Reformas Constitucionales Bolivia
Reformas Constitucionales Bolivia
Reformas Constitucionales Bolivia
El proceso de reforma
constitucional en Bolivia
1
En Estados Unidos se utiliza el término enmendar, o sea, complementar la Constitución, no
modificando sino adicionando al texto original. En Francia se habla de revisión, que viene a constituir
una primera parte del procedimiento de reforma, o sea, un acto previo. La reforma, en cambio, abarca
una transformación profunda del texto.
368 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO / 2004
ideas y la Constitución tiene que adaptarse a esos cambios; en segundo lugar, porque
se hace necesario quitar de la Constitución aquellas normas que son incompatibles
con la visión actual.2
La competencia para reformar la Constitución no es una competencia normal en
el sentido de una rutinaria actividad o función natural del Estado, como lo puede ser
la promulgación de leyes. Es una facultad extraordinaria y, por tanto, debe ser limita-
da, porque en caso de que no lo fuera podrían ser afectados todos los preceptos cons-
titucionales, inclusive aquellos que establecen el “espíritu”, “identidad” y “continui-
dad” de una Constitución.
Como señalamos anteriormente, el proceso de la Ley de Necesidad se inicia en
el año 2000, luego de una aguda crisis de gobernabilidad que afectó la legitimidad
del régimen presidencial del general Hugo Banzer Suárez, la mayor crisis en 18 años
de ininterrumpida vigencia de las garantías y libertades democráticas. La demanda
ciudadana de una nueva Constitución forzó a que el gobierno presentara una agenda
de reformas al Congreso Nacional el 14 de febrero de 2001 y que, posteriormente,
conformara, mediante decreto supremo de 23 de abril del mismo año, un Consejo
Ciudadano integrado por ciudadanos y profesionales notables, para sistematizar los
planteamientos y propuestas provenientes de diferentes sectores sociales.
El trabajo del Consejo concluyó en noviembre de 2001. La Ley de Necesidad
fue sancionada el 1° de agosto de 2002 por el presidente Jorge Quiroga, quien había
sucedido de manera constitucional al general Banzer, tras la renuncia de éste al cargo
por una grave enfermedad que ocasionaría luego su fallecimiento.
La demora desde la conclusión del trabajo del Consejo hasta la sanción de la
Ley de Necesidad tuvo que ver con la realización de elecciones nacionales en el mes
de junio y la alta politización que merecieron los temas de reforma y su procedimien-
to, especialmente cuando se esgrimieron como alternativas el referéndum y la asam-
blea constituyente.
En la Ley de Necesidad se establece la modificación de 45 artículos y se incor-
poran temas fundamentales como los que detallamos a continuación:
2
Lassalle mencionaba la existencia de una “constitución real”, la que se encuentra viva en la
sociedad, y la “constitución formal”, la escrita en una “hoja de papel”: “[...] allí donde la Constitución
escrita no corresponde a la real estalla inevitablemente el conflicto [...] la Constitución escrita necesa-
riamente debe sucumbir ante el empuje de la Constitución real, de las verdaderas fuerzas vigentes en
el país”. Véase Fernando Lasalle, ¿Qué es una Constitución?, Siglo XX, Buenos Aires, 1957. Tam-
bién Heller analiza este problema cuando coincide en que la Constitución real consiste en las relacio-
nes reales de poder y establece la interacción de la fuerza normativa de lo normal fáctico y la fuerza
normalizadora de lo normativo. Véase Hermann Heller, Teoría del Estado, FCE, México, 4ª ed.
“La Constitución es el resultado de la combinación de dos elementos, uno formal y el otro
material; formalmente tiene que ser producto de la sociedad, creado por ella misma, y no una norma
que se le impone sin su consentimiento y, materialmente, tiene que permitir a la sociedad autodirigirse
permanentemente”. Véase Cecilia Mora-Donnatto Mora, en El valor de la Constitución normativa,
IIJ-UNAM, México, 2002
HUGO SAN MARTÍN ARZABE - EL PROCESO DE REFORMA CONSTITUCIONAL... 369
subjetivo que deriva no ya del estatus de la libertad personal de cada individuo, sino del
status activus del hombre, de la participación del ciudadano en las tareas de la comuni-
dad política. Así, cualquier ciudadano puede proponer proyectos de ley en cualquier
materia, sujeto a un procedimiento mediante el cual el Congreso debe dar expreso trata-
miento dentro de un término previamente establecido. Generalmente, cualquier propues-
ta debe estar acompañada de un respaldo mínimo de firmas.
