Resumen de Derecho Penal I - Forus PDF
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UNIVERSITARIOS AL SERVICIO
F.O.R.U.S
DERECHO PENAL I
3ER SEMESTRE
CAPITULO I
EL DERECHO PENAL
1. CONCEPTO Y MISIÓN DEL DERECHO PENAL
El Derecho Penal parte del ordenamiento jurid́ ico estatal, conjunto de normas
establecidas para regular los hechos punibles y sus consecuencias jurid́ icas.
Materia integrante de las Ciencias Penales, estudio criminológico, dogmát ico y
particular de las normas que regulan los hechos punibles y sus consecuencias jurid́ icas.
Desde la criminologiá : Comprender el origen y desarrollo del proceso de
criminalizació n de la conducta punible.
Desde la dogmática: Analizar el sentido jurid́ ico de las normas en el caso concreto.
Desde el estudio particular de cada hecho punible: Para concretar sus elementos y
requisitos normativos.
MISIÓN DEL DERECHO PENAL
La misió n del Derecho Penal es proteger la convivencia humana en la sociedad. Tiene
dos funciones principales:
a) Represió n: Castiga las infracciones a la ley penal.
b) Prevenció n: Combina con sanciones las futuras infracciones.
Comúnmente suele decirse que el Derecho Penal sirve para reprimir por lo que se hizo y
para advertir que no se cometa un hecho en el futuro, pues si se comete será sancionado.
2. FINES Y FUNCIONES DEL DERECHO PENAL
La finalidad busca regular aquellas conductas humanas que afectan en mayor medida
los bienes jurid́ icos más preciados de la sociedad.
Tiene tres funciones del Derecho Penal:
a) Orientación social: Comprende numerosas técnicas y tácticas sociales que promueven
un refuerzo autoritario de reglas de comportamiento coactivamente promulgadas.
Ejemplo: El Derecho Penal es ejercitada y aplicada institucionalmente.
b) Procesamiento de los conflictos: Direcciona los casos penales hacia los causes fijados
institucionalmente, proporcionan instrumentos para obtener resultados esperados.
c) La Legitimació n del poder: Legaliza la aplicació n del Ius Puniendi (Derecho a
castigar) estatal y social.
CAPITULO II
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PENAL – I
1. EL PRINCIPIO DE LEGALIDAD. ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Art. 1 del Código Penal: “Nadie será sancionado con una pena o medida sin que los
presupuestos de la punibilidad de la conducta y la sanció n aplicable se hallen expresa y
estrictamente descriptos en una ley vigente con anterioridad a la acció n u omisió n que
motive la sanció n.”
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Art. 39 de la Magna Charta (1215): Es fuente inspiradora del Principio de Legalidad,
luego la Constitutio Criminalis Carolingia (1532), también puede entenderse como
antecedente remoto del principio de legalidad, al prohibir el uso de la analogiá contra el
reo.
Los movimientos independentistas, pueden encontrarse verdaderos antecedentes
normativos afines al sentido polit́ ico del principio, concebido como una garantiá del
ciudadano limitante del jus puniendi estatal.
Declaración de Derechos de Virginia (1776) afirmaba que las leyes promulgadas para
sancionar delitos anteriores a su existencia, son opresivas.
El principio de legalidad, más ampliamente difundido en nuestra cultura occidental
moderna fue del Derecho Penal Alemán.
FEUERBACH: “Nulla poena sine lege”, “Nullum crimen sine poena legali” y “Nulla
poena (legali) sine crimine”. No existe pena sin ley; no existe crimen sin pena legal; no
existe pena legal sin crimen.
2. FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL Y NOCIONES GENERALES
Este principio encuentra su fundamento constitucional en las reglas que proclaman los
principios de la Libertad Jurid́ ica y de responsabilidad legal por el hecho, artić ulos 9° in
fine y 17, inciso 3° de la Constitución.
“Nadie está obligado a hacer lo que la ley no ordena ni privado de lo que ella no
prohib́ e.” “Que no se le condene sin juicio previo fundado en una ley anterior al hecho
del proceso...”
ANSELM VON FEUERBACH: “Nullum crimen nulla poena sine lege”
3. LEGALIDAD DEL DELITO Y DE LA PENA
Puede extenderse a dos garantiá s esenciales:
A. LEGALIDAD DEL HECHO PUNIBLE: Para que un hecho punible sea considerado
como tal debe estar descripto en el precepto legal. La conducta prohibida u ordenada
por la norma, debe estar precisamente descripta en el precepto legal (tipo legal) que
define al hecho punible, sea crimen o delito.
B. LEGALIDAD DE LA SANCIÓN: “La sanción aplicable” a quien comete la
conducta prohibida u omite la debida, debe estar determinada en la ley vigente y
anterior a ella. Los efectos
Los efectos del Principio de Legalidad se pueden resumir en la necesidad de:
a) LEX PRAEVIA (LEY PREVIA): Ninguna conducta puede ser considerada como un
hecho punible, ni sancionado con alguna consecuencia jurid́ ica, si una ley anterior a su
comisió n no la ha previsto como tal.
b) LEX SCRIPTA (LEY ESCRITA): La ley debe proceder del Poder Legislativo y
contener los requisitos formales, entre ellos, ser escrita y publicada.
c) LEX STRICTA (LEY ESTRICTA): La ley debe describir con precisió n la conducta
punible, como también la sanció n a ser impuesta, de tal manera a obligar a su
interpretación y aplicació n en esos términos.
4. PRINCIPIO DE RESERVA LEGAL
El principio de legalidad pues corresponde exclusivamente a la ley penal tipificar los
hechos punibles y las consecuencias jurid́ icas que ellos generan.
En ese sentido, una “Ley” emanada del Poder Legislativo puede proscribir las conductas
consideradas punibles e imponerles una sanció n, en virtud del principio constitucional
que regula el sistema de separació n y equilibrio de poderes (Art. 3° de la CN).
5. PRINCIPIO DE LA SEGURIDAD JURÍDICA
Es una garantiá material de certeza o seguridad jurid́ ica, que se extiende en dos niveles
prácticos de aplicació n:
a) Obliga al legislador (Poder Legislativo) a redactar textos normativos de un modo
claro, expreso y taxativo.
b) Obliga a los jueces (Poder Judicial) a desarrollar su actividad jurisdiccional dentro de
los límites estrictos establecidos por las reglas de interpretación y aplicació n normativa.
6. PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD PENAL
La irretroactividad de la ley penal está regulado como un principio constitucional
autónomo en el Art. 14 de la CN: “Ninguna ley tendrá efecto retroactivo, salvo que sea
más favorable al encausado o al condenado”.
CAPITULO III
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES DEL DERECHO PENAL – II
1) PRINCIPIO DE REPROCHABILIDAD
1° No habrá pena sin reprochabilidad.
2° La gravedad de la pena no podrá exceder los límites de la gravedad del reproche
penal. 3° No se ordenará una medida sin que el autor o partić ipe haya realizado al
menos. Un hecho jurid́ ico.
a) NOCIÓN: No se puede imponer penas a un sujeto a quien no se le pueda reputar
como
culpable o reprochable por el hecho ocurrido.
b) CONCEPTO:
En Sentido Amplio: La culpabilidad o reprochabilidad de un sujeto implica el
conjunto de presupuestos que permiten responsabilizarlo por la comisió n de un hecho
punible. Es el Jus puniendi estatal.
En Sentido Estricto (Dogmático): Se refiere exclusivamente a uno de los elementos
del hecho punible como las condiciones de atribuibilidad del hecho antijurid́ ico al autor.
c) FUNDAMENTOS:
Se debe juzgar el acto y no al sujeto por su personalidad.
No se puede hacer penalmente responsable a una persona por hechos
punibles ajenos.
No basta con que al autor se le pueda imputar la comisió n material de un
hecho punible, también debe considerar si la conducta fue dolosa o culposa.
d) BASE CONSTITUCIONAL
Art. 22 – De la publicació n sobre procesos.
Art. 189 CN – Regula la situació n de un ex Presidente luego de haber sido
hallado culpable después de un juicio polit́ ico.
Art. 225 – Regula el procedimiento del juicio polit́ ico.
2) PRINCIPIO DE PROPORCIONABILIDAD
“Las materias que el Estado adopta para lograr sus fines legit́ imos deben mantener una
relació n equilibrada entre el valor del fin propuesto y el valor de la parte de la libertad
general que con el medio se sacrifica.”
3) PRINCIPIO DE PREVENCIÓN
Prevenció n General: Se da a través de la pena, intimidando a la sociedad de lo que les
podriá pasar si violan una norma penal.
Prevenció n Especial: Es cuando con la pena aplicada al delincuente, se intenta lograr
su readaptación social.
4) PRINCIPIO DE LESIVIDAD
Solo cuando bienes jurid́ icos tutelados se ven lesionados o puestos en peligro, es
aplicable la sanció n legal.
A. FRAGMENTARIEDAD
La administració n de justicia penal de un Estado sólo debe abarcar a aquellas conductas
que afectan a bienes jurid́ icos importantes de la sociedad.
B. SUBSIDIARIEDAD
El derecho penal debe ser utilizado únicamente cuando fracasan o son insuficientes los
recursos sancionatorios de otras ramas del derecho.
5) PRINCIPIO DE RESOCIALIZACIÓN
Este principio realiza efectivamente los objetivos constitucionales de la pena, ya que
obliga a la protección del individuo y la sociedad pero al mismo tiempo intenta
reintegrar al autor.
CAPITULO IV
CRITERIOS Y PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN Y APLICACIÓN DE LA LEY
PENAL
1. LA FUNCIÓN DE GARANTÍA DE LA LEY PENAL
La ley penal tiene una funció n decisiva en la protección de los derechos y libertad de las
personas.
Funciones de garantiá :
Solamente la ley penal puede establecer conductas punibles.
Solamente la ley penal puede imponer sanciones penales.
La ley penal expone la antijuridicidad de la conducta anterior.
La ley penal representa la norma imperativa y la consecuencia imponible.
a) EL PRINCIPIO DE DETERMINACIÓN
La ley debe exponer expresamente cuál es la conducta punible evitando, utilizar
expresiones vagas o ambiguas, que impidan al justiciable reconocer claramente lo que
debe hacer o abstenerse de realizar, y que confundan al juez sobre lo que debe juzgar.
b) LA EXCLUSIÓN DEL DERECHO CONSUETUDINARIO
Como consecuencia directa del principio de legalidad, solo la ley penal es fuente del
derecho penal. Por lo que la costumbre no es fuente del derecho penal, a no ser que este
mencionado por la ley.
c) LA PROHIBICIÓN DE LA RETROACTIVIDAD
Los efectos de la ley penal rigen para el futuro, desde su vigencia; y solo
puede aplicarse retroactivamente en caso que favorezcan al justiciable.
d) PROSCRIPCIÓN DE LA ANALOGÍA
En el Derecho Penal, el Principio de Legalidad opera como una prohibició n formal de la
aplicación de la analogiá , cuando sea perjudicial al justiciable. La prohibició n de la
analogiá es absoluta en los casos de la analogiá in mala partem, que es aquella que
propone una extensió n punitiva.
2. LOS MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN
Interpretación Auténtica: Cuando la ley penal es interpretada por el propio legislador.
Interpretación Judicial: Si la labor explicativa ha sido realizada por un tribunal.
Interpretación Doctrinal: Si fue realizada por juristas y tratadistas en sus obras y
publicaciones.
Interpretación Declarativa: Cuando la misma tiende a revelar el contenido de la
norma.
Interpretación Restrictiva: Cuando la interpretación reduce el significado de las
palabras de la ley.
Interpretación Extensiva: Cuando el alcance de la norma es ampliada por el
interprete.
3. APLICACIÓN DE LA PARTE GENERAL A LAS LEYES ESPECIALES
El Art. 4° del CP regula que: “Las disposiciones de esta parte general del presente
código se aplicarán a todos los hechos punibles previstos por las leyes especiales.”
Como una garantiá de la correcta aplicació n de los principios e instituciones genéricas
contenidas en la parte general (Libro Primero) del CP, se establece esta disposició n que
obliga a mantener coherente e inmutable la sistemát ica adopta, según la cual, regirá
también para las leyes especiales que no hayan sido derogadas.
Por otra parte, la entrada en vigencia de una ley nueva que incrimine hechos punibles
(ley especial) y que a su vez contenga disposiciones generales, por ejemplo, respecto al
régimen de la acció n, de la tentativa o de la participació n, en relación con los hechos
punibles incriminados por esa ley, entonces, se podrán aplicar estas disposiciones, por
encima de las inferidas en el CP, siempre y cuando no vulneren los principios básicos.
4. APLICACIÓN DE LA LEY PENAL A PERSONA MENOR DE EDAD
El CP en su Art. 12 dispone que: “Este código se aplicará a los hechos realizados por
menores, salvo que la legislació n sobre menores infractores disponga algo distinto.”
Esta disposició n dejó librada a una futura legislación sobre la materia, la posibilidad de
extraer el ámbito penal las situaciones que enfrenten los niños y adolescentes imputados
de haber cometido alguna infracció n a la ley penal.
Efectivamente, con la sanció n y entrada en vigencia del Código de la Niñez y la
Adolescencia (Ley N 1.680/01), se ha reformado el ámbito de aplicació n de las leyes
penales, así como el régimen procesal penal en cuanto a los niños mayores de 14 años y
a los adolescentes menores de 18 años: se dispuso una jurisdicció n especial (Juzgados
Penales de la niñez y de la libertad); se ha modificado el marco penal y se han
reformulado los fundamentos de la sanció n; entre otras circunstancias especiales propias
del derecho del niño o adolescente, por lo que deben ser excluidas del DP.
Menores de 14 = inimputables.
5. DISTINCIÓN ENTRE CRÍMENES Y DELITOS
Art. 13 CP dispone sobre la Clasificació n de los hechos punibles:
1°) Son crim ́ enes los hechos punibles cuya sanción legal sea pena privativa de libertad
mayor de cinco anõ s.
2°) Son delitos los hechos punibles cuya sanció n legal sea pena privativa de libertad de
hasta cinco años o multa.
3°) Para esta clasificació n de los hechos punibles será considerado solamente el marco
penal del tipo base.
El nuevo CP adopta una divisió n bipartita en la clasificació n de los hechos punibles.
La divisió n bipartita, citada en el primer párrafo se basa en una apreciació n general: la
diferenciació n entre hechos punibles graves – crim ́ enes – y menos graves o leves –
delitos – que se distinguida por el criterio abstracto de apreciació n de los marcos
penales, y no en funció n a la condena concreta.
6. DE LAS DEFINICIONES
El nuevo CP, siguiendo el modelo alemán, estableció en un artić ulo especif́ ico ciertos
conceptos particulares, facilitando la interpretación y la aplicació n de las normas de
referencia, también para evitar hacer repeticiones expresas en cada tipo en donde cabe
aplicarlos.
DE LAS DEFINICIONES EN PARTICULAR
I. Art. 14 inc. 1, núm. 1. CONDUCTA: La conducta debe entenderse como
comportamiento humano, voluntario y final.
No se concibe una conducta sin voluntad, como tampoco que la voluntad vaya dirigida a
un fin determinado.
