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SENTENCIA CONSTITUCIONAL No.

072/2000

Materia: Recurso Directo de Nulidad


Expediente: No. 2000-01351-03-RDN
Partes: Antonio Rivas Arauco y Gastón Zambrana, Presidente y Secretario General de la
Asociación de Jubilados del Lloyd Aéreo Boliviano contra Mario Monterrey Franco,
Marlene Pino de Terán, Tomás Molina y Marlene Campos de Aguilar y otros, Presidente,
Vocales, Secretaria de Cámara, Auxiliar y Oficial de Diligencias de la Sala Social, Minera
y Administrativa de la Corte Superior de Cochabamba, respectivamente.
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 02 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad, interpuesto por Antonio Rivas Arauco y Gastón
Zambrana, Presidente y Secretario General de la Asociación de Jubilados del Lloyd Aéreo
Boliviano contra Mario Monterrey Franco, Marlene Pino de Terán, Tomás Molina y
Marlene Campos de Aguilar; Presidente, Vocales y Secretaria de Cámara de la Sala Social,
Minera y Administrativa de la Corte Superior de Cochabamba, demandando la Nulidad de
los Autos de Vista Nº 111/2000 de 23 de mayo de 2000 y de 23 de junio de 2000; y

CONSIDERANDO I

Que, los recurrentes en su demanda cursante de fs. 13 a 15 de obrados expresan lo


siguiente:

I.1. Que, la institución que representan interpuso una demanda de pago de bono de
antigüedad contra el Lloyd Aéreo Boliviano, "en consuno con otra demanda de iguales
características", presentada por la Federación de Trabajadores de la misma empresa, la cual
fue ganada en todas las instancias, habiéndose ordenado el pago de Bs. 58.000.000.- a favor
de los trabajadores comprendidos entre los años 1985 a 1995; empero, el Juez Primero de
Trabajo y Seguridad Social en sentencia declaró improbada la demanda, argumentando que
la empresa había probado su excepción de prescripción, por lo que apelaron pidiendo plazo
probatorio donde demostraron que no hubo prescripción; pero lamentablemente los
recurridos dictaron la Resolución Nº 111/2000 de 23 de mayo de 2000, confirmando la
sentencia con una "serie de anomalías".

I.2. Que, con la Resolución confirmatoria, sólo fue notificado Antonio Rivas Arauco, no
obstante que son dos los representantes legales de la institución, aspectos que la Oficial de
Diligencias no observó contraviniendo lo establecido por los arts. 238, 137-4) y 134 del
Código de Procedimiento Civil.

I.3. Que, el presidente de la Sala, "APARECE EN EL AUTO DE VISTA" que adjuntan,


pese a que se excusó del conocimiento de la causa, por "haber sido en el anterior proceso
abogado del L.A.B., como también haberle iniciado una querella criminal al Juez que
declaró probada la demanda de la Federación", por consiguiente, dicha Resolución es nula
de pleno derecho.
I.4. Que, por lo expuesto piden se dicte Sentencia Constitucional declarando la Nulidad del
Auto de Vista Nº 111/2000 de 23 de mayo de 2000 y Auto de 23 de junio de 2000, "...por
haberse vulnerado el art. 31 de la Constitución Política del Estado; arts. 7, 8, 90, 100, 238,
133, 134 del Código de Procedimiento Civil; 1287, 1289 del Código Civil y demás Leyes
conexas procedimentales, siendo las Resoluciones impugnadas INCONSTITUCIONALES,
en virtud a que la primera fue suscrita por un VOCAL QUE SE EXCUSO DEL
CONOCIMIENTO DE LA CAUSA..."; por lo que también acarrea la nulidad de la
segunda, dictada el 23 de junio de 2000.

CONSIDERANDO II

Que, admitido el Recurso, mediante Auto Constitucional No.140/2000-CA de 20 de julio


de 2000, y una vez citados los recurridos con la provisión citatoria el 21 de julio del mismo
año, como se evidencia a fs. 39 y vta. de obrados, los recurridos el 1 de agosto de 2000,
dirigen oficio al Tribunal Constitucional y remiten el expediente original en 8 cuerpos del
juicio social seguido por Antonio Rivas y otro contra LLoyd Aéreo Boliviano.

CONSIDERANDO III

Que, estando así el estado del presente Recurso Directo de Nulidad, luego del análisis de
los antecedentes que informa el expediente se arriba a las siguientes conclusiones:

III.1. Que, el fundamento base de la interposición del presente Recurso, consiste que en la
Resolución Nº 111/2000 dictada el 23 de mayo de 2000, hubiera intervenido el Vocal
Mario Monterrey Franco, autoridad que anteriormente se excusó del conocimiento de la
causa, por un lado, y por otro, que con dicha Resolución no se habría notificado a Gastón
Zambrana y sólo a Antonio Rivas Arauco, pese a que ambos son los representantes de la
institución demandante.

III.2. Que, de los informes que cursan de fs. 1436 a 1437 y el original del Auto de Vista Nº
111/2000 de 23 de mayo de 2000, corriente de fs. 1424 a 1425, se establece que el Auto de
Vista no fue firmado ni suscrito por el Vocal Mario Monterrey, siendo así registrado a fs.
220, Partida Nº 111 del Libro Nº 8 de Tomas de Razón de la Sala Social y Administrativa
de la Corte Superior del Distrito de Cochabamba, de lo que se establece que la copia
entregada a tiempo de la notificación con dicho Auto a la parte recurrente, contenía un error
en la trascripción del original, el mismo que ha sido admitido por el personal auxiliar de
dicha Sala.

III.3. Que, la notificación acusada de anómala por los recurrentes, fue representada ante el
Tribunal de la causa, instancia que deberá determinar si dicha notificación es válida o no
conforme a procedimiento, no siendo el Recurso Directo de Nulidad la vía para dejar sin
efecto una notificación que ha sido realizada por el funcionario facultado para ello.

III.4. Que, los recurridos Secretaria de Cámara, Auxiliar y Oficial de Diligencias de la Sala
Social y Administrativa no suscriben los Autos de Vista impugnados de Nulos.
CONSIDERANDO IV

IV.1. Que, de acuerdo al artículo 79 de la Ley No. 1836 el Recurso Directo de Nulidad
procede ".....contra las resoluciones dictadas o actos realizados por autoridad judicial que
esté suspendida de sus funciones o hubiese cesado".

IV.2. Que, al no intervenir el Vocal recurrido Mario Monterrey, ni la Secretaria de Cámara,


la Auxiliar y Oficial de Diligencias de la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior
del Distrito de Cochabamba en la suscripción del Auto de Vista Nº 111/2000 de 23 de
mayo de 2000 y el dictado el 23 de junio de 2000, dichas resoluciones no pueden declararse
nulas, pues fueron firmadas únicamente por los recurridos Vocales Marlene Pino de Terán
y Tomás Molina, que al momento de dictarlas tenían plena jurisdicción y competencia,
pues no estaban suspendidos de sus funciones ni habían cesado en las mismas, presupuestos
jurídicos que exige el art. 31 de la Constitución Política del Estado para declarar fundado el
Recurso Directo de Nulidad.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le


confieren los artículos 120.6ª de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la
Ley No. 1836 declara INFUNDADO el Recurso Directo de Nulidad, con costas y multa de
Bs. 1000, que los recurrentes en aplicación del artículo 85-1) de la Ley del Tribunal
Constitucional, deben depositar a la orden del Tesoro Judicial en el plazo de tres días, desde
su notificación con la presente Sentencia.

Regístrese y hágase saber.


No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.
CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 072/2000

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willmán R. Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 915/00-R

Expediente: No. 2000-01518-04-RAC


Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Partes: Luis Hernán Fritz Sandoval en representación legal de la "Agrupación de Inquilinos
15 de junio Tarija" y titulares de la Cuenta Caja de Ahorros Nº 25858-701-4 del Banco
BIDESA Sucursal Tarija contra Hugo Lang Konig, Intendente Liquidador Nacional del
Banco "BIDESA" y Daysi Canedo, Representante Regional en Tarija y Oficinas
Provinciales del BIDESA en Liquidación.
Distrito: Tarija.
Lugar y fecha: Sucre, 02 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 331 a 332 y vta. de obrados, pronunciada el 21


de agosto de 2000 por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de Tarija,
dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Luis Hernán Fritz Sandoval en
representación legal de la "Agrupación de Inquilinos 15 de junio Tarija" y titulares de la
Cuenta Caja de Ahorros Nº 25858-701-4 del Banco BIDESA Sucursal Tarija contra Hugo
Lang Konig, Intendente Liquidador Nacional del Banco "BIDESA" y Daysi Canedo,
Representante Regional en Tarija y Oficinas Provinciales del BIDESA en Liquidación, los
antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 9 de agosto de 2000, corriente de


fs. 188 a 192 y vta. de obrados, refiere que la agrupación que representa abrió el 8 de
septiembre de 1997 la Caja de Ahorros Nº 25858-701-4 en el Banco BIDESA Sucursal
Tarija, que posteriormente fue intervenido a nivel nacional por la Superintendencia de
Bancos y Entidades Financieras en mérito a la Resolución Nº SB 143/97 de 12 de
diciembre de 1997, con el objeto de proceder a su liquidación forzosa por las causales 2) y
3) del art. 120 de la Ley de Bancos y Entidades Financieras, de cuya circunstancia sus
representados tienen una certificación expedida por la Intendencia Liquidadora que acredita
la inscripción de su acreencia extra concursal Nº 5223/98 por $us.175.000, que fuera
procesada previo cumplimiento de los requisitos legales señalados por la Circular
ILBIN/005-97 de 17 de diciembre de 1997 emitida por la Superintendencia de Bancos y
Entidades Financieras.

Que, al ingresar al análisis legal de la deuda, es donde se identifican los actos ilegales y las
omisiones indebidas de los funcionarios de la Superintendencia de Bancos y Entidades
Financieras y del Banco Central de Bolivia, abriendo la protección del Amparo
Constitucional, en virtud de que el art. 128 de la Ley de Bancos y 1386 del Código de
Comercio eximía a los representados de ingresar al concurso de acreedores, por tratarse de
depósitos en cuenta de ahorro para vivienda. Que, en dichas normas legales se amparó la
agrupación representada para reiterar su solicitud al Banco Central de Bolivia y a la
Intendencia Nacional de Liquidación del Banco BIDESA en Santa Cruz, a fin de que se les
pague y devuelva la "obligación extraconcursal" del monto saldado con carácter previo a la
apertura de liquidación conforme dispone el art. 1386 del Código de Comercio, habiéndoles
contestado el Banco Central que no podía atender el pedido hasta que la Superintendencia
de Bancos no resuelva favorablemente el procedimiento de la subrogación, empero el
mismo, les informó que dicho procedimiento se realizaría según las previsiones de las
Resoluciones de su Directorio Nos. 170/97 y 020/98, que modifican y amplían el propio art.
38 de la Ley Nº 1670, pues dicho artículo no establece subrogaciones diferidas a plazos de
2, 3 y 4 años mediante documentos mercantiles o certificados de devolución de depósitos,
para luego obtener devoluciones al contado del órgano liquidador.

Manifiesta que del acto ilegal anotado, es evidente que el citado Directorio se arrogó
facultades privativas e indelegables del Poder Legislativo, desconociendo la distinción del
concepto de obligaciones extraconcursales y concursales, omitiendo reconocer el derecho
privilegiado de exclusión de la masa de liquidación forzosa que tienen los depósitos en
"Caja de Ahorros o ahorros para la vivienda" en flagrante violación del art. 29 de la
Constitución resolvió abolir el art. 1386 del Código de Comercio. Que por su parte la
Intendencia Nacional de Liquidación del Banco BIDESA también les negó su solicitud con
diferentes argumentos, pues por un primer oficio les indicó que su pedido no se encontraba
dentro de los alcances del Ente Emisor, por lo que se procedería al registro de su acreencia
para ser cubierta por los resultados de la liquidación, conforme a los procedimientos
establecidos por Ley, sin decir cual. Posteriormente, les comunica que su depósito sería
considerado como una acreencia extraconcursal al tenor de los arts. 128 de la Ley de
Bancos y 1386 del Código de Comercio, empero que no había lugar a la subrogación por el
Banco Central de Bolivia en virtud al cheque de gerencia, el cual no fue efectivizado por el
Banco de Crédito, pues la prueba es que el recurrido lo mantiene en su poder y se resiste a
su devolución extraconcursal. Por último, se les comunica que dentro del proceso de
liquidación no se ha pronunciado sentencia de prelaciones y que el expediente se encuentra
en Sucre.

Que, siendo evidentes las violaciones de alteración y modificación de códigos y leyes


constitucionales, no queda ninguna duda acerca de los actos ilegales y omisiones indebidas
de los funcionarios que restringen, suprimen y amenazan restringir el derecho de sus
mandantes de recobrar sus depósitos bancarios en su cuenta de ahorros, por ser estos
extraconcursales separada de la masa de bienes en liquidación, al igual que el cheque de
gerencia Nº 001507 al ser un título valor, amparado por los arts. 128 de la Ley de Bancos,
1386 del Código de Comercio, 7-i) y 22 de la Constitución Política del Estado, interponen
el presente Recurso, pidiendo se lo declare procedente y se disponga la inmediata
devolución de los aportes de sus mandantes.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 21 de agosto de


2000 cual consta de fs. 320 a 330 de obrados, el recurrente reitera los términos de su
Recurso. Por su parte la recurrida Daysi Canedo por medio de su abogado afirma que ella
no ostenta la representación legal del Banco BIDESA en Liquidación de Tarija, pues sus
facultades están limitadas y expresas a recuperar la cartera y efectuar algunos actos de
administración, siendo el representante Hugo Lang Konig; razón por la que plantea
excepción de impersonería. A su turno el apoderado legal del recurrido Hugo Lang Konig
presta informe por escrito en el cual destaca que dispuesta la liquidación forzosa del Banco
Internacional de Desarrollo S.A., al amparo del art. 133 de la Ley de Bancos y Entidades
Financieras, se otorgó el plazo de 90 días para que toda persona inscriba su acreencia, las
cuales debían ser las extraconcursales como las cajas de ahorro, cuentas corrientes y
depósitos a plazo fijo, las concursales privilegiadas (con garantía real) y las concursales
quirografarias; todas ellas para ser calificadas por la liquidación y posteriormente pagadas
de acuerdo al tipo de calificación y en observancia a las prelaciones que el Juez de la
Liquidación deba pronunciar en sentencia.

Que, el art. 136 de la citada Ley, establece que el titular de una acreencia rechazada o
negada puede interponer recurso de revisión ante el Juez de liquidación, dentro de los 15
días posteriores a la notificación pública que efectuase la Superintendencia de Bancos, en el
caso presente los recurrentes a dicho efecto pueden acudir al Juez de Partido Primero en lo
Civil de Santa Cruz, luego de que el expediente sea devuelto por la Corte Suprema, es decir
que existe otro recurso para impugnar lo resuelto.

Señala que tanto el Banco Central de Bolivia como el Banco Internacional de Desarrollo
S.A. en Liquidación y la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras son tres
personas jurídicas distintas y que la Ley Nº 1670 (Ley del Banco Central de Bolivia) en su
art. 38-e) faculta pero no obliga al Banco Central a subrogarse total o parcialmente los
derechos de los depositantes de entidades de intermediación financiera, que los casos son
calificados por su Directorio y que en el marco de dicha atribución el citado Directorio
pronunció las Resoluciones Nos. 170/97 de 13 de diciembre de 1997, 20/98 de 3 de marzo
de 1998 y otras decidió subrogarse sólo las acreencias emergentes de cajas de ahorro,
cuentas corrientes y certificados de depósitos a plazo fijo y en ellas no se incluyó las
obligaciones acreditadas con cheques de gerencia, por ser de naturaleza distinta, por lo que
las acreencias no subrogadas estarían sujetas al resultante del activo. Reconoce que se abrió
la cuenta, empero a nombre de particulares y no al de la Agrupación de Inquilinos 15 de
junio de Tarija. En cuanto a la suma del saldo afirma que éste a la fecha de cierre del banco
era de $us.3, 012.16 y no así de $us. 178.012.--, que dos titulares de la cuenta inscribieron
su acreencia por $us.175.000.- ante la Intendencia de Liquidación del Banco Internacional
de Desarrollo S.A. en liquidación, porque el cheque de gerencia que se había girado a
nombre del Banco de Crédito con el consentimiento expreso de los titulares fue devuelto
por éste.

Arguye que los arts. 1386 y128 invocados, no hacen referencia a los cheques de gerencia,
pues sólo citan los términos depósitos en cajas de ahorro, cuenta corriente y a plazo fijo.
Que, es falsa la aseveración de que el cheque al ser un título valor esté separado de la masa
de bienes para su cobranza, ya que el art. 520 del Código de Comercio señala que los títulos
valores sólo se transmiten mediante endoso, que puede ser en propiedad o en cobranza
conforme al art. 529 del citado Código, lo que no ocurrió con el cheque de gerencia. Que,
habiéndose evidenciado que el BIDESA en liquidación no ha cometido ningún acto ilegal
que restrinja, suprima o amenace los derechos y garantías de los recurrentes, menos el
supuesto derecho de devolución de 220 familias que no está previsto en ninguna parte de la
Constitución Política del Estado ni en las leyes, pide se declare improcedente el Recurso.

Que, concluida la audiencia el Tribunal del Recurso de acuerdo con el requerimiento Fiscal,
declara improcedente el Amparo Constitucional con el fundamento de que el derecho
expectaticio de acreencias que confiere el cheque de gerencia pueden ser pagadas cuando se
dicte la resolución de grados y preferidos.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:
1. Que, los recurrentes fundamentan su Recurso, alegando lo siguiente: 1) Que, las
Resoluciones Nos. 170/97 y 20/98 dictadas por el Directorio del Banco Central de Bolivia
han vulnerado los arts. 29 de la Constitución Política del Estado, 38 y 128 de la Ley de
Bancos y Entidades Financieras y 1386 del Código de Comercio, usurpando funciones que
son facultativas del Poder Legislativo; 2) Que, los recurridos han cometido actos ilegales y
omisiones indebidas al restringir, suprimir y amenazar el derecho de sus mandantes de
recobrar sus depósitos bancarios en su cuenta de ahorros, no obstante que estos son
extraconcursales separados de la masa de bienes en liquidación, al igual que el cheque de
gerencia Nº 001507 al ser un título valor.

2. Que, la cuenta de Caja de Ahorro Nº 25858-701-4 del Banco BIDESA y (ahora en


liquidación), no fue abierta por la "Agrupación de Inquilinos 15 de Junio Tarija", sino por
sus directivos a cuyo nombre figuraba dicha cuenta hasta la intervención del Banco el 12 de
diciembre de 1997, fecha en la cual el Banco les gira el cheque de gerencia Nº 001507 por
la suma de $us.175.000.- a la orden del Banco de Crédito, quedando un saldo de
$us.3,012.16 que fue retirado el 22 de diciembre de 1997.

3. Que, sin embargo el referido cheque de gerencia no pudo ser efectivizado debido a la
intervención y liquidación forzosa del Banco Girador que se produjo el mismo día que fue
girado el cheque, en mérito a la Resolución Nº SB 143/97 de 12 de diciembre de 2000, por
lo que los titulares de la cuenta solicitaron al Banco intervenido, a cuyo efecto el recurrido
Intendente Liquidador les contesta mediante "Carta Cite IL-BIN-720-98" indicando que si
bien su caja de ahorro "...se consideraría como una acreencia extraconcursal de acuerdo a lo
previsto por el art. 128 de la Ley de Bancos y el art. 1386 del Código de Comercio.....en
atención al Registro que se le ha asignado en virtud a la emisión del Cheque de Gerencia,
no hay lugar a subrogación por el Banco Central de Bolivia...".

4. Que, el Banco Central de Bolivia de conformidad a lo establecido por el art. 128 de la


Ley de Bancos y Entidades Financieras y 38-e) de la Ley Nº 1670 dictó Resoluciones de
Directorio, señalando la forma y los derechos que se subrogaba, no encontrándose dentro
de tales las obligaciones del Banco en liquidación las emergentes de la emisión de cheques
de gerencia.

5. Que, el Representante Legal a nivel Nacional del Banco Internacional de Desarrollo en


Liquidación S.A. es Hugo Lang Konig conforme al Testimonio de Poder Nº 190/2000.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona...", precepto que es aplicable al caso de autos, por cuanto el
recurrido Intendente Liquidador Nacional del Banco "BIDESA", ha incurrido en acto ilegal
que vulnera el derecho a la propiedad privada previsto y garantizado en los arts. 7-i) y 22 de
la Constitución Política del Estado, así como el derecho a la seguridad jurídica establecido
en el art. 7-a) de la misma norma fundamental, al no haber cumplido con las disposiciones
que rigen los depósitos en cuenta de ahorros para vivienda.
Que el art. 1386 del Código de Comercio (Exclusión de depósito en caso de liquidación de
la Entidad Bancaria), en forma clara dispone que "En caso de liquidación de un
establecimiento bancario o entidad de crédito, los depósitos en cuentas de ahorro y ahorro
para la vivienda, se excluirán de la masa de liquidación y se procederá, "antes de dar
comienzo a la misma a la devolución íntegra de los saldos e intereses devengados a los
titulares que acrediten su derecho". Que por su parte el art. 128 de la Ley de Bancos y
Entidades Financieras establece, reiterando lo anterior, que "la Entidad Financiera en
liquidación suspenderá el pago de sus obligaciones con sus acreedores, excepto la
devolución de las obligaciones extraconcursales a que se refieren los arts. 1386, 1410 y
1611 del Código de Comercio "Para cubrir estas devoluciones el Banco Central de Bolivia
podrá subrogarse los derechos de los mencionados acreedores", disposición última que es
reafirmada por los arts. 1º y 2º del D.S. Nº 23881 de 11 de octubre de 1994.

Que, una vez intervenido el Banco Bidesa S.A. por la Superintendencia de Bancos y
Entidades Financieras en mérito a la Resolución Nº SB 143/97 de 12 de diciembre de 1997
con objeto de proceder a su liquidación forzosa y antes de dar comienzo a la misma, debió
devolver íntegramente el capital y los intereses devengados a los depositantes de la Caja de
Ahorros Nº 25858-701-4 abierta en el sucursal de Tarija por tratarse de acreencias
exrtraconcursales, cuyo origen de depósito de ahorro está plenamente evidenciado en la
Carta Cite I.L.BI Nº 720/98 de 21 de agosto de 1998, dirigida por el Intendente Liquidador
a la Agrupación de Inquilinos "15 de Junio- Tarija", en la persona de Teresa Mur Vargas
(fs. 27) que dice: "... De acuerdo a la opinión del asesor legal de Bidesa en Liquidación, la
acreencia de la señora Teresa Mur Vargas y Rina Villa López, se origina por el retiro de la
Caja de Ahorro Nº 25858, por lo que se consideraría extraconcursal, de acuerdo a lo
previsto por el art. 128 de la Ley de Bancos y 1386 del Código de Comercio. No obstante,
de ello en atención al registro contable que se le ha asignado en virtud de la emisión del
cheque de gerencia, no hay lugar a subrogación por el Banco Central de Bolivia. En base a
dicha operación se incorpora a la liquidación como una acreencia concursal, con arreglo a
la sentencia de prelaciones que pronuncie el Juez Liquidador".

Que ni en el referido informe legal citado por el Intendente Liquidador, la acreencia de los
recurrentes, pierde su carácter extracontractual, sino que a juicio del abogado, a raíz de un
acto operativo contable, (Registro del cheque de Gerencia Nº 001507) "no estaría entre las
acreencias subrogadas del Banco Central de Bolivia", es decir que siendo una acreencia
extracontractual, debió y debe ser cancelada por la Intendencia Liquidadora como una
acreencia preferente, al margen de lo que haya resuelto el Banco Central de Bolivia sobre
su subrogación.

Que como lo establecen los arts. 1º y 2º del D.S. No. 23881 de 11 de octubre de 1994
citado, la intervención del Banco Central de Bolivia en la solución de los problemas
emergentes de la liquidación de un Banco, mediante la subrogación de los depósitos en
cuenta de ahorro para la vivienda y otros, es un acto absolutamente voluntario y que la
decisión de su Directorio de subrogarse o no y devolver o no los depósitos en cuenta de
ahorro para la vivienda y otros, no modifica la naturaleza jurídica de estos ni altera ni puede
alterar el derecho de prelación de los pagos.

Que, al haber excluido el Banco Central de Bolivia a la acreencia de los recurrentes de la


lista de depósitos subrogados, por un aspecto meramente técnico -un asiento contable-, no
significa que ésta dejó de ser extracontractual, consiguientemente la Superintendencia de
Bancos y Entidades Financieras, como ente liquidador, síndico y sustituto procesal del
Banco Bidesa S.A. en liquidación forzosa, representado por el Intendente Liquidador, debe
cumplir con lo dispuesto por el art. 1386 del Código de Comercio, es decir la devolución
preferente de los depósitos en Caja de Ahorros para la vivienda efectuados por los
recurrentes, sin que valga de argumento para no hacerlo, el que el Banco Central de Bolivia
haya excluido de la lista de beneficiarios de la subrogación en base del inadecuado informe
de su asesor legal, que además no tomó en cuenta el importante hecho de que el cheque de
gerencia o cheque en cuenta, que es un documento probatorio de una acreencia, como bien
lo afirma el recurrido (fs. 275) tiene un origen, una naturaleza, que en el caso de autos, no
es otra que el depósito en la Caja de Ahorro en cuestión, fue girado bajo el Nº 001507 por
175.000 $US. a favor del Banco de Crédito, el 12 de diciembre de 1997, es decir, el mismo
día que la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras dictó la Resolución Nº SB
143/97 de 12 de octubre de 1997, por la que tomó posesión a nivel nacional del Banco
Bidesa S.A. con el objeto de proceder a la liquidación forzosa, como un acto final para
mantener su credibilidad ante sus clientes, resultando totalmente obvio que no lo efectivice
dicho Banco por las circunstancias concurrentes.

Que no existe recurso legal alguno que pudiera hacer uso el recurrente pues la liquidación
de un Banco debe ser realizada directamente por el Órgano Administrativo de
Fiscalización, la Intendencia de la Liquidación, siendo ésta la única autoridad con
competencia para separar bienes de la masa de la quiebra (art. 1688 y 1386 del Código de
Comercio), y las reclamaciones y acciones ante el Juez de la Liquidación la realizarán los
acreedores concursales y no los extraconcursales.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Amparo, no ha


compulsado debidamente los obrados y dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución
Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión corriente de fs. 331 a 332 y
vta. de obrados, pronunciada el 21 de agosto de 2000 por la Sala Civil Segunda de la Corte
Superior del Distrito de Tarija y declara PROCEDENTE el Recurso planteado contra Hugo
Lang Konig, disponiendo que éste proceda a la inmediata devolución de los aportes
reclamados por los recurrentes. Asimismo, se ordena que el Tribunal del Amparo proceda a
la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 102-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADO MAGISTRADA

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 11/00-CDP

Expediente: 2000-01518-04-RAC
Partes: Luis Hernán Fritz Sandoval contra
Hugo Lang Konig, Intendente Liquidador Nacional del Banco BIDESA y Daysi Canedo.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Tarija
Fecha: Sucre, 11 de diciembre de 2000
Mag. Relator: Dr. Felipe Tredinnick Abasto

VISTOS: En revisión el Auto de fs. 375 y vta. de obrados, pronunciado el 8 de noviembre


de 2000, por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de Tarija, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Luis Hernán Fritz Sandoval en representación legal
de la "Agrupación de Inquilinos 15 de Junio Tarija" y titulares de la Cuenta Caja de
Ahorros Nº 25858-701-4 del Banco BIDESA Sucursal Tarija contra Hugo Lang Konig,
Intendente Liquidador Nacional del Banco "BIDESA" y Daysi Canedo, Representante
Regional en Tarija y Oficinas Provinciales del BIDESA en Liquidación, los antecedentes
arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, a emergencia del citado Recurso de Amparo Constitucional, la


Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de Tarija, dictó Sentencia el 21 de
agosto de 2000 declarando improcedente, habiendo el Tribunal Constitucional revocado
dicho fallo y declarado procedente el Recurso mediante Sentencia Constitucional Nº
915/00-R de 2 de octubre de 2000, en cuyo mérito se ordenó al Tribunal que conoció el
Recurso proceda a la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 102.VI de la Ley
Nº 1836.

CONSIDERANDO: Que, en ejecución de la precitada Sentencia el recurrente solicita y


reitera al Tribunal del Recurso, ordene el pago de capital e intereses, por lo que de acuerdo
a dicha petición el Tribunal del Recurso abre el término incidental de 8 días, para que se
acrediten los daños y perjuicios, en cuyo término el recurrente no aportó prueba alguna al
respecto, limitándose únicamente a presentar memoriales afirmando que la devolución de
los saldos e intereses de la cuenta de los representados, integraba también los intereses
devengados en aplicación de los arts. 1386 del Código de Comercio y 127 de la Ley de
Bancos y Entidades Financieras. Que, en cumplimiento del art. 139 de la precitada Ley,
pedía se difiera la calificación de daños y perjuicios hasta el cierre de liquidación del Banco
Bidesa, para cuyo efecto los mandantes pedirían posteriormente "la apertura de término de
prueba para su consideración y aprobación judicial".

Por su parte, el representante del recurrido, argumenta que por mandato del art. 127 de la
Ley de Bancos y Entidades Financieras, las obligaciones de las entidades en liquidación, se
consideran de plazo vencido y dejan de devengar intereses, por lo que piden que la cuantía
de los supuestos perjuicios sea determinada en cero, al igual que las costas y honorarios.

CONSIDERANDO: Que, concluido el término incidental, el Tribunal del Amparo


Constitucional dicta el Auto de Vista de 8 de noviembre de 2000, calificando la suma de
Bs. 2.000.- por concepto de daños y perjuicios, sin que éstos hubieran sido demostrados,
pues incluso concluye en el último considerando de la precitada resolución, "...que el
pretendido pago de intereses no corresponde sino en el supuesto de quedar recursos
económicos o valores del activo, después de pagadas las acreencias extraconcursales y
luego las concursales, hecho no demostrado ni ocurrido..."; extremo que ha sido reconocido
por el recurrente en su memorial de fs. 376, por el que manifiesta que se reserva el derecho
de continuar la acción de cobro de los intereses devengados en vía de resarcimiento del
lucro cesante.

CONSIDERANDO: Que, ante la petición del recurrente de que se suspenda la apertura del
término incidental para que se acrediten los daños y perjuicios, se hace necesario establecer
que éste no puede suspenderse ante la simple petición de una de las partes, sino por motivos
debidamente justificados, ya que la Ley Nº 1836, en lo que ello concierne, es clara y
contundente al prescribir en su art. 102.VI: "Sin perjuicio de la ejecución del fallo si el
Tribunal que declare procedente el recurso no contara con los elementos necesarios que
permitan la calificación de los daños y perjuicios, abrirá término de ochos días para que se
acrediten los mismos ...."; es decir, que la apertura del término, se debe efectuar en forma
simultánea a la ejecución del fallo, sin que pueda ser aplazada a sola insistencia de las
partes.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional dando cumplimiento a la previsión del art. 49 de


la Ley Nº 1836 REVOCA en revisión el Auto de Vista de 8 de noviembre de 2000,
pronunciado por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de Tarija y declara
SIN LUGAR a la calificación de daños y perjuicios por no haber sido demostrados
conforme a Ley.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, Dr. Hugo de la Rocha
Navarro, Dr. Willman Durán y Dra. Elizabeth I. de Salinas; el primero por que no conoció
el asunto y los demás por encontrarse haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Rene Baldivieso Guzmán Dr. Felipe Tredinnick Abasto


MAGISTRADO MAGISTRADO
Dr. Rolando Roca Aguilera Dr. José Antonio Rivera Santiváñez
MAGISTRADO MAGISTRADO

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 913/00-R

Expediente: No. 2000-01531-04-RAC


Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Partes: Shirley del Carmen y Patricia Roxana Caballero Obando contra Gonzalo Terceros
Rojas, Fernando Canedo y Fernando Vargas, Alcalde Municipal y funcionarios municipales
de Cochabamba.
Distrito: Cochabamba.
Lugar y fecha: Sucre, 02 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 104 a 105 y vta. de obrados, pronunciada el 24


de agosto de 2000, por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de
Cochabamba, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Shirley del Carmen y
Patricia Roxana Caballero Obando contra Gonzalo Terceros Rojas, Fernando Canedo y
Fernando Vargas, Alcalde Municipal y funcionarios municipales de Cochabamba, los
antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, las recurrentes en su demanda de 18 de agosto de 2000, corriente


de fs. 83 a 85 y vta. de obrados, refieren que conjuntamente con su hermana son legítimas
propietarias de 18.125 M2 de terreno, que heredaron a la muerte de su padre y luego de su
madre. Que, cuando estaba en vida su madre por sí y por ellas interpuso ante instancias
municipales la solicitud de compensación por expropiación, debido a que el plano
regulador de la ciudad afectó los terrenos en un 80% con la apertura de la Avenida
Circunvalación (hoy Beijín), habiendo transcurrido 17 años sin que hasta la fecha se
obtenga el pago justo por el terreno, más los daños y perjuicios, ya que sin su autorización
la Alcaldía tomó posesión de los terrenos, librando al servicio público, destruyendo
paredes, una casa de adobe, plantaciones de hortalizas, bosque de eucaliptos, etc. otorgando
en venta parte de los terrenos a dos vecinos, cometiendo el delito de estelionato. Que, la
Ordenanza Municipal no fue emitida por más de 14 años, argumentándose que en el plan
operativo de esas gestiones no se encontraba la apertura de la avenida, hasta que se dictaron
tres Ordenanzas de compensación por expropiación señalando que se tramite conforme a la
Ley de 30 de diciembre de 1884 y estableciendo responsabilidades a los malos funcionarios
por la retardación arbitraria del proceso administrativo.

Manifiesta que actualmente el trámite se encuentra demorado desde hace 8 meses en


Asesoría Jurídica a cargo de Fernando Canedo y Fernando Vargas, siendo que debía
haberse remitido a la instancia judicial en aplicación del art. 7 de la precitada Ley, ya que
existe diferencia abismal entre los precios periciales de las partes. Que por lo expuesto y
dado que las acciones referidas han conculcado sus derechos y garantías constitucionales,
habiendo agotado los recursos administrativos y no existiendo otros, interponen Amparo
Constitucional, "pidiendo que la Alcaldía cierre su propiedad conforme la deshizo, desaloje
a toda la gente que se ha posesionado de su propiedad, devuelvan los materiales extraídos
abusivamente y envíe los actuados del trámite expropiatorio al Juez de Partido para la
designación del perito dirimidor". Asimismo, se remitan antecedentes al Ministerio Público
para su juzgamiento por los delitos señalados en los arts. 153, 154, 177, 298, 299, 326-5),
332-2), 337, 351, 355, 358-2) del Código Penal.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 24 de agosto de


2000, cual consta a fs. 103 y vta. de obrados, las recurrentes por medio de su abogado
reiteran y amplían los términos de su Recurso indicando que no obstante que su propiedad
fue atacada de hecho por la Alcaldía, se encuentra siendo explotada como estacionamiento
de camiones y que rechazan la propuesta planteada en la vía conciliatoria y transaccional
por ser exigua.

Por su parte el recurrido Fernando Vargas Soria por sí y en representación legal del Alcalde
recurrido y Fernando Canedo Quiroga, prestan informe por escrito en el cual destacan que
el trámite de expropiación dispuesto por las Ordenanzas Nº 1624/95 y 1715/95, recién se
inició formalmente con la Ordenanza Municipal Nº 2044/97, que antes únicamente a pedido
de la madre de las recurrentes se elaboraron informes técnicos para establecer la utilidad y
necesidad pública, que después que se dictó la Ordenanza de expropiación el trámite fue
entorpecido por los memoriales enviados por la citada, sin que ésta hiciera uso de los
recursos previstos en la Ley Nº 2028. Niegan los ataques de hecho señalando que fue la
misma población, las propias necesidades urbanas y el abandono de la propiedad lo que
produjo la utilización de hecho. Alegan que la demora también se debió a errores
procedimentales atribuibles al mandatario de las recurrentes que se empecinó en que el
trámite se lleve con vicios de nulidad. Justifican que el retraso se debió también a la falta de
determinación de la superficie exacta de la propiedad, al fallecimiento de Natividad
Obando Vda. de Caballero, y fenecimiento del mandato de su apoderado, a los avalúos no
acertados y otros hechos no atribuibles a la Alcaldía. Finalmente dicen que desde agosto de
1998 no se ha recibido ninguna solicitud para que el trámite prosiga y que, para el caso de
negativa, existían otros recursos administrativos, que ahora no pueden ser sustituidos por la
vía del Amparo, razones por las que piden que el Recurso sea declarado improcedente.

Que, concluida la audiencia, el Tribunal del Recurso declara procedente el Amparo


Constitucional con el fundamento de que los recurridos suprimieron el derecho a una justa
indemnización de las recurrentes, al negar y obstaculizar que el proceso pase a
conocimiento del Juez de Partido en lo Civil para la designación de un tercer perito que
evalúe el inmueble.
CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, las recurrentes han demostrado ser legítimas propietarias por sucesión hereditaria
de una propiedad ubicada en la zona "La Chimba", Villa Busch, sector del actual
Hipódromo de la ciudad de Cochabamba.

2. Que, desde el año 1983 la Alcaldía Municipal de Cochabamba realizó trabajos de


urbanización en los terrenos de las recurrentes, sin que previamente se hubiera procedido a
la expropiación prevista por Ley, la misma que recién se dispuso mediante la Ordenanza
Municipal Nº 1624/95 de 25 de julio de 1995 y 17 15/95 de 15 de diciembre de 1995.

3. Que, a partir de las precitadas Ordenanzas Municipales las dilaciones prosiguieron en el


trámite de expropiación de los terrenos, encontrándose el expediente desde junio de 1999
en la Dirección de Asesoría Legal de la Alcaldía Municipal, la cual no remite el expediente
al Juez de Partido en lo Civil, con el pretexto de que las recurrentes no insistieron en la
prosecución del trámite desde 1998, que no se encuentra "clara la figura respecto a las
propietarias y exacta la superficie"; además de que tratarán en lo posible de llegar a una
"solución amigable"

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona...", precepto que es aplicable al caso de autos, dado que los
recurridos no obstante que las recurrentes reclamaron en varias oportunidades ante el
Alcalde y el Consejo (fs. 65-71), paralizaron el trámite de expropiación indebidamente,
pues reconocen que tienen el expediente en la Dirección de Asesoría Legal de la Alcaldía
Municipal desde junio de 1999, sin que hasta la fecha de interposición del presente Recurso
se hubiera enviado al Juez de Partido en lo Civil, conforme lo estable el art. 7mo. de la Ley
de Expropiación de 30 de diciembre de 1884.

Que, la demora en el trámite es injustificada por cuanto no sólo está sujeto al impulso que
le pueda imprimir la parte que solicita una gestión ante la Alcaldía Municipal, sino que todo
trámite requiere de la diligencia oportuna y eficaz que le preste el funcionario llamado a
realizarlo. En este caso los recurridos, al margen de no haber cumplido eficientemente su
función asignada, deliberadamente han estancado el trámite con argumentos insustanciales,
pues éstos estaban obligados por la precitada disposición a remitir los obrados
correspondientes al Juez llamado por Ley, ante la irreconciabilidad de los avalúos
presentados por las partes.

Que, también resulta impertinente la excusa de que el mandatario de las recurrentes no


hubiera dado aviso del fallecimiento de ésta última, dado que el trámite venía
desarrollándose también con la intervención de las ahora recurrentes y para el caso de que
otros herederos de la de cujus no se hubieran apersonado, el mandatario aún podía seguir
ejerciendo su personería, ya que así lo prevé el art. 63-a) del Código de Procedimiento
Civil; es decir que la muerte de una de las tres propietarias no impedía la continuación del
trámite, más aún cuando por la analogía invocada por los recurridos, éstos también podían
haber procedido de acuerdo al inc. b) del precitado artículo, al momento de tener
conocimiento del deceso de la madre de las recurrentes.

Que, en el caso de autos no sólo se evidencia en forma clara y concreta la violación del art.
7mo. de la Ley de Expropiación de 30 de diciembre de 1884 y por consiguiente el art. 7-i) y
22 de la Constitución Política del Estado, sino también se constata la forma abusiva y
arbitraria en que los funcionarios públicos someten al ciudadano común a su negligencia y
criterio unilateral, negándoles con ello el goce y disfrute de los derechos que la
Constitución Política del Estado les reconoce.

En consecuencia el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Amparo, ha compulsado


debidamente los obrados y dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución Política del
Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión corriente de fs. 104 a 105 y
vta. de obrados, pronunciada el 24 de agosto de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte
Superior del Distrito de Cochabamba, debiendo dicha Corte aplicar el art. 102-II de la Ley
Nº 1836.

Regístrese y devuélvase

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willmán R. Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 912/00-R

Expediente: No. 2000-01536-04-RAC


Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Partes: José Luis Garces Paz y Oscar Pinto Villanueva en representación de las Agencias de
Viajes de Santa Cruz y Cochabamba contra Marcelo Barrientos Díaz, Juez Tercero de
Partido en lo Civil.
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 02 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 104 y vta. de obrados, pronunciada el 25 de


agosto de 2000, por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz,
dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por José Luis Garces Paz y Oscar
Pinto Villanueva en representación de las Agencias de Viajes de Santa Cruz y Cochabamba
contra Marcelo Barrientos Díaz, Juez Tercero de Partido en lo Civil, los antecedentes
arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, los recurrentes en su demanda de 23 de agosto de 2000, corriente


de fs. 69 a 73 y vta. de obrados, refieren que a raíz de que la Aerolínea "American Airlines"
Inc., en forma unilateral, intempestiva y arbitraria en perjuicio de las Agencias de Viajes,
redujo el monto de la comisión contractual de un 10% a un 6% por la venta de pasajes
aéreos, lo cual significa un 40% de disminución en sus ingresos, decidieron hacer valer sus
derechos en la vía jurisdiccional buscando que se respeten los acuerdos establecidos, los
usos y costumbres en esa actividad comercial y se declare la nulidad de cualquier
modificación, para cuyo efecto, en forma previa a la demanda, solicitaron medida cautelar
de no innovar el 15 de febrero de 2000, para que las partes involucradas en la litis se
abstengan de modificar o innovar la relación contractual o comercial con anterioridad al 15
de enero de 2000; empero, el Juez recurrido el 18 de febrero, apartándose parcialmente de
la petición impetrada, amparado en las facultades que le otorga el art. 170 del Código de
Procedimiento Civil, dispuso "...una orden de retención y depósito de la diferencia del 4%
de comisión en cuenta a la que las partes pudiesen estar de acuerdo. Conjuntamente ordena
a las partes ABSTENERSE DE MODIFICAR O INNOVAR LA RELACION
CONTRACTUAL EXISTENTE ENTRE LAS PARTES...".

Que, pese a la medida cautelar dispuesta y a la conminatoria de su cumplimiento el 23 de


marzo de 2000, la referida línea aérea en franco desacato a la autoridad judicial, remite
oficio de terminación de representación a la Agencia de Viajes número uno en ventas,
además de indicarle que se le retiraría su acreditación el 1 de junio del mismo año. Que,
ante dicha situación y en atención a la solicitud que hicieron al Juez, éste ordena se aplique
una sanción pecuniaria y compulsiva de Bs. 1000.- la que fue apelada por la línea aérea,
concediéndosele el recurso en efecto devolutivo; pero en forma inaudita y sin precedentes
en la jurisprudencia nacional, dicha empresa retira las placas de acreditación la fecha que
indicó, ante tal hecho el Juez considera pagada la multa y le impone otra de Bs. 2000.-
"American Airlines" paga la multa y vuelve apelar y siguiendo con el incumplimiento envía
oficios a otras agencias de Santa Cruz y Cochabamba, razón por la que se pide nuevamente
al juzgador haga cumplir lo ordenado y aplique una sanción conforme al art. 184 del
Código de Procedimiento Civil, pero el Juez no hizo cumplir la medida cautelar, tampoco
aplicó nueva sanción ni efectuó apercibimiento para su cumplimiento, difiriendo su
resolución hasta que se resuelva la apelación por el superior.

Que, la línea aérea siguió enviando oficios a otras 14 agencias de viajes, por lo que pidieron
al Juez ponga coto al atropello de los derechos y a la justicia boliviana, autoridad que
resuelve ordenando a "American Airlines" Inc. que restituya las placas de acreditación y se
abstenga de retirar la acreditación a las últimas 14 agencias, bajo prevención de sanciones
pecuniarias, resolución que es notificada e incumplida el mismo día de su notificación,
volviéndose informar al Juez, quien decreta "con noticia contraria, estése al decreto de la
fecha sobre traslado al recurso planteado...", que se refería al recurso de reposición bajo
alternativa de apelación presentado por la línea aérea, que fue negado concediéndose la
apelación en efecto devolutivo.

Que por lo expuesto y dado que el Juez no empleó los mecanismos que la Ley le franquea
para hacer respetar y acatar la autoridad de las resoluciones judiciales, convirtiendo al
Poder Judicial en un órgano inerte e incapaz de hacer ejecutar lo juzgado; interponen
Amparo Constitucional ya que con su conducta negativa, el Juez ha lesionado sus derechos
y garantías establecidas en los arts. 7-d), con relación a los arts. 156 y 157, 7-i), 22-1) y 16-
2) de la Constitución Política del Estado, ya que se está privando a las Agencias de Viajes
de su derecho al trabajo y a la propiedad privada que éstas constituyen porque no se les
permite la venta de pasajes, además del derecho de defensa, pues el Juez recurrido no ha
resguardado el equilibrio procesal, permitiendo que los derechos de una de las partes se
"desbaraten", por el reiterado incumplimiento de la otra; motivos por los que piden que el
Recurso planteado sea declarado procedente.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 25 de agosto de


2000, cual consta de fs. 100 a 103 y vta. de obrados, los recurrentes por medio de su
abogado ratificaron y ampliaron el tenor de su Recurso, indicando que la medida cautelar
dictada nunca ha sido cumplida y que el Juez debió aplicar el art. 184 del Código de
Procedimiento Civil que establece que para imponer las sanciones pecuniarias compulsivas
y progresivas tendientes a que se cumplan los mandatos judiciales, graduándoselas tomando
en cuenta las condiciones económicas y personales del responsable y en el caso de
"American Airlines", ésta tiene un patrimonio de más de diez millones de dólares, aspecto
que no se observó dado que se impuso una sanción de "Bs. 1.000 y luego duplica en Bs.
2.000", y finalmente no se aplica ninguna. Señalan que se ha interpuesto el Recurso para
que de forma inmediata se restituya oportuna y eficazmente los derechos lesionados que no
pueden estar supeditados a la "creencia que exista otro recurso legal que pueda ser aplicado
al caso".

Por su parte, el Juez recurrido prestó su informe por escrito a fs. 98-99, en el cual aduce que
la multa impuesta de Bs.1.000.- al ser apelada por la demandada fue confirmada por la
Corte Superior, sanción que fue duplicada a Bs. 2000.- siendo apelada tanto por la actora
como por la demandada, empero la actora dejó ejecutoriar la resolución por falta de
provisión de recaudos conforme al art. 234 del Código de Procedimiento Civil, pero no así
la demandada, encontrándose pendiente la apelación de la última multa impuesta.

Que, ante los nuevos incumplimientos, su autoridad resolvió que se esté hasta la resolución
de la apelación pendiente, determinación que no fue apelada por la actora demostrando con
ello su conformidad. Arguye que la demandada solicitó una mejora de contracautela,
conforme al art. 174 del precitado Código, empero, sin cumplir con ello, recurren
directamente de Amparo pretendiendo se imponga una multa en varios millones, la misma
que debe ser concedida tomando en cuenta la mayor o menor verosimilitud del derecho
invocado, además de que la actora se equivoca porque la medida precautoría, por más que
hubiera sido confirmada la primera multa, no es una sentencia definitiva con calidad de
cosa juzgada y puede ser modificada de acuerdo al art. 175 y 176 del mismo Código
Adjetivo. Manifiesta que el Recurso está dirigido a American Airlines Inc. por haberles
retirado las placas, que por cierto su autoridad ha ordenado se restituyan, encontrándose
dicha resolución apelada por la referida empresa. Agrega que el precitado art. 184 se refiere
al art. 155 del ya citado Código, que en todo caso el desobedecimiento amerita un proceso
penal, que ya ha sido denunciado. Arguye que se ha pedido que las Agencias presenten la
nómina de su patrimonio lo que no se ha cumplido, como tampoco se han presentado los
documentos del inmueble ofrecido en garantía para la contracautela; expresa que ha
interpretado el art. 184 duplicando la multa y así sucesivamente porque no tiene base legal
para imponer una suma millonaria, mientras que no se resuelvan los recursos pendientes no
puede imponer otra multa, por lo que finalmente al tenor del "art. 765 Inc. 1), 2), 3) y 4) del
Pdto. Civil pide se declare improcedente el recurso con costas y multa".

Que, concluida la audiencia el Tribunal del Recurso de acuerdo con el requerimiento fiscal,
declara procedente el Amparo Constitucional con el fundamento de que el Juez ha incurrido
en omisión indebida al no hacer cumplir con la sanción impuesta observando el art. 184 del
Código de Procedimiento Civil tomando en cuenta las condiciones económicas y
personales del responsable.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el fundamento del Recurso radica en el hecho de que el Juez recurrido no ha


aplicado correctamente el art. 184 del Código de Procedimiento Civil, ante el
incumplimiento en la prohibición de innovar dispuesta dentro del juicio que siguen las
Agencias de Viajes de Santa Cruz y Cochabamba contra "American Airlines" Inc., pues no
ha impuesto una sanción acorde con la condición económica de la demandada.

2. Que, las Agencias de Viajes en forma previa a la demanda principal presentaron una
solicitud de medida precautoria de no innovar, ante lo cual el Juez recurrido, según lo
afirmado por los recurrentes, dispone: "una orden de retención y depósito de la diferencia
del 4% de comisión en cuenta que las partes pudiesen estar de acuerdo" y "Conjuntamente
ordena a las partes ABSTENERSE DE MODIFICAR O INNOVAR LA RELACION
CONTRACTUAL EXISTENTE ENTRE LAS PARTES".
3. Que, la medida cautelar fue incumplida por "American Airlines" Inc. enviando oficios a
las diferentes Agencias de Viajes en forma sucesiva, por lo que, en primera instancia, el
Juez resolvió multarla con Bs.1000.- resolución que fue apelada por la línea aérea,
habiendo sido confirmada en apelación. Posteriormente fue sancionada con una suma de
Bs.2000.- fallo que fue apelado por la demandada como por la parte actora, empero ésta
última dejó vencer el término para proveer los recaudos de Ley, encontrándose para
resolver únicamente la apelación presentada por la demandada, por lo que ante una nueva
denuncia de incumplimiento y la solicitud de imponer una nueva, el Juez recurrido el 8 de
junio de 2000 decreta que resolverá la petición cuando se resuelva el recurso de apelación
pendiente, resolución que no es apelada por la demandante.

Que, ante otra denuncia de incumplimiento el 27 de julio de 2000, la autoridad recurrida


resuelve conminando a la línea aérea cumplir con la orden de no innovar, disponiendo se
restituyan las placas de acreditación a las Agencias en las que se hubiera retirado y se
abstenga de continuar con las demás, bajo prevenciones de sanciones pecuniarias, decreto
contra el cual se pide reposición bajo alternativa de apelación por "American Airlines" Inc.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona...", precepto inaplicable al caso de autos, por cuanto la autoridad no
ha incurrido en ninguna omisión indebida que afecte los derechos cuya infracción acusan
los recurrentes, dado que el Recurso se fundamenta en el sentido de que el Juez no hubiera
dado aplicación correcta al art. 184 del Código de Procedimiento Civil, porque no ha
tomado en cuenta las condiciones económicas y personales de la demandada "American
Airlines" Inc. para imponerle las sanciones, extremo éste que sólo debe ser resuelto en la
justicia ordinaria, ya que el Tribunal Constitucional no puede establecer por ésta vía si un
Juez ordinario aplicó o no una suma considerable, pues para ello tendría necesariamente
que ingresar a examinar las pruebas relativas a las condiciones económicas de la
responsable y hacerlo lo convertiría en un Tribunal ordinario, desvirtuando su naturaleza
jurídica que está circunscrita sólo a las previsiones contenidas en la Ley Nº 1836.

Que, asimismo, la sanción que se cree mínima e injusta, motivo de éste Recurso, está sujeta
a modificación por los recursos que se encuentran pendientes de resolver. Por otro lado, la
parte actora, ahora recurrente, tenía otros Recursos expeditos para modificar las
resoluciones que ahora impugna como lesivas de sus derechos, pues pudo haber recurrido
de todas, teniendo en cuenta que dentro de un proceso ordinario o de conocimiento, por su
naturaleza y amplitud, existen medidos que la Ley otorga al litigante para modificar o
revisar las resoluciones dictadas por el Juez en el transcurso del proceso, por lo que no cabe
el Recurso de Amparo Constitucional cuya finalidad es otra, de acuerdo con el art. 19 de la
Constitución Política del Estado, todo lo cual lo hace improcedente.

Que, respecto al derecho de defensa se ha establecido con claridad que éste no ha sido
restringido, pues la autoridad recurrida no ha negado ningún recurso a la parte recurrente
dentro del trámite de la medida precautoria y más bien, como ya se anotó, fue ésta quien no
utilizó los recursos que le franqueaba la Ley.
Que, no se puede considerar la inmediatez invocada, dado que si bien ésta es una
característica esencial del Recurso planteado, en el caso concreto no existe peligro
inminente de que los derechos citados de vulnerados se aniquilen dentro del plazo
establecido para resolver las apelaciones pendientes; aparte de que, como se ha visto,
existiendo un proceso ordinario en el que deben definirse los derechos y pretensiones
invocados por la parte activa (ahora recurrente) no se dan las situaciones previstas por el
art. 19 de la Constitución Política del Estado.

En consecuencia el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Amparo, no ha


compulsado debidamente los obrados ni dado estricta aplicación al art. 19 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión corriente a fs. 104 y vta. de
obrados, pronunciada el 25 de agosto de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte
Superior del Distrito de Santa Cruz y declara IMPROCEDENTE el recurso planteado,
disponiendo que el Tribunal del Amparo proceda conforme al art. 102-III de la Ley Nº
1836.

Regístrese y devuélvase

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.
CORRESPONDO DE LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 912/2000-R

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willmán R. Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 914/00-R

Expediente: No. 2000-01586-04-RHC


Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Partes: Cecilia Rodríguez Villouta en representación sin mandato de Magda Campero de
Cortez contra Bernardo Soria Cuevas, Juez Décimo de Instrucción en lo Civil.
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 02 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 102 a 103 de obrados, pronunciada el 5 de


septiembre de 2000 por el Juez Noveno de Partido en lo Penal del Distrito de La Paz,
dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Cecilia Rodríguez Villouta en
representación sin mandato de Ana Magda Campero de Cortez contra Bernardo Soria
Cuevas, Juez Décimo de Instrucción en lo Civil, los antecedentes arrimados al expediente;
y

CONSIDERANDO: Que, la recurrente en su demanda de 2 de septiembre de 2000,


corriente a fs. 94 y vta. de obrados, señala que ante el Juzgado a cargo del recurrido se
tramita un proceso penal por giro de cheque en descubierto, seguido por el abogado Hernán
Claros Lara contra su representada, a quién dicho profesional le sonsacó dinero
aprovechando su estado de necesidad y desconocimiento de la Ley. Que en dicho proceso
el Juez recurrido ha emitido mandamiento de aprehensión contra la procesada, mediante
orden instruida, olvidando que por disposición del art. 232 del nuevo Código de
Procedimiento Penal no procede la detención preventiva para los delitos de acción privada
y que dicha acción conforme lo determina el art. 6 in fine del Código de Procedimiento
Penal concordante con el art. 375 del nuevo Código, sólo procede por acusación del
agraviado o de su representante, querella que en el referido proceso no se ha formalizado
luego de regularizado el procedimiento. Que por lo expuesto y dado que con el indicado
mandamiento se han conculcado todos los derechos constitucionales de su representada,
presumiéndose su culpabilidad y encontrándose por ello indebida y arbitrariamente
perseguida interpone Hábeas Corpus, pidiendo sea declarado procedente, ordenándose cese
en forma inmediata su ilegal persecución.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 5 de septiembre de 2000, cual


consta de fs. 98 a 101 de obrados, la recurrente reitera y amplía los términos de su Recurso
indicando que aparentemente el fundamento de la emisión del mandamiento sería la
inasistencia de la procesada a una audiencia; empero, fue porque padece de una enfermedad
grave de los riñones, de la que se hizo conocer mediante certificado médico al recurrido;
que luego de la puesta en vigencia del nuevo Código de Procedimiento Penal solicitó al
Juez de la causa sustituya la fianza que se había calificado por la juratoria, a lo que no se
dio curso y después se señaló audiencia cuando había vacación judicial, por lo que la
procesada no pudo asistir, que la inasistencia sentada a fs. 50 se produjo antes de la
vigencia del art. 232 de la Ley Nº 1970, por lo que todavía existía el peligro de la detención
preventiva y la de fs. 79 fue justificada por un certificado médico. Que últimamente pidió
audiencia para la declaración confesoria, la que fue señalada para el 18 de septiembre.

Por su parte, la autoridad recurrida presta informe señalando que contra la representada
existen dos procesos, siendo uno el referido por la recurrente y que evidentemente es de
carácter privado, que se ha regularizado el procedimiento conforme al nuevo Código,
incluso se dejó sin efecto el mandamiento emitido para que preste su declaración
confesoria; sin embargo, la justicia fue burlada por la procesada, que pese a ser notificada a
las audiencias que se señalaron en varias oportunidades para su confesión no se hizo
presente a varias de ellas, que en algunas ha justificado su inasistencia pero en otras no; que
ante dicha resistencia a solicitud de la parte civil y de acuerdo con el requerimiento Fiscal
se ha expedido mandamiento de aprehensión, a fin de que se haga presente y preste su
declaración confesoria, que "no es una detención preventiva", lo cual es de conocimiento de
la procesada. Respecto a la sustitución de fianza, aduce que "no se ha dignado a efectuar el
trámite, pues se han señalado varias audiencias para dicho efecto y en "algunos casos ni
siquiera ha notificado".

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con la opinión
Fiscal, declara improcedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de que "... corresponde
que la recurrente preste su declaración confesoria. Es así que revisando obrados los
antecedentes del proceso, se evidencia que la recurrente es reticente, no se somete a la
acción de la justicia, como es el de prestar su declaración confesoria, para que de esta
manera se pueda regularizar el procedimiento conforme a las normas vigentes."

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el proceso que se le sigue a la recurrente por giro de cheque en descubierto previsto
en el art. 204 del Código Penal, se inició en mérito a la querella presentada por Hernán
Claros Lara el 5 de agosto de 1998 ante un Agente Fiscal, el cual remite al Juez Instructor
para que se dé cumplimiento a lo dispuesto en el primer parágrafo del referido artículo.
Que, luego del emplazamiento para dicho efecto y ante el incumplimiento de la
representada, el querellante solicita la apertura de la causa, en cuya virtud se dicta la
Resolución Nº 478/98 de 25 de septiembre de 1998, mediante la cual se instruye sumario,
indicándose que se tiene por formalizada la querella y disponiéndose se expida el
mandamiento correspondiente.

2. Que, ante el ingreso en vigencia de los arts. 19 y 29 de la Ley Nº 1970 y dando


cumplimiento a la Circular Nº 11/99 emitida por la Corte Suprema de Justicia, el Juez
recurrido dicta la Resolución Nº 530/99 de 28 de septiembre de 1999, por la cual sin anular
obrados deja sin efecto el auto inicial de la instrucción y admite la demanda penal en contra
de Ana Magda Verónica Campero Cortez, disponiendo que la causa debía tramitarse de
acuerdo al art. 261 y sgtes. y se expida el mandamiento a efectos de la declaración
indagatoria, previa la devolución del mandamiento de aprehensión e indicándose también
se formalice querella ante el órgano jurisdiccional.
3. Que, dictada la precitada Resolución, el Juez recurrido a pedido del querellante ordena y
libra el mandamiento de aprehensión contra la representada el 25 de enero de 2000 (fs. 58).
Que posteriormente, el 14 de febrero ante la solicitud de la procesada, el Juez dicta
resolución concediéndole libertad provisional por no encontrarse "dentro de las
prohibiciones del art. 12 de la Ley Nº 1685".

4. Que, ante la supuesta inasistencia reiterada de la procesada a varias de las audiencias


señaladas para su declaración confesoria, el Juez a solicitud del querellante y de acuerdo
con el requerimiento fiscal ordena se expida mandamiento de aprehensión mediante
providencia de 11 de agosto de 2000, sea mediante orden instruida ante la supuesta fuga de
la procesada.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, dado que el mandamiento expedido por la autoridad recurrida es ilegal por cuanto no
se ha librado previa las formalidades de Ley, conforme prevé el art. 9 de la Constitución
Política del Estado; pues como bien dispuso dicha autoridad en la Resolución Nº 530/99 de
28 de septiembre de 1999, dando cumplimiento a la Circular Nº 11/99 emitida por la Corte
Suprema de Justicia, el proceso contra la recurrente en virtud de lo establecido en el art. 20
del nuevo Código de Procedimiento Penal, debía tramitarse de conformidad al art. 261 y
sgtes. del Código de Procedimiento Penal; sin embargo, el art. 262 subsecuente al referido,
que establece el trámite para los delitos de acción privada prescribiendo: "Admitida la
demanda en los delitos mencionados en el artículo precedente, se citará al imputado
mediante el comparendo para que preste su declaración confesoria...", lo que fue ignorado
en la sustanciación del juicio seguido a la representada, pues en obrados no consta que se la
haya citado mediante cédula de comparendo como manda dicho artículo.

Que, nuestro Código Adjetivo Penal aún vigente en su art. 91-2) reconoce la atribución de
la autoridad jurisdiccional para expedir mandamiento de aprehensión cuando hay
desobedecimiento o resistencia a órdenes judiciales, empero para hacer uso de aquella
facultad se deben guardar las formalidades que la Ley impone, en este caso la autoridad
recurrida no citó a la recurrente de acuerdo a las normas que él mismo invocó en el auto de
regularización de procedimiento, al contrario libró directamente el mandamiento de
aprehensión y para ello debió primero expedir el de comparendo previsto en el art. 91-1)
del Código de Procedimiento Penal que señala: "Los Jueces y tribunales podrán expedir los
siguientes mandamientos: 1) De comparendo, para citar al imputado a efectos de que preste
su indagatoria... Llevará apercibimiento de expedirse el de aprehensión en caso de
desobedecimiento."

Que, la ilegalidad del mandamiento de aprehensión que se ha ordenado librar, proviene del
incumplimiento a las normas procedimentales anotadas, lo que hace consecuentemente que
la representada esté indebidamente perseguida en contravención al precitado artículo 9 que
establece: "I. Nadie puede ser detenido, arrestado ni puesto en prisión, sino en los casos y
según las formas establecidas por Ley...".
En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Hábeas Corpus no ha
compulsado correctamente los hechos ni dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, REVOCA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 102 a 103 de obrados
pronunciada el 5 de septiembre de 2000 por el Juez Noveno de Partido en lo Penal del
Distrito Judicial de La Paz y declara PROCEDENTE el Recurso planteado, disponiendo
que la autoridad recurrida deje sin efecto el mandamiento de aprehensión y regularizando
procedimiento, cite a la representada con mandamiento de comparendo conforme al art. 262
con relación al 91-1) del Código de Procedimiento Penal. Asimismo, ordena que dicho
Tribunal proceda a la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 91-VI de la Ley Nº
1836.

Regístrese y devuélvase

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willmán R. Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 910/00-R


Expediente: No. 2000-01597-04-RHC
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Partes: Francisca Yolanda Brañez de la Fuente contra Omar Arandia Guzmán, Juez Tercero
de Instrucción en lo Penal.
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 02 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 57 a 58 de obrados, pronunciada el 8 de


septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de
Cochabamba, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Francisca Yolanda
Brañez de la Fuente contra Omar Arandia Guzmán, Juez Tercero de Instrucción en lo
Penal, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, la recurrente en su demanda de 7 de septiembre de 2000, de fs.


49 a 51 de obrados, indica que fue denunciada por Antonio Bustos Vidal y Celia Montalvo
ante la Policía Técnica Judicial el 17 de enero de 2000, por la supuesta comisión de los
delitos previstos en los arts. 335 y 337 del Código Penal, indicando que su persona les
habría vendido en calidad de abogada y apoderada un fundo en la Provincia Cercado del
Departamento de Cochabamba. Que, pese a que pidió se la excluya por su condición de
abogada y apoderada se siguieron las Diligencias de Policía Judicial hasta concluirse,
siendo remitidas por turno al Juez recurrido, quien el 19 de mayo de 2000, se pronunció
señalando que en aplicación del art. 43 del "Código de Ética Profesional"(sic.) previamente
se tramite la licencia respectiva, pero el 3 de julio de 2000, a raíz de una simple solicitud de
la parte denunciante, la autoridad recurrida de acuerdo con el requerimiento Fiscal deja sin
efecto la resolución de 19 de mayo y aplica el art. 189 del Código de Procedimiento Civil,
disponiendo se organice sumario en su contra fundamentando que no habían concurrido los
requisitos descritos por el referido art. 43.

Señala que al no habérsele notificado con el Auto de 3 de julio, se presentó voluntariamente


a prestar su declaración indagatoria y mediante memorial planteó cuestión prejudicial,
haciendo notar que se estaba incurriendo en error por la inobservancia del ya citado art. 43;
sin embargo, la citada cuestión fue rechazada. Manifiesta que el Juez recurrido cambió su
propia decisión sin tener competencia para ello, aplicando indebidamente los arts. 189 y
355 del Código de Procedimiento Civil, cuando dichas normas están expresamente
prohibidas por imperio del art. 277 del Código de Procedimiento Penal y por ello el Auto
que disponía su licencia previa, no podía ser mutado o revocado, ya que sólo admite
apelación conforme al art. 128 del Código adjetivo Penal. Que por lo expuesto, interpone el
presente Recurso pidiendo sea declarado procedente disponiéndose la nulidad de obrados
"hasta que se cumplan con las consecuencias jurídicas del Auto de 19 de mayo de 2000", ya
que resulta inexcusable para su juzgamiento la licencia previa del Tribunal de Honor del
Colegio Departamental de Abogados.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 7 de septiembre de 2000, cual


consta a fs. 56 de obrados, la recurrente por medio de su abogada ratifica y amplía los
términos de su Recurso. Por su parte, la autoridad recurrida da lectura a su informe por
escrito en el cual indica que el 19 de mayo dictó resolución dando aplicación al "art. 43 del
Código de Ética Profesional" sic, el cual dejó sin efecto a solicitud de la parte denunciante
y de acuerdo con el requerimiento Fiscal, dado que la recurrente actuó como persona
natural al suscribir la minuta de transferencia y no como abogada, que con dicha resolución
se la notificó el 6 de septiembre por lo que aún puede plantear apelación.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con la opinión
Fiscal, declara procedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de "...que la Abogada
demandante en ejercicio profesional y cumpliendo el mandato elaboró la minuta de 4 de
septiembre de 1998, obrando dentro la relación abogado-cliente, situación que amerita el
cumplimiento del Art. 43 de la Ley de la Abogacía."

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, la recurrente fundamenta su Recurso alegando que está siendo indebidamente


procesada, por cuanto no se ha obtenido la previa licencia del Tribunal de Honor del
Colegio de Abogados, conforme lo establece el art. 43 de la Ley de Abogacía.

2. Que, la recurrente en mérito al Poder Especial que le confirió Rosenda Rocha García el 4
de septiembre de 1998, donde le facultaba "para que en representación de su persona
acciones y derechos: venda al mejor postor un inmueble..."; transfirió un lote de terreno de
propiedad de su mandante a favor de Antonio Bustos Vidal y Cecilia Montalvo, firmando la
minuta de trasferencia en dicha calidad y como abogada (fs. 22). Además de aquello, el
referido poder contiene mandato expreso para proseguir acción ordinaria en todas sus
instancias.

3. Que, el 24 de enero de 2000 y ante la aparición de otro supuesto propietario del lote de
terreno vendido, los compradores denunciaron a la recurrente por la comisión de los delitos
de estafa y estelionato ante la Policía Técnica Judicial.

4. Que, concluidas las Diligencias de Policía Judicial y remitidos los obrados por turno al
Juez recurrido, éste dicta Resolución el 19 de mayo de 2000 (fs.29), disponiendo que previo
al juzgamiento de la recurrente se proceda de conformidad al art. 43 de la Ley de Abogacía,
pidiendo la licencia del Colegio Departamental de Abogados. Sin embargo, el 3 de julio de
2000 (fs. 33), ante la petición de la parte denunciante y el requerimiento Fiscal,
amparándose en el art. 189 del Código de Procedimiento Civil aplicable por disposición del
art. 355 del Código de Procedimiento Penal, dicta otro Auto, dejando sin efecto el de 19 de
mayo y disponiendo se organice sumario contra la recurrente por los delitos denunciados.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, por cuanto la recurrente al transferir el lote de terreno, no sólo actuó en su condición
de apoderada simplemente sino como profesional, pues de las firmas suscritas en la minuta
de transferencia, se evidencia dicho extremo, el cual debió ser observado por el Juez
recurrido, antes de proceder a revocar la resolución que dictó el 19 de mayo de 2000.
Que, los profesionales abogados únicamente pueden ser sometidos a juicio, sin previa
licencia, cuando éstos actúan en su condición de persona física o representantes de una
persona jurídica, en cualquier otra actividad, que no sea la del ejercicio de su profesión y,
en el caso presente, la recurrente además de actuar en representación de una persona natural
lo hacía en su calidad de abogada, pues el Poder que se le confirió no solamente le
facultaba a vender, sino además a seguir un juicio ante estrados judiciales; es decir, que el
citado mandato le fue conferido para desempeñar ambos roles, el de apoderada y abogada,
elementos que en el caso de autos no podían excluirse uno del otro y que imponen a la
autoridad recurrida aplicar el art. 43 de la Ley de Abogacía que prescribe: "Ningún
Abogado podrá ser juzgado por los jueces ordinarios civiles o penales por hechos relativos
al ejercicio de la profesión, si antes no lo hubiera sido por el tribunal, y éste le concediera
licencia para el indicado juzgamiento".

Que, la aplicación de dicho artículo y el 9 de la misma Ley, deben ser necesariamente


aplicados cuando el abogado actúa prestando sus servicios profesionales; así ya fue
establecido en la Sentencia Constitucional No. 52/00-R de 24 de enero de 2000 que señala:
"ésta norma legal está fundamentalmente dirigida a precautelar la independencia del
abogado para la atención eficiente de las causas y la defensa adecuada de los derechos de
quienes hubieran requerido de sus servicios profesionales" (sic.). Consiguientemente, al no
haberse respetado la prescripción de las referidas normas legales, la recurrente está siendo
indebidamente procesada, por cuanto no se ha requerido la licencia del Tribunal de Honor
del Colegio de Abogados de Cochabamba.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Hábeas Corpus, ha


compulsado correctamente los hechos y dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 57 a 58 obrados
pronunciada el 8 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de
Justicia de Cochabamba.

Regístrese y devuélvase

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.
Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willmán R. Durán Ribera
MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-01645-04-RII

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 190/2000-CA

Sucre, 2 de octubre de 2000

VISTOS: La solicitud de promover el Recurso Indirecto o Incidental de


Inconstitucionalidad planteada por Hernán Salamanca Zenteno a fs. 183 a 187 del
expediente, demandando la inconstitucionalidad de la Resolución Ministerial Nº 1198 de 19
de septiembre de 1984 y del Reglamento Interno de Personal de Dirección General de
Aduanas; y,

CONSIDERANDO: Que, por Auto Inicial de 8 de junio de 2000 se instaura proceso


administrativo interno contra Hernán Salamanca Zenteno y otros, concluyendo el mismo
con la Resolución Administrativa D.P. Nº 08/2000 de 31 de julio de 2000 pronunciada por
la Juez Sumariante de Primera Instancia de la Aduana Nacional, responsabilizando
administrativamente a los procesados Frank Veverka Czyrek, Subadministrador Aduana
Uyuni, Hernán Salamanca Zenteno, Gerente Regional Aduana Oruro, Osvaldo Gómez
Rodrigo, Subadministrador Aduana Zona Franca Oruro y Luis Gustavo Cuadros Saavedra,
Vista III Aduana Pisiga, disponiendo la destitución de los nombrados, resolución que
habiendo sido apelada. Mediante Resolución Administrativa T.A.A.N Nº 009/2000 de 14
de septiembre de 2000, el Tribunal Administrativo de Apelación de la Aduana Nacional la
confirma. Por memorial cursante de fs. 183 a 187 del expediente presentado en fecha 20 de
septiembre de 2000 ante el Tribunal Administrativo de la Aduana Nacional, Hernán
Salamanca Zenteno solicita se promueva el Recurso Indirecto o Incidental de
Inconstitucionalidad demandando la inconstitucionalidad de la Resolución Ministerial Nº
1198 de 19 de septiembre de 1984 y por tanto de la integridad del Reglamento Interno de
Personal de la Dirección General de Aduanas, por no encontrarse adecuado a las normas
constitucionales y al ordenamiento jurídico nacional, implicando ello la nulidad del proceso
administrativo seguido en su contra, por cuanto el mismo se basó y fundamentó en la
Resolución y Reglamento impugnados.

CONSIDERANDO: Que, el Tribunal Administrativo de Apelación de la Aduana Nacional


mediante Resolución Administrativa T.A.A.N. Nº 11 de 20 de septiembre de 2000, cursante
a fojas 222-223 de obrados, rechaza el Incidente de Inconstitucionalidad presentado por
Hernán Salamanca Zenteno con el argumento de que el Recurso Indirecto o Incidental de
Inconstitucionalidad no fue presentado antes de la ejecutoria de la sentencia y que el art. 28
del D.S. 23318-A dispone en la parte final que estas resoluciones no son susceptibles de
recurso ulterior, Resolución que en cumplimiento a lo dispuesto por el art. 62-1) de la Ley
Nº 1836 es elevada en consulta ante este Tribunal.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del recurso planteado se extraen los siguientes
extremos:

a) Que el Recurso ha sido interpuesto el 20 de septiembre de 2000, después de que el


Tribunal Administrativo de Apelación de la Aduana Nacional hubo pronunciado la
Resolución Administrativa T.A.A.N. Nº 009/2000 en fecha 14 de septiembre de 2000.

b) Que dentro del proceso administrativo interno seguido contra el recurrente y otros, no
existe ningún recurso pendiente de resolución a la que en su caso pueda ser aplicada la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de la Resolución y Reglamento impugnados, por
cuanto de conformidad al art. 28 del Decreto Supremo Nº 23318-A la resolución de
apelación no es susceptible de recurso ulterior.

c) Que si bien el art. 61 de la Ley Nº 1836 establece que el Recurso Incidental de


Inconstitucionalidad puede ser presentado en cualquier estado de la causa, antes de la
ejecutoria de la sentencia; del contenido del art. 60-3 concordante con el art. 63, ambos de
la Ley del Tribunal Constitucional, se extrae que el incidente debe ser planteado cuando
exista en el proceso en cuestión, una sentencia o resolución final a ser aún dictada, a la cual
se pueda aplicar en su caso, el resultado del recurso.

d) Que, en el presente caso, al no existir recurso ulterior contra la Resolución


Administrativa T.A.A.N. Nº 009/2000 de fecha 14 de septiembre de 2000, resolución de
apelación, no existe ninguna instancia pendiente de resolución en la cual pueda aplicarse la
constitucionalidad o inconstitucionalidad de la Resolución Ministerial y Reglamento
impugnados, lo cual determina la improcedencia del Recurso Indirecto o Incidental de
Inconstitucionalidad.

CONSIDERANDO: Que, consecuentemente el Tribunal Administrativo de Apelación de la


Aduana Nacional, al rechazar la solicitud de que se promueva el Recurso Indirecto o
Incidental de Inconstitucionalidad, ha dado correcta aplicación al art. 62-1 de la Ley Nº
1836.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en ejercicio de las


atribuciones que le confieren los arts. 64-III y 31-4) de la Ley Nº 1836, con el fundamento
expuesto en los considerandos precedentes, APRUEBA el rechazo contenido en la
Resolución Administrativa T.A.A.N. Nº 11 de 20 de septiembre de 2000, pronunciada por
el Tribunal Administrativo de Apelación de la Aduana Nacional, cursante a fojas 222-223
del expediente.

Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. Hugo de La Rocha Navarro Dr. Willman R. Durán Ribera


DECANO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-01673-04-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 192/2000-CA

Sucre, 4 de octubre de 2000

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Edward Anthony Burke Pommier
contra la sentencia de 5 de septiembre de 2000 pronunciada por el Tribunal de Honor del
Colegio de Abogados de Cochabamba, conformada por José Decker Morales, Manuel
Guerra Mercado, Mario Ortiz Gutiérrez y Jaime Veizaga Hidalgo; y,

CONSIDERANDO: Que, Edward Anthony Burke Pommier plantea Recurso Directo de


Nulidad contra la sentencia de 5 de septiembre de 2000 pronunciada por el Tribunal de
Honor del Colegio de Abogados de Cochabamba, dentro del proceso disciplinario seguido
contra los abogados Benedicto Aguilar Sánchez, Joaquín Cruz Gutiérrez, Yolanda
Salvatierra Gonzales, Anibal Villarroel Romero y Oscar Mercado Céspedes, manifestando
que por denuncia del Juez Segundo de Partido en lo Civil de la ciudad de Cochabamba, el
Colegio de Abogados y su Tribunal de Honor le procesó, juzgó y sentenció sin permitirle el
derecho de participación en el proceso, y al no ser abogado de profesión y mucho menos
colegiado de esa institución dicho Tribunal de Honor ha infringido flagrantemente lo
dispuesto por el art. 31 de la Constitución Política del Estado al usurpar funciones que no le
competían con respecto a su persona y al ejercer jurisdicción, competencia o potestad que
no emanó de la ley.

CONSIDERANDO: Que, en el caso de autos la resolución impugnada es la Sentencia de 5


de septiembre de 2000 pronunciada dentro del proceso disciplinario seguido contra los
abogados Benedicto Aguilar Sánchez, Joaquín Cruz Gutiérrez, Yolanda Salvatierra
Gonzales, Anibal Villarroel Romero y Oscar Mercado Céspedes a denuncia del Juez de
Partido Segundo en lo Civil de la ciudad de Cochabamba, Jesús Fernández Canedo,
sentencia en la que en ninguna de sus partes señala que dicho proceso disciplinario fue
seguido también contra Edward Anthony Burke Pommier, más al contrario en el inciso d)
del tercer considerando, al analizar la prueba de cargo y descargo, se refiere a la testifical
prestada por el ahora recurrente, quedando demostrado de la misma resolución impugnada,
que Edward Anthony Burke Pommier concurrió al proceso disciplinario seguido contra los
abogados nombrados en calidad de testigo y no de procesado.

Que, en el parágrafo tercero del considerando cuarto de la sentencia de 5 de septiembre de


2000, el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados de la ciudad de Cochabamba señala
que al estar dirigida la denuncia formulada por el Juez de Partido Segundo en lo Civil de la
ciudad de Cochabamba, Jesús Fernández Canedo contra Edward Anthony Burke Pommier
como autor del delito de ejercicio ilegal de la profesión, la viabilización del juzgamiento
por tal delito corresponde al Órgano Ejecutivo del Colegio de Abogados, planteando la
denuncia a los Tribunales de Justicia en materia penal, consecuentemente en la parte
resolutiva de la sentencia impugnada se dispone pasar oficio al Presidente del Colegio de
Abogados para fines legales de juzgamiento del señor Edward Anthony Burke Pommier, lo
cual no significa de ninguna manera que el mismo haya sido juzgado dentro del proceso
disciplinario seguido contra los abogados Benedicto Aguilar Sánchez, Joaquín Cruz
Gutiérrez, Yolanda Salvatierra Gonzales, Anibal Villarroel Romero y Oscar Mercado
Céspedes.

Que, el presente Recurso Directo de Nulidad se interpone contra la sentencia de fecha 5 de


septiembre de 2000 con el fundamento de que se evidencia de la misma que el Tribunal de
Honor del Colegio de Abogados de la ciudad de Cochabamba le procesó, juzgó y sentenció;
siendo que de la lectura de la referida sentencia se desprende lo contrario, es decir, se
constata que el recurrente intervino dentro del proceso disciplinario seguido contra los
abogados Benedicto Aguilar Sánchez, Joaquín Cruz Gutiérrez, Yolanda Salvatierra
Gonzales, Anibal Villarroel Romero y Oscar Mercado Céspedes, como testigo y no como
procesado al no tener éste la profesión de abogado, por lo que se dispuso, al existir una
denuncia en su contra por el delito de ejercicio ilegal de la profesión, que el Órgano
Ejecutivo del Colegio de Abogados de Cochabamba, sea el que viabilice su juzgamiento en
la vía penal, lo cual determina que el presente Recurso, con referencia a la sentencia
impugnada, carezca de fundamento jurídico que dé mérito a una resolución sobre el fondo.
CONSIDERANDO: Que, por imperio del art. 82 parágrafo III de la Ley Nº 1836, la
Comisión de Admisión podrá rechazar el recurso mediante auto motivado cuando carezca
manifiestamente de fundamento jurídico sobre la resolución o acto recurrido que dé merito
a una resolución sobre el fondo.

Que, del análisis del Recuso Directo de Nulidad interpuesto por el recurrente de fojas 67 a
72 del expediente, se establece que el mismo carece manifiestamente de fundamento
jurídico sobre la sentencia recurrida que dé merito a una resolución sobre el fondo.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en virtud de la


atribución conferida por el art. 33, parágrafo I, inciso 1) concordante con el art. 82-III
ambos de la Ley Nº 1836, RECHAZA el recurso interpuesto por Edward Anthony Burke
Pommier de fojas 67 a 72 del expediente.

Al otrosí.- Estese a lo principal.

Al más otrosí .- Téngase presente.

Al otrosí 3º.- Téngase por domicilio la Secretaría General del Tribunal y cite funcionario.

Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. Hugo de La Rocha Navarro Dr. Willman R. Durán Ribera


DECANO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 073/2000


Expediente Nº: 2000-01363-03-RDN
Partes: Jorge Zamora Tardío en representación de la Corporación Minera de Bolivia
(COMIBOL) contra Luis Vásquez Villamor, Ministro de Trabajo y Microempresa.
Materia: Recurso Directo de Nulidad
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 5 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad presentado por Jorge Zamora Tardío en


representación de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) contra Luis Vásquez
Villamor, Ministro de Trabajo y Microempresa, demandando se declare la nulidad de la
Resolución Ministerial Nº 245/98 de 27 de mayo de 1998, por haber sido dictada sin
competencia; sus antecedentes, y

CONSIDERANDO I

En su memorial de 29 de junio de 2000, cursante a fs.16 y 17, acompañando prueba


preconstituida y el Testimonio de Poder Nº 154/2000 que sale de fs.1 a 10 de obrados,
conferido en favor suyo por Rafael Delgadillo Arauco en su condición de Presidente
Ejecutivo a.i. de la COMIBOL, el recurrente expresa:

I.1 Que el 27 de mayo de 1998 el Ministro de Trabajo y Microempresa mediante


Resolución Ministerial Nº 245/98, usurpando funciones y extralimitándose en su
competencia, dispuso la reincorporación inmediata a sus fuentes de trabajo de Modesto
Reynaga y Mario Guevara Rodríguez en la Corporación Minera de Bolivia.

I.2 Que de acuerdo a la organización político - administrativa que establecen la


Constitución Política del Estado y las Leyes vigentes, y tomando en cuenta que la
jurisdicción y la competencia son de orden público y no pueden ser delegadas, no le
corresponde al Ministerio de Trabajo y Microempresa invadir atribuciones netas de la
judicatura laboral, como ha ocurrido en el presente caso, pues la Ley Nº 1788 de
Organización del Poder Ejecutivo y su Decreto Reglamentario Nº 24855 señalan como
función de esa repartición la formulación de políticas destinadas al mejoramiento de las
condiciones de trabajo y sus emergencias, pero no le otorgan la potestad de resolver los
conflictos entre patronos y obreros.

I.3 Que la Resolución Ministerial Nº 245/98 "ha sido dictada violando el art. 31 de la
Constitución Política del Estado" por haber usurpado funciones, así como su art. 161 que
otorga facultades a los tribunales especializados en forma concordante con el art. 6 del
Código Procesal del Trabajo, siendo la sanción a dichas violaciones "la nulidad absoluta de
tales actos emanados de autoridades no judiciales que asumen funciones fuera de la Ley".

I.4 Que el D.S. Nº 16896 de 25 de julio de 1979 regula el modo y la forma de tramitación
de los asuntos relativos a las cuestiones laborales, encomendando su conocimiento a los
Juzgados de Trabajo y Seguridad Social en primera instancia, a la Corte Superior en
apelación y a la Corte Suprema como Tribunal de Casación, con lo que se demuestra la
usurpación de funciones del Ministerio de Trabajo y Microempresa.

Por todo lo precedentemente manifestado, interpone Recurso Directo de Nulidad


solicitando sea admitido y se declare la nulidad de la Resolución Ministerial No. 245/98 de
27 de mayo de 1998, dejándola, en consecuencia, sin efecto legal alguno.

CONSIDERANDO II
II.1 Que por Auto Constitucional Nº 132/2000-CA (fs. 18) de 13 de julio de 2000, la
Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional dispuso que el recurrente subsane las
deficiencias formales advertidas en el Recurso, lo que hizo mediante memorial de 20 de
julio (fs. 20), en el que identifica al Ministerio Recurrido en la persona de su actual titular y
aclara que la notificación a la COMIBOL con la Resolución Ministerial impugnada fue
realizada el 13 de junio del año en curso.
II.2 Que en mérito al referido memorial, la Comisión de Admisión del Tribunal, por Auto
Constitucional Nº 144/2000-CA, de 24 de julio (fs. 21), admite el Recurso y dispone se cite
al recurrido mediante provisión citatoria, la que fue cumplida el 8 de agosto.
II.3 Que mediante nota DIR/AJ-03/00 de 17 de agosto de 2000 (fs. 43), el Ministro de
Trabajo y Microempresa, sin fundamentar en el fondo del Recurso, remite los antecedentes
que motivan el presente Recurso, los cuales salen de fs. 31 a 42 del expediente.

CONSIDERANDO III
Que luego del análisis y compulsa de los antecedentes que informa el expediente se arriba a
las siguientes conclusiones:
III.1 Que por memorial de 27 de marzo de 1998 (fs. 33), Modesto Reynaga Gordillo y
Mario Guevara Rodríguez solicitan al Ministro de Trabajo y Microempresa disponga su
reincorporación a la COMIBOL, aduciendo que en su condición de dirigentes sindicales en
las Minas Siglo XX y Huanuni, sin respetar el fuero sindical, fueron despedidos
inusitadamente en 1955 y 1963, respectivamente; que este memorial mereció el Informe
DIR A.S. R.103/230/98 de 22 de abril de 1998 (fs. 32 ), en el que el Director de Asuntos
Sindicales recomienda al Vice Ministro de Relaciones Laborales se emita una Resolución
Ministerial que disponga la reincorporación impetrada.
III.2 Que por Informe Nº 15 (fs. 31-A) de 28 de abril de 1998, el Director Legal del
Ministerio de Trabajo y Microempresa manifiesta que corresponde emitir una Resolución
Ministerial disponiendo la reincorporación de Modesto Reynaga y Mario Guevara a sus
fuentes de trabajo, "de acuerdo a las disposiciones de los Decretos Supremos 16167 de 13
de febrero de 1979 y 15039 de 8 de julio de 1982".
III.3 Que el Ministro de Trabajo y Microempresa, Arq. Leopoldo López Cossío, emitió la
Resolución Ministerial Nº 245/98 de 27 de mayo de 1998, por la que instruye a los
ejecutivos de la Corporación Minera de Bolivia, la reincorporación inmediata a sus fuentes
de trabajo de Modesto Reynaga Gordillo y Mario Guevara Rodríguez, recibiéndose esta
Resolución en la COMIBOL el 13 de junio de 2000 (fs. 12).

CONSIDERANDO IV
IV.1 Que la Ley Nº 1788 de Organización del Poder Ejecutivo, en su art. 10 establece las
atribuciones generales de los Ministros de Estado, cuyo inciso l) les faculta a dictar las
normas relativas al ámbito de su competencia. El art. 11 de dicha Ley en cuanto a las
atribuciones específicas del Ministro de Trabajo y Microempresa contempla en sus incisos
a) y b) la potestad -y obligación a la vez- de velar por la aplicación y cumplimiento de la
legislación laboral y de los convenios internacionales sobre la materia, y formular políticas
y normas para una adecuada relación obrero-patronal.

IV.2 Que el art. 5 del D.S. Nº 24855, que reglamenta la Ley de Organización del Poder
Ejecutivo, dispone que los Ministros de Estado están encargados de formular las políticas,
planes y normas para los sectores y áreas de su competencia, asumiendo la responsabilidad
de su ejecución, supervisión y control.

IV.3 Que ninguna de las normas que atribuyen competencias al Ministerio de Trabajo y
microempresa establece la facultad de resolver los conflictos que se susciten entre
empleador y trabajador, pues esta función está encomendada específica y privativamente a
la Judicatura del Trabajo creada por Decreto Supremo de 2 de marzo de 1940, dando lugar
a la separación de las competencias administrativa y judicial.

IV.4 Que la jurisdicción especial del Trabajo y Seguridad Social se ejerce por los órganos
judiciales señalados por el art. 6 del D.L. Nº 16896 de 25 de julio de 1979, teniendo
competencia, de conformidad a su art. 9, "para decidir las controversias emergentes de los
contratos individuales y colectivos del trabajo, de la aplicación de las leyes de Seguridad
Social, Vivienda de interés social, denuncias por infracción de leyes sociales y de higiene y
seguridad ocupacional, (...) y otras señaladas por ley".

IV.5 Que el caso de autos trata de despidos acaecidos en 1955 y 1963, cuando
supuestamente Modesto Reynaga y Mario Guevara fungían como dirigentes sindicales,
desconociéndose los sucesos que motivaron su retiro de la Corporación Minera de Bolivia;
que, en consecuencia, existen hechos por probar antes de que pueda disponerse la
reincorporación de los ex - trabajadores a la COMIBOL, y que definitivamente deben ser
demostrados en un juicio laboral, pues si bien es cierto que la autoridad recurrida tiene
como una de sus funciones asegurar el cumplimiento de las leyes, decretos y resoluciones,
no tiene atribución para instruir, mandar u ordenar el cumplimiento de una norma cuando
no se ha definido el derecho que ésta otorga, conforme lo ha establecido la jurisprudencia
de este Tribunal (así la Sentencia Constitucional Nº 041/2000); pues en este caso la
reincorporación de Modesto Reynaga y Mario Guevara debe ser determinada por una
autoridad jurisdiccional, cual es el Juez Laboral.

CONSIDERANDO V

Que, el Recurso Directo de Nulidad procede en los casos previstos por los artículos 31 de la
Constitución y 79 de la Ley Nº 1836, contra los actos de los que usurpen funciones que no
les competen y de los que ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de la ley; que, de lo
analizado en el presente Recurso, se establece que la autoridad recurrida ha usurpado
funciones al instruir la reincorporación de Modesto Reynaga y Mario Guevara, sin que
previamente se haya definido por la vía correspondiente si tienen derecho a esa
reincorporación.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, ejerciendo la jurisdicción que le confieren los
artículos 120.6ª de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la Ley No. 1836
declara FUNDADO el Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Jorge Zamora Tardío en
representación legal de la Corporación Minera de Bolivia (COMIBOL) contra Luis Angel
Vásquez Villamor, Ministro de Trabajo y Microempresa, y, en consecuencia, NULA la
Resolución Ministerial Nº 245/98 de 27 de mayo de 1998.
Regístrese y hágase saber.

Mag. Pablo Dermizaky Peredo


PRESIDENTE

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


DECANO MAGISTRADO

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 073/2000

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA Constitucional N° 918/2000-R

Expediente Nº: 2000-01523-04-RAC


Partes: Derrick Monroy Zepek en representación de Luis Nemtala Crespo contra Javier
Mendoza M. e Iván Rojas, Director e Investigador de la Dirección Departamental de Robo
de Vehículos, respectivamente.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 5 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 29/00 - SSAI de fojas 227, dictada el 23 de agosto


de 2000 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito
Judicial de La Paz, dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Derrick
Monroy Zepek en representación de Luis Nemtala Crespo contra Javier Mendoza M. e Iván
Rojas, Director e Investigador de la Dirección Departamental de Robo de Vehículos,
respectivamente; sus antecedentes, y

CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente respectivo, se establece lo siguiente:

1. En su demanda de 1 de agosto de 2000 (fs. 26 a 29), el recurrente expresa que el 30 de


marzo de 1999 su representado compró un vehículo marca Mercedes Benz, modelo 1997,
sin documentos de importación, de Antonio Valenzuela Guzmán, realizando la adquisición
de buena fe y sabiendo que no era ilegal comprar un motorizado sin documentos,
"basándose en el D.S. No. 25575 de 5 de noviembre de 1999 referente al programa de
regularización" y otros Decretos vigentes. Posteriormente, y por carecer de recursos
económicos tuvo que vender el vehículo a Jorge Reynaldo Canido Cusicanqui a través de
un documento privado; dicho comprador nacionalizó el vehículo cumpliendo las
formalidades de Ley, obteniendo póliza de importación, resolución de inscripción de
vehículo, certificado de registro de propiedad y demás documentos necesarios.
Asevera que el 10 de mayo del año en curso, Canido Cusicanqui fue sorprendido por
agentes de la Dirección Departamental de Robo de Vehículos, quienes dijeron que estaban
investigando el robo de vehículos de procedencia alemana, y al no portar los documentos
de propiedad dentro del automóvil secuestraron el mismo, habiendo transcurrido más de 79
días de dicho secuestro ilegal, ya que el art. 171 del Código de Tránsito señala que en
ningún caso los vehículos permanecerán secuestrados por más de diez días.
Agrega que su poderconferente rescindió el contrato con Reynaldo Canido, y se apersonó
varias veces a DIROVE reclamando la devolución del motorizado, pero el investigador
asignado al caso le informó sobre la existencia de una denuncia de robo en el Brasil y que
el secuestro se amparaba en el Acuerdo de Asunción de 11 de junio de 1999, sobre
restitución de automotores que transponen ilegalmente las fronteras entre los Estados parte
del MERCOSUR, Bolivia y Chile, no obstante que éste establece que el secuestro
procederá previa constatación de que el mismo no está debidamente registrado en el país, lo
que fue ignorado por los recurridos, aclarando que el citado Acuerdo no está aprobado por
el Poder Legislativo.
Estima que con los hechos relatados, han sido vulnerados sus derechos a la propiedad
privada, libre tránsito y los arts. 8-a), 10, 22-I, 31, 34, 81, 125-II, 215-I y 228 de la
Constitución Política del Estado, 171 del Código Nacional de Tránsito, 154 del Código
Penal, 55-e de la Ley Orgánica de la Policía Nacional 12-d), 25-b) y 74-b) y g) de la Ley
del Ministerio Público, así como los Decretos Supremos Nos. 25575 y 25248, por lo que
interpone Recurso de Amparo Constitucional, pidiendo sea declarado procedente y se
disponga la inmediata restitución de su vehículo, determinando la responsabilidad civil y
penal de los recurridos.

2. De fojas 222 a 226 cursa el acta de audiencia pública realizada el 23 de agosto del año en
curso, en la cual el abogado y apoderado del recurrente ratifica íntegramente los términos
de su demanda. A su turno, el recurrido Iván Rojas informa: a) Que se está investigando la
recepción y comercialización que Luis Nemtala ha realizado de cinco vehículos
presuntamente robados en otros países; b) Que en la incautación del vehículo que reclama
el recurrente no se hizo mención a ningún Tratado del MERCOSUR, pues ellos se basan
"en el D.S. 6427 por el cual nuestro país el 19 de abril del '63 es miembro de INTERPOL"
(sic); c) Que el 10 de mayo de 2000 se incautó el vehículo a Reynaldo Canido Cusicanqui,
en virtud a un requerimiento del Fiscal Adscrito a DIROVE, Felipe Rodríguez; d) Que se
citó a Canido para que aclare el asunto, pero se negó a ser notificado, alegando haber
rescindido contrato con Nemtala, por lo que se citó a este último, habiéndose representado
la citación, que se efectuó nuevamente para el 21 de agosto, sin que haya hecho llegar la
documentación relativa al vehículo.

3. La Resolución Nº 29/00 - SSAI pronunciada el 23 de agosto de este año (fs. 227), declara
improcedente el Recurso con el fundamento de que el hecho de que las diligencias de
investigación no hayan sido concluidas es de responsabilidad del director de las mismas,
que es el Fiscal Adscrito a DIROVE, que no ha sido demandado en este Recurso, y que la
investigación debe concluir de acuerdo a lo dispuesto por los arts. 14, 18 y 19 de la Ley del
Ministerio Público, no siendo el Amparo Constitucional sustitutivo de otros medios de
defensa.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los actuados, resumido en los puntos que preceden,
se concluye:

1) Que Jorge Reynaldo Canido Cusicanqui adquirió el vehículo marca Mercedes Benz, tipo
automóvil, con Nº de motor 119985 02 005816, chasis Nº WDBJF72W9TA181609,
realizando el trámite de nacionalización de dicho motorizado, como lo demuestran los
documentos de fs. 2 a 7.

2) Que de acuerdo al requerimiento fiscal de 7 de abril del año en curso (fs. 76), en 10 de
mayo se "incautó" el vehículo individualizado en el punto anterior (informe de fs. 130), por
figurar en la lista de motorizados robados en el Brasil, siendo reclamado por la Compañía
de Seguros "Zurich Brasil" S.A.

3) Que el automóvil exigido por el recurrente ha sido denunciado como robado en la Policía
del Estado de Paraná, Brasil, habiéndose cometido el presunto delito de robo a mano
armada (fs. 119 y 120).

4) Que por el secuestro del vehículo, Jorge Reynaldo Canido Cusicanqui rescindió el
contrato de venta con el recurrente (fs. 20), quien ha impetrado la devolución del mismo
varias veces tanto al Director Departamental de DIROVE como al Fiscal Adscrito a esa
repartición.

CONSIDERANDO: Que el art. 18 de la Ley Orgánica del Ministerio Público Nº 1469,


establece que las autoridades policiales y toda autoridad encargada de elaborar Diligencias
de Policía Judicial estarán dirigidas y coordinadas por el Ministerio Público; y, el art. 90 de
la citada Ley en sus incisos a), g) y h) atribuye a los Agentes Fiscales la competencia de
dirigir las citadas diligencias y de requerir al Juez de Instrucción en lo Penal se adopten las
medidas precautorias de Ley.

Que según el art. 19 de la Constitución Política del Estado el Recurso de Amparo


Constitucional procede contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los
funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos y garantías de la persona reconocidos por la Constitución y las leyes, siempre que
no hubiere otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y
garantías restringidos, suprimidos o amenazados.

Que en el caso de autos, si bien el Fiscal Adscrito a DIROVE no ha cumplido con las
funciones que la Ley le encomienda -pues al ser el director de la investigación debió
oportunamente solicitar la medida precautoria correspondiente- tal omisión no es atribuible
a los recurridos, quienes no han cometido acto ilegal ni omisión indebida alguna, ya que se
limitaron a dar cumplimiento a la instrucción fiscal dada para el secuestro del motorizado
cuya devolución pretende el recurrente, lo que hace improcedente este Recurso por no
haber sido demandado el aludido representante del Ministerio Público.

CONSIDERANDO: Que la Corte de Amparo, al declarar improcedente el Recurso ha


evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 94 a 104
de la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución Nº 29/00 - SSAI de fojas 227, dictada el 23
de agosto de 2000 por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del
Distrito Judicial de La Paz.
Regístrese y devuélvase.
CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 918/2000-R

No interviene el Magistrado Hugo de la Rocha Navarro, por haberse declarado legal su


excusa.

Mag. Pablo Dermizaky Peredo Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 027/2000-ECA

Expediente Nº: 2000-01523-04-RAC


Partes: Derrick Monroy Zepek en representación de Luis Nemtala Crespo contra Javier
Mendoza M. e Iván Rojas, Director e Investigador de la Dirección Departamental de Robo
de Vehículos, respectivamente.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de diciembre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: El memorial presentado en 28 de noviembre por Derrick Monroy Zepek como


apoderado de Luis Nemtala Crespo; y,

CONSIDERANDO: Que en el escrito de fs. 46 y 47 (del expediente desarchivado), el


recurrente solicita aclaración, enmienda y complementación de la Sentencia Constitucional
dictada en el Amparo Constitucional que interpuso, reiterando aspectos de fondo alegados
en la demanda principal del Recurso, y, aduciendo, en síntesis, que en la Resolución dictada
en revisión, este Tribunal no se ha pronunciado sobre la restitución de su vehículo, pese a
haber acreditado su derecho propietario, por lo que pide se complemente el fallo
nombrándole depositario del motorizado "hasta que demuestre contundentemente en
estrados judiciales el derecho propietario".

CONSIDERANDO: Que en el Amparo Constitucional interpuesto por el recurrente, el


Tribunal Constitucional dictó la Sentencia Nº 918/2000-R de 5 de octubre de 2000 (fs. 34-
37), por la que aprobó la improcedencia declarada por el Tribunal del Recurso, con el
fundamento de que el mismo no fue dirigido contra quien incurrió en una omisión indebida
(párrafo tercero, Considerando Tercero), por lo que carece de competencia para decidir las
emergencias de una resolución que no hizo viable la protección que solicitaba el recurrente,
no pudiendo, consiguientemente disponer sobre la tenencia del vehículo secuestrado,
máxime si éste fue el petitorio principal de su Recurso, aspectos que deberán ser resueltos
por la autoridad llamada por Ley.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 94 a 104
de la Ley Nº 1836, declara NO HABER LUGAR a la complementación solicitada.

Regístrese y devuélvase.
No intervienen los Magistrados Hugo de La Rocha Navarro, Willman Durán Ribera y
Elizabeth Iñiguez de Salinas por encontrarse en uso de su vacación anual.

Mag. Pablo Dermizaky Peredo


PRESIDENTE

CORRESPONDE AL AUTO CONSTITUCIONAL Nº 027/2000-ECA


Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Rolando Roca Aguilera
MAGISTRADO MAGISTRADO

Dr. Felipe Tredinnick Abasto Dr. José Antonio Rivera Santivañez


MAGISTRADO MAGISTRADO

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 919/2000-R

Expediente Nº: 2000-01568-04-RAC


Partes: Ramón Aurelio Gutiérrez Sosa, Presidente del Directorio de la Compañía Industrial
Azucarera "San Aurelio" S.A. contra José Andrés Reig Echeveste y José Alonso Sánchez,
Vicepresidente en ejercicio de la Presidencia y Vicepresidente Ejecutivo del Banco de
Santa Cruz S.A., respectivamente.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 5 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: En revisión, la Resolución cursante a fs. 771 vta. y 772, pronunciada el 1 de


septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de
Santa Cruz, en el Amparo Constitucional interpuesto por Ramón Aurelio Gutiérrez Sosa,
Presidente del Directorio de la Compañía Industrial Azucarera "San Aurelio" S.A.
("CIASA") contra José Andrés Reig Echeveste y José Alonso Sánchez, Vicepresidente en
ejercicio de la Presidencia y Vicepresidente Ejecutivo del Banco de Santa Cruz S.A.,
respectivamente; los antecedentes arrimados al proceso; y

CONSIDERANDO: Que, de la revisión del expediente remitido a este Tribunal se


establece lo que sigue:

1. El recurrente aduce en su demanda de 24 de agosto de 2000 (fs. 612 a 615), que de


acuerdo a los arts. 1, 141, 143 y 144 de la Constitución Política del Estado, las regulaciones
del comercio, la industria y la política monetaria y bancaria que establece el Estado son de
ejecución obligatoria; que en ese entendido se promulgó la Ley Nº 2064 de 3 de abril de
2000 llamada "Ley de Reactivación Económica", que establece "en forma imperativa" que
las entidades de intermediación financiera, es decir, los bancos y otras entidades
financieras, deberán reprogramar los créditos de sus prestatarios del sector productivo "que
demuestren a la entidad suficiente capacidad de pago y estén calificadas en las categorías 2,
3 o 4 al 31 de diciembre de 1999 de acuerdo al Reglamento de Evaluación y Calificación de
Créditos", incluyendo el capital y los intereses devengados no cobrados, realizándose
mediante bonos de reactivación o con recursos propios de las entidades de intermediación
financiera, normas que el Banco Santa Cruz S.A. se niega a cumplir.
Asevera que mediante escritura pública Nº 200/93 de 30 de noviembre de 1993, el Banco
Santa Cruz otorgó a la Compañía que representa una línea de crédito rotativa hasta el
monto de seis millones de dólares o su equivalente en bolivianos, por el término de cinco
años, plazo que fue prorrogado hasta el 30 de noviembre de 2003 por escritura pública No.
428/98 de 26 de noviembre de 1998. Dice que con dicha línea de crédito se le otorgó 28
préstamos en dólares americanos y 12 en moneda nacional, todos ellos destinados a la
actividad productiva agroindustrial. Explica que la Sociedad que representa cumplió con los
pagos en los plazos acordados, "incurriendo últimamente en algunas demoras por la aguda
crisis económica que vive el país", pero que el Banco acreedor conoce que sus garantías
"son por demás suficientes", por lo que su industria fue calificada en la categoría 2 en
diciembre de 1999 de acuerdo al Reglamento de Evaluación y Calificación de Cartera de
Créditos emitido por la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras, en cuyo
mérito se constituye en prestatario apto para ser beneficiado con la reprogramación de sus
deudas, habiendo solicitado en 21 de diciembre de 1999 que se las reprograme por siete
años, presentando toda la documentación exigida y haciendo notar que ha cancelado casi
dos millones de dólares "sólo de febrero a la fecha demostrando su intención de pagar lo
adeudado". Sin embargo, el Banco acreedor rehuye continuar con las negociaciones, al
extremo de enviar la carta de 28 de junio de este año en la que le exige el pago de parte del
capital, intereses y gastos al 30 de junio de 2000, sin dar curso a la reprogramación
solicitada, "pese a que por derecho le corresponde" de acuerdo a la referida Ley.
Sostiene que el Banco Santa Cruz S.A., con la actitud descrita ,vulnera los arts. 7 - d) y 8 -
a) de la Constitución y conculca los derechos "a la solidaridad, a la seguridad jurídica, al
trabajo, al estímulo y cooperación del Estado a su iniciativa privada", por lo que interpone
Recurso de Amparo Constitucional, pidiendo sea declarado procedente y se disponga que el
Banco acreedor subsane las omisiones indebidas reclamadas y reprograme en forma
inmediata las deudas de la Compañía que representa.

2. A fs. 766 a 771 cursa el acta de audiencia pública realizada el 1 de septiembre de 2000,
en la que el abogado del recurrente ratifica los términos de su demanda, y se da lectura al
informe del recurrido, saliente de fs. 762 a 765, en el que expresa: a) Que en noviembre de
1993 el Banco al que representa concedió a la Compañía Industrial Azucarera San Aurelio
S.A. ("CIASA") una línea de crédito rotativo de uso múltiple por 5 años; b) Que al
vencimiento del término indicado, a solicitud de "CIASA", se amplió la línea de crédito por
otro período igual, pero la nueva administración del acreedor sometió la operación a un
seguimiento más ajustado de la capacidad de repago del deudor y el cumplimiento de su
obligación; c) Que el deudor no cumplió conforme lo pactado, por lo que el Banco tuvo que
iniciar la ejecución judicial de la obligación, pretendiendo el recurrente "soslayar la
autoridad, jurisdicción y competencia de los tribunales ordinarios en lo civil que conocen
una demanda de cobro ejecutivo" en contra suya, "en un intento desesperado de evitar el
pago o imponer a fortiori una reprogramación de sus obligaciones sin el consentimiento del
acreedor"; d) Que el Banco Santa Cruz S.A. no ha cometido acto ilegal ni omisión
indebida, pues solamente persigue el cobro de sus acreencias, es así que si se "concediera"
el Amparo, se estaría afectando el art. 32 de la Constitución Política del Estado"; e) Que la
Ley No. 2064 y el Reglamento Operativo emitido por la Superintendencia de Bancos son
de carácter potestativo y no imperativo como aduce erróneamente el recurrente, pues eso
significaría vulnerar los principios liberalizadores contenidos en el D.S. No. 21060; f) Que
ese Tribunal no tiene competencia para obligar al Banco a aceptar una reprogramación de
crédito porque se crearía un nefasto y peligroso precedente no sólo para el Banco sino para
todo el sistema bancario. Por las razones anotadas pide se declare improcedente el Recurso.

3. A fs. 771 vta. y 772 corre la Sentencia de 1 de septiembre de 2000, que declara
procedente el Recurso, con el fundamento de que las Leyes son de orden público y carácter
obligatorio, y en ningún momento dan facultades a las partes para que opten o no acatar una
Ley. El vocal Hernán Cortéz es de voto disidente, pues considera que las disposiciones de
la Ley No. 2064 son facultativas.

CONSIDERANDO: Que de la debida compulsa de los antecedentes, se concluye:

1) Que por escritura pública No. 200/93 de 30 de noviembre de 1993, el Banco de Santa
Cruz S.A. otorgó una línea de crédito a la Compañía Industrial Azucarera San Aurelio S.A.
("CIASA") por un monto de 6 millones de dólares americanos por el término de cinco años
(fs. 48 - 65); ampliándose la misma por escritura pública No. 428/98 de 26 de noviembre de
1998, a otros cinco años -hasta el 30 de noviembre de 2003- para el pago respectivo (fs.
185 a 198)

2) Que sobre la base de la línea de crédito concedida, el Banco Santa Cruz S.A. otorgó
diversos préstamos a "CIASA", conforme consta en obrados.

3) Que en 21 de diciembre "CIASA" remitió la nota GFSA No. 073/99 (fs. 415) al
Vicepresidente Ejecutivo del nombrado Banco, solicitándole la reprogramación de su
deuda, respondiendo la entidad bancaria con la propuesta de fs. 416, continuando dicho
trámite según se evidencia de las notas de fs. 337, 451, 457, 470, 472, 474, 478, 480 y 494.

4) Que el 15 de mayo de este año, el Banco Santa Cruz S.A. interpuso demanda ejecutiva
contra "CIASA" por incumplimiento en sus pagos, radicándose la causa en el Juzgado
Décimo de Partido en lo Civil de Santa Cruz.

5) Que el Banco acreedor respondió a las solicitudes de "CIASA" por medio de la carta
CITE: ACC/0532000 de 28 de junio (fs. 610), haciéndole conocer que para llegar a un
acuerdo final sobre el tratamiento de la deuda impaga, "se considerará el pago antes del 30
de junio de este año de una parte de capital, intereses devengados y gastos incurridos".

6) Que el Banco acreedor "no solicitó su participación en el Programa de Reactivación


Económica (PRE) en el marco de la Ley No. 2064 dentro del plazo establecido para la
primera instancia", de conformidad a la certificación de fs. 760.
CONSIDERANDO: Que la Ley No. 2064 de 3 de abril de 2000 "tiene el objetivo de
movilizar el aparato productivo del país, reactivándolo de manera inmediata, con el
propósito de incrementar el ahorro nacional, asegurar mayores fuentes de trabajo, aumentar
la producción en todos los sectores en procura de mayores niveles de desarrollo socio -
económico y hacer frente ... a los efectos de crisis económicas externas y fenómenos
naturales adversos".

Que el art. 6 de la referida Ley determina en forma clara que "para acceder al Programa de
Reactivación Económica, las entidades de intermediación financiera deberán
reprogramarán los créditos de sus prestatarios del sector productivo que demuestren a la
entidad suficiente capacidad de pago y estén calificados en las categorías 2, 3, o 4 al 31 de
diciembre de 1999, de acuerdo al Reglamento de Evaluación y Calificación de Cartera de
Créditos". De lo cual se evidencia que esta Ley no impone como obligación a las entidades
bancarias la aludida reprogramación, pues ésta depende de la voluntad de las partes y, más
aún, está sujeta a la demostración a la entidad (en este caso el Banco) de su suficiente
capacidad de pago.

Que a decir del recurrido, el recurrente "está en ejecución por mora", correspondiéndole
únicamente a la entidad bancaria -por ser su facultad privativa por imperio de la autonomía
de la voluntad- decidir si "CIASA" reúne los requisitos anotados en la norma legal citada
para acceder a una reprogramación, no siendo atribución del Tribunal de Amparo dirimir tal
extremo.

En consecuencia, no se ha producido acto ilegal ni omisión indebida que haga procedente el


Amparo Constitucional.

CONSIDERANDO: Que el Tribunal del Recurso, al declararlo procedente, no ha evaluado


correctamente los datos del proceso y las normas legales aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª) de la Constitución Política del Estado y 102-V de la
Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución cursante a fs. 771 vta. y 772, pronunciada el 1 de
septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de
Santa Cruz y declara IMPROCEDENTE el Recurso interpuesto por Ramón Aurelio
Gutiérrez Sosa, Presidente del Directorio de la Compañía Industrial Azucarera "San
Aurelio" S.A., debiendo la Corte de Amparo establecer una multa a ser cancelada por el
recurrente en aplicación del art. 102-III de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

Mag. Pablo Dermizaky Peredo


PRESIDENTE
Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán
DECANO MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 917/2000-R

Expediente Nº: 2000-01579-04-RAC


Partes: Jorge Manuel Ferreira Arzabe contra Edgar Bazán
Ortega, Alcalde Municipal de Oruro
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Oruro
Lugar y fecha: Sucre, 5 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: En revisión, la Resolución cursante a fs. 15, pronunciada el 2 de septiembre de


2000 por la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro, en el Amparo
Constitucional interpuesto por Jorge Manuel Ferreira Arzabe contra Edgar Bazán Ortega,
Alcalde Municipal de Oruro; sus antecedentes, y

CONSIDERANDO: Que, de la revisión del expediente remitido a este Tribunal se


establece lo que sigue:

1. En su demanda de 30 de agosto (fs.7), el recurrente asevera que por minuta suscrita el 12


de septiembre de 1996 se adjudicó una movilidad marca Mitsubishi, modelo 1992, en un
remate público efectuado dentro de un proceso sustanciado en el Juzgado Segundo de
Partido de Sustancias Controladas, habiéndole entregado el titular del mismo la minuta de
transferencia y ningún otro documento más. Aduce que cuando quiso poner a su nombre
dicho motorizado, la Alcaldía Municipal ha pretendido cobrarle impuestos de gestiones
pasadas, sin tomar en cuenta que solamente debe cancelarlos desde el momento en que se le
extendió la referida minuta.
Estima que "sus derechos se encuentran restringidos, amenazados y suprimidos", por lo que
interpone Recurso de Amparo Constitucional, pidiendo sea declarado procedente,
disponiendo que los impuestos a cancelar sean desde el momento de la adjudicación del
vehículo.

2. De fs. 12 a 14 cursa el acta de audiencia pública realizada el 2 de septiembre de 2000, en


la que el abogado del recurrente ratifica los términos de su demanda, y el abogado -
apoderado del recurrido informa que el Amparo Constitucional no es sustitutivo de otros
recursos, ya que el recurrente no ocurrió ante el Alcalde Municipal, quien mediante una
"carta, proveído o auto administrativo hubiera determinado la improcedencia del reclamo",
en cuyo caso podía acudir al Concejo Municipal, que es la autoridad máxima del gobierno
municipal, utilizando los recursos que la Ley de Municipalidades establece; en
consecuencia, solicita se declare improcedente el Recurso.

3. A fs. 15 corre la Resolución de 2 de septiembre de este año, que declara improcedente el


Recurso, con el fundamento de que "al recurrente le quedaban aún medios inmediatos y
directos para impugnar cualquier resolución municipal que pretendiera cobrarle impuestos
fuera de lo legal o normal".

CONSIDERANDO: Que hecha la debida compulsa de los antecedentes, se concluye:

1) Que dentro del proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Gastón Saavedra
y otros, en el Juzgado Segundo de Partido de Sustancias Controladas de Oruro, se remató el
vehículo marca Mitsubishi, modelo 1992, con placa de circulación Nº CJD-354,
adjudicándose el mismo Jorge Manuel Ferreyra Arzabe, a quien se le extendió la minuta
traslativa de propiedad el 12 de septiembre de 1996 (fs. 3 - 5)

2) Que el adjudicatario canceló el impuesto anual a la propiedad de vehículos automotores


por la gestión 1996 (fs. 2)

3) No consta en el expediente documentación alguna que acredite que el recurrente haya


ocurrido ante el ejecutivo de la Alcaldía o ante el Concejo Municipal impetrando que no se
le cobre impuestos por gestiones pasadas del vehículo que adquirió en 1996.

CONSIDERANDO: Que el Amparo Constitucional es un Recurso Extraordinario contra los


actos ilegales y las omisiones indebidas de funcionarios o particulares que restrinjan,
supriman, o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la
persona reconocidos por la Constitución y las Leyes, siempre que no hubiere otro medio o
recurso legal para la protección inmediata de esos derechos.

Que el art. 137 de la Ley de Municipalidades determina que las resoluciones emitidas por
una autoridad ejecutiva del Gobierno Municipal podrán ser impugnadas por los recursos
que establece la misma, cuando dichas resoluciones afecten, lesionen o pudieran causar
agravio a derechos o intereses legítimos de los ciudadanos; en tal sentido, el art. 140 de la
citada Ley señala la forma de tramitación del recurso de revocatoria, contra cuya resolución
puede plantearse recurso jerárquico y, luego de resuelto éste, puede acudirse a la vía
jurisdiccional a través del procedimiento contencioso - tributario de acuerdo al art. 174 del
Código Tributario, aplicable por disposición del art. 97 de la Ley Nº 2028.
En la especie, el recurrente no ha acudido ante la autoridad que determinó el pago de
impuestos que considera ilegal, es decir que no ha agotado las vías que la Ley le franquea
para demandar se respete el derecho que considera vulnerado, no siendo procedente, por
consiguiente, el presente Recurso.

