se comienza a tener clara una noción de
identidad, ésta se acentúa más cuando en interacción con un grupo mayor de individuos
se identifica lo que se “es” a partir de percibir lo que no se “es”. Por ejemplo, yo sé que
soy moreno cuando me coloco junto a otro de piel clara, yo sé que soy gordito porque
reconozco la existencia de otros que son flacos, y como yo no tengo el mismo peso que
ellos sé que soy gordito.

Son constantes los intentos por reconocerse como sujeto, tener una identidad
para estar en condiciones de decir qué somos e incluso por qué lo somos. Tenemos así
que la identidad es aquello que el sujeto reconoce de sí mismo, lo que lo hace ser pero a
la vez lo diferencia de otros. Es importante destacar que se puede adquirir una identidad
siendo parte de un grupo, es decir, que la identidad personal, paradojicamente, se edifica
a partir de conocer y reconocerse en otros.

Es posible verse reflejado en otros, o en algunos casos, yo no sé lo que soy hasta


que me situó frente a otros que me dirán, aunque no verbalmente, lo que soy. Aquí es
donde juega un papel importante la tribu urbana en la formación de la identidad, en la
constitución del “yo”, en el reconocimiento de uno mismo mediante el reconocerse
parte de un grupo. La afirmación del “yo” se hace en y con referencia al grupo.

3. Las tribus urbanas: acercamiento conceptual


Claudio (2002) afirma que “las tribus urbanas, ésa es nuestra convicción,
responden no sólo a una cuestión estética - aunque es innegable su componente y
despliegue – sino, por, sobre todo, a una respuesta ingeniosa y circunstancial que,
algunos jóvenes, dan al estado actual de cosas, que las sociedades contemporáneas les
ofrecen.”

En primer lugar, las tribus urbanas son un grupo social, en este sentido son
también fruto de una construcción histórica, no solo eso, sino que el contexto neoliberal
con su campaña de individualización y su imposición de una cultura hegemónica ha
contribuido a la creación y solidificación de éstas. “En la respuesta juvenil, intuitiva en
algunos casos, sistemática en otros, a las grandes corrientes culturales hegemónicas, los
jóvenes buscan rehacer aquellos lazos rotos o perdidos, producto de los fenómenos
mundiales de modernización, y lo hacen desde lo que mejor conocen: una vuelta a lo
tribal, en el sentido de una mayor incidencia de lo emocional-afectivo, aquello que es
propio de la comunidad de hermanos, de los que comparten un destino y una finalidad
común” (Montesinos, 2004, p. 120).

Por tanto, una tribu urbana hace referencia a un grupo social guiado por
emociones y afectos en el cual los integrantes comparten un destino y una finalidad en
común, se fundamenta en la comunión de emociones, objetivos y el apoyo mutuo.

4. La juventud y las tribus urbanas

Todos hemos atravesado momentos de crisis desconociendo lo que creíamos ser,


en un tiempo somos alguien o algo, caminamos con una orientación casi de brújula,
pero de pronto en nuestro andar por la vida comienzan a evidenciarse conflictos internos
provocados por factores externos como pueden ser el paso de un nivel educativo a otro
lo que implica actuar con otras personas distintas a las que cotidianamente se estaba
acostumbrado; mudarse de su lugar de origen a una nueva zona para luego volver a
movilizarse; o posiblemente la primer decepción amorosa nos provocó dudar si como
somos es como deberíamos ser para lograr conquistar a la mujer que nos gusta, cuando
logramos establecer una relación amorosa y fracasa, pensamos que ese fracaso se debe a
que somos algo distinto a lo que debemos ser y entonces nos involucramos en un
proceso de búsqueda de identidad, otro caso sería el de los problemas familiares.

Andar buscando nuestra identidad no es una tarea sencilla y cuando creíamos


haberla encontrado recaemos en la duda y volvemos a iniciar la búsqueda. En este
buscar y re-buscar identidades o puntos de referencia los y las jóvenes se ven sometidos
a tensiones y contradicciones que los sitúan en algunos casos, en puntos críticos de su
construcción de identidad.

En nuestro contexto la familia va perdiendo importancia como agente referencial


de una identidad, existe, pues, una desintegración dentro del hogar que deja al joven en
el desamparo y la angustia por no saber quién es, qué debe hacer, qué quiere y a dónde
ir.

Continuando con la descripción de Montesinos (2004) “vemos entonces, como él


o la joven, en este proceso que hemos descrito, de búsqueda y de afirmación de su
propio yo, abandona su familia, el grupo inicial de referencia, por otro que está fuera de
su hogar, que se constituye a partir de otros que como él o ella, se encuentran en la
intemperie, a la caza de elementos y rostros que les dé una identidad, es decir, una
seguridad mínima sobre la cual armar su propia visión de lo que son y lo que desean
ser”.

Es por ello que el contexto social lleva a los jóvenes a formar una tribu urbana a
partir de identificarse con otros como iguales, entre los cuales se reconoce a sí mismo, a
los cuales comprende y por los que es comprendido.