La conducta desarrolla dos aspectos bien definidos:
a)
b)
Aspecto Interno: Que ocurre en la esfera del pensamiento del sujeto. Comprende a su
vez:
La anticipació n mental del fin.
Selecció n de los medios.
Consideració n de otros posibles efectos de la acció n.
Aspecto Externo: Cuando, recorrido los pasos de la fase anterior, el hombre pone en
movimiento los medios establecidos en vista del fin deseado; con lo que el resultado es
el fin, junto con los efectos asociados realizados.
La conducta jurid́ ico penal relevante se distingue en:
Acció n: Efecto de hacer.
Omisió n: Abstención de hacer. No hacer o dejar hacer algo determinado.
Dentro de un segundo nivel de imputación, la teoriá del delito requiere definir también
otros conceptos claves.
El Tipo Penal “TATBESTAND” consiste en la descripció n del comportamiento debido
(ordenado o prohibido) al que se refiere la amenaza penal.
Art. 14, inc. 2, núm. 2) TIPO LEGAL: Es la descripción del tipo base agregada a las
otras circunstancias que califican (atenúan o agravan) el hecho.
Art. 14, inc. 1° núm. 3) TIPO BASE: Es la descripción del tipo penal del hecho simple,
es decir, desprovista de otras circunstancias calificativas del hecho, sean agravantes o
atenuantes.
Art. 14, inc. 1° núm. 4) HECHO ANTIJURÍDICO: Hace referencia a la conducta tiṕ ica
que no se halle amparada por alguna causa de justificació n.
Art. 14, inc. 1°, núm. 5) REPROCHABILIDAD: Consiste en el juicio de reproche o
reprobació n que se le hace al sujeto por haber obrado en forma contraria a lo establecido
por la norma, pudiendo haberlo hecho conforme a ella.
II. III.
IV. V.
Analizando las definiciones que estamos comentando, encontramos que para poder
reprochar a una persona la realizació n de un hecho determinado, debemos previamente
reconocer ciertos requisitos ineludibles para formular el juicio de atribución, que
implica:
1) LA CAPACIDAD DE REPROCHE: Consistente en aquellos supuestos que refieren a
la madurez psiq́ uica y a la capacidad del sujeto para motivarse por la norma.
2) EL CONOCIMIENTO DE LA ANTIJURIDICIDAD: Consistente en el
conocimiento del sujeto acerca de la antijuridicidad del hecho realizado.
3) LA EXIGIBILIDAD DE OTRO COMPORTAMIENTO: Siendo el sujeto capaz de
motivarse según la norma, y aun conociendo la antijuridicidad del hecho, no será
reprochable si actúa de tal manera que no le era exigible realizar otra conducta (Art. 25).
VI. Art. 14, inc. 1°, núm. 6) HECHO PUNIBLE: Es el último nivel de imputación que
recae sobre el sujeto que ha realizado la conducta tiṕ ica, antijurid́ ica y reprochable.
VII. Art. 14, inc. 1°, núm. 7) SANCIÓN: Para el CP serán consideradas como
sanciones, es decir, como las consecuencias jurid́ icas del hecho punible, las penas y
medidas. La clasificació n de las penas:
1) LAS PENAS PRINCIPALES
a) La pena privativa de libertad.
b) La pena de multa.
2) LAS PENAS COMPLEMENTARIAS
a) La pena patrimonial.
b) La prohibició n de conducir.
3) LAS PENAS ADICIONALES
a) La composició n.
b) La publicació n de la sentencia.
La clasificació n de las medidas:
1. MEDIDAS DE VIGILANCIA
a. La fijació n de domicilio.
b. La prohibició n de concurrir a determinados lugares.
c. La Obligació n de presentarse a los órganos especiales de vigilancia.
2. MEDIDAS DE MEJORAMIENTO
a. La internación en un hospital psiquiátrico.
b. La internació n en un establecimiento de desintoxicación.
3. MEDIDAS DE SEGURIDAD
a. La reclusió n en un establecimiento de seguridad.
b. La prohibició n del ejercicio de una profesió n.
c. La cancelació n de la licencia de conducir.
VIII. Art. 14, inc. 1°, núm. 8) MARCO PENAL: Hace referencia a los grados de
aplicación de las sanciones posibles, supeditando a un miń imo y a un máximo aplicable
de privació n de libertad.
IX. Art. 14, inc. 1°, núm. 9) PARTICIPANTES: Los autores y los partić ipes: se
individualiza aquí a los sujetos que intervienen en la realizació n de un hecho punible.
X. Art. 14, inc. 1°, núm. 10) PARTÍCIPES: Los instigadores y los cómplices.
Los partić ipes, son quienes contribuyen efectivamente a la realización del hecho punible
pero no desde una posició n de preeminencia, por lo cual aunque no son considerados
como autores, son punibles como ellos.
XI. Art. 14, inc. 1°, núm. 11) EMPRENDIMIENTO: Es un instituto jurid́ ico penal en
virtud del cual se consagra una decisió n polit́ ico-criminal del legislador de sancionar
con la misma pena que al hecho punible consumado al hecho tentado original.
XII. Art. 14, inc. 1°, núm. 12) PARIENTES: El CP delimita al alcance del término que
la doctrina civil concede al parentesco, enmarcando dentro del parentesco por
consanguinidad solamente al cónyuge y los afines en liń ea recta.
El nuevo CP delimita la condició n de pariente al consanguiń eo hasta el cuarto grado, al
cónyuge y a los afines en liń ea recta hasta el segundo grado, sin considerar ciertas
circunstancias particulares.
XIII. Art. 14, inc. 1°, núm. 13) TRIBUNAL: Al tribunal comúnmente se lo ha
representado como un órgano múltiple, no individual, que actúa colegiadamente; en
contraposició n al juez, que actúa colegiadamente; en contraposició n al juez, que actúa
en forma unipersonal, compartiendo ambos la nota común de juzgar los asuntos que se
le someten a su conocimiento, de acuerdo con los lim ́ ites y atribuciones regulados por la
ley.
XIV. Art. 14, inc. 1°, núm. 14) FUNCIONARIO: Se considera como tal: Al que
desempenẽ una funció n pública.
Al que conforme al Derecho Paraguayo se lo considere como tal.
XV. Art. 14, inc. 1°, núm. 15) ACTUAR COMERCIALMENTE: Según Vidari, el
comercio es
el conjunto de actos de intermediación entre el productor y el consumidor, ejercidos
habitualmente y con propósito de especulació n, efectuando, promoviendo, y
desarrollando la circulació n de la riqueza con el objeto de facilitar y acelerar la oferta y
la demanda.
XVI. Art. 14, inc. 1°, núm. 16) TITULAR: El nuevo CP define al titular como: “El
titular de un derecho y la persona que la representa de hecho o de derecho”.
XVII. Art. 14, inc. 1°, núm. 17) INTERÉS PATRIMONIAL: “Interés que afecte a todo
o parte del patrimonio, conforme al concepto previsto en el CC.”
XVIII. Art. 14, inc. 1°, núm. 18) FETO: “Embrió n del ser humano hasta el momento del
parto.”
XIX. Art. 14, inc. 2°) HECHOS PUNIBLES CALIFICADOS POR EL RESULTADO:
Hace referencia a aquellos hechos que en la doctrina penal se denominan delitos
calificados por el resultado, puesto que se constituyen a partir de un hecho punible
doloso que ocasiona un resultado adicional no querido.
XX. Art. 14, inc. 3°) DEFINICIÓN DE PUBLICACIÓN: Son aquellas remisiones
expresas establecidas en el texto legal, deberán entenderse como publicació n:
Los escritos.
Las cintas portadoras de sonidos o imágenes.
Las reproducciones y demás medios de registro.
CAPITULO V
1- APLICACIÓN DE LA LEY PENAL EN EL TIEMPO LA VALIDEZ TEMPORAL
DE LA LEY PENAL
La validez temporal de las leyes penales está directamente relacionada con las reglas
relativas a su vigencia y derogación. Solo es válida la aplicación de una ley penal
vigente, una vez derogada expresa o tácitamente una ley penal, esta pierde vigencia y ya
no puede ser aplicada.
El C.P. expone entre las disposiciones finales las reglas relativas a las derogaciones
(Art. 323) de aquellas leyes penales que perdieron vigencia con la entrada en vigor (Art.
325) de la Ley N° 1.160.
En el caso de que la ley penal nada disponga respecto a su entrada en vigencia y la
derogación de las leyes que perderán validez por los efectos de la nueva ley, son
aplicables las disposiciones generales reguladas en CC.
EL CODIGO PENAL REGULA EN EL ART. 5° DE LAS REGLAS QUE DISPONEN
LA VALIDEZ DE LA LEY PENAL CON RELACION AL TIEMPO Y AL
MOMENTO DEL HECHO PUNIBLE:
1- Las sanciones son regidas por la ley vigente al tiempo de la realizació n de hecho
punible.
2- Cuando cambie la sanción durante la realizació n del hecho punible, se aplicara a ley
vigente al fin de la realizació n.
3- Cuando se modificara la ley vigente en el tiempo de la realizació n del hecho punible
antes de la sentencia, se aplicara la ley más favorable.
4- Las leyes de vigencia temporaria se aplicara a los hechos punibles realizados durante
su vigencia aun después transcurrido el tiempo.
2) EL PRICIPIO FUNDAMENTAL: APLICACIÓN DE LA LEY VIGENTE AL
MOMENTO DE HECHO
La vigencia y aplicació n de la ley penal en razón del tiempo se regula desde su vigencia
hacia el futuro, excepto cuando la ley más favorable permita la retroactividad penal.
Base fundamental de esta regla: Es la protección del ciudadano frente a las
desigualdades de trato en la aplicació n de la ley por un mismo órgano judicial y que
rijan ex nuncm es decir desde su promulgació n en adelante y no ex tuncm con efectos
sobre circunstancias anteriores.
La regla fundamental expresada en por el inciso 1 del Art. 5 del CP es la base del
régimen de validez temporal de la ley penal: la sanción de un hecho punible se rigen por
la ley vigente al tiempo de la comisió n del mismo.
3) EL MOMENTO DE LA COMISION DEL HECHO PUNIBLE
La importancia del momento de la comisió n del hecho punible, pues ella define el
principio fundamental de la validez temporal de la ley penal. Siguiendo la técnica
legislativa de la codificació n alemana, el CP define el tiempo del hecho en un artić ulo,
procurando evitar con ello, posibles confusiones relativas a la competencia y
jurisdicció n correspondiente. El Art. 10 del CP dispone: El hecho se tendrá por
realizado en el momento en que el autor o el participe haya ejecutado al acció n. El
momento de la producción del resultado no será tomado en consideració n.
Un hecho punible se comete cuando se realiza la correspondiente conducta tiṕ ica y no
cuando se produce el resultado tiṕ ico.
La consumació n no debe confundirse con la comisió n: Si la acció n puede prescindirse
del resultado su producción lo consuma, pero la comisió n se habrá agotado con la
acción.
La realizació n de una conducta tiene generalmente un momento inicial y un momento
terminal. Algunos doctrinarios las opiniones están divididas, el momento de la comisió n
del hecho es, el comienzo de la actividad voluntaria. Para otros, el momento del hecho
es aquel en que la actividad cesa.
Zaffaroni –Pagliaro: Puesto que la norma puede funcionar como imperativo no solo
en el momento inicial sino también a lo largo de todo el desarrollo de la conducta y
hasta el momento en que se cumple el último acto.
Teoriá de la Actividad: Para caso concreto, la corriente doctrinaria que predomina es
la aplicació n para todos los casos de acuerdo a la legislació n comparada.
Teoriá de del Resultado: Según la condició n relevante sea el ejercicio de la conducta,
la producción del resultado o ambos al mismo tiempo.
LOS HECHOS PUNIBLES DE ACTIVIDAD COMO RESULTADOS PUEDEN
DISTINGUIRSE EN:
Instantáneos Permanentes
De Estado
LOS HECHOS PUNIBLES SEGÚN LA CONDUCTA O EL RESULTADO TENGA
COMO CONSECUENCIA UNA SITUACION ANTIJURIDICA PUEDEN SER:
Durante cierto periodo de tiempo (DELITOS PERMANENTES O DE ESTADO):
Supone que a conducta tiene por iniciada una situación antijurid́ ica de cierta duración,
cuyos efectos se mantienen por voluntad del autor. Ej. El secuestro.
DELITO INSTANTANEO: Se consuma en el momento en que se produce el
resultado. Ej. El Homicidio.
Delito estado en situació n antijurid́ ica duradera: La consumació n de la conducta se
produce desde la aparición del estado antijurid́ ico, pues el tipo penal describe la
producción de estado y no su mantenimiento. Ej. La bigamia o la falsificació n de
documentos.
Los casos en que l nueva ley sea más gravosa que la anterior, considerando la
consecuencia jurid́ ica, deberá tenerse en cuenta que la conducta punible se haya
cometido bajo su vigencia. Esto no ofrece inconvenientes en los hechos punibles de
acción instantánea. Los delitos permanentes, como los incumplimientos de los deberes
de asistencia familiar, operada la consumació n del estado de la comisió n prosigue
exteriorizándose en el tiempo hasta que cese la conducta tiṕ ica y si, como en el caso,
resulta alcanzado el hecho por una ley más grave que la rigió durante los primeros
tramos de conducta, esa ley última es la que debe regir finalmente el caso.
4) LA SUCESION DE LEYES PENALES
El Derecho Penal tiene como misió n la protección de bienes jurid́ icos, es comprensible
que las normas penales evolucionan a la para que una sociedad determinada.
La reforma en el orden jurid́ ico existente y su sustitución por otras normas más
adecuadas al contexto histórico positivo en una sociedad determinada se conoce como
sucesió n de leyes penales.
En el inciso 2o del Art. 5 del CP regula la posibilidad de modificació n de la sanció n
aplicable al hecho punible cuando la realización de este aún no ha concluido (llamados
delitos permanentes o continuos) la sanció n que se deberá aplicar será la vigente al
momento de la finalizació n del hecho punible sea más favorable o no, en relació n a la
punibilidad modificada.
5) EXCEPCIONES DEL PRINCIPIO FUNDAMENTAL: RETROACTIVIDAD DE
LA LEY FAVORABLE
Se denomina retroactividad cuando se aplican los efectos de una ley nueva a situaciones
jurid́ icas anteriores a su vigencia.
La regla básica de irretroactividad de las leyes penales se invierte cuando la ley nueva
es más favorable al justiciable, que la que le era aplicable en el momento de la comisió n
de los hechos.
En el inciso 3° del Art. 5 del CP, se hace referencia a la modificación de la legislació n
penal después de la realizació n del hecho punible, debido a una mayor o menor
incriminació n de la conducta, o la mayor o menor penalizació n del hecho.
LA LEY MAS FAVORABLE: Determinar cuándo una ley penal es favorable que otra
no resulta generalmente una tarea fácil.
Según Zaffaroni: La ley penal más benigna no solo la que des incrimina o la que
establece pena menor, puede darse:
Tratarse de la creació n de una nueva causa de justificació n, de inculpabilidad, de un
impedimento a la operatividad de la penalidad.