CONSIDERANDO: Que la Corte de Amparo, al declarar improcedente el Recurso ha


evaluado correctamente los datos del proceso y las normas legales aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
Nº 1836, APRUEBA la Resolución cursante a fs. 15, pronunciada el 2 de septiembre de
2000 por la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro.

Se recuerda a la Corte de Amparo que el Acta de Audiencia debe ser suscrita por todos los
miembros del Tribunal, careciendo la misma en el presente asunto, de la firma de la
Presidenta de Sala.

Regístrese y devuélvase.

Mag. Pablo Dermizaky Peredo


PRESIDENTE

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


DECANO MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA Constitucional N° 920/2000-r

Expediente Nº: 2000-01588-04-RAC


Partes: José Ernesto Ayoroa Argandoña contra Jorge Zabala Ossio, José E. Ayoroa
Yanguas, Alvaro Valdivia Casanovas, Alvin Anaya Kippes, Alfredo Abasto Baptista, Jorge
Badani Lenz, Erlan Camacho Mancilla, Juan Hurtado Rosales y René Sánchez Maesse,
Comandante en Jefe, Jefe del Estado Mayor, Comandante de la F.A.B., Comandante
General del Ejército, Inspector General, Jefe de Estado Mayor General F.N.B., Jefe de
Estado Mayor F.A.B., Jefe de Estado Mayor de Ejército, Comandante General de la F.N.B.
de las Fuerzas Armadas, respectivamente.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 5 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 497/2000 de fojas 160 a 162, dictada el 6 de


septiembre de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de
La Paz, en el Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por José Ernesto Ayoroa
Argandoña contra Jorge Zabala Ossio, José E. Ayoroa Yanguas, Alvaro Valdivia
Casanovas, Alvin Anaya Kippes, Alfredo Abasto Baptista, Jorge Badani Lenz, Erlan
Camacho Mancilla, Juan Hurtado Rosales y René Sánchez Maesse, Comandante en Jefe,
Jefe del Estado Mayor, Comandante de la F.A.B., Comandante General del Ejército,
Inspector General, Jefe de Estado Mayor General F.N.B., Jefe de Estado Mayor F.A.B.,
Jefe de Estado Mayor de Ejército, Comandante General de la F.N.B. de las Fuerzas
Armadas, respectivamente; sus antecedentes, y

CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente respectivo, se establece lo siguiente:

1. En su demanda de fojas 36 a 47, el recurrente aduce que:

a) El 31 de julio del presente año fue notificado con los Oficios DPTO. I EMG Nº 688/2000
de 24 de julio y DPTO. I Pers Nº 605/00 de 28 de ese mes, por los que le hacen conocer
que el Tribunal Superior del Personal de las Fuerzas Armadas ha resuelto pasarlo a la
situación de retiro obligatorio bajo el inconstitucional e ilegal argumento de que su persona
habría incurrido en reiterado desacato cometido en contra de las autoridades del Alto
Mando en forma rebelde, pública y evidente. Que esta decisión fue adoptada por el referido
Tribunal Superior mediante Resolución Nº11/00 de 20 de julio de 2000.

b) Estimando que dicha determinación atenta contra el principio de inocencia y el derecho a


la defensa, solicitó su revocatoria, para que sea dejada sin efecto por haber sido dictada sin
previo proceso legal que determine su culpabilidad; que en 23 de agosto le notificaron con
la Resolución del Tribunal Superior del Personal de las FF.AA. Nº 12/00 de 15 de agosto
de este año, que "declara improcedente el recurso de revocatoria, confirma y ratifica la
Resolución Nº 11/00".

c) Atropellan sus derechos fundamentales con las Resoluciones anotadas, "por haberse
opuesto y haber denunciado acciones delincuenciales perpetradas contra el pueblo
boliviano"; que su carrera militar es impecable, habiendo sido el primero de la promoción
1968; que ha reclamado y denunciado el ilegal e inconstitucional nombramiento de
Comandantes de Ejército a.i. a Generales de Brigada porque no reunían los requisitos
legales exigidos al efecto. Considera que la defensa de sus derechos no constituye ningún
acto de desacato.

En ese sentido, sostiene que los recurridos han violado los arts. 6, 7 - b), d), h) y j), 8 - a) y
b), 12, 16 - I, II y IV, 17, 32, 34, 35, 228 y 229 de la Constitución Política del Estado; 4, 18
última parte, y 89 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA); 2, 3, 15 - d) del
Reglamento del Tribunal Superior del Personal de las FF.AA.; 1, 4, 5, 6, 182, y 183 del
Código de Procedimiento Penal Militar; 1, 4, 9, 22 - a) del Reglamento de Faltas
Disciplinarias y sus Castigos, por lo cual interpone Recurso de Amparo Constitucional,
pidiendo sea declarado procedente, se dejen sin efecto las Resoluciones Nos. 11/00 de 20
de julio y 12/00 de 15 de agosto, estableciendo responsabilidad civil y penal y ordenando la
remisión de antecedentes al Ministerio Público.

2. La Audiencia Pública se realizó el 6 de septiembre del presente año, cuya acta sale de fs.
153 a 159 de obrados, en la cual la abogada del recurrente ratifica íntegramente los
términos de su demanda.
El abogado - apoderado del Presidente del Tribunal Superior de las FF.AA. informa: a) Que
el art. 89 de la LOFA establece que el retiro obligatorio es una sanción impuesta en proceso
legal por una falta disciplinaria, y que dicho "proceso legal no debe confundirse con un
proceso judicial"; b) Que el recurrente "ha perdido en dos Amparos Constitucionales", en
los que atentó contra la dignidad y honor de las FF.AA. pues hacía referencia a la
ilegitimidad del Alto Mando Militar, poniendo en duda el honor y dignidad inclusive del
Presidente de la República que es Capitán General de las FF.AA.; c) Que el Ministro de
Defensa es el representante legal de las FF.AA. por lo cual el Recurso debió estar dirigido
en contra suya. Pide se declare improcedente el Amparo Constitucional

A su turno, el abogado apoderado de las autoridades co - recurridas, además de refrendar lo


expuesto por quien le antecedió en el uso de la palabra, expresa: a) Que para decidir el
retiro obligatorio del recurrente, el Jefe del Departamento Primero pidió al Tribunal
Superior de las FF.AA. informe sobre las infracciones disciplinarias de José Ernesto
Ayoroa Argandoña, recibiendo el informe en el que se indica que éste, pese a la prohibición
del Comandante en Jefe, se presentó en programas televisivos cuestionando la designación
del Alto Mando Militar, "comprometiendo el prestigio, la dignidad y el honor al mostrarlos
como corruptos"; b) Que el Tribunal Superior determinó el retiro obligatorio del recurrente
en base al citado informe, siendo ése el trámite legal, que no es igual a un proceso judicial
pues "no se abre término de prueba ni se nombra juez sumariante"; c) Que los recurridos
han observado los arts. 119, 120 y 121 de la LOFA, 15, 42, 3 del Reglamento (sic), sin
haber violado los derechos del recurrente; d) Que existe identidad de sujeto, objeto y causa
con los anteriores Recursos interpuestos por Ayoroa Argandoña. Impetra se declare
improcedente el Recurso.
El abogado apoderado de la Fuerza Aérea reitera lo manifestado precedentemente.

3. La Resolución Nº 497/2000 de fojas 160 a 162, dictada el 6 de septiembre de 2000


declara PROCEDENTE el Recurso, con el fundamento de que el art. 89 de la LOFA
determina la sanción de retiro obligatorio previo proceso legal, y al no haberse realizado el
mismo, la Resolución Nº 11/00 de 20 de julio de 2000 constituye un fallo ilegal y
"consiguientemente cae en la previsión del art. 19 de la Constitución Política del Estado."
CONSIDERANDO: Que de la debida compulsa de los actuados remitidos en revisión, se
evidencia:

1) Que el Comandante en Jefe de las FF.AA. de la Nación, mediante oficio Dpto. I EMG
Nº 688/000 de 24 de julio de 2000 , comunicó a José Ernesto Ayoroa Argandoña que el
Tribunal Superior del Personal de las FF.AA.. "en uso de las facultades conferidas por el
art. 15 de su Reglamento y por el art. 89 de la LOFA, ha resuelto pasarlo a la situación de
RETIRO OBLIGATORIO, por el reiterado desacato cometido en contra de las autoridades
del Alto Mando Militar, en forma rebelde, pública y evidente, lo cual constituye un
atentado contra la dignidad y el honor de las Fuerzas Armadas" (fs. 2)

2) Que por Resolución del Tribunal Superior del Personal de las FF.AA. de la Nación Nº
11/00 de 20 de julio de 2000 (fs. 3 y 4), se resuelve pasar al recurrente al Retiro Obligatorio
por el reiterado desacato en el que ha incurrido, basando esta decisión en el art. 89 de la
LOFA, por la supuesta infracción de José Ernesto Ayoroa Argandoña al art. 120 - a) de
dicha Ley.

3) Que el 2 de agosto el recurrente interpuso recurso de revocatoria contra la citada


Resolución (fs. 5-9), mereciendo la Resolución Nº 12/00 de 15 de agosto dictada por el
mismo Tribunal (fs. 10-11), que declara improcedente el señalado recurso, confirmando y
ratificando la Resolución Nº 11/00 en todos sus extremos y alcances, fundándose en el art.
89 de la LOFA y en que el memorial de dicho recurso no aportaba ningún elemento de
juicio nuevo que pudiera dar lugar a una revisión y eventual revocatoria de la resolución
reclamada.

4) Que anteriormente José Ernesto Ayoroa Argandoña interpuso dos Recursos de Amparo
Constitucional, el primero (expediente Nº 2000-00885-02-RAC) por haber sido destinado a
la reserva activa, pidiendo su restitución al Servicio Activo, aprobando la improcedencia el
Tribunal Constitucional por S.C. Nº 461-2000-R; y el segundo (expediente Nº 2000-01318-
03-RAC), por presuntas irregularidades en la elaboración de ternas y designación del
personal superior de las FF.AA., pidiendo se deje sin efecto las "designaciones ilegales" del
Alto Mando Militar, declarándose improcedente el Recurso, fallo aprobado por el Tribunal
Constitucional por S.C. Nº 730/2000-R por no haber utilizado el recurrente los recursos que
le confiere la Ley.

CONSIDERANDO: Que el art. 89 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas determina


que el retiro obligatorio es una sanción que se impone al militar que, sin pasar por la
reserva activa, estando en ella o en la letra "A", aplicarán los Tribunales del Personal previo
proceso legal en los casos allí enumerados, cuyos incisos d) y e) contemplan el haber
cometido desacato a la autoridad militar en forma rebelde, pública y evidente, y el haber
atentado contra la dignidad y honor de las FF.AA.

Que el debido proceso es un derecho fundamental inspirado en principios superiores y en


valores universales resumidos en el art. 16 de la Constitución Política del Estado, en la
Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 (arts. 10 y 11), en la Declaración
Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, del mismo año (art. XXVI) y en la
Convención Americana Sobre Derechos Humanos (Pacto de Santa José de Costa Rica,
1969, arts. 8 y 9)

CONSIDERANDO: Que el principio del debido proceso incluye otros derechos


fundamentales reconocidos en la Constitución Política, como la legalidad propia del Estado
de Derecho (art. 6), la presunción de inocencia y el derecho a la defensa (art. 16), la justicia
(art. 116-X) y la seguridad jurídica (art. 7 - a), derechos garantizados jurisdiccionalmente
mediante la institución del Amparo Constitucional.

CONSIDERANDO: Que el debido proceso supone básicamente que toda persona es


inocente mientras no se demuestre lo contrario en juicio ante los tribunales competentes,
conforme a las leyes vigentes; y que nadie puede ser condenado sin haber sido oído y
juzgado en proceso legal, conforme lo exige el art. 16-IV de la Constitución, lo que, a todas
luces, no ha ocurrido en el caso de autos.

CONSIDERANDO: Que en el caso que se examina, la sanción impuesta al recurrente a


través de la Resolución del Tribunal Superior del Personal de las Fuerzas Armadas Nº
11/00, es ilegal, pues vulnera el art. 16 de la Constitución Política del Estado y el art. 89 de
la LOFA, sin que se pueda admitir en derecho el argumento esgrimido por las autoridades
recurridas en sentido de que el "proceso legal" al que alude esta norma es el procedimiento
que el referido Tribunal efectúa -internamente, sin abrir término de prueba y sin nombrar
"juez sumariante"- para aplicar una sanción a un militar por las faltas que hubiera cometido.

CONSIDERANDO: Que si bien el art. 119 de la LOFA dispone que la disciplina militar
exige de los miembros de las FF.AA. "algunas restricciones en sus derechos", se supone
que dichas restricciones son las enumeradas en los arts. 120 al 122 de dicha Ley, ya que de
ninguna manera pueden referirse a los derechos fundamentales del ser humano, que le son
inmanentes, y porque no se puede quebrantar la Ley Suprema que en su art. 6 consagra y
garantiza el ejercicio de los derechos humanos sin distinción de ninguna naturaleza.

CONSIDERANDO: Que de acuerdo a lo analizado, el presente Recurso no tiene identidad


de objeto ni de causa con los dos anteriores planteados por el recurrente, a los que se
refieren los recurridos (fs. 156)

CONSIDERANDO: Que la Corte de Amparo, al declarar procedente el Recurso, ha


evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120 7ª de la Constitución Política del Estado y 94 a 104 de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución Nº 497/2000 de fojas 160 a 162, dictada el 6 de
septiembre de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de
La Paz, debiendo el Tribunal de Amparo proceder a la calificación de daños y perjuicios, de
conformidad a lo establecido por el art. 102-II con relación al VI de la Ley Nº 1836.

Se llama la atención a la Corte de Amparo por haber rechazado inicialmente el Recurso sin
que existiera causal legal al efecto.
Regístrese y devuélvase.

Son de voto disidente los Magistrados Hugo de la Rocha Navarro y René Baldivieso
Guzmán.

Mag. Pablo Dermizaky Peredo


PRESIDENTE

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

FUNDAMENTACIÓN DE VOTO DISIDENTE

Expediente: 2000-01588-04-RAC
Partes: José Ernesto Ayoroa Argandoña contra
Jorge Zabala Ossio, José E. Ayoroa Yanguas, Alvaro Valdivia Casanovas,
Alvin Anaya Kippes, Alfredo Abasto B.,
Jorge Badani Lenz, Erlan Camacho M.,
Juán Hurtado Rosales y René Sánchez
Maesse, Comandante en Jefe, Jefe del
Estado Mayor, Comandante de la Fuerza
Aérea Boliviana, Comandante General
del Ejército, Inspector General, Jefe del
Estado Mayor General F.N.B., Jefe del
Estado Mayor F.A.B., Jefe del Estado
Mayor del Ejercito y Comandante General
de la F.N.B. de las Fuerzas Armadas,
Respectivamente.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Magistrados: Dr. Hugo de la Rocha Navarro
Dr. René Baldivieso Guzmán

1. La estructura organizativa de las Fuerzas Armadas de la Nación se basa en el principio


sustentado por el art. 209 de la Constitución Política del Estado al establecer que: "La
organización de las Fuerzas Armadas descansa en su jerarquía y disciplina. Es
esencialmente obediente..."

Esta norma constitucional concuerda con el art. 1, inciso f) de la Ley Orgánica de las
Fuerzas Armadas de la Nación que se encuentra en el Cap. I dedicado a los Principios
Institucionales, cuyo texto dice: "Las Fuerzas Armadas de la Nación, son la Institución
Armada, Fundamental y Permanente del Estado Boliviano, y sustentan como principios
doctrinarios..."f) Sustentarse en la cohesión de sus estructuras, su misión y organización
vertical, basados en principios fundamentales de disciplina, jerarquía, orden y respeto a la
Constitución Política del Estado, a sus leyes y Reglamentos".

2. Dentro de este contexto normativo, se ha aplicado una sanción por los organismos
castrenses jerárquicos, al recurrente, a raíz de la conducta asumida por él por lo que no cabe
la demanda interpuesta por el recurrente dadas las características propias de organización
que tienen las Fuerzas Armadas, según se ha visto precedentemente.

Queda así demostrado que el presente Recurso de Amparo Constitucional debió ser
declarado improcedente por no haberse ajustado

a las normas constitucionales y legales citadas.

Sucre, 9 de octubre de 2000

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 933/00-R

Expediente: 2000-01439-03-RAC
Partes: José Pedro Rodríguez Ferrel contra José Muñiz Vaca, Comandante de la Escuela de
Comando y Estado Mayor "Mariscal Andrés de Santa Cruz" (ECEM)
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Cochabamba
Fecha: 6 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 34 a 36 pronunciada en 26 de julio de 2000 por


la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, interpuesto
por José Pedro Rodríguez Ferrel contra José Muñiz Vaca, Comandante de la Escuela de
Comando y Estado Mayor "Mariscal Andrés de Santa Cruz" ECEM, los antecedentes que
cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial presentado en 21 de julio de 2000, cursante de fs.


12 a 16 de obrados, el recurrente manifiesta que en 15 de junio del año en curso, por
Resolución N° 07/00 del Consejo Superior de la Escuela de Comando y Estado Mayor ha
sido separado en forma inmediata y definitiva de esta Escuela "por haber reprobado el
crédito IEM-2822 del Módulo: Inteligencia Estratégica Militar, con la nota de 7.6217 (R)"
y en 16 de junio fue sorprendido con la entrega del Memorando N° 078/00 suscrito por el
Comandante de la ECEM, Gral. Brig. José Muñiz Vaca, por el que dispone su separación
inmediata de la Escuela. Hace constar que desconoce el texto completo de la Resolución N°
07/00 y que pese a haber solicitado fotocopias legalizadas de la misma no ha obtenido
respuesta hasta la fecha.

Señala que en 1998 postuló a la Escuela de Comando y Estado Mayor para ser admitido
como alumno regular del Instituto con sujeción al Manual de Admisión para Postulantes,
cuyos postulados han sido infringidos y violados por la Resolución N° 07/00 al separarlo
definitivamente del Instituto por haber reprobado un crédito y no así un módulo que abarca
varios créditos en su conjunto, como exige el inc. 1) del parágrafo 21 del Manual de
Admisión. Aclara que en el caso presente, el módulo de Inteligencia Estratégica Militar
comprende cinco créditos, quedando establecido que el Consejo Superior de Comando y
Estado Mayor no ha hecho una adecuada y debida interpretación de las normas
reglamentarias a las que deben sujetar sus actos, lesionando sus derechos de petición, de
permanecer en el Instituto y de recibir una adecuada formación académica.

Afirma que ha agotado todos los recursos previstos en la sede del Instituto por cuanto la
decisión del Consejo Superior reviste carácter definitivo e inapelable, además de no haberse
dado respuesta al memorial presentado de su parte en 17 del mes en curso, por lo que pide
se declare procedente el recurso, en consecuencia nula y sin valor legal alguno la
Resolución del Consejo Superior N° 07/00 de 15 de junio de 2000, disponiéndose su
reincorporación inmediata a la Escuela de Comando y Estado Mayor en vista que corre el
riesgo de perder el año académico, sea con costas, daños y perjuicios.

CONSIDERANDO: Que admitido el recurso conforme a derecho, se realiza la audiencia de


26 de agosto de 2000 como consta del acta de fs. 20, donde el abogado del recurrente
ratifica íntegramente la demanda y la amplía expresando que en los Reglamentos no se
establece que la reprobación de un crédito signifique causal de separación inmediata y
definitiva de un oficial alumno, sino más bien que la misma se da con la reprobación de un
módulo. Que la característica del amparo es la inmediatez y el recurrir a otras vías supone
meses o años que irían en perjuicio del recurrente, pidiendo en consecuencia la procedencia
del recurso.

Por su parte, la autoridad recurrida en su informe escrito cursante a fs. 22 expresa que no es
evidente que las decisiones adoptadas por el Consejo Superior sean de carácter irrevocable
e inapelable porque el Reglamento de Administración Académica de la Escuela de
Comando y Estado Mayor no contiene ninguna disposición al respecto, más bien en el
Reglamento de Régimen Interno, Sección "B", numeral 2006, Consejo Superior, literal "B"
respecto a las atribuciones del Consejo Superior punto 11, se señala que "sus decisiones son
inapelables excepto al Comando General del Ejército en última instancia", norma
concordante con los arts. 105, 110 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas de la
Nación, 2, 3 y 13-a) y e) del Reglamento del Tribunal del Personal de las Fuerzas.
Concluye solicitando que declaren improcedente el recurso, con costas, al no haber agotado
el recurrente los dos recursos o instancias legales establecidas por la Ley Orgánica y el
Reglamento del Tribunal del Personal, cuya existencia ha admitido.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la resolución de fs. 34 a 36,


declarando procedente en parte el recurso, con el fundamento de que el recurrente,
reconociendo la existencia de otra instancia, solicitó reconsideración de la resolución
impugnada sin que hasta la fecha haya merecido respuesta, disponiendo que la autoridad
recurrida se pronuncie a tercero día bajo conminatoria de ley sobre la mencionada petición.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente se evidencian los siguientes extremos:

1.- Que por Memorando de 16 de junio de 2000, el Comandante de la Escuela de Comando


y Estado Mayor (ECEM) hace conocer al recurrente que el Consejo Superior de la Escuela
de Comando y Estado Mayor dispuso por Resolución N° 07/00 de 15 de junio de 2000, su
separación inmediata y definitiva del Instituto al haber reprobado el crédito IEM-2822 del
Módulo Inteligencia Estratégica Militar con la nota de 7,6217(R), poniéndolo a disposición
de la Séptima División hasta que el Comando General del Ejército le asigne un nuevo
destino. (Fs. 1).

2.- Que mediante memorial de 30 de junio de 2000, el recurrente solicita al Comandante de


la ECEM la reconsideración de la Resolución N° 07/00, pidiendo se deje sin efecto la
misma, la cual hasta el momento de la interposición del recurso no fue respondida (fs. 4-5).

3.- Que en el Memorando de 6 de julio de 2000, el Comandante General del Ejército


comunica al recurrente que ese Comando ha dispuesto ratificar su separación definitiva de
la Escuela de Comando y Estado Mayor por haber reprobado un crédito, señalándole como
nuevo destino el BIA-XXII "Mejillones", lugar donde fue cambiado en 14 de julio de 2000
como consta del pasaporte militar (fs. 38 y 17).

4.- Que por decreto de 27 de julio de 2000 el Comandante de la Escuela de Comando y


Estado Mayor se declara incompetente para conocer el recurso de reconsideración,
señalando al recurrente que debe hacer valer sus derechos ante el Tribunal Superior del
Personal del Ejército, de acuerdo al Reglamento de Régimen Interno Sección "B" numeral
2006 inc. b) Atribuciones del Concejo Superior, punto 11. (fs. 37 y 96).

CONSIDERANDO: Que, de la documentación cursante y fundamentalmente por la


recabada por este Tribunal (fs. 91-93), se evidencia que el recurrente no ha sido notificado
con la Resolución del Consejo Superior de la ECEM. Nº 07/00 y consiguientemente no ha
podido ejercer su derecho a la defensa, con la amplitud que el art. 16-II de la Constitución
Política del Estado le faculta, dado que para formular su expresión de agravios de manera
adecuada y eficaz en los recursos que la Ley le confiere, el afectado debe conocer los
extremos en que se funda la Resolución que define su pretensión jurídica.

Que, conforme lo consagrado por el art. 16-IV Constitucional, nadie puede sufrir sanción
alguna sin antes haber sido oído en proceso legal, por lo que atento el vicio procesal antes
anotado, corresponde regularizar procedimientos, a los efectos legales antes señalados.

Que el Tribunal de Amparo al haber declarado procedente en parte el Recurso, no ha


interpretado a cabalidad el art. 19 de la Constitución Política del Estado, así como tampoco
los hechos y normas aplicables al presente asunto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts. 94 y
102-V de la Ley Nº 1836, dispone la nulidad de obrados hasta el momento que se notifique
legalmente al recurrente con la Resolución de fecha 15 de junio de 2000, sin lugar a
responsabilidad civil ni penal.

Regístrese y hágase saber.

Sentencia Constitucional Nº 933/00-R (viene de la pág. 3)


_____________________________________________________________

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo y Elizabeth I. de Salinas, por


encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willman Ruperto Durán Ribera MAGISTRADO
MAGISTRADO
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 927/00-R

Expediente: 2000-01542-04-RAC
Partes: Carlos Angel Nava Guzmán contra Jhonny Nava Bascopé, Director del Servicio
Departamental de Salud.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Cochabamba
Fecha: 6 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 70 pronunciada en 28 de agosto de 2000 por la


Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, dentro del
Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Carlos Angel Nava Guzman contra
Jhonny Nava Bascopé Director del Servicio Departamental de Salud, los antecedentes que
cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que en el memorial de fs. 42 a 43, el recurrente manifiesta que por


concurso de méritos fue incorporado desde 1984 a la Dirección del Servicio Departamental
de Salud dependiente del Ministerio del ramo, donde desempeñó diferentes cargos hasta
llegar a ser Director Departamental de Salud. Cumplida esta función, pidió ser declarado en
comisión en 7 de junio de 1999, en cumplimiento del art. 19 del Estatuto del Médico
Empleado, al haber ganado el concurso de méritos para el cargo de Coordinador
Departamental del Subprograma de Salud Sexual y Reproductiva dependiente de las
Naciones Unidas UNFPA, petición que fue remitida al Director de Salud el 25 de junio de
1999, conforme a Ley.

Señala que cerrado este proyecto, solicitó la devolución del ítem N° 6750 del cual fue
declarado en comisión, habiendo sido rechazada su petición. Posteriormente, previa
solicitud de su parte, el Vice Ministro de Salud ordenó le devolvieran el ítem N° 6750, de
médico ginecólogo obstetra y capacitador de recursos humanos de la Dirección
Departamental de Salud en la Maternidad Germán Urquidi, disposición que fue
desobedecida tanto por el Jefe de Personal como por el Director del Servicio Departamental
de Salud ahora recurrido, quien violando los arts. 3 de la Ley N° 1836, 1 del Estatuto del
Médico Empleado y 42 del Código de Etica Médica y pese a existir un informe legal
favorable, argumentó que la asignación de ítems no estaban a cargo de su persona sino más
bien de los dirigentes políticos del MIR de Cochabamba, confundiendo así su función
institucional con su desempeño político partidario.

Asevera que la autoridad recurrida, al negar y desobedecer arbitrariamente órdenes


superiores e impedir su trabajo, lo ha destituido de hecho de sus funciones, suprimiéndole
su derecho fundamental al trabajo, por lo que pide se declare procedente el Recurso, con
costas, disponiendo se le devuelva el ítem N° 6750 restituyéndole a sus funciones de
médico ginecólogo, además de ordenar el cese de los actos arbitrarios que atentan contra su
derecho al trabajo.

CONSIDERANDO: Que, planteado el Recurso es tramitado conforme a Ley, realizándose


la correspondiente audiencia pública el día 28 de agosto de 2000, cual consta en el acta de
fs. 69 de obrados, donde el abogado de la parte recurrente ratificó íntegramente el tenor de
la demanda y la amplió señalando que en ningún momento se le pasó memorándum alguno.
En la réplica manifestó su sorpresa por la exoneración de que fue objeto, pero que
existiendo una orden superior del Vice Ministro de Salud donde dispone su restitución, ésta
debe ser cumplida en atención a que así se actuó en casos similares.

Acto seguido, la autoridad recurrida procedió a dar lectura al informe escrito cursante a fs.
68, donde expresa que en septiembre del año 1993, el recurrente fue exonerado de la
Unidad Sanitaria; que en septiembre de 1997 fue designado Director de la Unidad
Departamental de Salud con el ítem 5809, siendo destituido de ese cargo por orden
Prefectural en 28 de septiembre de 1998 y nombrado esa misma fecha como Responsable
del Centro de Capacitación reproductiva del Hospital Materno Infantil Germán Urquidi con
el ítem 6750, ítem que en 8 de agosto de 1999 fue transferido a la Dra. María Eugenia
Naim. Concluye indicando que en agosto de 1999, al ser nombrado como Coordinador
Departamental del Fondo de Población de las Naciones Unidas UNFPA, debió realizar su
trámite de declaratoria en comisión ante el Ministerio de Salud y Previsión Social en forma
personal en la ciudad de La Paz, como acredita en forma documental que debe procederse
en esos casos, por lo que pide se declare improcedente el Recurso.

Concluida la audiencia, el Juez de Amparo dictó Resolución de fs. 70 declarando


IMPROCEDENTE el Amparo Constitucional con el fundamento de que todo ítem del
servicio público no es de propiedad de quienes son nombrados sus titulares, sino que
pertenecen a la institución y el recurrente al haber asumido una función particular hizo
abandono de su puesto que ahora está ocupado por otra funcionaria, por lo que sí pretende
volver a ese trabajo, debe gestionar su nueva designación o su reincorporación ante la
autoridad administrativa competente como es el Director Departamental de Salud.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente se evidencian los siguientes extremos:

1.- Que el recurrente solicitó al Prefecto del Departamento de Cochabamba, mediante


memorial de 7 de junio de 1999, ser declarado en comisión sin goce de haberes del ítem N°
6750 por el lapso de un año a partir de la fecha, en razón a haber sido designado
Coordinador Departamental del Sub Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Fondo
de Naciones para la Población, petición que fue negada por el Director del SEDES en 25 de
junio de 1999 (fs. 2, 16-20 y 32).

2.- Que el Ministro de Salud y Previsión Social a.i. dispuso mediante oficio de 28 de junio
de 2000, la reincorporación del recurrente al ítem N° 6750, que estaba siendo ocupado por
la Dra. María Eugenia Naim, a quien ordena se le restituya su ítem anterior N° 6570, orden
que no fue cumplida ni por el Jefe de Personal ni por el Director del SEDES, originando la
interposición del presente Recurso (fs. 21-22).

CONSIDERANDO: Que en el caso de autos se evidencia que la declaratoria en comisión


del recurrente sobre el ítem N° 6570 es inexistente, al haber sido rechazada por el Director
del SEDES en 25 de junio de 1999, circunstancia que determinó la conclusión de la
relación laboral entre esa institución y el recurrente desde la fecha señalada.

Que en consecuencia, la orden de reincorporación del recurrente no podía ni puede ser


cumplida al no existir el requisito previo e inexcusable de su declaración en comisión, de lo
que se infiere que la autoridad recurrida al no haber dado curso a la nota del Ministerio de
Salud, no ha cometido ningún acto ilegal que atente contra el derecho al trabajo del
recurrente, quien en todo caso tiene la vía expedita para tramitar ante las autoridades
correspondientes un nuevo ítem y conseguir en su caso su reincorporación al SEDES.

Que el Juez de Amparo al haber declarado IMPROCEDENTE el Recurso, ha interpretado a


cabalidad el art. 19 de la Constitución Política del Estado así como las normas aplicables al
presente asunto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts.94 y
102-V de la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución revisada.

Regístrese y devuélvase.

No interviene el magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 929/00-R

Expediente : 2000-01543-04-RAC
Partes: Prudencia Copa de Pizarro contra
Bernabé Pinedo Choque, Catalino
Llanos, Genaro Mamani y Salustiano
Acuña, Directivos de la Asociación de
Comerciantes Minoristas de Ropa Usada
"21 de Septiembre" de Villazón.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Potosí
Lugar y fecha: Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 38-39 dictada en 24 de agosto de 2000 por el Juez
de Partido de la Provincia Omiste-Villazón del Distrito de Potosí, dentro del Recurso de
Amparo Constitucional interpuesto por Prudencia Copa de Pizarro contra Bernabé Pinedo
Choque, Catalino Llanos, Genaro Mamani y Salustiano Acuña, los antecedentes del
proceso; y

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 2-3 la recurrente manifiesta que es miembro
de la Asociación de Comerciantes Minoristas de Ropa Usada "21 de Septiembre" de
Villazón con caseta propia N° 17, la misma que entregó en anticresis a Benedicta Choque
de Carmona.

Señala que vencido el plazo del convenio, la anticrecista se negó a devolverle su caseta
habiendo recurrido al Presidente de su Asociación, quien en lugar de ampararla, con la
complicidad de los Directivos de la Asociación, fue expulsada con el argumento de que el
lugar no le pertenece, limitándole el ingreso y colocando un candado, violando así su
derecho constitucional al trabajo y al comercio protegido por el art.7 inc. d) de la
Constitución Política del Estado; por todo lo expuesto, plantea el presente Recurso de
Amparo Constitucional pidiendo se declare procedente y se ordene la inmediata apertura de
candados, con pago de daños y perjuicios.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados se establece lo siguiente:

1. Realizada la audiencia en 24 de agosto de 2000, tal cual se evidencia en el acta de fs. 36-
37 el abogado de la recurrente ratifica el tenor íntegro del Recurso, señalando que dentro de
los Estatutos de la referida Asociación no está contemplada la prohibición de los contratos
de anticresis de casetas y que los conflictos y renuncias son tratados por un Comité de
Disciplina, por lo que reitera se declare procedente el Recurso.

2. Los recurridos dan lectura a su informe de fs. 6-7, por el cual expresan que la recurrente
se ausentó sin el permiso respectivo, dejando la caseta en manos de Benedicta Choque de
Carmona, quien solicitó su ingreso a la Asociación determinándose su aceptación. Añaden
que la recurrente hizo caso omiso a las invitaciones de la Asociación para que explique su
permanencia o retiro, lo que determinó que el pleno la expulsara el 13 de julio de este año.
Agregan que la recurrente es una persona muy problemática que ha creado rencillas entre
los asociados ya que está prohibido dar en anticresis las casetas y que nadie le quitó el
derecho al trabajo sino que ha sido ella quien ha transgredido los incs. d) y f) del art. 17 del
Reglamento de la Asociación, por lo que piden se declare improcedente el Recurso

El representante del Ministerio Público requiere por la procedencia del Recurso, porque la
Asociación no ha obrado como prescribe el art. 14 de su Reglamento al haber expulsado a
la recurrente sin previo proceso interno.

3. A la conclusión de la audiencia el Juez de Amparo, dicta Sentencia a fs. 38-39,


declarando procedente el Recurso con el fundamento de que la Asamblea General de
Socios de dicha Asociación ha desconocido sus propios Estatutos, al expulsar y clausurar el
negocio de la recurrente sin observar el art. 14 de su Reglamento, que establece que es el
Tribunal de Disciplina el que tiene facultades de juzgar las infracciones al Estatuto Interno
o al Reglamento General, vulnerando el derecho a la defensa de la recurrente, consagrado
en el art. 16 de la Constitución Política del Estado.

CONSIDERANDO: Que por Resolución de Asamblea de 15 de julio de 2000 que cursa a


fs. 24-25, la Asociación de Comerciantes Minoristas de Ropa Usada "21 de Septiembre" de
Villazón dispone la expulsión de la recurrente por haber infringido el Reglamento de la
Asociación desconociéndola como asociada, procediendo a la clausura de su caseta con la
colocación de un candado.

CONSIDERANDO: Que el presente Recurso de Amparo se lo ha planteado a raíz de que la


recurrente fue expulsada de la Asociación de Comerciantes Minoristas de Ropa Usada "21
de Septiembre", de Villazón, mediante resolución de 15 de julio de 2000 según consta a fs.
24-25 y en el propio informe de los recurridos prestado en audiencia por infracción del
Reglamento -conforme sostienen los directivos de la citada Asociación- habiéndose
procedido también a la clausura de la caseta antes ocupada por la recurrente, con la
colocación de candado.

Que el art. 19 de la Constitución Política del Estado consagra el Recurso de Amparo para la
protección inmediata de los derechos de la persona, ante actos ilegales u omisiones
indebidas de funcionarios o particulares que restrinjan o supriman o amenacen restringir o
suprimir tales derechos, siempre que no haya otro medio legal para tal objeto, situación que
se da en este caso puesto que la recurrente fue afectada en su derecho al trabajo reconocido
por el art. 7- d) de la Ley Fundamental, con la resolución adoptada por la Asamblea de la
Asociación de Comerciantes Minoristas "21 de Septiembre", con desconocimiento de sus
propio Reglamento por cuanto el art. 14 del mismo dispone que su Directorio designará un
Tribunal de Disciplina encargado de juzgar la conducta negativa e infracciones a las
normas establecidas.

Al no haberse procedido de esa manera, existe un acto ilegal porque la resolución mediante
la que se lo expulsa al recurrente está al margen de las normas reglamentarias de la propia
Asociación. Asimismo, se ha incurrido en una omisión indebida al no haberse conformado
el Tribunal de Disciplina, órgano competente para llevar adelante un proceso disciplinario,
resultando que ambas situaciones son atentatorias del derecho al trabajo y a la defensa,
reconocidos por los arts. 7-d) y 16-II de la Constitución Política del Estado. En
consecuencia, el Juez de Amparo Constitucional, al haber declarado procedente el Recurso
ha dado correcta aplicación al art. 19 de la Ley Fundamental.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
N° 1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 38-39 de 24 de agosto de 2000, dictada por el Juez
de Partido de la Provincia Omiste-Villazón del Distrito de Potosí.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo; por encontrarse con licencia.
Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


DECANO MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas MAGISTRADO


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 922/2000-R

expediente: 2000-01544-04-RAC
Partes: Milton López Pardo en su condición de Presidente Liquidador de la Comisión
Liquidadora del Fondo Mutual de Trabajadores Petroleros de Y.P.F.B. contra el Juez
Décimo de Instrucción en lo Civil, Dr. Enrique Rocha Monroy, Presidente de la R. Corte
Superior, Dr. Rafael Barrero Martínez y Alcalde de la ciudad de La Paz, Juan del Granado
Cossio.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrada Relatora:Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión el Auto de Rechazo de 28 de agosto de 2000 de fs. 64, pronunciado


por la Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz constituida por Conjueces ante la excusa de los Vocales de la Corte Superior, los
antecedentes que cursan en el expediente; y,
CONSIDERANDO: Que por memorial cursante de fs. 21 a 24 de obrados, presentado el 8
de agosto del año en curso, el recurrente manifiesta que el Fondo de la Mutual de
Trabajadores Petroleros de Yacimientos Fiscales Bolivianos, entidad de derecho privado y
con personería jurídica reconocida, es el único y legítimo propietario del terreno urbano y
construcciones ubicado en las Calles Comercio Nos. 920-944 y Genaro Sanjines Nos. 488-
476, con una extensión superficial de 1.300,68 mts2., cuyo título de propiedad se halla
inscrito en el Registro de Derechos Reales bajo la partida computarizada No. 01382737 de
27 de noviembre de 1996 y Código Catastral No. 023-0002-0012, adquirido de sus
anteriores propietarios, el Fondo Complementario de Trabajadores Petroleros.

Afirma que sobre la base del derecho propietario que poseen, iniciaron el año 1997 la
construcción de un edificio, contratando para ello a una empresa constructora, sin embargo,
los trabajos han sido paralizados por una orden judicial de 21 de junio de 2000, librada por
el Juez Décimo de Instrucción en lo Civil, Enrique Rocha Monroy a simple solicitud del
Delegado Distrital Administrativo del Consejo de la Judicatura, Sergio Iriarte Rodríguez,
coadyuvado por el Presidente de la Corte Superior del Distrito, Rafael Barrero Martínez,
sin que exista un proceso judicial o antecedente de mejor derecho propietario. Que así
también la Alcaldía Municipal de La Paz, desconociendo sus propias determinaciones
administrativas y pese haber reconocido el derecho propietario que corresponde al Fondo
Mutual, ha ejecutado la ilegal orden judicial, expidiendo su Unidad de Fiscalización
Territorial los memorandos Nos. 210/2000 y 217/2000 que disponen la inmediata
paralización de obras, actos ilegales que violan su derecho propietario garantizado por el
art. 22 de la Constitución Política del Estado, causándoles graves e irreparables perjuicios
económicos.

Añade que extraoficialmente conocen que el argumento utilizado para lograr la paralización
de obras fue la aplicación de la Ley 1833 de 30 de marzo de 1998 que dispuso la
expropiación del terreno en cuestión a favor del Poder Judicial, pero aclara que la Ley 2037
de 24 de noviembre de 1999 deroga el párrafo primero, dejando sin efecto la expropiación,
no existiendo limitación alguna que impida el ejercicio del derecho propietario con el
antecedente de que el inmueble dejó de pertenecer al extinto Fondo Complementario de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos a partir del 25 de noviembre de 1996, fecha
en la que fue transferido a título de compra venta al Fondo Mutual de Trabajadores
Petroleros de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso es tramitado conforme a ley realizándose la


audiencia pública el 28 de agosto del año en curso, como consta del acta de fs. 62 a 63,
donde los recurridos exigen que el recurrente acredite su personería legal así como el poder
para asistir a la audiencia.
Por su parte, el recurrente señala que a tiempo de interponer el Recurso acompañó la
documentación que acredita su personería legal. Refiere que por Resolución No. 8/98 del
Comité Ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Petroleros de Bolivia fue
elegido Presidente de la Comisión Liquidadora, que esta Resolución y el Reglamento de
Liquidación del Fondo Mutual de Trabajadores Petroleros han sido homologadas por la
Resolución Administrativa No. 015/98 de 25 de noviembre de 1998 emitida por la
Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 64, por la
que resuelve rechazar el Recurso con el fundamento de que el recurrente no tiene
personería suficiente para interponer el Recurso de Amparo al no contar con poder
suficiente y expreso.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional sólo puede ser rechazado


por el Tribunal o Juez del Recurso, cuando éste compruebe, a tiempo de admitir el mismo
que el recurrente no ha cumplido con los requisitos de forma y contenido exigidos en el art.
97 de la Ley Nº 1836 para que éstos sean subsanados en el plazo de 48 horas, sin ulterior
recurso.

Que en el caso de autos, se ha admitido el Recurso de Amparo por la Sala Social y


Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz al considerar que el
recurrente cumplió, en la interposición del Recurso con los requisitos formales y de
contenido. Sin embargo, el Recurso es rechazado en sentencia por la inobservancia de un
requisito de forma que debió ser observado en la admisión del Recurso, conforme lo
dispone claramente el art. 98 de la Ley No. 1836.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, ANULA obrados hasta fs.55 inclusive, debiendo el Tribunal de Amparo
observar lo establecido por los arts. 97 y 98 de la Ley del Tribunal Constitucional.
OO
Regístrese y devuélvase.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 922/2000-R

No firma el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas
MAGISTRADO MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-01544-04-RAC

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 249/2000-CA

Partes: Milton López Pardo en representación del Fondo Mutual de Trabajadores Petroleros
de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) contra el Dr. Rafael Barrero
Martínez, Presidente de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, Juan del Granado
Cossio, Alcalde Municipal de la ciudad de La Paz y Enrique Rocha Monroy, Juez Décimo
de Instrucción en lo Civil.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional.
Fecha: 29 de noviembre de 2000

VISTOS: El Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Milton López Pardo en


representación del Fondo Mutual de Trabajadores Petroleros de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales Bolivianos (YPFB) contra el Dr. Rafael Barrero Martinez, Presidente de la Corte
Superior del Distrito Judicial de La Paz, Juan del Granado Cossio, Alcalde Municipal de la
ciudad de La Paz y Enrique Rocha Monroy, Juez Décimo de Instrucción en lo Civil; y,

CONSIDERANDO: Que el recurrente por memorial de fojas 21 interpuso Recurso de


Amparo Constitucional el mismo que fue admitido por auto de 25 de agosto de 2000
suscrito por los Conjueces de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, convocados
al efecto.

Que, pronunciada la Resolución Nº 28/2000 SSA-II de 28 de agosto de 2000, la misma es


elevada en revisión ante este Tribunal dictándose la Sentencia Constitucional Nº 922/2000-
R que anula obrados hasta fs. 55, disponiendo que el Tribunal de Amparo observe lo
establecido por los arts. 97 y 98 de la Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO: Que, devuelto el expediente al Tribunal de origen, el mismo dispone


por Auto de 17 de octubre de 2000 que el recurrente acredite personería suficiente para la
interposición del presente Recurso de Amparo Constitucional dentro del plazo de 48 horas,
por lo cual el recurrente en la misma fecha adjunta el poder general Nº 138/2000 de 2 de
octubre de 2000.

Que, mediante Auto Nº 278/2000 SSA-II de 18 de octubre de 2000 los Conjueces de la


Corte Superior del Distrito Judicial de la Paz rechazan el Recurso de Amparo
Constitucional interpuesto por Miltón López Pardo por no acreditar su personería en razón -
señalan- a que el referido poder es general y no expreso, específico ni suficiente.

CONSIDERANDO: Que, de la revisión y debida compulsa de los antecedentes se establece


lo siguiente:
a) El poder Nº 138/2000 de 2 de octubre de 2000, cursante de fs. 72 a 79 es otorgado a
favor de los miembros de la Comisión Liquidadora del Fondo Mutual de Trabajadores
Petroleros de YPFB, Tomás Milton López Pardo, Presidente y Saturnino Morales Quiroga,
Administrador, por la Federación de Trabajadores Petroleros de Bolivia representada por su
Secretario Ejecutivo, Hugo Castedo Suárez y su Secretario General, Hugo Sologuren
Lahore, persona jurídica distinta al Fondo Mutual de Trabajadores Petroleros de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, entidad con personería jurídica reconocida
por Resolución Suprema Nº 213295 de 30 de septiembre de 1993, la misma que dice ser la
dueña del lote de terreno en cuestión y persona jurídica que se considera agraviada por los
actos y resoluciones de las autoridades recurridas.

b) Que, el representante de una persona colectiva está obligado a demostrar que ostenta la
representación invocada de manera clara e inequívoca, la misma que debe constar en los
instrumentos cuyo establecimiento y reglamentación forman parte del reconocimiento de su
personalidad jurídica, además de ser especial para el caso y no general lo que no se ha dado
en el presente recurso.

CONSIDERANDO: Que, el art. 97 de la Ley Nº 1836 enumera los requisitos de forma y


contenido del Recurso de Amparo, señalando en su numeral I como uno de los requisitos, el
de acreditar la personería del recurrente. Que no obstante habérsele dado al recurrente el
plazo de 48 horas previsto por el art. 98 de la Ley Nº 1836 para que subsane el requisito
formal de acreditar legalmente su personería, no lo ha hecho.

Que, en consecuencia el Tribunal de Amparo, aunque con otros fundamentos, ha aplicado


correctamente el art. 98 de la del Tribunal Constitucional al haber rechazado por Auto de
18 de octubre de 2000, el recurso interpuesto por Miltón López Pardo en su calidad de
Presidente Liquidador de la Comisión Liquidadora del Fondo Mutual de Trabajadores
Petroleros de Y.P.F.B.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en virtud de la


atribución conferida por el art. 31.1)
de la Ley Nº 1836, APRUEBA el rechazo contenido en el Auto Nº 278/2000 SSA-II de 18
de octubre de 2000, cursante a fs. 81 del expediente.

Regístrese, hágase saber y devuélvase.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. René Baldivieso Guzmán Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

Dr. Felipe Tredinnick Abasto


MAGISTRADO

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 926/00-R

Expediente: 2000-01545-04-RAC
Partes: María Mercedes del Rosario Ascarrunz Mercado contra Jaime Gallo Garabito,
Presidente Ejecutivo de la Caja Nacional de Salud (CNS).
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Fecha: 6 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 41 a 42 pronunciada en 28 de agosto de 2000


dictada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz,
dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por María Mercedes del Rosario
Ascarrunz Mercado contra Jaime Gallo Garabito, Presidente Ejecutivo de la Caja Nacional
de Salud, los antecedentes que cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que en el memorial de fs. 28 a 31, la recurrente manifiesta que ha


trabajado en la Caja Nacional de Salud en diversos cargos desde 1980 hasta 1993, habiendo
sido actualmente reincorporada a la institución con el cargo de Jefe Nacional de Dietología
a.i. conforme establece el Reglamento Interno de Personal de la CNS, con el
reconocimiento de su antigüedad, bono de antigüedad y vacaciones.

Señala que se presentó a la Convocatoria N° 001/2000 para el Concurso de Méritos,


Examen de Competencia y Defensa de Monografía para el cargo de Jefe Nacional de
Dietología, que interinamente ocupa, cumpliendo con todos los requisitos. Indica que no
obstante que el segundo requisito exige tener una "antigüedad mínima de cuatro años en la
institución acreditada mediante Certificado actualizado extendido por el Departamento de
Recursos Humanos de la CNS", por Nota N° 0369 de 21 de junio de 2000, se le hace
conocer que para el caso de Convocatoria cerrada institucional se debe presentar un
certificado que acredite una antigüedad de servicios mínima de tres años continuos a la
fecha de la convocatoria, conforme al art. 18-f) del Reglamento de Concurso de Méritos y
Examen de Competencia del Colegio Nacional de Nutricionistas y Dietistas de Bolivia
aprobado en el VI Congreso Nacional, exigencia totalmente ilegal toda vez que el
mencionado Reglamento aún no entró en vigencia, no fue aprobado por el Ministerio de
Salud mediante Resolución Suprema, ni publicado hasta el presente, más aún si la
convocatoria no ha sido legalmente modificada y tampoco se basa en el nuevo Reglamento,
haciendo notar que los arts. 6 y 17 del Reglamento vigente no menciona como requisito los
tres años continuos.

Afirma que fue inhabilitada por el Tribunal Calificador por no haber cumplido con el
requisito de la antigüedad de tres años continuos en la institución, frente a lo cual, al tener
su persona una antigüedad de trece años y cumplir superabundantemente con el requisito
señalado, interpuso apelación, habiéndose confirmado su inhabilitación en esa instancia, no
teniendo otro recurso o medio legal para hacer valer sus derechos. Asevera que su
descalificación viola los arts. 156, 157, 158 y 162 de la Constitución, por lo que pide se
declare procedente el Recurso y consecuentemente, se disponga la aplicación obligatoria de
la Convocatoria N° 001/2000 de la CNS así como su habilitación inmediata al Concurso de
Méritos para el cargo de Jefe Nacional de Dietología de la CNS.

CONSIDERANDO: Que, planteado el Recurso es tramitado conforme a Ley, realizándose


la correspondiente audiencia pública en ausencia de la autoridad recurrida, el día 28 de
agosto de 2000, cual consta en el acta de fs. 37 a 40 de obrados, donde el abogado de la
parte recurrente ratificó íntegramente el tenor de la demanda, poniendo presente que el
Recurso de apelación contra el Tribunal Calificador lo conoció el Presidente de la Caja,
quien ratificó la inhabilitación impugnada.

Acto seguido, por la vía informativa se recibió el informe del Jefe del Departamento de
Enseñanza e Investigación de la CNS, quien expresó que todo Concurso de Competencia se
rige por el Reglamento del Colegio de Nutricionistas, ya que el mismo tiene que ser
valorado basándose en los parámetros de ese Colegio; añadió que el tribunal calificador es
autónomo y su trabajo no puede ser interferido por ninguna autoridad, siendo su Presidente
el responsable de todos los actos del Tribunal Calificador. Aclaró que el Dr. Jaime Gallo no
fungió como Presidente ni como miembro del Tribunal Calificador, que inhabilitó a la
recurrente por no tener los tres años continuos al momento de la convocatoria, teniendo sus
fallos calidad de cosa juzgada.

Concluida la audiencia, el Juez de Amparo dictó resolución de fs. 41 a 42 declarando


IMPROCEDENTE el Amparo Constitucional con el fundamento de que la autoridad
demandada no dictó la Resolución de inhabilitación contra la recurrente, careciendo en
consecuencia de personería para informar en derecho sobre el presente Recurso, de donde
se infiere que no se han vulnerado los arts. 19 de la Constitución y 94 de la Ley N° 1836.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente se evidencian los siguientes extremos:
1.- Que la recurrente tiene una antigüedad de 16 años, 0 meses y 20 días, tomando en
cuenta un primer período de 13 años, un mes y 5 días y un segundo período de 3 meses y 5
días, como acredita el certificado del Departamento Nacional de Recursos Humanos (fs.
14).

2.- Que la recurrente se presenta a la Convocatoria N° 001/2000 para Concurso de Méritos,


Examen de Competencia y Defensa de Monografía, de la que es inhabilitada por el
Tribunal Calificador al no cumplir con la antigüedad mínima requerida por la convocatoria,
en la forma establecida por el art. 18-f) del Reglamento de Concurso de Méritos y Examen
de Competencia del Colegio Nacional de Dietistas y Nutricionistas (fs. 2, 10-11).

3.- Que efectuada la representación correspondiente por parte de la recurrente, su


inhabilitación fue confirmada por el Tribunal Calificador, haciéndosele conocer esta
medida mediante nota de 28 de junio de 2000 (fs. 12-13).
4.- Que contra la anterior Resolución, la recurrente interpuso Recurso de apelación ante el
Presidente de la Caja Nacional de Salud, ahora recurrido, quien le hizo conocer que en
cumplimiento al art. 32 del Reglamento del Colegio Nacional de Dietistas y Nutricionistas,
después de efectuadas las revisiones y observaciones, el fallo del Tribunal Calificador es
inapelable (fs. 12-13, 15, 20 y 21).

CONSIDERANDO: Que la recurrente fue inhabilitada del Concurso de Méritos, Examen


de Competencia y Defensa de Monografía para el cargo que ocupaba interinamente por el
Tribunal Calificador compuesto conforme al art. 10 del Reglamento de Concurso de
Méritos y del que la autoridad recurrida no fue parte integrante.

Que en mérito a lo señalado, es evidente que la recurrente ha dirigido equivocadamente la


acción contra la autoridad demandada, quien no ha participado en su inhabilitación y menos
se ha pronunciado en forma alguna al respecto. Que en consecuencia, la autoridad recurrida
carece de personería para ser demandada, circunstancia que determina la improcedencia del
Recurso.

Que el Tribunal de Amparo al haber declarado IMPROCEDENTE el Recurso, ha


interpretado a cabalidad el art. 19 de la Constitución Política del Estado así como las
normas aplicables al presente asunto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts.94 y
102-V de la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución revisada.

Regístrese y devuélvase.

No interviene el magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.


Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán
PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 921/2000-R

expediente: 2000-01549-04-RAC
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Partes: Enrique Jauregui Ortega contra Jaime Gallo Garabito y Jaime J. Ascarrunz Eduardo,
Presidente y Gerente General de la Caja Nacional de Salud respectivamente.
Lugar y Fecha: Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 78 a 79 de 29 de agosto de 2000 pronunciada


por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de La
Paz, dentro del recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Enrique Jauregui Ortega
contra Jaime Gallo Garabito y Jaime J. Ascarrunz Eduardo, Presidente y Gerente General
de la Caja Nacional de Salud respectivamente,los antecedentes que cursan en el expediente;
y,

CONSIDERANDO: Que por memorial cursante de fs. 46 a 49 de obrados, presentado el 28


de agosto de 2000, el recurrente manifiesta que el 1ro. de septiembre de 1997 fue designado
Jefe del Departamento Jurídico de la Caja Nacional de Salud, cargo que ha ocupado hasta el
9 de agosto del año en curso cuando por memorando No. 818, firmado por las autoridades
recurridas se dispone su retiro forzoso por "incumplimiento a ordenes superiores y
negligencia en el desempeño de sus funciones, con relación a las instrucciones impartidas
sobre ejecución de las conclusiones y recomendaciones contenidas en los informes del
INASES DFIS-60-02-016/99 y DFIS-60-02-019/99" (sic) informes referidos a
irregularidades en la adjudicación del Policlínico "10 de Febrero" en la ciudad de Oruro y
la adquisición de ambulancias y vehículos.

Refiere que los aludidos informes determinan responsabilidad ejecutiva para el entonces
Presidente de la C.N.S. y responsabilidad administrativa para otros funcionarios jerárquicos
como el entonces Gerente General, Gerente de Servicios Generales, Abogado Asesor del
Departamento de Compras y otros tres Jefes de Departamento como miembros de la
Comisión Calificadora que intervino en el proceso de licitación y adjudicación, aclarando
que su persona no formó parte de esa comisión. Señala que el dictamen jurídico del
INASES sugiere se inicie sumario administrativo contra los funcionarios a quienes se les
atribuye responsabilidad administrativa, señalando erróneamente que el Departamento
Jurídico de la C.N.S. debía llevar adelante el mismo; mediante Cite No. 1151 el 31 de
agosto de 1999 representó este error ante la Gerencia General aclarando que por imperio
del art. 67 del D.S. 23318-A correspondía seguir el sumario al Asesor Principal de la
entidad que ejerce tuición por lo que los antecedentes fueron remitidos al Ministerio de
Salud y Previsión Social.

Añade que, no obstante las explicaciones estrictamente jurídicas, la existencia de las


auditorias y las supuestas responsabilidades atribuidas a algunos funcionarios dan lugar a
una publicación de prensa escandalosa, a cuya consecuencia las autoridades de la C.N.S
instruyen la destitución de los miembros de la Comisión Calificadora que intervino en
procedimientos observados y de paso se ensañan con su persona disponiendo en forma
arbitraria su destitución sin que exista un proceso previo, presumiendo su culpabilidad,
violando su derecho a defensa y al trabajo por lo que interpone el presente Recurso.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 29 de agosto del año en curso, como consta del acta de fs. 76 a 77, donde el
recurrente reitera los términos de su demanda.

Por su parte, las autoridades recurridas a través del informe escrito leído en audiencia
cursante de fs. 69 a 73 señalan que mediante recordatorios de 27 de agosto de 1999, 14 de
diciembre de 1999 y 3 de agosto de 2000 instruyeron al recurrente, entonces Jefe del
Departamento Jurídico, la instauración de Sumario Administrativo en el plazo fijado por la
Ley 1178, según nómina consignada en el informe del INASES. Refieren que el recurrente
mediante Cite No. 1151, dirigido a la Gerencia General representó esta instrucción en
sentido de que correspondía al Asesor del ente tutor -Ministerio de Salud y Previsión
Social- llevar adelante el procedimiento de acuerdo a lo dispuesto por el art. 67 del D.S.
No. 23318-A, aseveración desvirtuada ya que según el artículo en cuestión, solamente un
funcionario de la Caja Nacional de Salud estaba comprendido en él -el abogado de
compras-, en mérito a un dictamen legal elaborado por el recurrente, sin contemplar esta
"franquicia legal", en observancia del art. 16 de la Ley General del Trabajo concordante
con el art. 9 de su Reglamento. Añade que en el caso concreto, el incumplimiento a órdenes
superiores ha motivado el retiro del recurrente de la institución, al amparo de la Ley
General del Trabajo, su Reglamento y el D.S. 21060, no existiendo acto ilegal que restrinja
o suprima derechos y garantías del recurrente, teniendo éste a su disposición expedita la vía
laboral, por lo que piden se declare improcedente el Recurso.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 78 a 79,


declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que "La Caja Nacional de Salud
se encuentra sometida al régimen previsto en la Ley General del Trabajo, por lo cual el
recurrente debía ocurrir ante la judicatura laboral para hacer prevalecer sus derechos por el
retiro del que fue objeto, por ser facultad privativa reconocida por el art. 152 inc. 6) de la
Ley de Organización Judicial, de donde el presente recurso de Amparo Constitucional
resulta improcedente, ya que no es sustitutivo de otros medios o recursos legales siendo
innecesario pronunciarse sobre el fondo del recurso"(sic).

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que el recurrente fue designado el 1ro. de septiembre de 1997 Jefe del Departamento
Jurídico de la Caja Nacional de Salud.

2. Que como emergencia de la Auditoria Especial levantada por el INASES respecto de la


licitación pública No. DA-025/98-L para la adquisición de vehículos y ambulancias, se
elaboran los informes correspondientes estableciéndose en el de Asesoría Jurídica, en su
punto R.3, la responsabilidad administrativa contra ex ejecutivos y actuales funcionarios de
la C.N.S., recomendando la instauración de proceso interno por la C.N.S. de acuerdo a lo
determinado por el art. 17 y siguientes del D.S.Nº 23318-A, en el plazo fijado por la Ley
1178 (fs. 40).

3. Que mediante memorandos de 27 de agosto, 14 de diciembre de 1999 y 3 de agosto de


2000, el Ing. Jaime J. Ascarrunz, Gerente General de la Caja Nacional de Salud, instruye al
recurrente la instauración de proceso administrativo interno contra ex funcionarios y
actuales, según nómina contenida en el informe de INASES DFIS-60-02 019/99
complementario al DFIS-60-02 013/99 -Auditoría Especial Licitación Pública Nº DA-
025/98-L .

4. Que el recurrente, mediante nota No. 1151 de 31 de agosto de 1999, representa la


institución señalando que hubo "confusión en el Dictamen de Asesoría Jurídica del
INASES al indicar que el sumario administrativo debe efectuarse en la C.N.S., ignorando lo
dispuesto por el art. 67 del D.S. No. 23318-A, que establece que tal obligación le
corresponde al abogado principal de la entidad que ejerce tuición, en el caso, el Ministerio
de Salud y Previsión Social (fs. 6).

5. Que por memorando No. 818 de 9 de agosto de 2000 se prescinde de los servicios del
recurrente "por incumplimiento a órdenes superiores y negligencia en el desempeño de sus
funciones, con relación a las instrucciones impartidas sobre la ejecución de las conclusiones
y recomendaciones contenidas en los informes del INASES DFIS-60-02-016/99 y DFIS-
60-02-019/99" (sic). (fs. 1).

6. Que considerando ilegal su destitución el recurrente interpone el presente recurso porque


se ha vulnerado su derecho a defensa, al debido proceso y al trabajo.

CONSIDERANDO: Que, la Institución recurrida, prescindió de los servicios del recurrente


el 9 de agosto de 2000 por incumplimiento de órdenes superiores y negligencia en el
desempeño de sus funciones, sin haberlo sometido al proceso administrativo interno
establecido en los arts. 18 y siguientes del D.S. 23318-A de 3 de noviembre de 1992
-"Reglamento de la Responsabilidad por la Función Pública"-. Que dichas disposiciones
conforme lo dispone el art. 2º se aplican de manera independiente y sin perjuicio de las
normas legales que regulan las relaciones de orden laboral, es decir, al margen de cualquier
acción judicial que pudiera plantearse en el ámbito de la Ley General del Trabajo a cuyo
régimen está sometida la Caja Nacional de Salud. Al no haberse procedido de esa manera
se ha vulnerando el derecho al debido proceso contenido en el art. 16-IV de la Constitución
Política del Estado, que no es sólo aplicable a los procesos penales sino también a los
administrativos.

Que el recurso de amparo constitucional que prevé el art. 19 de la Constitución Política del
Estado tiene por objeto preservar los derechos fundamentales de la persona ante actos u
omisiones de funcionarios o particulares que supriman o amenacen restringir o suprimir
tales derechos, situación que se ha dado en el presente caso, al haberse procedido al retiro
forzoso del recurrente sin haber sido previamente sometido al proceso administrativo
interno dispuesto por el citado D.S. 23318-A.

Que la Corte de Amparo al haber declarado IMPROCEDENTE el Recurso no ha evaluado


correctamente los datos del proceso, las normas aplicables al caso y los alcances del art. 19
de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución revisada y declara PROCEDENTE el recurso de
Amparo disponiendo la reincorporación inmediata del recurrente a sus funciones, sin
perjuicio de que se sustancie el proceso administrativo interno correspondiente.

Regístrese y devuélvase.

No firma el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 931/00-R

Expediente : 2000-01559-04-RAC
Partes : Renato Roca Cuellar contra Angel
Encinas García, Fiscal Adscrito a
La Policía Técnica Judicial, Samuel
Ortega Castrillo y Jorge Zeballos,
Funcionarios Policiales.
Materia : AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito : Santa Cruz
Lugar y fecha : Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrado Relator : Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 201 vta.-202 dictada en 28 de agosto de 2000 por
la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz, dentro del Recurso
de Amparo Constitucional interpuesto por Renato Roca Cuellar contra Angel Encinas
García, Fiscal de la Policía Técnica Judicial, Samuel Ortega Castrillo, Capitán de Policía y
Jorge Zeballos, Mayor de Policía, los antecedentes del proceso; y

CONSIDERANDO: Que mediante memorial de fs. 19-21 el recurrente indica que el 18 de


agosto de este año agentes dependientes de la FELCN al mando del Fiscal Mario Cadima
Cano procedieron a efectuar allanamiento y requisa en dependencias de la casa comercial
"La Jara Import-Export" ubicada en calle Bolívar N° 458 de la que es propietario-gerente,
operativo que fue practicado sin orden judicial como lo establecen los arts. 191, 192 y 84
del Código de Procedimiento Penal.

Manifiesta, luego, que al no encontrarse sustancias prohibidas en el recinto, de acuerdo a la


Ley N° 1008, estos funcionarios procedieron a incautar municiones legalmente internadas
al país, de donde un Capitán de la Policía interpuso denuncia contra los autores, cómplices
y encubridores, por el delito de fabricación, comercio o tenenencia de explosivos, delitos
tipificados por el art. 211 del Código Penal.

Añade el recurrente, que ante la negativa del Fiscal Angel Encinas del rechazo de la falsa
denuncia, se vio en la necesidad de solicitar al Juez Séptimo de Instrucción -en medida
cautelar- la devolución de las municiones incautadas, habiendo ordenado esta autoridad por
Auto de 24 de agosto de este año a las autoridades policiales recurridas, la inmediata
devolución y entrega de la munición incautada a su propietario, ahora recurrente

Señala en el Recurso que la importación de armas y municiones destinadas a la caza y


pesca son importadas en forma periódica con la autorización del Ministerio de Defensa
Nacional y conforme al Arancel de Importaciones contenidas en el D. S. N° 05789 de 8 de
mayo de 1961, indicando que es la rama militar que tiene atribuciones de autorización,
control y supervigilancia.

Que ante los agravios inferidos por los actos ilegales y arbitrarios de la FELCN y de la
Policía Técnica Judicial y al haberse restringido y suprimido su derecho al trabajo lícito
reconocido por los arts. 7-d) y 8 de la Constitución Política del Estado interpone el presente
Recurso de Amparo Constitucional contra Angel Encinas, Fiscal Adscrito a la Policía
Técnica Judicial y los policías Samuel Ortega Castrillo, y Jorge Zeballos, pidiendo se
declare procedente el Recurso y se le restituyan las municiones ilegalmente incautadas.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. En la audiencia que se efectúa en 28 de agosto de 2000, el abogado del recurrente ratifica


los términos de la demanda, indicando que la prueba anexa al Recurso es más que
suficiente, para acreditar la inexistencia de ilicitud, frente a un atropello a su actividad
comercial en el rubro de importaciones de armas y municiones, destinadas a los fines de
caza y pesca con la debida autorización del Ministerio de Defensa, conforme al D.S. N°
05789 de 8 de mayo de 1961. Señala que las autoridades recurridas han actuado sin
jurisdicción ni competencia, con abuso de poder, habiendo restringido su derecho al
trabajo, más aun cuando el Fiscal recurrido no da cumplimiento a la resolución emitida por
el Juez cautelar, por lo que pide se declare procedente el Recurso interpuesto.

2. A su vez, el Fiscal recurrido señala que su única actuación fue la de presentar un Recurso
de apelación contra la resolución dictada por el Juez cautelar, el mismo que se encuentra
pendiente de resolución. Por su parte, el asesor legal de la Policía Técnica Judicial
manifiesta que es cierto que en principio la FELCN realizó un operativo que fue derivado a
la Policía Técnica Judicial y que lo único que hicieron los recurridos fue elaborar un
informe al Fiscal, no cometiendo ningún acto ilegal.

El representante del Ministerio Público manifiesta que en la presunta comisión de un delito


el Fiscal y la Policía Técnica Judicial pueden investigar. Sin embargo, aclara que el Fiscal
recurrido al desobedecer el mandato judicial del Juez cautelar que ordena la devolución de
las municiones al recurrente, como dispone el Auto de 24 de agosto de 2000, significa una
grave omisión, por lo que requiere se declare procedente el Recurso y se disponga la
devolución de las municiones conforme a lo ordenado.

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo en virtud de los antecedentes


expuestos, dicta Resolución a fs. 201 vta.-202 declarando procedente el Recurso planteado
con el fundamento de haberse acreditado la licitud de la internación de municiones de la
casa comercial "La Jara Import-Export" y haber dispuesto el Juez cautelar la entrega de los
bienes incautados, debiendo el Fiscal dar cumplimiento a esa resolución, porque su
apelación ha sido efectuada en el efecto devolutivo.

CONSIDERANDO: Que revisados los antecedentes, se evidencian los siguientes extremos:

a) A requerimiento del Fiscal de Materia de Sustancias Controladas, el Juez Séptimo de


Instrucción en lo Penal, dentro del ámbito de aplicación de la Ley N° 1008, ordena
allanamiento y requisa del domicilio de Renato Roca Cuellar ubicado en la calle Bolívar N°
458 de Santa Cruz. Pese a no haberse encontrado sustancia alguna se procede a la
incautación de municiones de la casa comercial "La Jara Import-Export" y posterior
denuncia de oficio por la Policía Técnica Judicial, por la supuesta comisión del delito
previsto en el art. 211 del Código Penal y se lo incrimina por fabricación, comercio o
tenencia de sustancias explosivas, etc.

b) A petición del propietario (ahora recurrente), el mismo Juez, considerando "el legítimo
derecho de propiedad de municiones ilegalmente incautadas, como asimismo la
autorización para su legal importación", en medida cautelar, de 24 de agosto de este año (fs.
18 de obrados), "ordena" al Fiscal Angel Encinas García y al Jefe de la División contra el
Crimen organizado, la inmediata devolución y entrega al recurrente de las armas y
municiones retenidas dentro de las Diligencias de Policía Judicial, por estar legalmente
importadas.

c) El Juez Instructor en lo Penal dispone como medida cautelar la entrega de los bienes
incautados. Notificado con esta Resolución el Fiscal recurrido formula apelación incidental
a fs. 197, en el efecto devolutivo previsto por el art. 251 del nuevo Código de
Procedimiento Penal, puesto que no suspende la competencia del Juez apelado quien debe
hacer cumplir su decisión, ordenando que la parte victoriosa, ahora recurrente, otorgue la
caución de Ley, para el caso en que pueda revocarse dicha resolución.

CONSIDERANDO: Que al no haberse procedido a la devolución de las municiones


descritas en el acta de incautación de 16 de agosto de 2000, ordenada por el Juez Instructor
en lo Penal, el recurrente, Renato Roca Cuellar propietario de la casa comercial "La Jara
Import, Export" (fs. 7), las autoridades recurridas han restringido el derecho al trabajo y al
ejercicio del comercio reconocido por el art. 7-d) y 8-b) de la Constitución Política del
Estado. En consecuencia, el Tribunal de Amparo al haber declarado procedente el Recurso
ha dado correcta aplicación al art. 19 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
N° 1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 201 vta.-202 de 28 de agosto de 2000 dictada por
la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 925/00-R

Expediente: 2000-01564-04-RAC
Partes: Severino Contreras Choquecallata, Plácido Colque Choque, Néstor Ticona Mollo,
Félix Choque, Faustino Yucra Flores en representación de la Asociación Gremial de
Matarifes Bartolina Sisa contra Jaime Ticona Hurtado, Alcalde Municipal de Huanuni
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Oruro
Fecha: 6 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 52 vta. a 53 pronunciada en 30 de agosto de


2000 por el Juez de Partido de las Provincias Pantaleón Dalence y Poopó, (Huanuni), del
Departamento de Oruro, los antecedentes que cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que en el memorial de fs. 20 a 21, los recurrentes manifiestan que el


Alcalde Municipal de Huanuni, Jaime Ticona Hurtado, está obteniendo, reteniendo y
vendiendo indebidamente la corambre del Matadero Municipal de ese municipio, que es de
propiedad de los matarifes organizados en la asociación; expresan que con esta actuación
ilícita la indicada autoridad está ocasionando perjuicios económicos a todos los afiliados
que utilizan los servicios del Matadero, sin que hasta la fecha haya dado curso a los
reclamos y representaciones efectuadas. Agregan que no están obligados a pagar ningún
impuesto, de conformidad a lo previsto por los arts. 26, 32 y 229 de la Constitución Política
del Estado, máxime si todos los gravámenes sobre productos agropecuarios fueron
abrogados y derogados por los arts. 92 y 95 de la Ley Nª 843, estando garantizado el libre
tránsito de estos productos con la supresión de las aduanillas como queda establecido por
los arts. 77 y 157 del D.S. 21060.

Por lo expuesto, piden se declare procedente el Recurso y en consecuencia, se declare la


vigencia de los arts. 77 y 157 del D.S. 21060, 92 y 95 de la Ley Nº 843 e igualmente se
ordene la supresión del impuesto a la corambre en especie y la devolución de los 300
cueros que se encuentran en el depósito del Matadero Municipal.
CONSIDERANDO: Que, planteado el Recurso es tramitado conforme a Ley, realizándose
la correspondiente audiencia pública el día 30 de agosto de 2000, cual consta en el acta de
fs. 46 a 53 de obrados, donde el abogado de la parte recurrente ratifica íntegramente el
tenor de la demanda y la amplía señalando que el cuero crudo es de propiedad de los
matarifes como preceptúan las normas legales desde 1986 y así lo han reconocido todos los
departamentos del país, sin embargo, en forma insólita en la población de Huanuni se
continúa cobrando impuesto a la corambre incurriendo en una doble tributación, añadiendo
que los arts. 92 y 95 de la Ley 843 han abolido los impuestos en especie, por lo que pide se
declare la procedencia del Recurso.

Acto seguido, la autoridad recurrida informó que los municipios son autónomos y en este
caso la Alcaldía está actuando con equidad y con un fin lícito pues los aranceles de la
corambre que ascienden a Bs. 150.- no están siendo cumplidos por los matarifes, lo que ha
motivado que el municipio venda esta corambre con el objeto de construir un Matadero
adecuado para la población, cuyo proyecto va a ser entregado en sesenta días. Añade que la
corambre sirve como pago del camalaje, y está destinado a los sueldos del personal, serenos
y otros servicios del Matadero.

Concluida la audiencia, el Juez de Amparo dicta Resolución de fs. 52 vta. a 53, que declara
procedente el Amparo Constitucional con el fundamento de que el art. 95 de la Ley 843 ha
suprimido el impuesto a la corambre como estímulo al sector pecuario, prohibiendo los
tributos en especie, habiendo por tanto la autoridad recurrida conculcado el art. 26 y 153-II
de la Constitución Política del Estado.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente se evidencian los siguientes extremos:

1.- Que la Alcaldía Municipal de Huanuni, aduciendo la falta de pago de tributos por parte
de los recurrentes, ha retenido la corambre en calidad de tributo de camalaje, con el objeto
de destinar el producto de su venta a la construcción de un nuevo Matadero así como al
pago de sueldos y otros rubros referentes al mantenimiento del Matadero Municipal (fs. 46-
50).

2.- Que el municipio de Huanuni convocó a licitación pública para la adjudicación de 110
piezas de cuero de res existentes en el Camal Municipal, frente a lo cual los recurrentes
presentaron sus reclamos, los mismos que no fueron atendidos (fs. 13 y 28).

CONSIDERANDO: Que el art. 92 de la Ley 843 abrogó toda norma legal, reglamentaria y
administrativa sobre impuestos a los productos agropecuarios, entre los cuales figura el
impuesto a la corambre, no pudiendo ampararse la autoridad recurrida en la autonomía
municipal reconocida por el art. 201-I de la Constitución Política del Estado para crear
impuestos u otras cargas en especie, en contravención a las normas legales vigentes.

Que en el caso de autos, la Alcaldía de Huanuni ha procedido en forma totalmente ilegal al


haber retenido los cueros de los ganados faenados por los matarifes, en calidad de pago de
un supuesto tributo, sin demostrar previamente que la Asociación demandante adeudara por
ese concepto suma alguna ni presentar la Ordenanza Municipal que le faculte a implantar
una tasa sobre el faenado debidamente aprobada por el Senado, de conformidad con el art.
201-I de la Constitución concordante con el art. 105 de la Ley N° 2028. Que asimismo, al
ofrecer en licitación pública los cueros retenidos sobre los que no detenta ningún derecho
propietario, ha cometido otra arbitrariedad, que violenta las garantías consagradas por el
art. 26 de la Constitución; según el cual "los impuestos municipales son obligatorios
cuando en su creación han sido observados los requisitos constitucionales".

Que el Juez de Amparo al haber declarado PROCEDENTE el Recurso, ha interpretado a


cabalidad el art. 19 de la Constitución Política del Estado así como las normas aplicables al
presente asunto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts.94 y
102-V de la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución revisada.

Regístrese y hágase saber.

No interviene el magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 930/00 - R


Expediente : 2000-01609-04-RHC
Materia : HABEAS CORPUS
Partes : Pedro Quispe Aro contra Miguel
Calderon, Juez de Partido en lo
Penal de El Alto
Distrito : La Paz
Lugar y Fecha : Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrado Relator : Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 34-36 dictada por el Juez Tercero de Partido en lo
Penal de la ciudad de La Paz, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Pedro
Quispe Aro contra Miguel Calderón, Juez de Partido en lo Penal de la ciudad de El Alto,
los antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que el recurrente, en su demanda de fs. 5-6 de 7 de septiembre de


2000 indica que se encuentra detenido en el penal de San Pedro desde el 21 de enero de
1998, o sea por un tiempo de dos años 7 meses y dieciséis días, y que recién se dictó
sentencia condenatoria en su contra a los dos años y 7 meses por el delito de complicidad
en un delito de asesinato. Añade que en 1 de junio, antes de que dicte sentencia, solicitó la
cesación de la detención preventiva por haber transcurrido más de 24 meses de detención
sin haberse dictado sentencia y que después de haber presentado varios memoriales
solicitando audiencia, a los tres meses, en 1 de septiembre de este año se efectuó dicha
audiencia en la que el Juez recurrido rechazó su solicitud con el argumento de que
permanecían el riesgo de fuga y obstaculización a la averiguación de la verdad por lo que
no había lugar a la petición.

Anota, asimismo, que al negarle la solicitud no se tomó en cuenta el art. 239 inciso 3) de la
Ley Nº1970 o nuevo Código de Procedimiento Penal que no considera riesgo de fuga u
obstaculización a la averiguación de la verdad sino una sanción a la mora judicial,
constituyéndose su detención en indebida e ilegal. Concluye refiriéndose a la jurisprudencia
sentada por el Tribunal Constitucional sobre la procedencia del Recurso de Hábeas Corpus
para proteger el derecho a locomoción. Solicita se declare procedente el Recurso.

CONSIDERANDO: Que de fs. 9-20 cursan actuados que corresponden al juicio penal que
por el delito de asesinato seguido por el Ministerio Público contra el recurrente, entre los
que se destaca el informe elevado por el Secretario al Juez de Partido en el que hace constar
que la mayor parte de las suspensiones de audiencias son atribuibles a la ausencia del
representante de Gestión Social.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de los antecedentes que se


encuentran en obrados se establece lo siguiente:

1. En la audiencia efectuada el 9 de septiembre de 2000, según consta en el acta de fs. 27 a


33, el abogado del recurrente ratifica los términos de la demanda y agrega que recién en 1
de septiembre de este año se fijó la audiencia para considerar la solicitud de cesación de
detención preventiva fundada en el art. 239 inciso 3) de la Ley N° 1970. Reitera su pedido
de que se declare procedente el Recurso.
2. La autoridad recurrida, a su vez, expresa que la defensa retardó las audiencias que se
suspendieron 19 veces por causa del abogado y sus procesados, teniendo en cuenta,
además, que tiene mucho trabajo en El Alto. Añade que fue suspendido de sus funciones y
el proceso pasó a conocimiento de los jueces suplentes quienes debieron dictar sentencia.
Luego de otras breves referencias, indica el Juez recurrido que de acuerdo con el
requerimiento fiscal rechazó la solicitud de cesación de detención preventiva en razón de
existir sentencia condenatoria de prisión por 15 años, lo que dará lugar a que el recurrente
se dé a la fuga. Finalmente indica que el recurrente no apeló de la sentencia y que habiendo
sido notificado el recurrente con la misma, no se ha incurrido en ninguna detención ilegal o
arbitraria.

A tiempo de responder al Tribunal de Hábeas Corpus la autoridad judicial manifestó que el


recurrente no apeló de la sentencia condenatoria dictada en su contra por lo que fue
rechazado su pedido de cesación de detención preventiva. En cuanto a su respuesta al
Fiscal, manifiesta que la cesación de la detención fue planteada a tiempo de ponerse en
vigencia la Ley N° 1970, cuando él (Juez recurrido) se encontraba suspendido. Finalmente,
el Fiscal dictamina por la improcedencia del Recurso, porque el Hábeas Corpus no es
sustitutivo de otros medios legales.

3. A la conclusión de la audiencia el Juez de Hábeas Corpus dicta Sentencia declarando


procedente el Recurso con el fundamento de que el art. 239 inciso 2) y 3) de la Ley 1970,
dispone que la detención preventiva cesará cuando su duración exceda de 24 meses y exista
sentencia sin calidad de cosa juzgada, debiendo aplicarse las medidas sustitutivas previstas
por el art. 240 del nuevo Código de Procedimiento Penal.

CONSIDERANDO: Que el recurrente está sometido a un proceso penal por complicidad en


un delito de asesinato, en el que se ha dictado sentencia condenándolo a 15 años de presidio
fallo que no se encuentra ejecutoriado ni ha adquirido el valor de cosa juzgada, entre tanto
que el recurrente Pedro Quispe Aro se encuentra privado de su libertad hace 31 meses,
tomando en cuenta el certificado de fs. 4 otorgado por el encargado de archivo y kardex del
Recinto Penitenciario de San Pedro el 31 de enero del presente año, fecha hasta la cual
tenía un período de detención de más 24 meses.

CONSIDERANDO: Que en el caso que se examina el recurrente pide acogerse a la


cesación de la detención preventiva, prevista en el art. 239, inciso 3) del nuevo Código de
Procedimiento Penal, precepto que establece que la detención preventiva cesará "cuando su
duración exceda (...) de veinticuatro meses sin que (la sentencia dictada) hubiera adquirido
la calidad de cosa juzgada". Que la cesación de detención preventiva no sólo busca que el
encausado pueda beneficiarse con la libertad que le permita asumir su defensa, sino
también la celeridad en los procesos penales evitando que su duración prolongada
constituya una injustificada privación de libertad.

Que está demostrado que el recurrente ha llenado los requisitos del art. 239, inciso 3) del
nuevo Código de Procedimiento Penal, circunstancia que hace viable la cesación de su
detención preventiva.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los arts. 18-III , 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley N°
1836, con los fundamentos precedentemente expuestos, APRUEBA la Sentencia de fs. 34-
36 dictada por el Juez Tercero de Partido en lo Penal de la ciudad de La Paz.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 932/00-R

Expediente: 2000-01614-04-RHC
Partes: José H. Gutiérrez Guerra contra Mario Rivero Boyán, Nohra Zeballos del Barco y
Lucio Álvarez Escalier, Presidente y Vocales del I. Colegio de Abogados de La Paz,
respectivamente.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Fecha: 6 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución N° 32/2000 de fs. 17 y vta., de 13 de septiembre de


2000, pronunciada por la Sala Social - Administrativa Segunda de la Corte Superior de
Justicia de La Paz, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por José H. Gutiérrez
Guerra contra Mario Rivero Boyán, Nohra Zeballos del Barco y Lucio Álvarez Escalier,
Presidente y Vocales del I. Colegio de Abogados de La Paz, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que, mediante memorial de fs. 6 a 8, presentado en 12 de septiembre


de 2000, el recurrente expresa que fue denunciado en el Colegio de Abogados de La Paz
injusta e ilegalmente por las Sras. Magaly Fernández de Quezada y Mary Palao de Gómez
García, y que en el Tribunal de Honor se están sustanciando ambos procesos, el uno ya
concluido. Manifiesta que para asumir defensa, solicitó al Tribunal de Honor que le
extiendan fotocopias simples de todo lo obrado con relación a ambas denuncias, pero ese
Tribunal le niega reiteradamente franquearle esas simples fotocopias, obstruyendo así su
derecho a la defensa.

Indica el recurrente que si bien el art. 47 de la Ley de la Abogacía prohíbe revelar


antecedentes de los procesos que se sustancian en el Tribunal de Honor, se refiere
exclusivamente a terceras personas, pero no así a las partes procesales, requiriendo conocer
de qué se le acusa y cuáles son las pruebas que han determinado los injustos procesos en su
contra.

Señala que de acuerdo al art. 16-II de la Constitución Política, todo acusado tiene derecho a
la más amplia defensa; que la negativa a proporcionarle la documentación solicitada no
sólo significa violación a la Constitución Política del Estado, sino también a la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en su art. XI y a la Convención Americana sobre los
Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica) en su art. 8, incisos b) y c).

Manifiesta que al privarle a un colegiado las fotocopias de referencia, los recurridos violan
el art. 40, numerales 2 y 8 de la Ley de la Abogacía, porque lejos de velar por los derechos
de los abogados, atentan contra ellos, incurriendo en perjuicio, negativa y parcialización,
por lo que interpone el Recurso por procesamiento indebido e ilegal.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 13 de septiembre de 2000, conforme consta por el acta de fs. 13
a 16, en la que el recurrente se ratificó en los términos de su demanda, señalando que
interpone el Recurso porque esos dos procesos no cuentan con la garantía del debido
proceso, y que al no darse esas condiciones, se presenta la figura del procesamiento
indebido.

Por su parte, las autoridades recurridas informan que revisado el expediente de la denuncia
interpuesta por Magali Fernández de Quezada contra el recurrente por faltas a la ética
profesional, se evidencia que el Tribunal de Honor pronunció la respectiva Resolución por
la que se declaró probada la denuncia, imponiéndole una sanción temporal de un año de
suspensión del ejercicio de la profesión. Con esta Resolución se notificó al recurrente el 28
de agosto del presente año, aclarando que éste tiene en su poder las fotocopias de las piezas
principales desde la denuncia, y que él puede revisar el expediente en cualquier momento.
De esta Resolución, se formuló recurso de apelación, recurso que le fue concedido por ante
el Tribunal Nacional de Honor. En el otro proceso, el recurrente no asumió defensa en
ningún momento, habiéndosele declarado rebelde, notificándole con todas las providencias
y haciéndole conocer la denuncia.
Que concluida la audiencia, el Tribunal de Hábeas Corpus dicta la Resolución N° 32/2000
cursante a fs. 17 y vta., que declara IMPROCEDENTE el Recurso, con los siguientes
argumentos: a) que el art. 18 de la Constitución Política del Estado precautela la libertad de
las personas, y que en el caso de autos, el recurrente no se encuentra perseguido, detenido,
procesado o preso de manera arbitraria, ilegal o indebida; b) que el Tribunal de Honor del
Colegio de Abogados de La Paz actuó de acuerdo a lo establecido por los Arts. 45 y 47 de
la Ley de la Abogacía, que disponen la reserva de las actuaciones y prohíbe su publicidad,
orientada en resguardo del prestigio y honorabilidad del mismo profesional, y c) que el
Recurso de Hábeas Corpus no es sustitutivo de otros recursos e instancias donde el
recurrente puede hacer valer sus reclamos.

CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia


que:

1.- En el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados se sustancian dos procesos contra el
recurrente, habiéndose pronunciado Resolución dentro de la denuncia formulada por
Magaly Fernández de Quezada por lo que se le suspendió temporalmente por un año del
ejercicio profesional; proceso en que una vez interpuesto y concedida la apelación, se
dispuso la remisión de obrados ante el Tribunal de Honor Nacional el 7 de septiembre de
2000. En cuanto al segundo proceso, éste se encuentra en la etapa probatoria.

2.- Ante la solicitud del recurrente para que se le franqueen fotocopias de las denuncias
interpuestas en su contra, el Vocal Secretario Permanente del Colegio de Abogados de La
Paz no dio curso a la misma, por expresa prohibición establecida en el art. 47 de la Ley de
la Abogacía que dispone que la documentación y antecedentes que por motivo de los
procesos se registren y archiven en el Tribunal de Honor, son secretos y no podrán ser
revelados ni podrán otorgarse certificados ni testimonios.

CONSIDERANDO: Que el "secreto" a que alude la normativa legal antes aludida (art. 47
de la Ley de la Abogacía) está estatuida en resguardo de la dignidad del procesado (honor,
decoro, reputación), sin que de manera alguna pueda entenderse que tal situación le alcance
a quien está sometido a proceso y pueda de ello deducirse que no tiene derecho a acceder o
recabar copias o fotocopias del expediente para ser utilizados como medios para preparar
de manera oportuna y eficaz su defensa; pues tal previsión alcanza sólo a terceros.

Que, el no otorgar al recurrente las fotocopias solicitadas a los efectos de que prepare su
defensa, importa una restricción al inviolable derecho a la defensa consagrado por el art.
16-II constitucional, que no admite restricción alguna al ejercicio efectivo de tal derecho.

CONSIDERANDO: Que, sin embargo, debe tenerse presente que el Hábeas Corpus ha sido
instituido en resguardo de la libertad de las personas y para garantizar en su caso, el debido
proceso en materia penal; situación que no es de la materia del caso de autos.

Que, consiguientemente, el recurrente ha interpuesto erróneamente el presente Recurso, por


lo que el Tribunal de Hábeas Corpus, al haber declarado IMPROCEDENTE el mismo
aunque con distinto fundamento, ha efectuado una correcta interpretación de los hechos y
de las normas aplicables al caso.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Resolución Nº 32/2000 de 13 de septiembre de 2000, elevada en
revisión.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 924/2000-R

Expediente: 2000-01617-04-RHC
Partes: Enriqueta Frida Sejas por si y en representación de su esposo Ramiro René Borges
contra el Comandante de la Policía Departamental y Julio Cesar Torrico, Agente Fiscal.
Materia: HABEAS CORPUS Y AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Oruro
Lugar y Fecha: Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 73 a 74 de 11 de septiembre de 2000,


pronunciada por la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro dentro del
recurso de Hábeas Corpus y Amparo Constitucional interpuesto por Enriqueta Frida Sejas
por si y en representación de su esposo Ramiro René Borges contra el Comandante de la
Policía Departamental y Julio César Torrico, Agente Fiscal, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 1 a 3 presentado el 8 de septiembre de 2000,


la recurrente manifiesta que con su esposo Ramiro René Borges contrajeron un préstamo de
Alberto Patiño y Sra., razón por la que se les instauró un proceso ejecutivo radicado en el
Juzgado Tercero de Instrucción en lo Civil, pese a ello, los acreedores sentaron denuncia en
su contra ante la Policía Técnica Judicial siendo citados en dos ocasiones, pero ante la
inconcurrencia de los denunciantes se suspendieron los actuados, indicándoseles en estas
última oportunidad que se les notificaría cuando éstos aparezcan, sin embargo, el 7 de
septiembre del año en curso, su esposo fue detenido en virtud de un mandamiento expedido
por el Fiscal Julio César Torrico, el que fue ejecutado en su fuente de trabajo pese a no
tener facultad de allanamiento.

Refiere que el 4 de septiembre solicitaron al Juez Tercero de Instrucción en lo Civil la


inhibitoria de la Policía Técnica Judicial, que recién fue dispuesta el 7 de septiembre del
año en curso, no obstante este hecho, el Fiscal dispone que su esposo quede detenido hasta
que dicte resolución, remitiéndolo nuevamente a dependencias de la Policía Técnica
Judicial donde horas más tarde se recibe su declaración informativa con el compromiso de
ser puesto a disposición del Juez a primera hora del día siguiente para que se tramite la
libertad provisional, remisión que tampoco se ha cumplido; con dicha actuación el Fiscal no
solo ha desconocido el orden jurídico sino también ha vulnerado el art. 224 del nuevo
Código de Procedimiento Penal.

Añade que el mandamiento librado por el Fiscal no solo ha sido contra su esposo sino
también contra su persona, encontrándose ilegalmente perseguida, dada la orden de
inhibitoria dispuesta por el Juez en materia civil. Que la acción del Fiscal y los funcionarios
de la Policía vulneran el art. 6, 7-d), g) , 9, 12, 14 , 16-I.-II) todos de la Constitución
Política del Estado, por lo que interpone Recurso de Hábeas Corpus y Amparo
Constitucional, pidiendo se disponga la inmediata libertad de su esposo así como la
suspensión de los efectos del mandamiento ilegalmente ejecutado y expedido en contra de
su esposo y de su persona, con la reparación de daños y perjuicios.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a ley, realizándose la


audiencia pública el 11 de septiembre de 2000, como consta de fs. 67 a 72 de obrados,
donde el abogado de la recurrente reitera los términos de la demanda, aclarando que la
ratificación es también en cuanto al Recurso de Amparo, en vista de que la esposa del
detenido aun sigue perseguida al haberse quitado las fotocopias en las que constaba la
disposición de inhibitoria de la Policía Técnica Judicial
El abogado de la Policía Técnica Judicial señala que ante la denuncia presentada por
Alberto Patiño Jiménez se emitió requerimiento fiscal disponiendo se levanten las
diligencias de Policía Judicial. Sobre la notificación con el comparendo, inhibitoria
presentada, informe del asignado al caso y el de conclusiones, todo ello fue remitido al
Fiscal y con su requerimiento dirigido al Juez de Instrucción en lo Penal. Aclara que la
Policía Técnica Judicial ha dado cumplimiento al requerimiento fiscal y que no ha incurrido
en retardación de justicia, cumpliendo los plazos establecidos por ley.

Por su parte, el Fiscal recurrido informó que en el proceso de investigación se ha expedido


una cédula de comparendo y que la nota en la que se señala que los recurrentes se hubieran
presentado al organismo policial, no se halla rubricada por ninguna persona identificada en
la Policía. Sobre la base de ese elemento y ante la injustificada inconcurrencia se emite una
cédula de apremio, señalando que no solamente la Ley del Ministerio Público prevé que los
fiscales puedan disponer aprehensión de los presuntos implicados en un hecho, sino
también el nuevo Código de Procedimiento Penal. Aclara que la aprehensión se la ejecutó
en un lugar público no habiéndose allanado el domicilio del recurrente, haciendo constar
que la Constitución solo protege el domicilio o morada. Añade que conforme lo establece el
art. 228 del nuevo Código de Procedimiento Penal, en ningún caso el Fiscal o la Policía
pueden disponer la libertad de una persona aprehendida, la que en todo caso debe ser puesta
a disposición del Juez cautelar a efecto de que defina su situación procesal. Finalmente
cuestiona la competencia del Juez Instructor Tercero en lo Civil para disponer la inhibitoria
al no haberse citado siquiera a los demandados.

Que concluida la audiencia, el Tribunal de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de


fs. 73 a 74, que declara improcedente el Recurso, con el fundamento de que el Fiscal ha
cumplido con lo dispuesto por el art. 226 del nuevo Código de Procedimiento Penal.
Advirtiendo además que los antecedentes fueron remitidos ante el Juez Instructor Primero
en lo Penal quien ha dictado auto inicial contra la recurrente y su esposo siendo de
competencia de dicha autoridad la situación relativa a la libertad u otros medidas que
beneficien a aquellos.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1) Que Alberto Patiño Jiménez y Felipa Ponce Guzmán el 17 de julio del año en curso
interponen acción ejecutiva contra los recurrentes, quienes son citados con el decreto de 24
de julio del año en curso que dispone un plazo para el pago bajo alternativa de declaratoria
en mora (fs. 49-55).

2) Que los mismos demandantes por memorial de 16 de agosto de 2000 solicitan se


levanten diligencias de policía judicial contra los recurrentes por la supuesta comisión del
delito de estafa y otro (fs. 10).

3) Que el Fiscal recurrido por requerimiento de 22 de agosto del año en curso dispone se
levanten diligencias de policía judicial por los delitos denunciados, ordenando la citación
de los denunciados mediante comparendo, que fue librado el mismo día, no constando legal
notificación de los recurrentes con el mismo (fs. 10 vta, 19-21).

4) Que previo informe del investigador asignado al caso sobre la incomparecencia de los
recurrentes para prestar su declaración pese a su citación mediante cédula de comparendo,
el Fiscal recurrido por requerimiento de 2 de septiembre de 2000 dispone se expidan
cédulas de apremio contra los recurrentes, en virtud del que fue aprehendido Ramiro René
Borges Mariscal el 7 de septiembre del año en curso, recibiéndose su declaración
informativa el mismo día (fs. 24-26, 38).

5) Que concluidas las diligencias de policía judicial son remitidas a conocimiento del Fiscal
recurrido el 8 de septiembre del año en curso, autoridad que previo requerimiento en
conclusiones remite obrados ante el Juez Instructor de Turno en lo Penal (fs. 46-47).

6) Que sobre la base del requerimiento y la formalización de querella el Juez Instructor


Primero de Instrucción en lo Penal, por auto inicial de 9 de septiembre de 2000 organiza
sumario penal contra los recurrentes por la supuesta comisión del delito de estelionato,
disponiendo se libre el mandamiento de comparendo para la citación de los imputados (fs.
46 vta.).

7) Que el Juez Tercero de Instrucción en lo Civil por decreto de 7 de septiembre de 2000


dispone la inhibitoria de la Policía Técnica Judicial, notificado el 8 de septiembre de 2000
al Comandante de la Policía Técnica Judicial (fs. 62-63).

CONSIDERANDO: Que es necesario precisar el alcance de las garantías constitucionales


delimitando su ámbito de acción: El Hábeas Corpus establecido en el art. 18 de la
Constitución Política del Estado, tiene como única función garantizar la libertad individual,
la libertad de locomoción; en cambio el Amparo Constitucional, prescrito por el art. 19,
ampara con carácter general todos los demás derechos fundamentales que están protegidos
por la Constitución o las leyes ordinarias.

Que en el caso de autos el derecho supuestamente controvertido, es el de locomoción,


vinculado directamente al Hábeas Corpus, sin embargo, la recurrente erróneamente invoca
también el art. 19 como vulnerado, aspecto que debió ser observado a tiempo de la
admisión por el Tribunal del Recurso.

CONSIDERANDO: Que en el caso de autos si bien, el fiscal recurrido actuó en sujeción a


lo dispuesto por los arts. 14, 18 , 19, 91 y 93 de la Ley del Ministerio Público, así como del
art. 112 del Código de Procedimiento Penal al disponer la organización de las diligencias
de policía judicial, sin embargo, no es menos cierto que dicha autoridad debe cumplir con
las normas legales que rigen al respecto en la elaboración de las mismas, por lo que al no
haber notificado legalmente con las cédulas de comparendo a los recurrentes, tal como se
desprende de obrados, disponiendo se libren directamente cédulas de apremio, ha incurrido
en detención y persecución ilegal, siendo co-responsables de dicha actuación los
funcionarios policiales quienes han ejecutado, tanto la cédula de comparendo como de
apremio.

Que el hecho de que las diligencias de policía judicial hayan sido remitidas ante el Juez
Primero de Instrucción en lo Penal, más el aprehendido, quien ha dictado el
correspondiente auto inicial contra los recurrentes, no destruye el acto ilegal cometido en
etapa investigativa.

Que el Tribunal de Hábeas Corpus al haber declarado improcedente el Recurso interpuesto


no ha efectuado una correcta interpretación de los hechos y del art. 18 de la Constitución
Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión, declarando PROCEDENTE el
Recurso, disponiendo la libertad del co-recurrente Ramiro René Borges, sea con la
correspondiente condenación al pago de daños y perjuicios a favor de los recurrentes los
que serán calificados por el Tribunal de Hábeas Corpus de conformidad con el art. 91-VI de
la Ley Nº 1836.

Se llama la atención a la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de Oruro por
no haber observado a tiempo de la admisión, la concurrencia de dos recursos que protegen
de manera distinta los derechos fundamentales protegidos por la Constitución.

Regístrese y devuélvase

No firma el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 923/2000-R

Expediente: 2000-01618-04-RHC
Partes: Virgilio Flores Escalera en representación sin mandato de Constantino Claros Flores
contra Graciela Thompsom Aguilar, Fiscal de Materia de Sustancias Controladas,
Tcnl.DEAP Víctor Medrano López, Director de la FELCN y Tte. Jhonny Chávez Bascope,
asignado al caso.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: Cochabamba
Lugar y Fecha: Sucre, 6 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 27 a 28 de 8 de mayo de 2000 (15 de


septiembre), pronunciada por el Juez Tercero de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de
Cochabamba, dentro del recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Virgilio Flores Escalera
en representación sin mandato de Constantino Claros Flores contra Graciela Thompsom
Aguilar, Fiscal de Materia de Sustancias Controladas, Tcnl.DEAP Víctor Medrano López,
Director de la FELCN y Tte. Jhonny Chávez Bascope, asignado al caso, sus antecedentes;
y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 1 a 2 presentado el 13 de septiembre del año


en curso, Virgilio Flores Escalera en representación sin mandato de Constantino Claros
Flores manifiesta que su representado fue detenido el 5 de septiembre de 2000, por la
Policía de Pairumani conducido a la localidad de Epizana, de ahí a la Policía Técnica
Judicial y finalmente a la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico. Aclara que la
detención en la Policía Técnica Judicial está relacionada con la muerte por linchamiento de
una persona acaecido en Cocapata que fue aclarado y en la FELCN por sospecha de tráfico
de sustancias controladas donde prestó su declaración informativa, sin presencia de
abogado y concluida la misma no se le dio lectura, sin embargo, aparece la declaración con
firma de una abogada de Defensa Pública con el reconocimiento de haber declarado la
existencia de un frasco de "merca". Que pese a dichos antecedentes la FELCN, no pudo
demostrar la existencia de indicios de culpabilidad contra su representado, respecto al
tráfico de sustancias controladas.

Señala que pese a los reiterados pedidos del abogado para que sea puesto en libertad, la
Fiscal de Sustancias Controladas no ha dado curso a los mismos aduciendo la necesidad de
llevar a cabo algunas tareas para complementar y cerrar la investigación, lo que significa
que estará detenido otro tiempo más. Que encontrándose su representado detenido por más
de nueve días, en franca violación de los procedimientos legales, sin que exista indicio
alguno de culpabilidad, su detención en la FELCN es injusta, indebida e ilegal al haberse
prolongado más allá de las 48 horas, sin que se hayan adoptado las medidas cautelares
previstas por ley, por lo que interpone el presente Recurso pidiendo se declare procedente y
como consecuencia se disponga la inmediata libertad del detenido, con expresa
condenación de daños, perjuicios y costas

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a ley, realizándose la


audiencia pública el 15 de septiembre de 2000, como consta de fs. 24 a 26 de obrados,
donde el recurrente reitera el contenido de su demanda y ampliándola señala que es
obligación del representante del Ministerio Público precautelar los derechos y garantías
constitucionales, función que en el caso presente no fue cumplida al haberse procedido a la
detención, sin mandamiento correspondiente y prolongarse desde el 5 de septiembre del
año en curso, incumpliendo lo establecido por la Ley del Ministerio Público y el art. 2 de la
Ley de Fianza Juratoria.

Que los funcionarios de la FELCN, a través del informe escrito de fs. 21 a 23 leído en
audiencia informan que, el recurrente fue detenido el 4 de septiembre del año en curso por
comunarios de Pairumani y puesto a disposición del Retén Policial de Epízana de donde fue
trasladado a la oficina central de la Policía Técnica Judicial, institución que lo puso a
disposición de la FELCN donde se le recibió su declaración informativa, en presencia de
una abogada de Defensa Pública y la Fiscal de Materia de Sustancias Controladas. Añaden
que ante la evidencia de que otras personas estarían involucradas, la Fiscal dispuso la
realización de un nuevo operativo en diferentes lugares con acceso muy difícil,
circunstancia por la que la comisión demoró, acumulando abundantes indicios que
acreditan la existencia del delito de tráfico de sustancias controladas; a su retorno la Fiscal
realizó la imputación formal contra el recurrente solicitando su detención preventiva ante el
Juez Cautelar, bajo cuya jurisdicción y competencia se encuentra el recurrente.

Por su parte, la Fiscal recurrida señaló adherirse al informe presentado por los funcionarios
de la FELCN. Aclaró que se trata de un caso sui generis; al haberse producido un
linchamiento fue necesario volver al lugar a indagar, dando lugar al retraso para cumplir
con la imputación formal ante el Juez Cautelar. Al presente, acumulados los indicios, el
detenido fue remitido ante dicha autoridad para que disponga lo que corresponde, sin
embargo, aclara que las investigaciones continúan.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs. 27
a 28, que declara procedente el Recurso, sin disponer la libertad al haber sido remitido ante
el Juez Cautelar, con el fundamento de que el recurrente ha estado detenido más de 48
horas infringido los arts. 9 y 11 de la Constitución Política del Estado; 1 y 2 de la Ley de
Fianza Juratoria; 97 de la Ley Nº 1008 y 80-d) de la Ley del Ministerio Público.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que el recurrente fue detenido por comunarios de Pairumani el 4 de septiembre de 2000


y puesto a disposición de la Policía Técnica Judicial, siendo entregado a la FELCN el 5 de
septiembre del año en curso para ser investigado por supuesto tráfico de sustancias
controladas.

2. Que el 7 de septiembre de 2000 se recibe su declaración informativa con la presencia de


una abogada de Defensa Publica y la representante del Ministerio Público (fs. 13-16).

3. Que por memorial de 13 de septiembre del año en curso, la Fiscal de Sustancias


Controladas realiza la imputación formal solicitando su detención preventiva del recurrente
ante el Juez Cautelar (fs. 5-7).

CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, el recurrente fue detenido por comunarios de


Pairumani, sin que conste circunstancia de flagrancia y remitido a la Policía Técnica
Judicial y de allí a dependencias de la FELCN., donde guarda detención desde fecha 5 de
septiembre de 2000, sin mandamiento emanado de autoridad vulnerando los arts. 9-I y 11
de la Constitución Política del Estado.

Que la detención del recurrente para investigación se ha prolongado hasta el 13 de


septiembre de 2000, fecha en la que recién la Fiscal recurrida, previa acumulación de
indicios, realiza imputación formal pidiendo la medida cautelar de detención preventiva del
recurrente; actuación que ha violado lo establecido por el art. 226 del nuevo Código de
Procedimiento Penal. Que la inobservancia de las disposiciones legales tanto de la
Constitución Política del Estado como del nuevo Código de Procedimiento Penal, hace
ilegal la detención que ha sufrido el recurrente en dependencias de la FELCN.
Que el hecho de que el recurrente se encuentre bajo la jurisdicción y competencia del Juez
de Garantías Cautelares, quien definirá la situación jurídica de éste no destruye el acto
ilegal cometido por las autoridades recurridas.

Que el Juez de Hábeas Corpus al haber declarado procedente el Recurso sin disponer la
libertad del recurrente ha efectuado una correcta interpretación de los hechos y del art. 18
de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión.

Regístrese y devuélvase.

No firma el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 923/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 937/00-R


Expediente: 2000-01551-04-RAC
Partes: Natividad Condori de Zapana
contra Nancy de Altuzarra y
Rafael Viscarra, Jueces de Partido
Primero de Sustancias Controladas,
Antonio Portillo, Dora Villarroel de
Lira, Jorge Torrico Arguedas y
Alfredo Chávez, Vocales de la Sala
Penal Segunda de la Corte Superior
del Distrito de La Paz.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 9 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 88 dictada en 29 de agosto de 2000 por la Sala


Civil Segunda de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz, dentro del Recurso de
Amparo Constitucional interpuesto por Natividad Condori de Zapana contra Nancy de
Altuzarra y Rafael Viscarra, Jueces de Partido Primero de Sustancias Controladas y
Antonio Portillo, Dora Villarroel de Lira, Jorge Torrico Arguedas y Alfredo Chávez,
Vocales de la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz, los
antecedentes del proceso; y

CONSIDERANDO: Que la recurrente interpone a fs. 50-53 Recurso de Amparo


Constitucional indicando que en el proceso seguido ante el Juzgado de Partido Primero de
Sustancias Controladas, su esposo Eleuterio Zapana fue enjuiciado en rebeldía,
habiéndosele incautado un inmueble de su propiedad ubicado en la ciudad de El Alto de La
Paz, calle 2, Zona Brasil, N° 5 Río Seco, porque en dicho bien se encontraron residuos de
amoniaco y hojas de coca, habiendo sido designada depositaria del inmueble hasta que en
sentencia se determine lo que fuere de Ley

Señala que posteriormente, durante el trámite del proceso, en la Sentencia y Auto de Vista
se omite determinar la devolución o confiscación del inmueble y posteriormente, por Auto
Supremo de 27 de octubre de 1998, se declaran infundados los recursos, sin pronunciarse
sobre el inmueble. Ante esta circunstancia, indica la recurrente, cuando el fallo dictado en
el proceso se halla ejecutoriado, reclama como legítima esposa, sus derechos gananciales
que hacen partible por igual el inmueble, reiterando tanto el Ministerio Público como las
autoridades recurridas que el citado inmueble estaba confiscado, y que al haberse agotado
todos los medios para reclamar esta injusta situación es que recurre de Amparo contra las
indicadas autoridades por haber desconocido su derecho constitucional consagrado por el
art. 22 de la Carta Magna pidiendo se disponga la devolución de su inmueble.
CONSIDERANDO: Que subsanados, por la recurrente, los defectos formales observados
por el Tribunal en el Auto de 25 de agosto de este año se admite el Recurso según consta en
la Resolución de 28 de agosto de 2000, de fs. 27.

1) Efectuada la audiencia pública en 29 de agosto de 2000, según consta en el acta de fs.


85-87, la abogada de la recurrente se ratifica en el contenido de la demanda, adjuntando en
calidad de prueba las partes principales del proceso penal seguido contra su esposo
Eleuterio Zapana. Señala que el inmueble confiscado es el domicilio donde la recurrente
vive con sus ocho hijos y sus familiares, el mismo que fue adquirido por los esposos
Zapana en1981, por lo que insiste en su devolución, ya que no pueden ser privados de su
derecho a la propiedad privada.

2) A su vez, los Jueces recurridos indican que el Juzgado Primero de Sustancias


Controladas, ha conocido el proceso seguido por el Ministerio Público contra Teodoro
Muñoz y varios co-procesados, habiéndose dictado sentencia, disponiendo la condena de 10
años de presidio para el procesado Eleuterio Zapana por ser el autor del delito previsto en el
art. 48 de la Ley N° 1008. Dentro de este proceso efectivamente -dicen- existió omisión en
sentencia en cuanto a la devolución o confiscación de esta vivienda. Ya en ejecución de la
misma, el Ministerio Público solicita la confiscación de ese inmueble por los datos
cursantes en el acta del respectivo operativo, y los miembros del Tribunal efectúan una
inspección ocular al inmueble incautado en 1994. En esta oportunidad, y pese a que la
recurrente fue nombrada depositaria del inmueble, encontraron a una tercera persona que
hizo conocer que quien ocupa la casa es Dominga León de Zapana, a quien su tía -la
recurrente- le entregó el inmueble. La confiscación se dispuso no sólo por haberse
encontrado sustancias controladas, sino por cuanto su propietario tiene sentencia
condenatoria ejecutoriada de 10 años.

La Sala Penal confirmó la sentencia y el recurso de casación fue declarado infundado,


procediendo posteriormente el Juzgado Primero de Sustancias Controladas a la
confiscación del citado inmueble en favor del Estado en conformidad a lo previsto por el
art. 71 inciso c) de la Ley N° 1008. Cabe señalar que la recurrente no pidió oportunamente
ante las instancias correspondientes la devolución del inmueble que reclama, habiendo
tenido a su disposición recursos ordinarios que la Ley franquea, por lo que -dicen los
recurridos- no procede el presente Recurso de Amparo Constitucional ya que se ha
producido la preclusión del Recurso de Nulidad, y el Recurso de Amparo no es un recurso
para revisar sentencias y autos pasados en autoridad de cosa juzgada

A su vez el Fiscal de Sala Superior requiere porque se declare improcedente el Recurso, ya


que la incautación y confiscación proceden en mérito al art. 104 de la Ley N° 1008, además
de que en el Amparo Constitucional no se pueden revisar fallos emitidos por las autoridades
jurisdiccionales, como determina el art. 66 de la Ley del Tribunal Constitucional.

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo, dicta Sentencia a fs. 88,


declarando improcedente el Recurso planteado a fs. 50-53 con el fundamento principal de
que el art. 66 de la Ley N° 1836 señala que el Recurso de Amparo Constitucional no puede
revisar un proceso penal concluido y que de acuerdo al art. 96-3 de esta Ley, no procede el
Recurso cuando oportunamente no se hizo valer los derechos dentro de un proceso
debidamente realizado.

CONSIDERANDO: Que a través de un cuidadoso análisis de antecedentes procesales se


llega a las siguientes conclusiones:
1ª Emergente de un juicio penal por el delito de narcotráfico fue condenado a 10 años de
presidio Eleuterio Zapana, esposo de la recurrente, mediante sentencia dictada por los
Jueces de Partido Primero de Sustancias Controladas, ahora recurridos, en 11 de octubre de
1995 según consta a fs. 13-27 del expediente. Apelada esta Sentencia, fue confirmada por
Auto de Vista de 14 de junio de 1996, que cursa a fs. 28-30, el cual fue recurrido de nulidad
ante la Corte Suprema de Justicia, donde fue declarado infundado el Recurso, de manera
que la Sentencia dictada en este proceso adquirió el valor de cosa juzgada, por tanto
inamovible e inmodificable.

2ª Durante este proceso se dispuso la incautación de un inmueble propio de Eleuterio


Zapana ubicado en la calle 2, Zona Brasil N° 5, Río Seco de la ciudad de El Alto, sin que
en el mismo se haya tomado una decisión sobre dicho inmueble sea para su confiscación o
devolución de acuerdo con lo previsto por el art. 104 de la Ley N° 1008, resultando de ello
que en los fallos dictados, en las diferentes instancias, no se lo tomó en cuenta quedando así
tácitamente invalidada la incautación hecha durante las diligencias de Policía Judicial.
Consiguientemente el Juez no podía revisar su propio fallo cuya ejecución debió sujetarse a
lo dispuesto por el art. 514 del Código de Procedimiento Civil que establece "Las
sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada se ejecutarán, sin alterar ni modificar su
contenido por los Jueces de primera instancia que hubieren conocido el proceso".

En el caso que se examina se procedió a la confiscación del inmueble de propiedad de la


recurrente, en ejecución de sentencia, es decir cuando el fallo adquirió el valor de cosa
juzgada y no contemplaba ni disponía ninguna medida confiscatoria del inmueble en
cuestión incurriendo con ello en un acto ilegal que vulnera el principio de cosa juzgada, que
es de orden público y atenta contra la seguridad jurídica prevista por el art. 7 de la
Constitución Política del Estado, así como el debido proceso al que se refiere el art. 16-II de
la Ley Fundamental.

3ª La recurrente, por otra parte, demuestra ser propietaria del inmueble incautado por
constituir bien ganancial, según se evidencia de la documentación de fs. 55-65, y también
por los datos del proceso, se ve que no fue parte involucrada en el mismo por lo que no le
fue aplicada ninguna sanción penal ni de orden patrimonial.

CONSIDERANDO: Que el art. 19 de la Constitución Política del Estado consagra el


Recurso de Amparo como un medio para precautelar los derechos fundamentales de la
persona ante actos ilegales u omisiones indebidas que restrinjan o supriman, o amenacen
restringir o suprimir esos derechos siempre que no haya otro medio de protección
inmediata. En el presente caso está demostrado que la recurrente agotó los medios para
preservar sus derechos, no quedándole otra forma para lograr este propósito que el Recurso
de Amparo Constitucional, ante la ilegalidad de un acto que vulneraba derechos que
requerían una protección inmediata y eficaz, teniendo en cuenta, además, que si bien la
Sentencia dictada por el Juzgado Primero de Sustancias Controladas de La Paz (fs.13-27)
está ejecutoriada no cae dentro de sus efectos el inmueble reclamado por no estar
comprendido en su parte resolutiva.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
del Tribunal Constitucional, REVOCA la Sentencia de fs 88 dictada en 29 de agosto de
2000 por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz y
declara PROCEDENTE el Recurso de Amparo Constitucional.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 936/00-R

Expediente: No. 2000-01554-04-RAC


Partes: Juan Rivera Antezana en representación legal de José Alex Verduguéz Herbas
contra Jorge Moreira Roca, Jorge Domínguez Escalante, Luis Claure Acuña, Carlos Antelo
Lenz, Eduardo Mancilla S. y Nestor Burgoa Pérez, Presidente del Tribunal Supremo de
Justicia Militar, Vocales de la Sala de Casación y Unica Instancia, y Auditor General
respectivamente.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 09 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la sentencia de fs. 52 a 54 de obrados, pronunciada el 30 de agosto de


2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de La Paz, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Juan Rivera Antezana en representación legal de
José Alex Verduguez Herbas contra Jorge Moreira Roca, Jorge Domínguez Escalante, Luis
Claure Acuña, Carlos Antelo Lenz, Eduardo Mancilla S. y Nestor Burgoa Pérez, Presidente
del Tribunal Supremo de Justicia Militar, Vocales de la Sala de Casación y única Instancia,
y Auditor General respectivamente, los antecedentes arrimados al expediente; y
CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de fs. 22 a 26 y vta. de obrados,
refiere que a su poderconferente se le siguió un sumario militar informativo dentro del cual
se dictó sentencia condenatoria por los supuestos delitos de acuerdo doloso, fraude,
malversación y abuso de autoridad, imponiéndosele sanción y disponiendo que reponga
dinero, fallo del cual apeló ante la Sala de Apelaciones y Consultas del Tribunal Supremo
de Justicia Militar, el cual revocó la parte relativa a la conducta, pues la calificó como falta
disciplinaria grave, manteniendo el resto del pronunciamiento de primera instancia, fallo
que se ejecutorió porque no se interpuso ningún recurso, habiéndose cumplido con la
sanción y con la entrega de dinero que se dispuso, con lo cual se archivó el expediente;
empero, después de cuatro meses, el Fiscal solicitó el desarchivo y recurrió de revisión con
el argumento de que al haberse pagado el dinero se habría confesado la comisión de los
delitos originalmente imputados, ante lo cual los recurridos desconociendo el valor de cosa
juzgada, el 29 de agosto de 1995 pronunciaron un Auto Supremo condenándolo a sufrir seis
meses de reclusión en Roboré.

Manifiesta que dicho Auto viola la garantía del principio "no bis in idem o non bis in
idem", el art. 8 numeral 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 14
numeral 7 del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos; a cuya consecuencia
el 28 de agosto de 1995 se dispuso que su tesis para ascenso no sea recibida. Que ante
dichas violaciones interpuso denuncia ante la Comisión de Defensa y Fuerzas Armadas por
violación a Leyes constitucionales, la cual en uso de sus atribuciones conferidas resolvió
representar al Comando General del Ejército y Tribunal Supremo de Justicia Militar la
injusta supresión de los derechos de su mandante, solicitándole también gestionar la
inmediata restitución en acto público de sus derechos militares.