4. Referéndum. Se constituye en otro elemento de democracia participativa que
puede ser definido como el instrumento mediante el cual un órgano representativo some-
te a opinión y aprobación del electorado una norma o materia determinada. Vale decir
que el referéndum da la oportunidad a los electores de decidir directamente sobre un
asunto en particular. Existen, por tanto, muchos tipos de referéndum, entre los cuales
están aquellos que consultan sobre la aprobación de leyes y los que establecen, en el
espíritu de Rousseau de que “no puede haber Constitución que no sea aceptada por el
pueblo”, la aprobación de reformas a la Carta Magna. Este último es el tipo de referén-
dum que se propone en la Ley de Necesidad, uno a través del cual se pronuncie el electo-
rado respecto a la viabilidad o el rechazo de las propuestas de reforma. En este sentido se
establece que dentro de los quince días de sancionada la Ley de Necesidad el Congreso
debe convocar a referéndum, acto que debe realizarse dentro de los noventa días siguien-
tes y debe ser organizado por la Corte Nacional Electoral.
5. Desmonopolio de la representación política. Una de las críticas permanen-
tes de los ciudadanos apunta al monopolio que tienen los partidos políticos en la
representación. Por ello, la Ley de Necesidad establece que la designación de candi-
datos nacionales y municipales se ejercerá no solamente a través de los partidos po-
líticos sino también por agrupaciones ciudadanas. De aprobarse la reforma en esta
legislatura, para las elecciones municipales del próximo año los candidatos a alcal-
des y concejales podrán ser propuestos por otro tipo de organizaciones que no sean
los partidos políticos.
6. Limitación a la inmunidad parlamentaria. La Constitución de 1938 incor-
poró importantes elementos de un renovado constitucionalismo social. Sin embargo,
tuvo el defecto de desvirtuar la inmunidad parlamentaria y la tornó en “impunidad”
al excluir el procesamiento de parlamentarios en “todas las materias”, establecer tan
solo la materia penal y borrar la posibilidad de acusación al ser sorprendidos en
delito flagrante. En todo caso, la Ley de Necesidad corrige esta prerrogativa.
7. Hábeas data. Las nuevas tecnologías de la información representan un se-
rio riesgo para la privacidad de las personas, en por lo menos cuatro categorías: inva-
sión a la privacidad individual, difusión de hechos privados embarazosos, publicidad
que coloque a una persona en falsas posiciones ante los ojos ciudadanos, e indebida
apropiación del nombre, datos o apariencia de una persona. El hábeas data es una
respuesta a los problemas que la informática y la tecnología han generado; es un
instrumento diseñado para proteger, tras la presentación de una demanda, la imagen,
la privacidad, el honor y la libertad de información de un individuo. Quiere decir, en
HUGO SAN MARTÍN ARZABE - EL PROCESO DE REFORMA CONSTITUCIONAL... 371
10
Una y otra vez nos hemos mostrado contrarios a utilizar el expediente de la asamblea consti-
tuyente en los términos planteados, en el entendido de que este instrumento no está presente en la
actual Constitución.
11
Cuando la Constitución establece la consideración en las primeras sesiones, no está hablando
de la aprobación; sin embargo, consideramos que el límite no puede exceder la primera legislatura,
entendida ésta hasta el 6 de agosto del 2003.
374 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO / 2004
19
Véase Reynaldo Vanossi, Teoría constitucional, Depalma, Buenos Aires, 1975. En el mismo
texto, el autor describe el fuego cruzado del jusnaturalismo que se opone a la reforma total, al concen-
trarse en la preservación de los contenidos ideológicos de la Constitución; del decisionismo schmittiano,
que cree que la reforma total no se puede lograr pacíficamente sino por medios violentos; y, finalmen-
te, el racionalismo, que admite e incorpora la posibilidad de reformas totales enarbolando el dicho: “lo
único eterno en materia constitucional es la necesidad del cambio”.
20
Según muchos tratadistas la cláusula de reforma es en sí misma irreformable, porque una
norma no puede aplicarse a su propia reforma. Véase A. Ross, Sobre el derecho y la justicia, Buenos
Aires, 1977. En todo caso éste es un artículo que ya está abierto en la Ley de Necesidad y nos otorga
la posibilidad de su modificación en este momento.
21
La Constitución establecerá dos procedimientos para su modificación. El parcial se queda tal
como está redactado en la Ley de Necesidad; el total podría incluir los siguientes elementos:
I. Esta Constitución también podrá ser modificada totalmente mediante una asamblea consti-
tuyente que, para ser convocada, deberá cumplir los siguientes requisitos:
a) Deberá ser solicitada con la firma de por lo menos el 15% de los ciudadanos inscritos en el
padrón electoral.
b) Una vez cumplido este requisito, la convocatoria deberá ser aprobada mediante referén-
dum por un mínimo del 50% + 1 ciudadanos. La convocatoria a asamblea constituyente
será emitida por la Corte Nacional Electoral.
II. La asamblea constituyente estará compuesta por 68 asambleístas elegidos en igual número
de circunscripciones uninominales delimitadas por la Corte Nacional Electoral.
III. La asamblea constituyente tendrá como único y exclusivo objetivo la redacción de una
nueva Constitución Política del Estado. Mientras duren sus deliberaciones, los poderes del Estado
mantendrán sus obligaciones y prerrogativas establecidas en la presente Constitución. En lo referido
al período constitucional del presidente de la República en funciones durante la realización de la
asamblea constituyente se cumplirá lo dispuesto en el artículo 233 de la presente Constitución.