Puede provenir también de otras circunstancias, como el menor tiempo de
prescripció n, una distinta clase de pena y cumplimiento parcial.
6) ULTRACTIVIDAD DE LAS LEYES PENALES TEMPORALES Y
EXCEPCIONALES.
Es la prolongació n temporal de la vigencia de una ley derogada. Se admite la
Ultractividad de las leyes cuando la ley perdió la vigencia, después de haberse cometido
el hecho punible y este es juzgado después.
Se da como en el caso de la retroactividad pero al revés, va hacia atrás.
CAPITULO VII
EL HECHO PUNIBLE Y LA TEORIA DE LA ACCIÓN
1. EL CONCEPTO DE HECHO PUNIBLE: El hecho punible, acció n sancionada por el
Derecho con una pena, también es denominado conducta delictiva, hecho penal o acción
punible. El hecho punible se identifica con el delito penal que según Carrara implica
una contradicció n entre un hecho humano, positivo o negativo, y una ley que lo
condena. Este hecho debe provocar un danõ y ser imputable moralmente. La ley que los
castiga tiene por objeto proteger la seguridad pública.
DEFINICIÓN NORMATIVA: Punible es un adjetivo que refiere a lo susceptible o
merecedor de ser castigado. Un castigo, por otra parte, es una sanció n o una pena que se
aplica sobre quien incumplió una ley, una norma, etc. Esto quiere decir que una
conducta punible es aquella que, por sus caracteriś ticas, puede o debe recibir una
punició n.
2. ELEMENTOS Y ESTRUCTURA DEL CONCEPTO DE HECHO PUNIBLE:
1- DELITOS 2- CRIMENES
3. CLASIFICACIÓN DE LOS HECHOS PUNIBLES:
Visió n Tripartita:
1. Criḿ enes: Son crim ́ enes los hechos punibles cuya sanció n legal sea pena privativa
de libertad mayor de cinco años. en el diccionario es definido como: “delito grave”.
Acció n de matar o herir muy gravemente a una persona, por ello definimos el Crimen
como: " la acció n de perpetrar voluntariamente algún hecho punible, el cual se
diferencia del delito por su nivel de gravedad, que generalmente tiene un categoriá de
horror, sadismo, que va más allá de lo
que comúnmente se pudiera catalogar como un hecho punible tiṕ ico o tradicional, y el
cual es capaz de conmocionar terriblemente a una sociedad".
2. Delitos: Es el acto tiṕ icamente antijurid́ ico imputable a una persona culpable y
sancionada con una pena. Son delitos los hechos punibles cuya sanció n legal sea pena
privativa de libertad de hasta cinco años o multa
3. Faltas: Es una conducta antijurid́ ica que pone en peligro algún bien jurid́ ico
protegible, pero que es considerado de menor gravedad y que por lo tanto, no es
tipificado como delito.
Visió n Bipartita:
1. Delitos 2- Faltas
Teoriá General del Delito.
Es un sistema clasificatorio y secuencial que busca precisar los elementos o condiciones
básicas y comunes a todos los delitos. Podemos hablar de dos corrientes teóricas del
delito.
La Teoriá Causalista del delito. Para esta teoriá la acció n, es un movimiento
voluntario fiś ico o mecánico, que produce un resultado, el cual es tomado por el tipo
penal, sin tener en cuenta la
finalidad de la conducta. Es decir; se clasifica dentro de la ley la consecuencia
producida por parte de la acció n y no toma en cuenta el porqué de la conducta.
La Teoriá Finalista del delito. Esta teoriá , entiende la conducta como un hecho o un
hacer voluntario, que tiene una consecuencia final. Esta teoriá exige la voluntad de la
conducta humana como presupuesto, sospecha o hipótesis esencial del juicio polit́ ico.
El hecho punible está compuesto por 5 caracteriś ticas:
1. Conducta: son actos por acción u omisió n
2. Tiṕ ica: Es un tipo legal, modelo de conducta necesaria para la tipificació n.
3. Antijurid́ ica: Desvalor de la conducta porque cumple con el presupuesto de un tipo
legal y no tiene justificació n de causa.
4. Reprochable: Desvalor del sujeto, debido a que conoce lo antijurid́ ico del hecho y a
pesar de ello lo realiza.
5. Penable (Cumple con los presupuestos de la penalidad, es sancionable)
Por lo tanto el hecho punible, es una conducta de tipo legal antijurid́ ica, reprochable y
Punible.
Acció n: Es la conducta humana, que se expresa de forma intencional, que produce, un
cambio en el mundo exterior, que tiene una consecuencia jurid́ ica
Elementos de la acció n.
1- La voluntad, que se manifiesta: Consiste en hacer o actuar, es el movimiento corporal
humano encaminado a producir el ilić ito.
2- Resultado antijurid ́ ico: Consecuencia de la conducta, el fin deseado por el agente
perpetrador.
3- La relació n causal: Relació n existente entre el resultado y la acció n, que permite
afirmar que aquel hecho ha sido producido por esta acción.
DISTINCIONES DE ORDEN MATERIAL, PROCESAL Y TERMINOLÓGICO
La jurisdicció n: es la funció n que tienen los tribunales de justicia de conocer,
sentenciar y ejecutar lo sentenciado en los conflictos que sean sometidos a su decisió n.
La acció n: es el medio por el cual una persona insta a la jurisdicció n que se pronuncie
sobre un asunto y otorgue efectiva y justa tutela jurisdiccional. La acció n compete al
derecho que tiene
el ciudadano de pedir tutela jurid́ ica ante el Estado.
El proceso es el medio a través del cual se ejerce la Jurisdicción. Se trata de un medio
de
resolució n de conflictos heterocompositivos, en el que el órgano jurisdiccional (tercero)
entra a dirimir-resolver la controversia jurid́ ica existente entre dos partes procesales. Por
el contrario, el Procedimiento es el conjunto de actuaciones judiciales que tienen como
objeto la efectiva y justa realizació n del derecho material, podriá mos decir que el
Procedimiento es la andadura material del Proceso (en las explicaciones de Derecho
siempre se pone como
ejemplo ferroviario, el Proceso seriá n la locomotora que para llegar a su fin (aplicació n
del Derecho) se traslada a través de las viá s (Procedimiento).
Descriminalizació n de las faltas
Una cuestión de polit́ ica legislativa muy importante es la descriminalizació n de las
faltas. El Art. 323 del nuevo código penal paraguayo deroga al anterior y,
consecuentemente el capit́ ulo relativo a las faltas penales, por lo cual se decidió
formalmente la despenalización de los hechos considerados leviś imos o de las simples
infracciones administrativas.
4) El comportamiento humano como base de la teoriá del hecho punible
La norma jurid́ ico-penal pretende la regulación de conductas humanas, y tiene como
base la conducta que intenta regular.
A) Derecho penal de acto: el derecho penal paraguayo es un derecho penal de acto y no
de autor. Salvo muy contadas ocasiones, en las que algunos hechos tiṕ icos se
construyen con base a determinadas actitudes o comportamientos habituales de un autor
(Art.139 y 140). Solo la conducta humana traducida en actos externos puede ser
calificada de hecho punible y motivar una reacción penal.
B) El derecho penal de autor: se basa en determinadas cualidades de la persona de las
que ésta, la mayoriá de las veces, no es responsable en absoluto y que, en todo caso, no
puede precisarse o formularse con toda nitidez en los tipos penales. No permite limitar
el poder punitivo del Estado y favorece una concepción totalitaria del mismo.
5) Formas de comportamiento humano penalmente relevantes
La conducta: la conducta humana, base de toda reacción jurid́ ico penal, se manifiesta en
el mundo externo, tanto en actos positivos como en omisiones.
Sobre ambas realidades ontológicas se construye el concepto de hecho punible con la
adició n de los elementos fundamentales que lo caracterizan,
La acció n positiva o acción en sentido estricto es la forma de comportamiento
humano mas importante en el derecho penal, sirviendo al mismo tiempo de referencia a
la omisió n.
6) La acció n en sentido estricto.
Se llama acció n a todo comportamiento dependiente de la voluntad humana.
La direcció n final de la acció n se realiza en dos fases: una interna y otra externa. A) La
fase interna: sucede en la esfera del pensamiento del autor, éste se propone
anticipadamente la realizació n de un fin. B) La fase externa: una vez propuesto el fin,
seleccionados los medios para su realizació n y ponderados los efectos concomitantes, el
autor procede a su realizació n en el mundo externo: pone en marcha, conforme a un
plan, el proceso causal, dominado por la finalidad y procura alcanzar la meta propuesta.
La valoració n penal puede recaer sobre cualquiera de estas fases de la acció n, una vez
que ésta se ha realizado en el mundo externo.
7) Teoriá final de la acción
Cuando el legislador describe una conducta en el tipo penal, no describe un simple
proceso causal, sino un proceso causal en la medida en la medida en que se deriva de la
realizació n de una acció n final humana.
Para distinguir las acciones humanas unas de otras, hay que recurrir a la finalidad con
las que estas se realizan,
Acció n se entiende como la capacidad expresiva o significativa del comportamiento
humano en un determinado contexto de comunicació n intersubjetiva.
CASOS
A) Fuerza irresistible: es una condició n de fuerza proveniente del exterior que actúa
materialmente sobre el agente. La fuerza ha de provenir del exterior, es decir de una
tercera persona o incluso de fuerzas naturales.
B) Movimientos reflejos: tales como las convulsiones epilépticas o los movimientos
instintivos de defensa, no constituyen acció n, ya que el movimiento no está en estos
casos controlados por la voluntad.
C) Estados de inconsciencia: tales como el sueño, el sonambulismo, la embriaguez
letárgica, etc. En estos casos los actos que se realizan no dependen de la voluntad y por
consiguiente, no pueden considerarse acciones penalmente relevantes.
8) Cómo opera la actio libera in causa
Muchos estados de inconsciencia plena, en los que falta la acció n, se pueden valorar
desde el punto de vista del derecho penal, como un hecho de omisió n, cuando el sujeto
se ha puesto voluntariamente en dicho estado para delinquir, o se llega a ese estado de
manera imprudente.
Se recurre en estos casos a la ficció n de considerar relevante la acció n precedente
(actio libera in causa), pero en realidad se trata de una parte de la misma acció n que,
globalmente considerada permite integrar también en ella lo que en un momento
determinado no es controlado por la voluntad.
9) Sujetos de la acció n: la incapacidad de acció n de las personas jurid́ icas y el actuar en
nombre de otro.
En el derecho penal, solo la persona humana, individualmente considerada puede ser
sujeto de una acción penalmente relevante.
Incapacidad de acción de las personas jurid́ icas: Tampoco pueden ser sujetos de acción
penalmente relevantes, aunque si puedan serlo en otras ramas del ordenamiento jurid́ ico,
las personas jurid́ icas. Desde el punto de vista penal, la capacidad de acció n, de
reprochabilidad y de pena exige la presencia de una voluntad entendida como facultad
psiq́ uica de la persona individual, que no existe en la persona jurid́ ica “mero ente
ficticio”.
El actuar en nombre de otro:
En algunos casos, e independientemente del problema de responsabilidad penal de las
personas jurid́ icas, no es posible, sin embargo, castigar directamente a las personas
fiś icas que actúan en nombre de las personas jurid́ icas, porque algunos hechos tiṕ icos
exigen determinadas cualidades personales. (Art. 177.el obligado por ley a llevar libros
de comercio, el Art. 178 el que gastara sumas exageradas, etc.), que no se dan en
personas fiś icas actuantes, sino en las jurid́ icas en cuyo nombre actúan.
Art. 16: que regula la actuación en representación de otro y textualmente expresa lo
siguiente: La persona fiś ica que actuara como: representante de una persona jurid́ ica o
como miembro de sus órganos: socio apoderado de una sociedad de personas, o
representante legal de otro, responderá personalmente por el hecho punible, aunque no
concurran en ella las condiciones, calidades o relaciones personales requeridas por el
tipo penal.
CAPITULO VIII
LA ACCION Y OMISION
Para el derecho penal la conducta (conjunto de hecho y reacciones del sujeto) es el
punto de partida de toda reacción jurid́ ica penal, y es el objeto al cual se le agrega la
Tipicidad, la antijuricidad, y la culpabilidad por medio de los cuales la conducta se
convierte en un HECHO PUNIBLE.
La conducta puede ser el ejercicio de una actividad final o acción o también la falta de
acción a lo que llamamos omisió n.
Art. 14 del Codigo Penal- “Definiciones”:
1. Conducta: las acciones y las omisiones.
1) LA ACCION
Todo comportamiento humano dependiente de su voluntad, solamente el acto voluntario
puede ser penalmente relevante. La voluntad del acto siempre se refiere a una finalidad.
Aspecto interno: Proposició n del fin, selección de los medios y consideració n de las
consecuencias posibles. Este no le interesa tanto al derecho penal.
Aspecto Externo: Puesta en marcha de la causalidad, el acto en si, la acció n real, Se da
mediante el acto, comportamiento o conducta.
LA ACCION Y RESULTADO
Al realizarse en el exterior la acció n siempre modifica algo, produciendo un resultado.
Pero este resultado ya no es parte integrante de la acción. La distinció n entre acción,
como simple manifestación de voluntad, y resultado, como consecuencia externa
derivada de la manifestació n de la voluntad, tiene gran importancia para el derecho
penal.
La conducta y el resultado se resume al la ley natural de causa y efecto, pero en esta ley
están los dos elementos juntos la causa y el efecto. En el derecho penal se tienen en
cuenta los dos elementos por separados, porque hay delitos de acció n y delitos de
resultado.
Ley natural (todo junto) Causa y
Conducta (Acción) Hecho punible de Conducta
efecto
Resultado
Hecho punible de resultado
Para el Derecho Penal van separados
2) RELACION DE CAUSALIDAD E IMPUTACION DEL RESULTADO
El resultado siempre debe ser atribuible a la conducta dándose una conexidad entre
ambos elementos, porque la conducta es causa del resultado por el principio de
causalidad. Pero también existen ciertas condiciones que se tienen que dar para que
ocurra el resultado.
Condiciones que dan lugar al resultado
Causa Resultado
Condiciones que dan lugar a la conducta.
El problema de esta Teoriá de la causalidad es que se podriá n fundamentar las causas y
los resultados por las condicionantes en forma casi infinita, y perdemos el objetivo que
son la causa y el resultado.
Para salvar esta teoriá inicial surge la teoriá de la valoració n de las condiciones,
Tomando como marco para la valoració n de las mismas lo que una persona normal y
razonable hubiese hecho u optado ante la situación. Pero esta teoriá presupone valores
de racionalidad y estandarizació n de las conducta que son de dudosos parámetros,
porque ¿Que es lo normal y razonable?, ¿Quien lo define con exactitud?, e implica una
valoració n previa e inexacta de las conductas.
A la teoriá de la valoració n de las condiciones le surge una teoriá ecléctica o Teoriá de
la imputación objetiva, donde lo importante es atribuir el resultado a la conducta.
Para resolver casos complicados se han elaborado diversas teoriá s. Entre las dos más
importantes están: la de la equivalencia de las condiciones, y la de la causació n
adecuada. Para la primera, es causa toda condición de un resultado concreto que,
suprimida mentalmente, dariá lugar a que ese resultado no se produjese. Para esta teoriá
todas las condiciones del resultado son equivalentes.