Que, la resolución dictada por la citada Comisión fue puesta el 9 de diciembre de 1999 en
conocimiento del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, del Tribunal Supremo de
Justicia Militar y del Ministro de Defensa Nacional, quien solicitó un informe del Tribunal
Supremo de Justicia Militar, el cual fue evacuado el 22 de febrero de 2000 siendo derivado
al Tribunal del Personal del Ejército, el cual dictó resolución señalando en su art. 1º
"desestimar la revisión de fallos judiciales del Tribunal Supremo de Justicia Militar en
todas sus instancias"; e indicando en su art. 2º que existiendo sentencia condenatoria
ejecutoriada, correspondía aplicar el art. 89 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas y
en razón de que no fue juzgado por el Tribunal de Personal, cualquier solicitud de revisión
extraordinaria debía plantearse al Tribunal Jurisdiccional; extremo que en ningún momento
se solicitó, ya que la resolución que se impugnó era nula de pleno derecho y lo que se había
pedido era que se restituya a su mandante los honores y antigüedad. Que por lo expuesto y
habida cuenta que el ente jurisdiccional demandado está induciendo al Tribunal de Personal
del Ejército a vulnerar los derechos profesionales de su mandante interpone Amparo
Constitucional, pidiendo sea declarado procedente y cese de inmediato "el accionar de
interferencia, reconociéndose expresamente la nulidad del referido "Auto de Revisión" por
ser violatorio de los arts. 31, 34, 35, 116-VI, 208 y 228 de la Constitución Política del
Estado; 7, 8 y 10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; 8-4º del Pacto de
San José de Costa Rica y 14-7º del Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos..

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 30 de agosto de 2000, cual


consta de fs. 45 a 51 de obrados, el recurrente a tiempo de ratificar y reiterar los términos
de su Recurso señaló que al revocar el fallo ejecutoriado también se violó el principio de
seguridad jurídica, habiéndose tramitado dos procesos y cumplido dos sanciones por un
mismo hecho; que en materia militar hay pocos casos que dan lugar a la revisión y todos
son favorables al reo condenado, pero nunca se puede dar revisión de la revisión por no
existir en ningún procedimiento. Arguye que no se interpuso recurso alguno contra el
Tribunal de Personal porque el fallo dictado por este es nulo, además de que la demanda es
contra el Tribunal Supremo de Justicia Militar porque está obligando al Tribunal de
Personal. Afirma que la resolución condenatoria es nula de pleno derecho e inexistente,
siendo así declarada por la Comisión de Defensa y Fuerzas Armadas de la Cámara de
Diputados y por ello no se interpuso Recurso de Nulidad. Dice que no se tenía otro recurso
porque había un "connubio entre el Tribunal Supremo de Justicia Militar y el Comandante
del Ejército", por lo cual no objetó el cumplimiento de la condena, al extremo de
presentarse para cumplir la segunda a fin de no ser humillado.

Por su parte los recurridos prestan informe indicando que de acuerdo al art. 209 de la
Constitución Política del Estado, las Fuerzas Armadas son esencialmente obedientes y no
deliberan, estando sujetas a sus leyes y reglamentos, conforme a ello el art. 3 de la Ley de
Organización Militar establece que la Ley Militar es aplicable con preferencia a cualquier
otra Ley. Alegan que el Auto de Vista que absolvía al mandante se dictó antes de que éste
depositara la suma de dinero motivo de la incriminación, que corrido en notificación dicho
Auto en función del art. 63-7) de la Ley de Organización Judicial Militar el Representante
del Ministerio Público requirió por la revisión que fue conocida por la Sala de Casación al
tenor del art. 389-2) de la referida Ley, pues no se podía mantener una sanción injusta a los
otros co-procesados si el delito había sido demostrado, por lo que se dictó una nueva
sentencia condenatoria al Cnl. Verduguez y de inocencia para los co-procesados; al margen
de que el art. 236 y 237 del Código de Procedimiento Penal Militar establece el recurso de
revisión en cualquier tiempo. Reconocen que el Tribunal de Personal del Ejército ha
dictado una resolución, empero contra ésta se puede interponer recurso de reconsideración
ante el mismo Tribunal y apelación que se concederá ante el Tribunal Superior de las
Fuerzas Armadas, los cuales aún pueden ser utilizados por el representado, dado que recién
se ha pronunciado el fallo. Arguyen que el Representante del Ministerio Público no objetó
el fallo absolutorio porque no se le hizo conocer oportunamente el depósito ni otras pruebas
que se habían aportado.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso en desacuerdo con el


requerimiento Fiscal, declara procedente el Amparo Constitucional, con el fundamento de
que "...la Sala de Casación y única instancia del Tribunal Supremo de Justicia Militar,
infringió inequívocamente lo dispuesto en el art. 236 del Código de Procedimiento Militar,
que limita específicamente los tres casos en los que procede la revisión de sentencia,
situación que no se dio respecto al Tcnl. Verduguez Herbas, consumándose un error
judicial con patente desconocimiento de los derechos y garantías constitucionales, con la
nulidad consiguiente prescrita por el art. 31 de la C.P.E."

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, habiendo el Tribunal Permanente de Justicia Militar dictado el 10 de agosto de


1994 sentencia condenatoria contra el representado y los co-procesados por la comisión de
los delitos de malversación de fondos y restricción de atribuciones, previstos en los arts.
176 y 199-2) del Código Penal Militar, condenándolo a seis meses de reclusión y a reponer
los fondos malversados, éste apeló ante la Sala de Apelaciones y Consulta, la cual el 1º de
diciembre de 1994, luego de que el procesado Verduguez depositara la suma de dinero,
dictó Auto de Vista revocando en parte dicha sentencia, calificando su conducta como falta
disciplinaria grave, fallo que al no haber sido recurrido de nulidad dentro del término
previsto por el art. 203 del Código de Procedimiento Penal Militar, el Auto de Vista, quedó
ejecutoriado.

2. Que, después de cuatro meses el Fiscal Militar del Tribunal Supremo de Justicia Militar
con la facultad prevista en el art. 68-7 de la Ley de Organización Judicial Militar y de
conformidad al art. 236-3) del Código de Procedimiento Penal Militar, interpuso Recurso
de Revisión contra el fallo ejecutoriado con el fundamento de que al haber efectuado Alex
José Verduguez Herbas el depósito en el monto que constituía la suma incriminada,
confesaba la comisión del delito de malversación de fondos constituyendo dicha conducta
en "CONFESION DE PARTE Y RELEVO DE PRUEBA" e inocencia de los otros
procesados.

3. Que, radicado el proceso ante la Sala de Casación y única Instancia del Tribunal
Supremo de Justicia Militar, ésta requiere porque el Auditor General de Guerra dictamine
lo que fuere de Ley, autoridad que manifiesta su conformidad y pleno acuerdo con el
Recurso de Revisión; en cuya virtud dicha Sala el 29 de agosto de 1995, dicta Sentencia de
Revisión declarando procedente el Recurso de Revisión condenando al representado e
imponiéndole una pena de seis meses de reclusión por ser autor de los delitos que se le
incriminaron y una costa a favor del Estado; asimismo, declara la inocencia de los otros co-
procesados.

4. Que, a emergencia del fallo dictado el 1º de diciembre de 1994 por la Sala de


Apelaciones y Consulta, el Comandante General del Ejército mediante memorando de 4 de
enero de 1995 dispone su cambio de destino de la Letra "E" de disponibilidad al Comando
de la Quinta División del Ejército - ROBORE; asimismo, se lo sanciona con 72 horas de
arresto y se le comunica que dicha disposición será incluida en su legajo personal y "fojas
de concepto". Que posteriormente a consecuencia del fallo dictado por la Sala de Casación
el 15 de septiembre de 2000, se le emite otro memorando indicándosele que deberá cumplir
la pena de seis meses en la Quinta de División referida, debiendo pagar las costas impuestas
y que su defensa de tesis para optar al grado inmediato quedaba sin efecto.

Asimismo, el Tribunal de Personal del Ejército el 6 de junio de 2000 dictó la Resolución


T.P:E. Nº 070/2000 mediante la cual desestima lo resuelto en la Resolución dictada por la
Comisión de Defensa de la Honorable Cámara de Diputados con el fundamento de que
dicha Resolución no tiene validez jurídica ni es de cumplimiento obligatorio y que al existir
sentencia condenatoria debe aplicarse el art. 89 de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas
(situación de retiro).

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo Constitucional ha sido instituido en el art.


19 de la Constitución Política del Estado contra "...los actos ilegales y omisiones indebidas
de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos y garantías de la persona...", precepto que en el caso de autos es aplicable, por
cuanto los recurridos incurrieron en acto ilegal y violatorio de los derechos al debido
proceso y seguridad jurídica, previstos en los arts. 16-IV y 7-a) de la Constitución Política
del Estado, al declarar procedente el Recurso de Revisión amparados en el art. 236-3) del
Código de Procedimiento Penal Militar que establece: "La sentencia ejecutoriada en
materia militar, es revisable en los siguientes casos: ... 3) Cuando dictada la sentencia
condenatoria se descubran nuevas pruebas irrefutables de la inocencia del condenado";
precepto del cual se extrae, que la revisión se da única y exclusivamente cuando existe
sentencia condenatoria para beneficiar al condenado, declarándolo inocente con la nueva
prueba, pero no a la inversa; es decir, que no hay revisión de la sentencia declarativa de
inocencia, y si bien en el caso de autos no se había dictado ésta sentencia en forma expresa,
tampoco se dictó una condenatoria, pues la conducta del recurrente fue calificada como
falta disciplinaria grave, en consecuencia se estableció que no se cometieron los delitos por
los cuales se lo procesó.

Que, si bien la sentencia ilegal fue dictada hace cinco años, los efectos de la misma se han
prolongado y mantenido durante el transcurso del tiempo referido, pues el representado al
margen de cumplir la pena de reclusión que se le impuso, no sólo en la primera sentencia
sino también en la segunda, fue castigado quitándosele un año de antigüedad, siendo
postergado en sus aspiraciones y derecho de ascender de grado; y ahora se ve amenazado
de ser retirado de la institución militar, debido a que el Tribunal de Personal de Ejército en
base a la Resolución dictada por el Tribunal Supremo de Justicia Militar ha instruido
mediante Resolución Nº 070/2000 de 6 de junio de 2000, se aplique el art. 89 de la Ley
Orgánica de las Fuerzas Armadas, lo cual constituiría anular totalmente la carrera militar
del representado en forma injusta. En consecuencia no se ataca la sentencia en si misma,
sino éste último acto que se convierte en ilegal al tener como fuente la sentencia
condenatoria, por lo que corresponde detener la prosecución de dichos actos que atentan y
vulneran los derechos del recurrente, anulando el acto ilegal origen; es decir la sentencia
condenatoria, para obtener con ello, que los efectos de la Resolución dictada por el Tribunal
de Personal de Ejército no se consumen.

Que, corresponde otorgar protección mediante la vía constitucional del Amparo cuando al
margen de no existir otros recursos inmediatos, las instancias previas a las cuales se acude
resultan ineficaces e inútiles ante los actos ilegales que amenazan o restringen los derechos
fundamentales de las personas, pertenezcan éstas a cualesquier institución; pues en el
presente caso si bien por imperio del art. 209 de la Constitución Política del Estado las
Fuerzas Armadas están sujetas a sus Leyes y reglamentos, por prescripción del art. 208 de
la misma Ley Fundamental deben "...asegurar el imperio de la Constitución Política...",
mandato constitucional que les impone también el respetar y proteger los derechos de sus
miembros, que por su condición de militar no están excluidos de ser titulares de los
derechos reconocidos por la Ley Suprema.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley No. 1836, APRUEBA la Sentencia corriente de fs. 52 a 54 de obrados, dictada el 30
de agosto de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de La Paz y
declara Nula la Sentencia de Revisión dictada por el Tribunal Supremo de Justicia Militar
el 29 de Agosto de 1995, disponiendo que dicho Tribunal proceda conforme al art. 102-VI
de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 934/00-R

Expediente: No. 2000-01563-04-RAC


Partes: Fausto Morales Benítez, apoderado de la empresa COMPANEX Ltda. contra
Máximo Colque Mamani, Juez Tercero de Partido en lo Penal.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: Oruro
Lugar y fecha: Sucre, 09 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la sentencia de fs. 24 a 25 y vta. de obrados, pronunciada el 1 de


septiembre de 2000 por la Sala Civil de la Corte Superior del Distrito de Oruro, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Fausto Morales Benítez, apoderado de la empresa
COMPANEX Ltda. contra Máximo Colque M., Juez Tercero de Partido en lo Penal del
Distrito de Oruro, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de fs. 6 a 7 y vta. de obrados, refiere


que dentro del proceso seguido por COMPANEX contra Arturo Alejo Vargas por los
delitos de apropiación indebida y abuso de confianza, tipificados en los arts. 345 y 346 del
Código Penal, el recurrido actuando como Juez de alzada pronunció el Auto de Vista Nº
134 de 5 de junio de 2000, que constituye un acto ilegal y omisión indebida restrictivos de
los derechos y garantías de sus poderconferentes previstos en los incs. d), h) e i) del art. art.
7 de la Constitución Política del Estado y el derecho que les asiste para demandar
judicialmente la recuperación de su patrimonio conforme a los arts. 4, 5 y 6 del Código de
Procedimiento Penal. Señala que en el referido Auto se resuelven puntos no apelados ni
resueltos por el Juez inferior; es decir, que éste no resolvió si el desistimiento formulado a
favor de uno de los procesados beneficiaba a Arturo Alejo Vargas Llanos y la reservó para
considerarla en sentencia; empero la autoridad recurrida no se circunscribió a lo solicitado
por Arturo Alejo Vargas Llanos, sino que resolvió el fondo de la causa en franca
contradicción con el art. 278 del Código de Procedimiento Penal, lo cual motivó la alzada,
la queja y compulsa que se hizo.

Manifiesta que el Juez recurrido, comete omisión indebida cuando olvida aplicar en la
precitada resolución el art. 11 del señalado Código que establece "EL DESISTIMIENTO
EN FAVOR DE UNO NO BENEFICIARA A LOS OTROS", por lo cual "NO ES
ACONSEJABLE USAR NORMAS SUSTANTIVAS COMO SON LAS DEL CODIGO
PENAL"; asimismo, aplicó el art. 103 del Código de Procedimiento Penal. Por otro lado
señala que la autoridad recurrida, actuó de manera totalmente ilegal al remitir el cuaderno
de apelación al Juzgado de origen, sin que esté ejecutoriado el referido Auto, actuación que
también atenta contra el debido proceso. Finalmente expresa que con el Auto ilegal, se
estaría dejando un delito en la impunidad y la empresa COMPANEX se vería gravemente
dañada en su patrimonio, razones por las que interpone el presente Recurso, pidiendo que a
tiempo de declararse procedente, se deje sin efecto el "INCONSULTO, OFICIOSO E
IRRITO AUTO DE VISTA" de 5 de junio de 2000.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 1 de septiembre de 2000, cual


consta de fs. 22 a 23 y vta. de obrados, el recurrente a tiempo de ratificar y reiterar los
términos de su Recurso señaló que el recurrido revoca la resolución del inferior y declara
extinguida la acción penal a favor del procesado Arturo Alejo Vargas Llanos,
encontrándose en dicho actuado el acto ilegal invocado y que si bien se refiere al art. 10 del
Código de Procedimiento Penal, desconoció el art. 11 del mismo Código, pues éste no es
exclusivo de los delitos de acción pública, sino que tiene carácter general. Que se presentó
Recurso de Casación, pero al no guardar las formalidades exigidas por Ley fue declarado
improcedente sin resolverse en el fondo.

Por su parte, el recurrido presta informe alegando que al aceptar el Juez inferior el
desistimiento de la querellante a favor de uno de los procesados, el otro co-procesado
solicita también ser beneficiado con dicho desistimiento, que el error al aplicar el art. 103
señalado por el recurrente, se subsanó en la parte resolutiva. Aduce igualmente que el Auto
de Vista se ampara en el inc. 4) y última parte del art. 103 del Código Penal; que el art. 10
del Código de Procedimiento Penal se refiere a la acción privada y el art. 11 del mismo se
debe entender que está destinado por espíritu de la Ley a la acción pública. Respecto a la
devolución del expediente al juzgado de origen indica que se lo compulsó y en mérito a ello
se interpuso Recurso de Casación que fue declarado improcedente con fallo ejecutoriado,
por lo que solicita declarar improcedente el Recurso planteado.
Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el
requerimiento Fiscal, declara improcedente el Amparo, con el fundamento de que éste no es
sustitutivo de otros recursos o medios legales, y que mediante dicha vía no se pueden
revisar fallos con autoridad de cosa juzgada.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, dentro del juicio penal que sigue la empresa COMPANEX Ltda. contra Arturo
Alejo Vargas y José Antonio Navarro Sarmiento, por la supuesta comisión de los delitos de
apropiación indebida y abuso de confianza, éste último es favorecido con el desistimiento
de la empresa querellante, con el cual también pide ser favorecido el procesado Arturo
Alejo Vargas, en aplicación de la segunda parte del art. 103, 4 del Código Penal y 33 de la
Constitución Política del Estado, solicitud que merece el Auto de Vista de 16 de febrero de
2000, mediante el cual el Juez de la causa al amparo del art. 189 del Código de
Procedimiento Penal determina que la petición se resolverá "EN EL AUTO FINAL O
SENTENCIA SEGÚN LA NATURALEZA DE LA EXCEPCION".
2. Que, ante la referida determinación, Arturo Alejo Vargas, interpone apelación insistiendo
en su solicitud y expresando que la extinción en su caso debía resolverse en la misma
oportunidad que se resolvió para el otro procesado, por lo que pide se le conceda dicho
Recurso para que el Tribunal Superior revoque el auto apelado, declare extinguida la
"demanda, por existir desistimiento a favor de otro co-procesado, al tratarse de delito de
carácter privado".

3. Que, para el efecto de la apelación planteada se elevan obrados al Juez recurrido, quien
el 5 de junio de 2000, pronuncia la Resolución Nº 134 mediante la cual revoca el Auto
apelado y declara extinguida la acción penal a favor del apelante, en aplicación de la última
parte del art. 103 del Código Penal concordante con el inc. 4 del art. 100 del mismo Código
y 10 del Código de Procedimiento Penal.

4. Que, dictado el Auto que motiva el presente Amparo, la empresa COMPANEX Ltda.
interpone Recurso de "Nulidad o Casación" contra el mismo, con los mismos argumentos
que ahora expone; sin embargo, dicho Recurso no se tramita porque la autoridad recurrida
devolvió el expediente al Juez de origen antes de que se ejecutoriase, lo cual originó que se
planteé compulsa en su contra, la que fue declarada legal, disponiéndose que el Juez
recurrido prosiga el trámite del Recurso de Nulidad o Casación planteado, que
posteriormente fue declarado improcedente por la Sala Penal de la Corte Superior del
Distrito de Oruro debido a la falta de requisitos formales.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo Constitucional ha sido instituido en el art.


19 de la Constitución Política del Estado contra "...los actos ilegales y omisiones indebidas
de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos y garantías de la persona..."; precepto que en el caso de autos es inaplicable,
por cuanto el recurrido no ha cometido ningún actuado que atente o vulnere el derecho al
debido proceso, garantizado por el art. 16-IV de la Constitución Política del Estado, pues
únicamente se ha circunscrito a resolver la apelación elevada a su conocimiento, dentro de
los parámetros en que dicho Recurso fue interpuesto.
Que, asimismo la resolución que se pretende dejar sin efecto por ésta vía, pudo haber sido
enervada oportunamente mediante el Recurso de "Nulidad o Casación" que planteó la
empresa COMPANEX Ltda.; sin embargo, dicho Recurso no pudo resolverse en el fondo,
porque se lo presentó carente de requisitos formales; es decir que la eficacia que pudo haber
tenido, fue anulada por la propia negligencia de la citada empresa, descuido que no puede
ahora subsanarse mediante el Amparo Constitucional que no es sustitutivo de otros recursos
legales eficaces para impugnar una supuesta resolución lesiva de derechos dentro de juicios
ordinarios, pues el citado Recurso Constitucional sólo es procedente dentro de los referidos
juicios para reparar infracciones al debido proceso por ser éste un derecho fundamental
garantizado por nuestra Constitución Política del Estado.

Que, igualmente resulta inoficioso, temerario y malicioso recurrir al Amparo alegando un


acto ilegal que ya fue reparado en la vía ordinaria, en el caso concreto la devolución del
expediente al inferior sin que se hubiera ejecutoriado el Auto de Vista de 5 junio de 2000,
fue corregido con la resolución que declaró legal la compulsa, pues en mérito a ello la
empresa querellante interpuso Recurso de Nulidad o Casación.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley No. 1836, APRUEBA la Sentencia corriente de fs. 24 a 25 y vta. de obrados, dictada
el 1º de septiembre de 2000 por la Sala Civil de la Corte Superior del Distrito de Oruro,
disponiendo que dicho Tribunal proceda conforme al art. 102-III de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 916/2000-R

expediente: 2000-01570-04-RAC
Partes: Luis Fernando Altuzarra, Marco Antonio Alcazar Ballesteros y Juan Enrique Prieto
Caballero contra Mirko Terrazas Medrano y Erick López, en su condición de Gerente
General y Mananger, respectivamente, de la Escuela de Música "INTERMUSIC".
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 9 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez De Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 15 de 31 de agosto de 2000 pronunciada por la


Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, dentro del recurso
interpuesto por Luis Fernando Altuzarra, Marco Antonio Alcazar Ballesteros y Juan
Enrique Prieto Caballero contra Mirko Terrazas Medrano y Erick López, en su condición
de Gerente General y Mananger, respectivamente, de la Escuela de Música
"INTERMUSIC, sus antecedentes que cursan en el expediente; y,
CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 9 a 10 de obrados, presentado en 30
de agosto de 2000, los recurrentes manifiestan que la academia "INTERMUSIC" lanzó una
convocatoria para un concurso de música a principios de octubre de 1999, figurando como
primer premio una grabación profesional de un Compac Disk. Añaden que el concurso se
llevó a cabo el 20 de noviembre pasado en el Teatro Tesla, donde resultaron ganadores del
evento como grupo "AMEN". Refieren que a partir de ese momento efectuaron reclamos en
once oportunidades ante el Gerente de "INTERMUSIC" para que cumpla con el
compromiso, habiendo sido convocado en distintas oportunidades para iniciar la grabación,
la que no se realizó, restringiendo de esa manera el derecho adquirido que tienen a grabar
un CD por haber ganado el concurso musical.

Por lo expuesto recurren de Amparo Constitucional, pidiendo sea declarado procedente y se


disponga la grabación de diez temas en CD en cualquier estudio de grabación, dentro de un
plazo perentorio, bajo sanción de que se les haga entrega de $us. 2500, que resulta ser el
costo mínimo por ese concepto.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 31 de agosto del año en curso, como consta del acta de fs. 13 a 14, donde los
recurrentes reiteran los términos de su demanda y ampliando la misma señalan que el
incumplimiento de los recurridos durante más de ocho meses afecta y restringe su derecho
consagrado en el art. 7-d) de la Carta Magna, pues toda persona tiene derecho a dedicarse a
una actividad lícita, derecho que está siendo restringido ante el incumplimiento de la
grabación del CD. Añaden que, al no existir otro medio de protección inmediata de los
derechos que les han sido restringidos, han interpuesto el presente recurso pidiendo sea
declarado procedente con calificación de daños y perjuicios.

Por su parte, los recurridos informan que para la entrega del premio al grupo "AMEN" no
existía término ya que las finales se desarrollaron el 20 de noviembre pasado en el Teatro
Tesla. Refieren que propusieron en su momento efectuar la grabación en una grabadora
pequeña, no tan profesional al faltarle expansión de canales para poder utilizar más
instrumentos; los recurrentes aceptaron la propuesta de esperar el envío de un disco duro
modelo HVP de Miami EE.UU., pieza que recién llegó el 14 de julio del año en curso sin
que los recurrentes hicieran reclamo alguno. Actualmente se encuentran en condiciones de
realizar la grabación desde el mes de julio del presente año, no existiendo ninguna intensión
de eludir la obligación. Añaden que los recurrentes no han agotado los medios y recursos
legales que tenían a su disposición, no siendo el Recurso de Amparo sustitutivo de éstos,
por lo que piden se declare improcedente el mismo.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 15,


declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que en el caso en análisis no se
encuentran transgresiones determinantes a los derechos consagrados en la Constitución
Política del Estado, tratándose el asunto del cumplimiento de una obligación regulada por el
art. 1468-II del Código Civil, no siendo el Amparo sustitutivo de otros medios para el
reconocimiento y cumplimiento de derechos civiles.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que la Escuela Para Formar Músicos Creativos convocó al "Primer Festival-Concurso de


Rock INTERMUSIC antes del Milenio" ofreciendo como primer premio la grabación
profesional de un CD de diez canciones con su respectiva masterización y digitalización a
ser entregados en un medio de comunicación y bajo la supervisión de un Notario de Fe
Pública (fs. 5).

2. Que de los datos del expediente se evidencia que en las finales del concurso verificadas
el 20 de noviembre de 1999, los recurrentes -integrantes del Grupo AMEN- se hicieron
acreedores al primer premio (fs. 1).

3. Que conforme reconocen los recurridos en audiencia, el premio comprometido por la


empresa "INTERMUSIC" no pudo efectivizarse por imponderables que fueron de pleno
conocimiento de los recurrentes.

CONSIDERANDO: Que el Amparo Constitucional es un Recurso extraordinario que


otorga protección contra los actos ilegales y las omisiones indebidas de funcionarios y
particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías
fundamentales de la persona, siempre que no hubiera otro medio o recurso legal para dicha
protección, aún cuando no se hubiera hecho uso oportuno de los mismos.

Que en el caso de autos, no es posible otorgar la tutela, por cuanto no atañe a la jurisdicción
constitucional exigir el cumplimiento de obligaciones, las que perfectamente pueden ser
reclamadas y hacerlas valer en el ámbito de la justicia ordinaria, no siendo el Amparo
sustitutivo de otros recursos o medios legales que tienen a su disposición las partes,
circunstancias que determinan la improcedencia del Recurso.
Que la Corte de Amparo al haber declarado improcedente el Recurso ha evaluado
correctamente los datos del proceso y los alcances del art. 19 de la Constitución Política del
Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley No. 1836, APRUEBA la Resolución revisada.

Regístrese y devuélvase.

No firma el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 935/00-R

Expediente: No. 2000-01577-04-RHC


Partes: Adela Vela Andrade contra Martha Rojas y Hugo Bilbao la Vieja, Vocales de la
Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de Cochabamba.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 09 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro
VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 142 a 143 y vta. de obrados, pronunciada el 4 de
septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de
Cochabamba, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Adela Vela Andrade
contra Martha Rojas y Hugo Bilbao la Vieja, Vocales de la Sala Penal Primera de la Corte
Superior del Distrito de Cochabamba, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, la recurrente en su demanda de 1 de septiembre de 2000, de fs.


130 a 135 y vta. de obrados, refiere que el 14 de marzo de 2000 fue detenida juntamente
con su esposo en forma ilegal y arbitraria por los Agentes de la FELCN, sin orden expresa
de autoridad competente, arguyendo que estaba involucrada en delito de narcotráfico, por el
sólo hecho de encontrarse cerca de una casa donde se practicó un operativo y se encontró
droga. Que, concluidas las Diligencias y elevadas por turno al Juzgado Segundo de
Sustancias Controladas, los Jueces a cargo, dispusieron su procesamiento y el de su esposo
por los supuestos delitos de tráfico de sustancias controladas, asociación delictuosa y
confabulación y consiguientemente su detención formal, incurriendo con ello en
procesamiento indebido, vulnerando su derecho a la libertad. Asimismo, los Vocales
recurridos al confirmar el Auto de procesamiento también infringen dicho derecho, inciden
en detención ilegal e indebida, por cuanto con la apertura del proceso se ha desconocido la
garantía constitucional de presunción de inocencia consagrada en el art. 16 de la
Constitución Política del Estado.

Que, no obstante aquello, las autoridades recurridas al dictar su fallo confirmatorio, sin
aplicar las disposiciones en vigencia del nuevo Código de Procedimiento Penal pese a su
solicitud, al margen de someterla a un procesamiento ilegal e indebido, también la privan
de su libertad y derecho de locomoción, pues los arts. 221, 222 del citado Código no
habrían sido observados, aplicándose el art. 233 pese a que los requisitos que tiene
previstos no concurrieron, ya que desde la elaboración de las Diligencias de Policía Judicial
se demostró que ella no tuvo participación en la comisión de los supuestos delitos, al
margen de que no puede fugarse porque es inocente, tiene su familia en la ciudad y por su
nivel cultural tampoco podría obstaculizar la averiguación de la verdad. Señala que "por si
fuera poco, los Vocales" recurridos, incumplieron con el art. 236 del precitado Código, ya
que en el Auto que dictaron el 3 de abril de 2000 no fundamentaron indicando los motivos
por los que se la privaba de su libertad, sin tomar en cuenta también los arts. 233, 234, 235
y 236 del tantas veces citado Código. Que por lo expuesto y habiéndose violado los
preceptos citados, más el art. 9 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos,
interpone el presente Recurso, pidiendo sea declarado procedente disponiéndose su
inmediata libertad bajo fianza, o en su defecto se apliquen las medidas substitutivas
establecidas en el art. 240 del nuevo Código de Procedimiento Penal.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 5 de septiembre de 2000, cual


consta de fs. 98 a 101 de obrados, la recurrente ratifica y reitera los términos de su Recurso.
Por su parte las autoridades recurridas prestan informe por escrito y lo amplían en el mismo
sentido.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con la opinión
Fiscal, declara improcedente el Hábeas Corpus, con los fundamentos siguientes: 1) Que el
Auto de Vista que confirma el Auto de apertura de proceso está ejecutoriado; 2) Que la
demandante se encuentra sometida a proceso penal, donde debe ejercitar su derecho a la
amplia e irrestricta defensa; 3) Que de acuerdo a los arts. 239 y 240 del nuevo Código de
Procedimiento Penal en lo referente a las medidas cautelares, es competencia del Juez de la
causa aplicarlas según los datos del proceso; y 4) Que al no haber sido apelada la resolución
que rechazó las medidas cautelares solicitadas, no correspondía que se pronuncien de
oficio.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, la recurrente fundamenta su Recurso alegando que los Vocales recurridos la están
sometiendo a un proceso, detención ilegal e indebida, privándola de su libertad, derecho de
locomoción y presunción de inocencia, al no aplicar las disposiciones en vigencia del nuevo
Código de Procedimiento Penal a tiempo de confirmar el Auto de Apertura de proceso en
su contra, pese a que no existen suficientes indicios y pruebas que demuestren su
participación en la supuesta comisión de los delitos que se le acusan.

2. Que, mediante Auto de Apertura de Proceso de 3 de abril de 2000 (fs. 103 y vta.),
pronunciado por el Juez Primero de Partido de Sustancias Controladas de Cochabamba, se
instruye sumario penal contra la recurrente y otros, por la supuesta comisión de los delitos
de Tráfico de Sustancias Controladas, Asociación Delictuosa y Confabulación, tipificados
en los arts. 48 con relación al 33-m) y 53 de la Ley Nº 1008, disponiéndose se expidan los
mandamientos de detención formal.

3. Que, contra el citado Auto de Apertura la recurrente interpone Recurso de Apelación el


29 de abril de 2000, fundamentándolo el 4 de julio de 2000 (fs. 105-108), en el sentido de
ser inocente, que las pruebas que la incriminan como presunta autora no son suficientes; y
que "...en su caso habiendo entrado en vigencia las medidas cautelares aplique una
sustitutiva a la detención preventiva prevista en el Art. 240 del nuevo Código de
Procedimiento Penal, en vista de no llenar con los requisitos ..." (fs. 107-108).

4. Que, las autoridades recurridas resuelven la apelación mediante Auto de Vista de 15 de


julio de 2000, confirmando la resolución del inferior en lo referente al procesamiento, sin
pronunciarse sobre la aplicación de las disposiciones del nuevo Código de Procedimiento
Penal solicitada de manera marginal e imprecisa por la recurrente en el memorial de
fundamentación de la apelación (fs.109); lo que significa que conforme a procedimiento no
ha existido solicitud alguna de aplicación de medidas sustitutivas a la detención preventiva.

5. Que, no se ha evidenciado en los obrados adjuntos al expediente, como en los solicitados


por éste Tribunal, que la recurrente hubiera pedido de manera adecuada al Tribunal de la
causa la aplicación de las medidas substitutivas a la detención preventiva y que éste hubiera
negado dicha petición, como se establece en el punto 3 del penúltimo considerando de la
Sentencia que resuelve el presente Recurso.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es inaplicable al caso de
autos, dado que la recurrente no solicitó la aplicación de medidas substitutivas conforme a
procedimiento, ni ante el Juez de la causa ni ante los recurridos, pues el expediente fue
elevado a conocimiento de éstos con el único motivo de resolver la apelación formulada
contra la apertura del proceso; es decir que la recurrente de forma marginal y cuando ya se
apersonó ante el Tribunal Superior pidió circunstancialmente se le apliquen medidas
substitutivas a las cautelares, razón por la que los Vocales recurridos no tenían la
obligación de resolver dicha petición.

Que, por la vía del Hábeas Corpus, no se puede analizar pruebas relativas a la inocencia o
culpabilidad, de una persona acusada de haber cometido delito, pues dicha función es
atribución exclusiva de los Jueces ordinarios, en éste caso el Tribunal de Sustancias
Controladas y los Tribunales de instancia superior son los llamados a determinar la
situación jurídica de la recurrente en cuanto a los delitos por los cuales está siendo
procesada.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Hábeas Corpus ha


compulsado correctamente los hechos y dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 142 a 143 de obrados,
pronunciada el 4 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del
Distrito de Cochabamba.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán, no
intervienen por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 938/00-R

Expediente: 2000-01620-04-RHC
Partes: Miguel Roca Vargas, Ramón Roca Suárez y Juan Carlos Roca Méndez contra
Rafael Melgar Arteaga, Juez Instructor de Portachuelo, Provincia Sara.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 9 de octubre de 2000
Mag. Relator : Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Sentencia de fojas 423 a 424, de 12 de septiembre de 2000,


pronunciada por el Juez de Partido de Warnes, Prov. O. Santiestevan; dentro del Recurso de
Hábeas Corpus interpuesto por Miguel Roca Vargas, Ramón Suárez Roca y Juan Carlos
Roca Suárez contra Rafael Melgar Arteaga, Juez Instructor de Portachuelo sus
antecedentes, y

CONSIDERANDO: Que, mediante memorial de fs. 414 a 417, presentado en 6 de


septiembre de 2000, los recurrentes expresan que son objeto de persecución y
procesamiento indebidos por el Juez de Instrucción de Portachuelo, quien sin jurisdicción
ni competencia en materia agraria y sin que exista prueba alguna, en forma abusiva e
indebida instauró proceso penal en su contra por el imaginario delito de despojo a
instancias de Milorat Miladent Coso Tafra, quien pretende despojarles de su parcela agraria
legítimamente dotada a su favor a través del respectivo Título Ejecutorial sobre 27 Has.,
ubicada en la localidad de Santa Rosa del Sara. Estando en continuada y legítima posesión
por más de 30 años, fueron sorpresivamente conducidos a dependencias policiales de
Portachuelo en calidad de detenidos, enterándose que el Juez recurrido abrió en su contra
un proceso penal por el supuesto delito de despojo violento basándose en un documento
forjado maliciosamente por el Corregidor de Santa Rosa.

Manifiestan que desde el inicio del injusto proceso penal, con prueba preconstituida se
acreditó que se estaba tramitando con anterioridad un proceso agrario de saneamiento
simple por conflicto de derecho entre el querellante y los recurrentes, como en derecho
corresponde, habiendo hecho uso de los recursos de impugnación y cuestionamiento contra
el auto de apertura del proceso y la competencia del Juez recurrido pidiendo la declinatoria
de competencia y apelación del auto de procesamiento, pero todos los recursos y medios
legales fueron sistemáticamente rechazados.

Añaden que existiendo un convenio entre la Superintendencia Agraria, el INRA y la Corte


Suprema de Justicia de la Nación para que los jueces ordinarios se abstengan de inmiscuirse
en conflictos de naturaleza agraria, el Juez recurrido se negó tozudamente a inhibirse del
conocimiento de esa causa penal con el argumento de que lo que se trata de averiguar es un
conflicto de posesión y no así un conflicto de mejor derecho propietario, privándoles del
derecho a trabajar y perturbándoles en su diario vivir.

Finalizan indicando que al haberse evidenciado un procesamiento indebido con usurpación


de funciones, piden se declare procedente el Recurso y por la vía de declinatoria se remitan
obrados a la Dirección Deptal. del INRA.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 12 de septiembre de 2000, conforme consta por el acta de fs. 420
a 421, en la que el recurrente se ratifica los términos de su demanda.

Por su parte, la autoridad recurrida señala que se trata de un trámite penal común iniciado
en base a Diligencias de Policía Judicial, querella y requerimiento fiscal, además de que los
recurrentes trataron sistemáticamente de obstaculizar el proceso y presionan para que se
remitan obrados al INRA, pese a que ya se señaló fecha para la lectura de sentencia.

Que concluida la audiencia, la Jueza de Hábeas Corpus dicta la Sentencia cursante a fs. 423
- 424, que declara IMPROCEDENTE el Recurso, con los siguientes argumentos: a) el
proceso penal instaurado contra los recurrentes por el delito de despojo se encuentra en vías
de dictarse sentencia, habiéndose presentado varios recursos, aunque el de recusación no
fue formalizado ante el superior en grado; b) el Recurso de Hábeas Corpus ha sido
instituido contra los actos ilegales y arbitrarios que cancelen o restrinjan los derechos y
libertades individuales, pero no contra las actuaciones legales del órgano jurisdiccional
como es el caso presente, ya que el Juez recurrido obró con facultad propia reconocida por
el ordenamiento procesal penal.

CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia


que:

1.- Que contra los recurrentes se interpuso denuncia y posterior querella por el delito de
despojo, por lo que el Juez recurrido abrió causa penal contra aquellos.

2.- Que dentro del mencionado proceso penal, los recurrentes hicieron uso del recurso de
apelación contra el auto de enjuiciamiento penal, solicitando luego la recusación al Juez
recurrido, planteando finalmente cuestión prejudicial.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Hábeas Corpus consagrado por el art. 18 de la


Constitución Política del Estado tiene la finalidad de preservar la libertad de las personas y
garantizar, en su caso, el debido proceso en materia penal, evitando cualquier forma de
arbitrariedad o ilegalidad. Que en el caso que se examina, no se ha dado esta última
situación, puesto que de los datos del proceso penal instaurado contra los recurrentes por
despojo violento, se evidencia que éstos, una vez prestada su declaración confesoria,
interpusieron recurso de apelación contra el auto de enjuiciamiento, presentaron prueba de
descargo y plantearon cuestión

prejudicial, además de haber solicitado la recusación del Juez recurrido, de lo que se infiere
que el trámite está enmarcado dentro de las normas procesales de la materia y que los
recurrentes se encuentran ejerciendo plenamente su derecho a la defensa.

Que en consecuencia, la autoridad recurrida no ha incurrido en procesamiento indebido,


estando sus actos enmarcados a derecho, por lo que la Jueza de Hábeas Corpus, al haber
declarado IMPROCEDENTE el Recurso interpuesto, ha efectuado una correcta
interpretación de los hechos y de las normas aplicables al caso, así como de los alcances del
art. 18 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Resolución de fs. 423 a 424 elevada en revisión.

Se llama la atención al Secretario del Juzgado de Partido de las Provincias Sara - Ichilo -
Portachuelo por la pésima elaboración del acta de la audiencia de Amparo, corriente a fs.
420-421.

Regístrese y hágase saber.

No interviene el magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 940/00- R

Expediente: No. 2000-01490-03-RAC


Partes: Jorge Silvestre Pérez Aramayo contra Reynaldo Bustios Céspedes, Juez Quinto de
Instrucción en lo Civil.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 11 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 69 y vta. de obrados, pronunciada el 3 de agosto


de 2000, por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Jorge Silvestre Pérez Aramayo contra Reynaldo
Bustios Céspedes, Juez Quinto de Instrucción en lo Civil, los antecedentes arrimados al
expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 1 de agosto de 2000 corriente de


fs. 63 a 65 de obrados, refiere que es propietario por sucesión hereditaria de un tercio de un
bien inmueble, por cuya razón dicho inmueble no es bien ganancial con su esposa, a quien
se le siguió una acción ejecutiva con un documento fraudulento, llegándose a gravar dicho
bien en Derechos Reales, pese a que él no firmó ni como deudor ni como garante de la
deuda y tampoco fue demandado. Aduce que con dichos argumentos planteó una tercería de
dominio excluyente ante el Juez recurrido, el cual falló rechazando tal tercería, resolución
que fue confirmada en apelación por el Juez Séptimo de Partido en lo Civil, por lo que en
ejecución de sentencia se determinó rematar el bien gravado, dictándose el Auto
correspondiente, el mismo que también es confirmado en apelación. Que, al seguirse
dictando resoluciones y providencias con el fin de arrebatarle su único techo que le fue
dejado por sus progenitores, pese a que jamás comprometió sus bienes en favor de la
ejecutante, interpone Amparo Constitucional contra dichos fallos y providencias, pidiendo
se declare procedente el Recurso y se dejen sin efecto todos los fallos, resoluciones y
providencias dictadas por el Juez recurrido, ya que son atentatorias a su derecho de
propiedad protegido por la Constitución Política del Estado, que además cumple una
función social, pues es el único techo, morada y domicilio que tiene con sus hijas.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 3 de agosto de


2000, cual consta a fs. 68 y vta. de obrados, el recurrente por medio de su abogada ratifica y
amplía el tenor de su Recurso manifestando que el anterior recurso se interpuso en "base al
Código Civil" y que el presente "va de acuerdo a Ley del Tribunal Constitucional". Por su
parte la autoridad recurrida, presta informe reconociendo que el recurrente planteó la
tercería alegando solamente que era sucesión hereditaria, empero a fs. 38 "cursa un cheque
que él había firmado pero su esposa fue la que lo llenó", que la tercería fue declarada
improbada, siendo confirmado dicho fallo en apelación, por lo que se señaló día y hora de
subasta y remate, planteando el recurrente el mismo día el presente Recurso, demostrando
su afán dilatorio. Afirma que anteriormente ya se planteó otro Amparo Constitucional que
fue declarado improcedente. Concluye indicando que su autoridad no está infringiendo
ninguna garantía porque sólo cumple con la Ley, por lo que pide se declare improcedente el
recurso.

Que, concluida la audiencia pública el Tribunal del Recurso, dicta resolución declarando
improcedente el Amparo Constitucional con los fundamentos siguientes: 1) Que, las
resoluciones impugnadas fueron confirmadas y tienen calidad de cosa juzgada, por lo que
no pueden ser suspendidas mediante el presente Recurso, ya que se violaría el art. 517 del
Código de Procedimiento Civil; 2) Que, ya se interpuso otro Amparo Constitucional con
identidad de sujeto, objeto y causa, lo que hace improcedente el recurso conforme al art.
96-II de la Ley Nº 1836 y 3) Que, se tiene el juicio ordinario para hacer valer los
argumentos expuestos.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrente interpone el Recurso alegando que todos los fallos dictados por el
recurrido dentro del proceso ejecutivo que se le sigue a su esposa son ilegales, por ser
atentatorios a su derecho de propiedad, ya que se embargó y se está procediendo al remate
de un bien inmueble que no es un bien ganancial, por ser de carácter sucesorio, argumentos
que expuso en juicio, pero no fueron escuchados, pues la tercería de dominio excluyente
que planteó fue declarada improbada.

2. Que, la ejecutante adjuntando documento suscrito entre ella y la esposa del recurrente
Roxana Vera Paz de Pérez, en acción preliminar a la ejecutiva, pide reconocimiento de
firma y rúbrica de dicho documento, demandando y pidiendo la citación de Roxana Vera
Paz de Pérez y no a su esposo (fs.2 del exp. original). Que declarado reconocido el
documento (fs. 6 vta. y 8 vta. exp. original), la demandante formaliza acción ejecutiva
contra Roxana Vera Paz de Pérez y pide se la notifique, a cuyo efecto se dicta el
correspondiente Auto Intimatorio disponiendo: 1) La intimación y citación de la
demandada, a quien se notifica el 12 de abril de 1995 (fs.21 exp. original) y 2) "líbrese el
correspondiente mandamiento de embargo sobre los bienes del deudor hasta cubrir...Como
se pide inscríbase mediante testimonios preventivamente la presente demanda y el Auto
Intimatorio."

3. Que, a fs. 92 de obrados en original, cursa certificación de Derechos Reales expedida el


12 de junio de 1995, acreditando la anotación preventiva sobre el inmueble del recurrente,
por el juicio seguido a su esposa, sin que se haya previamente librado el mandamiento de
embargo o se haya embargado.

4. Que, el 24 de mayo de 1995, la ejecutante, presenta y ratifica como prueba literal de su


parte indicando que "el testimonio comprobante del derecho de propiedad del recurrente...
sobre acciones y derechos del un tercio del inmueble inscrito en D.R. en la Partida Nº 451
fs. 449/DDRR del libro "B" de 1966 y adjunto al presente memorial FOTOCOPIA
DEBIDAMENTE LEGALIZADA de dicho documento... este documento debidamente
legalizado y que me ha sido dado en original...".

5. Que, el 29 de julio de 1995, el Juez recurrido dicta sentencia dentro del juicio declarando
probada la demanda e improbada las excepciones planteadas disponiendo "proseguirse con
los demás trámites del juicio hasta el trance y remate de los bienes embargados o por
embargarse de la demandada Roxana Vera Paz de Pérez...". Que apelada la sentencia, fue
confirmada en apelación en los mismos términos, sin disponerse el embargo y menos el
remate del inmueble de propiedad del recurrente.

6. Que, el recurrente presenta tercería de dominio excluyente el 5 de junio de 1996,


acompañándose como prueba del derecho propietario fotocopias legalizadas por el Actuario
del Juzgado Primero de Instrucción del Distrito de la Paz de un testimonio y certificación
expedida por la Oficina de Derechos Reales, ante la imposibilidad de presentarlos en
originales porque la ejecutante los tenía en su poder. Que, concluido el término probatorio,
el Juez recurrido el 19 de agosto de 1996, dicta Auto de Vista declarando improbada la
tercería de dominio excluyente con el argumento de que no se cumplió con el art. 360-II del
Código de Procedimiento Penal; resolución que fue confirmada en apelación el 28 de abril
de 1997. Que ante la solicitud de la ejecutante de que se franquee testimonio para
inscripción definitiva en Derechos Reales, el 1º de abril de 1998, el Juez recurrido provee
se proceda a la Inscripción y el 19 de noviembre de 1998 dispone se publique aviso de
remate sobre el bien del recurrente, el mismo que se ha venido postergando hasta la fecha
de interposición del presente Recurso, pese a los innumerables recursos que ha planteado el
recurrente invocando su derecho propietario.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios o
particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona...", precepto que es aplicable al caso de autos, dado que el Juez
recurrido ha incurrido en actos ilegales y omisiones indebidas desde el inicio del juicio
ejecutivo donde el recurrente intervino como tercerista, pues en principio nunca se lo citó ni
en la demanda preliminar ni en el juicio ejecutivo; empero sin haberse ordenado ningún
embargo, se ordenó la anotación preventiva de la demanda sobre el bien inmueble de su
propiedad; no obstante que en el Auto Intimatorio se dispone sólo el embargo de los bienes
de la esposa como ejecutada, pero no contra los bienes del recurrente.

Que, el recurrido cometió actos ilegales y omisiones indebidas, en forma permanente y


sucesiva dentro del juicio vulnerando así no sólo el derecho al debido proceso previsto en el
art. 16 de la Constitución Política del Estado, que tiene como esencia fundamental el
garantizar que una persona sea oída, juzgada y vencida en juicio conforme a las normas
legales vigentes, lo que no sucedió en el caso presente, dado que el bien del recurrente fue
gravado, sin que él tenga conocimiento del juicio y habiendo interpuesto tercería sin haber
sido citado, no fue oído conforme a Ley, pues por un mero formalismo se rechazó la
tercería que interpuso y se siguió el juicio hasta el estado de trance de remate, sin que hasta
dicho momento hubiera sido embargado el bien inmueble de su propiedad, lo cual, al
margen de atentar contra el precitado derecho también vulnera el derecho a la propiedad del
recurrente protegido por el art. 7-i) de la Ley Fundamental.

Que, si bien el recurrente planteó anteriormente otro Recurso de Amparo Constitucional


que fue declarado improcedente, lo hizo al tenor de las normas previstas en el Código de
Procedimiento Civil; y antes de las labores jurisdiccionales de éste Tribunal, por lo que no
se puede declarar la improcedencia al amparo del art. 96-2) de la Ley Nº 1836, que recién
comenzó a aplicarse el 1º de junio de 1999; es decir que para fundamentar un fallo en dicho
precepto, el Recurso debe haberse interpuesto en vigencia de la Ley del Tribunal
Constitucional, pues ésta norma sólo es aplicable para lo venidero, conforme lo dispone el
art. 33 de la Constitución Política del Estado.

En consecuencia el Tribunal del Amparo al declarar improcedente el Recurso, no ha


compulsado correctamente ni dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución Política
del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión corriente a fs. 69 y vta. de
obrados, pronunciada el 3 de agosto de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte
Superior del Distrito de La Paz y declara PROCEDENTE el Recurso planteado,
disponiendo que el Juez recurrido levante la anotación preventiva y deje sin efecto el
remate sobre el inmueble del recurrente. Asimismo ordena que el Tribunal del Recurso
proceda a la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 102-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 940/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 939/00-R


Expediente: No. 2000-01603-04-RHC
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Partes: Alfredo César Orozco Lobos contra Agustín Suárez Rojas y Wilma Ribera Jiménez,
Juez Noveno de Instrucción en lo Penal y Fiscal Adscrita al Juzgado, respectivamente.
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 11 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 13 y vta. de obrados, pronunciada el 8 de


septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de Santa
Cruz, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Alfredo César Orozco Lobos
contra Agustín Suárez Rojas y Wilma Ribera, Juez Noveno de Instrucción en lo Penal y
Fiscal Adscrita al Juzgado, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 7 de septiembre de 2000, de fs. 1


a 3 de obrados, refiere que desde el 15 de agosto de 2000, está siendo perseguido con un
mandamiento de aprehensión totalmente arbitrario y abusivo, con la finalidad de convertirlo
en un chivo expiatorio dentro de la denuncia que sigue el Ministerio Público en el caso de
los turriles de centro asfáltico, donde se lo sindica como principal sospechoso, sin ningún
fundamento legal y menos prueba, haciéndole presumir que la orden emana de alguna sigla
política, pues los que lo involucran son personas que primero lo desconocieron y luego se
retractan en los estrados judiciales acusándolo, pese a que jamás las ha visto ni ha trabajado
con ellas y tampoco en las instituciones públicas que se especula. Dice que habiéndose
apersonado al Juzgado a cargo del recurrido, su persona pidió colaborar con la
investigación, previa aplicación de medida cautelar, tomando en cuenta lo previsto en los
arts. 9 y 16 de la Constitución Política del Estado, 233 y 240 de la Ley Nº 1970,
caucionando la fianza y presentado todos los documentos necesarios para acceder a ella; sin
embargo, hace una semana que el expediente "DUERME EL SUEÑO DE LOS JUSTOS",
sin poder obtener su libertad y de esa manera presentarse a prestar su declaración
indagatoria. Que por lo expuesto, y encontrándose injustamente perseguido como un vulgar
delincuente, violándose sus derechos constitucionales al pretender privarle de su libertad de
locomoción o circulación establecido en el art. 7-d) y g) de la Constitución Política del
Estado al amparo de los arts. 18 de la Constitución Política del Estado, 758 y 760-1)
(derogados) del Código de Procedimiento Civil, interpone el presente Recurso, pidiendo
sea declarado procedente, disponiéndose su inmediata libertad, dado que no existe ningún
elemento de convicción suficiente para sostener que su persona cometió los delitos que se
le acusan.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 8 de septiembre de 2000, cual


consta de fs. 8 a 12 y vta. de obrados, el recurrente ratificó y amplió los términos de su
Recurso señalando que llegado el expediente ante el Juez recurrido, éste fija
inmediatamente audiencia pero se suspende la misma por la inasistencia de la Fiscal y
nuevamente se señala para el 30 de agosto de 2000, donde se comete una de "las barbaries
más grandes", ya que no se da cumplimiento al art. 242 de la Ley Nº 1970, pues se califica
la fianza en un millón de bolivianos; empero, se cauciona y de ahí para adelante a pesar de
lo previsto en los arts. 240 y 244 de la precitada Ley, que no dicen que se deba correr
traslado a la Fiscal; sin embargo se lo hace, no obstante que por tratarse de un derecho
fundamental es de previo y especial pronunciamiento. Indica que se ha subsanado todo lo
observado por el Juez y que el recurrido ha vulnerado los arts. 31 y 32 de la Constitución
Política del Estado al haber remitido a vista fiscal el expediente, sin que la Ley así
disponga, que igualmente ha violado el art. 90 del Código de Procedimiento Civil y los arts.
53 y 173 del Código Penal.

Por su parte el recurrido presta informe por escrito, en el cual alega que radicándose la
causa ante su despacho dictó el Auto Inicial de la Instrucción conforme a los arts. 120, 129
y sgtes. del Código de Procedimiento Penal, habiendo el recurrente solicitado la aplicación
de medidas sustitutivas a la detención preventiva, caucionando el monto con un bien
inmueble, adjuntando documentación incompleta en fotocopias simples del derecho
propietario, con falta de fuerza legal, extrañándose el avalúo y pago de impuestos. Que
dicho petitorio fue corrido a las partes y vista fiscal, habiendo la Fiscal adscrita devuelto el
expediente por existir revocatorias y otros petitorios presentados con anterioridad a la
caución de fianza. A su turno, la Fiscal recurrida arguye que es falso que el recurrente esté
perseguido ilegal e indebidamente, por cuanto contra él se ha librado un mandamiento de
aprehensión por autoridad competente, cual es el Juez Instructor de la causa, que no ha
retrasado la tramitación del expediente, ya que por certificación evacuada por la secretaria
del Ministerio Público, el expediente no fue puesto a su conocimiento.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con la opinión
Fiscal, declara improcedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de que los recurridos
"...no han transgredido ni conculcado ninguna garantía ni derecho constitucional del
recurrente, puesto que todas sus actuaciones han sido en uso específico de sus potestades y
atribuciones emanadas por Ley...".

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrente fundamenta su Recurso alegando estar injustamente perseguido, ya


que no obstante haber caucionado la fianza y presentado todos los documentos necesarios
para estar en libertad y presentarse a prestar su declaración indagatoria, el expediente del
proceso que se le sigue, "DUERME EL SUEÑO DE LOS JUSTOS", sin poder obtener su
libertad, pues el recurrido corrió en vista fiscal, pese a que los arts. 240 y 244 de la Ley Nº
1970 no disponen aquello, sin que la Fiscal recurrida se pronuncie hasta la fecha, al igual
que el Juez del proceso, por lo que pide celeridad en virtud de que el derecho de libertad
merece previo y especial pronunciamiento..

2. Que, habiéndose radicado el proceso penal instaurado por la Prefectura contra el


recurrente y otros, en el Juzgado a cargo del Juez recurrido, pidió se le apliquen las medidas
substitutivas previstas en el art. 240 del Código de Procedimiento Penal, para cuyo efecto
se celebró la audiencia correspondiente el 30 de agosto de 2000, calificándose una fianza de
un millón de bolivianos, la misma que se cauciona el 31 del mismo mes y año con
documentación insuficiente, que fue subsanada por afirmación del recurrente, la cual no ha
sido negada por el recurrido.

3. Que, según la certificación cursante a fs. 5 de obrados, se acredita que desde el 15 de


agosto de 2000, el expediente del proceso seguido por el Ministerio Público contra Alfredo
César Orozco Lobo y otros, no ingresó a las oficinas del Ministerio Público.

4. Que, en el punto 2 del primer considerando de la sentencia que se revisa se establece:


"Que de la revisión y análisis del expediente en cuanto se refiere a la tramitación de la
caución de fianza del recurrente, se infiere que han transcurrido seis días sin que el Juez
resuelva la situación legal con referencia a la procedencia o improcedencia de la caución de
fianza, por lo que es procedente una llamada de atención a la autoridad demandada por
retardar un trámite de libertad que debe tener especial pronunciamiento de parte del
Juzgador."

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, por cuanto el Juez recurrido está sometiendo al recurrente a una persecución y
procesamiento indebido, al no pronunciarse sobre la caución de fianza inmediatamente a la
presentación de los documentos extrañados, pues si bien el mandamiento de aprehensión ha
sido librado por la autoridad recurrida en su calidad de Juez de la causa y por tanto
competente para hacerlo, dicho mandamiento se convierte en ilegal cuando se ha cumplido
conforme a Ley con la caución de la fianza calificada y no se hace efectiva la libertad.

Que, en el caso presente el Juez recurrido no se pronuncia sobre la documentación


presentada caucionando la fianza real, no obstante que desde la aplicación de la medida
cautelar han transcurrido seis días, tiempo durante el cual el procesado, ahora recurrente,
sigue restringido de su libertad, por negligencia y retardación de justicia atribuible al
recurrido que con excusas insustanciales y falsas sigue manteniendo el mandamiento de
aprehensión, retrasando el trámite con providencias arbitrarias no previstas en la ley,
poniendo en riesgo con ello la libertad del recurrente, pues el Código de Procedimiento
Penal, no establece que se corra en traslado en vista fiscal cuando se cauciona la fianza.

Que, a la presentación de una solicitud de aplicación de medidas substitutivas conforme al


art. 240 de la Ley Nº 1970, la autoridad que este en conocimiento del proceso debe proveer
inmediatamente, señalando audiencia para la consideración de la misma, cuyo resultado
debe ser por la procedencia o rechazo de la solicitud y luego con la misma celeridad
analizar los documentos presentados en caso de fianzas que por su naturaleza, deben ser
caucionadas con la presentación de documentos que acrediten su disposición para ser
aceptadas como fianza real, no siendo necesario que en el referido acto procesal como ya se
estableció, que el Fiscal tenga intervención en la compulsa, por cuanto ésta es de única y
exclusiva facultad del Juez de la causa, quien está llamado a realizarlo con la mayor
prolijidad de modo que la fianza real calificada quede plenamente asegurada a efectos del
proceso.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Hábeas Corpus no ha


compulsado correctamente los hechos ni dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, REVOCA en parte la Sentencia venida en revisión corriente a fs. 13 y vta. de
obrados, pronunciada el 8 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte
Superior de Justicia de Santa Cruz y declara PROCEDENTE el Recurso planteado contra
Agustín Suárez Rojas, Juez Noveno de Instrucción en lo Penal, manteniendo la
improcedencia contra la co-recurrida, Wilma Ribera Jiménez, Fiscal adscrita al Juzgado;
disponiendo que en el día se pronuncie si el recurrente ha presentado la documentación
extrañada conforme a Ley, y siendo así, haga efectiva la libertad de acuerdo a
procedimiento. Asimismo, ordena que el citado Tribunal proceda a la calificación de daños
y perjuicios conforme al art. 91-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 948/00-R

Expediente: No. 2000-01503-03-RAC


Partes: Roberth Milton Olivera Amarildo, Ernesto Miguel Parrado Villagómez y Marco
Antonio Contreras Vásquez contra Gonzalo Taboada López, Rector de la Universidad
Mayor de San Andrés.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 12 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 80 y vta. de obrados, pronunciada el 18 de agosto


de 2000, por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Roberth Miltón Olivera Amarildo, Ernesto Miguel
Parrado Villagómez y Marco Antonio Contreras Vásquez contra Gonzalo Taboada López,
Rector de la Universidad Mayor de San Andrés, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, los recurrentes en su demanda de 15 de agosto de 2000, de fs. 50


a 53 y vta. de obrados, refieren que como egresados de la Carrera de Medicina de la
Universidad Mayor de San Andrés, con el fin de obtener sus títulos académicos presentaron
toda la documentación exigida a la División de Títulos y Diplomas. Que, en Asesoría Legal
de la Universidad, les indicaron verbalmente que las copias legalizadas del servicio militar
eran falsas, por lo cual se apersonaron ante el Ministerio de Defensa y la Policía Técnica
Judicial a sentar denuncia y paralelamente tramitaron sus libretas de redención, las que les
fueron entregadas el 9 de diciembre con un certificado emitido por el Ministerio de Defensa
que acreditaba que eran originales y legales, empero igualmente les fueron rechazadas
argumentando que eran falsas. Ante tal situación y como la Asesoría Jurídica no les daba
curso a su solicitud, acudieron ante el Comité Ejecutivo del Consejo Universitario, el cual
sorprendentemente rechazó la petición indicando que el Tribunal Militar de Justicia tendría
previamente que emitir un fallo que los absuelva de culpa y que ellos debían presentar
documentos legalmente otorgados.

Aducen que en el supuesto de que existiera algún delito, deben ser las autoridades
competentes las que impondrán sanciones a las personas que lo hubieran cometido, pero la
Universidad no tiene ninguna facultad para imponer sanciones presumiéndolos autores, no
entregándoles sus títulos profesionales, atentando con ello los arts. 6, 7-e), 8-b) y 16 de la
Constitución Política del Estado, pues se los presume culpables sin haber sido oídos y
juzgados en proceso legal. Alegan que la Resolución del Consejo les coarta su derecho a
trabajar establecido en el art. 156 y finalmente infringe el art. 186 de la precitada Ley
fundamental, dado que las Universidades Públicas están autorizadas para extender títulos y
no así retenerlos.

Que por todo lo expuesto y en virtud de que han demostrado que son estudiantes egresados
que cumplieron con todos los requisitos "habidos y por haber" para la obtención de sus
títulos académicos de médicos cirujanos; solicitan que el presente Recurso sea declarado
procedente y se disponga cesen los actos ilegales cometidos por la UMSA y se deje sin
efecto la Resolución Nº 250/00 de 20 de junio de 2000, dictada por el Comité Ejecutivo del
H. Consejo Universitario.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 18 de agosto de


2000, cual consta de fs. 56 a 59 y vta. de obrados, el Tribunal de Amparo determina que
sólo se resolverá la pretensión del recurrente Ernesto Miguel Parrado Villagómez, ante la
inasistencia de los otros dos recurrentes y prosiguiendo el acto otorgan la palabra al
abogado del recurrente, quien reitera todos los extremos expuestos en el Recurso.

Por su parte los apoderados de la autoridad recurrida prestan informe señalando que el
otorgar diplomas o títulos académicos implica el cumplimiento de una serie de requisitos
entre los que está la presentación de la libreta de servicio militar, que en el presente caso el
recurrente pretendiendo burlar a la Universidad presentó un certificado de sustitución de
libreta falsa, lo cual fue confirmado por el Ministerio de Defensa. Que días después se
cumplió con la presentación de la libreta de redención, la cual se encuentra retenida, en
mérito a que se ha dictado auto de procesamiento en la justicia penal militar. Arguyen que
el Comité Ejecutivo del Consejo Universitario, advertido de los hechos dictó la Resolución
Nº 250 de 20 de julio de 2000, por la cual no niega la extensión de los diplomas
académicos, sino que los somete a una "condición suspensiva"; mientras que el Tribunal de
Justicia Militar emita su fallo sobre la presentación de documentos falsos. Afirman que si
bien existe una certificación del Ministerio de Defensa que avala la validez de las libretas
presentadas, también han recibido una carta respecto a la anulación de las mismas, pues los
recurrentes no pueden luego de haber presentado documentos falsos, presentar otro y
pretender salvar un delito. Dicen que los recurrentes podían haber acudido a los recursos
administrativos, como ser el Consejo Universitario. Finalmente, dicen no contar con la
Resolución Ministerial que anula las libretas de servicio militar.

Que, concluida la audiencia pública el Tribunal del Recurso, dicta la Resolución Nº


375/2000 declarando procedente el Amparo Constitucional con los fundamentos siguientes:
1) Que, la acción penal se ha iniciado por la presentación de los primeros documentos que
resultaron falsos; 2) Que la libreta del servicio militar de redención es auténtica según
certificación del Ministerio de Defensa; 3) Que, ninguna persona puede privar a un
ciudadano de su medio de trabajo y de los derechos consagrados universalmente, así sea en
forma temporal y 4) Que, no existe otro medio legal para revisar la Resolución, ya que
conforme al art. 20-b) del Estatuto Orgánico de la UMSA el Comité Ejecutivo constituye el
máximo organismo.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, los recurrentes en su calidad de egresados de la Carrera de Medicina de la


Universidad Mayor de San Andrés con el fin de obtener sus títulos académicos, presentaron
los documentos exigidos para tal efecto; habiendo presentado entre ellos un documento
como sustituto de la libreta de servicio militar; empero, éste resulto ser falso, lo cual se les
comunicó verbalmente, por lo que ante dicha emergencia tramitaron libretas de redención,
las mismas que les otorgaron previo trámite conforme a Ley en el Ministerio de Defensa,
más certificados extendidos por el Director General de Defensa y la Directora General de
Asuntos Jurídicos del Ministerio de Defensa que acreditaban su legalidad (fs. 32 y 33).

2. Que, presentadas las libretas de redención más las certificaciones que acreditan su valor
legal, la Universidad Mayor de San Andrés por medio de la Jefatura de la Asesoría Jurídica,
persistió en reservarse la extensión del título "en tanto el proceso que se ventila en el
Tribunal Militar, pronuncie sentencia, ya sea de absolución o de inocencia"; razón por la
que los recurrentes acuden ante el Comité Ejecutivo del Consejo Universitario, el cual dicta
la Resolución Nº 250/00 de 20 de junio de 2000, determinando que "...dentro del marco
jurídico contenido en el art. 185 de la Constitución Política del Estado, ha resuelto no
otorgar el grado académico de Médico-Cirujano a los señores....., mientras el Tribunal de
justicia militar no emita su fallo, sobre la presentación de documentos falsos,
absolviéndoles de culpa y presenten documentos legalmente otorgados por el Ministerio de
Defensa."

3. Que, el 16 de agosto de 2000, el Ministro de Defensa Nacional mediante carta MDN-


GM. No. 1679/2000, hace conocer al Jefe del Departamento de Asesoría Jurídica UMSA
que los recurrentes están siendo sometidos a proceso penal militar por la supuesta comisión
de los delitos de falsificación, suplantación y falsificación en grado de complicidad.
Asimismo, indica que se resolvió emitir una Resolución Ministerial anulando las libretas de
Redención tramitadas y obtenidas, disponiéndose la suspensión de las matrículas de las
mismas. Sin embargo, hasta la fecha de celebración de la audiencia del Recurso la precitada
Resolución no ha sido dictada.

4. Que, conforme al art. 22 del Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Andrés,
el Consejo Universitario sólo opera como Tribunal en las instancias que le fija el
Reglamento de Procesos.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona..."; precepto que es aplicable al caso de autos, por cuanto la
autoridad recurrida ha incurrido en acto ilegal que restringe y suprime el derecho al trabajo
del recurrente, pues se les está negando indebidamente sus títulos académicos que los
habilita para el ejercicio de la profesión de médicos, no obstante que se han cumplido con
todos los requisitos exigidos, pues los apoderados de la autoridad recurrida han reconocido
que las libretas de redención presentadas por los recurrentes tienen valor legal, por lo cual
no puede ser óbice para justificar la negativa de la expedición del título una carta, sino una
Resolución Ministerial que en los hechos no se ha dictado.

Que, la negativa además de atentar contra el derecho al trabajo, vulnera el derecho a la


presunción de inocencia, previsto y garantizado por el art. 16-I de la Constitución Política
del Estado, pues se está presumiendo la culpabilidad de los recurrentes, sancionándolos con
la no extensión de su título académico, cuando lo correcto es presumir la inocencia
mientras no se les pruebe su culpabilidad en un debido proceso; es decir, que si existe una
certificación que acredita la autenticidad de las libretas de redención, su falsedad sólo debe
ser investigada y determinada en juicio ante el Tribunal llamado por Ley, el cual deberá
necesariamente concluir con la correspondiente sentencia, la misma que en caso de ser
condenatoria y adquirir la calidad de cosa juzgada, con la disposición de anular las libretas
que ahora tienen valor legal.

Que, los recurrentes no tenían otra vía expedita e inmediata para hacer valer el derecho que
acusan de infringido, pues el Estatuto Orgánico de la Universidad Mayor de San Andrés,
atribuye la calidad de Tribunal al Consejo Universitario, empero en los procesos
sustanciados dentro de la Universidad y conforme al Reglamento de Procesos y no en casos
particulares como el presente.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Amparo, ha actuado


correctamente y dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución Política del Estado.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión corriente a fs. 80 y vta. de
obrados, pronunciada el 18 de agosto de 2000 por la Sala Civil Segunda de la Corte
Superior del Distrito de La Paz, disponiendo que la autoridad recurrida otorgue el título
académico solicitado. Asimismo, ordena que el Tribunal del Recurso proceda a la
calificación de daños y perjuicios conforme al art. 102-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 948/2000 -R

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 945/00-R

Expediente: No. 2000-01576-04-RAC


Partes: Lucía Chambi Vda. de Gómez contra José C. Baldivieso Salinas y Alfredo Orellana
Aguilar; Juez Segundo de Partido en lo Civil y Primero de Instrucción en lo Civil, ambos
de El Alto.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 12 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro
VISTOS: En revisión la Resolución Nº 459/2000 de fs. 192 a 193 de obrados, pronunciada
el 4 de septiembre de 2000, por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de
La Paz, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Lucía Chambi Vda. de Gómez
contra José C. Baldivieso Salinas y Alfredo Orellana Aguilar, Juez Segundo de Partido en
lo Civil y Primero de Instrucción en lo Civil, ambos de El Alto del Distrito de La Paz, los
antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, la recurrente en su demanda de 29 de agosto de 2000, corriente


de fs. 9 a 11 de obrados, refiere que es propietaria de un inmueble con una superficie de
500.00 M2, situado en calle Mercedes Camacho de Kunkar Nº 2124, Zona 12 de Octubre
de la ciudad de El Alto y al fallecimiento de su esposo se instituyó en su heredera
incorporando a su patrimonio el 50% del de cujus; sin embargo, en forma imprevista
aparece Ubaldina Oblitas de Lara, formulando Interdicto de Adquirir la Posesión ante el
Juzgado Primero de Instrucción en lo Civil, solicitando se le ministre posesión de un lote de
terreno de 600.00 M2, en base a una escritura del año 1966 inscrita en Derechos Reales en
1967, sin contar con plano de ubicación ni registro en la Dirección de Desarrollo Urbano de
la Alcaldía Municipal de El Alto, ni certificado de registro de propiedad del Servicio de
Información y Multipropósito (Catastro). Que habiéndose declarado probada la demanda se
le ministró posesión en la vía pública porque la casa estaba cerrada; fallo que apeló, siendo
confirmada la Sentencia por el Juez Segundo de Partido en lo Civil, salvándose sus
derechos como opositora en la vía ordinaria dando conformidad con lo establecido en el art.
596 del Código de Procedimiento Civil, vía ante la cual acudió demandando a Ubaldina
Oblitas de Lara alegando mejor derecho de propiedad, causa que curiosamente se radica
ante recurrido Juez Segundo de Partido en lo Civil.

Que, mientras se sustanciaba el proceso ordinario Ubaldina Oblitas de Lara, plantea


interdicto de recobrar la posesión, demanda que es declarada improbada; empero al ser
apelada otra vez curiosamente radica ante el citado Juez Segundo, quien revoca la
Sentencia y declara probada la demanda con el fundamento de que la Sentencia dictada en
el interdicto anterior, tenía la calidad de cosa juzgada, sabiendo que en los procesos
interdictos las resoluciones no revisten tal calidad mientras la opositora no sea vencida en
proceso ordinario y tampoco se le puede privar de la posesión de acuerdo al art. 596 del
Código de Procedimiento Civil. Sin embargo, el referido Juez ordena implícitamente el
lanzamiento de su casa, aprovechándose de lo dispuesto en el art. 595 del precitado Código,
sobre cuya base el Juez Primero de Instrucción en lo Civil, expide mandamiento de
lanzamiento sin esperar que exista sentencia ejecutoriada en el juicio ordinario y sin
respetar la compulsa y el resultado de la apelación por él negada contra el auto de oposición
al lanzamiento, además que de acuerdo al art. 3-3) del Código de Procedimiento Civil, tiene
el deber de asegurar la igualdad efectiva de las partes y guardar las formalidades y respeto a
la propiedad privada "prevista por el art. 21 de la Carta Magna", pues en infracción a dicho
derecho se ha ordenado el allanamiento de su domicilio, a cualquier hora del día o la noche
"con la fuerza de un Batallón de la Policía", para que la lancen, pese a que en materia de
procesos interdictos conforme a los arts. Art. 591 al 620 del Código de Procedimiento Civil
no existe semejante facultad.

Que por lo expuesto y dado que los Jueces recurridos pretenden lanzarla ilegalmente de su
casa, interpone el presente Recurso, pidiendo sea declarado procedente disponiéndose que
se suspenda "la medida de fuerza" hasta contar con sentencia ejecutoriada del proceso
ordinario emergente del interdicto de adquirir la posesión.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 4 de septiembre de


2000, cual consta de fs. 187 a 191 de obrados, la recurrente por medio de su abogado
ratifica, reitera y amplía el tenor de su Recurso señalando que son dos las personas
propietarias de un lote de terreno, ella de una casa de 500 M2 y la otra de un lote de terreno
de 600 M2, ambos diferentes.

Que, la demanda de interdicto de recobrar la posesión se declaró improbada en primera


instancia, fallo que fue dictado en base a la declaración jurada que hizo la demandante
indicando que fue despojada de su terreno de 600.M2 entre los años 1969 y 1970 por los
comunarios de Cupirlupaca.

Por su parte, el co-recurrido Juez Primero de Instrucción en lo Civil, prestó informe


manifestando que su autoridad simple y llanamente está haciendo cumplir lo ordenado en el
Auto de Vista dictado por el Juez Segundo de Partido en lo Civil y si bien los fallos
interdictuales no causan estado y ejecutoria plena; empero, deben cumplirse, ya que su
objeto es precautelar el derecho propietario. Por su parte el Juez Segundo de Partido en lo
Civil, informa por escrito (fs. 165-169) arguyendo que del segundo considerando de la
Resolución Nº 235 de 22 de diciembre de 1999 que revoca la sentencia del interdicto de
recobrar la posesión, se desprende que la posesión es un poder de hecho y derecho sobre
cosa material constituido por dos elementos que son el animus y el corpus, los cuales se
tenía desde la ejecutoria del fallo dictado en el primer interdicto y la emergente posesión
que consta en Acta, además de que la recurrente no enervó los documentos públicos
presentados por la demandante. Expresa que la cosa juzgada formal en interdictos tiene
eficacia transitoria, que se cumple y es obligatoria con relación al proceso, pero puede ser
modificado en juicio ordinario, goza de impugnabilidad pero carece de inmutabilidad; en
conclusión dice que ha procedido conforme al art. 613 del Código de Procedimiento Civil.
Con relación a la sentencia dictada el 15 de junio de 2000 dentro del proceso ordinario, dice
que la dictó valorando los elementos de juicio aportados por las partes, que al interponerse
Recurso de Apelación, falta dictarse el Auto de concesión, previa respuesta de la
demandada.

Que, concluida la audiencia el Tribunal del Recurso de acuerdo con el requerimiento Fiscal,
declara procedente el Amparo Constitucional con el fundamento de que al estar el mejor
derecho propietario en litigio en proceso ordinario, el que está pendiente de resolver en
apelación el lanzamiento expedido por el Juez Primero de Instrucción en lo Civil, es ilegal
y desconoce "el derecho del debido proceso previsto por Art. 9º de la Carta Magna
concordante con los Arts. 7º inciso i) y Art. 22 de la misma Supra Ley".

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, dentro del proceso interdicto de adquirir la posesión de un lote de terreno, seguido
por Ubaldina Oblitas de Lara contra la recurrente, se dictó resolución declarando probada la
demanda, la cual fue confirmada en apelación por el recurrido Juez Segundo de Partido en
lo Civil, siendo ejecutoriada en dicha instancia, salvándose los derechos de las partes en la
vía ordinaria, donde acudió la recurrente planteando acción de mejor derecho propietario,
radicándose la causa ante el Juez referido, quien ha dictado Sentencia el 15 de junio de
2000 declarando improbada la demanda, habiendo la recurrente interpuesto recurso de
apelación el 24 de julio de 2000 (fs. 180-181 y vta.), que se encuentra pendiente de
resolución ante el superior en grado.

2. Que, alternativamente al referido proceso ordinario, Ubaldina Llanos plantea interdicto


de recobrar la posesión contra la recurrente, demanda que se declaró improbada en primera
instancia (fs. 71-72), resolución que en apelación conocida, también por el citado Juez, fue
revocada (fs. 183-184), disponiéndose que en ejecución de sentencia, bajo prevención de
lanzamiento, se restituya el inmueble a la demandante, por estar ejecutoriada la sentencia
de adquirir la posesión.

3. Que, devuelto el expediente del interdicto de recobrar la posesión con el fallo revocatorio
del Juez Segundo de Partido en lo Civil, el Juez Primero de Instrucción en lo Civil dicta
resolución ordenando el lanzamiento (fs. 108), contra la cual la recurrente presenta recurso
de apelación (fs. 113), que le es negado, a cuya consecuencia ésta le anuncia recurso de
compulsa el 13 de abril de 2000; empero, la autoridad libra mandamiento de lanzamiento el
20 de abril de 2000 y posteriormente al declararse legal la compulsa por Auto de 9 de mayo
de 2000, dispone la remisión de obrados al superior en grado.

4. Que, encontrándose pendientes de resolver los recursos de apelación dentro del juicio
ordinario y dentro del interdicto de recobrar la posesión, el Juez Primero de Instrucción en
lo Civil, el 21 de julio de 2000 (fs.1), dicta resolución disponiendo se libre mandamiento de
lanzamiento con "...facultades de allanamiento, ruptura de candados, cerraduras y
habilitación de días y horas extraordinarias y auxilio de la fuerza pública de conformidad a
lo dispuesto por los Arts. 635 y siguientes del Procedimiento Civil..."; y el 8 de agosto de
2000 (fs.5), mediante otra resolución dispone se libre nuevo mandamiento, por lo que la
recurrente vuelve a plantear apelación, la cual es rechazada mediante Auto dictado el 29 de
agosto de 2000.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona..."; precepto que es aplicable al caso de autos, por cuanto las
autoridades recurridas al disponer el lanzamiento sin observar el art. 596 del Código de
Procedimiento Civil que dispone expresamente: "El interdicto de adquirir la posesión
procederá cuando quien la solicitare presente título auténtico de dominio sobre la cosa y
ésta no se hallare en poder de un tercero con título de dueño o usufructuario. Quien así la
poseyere no será privado de su derecho sin ser oído y vencido en proceso ordinario.", no
sólo han atentado al debido proceso garantizado por el art. 16 de la Constitución Política
del Estado, sino también han violado el derecho de propiedad previsto y garantizado por los
arts. 7-i) y 22 de la misma Ley fundamental, pues éste aún no ha sido negado dentro de
proceso ordinario donde la sentencia dictada hubiera adquirido ejecutoria, por lo que los
Jueces recurridos estaban obligadas a respetar el referido derecho fundamental, sin privar a
la recurrente del mismo, hasta que la señala sentencia adquiera tal calidad.
Que, no obstante aquello el Juez Primero de Instrucción en lo Civil, incurrió en mayores
arbitrariedades al persistir en ordenar el libramiento de mandamientos de lanzamiento,
cuando la primera resolución que dispuso dicha orden fue apelada por la recurrente, lo que
impetraba al juzgador recurrido a no insistir en el lanzamiento por un lado y por otro,
excedió lo prescrito en el art. 635 del Código de Procedimiento Civil, dado que libró
mandamiento con facultad de allanar, con "habilitación de días y horas extraordinarias";
vulnerando con dicha actuación procesal el art. 21 de la Constitución Política del Estado
que prevé: "Toda casa es un asilo inviolable; de noche no se podrá entrar en ella sin
consentimiento del que la habita y de día sólo se franqueará la entrada a requisición escrita
y motivada de autoridad competente, salvo el caso de delito "in fraganti."; precepto del cual
se colige que una autoridad así sea la competente, no puede librar un mandamiento con
habilitación de días y horas.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Amparo, ha compulsado


debidamente los obrados y dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución Política del
Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión corriente de fs. 192 a 193
obrados, pronunciada el 4 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte
Superior del Distrito de La Paz, disponiendo que el Tribunal del Amparo proceda a la
calificación de daños y perjuicios conforme al art. 102-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 946/00-R

Expediente: No. 2000-01584-04-RAC


Partes: Ricardo Peláez Antelo contra Agustín Suárez Rojas, Juez Noveno de Instrucción en
lo Penal.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 12 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 118 y vta. de obrados, pronunciada el 5 de


septiembre de 2000, por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de Santa
Cruz, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Ricardo Peláez Antelo contra
Agustín Suárez Rojas, Juez Noveno de Instrucción en lo Penal, los antecedentes arrimados
al expediente; y,

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 2 de septiembre de 2000,


corriente de fs. 104 a 105 y vta. de obrados, refiere que el 9 de junio de 2000, ante el
Juzgado a cargo del recurrido radicó la querella que presentó contra Carlos Aróstegui
Quiroga y María Rosa Chávez de Aróstegui, en cuya virtud el 15 de junio de 2000 se
instruye sumario penal contra los nombrados; el 17 y 28 del mismo mes y año se amplía la
querella contra José Gabriel Roca Chávez por complicidad en el delito de estelionato, por
lo que el 30 de junio atendiendo su solicitud, se ordenó la retención de fondos de Roca
Chávez, quien el 17 de julio pide revocatoria del Auto Inicial, la cual es deferida mediante
resolución dictada el 8 de agosto de 2000, por lo que plantea apelación, que es rechazada
sin fundamento y por ello plantea compulsa ante la Corte Superior del Distrito. Que al ser
notificado Ricardo Peláez con el rechazo de la apelación el 31 de agosto, en la misma fecha
solicita se levante la medida jurisdiccional de retención de fondos y el Juez con inusitada
celeridad oficia a la Superintendencia se liberen los fondos.

Señala que el primer acto ilegal consiste en la revocatoria del Auto inicial ampliatorio en
contra de José Gabriel Roca Chávez; el segundo, en el rechazo de la apelación interpuesta
contra la revocatoria de dicho auto y el tercero, se da en la liberación de los fondos
retenidos sin correrle traslado de dicha resolución "... sin aguardar los plazos procesales de
ejecutoria de la misma...". Que por lo expresado y habiendo incurrido la autoridad recurrida
en actos ilegales y omisiones indebidas, interpone el presente Recurso, pidiendo sea
declarado procedente, disponiéndose se revoque la resolución que ordena la liberación de
los fondos retenidos a José Gabriel Rocha Chávez y se deje sin valor el oficio para dicho
efecto, haciéndose conocer en medida cautelar a la Superintendencia de Bancos y Entidades
Financieras para que no den curso al oficio hasta que el Amparo Constitucional sea resuelto
y revisado por el Tribunal Constitucional.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 5 de septiembre de


2000, cual consta de fs. 112 a 117 de obrados, el recurrente por medio de su abogado
ratificó y amplió los términos de su Recurso indicando que rectifica un error en la demanda,
donde se dice que se apeló del auto de procesamiento, siendo lo correcto que fue del Auto
Inicial de Instrucción. Explica que su querella fue presentada contra Carlos Aróstegui,
María Rosa Chávez de Aróstegui y José Gabriel Roca Chávez, a quién el Juez recurrido
omitió incluirlo en el Auto Inicial de Instrucción, por lo que pidió que se lo incluya en el
mismo, solicitud que fue concedida, previo requerimiento fiscal, ante la existencia de
suficientes indicios de culpabilidad en grado de complicidad en el delito cometido; empero,
después se revoca la ampliación. Señala que al habérsele negado el rechazo de la apelación
se atentó contra el principio constitucional de la doble instancia y de la revisabilidad de los
fallos de primera instancia y que la orden de liberación de fondos constituye una omisión
indebida y un acto ilegal, puesto que además fue dada sin que esté ejecutoriada la
resolución que rechazaba la apelación, vulnerándose con ello la garantía de defensa en
juicio prevista en el art. 16-II de la Constitución Política del Estado, pues dicha autoridad
debió esperar "por lo menos el transcurso de los tres días que establece el Art. 385 del
Código de Procedimiento Civil, para la interposición de la compulsa", la cual fue
interpuesta debidamente, habiéndole sido notificada, por lo que la resolución de rechazo no
tenía sello de firmeza, extremos de los cuales se evidencia de que aparte de la infracción al
precitado derecho, también se ha vulnerado el debido proceso.

Por su parte, el Juez recurrido presta informe por escrito, destacando que se rechazó la
apelación de la revocatoria por "no estar contemplada en nuestra economía procedimental
penal, Art. 281 del Código de Procedimiento Penal". Observa la personería alegando que el
recurrente actúa como persona natural al interponer el presente Recurso y en dicha calidad
no tiene ningún proceso penal en el Juzgado a su cargo, ya que la causa que conoce ha sido
presentada por DISBO S.R.L. representada por Ricardo Peláez, asimismo, dice que no se ha
precisado cuál el derecho o garantía lesionados. Arguye que el Amparo debe ser declarado
improcedente dado que existe un Recurso sin resolver, cual es la compulsa tal como se
reconoce en el memorial del Amparo. Manifiesta que el art. 277 del Código de
Procedimiento Penal, prescribe que las resoluciones serán recurribles solamente cuando la
Ley establezca su admisión y el derecho a recurrir de la revocatoria del Auto Inicial, no está
previsto en el citado art. 281. Amplía indicando que no se remitió a vista Fiscal el pedido
de descongelamiento de fondos, por cuanto en los arts. 169 y 176 del referido Código
adjetivo, están señalados los casos que deben ser remitidos a dicho efecto y en ellos no se
encuentra el presente, por lo que en dichas situaciones se debe resolver inmediatamente sin
ser necesaria la vista fiscal.

Concluida la audiencia el Tribunal del Recurso de acuerdo con el requerimiento Fiscal,


declara improcedente el Amparo Constitucional fundamentando que el recurrido actuó
correctamente al negar la apelación por no estar prevista en el art. 281 del Código de
Procedimiento Penal; que existe un recurso ordinario de compulsa pendiente de resolver y
que no se ha conculcado ningún derecho ni garantía constitucional.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrente interpone su Recurso alegando que dentro del juicio penal que sigue
contra Carlos Aróstegui Quiroga y María Rosa Chávez de Aróstegui por la comisión del
delito de estelionato, la autoridad recurrida al revocar el Auto inicial ampliatorio en contra
de José Gabriel Roca Chávez, rechazar la apelación interpuesta contra la resolución de la
revocatoria, liberar los fondos retenidos sin correrle traslado de dicha resolución y sin
guardar los plazos procesales de ejecutoria de la misma ha incurrido en omisiones
indebidas y actos ilegales que vulneraron su derecho a la defensa y el debido proceso,
reconocidos en el art. 16 de la Constitución Política del Estado.

Que, sin embargo los actos ilegales anotados, el recurrente en su memorial de fs. 108,
señala que el objeto del presente Recurso, es que se mantenga la retención de fondos como
medida jurisdiccional al haber sido suspendida ilegalmente, fin que confirma en la
audiencia pública (fs. 112 vta.).

2. Que, el Juez recurrido después de haber ampliado el Auto Inicial a solicitud del
recurrente mediante Auto de Vista dictado el 28 de junio de 2000, a petición del imputado
en dicha ampliación, revoca la misma por Auto de Vista dictado el 8 de agosto de 2000,
disponiendo "Y previa ejecutoria de Ley se suspendan todas las medidas jurisdiccionales
tomadas y el archivo de obrados...". Que ante ésta determinación, el recurrente plantea
apelación, la cual es rechazada el 26 del mismo mes y año, por no encontrarse prevista en el
art. 281 del Código de Procedimiento Penal.

3. Que, el 30 de agosto de 2000, José Gabriel Rocha Chávez pide a la autoridad recurrida la
suspensión de las medidas jurisdiccionales en especial la retención de fondos en sus cuentas
corrientes en el sistema bancario nacional, solicitud que es concedida mediante decreto
dictado el 31 del referido mes y año, que indica: "... y no estableciéndose Recurso alguno
previsto por Ley se ordena el descongelamiento de fondos del Sr... Ofíciese a la
Superintendencia de Bancos para tal efecto".

4. Que, ante el rechazo de la apelación el recurrente interpone compulsa el 1 de septiembre


de 2000 ante la Sala Penal de Turno de la Corte Superior del Distrito, anunciándola en la
misma fecha ante el Juez recurrido, Recurso que hasta la realización de la audiencia del
presente Amparo, se encontraba pendiente de resolver.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona..."; precepto que es aplicable al caso de autos, en cuanto a la
suspensión de las medidas jurisdicionales ordenadas, pues el mismo recurrido en el Auto
revocatorio de 26 de Agosto de 2000, estableció que la citada suspensión y el archivo de
obrados, se haría previa ejecutoria de dicha resolución, empero al sólo rechazo de la
apelación, sin declarar la ejecutoria en forma expresa del Auto revocatorio y sin observar la
posible presentación del recurso de compulsa, dispuso el descongelamiento de las cuentas,
cometiendo acto ilegal que no sólo atenta contra el derecho al debido proceso, sino también
contra el derecho a la defensa, previstos y garantizados en el art. 16-II-IV de la
Constitución Política del Estado.

Que, no obstante la violación a los derechos referidos la autoridad recurrida también


infringió el derecho a la seguridad jurídica prevista en el art. 7-a) de la precitada norma
fundamental, por cuanto el recurrido al condicionar que la suspensión de las medidas
jurisdiccionales se dispondría previa la ejecutoria del Auto revocatorio, estaba obligado a
declararla expresamente.

Que, alegar que el Recurso planteado no es sustitutivo de otros recursos, para la omisión
indebida acusada y demostrada concerniente a la ilegal suspensión de la medida
jurisdiccional no corresponde, pues la compulsa sólo salva la negativa de la apelación
interpuesta y por ello no se ingresa en esta sentencia a dicho análisis, lo mismo que al
examen de la revocatoria de la ampliación del Auto Inicial de Instrucción, ya que éstos
supuestos actos ilegales dependen de la compulsa y en su caso de la apelación que pueda o
no concederse.

En consecuencia el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Amparo, no ha


compulsado debidamente los obrados ni dado estricta aplicación al art. 19 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión corriente a fs. 117 y vta. de
obrados, pronunciada el 5 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte
Superior del Distrito de Santa Cruz y declara PROCEDENTE el Recurso planteado,
disponiendo la nulidad del decreto que ordena el descongelamiento de fondos de José
Gabriel Roca Chávez. Asimismo, se ordena que el Tribunal del Amparo proceda conforme
al art. 102-III de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.
CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 946/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-1584-04-RAC

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 025/ 2000-ECA


Sucre, 22 de noviembre de 2000

VISTOS: La solicitud de explicación, complementación y enmienda dentro del Recurso de


Amparo Constitucional interpuesto por Ricardo Peláez Antelo contra Agustín Suárez Rojas,
Juez Noveno de Instrucción en lo Penal del Distrito de Santa Cruz; y

CONSIDERANDO: Que, Ricardo Peláez Antelo por memorial de 04 de noviembre de


2000, pide se explique, complemente y enmiende por el Tribunal Constitucional, la
Sentencia Constitucional Nº 946/00-R de 12 de octubre de 2000, respecto al error que tiene
la parte resolutiva de la citada sentencia en la que condena a daños y perjuicios,
disponiendo que se proceda por el Tribunal de Amparo conforme al art. 102-III de la Ley
No. 1836, en lugar de indicarse que se proceda de acuerdo al art. 102-II de la Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO: Que, habiéndose planteado la solicitud dentro de los marcos


establecidos en el art. 50 de la Ley Nº 1836 y siendo evidente el error material, corresponde
enmendar el mismo para fines de ejecución del referido fallo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, enmienda la Sentencia Constitucional Nº


946/00-R de 12 de octubre de 2000, disponiendo que el Tribunal del Amparo proceda
conforme al art. 102-II de la Ley Nº 1836.

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, Dr. Hugo de la Rocha
Navarro y Dr. Willman Durán R., el primero y el tercero por encontrarse con licencia y el
segundo, por estar haciendo uso de su vacación anual.

Regístrese y hágase saber.

Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE EN EJERCICIO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Felipe Tredinnick Abasto


MAGISTRADA MAGISTRADO
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 947/00 - R

Expediente : 2000-01628-04-RHC
Partes : Juan Facundo Ángel Ceretti Medici contra Jorge
Gutiérrez Roque, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal.
Materia : Hábeas Corpus
Distrito : La Paz
Lugar y Fecha : Sucre, 12 de octubre de 2000
Magistrado Relator : Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión, la Resolución No. 32/2000 de fs. 171 a 176, pronunciada el 12 de


septiembre del año en curso por la Jueza Cuarta de Partido en lo Penal de La Paz, en el
Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Juan Facundo Ángel Ceretti Medici contra Jorge
Gutiérrez Roque, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal; sus antecedentes, y

CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente se establece lo siguiente:

1. En su demanda de 11 de septiembre de este año (fs.4 a 6), el recurrente aduce que a raíz
de la denuncia sentada en contra suya por su esposa Patricia Delgadillo, con quien sostiene
un proceso de divorcio, luego de una investigación llena de irregularidades, el 7 de
septiembre del año en curso fue detenido por orden del Fiscal René Delgado Ecos,
sorteándose el mismo día el caso al Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal. Al día
siguiente, el Juez recurrido tenía 8 detenidos y recibió declaraciones todo el día, habiéndole
informado a su abogada que no revisó el expediente, por lo que el 9 de septiembre informó
a su defensora que la revisión y actuados posteriores los haría el lunes 11, pero ante los
reclamos de su abogada, el citado Juzgador hizo que lo llevaran a su oficina y tomó su
declaración indagatoria sin que exista Auto Inicial de la Instrucción y sin que esté presente
su defensora, disponiendo posteriormente su detención preventiva, momento en el que la
Actuaria pretendió hacerle firmar una notificación "como si lo estuvieran notificando con el
Auto Inicial antes de llevarse a cabo el mismo" (sic).

Manifiesta que el Juez recurrido ha incurrido en una ilegalidad al disponer su detención


preventiva sin que nadie haya pedido ni justificado la misma y sin que conste en el proceso
ninguno de los requisitos exigidos por el art. 233 del nuevo Código de Procedimiento
Penal; que dicha autoridad ha resuelto la medida cautelar "entre cuatro paredes, sin
audiencia de ninguna naturaleza", sin permitir que su abogada ingrese a hacer uso de la
palabra y sin posibilidad de exponer la prueba que consta en el proceso.

Agrega que si bien puede interponer apelación, el Juez ahora recurrido "podría retener el
proceso" indefinidamente y prolongar su detención, en virtud de lo cual, estimando que se
ha violado el art. 16 de la Constitución Política del Estado, interpone Recurso de Hábeas
Corpus, por detención y procesamiento indebidos, pidiendo sea declarado procedente, con
costas, daños y perjuicios.

2. De fojas 165 a 170 cursa el acta de la audiencia pública realizada el 12 de septiembre de


2000, en la que el abogado del recurrente ratifica los términos de su demanda y los amplía
expresando: a) Que el 11 de junio su cliente salió en libertad provisional ordenada en el
proceso penal que ENTEL S.A. sigue en su contra; b) Que fue detenido cuando acudió al
Juzgado para recoger sus pertenencias, que supuestamente habría depositado Carmen
Delgadillo en ese Despacho; c) Que no se ha acreditado que las lesiones gravísimas de la
denunciante, hayan sido cometidas por el recurrente; d) Que el Juez no dejó que, como
abogada defensora, estuviera presente en la declaración indagatoria del recurrente; e) Que
las medidas cautelares tienen que resolverse en audiencia, pero que en este caso el Juez no
observó esta norma, y también vulneró los arts. 7 y 16 de la Constitución Política del
Estado, 233 y 239 del nuevo Código de Procedimiento Penal. En razón de lo aseverado,
reitera su pedido para que se declare procedente el Recurso, ordenándose la libertad
inmediata de Juan Facundo Ceretti por no concurrir los elementos del art. 233 de la Ley Nº
1970 y se enmienden las fallas que se tuvo en el trámite del proceso.

A su turno, el Juez recurrido informa: a) Que el 9 de septiembre dictó Auto Inicial de la


Instrucción, ese mismo día recibió la declaración indagatoria del recurrente; b) Que no
existe norma que obligue a que la declaración indagatoria se preste en presencia del
abogado del imputado; c) Que no está obligado a aplicar las medidas sustitutivas "ya que el
nuevo Código de Procedimiento Penal no deroga al actual"; d) Que existen los elementos
contemplados por el art. 233 de la Ley No. 1970, para sostener que el imputado es partícipe
de un hecho punible, que obstaculizará la averiguación de la verdad y no se someterá al
proceso; e) Que el recurrente interpuso apelación contra el Auto de detención preventiva,
"lo que es tácito reconocimiento de la detención legal". Pide se declare improcedente el
Recurso.

3. De fojas 171 a 176 corre la Resolución No. 32/2000 de 12 de septiembre de 2000, que
declara procedente el Recurso con los fundamentos siguientes: 1) Que el Juez recurrido no
ha interpretado a cabalidad el art. 7 del nuevo Código de Procedimiento Penal; 2) Que "el
recurrente está gozando de una libertad provisional en otro proceso seguramente sujeto a
muchas garantías, hecho que también amerita no dudar de la permanencia en esta ciudad";
disponiendo tres medidas sustitutivas a la detención preventiva.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia:

1) Que a raíz de la denuncia presentada por Carmen Patricia Delgadillo Martínez contra su
esposo Juan Facundo Ángel Ceretti Medici, por tentativa de homicidio (fs. 9 y 29-32), se
organizaron Diligencias de Policía Judicial que dieron como resultado el Informe en
Conclusiones de 2 de septiembre de 2000 (fs. 99 a 104), requiriendo el Agente Fiscal René
Delgado Ecos, el mismo día, se instaure Sumario Penal contra el recurrente por la presunta
comisión de los delitos de lesiones gravísimas y tentativa de homicidio (fs. 105).

2) Que el 6 de septiembre de 2000, en virtud a un Requerimiento Fiscal, se aprehendió al


recurrente (fs. 106), formalizando su querella la denunciante a fs. 107-109 por memorial de
8 de septiembre, siendo puesto a disposición de Juez competente recién el 8 de ese mes,
conforme se evidencia del cargo sentado a fs. 106 vta.

3) Que el Juez recurrido dictó el Auto Inicial de la Instrucción el 9 de septiembre contra


Juan Facundo Ángel Ceretti Medici (fs. 110), tomando su declaración indagatoria el mismo
día (fs. 111 a 114), a cuya conclusión dispuso su detención preventiva por Resolución No.
383/2000 (fs. 115)

CONSIDERANDO: Que el Hábeas Corpus ha sido instituido como un Recurso


extraordinario que tiene como objeto restituir o restablecer, de forma inmediata y oportuna,
la libertad de locomoción en los casos de que ésta haya sido ilegal o arbitrariamente
restringida o suprimida, por lo que podrán interponerlo quienes se consideren
indebidamente perseguidos, detenidos, procesados o presos, demandando se guarden las
formalidades legales.

Que si bien el art. 131 del Código de Procedimiento Penal no contiene una norma que
obligue a que la declaración indagatoria del imputado se efectúe en presencia de su
abogado, tampoco la prohíbe, de lo cual se colige que en resguardo del derecho a la defensa
reconocido por el art. 16 - II de la Constitución Política del Estado, el defensor del
sindicado puede presenciar tal declaración, contrariamente a lo sostenido por el Juez
recurrido, quien al negar la asistencia del abogado del recurrente en su indagatoria ha
vulnerado el indicado derecho.

CONSIDERANDO: Que el art. 236 del nuevo Código de Procedimiento Penal establece
que el Auto que disponga la detención preventiva deberá contener, entre otros requisitos,
"la fundamentación expresa sobre los presupuestos que motivan la detención con cita de las
normas legales aplicables", disposición que no ha sido observada por el Juez recurrido, ya
que en la Resolución de fs. 115 se limita a referirse a lo alegado por las partes en el
Sumario Penal, cita el art. 232-3) de la Ley No. 1970 en cuanto a que el delito que se
imputa al recurrente merece pena privativa de libertad superior a tres años y declara que
"existen elementos de convicción suficientes para sostener que el imputado es con
probabilidad autor del hecho punible y no se someterá a proceso, y obstaculizará la
averiguación de la verdad..." sin exponer los elementos de convicción concretos en los que
apoya tal apreciación incurriendo en detención ilegal, tal como lo ha reconocido este
Tribunal en las Sentencias Constitucionales Nos. 756/2000-R y 909/2000.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA, aunque con diferente fundamento, la Resolución No. 32/2000 de
fs. 171 a 176, pronunciada el 12 de septiembre del año en curso por la Jueza Cuarta de
Partido en lo Penal de La Paz, con la modificación de que las medidas sustitutivas deben
ser dispuestas por el Juez del Sumario Penal, debiendo la Jueza del Recurso calificar los
daños y perjuicios de acuerdo a lo dispuesto por el art. 91-IV de la Ley No. 1836.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse con licencia.
Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán
PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willmán R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 076/2000

Expedientes N°: 2000-01239-03-RDN y


2000-01263-03-RDN (acumulado)
Partes: Robert Barbery Anaya, Concejal Municipal de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra,
por sí y en representación de Desiré Bravo Monasterio de Moyano, Roxana Sandoval
Román y Gabriela Ichaso Elcuaz contra Guido Eduardo Nayar Parada, Gina Luz Méndez
Hurtado, Mario Darío Vaca Pereira Justiniano, Rosa María Paz Roca, Wálter Soriano
Antezana y Jesús Juvenal Cahuana Marín, Presidente y miembros del Concejo Municipal
de Santa Cruz de la Sierra
Materia: Recurso Directo de Nulidad
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 13 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad interpuesto, los antecedentes remitidos por las
autoridades recurridas; y:

CONSIDERANDO I

Que, en el memorial de 2 de junio de 2000, cursante de fs. 8 a 10, el recurrente manifiesta


que:
I.1. El 25 de mayo de 2000, el Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, con el voto de
los concejales de UCS y ADN, aprobó una Resolución disponiendo la apertura de un
proceso contra el Alcalde Municipal, Jhonny Fernández Saucedo, como resultado del
Informe Complementario GS/EN17/S98 R1 (fs. 17) de la Contraloría General de la
República sobre la Auditoria Especial a la Fase de Preinversión del Proyecto Doble Vía
Santa Cruz-La Guardia en el que se establecen "indicios de responsabilidad administrativa"
contra esa autoridad edilicia; y que en la misma Resolución se conforma una "Comisión
Especial" para sustanciar el proceso integrada por los Concejales de la UCS, Gina Méndez
y Mario Dario Vaca Pereira, señalando que el procedimiento a seguir por dicha Comisión
será definido por el Concejo Municipal en una sesión posterior, cuando el art. 174 de la Ley
N° 2028 dispone que el procesamiento del Alcalde Municipal se sujetará al procedimiento
señalado en los arts. 35 y 36 de esa Ley (Ley de Municipalidades), es decir que se
sustanciará en la vía sumaria por la Comisión de Etica, la cual estará conformada por dos
concejales, uno por mayoría y otro por minoría, estableciendo las etapas, plazos y pruebas a
tomarse en cuenta para emitir el informe final, que será puesto a consideración del pleno
del Concejo Municipal.

I.2. La Resolución impugnada, -no obstante la claridad de las normas citadas-, aventura la
hipótesis de que el Concejo Municipal puede definir el procedimiento a seguir, fundándose
en el art. 67-XI del D.S. 23318-A, que sólo es aplicable a servidores públicos municipales
subordinados al Alcalde y que cualquier contradicción entre esa disposición y el art. 174 de
la Ley N° 2028, hará prevalecer a este último en aplicación del art. 228 de la Constitución
Política del Estado. Asimismo, invoca la irretroactividad prevista en el art. 33 de la
Constitución, basándose en el hecho de que la Ley de Municipalidades ha sido promulgada
con posterioridad a las irregularidades planteadas en el Informe de la Contraloría General
de la República, ignorando que el mismo sólo tiene calidad de prueba preconstituida y el
proceso recién va a ser iniciado; por otra parte, permitir al Concejo que recurra a la
irretroactividad supone dejar librado el imperio legislativo a la voluntad discrecional de los
Concejos Municipales, en contravención de la atribución fundamental del Poder Legislativo
prevista en el art. 59-1) de la Constitución. Finalmente, esta Resolución viola el art. 14 de la
Constitución Política del Estado con relación a la prohibición de conformar comisiones
especiales, por su carácter atentatorio a las garantías constitucionales.

I.3. De todo lo señalado se infiere que el Concejo Municipal no tiene competencia para
señalar un procedimiento, debiendo en todo caso observar estrictamente el art. 173 de la
Ley N° 2028; de igual forma, la Comisión Especial no tiene jurisdicción para sustanciar
ningún proceso y lo que corresponde es pasar el informe de la Contraloría General de la
República a la Comisión de Ética para que proceda conforme a derecho. En el marco de
estos antecedentes, al amparo de los arts. 31, 120-6) de la Constitución Política del Estado y
79 de la Ley N° 1836, interponen el presente Recurso, pidiendo se declare la nulidad de la
Resolución pronunciada y de todos los actos emergentes de la misma.

CONSIDERANDO II

Que por Auto Constitucional N° 096/2000-CA de 7 de junio de 2000 cursante a fs. 11 el


Recurso es admitido, habiéndose citado a las autoridades recurridas mediante provisión
citatoria de fs. 306 a 313 de obrados.

CONSIDERANDO III

III.1. Que mediante memorial de 8 de junio de 2000, cursnte de fs. 959 a 962 de obrados, el
Concejal Otto Andrés Ritter Méndez con similares argumentos interpuso Recurso Directo
de Nulidad contra las autoridades ya demandadas y citadas en la primera acción, pidiendo
la nulidad de la Resolución Municipal Nº 026-A/2000 dictada por ese ente deliberante,
Recurso signado con el Nº 2000-1263-03-RDN.

III.2. Que mediante Auto Constitucional Nº 103/2000-CA de 12 de junio de 2000, de fs.


661 a 662 (expediente acumulado) el Tribunal Constitucional dispuso su admisión y
acumulación al presente Recurso, por existir conexitud que justifica la unidad de
tramitación y decisión, de acuerdo con el art. 40 de la Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO IV

Que los recurridos se apersonan y responden mediante memorial presentado en 27 de junio


de 2000, cursante de fs. 653 a 658 de obrados, donde expresan que:

IV.1. Un atributo del Estado Democrático es el sometimiento de las personas a la Ley. En


el caso de los gobiernos municipales, éstos se encuentran sometidos a la Ley N° 2028, no
pudiendo una minoría alzarse sobre una decisión de la mayoría porque ello significaría la
destrucción del poder legalmente constituido. Sólo en el supuesto de que la decisión de la
mayoría expresada en una Ley, Ordenanza y/o Resolución, lesione principios
constitucionales, puede demandarse a la persona jurídica responsable de la Ley, Ordenanza
o Resolución, pero nunca a las personas individuales como en la demanda de marras.

IV.2. Los informes que constituyen la base del problema suscitado y que dictaminan
indicios de responsabilidad administrativa contra el Alcalde Municipal Jhonny Fernández
Saucedo y otros funcionarios, fueron elaborados en mérito a documentación y actuaciones
que datan de abril de 1996 a diciembre de 1998; concluidos en 9 de octubre de 1999,
aprobados en 25 de noviembre del mismo año y remitidos a conocimiento del Concejo
Municipal en 2 de diciembre de 1999. Dichos informes y el dictamen de fondo de la
Contraloría, se amparan en los arts. 155 de la Constitución y 23 de la Ley N° 1178 y han
sido efectuados basándose en la Ley N° 696, Ley N° 1178 y D.S. N° 23318-A.

IV.3. El Concejo Municipal, al dictar una Resolución para la apertura de un sumario


administrativo contra el Alcalde Municipal y establecer una Comisión Sumariante o
Disciplinaria que reciba toda la documentación e informe al plenario sobre los indicios de
responsabilidad administrativa, se basó en el principio de irretroactividad de las leyes de la
República establecido en el art. 33 de la Constitución, así como en los arts. 34, 228 y 229
del mismo texto constitucional y actuó conforme disponen tanto los arts. 200-I y II, 201-I
de la Constitución Política del Estado, 4-I, 12-16-17, 18, 20, 50-III segunda parte y 3 de las
disposiciones finales y transitorias de la Ley N° 2028, arts. 1 inc. c), 23, 28 y 29, 43 inc. a)
y 45 de la Ley N° 1178, como el informe de Contraloría basado en las normas vigentes en
el momento de la aparición de los indicios de responsabilidad, aplicables para este caso
expreso en cumplimiento del citado art. 33 constitucional, aclarando que el Concejo no
tiene potestad para modificar y/o anular los informes de la Contraloría que son el origen del
sumario a instaurarse y están basados en la Ley N° 696 abrogada, así como en la Ley N°
1178 y el D.S. 23318-A, lo que significa que el ente deliberante ha cumplido estrictamente
la Constitución y el mandato de la Contraloría General de la República.

IV.4. Por disposición de los arts. 200, 201-I de la Constitución y 12-16) de la Ley N° 2028,
el pleno del Concejo es la única instancia con jurisdicción y competencia para ordenar el
procesamiento y sancionar al Alcalde Municipal en la vía administrativa, en conclusión, el
Concejo al organizar una comisión sumariante y el trabajo que ésta debe llevar a cabo
mediante el acta N° 062/2000 y la Resolución impugnada, no ha creado ninguna Comisión
Especial y menos ha abrogado ni derogado disposición legal alguna, sino que ha ejercido
sus facultades legales, siendo todos sus actos jurídicamente válidos al no existir persona
agraviada y mucho menos derechos constitucionales y/o legales lesionados.

IV.5. Estando demostrada la impropiedad de la demanda y el error de la acción al no


impugnar las actas deliberantes y aprobatorias de 25 de mayo y 5 de junio de 2000 y
demandar a los componentes del gobierno municipal en forma personal en vez de dirigir el
recurso a la persona jurídica, es decir al Concejo Municipal, piden se dicte Sentencia
Constitucional declarando Infundado el recurso, con costas y multas a los recurrentes.

CONSIDERANDO V

Que de la compulsa del expediente y del análisis de las normas aplicables en ambos
Recursos, se llegan a las siguiente conclusiones:

V.1. Que los recurrentes impugnan la Resolución Municipal N° 026-A/2000 de 5 de junio


de 2000 de fs. 627 a 629, dictada por el Concejo Municipal, en la cual disponen: 1. La
apertura de un proceso administrativo en la vía sumarial contra el Alcalde Municipal
Jhonny Fernández Saucedo, conforme a lo recomendado y basándose en los informes de
auditoría remitidos por la Contraloría General de la República; 2. La conformación y
designación de la Comisión Sumariante por mayoría absoluta, para que sustancie el
sumario administrativo e informe al plenario del H. Concejo en cumplimiento a las
obligaciones señaladas por la Ley N° 2028, el Reglamento Interno del Concejo, la Ley N°
1178 y sus decretos reglamentarios y 3. La aprobación del procedimiento sumario que
deberá aplicar la Comisión Sumariante.

V.2. Que el art. 174 de la Ley N° 2028 claramente señala que cuando se conozcan casos de
responsabilidad administrativa que involucren al Alcalde Municipal ó a los Concejales,
como consecuencia de informes de auditoría, dictamen emitido por el Contralor General de
la República o a denuncia de parte, el proceso se sustanciará, conforme a los arts. 35 y 36
de la referida Ley. Que en el caso de autos, el Concejo Municipal, una vez conocido el
informe de Contraloría contra el Alcalde y en uso de la facultad que le reconocen los arts.
12-16, 174 y 35-I de la Ley N° 2028, dictó la Resolución N° 026-A/2000, en la que dispone
la apertura de un proceso administrativo interno contra dicha autoridad, con plena
jurisdicción y competencia.
V.3. Que sin embargo, en la misma Resolución conformó ilegalmente una Comisión
Sumariante y se implantó un sui géneris procedimiento para el sumario, en franca
transgresión del art. 35 de la Ley N° 2028, que en forma expresa señala que su
sustanciación estará a cargo de la Comisión de Ética, designada al inicio de cada gestión, la
cual se sujetará al procedimiento establecido en el mismo artículo.

V.4. Que, los recurridos, al invocar el principio general de irretroactividad consagrado por
el art. 33 constitucional, como basamento jurídico para disponer que se desarrolle el
proceso conforme a las previsiones de la abrogada Ley Orgánica de Municipalidades de 10
de enero de 1985, parte de una errada concepción sobre los alcances del principio aludido,
dado que tal supuesto se presentaría únicamente si el proceso se hubiera iniciado en la
vigencia de la indicada ley abrogada, lo que no ocurre en el caso de autos. En todo caso la
irretroactividad invocada puede ser válida para el comportamiento que motiva la
instauración del proceso. Y esto incluso únicamente podría presentarse en el caso de entrar
en vigencia un nuevo precepto que agrave la sanción correspondiente a la conducta
investigada.

V.5. Que, la Carta Fundamental del país establece en el art. 29 que "Sólo el Poder
Legislativo tiene facultad para alterar o modificar los Códigos (leyes), así como para dictar
reglamentos y disposiciones sobre procedimientos judiciales". En el sentido de la
Constitución, la expresión "procedimientos constitucionales", es comprensiva de toda
disposición legal que establezca la forma en la que se debe desarrollar un determinado
proceso; sea este penal, civil, administrativo o disciplinario.

Que, consiguientemente, los recurridos, al haber creado un procedimiento distinto al


establecido en la legislación vigente, han usurpado funciones que sólo competen a las
Cámaras Legislativas.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los


artículos 120-6 de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la Ley Nº 1836,
declara FUNDADOS los Recursos Directos de Nulidad de fs. 8 a 10 y de fs. 959 a 962 del
expediente acumulado y consiguientemente NULA y sin valor alguno la Resolución
Municipal Nº 026-A/2000 de 5 de junio de 2000, dictada por el Concejo Municipal de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 076/2000

Expedientes N°: 2000-01239-03-RDN y


2000-01263-03-RDN (acumulado)
Partes: Robert Barbery Anaya, Concejal Municipal de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra,
por sí y en representación de Desiré Bravo Monasterio de Moyano, Roxana Sandoval
Román y Gabriela Ichaso Elcuaz contra Guido Eduardo Nayar Parada, Gina Luz Méndez
Hurtado, Mario Darío Vaca Pereira Justiniano, Rosa María Paz Roca, Wálter Soriano
Antezana y Jesús Juvenal Cahuana Marín, Presidente y miembros del Concejo Municipal
de Santa Cruz de la Sierra
Materia: Recurso Directo de Nulidad
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 13 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad interpuesto, los antecedentes remitidos por las
autoridades recurridas; y:

CONSIDERANDO I

Que, en el memorial de 2 de junio de 2000, cursante de fs. 8 a 10, el recurrente manifiesta


que:

I.1. El 25 de mayo de 2000, el Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, con el voto de
los concejales de UCS y ADN, aprobó una Resolución disponiendo la apertura de un
proceso contra el Alcalde Municipal, Jhonny Fernández Saucedo, como resultado del
Informe Complementario GS/EN17/S98 R1 (fs. 17) de la Contraloría General de la
República sobre la Auditoria Especial a la Fase de Preinversión del Proyecto Doble Vía
Santa Cruz-La Guardia en el que se establecen "indicios de responsabilidad administrativa"
contra esa autoridad edilicia; y que en la misma Resolución se conforma una "Comisión
Especial" para sustanciar el proceso integrada por los Concejales de la UCS, Gina Méndez
y Mario Dario Vaca Pereira, señalando que el procedimiento a seguir por dicha Comisión
será definido por el Concejo Municipal en una sesión posterior, cuando el art. 174 de la Ley
N° 2028 dispone que el procesamiento del Alcalde Municipal se sujetará al procedimiento
señalado en los arts. 35 y 36 de esa Ley (Ley de Municipalidades), es decir que se
sustanciará en la vía sumaria por la Comisión de Etica, la cual estará conformada por dos
concejales, uno por mayoría y otro por minoría, estableciendo las etapas, plazos y pruebas a
tomarse en cuenta para emitir el informe final, que será puesto a consideración del pleno
del Concejo Municipal.

I.2. La Resolución impugnada, -no obstante la claridad de las normas citadas-, aventura la
hipótesis de que el Concejo Municipal puede definir el procedimiento a seguir, fundándose
en el art. 67-XI del D.S. 23318-A, que sólo es aplicable a servidores públicos municipales
subordinados al Alcalde y que cualquier contradicción entre esa disposición y el art. 174 de
la Ley N° 2028, hará prevalecer a este último en aplicación del art. 228 de la Constitución
Política del Estado. Asimismo, invoca la irretroactividad prevista en el art. 33 de la
Constitución, basándose en el hecho de que la Ley de Municipalidades ha sido promulgada
con posterioridad a las irregularidades planteadas en el Informe de la Contraloría General
de la República, ignorando que el mismo sólo tiene calidad de prueba preconstituida y el
proceso recién va a ser iniciado; por otra parte, permitir al Concejo que recurra a la
irretroactividad supone dejar librado el imperio legislativo a la voluntad discrecional de los
Concejos Municipales, en contravención de la atribución fundamental del Poder Legislativo
prevista en el art. 59-1) de la Constitución. Finalmente, esta Resolución viola el art. 14 de la
Constitución Política del Estado con relación a la prohibición de conformar comisiones
especiales, por su carácter atentatorio a las garantías constitucionales.

I.3. De todo lo señalado se infiere que el Concejo Municipal no tiene competencia para
señalar un procedimiento, debiendo en todo caso observar estrictamente el art. 173 de la
Ley N° 2028; de igual forma, la Comisión Especial no tiene jurisdicción para sustanciar
ningún proceso y lo que corresponde es pasar el informe de la Contraloría General de la
República a la Comisión de Ética para que proceda conforme a derecho. En el marco de
estos antecedentes, al amparo de los arts. 31, 120-6) de la Constitución Política del Estado y
79 de la Ley N° 1836, interponen el presente Recurso, pidiendo se declare la nulidad de la
Resolución pronunciada y de todos los actos emergentes de la misma.