Montesinos (2004) afirma:

No es un secreto que la pandilla ejerce un papel impostor o al menos


sustitutivo respecto a la familia, lo que se evidencia en ciertos usos
lingüísticos que hablan de “clan”, “hermanos” o “primos”. Ese
papel es necesario, pues el muchacho necesita experimentar sobre sí
mismo el poder de los grupos de pares como agentes de socialización
para forjarse una idea de su yo, una lógica para la cual la familia
solo es parcialmente eficaz. La cohesión proporcionada por las
actividades de ocio, los valores y el atuendo tiene fecha de caducidad,
pues antes o después el joven se habrá beneficiado de la pandilla
para encontrar pareja o establecer relaciones amistosas individuales,
lo cual a su vez le permitirá abandonarla. Pero el fin de la banda no
es solo instrumental, ya que ella le permite compartir su a veces
angustiosa circunstancia vital, permitiéndole superar sus problemas
de autoestima y el miedo a la exclusión y a la soledad.

Tenemos entonces que las tribus urbanas son una construcción socio-histórica
del joven en su búsqueda de identidad, de su autoconocimiento.

Es de notarse que al no identificarse con su familia, los jóvenes deciden buscar


fuera de ella una identidad, tal y como Claudio Silva (2002) lo propone, el grupo
primero de referencia que es la familia no cumplió con las expectativas de tal o cual por
lo que recurrió a formar parte de ésta o aquella tribu con los cuales se identifica, es tanto
su sentimiento de pertenencia que se autonombra como miembro de ella.

En un primer momento, previo a la integración a la pandilla, el joven recurre al


recurso de la fachada del que Erving Goffman (1981) plantea como “la dotación
expresiva de tipo corriente empleada intencional o inconscientemente por el individuo
durante su actuación (p. 34). En otras palabras, tuvo que aparentar lo que no era para
formar parte de la tribu urbana o ser aceptado por ella. Este recurso de la fachada es
necesario al inicio de la interacción en tanto el nuevo integrante interioriza los códigos
de la tribu urbana. Cuando aquellos códigos y símbolos han sido interiorizados, la
fachada pierde razón de ser a razón de la adaptación total del joven al grupo.

Podemos notar que, las tribus urbanas son el fruto de una búsqueda de identidad
de los jóvenes, son éstos quienes las producen y reproducen como alternativa dentro de
su contexto social, para hacer frente a las adversidades y encontrar en los integrantes
una fuente de apoyo pero sobre todo un recurso para la sobrevivencia social.
Conclusión

En general, la juventud es una categoría social para referirnos a las personas que
se encuentran entre los 18 y 30 años de edad, por ser social la categoría es también
histórica.

Identificamos como una constante en la vida del joven, la búsqueda de identidad,


el conocerse y saberse a sí mismo. Durante ese proceso de saberse uno mismo, el joven
se enfrenta a conflictos internos y externo, en los primeros podemos ubicar las crisis
existenciales y de expectativas, en la segunda, la discriminación, la desintegración
familiar, básicamente el entorno social del joven.

En la constitución de su yo, de reconocerse como sujeto, recurre a grupos de


iguales para reflejarse en ellos y sentirse comprendido a la vez de comprenderlos. Es así
como las tribus urbanas juegan un papel importante en la formación de la identidad del
joven, quien es constructor de las tribus y construido por ellas. Solo a partir de la
interacción con otros miembros de la tribu el joven va identificando cuáles son sus
características que lo definen como tal.

Por tanto, las tribus urbanas son el resultado de una construcción socio-histórica
del joven en su búsqueda de identidad.

Podemos notar que, las tribus urbanas son el fruto de una búsqueda de identidad
de los jóvenes, son éstos quienes las producen y reproducen como alternativa dentro de
su contexto social, para hacer frente a las adversidades y encontrar en los integrantes
una fuente de apoyo, pero sobre todo un recurso para la sobrevivencia social.

Estamos seguros, que el presente trabajo contribuye a la construcción de un


marco conceptual que permitirá a futuros investigadores abordar el fenómeno de las
tribus urbanas y su manifestación en los jóvenes para explicar los procesos que esto
lleva consigo y las funciones sociales que cumple.
BILBIOGRAFIA

1. Montesinos, David (2004). La juventud domesticada. Editorial


Popular.

2. Claudio Silva, Juan (2002). Juventud y tribus urbanas: en busca


de la identidad. Revista Última Década, septiembre, número 17.

3. Schutz, Alfred (1974). El problema de la realidad social.


Amorrortu.

4. Goffman, Erving (1981). La presentación de la persona en la vida


cotidiana. Amorrortu.

También podría gustarte

pFad - Phonifier reborn

Pfad - The Proxy pFad of © 2024 Garber Painting. All rights reserved.

Note: This service is not intended for secure transactions such as banking, social media, email, or purchasing. Use at your own risk. We assume no liability whatsoever for broken pages.


Alternative Proxies:

Alternative Proxy

pFad Proxy

pFad v3 Proxy

pFad v4 Proxy