Para la teoriá de la adecuació n, só lo aquella condición que generalmente es adecuada
para producir el resultado es causa en sentido jurid́ ico. Una acció n será adecuada para
producir un resultado cuando una persona normal, hubiere podido prever, que en
circunstancias normales, tal resultado se produciriá inevitablemente. Previsibilidad
objetiva y diligencia debida son los dos criterios que sirven para precisar cuándo una
acción es adecuada para producir un resultado. Desde el punto de vista causal
ontológico o naturalista, toda condició n es causa de un resultado en sentido natural o
lógico.
Desde el punto de vista jurid́ ico, esta casualidad natural deber ser limitada con ayuda de
criterios jurid́ icos, de forma que el problema casual se convierte en un problema casual
se convierte en jurid́ ico al incluir dentro de la categoriá del injusto o antijuricidad tiṕ ica.
3) LA TEORIA DE LA IMPUTACION OBJETIVA. AMBITO DE APLICACIÓN Y
LÍMITES.
Imputar significa atribuir, por lo tanto la imputación objetiva el atribuirle el resultado a
la conducta, no depende del objeto sino de la conducta y por lo tanto produce una
imputación objetiva, dando como resultado una conducta tiṕ ica o atiṕ ica.
Hoy en diá existe unanimidad en la dogmatica jurid́ ica penal en que la verificación de
un nexo causal entre acción y resultado no es suficiente para imputar ese resultado al
autor de la acción. En ese proceso de depuración y selecció n de los factores causales
jurid́ icamente relevantes se impone la utilizació n de criterios de carácter normativo
extraid́ os de la propia naturaleza del derecho penal que permitan, ya en el plano
objetivo, delimitar la parte de la causalidad jurid́ icamente relevante. Dichos criterios son
la previsibilidad objetiva, la evitabilidad del resultado y la relevancia jurid́ ica.
Con ayuda del primer criterio se pueden resolver casos en los que no hay creació n ni
incremento del riesgo porque el resultado se hubiera producido igualmente aunque el
autor hubiese actuado con la diligencia debida.
El segundo criterio sirve para excluir la imputación de resultados que han sido
consecuencia de cursos causales atiṕ icos.
El tercer criterio sirve para solucionar casos en los que, aunque el autor haya creado o
incrementado un riesgo que se transforma en un resultado lesivo, este no debe ser
imputado al no haberse producido dentro del ámbito de protección de la norma.
4) VALORACION CRÍTICA.
El problema causal fue importante en otras épocas porque, por imperativo del versari in
re illicita y de la responsabilidad por el resultado, bastaba la causación de un resultado
para que, sobre todo si éste derivaba de la comisió n de un hecho ilić ito, se le imputara al
causante sin mas exigencias ulteriores.
Actualmente el problema se resuelve limitando la responsabilidad ya en el plano
objetivo con criterios normativos extraid́ os de la propia naturaleza del Derecho Penal y
trasladándolo al tipo de injusto del hecho imprudente, pues ya en el ámbito de lo
relevante penalmente, sólo aquellos resultados delictivos que, al menos sean atribuibles
a imprudencia de su causante pueden ser considerados tiṕ icos y, en su caso dar lugar a
responsabilidad penal.
LA OMISION
1) ESTRUCTURA ONTOLOGICA DE LA OMISION.
La ausencia de acció n es considerada como la omisión. Pero la omisió n no es una
acción u otro elemento, la omisió n no es.
2) LA ACCION ESPERADA
La norma establece un mandato el cual se espera que se cumpla, ya que las normas son
deontológicas. La acción esperada es la conducta esperada por la obligatoriedad de la
norma.
La omisió n penalmente relevante solo puede ser, pues, la omisió n de una acció n
esperada.
3) CLASES DE OMISION PENALMENTE RELEVANTES.
Toda omisió n que implique no hacer una conducta esperada por la norma es relevante
para el Derecho Penal. El hecho omisivo aparece de varias formas:
a) Hechos de omisió n puros o propios: en los que se castiga la simple infracció n de un
deber de actuar, sin más. Ejemplos: Art 117. Omisió n de Auxilio, Art. 225 Omisió n de
Dar Aviso de un Hecho Punible.
b) Hechos de omisió n y resultado: en los que la omisió n se vincula con determinado
resultado, con el que se conecta causalmente. Por ejemplo: Art. 261 castiga al que
omitiendo proporcionar los datos impositivos básicos, provoca una evasión impositiva.
c) Los delitos de omisió n impropios o de comisió n por omisió n: en los que la omisió n
se conecta con un determinado resultado prohibido, pero en el tipo legal concreto no se
Acció n es A Omisió n no es B Omisió n es -A menciona expresamente la forma de
comisió n omisiva, constituyendo, pues, un problema de interpretación dilucidar cuando
la forma omisiva puede ser equiparada a la activa que sí se menciona activamente en la
ley. Ejemplo: dejar morir de hambre a un niño recién nacido no está expresamente
tipificado en ninguno de los distintos hechos punibles contra la vida; sin embargo, todos
admiten que dicha omisió n debe ser equiparada con la acció n de matar y conectada
causalmente con el resultado muerte.
4) LOS DELITOS OMISIVOS PROPIOS.
La omisió n es dejar de hacer lo que la norma espera que hagamos, independientemente
del resultado. Ejemplo, omitir el auxilio a alguien que atropellamos con nuestro
vehić ulo.
5) LOS DELITOS DE OMISION IMPROPIOS o de comisió n por omisió n.
A estos tipos de delitos no solamente se ve la omisió n sino que también se ve el
resultado por la causa de la omisió n. Ejemplo por no prestar auxilio a la persona que
hemos atropellado esta muere. Se equipara al delito de omisió n con la acció n de matar,
esta equiparació n debe ser hecha con mucha prudencia porque puede lesiona el
principio de la legalidad.
ART 15 Del Código Penal:
“Omisió n de evitar un resultado - Al que omita impedir un resultado descrito en el tipo
legal de un hecho punible de acció n, se aplicará la sanció n prevista para éste só lo
cuando:
1. exista un mandato jurid́ ico que obligue al omitente a impedir tal resultado; y
2. Este mandato tenga la finalidad de proteger el bien jurid́ ico amenazado de manera tan
específica y directa que la omisió n resulte, generalmente, tan grave como la producción
activa del resultado.”
5) LA OPOSICION GARANTE.
“El deber de evitar el resultado”
A diferencia de lo que sucede en el hecho punible de acción, en el hecho de comisió n
por omisió n, para imputar un resultado al sujeto de la omisió n, no basta con la simple
constatación de la causalidad hipotética de la omisió n respecto del resultado producido
y la evitabilidad del mismo. Es preciso, además, que el sujeto tenga la obligació n de
tratar de impedir la producción de resultado en virtud de determinados deberes cuyo
cumplimiento ha asumido o le incumben por razón de su cargo o profesió n.
Esta Obligació n especial convierte al sujeto en garante de que no se produzca el
resultado, de ahí el nombre con el que suele denominarse doctrinalmente “posición o
calidad de garante”. Así que, en los hechos de comisió n por omisió n, sujeto activo no
puede ser cualquier sujeto que pueda evitar el resultado, sino solo el que tenga un deber
jurid́ ico especifico de evitarlo.
LA TIPICIDAD Y EL DOLO
1) TIPICIDAD Y TIPO
CAPITULO IX
La Tipicidad es la descripció n de la conducta, mientras el tipo es la clasificació n de la
conducta hecha por el legislador, El tipo selecciona los comportamientos y los clasifica
por su relevancia de imputabilidad.
Tipificar una conducta significa aplicar un caso particular a las acotaciones que hace la
norma penal sobre ella. Ningún hecho antijurid́ ico llega a categoriá de hecho punible si
no le corresponde una descripció n contenida en una norma, por lo tanto si no hay
descripción del hecho no atiṕ ico pero si se lo puede tipificar es tiṕ ico.
Nullum crimen sin lege.
2) TIPO Y ANTIJURICIDAD: TIPO DE INJUSTO.
No todo hecho tipificado es antijurid́ ico, que sea antijurid́ ico que su acció n es contraria
a la norma y no está justificada. Hay muchas conductas que están tipificadas pero no
son antijurid́ icas. Por esto es que tipo y antijuricidad son dos categoriá s distintas de la
teoriá general del HECHO PUNIBLE.
La tipicidad de un comportamiento no implica la antijuridicidad del mismo, sino a lo
sumo, un indicio de que el comportamiento puede ser antijurid́ ico.
La relació n entre el tipo y las restantes categoriá s del hecho punible también es muy
estrecha, pero eso tampoco quiere decir que se confundan. El nombre de tipo debe
reservarse para aquella imagen conceptual que sirve para describir la conducta
prohibida en el supuesto hecho de una norma penal y que después va a ser objeto del
juicio de antijuricidad. Se habla así de TIPO DE INJUSTO y este sentido va a ser
utilizado aquí mientras no se diga lo contrario.
3) TIPO Y ADECUACION SOCIAL.
Hay ciertas conductas que la sociedad admite o permite a pesar de estar tipificadas, por
ejemplo regalarle algo al Juez es tipificado como cohecho activo por parte del que lo
ofrece y cohecho pasivo por parte del que lo recibe, pero la conducta es socialmente
aceptada porque nadie la denuncia.
4) ESTRUCTURA, COMPOSICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LOS TIPOS
PENALES.
A) Configuració n y Redacció n de los tipos penales: El tipo se formula con expresiones
lingüiś ticas que intentan describir, con las debidas notas de abstracción y generalidad, la
conducta prohibida. Para cumplir su funció n de garantiá , el tipo tiene que estar
redactado de tal manera de que de su texto se pueda deducir con claridad la conducta
prohibida.
Algunas veces es necesario utilizar términos técnicos ya que aquellos que están en
condiciones de realizar la conducta tiṕ ica suelen ser especialistas en la materia.
Debe evitarse también, el casuismo en la descripción de las conductas prohibidas (es
imposible llegar a describir todas las formas de aparició n de un hecho punible).
Algunas veces es imposible abarcar en un solo tipo las diversas formas de aparició n
de un mismo hecho punible. Sucede esto cuando el hecho punible aparece acompañado
de algunas circunstancias objetivas o personales que atenúan o agravan la
reprochabilidad. Otras veces las circunstancias especiales atenúan la pena.
En otras ocasiones, para sancionar un hecho punible, las especiales circunstancias
obligan a instar la acció n particular.
B) Estructura y clasificación de los tipos penales.
Se identifican elementos que siempre se encuentran presentes en la composició n de
todos los tipos, estos elementos son: SUJETO ACTIVO, CONDUCTA Y BIEN
JURIDICO.
SUJETO ACTIVO: Aquel que realiza la acció n prohibida o omite la acción esperada.
CONDUCTA: En todo tipo hay una conducta, entendida como comportamiento
humano
(acción u omisió n) que constituye el núcleo del tipo. Según el tipo comprenda una o
varias
conductas se habla de hechos punibles simples o hechos punibles compuestos.
BIEN JURIDICO: Todo tipo penal debe incluir un comportamiento humano capaz de
provocar la puesta en peligro o la lesió n de un bien jurid́ ico. En ese sentido, el bien
jurid́ ico es el valor que la ley quiere proteger de las conductas que puedan dañarlo.
EL DOLO.
El dolo es el elemento subjetivo de la tipicidad, es la conciencia y voluntad de realizar
el tipo objetivo de un delito. Siendo el conocimiento y la voluntad los elementos básicos
del dolo.
1) TIPO DE INJUSTO HECHO DOLOSO.
El tipo de injusto no está compuesto solo de elementos objetivos de naturaleza
descriptiva o normativa. La acció n u omisió n mencionada en el tipo no es un simple
proceso causal ciego, sino un proceso causal dirigido por la voluntad hacia un fin.
En el plano de la tipicidad debe hacerse una distinció n entre tipo de injusto realizado
dolosamente y tipo de injusto realizado imprudentemente. Esta distinció n tiene gran
importancia porque cada uno de ellos ofrece particularidades dogmaticas propias y tiene
distinta trascendencia social y jurid́ ica.
2) EL DOLO: ELEMENTOS Y CLASES.
Posee dos elementos:
Cognoscitivo : El sujeto que comete un hecho punible doloso debe saber que hace y
conocer los elementos caracteriś ticos de la acción (Sujeto, conducta, resultado,
principio de causalidad, medios y forma y bienes jurid́ icos afectados).
Volitiv́ o: Para actuar dolosamente es necesario tener la voluntad o el querer
realizarlo. Hay tres clases de dolo:
Dolo directo:
En el cual prima la voluntad del autor, porque sabe que el resultado se producirá y que
su acción o conducta va con determinados elementos del tipo legal.
Ej. : El autor clava un puñal en la espalda de su vić tima , sabiendo que morirá por su
acción.
Dolo Indirecto:
El autor no anhela realizar un hecho punible como consecuencia de sus actos pero debe
hacerlo para realizar su finalidad, y acepta porque es indispensable para su finalidad.
Ej.: El ladrón tiene que matar al cajero alzarse con el botiń , su intenció n no era matarlo
pero debe hacerlo para poder robar que era su finalidad.
Dolo Eventual
El autor considera poco probable la realizació n de un tipo legal y acepta correr el riesgo.
El dolo es eventual a que se produzca el resultado, uno hace algo imprudente pero no
esperaba causara un hecho punible.
Ej.: Alguien puso veneno para rata en la entrada de su casa, sabiendo que su vecino
tiene hijos pequenõ s que juegan cerca de su entrada, y consideró la posibilidad que ellos
lo consumieran pero la evalúo poco probable y los niños comieron el veneno y
murieron. Para el dolo eventual concurren dos teoriá s, una la de la probabilidad, en la
cual el autor consideró poco probable que ocurriera lo no deseado, y si es remota la
posibilidad habrá imprudencia. Y la teoriá del consentimiento o ratificació n que plantea
que el sujeto es consciente que el hecho podriá ocurrir e igual lo produce.
3) ERROR DE TIPO
El autor debe conocer los elementos objetivos integrantes del tipo de injusto. Cualquier
desconocimiento o error sobre la existencia de algunos de estos elementos repercute en
la tipicidad porque excluye el dolo. Por eso se le llama error de tipo.
Artić ulo no 18 Código Penal : “Error sobre circunstancias del tipo legal
1o No actúa con dolo el que al realizar el hecho obrara por error o desconocimiento de
un elemento constitutivo del tipo legal. Esto no excluirá la punibilidad en virtud de una
ley que sanciona la conducta culposa.
2o El que al realizar el hecho se representara erróneamente circunstancias que
constituiriá n el tipo de una ley más favorable, sólo será castigado por hecho doloso en
virtud de ésta.”
4) CLASES DE ERROR DE TIPO.
ERROR SOBRE EL OBJETO DE LA ACCION: Cuando los objetos son
heterogéneos (se quiere matar al perro del vecino, pero se mata al vecino) el error dará
lugar a un concurso entre el hecho punible que el sujeto queriá realizar y el resultado
imprudentemente realizado.