CONSIDERANDO II

Que por Auto Constitucional N° 096/2000-CA de 7 de junio de 2000 cursante a fs. 11 el


Recurso es admitido, habiéndose citado a las autoridades recurridas mediante provisión
citatoria de fs. 306 a 313 de obrados.

CONSIDERANDO III

III.1. Que mediante memorial de 8 de junio de 2000, cursnte de fs. 959 a 962 de obrados, el
Concejal Otto Andrés Ritter Méndez con similares argumentos interpuso Recurso Directo
de Nulidad contra las autoridades ya demandadas y citadas en la primera acción, pidiendo
la nulidad de la Resolución Municipal Nº 026-A/2000 dictada por ese ente deliberante,
Recurso signado con el Nº 2000-1263-03-RDN.

III.2. Que mediante Auto Constitucional Nº 103/2000-CA de 12 de junio de 2000, de fs.


661 a 662 (expediente acumulado) el Tribunal Constitucional dispuso su admisión y
acumulación al presente Recurso, por existir conexitud que justifica la unidad de
tramitación y decisión, de acuerdo con el art. 40 de la Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO IV

Que los recurridos se apersonan y responden mediante memorial presentado en 27 de junio


de 2000, cursante de fs. 653 a 658 de obrados, donde expresan que:

IV.1. Un atributo del Estado Democrático es el sometimiento de las personas a la Ley. En


el caso de los gobiernos municipales, éstos se encuentran sometidos a la Ley N° 2028, no
pudiendo una minoría alzarse sobre una decisión de la mayoría porque ello significaría la
destrucción del poder legalmente constituido. Sólo en el supuesto de que la decisión de la
mayoría expresada en una Ley, Ordenanza y/o Resolución, lesione principios
constitucionales, puede demandarse a la persona jurídica responsable de la Ley, Ordenanza
o Resolución, pero nunca a las personas individuales como en la demanda de marras.

IV.2. Los informes que constituyen la base del problema suscitado y que dictaminan
indicios de responsabilidad administrativa contra el Alcalde Municipal Jhonny Fernández
Saucedo y otros funcionarios, fueron elaborados en mérito a documentación y actuaciones
que datan de abril de 1996 a diciembre de 1998; concluidos en 9 de octubre de 1999,
aprobados en 25 de noviembre del mismo año y remitidos a conocimiento del Concejo
Municipal en 2 de diciembre de 1999. Dichos informes y el dictamen de fondo de la
Contraloría, se amparan en los arts. 155 de la Constitución y 23 de la Ley N° 1178 y han
sido efectuados basándose en la Ley N° 696, Ley N° 1178 y D.S. N° 23318-A.

IV.3. El Concejo Municipal, al dictar una Resolución para la apertura de un sumario


administrativo contra el Alcalde Municipal y establecer una Comisión Sumariante o
Disciplinaria que reciba toda la documentación e informe al plenario sobre los indicios de
responsabilidad administrativa, se basó en el principio de irretroactividad de las leyes de la
República establecido en el art. 33 de la Constitución, así como en los arts. 34, 228 y 229
del mismo texto constitucional y actuó conforme disponen tanto los arts. 200-I y II, 201-I
de la Constitución Política del Estado, 4-I, 12-16-17, 18, 20, 50-III segunda parte y 3 de las
disposiciones finales y transitorias de la Ley N° 2028, arts. 1 inc. c), 23, 28 y 29, 43 inc. a)
y 45 de la Ley N° 1178, como el informe de Contraloría basado en las normas vigentes en
el momento de la aparición de los indicios de responsabilidad, aplicables para este caso
expreso en cumplimiento del citado art. 33 constitucional, aclarando que el Concejo no
tiene potestad para modificar y/o anular los informes de la Contraloría que son el origen del
sumario a instaurarse y están basados en la Ley N° 696 abrogada, así como en la Ley N°
1178 y el D.S. 23318-A, lo que significa que el ente deliberante ha cumplido estrictamente
la Constitución y el mandato de la Contraloría General de la República.

IV.4. Por disposición de los arts. 200, 201-I de la Constitución y 12-16) de la Ley N° 2028,
el pleno del Concejo es la única instancia con jurisdicción y competencia para ordenar el
procesamiento y sancionar al Alcalde Municipal en la vía administrativa, en conclusión, el
Concejo al organizar una comisión sumariante y el trabajo que ésta debe llevar a cabo
mediante el acta N° 062/2000 y la Resolución impugnada, no ha creado ninguna Comisión
Especial y menos ha abrogado ni derogado disposición legal alguna, sino que ha ejercido
sus facultades legales, siendo todos sus actos jurídicamente válidos al no existir persona
agraviada y mucho menos derechos constitucionales y/o legales lesionados.

IV.5. Estando demostrada la impropiedad de la demanda y el error de la acción al no


impugnar las actas deliberantes y aprobatorias de 25 de mayo y 5 de junio de 2000 y
demandar a los componentes del gobierno municipal en forma personal en vez de dirigir el
recurso a la persona jurídica, es decir al Concejo Municipal, piden se dicte Sentencia
Constitucional declarando Infundado el recurso, con costas y multas a los recurrentes.

CONSIDERANDO V

Que de la compulsa del expediente y del análisis de las normas aplicables en ambos
Recursos, se llegan a las siguiente conclusiones:

V.1. Que los recurrentes impugnan la Resolución Municipal N° 026-A/2000 de 5 de junio


de 2000 de fs. 627 a 629, dictada por el Concejo Municipal, en la cual disponen: 1. La
apertura de un proceso administrativo en la vía sumarial contra el Alcalde Municipal
Jhonny Fernández Saucedo, conforme a lo recomendado y basándose en los informes de
auditoría remitidos por la Contraloría General de la República; 2. La conformación y
designación de la Comisión Sumariante por mayoría absoluta, para que sustancie el
sumario administrativo e informe al plenario del H. Concejo en cumplimiento a las
obligaciones señaladas por la Ley N° 2028, el Reglamento Interno del Concejo, la Ley N°
1178 y sus decretos reglamentarios y 3. La aprobación del procedimiento sumario que
deberá aplicar la Comisión Sumariante.

V.2. Que el art. 174 de la Ley N° 2028 claramente señala que cuando se conozcan casos de
responsabilidad administrativa que involucren al Alcalde Municipal ó a los Concejales,
como consecuencia de informes de auditoría, dictamen emitido por el Contralor General de
la República o a denuncia de parte, el proceso se sustanciará, conforme a los arts. 35 y 36
de la referida Ley. Que en el caso de autos, el Concejo Municipal, una vez conocido el
informe de Contraloría contra el Alcalde y en uso de la facultad que le reconocen los arts.
12-16, 174 y 35-I de la Ley N° 2028, dictó la Resolución N° 026-A/2000, en la que dispone
la apertura de un proceso administrativo interno contra dicha autoridad, con plena
jurisdicción y competencia.

V.3. Que sin embargo, en la misma Resolución conformó ilegalmente una Comisión
Sumariante y se implantó un sui géneris procedimiento para el sumario, en franca
transgresión del art. 35 de la Ley N° 2028, que en forma expresa señala que su
sustanciación estará a cargo de la Comisión de Ética, designada al inicio de cada gestión, la
cual se sujetará al procedimiento establecido en el mismo artículo.

V.4. Que, los recurridos, al invocar el principio general de irretroactividad consagrado por
el art. 33 constitucional, como basamento jurídico para disponer que se desarrolle el
proceso conforme a las previsiones de la abrogada Ley Orgánica de Municipalidades de 10
de enero de 1985, parte de una errada concepción sobre los alcances del principio aludido,
dado que tal supuesto se presentaría únicamente si el proceso se hubiera iniciado en la
vigencia de la indicada ley abrogada, lo que no ocurre en el caso de autos. En todo caso la
irretroactividad invocada puede ser válida para el comportamiento que motiva la
instauración del proceso. Y esto incluso únicamente podría presentarse en el caso de entrar
en vigencia un nuevo precepto que agrave la sanción correspondiente a la conducta
investigada.

V.5. Que, la Carta Fundamental del país establece en el art. 29 que "Sólo el Poder
Legislativo tiene facultad para alterar o modificar los Códigos (leyes), así como para dictar
reglamentos y disposiciones sobre procedimientos judiciales". En el sentido de la
Constitución, la expresión "procedimientos constitucionales", es comprensiva de toda
disposición legal que establezca la forma en la que se debe desarrollar un determinado
proceso; sea este penal, civil, administrativo o disciplinario.

Que, consiguientemente, los recurridos, al haber creado un procedimiento distinto al


establecido en la legislación vigente, han usurpado funciones que sólo competen a las
Cámaras Legislativas.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los


artículos 120-6 de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la Ley Nº 1836,
declara FUNDADOS los Recursos Directos de Nulidad de fs. 8 a 10 y de fs. 959 a 962 del
expediente acumulado y consiguientemente NULA y sin valor alguno la Resolución
Municipal Nº 026-A/2000 de 5 de junio de 2000, dictada por el Concejo Municipal de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 076/2000

Expedientes N°: 2000-01239-03-RDN y


2000-01263-03-RDN (acumulado)
Partes: Robert Barbery Anaya, Concejal Municipal de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra,
por sí y en representación de Desiré Bravo Monasterio de Moyano, Roxana Sandoval
Román y Gabriela Ichaso Elcuaz contra Guido Eduardo Nayar Parada, Gina Luz Méndez
Hurtado, Mario Darío Vaca Pereira Justiniano, Rosa María Paz Roca, Wálter Soriano
Antezana y Jesús Juvenal Cahuana Marín, Presidente y miembros del Concejo Municipal
de Santa Cruz de la Sierra
Materia: Recurso Directo de Nulidad
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 13 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad interpuesto, los antecedentes remitidos por las
autoridades recurridas; y:

CONSIDERANDO I

Que, en el memorial de 2 de junio de 2000, cursante de fs. 8 a 10, el recurrente manifiesta


que:

I.1. El 25 de mayo de 2000, el Concejo Municipal de Santa Cruz de la Sierra, con el voto de
los concejales de UCS y ADN, aprobó una Resolución disponiendo la apertura de un
proceso contra el Alcalde Municipal, Jhonny Fernández Saucedo, como resultado del
Informe Complementario GS/EN17/S98 R1 (fs. 17) de la Contraloría General de la
República sobre la Auditoria Especial a la Fase de Preinversión del Proyecto Doble Vía
Santa Cruz-La Guardia en el que se establecen "indicios de responsabilidad administrativa"
contra esa autoridad edilicia; y que en la misma Resolución se conforma una "Comisión
Especial" para sustanciar el proceso integrada por los Concejales de la UCS, Gina Méndez
y Mario Dario Vaca Pereira, señalando que el procedimiento a seguir por dicha Comisión
será definido por el Concejo Municipal en una sesión posterior, cuando el art. 174 de la Ley
N° 2028 dispone que el procesamiento del Alcalde Municipal se sujetará al procedimiento
señalado en los arts. 35 y 36 de esa Ley (Ley de Municipalidades), es decir que se
sustanciará en la vía sumaria por la Comisión de Etica, la cual estará conformada por dos
concejales, uno por mayoría y otro por minoría, estableciendo las etapas, plazos y pruebas a
tomarse en cuenta para emitir el informe final, que será puesto a consideración del pleno
del Concejo Municipal.

I.2. La Resolución impugnada, -no obstante la claridad de las normas citadas-, aventura la
hipótesis de que el Concejo Municipal puede definir el procedimiento a seguir, fundándose
en el art. 67-XI del D.S. 23318-A, que sólo es aplicable a servidores públicos municipales
subordinados al Alcalde y que cualquier contradicción entre esa disposición y el art. 174 de
la Ley N° 2028, hará prevalecer a este último en aplicación del art. 228 de la Constitución
Política del Estado. Asimismo, invoca la irretroactividad prevista en el art. 33 de la
Constitución, basándose en el hecho de que la Ley de Municipalidades ha sido promulgada
con posterioridad a las irregularidades planteadas en el Informe de la Contraloría General
de la República, ignorando que el mismo sólo tiene calidad de prueba preconstituida y el
proceso recién va a ser iniciado; por otra parte, permitir al Concejo que recurra a la
irretroactividad supone dejar librado el imperio legislativo a la voluntad discrecional de los
Concejos Municipales, en contravención de la atribución fundamental del Poder Legislativo
prevista en el art. 59-1) de la Constitución. Finalmente, esta Resolución viola el art. 14 de la
Constitución Política del Estado con relación a la prohibición de conformar comisiones
especiales, por su carácter atentatorio a las garantías constitucionales.

I.3. De todo lo señalado se infiere que el Concejo Municipal no tiene competencia para
señalar un procedimiento, debiendo en todo caso observar estrictamente el art. 173 de la
Ley N° 2028; de igual forma, la Comisión Especial no tiene jurisdicción para sustanciar
ningún proceso y lo que corresponde es pasar el informe de la Contraloría General de la
República a la Comisión de Ética para que proceda conforme a derecho. En el marco de
estos antecedentes, al amparo de los arts. 31, 120-6) de la Constitución Política del Estado y
79 de la Ley N° 1836, interponen el presente Recurso, pidiendo se declare la nulidad de la
Resolución pronunciada y de todos los actos emergentes de la misma.

CONSIDERANDO II

Que por Auto Constitucional N° 096/2000-CA de 7 de junio de 2000 cursante a fs. 11 el


Recurso es admitido, habiéndose citado a las autoridades recurridas mediante provisión
citatoria de fs. 306 a 313 de obrados.

CONSIDERANDO III

III.1. Que mediante memorial de 8 de junio de 2000, cursnte de fs. 959 a 962 de obrados, el
Concejal Otto Andrés Ritter Méndez con similares argumentos interpuso Recurso Directo
de Nulidad contra las autoridades ya demandadas y citadas en la primera acción, pidiendo
la nulidad de la Resolución Municipal Nº 026-A/2000 dictada por ese ente deliberante,
Recurso signado con el Nº 2000-1263-03-RDN.
III.2. Que mediante Auto Constitucional Nº 103/2000-CA de 12 de junio de 2000, de fs.
661 a 662 (expediente acumulado) el Tribunal Constitucional dispuso su admisión y
acumulación al presente Recurso, por existir conexitud que justifica la unidad de
tramitación y decisión, de acuerdo con el art. 40 de la Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO IV

Que los recurridos se apersonan y responden mediante memorial presentado en 27 de junio


de 2000, cursante de fs. 653 a 658 de obrados, donde expresan que:

IV.1. Un atributo del Estado Democrático es el sometimiento de las personas a la Ley. En


el caso de los gobiernos municipales, éstos se encuentran sometidos a la Ley N° 2028, no
pudiendo una minoría alzarse sobre una decisión de la mayoría porque ello significaría la
destrucción del poder legalmente constituido. Sólo en el supuesto de que la decisión de la
mayoría expresada en una Ley, Ordenanza y/o Resolución, lesione principios
constitucionales, puede demandarse a la persona jurídica responsable de la Ley, Ordenanza
o Resolución, pero nunca a las personas individuales como en la demanda de marras.

IV.2. Los informes que constituyen la base del problema suscitado y que dictaminan
indicios de responsabilidad administrativa contra el Alcalde Municipal Jhonny Fernández
Saucedo y otros funcionarios, fueron elaborados en mérito a documentación y actuaciones
que datan de abril de 1996 a diciembre de 1998; concluidos en 9 de octubre de 1999,
aprobados en 25 de noviembre del mismo año y remitidos a conocimiento del Concejo
Municipal en 2 de diciembre de 1999. Dichos informes y el dictamen de fondo de la
Contraloría, se amparan en los arts. 155 de la Constitución y 23 de la Ley N° 1178 y han
sido efectuados basándose en la Ley N° 696, Ley N° 1178 y D.S. N° 23318-A.

IV.3. El Concejo Municipal, al dictar una Resolución para la apertura de un sumario


administrativo contra el Alcalde Municipal y establecer una Comisión Sumariante o
Disciplinaria que reciba toda la documentación e informe al plenario sobre los indicios de
responsabilidad administrativa, se basó en el principio de irretroactividad de las leyes de la
República establecido en el art. 33 de la Constitución, así como en los arts. 34, 228 y 229
del mismo texto constitucional y actuó conforme disponen tanto los arts. 200-I y II, 201-I
de la Constitución Política del Estado, 4-I, 12-16-17, 18, 20, 50-III segunda parte y 3 de las
disposiciones finales y transitorias de la Ley N° 2028, arts. 1 inc. c), 23, 28 y 29, 43 inc. a)
y 45 de la Ley N° 1178, como el informe de Contraloría basado en las normas vigentes en
el momento de la aparición de los indicios de responsabilidad, aplicables para este caso
expreso en cumplimiento del citado art. 33 constitucional, aclarando que el Concejo no
tiene potestad para modificar y/o anular los informes de la Contraloría que son el origen del
sumario a instaurarse y están basados en la Ley N° 696 abrogada, así como en la Ley N°
1178 y el D.S. 23318-A, lo que significa que el ente deliberante ha cumplido estrictamente
la Constitución y el mandato de la Contraloría General de la República.

IV.4. Por disposición de los arts. 200, 201-I de la Constitución y 12-16) de la Ley N° 2028,
el pleno del Concejo es la única instancia con jurisdicción y competencia para ordenar el
procesamiento y sancionar al Alcalde Municipal en la vía administrativa, en conclusión, el
Concejo al organizar una comisión sumariante y el trabajo que ésta debe llevar a cabo
mediante el acta N° 062/2000 y la Resolución impugnada, no ha creado ninguna Comisión
Especial y menos ha abrogado ni derogado disposición legal alguna, sino que ha ejercido
sus facultades legales, siendo todos sus actos jurídicamente válidos al no existir persona
agraviada y mucho menos derechos constitucionales y/o legales lesionados.

IV.5. Estando demostrada la impropiedad de la demanda y el error de la acción al no


impugnar las actas deliberantes y aprobatorias de 25 de mayo y 5 de junio de 2000 y
demandar a los componentes del gobierno municipal en forma personal en vez de dirigir el
recurso a la persona jurídica, es decir al Concejo Municipal, piden se dicte Sentencia
Constitucional declarando Infundado el recurso, con costas y multas a los recurrentes.

CONSIDERANDO V

Que de la compulsa del expediente y del análisis de las normas aplicables en ambos
Recursos, se llegan a las siguiente conclusiones:

V.1. Que los recurrentes impugnan la Resolución Municipal N° 026-A/2000 de 5 de junio


de 2000 de fs. 627 a 629, dictada por el Concejo Municipal, en la cual disponen: 1. La
apertura de un proceso administrativo en la vía sumarial contra el Alcalde Municipal
Jhonny Fernández Saucedo, conforme a lo recomendado y basándose en los informes de
auditoría remitidos por la Contraloría General de la República; 2. La conformación y
designación de la Comisión Sumariante por mayoría absoluta, para que sustancie el
sumario administrativo e informe al plenario del H. Concejo en cumplimiento a las
obligaciones señaladas por la Ley N° 2028, el Reglamento Interno del Concejo, la Ley N°
1178 y sus decretos reglamentarios y 3. La aprobación del procedimiento sumario que
deberá aplicar la Comisión Sumariante.

V.2. Que el art. 174 de la Ley N° 2028 claramente señala que cuando se conozcan casos de
responsabilidad administrativa que involucren al Alcalde Municipal ó a los Concejales,
como consecuencia de informes de auditoría, dictamen emitido por el Contralor General de
la República o a denuncia de parte, el proceso se sustanciará, conforme a los arts. 35 y 36
de la referida Ley. Que en el caso de autos, el Concejo Municipal, una vez conocido el
informe de Contraloría contra el Alcalde y en uso de la facultad que le reconocen los arts.
12-16, 174 y 35-I de la Ley N° 2028, dictó la Resolución N° 026-A/2000, en la que dispone
la apertura de un proceso administrativo interno contra dicha autoridad, con plena
jurisdicción y competencia.

V.3. Que sin embargo, en la misma Resolución conformó ilegalmente una Comisión
Sumariante y se implantó un sui géneris procedimiento para el sumario, en franca
transgresión del art. 35 de la Ley N° 2028, que en forma expresa señala que su
sustanciación estará a cargo de la Comisión de Ética, designada al inicio de cada gestión, la
cual se sujetará al procedimiento establecido en el mismo artículo.

V.4. Que, los recurridos, al invocar el principio general de irretroactividad consagrado por
el art. 33 constitucional, como basamento jurídico para disponer que se desarrolle el
proceso conforme a las previsiones de la abrogada Ley Orgánica de Municipalidades de 10
de enero de 1985, parte de una errada concepción sobre los alcances del principio aludido,
dado que tal supuesto se presentaría únicamente si el proceso se hubiera iniciado en la
vigencia de la indicada ley abrogada, lo que no ocurre en el caso de autos. En todo caso la
irretroactividad invocada puede ser válida para el comportamiento que motiva la
instauración del proceso. Y esto incluso únicamente podría presentarse en el caso de entrar
en vigencia un nuevo precepto que agrave la sanción correspondiente a la conducta
investigada.

V.5. Que, la Carta Fundamental del país establece en el art. 29 que "Sólo el Poder
Legislativo tiene facultad para alterar o modificar los Códigos (leyes), así como para dictar
reglamentos y disposiciones sobre procedimientos judiciales". En el sentido de la
Constitución, la expresión "procedimientos constitucionales", es comprensiva de toda
disposición legal que establezca la forma en la que se debe desarrollar un determinado
proceso; sea este penal, civil, administrativo o disciplinario.

Que, consiguientemente, los recurridos, al haber creado un procedimiento distinto al


establecido en la legislación vigente, han usurpado funciones que sólo competen a las
Cámaras Legislativas.

POR TANTO

El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por mandato de los


artículos 120-6 de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la Ley Nº 1836,
declara FUNDADOS los Recursos Directos de Nulidad de fs. 8 a 10 y de fs. 959 a 962 del
expediente acumulado y consiguientemente NULA y sin valor alguno la Resolución
Municipal Nº 026-A/2000 de 5 de junio de 2000, dictada por el Concejo Municipal de la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 075/2000

Expediente: 2000-01323-03-RDN
Partes: Jorge López Sanabria en representación de la
empresa "CONO SUR" contra Ramiro Chalup
Seleme, Director de Impuestos Internos.
Materia: RECURSO DIRECTO DE NULIDAD
Distrito: Cochabamba
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: Los Recursos Directos de Nulidad interpuestos, los antecedentes remitidos por la
autoridad recurrida; y,

CONSIDERANDO I

Que, en los memoriales presentados el 21 de junio del año en curso, cursantes de fs. 15 a 17
y 46 a 49, el recurrente en representación de la empresa "CONO SUR S.R.L." exponiendo
los antecedentes legales y la diferencia que hace el Código Tributario entre impuesto y tasa,
manifiesta que:

I.1. En cumplimiento a disposiciones legales en vigencia y en uso de las atribuciones que se


confieren al Servicio Departamental de Caminos de Cochabamba y Santa Cruz, emitieron
las licitaciones públicas Nos.01/97 y 23/97, respectivamente, para que las empresas
legalmente establecidas, por orden y cuenta de los mismos, realicen el servicio de
cobranzas de Tasas de Rodaje, en los Departamentos de Cochabamba y Santa Cruz,
respectivamente, adjudicándose ambos la empresa "CONO SUR" por lo que se suscriben
los contratos correspondientes con las formalidades legales.

I.2. Refiere que los términos de los contratos establecen que la empresa "CONO SUR
S.R.L." se encargará del cobro de rodaje por cuenta del Servicio Departamental de Caminos
de Cochabamba y Santa Cruz, en todos los retenes de los departamentos de Cochabamba y
Santa Cruz, respectivamente; obligándose en el primer caso al pago mensual de un monto
fijo de dos millones ciento diez mil bolivianos que serán incrementados en 5% según el tipo
de contrato y en el segundo caso (Santa Cruz) el pago mensual fijo de cuatro millones
cincuenta mil bolivianos monto a incrementarse mensualmente.

I.3. Que los comprobantes o boletos de recaudación de peaje son de propiedad del Servicio
Nacional de Caminos, que inserta su logotipo y la leyenda "no válido para crédito fiscal",
por lo que "CONO SUR" S.R.L. no es responsable por los impuestos IVA, IT y otros por
concepto de rodaje, cumpliendo la empresa con el pago de impuestos a la utilidad que
demuestra su balance de gestión. Que los ingresos del Servicio Nacional de Caminos por
concepto de tasas de Rodaje, al constituir un tributo, no están gravados con otras cargas
impositivas; por consiguiente al sustituirse el agente de cobranza no puede pretenderse que
los ingresos que por ese concepto percibe la empresa "CONO SUR" S.R.L. se encuentren
gravados con impuestos.

I.4. Afirma que en base a estos antecedentes, CONO SUR S.R.L." solicitó a la Dirección
Distrital de Impuestos Internos de Cochabamba la baja de los impuestos al Valor Agregado
y a las Transacciones de su Registro Único de Contribuyentes al no corresponder a esa
actividad otro tributo más que el de Tasas de Rodaje; instancia que previa revisión de
antecedentes, dictó las Resoluciones Administrativas Nos. 306/98 de 23 de diciembre de
1998 y 37/99 de 12 de marzo de 1999 que disponen la baja del IVA e IT del RUC 8249636
y 2011611, respectivamente, correspondientes a la empresa CONO SUR S.R.L.". Sin
embargo, posteriormente la Dirección de Impuestos Internos de Cochabamba, dictó las
Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000 de 18 de mayo de 2000,
notificadas el 23 de mayo de mismo año por las que se resuelve Revocar por decisión
unilateral las resoluciones administrativas antes referidas, elevándose esas decisiones en
consulta ante el Servicio Nacional de Impuestos Internos.

I.5. Agrega que el Servicio Nacional de Caminos constituye una entidad descentralizada
dependiente del Gobierno Central, cuya función esencial es la administración y
mantenimiento de carreteras provinciales e ínter departamentales con potestad para cobrar
tasas de rodaje, que constituyen recursos públicos por lo que de ninguna manera pueden ser
sujetos de impuestos pues su importe no genera base imponible al no tratarse de precios de
venta u honorarios por prestaciones de servicio.

I.6. Concluye señalando que la Dirección Distrital de Impuestos Internos actuó sin
competencia al dictar las Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000 que
revocan las Resoluciones Administrativas 306/98 y 37/99, cuando estas se encontraban
plenamente ejecutoriadas y con autoridad de cosa juzgada. No existiendo en el Código
Tributario u otra norma positiva que faculte a la Administración Tributaria revocar sus
decisiones después de varios meses, menos aún si la situación jurídica que motiva su
pronunciamiento no ha variado por lo que considera que de esta manera se ha transgredido
el art. 31 de la Constitución Política del Estado por lo que pide se declare procedente el
Recurso Directo de Nulidad contra las Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y
52/2000, consecuentemente nulas las mismas.

CONSIDERANDO II

II.1. Que por Auto Constitucional N° 116/2000-CA de 28 de junio de 2000 cursante a fs.
50, el Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Jorge López Sanabria en representación
de CONO SUR S.R.L. solicitando se declare la nulidad de la Resolución Administrativa
No. 51/2000 de 18 de mayo de 2000 es admitido, disponiéndose la citación de la autoridad
recurrida.
II.2. Que por Auto Constitucional Nº 118/2000-CA de 28 de junio de 2000 cursante a fs. 18
a 19, la Comisión de Admisión Admite el Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Jorge
López Sanabria en representación de "CONO SUR S.R.L." que solicita la nulidad de la
Resolución Administrativa Nº 052/2000 de 18 de mayo de 2000, disponiéndose la citación
de la autoridad mediante provisión citatoria así como la Acumulación por conexitud del
expediente No. 2000-01322-03-RDN, que se justifican la Unidad de tramitación y decisión,
de acuerdo con el art. 40.I de la Ley Nº 1836, habiéndose citado a la autoridad recurrida
mediante provisión citatoria de fs. 20 a 25.

CONSIDERANDO III

III.1. Que mediante CITE: DNJ/UNGJ/ 556/2000 de 11 de julio de 2000 en cumplimiento


del Auto Constitucional No. 116/2000 de 28 de junio de 2000 se remiten los antecedentes
administrativos correspondientes a la Resolución Administrativa Nº 051/2000 de 18 de
mayo de 2000 por el Lic. José Luis Carvajal B. Director a.i del Servicio Nacional de
Impuestos internos, recibido en este Tribunal el 8 de agosto de 2000.

III.2. Que mediante CITE:DJN/UNGJ/640/2000 de 9 de agosto de 2000 en cumplimiento


del Auto Constitucional No. 116/2000-CA de 28 de junio del año en curso, el Director del
Servicio Nacional de Impuestos Internos remite los antecedentes administrativos
correspondientes a la Resolución Administrativa Nº 052/2000 de 18 de mayo de 2000,
recibida en este Tribunal en 15 de agosto de 2000.

CONSIDERANDO IV

Que de la compulsa del expediente y análisis de las normas aplicables en este Recurso, se
llega a las siguientes conclusiones:

IV.1. Que como consecuencia de la suscripción de contratos de prestación de servicios


firmado por CONO SUR S.R.L., por una parte con el Servicio Departamental de Caminos
de Cochabamba y por otra con la Prefectura y el Servicio Departamental de Caminos de
Santa Cruz, la empresa recurrente presta servicios de cobranzas y control de la tasa de
rodaje en las carreteras del departamento de Cochabamba y Santa Cruz. (fs. 145 a 152 y
238 a 246).

IV.2. Que CONO SUR S.R.L. argumentado que los cobros por Tasas de Rodaje que realiza
en las carreteras adjudicadas en representación del Servicio Departamental de Caminos
constituyen tributos que no están gravados por cargas impositivas como el IVA e IT,
solicita a la Dirección de Impuestos Internos de Cochabamba la baja de los referidos
impuestos, a cuya consecuencia se dictan las Resoluciones Administrativas Nos. 306/98 de
23 de diciembre de 1998 y 37/99 de 12 de marzo de 1999, disponiendo la baja del IVA e IT
del RUC No. 8249636 así como del RUC 2011611, respectivamente, correspondientes a la
empresa recurrente (fs.61-66; 258-260;41; 10).

IV.3. Que posteriormente la Dirección de Impuestos Internos de Cochabamba, dicta las


Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000 por las que Revoca las
Resoluciones Administrativas referidas en el punto anterior, disponiendo que la empresa
"CONO SUR S.R.L." cumpla con el pago de las obligaciones impositivas de acuerdo a la
Ley 843 cancelando el IVA, IT. IUE e incluso el RC IVA, argumentando que no eran
claros los argumentos que dieron origen a la baja de tales impuestos, hecho que da origen a
la interposición del presente recurso al considerar que tales resoluciones fueron dictadas sin
jurisdicción ni competencia (fs. 160, 306).

CONSIDERANDO V

V.1. Que, la Ley 1788 de Organización del Poder Ejecutivo de 16 de septiembre de 1997
crea el Servicio Nacional de Impuestos Internos, con base a la reconversión de la ex
Dirección General de Impuestos Internos con jurisdicción y competencia nacional, para la
administración del sistema tributario boliviano en el marco de la norma tributaria vigente.

V.2. Que el D.S. No. 25155 de 4 de septiembre de 1998 define la nueva estructura del
Servicio Nacional de Impuestos Internos, establece su organización y funcionamiento,
constituido en base a la ex Dirección General de Impuestos Internos, asumiendo las
atribuciones, funciones, derechos y obligaciones de ésta, en el marco de la Ley 1788 y sus
disposiciones reglamentarias.

V.3. Que el inc. a) del art. 7 el D.S. No. 25155 reconoce entre las atribuciones que tiene el
Servicio Nacional de Impuestos Internos la de administrar el régimen de impuestos
internos, ejerciendo las facultades otorgadas por el Código Tributario para la percepción,
fiscalización y cobro de impuestos internos.

V.4. Que, la Resolución Ministerial No. 883/99 de 29 de junio de 1999 aprueba el Manual
de Organización y Funciones, Reglamento Interno y Reglamento de Personal. Así el
Manual de Organización y Funciones en lo que se refiere a las funciones de las Direcciones
Distritales, en su numeral 15 señala: "Controlar el correcto cumplimiento de las
obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes de su jurisdicción".

V.5. Que por su parte el art. 131 del Código Tributario determina que la Administración
dispondrá amplias facultades de fiscalización e investigación. El art. 8 de la misma a su vez
establece: "las formas jurídicas que adopten los contribuyentes y responsables no obligan-
solo a efectos impositivos- a la Administración Tributaria. La misma podrá atribuir a las
situaciones y actos invocados por aquellos, una significación distinta cuando dichas formas
jurídicas sean manifiestamente inapropiadas a la realidad económica de los hechos
gravados. En este caso la ley impositiva se aplicará prescindiendo de tales formas, sin
perjuicio de la eficacia que éstas tuvieran en el ámbito civil u otro".

V.6. Que conforme lo reconoce la doctrina el acto administrativo puede ser revocado por
razones de ilegitimidad o de oportunidad, constituyéndose en la declaración unilateral de un
órgano en ejercicio de la función administrativa, por la que se extingue, sustituye o
modifica, siendo facultativo cuando se funda en razones de oportunidad y obligatoria
cuando lo hace en razones de ilegalidad.

V.7. Que las disposiciones legales antes citadas otorgan atribuciones a la Administración de
Impuestos Internos de administrar el régimen de impuestos internos, ejerciendo las
facultades otorgadas por el Código Tributario para la percepción, fiscalización y cobro de
impuestos internos, pudiendo dictar las resoluciones correspondientes al efecto como
revocar resoluciones por la que se dispone la baja de impuestos, en consecuencia el
Servicio Distrital de Impuestos Internos de Cochabamba al dictar las Resoluciones
Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000, ambas de 18 de mayo de 2000 ha actuado en el
marco de sus atribuciones.

V.8. El Recurso Directo de Nulidad procede en los casos previstos por los arts.31 de la
Constitución Política del Estado y 79 de la Ley Nº 1836, contra los actos de los que usurpen
funciones que no les competen y de los que ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de
la ley, situación que en el caso de autos no se presenta, dado que la Dirección Distrital
actuó dentro del marco y ámbito de sus atribuciones que le confieren las disposiciones
legales referidas.

CONSIDERANDO VI

Que, el Tribunal Constitucional, solamente debe analizar si la autoridad cuyo acto o


resolución se recurre, obró o no con jurisdicción y competencia, sin serle permitido
considerar otras cuestiones, ya sea de fondo o de procedimiento.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 120-6 de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la
Ley Nº 1836, declara INFUNDADO el recurso, con costas y multa de Bs. 500 que deberá
ser depositado a la orden del Tesoro Judicial a tercero día de su legal notificación con la
presente sentencia.

Regístrese y hágase saber.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
Expediente Nº 2000-01323-03-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 021/2000-ECA

Sucre, 24 de octubre de 2000

VISTOS: La solicitud de complementación y enmienda de la Sentencia 075/2000 de 13 de


octubre de 2000, formulada por el recurrente Jorge López Sanabria en representación de la
empresa "CONO SUR S.R.L.", dentro del Recurso Directo de Nulidad interpuesto contra
Ramiro Chalup Seleme, Director de Impuestos Internos; y,

CONSIDERANDO: Que el recurrente mediante el memorial presentado el 17 de octubre de


2000, solicita al Tribunal Constitucional en la vía de Complementación y Aclaración, se
aclare lo siguiente:

1º.- Que en la sentencia Constitucional de 13 de octubre de 2000, "se reconoce sólo y


exclusivamente que el organismo administrativo de la Dirección Distrital de Impuestos
Internos de Cochabamba tiene jurisdicción y competencia para perseguir y cobrar
impuestos en el ámbito de su jurisdicción territorial" sic.

2º.- Afirma que "los comprobantes de boletos de recaudación son de propiedad del Servicio
Nacional de Caminos, que inserta en su logotipo la leyenda "no valido para crédito fiscal",
por lo que la empresa "CONO SUR" S.R.L. no es responsable por los impuestos IVA, IT y
otros por concepto de rodaje".sic.

3º.- Solicita que "al no haberse pronunciado la Sentencia Constitucional Nº 075/2000 ni


sobre la forma menos sobre el fondo de las reclamaciones de la ilegalidad del cobro de
impuestos , sino solo sobre la competencia del funcionario administrativo recurrido
Director Distrital de Impuestos Internos de Cochabamba la empresa recurrente "CONO
SUR" S.R.L. queda en la libertad de ejercitar actos administrativos o de la justicia ordinaria
..." sic.

CONSIDERANDO: Que la solicitud de Complementación y Aclaración, debe limitarse a


aspectos que no afecten el fondo de la Sentencia, previsto por el Art. 50 de la Ley 1836, lo
que no se presenta en los puntos 1º y 2º precedentemente analizazos siendo por tanto
pertinente aclarar el punto 3º.

POR TANTO: Aclara, que el recurrente tiene la facultad de utilizar las vías que
correspondan para hacer valer sus derechos.

No intervienen el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, porque cuando se conoció y


resolvió el asunto se encontraba con licencia, ni el Magistrado René Baldivieso Guzmán
porque se encuentra haciendo uso de su vacación anual.

Regístrese y hágase saber


Dr. Hugo de La Rocha Navarro
DECANO
EN EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 075/2000

Expediente: 2000-01323-03-RDN
Partes: Jorge López Sanabria en representación de la
empresa "CONO SUR" contra Ramiro Chalup
Seleme, Director de Impuestos Internos.
Materia: RECURSO DIRECTO DE NULIDAD
Distrito: Cochabamba
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: Los Recursos Directos de Nulidad interpuestos, los antecedentes remitidos por la
autoridad recurrida; y,

CONSIDERANDO I

Que, en los memoriales presentados el 21 de junio del año en curso, cursantes de fs. 15 a 17
y 46 a 49, el recurrente en representación de la empresa "CONO SUR S.R.L." exponiendo
los antecedentes legales y la diferencia que hace el Código Tributario entre impuesto y tasa,
manifiesta que:

I.1. En cumplimiento a disposiciones legales en vigencia y en uso de las atribuciones que se


confieren al Servicio Departamental de Caminos de Cochabamba y Santa Cruz, emitieron
las licitaciones públicas Nos.01/97 y 23/97, respectivamente, para que las empresas
legalmente establecidas, por orden y cuenta de los mismos, realicen el servicio de
cobranzas de Tasas de Rodaje, en los Departamentos de Cochabamba y Santa Cruz,
respectivamente, adjudicándose ambos la empresa "CONO SUR" por lo que se suscriben
los contratos correspondientes con las formalidades legales.

I.2. Refiere que los términos de los contratos establecen que la empresa "CONO SUR
S.R.L." se encargará del cobro de rodaje por cuenta del Servicio Departamental de Caminos
de Cochabamba y Santa Cruz, en todos los retenes de los departamentos de Cochabamba y
Santa Cruz, respectivamente; obligándose en el primer caso al pago mensual de un monto
fijo de dos millones ciento diez mil bolivianos que serán incrementados en 5% según el tipo
de contrato y en el segundo caso (Santa Cruz) el pago mensual fijo de cuatro millones
cincuenta mil bolivianos monto a incrementarse mensualmente.

I.3. Que los comprobantes o boletos de recaudación de peaje son de propiedad del Servicio
Nacional de Caminos, que inserta su logotipo y la leyenda "no válido para crédito fiscal",
por lo que "CONO SUR" S.R.L. no es responsable por los impuestos IVA, IT y otros por
concepto de rodaje, cumpliendo la empresa con el pago de impuestos a la utilidad que
demuestra su balance de gestión. Que los ingresos del Servicio Nacional de Caminos por
concepto de tasas de Rodaje, al constituir un tributo, no están gravados con otras cargas
impositivas; por consiguiente al sustituirse el agente de cobranza no puede pretenderse que
los ingresos que por ese concepto percibe la empresa "CONO SUR" S.R.L. se encuentren
gravados con impuestos.

I.4. Afirma que en base a estos antecedentes, CONO SUR S.R.L." solicitó a la Dirección
Distrital de Impuestos Internos de Cochabamba la baja de los impuestos al Valor Agregado
y a las Transacciones de su Registro Único de Contribuyentes al no corresponder a esa
actividad otro tributo más que el de Tasas de Rodaje; instancia que previa revisión de
antecedentes, dictó las Resoluciones Administrativas Nos. 306/98 de 23 de diciembre de
1998 y 37/99 de 12 de marzo de 1999 que disponen la baja del IVA e IT del RUC 8249636
y 2011611, respectivamente, correspondientes a la empresa CONO SUR S.R.L.". Sin
embargo, posteriormente la Dirección de Impuestos Internos de Cochabamba, dictó las
Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000 de 18 de mayo de 2000,
notificadas el 23 de mayo de mismo año por las que se resuelve Revocar por decisión
unilateral las resoluciones administrativas antes referidas, elevándose esas decisiones en
consulta ante el Servicio Nacional de Impuestos Internos.

I.5. Agrega que el Servicio Nacional de Caminos constituye una entidad descentralizada
dependiente del Gobierno Central, cuya función esencial es la administración y
mantenimiento de carreteras provinciales e ínter departamentales con potestad para cobrar
tasas de rodaje, que constituyen recursos públicos por lo que de ninguna manera pueden ser
sujetos de impuestos pues su importe no genera base imponible al no tratarse de precios de
venta u honorarios por prestaciones de servicio.

I.6. Concluye señalando que la Dirección Distrital de Impuestos Internos actuó sin
competencia al dictar las Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000 que
revocan las Resoluciones Administrativas 306/98 y 37/99, cuando estas se encontraban
plenamente ejecutoriadas y con autoridad de cosa juzgada. No existiendo en el Código
Tributario u otra norma positiva que faculte a la Administración Tributaria revocar sus
decisiones después de varios meses, menos aún si la situación jurídica que motiva su
pronunciamiento no ha variado por lo que considera que de esta manera se ha transgredido
el art. 31 de la Constitución Política del Estado por lo que pide se declare procedente el
Recurso Directo de Nulidad contra las Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y
52/2000, consecuentemente nulas las mismas.

CONSIDERANDO II

II.1. Que por Auto Constitucional N° 116/2000-CA de 28 de junio de 2000 cursante a fs.
50, el Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Jorge López Sanabria en representación
de CONO SUR S.R.L. solicitando se declare la nulidad de la Resolución Administrativa
No. 51/2000 de 18 de mayo de 2000 es admitido, disponiéndose la citación de la autoridad
recurrida.

II.2. Que por Auto Constitucional Nº 118/2000-CA de 28 de junio de 2000 cursante a fs. 18
a 19, la Comisión de Admisión Admite el Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Jorge
López Sanabria en representación de "CONO SUR S.R.L." que solicita la nulidad de la
Resolución Administrativa Nº 052/2000 de 18 de mayo de 2000, disponiéndose la citación
de la autoridad mediante provisión citatoria así como la Acumulación por conexitud del
expediente No. 2000-01322-03-RDN, que se justifican la Unidad de tramitación y decisión,
de acuerdo con el art. 40.I de la Ley Nº 1836, habiéndose citado a la autoridad recurrida
mediante provisión citatoria de fs. 20 a 25.

CONSIDERANDO III

III.1. Que mediante CITE: DNJ/UNGJ/ 556/2000 de 11 de julio de 2000 en cumplimiento


del Auto Constitucional No. 116/2000 de 28 de junio de 2000 se remiten los antecedentes
administrativos correspondientes a la Resolución Administrativa Nº 051/2000 de 18 de
mayo de 2000 por el Lic. José Luis Carvajal B. Director a.i del Servicio Nacional de
Impuestos internos, recibido en este Tribunal el 8 de agosto de 2000.

III.2. Que mediante CITE:DJN/UNGJ/640/2000 de 9 de agosto de 2000 en cumplimiento


del Auto Constitucional No. 116/2000-CA de 28 de junio del año en curso, el Director del
Servicio Nacional de Impuestos Internos remite los antecedentes administrativos
correspondientes a la Resolución Administrativa Nº 052/2000 de 18 de mayo de 2000,
recibida en este Tribunal en 15 de agosto de 2000.

CONSIDERANDO IV

Que de la compulsa del expediente y análisis de las normas aplicables en este Recurso, se
llega a las siguientes conclusiones:

IV.1. Que como consecuencia de la suscripción de contratos de prestación de servicios


firmado por CONO SUR S.R.L., por una parte con el Servicio Departamental de Caminos
de Cochabamba y por otra con la Prefectura y el Servicio Departamental de Caminos de
Santa Cruz, la empresa recurrente presta servicios de cobranzas y control de la tasa de
rodaje en las carreteras del departamento de Cochabamba y Santa Cruz. (fs. 145 a 152 y
238 a 246).

IV.2. Que CONO SUR S.R.L. argumentado que los cobros por Tasas de Rodaje que realiza
en las carreteras adjudicadas en representación del Servicio Departamental de Caminos
constituyen tributos que no están gravados por cargas impositivas como el IVA e IT,
solicita a la Dirección de Impuestos Internos de Cochabamba la baja de los referidos
impuestos, a cuya consecuencia se dictan las Resoluciones Administrativas Nos. 306/98 de
23 de diciembre de 1998 y 37/99 de 12 de marzo de 1999, disponiendo la baja del IVA e IT
del RUC No. 8249636 así como del RUC 2011611, respectivamente, correspondientes a la
empresa recurrente (fs.61-66; 258-260;41; 10).

IV.3. Que posteriormente la Dirección de Impuestos Internos de Cochabamba, dicta las


Resoluciones Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000 por las que Revoca las
Resoluciones Administrativas referidas en el punto anterior, disponiendo que la empresa
"CONO SUR S.R.L." cumpla con el pago de las obligaciones impositivas de acuerdo a la
Ley 843 cancelando el IVA, IT. IUE e incluso el RC IVA, argumentando que no eran
claros los argumentos que dieron origen a la baja de tales impuestos, hecho que da origen a
la interposición del presente recurso al considerar que tales resoluciones fueron dictadas sin
jurisdicción ni competencia (fs. 160, 306).

CONSIDERANDO V

V.1. Que, la Ley 1788 de Organización del Poder Ejecutivo de 16 de septiembre de 1997
crea el Servicio Nacional de Impuestos Internos, con base a la reconversión de la ex
Dirección General de Impuestos Internos con jurisdicción y competencia nacional, para la
administración del sistema tributario boliviano en el marco de la norma tributaria vigente.

V.2. Que el D.S. No. 25155 de 4 de septiembre de 1998 define la nueva estructura del
Servicio Nacional de Impuestos Internos, establece su organización y funcionamiento,
constituido en base a la ex Dirección General de Impuestos Internos, asumiendo las
atribuciones, funciones, derechos y obligaciones de ésta, en el marco de la Ley 1788 y sus
disposiciones reglamentarias.

V.3. Que el inc. a) del art. 7 el D.S. No. 25155 reconoce entre las atribuciones que tiene el
Servicio Nacional de Impuestos Internos la de administrar el régimen de impuestos
internos, ejerciendo las facultades otorgadas por el Código Tributario para la percepción,
fiscalización y cobro de impuestos internos.

V.4. Que, la Resolución Ministerial No. 883/99 de 29 de junio de 1999 aprueba el Manual
de Organización y Funciones, Reglamento Interno y Reglamento de Personal. Así el
Manual de Organización y Funciones en lo que se refiere a las funciones de las Direcciones
Distritales, en su numeral 15 señala: "Controlar el correcto cumplimiento de las
obligaciones tributarias por parte de los contribuyentes de su jurisdicción".

V.5. Que por su parte el art. 131 del Código Tributario determina que la Administración
dispondrá amplias facultades de fiscalización e investigación. El art. 8 de la misma a su vez
establece: "las formas jurídicas que adopten los contribuyentes y responsables no obligan-
solo a efectos impositivos- a la Administración Tributaria. La misma podrá atribuir a las
situaciones y actos invocados por aquellos, una significación distinta cuando dichas formas
jurídicas sean manifiestamente inapropiadas a la realidad económica de los hechos
gravados. En este caso la ley impositiva se aplicará prescindiendo de tales formas, sin
perjuicio de la eficacia que éstas tuvieran en el ámbito civil u otro".

V.6. Que conforme lo reconoce la doctrina el acto administrativo puede ser revocado por
razones de ilegitimidad o de oportunidad, constituyéndose en la declaración unilateral de un
órgano en ejercicio de la función administrativa, por la que se extingue, sustituye o
modifica, siendo facultativo cuando se funda en razones de oportunidad y obligatoria
cuando lo hace en razones de ilegalidad.

V.7. Que las disposiciones legales antes citadas otorgan atribuciones a la Administración de
Impuestos Internos de administrar el régimen de impuestos internos, ejerciendo las
facultades otorgadas por el Código Tributario para la percepción, fiscalización y cobro de
impuestos internos, pudiendo dictar las resoluciones correspondientes al efecto como
revocar resoluciones por la que se dispone la baja de impuestos, en consecuencia el
Servicio Distrital de Impuestos Internos de Cochabamba al dictar las Resoluciones
Administrativas Nos. 051/2000 y 052/2000, ambas de 18 de mayo de 2000 ha actuado en el
marco de sus atribuciones.

V.8. El Recurso Directo de Nulidad procede en los casos previstos por los arts.31 de la
Constitución Política del Estado y 79 de la Ley Nº 1836, contra los actos de los que usurpen
funciones que no les competen y de los que ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de
la ley, situación que en el caso de autos no se presenta, dado que la Dirección Distrital
actuó dentro del marco y ámbito de sus atribuciones que le confieren las disposiciones
legales referidas.

CONSIDERANDO VI

Que, el Tribunal Constitucional, solamente debe analizar si la autoridad cuyo acto o


resolución se recurre, obró o no con jurisdicción y competencia, sin serle permitido
considerar otras cuestiones, ya sea de fondo o de procedimiento.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 120-6 de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la
Ley Nº 1836, declara INFUNDADO el recurso, con costas y multa de Bs. 500 que deberá
ser depositado a la orden del Tesoro Judicial a tercero día de su legal notificación con la
presente sentencia.

Regístrese y hágase saber.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.
Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-01323-03-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 021/2000-ECA

Sucre, 24 de octubre de 2000

VISTOS: La solicitud de complementación y enmienda de la Sentencia 075/2000 de 13 de


octubre de 2000, formulada por el recurrente Jorge López Sanabria en representación de la
empresa "CONO SUR S.R.L.", dentro del Recurso Directo de Nulidad interpuesto contra
Ramiro Chalup Seleme, Director de Impuestos Internos; y,

CONSIDERANDO: Que el recurrente mediante el memorial presentado el 17 de octubre de


2000, solicita al Tribunal Constitucional en la vía de Complementación y Aclaración, se
aclare lo siguiente:

1º.- Que en la sentencia Constitucional de 13 de octubre de 2000, "se reconoce sólo y


exclusivamente que el organismo administrativo de la Dirección Distrital de Impuestos
Internos de Cochabamba tiene jurisdicción y competencia para perseguir y cobrar
impuestos en el ámbito de su jurisdicción territorial" sic.

2º.- Afirma que "los comprobantes de boletos de recaudación son de propiedad del Servicio
Nacional de Caminos, que inserta en su logotipo la leyenda "no valido para crédito fiscal",
por lo que la empresa "CONO SUR" S.R.L. no es responsable por los impuestos IVA, IT y
otros por concepto de rodaje".sic.

3º.- Solicita que "al no haberse pronunciado la Sentencia Constitucional Nº 075/2000 ni


sobre la forma menos sobre el fondo de las reclamaciones de la ilegalidad del cobro de
impuestos , sino solo sobre la competencia del funcionario administrativo recurrido
Director Distrital de Impuestos Internos de Cochabamba la empresa recurrente "CONO
SUR" S.R.L. queda en la libertad de ejercitar actos administrativos o de la justicia ordinaria
..." sic.

CONSIDERANDO: Que la solicitud de Complementación y Aclaración, debe limitarse a


aspectos que no afecten el fondo de la Sentencia, previsto por el Art. 50 de la Ley 1836, lo
que no se presenta en los puntos 1º y 2º precedentemente analizazos siendo por tanto
pertinente aclarar el punto 3º.

POR TANTO: Aclara, que el recurrente tiene la facultad de utilizar las vías que
correspondan para hacer valer sus derechos.

No intervienen el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, porque cuando se conoció y


resolvió el asunto se encontraba con licencia, ni el Magistrado René Baldivieso Guzmán
porque se encuentra haciendo uso de su vacación anual.

Regístrese y hágase saber

Dr. Hugo de La Rocha Navarro


DECANO
EN EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 967/00-R

Expediente: 2000-01565-04-RAC
Partes: Adolfo Ocampo Melgarejo contra René Mariscal Casazola, Jacinta Alvarez, Celso
Huanca Tito, Cleofé Illanes, Adda Gutiérrez de Rivera y Pelagio Villca, Concejales del
Municipio de Villazón.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Potosí
Fecha: 13 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión el fallo de fs. 94 a 95 dictado por el Juez de Partido de Villazón,


Provincia Modesto Omiste, dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por
Adolfo Ocampo Melgarejo contra René Mariscal Casazola, Jacinta Alvarez, Celso Huanca
Tito, Cleofé Illanes, Adda Gutiérrez de Rivera y Pelagio Villca, Concejales del Municipio
de Villazón, los antecedentes del caso; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial presentado en 25 de agosto de 2000, cursante de fs.


70 a 72 de obrados, el recurrente manifiesta que es Concejal Suplente de la primera Sección
Municipal de la Provincia Omiste del Departamento de Potosí, siendo titular el Concejal
Luis Mendoza agrega que éste renunció a su mandato municipal a través de una nota
dirigida al Presidente del Concejo Municipal en 15 de mayo de 2000, aunque luego no se le
convocó en su calidad de Concejal Suplente, porque se ha suscitado un conflicto debido a
que el renunciante Luis Mendoza niega haber efectuado renuncia alguna, desconociendo la
firma estampada al pie de aquella nota. Pero que sin embargo -sostiene el recurrente-
posteriormente el estudio grafológico correspondiente confirmó que la firma de la nota de
renuncia pertenece a Luis Mendoza.

Señala que conocido el informe en conclusiones de la PTJ el Presidente del Concejo


Municipal le convocó el 8 de agosto del presente año para fungir como Concejal, y fue así
que participó en la sesión reservada del 11 de agosto. Dice que también fue convocado para
asistir a una sesión el mismo día en horas de la tarde, y nuevamente para el 15 de ese
mismo mes. Agrega que esas sesiones fueron conflictivas porque los Concejales Cleofé
Illanes, Celso Huanca, Pelagio Villca y Jacinta Alvarez se opusieron a que esté presente en
la sesión y que pese a los antecedentes anotados, Luis Mendoza presentó otra nota, esta vez
pidiendo licencia con la intención de recuperar la titularidad en corto tiempo, y ante esta
licencia, nuevamente se le convoca el 21 de agosto. En síntesis, se lo convoca dos veces por
distintos motivos, tanto por renuncia como por licencia, pero no se le ha permitido asumir
sus funciones aduciéndose que el Presidente del Concejo Municipal no puede efectuar
convocatorias sin consulta previa a los demás Concejales; que la renuncia de Luis Mendoza
no fue considerada en el Concejo y además que la recepción de la renuncia no fue firmada
por la Secretaria.

Señala que al haber renunciado el Concejal Titular y convocado al Suplente, se aplicó


correctamente el art. 27 inc. 3) de la Ley de Municipalidades, por cuanto la renuncia tiene
un efecto jurídico llamado cesación de funciones. Pero que sin embargo, al haber
reconsiderado una renuncia, peor aún después de haber convocado a un suplente, el
Concejo Municipal ha violado el art. 31-II de la Ley de Municipalidades, porque a partir de
una renuncia, como Concejal Suplente, tenía el derecho constitucional de ejercer esas
funciones por cuenta del titular.

Indica que se le está privando de dedicarse a una actividad lícita y al no existir otro recurso
inmediato interpone demanda de Amparo Constitucional en contra de los Concejales
Municipales de Villazón, pidiendo se declare procedente, con costas, daños y perjuicios.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, se realiza la audiencia de 28 de agosto de


2000, como consta del acta de fs. 88 a 92, donde el recurrente se ratifica en los términos de
su demanda, y añade que de acuerdo al art. 27 de la Ley de Municipalidades, un Concejal
cesa en sus funciones cuando renuncia, y en este caso asume la titularidad el suplente,
según dispone el art. 31-II de ese cuerpo legal. La presentación de una renuncia no obliga a
su consideración y tampoco el renunciante puede retractarse. El Concejo Municipal comete
actos ilegales que afectan a los derechos del recurrente, pidiendo que el Recurso sea
declarado procedente.

Por su parte, el abogado del Presidente del Concejo Municipal dio lectura al informe de fs.
84 a 85, en el que se manifiesta que el Concejal Luis Mendoza no presentó renuncia alguna,
y que ese documento fue fraguado. El Concejo Municipal consideró esta situación y no así
la renuncia, por lo que en las posteriores sesiones asistió normalmente este Concejal. Por
último, señala que el art. 78 del Reglamento Interno de Debates del Concejo Municipal
dispone que cualquier Concejal, apoyado por otro, podrá pedir dentro del las siguientes 48
horas que se reconsidere un asunto ya resuelto. Entonces, el recurrente no ha agotado los
recursos de ley, por lo que el Amparo no puede proceder.

Mientras tanto, la corecurrida Jacinta Alvarez manifestó que Luis Mendoza no presentó
renuncia a su cargo de Concejal, y lo que ocurrió fue que una tercera persona llevó esa nota
al Concejo Municipal. Pero si bien aquél firmó anteriormente un papel en blanco
cumpliendo un compromiso político, no fue con esa intención. Los que presentaron esa
nota cometieron un acto ilegal para perjudicar a Luis Mendoza, originando que se les
instaure un proceso penal.

Concluida la audiencia, el Juez de Amparo dicta la Sentencia de fs. 94 a 95, declarando


PROCEDENTE el Recurso con el fundamento de que el Concejo Municipal de Villazón
vulneró el derecho del recurrente a incorporarse a ese órgano deliberante, privándole de
ejercer como Concejal ante la renuncia del titular.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente, se evidencian los siguientes extremos:

1. Que la corte Departamental Electoral de Potosí extendió a favor del recurrente la


credencial de Concejal Suplente del Municipio de la Primera Sección de la Provincia
Modesto Omiste (fs. 69).

2. Que el 15 de mayo de 2000, se presentó ante el Presidente del Concejo Municipal de


Villazón una renuncia irrevocable al cargo de Concejal Municipal a nombre de Luis
Mendoza (fs. 2 y 44) en la que no figura la constancia de presentación ni el nombre de la
persona que depositó la nota en Secretaría de la Presidencia del Concejo Municipal.
3. Que el 15 de mayo de 2000, Luis Mendoza Martínez interpone denuncia ante la Policía
Técnica Judicial por falsedad material e ideológica en torno a la nota de renuncia de la
misma fecha, levantándose las diligencias respectivas.

4. Que a través de la nota de 11 de agosto de 2000, Luis Mendoza M. hace notar al


Presidente del Concejo Municipal que nunca renunció al cargo de Concejal Titular (fs. 67)
y luego, por otra nota de 15 de agosto, el mismo Luis Mendoza pide al Presidente del
Concejo Municipal le conceda licencia temporal del cargo de Concejal por el tiempo de
siete meses (fs. 75).

CONSIDERANDO: Que del análisis de obrados, se llega a la conclusión de que el Amparo


Constitucional versa sobre la autenticidad o no de la renuncia de 15 de mayo de 2000,
situación de la que precisamente deriva el conflicto de intereses entre un concejal titular y
un suplente, aspecto que no puede ser resuelto a través de un Recurso de la naturaleza del
que reconoce el art. 19 de la Constitución Política del Estado; pues su espíritu se concentra
en la protección -no definición- de derechos y garantías conculcadas.

Que en la especie, las autoridades recurridas no han cometido acto ilegal ni omisión
indebida alguna, sino que, por el contrario, han actuado de conformidad al ordenamiento
jurídico vigente, puesto que mientras no se dilucide por autoridad competente la legalidad o
ilegalidad de la renuncia de 15 de mayo de 2000, no puede determinarse la convocatoria de
un concejal suplente, por lo que en consecuencia, no se conculcaron los derechos del
recurrente.

Consecuentemente, el Juez de Amparo, al declarar PROCEDENTE el Recurso, no ha


evaluado adecuadamente los datos del proceso ni interpretado correctamente el art. 19 de la
Carta Fundamental del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts. 94 y
102-V de la Ley Nº 1836, REVOCA la Sentencia revisada corriente de fs. 94 a 95,
declarando IMPROCEDENTE el Recurso.

Regístrese y devuélvase.

Sentencia Constitucional Nº 967/00-R (viene de la pág. 3)


_____________________________________________________________

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 944/00-R

Expediente: 2000-01569-04-RAC
Partes: María Santander Espinoza contra
Javier Bravo Arroyo, Juez Décimo
Primero de Partido en lo Civil y
Rafael Barrero Martínez, Nelly de
La Cruz Palomeque, Héctor Escobar
Anaya y Alberto Antonio Maldonado,
Vocales de la Corte Superior de
Justicia del Distrito de La Paz.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 78-79 dictada en 1 de septiembre de 2000 por la


Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz, dentro
del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por María Santander Espinoza contra
Javier Bravo Arroyo, Juez Décimo Primero de Partido en lo Civil y Rafael Barrero
Martínez, Nelly de la Cruz de Palomeque, Héctor Escobar Anaya y Alberto Antonio
Maldonado, Vocales de la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de
La Paz, los antecedentes del proceso; y

CONSIDERANDO: Que María Santander Espinoza interpone a fs. 63-66 Recurso de


Amparo Constitucional, indicando que las mencionadas autoridades recurridas han
cometido omisiones indebidas, suprimiendo sus derechos y garantías constitucionales, al
haber tomado como base para el remate de un inmueble de su propiedad, una valuación
catastral no actualizada y contradictoria.

Indica que esta situación fue planteada al Juez recurrido en reiteradas oportunidades, hecho
que reconoce la Sala Civil Primera de la Corte Superior, en el Auto de Vista de 17 de abril
de este año, que fue el fundamento de la apelación que se hizo contra el Auto de aprobación
del remate y adjudicación en favor del rematador. Empero -dice- ni el Juez ni los Vocales
recurridos quisieron oír su planteamiento con el argumento de que se han aplicado
correctamente los arts. 534 y 517 del Código de Procedimiento Civil y art. 40 de la Ley de
Abreviación Procesal Civil.

Señala la recurrente, que al haberse rematado su inmueble en un valor inferior al real, por
no haberse nombrado un perito, se ha producido una especie de confiscación y
enriquecimiento indebido e ilegítimo en favor del rematador y que no existiendo ningún
otro medio de defensa, para la protección de sus derechos y garantías constitucionales
consagrados en los arts. 7-a), i), 22, 23, 31 de la Constitución Política del Estado y arts. 1, 3
inc. 3), 4 inc. 4), 534-II del Código de Procedimiento Civil solicita se declare procedente el
Recurso, ordenando se anulen los obrados del proceso ejecutivo hasta que el Juez de la
causa nombre perito, en razón de que lo actuado es nulo de pleno derecho.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia pública en 1 de septiembre de 2000, según consta en el acta de fs.


75-77, la recurrente mediante su abogado ratifica su demanda, señalando que es injusto que
la Alcaldía Municipal cobre, por concepto de impuestos anuales, que en su caso alcanza a
casi Bs. 25.000.- que se desprende del valor catastral que ellos tienen en la Alcaldía, que es
de Bs. 2.048.000.- y que sea el mismo Estado a través de la jurisdicción que venda ese
inmueble en la suma de Bs. 1,510.000.- que fue la base de la subasta y que posteriormente
se adjudica en una suma menor, que no alcanza ni a la tercera parte del valor comercial del
inmueble, por lo que solicita se declare procedente el Recurso.

2. A su vez la parte recurrida señala que el Recurso interpuesto por la recurrente, tiene
como fundamento la aplicación errada del art. 534-II del Código de Procedimiento Civil y
que los derechos y garantías de la ejecutada -ahora recurrente- han sido suprimidos,
respaldándose en el art. 7 incs) a), i) de la Constitución Política del Estado con el
fundamento de que no se dio aplicación al art. 534 del Código de Procedimiento Civil.
Señala que en el presente caso se ha aplicado el parágrafo I del ya citado art. 534 y que no
se ha designado perito de oficio en vista de existir avalúo catastral que cursa a fs. 319 del
expediente, ya que la aplicación del parágrafo II del mismo artículo no era procedente,
porque en obrados, como se indica, cursa el avalúo catastral expedido por la H. Alcaldía a
solicitud del Juzgado.

Que, como consecuencia de lo informado, la recurrente no ha estado en estado de


indefensión, ya que desde 1994 ha tomado conocimiento del proceso y asumido defensa,
haciendo uso de todos los recursos legales que la ley le franquea. Que en la actualidad las
resoluciones dictadas se encuentran ejecutoriadas, siendo dictada la última resolución en 24
de noviembre de 1999 la cual aprueba el segundo remate del inmueble, confirmada por la
Sala Civil Primera por Auto de Vista de 17 de abril de 2000. Concluyen su informe,
expresando que, tanto el Juez como los Vocales recurridos, han actuado de acuerdo a
normas procesales, por lo que solicitan se declare improcedente el Recurso de Amparo
Constitucional planteado, con costas.

A su vez el Fiscal de Sala Superior, requiere por la improcedencia del Recurso, con costas y
multa de Bs. 200.- con el argumento de que las autoridades recurridas no han infringido ni
desconocido los derechos y garantías constitucionales de la recurrente, como tampoco
existe acto ilegal de parte de la autoridad jurisdiccional, toda vez que se ha sujetado al
avalúo catastral cuya certificación corre a fs. 21 que data de 3 de diciembre de 1998.

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo, en virtud de los antecedentes


expuestos, dicta Sentencia a fs.78-79, declarando improcedente el Recurso planteado a fs.
63-66, con el fundamento de que las autoridades recurridas no han cometido actos ilegales,
al haberse limitado a cumplir fallos ejecutoriados y disposiciones legales en vigencia y que
el Amparo Constitucional no es sustitutivo de otros recursos. Finalmente, que el Tribunal
Constitucional no tiene facultades para dejar sin efecto fallos judiciales ejecutoriados.

CONSIDERANDO: Que María Santander Espinoza plantea el presente Recurso como


consecuencia de haberse procedido al remate de un inmueble de su propiedad dentro de un
proceso ejecutivo que le instauró una entidad bancaria (Banco Mercantil) a la que dio en
garantía hipotecaria ese inmueble, posteriormente rematado dentro de las emergencias del
indicado proceso ejecutivo. Que según consta en los antecedentes del caso, el Recurso se
interpuso con el argumento de que las autoridades judiciales recurridas no aplicaron el art.
534-II del Código de Procedimiento Civil relativo a la base de la subasta de inmuebles
puesto que -según la recurrente- debió designarse a un perito que avalúe el inmueble a
rematarse. Sin embargo dentro de la tramitación del Recurso que se examina, está
demostrado haberse procedido a dicho remate en cumplimiento del art. 534-I del citado
Procedimiento Civil, es decir sobre la base del avalúo catastral hecho por autoridad
competente.

CONSIDERANDO: Que asimismo se ha demostrado que tanto el Juez Décimo Primero de


Partido en lo Civil Comercial y la Sala Civil Primera de la ciudad de La Paz, se han
sujetado a las normas que regulan los procesos ejecutivos, no habiendo incurrido, en
consecuencia, en acto ilegal de ninguna naturaleza que haya atentado contra los derechos de
la recurrente, mencionados en su demanda de fs. 63-66, tomando en cuenta, además, que
esta última al ser parte del proceso ejecutivo tuvo la oportunidad de usar de los recursos
previstos en dichos procesos que, de acuerdo con su naturaleza y fines, está destinado
buscar el pago de una deuda o el cumplimiento de una obligación (art. 486 del Código de
Procedimiento Civil).

Que si bien el art. 19 de la Constitución Política del Estado consagra el Recurso de Amparo
con la finalidad de proteger los derechos fundamentales de la persona ante actos ilegales u
omisiones indebidas de funcionarios o particulares que restrinjan o supriman o amenacen
restringir o suprimir esos derechos, en cambio no es sustitutivo de los medios que la ley
reconoce para tal objeto, más aún si el proceso ejecutivo permite otra vía judicial a la que
puede acudir la recurrente, si considera que en su trámite no se han atendido debidamente
sus reclamos y planteamientos. En consecuencia, el Tribunal de Amparo al declarar
improcedente el Recurso, ha dado correcta aplicación al art. 19 de la Constitución Política
del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120 -7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
N° 1836, APRUEBA la Sentencia de fs.78-79 de 1 de septiembre de 2000, dictada por la
Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 949/2000-R

Expediente: 2000-01574-04-RAC
Partes: Iván Roncal Toral en representación de Waldo Rodas Videa contra José Luis
Candia, Mariano Limachi Diaz, Modesto Reynaga Gordillo "ex colonos de Aranjuez"
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez De Salinas
VISTOS: En revisión el Auto de Rechazo de 30 de agosto de 2000 de fs. 208 de obrados,
pronunciada por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz,
dentro del recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Iván Roncal Toral en
representación de Waldo Rodas Videa contra José Luis Candia, Mariano Limachi Diaz,
Modesto Reynaga Gordillo "ex colonos de Aranjuez", los antecedentes que cursan en el
expediente, y,

CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 206 a 207 de obrados, presentado el
29 de agosto de 2000, el recurrente manifiesta que su representado es propietario de
algunos lotes de terreno ubicados en la zona de Aranjuez, frente al parque municipal
"Bartolina Sisa", derecho propietario debidamente inscrito en el Registro de Derechos
Reales, que cuenta con planos de ubicación aprobados por la H. Alcaldía Municipal.
Refiere que pese a que su representado se encuentra en pacífica posesión del inmueble, un
grupo de personas que dicen ser ex colonos de Aranjuez y poseer títulos ejecutoriales de la
Reforma Agraria, han procedido a poner candados a las puertas, cavar zanjas en las vías de
acceso, hostigar a los cuidadores e invadir el inmueble impidiendo el ingreso al propietario;
averiguadas las cosas se estableció que dos personas habrían seguido un proceso de
usucapión en el que su poderconferente no fue parte, desconociendo su existencia hasta que
las amenazas se convirtieron en hechos de usurpación.

Aduce que estos actos ilegales violan los arts. 16-II, 7 incs. a) e i) de la Constitución
Política del Estado, disposición ésta ultima concordante con el articulo 22 del mismo
cuerpo legal, por cuanto vulneran el derecho a defensa, a la seguridad y a la propiedad
privada. Añade que concretamente solicita Amparo para que los recurridos suspendan toda
actitud que violente derechos y que las emergencias del fraudulento proceso de usucapión
solo tenga valor entre las partes; no solicita la definición de ningún derecho propietario,
sino que simplemente se ordene la cesación de actos de hecho por tener otro medio para la
defensa inmediata de los derechos de su representado, por lo que interpone el presente
Recurso pidiendo sea declarado procedente.

CONSIDERANDO: Que por Resolución Nº 23/00 de 30 de agosto de 2000, cursante a fs.


208, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz, RECHAZA
el Amparo "por haberse interpuesto en contraposición a lo dispuesto por el art. 97 IV y VI
de la Ley del Tribunal Constitucional"(sic), con el argumento de que el recurrente tiene las
vías ordinarias expeditas que la ley le franquea en resguardo de sus derechos, no siendo el
Recurso de Amparo sustitutivo de esas acciones.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional solo puede ser rechazado


por el Tribunal o Juez competente, cuando éste compruebe a tiempo de admitir el recurso
que el recurrente no ha cumplido con los requisitos de forma y contenido exigidos por el
art. 97 de la Ley Nº 1836, no pudiendo fundarse su rechazo en causas diferentes.

Que en el caso de autos, el recurrente al interponer el Recurso de Amparo con los requisitos
formales y de contenido, requeridos por el citado art. 97 de la Ley del Tribunal
Constitucional, fundamentalmente con los establecidos por los numerales IV y VI,
precisando los derechos y garantías que se consideran restringidos y fijan con precisión el
Amparo que está solicitando; por lo que el Tribunal de Amparo al haber rechazado el
Recurso presentado con el argumento de que el recurrente tiene expedita la vía ordinaria, ha
infringido la disposición señalada, pues dicho fundamento determina la improcedencia del
Recurso, afectando al fondo de la problemática planteada y no constituye de manera alguna
un requisito de forma y contenido.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución revisada, disponiendo que el Tribunal de Amparo,
admita el Recurso y se efectúe su tramitación conforme a ley.

Regístrese y devuélvase.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 953/2000-R

expediente: 2000-01582-04-RAC
Partes: Martha Sivila Chumacero, Maria de los Ángeles Torrejón Olarte y Nancy Burgoa
Pórcel contra Germán Lizarazu Pantoja, Rector de la Universidad Autónoma "Tomas
Frías", en su condición de Presidente del Tribunal de Instancia de dicha Universidad.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Potosí.
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 247 a 249 de 4 de septiembre de 2000


pronunciada por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial
de Potosí, dentro del recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Martha Sivila
Chumacero, Maria de los Ángeles Torrejón Olarte y Nancy Burgoa Pórcel contra Germán
Lizarazu Pantoja, Rector de la Universidad Autónoma "Tomas Frías", en su condición de
Presidente del Tribunal de Instancia de dicha Universidad, los antecedentes que cursan en
el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 194 a 201 de obrados, presentado el
29 de agosto de 2000, las recurrentes manifiestan que, el mes de agosto del pasado año se
convocó a Claustros Facultativos para la elección de Decano en la Facultad de Ciencias
Sociales y Humanísticas, impugnada por la Federación de Docentes, por lo que el Comité
Electoral emitió la Resolución Nº 2 fijando nueva fecha para la realización de Claustro
Facultativo el 15 de septiembre de 1999. Que postulada la Lic. Elizabeth Cortés, declinó la
misma, por haber ganado un concurso de méritos, lo que originó que quienes apoyaban su
candidatura soliciten la ampliación del plazo de inscripciones para el claustro con
argumentos infundados y contrarios al Reglamento y al no conseguir su propósito
propugnaron el voto en blanco, encabezados por Yolanda Muñoz, Nancy Barrios, Martha
Urdininea y Marcelo Vía, buscando se declare desierta la convocatoria. Añaden que el día
del plebiscito al no haber conseguido sus propósitos, recurrieron a acciones de hecho que
generaron violencia y enfrentamiento, lo que originó previos los informes correspondientes
que, el Consejo Universitario instruya al Tribunal de Honor de la Universidad Autónoma
"Tomás Frías", realice la investigación general de todas las personas que hubieran estado
involucradas en los acontecimientos.

Que como consecuencia de la investigación, el Tribunal Sumariante dicta el auto inicial de


4 de febrero de 2000 instaurando sumario en su contra y de otros docentes y estudiantes,
por supuesta infracción del art. 2 inc. b) del Reglamento de Procesos Universitarios
concordante con el art. 20-j) del Estatuto Orgánico Universitario, etapa en la que se ha
vulnerado los arts. 8, 11, 16 17 y 18 del Reglamento de Procesos al abrir prematuramente
término de prueba a partir de la notificación, no hacerles conocer los hechos por los que
eran acusadas ni quien era la parte acusadora, conculcando el derecho a defensa con el
argumento de reserva del proceso y la autonomía de la Universidad, declarándose su
procesamiento sin ser oídas ni juzgadas en juicio, disponiendo que se cubran los daños
causados a la institución para lo que se establece una escala de gradación vulnerando lo
previsto por el art. 31 de la Constitución Política del Estado, no existiendo disposición legal
que otorgue dicha facultad incurriendo en nulidad.

Que remitido el proceso ante el Tribunal de Instancia, a los fines de los arts. 19, 20 y 21 del
Reglamento de Procesos, se hizo conocer la restricción del derecho a defensa del que
fueron objeto por el Tribunal inferior, sin embargo, esta asume igual actitud privándoles del
acceso al expediente y restringiendo una vez más su derecho a defensa, a la publicidad del
juicio, privación del derecho de notificación. Aclaran que, tanto el Tribunal Sumariante
como el Tribunal de Instancia, al haberlas desalojado de las audiencias de declaración
testifical, sin permitirles contrainterrogar, tachar y que sean asistidas por un defensor han
vulnerado el derecho a defensa previsto por el art. 16 de la Constitución Política del Estado.
Concluyendo esta etapa con la Resolución Nº 79/2000 por la que se condena a todos los
procesados, declarando probadas las acusaciones al haber infringido los incs. b), h) y j) del
art. 2 del Reglamento de Procesos Universitarios, Resolución que infringe el Reglamento al
igual que los derechos y garantías constitucionales referidos.

Finalmente expresan que la Universidad, mediante el Tribunal Sumariante y de Instancia,


vulneró el art. 17 del Reglamento, habida cuenta que el auto inicial del sumario se dictó por
la presunta infracción de los inc. b) y j) del art. 2 del Reglamento para procesos
Universitarios, concordante con el art. 202-j) del Estatuto Orgánico, pero el auto final
declaró procesamiento por la infracción de los inc. b), j y h) del art. 2 del Reglamento de
Procesos, vulnerando el principio de congruencia procesal, aspecto que no fue corregido
ante su reclamo, situación que se agrava cuando el Tribunal de Instancia las sanciona por
supuestos delitos, sin darles oportunidad a asumir defensa, por lo que interponen el recurso
de Amparo Constitucional, pidiendo se restablezcan los principios y garantías vulneradas, y
se disponga la observancia del principio de la publicidad y defensa, restableciéndose el
derecho a ser citadas, notificadas, corrigiéndose los vicios hasta el más antiguo.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 4 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs. 240 a 246, donde las
recurrentes reiteran los términos de su demanda, aclarando que la misma se la ha planteado
sobre la base de los arts. 16 y 116 parágrafo 10 de la Constitución Política del Estado y que
fue un lapsus el haber hecho referencia al art. 120 de la Carta Fundamental.

Por su parte, el recurrido a través del informe escrito de fs. 206 a 215, ratificado en
audiencia niega los extremos de la demanda expresando en partes salientes, que las
recurrentes no hicieron uso de los recursos de apelación, nulidad, queja, consideración y
otros que les franquea el art. 212 del estatuto Orgánico de la Universidad, no siendo el
Amparo sustitutivo de los recursos perdidos con resoluciones ejecutoriadas, por lo que es
improcedente el Amparo contra resoluciones respecto a las que la Ley concediere otro
medio o recurso legal de defensa, en virtud de lo cual podían ser modificadas, anuladas o
revocadas, aún cuando la parte agraviada no hubiera hecho valer oportunamente los
mismos. Señala que no es evidente que se hubiera vulnerado el derecho a defensa de las
recurrentes quienes han hecho uso del expediente cuantas veces lo han visto necesario, no
se les ha restringido el ofrecimiento de prueba, para algunas actuaciones han estado
asistidas por abogado y han concurrido a las audiencias de recepción de prueba. Añade que
el Tribunal debía rechazar la prueba preconstituida acompañada al Recurso por ser
documentos apócrifos, sin valor legal alguno al carecer de la legalización que disponen los
arts. 1309 y 1311 del Código Civil. Que en aplicación de la jerarquía constitucional prevista
por el art. 228 y 185 de la Constitución Política del Estado, el proceso universitario contra
la recurrentes se llevó a cabo con la aplicación de su propia normativa, pues no se trata de
un proceso penal ni civil.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 247 a


249, declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que no es evidente que a
las recurrentes se les hubiera privado del derecho a defensa, y que la gradación de
responsabilidad, no tiene relación con el estado de indefensión acusada, que las recurrentes
no hicieron uso de los Recursos que les franquea el art. 212 del Estatuto Orgánico de la
Universidad no siendo el Amparo sustitutivo de otros recursos.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que como consecuencia de los acontecimientos suscitados en el Claustro Facultativo de


la carrera de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad "Tomás Frías", el 15 de
septiembre de 1999 el Consejo Universitario mediante Resolución Nº 126/99 de 20 de
septiembre de 1999 determina instruir al Tribunal de Honor de la Universidad inicie las
investigaciones generales sobre el particular para el análisis y establecimiento de
responsabilidades y aplicación de sanciones a quienes resultaren culpables, a cuya
consecuencia son citadas las recurrentes a prestar sus declaraciones informativas (fs. 254-
256).

2. Que el 4 de febrero de 2000 el Tribunal Sumariante dicta el auto inicial de la instrucción


por el que se instaura proceso universitario contra las recurrentes y otros, por infracción del
art. 2 inc. b) concordante con el art. 202 inc. j) del Estatuto Orgánico Universitario (fs.
395).

3. Que sustanciado el sumario por Resolución de 17 de marzo de 2000 el Tribunal


Sumariante requiere el procesamiento de las recurrentes y otros al existir suficientes
indicios de culpabilidad en la infracción de los inc. b), h) y j) del art. 2 del Reglamento de
Procesos Universitarios (fs. 413-420).

4. Que mediante oficio de Cite CJ-01/VI/00 de 2 de mayo de 2000, el Rector de la


Universidad "Tomás Frías" en observancia del art. 19 del Reglamento de Procesos remite
ante el Tribunal de Honor (H. Consejo Universitario) la Relación del Proceso Universitario,
en el que la Comisión de Justicia recomienda proseguir con la segunda instancia del
proceso ante el H. Consejo Universitario, no constando el decreto de radicatoria (fs. 902 -
913).

5. Que mediante Resolución Nº 79/2000 de 23 de mayo de 2000 el Honorable Consejo


Universitario declara culpables y responsables a las recurrentes imponiéndoles las
siguientes sanciones: A) Martha Sivila Chumacero a quien se la encuentra culpable de los
hechos tipificados en los incs. a) y b) del art. 202 del Estatuto Orgánico concordante con los
incs. b) y c) del art. 4 del Reglamento de Procesos Universitarios considerando la atenuante
prevista en los incs. b) y c) parágrafo II del art. 5 del Reglamento de Procesos,
condenándola a la suspensión de un mes sin goce de haberes; B) María de los Angeles
Torrejón Olarte se le impone la sanción prevista por el art. 203 inc. a) parágrafo primero del
Estatuto Orgánico de la Universidad concordante con el inc. g) del art. 4 del Reglamento de
Procesos Universitarios habiendo acomodado su conducta a lo señalado por el inc. k) del
art. 202 del Estatuto Orgánico de la Universidad, y; C) Nancy Burgoa Pórcel se le impone
la sanción prevista por el art. 203 inc. a) parágrafo primero del Estatuto Orgánico de la
Universidad concordante con el inc. g) del art. 4 del Reglamento de Procesos Universitarios
al haber acomodado su conducta a la previsión contenida en el inc. k) del art. 202 del
Estatuto Orgánico de la Universidad concordante con los incs. b), f), h), y j) del art. 2 del
Reglamento de Procesos Universitarios (fs. 936-941) .

CONSIDERANDO: Que, en el caso de autos la impugnación que hacen las recurrentes


respecto a la conformación del Tribunal Sumariante, es irrelevante, pues éstas se han
sometido al mismo y lo han admitido al margen de que dicho Tribunal para su
conformación ha observado el art. 8 del Reglamento de Procedimientos Universitarios, por
lo que este punto no merece mayor análisis.

Que de la revisión de antecedentes se ha constatado que las recurrentes fueron notificadas


personalmente con el auto inicial del proceso tal cual consta a fs. 18,119 y 159 de obrados,
no siendo evidente que las recurrentes no hubieran conocido los hechos por los que iban a
ser juzgadas. Pero por otra parte, no se encuentra debidamente demostrada en obrados la
restricción al ofrecimiento de prueba, el habérseles privado del derecho de contar con el
patrocinio de un abogado y la falta de publicidad del proceso, que aducen.

Que, sin embargo, la incongruencia e ilegalidad de la notificación denunciadas se


encuentran plenamente demostradas en obrados, entre el auto inicial del proceso y el auto
de procesamiento, sin que el primero hubiera sido ampliado conforme lo establece el art. 17
del Reglamento de Procedimientos Universitarios, situación que ha sido reclamada por las
recurrentes ante el Tribunal de Instancia y que no ha merecido pronunciamiento alguno, así
como, la falta de coherencia entre el auto de procesamiento y la Resolución final, hechos
que afectan incuestionablemente el derecho a defensa y el debido proceso, previsto por el
art. 16.II-IV de la Constitución Política del Estado, sumándose a ello el hecho de que la
Resolución final no ha sido legalmente notificada en forma personal a las recurrentes.

Que no es evidente que las recurrentes hubieran tenido a su disposición otros medios
legales, ya que, conforme lo establece el art. 8 del Reglamento de Procesos Universitarios
se reconocen dos tribunales: el Tribunal Sumariante y el de Instancia no reconociéndose
otra instancia; no siendo aplicable el art. 212 del Estatuto Orgánico como pretende la
autoridad recurrida, pues en este caso el Consejo Universitario ha hecho de Tribunal de
Instancia.

CONSIDERANDO: Que el Recurso establecido en el art. 19 de la Constitución Política del


Estado constituye un medio de control de los actos y omisiones de funcionarios y
particulares cuando estos restringen, suprimen o amenazan restringir o suprimir derechos y
garantías constitucionales. Las recurrentes plantearon el Recurso de Amparo contra los
actos ilegales y omisiones indebidas, incurridos en el proceso universitario al que fueron
sometidas que atentan contra su derecho a defensa y el debido proceso consagrado por el
art. 16-II -IV de la Carta Fundamental., que son de aplicación en toda esfera sancionadora,
como la materia administrativa disciplinaria, conforme lo ha establecido la jurisprudencia
de este Tribunal.

Que la Corte de Amparo, al declarar improcedente el Recurso no ha evaluado


correctamente los datos del proceso, las normas aplicables al mismo ni los alcances del art.
19 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución revisada y declara PROCEDENTE el recurso,
disponiendo se anule el proceso universitario hasta la notificación con el auto inicial de la
instrucción, debiendo el Tribunal de Amparo aplicar el art. 102-II de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 942/00-R

Expediente: 2000-01583-04-RAC
Partes: Gabriel Alvarez Bejarano contra
José Centenaro Cardozo, Agente
Fiscal Adscrito a la Unidad
Operativa de Tránsito. Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito : Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 36-37 dictada en 4 de septiembre de 2000 por la


Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz, dentro del Recurso de
Amparo Constitucional interpuesto por Gabriel Alvarez Bejarano contra José Centenaro
Cardozo, Agente Fiscal Adscrito a la Unidad Operativa de Tránsito de la ciudad de Santa
Cruz, los antecedentes del proceso; y

CONSIDERANDO: Que en su memorial del Recurso de fs. 29-30 el recurrente plantea


Recurso de Amparo Constitucional e indica que su padre Roger Alvarez Gutiérrez falleció
a consecuencia de un accidente de tránsito ocurrido el 23 de agosto de este año, causado
por Clover Dorado Salazar quien conducía una ambulancia de la empresa de Emergencia
Médica UDEM.

Señala el recurrente que, mientras estaba con sus familiares ocupados en prestar la ayuda
necesaria a su padre, el Fiscal Adscrito a Tránsito, como Director de las investigaciones
elaboradas en forma incoherente, en vez de remitir las diligencias concluidas más el
detenido al Juez cautelar de turno, conforme al art. 226 I, II del nuevo Código de
Procedimiento Penal, en franca contradicción a las normas prescritas por el art. 228 del
mismo Código, el Fiscal requiere por la inmediata libertad del homicida Clover Dorado
Salazar, sin ninguna fianza.

Que al no ser la autoridad recurrida la llamada para disponer la libertad del causante de la
muerte de su padre, el recurrente interpone el presente Recurso pidiendo se lo declare
procedente y se ordene al Fiscal recurrido remita de inmediato el expediente con más el
detenido al Juez Cautelar de turno.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia pública, según se evidencia a fs. 35-36, en 4 de septiembre de


2000, el abogado de la parte recurrente se ratifica en todos los términos de la demanda
agregando que con las pruebas aportadas este recurso es el único de efectiva y rápida vía
para devolver los derechos que le han sido desconocidos al recurrente, por lo que al amparo
del art.19 de la Constitución Política del Estado pide se declare procedente el Recurso.

2. La autoridad recurrida, por su parte, informa que tratándose de un delito culposo no


puede hablarse de un delito flagrante, motivo por el cual la policía no está facultada para
aprehender al sindicado por lo dispuesto en el art. 227 del nuevo Código de Procedimiento
Penal y al no poderlo aprehender, en su calidad de Director de las Diligencias de Policía
Judicial ha optado por aplicar el art. 225 del mismo Código, o sea el arresto. Concluye su
informe señalando que no podía ordenar la aprehensión contemplada en el art. 226 del
nuevo Código de Procedimiento Penal, además de que la Ley no le prohíbe poner en
libertad a una persona arrestada , por lo que pide que el Recurso sea declarado
improcedente.

A su vez el representante del Ministerio Público opina que se declare procedente el Recurso
porque, de los datos del proceso, se evidencia que en esta clase de delitos -accidente de
tránsito- no amerita la detención. Empero que en las diligencias cursa una papeleta de
aprehensión girada por la Policía y de conformidad con el art. 226 del nuevo Código de
Procedimiento Penal ni la Policía ni el Fiscal pueden poner en libertad a una persona
aprehendida, sino que ésta tiene que ser remitida con más las Diligencias al Juez cautelar.
3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo, dicta Sentencia a fs 36-37,
declarando procedente el Recurso, con el fundamento de que el Agente Fiscal recurrido,
haciendo una incorrecta aplicación del art. 226 del nuevo Código de Procedimiento Penal
ordenó el arresto del imputado cuando en realidad debió ordenar su aprehensión por existir
suficientes indicios de culpabilidad en su contra, y al ordenar su libertad, desconoció lo
indicado en el art. 226 del nuevo Código de Procedimiento Penal, conculcando la
imperativa disposición del art. 228 del mismo.

CONSIDERANDO: Que el presente Recurso se origina a raíz del accidente de tránsito


ocurrido el 23 de agosto en la ciudad de Santa Cruz que ocasionó la muerte de Roger
Alvarez Gutiérrez, al ser atropellado por una furgoneta conducida por Grover Dorado
Salazar, quien es arrestado por disposición del Agente Fiscal asignado a la Unidad
Operativa de Tránsito en aplicación del art. 225 del nuevo Código de Procedimiento Penal.

Que el art. 226 del citado Código establece que "El Fiscal podrá ordenar la aprehensión del
imputado cuando sea necesaria su presencia y existan suficientes indicios de que es autor o
partícipe de un delito de acción pública..", previsión aplicable al caso que se examina y
teniendo en cuenta, además, dada la gravedad del hecho en el que se tiene la muerte de una
persona. Consiguientemente, el Agente Fiscal debió ordenar la aprehensión del imputado
Grover Dorado Salazar y estar luego a lo dispuesto por el art. 228 a fin de que sea el Juez
quien defina la situación, de acuerdo con sus facultades jurisdiccionales.

CONSIDERANDO: Que por los antecedentes y datos del proceso que han sido
examinados, corresponde aplicar, en este caso, el art. 19 de la Constitución Política del
Estado por cuanto la autoridad recurrida ha incurrido en una omisión ilegal que ha
restringido el derecho a un debido proceso reclamado por el recurrente en su condición de
heredero de la víctima, situación que debe entenderse está prevista por el art. 11 del nuevo
Código de Procedimiento Penal. En consecuencia, el Tribunal de Amparo Constitucional al
haber declarado procedente el Recurso, ha dado correcta aplicación al art. 19 de la Ley
Fundamental.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
N° 1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 36-37 de 4 de septiembre de 2000.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 957/2000-R

expediente N°: 2000-01598-04-RAC


Partes: Antonio Arce Aguilar, Liborio Zambrana, Oscar Mejía Bustillos, Enrique
Valdivieso, Fernando Uribe Encinas, Remberto Terán Antezana, José Gonzalo Quezada
Camacho, Jorge Morales Landívar y Ramiro José Cuba Díaz contra Gonzalo Terceros
Rojas, Alcalde Municipal de Cochabamba.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 017/2000 de fojas 106 y 107, pronunciada el 8 de


septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Cochabamba, en el Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Antonio
Arce Aguilar, Liborio Zambrana, Oscar Mejía Bustillos, Enrique Valdivieso, Fernando
Uribe Encinas, Remberto Terán Antezana, José Gonzalo Quezada Camacho, Jorge Morales
Landívar y Ramiro José Cuba Díaz contra Gonzalo Terceros Rojas, Alcalde Municipal de
Cochabamba; los antecedentes del caso, y

CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente se establece lo que sigue:

1. En su demanda de 17 de agosto de 2000 (fs. 58 a 60), los recurrentes manifiestan que el


Cabildo Eclesiástico de Cochabamba era propietario de dos fracciones de terrenos en la
zona de Queru Queru, una "fue afectada por funcionarios del DID" y la otra "también
afectada con el asentamiento de varias personas particulares"; que por Resoluciones
Municipales de 1973 y 1974 se afectó la totalidad de los terrenos del Cabildo,
"confirmando la R.S. Nº 174413 de 24 de octubre de 1974 y concretada con el D.S. Nº
18811 de 2 de febrero de 1982", que en su parte resolutiva dispone la consolidación de
10.000 m2 a favor de la Alcaldía y la compensación al Cabildo con "8.800 metros
cuadrados en la Zona Sud Oeste y 703 m2 a favor de los que tuvieran derecho a dicha
afectación"; y en 1981, la Alcaldía compensó al Cabildo con 8.800 m2 en la Zona Sud
Oeste por R.M. Nº 2424/81 de 17 de agosto de 1981, suscribiéndose la escritura pública
respectiva, inscrita luego en Derechos Reales; en base a ese derecho, el Cabildo presentó el
plano de fraccionamiento en 1982, que fue aprobado por la Alcaldía por R.M. Nº 1075/82.
Alegan que la institución indicada, a través de apoderado, vendió doce lotes a favor de los
recurrentes -Oficiales de Policía- quienes cancelaron la totalidad del precio. Habiéndose
suscrito las minutas pretendieron la visación de las mismas y el pago de las obligaciones
impositivas, pero el personal de la Alcaldía les ha negado tal visación sin que exista óbice
legal, pese a que uno de ellos ha realizado todo el trámite sin ningún problema.
Estiman que por lo expuesto se ha lesionado su derecho propietario, por lo que interponen
Recurso de Amparo Constitucional -aseverando que no existe otro recurso o vía para
plantear su reclamo, ya que acudieron ante la autoridad recurrida y ante el Concejo
Municipal- pidiendo les sea concedido y, en consecuencia, se disponga la visación de las
minutas, el saneamiento y la evicción, se inscriban en el registro catastral los derechos
propietarios, el cobro de los impuestos y se les franquée fotocopias legalizadas de las
Ordenanzas y Resoluciones Municipales, planos de fraccionamiento, títulos de propiedad y
toda la documentación pertinente.

2. A fojas 105 corre el acta de la audiencia pública realizada el 8 de septiembre de 2000, en


la que el abogado de los recurrentes ratifica íntegramente su demanda, y el abogado -
apoderado del recurrido informa: a) Que la Resolución Municipal Nº 2769 de 19 de mayo
del año en curso, emitida por el Concejo Municipal, dispone que "no se puede visar
terrenos en áreas verdes" (sic), y que la alcaldía tiene la atribución de establecer las áreas
que "están destinadas a áreas verdes, cambio de uso de suelo, etc."; b) Que el Recurso
debió ser interpuesto contra el Concejo Municipal por ser el órgano que dictó la citada
Resolución, en virtud de lo que formula excepción de falta de capacidad para ser
demandado; c) Que la Alcaldía no ha suprimido ningún derecho de los recurrentes. Por lo
anotado, solicita se declare improcedente el Recurso.

3. La Resolución Nº 017/2000 de 8 de septiembre de 2000 (fs. 106 y 107), declara


improcedente el Recurso, con los fundamentos siguientes: a) Que la adquisición de los lotes
por parte de los recurrentes se produjo hace once años, tiempo en el que no pudieron
legalizar sus títulos por falta de visación, lo que atenta contra la "inmediación" del Recurso;
b) Que en antecedentes no hay constancia de que el Alcalde haya cometido "el acto ilegal
de negar la visación", y que el Recurso debió dirigirse contra el Concejo Municipal que
prohibió la misma.

CONSIDERANDO: Que de la revisión de actuados se concluye:

1) Que por R.M. Nº 2424/81 de 17 de agosto de 1981 (fs. 25), la Alcaldía Municipal de
Cochabamba adjudicó en compensación a favor del Cabildo Eclesiástico de esa ciudad, la
superficie de 8.800 m2, con los límites allí especificados; dicha Resolución fue aprobada
por D.S. Nº 18811 de 2 de febrero de 1982 (fs. 26), suscribiéndose la minuta respectiva
elevada a escritura pública Nº 708 de 4 de abril de 1991 (fs. 27 - 31).

2) Que el Cabildo Eclesiástico, luego de aprobarse el plano de fraccionamiento de su


terreno por R.M. Nº 2075 de 23 de septiembre de 1982 (afirmación contenida en el Informe
de fs. 72-73), transfirió varios lotes a favor de los ahora recurrentes, suscribiendo las
minutas en 21 de diciembre de 1989 (fs. 37 y 54 a 56).

3) Que mediante memorial de 20 de julio de 1999 (fs. 23-24), los adquirentes plantearon
denuncia ante el Concejo Municipal por la negativa de funcionarios de la Alcaldía para la
visación de sus minutas, pese a que el trámite de Oscar Rómulo Mejía Bustillos -Coronel de
la Policía que adquirió un lote junto con los demás- siguió el trámite legal sin ningún
problema; dicho Concejo, en 27 de septiembre de 1999, remitió el asunto al Alcalde
Municipal para que se elabore un informe técnico legal (fs. 95).

4) Que las unidades de Planificación y Asesoría Legal de la Alcaldía emitieron los Informes
989/99 y D.A.L. Nº 753 de 7 y 9 de diciembre de 1999, respectivamente (fs. 17-19), en los
que afirman que los lotes de los impetrantes se encuentran sobre área verde, "de acuerdo al
Plano General de Cochabamba aprobado según O.M. Nº 2375/99 de 23 de agosto de 1999".

5) Que el Informe de 19 de mayo de 2000 de la Comisión de "Desarrollo Económico y


Financiero, Administrativo y Jurídico" del Concejo Municipal, ratifica los informes
anteriores (fs. 72-73) , sobre la base de lo que el indicado Concejo dicta la R.M. Nº
2769/2000 de 19 de mayo de 2000, por la que resuelve desestimar la solicitud "impetrada
por Antonio Arce, Liborio Zambrana, Oscar Mejía Bustillos y otros Oficiales de la Policía
Nacional en consideración a que no se pueden visar terrenos en áreas verdes por imposición
de la Ley".

CONSIDERANDO: Que el Amparo Constitucional ha sido instituido para restablecer los


derechos conculcados por funcionarios o particulares que mediante un acto ilegal o una
omisión indebida, restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías reconocidos por la Constitución y las Leyes.

En la especie, la Resolución que dispone no visar las minutas de transferencia de los


recurrentes ha sido emitida por el Concejo Municipal y no por el recurrido;
consiguientemente, no procede el Amparo Constitucional contra una autoridad que no ha
cometido el acto que los recurrentes consideran ilegal y lesivo a sus derechos.

CONSIDERANDO: Que la Corte de Amparo, al declarar improcedente el Recurso, ha


evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución Nº 017/2000 de fojas 106 y 107, pronunciada el
8 de septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del
Distrito Judicial de Cochabamba, debiendo la Corte de Amparo aplicar el art. 102-VI de la
citada Ley.

Regístrese y devuélvase.

No firma el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia por razones
de salud.
Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán
DECANO MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 965/00-R

Expediente : 2000-01604-04-RAC
Materia : AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito : Potosí
Partes : Betty Huanacio Romero de Choque
contra Néstor Araujo Estrada,
Director Departamental de SEDUCA
Lugar y fecha : Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator : Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 67-69, dictada en 5 de septiembre de 2000 por la


Sala Civil de la Corte Superior del Distrito de Potosí dentro del Recurso de Amparo
Constitucional interpuesto por Betty Huanacio Romero de Choque contra Néstor Araujo
Estrada, Director Departamental de SEDUCA, los antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que en el memorial de demanda de fs. 39-40, de 1 de septiembre de


2000, la recurrente manifiesta que su designación como Directora Distrital de Betanzos ha
sido conforme al art. 34 de la Ley de 7 de julio de 1994, accediendo a un cargo
institucionalizado por concurso de méritos y en virtud de la destitución con proceso
administrativo del anterior Director Distrital. Añade que fue sorprendida con su cambio, sin
que se le hubiera entregado un memorando donde se explique las faltas que haya cometido,
lo que es totalmente ilegal y atenta contra la educación en su conjunto, ya que conforme al
art. 36 de la Ley N°1565 su remoción debía hacerse por causal justificada.
Agrega que es una profesional idónea con plena capacidad y solvencia dentro del
magisterio, desempeñando sus funciones en la mejor forma posible y que sus colegas,
padres de familia y vecinos de Betanzos no están de acuerdo con el cambio. Hace notar que
no existen justificativos administrativos que ameriten su destitución, ya que en virtud del
art. 38 de la Ley N° 1565 los docentes gozan de inamovilidad.

Frente a estos actos ilegales del Director Departamental de Educación de Potosí -señala la
recurrente- interpone el presente Recurso pidiendo se mantenga vigente su cargo de
Directora Distrital de Betanzos y se anule cualquier otra designación.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de los antecedentes que se


encuentran en obrados, se establece lo siguiente:

1. En la audiencia efectuada el 5 de septiembre de 2000, según consta a fs. 60 a 65, el


abogado de la recurrente ratificó los términos de su demanda, agregando que de acuerdo
con la Ley de Reforma Educativa ella debía ser removida de su cargo de acuerdo con sus
antecedentes administrativos o pedagógicos; y cuando estaba cumpliendo sus funciones, no
sólo aparece la designación sino también la posesión que ya se había gestado en la ciudad
de Potosí (del nuevo Director Distrital de Betanzos), "...conculcando la Ley de Reforma
Educativa, transgrediendo la Constitución porque no se estaban garantizando los derechos
de la recurrente".

En uso de la réplica, afirma el abogado patrocinante que la Asociación de Directores y el


Presidente de la Junta Distrital enviaron notas al Prefecto de Potosí sobre esta cuestión, de
manera que estarían agotadas todas las instancias.

2. Por su parte la autoridad recurrida mediante su abogado informa que la recurrente no ha


agotado todas las instancias administrativas a objeto de reivindicar sus derechos, como lo
establecen los arts. 23-1 del Servicio de la Carrera Administrativa, y 7-II) inc. c) y d) del
Estatuto del Funcionario Público. Indica que el art. 9 inc. g) de la Ley N° 1654 faculta al
Director Departamental de Educación a nombrar a los Directores Distritales y también a
revocarles de su cargo, además de que la recurrente habría sido nombrada en forma
interina.

Añade que otra de las causales para destituir de su cargo a Betty Huanacio Romero es que
ésta no tiene radicatoria en Betanzos y que el nuevo Director cuenta con el apoyo de las
autoridades políticas y administrativas de toda la comunidad. A tiempo de responder a las
preguntas del Tribunal la autoridad recurrida manifiesta lo siguiente: No se le ha otorgado a
la recurrente ningún memorando de destitución sino que se estaba en proceso de otorgarle
un memorando de reubicación. Por las anormalidades cometidas por la Directora Distrital
de Betanzos, se ha extendido un memorando de designación al profesor Sandi, el 10 de
agosto de 2000. Finalmente, la autoridad recurrida, admite que Betty Huanacio Romero no
ha sido sometida a proceso alguno.

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo declara procedente el Recurso de


Amparo Constitucional con el fundamento de que la recurrente no sólo ha acreditado la
amenaza de que es víctima de cambio y sustitución de cargo de Directora Distrital de
Educación del Municipio de Betanzos por otro ciudadano, sino que su cambio
materialmente se ha consumado, hecho que afecta a sus garantías y derechos consagrados
por el art. 19 de la Constitución Política del Estado, concordante con los arts. 38 de la Ley
N°1565 (de Reforma Educativa); 2 y 3 del D.S. N° 25255.

CONSIDERANDO: Que la recurrente fue nombrada Directora Distrital de Educación del


Municipio de Betanzos mediante memorando de 1 de abril de este año, según consta en la
fotocopia de fs. 22, documento que tiene la eficacia probatoria reconocida por el art. 1311
del Código Civil, cargo que lo obtuvo por concurso de méritos conforme se evidencia en la
fotocopia de la Resolución Administrativa N° 037/2000 de 3 de abril, en cuya parte
considerativa se destacan los méritos profesionales de la recurrente, documento que
igualmente tiene valor probatorio reconocido por el citado art. 1311 del Código Civil. Que
esta designación se ajusta a lo dispuesto por el art. 34 de la Ley de Reforma Educativa de 7
de julio de 1994.

Que conforme lo establece el art. 3-III del Estatuto del Funcionario Público, Ley N° 2027
de 27 de octubre de 1999, la Carrera del Magisterio Público se regula por su legislación
especial aplicable dentro del marco de los arts. 1° y 2° del citado Estatuto que garantiza la
permanencia de los servidores públicos mientras su desempeño sea sujeto a Ley.

Que en el presente caso, sin que medie proceso interno alguno ni se hayan demostrado
anormalidades en el ejercicio de sus funciones de la Directora Distrital de Educación del
Municipio de Betanzos, fue sustituida en su cargo por otra persona, vulnerándose de esta
manera el derecho de la recurrente a ocupar una función docente teniendo en cuenta sus
méritos profesionales, de acuerdo con el citado art. 34 de la Ley N° 1565 (de Reforma
Educativa), derecho que, además, está consagrado por el art. 7-d) de la Constitución
Política del Estado.

CONSIDERANDO: Que la sustitución de la profesora Betty Huanacio Romero en su cargo


de Directora Distrital de Educación del Municipio de Betanzos por otra persona, de manera
inconsulta, sin ninguna figura de proceso interno, implica desconocimiento a su derecho de
defensa y a la presunción de inocencia, habiéndose vulnerado el art. 16.I-II y IV de la
Constitución Política del Estado. En consecuencia, el Tribunal de Amparo al haber
declarado procedente el Recurso, ha dado correcta aplicación al art. 19 de la Constitución
Política del Estado, teniendo en cuenta que, en el presente caso, resulta ser el único medio
para dar protección inmediata a sus derechos vulnerados.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado APRUEBA la
Resolución de fs. 67-69 de 5 de septiembre de 2000, dictada por la Sala Civil de la Corte
Superior del Distrito de Potosí.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrase con licencia.

Regístrese y hágase saber.


Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán
PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA Constitucional N° 956/2000-r

Expediente Nº: 2000-01608-04-RAC


Partes: Jorge Abel Osinaga Herbas contra Amparo Ballivián Valdez y Ana Cristina
Lazcano, Presidenta Ejecutiva y Jefa de Asesoría Legal de la Gerencia Nacional Jurídica de
la Aduana Nacional, respectivamente.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Mag. Pablo Dermizaky Peredo

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 500/2000 de fojas 68 y 69, dictada el 11 septiembre


de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La Paz, en
el Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Jorge Abel Osinaga Herbas contra
Amparo Ballivián Valdez y Ana Cristina Lazcano, Presidenta Ejecutiva y Jefa de Asesoría
Legal de la Gerencia Nacional Jurídica de la Aduana Nacional, respectivamente; los
antecedentes del proceso, y

CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente respectivo, se establece lo siguiente:

1. En su demanda de 5 de septiembre de 2000 (fs. 38 a 44), el recurrente aduce que adquirió


de buena fe un vehículo en venta judicial efectuada en el Juzgado Segundo de Sustancias
Controladas de Cochabamba, y que para realizar el trámite de "reemplaque" del mismo
pidió se le extienda la Póliza Titularizada del Automotor (P.T.A.), en 5 de enero de 1999 y
23 de marzo de 2000, habiéndosele negado el pedido porque anteriormente se había
extendido una P.T.A. a favor de Carmen Rosa Jiménez Rocha el 18 de septiembre de 1992.
Sin embargo, por haber comprado el vehículo previa adjudicación en subasta pública, y
contar con los documentos exigidos por la Aduana Nacional, reiteró su pedido el 4 de junio
de 2000 a la Presidencia Ejecutiva de la Aduana Nacional para que se le franquée una
nueva certificación de su motorizado, cuya Gerencia Nacional Jurídica derivó el asunto al
Gerente Regional de la Aduana en Cochabamba, pidiendo verificar la información y
documentación respecto a la venta judicial en el mencionado Juzgado; empero, la Aduana
de Cochabamba no ha recabado la información solicitada, la cual, además, ya fue
acompañada a su solicitud.

Afirma que ha pasado mucho tiempo desde su pedido y no ha logrado una resolución en
dicho asunto, por lo que se ha vulnerado su derecho de petición reconocido en el inc. i) del
art. 7 de la Constitución Política del Estado, cuyo ejercicio implica que la persona que
acude a la administración pública debe ser atendida con celeridad, pues la dilación
desvirtúa la esencia de ese derecho fundamental, ya que en el caso concreto, por los
constantes viajes que ha realizado a La Paz por la demora en la solución de su asunto, ha
perdido su trabajo, lo que acarrea serios problemas a su familia. Sostiene que no existe una
resolución con la que pueda agotar la vía administrativa, razón por la que interpone
Recurso de Amparo Constitucional, pidiendo que la Gerencia Nacional Jurídica se
pronuncie con la mayor celeridad posible sobre la extensión del P.T.A. en su favor "o, en su
caso, se le permita realizar el trámite de reemplaque con otro documento legal".

2. La Audiencia Pública se realiza el 11 de septiembre del presente año, cuya acta sale de
fs. 58 a 67 de obrados, en la cual el abogado del recurrente ratifica íntegramente los
términos de su demanda.
El abogado - apoderado de las autoridades recurridas informa: a) Que el 18 de septiembre
de 1992 se extendió la P.T.A. a favor de Carmen Rosa Jiménez Rocha respecto de un
vehículo marca Toyota Corolla, modelo 1986, con placa de circulación Nº CTK-442; b)
Que el 5 de enero de 1999, Jorge Abel Osinaga pide la extensión de la P.T.A. sobre el
mismo vehículo, por lo que se determina la improcedencia de la solicitud por tratarse de
"vehículos mellizos"; c) Que el recurrente reiteró su pedido arguyendo ser legítimo
propietario del motorizado, pero la Aduana "tiene la función de verificar legalmente las
cuestiones de importación" y otros relativos a cada vehículo, por lo que se hizo notar que
antes de proceder al remate no se dio cumplimiento al art. 525 - 4) del Código de
Procedimiento Civil. En ese sentido, se cursó una nota al Juzgado en el que se realizó la
subasta, sin que "hasta la fecha" ese Despacho haya dado una respuesta; d) Que el
recurrente no ha realizado ninguna impugnación ante la Aduana Nacional, pues podía
utilizar los recursos administrativos previstos en la Ley Nº 1990, según sus arts. 34, 37 y
38; e) Que la Aduana Nacional no ha cometido ningún acto indebido, solicitando, por ende,
que se declare improcedente este Recurso.

3. La Resolución Nº 500/2000 de fojas 68 y 69, dictada el 11 de septiembre de 2000,


declara PROCEDENTE el Recurso, con el fundamento de que "al no haberse dictado una
"resolución" expresa sobre la aceptación o negativa de expedir la P.T.A. solicitada por el
recurrente, por omisión de la Aduana Nacional, se ha restringido su derecho a interponer
los recursos jerárquicos o administrativos ante dicha entidad estatal o, en su caso, hacer
valer sus derechos en la vía legal correspondiente".

CONSIDERANDO: Que de la debida compulsa de los actuados remitidos en revisión, se


evidencia:
1) Que Jorge Abel Osinaga Herbas se adjudicó el vehículo marca Toyota Corolla, modelo
1986, con placa de control Nº CTK-281, en el remate efectuado en el Juzgado Segundo de
Partido de Sustancias Controladas de Cochabamba, dentro del proceso que por delitos
previstos en la Ley Nº 1008 sigue el Ministerio Público contra Pablo Vidal Ayala y otros,
suscribiéndose la minuta respectiva que fue elevada a escritura Pública, cuyo testimonio
está signado con el número 145/99 (fs. 1-3); contando con la resolución de transferencia de
vehículos de la Unidad Operativa de Tránsito (fs. 5).

2) Que por orden instruida de 3 de marzo de 1999 (fs. 15), los Titulares del Juzgado
Segundo de Partido de Sustancias Controladas disponen que la Aduana Regional de Santa
Cruz extienda a favor del recurrente fotocopias legalizadas de la Póliza de Importación del
vehículo adquirido en venta judicial.

3) Que de acuerdo a lo aseverado por ambas partes, el recurrente solicitó en 5 de enero de


1999 a la Aduana Nacional se le extienda la P.T.A. del motorizado adquirido en subasta
judicial, ante lo cual la Aduana le entregó la Comunicación al Poseedor (COPO) de 13 de
agosto de 1999 (fs. 18 y 19), en la que expresa que "existen otras solicitudes que declaran la
misma Póliza de Importación (vehículos mellizos)" (sic).

4) Que en 3 de marzo de 2000 el recurrente reiteró su pedido, elaborándose el informe


G.N.I. 160/2000 de 20 de abril (fs. 20-21), por el que el abogado de la Gerencia Nacional
Jurídica concluye que es improcedente la extensión de la P.T.A. al recurrente porque ya se
emitió una anterior para un vehículo de las mismas características.

5) Que por memorial de 4 de junio de 2000 (fs. 22 y 23) el recurrente pide nuevamente la
certificación de la P.T.A., emitiéndose al interior de la Aduana Nacional el Informe Nº
1948/2000 de 15 de junio y la Comunicación Nº G.N.J. 013/2000 de 20 de ese mismo mes
y año (fs. 49-51), sin que se haya pronunciado una resolución expresa que deniegue o
acepte la solicitud del recurrente.

CONSIDERANDO: Que de acuerdo al Art. 19 de la Constitución Política del Estado el


Recurso de Amparo Constitucional procede contra los actos ilegales o las omisiones
indebidas de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir
o suprimir los derechos y garantías de la persona reconocidos por la Constitución y las
leyes, siempre que no hubiere otro medio o recurso legal para la protección inmediata de
tales derechos.

En la especie, la Aduana Nacional no ha emitido una resolución respecto de la solicitud


formulada por Jorge Abel Osinaga Herbas, relativa a la extensión de la P.T.A. en su favor,
afectando su derecho de petición, pues éste implica, además de la facultad de realizar un
pedido ante los órganos estatales, la necesidad de contar con una respuesta -negativa o
positiva- a tal pretensión; consiguientemente, con esa omisión la Aduana Nacional impide
que el recurrente ejercite las acciones previstas en los arts. 37 - t) y 38 de la Ley General de
Aduanas en cuanto a la interposición de los recursos jerárquico y de revocatoria.

CONSIDERANDO: Que la Corte de Amparo, al declarar procedente el Recurso, ha


evaluado correctamente los datos del proceso y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120 7ª de la Constitución Política del Estado y 94 a 104 de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución Nº 500/2000 de fojas 68 y 69, dictada el 11
septiembre de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de
La Paz, debiendo ésta dar aplicación a lo dispuesto por el art. 102-II de la citada Ley, en
cuanto a la calificación de responsabilidad civil.

Regístrese y devuélvase.

No firma el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia por razones
de salud.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


DECANO MAGISTRADO

Dr. Willman Ruperto Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 963/00-R

Expediente : 2000-01615-04-RAC
Materia : AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito : La Paz
Partes : Candelaria Quispe Huanca contra
Juan del Granado, Alcalde Municipal
de La Paz y Cristina Corrales, Presidenta del
Concejo Municipal de la ciudad de La Paz.
Lugar y fecha : Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator : Dr. René Baldivieso Guzmán.
VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 35-36 dictada en 13 de septiembre de 2000 por la
Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz dentro del
Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Candelaria Quispe Huanca contra Juan
del Granado Cossio, Alcalde Municipal de la ciudad de La Paz y Cristina Corrales de Ruiz
Paz, Presidenta del Concejo Municipal de la misma ciudad, los antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que la recurrente en su demanda de fs. 14-15 indica que las


autoridades municipales de La Paz han dispuesto sea desalojada de un puesto de venta que
le confirió la Alcaldía de dicha ciudad, que lo detenta desde el año 1987, con pago de
patentes en forma continua e ininterrumpida siendo su único medio de vida la venta de
conservas. Sin embargo, el Concejo Municipal de la ciudad de La Paz emite las minutas de
comunicación N° 076/97, 478/98, 114/99 y 135/2000, con argumentos falsos, engañosos,
para pretender desalojarla de su puesto de venta, implicando ello la supresión del art. 16 de
la Constitución Política del Estado que presume la inocencia de las personas mientras no se
pruebe su culpabilidad, ya que la base de dichas resoluciones es que Raquel Antonio
Selemi, dueña del inmueble pero no de las aceras, mediante un memorial que falsea los
hechos creó una situación de peligrosidad para su persona.

Es así que el Concejo Municipal de la ciudad de La Paz emitió minutas de comunicación en


desmedro de ella y de las Ordenanzas Municipales N° 101/94 y 102/94 que establecen la
inamovilidad de los puestos de venta del sector gremial, comerciantes minoristas y
artesanos que tengan la autorización respectiva y el pago de patentes, teniendo en cuenta
que sólo a su persona la quieren desalojar de la acera donde tiene su puesto, como una
"vendetta" de la dueña del inmueble, avalada por las autoridades municipales, con
ignorancia -dice la recurrente- de los preceptos constitucionales contenidos en el art. 7 inc.
d), i), j); art. 8 inc. d); art. 156, sin embargo, la Alcaldía mediante los servicios municipales
y la Policía Urbana pretenden desalojarla de su puesto de venta, vulnerando su derecho al
trabajo y privándole de subsistir de la venta de su negocio, como lo realiza desde 1987.