376 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO / 2004
22
“La cuestión de constitucionalidad de las normas se resuelve por tanto en actos de interpreta-
ción, cuya elaboración denuncia la presencia de numerosos ingredientes axiológicos que presionan
sobre la decisión del intérprete [...] podría exagerarse diciendo que todo problema del conocimiento
constitucional es de interpretación”. Véase Vanossi, o. cit, t. II, p. 189.
23
Véase Mora-Donatto, o. cit. p. 64. Loewenstein, por su parte, anota: “El problema de normas
constitucionales anticonstitucionales no ha surgido jamás en Estados Unidos y no solo porque las
enmiendas sean poco frecuentes, sino porque una limitación impuesta al legislador constitucional es
un fenómeno completamente extraño al pensamiento jurídico americano”. Véase Karl Loewenstein,
Teoría de la Constitución, Ariel, Barcelona, 1976, p. 195.
“Cuando un órgano político acude a la Constitución para juzgar un acto o conducta está inter-
pretando la regla, pero es una interpretación política y no jurídica. A diferencia de la judicial, su
interpretación es enteramente libre, sustentada no en motivos de derecho, sino de oportunidad”. Véase
Manuel Aragón, Constitución y democracia, México, 1989.
HUGO SAN MARTÍN ARZABE - EL PROCESO DE REFORMA CONSTITUCIONAL... 377
24
Carlos María Bidegaín, Cuadernos del curso de derecho constitucional, Perrot, Buenos Aires.
25
“Si la soberanía popular se delega al Poder Legislativo cuando éste se convierte en Poder
Constituyente derivado la interpretación de la Constitución por parte de este órgano se reviste de una
importancia determinante”. Véase Enrique Alonso García, La interpretación de la Constitución, Cen-
tro de Estudios Constitucionales, Madrid, 1984.
26
Véase Vanossi, o. cit., t. II, p. 137.
27
Véase Milton Campos, quien continúa: “bajo el impacto de circunstancias no previstas por el
legislador, hay que ver en la ley no una letra muerta sino un tejido vivo, capaz de reacciones nuevas
ante la provocación de situaciones supervivientes”.
28
Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 1869, p. 26.
378 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO / 2004
29
El proceso de la “doble revisión” incorporado en el constitucionalismo boliviano es recomen-
dado incluso para superar “cláusulas pétreas”, con la tesis de que al abrir un artículo y confirmarse la
intención de modificación, en la segunda revisión no existiría “núcleo inmutable”. Véase Biscaretti de
Ruffia.
30
Para un análisis del tema, véase Joaquín Hurtado, La reforma constitucional de 1994 entre
infracciones al procedimiento e inconstitucionalidad, tesis de maestría, Universidad Simón Bolívar,
Sucre, 2002.
HUGO SAN MARTÍN ARZABE - EL PROCESO DE REFORMA CONSTITUCIONAL... 379
IV. Conclusión
Por todos los elementos anotados, la etapa del constituyente derivado, estable-
cida en el artículo 231, otorga el espacio para incorporar los cambios que el legisla-
dor considere oportunos teniendo como único límite los artículos abiertos en la etapa
de impulso preconstituyente. La interpretación del legislador no requiere ser la mejor
desde el punto de vista de una fría racionalidad jurídica pero sí de la conveniencia
política para preservar el sistema democrático y los principios constitucionales de
unidad y función integradora.
Finalmente, un último argumento contundente: luego de que el poder cons-
tituyente constituido sancione el nuevo texto constitucional, la aprobación en
esta ocasión ya no estará en manos del Congreso sino que el nuevo procedimien-
to comporta un retorno al soberano —como poder absoluto y perpetuo, como
depositario de la voluntad popular que se encuentra por encima de cualquier
funcionario público—, el que aprobará o rechazará las reformas planteadas por
el legislador a través del referéndum.
Evidentemente, esta reforma no es la panacea que permitirá terminar con todos
los males políticos y sociales —para tener un buen gobierno no sólo se necesita una
buena Constitución; se necesitan buenas leyes y buenos gobernantes—; sin embargo,
31
Es atribución del Tribunal Constitucional conocer y resolver demandas respecto a procedi-
mientos en la reforma constitucional.
32
“[...] la inconstitucionalidad es una condición que sólo cabe predicar de los actos del poder de
reforma cuando éste es aún poder constituido, si se quiere, que sólo puede atribuirse al procedimiento
de reforma, nunca a su resultado, esto es, a la Constitución reformada, fruto ya de un poder constitu-
yente”. Véase Juan Luis Requejo Pages, El poder constituyente constituido, Universidad de Oviedo,
2002.
380 ANUARIO DE DERECHO CONSTITUCIONAL LATINOAMERICANO / 2004