ERROR SOBRE LA RELACION DE LA CAUSALIDAD: Si el resultado se
produce de un modo totalmente desconectado de la acción del autor, a lo sumo podrá
imputarse el hecho como tentativa. (A dispara contra B con ánimo de matarle, pero lo
hiere, muriendo B posteriormente a consecuencia del incendio del Hospital)
ERROR EN EL GOLPE: Se da por sobre todo en los hechos punibles contra la vida y
la integridad fiś ica. El autor por su mala punteriá alcanza a B, cuando queriá matar a C.
En este caso se considera que hay tentativa de homicidio doloso en concurso con un
homicidio imprudente consumado. (Se considera Irrelevante con relació n a la Sanció n
porque igual hubo un homicidio)
DOLUS GENERALIS: En este caso el autor cree haber consumado el hecho punible
cuando en realidad la consumació n se produce por un hecho posterior (el sujeto, tras
haber estrangulado a su vić tima y en la creencia de que la ha matado, la arroja por un
precipicio para ocultar su hecho punible, siendo entonces cuando la vić tima, que sólo
estaba desvanecida, muere realmente a consecuencia del golpe de la caid́ a). Se
considera Irrelevante con relación a la Sanció n porque igual cumplió su cometido.
El error sobre los elementos agravantes o calificadores determina la no apreciació n de
la circunstancia agravante, o en todo caso, del tipo cualificado. Ejemplo: Edipo no podiá
ser castigado por “Parricidio”, al desconocer el elemento tiṕ ico esencial de la paternidad
del sujeto a quién mató.
5) OTROS ELEMENTOS SUBJETIVOS DEL TIPO INJUSTO.
Normalmente, el tipo de injusto de los hechos dolosos sólo requiere, en el ámbito
subjetivo, el dolo, es decir, la conciencia y la voluntad de realizar los elementos
objetivos de tipo. Cuando coinciden el tipo objetivo y el tipo subjetivo se da la
congruencia perfecta, que normalmente existe en el hecho punible doloso consumado.
Sin embargo en algunos hechos punibles especif́ icos se requiere, para constituir el tipo
injusto, además, la presencia de especiales elementos de carácter subjetivo.
Estos elementos subjetivos especif́ icos no coinciden con el dolo. Se trata de especiales
tendencias o motivos que el legislador exige en algunos casos, para constituir el tipo de
algún hecho punible. Así por ejemplo: La intención de destruir la personalidad de la
vić tima de torturas (Art. 309 ); el ánimo de lucro en el homicidio por precio o
recompensa ( Art.105 inc 2 núm. 5).La importancia de tales elementos subjetivos se
revela en que, si no concurren, no se da el respectivo tipo de injusto, de modo que, o se
da el tipo de otro hecho punible o el hecho queda impune por atiṕ ico.
6) IMPORTANCIA DE LA DISTINCION ENTRE DOLO E IMPRUDENCIA.
Hasta hace relativamente poco tiempo, el hecho imprudente ocupaba un lugar
secundario en el Derecho Penal, consagrado fundamentalmente al hecho doloso a cuya
estructura respondiá n los hechos punibles más graves y cualitativamente más
importantes. Frente al aumento cuantitativo de este tipo de delincuencia (hechos
imprudentes), la doctrina no estaba preparada para resolver técnicamente los problemas
jurid́ icos que planteaba.
Tradicionalmente se concebiá n el dolo y la imprudencia como formas de culpabilidad,
considerando que era una cuestión valorativa la que obligaba a hacer la distinció n.
Pronto se observó, sin embargo, que la distinció n dolo-imprudencia era algo más que un
problema de reprochabilidad; pronto se observó que el hecho imprudente ofreciá ya
particularidades notables en el tipo injusto.
Así el Penalista Alemán Engisch destacó en 1930, que entre la pura conexión causal de
la acció n imprudente con el resultado y la reprochabilidad, habiá un tercer elemento sin
el cual no podriá fundamentarse el tipo de injusto del hecho imprudente: el deber
objetivo del cuidado.
La observancia del deber objetivo de cuidado (los preceptos del Reglamento Municipal
de Tránsito, por ejemplo) también llamada “diligencia debida”, constituye, por tanto, el
punto de referencia obligado del tipo injusto del hecho imprudente.
Por otra parte, y a diferencia del hecho doloso, el hecho imprudente no se castiga
siempre. Solamente se castiga en el caso en que haya resultado lesivo para bienes
jurid́ icos.
Se destaca fundamentalmente dos componentes del tipo injusto del hecho imprudente:
LA CONDUCTA TIPICA IMPRUDENTE Y EL RESULTADO QUE ELLA HA
CAUSADO.
1- Tipo de injusto de hecho imprudente
CAPITULO X
Lo esencial del tipo del tipo de injusto del hecho imprudente no es la simple
causació n de un resultado, sino la forma en que se realiza la acció n.
La observancia del deber objetivo de cuidado, llamada también “diligencia debida”,
constituye un punto de referencia obligado del tipo injusto de hecho imprudente.
Tanto la moderna doctrina, como la jurisprudencia penal comparada, destacan
fundamentalmente dos componentes del tipo injusto del hecho imprudente:
a) La conducta tiṕ ica imprudente.
b) El resultado que dicha conducta ha causado.
2- La conducta tiṕ ica: la lesió n del deber de cuidado.
El núcleo del tipo de injusto del hecho imprudente consiste en la divergencia entre la
conducta realmente realizada y la que deberiá haber sido realizada en virtud del deber
de cuidado.
Concepto de cuidado objetivo: posee un concepto objetivo y normativo.
Objetivo: no interesa para establecerlo cual es el cuidado que en el caso concreto ha
aplicado o podiá aplicar el autor, sino cual es el cuidado requerido en la vida de relació n
social respecto a la realizació n de una conducta determinada.
Normativo: surge de la comparació n entre la conducta que hubiera seguido un
hombre razonable y prudente en la situació n del autor y la observada por el autor
realmente.
*En algunas ocasiones las reglas de cuidado que deben observarse vienen descritas en
preceptos de normas administrativas, cuya inobservancia constituye generalmente una
imprudencia.
B) El deber subjetivo de cuidado: relacionada a la capacidad individual, al nivel de
conocimientos, previsibilidad y experiencia del sujeto. Las reglas y principios de la
experiencia son abstracciones y generalizaciones que deben aplicarse a un caso concreto
para valorar si hubo o no imprudencia. La inobservancia de esas reglas ya es un indicio,
pero nunca una prueba irrefutable de que se actuó imprudentemente.
C) La lesió n del cuidado: el derecho pena no puede obligar a nadie más allá de la
observancia del cuidado que objetivamente era exigible en el caso concreto al que se
encontraba en esta situación. Por ello, la lesió n del deber de cuidado convierte la
conducta en conducta imprudente. *Mientras mayor sea la lesió n del cuidado
subjetivo, mas grave será la imprudencia. Esta gravedad mayor o menor de la
imprudencia no depende, de que sea una imprudencia consciente o inconsciente.
3- Elresultado:laimputació nobjetiva.
La producción del resultado es el “componente de azar” de los hechos imprudentes,
ya que
estos solo pueden ser castigados cuando el resultado tiene lugar, por más que la acció n
imprudente sea la misma, se produzca o no se produzca el resultado, que normalmente
consistirá en la lesió n de un bien jurid́ ico.
La conducta objetivamente imprudente “realizada sin diligencia debida”, es junto con
la relació n de causalidad, la base y fundamento de la imputación objetiva del resultado.
4- LaimprudenciadelCódigoPenal(Art.17).
El código penal paraguayo no define la imprudencia, a la que denomina conducta
culposa, sino que da por supuesto su entendimiento de acuerdo con el significado
lingüiś tico.
Art. 17. Inc. 1 expresa: cuando la ley no sancionara expresamente la conducta
culposa, será punible solo la dolosa.
El código penal eleva a la categoriá de hecho punible casos de imprudencia en
relació n con algunos tipos delictivos en los artić ulos sgtes: 107,113, 197 inc.4°, 203
inc.4°, 213 inc. 2°, 218 inc 3°, 240 inc 2°, 242 inc 2°, etc; generalmente se trata de
bienes jurid́ icos de especial importancia o trascendencia social.
El hecho imprudente constituye un supuesto de incongruencia, ya que el tipo
subjetivo no se corresponde con el tipo objetivo, que va mas allá de lo que el sujeto
queriá realizar.
Generalmente solo se castiga la imprudencia que da lugar a la producción de un
resultado: homicidio, aborto, lesiones, etc.
5- La exclusió n de la responsabilidad objetiva: el caso fortuito y el riesgo permitido.
Las únicas formas de imputació n existentes en el derecho penal, y que por tanto
pueden constituir el tipo subjetivo de un hecho punible son la dolosa y la imprudente,
todo lo que no sea atribuible a dolo o a imprudencia debe ser excluido del ámbito del
derecho penal, e incluso del ámbito de lo tiṕ icamente relevante (Art. 17).
La exclusió n de la responsabilidad por el resultado o la responsabilidad objetiva del
ámbito del derecho penal es también una consecuencia de la funció n motivadora de la
norma penal, que solo puede motivar a los ciudadanos a que se abstengan de realizar
acciones que puedan producir resultados previsibles y evitables. Carece de sentido
prohibir procesos meramente causales.
Una forma de delimitar lo fortuito de lo penalmente relevante es comprobar si la
conducta realizada esta dentro del ámbito de riesgo permitido.
CAPITULO XI Antijuricidad.
La antijuricidad es la constatación de que el hecho producido es contrario a derecho,
injusto o ilić ito.
El término antijuricidad expresa la contradicció n entre la acció n realizada y las
exigencias del ordenamiento jurid́ ico.
1- Antijuricidad injusto: precisiones terminológicas.
La antijuricidad es un predicado de la acció n, el atributo con el que se califica una
acción para denotar que es contraria al ordenamiento jurid́ ico. El olor injusto es un
sustantivo que se emplea para denominar la acción misma calificada ya como
antijurid́ ica; lo injusto es, por lo tanto, la conducta antijurid́ ica misma. Mientras que la
antijuricidad es una cualidad de la acció n con una todas las ramas del ordenamiento
juridico, el injusto es una acción antijurid́ ica determinada.
2- Antijuricidad formal y antijuricidad material.
A la simple contradicció n entre una acción y el ordenamiento jurid́ ico se le llama
antijuricidad formal. La antijuricidad no se agota, sin embargo, en esta relació n de
oposición entre acción y norma, sino que tiene también un contenido material reflejado
en la ofensa al bien jurid́ ico que la norma quiere proteger. Se habla entonces de
antijuricidad material.
3- Los conceptos de lesió n y peligro: los hechos punibles de peligro y la tendencia a la
expansió n del derecho penal.
La ofensa al bien jurid́ ico puede consistir en una lesión o en una puesta en peligro de
dicho bien jurid́ ico.
La lesió n del bien jurid́ ico es un concepto normativo. Por tal no sólo debe entenderse la
destrucción o daño de un objeto material, sino también las ofensas inferidas a bienes
jurid́ icos del tipo ideal que no tienen un sustrato material.
Junto a la lesió n, en el derecho penal se castiga también la puesta en peligro de bienes
jurid́ icos.
El peligro es un concepto también normativo en la medida en que descansa en un juicio
de probabilidad de que un determinado bien pueda hacer relacionado por el
comportamiento realizado, aunque después esa lesión de hecho no se produzca.
Sólo la acción que considerada ex ante ( es decir, situándose el juzgador -ex post- en el
lugar del autor en el momento en que esta es realizada ). Es objetivamente peligrosa,,
puede servir de base para la imputación objetiva de un determinado resultado delictivo,
siempre que supongo a la creació n de un riesgo no permitido o el incremento ilić ito de
uno permitido.
El concepto de peligro se utiliza actualmente también como punto de referencia para
avanzar en el concepto unitario de dolo, y para fundamentar una expansió n del derecho
penal que tiene su máxima expresió n en los llamados hechos punibles de peligro.
Los delitos de peligro: la distinció n entre delito de lesión Y delito de peligro tiene razón
de ser en relació n con bienes jurid́ icos de carácter individual con un soporte fiś ico
material u objeto de la acció n. En este caso, tanto la lesió n, como la puesta en peligro
concreto del bien jurid́ ico son realidades tangibles que deben ser objeto de prueba en el
correspondiente proceso penal. Sin embargo, hay supuestos en los que el peligro a qué
se refiere el delito en cuestión es meramente abstracto y no va referido directamente a
bienes jurid́ icos individuales, sino a bienes jurid́ icos colectivos inmateriales tales como
la seguridad ante riesgos colectivos, las bases naturales de la vida humana y la
seguridad en el tránsito terrestre.
En estos casos se trata de prevenir un peligro general que afecte a la seguridad colectiva
y só lo indirectamente a bienes jurid́ icos individuales, cuya puesta en peligro concreto
queda fuera de la configuració n tiṕ ica.
Todo ello ha producido una norma expansió n del derecho penal que se utiliza como
instrumento de intervenció n en sectores tradicionalmente alejados del derecho penal,
pero que cada vez son más importantes en las sociedades modernas, como el medio
ambiente, la salud pública o la economiá . Y para ser más eficaz esa intervenció n se
recurre a instrumentos como los delitos de peligro hipotético, cuyo supuesto de hecho
describe una actitud oid́ o unidad de la acció n tiṕ ica para producir resultados lesivos o
incluso catastróficos, y a técnicas legislativas como la norma penal en blanco, hasta el
punto de que incluso prescindiendo de la idea de peligro ya la infracció n de una norma
extra penal es constitutiva de delito. Por ejemplo, el carecer de licencia de conducir es
una falta municipal que constituye un hecho punible autónomo al momento de conducir
un vehić ulo.
4- Desvalor de acción y desvalor de resultado.
No toda lesió n o puesta en peligro de un bien jurid́ ico (desvalor de resultado) es
antijurid́ ica, sino sólo aquella que se deriva de una acció n desaprobada por el
ordenamiento jurid́ ico (desvalor de acción).
Ambos conceptos, desvalor de acción y desvalor de resultado, son, por tanto,
igualmente importantes en la configuració n de la antijuricidad, ya que están
perfectamente entrelazados y son inimaginables separados.
CAPITULO XIII
Causas de justificación en particular.
1-La legit́ ima defensa.
A) Fundamento y naturaleza.
La naturaleza de la legit́ ima defensa como causa de justificació n parece fuera de duda,
aunque por mucho tiempo estuvo confundida con las causas de exculpació n y reprocha
habilidad, planteándose como un problema de miedo o de perturbación del ánimo en el
que se defiende al ser objeto de un ataque.Pero en la medida en que la defensa sea
proporcional a una agresió n injusta, no cabe duda de que, cualquiera que sea la actitud
́ ica del que se defiende, existe una auténtica causa de justificación que legitima al
anim
acto realizado.
Junto a este aspecto individual de la legit́ ima defensa, existe también uno supra
individual representado por la necesidad de defensa del orden jurid́ ico y del derecho en
general, conculcados por la agresió n antijurid́ ica.
B) Requisitos.
Según el artić ulo 19, para que pueda apreciarse una legit́ ima defensa, es necesario que
se den los siguientes requisitos:
1. Agresió nantijurid́ ica:Eltérminoagresió npuedeserentendidocomoaccióndepuestaen
peligro de algún bien jurid́ ico incluyendo también en ella la omisió n. Tanto la acció n
como la omisió n deben ser agresiones dolorosas, es decir, intencionales.