Por esta circunstancia -concluye la recurrente- instaura el presente Amparo Constitucional


solicitando se lo declare procedente, respetando sus derechos consagrados en la
Constitución Política del Estado y entre tanto se resuelva el presente Recurso se ordene la
suspensión de cualquier orden de desalojo.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que se


encuentran en obrados se establece lo siguiente:

1. En la audiencia efectuada el 13 de septiembre de 2000, según consta en el acta de fs. 32 a


34, no se hizo presente la recurrente ni su abogado. Por la parte recurrida, el apoderado del
Alcalde Municipal señala haber interpuesto excepción previa a tiempo de apersonarse, por
cuanto la recurrente invoca el art. 19 de la Constitución Política del Estado en su memorial
del Recurso de Amparo Constitucional. Solicita que previamente el Tribunal se pronuncie
sobre esta cuestión; de acuerdo con lo dictaminado por el Fiscal se desestima la excepción
planteada en razón de que los recursos constitucionales son de carácter sumarísimo en los
que no se aceptan cuestiones previas ni perentorias.
Habiéndose dado lectura al informe escrito presentado a fs. 31 este es complementado
aclarando que las Ordenanzas Municipales a las que se refiere la recurrente son distintas
puesto que la una es sobre el problema de remodelación de una Escuela, en cambio la
segunda sí tiene relación con el Recurso, sin embargo respecto a las minutas de
comunicación, señala que son simples recomendaciones que realiza la autoridad hacia un
subalterno o hacia otra autoridad.

Adhiriéndose al informe precedente, el apoderado de la Presidenta del Concejo Municipal,


autoridad igualmente recurrida, manifiesta que hay falta de seriedad de la recurrente, pues
respalda su demanda en normas que no vienen al caso, confundiendo normas
administrativas de menor rango para solucionar sus problemas y sorprender a las
autoridades administrativas. Hace notar que no ha hecho uso de otras medidas
administrativas previstas por la Ley Orgánica de Municipalidades para impugnar o
representar las minutas de comunicación que no son nada más que recomendaciones, a las
cuales el Alcalde debe dar respuesta, como dispone el art. 93 del Reglamento General del
Concejo Municipal.

A tiempo de contestar a las interrogantes de la Fiscal, aclara que el Gobierno Municipal, no


actuó ni procedió a la reubicación ni demolición, no implementó las Ordenanzas
Municipales emitidas, ni se ha dado cumplimiento a las minutas de comunicación por
encontrarse las mismas en proceso de información, dentro del proceso administrativo y por
no haber concluido la investigación de la instrucción recibida por el Concejo Municipal.

La representante del Ministerio Público se pronuncia por la improcedencia del Recurso.

2. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo declara improcedente el Recurso


fundándose en el hecho de que se ha establecido que no existió violación a los derechos y
garantías constitucionales de la recurrente, además de que el Amparo Constitucional no es
sustitutivo de otros recursos ordinarios o extraordinarios de defensa de la persona.

CONSIDERANDO: Que el presente Recurso está dirigido a invalidar minutas de


comunicación emitidas por el Concejo Municipal de la ciudad de La Paz mediante las
cuales se recomienda al Ejecutivo Municipal la reubicación de la recurrente en otro lugar
para que mantenga su puesto de venta, pese a lo cual la recurrente considera que dichas
minutas atentan contra su derecho al trabajo y a la subsistencia de su familia.

Que las minutas de comunicación que motivan el Recurso tienen el valor de


recomendaciones formuladas al Alcalde Municipal, según los alcances que da el propio
Reglamento General del Concejo Municipal en su art. 93 (trascripción textual que consta en
el informe de fs. 31), sin que por consiguiente signifiquen actos de autoridad pública que
restrinjan o supriman o amenacen restringir o suprimir derechos de la persona ya que sólo
tienen el carácter de recomendaciones que bien pueden ser aceptadas por la autoridad
municipal o desestimadas por ella. En consecuencia, el caso planteado no se encuentra
dentro de las previsiones y alcances del art. 19 de la Constitución Política del Estado,
siendo por tanto correcta la resolución dictada por el Tribunal de Amparo al declarar
improcedente el Recurso, por ajustarse al citado art. 19 de la Ley Fundamental.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y art. 102-V de la
Ley N° 1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 35-36 de 13 de septiembre de 2000
pronunciada por la Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte Superior del Distrito
de La Paz.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willman R. Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 954/2000-R

Expediente: 2000-01623-04-RHC
Partes: Irma Ferrufino Torrico contra Julieta Aranibar Zeballos, Directora Distrital de
Educación de Tarata, Norma Gonzáles de Velásquez, Directora de la Unidad Educativa
Fiscal "Melchor Urquidi", Sebastián Flores, Técnico de la Distrital de Tarata y Ana Arze,
miembros del Tribunal Disciplinario.
Materia : HABEAS CORPUS
Distrito : Cochabamba
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 92 a 95 de 12 de septiembre de 2000,


pronunciada por el Juez de Partido de Tarata, dentro del recurso de Hábeas Corpus
interpuesto por Irma Ferrufino Torrico contra Julieta Aranibar Zeballos, Directora Distrital
de Educación de Tarata, Norma Gonzáles de Velásquez, Directora de la Unidad Educativa
Fiscal "Melchor Urquidi", Sebastián Flores, Técnico de la Distrital de Tarata y Ana Arze,
miembros del Tribunal Disciplinario, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 8 a 9 presentado el 11 de septiembre del año


en curso, la recurrente señala que el Project Concern Internacional Bolivia (PCI),
financiaba desayuno escolar para la Unidad Educativa "Melchor Urquidi" (turno de la
tarde) de la provincia Tarata, escuela en la que trabaja como portera. Refiere que por
principio moral y arriesgando los veinte años de servicio denunció la venta de alimentos
donados ante el Director del organismo financiador quien comprobando la veracidad de la
denuncia retira la ayuda. Que como consecuencia de su valiente acción y por revanchismo
esta siendo sometida a un proceso administrativo por faltas y delitos inexistentes, para lo
que se ha conformado un Tribunal Especial, integrado por los recurridos, en contravención
a lo establecido por el art. 14 de la Constitución Política del Estado.

Afirma que el "Tribunal Especial" ha librado mandamientos de comparendo en su contra


con los que es objeto de constante persecución, ha recibido pruebas sin darle lugar a asumir
su defensa en contravención al art. 16 de la Constitución Política del Estado, por lo que
considerando encontrarse ilegalmente procesada y perseguida por los innumerables
mandamientos de comparendo interpone recurso de Hábeas Corpus, pidiendo se declare
procedente y como consecuencia se ordene a los recurridos se abstengan de seguir
cometiendo actos ilegales, con costas daños y perjuicios

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a ley, realizándose la


audiencia pública el 12 de septiembre de 2000, como consta de fs. 89 a 90 de obrados,
donde la recurrente reitera el contenido de su demanda y ampliándola señala que el día 11
de septiembre cuando se constituyó en su fuente de trabajo ha sido objeto de insultos y
malos tratos por parte de la Directora y Secretaria del plantel, quienes le han cerrado las
puertas del establecimiento y la dirección por lo que no ha podido cumplir con sus
obligaciones.

Los recurridos a través del informe escrito de fs. 85 a 88 leído en audiencia informan que la
recurrente ha cometido una serie de irregularidades en el desempeño de sus funciones,
como el incumplimiento de sus funciones, abandono de la fuente de trabajo, maltrato de
alumnos, resistencia a órdenes superiores, sustracción de material escolar hechos que han
dado lugar a que se le instaure el proceso administrativo, conformando al efecto un
Tribunal Sumariante en observancia del art. 21 del D.S. Nº 25273 y 18 del D.S. Nº 212414,
el que ha sustanciado el proceso observando el debido proceso por lo que no existe
procesamiento ni persecución indebida.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs. 92
a 95, que declara improcedente el Recurso, con el fundamento de que en el caso presente no
se han acreditado los hechos denunciados y por el contrario, la recurrente, no puede
soslayar la responsabilidad administrativa en cumplimiento de sus funciones acudiendo al
Recurso de Hábeas Corpus.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que contra la recurrente se ha instaurado un proceso administrativo por faltas cometidas


en el ejercicio de sus funciones previstas por los arts. 9 incs. b). c), d) y h), 10 y 11 del D.S.
Nº 212414 de 21 de abril de 1993 (Reglamento de Faltas y Sanciones del Magisterio y
Personal Docente Administrativo) (fs. 34).

2. Que la recurrente fue citada mediante mandamiento de comparendo de fecha 25 de julio


de 2000, a objeto de que se presente ante el Tribunal Disciplinario el 27 de julio del año en
curso a hrs. 15:00 a prestar su declaración indagatoria (fs. 35).

3. Que citada la recurrente con el mandamiento, presta su declaración indagatoria, cual


consta del acta de audiencia cursante de fs. 36 a 37, asumiendo defensa correspondiente; no
constando en obrados la existencia de otros mandamientos de comparendo.

4. Que la recurrente interpone el presente Recurso considerando encontrarse ilegalmente


procesada por un "Tribunal Especial" e indebidamente perseguida al haberse librado en su
contra mandamientos de comparendo.

CONSIDERANDO: Que es necesario precisar los alcances del Recurso de Hábeas Corpus,
que tiene por finalidad esencial garantizar la libertad personal y la libertad de tránsito,
procediendo cuando una persona creyere encontrarse indebida o ilegalmente perseguida,
procesada o presa, siendo necesario aclarar que cualquiera de estas situaciones deben estar
vinculadas estrechamente al derecho a la libertad.

Que, en el caso de autos la recurrente denuncia una serie de actos ilegales como el hecho de
ser juzgada por un tribunal especial, restricción de su derecho a defensa, ser objeto de
persecución indebida al haberse librado mandamientos de comparendo -constando en
obrados que fue citada en una sola ocasión a objeto de prestar su declaración indagatoria,
actuado al que se ha presentado voluntariamente-, actos que de ninguna manera vulneran su
derecho de libertad más aun si tenemos en cuenta que el caso que se revisa, es un asunto
administrativo donde no existe posibilidad de restricción de la libertad, teniendo la
recurrente a su alcance los medios legales para impugnar los actos observados.

Que el Tribunal de Hábeas Corpus al haber declarado improcedente el Recurso interpuesto


aunque con otros fundamentos ha efectuado una correcta interpretación de los hechos y del
art. 18 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión pero con los fundamentos
expuestos en la presente Sentencia Constitucional.

Regístrese y devuélvase.
No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 964/00-R

Expediente: 2000-01638-04-RAC
Partes: Gonzalo Álvaro Mejía Moreira
contra Erick Rojas Clavijo
Delegado de la Línea de
Transporte de Microbuses "S"
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 32-34 de 20 de septiembre de 2000, dictada por la


Sala Civil Segunda de la Corte Superior de Cochabamba, dentro del Recurso de Amparo
Constitucional interpuesto por Gonzalo Álvaro Mejía Moreira contra Erick Rojas Clavijo,
Delegado de la Línea de Transporte de Microbuses "S" de la ciudad de Cochabamba, los
antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que Gonzalo Álvaro Mejía en su Recurso de fs. 17-20 de 15 de


septiembre de 2000, indica que forma parte de la Línea de Transporte de Microbús "S" con
dos vehículos, el uno marca Dodge, placa CBA-430 y el otro marca Ford placa 155-SYY
habiéndosele extendido carnet de federado donde se consignan ambos vehículos según
consta a fs. 12. Señala que el recurrido, por rencillas y animadversión, procedió a suspender
el uso del microbús 155-SYY el 26 de agosto de este año, sin haberle enviado el
memorando correspondiente, fuera de todo marco legal y en un acto de abuso y atropello.

Prosiguiendo con su relación, añade que todos los transportistas se encuentran regidos por
el Estatuto del Sindicato Mixto de Microbuses y Trufibuses de la ciudad de Cochabamba,
cuyo art. 29 inciso f) faculta a su Directorio a aceptar o rechazar el ingreso de nuevos
socios, así como a renovar o duplicar herramientas de trabajo. Aclara que los delegados de
línea, como el recurrido, tienen atribuciones establecidas en el art. 54 del mencionado
Estatuto, referidas a labores administrativas y otras, pero que no pueden disponer la
suspensión del uso de las herramientas de trabajo.

Con relación al Reglamento del Sindicato Mixto de Microbuses, Taxitrufis y Trufibuses


señala que en su art. 15 se autoriza al Directorio a disponer el cambio o duplicidad de
herramientas de trabajo, siendo también esa instancia la que podrá disponer cualquier
medida de suspensión pero de acuerdo con normas establecidas. Sin embargo el art. 40 del
mismo Reglamento dispone la prohibición de tener doble herramienta de trabajo, artículo
que -dice el recurrente- carece de eficacia ya que es contradictorio con el art. 43 inc b), el
que aclara que en caso de existir doble herramienta no corresponde la suspensión sino la
transferencia del segundo vehículo a la última línea, pero que en este caso la Línea "S" es la
última línea. Además, el Estatuto es de aplicación preferente con relación al Reglamento,
por lo que pide se declare procedente el Recurso y se disponga la inmediata restitución de
su vehículo a la Línea de Transporte de Microbuses "S".

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de los antecedentes que cursan


en obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia en 20 de septiembre de 2000, según consta en el acta de fs. 23, el


recurrente ratifica el tenor de su demanda señalando que existe un vacío legal porque ni el
Estatuto ni el Reglamento establecen que la Asamblea o Tribunal de Honor del Sindicato
Mixto de Microbuses, Taxitrufis y Trufibuses de la ciudad de Cochabamba tenga facultades
para suspender el uso de un vehículo.

2. Por su parte el recurrido, a través de su abogado manifiesta que por decisión de todos los
socios de la Línea de Transporte de Microbuses "S", en Asamblea que es soberana,
suspendieron el servicio de una de los vehículos del recurrente por ser doble herramienta de
trabajo, sin haberse violado ningún derecho constitucional, por lo que pide se declare
improcedente el Recurso de Amparo, ya que de lo contrario se estaría fomentando el
monopolio, atentando el art. 134 de la Constitución Política del Estado.

3. A la conclusión de la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta Sentencia a fs. 32-34,


declarando improcedente el Recurso, con el fundamento de que si el recurrente consideraba
que se había desconocido su derecho a conservar sus dos vehículos en la misma línea de
transportes, tenía otros medios legales que le reconocen el Estatuto y el Reglamento Interno
del Sindicato Mixto de Transportistas, no pudiendo el Tribunal de Amparo actuar en
sustitución de órganos e instancias sindicales.

CONSIDERANDO: Que en el caso que se examina, el recurrente pide la restitución de su


vehículo a la Línea de Transporte de Microbuses "S" de la cual fue retirado arbitrariamente
ya que el recurrido como Delegado de Línea no podía, de acuerdo con las atribuciones que
se le asignan expresamente en el art. 54 del Estatuto del Sindicato, ordenar ni disponer la
suspensión o retiro por duplicidad de herramienta de trabajo en la misma línea de transporte
por no estar autorizado expresamente para esto y carecer de competencia para ello.
Además, dicho Delegado, manifiesta en su informe de fs. 23 que "la suspensión de la
movilidad ha sido por decisión de todos los socios y que la Asamblea Extraordinaria es
soberana y no se puede discutir sus determinaciones"(sic).

Sin embargo, de la revisión del acta de la Asamblea cursante a fs. 31 se evidencia que la
Asamblea Extraordinaria no se reunió y menos dispuso el retiro del vehículo (microbús). Y
aún en el caso de que así hubiera sido, dicha Asamblea carece de facultades para reunirse
de acuerdo con lo previsto en el art. 17 del Estatuto; en consecuencia la única autoridad que
podía disponer esa suspensión era el Directorio del Sindicato, organismo que aprobó la
duplicidad de herramientas a favor del recurrente (fs. 12).

CONSIDERANDO: Que por lo expuesto precedentemente se establece que el Delegado de


Línea incurrió en un acto ilegal por cuanto no estaba facultado expresamente para asumir la
decisión de disponer el retiro de uno de los vehículos propios del recurrente, atentando con
ello al derecho al trabajo consagrado por los arts. 7-d), 156 y 157 de la Constitución
Política del Estado, derecho que, por las circunstancias anotadas, debe merecer una
protección inmediata y eficaz de acuerdo con las previsiones y alcances del art. 19 de la
Ley Fundamental.

En consecuencia, el Tribunal de Amparo al haber declarado improcedente el Recurso no ha


dado correcta aplicación al art. 19 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la
Ley N° 1836, REVOCA la Resolución de 20 de septiembre de 2000, que corre a fs. 32-34 y
declara PROCEDENTE el Recurso de Amparo Constitucional.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.
Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 951/2000-R

Expediente: 2000-01641-04-RHC
Partes: Jaime Aranibar Castro contra Alberto Costa Obregón Juez Tercero de Instrucción en
lo Penal.
Materia : HABEAS CORPUS
Distrito : La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 48 a 49 de 22 de septiembre de 2000,


pronunciada por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito
Judicial de La Paz, dentro del recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Jaime Aranibar
Castro contra Alberto Costa Obregón, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, sus
antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 25 a 29 presentado el 21 de septiembre del


año en curso, el recurrente manifiesta que el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, con
absoluto desconocimiento del derecho ha abierto sumario penal en su contra por la supuesta
comisión del delito previsto en la sanción del art. 179 bis del Código Penal, sin que exista
prueba alguna que lo incrimine, por lo que acompañando prueba documental interpuso
cuestión previa de falta de tipicidad y materia justiciable, demostrando que cuando ejercía
las funciones de Director Jurídico de la H. Alcaldía Municipal de la ciudad de La Paz en
conocimiento de la Sentencia Constitucional, dictada dentro del Recurso de Amparo
interpuesto por Dora Anders de Limariño en contra de la ex Alcaldesa Gaby Candia y el
Director Jurídico Cesar Quiroga, recomendó su cumplimiento habiendo elaborado la
minuta que fue elevada ante el Alcalde Germán Monrroy por nota D.J.Of. Nº 046/99 de 11
de febrero de 1999. Aclara que la cuestión previa fue planteada por memorial de 25 de
febrero del año en curso siendo reiterada el 21 de junio del mismo año, sin que hasta la
fecha hubieran sido resueltas, pretendiéndose por el contrario recibir su declaración
indagatoria con el fin de disponer su detención preventiva.

Señala que la irregular actuación de la autoridad recurrida no acaba ahí, pues a simple
solicitud de la parte querellante, sin prueba alguna ha ampliado el auto inicial de la
instrucción en su contra por la supuesta comisión del delito de estelionato. Que por otra
parte, cuando se hace cargo de su patrocinio el Dr. Luis Antonio Peñaranda, suscitan el
incidental de recusación invocando la causal establecido por el art. 3-5) de la Ley Nº 1760
pero la autoridad recurrida no se excusa, pese a haberlo hecho en otros casos donde era
abogado patrocinante el citado profesional con el argumento temerario que "constituye un
caso de extrema corrupción". Aclara que la recusación no ha sido tramitada conforme a
derecho hasta la fecha pues no se remitió el expediente e informe correspondiente a la
autoridad llamada por ley, habiéndose planteado una nueva recusación al existir una
opinión anticipada de la autoridad recurrida, que tampoco ha sido tramitada cortando de esa
manera su derecho a defensa consagrado por el art. 16 de la Constitución Política del
Estado.

Afirma que los hechos señalados constituyen procesamiento y persecución indebida que lo
mantienen en indefensión pues en tanto no se resuelvan las cuestiones previas opuestas y no
se tramiten las recusaciones, no puede hacer uso de los recursos que la ley le franquea, por
lo que interpone Recurso de Habeas Corpus pidiendo se declare procedente el mismo y
como consecuencia se disponga se guarden y reparen los defectos formales procesales que
vienen siendo violados por el recurrido, con la condenación de daños y perjuicios.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a ley, realizándose la


audiencia pública el día 22 de septiembre de 2000, como consta de fs. 45 a 47 de obrados,
donde el recurrente reitera el contenido de su demanda.

La autoridad recurrida informa que no existe procesamiento y persecución indebida ya que


nunca expidió mandamiento de aprehensión ni persiguió al recurrente. Refiere que el
recurrente prestó su declaración indagatoria y fue puesto en libertad, posteriormente amplió
el auto inicial de la instrucción y se le recibió su declaración indagatoria. Señala que no
existe procesamiento indebido porque el asunto está en etapa sumarial y que evidentemente
no se remitió el expediente a vista fiscal para el trámite de la cuestión previa por la
permanente presentación de memoriales por la parte civil, pero que si de ello se trata en la
tarde cumpliría con dicha formalidad resolviendo en el transcurso de la otra semana. Con
referencia a la recusación señala que la consulta de la recusación no puede ser enviada por
la falta de una papeleta. A las aclaraciones solicitadas por el Tribunal de Hábeas Corpus
señaló que el informe de recusación lo elevó el 14 de agosto de 2000, y que la cuestión
previa fue presentada en febrero, pero al haber puesto en libertad al recurrente puede ser
resuelta con el auto final, aclaró que amplió el auto inicial de la instrucción por el delito de
estelionato planteándose una nueva cuestión previa la que no se sustanció hasta la fecha por
la permanente presentación de memoriales.

Que concluida la audiencia, el Tribunal de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de


fs. 48 a 49, que declara IMPROCEDENTE el Recurso, con el fundamento de que las
omisiones en que incurrió la autoridad recurrida dentro del proceso, no constituyen
persecución ni procesamiento indebido; sin embargo, el juez recurrido es conminado a
resolver las cuestiones previas planteadas por el recurrente dentro del plazo señalado por el
Código de Procedimiento Penal y remitir en el día el incidente de recusación ante el
superior en grado de conformidad a la Ley Nº 1760.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que en el Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal se ha organizado proceso penal


contra el recurrente, por la presunta comisión del delito previsto en la sanción del art. 179
bis del Código Penal, proceso en el que se apersona éste e interpone cuestión previa de falta
de tipicidad por memorial de 25 de febrero de 2000, disponiendo la autoridad recurrida por
decreto de 26 de febrero se remita en vista fiscal, sin cumplirse con el trámite
correspondiente (fs. 1-3).

2. Que el auto inicial de la instrucción se amplía contra el recurrente por la presunta


comisión del delito de estelionato, por lo que éste por memorial de 23 de junio de 2000,
plantea nueva cuestión previa de falta de tipicidad, disponiendo la autoridad recurrida por
decreto de 24 de junio pase a vista fiscal, sin embargo, tampoco se cumple con el trámite
correspondiente (fs. 5 a 7).

3. Que la autoridad recurrida pese a la solicitud de recusación de 23 de junio de 2000 y la


posterior por una causal sobreviniente de 11 de agosto de 2000, no ha observado el trámite
previsto por la Ley Nº 1760, como lo reconoce en la audiencia de consideración del
Recurso, cayendo inclusive en contradicciones al señalar primero que no había remitido los
antecedentes ante la autoridad llamada por ley por la falta de papeleta y posteriormente
señala como fecha de remisión el 14 de agosto del año en curso (fs. 4. 10-11).

CONSIDERANDO: Que, en el caso de autos, el recurrente se encuentra sometido a proceso


penal organizado en su contra por autoridad que actuó con plena jurisdicción y
competencia. Que en la sustanciación del proceso el recurrente ha asumido defensa
planteando en dos ocasiones cuestiones previas de falta de tipicidad, la primera en el mes
de febrero de 2000 y la segunda en junio del mismo año al haberse ampliado el auto inicial
en su contra, solicitudes a las que la autoridad recurrida no le ha dado el trámite previsto
por los arts. 187 y 188 del Código de Procedimiento Penal, no obstante ser de previo y
especial pronunciamiento. Que por otra parte, las solicitudes de recusación planteadas por
el recurrente no han observado el trámite previsto por el art. 10 y siguientes de la Ley de
Abreviación Procesal Civil aplicable en materia penal por expresa disposición del parágrafo
segundo del art. 40 del Código de Procedimiento Penal, hecho reconocido en la audiencia
del Recurso por la autoridad recurrida; actuaciones que siendo contrarias al ordenamiento
jurídico vigente vulneran el principio constitucional del debido proceso.
Que el art. 18-III de la Constitución Política del Estado establece que la autoridad judicial
al dictar sentencia puede disponer: a) Ordenar la libertad del detenido, b) Se reparen los
defectos legales. c) Se ponga al demandante a disposición del juez competente,
correspondiendo en el caso de autos disponer que se reparen los defectos legales y al efecto
en la tramitación de las cuestiones previas se observe los establecido por los arts. 186 al
188 del Código de Procedimiento Penal y en lo referido a la recusación se imprima el
trámite previsto por el art. 10 de la Ley Nº 1760 observando los derechos y garantías
consagrados en las Constitución y las Leyes, teniendo en cuenta que el recurrente está a
disposición de la autoridad competente.

Que el Tribunal de Hábeas Corpus al haber declarado improcedente el Recurso, no ha


interpretado correctamente el alcance del art. 18 de la Constitución Política del Estado y 89
de la Ley del Tribunal Constitucional.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución cursante a fs. 48 a 49 y declara PROCEDENTE el
Recurso, ordenando al Juez recurrido imprima el trámite legal dentro del plazo de ley, sea
con la imposición de daños y perjuicios que deben ser calificados por el Tribunal de Hábeas
Corpus.

Regístrese y devuélvase.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 943/00-R

Expediente: 2000-01642-04-RHC
Partes: Gustavo Camacho Pérez por
José Riveros Fernández contra
Freddy Paz Valdivia, Juez
Cuarto de Trabajo y Seguridad
Social
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 36-38 dictada en 15 de septiembre de 2000 por el


Juez Séptimo de Partido en lo Penal del Distrito de La Paz, dentro del Recurso de Hábeas
Corpus interpuesto por Gustavo Camacho Pérez en representación de José Riveros
Fernández contra Freddy Paz Valdivia, Juez Cuarto de Trabajo y Seguridad Social, los
antecedentes del proceso; y

CONSIDERANDO: Que Gustavo Camacho Pérez, en representación de José Rivero


Fernández en su Recurso interpuesto, manifiesta que en el Juzgado Cuarto de Seguridad
Social se tramita, en ejecución de sentencia, el proceso laboral seguido por Miguel Jofré
Rada contra la firma CONCIL S.A., sobre cobro de beneficios sociales, habiendo el Juez
recurrido expedido mandamiento de apremio en contra de su representado que solamente es
accionista de la firma y no inviste ninguna representación, desconociendo de esa manera
determinaciones de la Sala Social Administrativa de la Corte Superior, que mediante
Resolución N° 13/2000 de 20 de enero de 2000 señala que a través del acuerdo
transaccional cursante a fs. 78-82, su representado asumirá la responsabilidad de las
obligaciones así como de los derechos sociales.

Indica que CONCIL S.A, en su calidad de patrono está en la obligación de cancelar el


monto demandado conforme a normas del Código de Comercio y que el Juez recurrido, en
forma equivocada manifiesta que Ernesto Pérez Riveros, socio de la firma, al haber
transferido sus acciones se ha desligado de la sociedad en toda forma de derecho; sin
embargo, dice el apoderado del recurrente que aquel no ha dejado la función de Gerente
General, porque no renunció ante los directivos de la Empresa ni éstos aceptaron su
renuncia, por lo que reitera que su mandante sufre una persecución indebida, siendo solo un
simple accionista de CONCIL S.A., por lo que recurre de Hábeas Corpus contra el Juez
Cuarto de Trabaja y Seguridad Social pidiendo se declare procedente el presente Recurso y
se deje sin efecto el mandamiento de apremio librado en contra de su mandante.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Realizada la audiencia en 15 de septiembre de 2000, según consta en el acta de fs. 26-28,


el abogado y apoderado del recurrente, autoriza el co- patrocinio de dos abogados quienes
amplían la fundamentación del Recurso manifestando que hicieron conocer al Juez
recurrido que no se podía emitir mandamientos de aprehensión contra los accionistas,
dictando el Juez un segundo Auto a fs. 196 manteniendo vigente el mandamiento de
apremio sólo contra el recurrente, con el argumento de que existe un acuerdo transaccional
en el que éste asume la responsabilidad del acuerdo transaccional de fs. 78 (expediente
original), aclarando que por Resolución N° 13/2000 la Corte determina la apelación, que
dicho acuerdo no genera responsabilidad laboral sobre su representado José Riveros
Fernández, por lo que solicita se declare procedente el Recurso y se deje sin efecto el ilegal
apremio.

2. A su vez la autoridad recurrida, informa que en ejecución de sentencia plantearon


Recurso de reposición con alternativa de apelación los socios José Riveros Fernández y
Olga Barbato de Riveros, habiendo dispuesto por resolución expresa mantener el apremio
corporal contra el recurrente, por haberse establecido su calidad de representante legal de la
empresa demandada, según acredita el poder que sale a fs. 16- 20 de 25 de diciembre de
1987, por el cual CONCIL S.A. representada por Ernesto Pérez Riveros otorga en favor de
José Riveros Fernández, facultades de representar a la sociedad en procesos civiles,
penales, laborales, mercantiles, aduaneros, etc, sin restricción alguna.

El representante del Ministerio Público, requiere se declare procedente el recurso con el


fundamento de que en 29 de noviembre de 1995, se efectuó la transferencia de acciones de
Ernesto Pérez Riveros en favor de José Riveros Fernández. Sin embargo la representación
hasta 1999, tal como sale del certificado del SENAREC sigue registrándose a nombre de
Ernesto Pérez, quien es responsable de la administración de la empresa CONCIL S. A.
conforme a normas del Código de Comercio

3. A la conclusión de la audiencia la Jueza de Hábeas Corpus, dicta Sentencia a fs. 36-38,


declarando procedente el Recurso disponiendo dejar en suspenso el mandamiento de
aprehensión en contra del recurrente José Riveros Fernández, hasta que regresen obrados
del Tribunal Constitucional, en consideración a que está pendiente el pronunciamiento de la
Sentencia Constitucional en el Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Ernesto Pérez
Riveros.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los antecedentes que cursan en el expediente se


establece que José Riveros Fernández es el Presidente de la empresa CONCIL S.A. y uno
de los tres socios de la misma, según consta en el poder general conferido por CONCIL
S.A. a su Gerente General Ernesto Pérez Riveros Gil (fs. 16-20), documento en el que se
inserta el Acta de la Asamblea Extraordinaria de Socios (fs. 19 vta.), de 3 de abril de 1987,
en la que figura como presidente José Riveros Fernández, calidad en la que fue notificado
con el Auto de Vista de 20 de enero de 2000 según se evidencia por la diligencia sentada a
fs. 14.vta.

Que, asimismo, se encuentran dos memoriales presentados por el recurrente dentro del
juicio social que motiva el presente Recurso, a fs. 21 y 23 de obrados, en los que reconoce
expresamente ser "apoderado legal de la empresa CONCIL S.A dentro del proceso laboral
seguido por Miguel Jofré Rada...", reconocimiento que constituye una verdadera confesión
judicial en virtud del art. 404.II del Código de Procedimiento Civil. Consiguientemente el
mandamiento de apremio librado por el Juez recurrido contra el recurrente para que
proceda al pago de los beneficios sociales demandados en el juicio laboral, se enmarca
dentro de la ley y corresponde a las facultades jurisdiccionales que la ley reconoce al juez
de la causa.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Hábeas Corpus ha sido instituido para resguardo de


la libertad de la persona cuando fuere objeto de persecución o detención indebidos e
ilegales por parte de autoridades públicas, situación en la que, según se ha visto, no se
encuentra el recurrente. En consecuencia, el Tribunal de Hábeas Corpus al declarar
procedente el recurso no ha hecho compulsa adecuada de los antecedentes y datos
procesales ni ha dado correcta aplicación al art. 18 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III, 120- 7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley N°
1836, REVOCA la Sentencia de fs. 36-38 de 15 de septiembre de 2000 y declara
IMPROCEDENTE el Recurso de Hábeas Corpus.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 952/2000-R

Expediente : 2000-01643-04-RHC
Partes: Waldo Molina Gutiérrez en representación sin mandato de Luis Vega Moreno y
Jorge Enrique Quiñónez Lino contra Teresa Vera Loza, Wálter Paco Jurado y Gary L.
Sánchez H., Fiscal de Materia Penal, Jefe de la División Homicidios e Investigador de la
Policía Técnica Judicial, respectivamente.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 10/00 cursante a fs. 20 y 21, pronunciada el 19 de


septiembre de 2000 por el Juez Noveno de Partido en lo Penal de La Paz, en el Recurso de
Hábeas Corpus interpuesto por Waldo Molina Gutiérrez en representación sin mandato de
Luis Vega Moreno y Jorge Enrique Quiñones contra Teresa Vera Loza, Wálter Paco Jurado
y Gary L. Sánchez H., Fiscal de Materia Penal, Jefe de la División Homicidios e
Investigador de la Policía Técnica Judicial, respectivamente; sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente se establece lo siguiente:

1. En su demanda de 18 de septiembre del año en curso (fojas 3), el recurrente expresa que
sus representados se encuentran detenidos en celdas de la Policía Técnica Judicial desde
horas 11:00 del 14 de septiembre del presente año, por una supuesta tentativa de hurto de
una cartera ocurrida en la zona de Miraflores de La Paz, y que no obstante que la presunta
víctima ha retirado la denuncia afirmando que no se produjo ningún delito, la Fiscal
Asignada a la P.T.J. no ha remitido a los detenidos ante el Juez Cautelar dentro de las 24
horas como dispone el art. 226 de la Ley Nº 1970, permaneciendo privados de su libertad
por más de 48 horas, restringiendo el derecho reconocido por el art. 7- g) de la Constitución
Política del Estado.
Por lo anotado interpone Hábeas Corpus, pidiendo se señale día y hora de audiencia pública
y se declare procedente el Recurso.

2. A fs. 18 y 19 sale el acta de la audiencia pública realizada el 19 de septiembre de 2000, a


la que asisten todos los recurridos. Ante la ausencia del recurrente, el detenido Jorge
Enrique Quiñones asevera no conocer el motivo de la interposición del Recurso, y Luis
Vega sostiene que solamente busca su libertad porque la señora -presunta víctima- ha
retirado toda denuncia en su contra.

A su turno, la Fiscal recurrida expresa que: a) El informe policial de 14 de septiembre


indica que ese día, en la conjunción de las esquinas Busch y Panamá, dos oficiales de la
Policía se percataron de la agresión que aparentemente sufría una señora, por lo que
intervinieron en el hecho deteniendo a Jorge Enrique Quiñones Lima y, luego de una
persecución de unas dos cuadras, a Luis Vega Moreno, ambos ciudadanos peruanos,
estableciéndose luego que trataban de robar un bolso que contenía Bs. 5.000.- de propiedad
de Hilda Gloria Palacios, a quien "le causaron lesiones en su humanidad"; b) Que
inmediatamente de haberle remitido el informe policial el 15 de septiembre, dispuso que se
organicen las diligencias de Policía Judicial, tomó las declaraciones de los sindicados, y
"puso en conocimiento del Juez de Garantías a los aprehendidos", pidiendo su detención
preventiva por la gravedad de los hechos, habiendo ordenado en ese sentido la autoridad
judicial; c) Que se ha ceñido a las normas vigentes del nuevo Código de Procedimiento
Penal.
3. A fs. 20 y 21 cursa la Resolución Nº 10/00 de 19 de septiembre de 2000, que declara
IMPROCEDENTE el Recurso con el fundamento de que al haberse producido una
detención en flagrancia, se han cumplido los requisitos establecidos en los arts. 227-1) y
233 del nuevo Código de Procedimiento Penal, "toda vez que los recurrentes fueron
`puestos a disposición del Juez de Garantías Constitucionales en el plazo de 24 horas para
que se resuelvan dentro de ese mismo plazo las medidas cautelares correspondientes".

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se demuestra:

1. Que el 14 de septiembre de 2000, aproximadamente a horas 11:00 a.m. fueron detenidos


Jorge Enrique Quiñones Lino y Luis Vega Moreno, cuando intentaban robar la cartera de
Hilda Gloria Palacios Sirpa en la esquina formada por la Avenida Germán Busch y calle
Panamá de La Paz (Informe Policial de fs. 8), habiendo causado en la víctima lesiones
físicas de acuerdo al certificado médico legal de fs. 12.

2. Que el 15 de septiembre se comunicó la aprehensión efectuada a la Fiscal Adscrita a la


P.T.J., quien dispuso la organización de diligencias de Policía Judicial y tomó las
declaraciones a los imputados (fs. 8 vta., 13 y 14); emitiendo el mismo día el requerimiento
de fs. 15, por el que pone a disposición del Juez de Garantías a los detenidos, pidiendo su
detención preventiva "por la gravedad del hecho denunciado" y por no tener residencia en
el país, presumiéndose que pueden darse a la fuga.

3. Que el señalado requerimiento y los aprehendidos fueron recibidos en la Corte Superior


de Distrito el 16 de septiembre a horas 10:40, habiendo dispuesto el Juez Cautelar su
detención preventiva por Resolución Nº 04/2000 sin fecha (fs 17).

4. Que en el expediente no consta el retiro de denuncia de la presunta víctima, alegada por


los aprehendidos.

CONSIDERANDO: Que el art. 227-1) de la Ley Nº 1970 faculta a la Policía a aprehender a


una persona cuando es sorprendida en flagrancia, recayendo en los funcionarios de la
entidad del orden la obligación de comunicar y poner a disposición de la Fiscalía al
aprehendido en el plazo máximo de ocho horas.

Que una vez en conocimiento del Fiscal, éste deberá poner a disposición del Juez Cautelar
al aprehendido en el plazo de 24 horas, para que resuelva dentro del mismo plazo, sobre la
aplicación de alguna de las medidas cautelares previstas en el citado Código, o decrete su
libertad por falta de indicios.

En el caso de autos, se evidencia que la comunicación a la Fiscal Adscrita a la P.T.J. fue


realizada después de las 8 horas indicadas en la norma citada precedentemente, ya que la
aprehensión se produjo el 14 de septiembre a horas 11:00 a.m. y al siguiente día se
comunicó a la Fiscal, de acuerdo a su propia declaración en audiencia y a los datos del
expediente; consiguientemente, los funcionarios policiales recurridos han conculcado las
disposiciones del nuevo Código de Procedimiento Penal y el art. 10 de la Constitución
Política del Estado, siendo por ende, de aplicación el art. 18 de la Constitución Política del
Estado.
Que la Fiscal recurrida ha cumplido con la obligación que establece el art. 226 párrafo
segundo de la Ley Nº 1970, por lo que el Recurso no es procedente en contra suya.

CONSIDERANDO: Que el Juez de Hábeas Corpus no ha aplicado correctamente las


normas pertinentes al presente caso, al declarar IMPROCEDENTE el Recurso.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, REVOCA EN PARTE la Resolución Nº 10/00 cursante a fs. 20 y 21,
pronunciada el 19 de septiembre de 2000 por el Juez Noveno de Partido en lo Penal de La
Paz y declara PROCEDENTE el Recurso, únicamente respecto de las autoridades policiales
recurridas, sin lugar a la libertad de los recurrentes por encontrarse bajo jurisdicción de
autoridad competente. El Juez de Hábeas Corpus deberá aplicar el art. 91-VI de la Ley Nº
1836 en cuanto a la calificación de daños y perjuicios.

Regístrese y devuélvase.

No interviene el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dr. Willman Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 941/00-R

Expediente: 2000-01647-04-RHC
Partes: Genoveva Quevedo Hurtado en
representación de Natale Armonio
contra Beatriz Sandoval de
Capobianco y Hernán Cortés
Castillo, Vocales de la Sala Penal
Segunda de la Corte Superior de
Santa Cruz.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 65 vta.-67 dictada en 16 de septiembre de 2000


por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa Cruz, dentro
del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Genoveva Quevedo Hurtado en
representación de Natale Armonio contra Beatriz Sandoval de Capobianco y Hernán Cortés
Castillo, Vocales de la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Justicia del Distrito de
Santa Cruz, los antecedentes del proceso; y

CONSIDERANDO: Que la recurrente en su demanda de fs. 56-58, manifiesta que dentro


del proceso penal que se le sigue por la comisión de los delitos de tráfico de sustancias
controladas y otros relativos a la Ley N° 1008, el Tribunal Primero de Sustancias
Controladas, donde se sustancia el proceso contra su defendido y otros, dicta sentencia
absolutoria en favor del recurrente y demás co-procesados.

Señala que apelada dicha sentencia, tanto por el Ministerio Público cuanto por los
procesados absueltos, la Sala Penal Segunda de la Corte Superior modifica la tipificación
de los delitos y sin ninguna fundamentación legal, el Tribunal de alzada condena al
recurrente y demás procesados por los delitos de fabricación de sustancias controladas,
complicidad y encubrimiento, errando de esa manera en la determinación de la pena, lo cual
es ilegal y sancionado en casación.

Debido al contradictorio Auto de Vista los Vocales recurridos -dice la parte recurrente-
libran mandamiento de detención formal fundamentándose en el art. 17 inc. e) de la Ley de
Fianza Juratoria el cual se contrapone al art. 206 del indicado Código de Procedimiento
Penal, norma que deberá entenderse está en concordancia con el art. 33 de la Constitución
Política del Estado, en tal sentido, siendo legal el mandamiento de detención, no lo es su
ejecución porque vulnera la subsistencia del beneficio de libertad provisional otorgada por
el citado art. 206 del Código de Procedimiento Penal.

Concluye su demanda reiterando se declare procedente el Recurso y pidiendo se deje en


suspenso el mandamiento de detención librado contra Natale Armonio, hasta que la
sentencia esté ejecutoriada, disponiéndose, además, que las autoridades policiales cesen la
persecución de que es objeto su representado

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia en 16 de septiembre de 2000, la abogada del recurrente señala que


a objeto de que el Tribunal tenga una idea del proceso, en el Recurso realizó una extensa
exposición sobre los hechos y las pruebas aportadas en el mismo y que al no existir pruebas
en contra de el recurrente se ha tomado en cuenta la declaración del procesado Sosa
Picanderai, aclarando el abogado co-patrocinante que en la demanda lo que se ha querido es
presentar los antecedentes de esta ilegal e incorrecta resolución la cual será casada o
revocada en el Supremo Tribunal. Manifiesta que el fundamento principal del presente
Recurso es que se hubiera dictado un Auto complementario en el que se dispone librar
mandamiento de detención formal en contra del recurrente y otros al amparo del art. 17 e)
de la Ley de Fianza Juratoria pretendiendo suprimir de este modo la libertad provisional
que tiene, por lo que solicita sea declarado procedente el Recurso.

2. El Vocal de la Sala Penal, Hernán Cortés Castillo, en representación de las autoridades


recurridas presta su informe en el que señala que de acuerdo con el art. 17 de la Ley de
Fianza Juratoria se ha librado mandamiento de detención formal contra el recurrente, en
vista de haberse revocado la sentencia absolutoria. Señala que la recurrente pretende que la
detención formal quede sin efecto invocando para ello el art. 206 del Código de
Procedimiento Penal, artículo que no ha sido derogado pero que se refiere a los delitos
comunes, es decir que es una ley de carácter general; en cambio la Ley N° 1008 y la de
Fianza Juratoria tienen el carácter de leyes especiales, por lo que de acuerdo con la Ley de
Organización Judicial (art. 5) se ha aplicado con preferencia la ley especial, lo que
demuestra que el recurrente no está indebidamente procesado.

A su vez, el representante del Ministerio Público requiere por que se declare improcedente
el Recurso con el argumento de que los Vocales recurridos han aplicado correctamente la
ley.

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Hábeas Corpus dicta Sentencia a fs. 65


vta.-67 declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que el art. 5 de la Ley de
Organización Judicial establece la preferencia en la aplicación de las leyes, "...y tratándose
de un caso de sustancias controladas, debemos aplicar la ley de Sustancias Controladas y la
Ley de Fianza Juratoria". y que los Vocales recurridos no han infringido ninguna norma
legal por lo que el presente Recurso es inviable.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Hábeas Corpus que prevé el art. 18 de la


Constitución Política del Estado tiene por objeto garantizar la libertad de la persona cuando
sea indebida o ilegalmente perseguida, detenida o presa, situación que no se da en el
presente caso por cuanto las autoridades judiciales recurridas han aplicado correctamente
las normas legales pertinentes, ya que el art. 17 de la Ley de Fianza Juratoria, de aplicación
preferente por disposición del art. 5 de la Ley de Organización Judicial, en su último
párrafo le reconoce a la Corte Superior de Distrito la facultad de librar nuevo mandamiento
de detención formal contra el procesado "si el Auto de Vista revoca la sentencia
absolutoria", por lo señalado se tiene que los Vocales de la Sala Penal Segunda de la Corte
Superior de Santa Cruz (autoridades recurridas) no han cometido acto ilegal alguno,
habiendo más bien ajustado su decisión a disposiciones legales y ejercitado legítimamente
sus facultades.

Que, consecuentemente, el Tribunal de Hábeas Corpus al declarar improcedente el Recurso


ha dado correcta aplicación al citado art. 18 de la Constitución Política del Estado.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los arts. 18-III, 120 -7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley N°
1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 65 vta.-67 de 16 de septiembre de 2000 dictada por la
Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz.

No intervine el Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. René Baldivieso Guzmán


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 966/00-R

Expediente: 2000-01668-04-RAC
Partes: Carlos Aliaga Oropeza en
representación de Young
Man Kim Moon contra Marco
de la Rocha, Gerente Regional
del Banco BISA S.A.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 13 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. René Baldivieso Guzmán.

VISTOS: En revisión la Resolución de 27 de septiembre de 2000 de fs. 7, pronunciada por


la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de La Paz, en el Recurso de Amparo
Constitucional interpuesto por Carlos Aliaga Oropeza, en representación de Young Man
Kim Moon contra Marco de la Rocha, Gerente Regional del Banco BISA S.A., los
antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 5-6, de 26 de septiembre de 2000, el


apoderado del recurrente interpone Recurso de Amparo Constitucional manifestando que
después de haberse ejecutado un mandamiento de embargo por orden del Juez Quinto de
Partido en lo Civil, dentro del proceso coactivo que sigue el Banco BISA S.A. contra la
Fábrica "Al Plast", representada por su mandante, "abusiva y extrañamente..." el Banco
BISA S.A. dejó en la fábrica del recurrente dos guardias policiales, y no obstante existir
una orden del Juez para retirar a dichos guardias, el recurrido impone nuevamente la
presencia de los policías en dependencias de la citada fábrica.

Indica que esta actitud restringe los derechos establecidos en el art. 7 incs. a), d), i) y j) y
art. 8 inc. b) de la Constitución Política del Estado, ya que atenta contra el derecho al
trabajo legal y pacífico del que goza su defendido, puesto que imponer efectivos policiales
las 24 horas del día, bajo la excusa de que se estaría haciendo desaparecer la maquinaria
dada en garantía es sólo un pretexto para cometer arbitrariedades y abusos en contra de los
derechos y garantías del recurrente protegidos por la Constitución Política del Estado.

CONSIDERANDO: Que por Resolución de 27 de septiembre de 2000, cursante a fs. 7, la


Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de La Paz rechaza el Recurso de
Amparo "en aplicación del art. 98 de la Ley N° 1836" con el argumento de que éste no
reúne los requisitos exigidos por el art. 97 incs. III, IV, V, VI de la Ley N° 1836, una vez
que se tratan aspectos inherentes a la competencia de la autoridad jurisdiccional quien debe
hacer cumplir sus decisiones.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional sólo puede ser rechazado


por el Tribunal o Juez competente, cuando éste compruebe que el recurrente no ha
cumplido con los requisitos de forma y contenido exigidos por el art. 97 de la Ley N° 1836,
y en caso de ser así debe aplicar lo previsto en el art. 98 de la misma Ley, lo que no ocurrió
en el presente caso, no pudiendo el Tribunal de Amparo fundar su rechazo en causales
diferentes.

Que en el caso de autos, el recurrente ha cumplido en la interposición del Recurso de


Amparo con los requisitos formales y de contenido requeridos por el citado art. 97 de la
Ley N° 1836, por lo que el Tribunal de Amparo al haber rechazado el Recurso presentado
con el argumento de que el recurrente tiene expeditas las vías jurídicas pertinentes, ha
infringido la disposición señalada, pues dicho fundamento determina la improcedencia del
Recurso, afectando al fondo de la problemática planteada y no constituye de manera alguna
un requisito de forma o contenido.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV , 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
N° 1836, REVOCA la Resolución de 27 de septiembre de 2000 cursante a fs. 7,
disponiendo que el Tribunal de Amparo, ADMITA el Recurso y efectúe su tramitación
conforme a Ley.
No intervienen los Magistrados Dr. Hugo de la Rocha Navarro por haber formulado excusa
y haber sido declarada legal la misma y el Dr. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con
licencia.

Regístrese, hágase saber.

Dr. René Baldivieso Guzmán


MAGISTRADO

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 958/00-R

Expediente: 2000-01578-04-RAC
Partes: Hernán Laura Andrade c/Edgar Bazán Ortega, Alcalde Municipal.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Oruro
Fecha: 16 de octubre de 2000
Mag.Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión el fallo de fs. 17 dictado por la Sala Social de la Corte Superior de
Justicia de Oruro, dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Hernán
Laura Andrade contra Edgar Bazán Ortega, Alcalde Municipal de Oruro, los antecedentes
del caso; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial presentado en 31 de agosto de 2000, cursante a fs.


10 de obrados, el recurrente manifiesta que se adjudicó un camión modelo 1970, con placa
de circulación OSB.342 en un remate público del Juzgado de Sustancias controladas,
habiéndole extendido la minuta de transferencia el 10 de agosto de 1999 (fs. 1-2), único
título que le acredita como propietario de ese vehículo. Lamentablemente, la Alcaldía
Municipal, a través de su sección respectiva, pretende cobrarle impuestos como si ese
motorizado se le hubiera vendido original, pero que considera que lo que le corresponde
pagar son los impuestos desde la fecha de la respectiva adjudicación. Sin embargo, los
funcionarios de la Alcaldía insisten en ese cobro indebido, ocasionándole grave daño
económico, restringiendo y amenazando con suprimir sus derechos.

Por lo expuesto, pide se declare procedente el Recurso interpuesto, disponiendo que los
impuesto a cancelar sean desde la fecha de adjudicación del citado vehículo.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso conforme a derecho, se realiza la audiencia


el 2 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs. 15 a 16, evidenciándose la
inconcurrencia de la parte recurrente y de su abogado. Luego los apoderados de la
autoridad recurrida prestaron informe señalando en principio que la demanda de Amparo no
reúne los requisitos establecidos por el art. 93 de la Ley Nº 1836 que expresa que procederá
el Recurso contra toda Resolución, acto u omisión indebida de autoridad o funcionario,
siempre que no hubiere otro recurso para la protección inmediata de los derechos y
garantías. En el caso de autos, el recurrente tenía la facultad de recurrir al art. 137 de la Ley
Nº 2028 de Municipalidades para poder hacer uso de los recursos administrativos
correspondientes, toda vez que se evidencia que en ningún momento se ha acudido a la
autoridad máxima de la institución, y ni siquiera existe una Resolución expedida por el
Alcalde Municipal por la cual se hubiera restringido o suprimido derecho o garantía alguna.
En cuanto al fondo del asunto, se tiene que en la cláusula 4ª de la minuta de transferencia,
el recurrente se compromete a legalizar su derecho conforme a Ley, y de acuerdo al art. 589
del Código Civil, los gastos del contrato de venta y otros accesorios corren a cargo del
comprador.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución de fs. 17, declarando


IMPROCEDENTE el Recurso con el fundamento de que el recurrente no presentó prueba
alguna que evidencie haber recurrido ante el Alcalde Municipal en demanda de que los
impuestos municipales inherentes al referido vehículo sean pagados desde el día de su
adjudicación, por lo que no existe en el proceso prueba alguna que demuestre que contra el
recurrente se hubiesen perpetrado actos ilegales u omisiones indebidas que restrinjan o
amenacen restringir o suprimir sus derechos o garantías.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente, se evidencian los siguientes extremos:

1. Que el 13 de agosto de 1999, se suscribe la minuta de adjudicación judicial de un


vehículo tipo camión, modelo 1970, con placa Nº OSB-342, celebrada entre los Jueces que
componen el Juzgado de Partido de Sustancias Controladas de la ciudad de Oruro y el
recurrente, no habiéndosele entregado ninguna otra documentación del referido vehículo.

2. Que el recurrente no ha demostrado que hubiera interpuesto los recursos de revocatoria y


jerárquico, conforme a los arts. 140 y 141 de la Ley de Municipalidades.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional, previsto por el art. 19 de la


Constitución Política del Estado, tiene como finalidad preservar los derechos
fundamentales de la persona ante actos ilegales u omisiones indebidas de los funcionarios o
particulares que afecten al ejercicio de tales derechos, sea suprimiéndolos o
restringiéndolos, sin que ello quiera decir que este Recurso extraordinario sea sustitutivo de
otros medios que la ley franquea a la persona para la protección inmediata de sus derechos
y garantías.

Que en el caso que se revisa, se pretende que por la vía del Amparo Constitucional, se inste
a que la Alcaldía Municipal de Oruro disponga que el recurrente cancele los impuestos
sobre aquel vehículo desde la fecha de la adjudicación judicial, propósito que resulta
inadmisible en mérito a lo señalado precedentemente.

CONSIDERANDO: Que el Tribunal de Amparo, al declarar IMPROCEDENTE el Recurso


de Amparo ha interpretado el art. 19 de la Carta Fundamental del Estado, pues el Amparo
Constitucional no procede por no constituirse en un Recurso sustitutivo de otros
franqueados por la Ley.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado los 94 y 102.V
de la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución revisada corriente a fs. 17.

Regístrese y hágase saber.


Sentencia Constitucional Nº 958/00-R (viene de la pág. 2)
_____________________________________________________________

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 960/00-R

Expediente: 2000-01581-04-RAC
Partes: Angel Claros Ortiz y Rosmery Alegría de Claros contra José Luis Dabdoub López,
Teresa Vera de Gil y Jacinto Morón Sánchez, Vocales de la Sala Penal Primera de la Corte
Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 16 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 329 vta . a 330 pronunciada por los Vocales la
Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, dentro del
Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Angel Claros Ortiz y Rosmery Alegría
de Claros contra José Luis Dabdoub López, Teresa Vera de Gil y Jacinto Morón S.,
Vocales de la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz,
los antecedentes que cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que, mediante memorial de fs. 316 a 318 vta., los recurrentes plantean
Recurso de Amparo Constitucional, manifestando que ante el Juzgado Séptimo de
Instrucción en lo Penal de la Capital, se deduce sumario penal en su contra por parte de
Mario Guzmán Osinaga, por los supuestos delitos de robo agravado y despojo.

Que dictado el Auto inicial de la instrucción, interpusieron revocatoria y modificación del


mismo, mereciendo revocatoria parcial. Que ante tal decisión, la parte querellante apela y la
Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, revoca tal
decisión sin considerar ni valorar la prueba documental que sirvió de base y fundamento
para la revocatoria en primera instancia.

Añaden que este hecho constituye un acto ilegal y una omisión indebida que viola los
derechos y garantías fundamentales previstos en los arts. 6-II, 7-III a) y 16-II de la
Constitución Política del Estado (sic), por haberse vulnerado el derecho a la libertad, a una
correcta valoración y compulsa de la prueba aportada que no fue tomada en cuenta. De esta
manera, se viola el derecho a la seguridad jurídica y se suprime el sagrado derecho a la
defensa, presumiendo su culpabilidad antes que su inocencia. Con tales fundamentos piden
se declare procedente el Recurso y sin efecto el Auto de Vista de 22 de agosto de 2000 de
fs. 313-314 dictado por los recurridos, confirmando en consecuencia el Auto de 7 de junio
del mismo año dictado por el Juez Instructor que cursa a fs. 279 a 280.

CONSIDERANDO: Que, admitido el Recurso, se tramita conforme a Ley, realizándose la


correspondiente audiencia pública en 4 de septiembre de 2000 cual consta de fs. 329 a 330
de obrados, en la que los abogados de los recurrentes ratificaron la demanda pidiendo se
considere el memorial presentado en audiencia que contiene los mismos fundamentos de la
demanda.
Que, los Vocales recurridos informaron por escrito, expresando que al dictar el Auto de
Vista, no resolvieron nada con relación a la libertad de los recurrentes, que la alzada sólo se
refería a una presunta mala tipificación contenida en el Auto inicial de la instrucción, que
no se ha vulnerado la seguridad jurídica ni el derecho a la defensa pues para emitir el fallo
se ha tomado en cuenta tanto las pruebas de cargo como las de descargo que han llevado a
los juzgadores al convencimiento de lo legal y justo, para tomar la decisión que ahora se
impugna, sin importar que sea de la satisfacción de una u otra parte.

Que concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo Constitucional declara


IMPROCEDENTE el Recurso argumentando que los Vocales recurridos procedieron
conforme a las normas procedimentales, y que la valoración de las pruebas aportadas en la
sustanciación de la instrucción no es de competencia del Tribunal de Amparo que conoce
aspectos de puro derecho y no de hecho.

CONSIDERANDO: Que, del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
elevado en revisión, se evidencian los siguientes extremos:

1.- En el proceso penal interpuesto contra los recurrentes, se dictó el Auto inicial de la
Instrucción por los supuestos delitos de robo agravado y despojo, el mismo que fue
revocado parcialmente calificándose el hecho como delito de hurto (fs. 279 a 280). Apelado
el mismo por el demandante, la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito
Judicial de Santa Cruz revocó esa decisión, manteniendo subsistente el Auto Inicial de la
Instrucción que tipificaba la conducta de los imputados como robo agravado y despojo (fs.
313-314).

2.- La Resolución dictada por los Vocales recurridos, cursante a fs. 313 y 314 de obrados,
fue pronunciada con la atribución conferida por los arts. 106 de la Ley de Organización
Judicial y 281 del Código de Procedimiento Penal.

3.- Asimismo, no se evidencian actos ilegales ni omisiones indebidas que hayan vulnerado
derechos y garantías constitucionales como el debido proceso, el derecho a la defensa y
menos la libertad de los recurrentes, tomando en cuenta que la instrucción constituye una
etapa procesal encaminada a investigar la verdad acerca de los extremos de la imputación
penal, en la que pueden modificarse los hechos acusados por la parte recurrente.

Consecuentemente, el Recurso de Amparo no puede anteponerse ni ser sustitutivo de una


etapa del proceso que no ha sido agotada.

4.- El recurrente viene siendo juzgado penalmente conforme a Ley por las autoridades
competentes, habiendo asumido su defensa conforme a derecho, y no se ha acreditado que
las autoridades recurridas hubieran conculcado el sagrado derecho de defensa.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo no puede revisar decisiones judiciales


adoptadas por Tribunales y Jueces competentes en ejercicio de la jurisdicción que les
atribuye la Ley, decisiones que, por su propia naturaleza, son controversiales y
controvertidas, a no ser que exista clara violación a los derechos fundamentales, lo que no
se da en el caso que se revisa.

Que, al no haberse presentado la situación prevista por el art. 19 de la Constitución Política


del Estado, la Sala Civil Segunda de la Corte Superior de Justicia de Santa Cruz declaró
IMPROCEDENTE el Recurso de Amparo, obrando de esta manera conforme a los alcances
del citado art. 19 de la Carta Fundamental del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión, cursante de fs. 329 a 330 de
obrados.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 959/00-R

Expediente: 2000-01593-04-RAC
Partes: María del Carmen Vargas, Alexander Mamani Quispe, Avelino Sacaca Callizaya,
María Isabel Tarquino Cáceres y Rudy Villaverde Mayta contra Marcelo Vásquez
Villamor, Pdte. del Concejo Municipal de El Alto; José Luis Paredes, Alcalde Municipal de
El Alto y Eloy Hidalgo Mariaca, Presidente de la Junta Vecinal Central de Villa Adela de
El Alto.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Fecha: 16 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión el fallo de fs. 92 dictado por la Sala Social y Administrativa Primera
de la Corte Superior de Justicia de La Paz, dentro del Recurso de Amparo Constitucional
interpuesto por María del Carmen Vargas, Alexander Mamani Quispe, Avelino Sacaca
Callizaya, María Isabel Tarquino Cáceres y Rudy Villaverde Mayta contra Marcelo
Vásquez Villamor, Presidente del Concejo Municipal de El Alto, José Luis Paredes,
Alcalde Municipal de El Alto y Eloy Hidalgo Mariaca, Presidente de la Junta Vecina
Central de Villa Adela de El Alto, los antecedentes del caso; y ,

CONSIDERANDO: Que, por memorial presentado en 4 de septiembre de 2000, cursante a


fs. 39 a 42 de obrados, los recurrentes manifiestan que el Fondo Nacional de Vivienda
Social -FONVIS- les transfirió unos lotes de terreno del manzano 226 del Plan 140 de la
Urbanización Villa Adela de la ciudad de El Alto, y posteriormente, cada propietario
construyó sus viviendas de interés social. Sin embargo, supuestos directivos de la Junta
Vecinal de Villa Adela lograron que el Concejo Municipal de El Alto expida la Resolución
Concejal N° 178/99, de 12 de noviembre de 1999 (fs. 34) por la que se declararon de
necesidad y utilidad pública 18 lotes de terreno comprendidos en el manzano 226 del Plan
140, disponiendo su expropiación con destino al Colegio "Martín Cárdenas", pese a que
este establecimiento tiene una superficie de 13.000 metros cuadrados con aulas
abandonadas y escaso alumnado, e incluso sin que exista presupuesto aprobado. Pero
además, en dicha Resolución se dispone que la directiva de la Junta Vecinal de Villa Adela
debe gestionar ante las entidades correspondientes el financiamiento para pagar los
justiprecios a los propietarios a afectarse.

Afirman luego que no existe la tasación pericial para cancelar la indemnización, por lo que
se conculcan los arts. 22 de la Constitución Política del Estado y 16 al 21 del D.S. de 4 de
abril de 1879 elevado a rango de Ley el 30 de diciembre de 1884.

Por lo expuesto, piden se declare procedente el Recurso interpuesto, ordenando el archivo


del trámite de expropiación y autorizándoles a proseguir con la construcción de viviendas
para sus familias.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso conforme a derecho, se realiza la audiencia


de 2 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs. 89 a 91, donde el recurrente se
ratifica en los términos de la demanda, y añade que en vista de aquella Resolución
Concejal, presentaron los reclamos correspondientes ante el Municipio, oponiéndose a la
expropiación, aunque no recibieron ninguna respuesta oficial. Hace notar la irregularidad
en cuanto a que la Alcaldía Municipal delegó a los vecinos la responsabilidad de gestionar
el financiamiento para la ejecución del proyecto y para cancelar los montos
indemnizatorios.
Por su parte, el representante del Presidente del Concejo Municipal recurrido manifestó en
primer término que la Resolución Concejal N° 178/99 fue dictada en una gestión anterior,
aunque de la lectura de la parte considerativa, se aprecia haberse constatado un crecimiento
vegetativo del Colegio "Martín Cárdenas" con el consiguiente hacinamiento del
estudiantado, a lo que se añade que los terrenos colindantes se encontraban baldíos desde
muchos años atrás. Sin embargo, hace notar que, de acuerdo al art. 83 de la anterior Ley
Orgánica de Municipalidades, un trámite de expropiación debía ser viabilizado a través de
una Ordenanza y no así por una Resolución, y es por ello que el trámite administrativo no
ha prosperado. Por último, señala que los recurrentes podían haber acudido a la vía
administrativa para efectuar sus reclamos solicitando la revocatoria de dicha Resolución, o
en su defecto pedir su nulidad por la vía ordinaria judicial, porque el Recurso de Amparo
Constitucional no es sustitutivo de los recursos ordinarios.

A su vez, la apoderada del Alcalde recurrido dio lectura al informe de fs. 67-68, en el que
se indica que la Resolución Concejal N° 178/99 es anómala, por cuanto la Ley Orgánica de
Municipalidades, en su art. 85, establecía los requisitos para proceder a un trámite de
expropiación, figurando entre ellos que dicha declaratoria derive de una Ley o de una
Ordenanza Municipal, además de que se cuente con una estimación de la expropiación. Por
otra parte, aún suponiendo la validez de esa Resolución, se debe tener en cuenta lo
determinado por el art. 87 de la mencionada Ley que dispone que para el caso de no
ejecutarse la obra o de no haberse pagado la indemnización en un plazo que no deberá
exceder de dos años, la Municipalidad revertirá al propietario el bien expropiado, previa
dictación de una Ordenanza que justifique la anulación del proyecto. Concluye
manifestando que los recurrentes podían haber acudido a las vías administrativas en defensa
de sus derechos.

Por último, el Presidente de la Junta Vecinal recurrida señala que fue la anterior directiva la
que gestionó aquella Resolución Concejal, aunque los actuales directivos solicitaron su
ejecución, en vista de que los ahora recurrentes no enseñaron sus títulos de propiedad sobre
los lotes en conflicto. Finaliza indicando que la Resolución impugnada nunca se ejecutó,
además que los recurrentes podían haber acudido a la vía expedita para solicitar su nulidad.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución de fs. 92, declarando


PROCEDENTE el Recurso con el fundamento de que la Resolución Concejal N° 178/99 se
opone a la Ley de Municipalidades, por cuanto la expropiación sólo puede determinarse
mediante Ordenanza Municipal, además que aquella Resolución desconoce sus propias
atribuciones al delegar el pago del justiprecio a terceras personas, por lo que el Concejo
Municipal incurrió en violación del art. 19 de la Constitución Política del Estado, siendo el
acto nulo por principio del art. 31 de la misma Carta Fundamental. Asimismo, se señala que
no existe de otro medio o recurso inmediato para reparar los derechos y garantías
vulnerados.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente, se evidencian los siguientes extremos:

1. Que por Resolución Concejal N° 178/99, de 12 de noviembre de 1999, el Concejo


Municipal de El Alto determinó lo siguiente:

a) declarar de necesidad y utilidad pública 18 lotes de terreno comprendidos en el Manzano


226, Plan 140 de la Urbanización Villa Adela, con destino a la ampliación del Colegio
"Martín Cárdenas";
b) que la directiva de la Junta Central Vecinal de Villa Adela gestione ante las entidades
correspondientes el financiamiento para pagar los justiprecios a los propietarios afectados;

c) que la Dirección de Desarrollo Urbano y Catastro Técnico Municipal proceda a cancelar


los trámites administrativos, de Línea y Nivel y de Registros en Catastro Urbano.

2. La mencionada Resolución Concejal fue expedida en vigencia de la Ley de


Municipalidades N° 2028, promulgada el 28 de octubre de 1999 y publicada en la Gaceta
Oficial de Bolivia el 8 de noviembre de 1999, por lo que el Concejo Municipal de El Alto
debería haberse sometido a esta disposición legal, en cuyo art. 122 se exige que las
expropiaciones tengan previa declaratoria de necesidad y utilidad pública previo pago de
indemnización justa, dispuesta mediante Ordenanza Municipal aprobada por dos tercios.

3. Los propietarios de los lotes a ser afectados -hoy recurrentes- no acreditaron haber
ocurrido ante el Concejo Municipal de El Alto en procura de que la Resolución N° 178/99
impugnada sea objeto de reconsideración, de acuerdo al art. 22 de la Ley de
Municipalidades.

4. Asimismo, se puede evidenciar que los recurrentes aguardaron 10 meses desde que se
expidió la Resolución Concejal N° 178/99, de 12 de noviembre de 1999, para demandar su
ilegalidad, al considerarla como atentatoria al derecho a la propiedad privada, protegido por
el art. 22 de la Carta Magna.

5. Por otra parte, se tiene señalado que el trámite de expropiación de referencia no se


ejecutó.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional, previsto por el art. 19 de la


Constitución Política del Estado, procede siempre y cuando no exista otro medio o recurso
legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o
amenazados. En el caso que se revisa, los recurrentes tienen expedita la vía administrativa
ante el propio Concejo Municipal de El Alto para solicitar la reconsideración de la
Resolución N° 178/99, aspecto que no hace viable el Amparo Constitucional..

CONSIDERANDO: Que el Tribunal de Amparo, al declarar PROCEDENTE el Recurso,


no ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes ni interpretado correctamente
el art. 19 de la Carta Fundamental del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 94 y 102-V de
la Ley N° 1836, REVOCA la Resolución revisada corriente a fs. 92, y declara
IMPROCEDENTE el Recurso de Amparo Constitucional, con costas y multa a los
recurrentes, de acuerdo al art. 102-III de la Ley N° 1836.
Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 950/00-R

Expediente: No. 2000-01599-04-RHC


Partes: José Luis Molina Rodrigo en representación sin mandato de Filemón Barrios Flores
y Ramiro Flores Terán contra Gonzalo Peñaranda Taida y Eduardo Guamán Prado, Vocales
de la Sala Penal Segunda de la Corte Superior de Cochabamba.
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 16 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 101 a 102 de obrados, pronunciada el 7 de


septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de
Cochabamba, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por José Luis Molina
Rodrigo en representación sin mandato de Filemón Barrios Flores y Ramiro Flores Terán
contra Gonzalo Peñaranda Taida y Eduardo Guamán Prado, Vocales de la Sala Penal
Segunda de la Corte Superior de Cochabamba, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 5 de septiembre de 2000, de fs.


18 a 19 y vta. de obrados, refiere que en el Juzgado Segundo de Sustancias Controladas se
encuentra radicada la causa seguida contra sus representados, en la cual se ha dictado Auto
de apertura de proceso el 8 de junio, del cual se apeló, radicándose dicho Recurso en la Sala
de los recurridos, a la cual se apersonaron mediante memorial de 8 de agosto de 2000 y se
providenció: "Estése al auto de agosto 08 del presente año", dándoles a entender que la
causa había sido resuelta en esa fecha; que también, el 10 de agosto impugnan el
requerimiento fiscal y se providencia en forma idéntica a la anterior "Estése a lo resuelto,
pudiendo hacer valer los fundamentos y la prueba acompañada ante el Tribunal de la
Causa". Que, pese a ello, presentan otro memorial el 11 de agosto solicitando enmienda y
complementación sobre el Auto de Vista pronunciado el 8 de agosto y se dicta un Auto
diciendo "no existe extremo alguno que enmendar ni complementar"; siendo notificados
con dicho Auto dos veces con diferencia de 10 minutos. Señala que a la mayoría de los
referidos memoriales se adjuntó prueba literal valiosa que no se consideró, que la Sala
recurrida ha dictado varios fallos erróneos, por lo que se acude a ésta vía a objeto de que se
realice un examen de la prueba que nunca ha sido valorada y se reparen dichos errores
procesales.

Que, por lo expuesto y dado que los procesados son "objetos pasivos" de los derechos
garantizados previstos en los arts. 3 del Código de Procedimiento Penal, 3 y 6 del nuevo
Código Adjetivo, habiéndose conculcado sus legítimos derechos a la defensa sin realizar la
valoración de la prueba, conforme a las normas en vigencia, al amparo de lo previsto en el
art. 18 y 16-II de la Constitución Política del Estado, plantea el presente Recurso pidiendo
sea declarado procedente.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 7 de septiembre de 2000, cual


consta a fs. 100 y vta. de obrados, el recurrente ratificó el tenor de su Recurso. Por su parte,
los recurridos prestaron informe por escrito en el cual señalan que dentro del proceso que
sigue el Ministerio Público contra los representados por el delito de tráfico de sustancias
controladas previsto en el art. 48 con relación al 33 inc. m) de la Ley Nº 1008, ellos
dictaron resolución el 8 de agosto de 2000, confirmando el auto de apertura de proceso,
perdiendo competencia en la causa, por lo que ante los memoriales presentados por el
recurrente acompañando pruebas literales el 9, 10 y 11 de agosto, decretaron estese al auto
de la fecha o a lo resuelto, razón por la que piden se declare improcedente el Recurso
planteado.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con la opinión
Fiscal, declara improcedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de "...Que por conducto
del Hábeas Corpus no se puede ingresar a considerar, analizar y valorar las pruebas
presentadas por los recurrentes en su defensa aduciendo ser inocentes y que tienen íntima
relación con el proceso penal...".

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:
1. Que, el recurrente fundamenta su Recurso alegando que en el proceso penal que se les
sigue a sus representados por la comisión del delito previsto en el art. 48 con relación al art.
33-m) de la Ley No. 1008, los Vocales recurridos se negaron a considerar la prueba que se
aportó, por lo que acude "...a esta instancia a objeto de que ... se abra la posibilidad de
realizar un examen de lo decidido ... Y DE LA PRUEBA QUE NUNCA HA SIDO
VALORADA...", dado que los procesados se encuentran injustamente acusados, detenidos
y privados de su derecho a la defensa.

2. Que, radicado el expediente ante el Juzgado Segundo de Partido de Sustancias


Controladas, el 8 de junio de 2000 se dictó auto de apertura de proceso contra los
representados, quienes plantearon recurso de apelación que siendo concedido, radicó ante la
Sala a cargo de los recurridos, quienes remitieron el expediente a vista fiscal el 4 de agosto
de 2000. Que, devuelto el expediente con el requerimiento fiscal el 5 de agosto de 2000, los
recurridos dictaron Auto de Vista el 8 del mismo mes y año, confirmando el Auto de
Apertura de Proceso.

3. Que, los procesados presentaron memoriales los días 9, 10 y 11 de agosto de 2000,


pidiendo se considere prueba de descargo e impugnando el requerimiento fiscal, a lo que
los recurridos decretaron y resolvieron que se esté al Auto dictado el 8 de agosto de 2000,
que se acuda ante el Tribunal de la causa y que no había extremo alguno que enmendar ni
complementar.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, dado que los recurridos han sometido a los procesados a un procesamiento indebido
que atenta contra su derecho fundamental de libertad, por cuanto sobre la base del ilegal
Auto confirmatorio del Auto de Apertura de Proceso dictado el 8 de agosto de 2000,
permanecen detenidos presumiblemente en forma ilegal, pues dicha resolución se dicta en
franca infracción a lo dispuesto en el 5to. párrafo, numeral 2 del art. 17 de la Ley de Fianza
Juratoria que dispone expresamente: "Radicado el proceso en la Corte, se pasará en vista
fiscal, que deberá ser absuelta en el término máximo de tres días. Luego se oirá al imputado
dentro del mismo término, vencido el cual se pronunciará auto de vista en el plazo de diez
días" y en el caso presente, los representados no fueron oídos luego de que el Representante
del Ministerio Público emitió su requerimiento; consiguientemente, los procesados no
solamente fueron privados de ser oídos, sino también de aportar su prueba de descargo, a
fin de desvirtuar la comisión de los delitos que se les imputan y dejar sin efecto la injusta
detención de la que acusan ser objeto.

Que, proseguir un proceso contra una persona en base de una resolución ilegal, resulta en el
sentido de la Ley, procesar indebidamente; lo que sucede en el caso concreto al no haberse
considerado los memoriales presentados por los procesados para dictar el Auto
Confirmatorio de 8 de agosto de 2000.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Hábeas Corpus no ha


compulsado correctamente los hechos ni dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, REVOCA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 101 a 102 de obrados,
pronunciada el 7 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de
Cochabamba y declara PROCEDENTE el Recurso planteado, disponiendo la nulidad de
obrados hasta el estado de que los representados sean notificados con el requerimiento
fiscal emitido en el recurso de apelación conocido por los recurridos. Asimismo, ordena
que el citado Tribunal proceda a la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 91-VI
de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

No firman los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia y el
Dr. René Baldivieso Guzmán, por estar en uso de su vacación anual.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 950/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 962/00-R

Expediente: 2000-01627-04-RHC
Partes: Carlos Alberto Simoes Junior, Juan Carlos Caballero Velásquez, Oscar Martín
Serna Ponce y Ronald Horna Aranda contra Jorge Larrea López, Gobernador de la
Penitenciaría Distrital de San Pedro de Chonchocoro.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Fecha: 16 de octubre de 2000
Mag. Relator : Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución N° 195/00, cursante a fs. 42 a 44 de 15 de septiembre


de 2000, pronunciada por el Juez Octavo de Partido en lo Penal de la ciudad de La Paz
dentro del Recurso de Habeas Corpus interpuesto por Carlos Alberto Simoes Junior, Juan
Carlos Caballero Velásquez, Oscar Martín Serna Ponce y Ronald Horna Aranda contra
Jorge Larrea López, Gobernador de la Penitenciaría Distrital de San Pedro de Chonchocoro,
sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial de fs. 4 a 7, presentado en 14 de septiembre de


2000, el Defensor Público, en representación sin poder de los recurrentes, manifiesta que el
29 de junio del presente año, en el interior del penal de Chonchocoro donde guardan
detención, se produjo la muerte de dos internos, hecho del que injustamente fueron
sindicados, por lo que por órdenes del Gobernador, fueron aislados e incomunicados de la
población penal común, siendo trasladados a celdas de castigo.

Señala que luego de prestadas sus declaraciones informativas policiales e indagatorias, el


Juez Primero de Instrucción en lo Penal dispuso el 21 de agosto como medida cautelar la
detención preventiva, y colateralmente el cese inmediato del aislamiento en celdas de
castigo e incomunicación. Indica que sin embargo, esa orden judicial no fue cumplida por
el recurrido, por lo que hasta la fecha los recurrentes continúan en las celdas de castigo y no
fueron remitidos a la población penal común.

Manifiestan que el recurrido, al no dar cumplimiento a la orden judicial de referencia, ha


incurrido en la comisión de los delitos dispuestos por los arts. 154 (Incumplimiento de
deberes) y 184 (Incumplimiento o prolongación de sanción) del Código Penal, además de
haber violado el art. 84 del Reglamento de la Ley de Ejecución de Penas y Sistema
Penitenciario, que exige que mientras se levanten diligencias de Policía Judicial, el interno
autor del delito será sometido a confinamiento solitario, medida que se levantará en el
momento que disponga el Juez de la Causa.

Por lo expuesto, interpone Recurso de Hábeas Corpus contra el Gobernador del Penal de
San Pedro por detención ilegal, indebida y arbitraria.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 15 de septiembre de 2000, conforme consta por el acta de fs. 37
a 41, en la que el abogado de los recurrentes ratifica los términos de la demanda.

Por su parte, la autoridad recurrida informa que una vez ocurridos los hechos de sangre en
el penal, se señaló a los presuntos responsables. Según el art. 84 del Reglamento de la Ley
de Ejecución de Penas, mientras se levanten las diligencias de Policía Judicial, el interno
autor del delito será sometido a confinamiento solitario, el que será levantado cuando
disponga el Juez de la causa. Añadió que los recurrentes reciben visitas, conforme se
acredita por los libros de registro, y además se ha solucionado el tema de duchas y baños,
además de que salen todo el día, recibiendo incluso visitas conyugales y con control
médico. Concluyó señalando que su autoridad dio cumplimiento de inmediato al
levantamiento de la medida de aislamiento.

Luego, el abogado de la autoridad recurrida agregó que los recurrentes se encuentran


detenidos por órdenes de autoridades competentes, y que en torno a la determinación del
Juez de la causa para que se suspenda el aislamiento de los cuatro imputados, se condiciona
a que el Gobernador de Chonchocoro no tenga razones fundadas para mantener esa
disposición, de manera que se dejó la decisión final a la autoridad recurrida.

Manifestó que sobre los recurrentes pesa la detención preventiva porque una vez ocurrida la
muerte de dos internos, se practicó la prueba del guantelete, dando positiva en la persona
del recurrente Simoes, adoptándose las medidas de seguridad para evitar la fuga masiva,
para que no se repitan los hechos de sangre y para no permitir la muerte de los propios
recurrentes, toda vez que tienen muchos enemigos al interior del penal. Por último, aclaró
que de acuerdo a Reglamento existen tres formas de reclusión en Chonchocoro: la de
población abierta, régimen cerrado y de aislamiento. Y en realidad, los recurrentes
estuvieron en el régimen cerrado, no así en aislamiento.

Concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Sentencia cursante a fs. 42 a 44,
declarando IMPROCEDENTE el Recurso, disponiendo sin embargo que se garantice a
favor de los recurrentes todos los Derechos Humanos. Los argumentos señalados en esta
sentencia son los siguientes:

a) que en la demanda se sostiene que el Gobernador recurrido vulneró el art. 184 del
Código Penal referido a incumplimiento y prolongación de sanción, aunque la conducta de
dicha autoridad no contiene los elementos de dicho tipo penal, por cuanto la detención de
los recurrentes fue dispuesta por diferentes representantes del órgano jurisdiccional.

b) que habiendo resoluciones que disponen la detención preventiva de los recurrentes, no se


demuestra la detención ilegal o indebida.

c) que los recurrentes recibieron visitas durante los últimos días, lo que prueba que no se
encuentran en la forma de reclusión de aislamiento.

d) que tampoco se ha demostrado que el recurrido hubiera omitido cumplir con una orden
judicial, por cuanto ésta deja a criterio del Gobernador la suspensión del aislamiento.
CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia
que:

1. Que el 21 de agosto de 2000, el Juez Primero de Instrucción en lo Penal hace conocer al


Gobernador recurrido que dentro del sumario penal seguido por el Ministerio Público
contra Carlos Alberto Simoes y otros por el delito de asesinato, se dispuso la suspensión en
forma inmediata del aislamiento de los cuatro imputados, siempre y cuando el Gobernador
no tenga razones fundadas para mantener sus disposiciones, sea por disciplina o por otras
circunstancias que la Ley de Ejecución de Penas le faculta.

2. Que según el detalle proporcionado por la autoridad recurrida, el correcurrente Juan


Carlos Caballero recibió visitas en el Penal de San Pedro de Chonchocoro durante los
meses de julio, agosto y parte de septiembre de este año; que el correcurrente Martín Serna
recibió visitas en agosto y septiembre, mientras que Ronald Horna recibió visitas en
septiembre de este año.

3. Que conforme a los informes emitidos por el Oficial de Servicio del Penal de
Chonchocoro (fs. 22 a 36) correspondiente a la relación de internos sometidos a aislamiento
(del 21 de agosto al 15 de septiembre de 2000), se constata que ninguno de los recurrentes
figura en la nómina de internos sometidos a aislamiento, sino en observación.

4. Que sin embargo, el 25 de agosto de 2000, el Consejo de Delegados del Penal de


Chonchocoro denuncia ante el Juez Primero de Instrucción en lo Penal de El Alto, que los
internos Juan Carlos Caballero, Martín Serna, Ronald Horna y Carlos Simoes (recurrentes)
permanecen aislados durante 56 días, sin los servicios de electricidad, agua, comunicación
con sus familias ni con su defensa.

CONSIDERANDO: Que el art. 8 de la Ley de Ejecución de Penas y Sistema Penitenciario,


relacionado con los arts. 43 y 82 del Código Penal, establece el Régimen Cerrado para
internos en estado de peligrosidad y para los que se muestren hostiles y refractarios al
tratamiento.

Que, el art. 125, n) de la citada Ley, ante faltas graves cometidas por los internos, faculta a
las autoridades de los Centros Penitenciarios a disponer medidas disciplinarias, entre las
que figura el confinamiento (art. 84 del Reglamento de la Ley de Ejecución de Penas y
Sistema Penitenciario); medida que el Juez no la suspendió, sino que la dejó librada a la
existencia de razones fundadas para mantenerlas.

Que no obstante lo anotado, en el caso que se revisa, no se ha demostrado que los


recurrentes se encuentren aislados, sometidos a malos tratos e incomunicados; al contrario,
existe evidencia en sentido de que aquellos recibieron visitas durante las últimas semanas.

Que por otra parte, los recurrentes se encuentran detenidos en el Penal de Chonchocoro en
virtud a determinaciones adoptadas por autoridades competentes dentro de procesos penales
diferentes, por lo que no existe detención ilegal, indebida o arbitraria, como afirma la parte
recurrente en el memorial de demanda de fs. 4 a 7.

Que el Recurso de Hábeas Corpus consagrado por el art. 18 de la Constitución Política del
Estado está instituido para que toda persona que se creyere estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada o presa pueda demandar que se guarden las formalidades
de rigor, lo que no ocurre en el caso de autos.

Que en consecuencia, la autoridad recurrida no ha incurrido en detención indebida, ilegal o


arbitraria, estando sus actos enmarcados a derecho, por lo que el Juez de Hábeas Corpus, al
haber declarado IMPROCEDENTE el Recurso interpuesto, ha efectuado una correcta
interpretación de los hechos así como de los alcances del art. 18 de la Constitución Política
del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Resolución N° 195/00 de fs. 42 a 44 elevada en revisión.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 961/00-R

Expediente: 2000-01637-04-RHC
Partes: Jorge Burgoa Alarcón contra Roxana B. Espejo Flores, Jueza Segunda de
Instrucción en lo Penal de El Alto.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Fecha: 16 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución N° 131/00, cursante a fojas 40-42 de 20 de septiembre


de 2000, pronunciada por el Juez Primero de Partido en lo Penal de la ciudad de La Paz,
dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Jorge Burgoa Alarcón contra Rozana
B. Espejo Flores, Jueza Segunda de Instrucción en lo Penal de El Alto, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial de fs. 4, presentado en 18 de septiembre de 2000,


el recurrente manifiesta que la Juez recurrida expidió en su contra un mandamiento de
comparendo dentro del proceso penal seguido por Celestino Alavi Mamani contra varios
individuos, incluida su persona, por lo que se encuentra ilegalmente perseguido y
procesado, haciendo notar el recurrente que su intervención en la ejecución de un
mandamiento de desapoderamiento fue en su calidad de abogado patrocinante de Mutual La
Paz.

Señala como antecedente que por ante el Juzgado 12° de Partido en lo Civil, se inició un
proceso ejecutivo contra Mario Cori Mamani y Emilia Ticona Canaviri sobre cobro de un
préstamo con garantía hipotecaria, y en ejecución de sentencia, se ordenó el remate del
inmueble ubicado en Villa 12 de octubre N° 27 de El Alto. Que ante la ausencia de
postores, ese inmueble fue adjudicado a Mutual La Paz, habiendo registrado su derecho
propietario en Derechos Reales bajo la Partida Computarizada N° 0149088813.

Añade que a efectos de la entrega de dicho inmueble, en aplicación a lo dispuesto por el art.
45 de la Ley N° 1760 de 28 de febrero de 1997, se expidió el correspondiente mandamiento
de desapoderamiento, el mismo que fue ejecutado por las autoridades competentes y en
presencia de su persona como representante de los adjudicatarios. Según el acta de
desapoderamiento, el querellante Celestino Alavi ocupaba la mitad del indicado inmueble,
el mismo que tuvo que entregar en cumplimiento a la orden judicial pertinente, por lo que
no existe la comisión de delito alguno.

Por otra parte, indica que consta en obrados que su intervención fue en calidad de abogado,
y según la Ley de la Abogacía, no puede ser enjuiciado por patrocinar una causa y sin
previa licencia del Colegio de Abogados, por lo que solicita que se declare procedente el
Recurso y se dejen sin efecto los mandamientos expedidos en su contra.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 20 de septiembre de 2000, conforme consta por el acta de fs. 36
a 39, en la que el recurrente se ratificó en los términos de su demanda, añadiendo que se
encuentra ilegalmente perseguido y procesado por cuanto se le ha indicado en aquel
Juzgado que se están expidiendo los respectivos mandamientos de apremio.

Por su parte, la autoridad recurrida señala que viene conociendo un proceso penal de acción
privada por los delitos de despojo y allanamiento; en consecuencia, de acuerdo al Nuevo
Código de Procedimiento Penal dictó el auto de admisión de la demanda en contra de Saúl
Salinas, Hugo Moncada y Jorge Burgoa, quienes posteriormente fueron notificados con el
comparendo, y por memorial de 18 de septiembre ellos se apersonaron al Juzgado, por lo
que se señaló audiencias de declaraciones confesorias, correspondiendo al recurrente el 13
de octubre a hrs. 15:50. Aclara que en ningún momento expidió mandamientos de apremio
porque son delitos de orden privado.
Respondiendo a la pregunta formulada por el Juez de Habeas Corpus, señala que el
recurrente no interpuso ninguna excepción, y que una vez que se abrió el proceso puede
presentar excepciones o apelar del auto de admisión de demanda, pero hasta el momento
sólo se apersonaron. Añade que ignora si los procesados son abogados, médicos o personas
del pueblo.

A su vez, el recurrente manifiesta que él no se apersonó ante ese Juzgado porque de haberlo
hecho, estaría admitiendo la competencia de la autoridad recurrida, reiterando que es falso
que hubiera presentado algún memorial.

Con la réplica, la Jueza recurrida dice que a fs. 13 de obrados cursa un memorial en el que
se apersonan Saúl Salinas, Jorge Burgoa Alarcón y Hugo Moncada Vega, firmando el
abogado Roberto Villarroel, luego aparece otra firma ilegible en el que se dice "por los
impedidos momentáneamente".

Concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Sentencia cursante a fs. 40 - 42


declarando PROCEDENTE el Recurso, con el argumento de que el recurrente obró en
calidad de abogado en todas las actuaciones concernientes al desapoderamiento de un bien
inmueble, por lo que de acuerdo al art. 43 de la Ley de la Abogacía, ningún abogado podrá
ser juzgado por los jueces ordinarios, civiles o penales, por hechos relativos al ejercicio
profesional, si antes no lo hubiera hecho por el Tribunal y éste le concediera licencia para el
indicado juzgamiento.

CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia


que:

1. Por la escritura de adjudicación judicial de 24 de febrero de 1999, cursante a fs. 6-14, se


acredita que como consecuencia del proceso ejecutivo instaurado por la Asociación Mutual
de Ahorro y Préstamo para la Vivienda "La Paz", en ejecución de sentencia se dispuso el
remate del inmueble ubicado en la ciudad de El Alto de La Paz, zona Villa 12 de octubre
N° 27, con una extensión superficial de 400 m2, de propiedad de los ejecutados Mario Cori
y otra, pero que ante la falta de postores, el Juez 12° de Partido en lo Civil dispuso la
adjudicación del referido bien inmueble a favor de aquella Mutual.

2. Que, a través del memorial de 12 de agosto de 1999 y dentro del referido proceso
ejecutivo, la representante legal de la Mutual La Paz solicita al Juez 12° de Partido en lo
Civil libre mandamiento de desapoderamiento del indicado inmueble, en mérito a la
adjudicación judicial a favor de la Asociación ejecutante (fs. 15).

3. Que, el 25 de mayo de 2000 se libra el mandamiento de desapoderamiento corriente a fs.


16, encomendando su ejecución al Oficial de Diligencias del Juzgado, facultando a los
ejecutores a la ruptura de candados, allanamiento y habilitación de horas ordinarias y días
extraordinarios, y de pedir auxilio a la fuerza pública en caso de resistencia.

4. Que por memorial de 23 de junio de 2000, Celestino Alavi formaliza querella por
despojo, allanamiento y usurpación agravada contra Saúl Salinas, Jorge Burgoa y Hugo
Moncada, habiéndose admitido la demanda penal por Auto de 24 de agosto y librándose los
mandamientos de comparendo correspondientes.

CONSIDERANDO: Que el recurrente no ha demostrado haber acudido ante la Jueza


recurrida ni haber hecho uso de los medios o recursos legales con el objeto de solicitar se le
separe de la acción penal en su calidad de abogado mientras no sea licenciado por el
respectivo Colegio de Profesionales, de acuerdo al art. 43 de la Ley de la Abogacía.

Que, no consta en el expediente que el Juez haya tenido conocimiento de que uno de los
procesados (el recurrente) es abogado y actuó en tal situación en el presunto hecho
delictivo, por lo que no se le puede imputar a la autoridad recurrida un procesamiento
ilegal.

Que por otra parte, en cuando a la persecución ilegal, no basta con escuchar, sospechar o
suponer que se estaría librando un mandamiento de apremio en contra de determinada
persona; debe probarse el atentado a la libertad de locomoción, aspecto que en el caso que
se revisa no existe.

Que el Recurso de Hábeas Corpus consagrado por el art. 18 de la Constitución Política del
Estado está instituido para que toda persona que se creyere estar indebida o ilegalmente
perseguida, detenida, procesada o presa pueda demandar que se guarden las formalidades
de rigor.

Que en consecuencia, la autoridad recurrida no ha incurrido en persecución ilegal ni


procesamiento indebido contra el recurrente, estando sus actos enmarcados a derecho, por
lo que el Juez de Hábeas Corpus, al haber declarado PROCEDENTE el Recurso
interpuesto, no ha efectuado una correcta interpretación de los hechos ni de los alcances del
art. 18 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, REVOCA la Resolución de fs. 40 a 42 elevada en revisión, y en consecuencia declara
IMPROCEDENTE el Recurso de Hábeas Corpus.

Sentencia Constitucional Nº 961/00-R (viene de la pág. 3)


_____________________________________________________________

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO
Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-01612-04-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 202/2000-CA

Partes: Tonci Mihaic Bojanic y Luis Eduardo Dorado Erdland contra Oscar Hassenteufel
Salazar, Jaime Ampuero García, Armando Villafuerte Claros, Héctor Sandoval Parada,
Carlos Tovar Gutzlaff, Guillermo Arancibia López, Kenny Prieto Melgarejo, Carlos Rocha
Orozco, Eduardo Rodríguez Veltze, Emilse Ardaya Gutiérrez y Freddy Reynolds Eguia,
Presidente y Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y Jaime Ampuero
García y Armando Villafuerte Claros, Ministros de la Sala Penal Segunda de la misma
Corte.
Materia: Recurso Directo de Nulidad.
Expediente: 2000-01612-04-RDN
Fecha: 17 de octubre de 2000

VISTOS: El recurso de reposición que antecede contra el Auto Constitucional Nº


185/2000-CA, pronunciado por la Comisión de Admisión dentro del Recurso Directo de
Nulidad interpuesto por Tonci Mihaic Bojanic y Luis Eduardo Dorado Erdland; y,

CONSIDERANDO: Que, dentro del plazo previsto por el art. 33.II de la Ley del Tribunal
Constitucional, por memorial que antecede, los recurrentes plantean recurso de reposición
contra el Auto Constitucional Nº 185/2000-CA de 27 de Septiembre de 2000 manifestando
que el mismo no aplica la Constitución Política del Estado en forma preferente a
disposiciones contempladas en una ley, pretendiendo dejar en la impunidad la flagrante
usurpación de funciones demandada de nulidad, cometida por la Sala Plena de la Corte
Suprema de Justicia de la Nación y por una de sus Salas Penales, solicitando se reponga lo
dispuesto en el señalado Auto Constitucional y se aplique preferentemente lo establecido en
la Constitución. Asimismo argumentan que el art. 31 de la Constitución Política del Estado
de preferente aplicación por mandato constitucional, no establece la diferencia o
preferencia inconstitucionalmente añadida en el punto II del art. 79 de la Ley el Tribunal
Constitucional a favor de autoridad judicial.

Que, de los precedentes constitucionales sobre la materia, se establece lo siguiente:

a)Que, el Recurso Directo de Nulidad fue creado como una acción jurisdiccional
extraordinaria de tramitación especial para proteger a las personas contra los actos o
resoluciones de las autoridades públicas no judiciales, es así que en el texto constitucional
de 1938, en su artículo 140, estableció que "corresponde a la justicia ordinaria: 3º Resolver
los recursos directos de nulidad que se deduzcan en resguardo del artículo 27 de la
Constitución, contra todo acto o resolución de autoridad pública que no fuese judicial.
Estos recursos serán sustanciados y resueltos por los Tribunales y jueces que tengan por
ley, la facultad de juzgar en primera instancia al funcionario que se hubiese excedido en sus
facultades".

b)En el mismo sentido, la Constitución de 1967, en su artículo 122 estableció que


corresponde a la justicia ordinaria "2º Resolver los recursos directos de nulidad que se
deduzcan en resguardo del artículo 31 de esta Constitución, contra todo acto o resolución
de autoridad pública que no fuese judicial.

c)Que el Recurso Directo de Nulidad fue instituido en el ordenamiento jurídico boliviano


como medio de impugnación de los actos y resoluciones de autoridades públicas no
judiciales que usurpen funciones o ejerzan jurisdicción y competencia que no emane de la
ley, conforme a esta, las resoluciones o actos de las autoridades judiciales que usurpen
funciones eran impugnables por los procedimientos ordinarios establecidos en el
ordenamiento jurídico nacional.

CONSIDERANDO: Que, este Tribunal, sobre la base de las consideraciones referidas


anteriormente, entendió que el Recurso Directo de Nulidad no procede contra las
resoluciones o actos de autoridades judiciales, salvo en los casos establecidos por el art. 79-
II de la Ley Nº 1836, así Auto 126/2000 CA, 127/2000 CA, 130/2000 CA y 158/2000 CA.

Que, sin embargo, de la profundización del análisis de la normativa vigente sobre la


materia, se llega a las siguientes conclusiones:

1)Que si bien es evidente que la tradición jurídica boliviana en la materia ha excluido del
ámbito de aplicación del recurso directo de nulidad las resoluciones o los actos de las
autoridades judiciales; tales limitaciones en su momento han estado expresamente
señaladas en el texto constitucional en cuestión; lo que no ocurre en la vigente normativa
constitucional; al haber desaparecido tal previsión, luego de la reforma de 1995.

2)Que, consiguientemente, al haberse eliminado del texto constitucional las limitaciones


antes aludidas, se entiende que el recurso en análisis se constituye en una garantía de
aplicación general contra todos los “...actos de los que usurpen funciones que no les
competen así como los actos de los que ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de la
ley”, tal como lo expresa el Art. 31 constitucional.
3)Entendiendo de ello que la previsión contenida en el art. 79.II, no limita los alcances del
recurso a los casos enumerados en la misma (suspensión o cese de funciones), sino que más
bien amplia los alcance del recurso, al añadir expresamente que “También procede contra
las resoluciones dictadas o actos realizados por autoridad judicial que esté suspendida de
sus funciones o hubiere cesado”.

Que, consiguientemente, corresponde, en mérito a los fundamentos precedentemente


aludidos, dar curso a la solicitud de reposición planteada.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional REPONE el Auto


Constitucional Nº 185/2000-CA, y consiguiente ADMITE el Recurso Directo de Nulidad
interpuesto por Tonci Mihaic Bojanic y Luis Eduardo Dorado Erdland contra el Acuerdo de
Sala Plena de 12 de abril de 2000 y el Auto Supremo Nº 378/2000 de 24 de julio de 2000
pronunciado por la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia y su Sala Penal,
respectivamente, y dispone la citación de Oscar Hassenteufel Salazar, Jaime Ampuero
García, Armando Villafuerte Claros, Héctor Sandoval Parada, Carlos Tovar Gutzlaff,
Guillermo Arancibia López, Kenny Prieto Melgarejo, Carlos Rocha Orozco, Eduardo
Rodríguez Veltze, Emilse Ardaya Gutiérrez y Freddy Reynolds Eguia, Presidente y
Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y Jaime Ampuero García y
Armando Villafuerte Claros, Ministros de la Sala Penal Segunda de la misma Corte
mediante provisión citatoria, autoridades que deberán remitir los antecedentes
correspondientes de acuerdo con lo establecido por el art. 83 de la Ley del Tribunal
Constitucional dentro del plazo de veinticuatro horas, y responder al Recurso dentro del
plazo de cinco días hábiles, de conformidad al Acuerdo del Tribunal Constitucional Nº
54/2000 de 21 de junio de 2000, más el plazo de la distancia establecido en el Acuerdo Nº
83/99.

De conformidad a lo dispuesto por el art. 84 de la Ley Nº 1836, desde el momento de su


citación queda suspendida la competencia de los recurridos en relación al caso concreto.

Al otrosí.- Téngase presente.


Corresponde al Auto Constitucional Nº 202/2000-CA

Regístrese y hágase saber.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


DECANO
EN EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA
Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas
MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 077/2000

Expediente: 2000-01484-04-RII
Partes: Edda Sarah Fiorilo Barrios, Carlos Antonio Fiorilo Puña y Teresa Maria Barrios
Iñiguez de Fiorilo.
Materia: Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad
Distrito: Oruro
Lugar y Fecha: Sucre, 19 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: El Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad promovido a instancias


de Edda Sarah Fiorilo Barrios, Carlos Antonio Fiorilo Puña y Teresa Maria Barrios Iñiguez
de Fiorilo contra el Título Segundo, Capítulo único arts. 48 y siguientes de la Ley Nº 1760,
dentro del proceso coactivo seguido en su contra por el Banco Nacional S.A. (Oficina
Oruro), sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO I

Que por los memoriales presentados el 12 de junio de 2000 ante la Sala Civil de la Corte
Superior del Distrito de Oruro, cursantes de fs. 55 a 57 y 58 a 60, los recurrentes:

I.1. Interponen Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad del Título segundo,


Capítulo único arts. 48 y siguientes de la Ley Nº 1760 de Abreviación Procesal Civil y de
Asistencia Familiar, por constituir un verdadero atentado a los derechos fundamentales de
los ciudadanos, privándoles en el caso concreto de su sagrado derecho a defensa previsto
por el art. 16-II de la Carta Fundamental, al condenarlos al cumplimiento coercitivo de una
obligación, sin haberlos escuchado en un debido proceso, por el que deudores y garantes
son sometidos a la acción coactiva -previa renuncia al proceso ejecutivo- dictándose sin
dilación alguna sentencia que los condena al pago de la suma adeudada, bajo
apercibimiento de embargo y remate de los bienes otorgados en garantía.
I.2. Señalan que el Juez, en un acto de prejuzgamiento, sin conocimiento de la defensa de
deudores y garantes, dicta en forma acelerada sentencia condenatoria, la misma que no es
susceptible de recurso alguno, pudiéndose sólo oponer algunas excepciones y apelar,
contraviniendo así el principio de que "nadie puede ser condenado sin antes haber sido oído
en juicio justo" y se conculca el principio del derecho procesal que, "el recurso de apelación
es irrenunciable". Que al no poner en conocimiento del coactivado los términos de la
demanda, se coarta el derecho a defensa pronunciándose sentencia unilateral que adquiere
ejecutoria con su sola dictación, anulando de manera irreflexiva e inconsecuente el
principio de equidad e igualdad. Este régimen total de ilegalidad pretende hacer valer una
supuesta conformidad del deudor y del garante, quienes obedecen a su necesidad de obtener
un crédito sometiéndose a la exigencias anticonstitucionales del Banco acreedor.

CONSIDERANDO II

II.1. Que, promovido el Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad, la Sala


Civil de la Corte Superior del Distrito de Oruro, corre en traslado a los demandantes y con
su respuesta, RECHAZA el recurso, mediante Auto de Vista de 2 de agosto de 2000,
cursante a fs. 77 a 78, elevando antecedentes en consulta a este Tribunal mediante oficio de
3 de agosto de 2000.

II.2. Que la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en ejercicio de la


atribución conferida por el art. 31-4) concordante con el art. 64-III de la Ley Nº 1836,
ADMITE el Recurso a través del Auto Constitucional No. 157/2000-CA de 22 de agosto de
2000 de fs. 81 a 82, por haber sido interpuesto de acuerdo a las previsiones de los arts. 59 y
61 de la citada Ley Nº 1836, en lo que corresponde al Título II, Capítulo Único de la Ley
1760, a excepción de los numerales II y III del art. 49 de la citada Ley de Abreviación
Procesal Civil y de Asistencia Familiar, abriendo de esa manera la competencia del
Tribunal Constitucional para pronunciarse en el fondo.

CONSIDERANDO III

Que, de la compulsa del expediente y de las normas aplicables al Recurso se establece lo


siguiente:

III.1. Que los recurrentes mediante el presente Recurso, impugnan la constitucionalidad del
Titulo II, capítulo único, arts. 48 y siguientes de la Ley Nº 1760.

III.2. Que por Sentencia Constitucional No. 035/00 de 9 de junio de 2000 se ha declarado la
constitucionalidad de los numerales II y III del art. 49 de la Ley Nº 1760, bajo el
fundamento de que "el coactivado no solo hace renuncia libre y expresa de ser ejecutado en
otra vía si no que cuenta con medios de defensa expeditos para neutralizar la acción"(sic).

III.3. Que el art. 48 de la Ley Nº 1760 establece que procede la ejecución coactiva sólo
cuando el deudor hubiera renunciado al trámite del proceso ejecutivo, como ha ocurrido en
el caso presente cuando los recurrentes reconocen al contrato de línea de crédito suscrito
entre el Banco Nacional de Bolivia con la deudora y los garantes la calidad de título
ejecutivo sometiéndose a la vía coactiva.

III.4. De acuerdo a lo establecido por el art. 519 del Código Civil el contrato tiene fuerza de
ley entre las partes contratantes, con la misma fuerza y autoridad que cualquier norma,
aunque su alcance sea limitado y único: obligando exclusivamente a los contratantes. Que
los recurrentes (deudora y garantes) al elegir la vía coactiva no lo han hecho en contra de su
voluntad, sino que en forma expresa han consentido y manifestado su conformidad con la
suscripción del contrato, sometiéndose conscientemente a los efectos que de ese acto
pueden derivar.

III.5. Que el procedimiento no reconoce restricción alguna al derecho a defensa, ya que el


trámite establecido por Ley establece la obligación de citar al demandado después de
cumplidas las medidas cautelares, quien puede oponer las excepciones previstas por Ley
procediendo en caso de rechazo el Recurso de Apelación en efecto devolutivo conforme lo
establece el art. 50-I de la Ley Nº 1760; quedando a salvo, para cualquiera de las partes la
posibilidad de promover la demanda ordinaria conforme lo señala el art. 50-III del mismo
cuerpo legal, dentro del plazo señalado por el art. 490 del Código de Procedimiento Civil
modificado por el art. 28 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar;
vencido este plazo la resolución pronunciada recién adquiere el sello de cosa juzgada
sustancial o material.

CONSIDERANDO IV

IV.1. Que los arts. 48, 49-I), IV) V) y VI), 50 y 51 de la Ley de Abreviación Procesal Civil
y de Asistencia Familiar no vulneran el art. 16-II de la Constitución Política del Estado
invocada por los recurrentes, no existiendo contradicción entre las normas legales aludidas
y el precepto constitucional.

IV.2. Que para ser procedente la acción incidental de inconstitucionalidad, es inexcusable


probar que las normas impugnadas se contraponen al precepto constitucional,
transgrediéndolo; en el caso de autos no se ha demostrado la violación del art. 16-II de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, ejercitando la jurisdicción y competencia que le


confieren los arts. 120-1) de la Constitución Política del Estado, 7-2), 59 y siguientes de la
Ley Nº 1836, declara INFUNDADO el Recurso Indirecto de fs. 55 a 57 y 58 a 60,
consiguientemente constitucionales los arts. 48, 49-I), IV), V) y VI , 50 y 51 de la Ley de
Abreviación Procesal Civil y de Asistencia Familiar.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.
Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 969/2000-R

expediente: 2000-01610-04-RAC
Partes: Lannddy Hanco de Miranda contra Margot Miranda de Molina y Ninfa Pereira.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 19 de octubre de 2000
Magistrada Relatora:Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 9 a 10 de 5 de septiembre de 2000 pronunciada


por el Juez de Partido de Apolo, Provincia Franz Tamayo del Departamento de La Paz,
dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Lannddy Hanco de Miranda
contra Margot Miranda de Molina y Ninfa Pereira, los antecedentes que cursan en el
expediente; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 3 a 4 de obrados, presentado el 4 de


septiembre de 2000, la recurrente manifiesta que el 23 de agosto del año en curso, en
circunstancias en que sus hijos se encontraban solos en su domicilio ubicado en la zona de
Cotachimpa, calle Sucre, las señoras Margot Miranda de Molina y Ninfa Isidora Pereira
Vda. de Miranda en forma abusiva procedieron a destrozar las puertas de su vivienda
echando afuera todas sus pertenencias, sin que exista proceso de desalojo con sentencia
ejecutoriada u orden judicial de lanzamiento. Que si bien la primera de las nombradas
aduce ser propietaria del inmueble debió acudir a la vía legal correspondiente en estricta
aplicación de los arts. 621 y siguientes del Código de Procedimiento Civil lo cual no hizo
conforme se desprende de las certificaciones adjuntas. Afirma que tales hechos constituyen
actos ilegales que violan los derechos y garantías previstos por el art. 7 y 9 de la
Constitución Política del Estado. Aclara que el inmueble en cuestión no es un bien
ganancial de su matrimonio con Nelson Miranda Pereira, sino que el mismo fue otorgado
por el padre de éste para que vivan, siendo al presente coheredero conforme a Ley.

Por lo expuesto interpone Recurso de Amparo Constitucional contra las nombradas a objeto
de que se abstengan de cometer estos atropellos contra su persona, esposo é hijos.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 5 de septiembre del año en curso, como consta del acta de fs. 6 a 8, donde la
recurrente reitera los términos de su demanda y ampliando la misma señala que como
consecuencia de la acción ilegal de las recurridas sus hijos han quedado con traumas
psicológicos por el susto que les ha producido. Añade que se ha infringido los arts. 621,
623, 625 y 635 del Código de Procedimiento Civil, por lo que solicita se declare procedente
el Recurso.

Por su parte, las recurridas informan que no han infringido los arts. 621, 623, 625 y 635 del
Código de Procedimiento Civil, porque en ningún momento se desalojó los bienes de la
recurrente, que sólo ingresaron a las habitaciones de ésta con el propósito de limpiar y
ordenar la casa, habiendo los menores sacado algunos objetos y enseres. Refieren que en
todo caso la recurrente no cumple con lo establecido por el art. 8-e) de la Constitución
Política del Estado pues abandona constantemente a sus hijos y no sabe qué sucede en su
casa. Que en su condición de abuela y tía, respectivamente, de los menores jamás les han
proferido violencia física o traumas. Que en todo caso es la recurrente quien pretende
desalojarlas.

Concluida la audiencia, el Juez de Partido de Apolo dicta la Resolución cursante de fs. 9 a


10, declarando procedente el Recurso, con el fundamento de que las recurridas al haber
efectuado el lanzamiento de los bienes y enseres de la recurrente, sin que exista sentencia
ejecutoriada de desalojo, ni orden judicial para ello, infringieron los arts. 621, 623, 625 y
635 del Código de Procedimiento Civil y los arts. 100, 105, 106, 108 y 109 del Código
Niño, Niña y Adolescente, habiéndose violado la dignidad y los derechos constitucionales
de los hijos menores de la recurrente causándoles presión psicológica.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que las recurridas ingresaron a las habitaciones que sirven de vivienda a la recurrente
aprovechando que los hijos de ésta se encontraban solos, procediendo a sacar los muebles y
enseres, con el pretexto de realizar limpieza.

2. Que las recurridas no han interpuesto demanda de desalojo contra la recurrente conforme
se ha acreditado por las certificaciones que se adjuntan (fs. 1-2).

3. Que la recurrente interpone el Recurso que se revisa buscando que las recurridas se
abstengan de cometer los atropellos señalados contra su persona y familia.

CONSIDERANDO: Que en el caso de autos, las demandadas en un acto arbitrario y


aprovechando la ausencia de la recurrente y su cónyuge han ingresado a las habitaciones
que les sirven de morada y han procedido a sacar sus muebles y enseres con el ánimo de
desalojarla, cuando este tipo de actuación viola la garantía constitucional de inviolabilidad
del domicilio y el derecho a la vivienda que sólo puede ser interrumpido, en cuanto a su
ocupación, a través de la demanda de desalojo tramitada ante autoridad competente y que
cuente con sentencia ejecutoriada.

Que la recurrente pretende, a través del presente Recurso, que las recurridas se abstengan
de cometer dichos atropellos contra su persona y familia. El Amparo Constitucional está
destinado a proteger los derechos fundamentales de las personas cuando éstos son
violentados por autoridades o personas particulares, siempre y cuando no exista otro medio
legal que les brinde esa protección en forma eficaz e inmediata, circunstancia que se da en
el presente caso, al haber sido desalojada de su vivienda junto a su familia con actos
arbitrarios cometidos por las recurrentes que atentaron contra sus derechos previstos por el
art. 7-i), 21 y 22 de la Constitución Política del Estado.

Que en consecuencia, el Juez de Amparo al haber declarado procedente el Recurso ha


interpretado correctamente el art. 19 de la Constitución Política del Estado, así como los
hechos y normas aplicables al caso.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución revisada.

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO
Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. José Antonio Rivera Santiváñez
MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
EN EJERCICIO DE LA TITUALRIDAD

Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 968/00-R

Expediente: No. 2000-01629-04-RHC


Partes: Moisés Ponce de León B, en representación sin mandato de Antonio Quisbert
Alanoca contra Rolando Sarmiento Torrez, Juez Noveno de Instrucción en lo Penal de La
Paz.
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 19 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 18 a 20 de obrados, pronunciada el 15 de


septiembre de 2000 por el Juez Sexto de Partido en lo Penal del Distrito de La Paz, dentro
del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Moisés Ponce de León B., en representación
sin mandato de Antonio Quisbert Alanoca contra Rolando Sarmiento Torrez, Juez Noveno
de Instrucción en lo Penal, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 13 de septiembre de 2000, a fs. 4


de obrados, señala que habiendo sido su representado detenido y recluido en el penal de
San Pedro por más de ciento sesenta días, sin haberse dictado el auto final de instrucción,
conforme al art. 11 de la Ley Nº 1685, se solicitó al Juez recurrido, el beneficio de libertad
provisional por los motivos indicados; sin embargo, dicha autoridad no se ha pronunciado
al respecto, extremo por el cual Antonio Quisbert Alanoca se encuentra indebidamente
detenido, razón por la que interpone Hábeas Corpus pidiendo se declare procedente y se
ordene la libertad provisional de su representado.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 15 de septiembre de 2000, cual


consta de fs. 16 a 17 de obrados, en ausencia del recurrente, la autoridad recurrida informó
que el juicio seguido contra el representado y otros se inició con el Auto Inicial de
Instrucción dictado el 30 de julio de 1999, por los delitos de incumplimiento de deberes y
otros, ampliándose por el delito de asesinato y complicidad el 22 de febrero de 2000. Que,
habiéndose solicitado el beneficio de libertad provisional al amparo del "Art. 12 de Ley Nº
1685", se corre en vista fiscal, dictándose el correspondiente requerimiento por el rechazo,
haciéndose conocer a las partes el 8 de agosto; empero, la parte civil pidió se remita el
expediente para el requerimiento en conclusiones y de allí se devolvió el 19 de agosto,
encontrándose en estado de dictarse el Auto Final, que no se ha pronunciado por falta de
notificación.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso en desacuerdo con la opinión
Fiscal, declara procedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de que "...el presente
Recurso se encuentra dentro de las previsiones contenidas en los arts. 18 de la Constitución
Política del Estado y el 89 de la Ley No. 1836".

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, dentro del juicio penal que se le sigue al recurrente, se amplió el Auto Inicial en su
contra por el delito de asesinato mediante Resolución Nº 95/2000 de 22 de febrero de 2000.

2. Que, Antonio Quisbert Alanoca, solicita libertad provisional ante el Juez recurrido el 29
de febrero de 2000, al amparo de los arts. 7, 9, 11 y 12 de la Ley Nº 1685.

3. Que, el recurrente fue detenido e ingresó al Penal de San Pedro el 5 de agosto de 1999,
encontrándose privado de su libertad por más de 6 meses hasta la solicitud de libertad
provisional y 13 meses, 11 días, hasta la interposición del presente Recurso.

4. Que, el requerimiento fiscal, sobre la solicitud de libertad provisional fue puesto a


conocimiento del Juez recurrido, el 2 de mayo de 2000, sin que dicha autoridad se
pronuncie hasta la interposición del Hábeas Corpus.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos dado que la autoridad recurrida, al tratarse de una solicitud de libertad provisional que
tiene como objetivo y fin principal la recuperación de la libertad suprimida, debió atenderla
y resolverla en forma inmediata.
Que, retrasar el pronunciamiento de la solicitud referida, con argumentos insulsos y sin
ningún asidero legal, importa no sólo el incurrir en retardación de justicia y falta de
diligencia en las funciones que se le atribuyen a todo juzgador, sino que también con ello,
se atenta contra el derecho a la libertad el cual por su naturaleza merece una atención pronta
y efectiva.

Que, la falta de respuesta a una solicitud dentro de un juicio, infringe el derecho al debido
proceso, previsto en el art. 16 de la Constitución Política del Estado, el cual en otros
aspectos avala un proceso sin dilaciones, es decir, que al margen de cumplir los plazos
procesales, debe seguir con la frecuencia y celeridad que le asigna la Ley siendo deber de
todo órgano jurisdiccional dar siempre el impulso procesal debido en la tramitación de un
juicio.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Hábeas Corpus ha


compulsado correctamente los hechos y dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 18 a 20 de obrados,
pronunciada el 15 de septiembre de 2000 por el Juez Sexto de Partido en lo Penal del
Distrito de La Paz, disponiendo que la autoridad recurrida atienda la solicitud del
recurrente. Asimismo, se ordena que el Tribunal del Recurso proceda a la calificación de
daños y perjuicios conforme al art. 91-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez
MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 970/2000-R

Expediente: 2000-01657-04-RHC
Partes: Julio Chuquimia Marquez, Humberto Choque Condori, Jaime Vilela, Jaime
Calisaya Calle, Mario Vaquiata Torres, Secretario General de la Federación Departamental
Única de Trabajadores Campesinos de La Paz "Tupaj Katari", Secretario de Organización
de la misma Federación, Secretario General del Movimiento al Socialismo, Secretario de
Relaciones Electorales del M.A.S, Secretario de Capacitación del M.A.S, respectivamente
contra Guillermo Fortún, Ministro de Gobierno, Jorge Zabala Osio, Comandante de la
Fuerzas Armadas de la Nación y Roberto Pérez Tellería, Comandante de la Policía
Boliviana.
Materia : HABEAS CORPUS
Distrito : La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 19 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 82/2000 de fs. 75 a 76 de 25 de septiembre de


2000, pronunciada por el Juez Quinto de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz,
dentro del recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Julio Chuquimia Marquez, Humberto
Choque Condori, Jaime Vilela, Jaime Calisaya Calle, Mario Vaquiata Torres, Secretario
General de la Federación Departamental Única de Trabajadores Campesinos de La Paz
"Tupaj Katari", Secretario de Organización de la misma Federación, Secretario General del
Movimiento al Socialismo, Secretario de Relaciones Electorales del M.A.S, Secretario de
Capacitación del M.A.S, respectivamente contra Guillermo Fortún, Ministro de Gobierno,
Jorge Zabala Osio, Comandante de la Fuerzas Armadas de la Nación y Roberto Pérez
Tellería, Comandante de la Policía Boliviana,sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 4 a 5 presentado el 23 de septiembre del año


en curso, los recurrentes manifiestan que Evo Morales Ayma, Diputado Nacional,
Secretario Ejecutivo de la Federación de Trabajadores Campesinos del Trópico de
Cochabamba, el 21 de septiembre denunció públicamente por diferentes medios de
comunicación, que las autoridades de Gobierno han dado orden concreta a efectivos de las
fuerzas combinadas del Ejército y la Policía de buscarlo, dispararle y asesinarlo, con
expresiones como "apunten contra los dirigentes", "apunten contra el Evo" (sic) hecho
ocurrido en la localidad de Villa Tunari al concluir la gasificación de la fecha señalada.
Afirman que el mismo Evo Morales les ha hecho conocer que después de la gasificación,
varios policías lo han rodeado a él y a otros dirigentes, expresándole textualmente "te
vamos ha hacer florecer" apuntándoles con armas de grueso calibre. Añaden que los
responsables de este atentado son las autoridades recurridas, por lo que interponen el
presente Recurso, pidiendo sea declarado procedente y como consecuencia, cese la
persecución indebida en contra de Evo Morales Ayma, otorgándole las garantías que la Ley
y la Constitución señalan.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 25 de septiembre de 2000, como consta de fs. 62 a 74 de
obrados, donde los recurrentes a través de sus abogados reiteran el contenido de la demanda
y la amplían señalando que existen varios testigos que pueden certificar que Evo Morales
fue seguido con armas y con las miras de los agentes que actuaban en la represión en Villa
Tunari, incluso el propio Evo Morales denunció las agresiones de las que fue objeto
reproducidas en medios de prensa. Que la gente que ha estado detenida en el Servicio de
Caminos tiene constancia de la existencia de una orden para hacer desaparecer a Evo
Morales, circunstancia que incluso le han hecho conocer personalmente a éste periodistas
amigos, cuyos nombres no pueden darse por razones obvias. Que en el Recurso planteado
se da una situación muy especial al limitarse la prueba a publicaciones de prensa, que
trasuntan la persecución de la que ha sido objeto Evo Morales no así la demás prueba
objetiva que existe pero que es imposible materializar por lo que piden sea considerada con
amplitud, ya que se podría alegar la inexistencia de prueba al no existir testigos,
certificaciones, documentos, sin embargo, toda la prensa nacional refleja estos hechos
además de la denuncia del propio Evo Morales quien es objeto de hostigamiento,
persecución con el claro propósito de victimarlo o detenerlo sin considerar la inmunidad de
la que goza, por lo que piden se declare procedente el Recurso disponiendo se restablezcan
las garantías que la Ley le otorga.