La agresió n antijurid́ ica debe ser también tiṕ ica, es decir, constituye el tipo de injusto de
un hecho punible y. Además la agresió n debe también ser real; es decir, no basta con
que quien se defienda crea que lo hace si la agresió n sólo existe en su imaginació n.
La agresió n ha de ser, además, presente o actual. No cabe, pues, apreciar legit́ ima
defensa cuando la agresió n a cesado o aún no ha comenzado. En este caso, más que de
legit́ ima defensa se puede hablar de un acto de venganza.
2. Necesidad y Racionalidad de la conducta empleada para rechazar o desviar la
agresión. Éste requisito supone la concurrencia de dos extremos distintos: la necesidad
de defensa, que sólo se da cuando es contemporánea a la agresión y que persiste
mientras la agresió n duro, siempre que sea, además, la única viá posible para repelerla o
impedirla.
3. La racionalidad del medio empleado que exige la proporcionalidad, tanto en la
especie, como en la medida, de los medios empleados para repeler la agresió n.
4. Falta de provocación suficiente por parte del defensor.
La doctrina dominante habla de provocación”suficiente” y, de acuerdo con una
correcta interpretación de este término, habrá que entender que sólo cuando la agresió n
es la reacció n normal a la provocación de que fue objeto del agresor se podrá denegar la
legit́ ima defensa.
2- El estado de necesidad.
La doctrina paraguaya dominante considera que las causales del artić ulo 20-que regula
el estado de necesidad como causa de justificación, se verifican conjuntamente, la
necesidad justificante sobreviniente por colisió n de bienes o intereses y la que surge por
colisió n de deberes.
A) Presupuestos
Decisiva debe ser, ante todo, la situació n de necesidad queda origen a la eximente: sin
ella no puede darse esta causa de justificación, ni completa ni incompleta. Tanto la
doctrina como la jurisprudencia lo conciben como una situació n de conflicto entre dos
bienes jurid́ icos, en la que la salvació n de uno de ellos exige el sacrificio de otro.
También si es el único camino posible para conseguir la meta salvadora.
B) Requisitos
-que el mal causado no sea mayor del que se pretende evitar.
-que la situació n de necesidad no haya sido provocada intencionadamente por el sujeto
que. -que el necesitado no tenga, por su oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
CAPITULO XIV
Otras causas de justificació n.
El actuar en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legitimo de un derecho oficio o
cargo.
No cabe, desde luego, mayor justificació n que la de cumplir un deber el legalmente
establecido o ejercer legit́ imamente un derecho, oficio o cargo. Lógicamente , el
cumplimiento del deber o el ejercicio del derecho que se justifica es el que se realiza
dentro de los límites legales y conforme a derecho.
Una reglamentació n administrativa no puede justificar abusos de poder o arbitrariedades
de las autoridades.
Conviene recordar que, por encima de cualquier regulació n concreta, están los
principios generales de la causa de justificació n que, siguen teniendo indudable
vigencia.
El uso de la violencia por parte de la autoridad.
En todo caso, se requiere la necesidad racional de la violencia para restablecer el orden
jurid́ ico perturbado y, no estando justificada, por innecesario, si,́ por ejemplo si es
suficiente con cualquier otro tipo de medida no violenta.
Finalmente, la violencia, además de ser necesaria, ha de ser proporcionada a la entidad
del hecho que la motivo, evitando cualquier exceso, por más que aparente mente pueda
estar autorizada por cualquier tipo de reglamentación administrativa.
Un ejemplo claro de lo mencionado anteriormente podriá ser: “del uso de las armas “-
Ley N. 222/93 Orgánica de la Policiá Nacional. “ El personal policial podrá emplear sus
armas cuando fuere motivado por la exigencia del servicio, luego de realizadas las
persuasió n es y prevenciones reglamentarias “.
En los casos en los que no se pone en peligro la vida o la integridad fiś ica, sino otros
derechos como la libertad, el domicilio, etc., Más importantes que los presupuestos
fácticos de la actuación policial son los requisitos formales de la misma, tales como la
autorizació n por orden judicial y sus excepciones supuestos previstos en el código
procesal penal.
En la medida en que se cumplan esos requisitos formales la actuació n policial será
correcta.
2. Elderechodecorrección.
En ningún caso, salvo en los supuestos de legit́ ima defensa, se debe admitir como
corrección la violencia.
Tampoco la privació n de libertad (encierros y detenciones, etc.) debe ser utilizada en la
educació n y mucho menos los gestos ofensivos. Por lo general se puede decir que
ningún tipo delictivo puede quedar justificado por el “ supuesto “ derecho de corrección.
Por ello, se ha tipificado como delito el maltrato de menores. Igualmente, no puede
admitirse el ejercicio de la violencia en otros ámbitos (castrense, penitenciario, etc. Y
mucho menos en los interrogatorios policiales, indagaciones para descubrir delitos, etc.
3. Las viá s de hecho.(Justicia por mano propia)
Cualquier tipo de realizació n del propio derecho, ejercitado fuera de los cauces legales,
es antijurid́ ico. En principio, cualquier acto de “ tomarse la justicia por su propia mano “
eso antijurid́ ico y no puede dar lugar a ningún tipo de causa de justificación salvo que
con mal lógicamente, se den los presupuestos de la legit́ ima defensa o del estado de
necesidad.
4. Elejercicioprofesional.
A veces el ejercicio de determinadas profesiones obliga al cumplimiento de deberes o a
la realizació n de actos que no estariá n justificados fuera del ámbito profesional. Por
ejemplo, el ejercicio de la abogaciá obliga al abogado a guardar los secretos de su
cliente.
También el ejercicio y práctica de deportes pueden algunos casos justificar lesiones
corporales, siempre que ésta se produzcan con observancia de las reglas que disciplinan
el deporte concreto.
5. Especialconsideració ndelaobedienciadebida.
Existen supuestos en los que, si se dan determinados requisitos, se deben cumplir ciertas
órdenes a pesar de su carácter antijurid́ ico. En estos casos, si se actúa tiṕ icamente en
cumplimiento del deber de obediencia, el hecho estará justificado
Con esta interpretación no se hace más que tener en cuenta el principio de
subordinació n y jerarquiá . Para que una orden sea vinculante y pueda dar lugar al
cumplimiento de un deber, tienen que darse los siguientes presupuestos:
1) Relació njerárquica.
2) Competencias abstracta del que da la orden para dictarla dentro de sus facultades.
3) Competencia del subordinado para ejecutar el acto ordenado por el superior.
4) Que la orden se expresa ya parezca revestidas de las formalidades legales.
5) Si se van estos requisitos, el subordinado debe, en principio, cumplir la orden, aunque
sea antijurid́ ica. De aquí se deduce que si el mandato no infringe Clara, manifiesta y
terminante mente una ley, debe ser obedecido.
6. El consentimiento.
Se trata de aquellos casos, como la libertad domiciliaria, la propiedad, etc., en los que
el ordenamiento jurid́ ico reconoce al titular una facultad dispositiva sobre el bien
jurid́ ico. Por ejemplo, el delito de violació n de domicilio, se construye sobre la base de
la oposició n expresa del morador que alguien entre o se mantengan en a morada.
Requisitos: el consentimiento del titular del bien jurid́ ico debe quedar claramente
manifestado. Para que el consentimiento pueda actuar como causa de justificació n es
necesario que se den determinados requisitos.
1.
Facultadreconocidaporelordenamientojurid́ icoaunapersonaparadisponerválidamentede
determinados bienes jurid́ icos propios.
2. Capacidadparadisponer,quenotienequecoincidirnecesariamenteconlacapacidadcivil,
pero que, igual que esta, exige unas facultades intelectuales para comprender el alcance
y significación de sus actos por parte de quien consiente.
3. Cualquiervicioesesencialdelavoluntaddelqueconsienteinválidaelconsentimiento.
4. ElconsentimientohadeserdadoantesdelaComisióndelhechoyhadeserconocidoporque
no actúa a su amparo.
CAPITULO XV
1- La Reprochabilidad
La reprochabilidad consiste precisamente En acoger aquellos elementos referidos al
autor del hecho que sin pertenecer al tipo diá la antijuricidad son también necesarios
para la imposició n de una pena. También se la conoce como la culpabilidad y se
emplean expresiones como la de tener la culpa echar la culpa y sentirse culpable.
Efectivamente cuando se dice que alguien tiene la culpa o qué es culpable de algo se
está aludiendo a la responsabilidad por la realización de un hecho desaprobado. El
derecho penal emplea la expresió n de reprochabilidad como el conjunto de condiciones
que permite declarar a alguien como culpable o responsable de un hecho punible.A la
exclusió n de la reprochabilidad se lo llama como exculpació n
Distinció n entre antijuricidad y reprochabilidad. Actúa antijurid́ ica mente quien, sin
estar autorizado, realiza un tipo jurid́ ico penal y ataca con ello un bien jurid́ ico penal
mente protegido. Actúa reprochablemente quien comete un acto antijurid́ ico tipificado
en la ley penal como delito o crimen, pudiendo actuar de un modo distinto, es decir,
conforme a derecho.
2- Las insuficiencias del concepto tradicional
La culpabilidad es un reproche que se haciá al autor del delito por haber actuado en la
forma en que actúa pudiendo actuar de una forma distinta. Pero esta concepción es
cientif́ icamente insostenible ya que se basa en argumentos racionalmente y
demostrables la capacidad de poder actuar de un modo distinto como realmente se hizo
es algo que no se puede llegar a demostrar. La reprochabilidad no exige actuar de una
forma distinta a la que actúa exige no actuar en la forma que está tipificada como una
violació n a la ley penal que se haya cometido dolosa o imprudentemente.
3- El concepto dialéctico de reprochabilidad y prevención general.
La reprochabilidad no es un fenó meno individual sino social no es una cualidad de la
conducta sino una caracteriś tica que se le atribuye para poder imputarse la a alguien
como su autor y hacérsela a responder por ella. Es la sociedad la que dice si alguien es
culpable de algo o no. Es pues la sociedad o el estado quien Define los lim ́ ites de No
culpable y reprochable de los No culpable y del no reprochable de la libertad y de la no
libertad de ahí que el concepto de reprochabilidad tiene un fundamento social. El estado
debe estar en condiciones de demostrar porque hace uso de la pena y a qué persona la
aplica y ello siempre para proteger y de modo eficaz a la sociedad. Si estos presupuestos
no se dan mal se puede hablar de reprochabilidad y exigir el cumplimiento de los
mandatos normativos.
4- Concepto material de Reprochabilidad: La Reprochabilidad como Teoriá del sujeto
Responsable.
La norma penal se dirige a individuos capaces de motivarse en su comportamiento por
los mandatos normativos. Lo importante no es que el individuo pueda elegir entre varias
acciones posibles. Y, lo importante es que la norma penal le motiva con sus mandatos y
prohibiciones para que se abstenga de realizar uno de esas acciones posibles que es
precisamente la que la norma prohib́ e con la amenaza de una pena.
Cualquier alteración importante de esa facultad, cualquiera que sea el origen de la
misma, deberá determinar la exclusión o, si no es tan importante, la atenuació n de la
reprochabilidad.
5- Elementos de la Reprochabilidad.
A) La imputabilidad o capacidad de reprochabilidad: se toma en cuenta la edad,
trastorno mental, etc.
B) El conocimiento de la antijuricidad del hecho cometido. La norma penal só lo puede
motivar al individuo en la medida en que este pueda conocer a grandes rasgos, el
contenido de sus prohibiciones.
C) La exigibilidad de un comportamiento distinto.
Éstos tres elementos son elementos graduables y, por eso, las causas que los modifican
o desdibujan pueden tener un efecto excluyente o sólo un efecto atenuante de la
reprochabilidad, cuando no tienen la entidad suficiente para excluir la totalmente.
CAPITULO XVII
Reprochabilidad
Conocimiento de la antijuridicidad y exigibilidad de otra conducta
1-EL CONOCIMIENTO DE LA ANTIJURIDICIDAD
Quien realiza dolosamente un tipo penal actúa, por regla general, conociendo la licitud
de su obrar. Se entiende entonces que el Conocimiento de la Antijuridicidad constituye
un elemento de la reprochabilidad (junto con la capacidad de reprochabilidad y la
imputabilidad). No obstante, no es un elemento superfluo sino, al contrario, un elemento
principal y el que le da su razón de ser.
La atribució n que supone la reprochabilidad solo tiene sentido frente a quien conoce que
su conducta está prohibida, este conocimiento no precisamente debe ser exacto respecto
al contenido de la ley misma, basta con que el autor tenga motivos suficientes para saber
que la acció n que realiza está prohibida jurid́ icamente, teniendo en cuenta su formació n,
nivel cultural, entorno social al que haya estado expuesto, etc.
Si el sujeto desconoce la antijuridicidad de su conducta, procede entonces un error de
prohibición.
2 - ERROR DE PROHIBICIÓN
Existe error de prohibició n cuando el autor se plantea la ilicitud de lo que realiza y llega
a la conclusió n de que actúa lić itamente, y también cuando el autor ni siquiera se
plantea la ilicitud de su hecho.
Se puede dar en dos formas.
Error de prohibició n directo: Cuando el autor desconoce la existencia de una norma que
prohib́ e su conducta
Error de prohibició n indirecto: Cuando el autor sabe que su conducta está prohibida en
general, pero cree erróneamente que en el caso concreto se da una causa de justificació n
que lo permite, que actúa dentro de los lim ́ ites de la misma o que se den sus
presupuestos objetivos.
El error de prohibició n tanto si es directo, como si es indirecto, no incide en la
configuració n tiṕ ica, dolosa o imprudente, del delito, sino en la reprochabilidad del
autor del concreto tipo delictivo que haya realizado.
Al conceder relevancia al error de prohibició n, el moderno Estado Social y democrát ico
de Derecho, a diferencia del viejo Estado Autoritario, se muestra dispuesto a negociar
con el ciudadano los ámbitos de relevancia de sus prejuicios y hasta su propia
concepció n del derecho, siempre que ello no suponga tener que modificar en nada la
vigencia objetiva de las normas jurid́ icas. La exclusión del reproche y la consecuente
extinció n de pena no implican sin embargo la de la responsabilidad civil que
corresponde a los autores y participes del hecho.
Tratamiento del error de prohibició n en la doctrina
Tradicionalmente (código penal derogado): Se consideraba que el error de prohibició n
no debiá ser relevante en ningún caso sosteniéndose en el planteamiento de que la
ignorancia de las leyes no exime su cumplimiento (“error iuris nocet”). Tal
planteamiento fue sometido a varios cuestionamientos, observándose que además de ser
injusto, planteaba en la práctica serios problemas ya que muchos tipos penales se
refieren a disposiciones administrativas cambiantes y porque el error no siempre se
refiere a la norma prohibitiva, sino a la existencia de una causa de justificación o a los
presupuestos facticos de dicha causa. Ante ello la jurisprudencia comenzó a diferenciar
entre error de hecho (considerado relevante) (actual error de tipo) y error de derecho (En
principio fue considerado irrelevante, pero luego comenzó a considerársele relevante)
(actual error de prohibició n).
Teoriá del dolo: Presento una visió n diferente del problema, el mismo exigiá , como
forma de la reprochabilidad, tanto el conocimiento de los elementos del tipo como el de
la antijuridicidad. Para esta teoriá el tratamiento del error debiá ser el mismo en todos
los casos: excluir la reprochabiidad si el error era invencible; excluir el dolo, pero
castigar por imprudencia si era vencible. Por tanto, para esta teoriá , el error, tanto si era
error de tipo como si era de prohibició n, recibiá el mismo tratamiento.
Teoriá de la ceguera o enemistad jurid́ ica: Variante de la teoriá del dolo nacida del seno
de la Dogmát ica Penal Alemana durante la época nacionalsocialista. Según la misma el
sujeto debe ser igualmente condenado con la pena del delito doloso cuando por su
“forma o conducción de vida”no conoce ni se preocupa por conocer los valores y
alcances que rigen la vida de la “comunidad del pueblo”. Esta teoriá se utilizó entonces
para fundamentar entonces para fundamentar las condenas a severas penas
(internamientos en campos de concentración, pena de muerte) a “asociales”, marginados
sociales autores de delitos de escasa entidad, y a judió s, que contraviniendo las leyes de
Núremberg, teniá n relaciones sexuales con personas de raza aria.
Teoriá de la culpabilidad: Consecuencia de la teoriá final de la acció n, introdujo una
variante importante en la teoriá del dolo incluyendo el dolo en el tipo, como “dolo
natural”, y el conocimiento de la antijuridicidad en la reprochabilidad, dándoles a ambas
clases de error distinta trascendencia práctica y sistemát ica. El Dolo, entendido como
actuar queriendo y sabiendo, no tiene nada que ver con la conciencia de la
antijuridicidad; se puede realizar dolosamente un tipo (matar a un hombre) creyendo
estar amparado por una causa de justificació n (legítima defensa).
• El error de tipo invencible excluye el dolo
• El error de tipo vencible se castiga por imprudencia
• El Error de prohibició n invencible excluye la reprochabilidad
• El error de prohibició n vencible atenúa la reprochabilidad, pero no afecta en nada el
tipo de injusto del hecho punible cometido.
Esta diferenciació n es adoptada por el Código Penal Vigente. (Cfr. Art. 18 y Art. 22).
3- LA NO EXIGIBILIDAD DE OTRA CONDUCTA
El derecho no puede exigir comportamientos heroicos o, en todo caso, no puede
imponer una pena cuando en situaciones extremas alguien prefiere por ejemplo, realizar
un hecho prohibido por la ley penal antes que sacrificar su propia vida o su integridad
fiś ica. En este caso, la no exigibilidad de un comportamiento distinto en esas situaciones
no excluye la antijuridicidad, sino la reprochabilidad (el hecho sigue siendo antijurid́ ico
pero su autor no es reprochable).
A esta idea responden dos exenciones de pena contenidas en el Codigo Penal Vigente:
La Confusió n o el Miedo Insuperable (Art. 24)
El encubrimiento entre parientes (art. 240.6o, art. 292.6o)
4 - EL LLAMADO ESTADO DE NECESIDAD DISCULPANTE
Aparte del estado de necesidad en el que los bienes en colisió n son de desigual valor,
existe un supuesto de estado de necesidad en el que los bienes en colisió n son de igual
valor. Por Ej.: El náufrago que mata a otro naufrago para comer su carne y poder
sobrevivir. La doctrina dominante considera que este supuesto debe ser tratado como
estado de necesidad disculpante ya que el derecho protege por igual la vida de todas las
personas, teniendo en cuenta si el sacrificio de uno de ellos para salvar al otro era la
única viá adecuada, dentro de los límites de exigibilidad normales en la vida ordinaria.
El código penal acoge esta idea al establecer la eximente del estado de necesidad a los
supuestos en los que el mal causado sea igual al mal que se trata de evitar. (Cfr. Art. 25)
Por lo demás, son aplicables a este supuesto los demás requisitos del estado de
necesidad entre bienes de desigual valor:
Ha de darse una situació n de necesidad (peligro real e inminente no evitable de otro
modo) que no haya sido provocada intencionalmente por el sujeto y que no tenga por su
oficio o cargo, obligación de sacrificarse.
5-LA CONFUSION Y EL TERROR EN EL EXCESO DE LOS LIMITES DE LA
LEGITIMA DEFENSA O EN UN ESTADO DE NECESIDAD JUSTIFICANTE
La eximente dispuesta en el Art. 24 responde a la idea de no exigibilidad de ora
conducta, según el cual será eximido de pena: “el que realiza un hecho antijurid́ ico
excediéndose por confusió n o terror en los liḿ ites de la legit́ ima defensa o de un estado
de necesidad”
El Código se refiere a los casos en que se encuentran reunidos los requisitos de la
legit́ ima o estado de necesidad, pero el autor se excede en los límites previstos para la
causa de justificació n. Fundamentalmente, la disposición será de aplicació n en todos
aquellos supuestos en que no se respete el principio de necesidad racional del medio
empleado para defenderse en legit́ ima defensa o, en el estado de necesidad, cuando el
mal mayor era evitable de otra forma.
6 -EL ENCUBRIMIENTO ENTRE PARIENTES
El Art. 240 del código penal tipifica el hecho de omisió n de aviso de un hecho punible y
en el inciso 6o dice: “No será castigada la omisió n de un aviso que implicara a un
pariente” mientras que en el tipo penal previsto en el art. 292 sobre la frustración de la
persecució n y ejecució n penal, en el inc. 6o establece: “Quedara eximido de pena el que
realizara el hecho a favor de un pariente”.
7- DELINCUENCIA POR CONVICCION O POR CONCIENCIA
En una sociedad democrática y, por tanto, pluralista, es inevitable un cierto grado de
discrepancia y aun de rebeldiá del individuo frente a una norma o disposició n concreta o
un sector completo del ordenamiento jurid́ ico. Esta discrepancia se debe a veces a
conflictos de conciencia: el sujeto tiene una actitud valorativa diferente a la de la norma
que infringe y, aunque conoce e ámbito prohibitivo de la misma, no reconoce eficacia
motivadora en sus actos, salvo el de la simple conminació n penal. Desde un punto de
vista moral, el delincuente por convicció n o por razones de conciencia no debe
considerarse culpable de los actos que realiza conforme a la misma.
En algunos casos el Estado ha resuelto el conflicto dando una salida alternativa que
respeta la conciencia individual, siempre que ello no ponga en peligro bienes jurid́ icos
fundamentales. Por ejemplo se reconoce la objeció n de conciencia del médico a
intervenir en un aborto terapéutico, siempre que, naturalmente la mujer pueda ser
asistida por otro médico. O la del Testigo de Jehová, que rechaza por motivos religiosos
la transfusión de sangre para su hijo menor, siempre que esta objetivamente pueda ser
sustituida por otros motivos.
Cuando las leyes no prevén alternativas que respeten a libertad de conciencia hay que
plantearse la naturaleza del bien jurid́ ico conculcado. Cuando este es uno de los bienes
jurid́ icos individuales como la vida, la integridad fiś ica, la libertad y la propiedad, no se
puede dar ninguna relevancia a la decisió n de conciencia que los ataque, ya que dichos
bienes jurid́ icos son más importantes que la libertad de conciencia y son indispensables
para el desarrollo de los demás ciudadanos que obviamente también tienen derecho a su
protección jurid́ ica.
La fundamentación legal que a la exención o. por lo menos, atenuació n de la pena se
puede dar puede ser el estado de necesidad (conflicto entre la libertad de conciencia y el
deber de cumplimiento de la prestación social sustitutoria) o incluso el Art. 22 del
código penal, entendiendo que la creencia jurid́ ica diferente tiene cabida también en el
error invencible sobre la ilicitud del hecho constitutivo de la infracció n penal.
1. CONSUMACIÓN Y TENTATIVA
CAPITULO XIX
El hecho recorre un camino más o menos largo (llamado itercriminis), que va desde que
surge la decisió n de cometerlo hasta la consecució n de las metas ultimas pretendidas
con su comisió n, pasando por su preparación, comienzo de la ejecución, conclusió n de
la acció n ejecutiva y producción del resultado tiṕ ico, no todas las fases son relevantes
desde el punto de vista jurid́ ico- penal.
Los grados punibles de realizació n del hecho delictivo son: la consumació n, la tentativa
(acabada e inacabada) y la acció n preparatoria autónomamente punible. (arts. 270 y
271)
2. CONSUMACIÓNFORMALYMATERIAL
En los tipos penales de los hechos de resultado, la consumació n se produce en el
momento de la producción del resultado lesivo, esto es un concepto formal de
consumació n o consumació n tiṕ ica.
La consumació n material es el agotamiento o terminació n del hecho punibleen la que el
autor no solo realiza todos los elementos tiṕ icos sino que ademasconsigue sastifacer la
intenció n que perseguiá .
3. TENTATIVA
Art. 26 define tentativa del siguiente modo:
“Hay tentativa cuando el autor ejecutara la decisió n de realizar el hecho punible
mediante actos que tomada en cuenta su representación del hecho, son inmediatamente
anteriores a la consumació n del tipo legal.”
La consumació n es más grave que la tentativa porque en ella el desvalor del resultado
no solo es mayor, sino que a veces implica la lesió n irreversible del bien jurid́ ico que
generalmente no se da en la tentativa, la consumació n siempre supone un plus de mayor
gravedad que la tentativa , porque el desvalor del resultado de aquella es siempre mayor
que el de ésta, por mas que el desvalor de la acció n sea el mismo.
4. FUNDAMENTO DE CASTIGO DE LA TENTATIVA.
El fundamento del castigo de la tentativa en un criterio fundamentalmente objetivo, es
decir, en su proximidad a la lesió n del bien jurid́ ico protegido, ya que desde el punto de
vista subjetivo, tanto en la consumació n como en la tentativa la voluntad del sujeto no
sufre modificaciones.
La tentativa no es más que una causa de extensión de la pena, que responde a la
necesidad polit́ ico-criminal de extender la amenaza o conminació n penal prevista para
los tipos delictivos para el caso de consumació n de los mismos, a conductas que
ciertamente no consuman el hecho, pero que estén muy próximas a la consumació n y se
realizan con voluntad para conseguirla.
5. ELDOLO EN LA TENTATIVA.
No hay una tentativa en si,́ sino tentativas de hechos consumados de homicidio, hurto,
estafa, etc. De ahí que el dolo sea el mismo que en el hecho consumado (una buena
prueba de que el resultado consumativo también debe ser abarcado por el dolo)
No cabe la tentativa por imprudencia, ya que en estos casos no se manifiesta la voluntad
de cometer un hecho punible. Y si el tipo de hecho consumado exige otros elementos
subjetivos del injusto, además del dolo, también estos deben de darse en la tentativa
(por ejemplo el ánimo de lucro en el homicidio agravado)
6. LADELIMITACIÓNENTREACTOSPREPARATORIOSYACTOSEJECUTIVOS.
El concepto de ejecució n, como el de consumación es de naturaleza formal, de ahí se
desprende que para la distinció n entre acto ejecutivo (punible) y acto preparatorio (en
principio impune, salvo que se haya elevado a la categoriá de hecho punible autónomo)
Con ayuda de una teoriá puramente formal, precisar con seguridad donde termina la fase
simplemente preparatoria (impune) y comienza la ejecutiva del hecho (punible).
Ante las insuficiencias de una teoriá puramente formal han surgido variantes de la
misma u otras de naturaleza objetiva (que atienden a la puesta en peligro) o subjetivas
(que atienden el plan del autor). Actualmente es dominante una teoriá intermedia o
mixta que partiendo de la descripción legal de la acción tiṕ ica, atiende, en primer lugar
a la imagen que tiene el autor del curso de los acontecimientos (su representación del
hecho) y luego a si, de acuerdo con esta imagen o plan, el comportamiento realizado
esta tan estrechamente ligado a la acción tiṕ ica que prácticamente no hay eslabones
intermedios esenciales para poner en actividad inmediata su realizació n (teoriá objetiva
individual).
7. LADISTINCIÓNTENTATIVAACABADAEINACABADA.
El autor cree que ha realizado todos los actos de ejecución (ha colaborado la bomba de
relojeriá ) pero objetivamente no es así (se olvida conectar el mecanismo), habrá
tentativa inacabada. Por las mismas razones que si el autor cree que ha consumado el
hecho punible, pero objetivamente éste queda imperfecto, la consumació n
objetivamente no se produce.
Fuera del ámbito objetivo, no hay ninguna diferencia entre tentativa acabada e
inacabada. El dolo y los demás elementos subjetivos, así como la no consumació n, son,
pues iguales en una y otra institución.
8. LA LLAMADA TENTATIVA IDÓNEA
En primer lugar se rechaza la punibilidad de la tentativa irreal (por ejemplo, matar a
alguien con payé o conjuros, atravesando alfileres un muñeco, etc.)
En segundo lugar no existe un miń imo de peligrosidad para el bien jurid́ ico protegido
(el autor quiere envenenar a la vić tima con azúcar o derribar un avió n a pedradas).
De estas limitaciones, que todo el mundo admite se deduce que también la tentativa
inidónea para ser punible, debe tener las mismas cualidades que la tentativa idónea:
debe darse el dolo, haberse iniciado la fase ejecutiva y suponer ésta subjetivamente una
puesta en peligro para el bien jurid́ ico protegido. Disparar contra un cadáver, creyéndolo
una persona viva o con una pistola descargada, creyéndola cargada no son conductas
objetivamente peligrosas para el observador imparcial que conozca la realidad; pero
pueden ser consideradas como peligrosas e idóneas para matar para ese mismo
observador imparcial que crea, como el autor, que el cadáver es una persona viva o que
la pistola esta cargadas, en cambio en una tentativa irreal o inidónea el mismo
observador en ningún caso podriá admitir la peligrosidad de la acció n.
9. EL DESISTIMIENTO VOLUNTARIO DE CONSUMAR EL HECHO.
Art. 28 inc 1o dice:
“El que voluntariamente desista de la realizació n ya iniciada del tipo legal o en caso de
tentativa acabada, impida la producción del resultado, quedará eximido de pena. Si el
resultado no acontece por otras razones, el autor también quedará eximido de pena
cuando haya tratado voluntaria y seriamente impedirlo”
Es un principio generalmente admitido que en la tentativa, tanto si se han realizado ya
todos los actos de ejecución de hecho punible (acabada), como si solo se ha realizado
una parte de ellos (inacabada), el desistir voluntariamente de la consumació n del hecho
provoque la impunidad del autor o partić ipe, por evidentes razones polit́ ico-criminales y
preventiva. Esta impunidad se configura como una causa personal de exclusió n de la
pena o excusa absolutoria siempre que se den los requisitos que expresamente exige el
art. 28: voluntariedad del desistimiento y evitació n de la producción del resultado.
a) La “voluntariedad” es una determinada actitud psiq́ uica del que desiste desde el punto
de vista preventivo, merecedora de impunidad. El desistimiento podrá conducir a la
impunidad si el intento aún no ha fracasado y depende de la voluntad que desiste
conseguir la consumació n; por el contrario, si en un determinado momento el autor ha
errado su objetivo y no puede conseguirlo aunque siga actuando, su intento habrá
fracasado y no habrá lugar para el desistimiento (tentativa fracasada propia) Pues no es
lo mismo que se desista por motivos éticos (arrepentimiento, sentimiento de culpa, etc.)
que por motivos interesados (miedo a la pena, miedo a la realizació n del hecho o a sus
consecuencias, posibilidad de alguna ventaja patrimonial, etc.)
b) El segundo presupuesto es el impedimento o evitación de la producción del resultado.