A esta exposición agregan los abogados de la Asamblea de Derechos Humanos que el


Recurso fue interpuesto con el objeto de resguardar los derechos humanos de Evo Morales,
que existe evidencia de que éste, pese a la inmunidad de la que goza, fue objeto de agresión
física existiendo incluso una toma fotográfica de la actitud de agresión de un funcionario
del orden frente a Evo Morales. Que si bien el art. 18 de la Constitución Política del Estado
establece los alcances del recurso no es menos cierto que la Ley Nº 1836 amplía estos
alcances dándole incluso una función preventiva ante futuros atropellos, por lo que reiteran
la solicitud de la declaratoria de procedencia del Recurso.

Por su parte, los abogados y apoderados de los recurridos informaron que no existe
persecución indebida, pues como lo han reconocido los mismos abogados de los recurrentes
no existe prueba alguna que acredite la misma solo supuestos sobre los que no se puede
resolver un Recurso. Refieren que por el contrario Evo Morales Ayma sigue encabezando
las manifestaciones e incluso se reunió con el Ministro de Gobierno por más de doce horas
en el Chapare, para lo que tuvo que ser trasladado con su gente en un avión hasta el lugar
de la reunión y si existiera persecución indebida y no se respetara su condición de Diputado
ya se lo hubiera detenido. Señalan que la prueba acompañada no demuestra persecución
indebida y las supuestas agresiones físicas que sufrió pueden ser dilucidadas en la vía
correspondiente. Finalmente señalan que si de interpretar fotografías se trata la actitud de
amenaza corresponde al dirigente cocalero y no al funcionario policial, constando también
el hecho de que las armas utilizadas por funcionarios policiales son antidisturbios.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs. 75
a 76, que declara improcedente el Recurso, con el fundamento de que no existe prueba
alguna que acredite que Evo Morales esté indebidamente perseguido no existiendo
constancia de que se hubiera expedido mandamiento en su contra y que por otra parte la
convulsión social que enfrenta el país por diferentes motivos, tampoco pueden considerarse
persecución indebida contra Evo Morales quien goza de inmunidad parlamentaria.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que a través de las publicaciones de los periódicos "La Prensa", "Jornada" y "Ultima
Hora" de 22 de septiembre de 2000, acompañadas por los recurrentes en calidad de prueba
se refleja la situación de enfrentamiento que ha vivido el país como consecuencia de los
últimos conflictos sociales, fundamentalmente los hechos de violencia acaecidos en el
Chapare donde Evo Morales ha sido protagonista.

2. Que las referidas publicaciones contienen acusaciones realizadas por Evo Morales Ayma
de haber sido objeto de agresión física por parte de las fuerzas del orden de Villa Tunari,
constando una fotografía donde se observa a éste frente a un funcionario policial, ambos en
situación de enfrentamiento (fs. 22).

3. Que de los hechos reflejados por la prensa, denuncias realizadas por periodistas, testigos
presenciales y el propio Evo Morales Ayma, respecto de la persecución indebida de la que
es objeto este último interponen el presente Recurso.

CONSIDERANDO: Que, la uniforme jurisprudencia constitucional ha señalado que la


persecución indebida debe ser entendida como la acción de un funcionario público o
autoridad judicial que busca, persigue u hostiga a una persona sin que exista motivo legal
alguno u orden expresa de captura emitida por autoridad competente en los casos
establecidos por Ley o cuando se emita una orden de detención, captura o aprehensión al
margen de los casos previstos por Ley e incumpliendo las formalidades y requisitos
establecidos por ella.

Que en el caso de autos, los supuestos referidos no han sido demostrados por los
recurrentes a través de prueba alguna que acredite que Evo Morales Ayma haya sido
ilegalmente perseguido, constando solamente las publicaciones de prensa y por el contrario
conforme el informe de las autoridades recurridas se tiene evidencia que el mismo ha
gozado en todo momento de su derecho a la libertad y de su inmunidad parlamentaria y
sindical, habiéndose en esta circunstancia reunido con el Ministro de Gobierno por espacio
de doce horas, objeto para el que fue trasladado junto a su gente al lugar de reunión y
después devuelto a su lugar de origen.

Que el Juez de Hábeas Corpus al haber declarado improcedente el Recurso ha interpretado


correctamente el alcance del art. 18 de la Constitución Política del Estado y 89 de la Ley
del Tribunal Constitucional.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión.

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 970/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN EJERCICIO DE LA TITUALRIDAD

Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD
Expediente Nº 2000-01721-04-RII

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 208/2000-CA

Partes: Edward A. Burke Pommier


Materia: Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad.
Expediente: 2000-01721-04-RII
Fecha: 19 de octubre de 2000

VISTOS: La solicitud de promover el Recurso Indirecto o Incidental de


Inconstitucionalidad planteado por Edward A. Burke P. ante el Delegado Distrital Jurídico
del Consejo de la Judicatura de fs. 8 a 10 del expediente, demandando la
inconstitucionalidad del punto o artículo 6 de la Circular Nº 43/99 de 15 de diciembre de
1999, emitida por la Presidencia de la Corte Superior de Justicia del Distrito de
Cochabamba y el Consejo Distrital de la Judicatura; y,

CONSIDERANDO: Que, Edward Burke Pommier por oficio de 9 de febrero de 2000


interpone queja ante los representantes del Consejo de la Judicatura contra el Juez Lucio
Ferrufino Montaño, dictándose como consecuencia, el auto de 17 de febrero de 2000 en el
mismo que se dispone procederse a una investigación previa. El Juez 4º de Instrucción de
Familia de Cochabamba responde a la queja mediante oficio de 29 de septiembre de 2000.
En 2 de octubre de 2000, Edwards Burke Pommier interpone el Recurso Indirecto o
Incidental de Inconstitucionalidad ante el Delegado Distrital Jurídico del Consejo de la
Judicatura de Cochabamba, demandando la inconstitucionalidad del punto o artículo 6 de la
Circular Nº 43/99 emitida por la Corte Superior del Distrito de Cochabamba y el Consejo
Distrital de la Judicatura en fecha 15 de diciembre de 1999, al violar -dice- el derecho de su
mandante Carmen Beatriz Siles Vargas de recibir oportunamente la asistencia familiar,
Circular que infringe los arts. 193, 198 y 228 de la Constitución Política del Estado.

Que, la solicitud de que se promueva el Recurso Indirecto o Incidental de


inconstitucionalidad de fojas 8 a 10 es conocido y rechazado por la Unidad de Régimen
Disciplinario del Consejo Distrital de la Judicatura-Cochabamba por auto de 9 de octubre
de 2000 con el fundamento de que la Circular Nº 43/99 cuestionada no incide de ninguna
manera en las cuestiones motivo de investigación y en el resultado final en que pueda
derivar; es improcedente porque no existe proceso formal y se ha incumplido el art. 35 incs.
a), b) y d) y art. 3 inc. j) del Reglamento de Procedimientos Constitucionales; Resolución
que en cumplimiento a lo dispuesto por el art. 62-1) de la Ley Nº 1836 es elevada en
consulta ante este Tribunal.

CONSIDERANDO: Que, conforme lo establece el art. 59 de la Ley Nº 1836, el Recurso


Indirecto de Inconstitucionalidad procederá en los procesos judiciales o administrativos
cuya decisión dependa de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley, decreto o
cualquier género de resolución no judicial aplicable a aquellos procesos.
Que, a su vez el art. 61 de la citada Ley dispone que el Recurso Indirecto o Incidental de
Inconstitucionalidad podrá ser presentado por una sola vez en cualquier estado de la
tramitación del proceso judicial o administrativo, aún en recurso de casación y jerárquico,
antes de la ejecutoria de la Sentencia.

CONSIDERANDO: Que, el Capítulo II del Título Quinto del Reglamento de Procesos


Disciplinarios del Poder Judicial se refiere a la Investigación Previa, contemplando su
procedencia, las actuaciones, así como la obligación de informar; el art. 73 del citado
Reglamento establece que cumplida la investigación, la U.R.D., dentro del plazo previsto
(..), informará por escrito a los Consejeros Coordinadores de la Unidad, sobre el resultado
de la misma (...). Consecuentemente la investigación previa concluye con un informe, el
mismo que de conformidad a lo dispuesto por el art. 74 del tantas veces citado Reglamento,
contendrá:

4. La recomendación o sugerencia, que podrá ser:

a) Apertura de proceso, cuando existan suficientes indicios de que el denunciado cometió la


falta impugnada.

b) Rechazo y consiguiente archivo de obrados por falta de tipicidad o por no existir prueba
contra el denunciado.

Que, la apertura de proceso dispuesta por el art. 78 del Reglamento de Procesos


Disciplinarios del Poder Judicial se efectúa una vez recibido el informe de la U.R.D. o de la
Comisión Investigadora, designándose al Tribunal Sumariante de conformidad a lo
establecido por el Capítulo IV del Título Quinto del referido Reglamento.

CONSIDERANDO: Que, de la revisión de los actuados producidos en el presente caso se


demuestra que se trata de una investigación previa a raíz de una queja presentada por
Edward Burke Pommier, investigación que concluirá con un informe de la U.R.D. el mismo
que dará lugar o no a la apertura de proceso.

Que, en consecuencia, no se trata de un proceso judicial o administrativo al que pueda


aplicarse en su caso, la resolución sobre la inconstitucionalidad que se demanda lo que hace
que el Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad no sea procedente.

CONSIDERANDO: Que, el Delegado Distrital Jurídico del Consejo de la Judicatura de la


ciudad de Cochabamba, al rechazar la solicitud de promover el Recurso Indirecto o
Incidental de Inconstitucionalidad interpuesto por oficio de 2 de octubre de 2000 cursante
de fs. 8 a 10 del expediente, ha dado correcta aplicación a las disposiciones legales citadas
en el segundo considerando.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en ejercicio de la


atribución que le confieren los arts. 31.4) y 64.III ambos de la Ley Nº 1836, APRUEBA el
Auto de rechazo pronunciado por la Unidad de Régimen Disciplinario del Consejo Distrital
de la Judicatura-Cochabamba, de fs. 13 del expediente.
Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. Hugo de La Rocha Navarro


DECANO
EN EJECICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 974/00-R

Expediente: No. 2000-01592-04-RAC


Partes: Oscar Aldunate Morales contra Wálter Vélez Añez, Juez Primero de Partido en lo
Penal.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 20 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 300 y vta. de obrados, pronunciada el 8 de


septiembre de 2000, por la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de Santa
Cruz, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Oscar Aldunate Morales contra
Wálter Vélez Añez, Juez Primero de Partido en lo Penal del Distrito de Santa Cruz, los
antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 7 de septiembre de 2000, de fs.


289 a 291 y vta. de obrados, refiere que su hijo Oscar Milton Aldunate Romero compró un
lote de terreno mediante una oferta de venta publicada en el periódico "El Deber",
comprobando que no había ninguna casa, luz eléctrica ni agua en dicho terreno, por lo que
él en su condición de constructor se hizo cargo de la construcción de 3 viviendas, las que a
la fecha se encuentran vendidas y ocupadas por sus legítimos dueños; empero, luego de
ello, Bergmán Guzmán Montaño inicia una acción penal contra su hijo por el delito de
despojo, alegando ser legítimo propietario y denunciando habérsele despojado de su
derecho. Que una vez concluidas las Diligencias de Policía Judicial, el Fiscal declinó
competencia por tratarse de un asunto de mejor derecho propietario; posteriormente el Juez
Instructor Noveno en lo Penal, previa compulsa de las pruebas, dictó auto motivado
rechazando la querella y negando la apertura de causa penal porque los hechos denunciados
no están calificados como delitos en el Código Penal. Apelada dicha resolución y
radicándose el expediente en el Juzgado a cargo del recurrido, se remite al Ministerio
Público, quien requiere porque se confirme el auto apelado al no haberse acreditado el
delito de despojo, salvando el derecho de las partes para hacerlas valer en la vía civil; sin
embargo, el Juez recurrido sorpresivamente y en franca violación a los arts. 66 y 85 del
Código de Procedimiento Penal, revoca el auto de rechazo de la querella y negativa de
apertura de causa penal e instruye al Juez a-quo dicte auto de enjuiciamiento, indicando en
un único considerando que "...existe una sindicación directa de la participación de Oscar
MILTON ALDUNATE ROMERO en la comisión de hechos ilícitos...", lo que constituiría
un indicio que amerita apertura de causa, disponiendo en su parte resolutiva auto de
enjuiciamiento contra Oscar Aldunate Morales; es decir, que encuentra como presunto
culpable a uno, pero ordena el procesamiento de otro.

Manifiesta, que la autoridad recurrida argumenta que el Juez a-quo al rechazar la querella
coartó los derechos del querellante, siendo al contrario pues él ha sido quien sí ha vulnerado
la Ley al no fundamentar su resolución, señalando cuáles son los indicios y presunciones
que existen para abrir el caso y al margen de ello también ha violado el art. 15 de la Ley de
Organización Judicial, que le impone revisar y valorar las pruebas aportadas; asimismo,
infringió el art. 63 del Código de Procedimiento Penal porque el querellante sólo presentó
como prueba de cargo fotocopias sin ser autentificadas por el funcionario tenedor del
mismo. Finalmente, dice que la resolución ilegal, además de suprimir sus derechos y
garantías previstos en los arts. 7-i), 22-I de la Constitución Política del Estado, fue dictada
sin observar los arts. 66 y 85 del Código de Procedimiento Penal, razones por las que
plantea Amparo Constitucional pidiendo se declare procedente.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 8 de septiembre de


2000, cual consta de fs. 295 a 296 de obrados, el recurrente por medio de sus abogados
ratificó y amplió los términos de su Recurso indicando que el Juez aplicó el "In Dubio Pro
Societatis" en lugar de aplicar el "In Dubio Pro Reo"; es decir, la presunción de inocencia,
que en la resolución recurrida se dice que se hubieran coartado los derechos del querellante
al rechazar la querella, por lo que correspondía corregir las fallas de procedimiento, sin
tomar en cuenta que el Juez Instructor tiene facultad para rechazar la querella o derivarla a
un Juez competente. Señala que se comete otro error de forma al obligar al Juez inferior a
dictar un auto de enjuiciamiento, siendo que el Juez de alzada al revocar el auto podía
dictar el de apertura de proceso. Dice que conforme al art. 77 del Código de Procedimiento
Penal, el Juez estaba obligado a observar los arts. 66 y 85 del citado Código; que la
motivación constituye una garantía de la administración de justicia, que en el presente caso
no se ha respetado, dado que al margen de que la resolución es contradictoria entre los
considerandos y las conclusiones carece de motivación. Finalmente, dice que también se
han violado los arts. 6, 7-d), 12, 16-I y 32 de la Constitución Política del Estado y al no
existir otro medio de defensa para modificar el auto de vista ilegal, pide se declare
procedente el Recurso. Por su parte, la autoridad recurrida presta informe, arguyendo que el
Amparo Constitucional no es sustitutivo de otros recursos, pues el recurrente tiene un
sinnúmero de vías ordinarias dentro del juicio penal que se está iniciando, por cuyo motivo
el Recurso debe ser declarado improcedente.

Concluida la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el requerimiento


Fiscal, declara procedente el Amparo Constitucional con el fundamento de que el Juez
recurrido como tribunal de alzada actuó en forma incorrecta, cometiendo omisión indebida
que conculca los derechos y garantías del recurrente, al no dar cumplimiento al art. 85 del
Código de Procedimiento Penal, norma que es de orden público y cumplimiento
obligatorio.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, radicado el expediente de las Diligencias de Policía Judicial levantadas por la


denuncia del delito de despojo contra Oscar Aldunate ante el Juez Noveno de Instrucción
en lo Penal, se apersona Oscar Aldunate Romero pidiendo el rechazo de querella, por lo
que el Juez Noveno de Instrucción en lo Penal en desacuerdo con el requerimiento Fiscal,
rechaza la misma, de acuerdo al art. 128 del Código de Procedimiento, señalando que las
partes podían ocurrir a la vía correspondiente a dilucidar el mejor derecho que les asiste
(fs.137-138).

2. Que, el recurrente plantea recurso de apelación contra la resolución de rechazo de


querella, el cual es remitido al Juez recurrido, quien el 10 de junio de 2000, en desacuerdo
con el requerimiento fiscal revoca el Auto de rechazo de querella mediante una resolución
que en un único considerando señala "...que existe una sindicación directa de la
participación de Oscar Milton Aldunate Romero en la comisión de hechos ilícitos..."; y por
tanto resuelve disponer que "...el Juez A-quo dicte auto de enjuiciamiento en contra de
Oscar Aldunate Morales, por la presunta comisión del delito previsto y sancionado en el
Art. 351 del Código Penal."

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona..."; precepto que es aplicable al caso de autos, dado que el recurrido
ha cometido omisión indebida que atenta contra el derecho fundamental del debido proceso
al que tiene derecho el recurrente, pues las normas adjetivas procedimentales obligan a todo
juzgador a dictar resoluciones motivadas; es decir, debida y correctamente fundadas y
apoyadas en la Ley, no pudiendo dictarse un auto de suma importancia como es un auto
revocatorio del rechazo de apertura de causa, sin ninguna mención de las pruebas que
cursan en los obrados, pues de ello depende el juzgamiento o no de una persona, que bajo
una resolución carente de apoyo jurídico puede verse incluso privada de libertad, por lo que
es necesario establecer que ninguna resolución que disponga ya sea un enjuiciamiento o
rechace el mismo puede ser dictada sin ser motivada, así está previsto en los arts. 128 y 129
del Código de Procedimiento Penal con relación al art. 85 del mismo Código que exige
expresamente: "Los autos y sentencias que dicten los Jueces serán motivados, citando la
Ley en que se fundan...", disposiciones legales que en el caso presente han sido ignoradas
por la autoridad recurrida a tiempo de dictar el Auto de Vista de 10 de junio de 2000.

Que, de otro lado el Juez también atenta contra el debido proceso al dictar el precitado auto
sin guardar la coherencia y concordancia necesaria entre la parte considerativa y la parte
resolutiva de una sentencia, poniendo en grave riesgo los derechos de una persona
totalmente ajena al juicio, pues no se puede señalar como acusada a una persona y ordenar
la apertura de proceso contra otra distinta, que bien podría no tener ninguna participación
en el hecho imputado y menos haber sido denunciada.

Que, reparar dicho error es también velar por el derecho fundamental al debido proceso y
no importa considerar situaciones de fondo como afirma el Tribunal del Recurso.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Amparo, ha compulsado


debidamente los obrados y dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución Política del
Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión corriente a fs. 300 y vta. de
obrados, pronunciada el 8 de septiembre de 2000 por la Sala Civil Segunda de la Corte
Superior del Distrito de Santa Cruz, disponiendo que dicho Tribunal proceda conforme al
art. 102-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez
MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 971/00-R

Expediente: 2000-01594-04-RAC
Partes: Justo René Fernando Olivares Golpes contra Ricardo Cobayashi Vargas y otros
ejecutivos de la Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas Armadas
"ASCINALSS"
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 20 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Rolando Roca Aguilera

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 293 y vta. dictada en 8 de septiembre de 2000 por
la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de La Paz, dentro del Recurso de
Amparo Constitucional interpuesto por Justo René Fernando Olivares Golpes contra
Ricardo Cobayashi Vargas, Jacinto Laura Lima, Ramiro Verástegui Salazar, Edwin Butrón
Castillo, Rolando Cámara Siles, José Luis Loras, Germán Corominola Canaviri, Gonzalo
Auza Loza y Nivardo Claure Alcócer, Presidente y Directores del Consejo Ejecutivo de la
Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas Armadas "ASCINALSS",
los antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que por memorial de Amparo de fs. 153-155 René Fernando Olivares
Golpes, Sargento egresado de la Escuela Militar de Clases del Ejército, expresa que sin su
consentimiento fue afiliado a la indicada Asociación, que agrupa a todos los Suboficiales y
Clases, con el fin de otorgar mejores beneficios. En 1977 se incorpora el Seguro Dotal
Mixto, cambiando el sistema de cotización de cuota fija por la variable, la misma que sólo
fue un enunciado hasta que en 1985 se aprueba un nuevo sistema del Seguro Dotal Mixto,
caracterizado por su doble beneficio que no se concreta. Finalmente del 50% rebaja al 32%,
lo que significa un decremento en el beneficio impugnado.

Señala que en 1995, mediante notas reiterativas solicita a la Asociación su desafiliación por
no estar de acuerdo con dicha rebaja, y sin que sea atendida su solicitud en 1998 lo jubilan
por lo que al amparo del art.74-II del Estatuto aprobado en 1985, solicita se le reconozca su
derecho al Seguro Dotal Mixto en las condiciones estipuladas por ser un derecho adquirido,
no habiendo sido atendida su petición con el argumento de que estaría en proceso de
aprobación la nueva personalidad jurídica de la Asociación.

No habiéndose dado una solución de parte de dicha Asociación y estar agotadas todas las
instancias, manifiesta el recurrente que plantea el presente Recurso de Amparo contra los
actos ilegales que restringen su derecho adquirido, debiendo ordenar a los recurridos su
restitución, de acuerdo al Estatuto aprobado en 1985.
CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en
obrados, se establece lo siguiente:

1. Realizada la audiencia en 8 de septiembre de 2000, según consta en el acta de fs. 287-


292, el recurrente se ratifica en los términos del recurso planteado, manifestando que no
está de acuerdo con la liquidación ni el monto calculado en base al Estatuto de 1995,
correspondiendo en su caso la aplicación de las normas establecidas en el Estatuto y
Reglamento de 1985, solicitando se declare procedente el Recurso.

2. A su vez, el abogado de los recurridos señala que es falsa la afirmación del recurrente, en
sentido de que no ha recibido ni recibe beneficios de "ASCINALSS", Asociación Nacional
de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas Armadas, demostrando todo lo contrario con la
documentación que sale a fs.162-164 y la prueba presentada por él. Es así que los ha
extorsionado para que se le pague su dotal mixto con el 50% contemplado en el anterior
Estatuto, bajo la amenaza de ser abogado de sus camaradas, lo que no se aceptó por estar
derogado el Estatuto.

Agrega que su reclamo debe elevarlo a la Asamblea Nacional de los Socios por ser la
autoridad máxima de la Asociación, la cual tiene plenas atribuciones para la modificación
de los Estatutos y Reglamento vigentes, es decir, que no se han agotado los recursos que le
otorga la Ley, por lo que pide se declare improcedente el Recurso.

A su vez el representante del Ministerio Público, después de hacer algunas consideraciones


de orden jurídico fundamenta su requerimiento indicando que la liquidación del Seguro
Dotal Mixto, hecha al recurrente importa una aceptación tácita y consentida y que debe
acudir a la Asamblea Nacional de ASCINALSS por lo que opina se declare improcedente el
Recurso. .

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo dicta Sentencia a fs. 293,


declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que el Estatuto que impugna el
recurrente se encuentra aprobado por la Asamblea Nacional, habiendo cobrado éste su
seguro dotal mixto en base a las normas estatutarias previstas en él y cuya liquidación fue
aceptada tácitamente. Que el recurrente no ha agotado todas las instancias que contienen los
Estatutos y Reglamentos.

CONSIDERANDO: Que la Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las


Fuerzas Armadas "ASCINALSS", fue creada para agrupar a todos los Suboficiales y
Sargentos de las Fuerzas Armadas del Servicio Activo con carácter obligatorio, fundada en
La Paz en 26 de septiembre de 1956, con Personería Jurídica reconocida por Resolución
Suprema N° 96182 de 3 de agosto de 1960. Que el Comando General del Ejército en 14 de
mayo de 1998 decide el destino a situación pasiva o jubilación de Justo René Fernando
Olivares Golpes, socio de "ASCINALSS", no obstante haber solicitado su desafiliación
como socio de la Asociación, mediante nota de 1 de octubre de 1995, saliente a fs. 1, la que
no se concedió hasta la fecha indicada, por lo que solicitó reconocimiento del Seguro Dotal
Mixto y al mismo tiempo cancelación de dicho beneficio.

CONSIDERANDO: Que El Estatuto de "ASCINALSS" aprobado en 1985, establecía que


para la liquidación del Seguro Dotal Mixto se procedería con el cálculo del promedio de los
seis últimos sueldos multiplicado por el 50% de los años de aporte.

Que, el recurrente ha cobrado el Seguro Dotal Mixto por cumplimiento de plazo autorizado
por el Consejo Ejecutivo Nacional de la entidad de referencia según comprobante que cursa
a fs.286.

Que, desde 1995 rige un nuevo estatuto y se dictó la Resolución Nº 007/95 que consta a fs.
165 y otras disposiciones reglamentarias que determinaron la procedencia de la liquidación
del Seguro Dotal Mixto a favor del sector pasivo multiplicando el último sueldo de los
jubilados por el número de años de aporte con una constante del 34%.

Que, el recurrente se jubiló estando en vigencia el Estatuto aprobado en 1995 (fs. 99-120) y
como el mismo admite solicitó su desafiliación de la Asociación Nacional de Suboficiales y
Sargentos de las FF.AA. de la Nación según nota de 1º de octubre de 1995 corriente en
obrados a fs. 1.

Que, conforme lo establece el Estatuto en su art. 20 inc. e) g) i), reglamentos de


"ASCINALSS", institución de Derecho Privado, es la Reunión o Asamblea Nacional el
órgano máximo que tiene atribuciones para conocer esta clase de controversias siendo la
instancia a la que habrá de recurrir para formular peticiones o reclamos y considerar en
consecuencia la aplicabilidad o no del Estatuto de 1985 impetrado por el recurrente.

Que, hecha la revisión del expediente el Recurso interpuesto no se encuentra dentro de las
previsiones del art. 19 de la Constitución Política del Estado ya que su aplicación es viable
siempre que no hubiere otro medio legal para la protección inmediata de los derechos
vulnerados, por lo que el Tribunal de Amparo ha valorado debidamente los antecedentes
dando correcta aplicación al citado art. 19 de la Constitución Política del Estado y 94 y
siguientes de la Ley Nº 1836, al declarar improcedente el Recurso.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120 -7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la Ley
del Tribunal Constitucional, APRUEBA la Sentencia de fs. 293 de 8 de septiembre de
2000, dictada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de La
Paz.

Regístrese, hágase saber.


CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 971/00-R
No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia
por razones de salud; y el Dr. René Baldivieso Guzmán por encontrarse en uso de su
vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dra. Elizabeth I. de Salinas


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 975/00-R

Expediente: 2000-01595-04-RAC
Partes: Miguel Peñafiel N., Jefe de la Carrera de Física de la Facultad de Ciencias Puras y
Naturales de la U.M.S.A. contra Gonzalo Taboada López, Rector de la U.M.S.A.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Fecha: 20 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución N° 467/00 de fs. 121 dictada por la Sala Penal Segunda
de la Corte Superior de Justicia de La Paz; dentro del Recurso de Amparo Constitucional
interpuesto por Miguel Peñafiel N. Jefe de la Carrera de Física de la Facultad de Ciencias
Puras y Naturales de la U.M.S.A. contra Gonzalo Taboada López, Rector de al U.M.S.A.,
los antecedentes del caso; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial presentado en 5 de septiembre de 2000, cursante de


fs. 69 a 71 de obrados, el recurrente manifiesta que el 24 de marzo de 1999 el H. Concejo
Académico Universitario aprobó el Plan Excepcional de Titulación para Antiguos
Egresados (PETAE), sistema mediante el cual los alumnos que habiendo culminado sus
estudios y que no cumplieron los requisitos para que se les otorgue su titulación
profesional, pueden ahora obtener el mismo a través de diferentes vías; procedimientos
estos que no cuentan con la aprobación de la Carrera de Física, toda vez que son contrarios
a las disposiciones legales que constituyen el fundamento de creación y funcionamiento de
la Universidad de San Andrés, e incluso da por bien hecha una conducta tipificada como
delito en el art. 164 del Código Penal, referido al ejercicio ilegal de la profesión.

Puntualiza que la Resolución N° 092/99 de 9 de junio de 1999, emanada del H. Concejo


Universitario, aprueba el Plan Excepcional de Titulación para Antiguos Egresados
(PETAE), su estructura y reglamentación, determinando en $us. 2.000 el monto por
concepto de matrícula, del cual el 40% será destinado al Tesoro Universitario y el 60% a
las Facultades que participen del Plan. Finalmente, se establece que las Facultades quedan
encargadas de la administración del Plan, en estricta sujeción al Reglamento del PETAE.
Esta última disposición, según el recurrente, establece en primer lugar que la aplicación del
PETAE no es obligatoria, y por otra parte, que corresponde a cada Facultad administrar el
Plan, si hubiera decidido adoptar este irregular sistema.

Añade que la Carrera de Física determinó expresamente no adoptar el PETAE como


procedimiento de titulación de sus alumnos, aunque luego, de manera arbitraria, el H.
Concejo Universitario pronunció la Resolución N° 148/00, de 21 de junio de 2000, por la
que instruye a la Carrera de Física la implementación del programa a favor de 4
postulantes, amenazando con aplicar sanciones en caso de incumplimiento, violando así su
derecho constitucional contenido en el art. 32 de la Carta Magna que establece que nadie
está obligado a hacer lo que la Constitución y las leyes no mandan, ni a privarse de lo que
ellas no prohíben.

Por lo que explica, interpone Recurso de Amparo Constitucional contra el Rector de la


U.M.S.A., pidiendo sea declarado procedente y en mérito al fallo cesen las violaciones y
arbitrariedades cometidas contra la Carrera de Física de la Facultad de Ciencias Puras y
Naturales.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso conforme a derecho, se realiza la audiencia


el 7 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs.115 a 120,donde el recurrente se
ratifica en los términos de la demanda.

A su vez, la parte recurrida manifiesta que la estructura democrática de la U.M.S.A. está


conformada por docentes y universitarios, reflejada en el H. Consejo Universitario. En el
supuesto caso de que se emita una Resolución atentatoria e ilegal, existe una instancia
superior llamada Congreso Nacional de Universidades que tiene atribuciones para dejarla
sin efecto. Esta instancia no ha sido agotada en este caso.

Finaliza indicando que la parte recurrente no señala quiénes son las víctimas de las
supuestas irregularidades cometidas por el H. Concejo Municipal, por lo que corresponde
declarar improcedente este Recurso.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Sentencia de fs. 121, declarando


IMPROCEDENTE el Recurso con los siguientes fundamentos:

a) que la U.M.S.A. se encuentra regida por un Estatuto Orgánico, reconociendo como


estructura máxima al Congreso de la U.M.S.A., luego a la Conferencia Nacional de
Universidades y en última instancia al Congreso Nacional de Universidades.

b) que no se ha demostrado que la autoridad recurrida hubiera conculcado los derechos y


garantías de la institución a que representa el recurrente.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente, se evidencian los siguientes extremos:

1. A través de la Resolución N° 051/99, de 24 de marzo de 1999 (fs. 112), el H. Consejo


Universitario de la U.M.S.A. autorizó el Plan Excepcional de Titulación para Antiguos
Egresados (PETAE), y posteriormente, por Resolución N° 092/99, de 9 de junio de 1999
(fs, 76), el mismo Consejo Universitario aprobó el Reglamento del referido Plan de
Titulación.

2. Por Resolución N° 542/99, de 29 de noviembre de 1999 (fs. 29), el Consejo de la Carrera


de Física decidió excluirse expresa y terminantemente de participar en el Plan Excepcional
de Titulación para Antiguos Egresados (PETAE).

3. Consta por acta de reunión de 21 de junio de 2000 (fs. 3 a 28), que el H. Consejo
Universitario de la U.M.S.A. consideró la impugnación efectuada por el recurrente, aunque
de 38 votos, se verificaron sólo 12 afirmativos, sin alcanzar los 2/3 de votos exigidos por el
art. 18 del Reglamento Interno del H. Consejo Universitario, aprobado por Resolución N°
138/89, de 3 de agosto de 1989 (fs. 103 a 106).

4. Por Resolución N° 148/00, de 21 de junio de 2000 (fs. 108), el H. Consejo Universitario


de la U.M.S.A. estableció que todas las resoluciones y determinaciones adoptadas en ese
Consejo son de aplicación obligatoria para autoridades, docentes, estudiantes y
administrativos de la Universidad, instruyendo a la Carrera de Física, dependiente de la
Facultad de Ciencias Puras y Naturales, implementen el programa para los 4 postulantes
inscritos en el PETAE.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo Constitucional, previsto por el art. 19 de


la Constitución Política del Estado, otorga protección contra los actos ilegales y las
omisiones indebidas de funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen
restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la persona.

Que, en el caso que se revisa, el H. Consejo Universitario de la U.M.S.A., en su calidad de


órgano máximo de gobierno de la Universidad -art. 20 del Estatuto Orgánico- emitió la
Resolución N° 092/99, de 9 de junio de 1999, y posteriormente consideró la impugnación
efectuada por el recurrente, la que no obtuvo la mayoría exigida por Reglamento. En
consecuencia, corresponde el acatamiento de la citada Resolución "por todos los miembros
de la Comunidad Universitaria", conforme dispone el art. 7-c) de aquel Estatuto Orgánico.

Que, a través del Recurso de Amparo Constitucional no se puede pretender la revocatoria


de decisiones adoptadas por autoridades competentes, y menos la modificación o anulación
de resoluciones que fueron dictadas por el marco de las disposiciones estatutarias que rigen
en la Universidad Mayor de Santa Andrés.

Consecuentemente, el Tribunal de Amparo, al declarar IMPROCEDENTE el Recurso, ha


efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes e interpretado correctamente el art.
19 de la Carta Fundamental del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts. 94 y
102-V de la Ley N° 1836, APRUEBA la Sentencia N° 467/00 revisada y que cursa a fs.
121.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 972/2000-R

expediente: 2000-01596-04-RAC
Partes: Yves Ortiz Zúñiga por Salomé Nasica de Buchón. contra Zenón Rodríguez
Zeballos.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Santa Cruz
Lugar y Fecha: Sucre, 20 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 320 de 8 de septiembre de 2000 pronunciada por


la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa Cruz, dentro del
Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Yves Ortiz Zúñiga por Salomé Nasica
de Buchón contra Zenón Rodríguez Zeballos, los antecedentes que cursan en el expediente;
y,
CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 300 a 301 de obrados, presentado el 5
de septiembre de 2000, Yves Ortiz Zúñiga en representación legal de Salomé Nasica de
Buchón manifiesta que en el Juzgado Décimo de Instrucción en lo Penal radica el proceso
penal seguido por su poderconferente contra Remberto Vargas Paz, por el delito de
tentativa de asesinato. Refiere que la actuación del Juez desde el inicio ha sido imprecisa al
no haber identificado a las partes procesales, permitiendo que el querellado asuma el papel
de querellante. Señala que el Juez, previa solicitud del querellado ha autorizado se proceda
a la investigación del patrimonio de los esposos Buchón-Nasica, por lo que interpuso el
recurso de reposición que fue rechazado sin fundamento alguno. Considera que el final de
las irregularidades se da cuando el imputado solicita una inspección de los lugares donde
dice que se encontraba al momento del atentado, solicitud que de manera ilegal es aceptada
por la autoridad recurrida, sin que se corriere traslado, autorizando una inspección fuera del
marco de la Ley, en un lugar que no es el de los hechos, legitimando la coartada del
imputado.

Añade que al no haberse velado por el principio de igualdad y que el proceso se lleve sin
vicios se quebrantan las formas procesales garantizadas por el "art. 29 de la Constitución
Política del Estado". Pide se declare procedente el Recurso y se restablezcan los derechos
de su representada, revocando la resolución de 2 de septiembre de 2000, que corre a fs. 493,
por el que se señala audiencia de inspección de los lugares donde supuestamente estaba el
querellado.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 8 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs. 316 a 319, donde el
abogado y apoderado de la recurrente reitera los términos de su demanda y ampliando la
misma señala que se ha ordenado arbitraria e ilegalmente un informe sobre el estado de las
cuentas corrientes, depósitos y sociedades de las que forman parte los esposos Buchón-
Nasica por lo que se interpuso recurso de reposición bajo alternativa de apelación, el que
fue rechazado bajo criterio propio de la autoridad recurrida de que dicho recurso no está
contemplado en la economía procesal penal, propiamente en el art. 281 del Código de
Procedimiento Penal. Que por otra parte, la autoridad recurrida ha obrado también
ilegalmente al haber señalado audiencia de inspección a solicitud del imputado, sin
considerar que dicho actuado judicial esta regulado por los arts. 136, 137 y 138 del Código
Adjetivo de la Materia limitado sólo al lugar de los hechos. Añade que al señalar audiencia
sólo se está confirmando la coartada del imputado.
Por su parte, la autoridad recurrida a través de su informe escrito cursante a fs. 315 leído en
audiencia, señaló que el hecho que dentro de un proceso penal exista un acusador y un
acusado, no implica privilegio para ninguna de las partes, no pudiéndose desconocer el
principio de igualdad procesal. Aclaró que el juzgador no tiene que consultar cuándo
correrá en "traslado" ya que es la Ley la que establece tal situación. Afirma que actuó con
justicia, equidad e igualdad, permitiendo que las partes hagan uso de todos los medios
legales de defensa para probar lo que afirman, habiendo dado curso a la petición del
querellante de señalamiento de audiencia de reconstrucción y a la solicitud de inspección
del imputado, teniendo en cuenta que el derecho a defensa es amplio y de orden público.
Añade que es falso que la audiencia observada legitime la coartada del imputado, porque si
bien se dará legalidad a la audiencia ello no significa que prevalecerá sobre las pruebas que
pueda aportar la parte civil, debiéndose considerar que la valoración de la prueba se la
realizará a tiempo de dictar resolución.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante a fs. 320,


declarando improcedente el Recurso, con el fundamento de que la autoridad recurrida no ha
cometido acto ilegal que restrinja, suprima o amenace restringir o suprimir los derechos y
garantías de la recurrente, habiendo dado aplicación a las normas procesales y
constitucionales que establecen que el derecho a defensa es inviolable, y al haber señalado
audiencia lo ha hecho en uso de la facultad conferida por el art. 168 del Código de
Procedimiento Penal.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que el proceso penal seguido a querella de Salomé Nasica de Buchón contra Remberto
Vargas Paz, por la presunta comisión del delito de tentativa de asesinato se sustancia en el
Juzgado Décimo de Instrucción en lo Penal a cargo de la autoridad recurrida.

2. Que el imputado, aduciendo que el hecho de sangre se trata de un ajuste de cuentas, pide
al Juez recurrido oficie a la Superintendencia de Bancos a objeto de que se certifique sobre
las cuentas bancarias que manejan Carlos Buchón y Salomé Nasica, así como los extractos
correspondientes al 20 de junio de 2000 hasta el 24 de agosto del mismo año, quien por
decreto de 25 de agosto de 2000 dispone se oficie, no obstante considerar que no ayudará al
esclarecimiento de los hechos denunciados. (fs. 269-270).

3. Que contra el referido decreto el abogado de la querellante interpone Recurso de


Reposición con alternativa de Apelación, el que fue rechazado por "no encuadrarse a
derecho"(sic) (fs. 280).

4. Que el recurrente por memorial presentado el 1ro. de septiembre de 2000, solicita se


señale audiencia de inspección a la misma hora que sucedieron los hechos, solicitud que es
admitida por decreto de 2 de septiembre del mismo año y notificada legalmente a las partes
conforme lo reconoce la autoridad recurrida (fs. 291-292).

5. Que considerando ilegales ambas determinaciones judiciales, porque vulneran el


principio de igualdad de las partes, el recurrente interpone el Recurso que se revisa (fs. 300-
301).

CONSIDERANDO: Que el art. 16-II de la Constitución Política del Estado establece que el
derecho a defensa en juicio es inviolable, por su parte el art. 134 del Código de
Procedimiento Penal dispone que el órgano jurisdiccional admitirá como medios de prueba
todos los elementos de convicción que puedan conducir al conocimiento de la verdad
histórica del delito atribuido, de la responsabilidad y de la personalidad del imputado,
disposición legal que es concordante con el art. 238-1) del mismo cuerpo legal que
establece que el Juez tiene la facultad discrecional de ordenar el verificativo de todas
aquellas diligencias o pruebas que a su juicio fueren conducentes al descubrimiento de la
verdad del hecho que se juzga. Por lo que la autoridad recurrida al dar curso a la solicitud
del imputado señalando audiencia de inspección por decreto de 2 de septiembre de 2000
(fs. 292), para recorrer los lugares donde presumiblemente se hubiera encontrado éste el día
y hora del hecho por el que se lo juzga, sólo ha cumplido las disposiciones legales antes
señaladas.

Sin embargo, al dar curso a la solicitud del imputado por decreto de 25 de agosto de 2000
(fs. 270) disponiendo se oficie a la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras
para conocer información bancaria de las cuentas que corresponden no sólo a la víctima
sino también a la esposa de éste, no obstante no guardar relación alguna con el hecho
investigado ni con los fundamentos de la imputación penal, ha cometido un acto ilegal
contrario a lo dispuesto por el art. 238-1) del citado Código de Procedimiento Penal,
vulnerando el derecho de privacidad de la recurrente consagrado de manera general por el
art. 20 de la Constitución Política del Estado y desarrollado por el Código Civil.

Que, el Amparo Constitucional es un recurso extraordinario que otorga protección contra


los actos ilegales y las omisiones indebidas de funcionarios y particulares que restrinjan,
supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías fundamentales de la
persona, siempre que no hubiera otro medio o recurso legal para dicha protección, aún
cuando no se hubiera hecho uso oportuno de los mismos.
Que la Corte de Amparo al haber declarado improcedente el Recurso no ha evaluado
correctamente los datos del proceso y los alcances del art. 19 de la Constitución Política del
Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA EN PARTE la Resolución venida en revisión y declara
PROCEDENTE el Recurso, con relación al decreto de 25 de agosto de 2000, cursante a fs.
270, dictado por la autoridad recurrida dejándolo sin efecto, sea con imposición de daños y
perjuicios conforme lo establece el art. 102-II de la Ley Nº 1836, que deben ser calificados
por el Tribunal de Amparo.

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 972/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 973/00-R

Expediente: No. 2000-01600-04-RAC


Partes: Américo Aranibar Zegarra, Enrique Willy Coronado Dávila, Virginia Daza
Chumacero, Rolando Espada Flores, Rolo Gualfert Betanzos Migues y William A. Ordóñez
Alegría contra Teresa Rivero de Cusicanqui, Martha R. Villazón Delgadillo, Guido Chávez
Méndez y Luis Carlos Paravicini; Consejeros de la Judicatura; Marcelo Vargas Vacaflor,
Mario Gonzáles Durán, Luis Molina Canizares, Humberto Tardío Tórres, Fernando Iriarte
Suárez, Mario Ortiz Cerezo, José Ortuzte Quiroga, Juan José Gonzáles Osio, Oscar Barrios
Sánchez y Armando Cardozo Sarabia, Vocales de la Corte Superior del Distrito.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: Chuquisaca
Lugar y fecha: Sucre, 20 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 66 a 68 de obrados, pronunciada el 8 de


septiembre de 2000, por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito de
Chuquisaca, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Américo Aranibar Zegarra,
Enrique Willy Coronado Dávila, Virginia Daza Chumacero, Rolando Espada Flores, Rolo
Gualfert Betanzos Migues y Willian A. Ordoñez Alegría contra Teresa Rivero de
Cusicanqui, Martha R. Villazón Delgadillo, Guido Chávez Méndez y Luis Carlos
Paravicini; Consejeros de la Judicatura; Marcelo Vargas Vacaflor, Mario Gonzáles Durán,
Luis Molina Canizares, Humberto Tardío Tórres, Fernando Iriarte Suárez, Mario Ortiz
Cerezo, José Ortuzte Quiroga, Juan José Gonzáles Osio, Oscar Barrios Sánchez y Armando
Cardozo Sarabia, Vocales de la Corte Superior del Distrito, los antecedentes arrimados al
expediente; y

CONSIDERANDO: Que, los recurrentes en su demanda de 31 de agosto de 2000, de fs. 24


a 26 de obrados, afirman que por la documentación que acompañan se evidencia que el
Concejo de la Judicatura y la Corte Superior del Distrito de Chuquisaca, hizo un llamado
mediante convocatoria pública para postular a los cargos de Auxiliares y Oficiales de
Diligencias, que el Pleno del Consejo de la Judicatura mediante Acuerdo Nº 001/99, sobre
la base de supuestos convenios con la Facultad de Derecho, determinó establecer como
período de práctica forense de los Oficiales un año improrrogable, que por certificación de
la Decanatura de la Facultad de Derecho de la Universidad San Francisco Xavier de
Chuquisaca, no existe ningún reglamamento conjunto con el Consejo de la Judicatura para
normar las prácticas judiciales de auxiliares y oficiales de diligencias, lo cual es
corroborado por el Informe del Gerente del Consejo de la Judicatura. Señalan que los
antecedentes expuestos, hacen fe de la flagrante violación al derecho del trabajo y que la
Convocatoria y el Acuerdo referidos son ilegítimos, arbitrarios, ilegales e
inconstitucionales, porque aún se encuentra en vigencia la Ley de Organización Judicial
que en sus arts. 213, 214 y 215 sólo establecen las atribuciones y requisitos, pero no existe
otra norma que establezca que el período de funciones de los Oficiales de Diligencias sea
de un año calendario.

Manifiestan que la Convocatoria efectuada por el Consejo, no está dentro de las


atribuciones que le otorga la Ley Nº 1817, pues en el Capítulo III del art. 13 de dicha Ley,
establece las atribuciones en materia de recursos humanos, en cuyo marco, los numerales 1
y 2 no involucran a los Oficiales de Diligencias. Que además, existe una selectiva y
discriminatoria destitución de algunos Oficiales de Diligencias, pues la Convocatoria
solamente se la efectúa para optar a cargos de Oficiales de Diligencias de Juzgados de la
Capital y no así de otros Oficiales de Diligencias de Salas Superiores y Juzgados de
Provincias, dado que para el caso de que hubiera sido legal, se hubiera incluido a todos.
Indican que al no existir otro Recurso contra los actos ilegales contenidos en la Resolución
Nº 001/99 por ser violatorios a los arts. 7-d) de la Constitución Política del Estado y 214 de
la Ley de Organización Judicial, interponen Amparo Constitucional, pidiendo se declare
procedente y se disponga la revocatoria de la Resolución señalada y el Acuerdo de Sala
Plena de la Corte Superior del Distrito, relativa a la designación de nuevos Oficiales de
Diligencias para Juzgados de la Capital.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 8 de septiembre de


2000, cual consta de fs. 62 a 65 de obrados, los recurrentes Virginia Daza Chumacero y
Willian A. Ordóñez por medio de su abogado, ratifican su demanda.

Por su parte el abogado y apoderados de los Consejeros recurridos, arguyen que dentro de
las facultades administrativas y disciplinarias están incluidas las de normar los recursos
humanos y que respecto a los Oficiales de Diligencias se heredó la práctica mucho después
de la Ley de Organización Judicial, que más antes sólo se exigía ser ciudadano en ejercicio
y por dicha razón los cargos eran permanentes, a diferencia de los secretarios y auxiliares
que tenían un periodo de funciones porque se los consideraba como beca trabajo que los
habilitaba para obtener el título, pero después cambian los requisitos, resolviendo la Corte
Suprema que los Oficiales también sean estudiantes para que ingresen al sistema de
prácticas forenses y fue por ello que no quedó ningún Oficial antiguo que no hubiera sido
estudiante de Derecho y que su periodo sea de un año, pudiendo éste acortarse en atención
a la demanda que existe, pues incluso se está viendo la posibilidad de hacerlo en calidad de
pasantía para dar oportunidad a todos los mejores alumnos.

A su turno, los Vocales recurridos aducen que los recurrentes se han equivocado de vía,
pues debieron hacer uso del Recurso Directo de Nulidad y que no han planteado el recurso
oportunamente ya que lo hacen después de 8 meses desnaturalizándolo, que la Ley del
Consejo de la Judicatura en su art. 13 párrafo VI cuando habla de la función y atribuciones
en materia reglamentaria, crea la facultad de emitir acuerdos y dictar resoluciones y con
dicha base legal pronuncia el acuerdo 001/99, que fue el Consejo quien calificó todas las
postulaciones, habiéndose ya nombrado a los sustitutos de los recurrentes presentes, por lo
que no existe conculcación de ningún derecho, que el Consejo puede reglamentar dichos
actos porque la Ley de Organización Judicial, no establece período de funciones.
Finalmente, alegan que incluso en el Reglamento del Sistema de la Carrera Judicial,
aprobado por el Acuerdo Nº 052/2000 elaborado por todos los representantes de los
Tribunales, Corte Suprema, Cortes Superiores y Colegio de Abogados y en el Reglamento
de la Carrera Administrativa, no se encuentran los Auxiliares y Oficiales de Diligencias,
por tratarse de becas trabajo.

Concluida la audiencia el Tribunal del Recurso declara improcedente el Amparo


Constitucional con los fundamentos siguientes: 1) Que el Acuerdo Nº 001/99 de 5 de enero
de 2000, fue dictado conforme a la facultad contenida en el art. 3.II, Título VI, Capítulo I
de las Disposiciones Especiales, concordante con el numeral 2 párrafo III del art. 13, ambos
de la Ley Nº 1817; 2) Que el período máximo se lo determinó en función a que el cargo
corresponde sólo a una práctica forense como requisito para optar al título; 3) Que en base
al Acuerdo dictado por el Consejo de la Judicatura la Corte Superior del Distrito emitió la
Convocatoria y; 4) Que no se agotaron las instancias, ya que se pudo haber interpuesto un
recurso administrativo o jerárquico.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, los recurrentes Rolando Espada Flores, Enrique Willy Coronado, Rolo Gualfert
Betanzos Migues y Julio Américo Aranibar Zegarra desistieron antes de que el Recurso sea
admitido.

2. Que, el Pleno del Consejo de la Judicatura con el fundamento de "Que las universidades
del país para la otorgación de títulos de abogados en provisión nacional, exigen como
requisito previo el trabajo práctico en juzgados del Poder Judicial..."; "...ve la necesidad de
establecer el periodo mínimo y máximo e improrrogable de las funciones del personal
auxiliar...de tal manera que la actividad jurisdiccional se vea beneficiada del mismo modo
que los propósitos académicos de los estudiantes..."; por cuya razón pronuncia el Acuerdo
Nº 001/99 de 5 de enero de 2000, que en su artículo segundo establece: "como periodo de
práctica forense de oficiales de diligencias y auxiliares de juzgados el tiempo máximo de un
año improrrogable".

3. Que, remitido el precitado Acuerdo por CITE PCJ-028/99 de 12 de enero de 2000 a la


Corte Superior del Distrito de Chuquisaca, ésta el 23 de abril de 2000 publica la
Convocatoria Pública Nº 01/2000, para ocupar las funciones de Auxiliares y Oficiales de
Diligencias en los Juzgados de la Capital.

4. Que, la recurrente Virginia Daza Chumacero asumió el cargo de Oficial de Diligencias el


29 de abril de 1998, registrando su tarjeta hasta el 4 de septiembre de 2000 y el recurrente
Willian Ordoñez Alegría asumió el 11 de septiembre de 1997 encontrándose desempeñando
labores hasta la certificación expedida el 7 de septiembre de 2000 (fs. 57 a 58).

5. Que, ya se han nombrado los sustitutos de los recurrentes Virginia Daza Chumacero y
Willian Ordoñez Alegría.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona..."; precepto que es inaplicable al caso de autos, por cuanto los
Consejeros recurridos no han violado el derecho al trabajo invocado por los recurrentes,
pues al no existir un periodo de funciones establecido en los arts. 211 y 214 de la Ley de
Organización Judicial, el Consejo como órgano administrativo y disciplinario del Poder
Judicial, puede y debe reglamentar el periodo de funciones para los Auxiliares y Oficiales
de Diligencias, más aún cuando no existe ninguna norma expresa que se lo prohíba, pues el
art. 32 de la Constitución Política del Estado prevé: "Nadie será obligado a hacer lo que la
Constitución y las leyes no manden, ni a privarse de lo que ellas no prohíban."; en cuyo
marco constitucional se ajusta perfectamente el Acuerdo Nº 001/99 de 5 de enero de 2000.
Que, consecuentemente no se ha restringido ningún derecho fundamental y más bien se ha
actuado con debida ponderación en beneficio del derecho al estudio, al reglamentar el
periodo de funciones de los Auxiliares y Oficiales de Diligencias del Poder Judicial,
posibilitando con ello que gran parte de los estudiantes de la Carrera de Derecho, puedan
realizar sus prácticas en los Tribunales Judiciales.

Que, el Consejo de la Judicatura como Órgano administrativo y disciplinario del Poder


Judicial, según lo previsto en el Título IV relativo a los Recursos Humanos, arts. 29 y 30
tiene la facultad de captar y seleccionar los recursos humanos idóneos, estando estos en los
que se encuentran los Auxiliares y Oficiales de Diligencias.

Que, la Corte Superior del Distrito procedió a publicar la Convocatoria dando


cumplimiento al Acuerdo Nº 001/99 que les remitiera el Consejo de la Judicatura el día 12
de enero de 1999, por lo que dicho acto no se puede impugnar de ilegal, ya que la Corte no
podía eludir lo dispuesto en el citado Acuerdo.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Amparo, ha


compulsado debidamente los obrados y dado estricta aplicación al art. 19 de la Constitución
Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión corriente de fs. 66 a 68 de
obrados, pronunciada el 8 de septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa de la
Corte Superior del Distrito de Chuquisaca.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera
MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 978/00-R

Expediente: 2000-01529-04-RHC
Partes: Gastón Valle Crooker contra Alberto Costa Obregón,
Juez Tercero de Instrucción en lo Penal.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Fecha : 23 de octubre de 2000
Mag. Relator : Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución de fojas 48 a 50, de 24 de agosto de 2000, pronunciada


por el Juez Noveno de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz, dentro del
Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Gastón Valle Crooker contra Alberto Costa
Obregón, Juez Tercero de Instrucción en lo Penal, sus antecedentes; y

CONSIDERANDO: Que, mediante memorial de fs. 3 a 8, presentado en 23 de agosto de


2000, el recurrente expresa que, como consecuencia de la denuncia formulada por el
Alcalde Municipal de La Paz, se levantaron las diligencias de Policía Judicial, las que, sin
el respectivo sorteo, fueron remitidas directamente al Juez recurrido, quien dictó el auto
inicial de la instrucción, en el que su persona no se encontraba incluida como imputado.
Afirma que posteriormente, sobre la base de la declaración indagatoria de uno de los
encausados en la que se mencionó su nombre y sin que exista petición de parte ni mucho
menos requerimiento fiscal, el Juez recurrido amplió el auto inicial de la instrucción en
contra suya, fijando audiencia para el primero de agosto a hrs. 10 mediante auto de 29 de
julio del presente año, a efectos de recibir su indagatoria. Asevera que día antes de esa
fecha, solicitó la suspensión de dicha audiencia, respaldando su pedido con un certificado
médico que acreditaba su delicado estado de salud con cuatro días de impedimento; sin
embargo, el mismo día (31 de julio), esta autoridad dispuso se emita mandamiento de
aprehensión en su contra, con facultades extraordinarias, con el argumento de que no se
había presentado a prestar su declaración. Indica que una vez enterado por la prensa de la
situación, se presentó el día señalado, primero de agosto, a hrs. 14:00, en forma voluntaria,
y luego de prestar su indagatoria, el Juez dispuso su detención preventiva, sin considerar la
aplicación anticipada de las Medidas Cautelares del Nuevo Código de Procedimiento Penal,
en aplicación incorrecta del art. 195 del antiguo Procedimiento Penal y de los arts. 3 y 6 de
la Ley N° 1685 que se encuentran implícitamente derogados con la aplicación anticipada
del nuevo Código Adjetivo Penal.

Afirma por otra parte, que se han violado los arts. 6-II, 7-a), g) y j), 9-I y 35 de la
Constitución, así como el art. 117 de la Ley de Organización Judicial, al no haberse
cumplido con la formalidad del sorteo, remitiéndose directamente el proceso al Juez
demandado, lo que acarrea la nulidad de todo lo obrado en aplicación del art. 123 de la
indicada Ley, más aún cuando este extremo ha sido expresamente observado mediante
requerimiento fiscal de 13 de julio de 2000, pidiendo esa autoridad se proceda al sorteo
correspondiente, a lo que el Juez no dio curso basándose en el art. 118 de la Ley de
Organización Judicial, cuando ni siquiera en la medida precautoria se realizó el indicado
sorteo, violando así normas de orden público. De igual manera, asegura que se han violado
los arts. 77, 46-2) y 91-2) del Código de Procedimiento Penal, así como los arts. 7, 221,
222, 233 y 240 del nuevo Código Adjetivo Penal.

Por lo expuesto, interpone el presente Recurso por procesamiento y detención indebidos,


pidiendo sea declarado procedente, disponiendo dejar cesante en el acto su detención
indebida y determinar las medidas cautelares que correspondan en observancia del art. 240
de la Ley N° 1970.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 24 de agosto de 2000, conforme consta por el acta de fs. 42 a 47,
en la que el abogado del recurrente se ratificó en los términos de su demanda, resaltando
que las diligencias de Policía Judicial que se levantaron a denuncia del Alcalde Municipal,
no fueron objeto del respectivo sorteo, sino enviadas directamente ante el Juez recurrido. El
art. 117 de la Ley de Organización Judicial señala puntualmente que toda causa nueva debe
ser sorteada, aún si se trata de medidas precautorias. Por otra parte, y pese a no existir en su
contra una imputación formal y tampoco estar involucrado en la denuncia ni en las
diligencias policiales iniciales ni ampliatorias, el Juez recurrido amplió el auto inicial
contra él, basado en la declaración del coimputado Germán Monroy. Esto significa que fue
incluido en el proceso de manera ilegal, naciendo así el procesamiento indebido. Añade que
los jueces ya no tienen amplios poderes como antes, y que desde la vigencia del Nuevo
Código de Procedimiento Penal rigen las medidas cautelares. Por otra parte, la detención
preventiva ordenada en aplicación de los arts. 3 y 6 de la Ley de Fianza Juratoria -que se
encuentran ya derogados- y sin considerar la aplicación anticipada de las Medidas
Cautelares del Nuevo Código de Procedimiento Penal dan lugar a su detención indebida.

Por su parte, el Juez recurrido informó que no existe procesamiento indebido en mérito a la
existencia de un auto ampliatorio, que en su criterio, constituye una imputación formal.
Asimismo, manifestó que las leyes reconocen al Juez el criterio discrecional y poderes
amplios, y por otra parte, que la Ley de Fianza Juratoria no se encuentra derogada ni
abrogada. Luego, señaló que el Nuevo Código de Procedimiento Penal evidentemente
dispone que la determinación para la detención preventiva debe ser excepcional, pero no
establece que esta determinación no se la debe tomar y que si ha dispuesto la detención del
recurrente, es porque lo ha considerado razonable y prudente. Finalmente hizo notar que al
haberse escondido prueba, se incurrió en obstaculización a la administración de justicia, lo
que justifica su determinación.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs. 48
a 50, que declara PROCEDENTE el Recurso, con el argumento de que el Juez recurrido, al
ordenar la detención preventiva del recurrente, no tomó en cuenta las prescripciones
contenidas en los arts. 5, 6, 7, 221, 222, 223, 234 y 235 del nuevo Código de Procedimiento
Penal, toda vez que no existe delito flagrante ni tampoco la presunta desobediencia y
resistencia a órdenes judiciales.

CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia:

1. Que a raíz de la denuncia interpuesta por el Alcalde Municipal, se levantaron diligencias


de Policía Judicial en el caso GADER, las que con el requerimiento fiscal correspondiente
de 8 de mayo de 2000, fueron remitidas directamente y sin sorteo ante el Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal, pidiendo se dicte auto inicial contra los implicados, entre los que
no se encontraba nombrado el recurrente (fs. 66 a 91).

2. Que mediante Auto de 21 de junio de 2000, el Juez recurrido dispuso la ampliación del
auto inicial de la instrucción contra el recurrente, en base a la declaración de otro imputado
y el primero de agosto, luego de recibida su declaración indagatoria, ordenó su detención
preventiva (fs. 19, 24-27).

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Hábeas Corpus asegura la posibilidad de que un


Juez o Tribunal judicial evalúe la situación jurídica por la cual la persona se encuentra
amenazada o privada de su libertad; aun cuando este derecho fundamental se constituya en
el interés a ser protegido en forma mediata, por cuanto el interés inmediato es el examen
jurídico-procesal de la actuación de la autoridad, lo que implica la protección del derecho al
debido proceso; desde esta perspectiva se tiene que por mandato del art. 117 de la Ley de
Organización Judicial, aplicable al presente caso, los procesos nuevos que deban tramitarse
en los diferentes Juzgados de la Capital, incluyendo las medidas precautorias o
preparatorias de demanda, se presentarán en la respectiva Secretaría de Cámara, la misma
que previa selección, los distribuirá entre los Juzgados de Turno.

Que en el caso de autos, no se efectuó el merituado sorteo de la causa, la que fue remitida
directamente ante el Juez recurrido, en contravención al citado art. 117 de la Ley de
Organización Judicial, siendo que el sorteo del expediente es un acto procesal necesario e
inexcusable que tiene estrecha relación con la competencia de un Tribunal o Juez para
ejercer jurisdicción en un determinado asunto y que permite fundamentalmente garantizar
el debido proceso, orientado a sustentar el derecho de los litigantes a un Juez imparcial.

Que, la autoridad recurrida al no haber observado la ausencia de sorteo, asumiendo


competencia dentro del proceso penal de referencia, ha cometido un acto ilegal que cae en
la nulidad prevista por el art. 123 de la mencionada Ley de Organización Judicial,
careciendo sus actuaciones de efectos jurídicos -"Nullum est quod nullum effectum
producid"-; circunstancia que determina que el recurrente se encuentre indebidamente
procesado y detenido, puesto que sobre un acto nulo nada puede construirse.

Que en consecuencia, el Tribunal de Hábeas Corpus, al haber declarado PROCEDENTE el


Recurso interpuesto, ha efectuado una correcta interpretación de los hechos y de las normas
aplicables al caso, así como de los alcances del art. 18 de la Constitución Política del
Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión y ANULA obrados hasta el estado en
que se produzca el respectivo sorteo de la causa, a objeto de que la situación jurídica de los
imputados pueda ser definida por el Juez competente dentro del término establecido por
Ley.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez
MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 980/00-R

Expediente: 2000-01605-04-RAC
Partes: Freddy Zeballos y Mario Reyes Quiroga, directivos del Sindicato de Trabajadores
del Servicio Eléctrico de Tarija (SETAR) por sí y en representación de Margarita Iñiguez
Fernández, Alicia Cari, Miguel Fernández, Ramiro Baldivieso, Vicente Aguilar, Mario
Castañón, Gonzalo Ruiz, Carlos Yeske, Jorge Mauricio López Iporre, Marcelo Avila, Jorge
Vidaurre, Otto Alcoba, Severo Vargas Moreno, Atiliano Quispe Velarde y Silvia Ramona
Soruco de Oropeza, contra José Peñarrieta Aparicio y Juan Luis Coronado, Gerente y
Presidente del Directorio de SETAR, respectivamente
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: Tarija
Fecha : 23 de octubre de 2000
Mag. Relator : Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 224, de 7 de septiembre de 2000, pronunciada


por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito de Tarija, dentro del
recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Freddy Zeballos y Mario Reyes Quiroga,
directivos del Sindicato de Trabajadores del Servicio Eléctrico de Tarija (SETAR) por sí y
en representación de Margarita Iñiguez, Alicia Cari, Miguel Fernández, Ramiro Baldivieso,
Vicente Aguilar, Mario Castañón, Gonzalo Ruiz, Carlos Yesque, Jorge Mauricio López
Iporre, Marcelo Avila, Jorge Vidaurre, Otto Alcoba, Severo Vargas Moreno, Atiliano
Quispe Velarde y Silvia Ramona Soruco de Oropeza, contra José Peñarrieta Aparicio y
Juan Luis Coronado, Gerente y Presidente del Directorio de SETAR, respectivamente, sus
antecedentes; y

CONSIDERANDO: Que, mediante memorial de fs. 82 a 83, presentado en 4 de septiembre


de 2000, los recurrentes expresan que los ejecutivos de SETAR procedieron al despido de
sus personas así como de sus representados, utilizando argumentos y hechos temerarios y
maliciosos, pues como medida preliminar de la expulsión de su fuente de trabajo, emitieron
memorándums de rebaja de salarios, luego amenazas de exoneración condicionando su
permanencia en la empresa a la devolución de los beneficios sociales que ellos
voluntariamente honraron, dando lugar a una recontratación de servicios, para finalmente
consumar su objetivo con el despido colectivo, haciendo uso de un exceso de autoridad, con
lo que han vulnerado los derechos al trabajo y a la libre asociación consagrados en el art. 7-
c) y d) de la Constitución Política del Estado y asimismo, han violado además el fuero
sindical estatuído por la Ley de 7 de febrero de 1944.

Manifiestan que al no existir otro recurso inmediato, interponen el presente Amparo


Constitucional, pidiendo sea declarado procedente, disponiéndose en consecuencia la
restitución a sus funciones con el pago indemnizatorio civil y social que implica el perjuicio
causado.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 24 de agosto de 2000, conforme consta por el acta de fs. 218 a
223, donde los recurrentes se ratificaron en los términos de su demanda y añaden que
solicitaron medidas cautelares en razón de que el diálogo y los procedimientos de rigor en
la Dirección Departamental del Trabajo no prosperaron.

Por su parte, el abogado y apoderado de la parte recurrida informó que por disposición del
Directorio se rebajaron los salarios al personal y que de acuerdo al D.S. de 9 de marzo de
1937, los trabajadores cuentan con la alternativa de permanecer en el cargo teniendo
derecho a la indemnización por diferencia del salario menor al salario mayor, o en su caso,
darse por despedidos, con derecho a todos los beneficios sociales. Indica que por error
administrativo se liquidó el total de la indemnización y no así la diferencia de sueldos que
correspondía, lo que originó que se emitan comunicaciones rectificatorias al personal,
pidiendo se devuelva el dinero cancelado en demasía, a las que muchos trabajadores
respondieron favorablemente, devolviendo los dineros pagados en exceso,
correspondiéndoles su reliquidación y no así su permanencia en la empresa. Que con
relación a los recurrentes y apoderados, también se les pidió la devolución de los dineros y
después de una reunión conciliatoria se dejó sin efecto el memorándum de despido, cesando
así el acto declarado ilegal y desapareciendo el motivo para plantear este recurso. Añade
que los memorándums de revocación de sus despidos no les fueron entregados a los
recurrentes por no haber sido habidos en sus domicilios como acredita documentalmente.
Concluye indicando que el Amparo no es sustitutivo de otros Recursos y siendo que el
presente conflicto se da entre patrones y empleados, el mismo debe ser resuelto por el
Juzgado del Trabajo, de acuerdo a lo establecido por los arts. 9 del Código de
Procedimiento del Trabajo y 161 de la Constitución. Por lo expuesto, pide se declare
improcedente.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dictó la Resolución cursante a fs. 224, que
declara PROCEDENTE el Recurso, con el argumento de que las autoridades recurridas han
contrariado el art. 159 de la Constitución Política del Estado y que los representantes del
Sindicato, gozan del fuero sindical, por lo que sin previo proceso de desafuero, resulta
ilegítimo su despido.

CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia


que:

1.- Que mediante Resolución Ministerial N° 243/99 de 18 de mayo de 1999, y la


ampliación de su mandato por Resolución de 29 de agosto de 2000, la Directiva del
Sindicato de Trabajadores de Servicios Eléctricos Tarija SETAR, elegida para la gestión
1998 a diciembre de 2000 fue reconocida por el Ministerio del Trabajo, gozando sus
miembros de fuero sindical (fs. 1 y 6).

2.- Que SETAR dispuso la reestructuración administrativa de la empresa, disponiendo la


rebaja de los salarios de los trabajadores, dándoles a los perjudicados la opción de acogerse
al despido indirecto o quedarse en el nuevo cargo, habiéndose acogido los recurrentes a la
segunda opción, pidiendo la indemnización por la diferencia de sueldos, pero por error se
les pagó la indemnización sobre el total ganado, lo que ocasionó que mediante nota de 23
de agosto de 2000, el Gerente General a.i. de SETAR pidiera a los trabajadores la
devolución del importe recibido por concepto de beneficios sociales hasta el 31 de agosto si
deseaban seguir trabajando en la empresa, caso contrario se procedería a liquidar el saldo
de sus beneficios sociales (fs. 14-80).

3.- Que en 31 de agosto de 2000 se llevó a cabo una audiencia de conciliación entre
trabajadores y directivos de la empresa, ante la Dirección Departamental del Trabajo, donde
no se llegó a ningún acuerdo (fs. 1-80 y 188-190).

4.- Que en razón de que algunos trabajadores no devolvieron los dineros reclamados, el 1°
de septiembre de 2000 la empresa emitió los Memorándums de agradecimiento de
servicios, siendo afectados con esta decisión los directivos del Sindicato, ahora recurrentes
así como los trabajadores a los que representan en la presente acción (fs. 17-80).

5.- Que al día siguiente, 2 de septiembre, la empresa reconsiderando la medida adoptada,


extendió los Memorándums por los cuales deja sin efecto los despidos efectuados a Freddy
Zeballos, Mario Reyes y Otto Alcoba, en respeto al fuero sindical del que gozan en su
calidad de miembros de la directiva del Sindicato de Trabajadores de SETAR, pidiendo se
restituyan inmediatamente a su fuente de trabajo, quedando consolidado el despido con
respecto a los demás trabajadores recurrentes (fs. 183-185).

6.- Que los anteriores Memorándums no pudieron ser entregados a los interesados, como
consta por el informe de 4 de septiembre, presentado por el Auxiliar del Departamento de
Personal, quien señala que buscó a los destinatarios el sábado 2 de septiembre en sus
domicilios, y al no encontrarlos dejó mensaje a sus familiares y que posteriormente, el día
lunes 4 de septiembre, los recurrentes, Freddy Zeballos, Mario Reyes y Otto Alcoba
rehusaron recibir los Memorándums (fs. 186); extremo que concuerda con el informe de fs.
187 expedido por la Notaria de Fe Pública María Diva D. de Auza (fs. 187).

CONSIDERANDO: Que el hecho de que la parte recurrida haya reconsiderado su decisión


de agradecer los servicios de los directivos y dejado sin efecto el despido de los recurrentes
Freddy Zeballos Rojas y Mario Reyes Quiroga, en forma inmediata y anterior a la
presentación del presente Recurso, reconociendo así el fuero sindical del que gozan en su
calidad de dirigentes del Sindicato de SETAR, pese a no haber llegado a entregar los
Memorándums correspondientes por causas imputables a los propios recurrentes, ha dado
lugar al cese de los efectos del acto reclamado y por ende a la desaparición del fundamento
de la presente acción con respecto a los nombrados, determinando la improcedencia del
Recurso en aplicación del art. 96-2) de la Ley N° 1836.

Que, con referencia a los demás trabajadores representados en el presente Recurso por los
mencionados directivos, queda establecido que fueron despedidos con reconocimiento
pleno de sus Beneficios Sociales, de conformidad con el art. 55 del D.S. N° 21060,
teniendo expeditos los medios y Recursos que les reconoce la Ley para presentar sus
reclamos, no siendo el Amparo Constitucional sustitutivo de aquellos, circunstancia que
igualmente determina la improcedencia del Recurso como reconoce la uniforme
jurisprudencia constitucional.

Que en consecuencia, el Tribunal de Amparo Constitucional, al haber declarado


PROCEDENTE el Recurso interpuesto, no ha efectuado una correcta interpretación de los
hechos y de las normas aplicables al caso, así como tampoco de los alcances del art. 19 de
la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 94 y 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la resolución revisada y declara IMPROCEDENTE el Recurso,
con costas.

Regístrese y hágase saber.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la Titularidad)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la Titularidad)
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 979/00-R

Expediente: 2000-01616-04-RAC
Partes: Adolfo Carlos Quispe Salazar contra Luis Fernando Balanza, Gerente Regional de
la Aduana La Paz.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Fecha: 23 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución N° 300/2000 de fs. 128 a 129 dictada por el Juez
Primero de Partido en lo Civil y Comercial de El Alto; dentro del Recurso de Amparo
Constitucional, interpuesto por Adolfo Carlos Quispe Salazar contra Luis Fernando
Balanza, Gerente Regional de la Aduana La Paz, los antecedentes del caso; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial presentado en 31 de agosto de 2000, cursante a fs.


23 de obrados, el recurrente manifiesta que en el mes de diciembre de 1998, en la carretera
a Oruro, funcionarios de la Unidad de Resguardo y Vigilancia Aduanera procedieron a la
incautación de sus dos vehículos tipo minibús. Los captores no accedieron a darle
información sobre el lugar donde llevarían los vehículos, aunque después de mucho tiempo
se le indicó que los reclamos debería presentar en la Aduana de La Paz, pero la búsqueda de
información significó una verdadera vía crucis tanto en esta ciudad como en El Alto, peor
aún si los captores no le habían entregado ningún comprobante de la incautación.
Posteriormente, una vez enterado de que el Gobierno concedió un último plazo para
nacionalizar vehículos indocumentados, recomenzó sus averiguaciones sobre sus vehículos,
percatándose que sin conocimiento suyo, se había efectuado un proceso bajo el cargo de
contrabando, e incluso se había dictado una Resolución para remate, aunque en ningún
momento se le citó con la instauración del proceso ni se publicó edicto alguno, por lo que
en definitiva no se le dio oportunidad para que asuma su derecho a la defensa.

En consecuencia, la autoridad aduanera recurrida incurrió en actos ilegales y omisiones que


han restringido totalmente sus derechos y garantías ciudadanas, especialmente el de defensa
(art. 16 de la Carta Magna), transgrediendo la obligación citatoria legal dispuesta en el
Código Tributario y las disposiciones del Poder Ejecutivo en materia de nacionalización de
vehículos.

Por lo expuesto, pide se declare procedente el Recurso interpuesto y se ordene la


nacionalización de sus dos vehículos en el marco de la regularización dispuesta por el D.S.
25575.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso conforme a derecho, se realiza la audiencia


de 12 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs. 123 a 127, donde el recurrente se
ratifica en los términos de la demanda, añadiendo que se instauró proceso de contrabando
contra los vehículos señalados, cuando por mandato del D.S. 23098 debió ordenar la
nacionalización de esos vehículos. Otra infracción es la aplicación del art. 23 del D.S.
22126 para la notificación con cédula al recurrente, sin considerar que esta disposición
legal ya no tenía vigencia al haber sido abrogada por el Código Tributario. En ese proceso
se cometieron otras irregularidades que afectaron al derecho de defensa del recurrente,
porque fue condenado sin haber sido oído y juzgado en proceso.

Por su parte, el apoderado y abogado de la autoridad recurrida presta el respectivo informe,


señalando en principio que los Decretos de Nacionalización no eran generales, sino se
referían concretamente a vehículos indocumentados con documentación insuficiente, entre
los que no están comprendidos los dos vehículos del recurrente. Es evidente que el 30 de
noviembre de 1998 se decomisaron esos dos motorizados y se inició el proceso señalado
por el D.S. 22126. En el parte de especies secuestradas de 2 de diciembre de 1998, se
especificaron los vehículos incautados, pero no así el nombre del propietario (fs. 1) por
cuanto éste se había dado a la fuga.

Añade que al tratarse de contrabando, no existe registro de propiedad alguno a nombre del
recurrente, por lo que se instruyó el proceso penal administrativo por ese delito contra los
autores, cómplices y encubridores, a quienes nunca se identificó. Por ello se empleó la
cédula para las notificaciones posteriores, de acuerdo al art. 23 del D.S. 22126. Indica que
se pronunciaron las Resoluciones Administrativas Nos. 111/99 y 321/99, por las que se
declararon probadas las acciones de contrabando de los dos vehículos, las que cobraron
ejecutoria el 6 de mayo de 1999. Luego, se dispuso que los antecedentes pasen a la Unidad
de Operaciones para el respectivo loteamiento y posterior remate.

Aclara que el recurrente presentó dos memoriales en diciembre de 1999, quien conocía
perfectamente que se tramitaba el proceso administrativo sobre el delito de contrabando
sobre esos dos vehículos.

Finaliza indicando que contra aquellas Resoluciones proceden los recursos de revocatoria y
de apelación, además de la demanda contenciosa tributaria, que no fueron utilizados por el
recurrente.

Concluida la audiencia, el Juez de Amparo dicta la Resolución N° 300/2000, cursante de fs.


128 a 129, declarando PROCEDENTE el Recurso con el fundamento de que las diferentes
notificaciones a partir del auto inicial del proceso se practicaron en Secretaría de la
Dirección Regional de la Aduana mediante cedulón, aplicando el D.S. 22126, sin tomar en
cuenta lo dispuesto por el Código Tributario, Ley N° 1340 -de aplicación preferente- que
exige que ante el desconocimiento del nombre de los propietarios, las notificaciones deben
practicarse mediante edictos. En consecuencia, se ha vulnerado el derecho fundamental a la
defensa del recurrente.
CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del
expediente, se evidencian los siguientes extremos:

1. Que el 7 y 11 de diciembre de 1998, se dictan los autos iniciales de procesos penales


administrativos por el delito de contrabando de dos vehículos incautados (fs. 3 y 14), en
contra de los que resultaren autores, cómplices y encubridores, otorgándoles el término de
tres días para la presentación de sus descargos.

2. Que ante la representación en sentido de que los propietarios de aquellos vehículos no


pudieron ser habidos, se dispuso que se proceda a la citación mediante cedulón (fs. 4)

3. Que el 17 de febrero de 1999, se dicta la Resolución Administrativa N° 111/99


declarando probada la acción de contrabando disponiendo el comiso definitivo y posterior
remate público del vehículo minibús marca Subaru y otras características técnicas (fs. 10),
y el 10 de junio de 1999 se pronunció la Resolución Administrativa N° 321/99 (fs. 20) en el
mismo sentido con relación al segundo vehículo tipo minibús marca Toyota.

4. Que, figuran en obrados las notificaciones a los propietarios o responsables de aquellos


vehículos con los autos iniciales de los procesos penales, así como con ambas Resoluciones
Administrativas mediante cedulones fijados en la Secretaría de la División Jurídica de la
Aduana Interior La Paz, incurriendo así en trasgresión a lo previsto por el art. 159, inc. d)
del Código Tributario, disponiendo que en los casos en que no se conozca el domicilio del
contribuyente, las notificaciones se practicarán por edictos durante tres días en un órgano
de prensa de circulación nacional.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional, previsto por el art. 19 de la


Constitución Política del Estado, procede contra los actos ilegales o las omisiones indebidas
de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos y garantías de las personas, lo que ha ocurrido en el caso de autos, dado que la
autoridad recurrida incurrió en un acto ilegal que suprime el derecho a la defensa del
recurrente, consagrado por el art. 16 - II de la Constitución Política del Estado; lo que
determina la reparación inmediata de tal acto ilegal a través de la garantía constitucional
establecida por el art. 19 de la Carta Fundamental del País.

CONSIDERANDO: Que consecuentemente, el Tribunal de Amparo, al haber declarado


PROCEDENTE el Recurso, ha efectuado una adecuada compulsa de los antecedentes e
interpretado correctamente el art. 19 de la Carta Fundamental del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y los arts. 94 y
102-V de la Ley N° 1836, APRUEBA parcialmente la Resolución revisada corriente de fs.
128 a 129, con la modificación de que no se ordena la nacionalización de los vehículos
incautados, sino que se dispone la nulidad de obrados hasta que el recurrente sea notificado
conforme a derecho, en los autos iniciales de fs. 3 y 14 de obrados.

Regístrese y devuélvase.
No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.
Sentencia Constitucional Nº 979/00-R (viene de la pág. 3)
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Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 977/00-R

Expediente: No. 2000-01648-04-RHC


Partes: Zhang Pei Hua contra Daniel Parada Limpias, Director Distrital de Migración
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 23 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 15 y vta. de obrados, pronunciada el 20 de


septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de Santa
Cruz, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Zhang Pei Hua contra Daniel
Parada Limpias, Director Distrital de Migración, los antecedentes arrimados al expediente;
y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 19 de septiembre de 2000,


corriente a fs. 1 y vta. de obrados, refiere que cuando se encontraba en el Aeropuerto de la
República de Argentina a la espera de viajar en la empresa LAB hacía nuestro país, una
funcionaria de dicha empresa le pidió que la ayudara en la traducción del idioma porque no
se entendía con otros ciudadanos chinos que también abordarían el avión para Bolivia;
empero, grande fue su sorpresa que al llegar al aeropuerto de la ciudad de Santa Cruz, el
domingo 17 de septiembre de 2000, funcionarios de Migración le decomisan su pasaporte,
sin que exista razón, tratando de involucrarlo con los referidos ciudadanos con quienes no
tenía ninguna amistad, ni parentesco, siendo su único delito el tener la misma nacionalidad
y el haber colaborado con la funcionaria de la línea aérea. Concluye señalando que se está
violando el art. 18 de la Constitución Política del Estado y 231 del Código de
Procedimiento Penal, porque hasta el momento de interponer el presente Recurso, no se le
indica cuál el motivo de su detención en las oficinas de Migración.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 20 de septiembre de 2000,


conforme acredita el acta de fs. 11 a 14 de obrados, en ausencia del recurrido, el abogado
del recurrente, hace constar que su patrocinado no fue puesto en presencia del Tribunal.
Niega que el recurrente hubiera sido enviado a Yacuiba, ya que el día anterior estuvo
conversando con él a Hrs. 16:30 cuando se encontraba en una celda de las dependencias de
Migración; por lo que pide que la autoridad recurrida lo remita al Juez Ordinario con el
único propósito de dar cumplimiento a la orden del Tribunal del Recurso, más aún cuando
se tienen datos de que fue secuestrado y se teme por su vida. Finalmente, alega que una
resolución administrativa o ley especial no puede estar por encima de la Constitución
Política del estado, por lo que pide se dé aplicación al art. 18-V de la Ley Fundamental.

Por su parte, el recurrido presentó informe por escrito en el cual aduce que la detención del
recurrente Zhang Pei Hua de nacionalidad china, no se efectuó de manera irregular, pues lo
único que se hizo fue dar cumplimiento a la Resolución Nº 290/00 de 19 de septiembre de
2000, emitida por la Dirección del Servicio Nacional de Migración, mediante la cual se
resolvió cancelar la permanencia indefinida del recurrente y expulsarlo por habérsele
encontrado en la comisión del delito de tráfico de personas. Alega que la permanencia
indefinida del recurrente era injustificable porque también tenía radicatoria en la República
de Argentina y violaba el art. 48 del D.S. Nº 24423 de 29 de noviembre de 1996 y que la
expulsión está dentro de las facultades otorgadas por el art. 24 de la Constitución Política
del Estado a las autoridades de Migración en concordancia con la Ley de Organización del
Poder Ejecutivo y el precitado Decreto. Finalmente, hace presente que la expulsión ya fue
efectuada, para cuyo fin el recurrente fue trasladado vía terrestre a la localidad de Yacuiba,
a objeto de ser entregado a las autoridades argentinas el 19 de septiembre de 2000 a Hrs.
15:00.
Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el
requerimiento fiscal, declara procedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de que el
recurrido actuó ilegalmente al disponer primero la detención el 17 de septiembre de 2000 y
luego la expulsión, no obstante que la resolución dictada por la Dirección Nacional de
Migración es del 19 de septiembre de 2000 "es decir dos días después de la detención del
recurrente".

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrente fue detenido por funcionarios de Migración, el 17 de septiembre de


2000 en el aeropuerto de Santa Cruz y recluido en celdas de esa institución hasta el 19 de
septiembre de 2000, acusado de supuesto tráfico de personas.

2. Que, la Dirección del Servicio Nacional de Migración dispone la cancelación de la


permanencia indefinida y la expulsión del recurrente mediante la Resolución Nº 290/00
expedida el 19 de septiembre de 2000, en cuyo cumplimiento el recurrente fue remitido la
misma fecha a la ciudad de Yacuiba, sin que conste que haya sido previamente notificado
con dicha resolución.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, por cuanto el Director recurrido detuvo ilegalmente al recurrente, en franca
contravención de lo dispuesto por el art. 9.I de la Constitución Política del Estado, que
prescribe "Nadie puede ser detenido, arrestado ni puesto en prisión, sino en los casos y
según las formas establecidas por Ley..."; empero, el recurrente fue detenido sin ninguna
orden y no fue puesto a disposición de autoridad competente, por un lado, y por otro, para
el caso de que éste hubiera incurrido en alguna de las causales previstas en el art. 48 del
D.S. Nº 24423 de 29 de noviembre de 1996, la autoridad recurrida no podía proceder a la
detención, mientras el órgano competente, en este caso la Dirección del Servicio Nacional
de Migración, hubiese determinado la expulsión.

Que, no obstante haberse infringido el referido precepto constitucional, también se ha


violado el derecho prescrito en el art. 7-g) de la norma fundamental y el derecho de defensa
garantizado por el art. 16 de la Constitución Política del Estado, al haberse dado
cumplimiento inmediato a una resolución, cuando ésta todavía podía ser apelada por el
recurrente, pues si bien el art. 20-h) del precitado Decreto, concede a la Dirección Nacional
de Inspectorias y Arraigos, la facultad de resolver la expulsión de extranjeros por las
causales establecidas en el art. 48 del mismo, también dispone el derecho de apelación ante
la Subsecretaría de Migración, en el plazo de 48 horas a partir de su notificación, lo que no
sucedió en los hechos, dado que el recurrente fue remitido a la frontera de la República
Argentina la misma fecha en que se expidió la Resolución, dejando en evidencia que la
autoridad recurrida al margen de haber incurrido en detención ilegal, ignora las normas que
rigen el movimiento migratorio del país.
En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Hábeas Corpus ha
compulsado correctamente los hechos y dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión corriente a fs. 15 y vta. de obrados,
pronunciada el 20 de septiembre de 2000, por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de
Justicia de Santa Cruz, disponiendo que la autoridad recurrida restituya al recurrente a
nuestro país para que haga uso de los recursos previstos por Ley y sea puesto a disposición
de la autoridad competente, para que ésta ordene su libertad o lo que corresponda de
acuerdo Ley; asimismo, ordena que el Tribunal del Recurso proceda a la calificación de
daños y perjuicios conforme al art. 91-VI de la Ley Nº 1836.

Se recomienda a la citada Sala, que en posteriores Recursos que conozca, declare la


rebeldía de la autoridad recurrida cuando no acuda a la audiencia pública conforme al art.
18-IV de la Constitución Política del Estado o en su caso exija que la persona que quiera
representarlo tenga su personería acreditada conforme a Ley.

Regístrese y devuélvase

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 977/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 981/00-R

Expediente: 2000-01653-04-RHC
Partes: Silvia Loayza Rojas de Jiménez en representación de su esposo Alberto Jiménez
Durán contra Alfredo Jaimes Terrazas, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de la ciudad
de El Alto y Leopoldo Ramos, Fiscal de Materia.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 23 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Rolando Roca Aguilera

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 43-46 dictada en 22 de septiembre de 2000 por el


Juez Tercero de Partido en lo Penal del Distrito de La Paz, dentro del Recurso de Hábeas
Corpus interpuesto por Silvia Loayza Rojas de Jiménez en representación de Alberto
Jiménez Durán contra Alfredo Jaimes Terrazas, Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal de
la ciudad de El Alto y Leopoldo Ramos Errada, Fiscal de Materia, los antecedentes del
proceso; y

CONSIDERANDO: Que la recurrente en representación de su esposo Alberto Jiménez


Durán presenta Recurso de Hábeas Corpus contra las indicadas autoridades aduciendo que
luego de que la Sala Plena de la Corte Superior, anuló obrados por no existir Caso de Corte
contra el Alcalde y Concejales; el proceso penal seguido por la Alcaldía de El Alto contra
su citado esposo y otros se radica en el Juzgado Cuarto de Instrucción en lo Penal a cargo
de Alfredo Jaimes Terrazas quien sin señalar día y hora de declaración indagatoria expide
cédula de comparendo, el que es representado por el Oficial de Diligencias en sentido de
que se desconoce su domicilio y posteriormente expide mandamiento de aprehensión, que
también es representado en ese sentido por dicho funcionario.

Señala que, no obstante estar el Juez recurrido con baja médica sigue conociendo el
proceso, rechaza de plano las cuestiones previas presentadas por su esposo, sin cumplir con
las formalidades de Ley, al igual que rechaza las medidas cautelares previstas en la Ley N°
1970, con el argumento de que éstas deben ser fijadas por el Fiscal. Finalmente no da curso
a sus peticiones de que se suspendan los mandamientos de comparendo y de aprehensión
con facultades de allanamiento y habilitación de días y horas, violando de esa manera sus
derechos constitucionales.

Que ante la violación del derecho a la libertad y la defensa de su esposo, amparada en los
arts. 7, 16, 18 de la Constitución Política del Estado interpone el presente Recurso, pidiendo
se declare su procedencia, y se ordene la suspensión del mandamiento de aprehensión.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia en 22 de septiembre de 2000, tal como se evidencia a fs. 29-42, el


abogado de la recurrente hace una relación prolija de los antecedentes del proceso,
reiterando íntegramente el contenido de la demanda, agregando que se ha demostrado la
forma cómo se ha llevado este proceso desde el 25 de agosto hasta el 21 de septiembre de
este año, la falta de notificaciones, el rechazo discriminado a la solicitud de Alberto
Jiménez y la persecución mediante avisos de prensa.

2. Por su parte, el Juez recurrido informa que ha emitido mandamiento de comparendo


contra el procesado Alberto Jiménez y que existe la representación del Diligenciero de que
se desconoce su domicilio y que cursa el mandamiento de aprehensión debidamente
representado. Que se fijó día y hora para la aplicación de las medidas cautelares, donde no
se hizo presente el imputado y en aplicación del art. 246 inc. 4) del nuevo Código de
Procedimiento Penal no se dio curso, disponiéndose su aprehensión

A su vez, la representante del Ministerio Público requiere por la procedencia del Recurso
porque las autoridades recurridas no han observado los términos del Nuevo Régimen
Cautelar y al no realizar a la brevedad posible la audiencia correspondiente de la
declaración indagatoria y aplicación de las medidas cautelares de Ley.

3. A la conclusión de la audiencia el Juez de Hábeas Corpus, dicta Sentencia a fs.43-46


declarando procedente el Recurso planteado a fs 4-5 bajo el argumento de que el art. 18 de
la Constitución Política del Estado al referirse a la persecución indebida y violación del
derecho a la libertad, es viable por los defectos procesales observados, el mandamiento de
comparendo de fs. 273 no cumple con lo exigido en el art. 91-1) del Código de
Procedimiento Penal y el mandamiento de aprehensión de fs. 313 incurre en la violación
prevista en el art. 99 del mismo cuerpo legal.

CONSIDERANDO: Que dentro del proceso instaurado por la Alcaldía Municipal de la


ciudad de El Alto y seguido por el Ministerio Público contra el ex Alcalde Alberto Jiménez
Durán, por delitos de falsedad y otros, se evidencia que reasumió conocimiento de la causa
el Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, a partir de 25 de agosto de 2000 por decisión del
Tribunal Constitucional.

Que radicado el proceso y realizadas las primeras actuaciones del sumario se evidencian
una serie de irregularidades procesales:

a) El Mandamiento de Comparendo al co-imputado Alberto Jiménez Durán que cursa a fs.


273 no lleva apercibimiento de expedirse aprehensión, en caso de desobedecimiento, como
establece el art. 91-1 del Código de Procedimiento Penal; la representación del Oficial de
Diligencias en el reverso del mandamiento, no cumple con el requisito indicado por el art.
99 segunda parte del mismo Procedimiento.

b) El Mandamiento de Aprehensión que cursa a fs. 313, se expide sin haberse notificado
previamente al imputado con el mandamiento de comparendo. En la representación de este
mandamiento, no se hace constar la actuación de un testigo idóneo que debió haber firmado
la diligencia, incumpliendo el requisito señalado en la segunda parte del art. 99 del citado
Procedimiento.

Que la autoridad recurrida, al señalar audiencias y continuar con las actuaciones procesales
sin haberlas subsanado, ha conculcado el derecho a la defensa que tiene toda persona en un
proceso previo y legal, garantías procesales contenidas en el art. 16-II de la Constitución
Política del Estado, ya que se halla plenamente demostrado el procesamiento indebido, al
evidenciarse el incumplimiento de las reglas del debido proceso, por lo que es pertinente la
aplicación de la garantía constitucional consagrada en el art. 18 de la Constitución Política
del Estado.

CONSIDERANDO: Que, el debido proceso implica el derecho de toda persona a un


proceso justo y equitativo, lo que importa a su vez el derecho a la defensa, el
emplazamiento personal, de ser asistido por un defensor, a un intérprete, el derecho a un
Juez imparcial. Asimismo, el procesamiento ilegal o indebido se produce también por la
infracción de las disposiciones legales procesales, es decir, los procedimientos y
formalidades establecidas por Ley.

Que, conforme lo ha establecido la Jurisprudencia del Tribunal Constitucional la falta de


conocimiento de la citación del recurrente, cuya observancia constituye un requisito
fundamental en todo proceso, ha transgredido el derecho a la defensa previsto por el art 16-
II y IV de la Constitución Política del Estado, así como lo dispuesto por el art. 91 de la Ley
Nº 1836.

En consecuencia la sentencia del Juez de Hábeas Corpus, ha dado cumplimiento a lo


dispuesto por el art. 18 de la Constitución Política del Estado y se ha observado
rigurosamente el tenor del Título Cuarto, Capítulo IX de la Ley del Tribunal Constitucional
respecto a los plazos y procedimientos.

Que, dado el ámbito de aplicación de Hábeas Corpus señalado por el art. 18 de la


Constitución Política del Estado, en el caso de autos se circunscribe el recurso solamente a
incumplimiento de normas procesales sin lugar a pronunciamiento en ningún momento a
contenidos y hechos del proceso de referencia.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato del art. 18-III, 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley N°
1836, APRUEBA la Sentencia de fs.43-46 de 22 de septiembre de 2000 pronunciada por el
Juez Tercero de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz.
Regístrese, hágase saber.

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia
por razones de salud; y el Dr. René Baldivieso Guzmán por encontrarse en uso de su
vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dra. Elizabeth I. de Salinas


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 976/00-R

Expediente: 2000-01660-04-RHC
Partes: Gustavo Heredia Terceros contra Gualberto Rueda Flores, Juez Tercero de
Instrucción en lo Penal.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 23 de octubre de 2000
Mag. Relator : Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 7 a 8, de 23 de septiembre de 2000, pronunciada


por el Juez Segundo de Partido en lo Penal de Santa Cruz; dentro del Recurso de Hábeas
Corpus interpuesto por Gustavo Heredia Terceros contra Gualberto Rueda Flores, Juez
Tercero de Instrucción en lo Penal, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que, mediante memorial de fs. 1 a 2, de 22 de septiembre de 2000, el


recurrente manifiesta que el 10 de enero de 1997 el Fondo Financiero Privado "FASSIL" le
concedió un préstamo de $us. 2.080 con garantía real y personal, y para viabilizar dicho
préstamo, presentó un certificado expedido por la empresa C-Print, donde anteriormente
trabajaba, en el que se avalaba su condición de trabajador y el sueldo percibido.

Señala que el 19 de mayo de 1999 la indicada entidad financiera formalizó querella en su


contra por presuntos delitos de falsificación de documento privado, uso de instrumento
falsificado, estafa y asociación delictuosa, habiéndose instruido sumario penal el 15 de
junio del pasado año y ordenado se libre mandamiento de aprehensión en contra suya,
encomendando su ejecución a cualquier agente policial de la localidad de Samaipata,
expidiéndose la correspondiente Comisión Instruida.

Indica que el 23 de agosto de 2000 fue detenido por policías fuertemente armados, siendo
esta detención indebida por cuanto los llamados a cumplir ese mandamiento eran los
policías provinciales de Samaipata y no así los de Santa Cruz. Añade que una vez
conducido al Juzgado no se le tomó la declaración ese día por la supuesta baja médica
presentada por el Juez recurrido, violándose de esta manera el art. 9 de la Constitución
Política del Estado, y recién al día siguiente se le recibió su indagatoria.

Finaliza el recurrente manifestando que luego de su declaración indagatoria, de manera


maliciosa e ilegal el Oficial de Diligencias de ese Juzgado procedió a notificarle con la
querella y los autos inicial e interlocutorio, encontrándose indebidamente detenido e
ilegalmente procesado, por lo que interpone el Recurso de Habeas Corpus contra el Juez
Tercero de Instrucción en lo Penal, pidiendo se declare procedente y ordene su inmediata
libertad.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el día 23 de septiembre de 2000, conforme consta por el acta de fs. 4 a
6, en la que el recurrente se ratificó en los términos de su demanda, añadiendo que se
libraron mandamientos de comparendo contra Gustavo Heredia M., pero no así contra
Gustavo Heredia Terceros, quien nunca fue citado para asumir su defensa. Sin embargo, el
Juez Cuarto de Instrucción en lo Penal, en suplencia legal, libró mandamiento de
aprehensión contra el recurrente encomendando su ejecución a cualquier agente de policía
de Samaipata, pero quienes lo detuvieron fueron policías de Santa Cruz. Sólo al día
siguiente prestó su declaración indagatoria, y posteriormente a su detención recién se
procedió a su notificación, violándose el derecho a la defensa y a la libertad de las personas.

Por su parte, la autoridad recurrida informó que en ocasión de abrirse causa contra el
recurrente, él aún no era Juez, habiendo asumido funciones recién el 23 de septiembre de
1999. Se dictó en su momento el respectivo auto inicial y se libró el mandamiento de
aprehensión, suponiéndose que si el recurrente fue detenido en esta ciudad fue porque en
Samaipata no pudo ser encontrado. Asimismo, luego de prestada su declaración
indagatoria, por procedimiento se debe hacer conocer al imputado la querella y el auto
inicial.

Añadió que luego de escuchada la declaración indagatoria, en mérito a las normas


procesales y la Ley 1970, dispuso la cesación de la detención preventiva, disponiendo en su
lugar medidas sustitutivas, otorgando al recurrente un plazo de cuatro días para que las
cumpla. Se determinó que el recurrente presente cuatro garantes, pero sólo se propuso a
tres, y uno de ellos no contaba con la suficiente documentación para demostrar su
solvencia. Al no haber cumplido dentro de ese plazo con los requisitos solicitados, revocó
dichas medidas, remitiendo al imputado a la Cárcel.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dictó la Sentencia cursante a fs. 7 a
8, que declara PROCEDENTE el Recurso, con los siguientes argumentos:

a) que el art. 233 del nuevo Código de Procedimiento Penal señala los requisitos para
ordenar la detención preventiva del sindicado, que en el presente caso la imputación formal
es que el recurrente hubiese incurrido en los delitos sancionados por los arts. 200, 203 y
335 del Código Penal, sin que exista en los antecedentes prueba de los hechos inculpados, y
tampoco se da el hecho de que éste no se someterá al proceso u obstaculizará la
averiguación de la verdad;

b) que el art. 240 del nuevo Código de Procedimiento Penal establece medidas sustitutivas
a la detención preventiva, a fin de que el Juez de la causa las aplique de acuerdo con los
antecedentes de cada caso, pudiendo también revocarlas según las circunstancias, y

c) que el art. 7 del nuevo Código de Procedimiento Penal sienta el principio de que las
medidas cautelares restrictivas serán aplicadas excepcionalmente de manera que la libertad
del imputado sea la regla general a fin de que se garantice su más amplia defensa dentro del
juicio, por lo que la autoridad recurrida, aparte de no haber cumplido con los plazos
procesales, no dio correcta aplicación a las disposiciones legales.

CONSIDERANDO: Que del análisis de hecho y de derecho del expediente, se evidencia


que dentro del proceso penal instaurado por el Fondo Financiero Privado "FASSIL" contra
el recurrente, y luego de prestada la indagatoria, el Juez recurrido dispuso la cesación de su
detención preventiva, disponiendo en su lugar medidas sustitutivas, otorgando al recurrente
un plazo de cuatro días para que las cumpla, pero ante el incumplimiento, revocó dichas
medidas, remitiendo al imputado a la cárcel.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Hábeas Corpus consagrado por el art. 18 de la


Constitución Política del Estado tiene la finalidad de preservar la libertad de las personas y
garantizar, en su caso, el debido proceso evitando cualquier forma de arbitrariedad o
ilegalidad, precepto que debe aplicarse al caso de autos, pues el Juez podrá ordenar la
detención preventiva sólo cuando concurran los requisitos señalados en el art. 233 del
nuevo Código de Procedimiento Penal, esto es: 1) Elementos de convicción suficientes para
sostener que el imputado es con probabilidad autor o partícipe de un hecho punible, 2) La
existencia de elementos de convicción suficientes de que el imputado no se someterá al
proceso u obstaculizará la averiguación de la verdad; todo ello precedido de la imputación
formal y el pedido fundamentado del Fiscal o del querellante; exigencias legales que no se
han cumplido en el presente caso de autos.

Que, de otro lado se tiene que en el Nuevo Código de Procedimiento Penal, la fianza que se
establezca, sea personal o real, no debe ser de imposible cumplimiento; en este sentido, la
exigencia por parte del Juez de presentar cuatro fiadores para garantizar la presencia del
imputado, no se enmarca dentro de la línea normativa antes señalada, sino más bien, tiende
a inviabilizar la misma, tal como ha ocurrido en los hechos.

Que, por otra parte consta que el Juez recurrido admitió haber revocado la medida
sustitutiva por incumplimiento del recurrente, aunque en esa circunstancia podía haber
dispuesto la aplicación de otras medidas sustitutivas contempladas en el art. 240 del nuevo
Código de Procedimiento Penal.

Que, consecuentemente al haber revocado las medidas sustitutivas sin observar el contenido
del art. 247 con relación a los arts. 7, 241, 243 y 240 del referido Código Adjetivo Penal, el
Juez recurrido infringió el art. 9 de la Constitución Política del Estado que establece que
nadie puede ser detenido, arrestado ni puesto en prisión sino en los casos y según las
formas establecidas por Ley, por lo que el Juez de Hábeas Corpus, al haber declarado
PROCEDENTE el Recurso interpuesto, ha efectuado una correcta interpretación de los
hechos y de las normas aplicables al caso, así como de los alcances del art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 7 a 8 elevada en revisión.

Regístrese y hágase saber.


Sentencia Constitucional Nº 976/00-R (viene de la pág. 3)
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No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRAD0

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez
MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA Constitucional N° 1032/00-r

Expediente : 2000-01661-04-RAC
Partes: Maribel Tejerina Valdivia contra Cleto Cáceres Arce, Director del Servicio
Departamental de Salud y María Beatriz Sulzer, Jefa Regional del Medicamento, Farmacia
y Laboratorios,
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 23 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Rolando Roca Aguilera

VISTOS: En revisión la sentencia de fs. 22-23 dictada en fecha 23 de septiembre de 2000


por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa Cruz, dentro
del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Maribel Tejerina Valdivia contra el
Dr. Cleto Cáceres Arce, Director del Servicio Departamental de Salud y Dra. María Beatriz
Sulzer, Jefa Regional del Medicamento, Farmacia y Laboratorios, los antecedentes del
proceso, y

CONSIDERANDO: Que la recurrente interpone a fs. 14-15 Recurso de Amparo


Constitucional, indicando que en mérito a su Título en Provisional Nacional de
Farmacéutica, mediante Resolución Suprema No. 0968 de fecha 30 de octubre de 1992 se
le autoriza la apertura y funcionamiento de la farmacia denominada "ESPERANZA"
ubicada en la zona de La Cuchilla de la ciudad de Santa Cruz

Señala que, habiendo adquirido un inmueble en la Avenida Moscú, cuyo cambio de nombre
y registro viene tramitando, decidió trasladar su farmacia al inmueble de su propiedad,
donde reinstala la misma. empero, dice, las autoridades recurridas en 28 de agosto de este
año la sancionan con una multa de Bs. 1000, al día siguiente, con el cierre del
establecimiento y, finalmente con la clausura "en lo que condice al traslado sin autorización
y no tener los 40 metros de la farmacia siguiente", amparándose en las Rs. Ms. Nos. 0093 y
0092 de marzo de 1999 y D. S. No. 25235
Sin embargo, argumenta la recurrente, que entre las grandes farmacias que están ubicadas
en las inmediaciones de hospitales y otras zonas de la ciudad, hay farmacias instaladas a
menos de 5 metros unas de otras, por lo que interpone el presente Amparo en resguardo de
su libertad al trabajo garantizado por el art. 7-c) de la Constitución Política del Estado y el
D. S. 21060, que impide restricciones al trabajo laboral y profesional y se declare ilegales
las órdenes de clausura y decomiso de medicamentos.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Realizada la audiencia en fecha 23 de septiembre de 2000, el abogado de la parte


recurrente, manifiesta que los derechos de su defendida fueron restringidos arbitrariamente,
al clausurar su farmacia, causándole perjuicios económicos, ratificándose en los términos
de su demanda pide se ordene el funcionamiento normal de la farmacia clausurada y se
ordene la devolución de los medicamentos decomisados, se declare procedente el recurso,
se le restituya la multa y todos los derechos a la recurrente.

2. La parte recurrida, a través de su abogado, informa que las actuaciones para el cierre,
clausura, decomiso de medicamentos y multa de Bs. 1000, impuestas a la recurrente, están
respaldadas por el D. S. No 25235 de 30 de noviembre de 1998, porque la misma, como
propietaria de la Farmacia "Esperanza", ha realizado el trámite de traslado correspondiente
a la nueva ubicación, sin la debida autorización escrita, al margen de estar ubicada a menos
de 40 metros de otra farmacia.

Por tanto, concluye, indicando que, tanto el Director de Salud como la Jefe Regional,
recurridas, no han violentado los derechos de la recurrente, que hizo caso omiso de la orden
de cierre, adecuando de esta manera su conducta al art. 142 del D. S. No. 25235.

3. A su vez, el representante del Ministerio Público requiere por la procedencia del recurso,
se deje sin efecto la clausura de la farmacia y se devuelvan los medicamentos decomisados,
con el argumento de que se ha atentado contra la libertad de trabajo de la recurrente,
aduciendo, las autoridades recurridas haber dado cumplimiento a una Resolución
Ministerial y a un Decreto Supremo.

4. El Tribunal de Amparo, en virtud de los antecedentes expuestos, dicta sentencia a fs. 22-
23, declarando PROCEDENTE el recurso planteado a fs. 14-15 con el fundamento de que
las autoridades recurridas al clausurar la farmacia y decomisar medicamento de la
propietaria, recurrente, han suprimido el derecho al trabajo y comercio como señala el art.
7º de la Constitución Política del Estado, vulnerando de esa manera un derecho
fundamental.

CONSIDERANDO: Que, de acuerdo al D. S. Nº 25235 de 30 de noviembre de 1998, el


Ministerio de Salud y Previsión Social a través de la Dirección de Salud y Jefatura
Regional de Farmacias y Laboratorios, tiene a su cargo el control normativo y supervisión
de todos los establecimientos privados que guardan específica e íntima relación con los
servicios farmacéuticos y bioquímicos.
Que, Maribel Tejerina Valdivia, profesional farmacéutica con Título en Provisión Nacional
solicita traslado de su farmacia "Esperanza" ubicada en la zona de La Cuchilla de Santa
Cruz de la Sierra a un inmueble de su propiedad situado en Avenida Moscú, quien, sin
consentimiento de las autoridades de Salud recurridas, traslada la farmacia.

Que en aplicación al D.S. Nº 25235 y Resoluciones Ministeriales, la Jefatura de Farmacia y


Laboratorios, sanciona a la recurrente con las siguientes medidas: Multa de Bs 1.000.-- por
traslado, transferencia, cambio de razón social, sin haberse efectuado antes una inspección
ocular, según Resolución Ministerial No. 0093 (fs.10); cierre de la Farmacia, por no tener
los 40 metros de la farmacia siguiente, según art. 56 del D. S. 25235 y Resolución
Ministerial 0092 (fs.11); decomiso de medicamentos, según el citado art. 56 y Resolución
Ministerial 0093 (fs.12)

CONSIDERANDO: Que, Maribel Tejerina Valdivia acredita Licencia de Funcionamiento


de la Farmacia "Esperanza" extendida por la H. Alcaldía Municipal de Santa Cruz de la
Sierra, (fs.1), Certificado de Inscripción en el Servicio Nacional de Impuestos Internos,
Registro Nacional Único de Contribuyentes (fs. 3), Resolución Nº 0968 expedida por el
Ministerio de Previsión Social y Salud Pública (fs. 4) que autoriza la apertura y
funcionamiento de la Farmacia nombrada y Resolución TPN Nº 391/91 de la Universidad
Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca que otorga el Título en
Provisión Nacional de Farmacéutica a la recurrente dando cumplimiento a disposiciones
legales vigentes.

Que, toda sanción, clausura de establecimiento por parte de autoridad competente debe
llevarse a efecto con formalidades procesales del caso sin violentar derechos fundamentales
al trabajo establecido en el art. 7º inc. d) y 157 de la Constitución Política del Estado.

Que en el presente caso, las autoridades recurridas al clausurar la farmacia y decomisar


productos farmacéuticos de la propietaria invocando el art. 56 del D. S. No. 25235 de 30 de
noviembre de 1998, han conculcado el derecho fundamental al trabajo y al comercio que a
la propietaria y recurrente, le reconoce el art. 7 inc. d) de la Constitución Política del
Estado.

Que, por imperio del art. 228 la Constitución Política del Estado es la Ley suprema del
ordenamiento jurídico nacional,. Los Tribunales, jueces y autoridades la aplicarán con
preferencia a las leyes, y éstas con preferencia a cualesquiera otras resoluciones. A su vez
el art. 229 de la misma Ley Fundamental establece que "Los Principios, Garantías y
Derechos reconocidos por esta Constitución no pueden ser alterados por las leyes que
regulen su ejercicio ni necesitan reglamentación previa para su cumplimiento".

Que el Recurso de Amparo Constitucional tiene como finalidad, preservar los derechos
fundamentales de la persona ante actos ilegales u omisiones indebidas de los funcionarios o
particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir el ejercicio de tales
derechos.

Que el Tribunal de Amparo al haber declarado procedente el recurso por sentencia que
corre a fs. 22-23, ha actuado en correcta aplicación del art. 19 de la Constitución Política
del Estado

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en uso de las atribuciones que le confieren los
arts. 19-IV, 120 7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley del Tribunal
Constitucional, APRUEBA la sentencia de fs. 22-23 de fecha 23 de septiembre de 2000,
dictada, por la Sala Civil Primera de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa
Cruz.

Regístrese y Hágase saber

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia
por razones de salud; y el Dr. René Baldivieso Guzmán por encontrarse en uso de su
vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dra. Elizabeth I. de Salinas


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 982/00-R


Expediente: No. 2000-01664-04-RHC
Partes: Jorge Ezequiel Romecín Galindo contra Rolando Sarmiento Tórrez, Juez Noveno de
Instrucción en lo Penal.
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 23 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 15 a 17 de obrados, pronunciada el 27 de


septiembre de 2000 por el Juez Sexto de Partido en lo Penal del Distrito de La Paz, dentro
del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Jorge Ezequiel Romecín Galindo contra
Rolando Sarmiento Tórrez, Juez Noveno de Instrucción en lo Penal, los antecedentes
arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 23 de septiembre de 2000 de fs. 4


y vta.. de obrados, refiere que en el Juzgado a cargo del recurrido, se le sigue proceso penal
por giro de cheque, dentro del cual prestó su confesoría a la que se presentó
voluntariamente sin oponer resistencia, dado que el cheque estaba mal protestado por no
haberse cumplido las formas legales para abrir la causa. Señala que luego de recibirle su
declaratoria, el Juez recurrido dispuso su libertad imponiendo medidas cautelares, como el
arraigo, fianza económica por Bs. 30.000.- y la obligación de firmar el libro de asistencia
los días lunes y viernes; sin embargo, cuando quiso retirarse dicha autoridad ordenó que se
quedara retenido o detenido en depósito hasta que cumpla las medidas cautelares, o sea que
sé "auto arraigue" y pague el monto de la fianza fijada, lo cual es absurdo, ya que por el
delito que se le juzga, no hay detención preventiva y las medidas cautelares son sustitutivas,
lo que no implica que el Juez lo retenga o detenga en calidad de depósito, privándolo de su
derecho a la locomoción, razón por la que interpone el presente Recurso, pidiendo se
declare procedente y se disponga su inmediata libertad.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 27 de septiembre de 2000, cual


consta de fs.10 a 14 de obrados, el recurrente por medio de su abogado ratificó y amplió los
términos de su Recurso señalando que conforme a normas vigentes "los mandamientos de
detención de las personas son concretos, preventiva, formal y de condena; no existe
detención en depósito para cumplir medidas cautelares ni otra parecida" y además que éstas
no se realizaron por la hora y los días señalados para la firma del cuaderno y ante el
reclamo por dichos extremos al actuario, éste haciendo un servicio al acto arbitrario, dijo
que con garantía de presentación personal el detenido podría retornar al día siguiente,
empero el recurrido ordena su búsqueda para detenerlo, argumentando que no había
ordenado su libertad, por lo que se trata de un caso típico de detención indebida que no
registra el ordenamiento legal, pues éste no impone que el beneficiario deba permanecer
preso o detenido en el Juzgado en un depósito de la Policía Técnica Judicial. Concluye
señalando que por disposición expresa del art. 204 del Código Penal con relación al art. 232
del nuevo Código Penal, no existe detención y que el art. 245 del nuevo Código se refiere a
los casos de procesados que ya han sido detenidos.
Por su parte, el recurrido presta informe arguyendo que su autoridad no expidió
mandamiento de detención y que sólo ciñó sus actos al art. 245 del nuevo Código, pues
mientras no se cumplan las medidas sustitutivas "las partes deben guardar permanencia en
estrados", además de que cumplido el acto se notificó a las partes, pero el recurrente no
interpuso ningún recurso. Aduce también que el recurrente no obstante el acto benigno del
actuario, no se presentó al día siguiente, con lo cual demostró mala fe.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el


requerimiento Fiscal, declara improcedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de que el
recurrido actuó conforme a las facultades que le otorgan los arts. 240 y 245 del nuevo
Código de Procedimiento Penal y que el Hábeas Corpus no es sustitutivo de otros recursos,
como el de apelación previsto en el art. 250 del citado Código.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, en el Juzgado Noveno de Instrucción en lo Penal a cargo del recurrido, se sustancia


proceso penal por el delito de cheque en descubierto contra el recurrente, dentro del cual
luego de su confesión prestada el 17 de julio de 2000 y al no ser procedente la detención
preventiva por tratarse de un delito de acción privada, se le impusieron las medidas
sustitutivas de arraigo, presentación dos veces por semana para firmar el libro respectivo y
la fianza real en la suma de Bs. 30.000.-

2. Que, dispuesta la libertad en la fecha referida mediante Resolución Nº 495/2000, el Juez


recurrido ordenó que el recurrente permanezca en estrados hasta que cumpla con las
medidas sustitutivas.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, por cuanto el Juez recurrido ha incurrido en detención indebida en franca
contravención a lo dispuesto por el art. 9 de la Constitución Política del Estado, al haber
ordenado que el procesado, ahora recurrente, permanezca en estrados judiciales hasta que
cumpla con las medidas sustitutivas que se le impusieron, acto que es totalmente arbitrario,
dado que dicha facultad no está prevista en la Ley y tampoco podría estarlo, pues el delito
de cheque en descubierto previsto en el art. 204 del Código Penal corresponde a los delitos
de acción privada, en los cuales por expresa disposición del art. 232 del nuevo Código de
Procedimiento Penal no procede la detención preventiva.