Si el resultado tiṕ ico se produce a pesar del desistimiento, en principio no hay lugar
para la impunidad, excepto cuando el autor intento voluntaria y seriamente impedirlo. Si
el resultado a pesar del desistimiento voluntario se produce de un modo fortuito, será
aplicable el art. 17 inc 1o y el sujeto no responderá de él ni tampoco de la tentativa de la
que ha desistido voluntariamente.
c) La eficacia excluyente de pena del desistimiento voluntario de consumar el hecho
punible alcanza solo al que desiste, la impunidad solo alcanza al que “voluntariamente”
retira su contribució n ya realizada e impida la consumació n.
10. CASOS ESPECIALES DE TENTATIVA
La estructura de algunos hechos punibles excluye la posibilidad de apreciar la tentativa
acabada, ya que todos los actos ejecutivos necesitan la consumació n. Sin embargo la
tentativa inacabada cabe en todos los hechos punibles doloso, en los casos de comisió n
por omisió n la tentativa comenzara cuando el sujeto omita las obligaciones inherentes a
su posició n de garante con el fin de producir el resultado. En los supuesto de actio libera
in causa se deberá analizar la tentativa cuando el sujeto que se ha puesto en situación de
inimputabilidad comienza a ejecutar el hecho, no cuando se embriaga, sino cuando ya
embriagado dispara contra alguien.
CAPITULO XX
AUTORIA Y PARTICIPACION
De entre todas las personas que pueden intervenir en la realizació n de un hecho punible,
el Capit́ ulo III, del Tit́ ulo II, del libro primero del Código penal establece la
clasificació n de la pluralidad de participantes en el hecho, distinguiendo a:
1. LosAutores,
2. Losinstigadores,y
3. LosCómplices.
1. AUTORIA
El Código Penal ofrece en su Art. 29, las distintas formas de autoria en los siguientes
términos:
1o Sera castigado como autor el que realizara el hecho obrando por si o valiéndose para
ello de otro.
2o También será castigado, como autor el que obrara de acuerdo con otro de manera tal
que, mediante su aporte al hecho, comparta con el otro el dominio sobre su realizació n.
A) DIFERENCIAS ENTRE AUTORIA Y PARTICIPACION
Desde el punto de vista dogmát ico, la distinció n entre autoriá y participació n es
fundamental y necesaria. La participació n en si misma no es nada, sino un concepto de
referencia que supone siempre la existencia de un autor principal en funció n del cual se
tipifica el hecho cometido. En pocas palabras, la participació n es accesoria, la autoriá
principal, y ello independientemente de la pena que merezca el participe o el autor en el
caso concreto.
Las teoriá s que hasta la fecha se han dado desde los sistemas diferenciadores para
delimitar autoriá y participació n son diversas y todas muestran insuficiencias más o
menos amplias, dada la complejidad que plantea este problema en algunos casos
concretos.
La distinció n debe tiene que buscarse en un criterio objetivo-material. Este criterio
puede ser el del dominio final del acto, desarrollado a partir de la teoriá final de la
acción cada vez más admitido por la doctrina y la jurisprudencia paraguaya. Según este
criterio, es autor quien domina finalmente la realizació n del hecho punible, es decir,
quien decide en liń eas generales el sí y el có mo de su realizació n.
Este concepto, con ser ambiguo, es el más apto para delimitar quien es autor y quien es
participe, porque, por más que sea a veces difić il precisar en cada caso quien domina
realmente el acontecimiento delictivo, está claro que solo quien tenga la última palabra
y decida si el hecho punible se comete o no, debe ser considerado autor. Con ayuda de
este criterio podemos comprender mejor dos formas especif́ icas de autoriá : Autoriá
mediata y coautoriá .
En definitiva, el criterio objetivo-material viene a precisar con mayor nitidez el
concepto de realizació n del tipo como elemento determinante de la autoriá , llevándola
másallá de la simple ejecució n del hecho a otras formas de realizació n del mismo , bien
directamente, bien por medio de otro sirviéndose de él como instrumento.
B) CLASES DE AUTORIA
a) Autoriá directaindividual
Autor directo es el que realiza personalmente el hecho punible, es decir, el que de un
modo directo y personal realiza el hecho tiṕ ico. Esta forma de autoriá , también llamada
inmediata , es la que sirve como punto de referencia a la descripció n que del sujeto
activo se hace en cada tipo delictivo de la Parte Especial.
b) Autoriá mediata
A la autoriá inmediata o directa se equipara la mediata, es decir, aquella en la que el
autor no realiza directa y personalmente el hecho punible, sino sirviéndose de otra
persona, generalmente no responsable, que es quien lo realiza.
En la autoriá mediata, el dominio del hecho se fundamenta en el dominio de la voluntad
del que actúa por parte del autor mediato, lo que supone normalmente la ausencia de
conducta en el instrumento humano del que se sirve. En estos casos no se puede hablar
de participació n, porque la persona, instrumento de la que se sirve el autor mediato, ni
siquiera actúa tiṕ icamente.
c) Coautoriá
Es la realizació n conjunta de un hecho punible por varias personas que colaboran
consciente y voluntariamente.
Dentro de la coautoriá puede diferenciarse: Coautoriá Ejecutiva:
Ejecutiva Directa: Todos los autores realizan todos los actos ejecutivos.
Ejecutiva Parcial: Se produce un reparto de tareas ejecutivas. Coautoriá no ejecutiva
2) PARTICIPACION
Es la cooperación dolosa en un hecho antijurid́ ico doloso ajeno. De esta definició n se
desprende que la participació n es un concepto de referencia, ya que supone la existencia
de un hecho ajeno (el del autor o coautores materiales) a cuya realización el participe
contribuye.
Si no existe un hecho antijurid́ ico y tiṕ ico, cometido por alguien como autor, no puede
hablarse de participació n, ya que no hay por qué castigar a alguien que se limita a
participar en un hecho penalmente irrelevante o licito para su autor.
Cuestiones Controvertidas en la teoriá de participación
a) Laparticipació nporimprudencia.
La participación solo es punible en su forma dolosa, es decir, el participe debe conocer
y querer su participació n en la realización del hecho tiṕ ico y antijurid́ ico de otra
persona, que es el autor. Esto no quiere decir que una participación imprudente en un
hecho delictivo, doloso o imprudente, ajeno no pueda ser a su vez constitutiva de
autoriá de un hecho punible imprudente. Como deciá mos antes en los hechos punibles
imprudentes la autoriá se fundamenta tanto por la infracció n del deber cuidado, como
por el dominio objetivo de la acció n imprudente que se realiza. Si se dan ambos
requisitos habrá autoriá , pero no si falta uno de ellos. El simple favorecimiento o
instigació n para que otro realice la acció n imprudente no fundamenta la autoriá del
resultado que se produzca. Sin embargo , si hay más que un simple favorecimiento y el
sujeto asume deberes de dirigencia y la direcció n de la acció n, responderá del resultado
que se produzca por su propia imprudencia como autor del mismo, independientemente
de la responsabilidad que incumbe a la otra persona.
b) La Cooperación en el hecho punible de acciones neutrales
Una problemát ica singular platean los casos en que se coopera en la realizació n de un
hecho punible con acciones neutrales, corrientes en la vida cotidiana, o , con
intercambio de bienes y servicios que simultáneamente puedan incrementar las
posibilidades de comisió n de un hecho punible. Ejemplo: Vender una navaja a alguien
que va a robar un celular, Alquilar un piso a un grupo terrorista, vender una jeringa al
que se inyectara heroiń a, etc.
Si se realizan de forma dolosa pueden constituir complicidad o cooperación necesaria,
punibles, por tanto, como formas de participació n en el hecho punible.
Ciertamente hay casos difić iles de resolver, porque se encuentran en los límites entre el
dolo ( eventual) y la imprudencia, de ahí que los indicadores objetivos sean ciertamente
importantes, ello confirma que la ausencia de dolo en el participe determina su
exclusió n del ámbito de la responsabilidad penal.
c) Error en el Participe
Si existe un error del participe, este debe ser tratado conforme a las reglas generales,
pero, como no cabe la participació n imprudente, cualquier tipo de error sobre un
elemento esencial del tipo delictivo cometido por el autor excluirá la responsabilidad del
participe por su participació n en el hecho punible, aunque puede quedar subsistente su
responsabilidad por autoriá en un hecho punible imprudente o como participe en otro
hecho punible distinto.
Ejemplo: Quien entrega un arma de fuego a un niño de 14 años para que juegue con ella
o asuste a otras personas no responderá como partić ipe del homicidio si el ninõ mata a
alguien
, pero si se lo puede declarar como autor de un homicidio por imprudencia, en la medida
en que su actuación supone una infracció n del deber cuidado y puede ser conectada
causalmente con el resultado que domina objetivamente.
A) FORMAS DE PARTICIPACION a) Lainstigació n:
Art 30 de C.P:Sera castigado como instigador el que induzca a otro a realizar un hecho
antijurid́ ico doloso. La pena será la prevista para el autor.
Se caracteriza porque el instigador hace surgir en otra persona la idea de cometer un
hecho antijurid́ ico doloso, pero quien decide y domina la realizació n del mismo es el
instigado (inducido), porque de lo contrario el instigador seria verdadero autor mediato.
Otra prueba de que la realización del acto depende del autor principal (instigado) es que
si este no comienza la ejecució n del hecho no puede castigarse al instigador.
La instigació n debe ser de tal entidad que pueda conectarse causalmente, desde el punto
de vista psiq́ uico , con la voluntad del instigado.
b) La Complicidad:
Art 31 del C.P : Sera castigado como cómplice el que ayudara a otro a realizar un hecho
antijurid́ ico doloso. La pena será la prevista para el autor y atenuada con arreglo al
artić ulo 67.
En común con todas las formas de participació n tiene la complicidad, que se trata de
una contribució n a la realización de un hecho antijurid́ ico con actos anteriores y
simultáneos a la misma, que no pueden, en ningún caso, ser considerados como de
autoriá . Lo que la distingue de las demás formas de participació n, es su menor entidad
material, de tal forma que la calificació n de complicidad hace que la cooperación se
castigue automát icamente con una pena atenuada con relació n a la que merezcan los
autores del hecho punible.
B) PROBLEMAS ESPECIALES DE PARTICIPACION: LA PARTICIPACION EN
LOS HECHOS PUNIBLES ESPECIALES
En los hechos punibles especiales impropios, es decir, aquellos en los que existe una
correspondencia con uno común, se plantea el problema de si la imputación de
responsabilidad debe ser, para aquellos que tienen las cualidades requeridas en el hecho
punible especial, la del hecho punible especial y, para aquellos que carecen de ellas, la
del hecho punible común, sin tener para nada en cuenta la contribució n material
concreta de cada uno de ellos.
Sin embargo , no hay ninguna razón para no aplicar las reglas generales de
participació n. Si el autor realiza un hecho punible especial , en virtud del principio de
unidad del titulo de imputació n, todos los demás participantes responderán por ese
hecho punible, aunque no tengan las cualidades exigidas por el mismo. Por el contrario,
si el autor realiza un hecho punible común, los participes responderán por el hecho
punible común. No cabe posibilidad de que respondan por hechos punibles diferentes.
C) FORMA DE PARTICIPACION INTENTADA: LA TENTATIVA DE
INSTIGACION
EL Art.34 contempla una forma de tipicidad autónoma, independiente de la regulació n
de la tentativa y de la participació n, la tentativa de instigació n, quedando así manifiesta
su naturaleza de formas de participació n intentada en el hecho punible o, si requiere, de
formas preparatorias punibles de la participación.
Dada la naturaleza de participación intentada de esta figura, se rige también por el
principio de accesoriedad limitada, en este caso hipotético, ya que no es necesario que
se llegue a la realizació n del hecho proyectado. Esto quiere decir que, por lo menos, el
hecho proyectado debe constituir el tipo de injusto de un hecho punible, aunque falte la
culpabilidad en quien o quienes van a realizarlo.
El desistimiento de esta figura será posible, siempre que se den los requisitos de la
voluntariedad y la eficacia, en estos casos es suficiente con que el sujeto (instigador)
que desiste, haga todo lo posible por impedir las consecuencias de su comportamiento.
Si el hecho punible al que se instigo llega a ejecutarse, la responsabilidad de quien
intento instigar queda subsumida en las correspondientes formas generales de autoriá o
participació n en el hecho punible.
3-LA AUTORIA EN LOS CASOS DE ACTUACION EN NOMBRE DE OTRO.
COD. PENAL PYO - Artić ulo 16.- Actuación en representación de otro 1o La persona
fiś ica que actuara como: 1. representante de una persona jurid́ ica o como miembro de
sus órganos, 2. socio apoderado de una sociedad de personas; o 3. representante legal de
otro, responderá personalmente por el hecho punible, aunque no concurran en ella las
condiciones, calidades o relaciones personales requeridas por el tipo penal, si tales
circunstancias se dieran En la entidad o persona en cuyo nombre o representación obre.
2o Lo dispuesto en el inciso 1o se aplicará también a la persona que, por parte del titular
de un establecimiento o empresa, u otro con el poder correspondiente, haya sido: 1.
nombrado como encargado del establecimiento o de la empresa; o 2. encargado en
forma particular y expresa del cumplimiento, bajo responsabilidad propia, de
determinadas obligaciones del titular, y cuando en los casos previstos en ambos
numerales, haya actuado en base a este encargo o mandato. 3o Lo dispuesto en el inciso
1o se aplicará también a quien actuara en base a un mandato en el sentido del inciso 2o,
numeral 1, otorgado por una entidad encargada de tareas de la administración pública.
4o Los incisos anteriores se aplicarán aun cuando careciera de validez el acto jurid́ ico
que debiá fundamentar la capacidad de representació n o el mandato.
El código de 1997 ha ampliado el ámbito de aplicació n del precepto en una doble
direcció n. En primer lugar, porque el actual artić ulo 16 se refiere a la persona fiś ica que
actuara como representante de una persona jurid́ ica o como miembro de sus órganos,
socio apoderado de una sociedad de personas, o representante legal de otro, poniendo
así el acento, más que en el cargo que se ostenta, en las funciones efectivamente
desempenã das.
Pero en segundo lugar, dicho artić ulo viene a suplir expresamente una laguna de
punibilidad que se produciá n los casos en que el representado, en King concurrir a la
cualidad del hecho punible especial, no era una persona jurid́ ica, sino fiś ica. Ahora, en
efecto, más allá de los casos de representació n de las personas jurid́ icas, el artić ulo 16
contempla también la responsabilidad del que actúe en nombre o representación legal o
voluntaria de otro.