Que, igualmente el recurrido ha vulnerado el derecho al debido proceso garantizado por el


art. 16 de la Constitución Política del Estado, al haber dispuesto la detención en estrados,
apoyándose erróneamente en el art. 245 de la Ley Nº 1970, pues éste precepto debe
aplicarse en los casos de solicitudes de cesación de detención preventiva y no cuando la
detención preventiva es improcedente, como en el caso presente; actuar y aplicar la norma
en la forma en que se hizo, es ir en contra del sentido de la Ley y en franca violación de los
derechos y garantías establecidos en la norma fundamental.
Que, de acuerdo a la jurisprudencia sentada por el Tribunal Constitucional, el Recurso de
Hábeas Corpus, no precisa del agotamiento de los recursos previos y ordinarios que pueda
tener una persona para reparar los atentados y supresiones a su derecho de libertad, pues la
vía constitucional se abre y se halla expedita ante la persecución o detención ilegal o
indebida de un ciudadano.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Hábeas Corpus no ha


compulsado correctamente los hechos ni dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, REVOCA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 15 a 17 de obrados,
pronunciada el 27 de septiembre de 2000 por el Juez Sexto de Partido en lo Penal de La Paz
y declara PROCEDENTE el Recurso planteado, disponiendo que el Juez recurrido deje sin
efecto la orden de retención del recurrente en estrados judiciales y actúe conforme a
procedimiento. Asimismo, ordena que el Tribunal del Recurso proceda a la calificación de
daños y perjuicios conforme al art. 91-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad
Expediente Nº 2000-01712-04-RII

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 211/2000-CA

Partes: Mario Jaime Jiménez Prudencio, Angela Pereira de Jiménez y Dory Elena Jiménez
Prudencio.
Materia: Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad.
Expediente: 2000-01712-04-RII
Fecha: 23 de octubre de 2000

VISTOS: La solicitud de promover el Recurso Indirecto o Incidental de


Inconstitucionalidad planteada por Mario Jaime Jiménez Prudencio, Angela Pereira de
Jiménez y Dory Elena Jiménez Prudencio a fs. 64-65 del expediente, demandando la
inconstitucionalidad del título II de la Ley 1760 de 28 de febrero de 1997; y,

CONSIDERANDO: Que, planteada la solicitud de que se promueva el Recurso Indirecto o


Incidental de Inconstitucionalidad, ante el Juez de Partido Segundo en lo Civil de la ciudad
de Cochabamba, dentro del proceso coactivo civil seguido por el Banco BISA S.A. contra
la Boliviana Wire And Cable Company-Cablebol S.A., la misma es rechazada por Auto de
24 de agosto de 2000, Resolución que en cumplimiento a lo dispuesto por el art. 62-1) de la
Ley Nº 1836 es elevada en consulta ante este Tribunal.

CONSIDERANDO: Que, el art. 33 parágrafo I numeral 2), dispone que la Comisión de


Admisión rechazará por unanimidad las demandas y recursos manifiestamente
improcedentes: cuando el Tribunal hubiere desestimado antes en el fondo un recurso de
naturaleza y con objeto sustancialmente análogos.

Que, por Sentencias Constitucionales Nos. 035/00 de 9 de junio de 2000 y 077/2000 de 19


de octubre de 2000 fueron declarados constitucionales los numerales II y III del art. 49 y
arts. 48, 49 numerales I, IV, V y VI, 50 y 51 de la Ley de Abreviación Procesal Civil y de
Asistencia Familiar Nº 1760 de 28 de febrero de 1997, respectivamente, es decir, el Título
II de la referida ley, impugnado por medio del presente recurso.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en ejercicio de las


atribuciones que le confieren los arts. 64-III y 31-4) concordante con el 33 parágrafo I
inciso 2) de la Ley Nº 1836, APRUEBA el rechazo contenido en el Auto de 24 de agosto de
2000 pronunciado por el Juez de Partido Segundo en lo Civil de la ciudad de Cochabamba
de fojas 77 del expediente.
Corresponde al Auto Constitucional Nº 211/2000-CA

Regístrese, hágase saber y archívese.


COMISION DE ADMISION

Dr. Hugo de La Rocha Navarro


DECANO
EN EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth I. de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

Expediente Nº 2000-01764-04-RII

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 216/2000-CA

Partes: Amonio Ausberto Pérez Gutiérrez.


Materia: Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad.
Fecha: 24 de octubre de 2000

VISTOS: La solicitud de promover el Recurso Indirecto o Incidental de


Inconstitucionalidad planteado por Amonio Ausberto Pérez Gutiérrez, demandando la
inconstitucionalidad del Auto de 9 de junio de 2000 pronunciado por el Juez Primero de
Partido en lo Civil de la ciudad de El Alto dentro del proceso ejecutivo seguido por la
Asociación de Ahorro y Préstamo para la Vivienda Mutual "Del Pueblo" contra el
recurrente; y,

CONSIDERANDO: Que, en 14 de mayo de 1997 se dicta sentencia dentro del proceso


ejecutivo seguido por la Asociación de Ahorro y Préstamo para la Vivienda Mutual "Del
Pueblo" contra Amonio Ausberto Pérez Gutiérrez, adjudicándose la Asociación ejecutante
en remate el inmueble del ejecutado, por lo que, por memorial de fs. 11 reitera su solicitud
de expedirse mandamiento de desapoderamiento, disponiéndose por Auto de 9 de junio de
2000 expedirse el mismo.

Que, Amonio Ausberto Pérez Gutiérrez por memorial de 14 de agosto de 2000 interpone,
en ejecución de sentencia, el Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad
(cuando más propiamente debió solicitar se promueva el citado recurso), contra el Auto
judicial de 9 de junio de 2000 que dispone expedirse mandamiento de desapoderamiento
dentro del referido proceso ejecutivo, manifestando que lo hace para impedir un injusto,
ilícito e inconstitucional desapoderamiento, señalando además que las personas afectadas
con dicha orden han incoado una acción de nulidad de escrituras, que dicho auto no ha
respetado los arts. 7º, 21, 22.I y 228 de la Constitución Política del Estado, pidiendo al Juez
de la causa, contradictoriamente, decline de competencia y remita el proceso ante el Juez
Octavo de Partido en lo Civil de la ciudad de la Paz.

Que, la solicitud de que se promueva el Recurso Indirecto o Incidental de


inconstitucionalidad de fojas 13-14 es rechazado mediante Resolución Nº 366/2000 de 17
de octubre de 2000, Resolución que en cumplimiento a lo dispuesto por el art. 62-1) de la
Ley Nº 1836 es elevada en consulta ante este Tribunal.

CONSIDERANDO: Que, conforme lo establece el art. 59 de la Ley Nº 1836, el Recurso


Indirecto de Inconstitucionalidad procederá en los procesos judiciales o administrativos
cuya decisión dependa de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de una ley, decreto o
cualquier género de resolución no judicial aplicable a aquellos procesos.

Que, a su vez el art. 66 de la citada Ley dispone que el Tribunal Constitucional no tiene
competencia para conocer y resolver sobre fallos, sentencias, autos y otras resoluciones que
dicte el Poder Judicial a través de sus jueces y magistrados.

CONSIDERANDO: Que, en el caso de autos el recurso Indirecto o Incidental de


Inconstitucionalidad ha sido planteado demandando la inconstitucionalidad del Auto de 9
de junio de 2000 pronunciado por el Juez Primero de Partido en lo Civil de la ciudad de El
Alto dentro del proceso ejecutivo seguido por la Asociación de Ahorro y Préstamo para la
Vivienda Mutual "Del Pueblo" contra Amonio Ausberto Pérez Gutiérrez.

Que, consiguientemente, al tratarse la inconstitucionalidad demandada respecto a una


resolución judicial, corresponde rechazar el recurso.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en ejercicio de la


atribución que le confieren los arts. 31.4) y 64.III ambos de la Ley Nº 1836, APRUEBA,
aunque con distinto fundamento, el rechazo contenido en la Resolución Nº 366/2000 de 17
de octubre de 2000 de fs. 17, dictada por el Juez Primero de Partido en lo Civil-Comercial
de la ciudad de El Alto.

Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISIÓN
Dr. Hugo de La Rocha Navarro
DECANO
EN EJECICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 987/2000-R

expediente: 2000-01619-04-RAC
Partes: María Antonieta Pizza Bilbao en representación del Colegio Nacional de Abogados
de Bolivia contra Oscar Hassenteufel Salazar, Guido Chávez Méndez, Teresa Rivero de
Cusicanqui y Martha Villazón, Presidente y Consejeros del Consejo de la Judicatura
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Chuquisaca
Lugar y Fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fojas 83 a 84 de 15 de septiembre de 2000


pronunciada por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial
de Chuquisaca, los antecedentes que cursan en el expediente; y:
CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 15 a 21 de obrados, presentado el 6 de
septiembre de 2000, la recurrente señala que el Recurso de Amparo Constitucional se funda
en la negativa de desembolsos de dineros por la participación de las recaudaciones en el
porcentaje señalado por el art. 46 de la Ley Nº 1455 de 18 de febrero de 1993, que
establecía "la participación a los Colegios de Abogados -Del total de las recaudaciones que
se obtenga en cada distrito, se destinará el 1% al Colegio Nacional de Abogados y el 4% a
los Colegios Departamentales de Abogados del Distrito correspondiente- que si bien dicho
artículo fue derogado por la primera disposición final de la Ley Nº 1817, por su parte la
Disposición Transitoria Tercera de la misma ley señala: "La presente Ley entrará en
vigencia plena a los 180 días computables desde la posesión de los Consejeros. Asimismo
la Ley interpretativa Nº 2084 de 20 de abril de 2000 establece que la vigencia plena de la
Ley Nº 1817 del Consejo de la Judicatura, es a partir del 1ro. de octubre de 1998".

Afirma que desde la posesión de los Consejeros (31 de mayo de 1998) hasta la vigencia
plena de la Ley Nº 1817 (1ro. de octubre de 1998), han transcurrido seis meses, durante los
cuales el Tesoro Judicial hoy Consejo de la Judicatura, de sus ingresos propios dejó de
entregar el 1% y el 4% al Colegio Nacional de Abogados y a los Colegios Departamentales,
respectivamente, recursos que al no haber sido desembolsados debían encontrarse
inmovilizados, en cuentas en custodia en tanto se disponga su desembolso, el que nunca se
efectivizó en desmedro de los intereses de los Colegios de Abogados y sus colegiados.
Refiere que han efectuado gestiones ante la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de la
Judicatura, sin haber obtenido resultado alguno, agotando los recursos legales pertinentes y
necesarios, no obstante la manifiesta infracción de la Ley de Organización Judicial
entonces vigente y la propia Ley del Consejo de la Judicatura. Indica que este Recurso
heroico inmediato y eficaz no define derechos pero protege los obtenidos legalmente, por lo
que estando demostrada la existencia de actos ilegales de los recurridos, quienes por
omisión indebida restringen, suprimen y amenazan restringir o suprimir los derechos y
garantías de los recurrentes, amparada en el art. 7 inc. h) y art. 19 de la Constitución
Política del Estado, pide se declare procedente el Recurso y se disponga la inmediata
devolución y entrega de los dineros retenidos, así como los correspondientes intereses.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 14 y el 15 de septiembre del año en curso, como consta de las actas de fs. 64 a 67
y de fs. 77 a 79, donde la parte recurrente ratifica su memorial de demanda y ampliándola
señala que los Consejeros a través del Acuerdo de Sala Nº 20/98 de 10 de julio de 1998,
reconocen el derecho de participación económica del CONALAB y los Colegios
Departamentales con arreglo al art. 46 de la L.O.J. hasta el 31 de marzo de 1998 (posesión
de los Consejeros), por lo que se efectuó el pago respectivo de tres meses que
indebidamente retenía la Corte Suprema, sin embargo, posteriormente haciendo una
interpretación incorrecta se niegan a efectuar el pago de 6 meses, tiempo que dura la
"vacatio lege" de la Ley del Consejo de la Judicatura, no obstante que los Consejeros
Teresa Rivero de Cusicanqui y Guido Chávez hicieron una interpretación adecuada de la
norma opinando porque se efectúe el desembolso, pero el Consejero Paravicini se opuso al
pago. Al existir criterios divididos entre los Consejeros solicitan interpretación al Congreso
de la norma transitoria instancia que a través de la Ley Interpretativa Nº 2084, establece la
plena vigencia de la Ley del Consejo de la Judicatura, a partir del 1ro. de octubre de 1998.
Que concertada una reunión con los Consejeros Chávez y Rivero, éstos no se presentan,
pese a la existencia de un compromiso de realizar el desembolso al día siguiente de la
reunión y por el contrario el Consejero Guido Chávez solicita en 18 de mayo de 2000 una
nueva interpretación de lo ya interpretado. Concluyen señalando que la retención de fondos
que legalmente les corresponden es ilegal y ocasiona perjuicios porque impide la
capacitación y actualización del Colegio, por lo que al amparo del art. 7-h) de la Carta
Magna pide se declare procedente el Recurso, disponiendo cesen los actos ilegales y se
efectivice el pago de los fondos adeudados.

Por su parte, los recurridos a través del informe cursante de fs. 62 a 63 leído en audiencia
señalan que no existe acto ilegal u omisión indebida porque el Consejo de la Judicatura está
a la espera de una Ley Interpretativa del Poder Legislativo de la fecha concreta de la
derogatoria del art. 46 de la Ley de Organización Judicial. Refieren que no existe una
resolución administrativa que determine un pago o un no pago por los conceptos
establecidos por el artículo referido, debiendo tenerse en cuenta que todo funcionario
judicial en observancia de la Ley SAFCO para realizar un pago debe estar seguro que el
mismo sea legal. Señalan que el derecho que se pretende proteger recae sobre una
obligación económica, la misma que no puede ser exigida a través del Recurso de Amparo
Constitucional que protege derechos fundamentales y no es sustitutivo de un proceso
ordinario, ejecutivo u otro. Añaden que la interposición del Recurso debe ser oportuna pero
el CONALAB lo hace después de más de dos años, por lo que su extemporaneidad
desvirtúa el propósito que busca esta institución protectiva de los derechos, por lo que
piden se declare improcedente el Recurso.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 83 a 84,


declarando procedente el Recurso con el fundamento de evidenciarse la existencia de un
acto ilegal y omisión indebida por parte de los recurridos al retener el monto de dineros que
corresponde a los recurrentes, pues a través de la Ley interpretativa Nº 2084 de 20 de abril
de 2000, ha quedado establecido que la vigencia plena de la Ley Nº 1817 (del Consejo de la
Judicatura) es a partir del 1ro. de octubre de 1998, en consecuencia la vigencia de la Ley Nº
1455 (Ley de Organización Judicial) se extiende hasta el 1ro. de octubre de 1998.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que el art. 46 de la Ley Nº 1455 establece la "participación de los Colegios de


Abogados- Del total de las recaudaciones que se obtengan en cada Distrito, se destinará el
1% (uno por ciento) al Colegio Nacional de Abogados y el 4% (cuatro por ciento) al
Colegio Departamental de Abogados".

2. Que la Ley Nº 1817 de 22 de diciembre de 1997 en su primera disposición transitoria


deroga, entre otros, el art. 46 de la Ley Nº 1455; por otra parte en su tercera disposición
transitoria establece: "la presente ley entrará en vigencia plena a los 180 días computables
desde la posesión de los Consejeros".

3. Que a través de la Circular Nº 004-T-98 de 4 de febrero de 1998, el Director a.i. del


Tesoro Judicial instruye a los Jefes de Departamento Financiero de los Distritos de
Chuquisaca, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Potosí, Tarija, Beni y Pando que a
partir de enero de 1998 queda en suspenso la participación a los Colegios Departamentales
de Abogados al haberse promulgado la Ley Nº 1817 del Consejo de la Judicatura que
deroga el art. 46 de la Ley Nº 1455 (fs. 38).

4. Que el Pleno del Consejo de la Judicatura, ante las reiteradas solicitudes del CONALAB
para que deje sin efecto la retención a través del Acuerdo Nº 20/98 de 9 de julio de 1998
reconoce el derecho de participación económica al Colegio Nacional y Departamentales de
Abogados, con arreglo al art. 46 de la L.O.J. hasta el 31 de marzo de 1998 (fecha de
posesión de los Consejeros) teniendo en cuenta la tercera disposición transitoria de la Ley
Nº 1817 (fs. 36).
5. Que el CONALAB realiza distintas representaciones ante el Consejo de la Judicatura
reclamando el pago de dineros retenidos desde el mes de mayo de 1998 (fs. 42-44; 45, 46,
48, 49, 50).

6. Que el Secretario General del Consejo de la Judicatura por Cite Of. Nº 2359-GG/CJ-99
de 18 de noviembre de 1999, comunica al Presidente del Colegio Nacional de Abogados
que ante la existencia de criterios divididos en cuanto a la aplicación de la Tercera
Disposición Transitoria de la Ley Nº 1817 en relación con el art. 46 de la Ley Nº 1455; por
decisión del Pleno del Consejo de la Judicatura se solicitó interpretación al Congreso
Nacional (fs. 51).

7. Que el Presidente del Consejo de la Judicatura por Cite Of. Nº. 2358-GG/CJ-99 solicita
al Presidente del Congreso Nacional se proceda a la interpretación de la tercera disposición
transitoria de la Ley Nº 1817 de 22 de diciembre de 1997, con relación al art. 46 de la Ley
Nº 1455, norma derogada por la primera disposición final de la Ley Nº 1817 (fs. 52-54)

8. Que la Ley Nº 2084 de 20 de abril de 2000 interpretando la Tercera Disposición


Transitoria de la Ley Nº 1817 en su artículo único establece que la vigencia de la Ley del
Consejo de la Judicatura, es a partir del primero de octubre de 1998.

9. Que sin embargo, el Dr. Guido Chávez en su condición de Presidente Alterno del
Consejo de la Judicatura por Cite Of No. 0043-GCHM/CJ-00 de 18 de mayo de 2000
solicita al Presidente Nato del Congreso, en base a la atribución contenida en el art. 59-1)
de la Constitución Política del Estado,"se dicte una ley interpretativa de la primera
disposición final, con relación a la tercera disposición transitoria de la Ley Nº 1817 de 22
de diciembre de 1997, concretamente en lo que a la derogación del art. 46 de la Ley de
Organización Judicial se refiere"(sic) (fs.59) que no ha sido resuelta, aunque el Presidente
del Senado Nacional responde a la inquietud del Colegio de Abogados, en sentido de que:
"la Ley Interpretativa Nº 2084 de 20 de abril de 2000 no precisa de complemento ni
aclaración posterior, pues se estaría incurriendo en una interpretación de lo ya interpretado
por el Poder Legislativo" (fs. 58).

CONSIDERANDO: Que, el art. 81 de la Constitución Política del Estado establece que la


Ley es obligatoria desde el día de su publicación, salvo disposición contraria de la misma
Ley. Que la Ley No. 1817 del Consejo de la Judicatura de 22 de diciembre de 1997,
publicada el 23 del mismo mes y año, no entró en vigencia plena porque la Tercera
Disposición Transitoria de la misma dispone que lo hará a los 180 días computables desde
la posesión de los Consejeros.

Que, al surgir duda entre los miembros del Consejo de la Judicatura sobre si la vacatio lege
se creó solamente para que el Consejo se organice institucionalmente, sin que ello
signifique la postergación de la vigencia de normas de carácter general contenidas en dicha
Ley como el art. 46 de la Ley de Organización Judicial derogada por la Primera
Disposición Final, para todos los efectos; por decisión del Pleno, el Presidente Dr. Oscar
Hassenteufel Salazar, dirige al Vicepresidente de la República y Presidente Nato del
Congreso Nacional la nota Cite Of. Nº 2358/GG/CJ-99 de 16 de noviembre de 1999 (fs. 52)
solicitando al Congreso Nacional, la interpretación de la Tercera Disposición Transitoria de
la Ley Nº 1817, "antes de definir el requerimiento de CONALAB" para lo que hace una
relación de los hechos, puntualizando, que tal interpretación se pide, sin lugar a dudas, con
motivo de precisar la fecha de aplicación de la derogatoria del art. 46 de la Ley de
Organización Judicial que priva a los Colegios de Abogados del aporte del 1 y el 4% de los
ingresos recaudados. Esto es que, el desembolso de los fondos recaudados, por 6 meses, de
abril a septiembre de 1998 a favor de los Colegios de Abogados, dependía de la
interpretación que haga el Parlamento Nacional que la hizo mediante la Ley Interpretativa
Nº 2084 de 17 de abril de 2000, la que al decir que "se establece la vigencia plena de la Ley
Nº 1817 del Consejo de la Judicatura a partir del 1ro de octubre de 1998, en concordancia
con lo establecido en la disposición transitoria de dicha norma" comprende a toda ella, pues
de ser lo contrario, en la misma Ley se habría hecho la excepción, pues en los casos de
vacatio lege con vigencia anticipada la propia Ley debe establecer claramente tal extremo,
como se hizo en el caso del Código de Procedimiento Penal, cosa que no ocurrió en la Ley
Nº 1817.

Que, por otra parte, el hecho que el Consejo de la Judicatura haya dado curso a la
participación económica de las recaudaciones solicitada reiteradamente por el CONALAB,
desde enero a marzo de 1998, fecha de posesión de los Consejeros, mediante Acuerdo Nº
20/98, importa un reconocimiento tácito de que la derogatoria del art. 46 de la Ley de
Organización Judicial, no entró en vigencia en la fecha de la publicación de la Ley Nº 1817,
por lo tanto el derecho de los Colegios de Abogados a las recaudaciones, continuó
generándose mes por mes, hasta la vigencia plena de la misma, es decir el 1º de octubre de
1998, de conformidad con la Tercera Disposición Transitoria y la Ley Interpretativa Nº
2084, al no existir otra norma que establezca fecha distinta para la vigencia de las
derogatorias contenidas en la Primera Disposición Final, entre ellas el art. 46 de la Ley de
Organización Judicial.

Que la participación económica, generada cada gestión a favor de los Colegios de


Abogados, creada por el art. 46 de la Ley de Organización Judicial, desde su inicio, formó
parte del patrimonio de estas instituciones, constituyendo un derecho propietario protegido
por los arts. 7 inc. i) y 22 de la Constitución Política del Estado, por lo que los recurrentes
ejerciendo su derecho de petición consagrado en el art. 7 inc. b) de la misma, plantearon la
protección de sus derechos constitucionales mediante el recurso que se revisa.

Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado establece el Recurso de Amparo


contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios o particulares que
restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir derechos y garantías de la persona
reconocidos por la Constitución y las leyes. Que en el caso de autos las autoridades
recurridas al no desembolsar los recursos en cuestión a favor de los Colegios de Abogados
han incurrido en una omisión ilegal e indebida que restringe los derechos fundamentales
señalados y que los recurrentes no cuentan con ningún medio para su protección inmediata.

Que en consecuencia el Tribunal de Amparo al haber declarado procedente el Recurso


interpuesto, ha efectuado una correcta aplicación de los arts. 19 de la Constitución Política
del Estado y 94 y siguientes de la Ley del Tribunal Constitucional.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución de fs. 83 a 84 de 15 de septiembre de 2000
pronunciada por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito Judicial
de Chuquisaca.

Regístrese y devuélvase.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 987/2000-R


No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky P. por encontrarse con licencia y
René Baldivieso G. por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 988/00-R

Expediente: 2000-001624-04-RHC
Partes: Juan Villagomez Salazar por Rafael Alejandro Saavedra Pradel contra Gilberto
Roca Soruco, Juez Segundo de Trabajo y Seguridad Social.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Rolando Roca Aguilera

VISTOS: En revisión la sentencia de fs. 69 vta. dictada en fecha 14 de septiembre de 2000


por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa
Cruz, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Juan Villagómez Salazar,
representado por Rafael Alejandro Saavedra Pradel contra el Dr. Gilberto Roca Soruco,
Juez Segundo del Trabajo y S. S., los antecedentes del proceso, y

CONSIDERANDO: Que el apoderado del recurrente, manifiesta que en el Juzgado


Segundo del Trabajo y S. S., se ha tramitado una demanda de pago de beneficios sociales
seguida por Carmen del Rosario Rodríguez Soliz contra Mc Donald Cía, Sucursal El Cristo.
Que dicha demanda -dice la actora- se la plantea en la persona del señor Rafael Saavedra,
que según la demandante, sería el representante legal de la firma demandada, cuya calidad
no la acreditó de modo alguno.

En la condición de supuesto representante legal de la firma demandada se cita a Rafael


Alejandro Saavedra Pradel, con la acción, el que de inmediato representa y devuelve las
copias que le entregaron, expresando no conocer a esa firma demandada y menos ser su
representante legal, haciendo constar que él es un simple empleado de la Empresa Goldarc
S. R. L. propietaria de franquicia Mc. Donald Bolivia, persona jurídica distinta y que nada
tiene que ver con la firma demandada.

Señala que su representado no asumió defensa alguna del fondo de la demanda porque no le
correspondía y por no ser la persona que se menciona y no tener la calidad que se le
atribuye, culminando con la sentencia por la que se condena al pago de Bs. 6.218 y luego,
ante la falta de cancelación, se libra apremio corporal, con el cual se persigue y se acosa a
su mandante

Con estos antecedentes, dice el apoderado, que no habiendo otro recurso ni medio para la
protección de los derechos de su mandante, interpone Recurso de Hábeas contra el Juez
Segundo del Trabajo y S. S., recurrido, pidiendo se declare procedente y se ordene el cese
de inmediato de la persecución que se hace a Rafael Alejandro Saavedra Pradel.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia en fecha 14 de septiembre de 2000, notificadas las partes, según


informe del Secretario de Cámara, no se encuentra presente el recurrente ni su abogado.
Acto seguido se dispuso que en conformidad al art.91-II de la Ley No. 1836, prosiga la
audiencia.

2. La autoridad recurrida al presentar su informe a fs.67 , señala que los fundamentos de la


parte recurrente carecen de veracidad, porque la demanda se dirigió contra la Empresa
Macdonald en la persona de su representante legal Rafael Saavedra, quien, efectivamente,
la devolvió aduciendo no ser el representante legal, en vez de utilizar el procedimiento
normado por el art. 127 del Código Procesal del Trabajo y más bien se apersona y contesta
la acción, negándola en todas sus partes merced a lo cual se trabó la relación procesal.

Es más, agrega el Juez recurrido, el mismo Rafael Alejandro Saavedra Pradel prosigue la
acción, ofrece y produce pruebas, quien, después de haberse dictado el fallo, apela fuera de
término, merced a lo cual se rechaza la alzada y se declara ejecutoriado el fallo,
prosiguiéndose con los trámites de conminatoria y luego de apremio al amparo de los arts.
213 y 216 del citado C. P. T., por lo que solicita se declare improcedente el recurso
planteado.

3. En la audiencia el Representante del Ministerio Público, opina porque se declare


improcedente el recurso, considerando que de los datos del proceso se puede establecer que
si la parte recurrente es la persona indicada en la demanda, y que citada contestó e intervino
en el juicio social no existiendo, por tanto, procesamiento indebido.

4. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Hábeas Corpus, en virtud de los


antecedentes expuestos, dicta sentencia a fs. 69 vta.-70, declarando improcedente el recurso
planteado a fs..63-64 con el fundamento de que la actuación de la autoridad judicial
recurrida en este caso, se encuadra al ordenamiento jurídico que regula el Código de
Procedimiento Laboral.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Hábeas Corpus consagrado en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado, tiene la finalidad de preservar la libertad de las personas y
garantizar, en su caso, el debido proceso evitando cualquier forma de arbitrariedad o
ilegalidad.

Que en el caso que se revisa se ha demostrado que Rafael Alejandro Saavedra Pradel, no
está sometido a ninguna persecución o indebido proceso, porque la actuación judicial de la
autoridad demandada, se encuadra al ordenamiento jurídico que regula la materia, situación
que demuestra que en ningún momento se ha transgredido el art. 18 de la Constitución
Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18, 120. 7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley No.
1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 69 vta-70 de fecha 14 de septiembre de 2000, dictada
por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa
Cruz.

Regístrese, hágase saber.

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia
por razones de salud; y el Dr. René Baldivieso Guzmán por encontrarse en uso de su
vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dra. Elizabeth I. de Salinas


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 995/00-R

Expediente: No. 2000-01625-04-RAC


Partes: José H. Gutiérrez Guerra contra Reynaldo Fernández Calvo, Juez Décimo de
Partido en lo Civil.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 9 de obrados, pronunciada el 12 de septiembre de


2000, por la Sala Social y Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito de La
Paz, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por José H. Gutiérrez Guerra contra
Reynaldo Fernández Calvo, Juez Décimo de Partido en lo Civil, los antecedentes arrimados
al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 12 de septiembre de 2000, de fs.


4 a 6 de obrados, refiere que en su calidad de abogado patrocinaba una diligencia
preliminar de demanda ante el Juzgado a cargo del recurrido, en la cual su cliente le pidió
pase profesional, por lo que personalmente y junto a ella lo presentó al Juzgado el 31 de
enero de 2000, empero, por cuestiones dolosas de su ex - cliente, desapareció dicho pase
profesional. Que con el fin de no tener problemas, con copia sellada, pidió reposición de
esa pieza procesal y solicitó que el Auxiliar del Juzgado preste informe, en el cual se
establece que su ex - cliente con una serie de engaños habría logrado que se le entregara el
pase; sin embargo, el Juez recurrido dicta resolución manifestando "no ha presentado el
pase profesional", lo cual es falso ya que cursa copia con sello del juzgado, el informe del
Auxiliar y por último cursa un memorial presentado por otro abogado, por lo que pidió
reposición de dicha providencia, ratificatoria del informe del Auxiliar, denunció la
comisión del delito previsto en el art. 202 del Código Penal y se le extiendan fotocopias
legalizadas de todo lo obrado para remitir al Consejo de la Judicatura, empero la autoridad
no se pronuncia al respecto.

Que por lo expuesto y ante la imposibilidad de hacer valer sus derechos por otros medios,
interpone Amparo Constitucional, con el objeto de que el Juez recurrido providencie la
reposición del pase profesional o en su caso provea correctamente su solicitud de
reposición bajo alternativa de apelación, que le extienda fotocopias legalizadas de todo lo
obrado, se pronuncie sobre el delito denunciado, se emita la respectiva ratificatoria del
informe, ya que la negativa de atención por la autoridad recurrida constituye omisión
indebida y acto ilegal que restringe y suprime sus derechos.

CONSIDERANDO: Que, radicado el Recurso ante la Sala Social y Administrativa Primera


de la Corte Superior del Distrito de La Paz, dicho Tribunal dicta Auto de Vista el 12 de
septiembre de 2000, por el cual rechaza el Amparo Constitucional por no cumplir con el
requisito previsto en el art. 97-V de la Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO: Que, el Art. 98 de la Ley Nº 1836 establece: "...Los defectos formales


podrá subsanar el recurrente en el plazo de cuarenta y ocho horas de su notificación, sin
ulterior recurso.", disposición que en el caso de autos no fue observada por la Sala Social y
Administrativa Primera de la Corte Superior del Distrito de La Paz.

No obstante aquello, el Tribunal al dar lectura al Recurso, debió percibir que el recurrente
se encontraba en la imposibilidad de acompañar las pruebas que se exigen en el art. 97-V
de la precitada Ley, por la negativa del Juez recurrido a extenderle las fotocopias
legalizadas de los obrados emergentes dentro de la demanda preliminar que interpuso su
ex-cliente Magalý Fernández de Quezada contra Alina Baraza B.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión corriente a fs. 9 de obrados,
pronunciada el 12 de septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa Primera de la
Corte Superior del Distrito de La Paz y dispone que dicho Tribunal mande subsanar los
defectos del Recurso conforme lo prevé el art. 98 de la Ley Nº 1836 y pronuncie la
sentencia que corresponda.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 984/2000-R

Expediente: 2000-01630-04-RHC
Partes: Víctor Bascopé Morales contra Milton Peñaranda, Inspector Regional del Trabajo.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: Tarija
Lugar y Fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 17 a 18 de 15 de septiembre de 2000,


pronunciada por el Juez Primero de Partido de Yacuiba, dentro del Recurso de Hábeas
Corpus interpuesto por Víctor Bascopé Morales contra Milton Peñaranda, Inspector
Regional del Trabajo, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 10 a 11 presentado el 14 de septiembre del


año en curso, el recurrente manifiesta que conforme se evidencia por la documental que
adjunta Porfirio Sanguino Jurado y Simón Aparicio Gonzáles fueron contratados para
trabajar en la empresa SERPETBOL, en la modalidad de jornal diario a Bs. 20,
realizándose el pago en forma quincenal. La empresa HP a la que prestan apoyo logístico
les solicitó quedarse con parte de su personal, enviando doce trabajadores pero se quedan
solo diez dejando de lado a éstas dos personas quienes, sin embargo, se quedaron en HP
hasta el 30 de agosto de 2000, continuando después con la empresa SERPETBOL, donde
piden se les cancele sus jornales devengados desde la segunda quincena de julio hasta
agosto del año en curso ya que estos no habían sido cancelados por HP; confirmada la
situación asume el compromiso de cubrir las tres quincenas pendientes. Refiere que el día
lunes 11 de septiembre recibió una citación del Inspector del Trabajo, Wálter Oropeza,
asistiendo a la audiencia de conciliación en la que vuelve a asumir el compromiso una vez
le llegue el giro y las planillas, siendo nuevamente citado al día siguiente y pese a cumplir
con la citación el Inspector no se encontraba, sin embargo, el día miércoles en plena calle es
detenido por dos policías, quienes le exhiben un mandamiento de apremio siendo
conducido a la P.T.J. para luego ser remitido a la cárcel hasta que pague la suma de Bs.
60.480. Afortunadamente uno de los policías fue a consultar al Juez que tiene a su cargo las
medidas cautelares, quien le señaló que la detención era ilegal y que no podía continuar
detenido, siendo puesto en libertad con la condición de presentarse al día siguiente. El día
jueves 14 se presentó en dependencias de la P.T.J. acompañado de su abogada, donde se le
indicó que debía presentarse a la Inspectoría del Trabajo, así lo hizo encontrando al Sr.
Wálter Oropeza quien le hizo conocer que había cesado en sus funciones y que el nuevo
Inspector era Miltón Peñaranda, quien emitió el mandamiento en su contra pero que como
aquella ya no era su oficina oportunamente se le comunicaría y reconociendo la ilegalidad
del mandamiento se comprometió a explicar al nuevo Inspector.

Con la certeza de que continuarán las arbitrariedades en su contra, interpone el Recurso de


Hábeas Corpus, con pago de costas, daños y perjuicios ocasionados por la autoridad
laboral, al haberse afectado su derecho a la libertad y al trabajo consagrados en el art. 7 y la
garantía establecida en el art. 9, ambos de la Carta Magna; haciendo notar que la oficina de
Yacuiba es sólo una inspectoría y que el Juzgado del Trabajo se encuentra en Tarija. Pide
se deje sin efecto el mandamiento de apremio.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a ley, realizándose la


audiencia pública el día 15 de septiembre de 2000, como consta de fs. 16 a 17 de obrados,
donde el recurrente reitera el contenido de su demanda.

Por su parte, la autoridad recurrida a través del informe escrito cursante a fs. 14 informa
que recién fue posesionado en el cargo habiendo recibido la oficina el 14 de septiembre del
año en curso, por lo que no conocía el problema del recurrente habiendo sido sorprendido
en su buena fe, por el personal saliente y el abogado patrocinante Julio Medina, quienes le
hicieron firmar un mandamiento que ya estaba firmado, conociendo que carece de
facultades para disponer la privación de libertad de persona alguna, reconociendo que sólo
tiene atribuciones conciliadoras por lo que formalmente pidió disculpas al afectado,
aclarando que enterado del error se constituyó en las oficinas de la Policía Técnica Judicial
a dejar sin efecto el mandamiento, por lo que solicitó se deje en suspenso la audiencia.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs. 17
a 18, que declara procedente el Recurso disponiendo la nulidad del mandamiento librado,
con el fundamento de que la autoridad recurrida libró mandamiento de apremio contra el
recurrente, sin tener jurisdicción ni competencia, conculcando los arts. 9 de la Constitución
Política del Estado, 216 del Código Procesal Laboral y 12 de la Ley Nº 1602.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que por denuncia formulada por Porfirio Sanguino Jurado y Simón Aparicio Gonzáles
ante el Inspector Regional del Trabajo de Yacuiba, en la audiencia de conciliación
verificada el 11 de septiembre del año en curso el recurrente se compromete al pago de tres
quincenas adeudas a los denunciantes, una vez que llegue la remesa (fs. 10-11).

2. Que el recurrente fue detenido en virtud de un mandamiento de apremio librado por la


autoridad recurrida hasta que se cancele la suma de Bs. 60.480 por concepto de beneficios
sociales adeudados a los trabajadores Simón Aparicio Gonzáles y Porfirio Sanguino Jurado
(fs. 2).

3. Que la autoridad recurrida reconoce haber actuado sin jurisdicción ni competencia al


haber ordenado el apremio del recurrente habiendo sido sorprendido en su buena fe (fs.14).

CONSIDERANDO: Que el art. 9-I de la Constitución Política del Estado señala que nadie
puede ser detenido, arrestado ni puesto en prisión, sino en los casos y según las formas
establecidas por ley, requiriéndose para la ejecución del respectivo mandamiento, que éste
emane de autoridad competente y sea intimado por escrito; la disposición legal aludida
establece tres condiciones para proceder a la privación de libertad de cualquier ciudadano:
1) En los casos y según las formas establecidas por ley, 2) orden de autoridad competente y
3) que el mandamiento sea intimado por escrito.

Que, en el caso de autos dichas condiciones no han sido observadas por la autoridad
recurrida, quien sólo tiene atribuciones en la vía conciliatoria laboral, careciendo de
facultad para disponer el apremio de persona alguna para el pago de beneficios sociales,
correspondiendo esta atribución al Juez que ejecuta la sentencia dentro de un proceso
laboral, por lo que al haber librado el mandamiento de apremio careciendo de competencia
ha incurrido en detención ilegal del recurrente, no obstante el hecho de que al haberse dado
cuenta de su ilegal actuación se haya apersonado en la Policía Técnica Judicial para
disponer la libertad del recurrente.
Que el Juez de Hábeas Corpus al haber declarado procedente el Recurso ha interpretado
correctamente el alcance del art. 18 de la Constitución Política del Estado y 89 de la Ley
del Tribunal Constitucional.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión y sea con la imposición de
daños y perjuicios a la autoridad recurrida, que deben ser calificados por el Juez de Hábeas
Corpus, en cumplimiento de lo establecido por el art. 91-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.
No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 991/00-R

Expediente: No. 2000-01634-04-RAC


Partes: Andrés Holvy Añez Paz por sí y como Gerente General de Sociedad Maderera
Bolivia Mahogany S.R.L. contra Edgar Terrazas Melgar, Oswaldo Céspedes Céspedes y
Ramiro Claros Rojas, Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de
Santa Cruz.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: Santa Cruz.
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 99 vta. a 100 de obrados, pronunciada el 18 de


septiembre de 2000, por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito de Santa
Cruz, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Andrés Holvy Añez Paz por sí y
como Gerente General de Sociedad Maderera Bolivia Mahogany S.R.L. contra Edgar
Terrazas Melgar, Oswaldo Céspedes Céspedes y Ramiro Claros Rojas, Vocales de la Sala
Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz, los antecedentes arrimados
al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 14 de septiembre de 2000,


corriente de fs. 86 a 90 y vta. de obrados, refiere que por la documentación que acompaña,
demuestra que la empresa que representa interpuso demanda ordinaria de modificación
parcial de contrato por excesiva onerosidad en contra del Banco Santa Cruz. S.A.,
solicitándose en un otrosí se disponga medida precautoria de no innovar y no contratar, lo
cual fue deferido en el auto de admisión de demanda, previa contracautela. Que, luego de
ser citada la empresa demandada, al contestar en el segundo otrosí de su memorial, planteó
reposición bajo alternativa de apelación en contra del auto admisorio, ante lo cual el Juez de
la causa, por decreto de 5 de julio de 2000, mantiene la medida precautoria, niega la
reposición y concede la apelación, radicándose la causa para dicho efecto en la Sala
recurrida, donde se apersonó y pidió que el recurso sea rechazado porque no está previsto
en la Ley, que el auto de admisión de la demanda sea susceptible de algún recurso, pues lo
único que puede interponerse son excepciones por un lado, y por otro, el recurso de
reposición era extemporáneo para el caso que se admitiera, que el auto de admisión fuera
como cualquier otro interlocutorio simple que se dicta durante la substanciación del
proceso, sin embargo, de conformidad al art. 216 del Código de Procedimiento Civil, el
señalado recurso debe ser interpuesto en el plazo fatal de 3 días y no en 15 días como se lo
hizo conjuntamente con la contestación.

Que, solicitó ante la Sala que dichas observaciones sean objeto de pronunciamiento
expreso, en el sentido de que no se abrió la competencia de dicho Tribunal por haberse
deducido indebidamente el recurso y por ser extemporáneo, debiendo rechazarse la
apelación sentándose un precedente jurídico con respecto al caso; empero,
inexplicablemente la Sala recurrida resolvió la apelación mediante el auto de vista de 21 de
agosto de 2000, revocando lo dispuesto con relación a la medida precautoria, sin ninguna
argumentación aceptable y sin referirse a las observaciones. Que, ante el citado fallo y a
efectos de interponer este Recurso, vía complementación se pidió se establezca si el auto de
admisión es sujeto de algún recurso y si el recurso de reposición bajo alternativa de
apelación se puede plantear a los 15 días, obteniéndose como respuesta el decreto de 28 de
agosto de 2000, que disponía no ha lugar a la explicación y complementación. Que
habiéndose demostrado que el Auto de Vista dictado el 21 de agosto de 2000, constituye
una omisión indebida al no pronunciar nada sobre los argumentos que expuso, al amparo de
los arts. 10 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 7-a), 16.II, "19", 35 y
228 de la Constitución Política del Estado; 90, 91, 139 y 216 del Código de Procedimiento
Civil, interpone el presente Recurso pidiendo se lo declare procedente, disponiéndose la
anulación del Auto de Vista de 21 de agosto de 2000 y la improcedencia del recurso de
reposición con apelación alternativa en contra del auto de admisión de la demanda por no
ser reconocido por la Ley o por extemporáneo.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 18 de septiembre de 2000, en


ausencia de los recurridos, el recurrente ratificó y amplió el tenor de su Recurso señalando
que la medida precautoria solicitada de no innovar y no contratar sobre los referidos
créditos, se la efectuó a objeto de poder garantizar el resultado efectivo de la sentencia.

Que, concluida la audiencia pública, el Tribunal del Recurso de acuerdo con el


requerimiento Fiscal, declara procedente el Amparo Constitucional con el fundamento de
que se violaron "...los Arts. 216 del Código de Pdto. Civil, Art. 90 del Código de Pdto.
Civil y el Art. 139 del mismo cuerpo de leyes, por lo tanto se ha evidenciado actos ilegales
de la Sala recurrida..."(sic).

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrente a tiempo de interponer demanda ordinaria de modificación de contrato


por excesiva onerosidad contra el Banco Santa Cruz S.A., al amparo de los arts. 167 y 168
del Código de Procedimiento Civil, en el otrosí 4to. de la misma, solicitó se disponga como
medida precautoria la prohibición de innovar y contratar, la cual fue concedida en el auto
admisorio de la demanda de 15 de junio de 2000 (fs.11).

2. Que, habiéndose citado con la demanda y notificado con el referido auto a la parte
demandada el 19 de junio de 2000, ésta contesta el 4 de julio de 2000, planteando recurso
de reposición bajo alternativa de apelación respecto a las medidas cautelares, las cuales son
ratificadas por el Juez de la causa concediéndose la apelación en efecto devolutivo, recurso
que radica ante la Sala a cargo de los recurridos, donde el recurrente se apersona y pide se
rechace la apelación por haberse deducido indebidamente y de manera extemporánea el
recurso de reposición.

3. Que, sin pronunciarse sobre lo solicitado, el 21 de agosto de 2000 los recurridos dictan
Auto de Vista revocando y dejando "...sin efecto lo dispuesto en el otrosí 4to..." del auto de
admisión, por lo que el recurrente por la vía de complementación y enmienda, pide se
señale cuál es el precepto legal, doctrina o jurisprudencia, que ampare la interposición del
recurso de reposición contra el auto de admisión de demanda en un juicio ordinario y si el
referido recurso puede plantearse a los 15 días de la citación, a cuyo efecto los Vocales
recurridos proveen "No ha lugar a la explicación y complementación, por ser claros y
precisos los términos del auto de fs. 66" (sic.).

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo Constitucional ha sido instituido en el art.


19 de la Constitución Política del Estado contra "...los actos ilegales y omisiones indebidas
de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos y garantías de la persona..."; precepto que en el caso de autos es aplicable, por
cuanto los vocales recurridos han vulnerado el derecho al debido proceso previsto en el art.
16 de la Constitución Política del Estado, al conocer y resolver un recurso fuera del plazo
expresamente establecido en el art. 216.I del Código de Procedimiento Civil, incurriendo
así en un acto indebido que no sólo atenta contra el precepto constitucional ya anotado, sino
también, vulnera el derecho a la seguridad jurídica del recurrente como litigante dentro de
un proceso en el cual las normas y los plazos que éstas prevean, deben ser aplicados en
forma correcta, de modo que las partes en el juicio que se tramite tengan plena certeza del
respeto de sus derechos establecidos en la Ley Fundamental y las Leyes.

Que, todo Juez o Tribunal tiene la obligación de dar observancia estricta a las normas de
orden procesal que, por disposición del art. 90 del Código de Procedimiento Civil, son de
orden público y cumplimiento obligatorio; y en el presente caso las autoridades recurridas
ignoraron ese deber, pues no advirtieron lo prescrito en el art. 139.I del referido Código, así
como tampoco lo dispuesto en el art. 3-1) de la misma norma adjetiva que entre sus
funciones les atribuye el cuidado de que los procesos se desarrollen sin vicios de nulidad.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Amparo, ha compulsado


debidamente los hechos y dado una correcta y estricta aplicación al art. 19 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19.IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102.V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión corriente de fs. 99 vta. a 100
de obrados, pronunciada el 18 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Segunda de la Corte
Superior del Distrito de Santa Cruz.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera
MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 983/2000-R

expediente: 2000-01636-04-RAC
Partes: Jorge Paz Navajas y Oscar Estrada Jiménez, Presidente y Vicepresidente,
respectivamente, de la Corporación de Educación Superior "Nuestra Señora de La Paz"
S.A. contra Rigoberto Paredes, Juez Décimo Segundo de Partido en lo Civil.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión el Auto de Rechazo de 20 de septiembre de 2000 de fs. 154 de


obrados, pronunciada por la Sala Penal Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial
de La Paz, dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Jorge Paz Navajas
y Oscar Estrada Jiménez, Presidente y Vicepresidente, respectivamente, de la Corporación
de Educación Superior "Nuestra Señora de La Paz" S.A. contra Rigoberto Paredes, Juez
Décimo Segundo de Partido en lo Civil, los antecedentes que cursan en el expediente; y,
CONSIDERANDO: Que por memorial cursante a fs. 151 a 152 de obrados, presentado el
19 de septiembre de 2000, los recurrentes en su condición de Presidente y Vicepresidente,
respectivamente, de la Corporación de Educación Superior "Nuestra Señora de La Paz"
S.A. manifiestan que ante el Juzgado Décimo Segundo de Partido en lo Civil, se sustancia
la medida precautoria de "auditoria económica y financiera" interpuesta por Gonzalo
Benjamín Flores Arrieta contra la institución que representan, proceso dentro del cual el
Juez de la causa ha venido cometiendo una serie de actos ilegales y omisiones indebidas
que vulneran los arts. 16-II y 116-X de la Constitución Política del Estado, como el hecho
de haber decretado una medida cautelar sin existir demanda, disponer medida precautoria
sin contra cautela, no haberse declarado la caducidad solicitada y por el contrario seguir
tramitando la causa cometiendo otras irregularidades. Por lo expuesto, interponen Recurso
de Amparo pidiendo sea declarado procedente y como consecuencia se deje sin efecto ni
valor jurídico alguno la medida cautelar.
.
CONSIDERANDO: Que por Resolución Nº 023/00 de 20 de septiembre de 2000, cursante
a fs. 154, la Sala Penal Segunda de la de la Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz,
RECHAZA el Amparo "por haberse interpuesto en contraposición a lo dispuesto por los
parágrafos IV y VI del art. 97 de la Ley Nº 1836 y siendo manifiestamente improcedente el
contenido de la demanda conforme lo prevé el inc. 3) del art. 96 de la mencionada ley"
(sic), añadiendo que las resoluciones judiciales reclamadas pueden ser modificadas por
otras vías, en virtud de que con el Amparo Constitucional no se pueden afectar decisiones
judiciales.

CONSIDERANDO: Que el Recurso de Amparo Constitucional sólo puede ser rechazado


por el Tribunal o Juez competente, cuando éste compruebe que el recurrente no ha
cumplido con los requisitos de forma y contenido exigidos por el art. 97 de la Ley Nº 1836,
no pudiendo fundar su rechazo en causas diferentes.

Que en el caso de autos, los recurrentes han cumplido en la interposición del Recurso de
Amparo con los requisitos formales y de contenido requeridos por el citado art. 97 de la
Ley del Tribunal Constitucional, concretamente con los señalados por los numerales IV y
VI del citado artículo al haber precisado los derechos y garantías que se consideran
restringidos y fijando con precisión el Amparo que están solicitando. Por otra parte, el
rechazo tampoco podía fundarse en el art. 96-3 de la Ley Nº 1836, pues la circunstancia
prevista por dicha disposición tiene que ser considerada en el fondo del asunto no en la
admisión, por lo que el Tribunal de Amparo al haber rechazado el Recurso presentado con
los argumentos referidos, ha infringido las disposiciones señaladas.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución revisada, disponiendo que el Tribunal de Amparo,
admita el Recurso y se efectúe su tramitación conforme a ley.

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO
Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera
MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE EN
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SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 985/2000-R

expediente: 2000-01639-04-RAC
Partes: Valentina Balderrama Torrico contra Nelly Arispe Aldunate, Jueza de Partido de
Arani.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Cochabamba
Lugar y Fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 53 a 55 de 20 de septiembre de 2000


pronunciada por el Juez de Partido de Punata, en el Recurso de Amparo Constitucional
interpuesto por Valentina Balderrama Torrico contra Nelly Arispe Aldunate, Jueza de
Partido de Arani, los antecedentes que cursan en el expediente; y,
CONSIDERANDO: Que por memorial cursante de fs. 27 a 29 de obrados, presentado el 18
de septiembre del año en curso, la recurrente manifiesta que dentro del ejecutivo que sigue
contra Francisco Álvarez y Lourdes Maida de Álvarez, ante el Juzgado Noveno de Partido
en lo Civil, se dictó sentencia declarando probada la demanda habiéndose señalado día y
hora de remate para el 11 de agosto del año en curso a hrs. 15:00, sin embargo, el Juez de la
causa el 8 del mismo mes y año, es notificado con un exhorto suplicatorio librado por la
Jueza de Partido de Arani, Nelly Arispe Aldunate, pidiendo la suspensión del remate, como
consecuencia de estar conociendo un proceso de quiebra, donde se ha dispuesto como
medida precautoria la suspensión del remate de los bienes del ejecutado en los procesos que
se sustancian en los Juzgados Noveno, Tercero y Cuarto, razón por la que el Juez Noveno
de Partido en lo Civil por auto de 9 de agosto del año en curso da cumplimiento a la ilegal
medida precautoria suspendiendo la audiencia de remate y con ello la ejecución de la
sentencia. Que ante su reclamo el Juez de la causa dispone que el mismo sea planteado ante
la Jueza de Arani, quien mediante proveído rechaza el reclamo, por no ser su persona parte
en el proceso; que como consecuencia de dicha disposición no se da curso a sus solicitudes
de remate ni a ningún memorial, atentándose contra su sagrado derecho previsto en el art.
7-h) de la Constitución Política del Estado, el debido proceso y el art. 517 del Código de
Procedimiento Civil.

Afirma que la autoridad recurrida está vulnerando el art. 517 del Código de Procedimiento
Civil, aclara que la suspensión de remate no es una medida precautoria, por cuanto éstas no
tienen la finalidad de suspender la ejecución de las sentencias sino de evitar que los
derechos de los acreedores sean burlados, garantizando más bien el cumplimiento de la
sentencia en su ejecución con los bienes precautelados. Con estos antecedentes interpone
Recurso de Amparo pidiendo sea declarado procedente y como consecuencia se deje sin
efecto la orden de suspensión del remate así como la que dispone que no se reciban
memoriales de solicitud de remate.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso es tramitado conforme a Ley realizándose la


audiencia pública el 20 de septiembre del año en curso donde la recurrente se ratifica en el
tenor de su demanda.

Por otra parte, ante la inconcurrencia de la autoridad recurrida se da lectura al memorial de


respuesta al Recurso de Amparo cursante a fs. 43, donde la referida autoridad señala que la
documentación que acompaña como prueba demuestra que actuó conforme a derecho,
añadiendo que no podría concurrir a la audiencia por el bloqueo de caminos.

Concluida la audiencia, el Juez de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 53 a 55, por
la que declara improcedente el Recurso con costas y multa de Bs. 100, con el fundamento
de que la recurrente no hizo uso de las vías legales que tenía a su alcance, no siendo el
Recurso de Amparo sustitutivo de las mismas.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que ha


continuación se anota:

1. Que en ejecución de sentencia en el proceso ejecutivo seguido por la recurrente contra


Francisco Álvarez y Lourdes Maida de Álvarez el Juez Noveno de Partido en lo Civil,
señala audiencia de remate de dos bienes inmuebles de propiedad de los ejecutados para el
11 de agosto del año en curso (fs. 8 vta.).
2. Que el 8 de agosto de 2000 el Juez Noveno de Partido en lo Civil recibe el exhorto
suplicatorio librado por la Jueza recurrida dentro del proceso de quiebra interpuesto por
Roberto Marcelo Suárez contra Francisco Álvarez y Lourdes Maida de Álvarez,
disponiendo como medida precautoria la suspensión del remate dentro del proceso
ejecutivo seguido por la recurrente contra los esposos Álvarez radicado en su Juzgado
(fs.10 -14).

3. Que el Juez Noveno de Partido en lo Civil por auto de 9 de agosto de 2000 en


cumplimiento del exhorto suplicatorio suspende el acto de remate fijado para el 11 de
agosto del mismo año (fs. 15).

4. Que la recurrente por memorial presentado el 21 de agosto de 2000, pide al Juez Noveno
de Partido en lo Civil dé aplicación al art. 517 del Código de Procedimiento Civil, solicitud
resuelta por auto de 28 del mismo mes y año por el que dispone que las objeciones a las
medidas precautorias adoptadas por la autoridad recurrida deben hacerse valer ante la
misma (fs. 17).

5. Que por memorial de 21 de agosto de 2000, la recurrente solicita ante la autoridad


recurrida deje sin efecto la medida precautoria que paraliza el remate, solicitud que previo
traslado es resuelta por auto de 30 de agosto de 2000 no dándose lugar a la misma al no ser
ésta parte en el proceso de quiebra (fs. 25 vta.).

6. Que la recurrente considerando ilegal la medida precautoria de suspensión del remate


dispuesta por la autoridad recurrida por contravenir el derecho de petición, el debido
proceso y el art. 517 del Código de Procedimiento Civil interpone el Recurso que se revisa.

CONSIDERANDO: Que en el caso de autos la autoridad recurrida al haber dispuesto como


medida precautoria la suspensión del remate dentro del proceso ejecutivo seguido por la
recurrente contra Francisco Álvarez y Lourdes Maida de Álvarez sólo ha observado lo
establecido por los arts. 1546 parágrafo primero y 1490 del Código de Comercio. Sin
embargo, correspondía al Juez de la causa, quien no ha sido recurrido, dar cumplimiento al
exhorto suplicatorio u observarlo en apoyo del art. 517 del Código de Procedimiento Civil,
considerando que correspondía a la referida autoridad ejecutar la sentencia.

Que por otra parte, la determinación del Juez Noveno de Partido en lo Civil de dar
cumplimiento al exhorto librado por la autoridad recurrida pudo ser objeto de apelación en
estricta observancia del art. 518 del Código Adjetivo Civil, recurso que no ha sido utilizado
en el caso presente por la recurrente incurriendo en la causal de improcedencia prevista por
el art. 96-3) de la Ley Nº 1836, no siendo el Amparo sustitutivo de ese Recurso. Por lo que
el Juez de Amparo al declarar improcedente el Recurso ha interpretado correctamente el
alcance del art. 19 de la Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de
la Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución cursante a fs. 53 a 55 de obrados dictada por el
Juez de Amparo.
OO
Regístrese y devuélvase.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


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Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


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SENTENCIA Constitucional N° 990/00-r

Expediente : 2000-01640-04-RAC
Partes: Ivar Virgilio Salamanca Comirani contra José Luis Dabdoub Lopez y Teresa Vera
de Gil, Vocales de la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial de Santa
Cruz.
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Santa Cruz
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Rolando Roca Aguilera

VISTOS: En revisión la Resolución de fojas 281, dictada el 19 de septiembre de 2000 por


la Sala Civil Segunda de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa Cruz dentro del
Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Ivar Virgilio Salamanca Comirani
contra José Luis Dabdoub Lopez y Teresa Vera de Gil, Vocales de la Sala Penal Primera de
la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa Cruz, los antecedentes del caso; y

CONSIDERANDO: Que Ivar Virgilio Salamanca interpone Recurso de Amparo


Constitucional contra las autoridades mencionadas manifestando que ante el Juzgado
Primero de Instrucción de Montero, inició el proceso penal contra Bernardo Viruez
Heredia, Daniel Hurtado Paredes, Oscar Peña Calzadilla, Ana María Paz de Limpias y
María Asunta Méndez Céspedes, por la comisión de los delitos previstos en los arts. 199 y
203 del Código Penal, y contra Julio César Reynoso Maire y Luz Marina Balcázar de
Reynoso, por el delito previsto en el art. 171 del referido cuerpo legal.

Indica que después de abierta la competencia en materia penal, interpuso por la vía
ordinaria demanda de nulidad y cancelación de la inscripción de todas las transferencias
objeto del sumario penal, situación que es de conocimiento de los esposos Reynoso-
Balcázar, con los fundamentos de dicho proceso civil, encontrándose en estado de citación
por edictos.

Continúa su demanda, manifestando que en el transcurso del proceso penal, el Juez


sumariante mediante Auto de 5 de abril del año en curso, amplía el Auto Inicial contra
Pedro Barbery Paredes, modifica la participación criminal de Julio César Reynoso Maire y
Luz Marina Balcázar de Reynoso, y declara improbada la cuestión previa de prescripción
opuesta por los cónyuges imputados, éstos últimos plantearon el recurso de apelación y la
revocatoria del Auto que modifica su participación en los ilícitos investigados, sin
acompañar prueba preconstituida.

Expresa que los Vocales recurridos revocan el Auto de 5 de Abril sin considerar el
incumplimiento del art. 169 del Código Penal, en cuanto a las condiciones para revocar el
Auto Inicial y tampoco observan el art. 101-a) del referido código sustantivo, respecto a la
prescripción; además de referirse oficiosamente a la situación jurídica de Pedro Barbery
Paredes, incurriendo en exceso de poder. "Los recurridos han incurrido en actos ilegales y
omisiones indebidas infringiendo los arts. 120 y 135 del Código de Procedimiento Penal,
por no haber hecho una correcta valoración de la prueba, con mayor razón si consideramos
que ninguno de los imputados han prestado sus indagatorias ni asumido defensa". Interpone
el presente Recurso, solicitando se declare la procedencia del mismo, dejando sin efecto el
ilegal Auto de Vista.

En el memorial complementario de fs. 260 a 261, Iván Virgilio Salamanca Comirani,


amplía el Recurso contra Hermán Mendoza Iriarte, Juez Primero de Instrucción de
Montero, por incurrir en actos ilegales y omisiones indebidas, al desconocer su propia
competencia mediante decreto de 11 de septiembre de 2000 donde se niega a proseguir con
el trámite de la causa. Finalmente añade que no existe ningún fundamento legal para la
suspensión del sumario, solicitando que también se declare la procedencia del recurso
contra esta autoridad, y se prosiga con el trámite sumario hasta su conclusión.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debida compulsa de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia pública en 19 de septiembre de 2000, según consta a fs. 279-281,


el abogado del recurrente ratifica íntegramente los términos de su demanda, agregando que:
"el objeto y límite del recurso de apelación tiene dos aspectos: a) La prescripción que el
Juez rechazó y que los magistrados revocaron; b) La revocatoria sobre la que no se
pronunciaron en el Auto de Vista, lo que implica una omisión indebida; y deja sin efecto la
ampliación contra Pedro Barbery Paredes, sin que sea parte del recurso. El Juez Instructor
de Montero, amplía el Auto Inicial del sumario contra Pedro Barbery Paredes y después, sin
prueba alguna que desvirtúe esa situación jurídica, en forma oficiosa revisa su propia
resolución y revoca ese fallo.

2. A su vez la Vocal recurrida justifica la ausencia de su colega y presenta el Informe de fs.


276-277, el cual refiere lo siguiente: "El Auto de Vista de 16 de junio de 2000 revoca el
Auto apelado, y en aplicación de los arts. 186, 187 ( y 135) del Código de Procedimiento
Penal con relación al art. 100-3) y 101-a) y b) del Código Penal, admite la cuestión previa
de prescripción, disponiendo el archivo de obrados y deja sin efecto la modificación y
ampliación del Auto Inicial de Instrucción."

Del mismo modo el Juez recurrido presenta su informe saliente a fs. 278, donde expone los
siguientes aspectos: Que, tanto las normas jurídicas y los plazos procesales se han aplicado
conforme a derecho, sin embargo reconoce que en los proveídos de los memoriales de fs.
1006 y 1009, no tomó en cuenta la existencia de otros coimputados, pero que estos
proveídos de mero trámite pueden ser sujetos de reposición bajo alternativa de apelación;
sin embargo, advertido del error cometido, repondrá de oficio los proveídos indicados.

3. A la conclusión de la audiencia el Tribunal de Amparo dicta Sentencia a fs. 281


declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que el art. 96-3) de la Ley del
Tribunal Constitucional establece que las resoluciones judiciales que por cualquier otro
recurso puedan ser modificadas o suprimidas, aún cuando no se haya hecho uso oportuno
de dicho recurso, disposición que es precisamente la que regula estas situaciones, que en el
caso de autos se ha tramitado un recurso de apelación y aunque no se hubiera tramitado, ya
es improcedente por mandato de esa norma legal, ya que el Tribunal de Amparo no revisa
prueba, es un tribunal de puro derecho, no es tribunal de casación para poder revisar todas
las actuaciones de los jueces instructores y menos aún de los Vocales que han resuelto el
presente caso" (sic).

CONSIDERANDO: Que de la revisión de los actuados remitidos en revisión, se evidencia:

1) Que Ivar Virgilio Salamanca Comirani demandó a Bernardo Viruez Heredia, Daniel
Hurtado Paredes, Oscar Peña Calzadilla, Ana María Paz de Limpias, María Asunta Méndez
Céspedes, Julio César Reynoso Maire y Luz Marina Balcázar de Reynoso, por la comisión
de los delitos tipificados en los arts. 198, 199 y 203 del Código Penal. Asimismo inició un
Proceso Ordinario sobre Nulidad de Documentos, cancelación de inscripción en Derechos
Reales y Mejor Derecho Propietario, contra Bernardo Viruez Heredia, Julio César Reynoso
y otros.

2) Que el Juez Primero de Instrucción de Montero, pronunció el Auto de 5 de abril de 2000


(fs. 54), por el que amplía el Auto Inicial del Sumario contra Pedro Barbery Paredes,
modifica y amplía la calificación efectuada en el Auto Inicial de Instrucción para los
imputados Julio César Reynoso Maire y Luz Marina Balcázar, y declara improbada la
cuestión previa de prescripción opuesta por los cónyuges imputados. Pedro Barbery apela
esta resolución.

3) Que mediante Auto de Vista de 16 de junio de 2000 (fs. 111-112), la Sala Penal Primera
de la Corte Superior de Justicia del Distrito de Santa Cruz -con el voto disidente del Vocal
Jacinto Morón-, revoca el Auto antes citado, admitiendo la cuestión previa de prescripción
disponiéndose el archivo de obrados en favor de Julio César Reynoso Maire y Luz Marina
Balcázar de Reynoso, dejando sin efecto la modificación y ampliación del Auto Inicial de
Instrucción en contra de Pedro Barbery Paredes y de los indicados esposos Reynoso
Balcázar.

4) Que el recurrente acusa a los Vocales recurridos de no haber hecho una correcta
apreciación de la prueba, de fallar excediendo su competencia y de omitir el
pronunciamiento expreso de uno de los puntos apelados. De infringir los arts. 120, 135, 169
y 278 del Código de Procedimiento Penal.

5) Que el trámite de la apelación se ha sujetado estrictamente a lo dispuesto por los arts.


188, 281, 282, y 283 del Código de Procedimiento Penal, cumpliendo correctamente con
las formalidades señaladas.

CONSIDERANDO: Que el art. 94 de la Ley N° 1836 dispone: "Procederá el Recurso de


Amparo Constitucional contra toda resolución, acto u omisión indebida de autoridad o
funcionario, siempre que no hubiere otro medio o recurso para la protección inmediata de
los derechos y garantías (...)". En consecuencia, no se puede cuestionar la supuesta
apreciación de la prueba mediante el Recurso de Amparo Constitucional que no ingresa al
campo de los hechos, sino en cuanto al derecho fundamental y fines del Tribunal
Constitucional establecidos en la Ley Nº 1836. Asimismo, en el supuesto de que existiese
excesos en la competencia de la Sala Penal Primera, tampoco es la vía correcta para
subsanar el hipotético error denunciado.

Que, con referencia a los actos del Juez recurrido (fs. 260-261) que pueden ser objeto de
otros recursos ordinarios, a más de conocer por la versión del propio recurrente, que existe
un recurso de apelación pendiente que puede modificar el curso del proceso penal,
ingresando dentro de las causales de improcedencia prevista por el art. 96-1) de la Ley Nº
1836.

CONSIDERANDO: Que en el caso que se examina, las autoridades recurridas han


enmarcado sus actos dentro de los parámetros establecidos por Ley, conforme lo dispone el
art. 77 del Código de Procedimiento Penal, en consecuencia al no haberse comprobado los
actos ilegales u omisiones indebidas que restrinjan los derechos de Ivar Virgilio Salamanca
Comirani, se hace inviable la aplicación de la garantía constitucional contenida por el art.
19 de la Constitución Política del Estado. Consiguientemente el Tribunal de Amparo al
haber declarado Improcedente el Recurso ha evaluado correctamente los datos del proceso
y las normas aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Sentencia de fs. 281 dictada por la Sala Civil Segunda de la
Corte Superior de Justicia de Santa Cruz el 19 de septiembre de 2000.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 990/00-R

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia
por razones de salud; y el Dr. René Baldivieso Guzmán por encontrarse en uso de su
vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dra. Elizabeth I. de Salinas


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADA

Dr. Willman R. Durán Ribera Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 996/00-R

Expediente: No. 2000-01644-04-RAC


Partes: Iván Gabriel Pereira Raya contra Rafael Barrero Martínez, Antonio Maldonado,
Héctor Escobar Anaya y Nelly de la Cruz de Palomeque, Vocales de la Sala Civil Primera
de la Corte Superior de La Paz.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: La Paz.
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia Nº 496/2000 de fs. 155 a 157 de obrados, pronunciada el


18 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de La
Paz, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Iván Gabriel Pereira Raya contra
Rafael Barrero Martínez, Héctor Escobar Anaya, Antonio Maldonado y Nelly de la Cruz de
Palomeque, Vocales de la Sala Civil Primera del la Corte Superior de Justicia de La Paz,
los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de fs. 82 a 84 de obrados, refiere que


en la Resolución Nº 175/2000 de 17 de marzo de 2000, expedida por los recurridos se
transgredió el art. 31 de la Constitución Política del Estado, dado que antes de dictar el fallo
impugnado, todo el procedimiento de regulación de honorarios profesionales tramitado en
estricto apego a los arts. 77 y 80 de la Ley de Abogacía había fenecido, es decir que todas
las actuaciones procesales estaban precluidas y conforme a lo previsto en el art. 515-2) del
Código de Procedimiento Civil, el auto definitivo de regulación de honorario profesional se
encontraba ejecutoriado, por lo tanto era irrevisable y de cumplimiento obligatorio por
disposición del art. 514 del citado Código, lo que impedía que los recurridos asuman
competencia para revisar, anular, modificar o alterar, empero lo hicieron incurriendo así en
actos ilegales y omisiones indebidas, pues sin importarles lo establecido en las normas
referidas dictan el Auto de Vista, revisando la cosa juzgada y anulando obrados hasta que
se deduzca nueva demanda, suspendiendo todo el procedimiento de ejecución coactiva en
contravención al art. 517 del Código de Procedimiento Civil.

Que, al afirmarse falsamente en la Resolución que los honorarios profesionales deben ser
regulados por otro Juez diferente al actuante, los recurridos buscan arbitrariamente evitar el
pago oportuno de una acreencia privilegiada, amenazando restringir con ello los arts. 5 y 7-
j), las garantías previstas en los arts. 29 y 59-1) y los derechos reconocidos por los arts. 228
y 229 todos de la Constitución Política del Estado, dado que la aplicación de normas
jurídicas no puede deformar el texto del apartado primero del art. 80 de la Ley de La
Abogacía que constituye Ley Constitucional por disposición del art. 2 de la Ley Nº 1836,
pues la facultad de modificar o alterar la Ley es de exclusiva atribución del Poder
Legislativo y no de un tribunal judicial, cuya competencia está limitada por el art. 26 con
relación al 25 de la Ley de Organización Judicial.
Manifiesta que por disposición del art. 32 de la Constitución Política del Estado, nadie será
obligado a hacer lo que la Constitución y las Leyes no manden, ni a privarse de lo que ellas
no prohíban; en ese entendido con la Resolución dictada se le prohíbe presentarse a pedir
regulación de honorarios al Juez de la cuantía, obligándolo a ocurrir al Juez de la causa.
Asimismo, indica que se afecta el derecho fundamental establecido en el art. 7-a) de la
citada norma Constitucional. Finalmente, dice que por todo lo expuesto y habiendo agotado
todos los recursos interpone Amparo Constitucional, pidiendo se lo declare procedente y se
disponga mantener firmes los autos interlocutorios ejecutoriados, dejando sin efecto la
nulidad anticonstitucional dispuesta mediante la parte resolutiva de la Resolución Nº
175/2000 de 17 de marzo de 2000.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 18 de septiembre de 2000, de fs.


147 a 154 de obrados, el recurrente ratifica y amplía los términos de su Recurso señalando
que después que la Caja Nacional de Salud, a quien patrocinó, cobró a su entera
conformidad a COMIBOL, solicitó pago de sus honorarios en aplicación del art. 80 de la
Ley de La Abogacía, que lo faculta a exigir su acreencia privilegiada entre otros ante el
Juez ordinario de la cuantía. Que después de presentada su solicitud en la forma exigida, el
Juez de la causa determinó la regulación de honorarios, aplicándose el art. 5 de la Ley de
Organización Judicial y la segunda parte del citado art. 80, que establece que a la
presentación de una regulación de honorarios, se dicta un auto motivado disponiendo lo
solicitado, dado que no se trata de un proceso ordinario, sino de un sumarísimo y especial.
Afirma que se notificó con todas las actuaciones tanto a la parte demandada como a su
persona. Asimismo, indica que el auto causó estado al no haber sido apelado dentro del
tercer día, por lo que no podía ser revisado en contravención a los principios de
"ESPECIDAD Y DE TRASCENDENCIA Y CONVALIDACION" (sic); alega también
que es erróneo que en la Resolución impugnada se diga que el proceso carecía de auto de
admisión o providencia, como también el afirmar que sólo el Juez que conoció el proceso
es el competente, siendo que la Jueza que reguló sus honorarios actuó de acuerdo al art.
134-1) de la Ley de Organización Judicial. Finalmente, dice que "el presente recurso, no
encaja en ninguno de los artículos de improcedencia".

Por su parte los recurridos prestan informe alegando que el recurrente interpreta mal los
arts. 77 y 78 de la Ley de La Abogacía y que es al Juez de la causa a quien le consta el
trabajo, que no existen normas a las que se remite el proceso y por eso se indica en el auto
de vista que no se establece a qué clase de acción se acoge el recurrente, arguyen que el
auto de vista revocado contradecía las disposiciones que rigen la materia porque no decía
"bajo que forma procesal se ha de tramitar, se habla y dice que había cosa juzgada, porque
no hubo juicio real, proceso solemne, por principio constitucional el art. 31 de la C.P.E.
dice que son nulas de autoridades que no se someten y fallan de acuerdo a la Ley" (sic);
vicios que tenían la obligación de revisar de oficio y anularlos por mandato del art. 15 de la
Ley de Organización Judicial. Señalan que incluso se interpuso compulsa y el Tribunal
Supremo la declaró ilegal.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el


requerimiento Fiscal, declara procedente el Amparo Constitucional, con los siguientes
fundamentos: 1) Que, la apelación era improcedente porque se trataba de una simple
providencia; 2) Que el Juez que reguló honorarios tenía competencia conforme lo establece
el art. 80 de la Ley de La Abogacía y 3) Que, el auto no fue apelado dentro del tercer día
por lo que los recurridos actuaron en forma ilegal e incorrecta contraviniendo el art. 236 del
Código de Procedimiento Civil e incurriendo incluso en la nulidad prevista en el art. 31 de
la Constitución Política del Estado.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el 4 de junio de 1999, el recurrente planteó demanda ante el Juez de Partido de


Turno en lo Civil, contra el Presidente de la Caja Nacional de Salud solicitando regulación
de honorarios. Que, siendo radicada ante el Juzgado Séptimo de Partido en lo Civil, se dicta
Auto de Vista disponiéndose que la autoridad demandada pague a tercero día de su legal
citación (fs.15).

2. Que, el demandado contesta observando la regulación de honorarios, sin plantear o


impugnar el auto interlocutorio definitivo, por lo que a solicitud del recurrente la Jueza
Séptima de Partido en lo Civil, dicta Auto de Vista el 19 de julio de 1999 (fs.23),
rechazando la observación y declarando ejecutoriado el auto de regulación de honorarios,
con el fundamento de que su autoridad no podía modificar su propia resolución, sino que
ésta debía ser impugnada mediante apelación dentro del tercer día de su notificación.

3. Que, siendo notificada la parte demandada con el auto de ejecutoria, interpone recurso de
reposición bajo alternativa de apelación, a objeto de que la citada Jueza deje sin efecto el
auto dictado, o en su caso se abra término incidental de prueba dándose el trámite
establecido en el art. 215 y sgtes. del Código de Procedimiento Civil, ante lo cual dicha
autoridad dicta resolución el 13 de octubre de 1999 (fs. 28), rechazando el recurso de
reposición bajo alternativa de apelación de conformidad al art. 217-4) del Código de
Procedimiento Civil, concediéndose expresamente el de apelación por resolución dictada el
12 de noviembre del mismo (fs.36).

4. Que, radicado el expediente en la Sala a cargo de los recurridos, estos resolvieron la


apelación el 17 de marzo de 2000 (fs. 17), anulando obrados "hasta que se deduzca la
demanda correctamente", fundamentando que la Jueza Séptima de Partido en lo Civil actuó
sin jurisdicción y competencia "viciando de nulidad todo lo obrado, conforme a lo previsto
en los Arts. 90 y 252 del Código de Pdto. Civil, 30 y 247 de la Ley de Organización
Judicial, correspondiente a este tribunal hacer uso de la facultad que le acuerda el Art. 15 de
este último cuerpo legal".

5. Que, ante la resolución anulatoria dictada por los recurridos el recurrente interpuso
recurso de casación en el fondo y en la forma y ante la negativa de éste recurrió de
compulsa, la cual fue declarada ilegal el 15 de julio de 2000.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo Constitucional ha sido instituido en el art.


19 de la Constitución Política del Estado contra "...los actos ilegales y omisiones indebidas
de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos y garantías de la persona...", precepto que en el caso de autos, es aplicable por
cuanto los recurridos han infringido las normas del debido proceso previsto y garantizado
por el art. 16 de la Constitución Política del Estado, al dictar una resolución que no estaba
únicamente circunscrita a los puntos apelados, pues éstos fueron de consulta al superior en
grado conforme al art. 197 del Código de Procedimiento Civil y la falta de jurisdicción y
competencia de la Jueza que conoció la demanda de regulación de honorarios al señalarse
que sólo el Juez que conoció la causa era el competente para la regulación referida.

Que, igualmente las autoridades recurridas vulneran el citado derecho cuando hacen
aplicación indebida de las normas en un proceso, en el caso concreto los recurrentes
fundamentan su resolución en el hecho de que la Jueza hubiera actuado sin jurisdicción y
competencia, lo cual no es evidente, dado que el art. 80 de la Ley de la Abogacía establece
que: "Todo abogado que no fuese satisfecho en pago de sus honorarios podrá presentarse
ante el Juez donde se tramitó el proceso, o a la autoridad donde se hizo la gestión o al de la
cuantía exhibiendo la iguala profesional, pidiendo el pago del saldo o total adeudado...";
consiguientemente, la Jueza que tramitó la regulación de honorarios profesionales, actuó
con plena facultad conforme al señalado precepto.

Que, si bien el art. 3-1) del Código de Procedimiento Civil, señala que son deberes de los
jueces y tribunales "cuidar que el proceso se desarrolle sin vicios de nulidad" (sic); esto no
implica que dichas autoridades al amparo del señalado mandato pretendan que un trámite
previsto expresamente en la Ley se tenga que adecuar forzosamente dentro de otros
procesos legales establecidos y nominados en el señalado Código, pues el segundo párrafo
del art. 80 de la Ley de la Abogacía, prevé el trámite para la regulación de honorarios en
plena concordancia con lo dispuesto por el art. 201 del varias veces referido Código; es
decir, que para el cobro de honorarios la Ley establece un trámite especial y sumarísimo,
sin que tenga que seguir necesariamente el procedimiento de otros procesos como
erróneamente señalan los recurridos.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley No. 1836, APRUEBA la Sentencia corriente de fs. 155 a 157 de obrados, dictada el
18 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de La
Paz, disponiendo que los recurridos dicten otra resolución aplicando debidamente las
normas adjetivas civiles. Asimismo, dispone que el Tribunal del Recurso proceda conforme
al art. 102-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera
MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA Constitucional N° 994/2000-r

Partes: Julio Julián Paco Ninaja, Concejal Munícipe de Achocalla contra Honorio Alipati
Llanos, Mamerto Quispe Quispe y Ana Alicia Velasco Dorado, Presidente, Vicepresidente
y Presidenta de la Comisión de Ética del Concejo Municipal de Achocalla,
respectivamente.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Expediente: 2000-01652-04-RAC
Fecha: 26 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. José Antonio Rivera Santiváñez

VISTOS: En revisión, la Resolución Nº 505/2000, de 23 de septiembre de 2000 cursante de


fojas 40 y 41, pronunciada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de Justicia del
Distrito de La Paz, en el Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Julio Julián
Paco Ninaja, Concejal Munícipe de Achocalla contra Honorio Alipati Llanos, Mamerto
Quispe Quispe y Ana Alicia Velasco Dorado, Presidente y Vicepresidente del Concejo
Municipal de Achocalla y Presidenta de la Comisión de Ética del mismo Concejo,
respectivamente; sus antecedentes, y
CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente remitido a este Tribunal, se
establece que:
El recurrente, en su demanda de fojas 21 a 25, manifiesta que el Alcalde Municipal,
Wenceslao Ochoa Rivera, "por un acto de venganza" contra su persona solicitó su
procesamiento y suspensión definitiva como Concejal titular de la Alcaldía de Achocalla,
por lo cual, contraviniendo las disposiciones de la Ley de Municipalidades, por Resolución
Nº 17/2000 se conformó una Comisión de Ética en forma ilegal, puesto que los miembros
de dicha Comisión no obtuvieron los dos tercios de votos del total de los miembros del
Concejo, es decir, cuatro, sino que la Presidenta obtuvo sólo tres votos y el otro fue
apoyado por dos Concejales, no habiéndose nombrado uno por mayoría y otro por minoría,
incumpliendo los arts. 35-V y 51-8) de la Ley Nº 2028. Que no existió convocatoria pública
para la conformación de esa comisión, que fue constituida sólo para "defenestrarlo y
suspenderlo" y no al inicio de la gestión.
Finalmente señala que la referida Comisión al dictar el auto de apertura de proceso en
contra suya, supuestamente por haber usurpado funciones y ser posesionado como Alcalde,
no ha compulsado las pruebas y los hechos, y no ha determinado ninguna de las faltas
previstas en el art. 33 de la Ley No. 2028, en virtud de lo que estima que se lo está
juzgando sin que exista denuncia expresa sobre alguna falta, ya que en ningún momento
ejerció dicho cargo, no habiéndose cumplido en el proceso con el trámite sumarísimo y sin
interrupciones señalado por Ley, sino que por el contrario el sumario "de 5 días se ha
prolongado a 120", vulnerando sus derechos al debido proceso y a la defensa. Sostiene que
al denunciar estas irregularidades sólo recibió amenazas y silencio, por lo que interpone el
presente Recurso, pidiendo sea declarado procedente, se anule la Resolución 17/2000, el
auto de apertura de proceso, se lo restituya en su condición de Presidente de la Comisión de
Límites y se remitan antecedentes al Ministerio Público contra los recurridos.
En la audiencia pública de 23 de septiembre del año en curso, cuya acta corre de fojas 37 a
39, realizada en rebeldía de las autoridades recurridas por su inasistencia; el abogado del
recurrente ratifica los términos de su demanda y los amplía señalando que todo emerge de
lo sucedido en abril en Achocalla, ya que estando reunidos los cinco concejales, se
preguntó a la población de dicha localidad, que solicitaba la renuncia del Alcalde, a quién
querían como nuevo Alcalde, respondiendo la población "que sea Julio Paco", en razón de
lo que el Vicepresidente del Concejo tomó un juramento irregular al recurrente, sin que
exista resolución expresa o posesión formal, hecho que motivó se le siga proceso sumario
"irregular e ilegal, sin que se le impute falta alguna.
De fojas 40 a 41 cursa la Sentencia Nº 505/2000 que declara improcedente el recurso con el
fundamento de que todo Gobierno Municipal es autónomo y tiene plena competencia para
considerar y resolver cuestiones internas y de conducta de sus miembros, y, habiendo el
recurrente prestado su declaración informativa ante la Comisión de Ética, se ha sometido
voluntariamente a dicho sumario, y al encontrarse el trámite en etapa probatoria, el
recurrente debe estar "a los resultados de dicho sumario", por lo que tiene la vía expedita
para hacer valer sus derechos.
CONSIDERANDO: Que del análisis de los actuados, se evidencia:
1.- Que a raíz de la denuncia presentada por nota Cite: GMA/DHA/0120/00 de 8 de mayo
(fs. 29), en sesión ordinaria No. 18 de 15 de mayo de 2000 (fs.10-14), el Concejo
Municipal de Achocalla conformó la comisión de Ética "para esclarecer la situación al
Concejal Julio Julián Paco Ninaja", emitiendo la Resolución No. 017/00 de la misma fecha
(fs. 28) en la que se establece la conformación de la referida comisión.
2.- Que por Cite No. HCMA-CCEE-001/00 de 29 de mayo de 2000 (fs.8) se comunica al
recurrente que se iniciará en su contra proceso administrativo interno, dictándose el 31 de
mayo Auto de Apertura de Proceso (fs. 9), sin que se indique en el texto del mismo la falta
o contravención específica por la que se instaura dicho proceso.
3.- Que no figura en el expediente informe o resolución de la Comisión de Ética respecto
del proceso contra el recurrente.
CONSIDERANDO: Que, el recurrente fundamenta su recurso en el hecho de que con las
irregularidades en que han incurrido los recurridos al sustanciar el Sumario Administrativo
han vulnerado su derecho fundamental de petición así como la garantía constitucional del
debido proceso y el derecho a la defensa, por lo que corresponde determinar si los hechos
ilegales denunciados efectivamente suprimen o restringen los derechos y garantías
constitucionales del recurrente.
Que, el art. 32 de la Ley No. 2028 de Municipalidades establece que el Concejal será
suspendido temporal o definitivamente del ejercicio de sus funciones, previo proceso
sustanciado conforme a Ley, por otro lado el artículo 33 de la misma Ley tipifica las faltas
pasibles a sanciones en las que pueden incurrir los concejales municipales y el art. 35 de la
citada Ley establece el procedimiento que debe seguirse en la sustanciación del proceso
administrativo interno contra un concejal municipal para determinar la veracidad o falsedad
de la denuncia formulada. Que, en ese orden de cosas el art. 35-I de la mencionada Ley
determina que el proceso administrativo interno deber ser sustanciado por la Comisión de
Etica designada anualmente para el efecto, el parágrafo V del mismo artículo determina que
los miembros de la Comisión de Etica serán designados mediante resolución aprobada por
dos tercios de votos del total de los miembros del Concejo y el parágrafo VII dispone que la
Comisión se elegirá al iniciarse cada gestión y funcionario de acuerdo con el reglamento
interno.
Que, en el caso presente se tiene demostrado por los antecedentes que cursan en el proceso,
que la Comisión de Etica no fue constituida de acuerdo a las normas precedentemente
citadas, pues conforme acredita el acta de la sesión ordinaria Nº 18 del Concejo Municipal
Achocalla, cursante en fotocopia legalizada de fs. 10 a 14, los miembros de la Comisión de
Etica fueron designados en la sesión de 15 de mayo de 2000, es decir después de que se
hubiese producido la falta que motivó el proceso administrativo interno, por lo que la
Comisión de Etica no tiene jurisdicción y competencia para conocer y sustanciar el proceso
administrativo interno en contra del recurrente en virtud de que por imperio del art. 14 de la
C.P.E. "nadie puede ser juzgado por comisiones especiales o sometidos a otros jueces que
los designados con anterioridad al hecho de la causa.". Entonces, al haber conocido y
sustanciado el proceso administrativo interno no obstante de los vicios legales de su
designación anotados anteriormente, los recurridos han desconocido la garantía
constitucional del debido proceso en lo que corresponde al derecho a un Juez natural que
tiene toda persona sometida a un proceso, garantía consagrada por el art. 16 de la
Constitución.
Que, al margen de lo referido, de los antecedentes cursantes en el expediente se constata
que se han cometido una serie de irregularidades en la tramitación del proceso
administrativo interno sustanciado por los recurridos contra el recurrente, toda vez que no
dieron cumplimiento a las normas y reglas establecidas por el artículo 35 de la Ley Nº 2028
de Municipalidades, desde la dictación de la apertura del proceso hasta el incumplimiento
de los plazos y la excesiva demora en el trámite.
CONSIDERANDO: Que por los fundamentos legales anotados, la Corte de Amparo, al
declarar IMPROCEDENTE el Recurso, no ha evaluado correctamente los datos del proceso
ni las normas aplicables al mismo.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los artículos 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado 7 inc. 8 y 102-
V de la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución Nº 505/2000, de 23 de septiembre de 2000
cursante de fojas 40 y 41, pronunciada por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de
Justicia del Distrito de La Paz, y declara PROCEDENTE el Recurso, disponiéndose la
nulidad del Auto de Apertura del Proceso contra el recurrente, debiendo seguirse el trámite
para su procesamiento de acuerdo a Ley. La Corte del Recurso deberá dar aplicación al art.
102-II con relación al VI de la Ley No. 1836.
Regístrese y devuélvase.
No interviene el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia por
razones de salud. Tampoco firma el Magistrado René Baldivieso Guzmán, por estar en uso
de su vacación anual.

Fdo. Dr. Hugo de la Rocha Navarro.- Presidente a.i.


Dr. Willman R. Durán Ribera.- Magistrado
Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.- Magistrada
Dr. Rolando Roca Aguilera.- Magistrado Suplente en ejercicio de Titularidad
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez.- Magistrado Suplente en ejercicio de Titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 993/00-R

Expediente: No. 2000-01681-04-RHC


Partes: Juan Carlos V iscarra Arratia contra Mario Endara Andia, Juez Quinto de Partido en
lo Penal de La Paz.
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 21 y vta. de obrados, pronunciada el 30 de


septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito de La Paz,
dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Juan Carlos Viscarra Arratia contra
Mario Endara Andia, Juez Quinto de Partido en lo Penal de La Paz, los antecedentes
arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de 29 de septiembre de 2000,


corriente a fs. 14 de obrados, refiere que dentro del proceso seguido en su contra por los
delitos de lesiones en prácticas deportivas, se dictó la sentencia Nº 069/99 condenándolo a
la pena de reclusión de seis meses, sentencia que adquirió la calidad de cosa juzgada, por lo
cual al amparo de los arts. 64 del Código Penal y 340 de su Procedimiento, encontrándose
en libertad provisional solicitó el beneficio del perdón judicial por la levedad del hecho y
otros antecedentes que fueron considerados por el Juez de la causa, por lo que se le
concedió dicho beneficio; empero, la parte querellante sin fundamento alguno apeló de la
resolución 081/2000 que le otorgó el perdón judicial, y de la misma forma el referido Juez
concede la apelación, sin tener conocimiento que en el beneficio del perdón judicial no hay
lugar al recurso de alzada; sin embargo, se la concedió sin base legal alguna, privándole
con ello el derecho a la libertad, por lo que interpone el presente Recurso pidiendo sea
declarado procedente.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 30 de septiembre de 2000, cual


consta de fs.17 a 20 de obrados, el recurrente por medio de su abogada ratifica y amplía los
términos de su Recurso señalando que se expidió el mandamiento de detención el 29 de
agosto de 2000, que pese a la concesión del perdón judicial al tenor del art. 64 del Código
Penal, se omitió deliberadamente la aplicación del art. 104-4) del mismo Código.
Manifiesta que no se expidió el mandamiento de libertad, siendo esa la primera violación a
la garantía constitucional y la segunda la concesión de la apelación, ocasionándose que en
su caso se estén ejecutando dos fallos, por una parte, la sentencia y por otra, el perdón
judicial, además de que no se está aplicando el "...principio de la ley más benigna, donde el
perdón judicial ataca la forma y el fondo...".

Por su parte el recurrido presta informe indicando que en ejecución de sentencia el


procesado solicitó perdón judicial, el cual fue concedido y apelado por la parte civil,
concediéndose el recurso en ambos efectos, debido a lo cual no se expidió el mandamiento
de libertad.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el


requerimiento fiscal, declara procedente el Hábeas Corpus, con el fundamento de que "por
imperio del Art. 340 del C.P.P., impuesta la pena mediante sentencia firme, quedará
extinguida por efecto del Perdón Judicial..."

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, dentro del proceso penal que se le siguió al recurrente por el delito de lesiones en
prácticas deportivas y otros, el 26 de abril de 1999, se dictó sentencia condenatoria en su
contra, condenándolo a la pena de seis meses de reclusión, para cuyo cumplimiento se
expidió mandamiento de condena que fue ejecutado el 7 de septiembre de 2000.

2. Que, encontrándose ejecutoriada la sentencia, el recurrente solicita el beneficio del


perdón judicial, el cual le es concedido el 14 de septiembre de 2000, mediante Resolución
Nº 81/2000, la cual es apelada por la parte civil el 18 del mismo mes y año y concedida por
el Juez de la causa en ambos efectos sin que en el recurso planteado ni en la resolución que
lo concede se invoque ninguna norma jurídica que respalde ambos actuados procesales.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la


Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es aplicable al caso de
autos, por cuanto el recurrido restringió el derecho de libertad del recurrente,
manteniéndolo detenido indebidamente, dado que luego de haberlo redimido y eximido del
cumplimiento de la pena con el perdón judicial, vulneró dicho derecho al otorgar un recurso
de apelación no previsto en la Ley.

Que, al suspender su propia decisión que dictó conforme a derecho, la autoridad recurrida
no podía conceder apelación, pues antes de dictarla, no obstante que el procedimiento no se
lo imponía, corrió traslado de la solicitud del beneficio tanto al Representante del
Ministerio Público, como a la parte civil, con el objeto de que esta última, al margen de
hacer uso del derecho a la defensa, contestara impugnando o asintiendo la petición; sin
embargo, la parte civil no hizo uso de tal derecho, a efectos de la decisión judicial; es decir
que al no existir un procedimiento específico para la concesión del perdón judicial, el Juez
actuó con sano y justo criterio, al poner en conocimiento de las partes procesales la
solicitud efectuada, antes de resolverla, por lo que posteriormente ya no estaba obligado a
conceder apelación a quien había sido negligente en desmedro del condenado.

Que, el perdón judicial está preceptuado en la doctrina penal como el poder discrecional
que se le atribuye a los tribunales para proceder, fundadamente por supuesto, a redimir la
pena prevista para el delito cometido por el reo juzgado, cuando resulte más útil tal
decisión. En tal sentido, se señala que suele reservarse para las faltas y delitos leves,
debiendo aplicarse a delincuentes primarios o de escasa edad, para evitar la convivencia
pervertidora en los penales; extremos que guardan estrecha relación con el art. 64 del
Código Penal, que señala: "El Juez podrá conceder, excepcionalmente, el perdón judicial al
autor de un primer delito cuya sanción no sea mayor a un año, cuando por la levedad
especial del hecho y los motivos determinantes existan muchas probabilidades de que no
volverá a delinquir", en el caso concreto, el Juez recurrido dictó la Resolución Nº 81/2000,
conforme a dichos parámetros, pues ésto se colige de los certificados que analizó y a los
cuales hace referencia en la citada resolución.

Que, guardando coherencia con dicha facultad otorgada al órgano jurisdiccional, es que el
Código de Procedimiento Penal no establece ningún procedimiento, pues se entiende que
luego de ejecutoriada la sentencia condenatoria, a solicitud del reo, el Juez previa compulsa
y observancia correcta de lo establecido en el referido artículo 64, concede o no el perdón
judicial, siendo dicha decisión inapelable, pues así también lo dispone el art. 277 del
Código de Procedimiento Penal al disponer: "Las resoluciones serán recurribles solamente
cuando la ley establezca su admisión".

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar procedente el Hábeas Corpus ha


compulsado correctamente los hechos y dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión corriente a fs. 21 y vta. de obrados,
pronunciada el 30 de septiembre de 2000 por la Sala Penal Primera de la Corte Superior de
Justicia de La Paz, disponiendo que el Juez recurrido deje sin efecto la Resolución de 18 de
septiembre que concede la apelación y proceda conforme a lo dispuesto en la Resolución
Nº 81/2000 de 14 de septiembre de 2000. Asimismo, ordena que el Tribunal del Recurso
proceda a la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 91-VI de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO
CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 993/2000-R

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 986/00-R

Expediente: 2000-01684-04-RHC
Partes: Luis Fernando Roberto Landívar, Diputado Nacional contra Bernardo Soria Cuevas,
Juez Décimo de Instrucción en lo Penal.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: La Paz
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Rolando Roca Aguilera

VISTOS: En revisión la sentencia de fs.38-41 dictada en fecha 30 de septiembre de 2000


por el Juez Noveno de Partido en lo Penal del Distrito de La Paz, dentro del Recurso de
Hábeas Corpus interpuesto por Luis Fernando Roberto Landívar Roca, Diputado Nacional
contra el Dr. Bernardo Soria Cuevas, Juez Décimo de Instrucción en lo Penal de La Paz, los
antecedentes del proceso, y

CONSIDERANDO: Que el recurrente por memorial de fs.26-27 interpone Recurso de


Hábeas Corpus, indicando que el Juez Dr. Bernardo Soria Cuevas al momento de dictar el
Auto final de Instrucción en 24 de agosto de este año, dentro del sumario seguido por el
Ministerio Público contra Francesco Mazzella del Gallo y otros, por Asociación Delictuosa,
Organización Criminal. -Caso Casinos-, lo ha incluido injustamente, basándose en
fotocopias simples, presentadas por otro Diputado, y que habiendo solicitado se lo excluya
de esas investigaciones por su inmunidad, su petición fue rechazada sin ningún
fundamento.

Indica que su inclusión en dicha resolución constituye una flagrante violación del art. 52 de
la Constitución Política del Estado, así como viola el art.17 del Reglamento General de la
Cámara de Diputados de acuerdo a lo determinado por el art. 67-3 de la misma
Constitución, por lo que, al amparo del art. 18 de la norma Constitucional pide se declare
procedente el Recurso que plantea, disponiendo la exclusión de su persona de las
investigaciones dispuestas por el Juez recurrido.

CONSIDERANDO: Que de la revisión y debido estudio de antecedentes que cursan en


obrados, se establece lo siguiente:

1. Efectuada la audiencia en fecha 30 de septiembre de este año, después de breve debate


sobre su prosecución, ante la inasistencia de la autoridad recurrida, en estricta aplicación de
los arts. 91 y 92 de la Ley No 1836, la apoderada del recurrente por intermedio de su
abogado ratifica íntegramente el Recurso planteado, agregando que son inobjetables las
violaciones a normas constitucionales que ha ejecutado de manera ilegal la autoridad
recurrida, en razón de que era de su perfecto conocimiento que conforme a la norma
contenida en el art. 52 de la Constitución Política del Estado, su defendido goza de
inmunidad parlamentaria y, es más, conforme a las previsiones del art. 17 del Reglamento
General de la Cámara de Diputados, aprobado por el Pleno Camaral en relación al art. 67-3
de la Ley Fundamental del Estado, los diputados tienen prerrogativas de inmunidad.

Por lo expuesto, concluye que dada la flagrancia de los hechos, acreditando el certificado
otorgado por la Cámara de Diputados, la calidad de diputado del recurrente por la gestión
1997-2002 y presentando también el Reglamento General, cuyo art. 17 se refiere a las
prerrogativas que goza , para no ser sometido a investigaciones, sin previa licencia, solicita
se declare procedente el recurso de Hábeas Corpus y se ordene su exclusión de cualquier
investigación.

2. Por su parte, la suplente legal del Juez recurrido informa que el diputado Fernando
Kieffer ha presentado más prueba literal contra otras personas, donde se incluye al
recurrente con relación al proceso que se encuentra en estado de dictarse el auto final de la
instrucción, el mismo que en una de sus partes señala que dichos documentos serán objeto
de otra investigación, razón por la que remite estas literales al Ministerio Público. Indica,
que el caso actualmente radica en el Juzgado Cuarto de Partido en lo Penal.

3. A la conclusión de la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta su sentencia declarando


procedente el recurso planteado a fs. 26-27 con el fundamento de que el recurrente como
Diputado Nacional goza de inmunidad procesal, desde el día de su elección hasta la
finalización de su mandato. Que la autoridad recurrida al dictar el auto final de la
instrucción, no ha tomado en cuenta las prescripciones señaladas en los arts. 222 y 247 del
Código de Procedimiento Penal, que corresponden a la fase del plenario, lo que no es
aplicable en la etapa del sumario.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los documentos que cursan en el expediente, se


establece que en el proceso penal seguido por el Ministerio Público contra Francesco
Mazzarella del Gallo y otros, por Asociaciones Delictuosas y Encubrimiento, el Juez
Décimo de Instrucción en lo Penal de La Paz, dicta auto final en 24 de agosto de este año y
en la parte resolutiva dispone la remisión de antecedentes en fotocopias legalizadas al
Ministerio Público a los fines de organización de Diligencias de Policía Judicial contra
varias personas, entre ellas, Luis Fernando Roberto Landívar Roca.

Que, el recurrente, acredita su condición de Diputado Nacional por el período


constitucional vigente, mediante copia legalizada cursante a fs. 32.

Que, el art. 51 de la Constitución Política del Estado precisa que "los Senadores y
Diputados son inviolables en todo tiempo por las opiniones que emitan en el ejercicio de
sus funciones" estableciendo la inviolabilidad del parlamentario.

Que, el art. 52 de nuestra Constitución, a fin de que el parlamentario pueda llevar con
eficacia y honradez su labor señala, que "Ningún Senador o Diputado, desde el día de su
elección hasta la finalización de su mandato, sin discontinuidad, podrá ser acusado,
perseguido o arrestado en ninguna materia, si la cámara a la que pertenece no da licencia
por dos tercios de votos. En material civil no podrá ser demandado ni arraigado desde
sesenta días antes de la reunión del congreso hasta el término de la distancia para que se
restituya a su domicilio".

Que el Juez recurrido, al disponer la remisión de antecedentes al Ministerio Público, para


que inicie una investigación policial contra el Diputado Nacional, Luis Fernando Roberto
Landívar Roca, ha violado la prerrogativa constitucional de inmunidad parlamentaria
prevista por el art. 52 de la Constitución Política del Estado y no observa el procedimiento
señalado en la parte final del art. 247 del Código de Procedimiento Penal, infringiendo la
garantía del debido proceso legal, prescrita en el art. 16-IV de la Constitución Política del
Estado.

Que habiéndose demostrado procesamiento y persecución indebidos, evidenciado la


infracción de inmunidad parlamentaria e incumplimiento de las reglas del debido proceso,
el Juez de Hábeas Corpus ha evaluado correctamente los antecedentes del proceso al
declarar procedente el Recurso interpuesto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III, 120 7ª de la Constitución Política el Estado y 93 de la Ley No.
1836, APRUEBA la sentencia y su complementación y enmienda de fecha 30 de
septiembre de 2000, dictada por el Juez Noveno Partido en lo Penal del Distrito Judicial de
La Paz.

Regístrese, hágase saber.

No intervienen los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia
por razones de salud; y el Dr. René Baldivieso Guzmán por encontrarse en uso de su
vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dra. Elizabeth I. de Salinas


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADA

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 986/00-R

Dr. Willman R. Durán Ribera Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADO MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD)
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 992/00-R

Expediente: No. 2000-01701-04-RHC


Partes: Roberto Juan Carlos Abugoch Talamas contra Bernardo Bernal, Juez de Partido en
lo Penal de la Provincia Carangas.
Materia: Recurso de Hábeas Corpus
Distrito: Oruro
Lugar y fecha: Sucre, 26 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Sentencia de fs. 17 a 18 de obrados, pronunciada el 27 de


septiembre de 2000 por la Sala Civil de la Corte Superior del Distrito de Oruro, dentro del
Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Roberto Juan Carlos Abugoch Talamas contra
Bernardo Bernal, Juez de Partido en lo Penal de la Provincia Carangas del Distrito de
Oruro, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su memorial de 26 de septiembre de 2000,


corriente de fs. 5 a 6 de obrados, denuncia que se encuentra injustamente detenido, no
obstante que existe la Sentencia Constitucional Nº 644/00-R dictada en su favor, desde hace
aproximadamente tres meses, empero las autoridades judiciales entre ellos el recurrido y
otros no dan cumplimiento, pues desde hace dos semanas que el proceso que se le sigue fue
puesto a conocimiento de la autoridad recurrida, sin que ésta resuelva su libertad, pese a lo
dispuesto en la referida Sentencia y lo previsto los arts. 25 del Código de Procedimiento
Penal, 16 de la Ley Nº 1685, la Circular Nº 021/2000 emitida por la Corte Suprema de
Justicia y los incs. 2) y 3) del nuevo Código de Procedimiento Penal. Afirma que al haberse
ordenado en la Sentencia Constitucional que el Juez de la causa aplique las medidas
substitutivas señaladas en el art. 240 de la Ley Nº 1970, se debe velar la señalada en el inc.
6), dado que el art. 242 de la citada Ley prevé que la fianza juratoria procederá cuando se
estime que a tiempo de dictarse sentencia "la suspensión condicional del proceso" procede,
y él está siendo juzgado por los delitos prescritos en los arts. 222, 345 y 346 del Código
Penal, cuya sanción máxima es de 3 años, lo que al tenor del art. 59 del mismo Código
reformado por el art. 2-29) de la Ley Nº 1768, le permitiría obtener la suspensión
condicional de la pena. Que por lo expuesto y habiéndose vulnerado sus derechos previstos
en los arts. 6.II, 9.I y 16 de la Constitución Política del Estado e infringido el art. 179 Bis.
del Código Penal, pide se declare procedente el Recurso planteado disponiendo su libertad
bajo fianza juratoria.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 27 de septiembre de 2000, cual


consta de fs.14 a 16 y vta. de obrados, el recurrente por medio de su abogado ratificó y
amplió los términos de su Recurso señalando que ha "tenido que recurrir al habeas corpus
por la injusta e indebida detención en el Penal..., pese a existir una sentencia
constitucional...", señala que el proceso está radicado en la localidad de Corque desde el 12
de septiembre y el Juez recurrido no ha dado cumplimiento al art. "29 del C.P.", tampoco a
la Circular Nº 22/2000 de 14 de julio que otorga 72 horas para pronunciarse sobre las
medidas cautelares. Señala que no se apersonó porque antes se habían excusado 16 jueces y
también porque presumían que el recurrido se excusaría al haber sido Asesor de la Alcaldía,
que otro motivo fue el hecho de que Corque dista de Oruro y él no cuenta con recursos
económicos; antecedentes por los cuales pide se declare procedente el Recurso.

Por su parte, el recurrido presta informe indicando que el proceso se radicó expresamente
en el Juzgado a su cargo el 18 de septiembre de 2000, lo cual denota que el recurrente
desconoce el proceso, que su autoridad no tenía causal para excusarse por lo que asumió
conocimiento, habiendo proveído memoriales presentados por la Alcaldía, siendo en dicha
instancia que el recurrente no presentó ningún memorial ni se apersonó, por cuya razón y
luego de la representación del Oficial de Diligencias, provee el 23 de septiembre que se lo
notifique en tablero, con la "AUDIENCIA PUBLICA DE SUBSTITUCION DE
DETENCION PREVENTIVA" señalada para el 28 del citado mes, razones por las que
considera que no hubo retardación y más bien se actuó con celeridad. Concluye diciendo se
tenga presente que el Recurso se planteó bajo la presunción de que su autoridad se iba a
excusar, que el recurrente afirma y asegura que no se apersonaron al Juzgado y que la
referida Sentencia no dispone qué incisos se debe tomar del art. 240 de la Ley Nº 1970.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso, declara improcedente el


Hábeas Corpus, con el fundamento de que la autoridad recurrida "inclusive sin el
apersonamiento del recurrente a continuado con el trámite señalando día y hora para el
verificativo de la audiencia pública de sustitución de detención preventiva".

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrente interpone el presente Recurso con el objeto de que la autoridad


recurrida dé cumplimiento a la Sentencia Constitucional Nº 644/2000 de 3 de julio de 2000,
que declaró procedente el Recurso que planteó pidiendo la cesación de su detención
preventiva dentro del proceso penal que se le sigue por los delitos de incumplimiento de
contrato y otros.

2. Que, devuelto el expediente para el cumplimiento de la Sentencia Constitucional, se


producen dieciséis excusas dentro del referido proceso, el cual se radicó en el Juzgado a
cargo del recurrido el 18 de septiembre de 2000, donde el propio recurrente afirma no
haberse apersonado porque dicho Juzgado se encuentra distante de la ciudad de Oruro y él
no contaba con recursos, aparte de que presumía que la autoridad recurrida se excusaría, al
ser ex funcionario de la Alcaldía.

3. Que, ante la falta de apersonamiento del recurrente y su carencia de domicilio conocido


para su notificación en el asiento judicial, el Juez recurrido de oficio mediante providencia
dictada el 23 de septiembre de 2000, fijó nueva audiencia para la aplicación de las medidas
substitutivas de la detención preventiva.
CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Hábeas Corpus, establecido en el art. 18 de la
Constitución Política del Estado ha sido instituido para proteger y garantizar la libertad por
ser un derecho fundamental de la persona, cuando ésta creyere estar arbitraria, indebida o
ilegalmente perseguida, detenida, procesada o presa; precepto que es inaplicable al caso de
autos, por cuanto el Juez recurrido no ha incurrido en detención indebida, pues radicado el
proceso en su despacho y ante la representación del Oficial de Diligencias en sentido de
que el recurrente no se había apersonado, el Juez de ofició incluso señaló nueva audiencia
para la aplicación de las medidas substitutivas a la detención preventiva que sufre el
recurrente, de lo cual se infiere que el recurrido no se ha rehusado a dar cumplimiento a la
Sentencia Constitucional, al contrario ante la negligencia del recurrente dio el impulso
procesal conforme a las normas legales que así lo disponen.

Que, el Recurso planteado no puede ser utilizado para hacer dar cumplimiento a una
Sentencia Constitucional, pues ante dicha eventualidad, el recurrente debe acudir a la vía
penal, dado que la resistencia a las resoluciones dictadas en Hábeas Corpus, está tipificado
como delito previsto y sancionado en el art. 179 Bis. del Código Penal. Asimismo,
simultáneamente la persona favorecida con un fallo constitucional debe acudir al Tribunal
que conoció el Recurso y solicitarle que proceda conforme lo dispone el art. 18.V de la
Constitución Política del Estado, bajo prevención de aplicarse lo previsto en el numeral VI
del citado precepto constitucional, sin perjuicio del cumplimiento cabal de la sentencia.

En consecuencia, el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Hábeas Corpus ha


compulsado correctamente los hechos y dado una debida aplicación al art. 18 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18.III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley Nº
1836, APRUEBA la Sentencia venida en revisión corriente de fs. 17 a 18 y vta. de obrados,
pronunciada el 27 de septiembre de 2000 por la Sala Civil de la Corte Superior del Distrito
de Oruro.

Regístrese y devuélvase

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo y Dr. René Baldivieso Guzmán no
intervienen, el primero por encontrarse con licencia y el segundo por estar haciendo uso de
su vacación anual.

CORRESPONDE A LA SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 992/2000-R

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 078/00

Expediente: 2000-01441-03-RDN
Partes: Ruddy Carlos Ballón Terrazas por sí y en representación de Martha Emilia Dotzauer
de Ellefsen, Lenny Evelyn Drina Navía de Villarroel y Lucio Fuentes Hinojosa contra
Marcelo Zalles Barriga, Contralor General de la República.
Materia: RECURSO DIRECTO DE NULIDAD
Distrito: Cochabamba
Fecha: 27 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad presentado por Ruddy Ballón Terrazas por sí y en
representación de Martha Emilia Dotzauer de Ellefsen, Lenny Evelyn Drina Navia de
Villarroel y Lucio Fuentes Hinojosa contra Marcelo Zalles Barriga, Contralor General de la
República; los antecedentes del caso, y

CONSIDERANDO I

Que, por memorial de 2 de agosto de 2000, cursante de fs. 181 a 186 de obrados, se plantea
Recurso Directo de Nulidad contra el Dictamen de Responsabilidad Civil CGR-1/D-
076/2000 emitido por el Contralor General de la República, argumentando que se les
atribuye injusta y presunta responsabilidad civil en forma solidaria por la suma de Bs.
220.364, equivalente a $us. 44.073 emergente de la presunta prescripción de un adeudo
resultante de una fiscalización verificada a la Empresa DIESSE Ltda., fusionada a
EXMIBO Ltda., sin considerar en absoluto que dicho trámite se encuentra actualmente en
pleno proceso contencioso-tributario iniciado el 28 de octubre de 1999 por esa empresa, y
que está radicado en el Juzgado de Turno de Partido del Trabajo. Este hecho acredita legal
e irrefutablemente que a la fecha, al no existir sentencia ejecutoriada dictada por autoridad
jurisdiccional competente, no se consumó prescripción alguna de adeudos del Estado. Así
demuestra que la Contraloría General de la República les atribuyó responsabilidad civil
sobre un cargo inexistente y presuntivo, violando el art. 31 de la Constitución Política del
Estado.

I.1. Se señala además que por expresa disposición de los arts. 52 al 54 del Código
Tributario y 1498 del Código Civil, para que se opere y cause efecto la prescripción de una
obligación, la misma debe ser expresamente declarada a petición o invocación de parte a
través de una Resolución o sentencia ejecutoriada dictada por autoridad jurisdiccional
competente. Consecuentemente, si a la fecha se encuentra en trámite el proceso
contencioso-tributario, no existe daño económico alguno que haya sufrido el Estado, y
cuando el Contralor General de la República atribuye responsabilidad civil sobre algo que
no existe, ha obrado sin jurisdicción ni competencia, usurpando funciones que la Ley no le
otorga, fungiendo como Juez al declarar la prescripción de una obligación, en flagrante
atentado contra los arts. 31 y 16, Par. I, II y IV de la Constitución Política del Estado, 1498
del Código Civil y 28, inc. b) de la Ley N° 1178.

I.2. Concluye el demandante expresando que en los procesos auditados con indicios de
responsabilidad civil, se sugiere dejar en suspenso la existencia de esos indicios en el caso
COBOCE Ltda. y ZAMITEL debido a que los procesos contencioso-tributarios iniciados
por dichos contribuyentes no han concluido. Sin embargo, pese a tratarse de la misma
situación, en el caso que se impugna no se ha procedido en igual forma.

CONSIDERANDO II

Que mediante A.C. N° 151/2000-CA de 8 de agosto de 2000, que corre a fs. 187, la
Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional admite el Recurso interpuesto,
disponiéndose la citación de la autoridad recurrida mediante la respectiva provisión
citatoria, quien remite el oficio N° GLX.OF./029/00 de 14 de agosto de 2000, cursante a fs.
333, más los informes de Auditoría y el Dictamen de Responsabilidad Civil objeto del
presente Recurso. Asimismo, presenta memorial en 17 de agosto de 2000, corriente a fs.
337 a 339, del cual se extraen los siguientes elementos de relevancia:

II.1. La Contraloría General de la República, a través de su Gerencia Departamental de


Cochabamba, realizó auditoría externa en el Servicio Nacional de Impuestos Internos,
Dirección Distrital de Cochabamba, habiendo emitido los informes de auditoría Nos.
EC/EP14/N97/R1 (preliminar) y EC/EP14/N97-A1 (ampliatorio) y EC/EP14/N97-C1
(complementario) que al establecer sumas líquidas y exigibles, en aplicación del art. 77, i)
de la Ley del Sistema de Control Fiscal, fueron aprobados por su autoridad, teniendo
calidad de instrumento con fuerza coactiva, como señala el art. 3 de la Ley del
Procedimiento Coactivo Fiscal (D.L. N° 14933 de 29 de septiembre de 1977, elevado a
rango de Ley por el art. 52 de la Ley 1178).

II.2. Las potestades relativas al control fiscal que ejerce la Contraloría General de la
República están establecidas en la Constitución Política del Estado, leyes y decretos
reglamentarios. Por lo tanto, este ente fiscalizador no actuó sin competencia ni se excedió
en ella, por lo que su actuación se encuentra respaldada por los arts. 155 de la Constitución
Política del Estado, 3 - g), 41, 42- d) y 43 de la Ley 1178, además del art. 28 del D.S.
25155.

II.3. De acuerdo al art. 51 del D.S. 23318-A, de 3 de noviembre de 1992, "el dictamen de
responsabilidad civil es una opinión técnica jurídica emitida por el Contralor General de la
República. Tiene valor de prueba preconstituída y contendrá la relación de los hechos, actos
u omisiones que supuestamente causaron daño económico al Estado, fundamentación legal,
cuantificación del posible daño e identificación del presunto o presuntos responsables". En
consecuencia, al ser una opinión no juzga ni condena a nadie, y este dictamen tiene la
finalidad de que la entidad inicie la acción legal que corresponda en la que los presuntos
involucrados podrán hacer valer sus excepciones o descargos, de acuerdo a los arts. 8 y 16
de la Ley del Procedimiento Coactivo Fiscal.

II.4. Los recurrentes deben demostrar que no tienen adeudos con el Estado ante el Juez en
materia administrativa, coactiva y fiscal y no así por la vía del Recurso Directo de Nulidad,
pretendiendo sólo dilatar el inicio de las acciones legales que correspondan, por lo que se
pide declarar infundado el Recurso, con costas y multa.

CONSIDERANDO III

Que luego del análisis y compulsa de los antecedentes del presente Recurso, se arriba a las
siguientes conclusiones:

III.1. Como resultado de la auditoría especial de procesos contencioso tributarios


tramitados al 31 de marzo de 1998 y su estado al 15 de marzo de 1999, efectuada por la
Contraloría General de la República en el Servicio Nacional de Impuestos Internos,
Administración Regional de Cochabamba, se establecieron indicios de responsabilidad civil
contra servidores públicos por pérdida de activos y bienes del Estado.

III.2. En consideración a los informes de auditoría Nos. Preliminar EC/EP14/N97-R1,


ampliatorio EC/EP14/N97-A1 y complementario EC/EP14/N97-C1, el Contralor General
de la República dictaminó responsabilidad civil de Martha Emilia Dotzauer de Ellefsen en
forma solidaria con Ruddy Carlos Ballón Terrazas, Lenny Navía Lora y Lucio Fuentes
Hinojosa por la suma de Bs. 220.364, equivalente a $us. 44.073, además de Martha Emilia
Dotzauer de Ellefsen por Bs. 349.227 equivalente a $us. 69.845, sujetos a la aplicación del
art. 77, inciso i) de la Ley del Sistema de Control Fiscal, determinando que una vez que se
notifique a los involucrados, se remita al Servicio Nacional de Impuestos Internos un
ejemplar de todo lo actuado a fin de que esta entidad cumpla con lo dictaminado.

CONSIDERANDO IV

IV.1. Que de acuerdo al art. 154 de la Constitución Política del Estado, habrá una oficina de
contabilidad y contralor fiscales que se denominará Contraloría General de la República, y
será la Ley la que determine las atribuciones y responsabilidades del Contralor General y de
los funcionarios de su dependencia.

IV.2. Que de acuerdo al art. 60 del D.S. 23215, con relación al art. 41 de la Ley 1178, la
Contraloría General de la República, como Órgano Rector del Control Gubernamental, es la
autoridad superior de auditoría del Estado, y de conformidad con la Ley tiene autonomía
operativa, técnica y administrativa para cumplir con independencia, imparcialidad,
probidad y eficacia sus atribuciones de control externo posterior.

IV.3. Que el art. 43 de la Ley N° 1178 de Administración y Control Gubernamentales


establece que "sin perjuicio de las acciones judiciales que seguirán oportunamente las
entidades públicas contra quienes incumplan las obligaciones contraídas, a pedido de la
entidad o de oficio la Contraloría General de la República con fundamento en los informes
de auditoría, podrá emitir dictamen sobre las responsabilidades, de acuerdo con los
siguientes preceptos: a) El dictamen del Contralor de la República y los informes y
documentos que los sustentan, constituirán prueba preconstituida para la acción
administrativa, ejecutiva y civil a que hubiere lugar..."

IV.4. Que a su vez, el art. 51 del D.S. 23318-A dispone que "el dictamen de
responsabilidad civil es una opinión técnica jurídica emitida por el Contralor General de la
República. Tiene valor de prueba preconstituida y contendrá la relación de los hechos, actos
u omisiones que supuestamente causaron daño económico al Estado, fundamentación legal,
cuantificación del posible daño e identificación del presunto o presuntos responsables".

IV.5. Que el D.S. 23215, que aprobó el Reglamento para el ejercicio de las atribuciones de
la Contraloría General de la República, determina en su art. 2°, entre otras atribuciones, que
este Órgano Rector del Control Gubernamental procurará promover la responsabilidad de
los servidores públicos no sólo por la asignación y forma del uso de los recursos que les
fueron confiados, sino también por los resultados obtenidos.

CONSIDERANDO V

V.1. Que el art. 31 de la Constitución Política del Estado sanciona con nulidad los actos de
los que usurpen funciones que no les competen, así como los actos de los que ejerzan
jurisdicción o potestad que no emane de la Ley, dentro de cuyos alcances no se encuentra el
Dictamen de Responsabilidad Civil CGR-1/D-076/2000 de 10 de julio de 2000 emitido por
el Contralor General de la República, por cuanto ha sido dictado con plena jurisdicción y
competencia otorgadas por los arts. 43 de la Ley 1178, 51 del D.S. 23318-A y 2° del D.S.
23215.
V.2. Que, los recurrentes pretenden, según aclaran, que se respeten sus derechos y garantías
constitucionales y que no se incurra como en el caso del Dictamen de Responsabilidad
Civil en un prejuzgamiento. Al efecto, debe quedar claro que el Recurso Directo de Nulidad
está previsto contra todo acto o resolución que le cause agravio, en tanto y en cuanto, quien
la dictó, tratándose de resolución, la hubiese dictado usurpando funciones de otra autoridad
pública o se pronunciara sin jurisdicción o potestad que no emane de la Ley; en tal virtud,
el recurso no es para atender hechos en los que el agraviado crea que sus derechos y
garantías no están siendo respetados.

Que el Tribunal Constitucional ha sentado jurisprudencia en sentido de que al analizar la


procedencia de los Recursos Directos de Nulidad, sólo cabe considerar si el órgano
generador del acto que se impugna tiene jurisdicción y competencia para el efecto, sin que
sea pertinente examinar el contenido de los mismos.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 120-6ª de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la Ley
N° 1836, declara INFUNDADO el Recurso Directo de Nulidad de fs. 181 a 186 intentado
por Ruddy Carlos Ballón Terrazas, quien actúa por sí y en representación de Lucio Fuentes
Hinojosa, Martha Emilia Dotzauer de Ellefsen y Lenny Evelyn Drina Navía de Villarroel ,
según el poder notarial de fs. 179, imponiéndole una multa de Bs. 200 y costas, en
aplicación del art. 85-1) de la Ley N° 1836.

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Sentencia Constitucional Nº 078/00 (viene de la pág. 4)


__________________________________________________________________

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 989/2000 - R

Partes: María Cristina López contra Guido Zeballos Sánchez y Richard Pozo, Jefe de la
División Investigaciones Especiales de la Policía Técnica Judicial e Investigador Asignado
al caso, respectivamente.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: Cochabamba
Expediente: 2000-01606-04-RHC
Fecha: 27 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. José Antonio Rivera Santiváñez

VISTOS: En revisión, la Resolución cursante a fojas 9, pronunciada el 7 de septiembre de


2000 por el Juez Segundo de Partido en lo Penal de La Paz, en el Recurso de Hábeas
Corpus interpuesto por María Cristina López contra Guido Zeballos Sánchez y Richard
Pozo, Jefe de la División Investigaciones Especiales de la Policía Técnica Judicial e
Investigador Asignado al caso, respectivamente; sus antecedentes, y
CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente se establece lo siguiente:
En su demanda de 4 de septiembre del año en curso (fojas 1), la recurrente expresa que a
las 10:30 a.m. de ese día, el agente Richard Pozo allanó su domicilio y la condujo por la
fuerza a la División de Investigaciones Especiales de la P.T.J., donde se enteró que la
detención se realizó en mérito a un mandamiento de aprehensión expedido en 1997 y una
orden instruida de 1995 (sic), por el Juez de Instrucción Tercero en lo Penal de La Paz,
"que devienen de un supuesto giro de cheque en descubierto" del que nunca fue deudora
pues "sólo era garante".
Sostiene que de acuerdo al nuevo Código de Procedimiento Penal el giro de cheque en
descubierto no amerita detención por ser un delito de orden privado, además de que es una
persona mayor de 65 años, por lo que considera ilegal su detención así como la pretensión
de trasladarla a La Paz. En base a lo argumentado interpone Hábeas Corpus, pidiendo que
los recurridos se presenten ante el Juez del Recurso y presten el informe respectivo.
A fojas 8 sale el acta de la audiencia pública realizada el 7 de septiembre de 2000, en
rebeldía del co-recurrido Guido Zeballos y en presencia del recurrido Richard Pozo, cuyo
abogado informa que "la P.T.J. no puede detener a ninguna persona en dependencias
policiales" (sic), por lo que el mismo día de haberla aprehendido la recurrente ha sido
trasladada a La Paz y "depositada" en el Juzgado respectivo, "razón por la que no se
encuentra en audiencia".
A fojas 9 cursa la Resolución de 7 de septiembre de 2000, que declara improcedente el
Recurso con el fundamento de que "la recurrente fue aprehendida con un mandamiento
emitido por autoridad jurisdiccional, con jurisdicción y competencia para ese fin, siendo la
aprehensión legal".
CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se demuestra:
1.- Que en el Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal de La Paz se tramita un proceso
penal por la supuesta comisión del delito de giro de cheque en descubierto contra María
Cristina López, habiendo librado, el titular de ese Juzgado, una orden instruida en 3 de
diciembre de 1995 (sig.) -se presume que existe un error en la fecha de dicha orden al
consignar el año 1995, pues el Auto Inicial de la Instrucción data de 3 de diciembre de
1997- y un mandamiento de aprehensión en fecha 5 diciembre de 1997 (fs. 4, 5 y 6).
2.- Que en mérito a la orden y el mandamiento mencionados, el 4 de septiembre de este
año, se aprehendió a la recurrente siendo inmediatamente conducida a La Paz, conforme se
acredita por el memorando de fs. 7 y lo informado en audiencia por el recurrido Richard
Pozo.
CONSIDERANDO: Que, si bien es cierto que la aprehensión se practicó ejecutando un
mandamiento librado por autoridad competente mediante Orden Instruida que comisiona a
cualquier funcionario público de la República, no es menos cierto que los recurridos
incurrieron en una omisión indebida al no representar la orden por las irregularidades que
contenía. como la incoherencia y contradicción de fechas que consigna la Orden Instruida,
pues por una parte se transcribe el Auto Inicial de la Instrucción con fecha 3 de diciembre
de 1997 y el auto que decreta se expida el Mandamiento de Aprehensión mediante Orden
Instruida es de fecha 5 de diciembre de 1997, sin embargo la Orden Instruida, en su parte
final señala textualmente que "es librada en la ciudad de La Paz a los tres días del mes de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco años", es decir que se libró dos años antes de
dictarse el Auto Inicial de la Instrucción?, y no puede imputarse a un error de transcripción
por cuanto está consignado en literal, además de que el Decreto que dispone se libre el
mandamiento de Aprehensión es de fecha 5 de diciembre y la Orden Instruida de 3 de
diciembre, es decir que se libró antes de que se ordenara, lo que demuestra que hubo una
actuación irregular del funcionario judicial y negligencia en el Juez al firmar un documento
que contenía las irregularidades anotadas; este aspecto no fue observado por los recurridos
quienes tenían la obligación legal de representar dicha Orden Instruida.
Que, constituye un deber jurídico de la autoridad policial el revisar el mandamiento que ha
de ejecutar para verificar si el mismo está librado conforme a Ley; pues, en el caso de
autos, el mandamiento no era ejecutable debido al cambio de legislación operada en el país,
omisión que determina que se prive de su libertad a la recurrente indebidamente
Que, los recurridos al no haber representado el Mandamiento de Aprehensión y la Orden
Instruida ante el Juez de la causa o, en su defecto, el Juez tutelar de las garantías
constitucionales por las irregularidades que contienen y han sido referidas, han incurrido en
una omisión indebida, por lo que la privación de libertad de la recurrida se constituye en un
acto ilegal e indebido; pues conforme dispone el art. 13 de la Constitución los atentados
contra la seguridad personal, entre los cuales se halla la libertad personal, hacen
responsables a sus autores inmediatos, sin que pueda servirles de excusa el haberlos
cometido por orden superior.
CONSIDERANDO: Que el Juez de Hábeas Corpus no ha aplicado correctamente las
normas pertinentes al presente caso, al declarar improcedente el Recurso.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley 1836, REVOCA la Resolución cursante a fojas 9, pronunciada el 7 de septiembre de
2000 por el Juez Segundo de Partido en lo Penal de La Paz y declara PROCEDENTE el
Hábeas Corpus interpuesto por María Cristina López, disponiendo su inmediata libertad si
aun estuviere privada de ella como emergencia del hecho denunciado, a cuyo efecto el Juez
del Recurso deberá poner en conocimiento del Juez de la causa el presente fallo, sin lugar al
pago de daños y perjuicios por ser excusable.
Se llama la atención al Juez de Hábeas Corpus por el incumplimiento de los plazos
procesales previstos en los arts. 18-II y III de la Constitución Política del Estado y 91-I y 93
de la Ley Nº 1836, advirtiéndole que en caso de no corregir tales errores en ulteriores
procedimientos, se aplicará lo dispuesto por el art. 103 de la citada Ley.
Regístrese y devuélvase.
No interviene el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia por
razones de salud. Tampoco firma el Magistrado René Baldivieso Guzmán, por estar en uso
de su vacación anual.

Fdo. Dr. Hugo de la Rocha Navarro.- Presidente a.i.


Dr. Willman R. Durán Ribera.- Magistrado
Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.- Magistrada
Dr. Rolando Roca Aguilera.- Magistrado Suplente en ejercicio de Titularidad
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez.- Magistrado Suplente en ejercicio de Titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 1002/00-R

Expediente: 2000-01626-04-RAC
Partes: María Sandra Espada Jauna contra Ermelinda Pórcel, Directora Departamental del
Registro Civil de La Paz-Sala Murillo.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Fecha: 27 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución N° 483/2000 de fs.17 dictada por la Sala Penal


Segunda de la Corte Superior de Justicia de La Paz, en el Recurso de Amparo
Constitucional interpuesto por María Sandra España Jauna contra Ermelinda Pórcel,
Directora Departamental del Registro Civil de la Paz-Sala Murillo, los antecedentes del
caso; y,

CONSIDERANDO: Que, por memorial presentado en 13 de septiembre de 2000, cursante a


fs. 12 de obrados, la recurrente manifiesta que siguió un proceso ordinario de reposición de
partida de nacimiento ante el Juzgado Cuarto de Partido en lo Civil de La Paz, y mediante
sentencia N° 36/2000 de 21 de enero del presente año, se dispuso la reposición de su
partida de nacimiento en lo referente a la primera letra de su apellido materno. Aclara que
esta sentencia se encuentra ejecutoriada.

Sin embargo, hace notar que pese a que el 12 de abril de este año presentó en las oficinas de
la autoridad recurrida los correspondientes testimonios, los funcionarios encargados se
negaron a dar curso a dicho fallo judicial, y ordenan que se deben efectuar y proceder a las
correcciones que éstos señalen, sin considerar la existencia de un proceso ordinario, en el
que la autoridad recurrida no asumió defensa ni efectuó observación alguna en tiempo
oportuno.

Añade que pese a sus permanentes reclamos no se dio cumplimiento a la mencionada orden
judicial, por lo que presentó otro memorial el 6 de julio de este año, pidiendo la reposición
de su partida de nacimiento considerando la sentencia N° 36/2000 y amenazando con
interponer una demanda de Amparo Constitucional. Sin embargo, este memorial nunca fue
considerado, y cuando reclamaba, recibía trato descortés de malos funcionarios del Registro
Civil.

Por lo expuesto, al haberse vulnerado sus derechos fundamentales, especialmente el de


filiación, pide se declare procedente el Recurso interpuesto y se ordene que cese el acto
arbitrario, debiéndose dar cumplimiento a la sentencia emitida por el Juzgado Cuarto de
Partido en lo Civil.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso conforme a derecho, se realiza la audiencia


el 15 de septiembre de 2000, como consta del acta de fs. 15 a 16, con la inconcurrencia de
la autoridad recurrida, habiendo la parte recurrente ratificado los términos de la demanda.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución N° 483/00, cursante a


fs. 17, declarando PROCEDENTE el Recurso con el fundamento de que se ha acreditado la
existencia de una sentencia judicial que dispone se proceda a la rectificación del nombre de
María Sandra Espada Jauna, y por cuanto ese fallo no fue cumplido por la autoridad
recurrida, originó que se incurra en un acto ilegal y omisión indebida.
CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del
expediente, se evidencian los siguientes extremos:

1. Que dentro del proceso ordinario instaurado por la recurrente contra el Director
Departamental del Registro Civil de La Paz para lograr la rectificación de su apellido
materno, el Juez de la causa, en rebeldía de la parte recurrida, pronunció Sentencia en 20 de
enero de 2000, declarando probada la demanda, disponiendo que se proceda a la
rectificación del nombre de María Sandra Espada Jauna, la que fue declarada ejecutoriada
mediante Auto de 8 de marzo de 2000 (fs. 4-8).

2. Que la recurrente no pudo hacer cumplir la Sentencia anterior en la Dirección


Departamental del Registro Civil, donde le negaron la rectificación de su apellido materno,
como consta por las observaciones escritas de 23 de marzo y de 21 de junio de 2000, donde
pretenden que la recurrente efectúe una serie de trámites complementarios ajenos a lo
dispuesto en el fallo dictado (fs. 1-3).

3. Que esta negativa reiterada y prolongada de la parte recurrida, originó la interposición


del presente Amparo.

CONSIDERANDO: Que por mandato expreso de los arts. 514 y 517 del Código de
Procedimiento Civil, las sentencias pasadas en autoridad de cosa juzgada deben ejecutarse
sin alterar ni modificar su contenido y su ejecución no podrá suspenderse por ningún
recurso ordinario ni extraordinario.

Que en el caso de autos, la autoridad recurrida desconociendo la coercitividad de una


sentencia ejecutoriada, se ha negado a darle cumplimiento pretendiendo hacer
modificaciones y enmiendas a la misma en forma totalmente extemporánea y en franca
trasgresión de los artículos antes citados, actitud ilegal con la que ha violentado los
derechos a la seguridad jurídica, a la celeridad procesal en el cumplimiento de los fallos
judiciales, así como al derecho a la filiación de la recurrente, correspondiendo la protección
inmediata y eficaz de la misma a través del presente Recurso.

Que el Tribunal de Amparo al declarar PROCEDENTE el Recurso, ha efectuado una


adecuada compulsa de los antecedentes e interpretado correctamente el art. 19 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 94 y 102-V de
la Ley N° 1836, APRUEBA la Resolución revisada corriente a fs. 17.
Sentencia Constitucional Nº 1002/00-R (viene de la pág. 2.-)
_____________________________________________________________
Regístrese y devuélvase.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán, por estar haciendo uso de su vacación anual.
Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera
PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 998/00-R

Expediente: 2000-01635-04-RAC
Partes: Hugo Chura Nacho y Primitivo Mayta Cazas, Secretario Ejecutivo de la Federación
de Transportes Interprovincial y Secretario General del Sindicato de Transportes "San
Agustín" de La Paz contra José Luis Paredes y Teddy Cuéllar Muller, Alcalde Municipal de
El Alto y Director de Tráfico y Vialidad de dicho Municipio, respectivamente.
Materia: Amparo Constitucional
Distrito: La Paz
Fecha: 27 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución Nº 33/200 S.S.A. II cursante a fs. 75 y 76, pronunciada


el 20 de septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa Segunda de la Corte
Superior del Distrito Judicial de La Paz en el Amparo Constitucional interpuesto por Hugo
Chura Nacho y Primitivo Mayta Cazas, Secretario Ejecutivo de la Federación de
Transportes Interprovincial y Secretario General del Sindicato de Transportes "San
Agustín" de La Paz contra José Luis Paredes y Teddy Cuéllar Muller, Alcalde Municipal de
El Alto y Director de Tráfico y Vialidad de dicho Municipio respectivamente, sus
antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que, de la revisión del expediente remitido a este Tribunal se


establece lo que sigue:
1. Los recurrentes aducen en su demanda de 13 de septiembre (fs. 24 a 25), que la
Federación de Transportes Interprovincial La Paz cuenta con 35 Organizaciones Sindicales
afiliadas, entre ellas el Sindicato "San Agustín", contando ambos con personería jurídica
reconocida: que dicho Sindicato tiene autorización del Vice Ministerio de Transporte,
Comunicación y Aeronáutica Civil, válida hasta marzo de 2001, para realizar transporte de
pasajeros en las rutas Viacha-El Alto y La Paz, y viceversa, teniendo la respectiva licencia
de operaciones y autorización de la Alcaldía y Sub Prefectura de Viacha. Sin embargo, las
autoridades de la Alcaldía de El Alto, en 23 de mayo y 26 de junio, suspendieron
inexplicablemente este servicio, así como el 11 de septiembre, siendo ratificada esta medida
por la Oficina de Tránsito mediante memorando Nº 973/2000, lo cual atenta contra el
Servicio Público y los derechos constitucionales, en virtud de lo que recurrieron de queja
ante la Defensoría del Pueblo en dos oportunidades, habiéndose formado una comisión
interinstitucional para la solución del conflicto.

Estimando que los recurridos han vulnerado la libertad de trabajo usurpando funciones,
tomando en cuenta que "de acuerdo a la Ley de Capitalización" el servicio interprovincial
depende del Vice Ministerio de Transportes y no de la Alcaldía Municipal, interponen
Amparo Constitucional, pidiendo se lo declare procedente, disponiendo se habilite en el día
el servicio suspendido, con resarcimiento de daños y perjuicios.

2. De fs. 72 a 74 cursa el acta de audiencia pública realizada el 20 de septiembre de 2000,


en la que el abogado de los recurrentes ratifica los términos de su demanda y agrega que de
conformidad al "art. 25-c) del D.S. Nº 21060" (sic), ninguna autoridad ni gremio podrá
establecer limitación o condicionamiento al libre desempeño de las actividades del
transporte automotor de carácter interdepartamental o interprovincial, lo que significa que
el Sindicato "San Agustín" queda exento de la regulación de la Alcaldía de El Alto.

A su turno, la abogada-apoderada de las autoridades recurridas da lectura al informe que


cursa a fs. 69 a 71 de obrados, en el que se expresa: a) Que en el marco de los arts. 4 y 8 de
la Ley de Municipalidades, la Alcaldía de El Alto otorgó al Sindicato "San Agustín"
autorización para que preste servicios de transporte en la ruta de Viacha, con un parque
vehicular de 11 motorizados; b) Que el 28 de junio, 30 de agosto y 8 de septiembre del año
en curso, el Organismo Operativo de Tránsito realizó inspecciones oculares sorpresivas en
las que comprobó que el indicado Sindicato "alteró el recorrido, incrementando el parque
vehicular a 32 vehículos", ingresando a lugares no autorizados por el Vice Ministerio de
Transportes, por lo que se suspendió provisionalmente el servicio, solicitando que el
referido Sindicato cumpla con las rutas y parque vehicular autorizados; c) Que en atención
a los reclamos del Sindicato, se restituyó el servicio, pero nuevamente incumplió, motivo
por el que se lo suspendió hasta que regularicen legalmente el incremento del parque
vehicular; d) Que los recurrentes "podían acudir a otras instancias superiores para ser viable
su reclamo". Finalizan pidiendo se declare improcedente el Recurso, con costas.

3. A fs. 75 y 76 corre la Resolución Nº 33/2000 S.S.A.II de 20 de septiembre de 2000, que


declara PROCEDENTE el Recurso, con el fundamento de que "en el presente caso ha
existido restricción a las garantías constitucionales en lo que concierne al derecho de
trabajar", pues se encuentra en trámite la legalización del incremento de vehículos y en
discusión el lugar de parada momentánea en El Alto, sin embargo, dichas faltas no
conllevan la sanción de suspensión de actividades por tratarse de un servicio público.

CONSIDERANDO: Que hecha la revisión y debida compulsa de los antecedentes, se


concluye:

1. Que el Sindicato de Transportes "San Agustín" se encuentra autorizado para prestar


servicio de transporte de pasajeros interprovincial en la ruta El Alto - Viacha y La Paz -
Viacha, de acuerdo al certificado emitido por el Director General de Transportes del Vice
Ministerio de Transporte, Comunicación y Aeronáutica Civil de 26 de mayo de 2000 (fs.
5), contando once vehículos del citado Sindicato con la Licencia de Operaciones para el
Transporte Automotor Interprovincial emitida por la referida repartición de Estado (fs. 39 a
44).

2. Que en 25 de mayo, 5 de julio y 12 de septiembre, el Director del Organismo Operativo


de Tránsito de El Alto y el Jefe de Servicios Públicos de Tránsito emitieron los
memorandos Nos. 010/2000, 004/2000 y 973/2000 por los que comunican al Secretario
General del Sindicato "San Agustín" la suspensión del servicio de transporte (fs. 11, 12, y
19), en mérito a las disposiciones emanadas de la Dirección de Tráfico y Vialidad del
Gobierno Municipal de El Alto, por alteración de la ruta asignada y el incremento de su
parque vehícular.

3. Que la Dirección de Tráfico y Vialidad del Municipio de El Alto adoptó la decisión de


suspender el indicado servicio en mérito a los resultados de las inspecciones oculares
efectuadas por el Organismo Operativo de Tránsito, en 27 de agosto y 8 de septiembre (fs.
48-49, 52-53, 56-57 y 61-62).

4. Que en 30 de junio el mencionado Sindicato presentó el memorial de fs. 17 solicitando al


Alcalde Municipal no se suspenda el servicio que prestan, sin que figure en el expediente
una respuesta al mismo.

CONSIDERANDO: Que el art. 274 del Reglamento del Código de Tránsito establece como
requisito para la prestación del servicio de transporte interprovincial la obtención de la
licencia de operación otorgada por el Ministerio de Transportes, Comunicaciones y
Aeronáutica Civil en coordinación con el Servicio Nacional de Tránsito. En la especie,
once vehículos del Sindicato "San Agustín" cuentan con dicha licencia para desarrollar sus
actividades entre Viacha - El Alto - La Paz.

Que si bien la Alcaldía Municipal tiene la atribución de controlar, regular y planificar la


prestación de servicios públicos de acuerdo al art. 8-V-1 de la Ley de Municipalidades, no
puede incurrir en exceso de poder como en el presente caso al suspender todo el servicio
del Sindicato "San Agustín" por haber éste incrementando su parque vehicular, puesto que
debió disponer la suspensión únicamente respecto de los motorizados que no cuenten con la
Licencia correspondiente, no así para todos los vehículos.

Que con tal conducta, los recurridos han incurrido en abuso de autoridad que restringe el
derecho al trabajo de los recurrentes reconocido por el art. 7-d) de la Constitución Política
del Estado.

CONSIDERANDO: Que, los recurrentes no tenían otra vía para efectuar su reclamo, puesto
que los recursos previstos por los arts. 140 y 141 de la Ley de Municipalidades proceden
contra resoluciones administrativas, que en el caso de autos no se han dictado, por lo que la
Corte de Amparo, al declarar PROCEDENTE el Recurso, ha evaluado correctamente los
datos del proceso y las normas legales aplicables al mismo.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV, 120-7ª de la Constitución Política del Estado, 94 y 102-V de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución Nº 33/2000 S.S.A.II cursante a fs. 75 y 76,
pronunciada el 20 de septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa Segunda de la
Corte Superior del Distrito Judicial de La Paz.

Regístrese y devuélvase.

Sentencia Constitucional Nº 998/00-R (viene de la pág. 3.-)


_____________________________________________________________

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)
Expediente Nº 2000-01654-04-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 219/2000-CA

Partes: Hernán Gamboa Vera por sí y en representación de su hermano Víctor Cleómenes y


sobrinos Pepe Achá Gamboa, Franz Alberto y Julio César Gamboa Rojas contra la
Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional.
Materia: Recurso Directo de Nulidad.
Fecha: 27 de octubre de 2000

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Hernán Gamboa Vera por sí y en
representación de su hermano Víctor Cleómenes y sobrinos Pepe Achá Gamboa, Franz
Alberto y Julio César Gamboa Rojas contra la Comisión de Admisión del Tribunal
Constitucional, demandando la nulidad del Auto Constitucional Nº 159/2000-CA de 28 de
agosto de 2000; y,

CONSIDERANDO: Que, Hernán Gamboa Vera por sí y en representación de su hermano


Víctor Cleómenes y sobrinos Pepe Achá Gamboa, Franz Alberto y Julio César Gamboa
Rojas, sin acompañar documentación que acredite su personería como representante de su
hermano y sobrinos citados, interpone el Recurso Directo de Nulidad contra la Comisión de
Admisión del Tribunal Constitucional, demandando la nulidad del Auto Constitucional Nº
159/2000-CA de 28 de agosto de 2000, argumentando que la Comisión recurrida aprobó la
Resolución Municipal Técnico Administrativa Nº 487/2000 de 7 de julio de 2000 mediante
la cual la Alcaldía Municipal de la ciudad de Cochabamba alega derechos propietarios que
no los tiene sobre un lote de terreno de su propiedad, cuando el derecho propietario ya
estaba determinado y definido por el Auto Supremo de 13 de septiembre de 1989. Señala
también que la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional al aprobar la Resolución
Municipal de 7 de julio de 2000 pese al hecho de tratarse de un asunto ejecutoriado, ha
incurrido en el desconocimiento de la cosa juzgada garantizada por el ordenamiento
jurídico del país en contra de los derechos y garantías reconocidos por la Constitución
Política del Estado en su art. 7º inciso I) concordante con el art. 22 del mismo cuerpo de
leyes, además de otras disposiciones legales, causando daños y perjuicios al dificultar la
solución rápida del entredicho sobre aprobación de planos y causar otros impedimentos,
recurso al que recurrieron en la creencia de que era corto y rápido, solicitando se conceda el
Recurso Directo de Nulidad protegiendo los derechos propietarios que tiene su familia
sobre los citados terrenos.

CONSIDERANDO: Que, a tenor del art. 9 de la Ley del Tribunal Constitucional la


Comisión de Admisión está conformada por tres Magistrados que desempeñan sus
funciones en forma rotativa y obligatoria, siendo sus atribuciones las señaladas por el art.
31 de la misma norma legal, entre ellas: la de absolver las consultas sobre rechazo del
incidente de inconstitucionalidad (Inciso 4 del art. 31 de la Ley Nº 1836).

Que, el Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad constituye un control


normativo de una disposición legal sea ley, decreto o resolución no judicial aplicable a un
caso concreto dentro de un proceso judicial o administrativo que puede ser promovido de
oficio o a instancia de parte, siendo una condición para su procedencia que la decisión final
del juez o tribunal judicial o autoridad administrativa dependa de la constitucionalidad o
inconstitucionalidad de una disposición legal impugnada, es decir, la sentencia o resolución
deberá fundarse en la disposición legal cuya inconstitucionalidad se impugna. Que para el
caso de que una de las partes del proceso judicial o administrativo sea la que solicite que se
promueva el recurso, la autoridad judicial o administrativa tiene la facultad de aceptar o
rechazar la solicitud, en este último caso remitirá de oficio el auto de rechazo en consulta
ante el Tribunal Constitucional en el plazo de 24 horas siguientes.

Que, por disposición del art. 64-III de la Ley Nº 1836, la consulta del auto de rechazo de la
solicitud de promover el Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad es conocida
y resuelta por la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, la misma que podrá
revocar el auto y disponer la admisión del Recurso o aprobar el Auto que rechaza cuando
encuentra la solicitud manifiestamente infundada e improcedente el recurso, lo que de
ninguna manera significa que esa resolución determine o defina la legalidad o ilegalidad del
fondo del proceso judicial o administrativo, menos que defina derechos propietarios, los
que deberán demandarse y definirse por la vía que corresponda según el caso.

CONSIDERANDO: Que, en el caso de autos, por los antecedentes que cursan en el


expediente remitidos a este Tribunal se establece que la Resolución final a dictarse en el
proceso administrativo de aprobación de los planos de propiedad de los recurrentes, no
depende de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de las resoluciones municipales
impugnadas.

Que, tomando en cuenta que el Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad es


una vía concreta para establecer la compatibilidad o incompatibilidad de la disposición
legal con las normas de la constitución en aplicación a un caso concreto dentro de un
proceso judicial o administrativo; consecuentemente el requisito o condición esencial para
la procedencia del mismo es que la disposición legal sea aplicada al caso, es decir que la
resolución de la autoridad judicial o administrativa deba fundarse en esa disposición legal,
por lo que la decisión dependerá de la constitucionalidad o inconstitucionalidad de la
disposición legal impugnada.

CONSIDERANDO: Que, la Ley del Tribunal Constitucional Nº 1836 de fecha 1º de abril


de 1998, establece trece procedimientos diferenciados a objeto de ejercer el control de
constitucionalidad y garantizar la primacía de la Constitución, el respeto y vigencia de los
derechos y garantías fundamentales de las personas, cada uno con sus respectivas
características, siendo los recurrentes los que con el asesoramiento de sus Abogados
recurran ante este Tribunal Constitucional a través del recurso que corresponda y no pidan
la protección de sus derechos reconocidos por la Constitución Política del Estado por medio
de un determinado recurso cuando correspondía hacerlo a través de otro distinto, haciendo
que por error propio, sus derechos resulten desprotegidos.

CONSIDERANDO: Que, por disposición del art. 33 de la Ley Nº 1836 la Comisión de


Admisión tiene como atribución el de rechazar por unanimidad las demandas y recursos
manifiestamente improcedentes en dos situaciones:

1. Cuando el recurso carezca en absoluto de contenido jurídico-constitucional que justifique


una decisión sobre el fondo, y

2. Cuando el Tribunal hubiere desestimado antes en el fondo un recurso de naturaleza y con


objeto sustancialmente análogos.

Esta resolución de rechazo admite el recurso de reposición, que deberá ser interpuesto
dentro de los tres días siguientes a la notificación del mismo.

Que, la Comisión de Admisión ha pronunciado el Auto Constitucional Nº 159/200-CA de


28 de agosto de 2000, en ejercicio de la atribución que le confiere la disposición legal
citada y en cumplimiento de la misión que le encomienda la Ley Nº 1836, de manera que
en ningún momento ha usurpado funciones ni ha ejercido jurisdicción o competencia que
no emana de la Ley.

CONSIDERANDO: Que, las resoluciones del Tribunal Constitucional a tenor del art. 42 de
la Ley Nº 1836 no admiten recurso alguno, son irrecurribles, es decir, las resoluciones del
Tribunal Constitucional no admiten ningún otro recurso, menos podría pretenderse
interponer, contra alguna resolución de este Tribunal, otro recurso constitucional ante el
mismo Tribunal Constitucional, esperando que sus resoluciones pronunciadas en un recurso
constitucional sean revisadas por otro recurso, también constitucional, lo que no es posible
por imperio del referido artículo 42 de la citada Ley Nº 1836.

Que, consecuentemente, el Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Víctor Cleómenes


Gamboa Vera por sí y en representación de su hermano Víctor Cleómenes y sobrinos Pepe
Achá Gamboa, Franz Alberto y Julio César Gamboa Rojas de fojas 30 a 32, contra una
resolución del Tribunal Constitucional como es el Auto Constitucional Nº 159/2000-CA de
28 de agosto de 2000, pronunciado por la Comisión de Admisión del Tribunal
Constitucional dentro de la consulta de la Resolución Técnico Administrativa de rechazo
del Recurso Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad pronunciada por el Alcalde
Municipal de la ciudad de Cochabamba, en el proceso administrativo de aprobación de
planos, que no admite recurso alguno, a excepción del de reposición que podía haber sido
interpuesto dentro del plazo establecido, carece en absoluto de contenido jurídico-
constitucional que justifique una decisión sobre el fondo.

POR TANTO: La Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional, en virtud de la


atribución conferida por el art. 33, parágrafo I, inciso 1) concordante con el art. 82.III
ambos de la Ley Nº 1836, RECHAZA el recurso interpuesto por Hernán Gamboa Vera por
sí y en representación sin mandato de Víctor Cleómenes, Pepe Achá Gamboa, Franz
Alberto y Julio César Gamboa Rojas, de fojas 30 al 32 del expediente.

Al otrosí 1 y 2.- Estese a lo principal.

Al otrosí 3.- Por señalado el domicilio.

Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santibáñez


MAGISTRADO SUPLENTE
EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Expediente Nº 2000-01654-04-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 242/2000-CA

Partes: Hernán Gamboa Vera contra la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional
Materia: Recurso Directo de Nulidad.
Fecha: 16 de noviembre de 2000

VISTOS: El recurso de reposición del Auto Constitucional Nº 219/2000-CA de 27 de


octubre de 2000 pronunciado dentro del Recurso Directo de Nulidad interpuesto por
Hernán Gamboa Vera contra la Comisión de Admisión del Tribunal Constitucional; y,

CONSIDERANDO: Que, Hernán Gamboa Vera por memorial que antecede interpone
recurso de reposición manifestando que las Resoluciones Municipales Nos. 2155/97 de
10/10/97, 2212/98 de 27/01/98, 2649/99 de 18/11/99, 2764/2000 de 16/05/2000 y 487/2000
de 07/07/2000 son inconstitucionales por constituirse en un grave atentado contra su
derecho propietario y el de su familia solicitando que el mismo sea concedido protegiendo
el derecho de propiedad que tiene la merituada familia Gamboa, ya que sus derechos han
sido desconocidos, restringidos y amenazados constantemente por los funcionarios ediles,
por cuanto su derecho propietario y el de su familia ya está determinado y definido por
Auto Supremo de 13 de septiembre de 1989.

CONSIDERANDO: Que, de lo expuesto en el recurso de fojas 30 a 32 así como en el de


reposición que antecede, se tiene que el mismo se interpone contra el Auto Constitucional
Nº 159/2000-CA de 28 de agosto de 2000, pronunciado por la Comisión de Admisión del
Tribunal Constitucional dentro de la consulta de la Resolución Técnico Administrativa Nº
487/2000 de 7 de julio de 2000 de rechazo del Recurso Indirecto o Incidental de
Inconstitucionalidad pronunciada por el Alcalde Municipal de la ciudad de Cochabamba,
dentro del proceso administrativo de aprobación de planos, Auto Constitucional que a tenor
del art. 42 de la Ley Nº 1836 no admite recurso alguno, es irrecurrible, menos podrá
pretenderse el absurdo de interponer, contra el mismo, otro Recurso Constitucional ante el
mismo Tribunal Constitucional, haciendo que la resolución pronunciada en un Recurso
Indirecto o Incidental de Inconstitucionalidad sea revisada por otro recurso también
constitucional como es el Recurso Directo de Nulidad, tal absurdo no es posible por
imperio del referido artículo 42 de la citada Ley Nº 1836.

CONSIDERANDO: Que, si bien el recurrente menciona que las autoridades ediles están
restringiendo sus derechos y garantías así como los de su familia, reconocidos por la
Constitución Política del Estado en su art. 7º inc. i) concordante con el 22 de la misma
Carta Magna, el mismo tiene otras vías legales mediante recursos ordinarios o
extraordinarios que correspondan.

POR TANTO: NO HA LUGAR a la reposición.

Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISIÓN

Dr. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santibáñez


MAGISTRADO SUPLENTE
EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 1000/2000-R

Expediente: 2000-01656-04-RHC
Partes: Brígida Sagredo Giraldi contra Víctor Hugo López, Fiscal Adscrito a la Policía
Técnica Judicial.
Materia: HÁBEAS CORPUS
Distrito: Cochabamba
Lugar y Fecha: Sucre, 27 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 15 a 16 de 20 de septiembre de 2000,


pronunciada por el Juez de Partido Segundo en lo Penal del Distrito Judicial de
Cochabamba, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Brígida Sagredo
Giraldi contra Víctor Hugo López, Fiscal Adscrito a la Policía Técnica Judicial, sus
antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 6 presentado el 19 de septiembre del año en


curso, la recurrente manifiesta que como abogada en el ejercicio libre de la profesión y
protegida por los arts. 9 y 10 de la Ley de la Abogacía fue contratada por los deudores de
Bancos y Entidades Financieras, suscribiendo iguala profesional. En tal condición fue
convocada por el Defensor del Pueblo el 11 de septiembre del año en curso, con el pretexto
de que converse con el Superintendente de Bancos, haciéndose presente en ambientes de la
Corte Superior, donde sin justificativo legal el Fiscal recurrido dispuso su detención, siendo
incomunicada desde hrs. 17:10 en celdas de la Policía Técnica Judicial, pese a que la
denuncia recién fue presentada a hrs. 19:30 del mencionado día.

Afirma que la autoridad recurrida intenta procesarla por los delitos de secuestro y sedición,
no obstante conocer que su persona no intervino en ningún acto ilegal y sólo patrocina a los
deudores mencionados, encontrándose obligada hasta la fecha a presentarse en
dependencias de la Policía Técnica Judicial cada cuarenta y ocho horas. Por lo que en
apoyo del art. 18 de la Constitución Política del Estado interpone Recurso de Hábeas
Corpus.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el 20 de septiembre de 2000, como consta de fs. 13 a 14 de obrados,
donde la recurrente reitera el contenido de la demanda y ampliándola señala que sus
clientes, la Organización de Deudores de Bancos y Entidades Financieras, el 11 del mes y
año en curso toman una medida y como su abogada es convocada primero por el Jefe de
Seguridad de la Corte para hablar con el Presidente de la Corte, negándose a la misma pero
en horas de la tarde es nuevamente convocada, esta vez a solicitud de sus patrocinados para
sostener una charla con el Defensor del Pueblo, a la que se presentó logrando que dicha
autoridad se compromete a hablar con el Superintendente de Bancos. Posteriormente se
presenta el Fiscal quien sin explicación procede a su detención la que se prolongó hasta el
día siguiente. Afirma que por información extra oficial conoce que la denuncia recién se
presentó después de su detención, actuación contraria a lo dispuesto por el art. 7 del nuevo
Código de Procedimiento Penal y 9 de la Ley de la Abogacía siendo ilegal su detención.
Refiere que el asunto fue remitido a conocimiento del Juez Tercero de Instrucción en lo
Penal, quien dispuso firme un libro en el Policía Técnica Judicial cada cuarenta y ocho
horas, impidiéndole cumplir sus obligaciones profesionales en Santa Cruz y La Paz,
restringiéndosele su derecho de locomoción, por lo que pide se declare procedente el
Recurso.

Por su parte, la autoridad recurrida informó que la recurrente participó en los hechos ilícitos
ordenando a sus patrocinados, no dejen entrar ni salir a nadie del edificio "Pinto Palas";
procesada la información, el Juez Tercero de Instrucción en lo Penal ha dispuesto como
medida cautelar la establecida en los incs. 2) y 3) del art. 240 del nuevo Código de
Procedimiento Penal y ha sido la misma autoridad quien ha dispuesto la presentación de la
recurrente cada cuarenta y ocho horas en la Policía Técnica Judicial mientras concluyan las
diligencias de policía judicial, de lo que se colige que no es su persona quien pretende
procesar a la recurrente sino una autoridad jurisdiccional por lo que pide se declare
improcedente el Recurso.

Que concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs. 15
a 16, que declara improcedente el Recurso, con el fundamento de que no existe
procesamiento ni detención indebida, ya que contra la recurrente existía una denuncia por la
presunta comisión de los delitos de sedición y perturbación, que no son relativos al
ejercicio profesional, actualmente sustanciado ante autoridad jurisdiccional
correspondiente.

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que la recurrente fue contratada como abogada patrocinante de la "Organización de


Deudores en General", habiéndose suscrito iguala profesional el 26 de julio de 2000 (fs. 3).

2. Que el 11 de septiembre de 2000, se formula denuncia verbal a horas 9:00 sobre un


supuesto hecho de sedición -toma del Edificio "Pinto Palas"- procediéndose a la apertura
del caso el mismo día a hrs. 19:40 por los delitos de sedición, secuestro y otros contra la
recurrente y otras tres personas. (fs. 11).

3. Que a horas 15:45 funcionarios policiales se constituyeron en el Edificio "Pinto Palas"


por instrucciones del Sub-Comandante Departamental a objeto de desalojar a las personas
que habían tomado las instalaciones del mismo siendo detenidas cuatro personas entre ellas
la recurrente (fs. 25)

4. Que a horas 14:55 del 12 de septiembre de 2000, la autoridad recurrida pone a


disposición del Juez de Garantías Cautelares a la recurrida y las otras tres detenidas
requiriendo se imponga la medida cautelar de detención preventiva mientras concluya la
investigación (fs. 32)

5. Que por Auto de 12 de septiembre del año en curso, el Juez de Garantías Cautelares
ordena la libertad de la recurrente, disponiendo se tramite licencia para su juzgamiento dada
su condición de abogada ante el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados, sin embargo,
dispone que ésta se presente cada 48 horas ante el Fiscal asignado al caso, en tanto
concluyan las diligencias de policía judicial.

6. Que considerando ilegal su detención y procesamiento la recurrente interpone el recurso


que se revisa.

CONSIDERANDO: Que, el art. 11 inc. a) de la Ley del Ministerio Público establece que el
Fiscal es responsable de la dirección de las diligencias de policía judicial, en cuya
elaboración se pueden practicar las actuaciones necesarias y útiles para determinar la
existencia del hecho, las circunstancias, así como para identificar a los autores y participes
conforme lo establece el Código de Procedimiento Penal, actuados entre los que se
encuentra la facultad de aprehender a cualquier persona cuando se den las condiciones
establecidas en el art. 226 del nuevo Código de Procedimiento Penal o se trate de un delito
flagrante por expresa permisión del art. 10 de la Constitución Política del Estado.

Que en el caso de autos, la autoridad recurrida al proceder personalmente a la aprehensión


de la recurrente, sin mandamiento intimado por escrito, al tratarse de un hecho infraganti
(fs. 9 y 10) conforme se desprende la prueba cursante en obrados remitiéndola dentro de las
24 horas ante el Juez de Garantías Cautelares ha actuado dentro del marco legal previsto
por el art. 10 de la Constitución Política del Estado, 19 de la Ley del Ministerio Público y
112, 114 y 115 del Código de Procedimiento Penal, por lo que no existe procesamiento o
persecución indebida. Más aún si consideramos que el Juez Cautelar ha dispuesto la
libertad de la recurrente disponiendo se tramite la licencia correspondiente en observancia
del art. 9 concordante con el art. 43 de la Ley de la Abogacía.

Que el Juez de Hábeas Corpus al haber declarado improcedente el Recurso disponiendo la


observancia por parte de la autoridad recurrida del art. 91 del Código de Procedimiento
Penal ha interpretado correctamente el alcance del art. 18 de la Constitución Política del
Estado y 89 de la Ley del Tribunal Constitucional.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión.
Regístrese y devuélvase.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera MAGISTRADA


MAGISTRADO SUPLENTE
EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 999/00-R

Expediente: 2000-01683-04-RHC
Partes: Adolfo Ustares Centellas contra René Oscar Delgado Ecos, Fiscal Adscrito a la
Policía Técnica Judicial.
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Fecha: 27 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 29 a 30 de obrados, pronunciada en 30 de


septiembre de 2000 por el Juez Octavo de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de La
Paz, dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Adolfo Ustares Centellas contra
René Oscar Delgado Ecos, Fiscal Adscrito a la Policía Técnica Judicial, los antecedentes
que cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que en el memorial de fs. 4 a 5, presentado en 29 de septiembre de


2000, el recurrente manifiesta que en las diligencias de policía judicial levantadas dentro
del caso Nº 2543 que le sigue la Prefectura del Departamento, se presentó voluntariamente
a prestar su declaración informativa, sin que se le haya vuelto a notificar con ninguna
actuación para que en tiempo oportuno asuma su defensa o presente la prueba de descargo
que corresponda. Agrega que extraoficialmente se enteró que el Fiscal asignado al caso
había expedido Mandamiento de Aprehensión en su contra, sin jurisdicción ni competencia,
coartándole de esta manera su derecho a la defensa, por lo que interpone el presente
Recurso al considerar que se encuentra ilegalmente perseguido por dicha autoridad fiscal,
quien debió pasar las diligencias de policía judicial al Juez de Turno en lo Penal dentro de
las 48 horas, para que sea aquél quien dicte el auto inicial de la instrucción "por lo delitos
que tengan base jurídica" (sic). En consecuencia, pide se admita el Recurso.

CONSIDERANDO: Que, planteado el Recurso es tramitado conforme a Ley, realizándose


la correspondiente audiencia pública el día 30 de septiembre de 2000, cual consta en el acta
de fs. 25 a 28 de obrados, donde el recurrente a través de su abogado ratificó íntegramente
su demanda, solicitando sea declarada procedente.
Por su parte, la autoridad recurrida informó que recibido el informe en conclusiones de la
Policía Técnica Judicial pronunció el requerimiento en conclusiones disponiendo que el
investigador asignado al caso proceda a la detención de los implicados, entre los que se
encuentra el recurrente, para su remisión a la justicia ordinaria, a cuyo efecto expidió los
mandamientos correspondientes, actuación de la que inexplicablemente aquellos se
enteraron pretendiendo a último momento presentar pruebas y realizar explicaciones fuera
de lugar. Añade que en el caso de autos, por la gravedad de los hechos al haber sido
defraudado el Estado, es intención del Ministerio Público poner obrados a disposición de la
autoridad jurisdiccional con detenidos y con ese fin se están agotando todos los recursos.

Concluida la audiencia, el Juez de Hábeas Corpus, previo requerimiento fiscal, dictó


Resolución de fs. 29 a 30 declarando IMPROCEDENTE el Recurso, con el fundamento de
que en obrados no cursa mandamiento ni cédula de aprehensión y que del requerimiento
fiscal de 23 de septiembre del año en curso se infiere que la autoridad recurrida estuviera
solicitando la expedición de los mandamientos de ley contra los implicados, llegándose a la
conclusión de que al no existir mandamiento alguno no existe persecución indebida.
Asimismo, ante el incumplimiento por parte del recurrente de la remisión de antecedentes a
la justicia ordinaria dentro del plazo previsto por el último párrafo del art. 14 de la Ley del
Ministerio Público, ordenó su envío en el día.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente se evidencian los siguientes extremos:

1. Que en 23 de septiembre de 2000, el fiscal recurrido pronunció requerimiento en


conclusiones pidiendo se instruya sumario penal en contra del recurrente y de los demás
implicados, por los delitos de falsedad ideológica, uso de instrumento falsificado y otros
(fs. 21 a 22).

2. Que el Fiscal demandado retuvo en su poder el requerimiento en conclusiones hasta la


fecha de interposición del presente Recurso, es decir por más de 6 días, buscando la
ejecución de los mandamiento de aprehensión que expidió contra el recurrente y los otros
imputados para remitirlos al Juez competente en calidad de detenidos, situación que no se
llegó a efectivizar (25 a 28).

CONSIDERANDO: Que es obligación de la autoridad fiscal en su calidad de director de las


diligencias de policía judicial encauzar las investigaciones y a su conclusión pronunciar el
requerimiento correspondiente debidamente fundamentado así como remitirlo de oficio
ante el Juez competente dentro del plazo de veinticuatro horas, conforme dispone el art. 14
in fine de la Ley del Ministerio Público, con o sin detenidos.

Que en el caso de autos, el fiscal recurrido, actuando con excesivo celo funcionario, ha
omitido la remisión de oficio en el plazo de ley del requerimiento y de los antecedentes del
caso ante el Juez Instructor de Turno en lo Penal, demorando innecesariamente el trámite
con la pretensión de prorrogar su competencia y detener al recurrente, actuación con la cual
ha infringido el merituado art. 14 de la Ley del Ministerio Público y ha incurrido en una
persecución indebida del implicado y ahora demandante.
Que por consiguiente, el Tribunal de Hábeas Corpus al haber declarado IMPROCEDENTE
el Recurso, no ha interpretado debidamente los alcances del art. 18 de la Constitución
Política del Estado, ni los hechos y normas aplicables al presente asunto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y e 93 de la Ley
Nº 1836 REVOCA la Resolución revisada y declara PROCEDENTE el Recurso de fs. 4 a 5
disponiendo la remisión en el día de los antecedentes ante la autoridad jurisdiccional
competente.
Sentencia Constitucional Nº 999/00-R (viene de la pag. 2.-)
_____________________________________________________________

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 1001/2000-R

Expediente : 2000-01685-04-RHC
Partes: Dominique Scobry Leacy contra Milton Flores, Representante del Ministerio
Público y Javier Gómez B, Director Distrital de la Policía Técnica Judicial de El Alto La
Paz.
Materia: HABEAS CORPUS
Distrito: La Paz
Lugar y Fecha: Sucre, 27 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs.145 a 149 de 28 de septiembre de 2000,


pronunciada por la Jueza Séptima de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz,
dentro del Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Dominique Scobry Leacy contra
Milton Flores, Representante del Ministerio Público y Javier Gómez B, Director Distrital de
la Policía Técnica Judicial de El Alto La Paz, sus antecedentes; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial de fs. 4 presentado el 26 de septiembre del año en


curso, el recurrente señala que contando con autorización correspondiente se encuentra en
Bolivia por tiempo definido, permaneciendo en el domicilio del Agregado Cultural de la
Embajada Peruana, Pedro Díaz. Refiere que el 25 de septiembre del año en curso, se
hicieron presentes en dicho domicilio funcionarios de la Policía Técnica Judicial de la
ciudad de El Alto, a la cabeza del Cnl. Javier Gómez, quienes allanaron el lugar,
maltrataron al diplomático y sin exhibir orden judicial u otro instrumento que justifique su
presencia, afirmando tener un mandamiento de aprehensión en su contra lo conducen a
dependencias de la Policía Técnica Judicial de El Alto, asimismo de la requisa practicada se
llevaron consigo cuadros de valor artístico de propiedad del señor Díaz. Aclara que en
ningún momento se le hizo conocer qué denuncia pesaba en su contra, quién era el
denunciante o por qué delitos fue denunciado; cuando su abogada se presentó, por orden de
las autoridades recurridas se negaron a hacerle conocer las diligencias de policía judicial
que supuestamente estaban elaborando e incluso a que la misma estuviera presente cuando
fue llamado a "conversar" con ellos en despacho del Director.

Por lo expuesto, evidenciándose que las autoridades recurridas violaron flagrantemente las
garantías constitucionales contenidas en los arts. 6-I, 9 y 16 de la Constitución Política del
Estado interpone Recurso de Hábeas Corpus contra el Director Distrital de la Policía
Técnica Judicial de la ciudad de El Alto, Cnl. Javier Gómez Bustillos y contra el Fiscal
Adscrito a dicha Unidad, Milton Flores, pidiendo sea declarado procedente, disponiendo su
inmediata libertad, sea con imposición de daños y perjuicios.

CONSIDERANDO: Que admitido el Recurso, es tramitado conforme a Ley, realizándose


la audiencia pública el 28 de septiembre de 2000, como consta de fs. 131 a 144 de obrados,
donde el recurrente reitera el contenido de su demanda, aclarando que si bien existía orden
judicial de allanamiento y requisa de varios inmuebles, sin embargo, no existía orden para
proceder al allanamiento del inmueble del Sr. Pedro Díaz, que además se encuentra
protegido por el Convenio de Viena, dada su condición de Diplomático.

El Fiscal recurrido informó que como consecuencia de una investigación se conoció que un
señor de apellido Dominique tenía en su domicilio cuadros pictóricos coloniales por lo que
dispuso su aprehensión y habiendo ubicado el domicilio se hacen presentes en el mismo,
procediendo a su allanamiento contando con orden correspondiente, aclara que en obrados
consta el mandamiento de aprehensión pero que si el mismo no hubiera existido igual se
pudo proceder a su aprehensión porque fue encontrado en su domicilio con los cuadros.
Añade que su actuación se ha enmarcado en lo establecido por la Ley del Ministerio
Público, el Código de Procedimiento Penal y el nuevo Código de Procedimiento Penal. A
las aclaraciones solicitadas por la Juez de Hábeas Corpus señala que tuvo conocimiento de
la investigación desde el 11 de septiembre del año en curso, que fue el Juez Cuarto de
Instrucción en lo Penal quien ordenó el allanamiento de varios domicilios sobre la base del
informe del investigador asignado al caso, que el 25 de septiembre su persona y efectivos
policiales se hicieron presentes en el domicilio del recurrente donde procedieron a su
detención y lo condujeron a la P.T.J., donde permaneció 8 horas, posteriormente puesto a
su conocimiento y dentro de las 24 horas lo remitió ante el Juez de Garantías Cautelares.
Añadió que aún no se estableció si las piezas encontradas pertenecen al patrimonio nacional
pero sí que corresponden a la época de la Colonia por lo que fueron incautadas. Aclara que
en ningún momento se restringió el derecho a la defensa del recurrente.

Por su parte, el funcionario policial recurrido se ratificó en el informe presentado por el


representante del Ministerio Público, añadió que después de la investigación realizada sobre
el asunto en cuestión informaron de la misma al Juez Cautelar, quien les dio facultades para
proceder al allanamiento de varios inmuebles, por lo que el 25 de septiembre a la cabeza
del representante del Ministerio Público se presentaron en el domicilio del recurrente,
aclarando que antes de ingresar al mismo, conocían que el departamento era de propiedad
de la Sra. Frida de Loayza y que era el recurrente quien cancelaba el mantenimiento y otros
que también habían conversado con los empleados de la Cancillería, quienes les indicaron
que el registro del domicilio del Sr. Díaz como funcionario Diplomático estaba en el
edificio Saturno, por lo que mal puede pretender ampararse el recurrente en dicho
privilegio, aclarando que el referido diplomático nunca se presentó a la P.T.J. para reclamar
algo.

Que concluida la audiencia, la Jueza de Hábeas Corpus dicta la Resolución cursante de fs.
145 a 149, que declara procedente el Recurso disponiendo la inmediata libertad del
recurrente, con el fundamento de que no existía en obrados "orden alguna para que se
proceda al allanamiento de su domicilio y mucho menos se proceda a la detención
preventiva del mismo dentro del término previsto por el art. 226 del nuevo Código de
Procedimiento Penal como se evidencia del decreto de fs. 27 vta. de obrados"(sic).

CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a


continuación se anota:

1. Que como consecuencia de la denuncia del robo de cuadros y joyas ocurrido en la Iglesia
de la localidad de Laja, de oficio se han organizado diligencias de policía judicial signadas
como el caso el Nº 4525/2000.
2. Que por el informe del asignado, se solicita al Fiscal requiera la aprehensión del
recurrente y Henry Claude así como orden de cateo, requisa y allanamiento de los
domicilios de: Bruno Giancotti Bosco, Esteban Javier Bart Herrera, René Ureña Mamani,
Richard Moncada Adunay, Roger Ortega Velásquez y Luis Vásquez, quienes estarían
relacionados con el tráfico de bienes patrimoniales (fs. 48-49).

3. Que el Fiscal recurrido por requerimiento de 14 de septiembre del año en curso pide ante
el Juez de Turno en lo Penal orden judicial de allanamiento y requisa de los domicilios de
las personas señaladas en el informe, al existir indicios de participación en el caso
investigado. Por auto de 14 de septiembre de 2000, el Juez Cuarto de Instrucción en lo
Penal de la ciudad de El Alto, dispone se proceda al allanamiento y requisa del domicilio de
las personas mencionadas en el informe (fs. 49 vta).

4. Que por informe de 25 de septiembre de 2000 del asignado al caso, se solicita al


representante del Ministerio Público expida mandamiento de apremio en contra del
recurrente y Luis Vásquez por tener conocimiento éstos de los cuadros robados (fs. 71).

5. Que por requerimiento de 25 de septiembre de 2000, el Fiscal recurrido dispone se libren


cédulas de apremio contra los señalados, fundamentando su decisión en la complejidad de
la investigación y el peligro de obstaculización y la posible fuga de los mismos, librándose
las mismas, constando haber sido ejecutadas en la misma fecha (fs. 72-73).

6. Que por requerimiento de 26 de septiembre de 2000, la autoridad recurrida pide ante el


Juez Cautelar la detención preventiva del recurrente y otro, al ser éstos con probabilidad
partícipes y encubridores de la comercialización y venta de bienes patrimoniales del Estado
boliviano (fs. 98).

7. Que considerando ilegal la detención al haberse procedido a la misma sin orden de


allanamiento y sin mandamiento de aprehensión correspondiente el recurrente interpone el
Recurso que se revisa.

CONSIDERANDO: Que, el art. 221 del nuevo Código de Procedimiento Penal establece
que la libertad personal y los demás derechos y garantías reconocidos por la Constitución
Política del Estado, las Convenciones y Tratados Internacionales vigentes y el nuevo
Código de Procedimiento Penal, sólo podrán ser restringidos cuando sea indispensable para
asegurar la averiguación de la verdad, el desarrollo del proceso y la aplicación de la Ley.

El art. 224 del mismo cuerpo legal señala que si el imputado citado no se presenta en el
término que se le fije, ni justificara un impedimento legítimo, la autoridad competente
librará mandamiento de aprehensión. Por su parte el art. 226 faculta al Fiscal ordenar la
aprehensión del imputado cuando sea necesaria su presencia y existan suficientes indicios
de que es autor o partícipe de un delito de acción pública sancionado con pena privativa de
libertad, sea igual o superior a dos años y de que pueda ocultarse, fugarse o ausentarse del
lugar, obstaculizar la averiguación de la verdad, debiendo ser puesta a disposición, en el
plazo de veinticuatro horas, para que resuelva dentro del mismo plazo la aplicación de
alguna medida cautelar o decrete su libertad por falta de indicios.
Las normas legales aludidas no han sido observadas en el caso de autos ya que conforme se
desprende de la prueba cursante en obrados el libramiento del mandamiento de aprehensión
se ha dado sin darse las condiciones exigidas por el art. 226 del nuevo Código de
Procedimiento Penal, debiendo haberse citado previamente al recurrente a objeto de que
preste su declaración informativa dentro de la investigación. Que por otra parte, si bien
existía un mandamiento intimado por escrito y librado por autoridad competente para su
ejecución se ha procedido al allanamiento de un inmueble, al que no alcanzaba la orden
judicial obtenida violando la garantía establecida por el art. 21 de la Constitución Política
del Estado, actuaciones ilegales que hacen ilegal la detención que ha sufrido el recurrente.

Que el hecho de que las diligencias hubieran pasado a conocimiento del Juez Cautelar no
destruye la detención ilegal sufrida por el recurrente, cuya responsabilidad corresponde a
las autoridades recurridas.

Que la Jueza de Hábeas Corpus al haber declarado procedente el Recurso interpuesto ha


efectuado una correcta interpretación de los hechos y del art. 18 de la Constitución Política
del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley Nº 1836, APRUEBA la Resolución venida en revisión.

Regístrese y devuélvase.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Durán Ribera PRESIDENTE a.i.
MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera MAGISTRADA


MAGISTRADO SUPLENTE EN EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Dr. José Antonio Rivera Santiváñez


MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 997/00 - R

Partes: Mario Rosendo Reguerin Azcui contra René Oscar Delgado Ecos, Fiscal Adscrito a
la P.T.J., Abdón Alcón, Oficial asignado a la División Corrupción Pública y Saúl García M.
Jefe de la misma División
Materia: Hábeas Corpus
Distrito: La Paz
Expediente: 2000-001694-04-RHC
Fecha: 27 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. José Antonio Rivera Santiváñes

VISTOS: En revisión, la Resolución de 03 de octubre de 2000, (fojas 18-20) pronunciada


por el Juez Tercero de Partido en lo Penal del Distrito Judicial de La Paz en el Recurso de
Hábeas Corpus interpuesto por Mario Rosendo Reguerin Azcui contra René Delgado Ecos,
Fiscal adscrito a la P.T.J., Abdón Alcón Oficial asignado a la División Corrupción Pública
y Saúl García M. Jefe de la misma División; sus antecedentes, y:
CONSIDERANDO: Que de la revisión del expediente se establece lo siguiente:
El recurrente en su demanda de 29 de septiembre del año en curso, saliente a fojas 3 y
vuelta expresa que en fecha 28 de septiembre su persona ha sido notificada para prestar
declaración policial informativa, mediante cédula de comparendo emitida por la Policía
Técnica Judicial, por la supuesta comisión del delito de falsedad material, a denuncia del
señor Espinoza Torrico, en representación del Tesoro General de la Nación, siendo
asignado a la investigación el Sargento Abdón Alcón. Refiere que en el Juzgado Décimo de
Instrucción en lo Penal se le sigue otra causa que está directamente vinculada a la comisión
del hecho delictivo denunciado por los representantes del TGN, proceso que aún no ha
concluido. Considera que no puede ser señalado como responsable de la comisión de un
delito cuando estos hechos están siendo juzgados, lo que da lugar a un procesamiento y
persecución indebida por parte del Oficial asignado al caso y el Fiscal adscrito a la P.T.J.
pretendiendo al parecer promover otra acción penal por un supuesto delito, para levantar la
medida cautelar de la que goza actualmente. Por lo que interpone Recurso de Hábeas
Corpus, pidiendo sea declarado procedente y se disponga la acumulación del caso 3223, al
proceso que se tramita ante el Juzgado Décimo. de Instrucción en lo Penal y se adjunte al
proceso que se le sigue, Banco Unión contra Mariscal.
A fojas 14-17, cursa acta de audiencia pública realizada el 3 de octubre de 2000, constando
la ausencia del recurrente y su abogado, el informe de las autoridades recurridas que a su
turno manifestaron: a) Fiscal, que en el caso 3223/2000, se levantan diligencias de Policía
Judicial a instancia del Director General del Tesoro, dependiente del Ministerio de
Hacienda, en contra de los autores por falsedad material, ideológica y uso de instrumento
falsificado, que por otra parte, se investiga la presentación de cheques de funcionario
público que habrían sido cobrados por terceras personas en el Banco de la Unión, por la
suma de 240.000 Bs., que los informes de dicho Banco, refieren a Reguerin Azcui y Miguel
Murillo, como cajeros que hubieran realizado los pagos. Que por tal motivo, el recurrente
fue citado de comparendo a objeto de prestar su declaración informativa, para el día 29 de
septiembre de 2000 a horas quince a la que no se presentó y por el contrario interpuso el
presente Recurso de Hábeas Corpus. b) Por su parte el Jefe de la División Corrupción
Pública, refirió que efectivamente en fecha 13 de abril de este año se realizó una
investigación signada con el número 2438, a denuncia del Banco de la Unión, el Ministerio
de Educación y una Empresa Bring, existiendo como resultado un proceso ante el Juzgado
Décimo de Instrucción en lo Penal en contra del recurrente, proceso en el que tanto los
denunciantes como el caso son diferentes a la investigación que se viene realizando
actualmente.
A fojas 18-20 corre la Resolución de 3 de octubre de 2000, que declara improcedente el
Recurso, con el fundamento de que no se tiene demostrada la persecución indebida, en los
procedimientos de investigación, por el contrario se tiene que previo requerimiento Fiscal,
fue citado con mandamiento de comparendo para que preste su declaración informativa,
dentro de una denuncia formal que merece investigación y que se dan los presupuestos para
la comprobación de los aspectos denunciados.
CONSIDERANDO: Que de los actuados producidos en este Recurso se evidencia lo que a
continuación se anota:
1.- Que en fecha 13 de abril de 2000, se denuncia el caso No. 2438 por la comisión de
supuestos hechos delictivos, asociación delictuosa (art.132 CP) y estafa (art.335 CP), ante
la División de Delitos Contra la Corrupción Pública, por lo que el Fiscal requirió se inicie
el sumario penal, en contra del recurrente y otros, encontrándose radicado el proceso ante el
Juzgado Décimo de Instrucción en lo Penal.
2.- Que independientemente a lo anterior, se tiene que en fecha 24 de mayo de 2000, el Sr.
Walter Espinoza Torrico, Director General del Tesoro, presenta la denuncia No. 3223 ante
la misma División, por supuesta falsedad material, en contra de los presuntos autores,
habiendo sido mencionado el recurrente en el informe del Banco Unión. Durante la
investigación, el Fiscal recurrido, requirió se expida cédula de comparendo en contra de
Mario Rosendo Reguerin a objeto de que preste su declaración informativa el día 29 de
septiembre de 2000, a horas quince, con la que fue notificado, en 28 de septiembre de 2000.
3.- Que la primera denuncia fue investigada y remitida ante el Juez competente, la segunda
denuncia se encuentra en proceso de investigación, por lo que no se puede afirmar aún que
exista relación o no con los hechos de la anterior denuncia; en cuyo momento se podrá
disponer, en su caso, la acumulación de ambos procesos por conexitud; sin que de ello se
evidencie acto o procesamiento ilegal alguno o persecución indebida..
CONSIDERANDO: Que de conformidad a lo dispuesto por los arts. 112, 113, 114 y 115,
del Procedimiento Penal, la Policía Judicial tiene atribuciones para realizar las
investigaciones necesarias ante una denuncia de la comisión de hechos delictivos, en cuyo
caso el Fiscal se constituye en el Director de las diligencias de policía judicial por
determinación del art. 90- a), e) de la Ley Orgánica del Ministerio Público. Lo que no
constituye de ninguna manera una instancia procesal jurisdiccional, sino una fase de
investigación de la cual puede o no derivar el inicio de un proceso.
Que en la especie, la investigación realizada en sede policial no puede ser considerada
como un procesamiento indebido, menos persecución indebida, máxime si se ha librado el
respectivo mandamiento de comparendo y no mandamiento de aprehensión, a objeto que la
persona considerada como sospechosa o implicada preste declaración informativa, para el
esclarecimiento de la verdad de los hechos denunciados, en aplicación de los arts. 14,18 y
19 de la Ley del Ministerio Público, que disponen el inicio de la averiguación de los
sucesos.
CONSIDERANDO: Que la amplia jurisprudencia del Tribunal Constitucional determina
que existe procesamiento ilegal e indebido cuando "un Juez o tribunal judicial, a tiempo de
sustanciar un proceso, lesiona la garantía constitucional del debido proceso, el mismo que
exige que los litigantes tengan el beneficio de un juicio imparcial ante los tribunales y que
sus derechos se acomoden por las disposiciones jurídicas generales aplicables a todos
aquellos que se hallen en una situación similar, es decir, implica, el derecho de toda persona
a un proceso justo y equitativo, lo que importa a su vez el derecho a la defensa, el derecho a
un juez imparcial. Asimismo, el procesamiento ilegal o indebido se produce también por la
infracción de las disposiciones legales procesales, es decir, los procedimientos y
formalidades establecidas por Ley" (Auto Const. No. 345/99), hechos que en el caso de
autos no se dan, no habiendo las autoridades recurridas, vulnerado garantía constitucional
alguna, ni incurrido en acto alguno que implique un desconocimiento de las garantías
constitucionales del debido proceso, menos infringido disposiciones legales procesales.
Que, asimismo la jurisprudencia Constitucional, establece como persecución ilegal e
indebida "la acción de un funcionario público o autoridad judicial que busca, persigue u
hostiga a una persona sin que exista motivo legal alguno y una orden expresa de captura
emitida por autoridad competente en los casos establecidos por la ley, o cuando se emite
una orden de detención, captura o aprehensión al margen de los casos previstos por Ley e
incumpliendo las formalidades y requisitos de Ley".(S. C.450/00.) Acciones que de
ninguna manera se presentan en el caso que nos ocupa, pues no se puede calificar como
persecución indebida las atribuciones propias de los funcionarios recurridos que han sido
cumplidas conforme a las normas previstas en el ordenamiento jurídico nacional.
CONSIDERANDO: Que, en consecuencia, el Juez de Hábeas Corpus, ha evaluado
correctamente los antecedentes del proceso y las normas legales aplicables al mismo al
declarar improcedente el Recurso.
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por
mandato de los artículos 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la
Ley 1836, APRUEBA la Resolución de fojas 18-20 de obrados, pronunciada en 03 de
octubre de 2000, por el Juez Tercero de Partido en lo Penal de la Corte Superior del Distrito
Judicial de La Paz.
Regístrese y devuélvase.
No interviene el Magistrado Pablo Dermizaky Peredo, por encontrarse con licencia por
razones de salud. Tampoco firma el Magistrado René Baldivieso Guzmán, por estar en uso
de su vacación anual.

Fdo. Dr. Hugo de la Rocha Navarro.- Presidente a.i.


Dr. Willman R. Durán Ribera.- Magistrado
Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas.- Magistrada
Dr. Rolando Roca Aguilera.- Magistrado Suplente en ejercicio de Titularidad
Dr. José Antonio Rivera Santiváñez.- Magistrado Suplente en ejercicio de Titularidad
SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 1003/00-R

Expediente: No. 2000-01369-03-RAC


Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Partes: Gerardo Rueda Carrizales contra Edgar Ortiz Caso, Presidente del Consejo de
Administración de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado Tarija, COSAALT
Ltda.
Distrito: Tarija
Lugar y fecha: Sucre, 30 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la sentencia de fs. 401 y vta. de obrados, pronunciada el 29 de agosto


de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de Tarija, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Gerardo Rueda Carrizales contra Edgar Ortiz Caso,
Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios de Agua y
Alcantarillado Tarija, COSAALT Ltda., los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de fs. 10 a 11 de obrados, refiere que


fue designado Gerente General de COSAALT Ltda. por haber alcanzado el mayor puntaje
en el concurso de méritos, habiendo sido contratado inicialmente por 89 días y por
Resolución Nº 016/00 el Consejo de Administración resolvió la renovación del contrato por
otros 89 días hasta el 13 de agosto de 2000. Relata que desempeñando sus funciones y ante
una difícil y desesperada situación familiar, el 25 de mayo último, se vio obligado a pedir
un préstamo de dinero de los Cajeros de la Institución por un día; sin embargo, le fue
imposible devolverlo al día siguiente, ya que por motivos de trabajo tuvo que salir
temprano al campo, por lo que devolvió el dinero el sábado 27 de mayo de 2000, pero
lamentablemente dichos hechos no los pudo demostrar debido a que no se le dio la
oportunidad de asumir su defensa pese a que continuó trabajando. Aduce que el 23 de junio
de 2000, fue sorprendido con el Memorando Nº C.ADM. 073/00, por el que se le comunica
que ante una conducta funcionaria dolosa suya, por disposición del Consejo de
Administración y de Vigilancia de COSAALT, se decidió prescindir de sus servicios, sin
procesarlo como manda el ordenamiento jurídico.

Que, por lo expuesto y al haberse restringido su derecho a la defensa previsto en el art. 16


de la Constitución Política del Estado, interpone el presente Recurso, pidiendo sea
declarado procedente, disponiéndose que la autoridad demandada deje sin efecto el
Memorando que comunica su despido y se le restituya sus derechos de Gerente General con
todos los emolumentos que fueron restringidos, más costas.

CONSIDERANDO: Que, ingresando al análisis del Amparo éste Tribunal advirtió que la
notificación con el memorial del Recurso se efectuó a persona distinta de la recurrida, por
lo que mediante Sentencia Constitucional Nº 769/00-R de 11 de agosto de 2000, anula
obrados hasta el estado de citarse legalmente a la autoridad recurrida, lo cual fue cumplido
por el Tribunal de Amparo habiéndose realizado consecuentemente otra audiencia pública y
dictado una nueva sentencia, la cual ahora se revisa.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 29 de agosto de 2000, cual


consta de fs. 395 a 400 y vta. de obrados, el recurrente por medio de sus abogados ratificó
el tenor de su demanda y ampliándola señaló que como más prueba, aporta las
Resoluciones pronunciadas por el Consejo de Administración, las cuales son una muestra
del intento que se hizo por salvar la omisión que se denuncia, pues por la Resolución Nº
22/00 de 21 de julio se dispuso la instauración del proceso sumario administrativo en su
contra, aplicando para dicho efecto el Reglamento Interno de Personal y la normativa
correspondiente, instruyendo al Jefe de Recursos Humanos proceda en el plazo de 8 días a
levantar el acopio informativo. Que, al haber sido notificado con el auto de apertura del
proceso, opuso la "...excepción de falta de competencia de los Tribunales y de prescripción
de la acción en base y sustento a las normas que rigen la Cooperativa...", las cuales
mediante la Resolución Nº 1 de 10 de agosto de 2000, fueron declaradas procedentes por el
Sumariante, en base al informe conjunto de Asesoría Legal, que indicaba que el Consejo de
Administración no tenía competencia según el art. 58 del Estatuto Orgánico y en el 2do.
punto establecía que el Reglamento Interno de Personal sólo regula el procesamiento de los
trabajadores. En cuanto a la prescripción se la declara procedente de conformidad al art. 73
del referido Reglamento.

Que, lo expuesto demuestra que nunca se instauró proceso administrativo en su contra y


que pese al tiempo transcurrido se siguen restringiendo sus derechos como Gerente,
suspendiendo algunas de sus atribuciones, lesionándose sus derechos previstos y
garantizados en los arts. 6, 7-d), 16 y 19 de la Constitución Política del Estado; 1, 8 y 25 del
Pacto de San José de Costa Rica, 10 y 11 de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos; 20 de la Ley del Funcionario Público y 29 de la Ley SAFCO, por lo que pide se
declare procedente el Recurso y nulo el memorando de destitución.

Por su parte el recurrido prestó informe alegando que la Cooperativa es una entidad
privada, por tanto las normas citadas por el recurrente no se pueden aplicar y que con el
despido no se ha violado ningún derecho, dado que éste no es un acto ilegal u omisión
indebida porque está previsto en la Ley. Aduce que COSAALT, se rige por la Ley General
del Trabajo en sus relaciones obrero patronales y que son facultades del patrón retirar a los
trabajadores con o sin causal, sumándose a ello el art. 51 del D.S. Nº 21060, por lo que las
empresas públicas y privadas podrán convenir y prescindir contratos de trabajo. Afirma que
el recurrente reconoce que existe un contrato de trabajo que establece que la Cooperativa se
reserva el derecho de dejarlo sin efecto en caso de incumplimiento. Añade que si en un
momento se pretendió seguir un proceso, fue por inducción y en cumplimiento al fallo de la
Corte que luego fue anulado por el Tribunal, además de que el Reglamento de Personal
Interno sólo es aplicable a los trabajadores y no al recurrente porque éste al ser Gerente y
tener derecho a voz es parte de la Directiva, lo cual ha sido reconocido también por el
recurrente en sus memoriales que oponen excepciones; consecuentemente, no se le podía
seguir juicio, dado que como Gerente tenía derecho a voz, formando parte del Directorio,
con atribuciones y facultades incluso de contratar y despedir; por lo que fue despedido por
el Consejo de Administración conforme al art. 59-c) con relación al 95 de la Ley General
de Sociedades Cooperativas. Finalmente pide que el Recurso sea declarado improcedente al
tenor del art. " 96-d) " de la Ley Nº 1836, por haber cesado los efectos del acto reclamado,
ya que el recurrente se encuentra ejerciendo sus funciones.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el


requerimiento Fiscal, declara procedente el Amparo Constitucional, con el fundamento de
que la Cooperativa de Agua y Alcantarillado Ltda. infringió las garantías constitucionales
al despedir al recurrente sin haberlo sometido a un debido proceso conforme al art. 16-I-II y
III de la Constitución Política del Estado.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, el recurrido en su informe prestado en la audiencia del Recurso pide se declare


improcedente el mismo al tenor del "...art. 196 inc. d)..." de la Ley del Tribunal
Constitucional, por cuanto han cesado los efectos del acto reclamado, ya que el recurrente
se encuentra ejerciendo las funciones de Gerente.

2. Que, la afirmación referida no fue negada por el recurrente, quien más bien corroboró
dicho extremo al señalar en audiencia que: "...lamentablemente pese a que ha pasado
bastante tiempo los derechos como Gerente siguen siendo restringidos por el Consejo de
Administración, ya que el Estatuto establece claramente las atribuciones del Gerente
General, y entre ellas por ejemplo la firma de cheques en forma conjunta con autoridades
del Consejo, pero dicha atribución ha sido suspendida, como también así otros trámites
administrativos de su exclusiva competencia..."; empero dicha afirmación no es evidente,
dado que de la información adicional solicitada, se constata que cursan los memorandums
Nº C.ADM. Nº 113/00 de 10 de julio y Nº ADM 176/00 de 1º de septiembre de 2000,
mediante los cuales se restituye a sus funciones al recurrente en la plenitud de sus
atribuciones, quedando sin efecto el memorandum de despido, así también se colige de la
certificación expedida por el recurrido.

CONSIDERANDO: Que, el Recurso de Amparo Constitucional ha sido instituido en el art.


19 de la Constitución Política del Estado contra "...los actos ilegales y omisiones indebidas
de los funcionarios o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir
los derechos y garantías de la persona..."; precepto que en el caso de autos es inaplicable,
en virtud a lo establecido por el art. 96-2) de la Ley Nº 1836 que prescribe: "...El Recurso
de Amparo no procederá contra... 2) ... o cuando hubieren cesado los efectos del acto
reclamado", lo cual es evidente en el caso presente, dado que el recurrente ha sido restituido
a sus funciones de Gerente en la Cooperativa de Servicios de Agua Potable y Alcantarillado
Ltda.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19.IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley No. 1836, REVOCA la Sentencia corriente a fs. 401 y vta. de obrados, pronunciada
el 29 de agosto de 2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de Tarija
y declara IMPROCEDENTE el Recurso planteado, disponiendo que el Tribunal de Amparo
proceda conforme al art. 102.III de la Ley Nº 1836.

Regístrese y devuélvase.
Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, Dr. René Baldivieso Guzmán y Dr. José
Antonio Rivera Santiváñez no intervienen, el primero y el tercero por encontrarse con
licencia, el segundo por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 769/00-R

Expediente: No. 2000-01369-03-RAC


Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Partes: Gerardo Rueda Carrizales contra Edgar Ortíz Caso, Presidente del Consejo de
Administración de la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado Tarija, COSAALT
Ltda.
Distrito: Tarija
Lugar y fecha: Sucre, 11 de agosto de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la sentencia de fs. 249 a 250 de obrados, pronunciada el 7 de julio de


2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de Tarija, dentro del
Amparo Constitucional interpuesto por Gerardo Rueda Carrizales contra Edgar Ortíz Caso,
Presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa de Servicios de Agua y
Alcantarillado Tarija, COSAALT Ltda., los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su demanda de fs. 10 a 11 de obrados, refiere que


fue designado Gerente General de COSAALT Ltda. por haber alcanzado el mayor puntaje
en el concurso de méritos, siendo contratado inicialmente por 89 días y por la Resolución
Nº 016/00 el Consejo de Administración resolvió la renovación del contrato por otros 89
días hasta el 13 de agosto de 2000. Relata que desempeñándose en sus funciones y ante una
difícil y desesperada situación familiar, el 25 de mayo último, se vio obligado a pedir un
préstamo de dinero de los Cajeros de la Institución por un día; sin embargo le fue imposible
devolverlo al día siguiente, ya que por motivos de trabajo tuvo que salir temprano al
campo, por lo que devolvió el dinero el sábado 27 de mayo de 2000, pero lamentablemente
dichos hechos no los pudo demostrar debido a que no se le dio la oportunidad de asumir su
defensa pese a que continuó trabajando. Aduce que el 23 de junio de 2000, fue sorprendido
con el Memorandum Nº C.ADM. 073/00, por el que le comunican que ante una conducta
funcionaria dolosa suya, por disposición del Consejo de Administración y de Vigilancia de
COSAALT, se decidió prescindir de sus servicios, sin procesarlo como manda el
ordenamiento jurídico.

Que, por lo expuesto y al habérsele restringido su derecho a la defensa previsto en el art. 16


de la Constitución Política del Estado, interpone el presente Recurso, pidiendo sea
declarado procedente, disponiéndose que la autoridad demandada deje sin efecto el
Memorandum que comunica su despido y se le restituya sus derechos de Gerente General
con todos los emolumentos que fueron restringidos, más costas.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública el 7 de julio de 2000, cual consta


de fs. 246 a 248 y vta. de obrados, el recurrente por medio de su abogado ratificó el tenor
de su demanda y ampliándola señaló que lo que pretende es salvar una omisión indebida, la
violación de un derecho y una garantía constitucional, ya que no se ha respetado "el
principio fundamental a la defensa" ni a la presunción de inocencia, además de que se ha
omitido el proceso previo que establezca una sanción, donde se haya abierto término de
prueba y se le hubiera notificado. En seguida, el Gerente General a.i. de COSAALT
LTDA., da lectura a su informe presentado por escrito en el cual señala que el recurrente
tenía la vía laboral para efectuar sus reclamos. Aduce que el recurrente tuvo derecho a la
defensa a través de su abogada, que en ningún momento se han suprimido o restringido los
derechos y garantías del recurrente, "ya que el 14 de junio de 2000 participó la abogada del
recurrente" y luego se pidió la reconsideración del despido extemporáneamente. Que el
proceso administrativo se ha realizado según el art. 72 del Reglamento Interno de Personal,
indica que la notificación con dicho proceso al recurrente la hizo el Presidente del Consejo
de Administración por lo que no figura la constancia en el proceso. Finalmente reconoció
que no se notificó con la apertura del periodo de prueba.

Que, finalizada la audiencia pública el Tribunal del Recurso de acuerdo con el


requerimiento Fiscal, declara procedente el Amparo Constitucional, con el fundamento de
que el recurrente no fue escuchado en el supuesto proceso dentro del plazo establecido por
el Reglamento Interno de COSAALT Ltda.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, la demanda del Recurso fue interpuesta contra Edgar Ortíz Caso, Presidente del
Consejo de Administración de COSAALT. Ltda, en virtud a que dicho Consejo fue el que
instruyó la destitución del recurrente como Gerente General de COSAALT LTDA; sin
embargo con dicha demanda el recurrido no fue citado personalmente ni por cédula,
habiendo sido citado el Gerente General a.i. quien presentó informe por escrito e intervino
en la audiencia pública del recurso, aduciendo tener la representación legal en base a un
memorandum de designación otorgado por otro Gerente General a.i. de la Cooperativa.

2. Que, el Estatuto Orgánico de COSAALT Ltda. en su art. 59-c) establece como facultad
del Consejo de Administración el "Nombrar y renovar al Gerente General...". Asimismo, el
art. 61-a) del mismo Estatuto, prescribe como atribución del recurrido como Presidente del
Consejo de Administración el "Ejercer la representación legal de la Cooperativa..."; que en
dicha calidad el Presidente del referido Consejo no otorgó ninguna clase de poder a
Eduardo Coila Flores ni al que lo designó como Gerente General a.i.

CONSIDERANDO: Que, la Jurisprudencia Constitucional ha establecido en casos como el


presente lo siguiente: "Que, al no haberse citado legalmente al recurrido en forma personal
ni por cédula, sino a persona distinta, se ha infringido el art. 19.II de la Constitución
Política del Estado y 100 de la Ley Nº 1836..." (Auto Constitucional Nº 038/99 - R de 3 de
agosto de 1999), hecho que ha ocurrido en el caso de autos, por cuanto se ha citado a otro
funcionario, quien no acreditó conforme a derecho ser el representante legal de COSSALT
Ltda., ni de la autoridad recurrida para responder a la demanda del Recurso y menos para
intervenir en la audiencia pública que se señaló al efecto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102-V de
la Ley No. 1836, ANULA obrados hasta el estado de citarse legalmente a la autoridad
recurrida con la demanda de fs. 10 a 11 de obrados.

Se recomienda al Tribunal del Recurso que en casos posteriores debe verificar las
citaciones cuidadosamente y analizar la personería jurídica del que acuda en representación
de la parte recurrida.

Regístrese y devuélvase.

El Magistrado Dr. Pablo Dermizaky Peredo, no interviene por encontrarse en uso de su


vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro


PRESIDENTE a.i.

Dr. René Baldivieso Guzmán Dr. Willmán R. Durán Ribera


MAGISTRADO MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Felipe Tredinnick Abasto


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la Titularidad
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 1004/2000-R

expediente: 2000-01631-04-RAC
Partes: Julio Flores Flores contra Wilma Araoz de Gutiérrez y Antonio Navia Durán, Fiscal
de Distrito y Director Nacional Financiero de la Fiscalía General de la República,
respectivamente
Materia: AMPARO CONSTITUCIONAL
Distrito: Tarija
Lugar y Fecha: Sucre, 30 de octubre de 2000
Magistrada Relatora: Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 194 a 195 de 18 de septiembre de 2000


pronunciada por los Vocales de la Sala Penal de la Corte Superior del Distrito Judicial de
Tarija, dentro del Recurso de Amparo Constitucional interpuesto por Julio Flores Flores
contra Wilma Araoz de Gutiérrez y Antonio Navia Durán, Fiscal de Distrito y Director
Nacional Financiero de la Fiscalía General de la República, respectivamente, los
antecedentes que cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que por memorial cursante de fs. 3 a 4 de obrados, presentado el 9 de


septiembre de 2000, el recurrente manifiesta que por memorando Nº 34/2000 firmado por
los recurridos fue destituido de las funciones de Jefe de Finanzas de la Fiscalía del Distrito,
determinación que vulnera elementales garantías constitucionales. Afirma que todo el
ordenamiento jurídico a partir de la Constitución Política del Estado en sus arts. 7-d), 16 y
19 así como el art. 28-b) de la Ley Nº 1178, proclaman de manera incuestionable el previo
y debido proceso para aplicar sanción a un servidor público, que en el caso concreto no han
sido observadas al haberse emitido un memorando arbitrario, por lo que interpone el
Recurso de Amparo, pidiendo sea declarado procedente y en consecuencia nulo el
memorando disponiéndose su restitución así como la cancelación de sus sueldos por el
tiempo de despido, sea con calificación de daños y perjuicios y costas.

CONSIDERANDO: Que tramitado el Recurso conforme a Ley, se realiza la audiencia


pública el 18 de septiembre del año en curso, como consta del acta de fs. 191 a 193, donde
el recurrente reitera los términos de su demanda y ampliándola señala que fue retirado de la
Fiscalía de Distrito donde desempeñaba las funciones de Jefe de Finanzas, sin proceso
previo y conculcándose su derecho a defensa además del hecho de que los recurridos
quienes firmaron su memorando de destitución no tenían atribuciones para el efecto
reconocidas por el Manual de Funciones del Ministerio Público.

Por su parte, las autoridades recurridas informaron que con motivo de la reestructuración
administrativa se vio por conveniente agradecer los servicios del recurrente por memorando
Nº 34/2000, en consideración a la creación del Escalafón del Ministerio Público que exige
como requisito indispensable para el cargo que desempeñaba el recurrente tener título en
provisión nacional de auditor financiero, economista o administrador de empresas, que no
ostenta éste, aclarando que el cargo es de libre remoción y no está sujeto al régimen que
existe para los Fiscales. Refiere que la destitución dispuesta está amparada en el D.S. Nº
21060, debiendo considerarse que la reestructuración busca optimizar el recurso humano de
la Institución. Añade que el Ministerio Público instauró procesos penales contra el
recurrente que al presente se están sustanciando. Concluye manifestando que el recurrente
debió representar la decisión de su destitución ante el Fiscal General de la República, no
siendo el Recurso de Amparo sustitutivo de otro medio o recurso que tenía a su disposición
el recurrente por lo que pide se declare improcedente el Recurso.
Concluida la audiencia, el Tribunal de Amparo dicta la Resolución cursante de fs. 194 a
195, declarando improcedente el Recurso con el fundamento de que el recurrente tenía
expedito el recurso de apelación ante el Fiscal General de la República, no siendo el
Recurso de Amparo Constitucional sustitutivo de otros recursos.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y derecho del expediente
se evidencian los siguientes extremos:

1. Que el recurrente desempeñaba el cargo de Jefe Distrital de Finanzas en la Fiscalía del


Distrito de Tarija, ostentando el título de Técnico Superior en Contabilidad, no estando
registrado en el Colegio de Contadores como tal y que por lo tanto no tenía el título de
Auditor Financiero, Economista o Administrador de Empresas que el Escalafón del
Ministerio Público exige para ese cargo jerárquico, conforme lo afirmó la Fiscal recurrida
en la audiencia, aspecto no contrariado por el recurrente.

2. Que por Memorando Nº 34/2000 de 14 de agosto de 2000 firmado por las autoridades
recurridas se le agradece sus servicios por razones de reestructuración administrativa (fs. 1).

3. Que el Ministerio Público, por cuerda separada, instauró procesos penales contra el
recurrente por presuntas graves irregularidades cometidas en el ejercicio de sus funciones,
en base a informes elaborados al efecto, conforme consta en la documentación que cursa en
el expediente.

CONSIDERANDO: Que la Ley Nº 1469 de 19.02.93 del Ministerio Público se refiere al


Personal Administrativo al que pertenece el recurrente, sólo en el art. 127, disponiendo que
sus funciones y requisitos de designación se normarán por el Reglamento Interno y el
Manual de Organización y Funciones y no establece nada con respecto a su retiro.

Que no obstante, analizada la normativa del Ministerio Público en materia disciplinaria, se


tiene que el Reglamento de la Ley del Ministerio Público D.S. Nº 23595 de 02.08.93 no
está en vigencia porque no fue publicado según consta en la certificación de la Gaceta
Oficial y que el Manual Nacional de Organización y Funciones del Ministerio Público no
establece un procedimiento para el retiro del Personal Administrativo.

Que sin embargo, las Normas Básicas del Sistema de Administración de Personal aprobado
por R.S. Nº 217064 de 23.05.97 que es aplicable a todos los servidores públicos como lo es
el recurrente, en su art. 92-b) dispone entre las causas de retiro del funcionario público, la
"decisión de la máxima autoridad ejecutiva de la entidad o la autoridad competente respecto
al personal de categoría superior designado mediante invitación directa". Que el recurrente
es la primera autoridad administrativa del Distrito Judicial de Tarija, que no fue designado
por concurso de méritos sino directamente por el Fiscal General de la República mediante
Memorando Nº 36/92 de 2 de mayo de 1992 (fs. 47), siendo por tanto de libre remoción por
la autoridad competente, en el caso el Director Nacional Financiero de la Fiscalía General
de la República, su superior en grado y la primera autoridad administrativa por razones de
reestructuración administrativa con el objeto de buscar mayor eficiencia en los recursos
humanos de la Institución y otras, por lo que tal decisión se encuadra a Ley,
correspondiendo la apelación ante el Fiscal General de la República en el marco de la
atribución conferida a dicha autoridad por el art. 41- r) de la Ley del Ministerio Público.

CONSIDERANDO: Que conforme lo dispone el art. 94 de la Ley Nº 1836 procederá el


Recurso de Amparo Constitucional contra toda resolución acto u omisión indebida de
autoridad o funcionario siempre que no hubiere otro medio o recurso para la protección
inmediata, de los derechos y garantías restringidas suprimidas o amenazadas, que no
corresponde al presente caso.

Que la jurisprudencia que cursa en el proceso (fs. 17) se refiere al despido de un


funcionario del Magisterio Rural, que pertenece al sistema educativo que tiene normas y
procedimientos disciplinarios totalmente claros, aplicables tanto a los docentes como a los
administrativos, lo que no ocurre en el caso de autos.

Que el Tribunal de Amparo al haber declarado improcedente el Recurso ha evaluado


correctamente los datos del proceso.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 102-V de la
Ley Nº 1836, APRUEBA aunque con otros fundamentos la Resolución de 18 de septiembre
de 2000, cursante a fs. 194 a 195 de obrados pronunciada por la Sala Penal de la Corte
Superior del Distrito Judicial de Tarija.

No intervienen los Magistrados Dres. Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia
por razones de salud y René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación
anual.

Regístrese y devuélvase
Dr. Hugo de La Rocha Navarro Dr. Willman R. Durán Ribera
PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE EN
EJERCICIO DE LA TITULARIDAD

Expediente Nº 2000-01646-04-RDN

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 224/2000- CA

Partes: Alejandro Centellas Quezada, Carlos Vicente Aranibar Escarcha y Raúl Angelo
Porcel Gonzáles, Diputados Nacionales contra los Vocales de la Corte Nacional Electoral,
Iván Guzmán de Rojas, Alfedo Bocangel Peñaranda Rolando Costa Ardúz y Jorge Lazarte
Rojas.
Materia: Recurso Directo de Nulidad.
Fecha: 30 de octubre de 2000

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad interpuesto por Alejandro Centellas Quezada ,


Carlos Vicente Aranibar Escarcha y Raúl Angelo Porcel Gonzáles, Diputados Nacionales,
en su calidad de miembros de la bancada parlamentaria mirista por el Departamento de
Potosí contra los Vocales de la Corte Nacional Electoral, Iván Guzmán de Rojas, Alfedo
Bocangel Peñaranda Rolando Costa Ardúz y Jorge Lazarte Rojas, demandando la nulidad
del punto segundo de la Resolución Nº 230/2000 de fecha 28 de agosto de 2000
pronunciada por la Sala Plena de la Corte Nacional Electoral; y,

CONSIDERANDO: Que, por Auto Constitucional Nº 198/2000-CA de 5 de octubre de


2000, cursante a fojas 13-14 del expediente, se dispuso que el recurrente dé cumplimiento
en el plazo de 10 días, a los requisitos exigidos por el art. 82.II de la Ley del Tribunal
Constitucional, con la presentación de la documentación respectiva que acredite la
personería de los recurrentes.

Que, notificados los recurrentes en fecha nueve de octubre de 2000 con el Auto
Constitucional Nº 198/2000-CA de 5 de octubre de 2000, cual consta de la diligencia de
fojas 15 del expediente, presentan el memorial de 27 del presente mes y año destinado a
subsanar los defectos formales, fuera del término establecido en el Auto Constitucional
antes aludido; además no acompañan el Testimonio Nº 3486/2000 de 25 de octubre de 2000
de poder amplio y suficiente citado en su memorial.

POR TANTO: La Comisión de Admisión en aplicación a lo dispuesto por el Art. 32 de la


Ley Nº 1836, dispone tenerse por NO PRESENTADO el recurso interpuesto por Alejandro
Centellas Quezada, Carlos Vicente Aranibar Escarcha y Raúl Angelo Porcel Gonzáles,
Diputados Nacionales, de fojas 10-11 del expediente.

Regístrese, hágase saber y archívese.

Corresponde al Auto Constitucional Nº 224/2000-CA

COMISION DE ADMISION

Dr. Hugo de La Rocha Navarro


DECANO
EN EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Duran Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

SENTENCIA CONSTITUCIONAL Nº 1005/00-R

Expediente: No. 2000-01650-04-RAC


Partes: Willy W. Arandia Zarate en representación con mandato de Antonio Freddy Rojas
Torrez contra María del Carmen Ponce de Rocha, Victor Hugo Escobar Herbas, Presidenta
y Vocal de la Sala Civil Segunda; Jesús A. Fernández, Juez Segundo de Partido en lo Civil
y Guido Treviño Gamboa.
Materia: Recurso de Amparo Constitucional
Distrito: Cochabamba.
Lugar y fecha: Sucre, 30 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: En revisión la Resolución de fs. 31 a 32 de obrados, pronunciada el 21 de


septiembre de 2000, por la Sala Social y Administrativa de la Corte Superior del Distrito de
Cochabamba, dentro del Amparo Constitucional interpuesto por Willy W. Arandia Zarate
en representación con mandato de Antonio Freddy Rojas Torrez contra Maria del Carmen
Ponce de Rocha, Victor Hugo Escobar Herbas, Presidenta y Vocal de la Sala Civil
Segunda; Jesús A. Fernández, Juez de Partido Segundo en lo Civil y Guido Treviño
Gamboa, los antecedentes arrimados al expediente; y

CONSIDERANDO: Que, el recurrente en su memorial del Recurso de 16 de septiembre de


2000, corriente de fs. 11 a 24 de obrados, afirma que su representado dentro de un proceso
ejecutivo seguido por Guido Treviño Gamboa contra Efraín Chacón Mérida sustanciado
ante el Juzgado a cargo del Juez recurrido, sin que él sea parte, garante ó hubiera ofrecido
sus bienes en garantía, éstos le fueron embargados ilícitamente por dicha autoridad. Refiere
que en el documento de crédito, base de la demanda, sólo existe la garantía solidaria y
mancomunada de Rubén Ayala Camacho y sin embargo el ejecutante en su demanda pide
la anotación preventiva de su camión, sin especificar siquiera el derecho propietario; el Juez
de la causa por Auto de 8 de abril de 2000 da curso a la solicitud disponiendo que Tránsito
proceda a lo solicitado y sin dictar Auto Interlocutorio u otro decreto libra el mandamiento
de embargo sobre los bienes propios del ejecutado, pero lo aberrante del caso es que el
Oficial de Diligencias traba el embargo sobre su camión y lo entrega a un depositario
sacándolo del servicio público.

Manifiesta que no obstante que planteó oportunamente la tercería de dominio excluyente y


siendo ésta de previo y especial pronunciamiento, sin resolverla el Juez dictó sentencia
disponiendo el pago, bajo conminatoria de rematarse su camión. Señala que el ilegal Auto
de 26 de octubre de 1999, reconoce hechos y documentos que no son evidentes, ya que
Antonio Freddy Rojas Torrez jamás vendió ningún camión a Gabriel E. Montaño, pues no
existe ninguna transferencia que así lo demuestre, sólo un compromiso de venta, que
además no contiene los requisitos exigidos por los arts. 450 y sgtes. del Código de
Procedimiento Civil y por otra parte vulnera lo previsto en el art. 1556 del Código Civil.
Aduce que el Juez recurrido en el Auto dictado se basa en presunciones y no en la Ley,
quebrantando los arts. 477 del Código de Procedimiento Civil con relación a los arts. 1283
a 1286, 1318 y 1320 del Código Civil, pretendiendo hacer aparecer como cierta una venta
que nunca se realizó. No obstante aquello, para "rematar su ilegal obra", el juzgador indica
que el derecho propietario de su mandante no ha sido demostrado, lo que no es cierto ya
que lo hizo con el carnet de propiedad y certificado de derecho propietario.

Que, ante la resolución ilegal se apeló oportunamente, dictándose el Auto de Vista de 25 de


julio de 2000, confirmando y manteniendo todos los "hierros de interpretación del Auto
definitivo" que resolvía la tercería excluyente, estableciéndose erróneamente también que
su carnet de propiedad sólo era válido en el tiempo que había sido expedido, ignorando con
ello los arts. 1287-I y 1289 del Código Civil y haciendo una mala interpretación y
aplicación indebida de los arts. 6, 7-c)-d)-i) y j), 8-a)-b) y e), 22.I, 29, 31, 32, 34, 35, 228 y
229 de la Constitución Política del Estado; 157 al 159, 179, 498, 500, 502, 355 al 360, 397,
477 y 513 del Código de Procedimiento Civil; 105, 450, 452, 453, 519, 521, 549, 554, 584,
1285 al 1287, 1289, 1318, 1320, 1544 del Código Civil; en lugar de aplicar los arts. 523,
531, 544, 549 y 554 del Código Civil y 329 del Reglamento del Código de Tránsito. Que
por lo expuesto y habiendo agotado todos los recursos que otorga la Ley, interpone Amparo
Constitucional, pidiendo sea declarado procedente y se disponga: 1) La revocatoria del
Auto de Vista de 25 de Julio de 2000; 2) La procedencia de la tercería excluyente con todos
sus efectos legales; 3) Que se entregue a su mandante el camión placa CSI-456; 4) Se le
restituyan el derecho propietario y posesorio conculcados; 5) El desembargo; 6) El pago del
ejecutante al depositario; 7) Se condene con responsabilidad civil, daños y perjuicios y 8)
Se remitan antecedentes al Ministerio Público.

CONSIDERANDO: Que, instalada la audiencia pública del Recurso el 21 de septiembre de


2000, cual consta a fs. 30 de obrados, el recurrente por medio de su abogado ratifica y
reitera los términos expuestos en su Recurso.

Por su parte los vocales recurridos, prestaron informe señalando que el Auto de Vista
confirmatorio fue dictado con la debida fundamentación y que el Recurso no procedía
contra resoluciones judiciales, por lo que solicitaron se declare improcedente. A su turno el
Juez recurrido informó por escrito indicando que en el juicio ejecutivo seguido por Guido
Treviño Gamboa contra Efraín Chacón Mérida se dictó sentencia el 1 de julio de 1999,
también se dispuso la anotación preventiva y se procedió al embargo. Que, el 4 de mayo de
1999, el mandante interpuso tercería, siendo notificado el ejecutado el 22 de junio de 1999
y el ejecutante el 25 de agosto del mismo año, por lo que no se podía dictar la "sentencia de
tercería" antes que la del juicio, si la notificación fue efectuada con posterioridad al
pronunciamiento de la sentencia. Que, "la sentencia de la tercería fue dictada el 26 de
octubre de 1999, declarándola improbada, llegando su autoridad a dicha determinación por
la prueba literal que acompañó el ejecutante, donde se evidencia que Antonio Rojas Torrez
transfirió a Gabriel Eugenio Montaño Rojas, quien inclusive se comprometió" (fs. 29) "...a
hacer suscribir la minuta por aquél a favor de Efraín Chacón...instrumentos que tienen la
fuerza probatoria dispuesta por el art. 1297 del Código Civil y en el proceso no se ha
desvirtuado dicha prueba..."., razones por las que concluye pidiendo que el Recurso se
declare improcedente. Finalmente, el abogado del ejecutante recurrido, expresó que la
tercería fue declarada improbada, disponiéndose incluso se remitan antecedentes al
Ministerio Público por existir colusión por un lado, y por otro que el Auto de Vista se
encuentra ejecutoriado, motivos por los que también solicitó que el Amparo sea declarado
improcedente.

Concluida la audiencia pública, el Tribunal del Recurso declara improcedente el Amparo


Constitucional con los fundamentos siguientes: 1) Que está demostrado que el ejecutado
adquirió el vehículo de quién lo poseía y decía ser legítimo propietario, ya que el
documento lleva firmas reconocidas; 2) Que, el carnet de propiedad que se exhibe es de 23
de diciembre de 1993 y el documento de transacción es de 7 de enero de 1999; 3) Que,
existen fallos ejecutoriados y que fueron dictados con estricta sujeción a normas legales que
no pueden ser dejados sin efecto por la vía del Amparo Constitucional, al margen de haber
otras vías; 4) Que el Recurso se ha planteado sin la inmediatez oportuna, ya que el embargo
se realizó hace 18 meses y 5) Que, existe un documento transaccional cuya nulidad no se ha
demandado, no siendo suficiente su desconocimiento verbal.

CONSIDERANDO: Que, del análisis del expediente se arriba a las conclusiones siguientes:

1. Que, ante el Juzgado a cargo del recurrido, se sustancia el proceso ejecutivo, seguido por
Guido Treviño Gamboa contra Efraín Chacón Mérida, dentro del cual el Juez recurrido
mediante Auto de Vista de 8 de abril de 2000, libró mandamiento de embargo contra los
bienes del demandado y de igual modo dispuso que se notifique a la "...Unidad Operativa
de Tránsito para que proceda a la anotación preventiva del vehículo con placa de
circulación CSI-456 de propiedad de Efrain Chacon Mérida...", en cuyo cumplimiento se ha
procedido a la anotación preventiva del camión Volvo (fs. 9), placa CSI-456, previo
mandamiento y acta de embargo (Doc. Adic.); no obstante que según la certificación que
cursa a fs. 9 de obrados, el vehículo objeto del gravamen aún está registrado a nombre del
recurrente en la División de Registro de Vehículos del Organismo Operativo de Tránsito.

2. Que, la única base para que el Juez de la causa, a solicitud del ejecutante, hubiera
ordenado el libramiento de embargo sobre el vehículo reclamado por el recurrente, es el
"DOCUMENTO PRIVADO DE COMPROMISO DE VENTA", suscrito entre Gabriel
Eugenio Montaño Rojas y el ejecutado Efraín Chacón Mérida el 7 de enero de 1999, donde
el primero declara "...ser legítimo propietario de un vehículo motorizado placa CSI-456,
adquirido de su anterior propietario ANTONIO ROJAS TORRES a cuyo nombre aún se
encuentra el carnet de propiedad...", comprometiéndose hacer firmar la minuta de
transferencia con éste.

CONSIDERANDO: Que, el art. 19 de la Constitución Política del Estado, establece "el


Recurso de Amparo contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de los funcionarios
o particulares que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos y
garantías de la persona..."; precepto que es aplicable al caso de autos, por cuanto los
recurridos han vulnerado los derechos de seguridad jurídica, debido proceso y de la
propiedad, previstos y garantizados por los arts. 7-a), 16 y 22 de la Constitución Política del
Estado, dado que el Juez o Tribunal que dirige y conoce un proceso, no puede disponer o
confirmar una medida precautoria sobre un bien ajeno, basándose en simples y meras
presunciones emergentes de un compromiso de venta suscrito entre terceros, sin el apoyo
de otros elementos de prueba y sin la participación de la persona que tiene la calidad de
propietario legítimo, pues en el caso concreto dicha autoridad debió cerciorarse que al
documento suscrito entre el ejecutante y el ejecutado esté anexada la anterior minuta de
transferencia, que acreditara el derecho propietario del vendedor, en defecto de la
inexistencia del carnet de propiedad a nombre del transferente.

Que, las autoridades judiciales recurridas, el Juez al disponer el embargo del vehículo y
declarar improcedente la tercería de dominio excluyente y los Vocales de la Corte Superior
al confirmar el auto interlocutorio definitivo, han incurrido en una acción de hecho que no
sólo vulnera los referidos derechos fundamentales, sino que también infringe los arts. 1320
y 1566 del Código Civil y 121 del Código de Tránsito.
Que, suponer la transferencia de un bien por referencias extraídas de documentos, dando
por válida la calidad de vendedor a una persona que no demuestra dicha condición, es
atentar contra los derechos de seguridad jurídica y de la propiedad, pues así se daría lugar a
que se declaren válidos documentos de venta que contengan declaraciones y afirmaciones
falsas en perjuicio de los que son reales y verdaderos propietarios.

Que, recurrir ante un Juez o Tribunal, a fin de hacer valer sus derechos y agotar las
instancias antes de acudir a la vía constitucional, no importa la anulación de ésta última, al
contrario, el Amparo Constitucional exige que antes de invocarlo, se hubiera acudido a
todos los recursos inmediatos y esto es lo que ha sucedido en el caso presente, pues el
último que tenía a su alcance el recurrente, era el de apelación, del cual hizo uso y fue
resuelto el 25 de julio de 2000.

En consecuencia el Tribunal del Recurso al declarar improcedente el Amparo, no ha


compulsado debidamente los obrados ni dado estricta aplicación al art. 19 de la
Constitución Política del Estado.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato de los arts. 19-IV y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y el art. 102.V de
la Ley Nº 1836, REVOCA la Resolución venida en revisión corriente de fs. 31 a 32 de
obrados, pronunciada el 21 de septiembre de 2000 por la Sala Social y Administrativa de la
Corte Superior del Distrito de Cochabamba y declara PROCEDENTE el Recurso
planteado, disponiendo que el Juez de la causa deje sin efecto el embargo y la anotación
preventiva sobre el vehículo de propiedad del recurrente. Asimismo, ordena que la referida
Sala proceda a la calificación de daños y perjuicios conforme al art. 102.VI de la Ley Nº
1836.

Regístrese y devuélvase.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, Dr. René Baldivieso Guzmán y Dr. José
Antonio Rivera Santiváñez no intervienen, el primero por encontrarse con licencia, el
segundo por estar haciendo uso de su vacación anual y el último por estar con licencia.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad
SENTENCIA CONSTITUCIONAL N° 1006/00-R

Expediente: 2000-01689-04-RHC
Partes: Rodolfo Melgarejo del Castillo en representación sin mandato de Joaquín Herman
Sansuste Justiniano y Fidelina Ruiz de Sansuste contra Lucio Hinojosa Q., Fiscal de
Materia Adscrito a la Policía Técnica Judicial e Iver Gim Valenzuela.
Materia : Hábeas Corpus
Distrito: Santa Cruz
Fecha: 30 de octubre de 2000
Mag. Relator: Dr. Willman Ruperto Durán Ribera

VISTOS: En revisión, la Resolución de fs. 155 a 156 pronunciada en 30 de septiembre de


2000 por la Sala Civil Primera de la Corte Superior del Distrito de Santa Cruz, dentro del
Recurso de Hábeas Corpus interpuesto por Rodolfo Melgarejo del Castillo en
representación sin mandato de Joaquín Herman Sansuste Justiniano y Fidelina Ruiz de
Sansuste contra Lucio Hinojosa Q., Fiscal de Materia adscrito a la Policía Técnica Judicial
e Iver Gim Valenzuela, los antecedentes que cursan en el expediente; y,

CONSIDERANDO: Que en el memorial de fs. 39 a 41, presentado en 28 de septiembre de


2000, el recurrente manifiesta que en el Juzgado Undécimo de Partido en lo Civil, Carlos
Hinojosa Villarroel dedujo una demanda ordinaria de reivindicación de inmueble y otros
contra sus representados, quienes presentaron en calidad de prueba un recibo de reintegro
de pago de impuestos de inmueble y para probar su veracidad ambas partes ofrecieron
peritos para el examen grafológico correspondiente.

Indica que con el informe del perito de la parte demandante, Carlos Hinojosa
maliciosamente sentó una denuncia contra sus representados en la División Delitos contra
la Corrupción Pública, donde el caso se encuentra a cargo de un funcionario corrupto como
es el policía Iver Gim Valenzuela y del Fiscal demandado que es pariente del denunciante,
quien días antes procedió a renovar su Carnet de Identidad haciendo cambio de firmas para
posteriormente denunciar de falso el documento cuestionado. Afirma que todas estas
irregularidades violan las garantías constitucionales de sus defendidos, quienes se
encuentran procesados indebidamente por un supuesto e imaginario delito.
Expresa que la denuncia fue sentada en 26 de julio de 2000 y los hechos que la originan
supuestamente fueron perpetrados en 19 de febrero de 1993, por lo que no es posible que el
Fiscal recurrido no se haya percatado de que el delito denunciado ya ha prescrito conforme
determina el art. 101-2) del Código Penal concordante con el art. 29-2) del nuevo Código
de Procedimiento Penal, acosando las autoridades recurridas desde hace dos meses a sus
defendidos con citaciones de todo tipo, actitudes que importan una persecución indebida.

Por lo expuesto, pide se declare procedente el Recurso y "se disponga el archivo de obrados
por comprobarse además que existe un procesamiento indebido" (sic).
CONSIDERANDO: Que, planteado el Recurso es tramitado conforme a Ley, realizándose
la correspondiente audiencia pública el día 30 de septiembre de 2000, cual consta en el acta
de fs. 154 a 156 de obrados, donde el recurrente a través de su abogado ratificó
íntegramente su demanda, aclarando que la misma ha sido interpuesta por persecución y
procesamiento indebidos.

Por su parte, la autoridad fiscal recurrida informó que existe un proceso de investigación en
la Policía Técnica Judicial contra los esposos Sansuste por los delitos de falsedad material e
ideológica y uso de documento privado; que no es pariente del querellante y que no ha
cometido ninguna arbitrariedad ni persecución o procesamiento indebidos, pues lo único
que está realizando es una investigación en mérito a que en su calidad de director de las
diligencias de policía judicial debe investigar todo delito que se denuncia, para luego
pronunciar el requerimiento correspondiente, por lo que pide se declare improcedente el
Recurso.

A continuación, el Policía Iver Gim Valenzuela procedió a informar que la Constitución y


la Ley Orgánica de la Policía le facultan para realizar investigaciones, resaltando que dio a
conocer al Fiscal las pruebas aportadas. Añade que el abogado de los denunciados interfirió
en las declaraciones de éstos y que incluso le ofreció llevar hechas las declaraciones de sus
defendidos. Finaliza aseverando que en ningún momento ha perseguido a los denunciados,
aclarando que sus actuaciones se han enmarcado en las normas legales, pidiendo en
consecuencia la improcedencia del Recurso.

Concluida la audiencia, el Tribunal de Hábeas Corpus, previo requerimiento fiscal, dictó


resolución de fs. 155 a 156, declarando PROCEDENTE el Recurso, con el fundamento de
que en el caso de autos los delitos ya han prescrito y que este aspecto debió ser tomado en
cuenta por el Fiscal, quien asimismo pudo dar cumplimiento a los plazos establecidos en la
Ley del Ministerio Público para la elaboración y remisión de las diligencias de policía
judicial, las que a pesar de haber transcurrido más de 60 días, aún no han concluido,
deduciéndose de ello la existencia de una persecución y procesamiento indebidos.

CONSIDERANDO: Que del análisis de los elementos de hecho y de derecho del


expediente se evidencian los siguientes extremos:

1. Que la denuncia presentada por Carlos Hinojosa contra los esposos Sansuste por los
delitos de falsedad material e ideológica y uso de instrumento falsificado, se encuentra en
fase investigativa en la Policía Técnica Judicial (fs. 154).
2. Que la autoridad policial procedió a realizar las investigaciones pertinentes y recibir la
declaración del denunciante, sin que conste que hubiera realizado ninguna citación a los
denunciados (fs. 21).

3. Que los esposos Sansuste, mediante memorial, pidieron al Fiscal ahora demandado, el
archivo de obrados aduciendo la inexistencia de los delitos imputados (fs. 37- 38).

CONSIDERANDO: Que el representante del Ministerio Público es el director de las


diligencias de policía judicial y en esa calidad tiene atribuciones para conocer denuncias
por delitos de acción pública o privada con la consiguiente obligación de iniciar la
investigación correspondiente, a cuya conclusión requerirá por la apertura de la causa, el
rechazo de la misma o la remisión de obrados al Tribunal competente junto con los
detenidos si los hubiere, de conformidad con los arts. 11ª), 14, 18, 90-a), e) y g) y 93 de la
Ley del Ministerio Público, 115 y 118 del Código de Procedimiento Penal modificado por
el art. 20 de la Ley N° 1685. Que por su parte, la Policía Técnica Judicial tiene la finalidad
de investigar la comisión de delitos, determinar sus circunstancias, acumular pruebas,
aprehender y entregar a los presuntos autores, partícipes así como a los instrumentos del
delito al órgano jurisdiccional correspondiente, por mandato de los arts. 19 y 91 de la Ley
del Ministerio Público y 112 del Código de Procedimiento Penal.

Que en el caso de autos, las autoridades recurridas han dado estricto cumplimiento a sus
funciones y atribuciones reconocidas por Ley, sin que en ningún momento hayan
perseguido o procesado indebidamente a los representados del recurrente, quienes pese a
ser los denunciados no fueron citados para prestar su declaración informativa policial, no
habiendo cometido contra ellos acto ilegal alguno que amerite la protección establecida por
el art. 18 de la Constitución.

Que por otra parte, la petición de los denunciados sobre el archivo de obrados por
prescripción de la acción penal constituye una cuestión previa que deberá ser presentada y
resuelta en su caso por el Juez competente y en ningún momento por las autoridades
recurridas, cuyas atribuciones se remiten a la investigación del asunto; en todo caso este
extremo podrá ser considerado por el Fiscal al momento de emitir su requerimiento en
conclusiones, dada su incidencia con el límite de tiempo que la Ley le impone a la potestad
punitiva del Estado, que en la clase de delito que se investiga no puede exceder de tres
años.

Que en consecuencia, el Tribunal de Hábeas Corpus al haber declarado PROCEDENTE el


Recurso, no ha interpretado debidamente los alcances del art. 18 de la Constitución Política
del Estado, así como tampoco los hechos y las normas aplicables al presente asunto.

POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción que ejerce por


mandato del Art. 18-III y 120-7ª de la Constitución Política del Estado y 93 de la Ley 1836
REVOCA la Resolución revisada y declara IMPROCEDENTE el Recurso.

Regístrese y devuélvase.

No intervienen los magistrados Pablo Dermizaky Peredo por encontrarse con licencia y
René Baldivieso Guzmán por estar haciendo uso de su vacación anual.

Sentencia Constitucional Nº 1006/00-R (viene de la pág. 3.-)


_____________________________________________________________

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willman Ruperto Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
(En ejercicio de la titularidad)

SENTENCIA CONSTITUCIONAL No. 074/2000

Expediente: No. 2000-01345-03-RDN


Partes: Russel Salomón Corrales Rodríguez contra Constantino Coca, Delio Cusicanqui
Villa, Ricardo Galvis Coca y Wilde Pozo Monroy, Asesor Legal, Jefe de Recursos
Humanos, Técnico en Educación Alternativa y Técnico de Servicios Pedagógicos del
SEDUCA Cochabamba, respectivamente.
Materia: Recurso Directo de Nulidad
Distrito: Cochabamba
Lugar y fecha: Sucre, 31 de octubre de 2000
Magistrado Relator: Dr. Hugo de la Rocha Navarro

VISTOS: El Recurso Directo de Nulidad, interpuesto por Russel Salomón Corrales


Rodríguez contra Constantino Coca, Delio Cusicanqui Villa, Ricardo Galvis Coca y Wilde
Pozo Monroy; Asesor Legal, Jefe de Recursos Humanos, Técnico en Educación Alternativa
y Técnico de Servicios Pedagógicos del SEDUCA Cochabamba, respectivamente;
demandando la nulidad de todos los actuados realizados en el proceso administrativo que se
le siguió en su calidad de Director Distrital de la Provincia Arani; y

CONSIDERANDO I

Que, el recurrente en su demanda cursante de fs. 154 a 157 y vta. de obrados expresa lo
siguiente:

I.1. Que, luego de haberse presentado a la convocatoria que hiciera el Ministerio de


Educación, Cultura y Deportes el 8 de diciembre de 1997 para concurso de méritos y
examen de competencia, fue contratado para el cargo de Director Distrital de la Provincia
Arani del Departamento de Cochabamba, como se evidencia por la Resolución Prefectural
Nº 010/98 de 26 de enero de 1998, para desempeñar dicho cargo por tres años a partir de la
citada fecha. Que, estando desempeñando sus funciones fue denunciado por haber
supuestamente infringido la Ley Nº 1565, dictándose auto de apertura del proceso en su
contra el 20 de enero de 2000, por el cual se abre proceso administrativo en aplicación del
art. 29 de la Ley No. 1178, argumentándose que existían suficientes indicios de infracción a
la citada Ley y los arts. 15 y 18 del D.S. Nº 23318-A, "...por acciones cometidas como mala
administración, desconocimiento de los derechos del maestro, arbitrariedad, prepotencia,
inmoralidad, aplicación de sanciones con carácter retroactivo, cambios y designaciones con
signos de nepotismo y favoritismo, carencia de modales en relación con el personal
subalterno..."; sin embargo, se lo juzgó al amparo del art. 29 de la Ley SAFCO, que está
referido a los malos manejos de fondos propios del Estado.

I.2. Que, los arts. 34 y 36 del Decreto Supremo Nº 23968 de la Ley 1565, prevé quienes
pertenecen a la carrera administrativa del Servicio de la Educación Pública y que el
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes es el órgano con competencia para juzgarlo,
pero a pesar de haber reclamado sobre la mala aplicación de la Ley SAFCO y la falta de
jurisdicción y competencia, se continuó con su procesamiento hasta dictar sentencia, la cual
no cumple con los requisitos previstos en los arts. 190 a 192 del Código de Procedimiento
Penal, pues se establecen supuestas contravenciones que no existen en la precitada Ley, por
un lado, y por otro la Resolución Suprema No. 212414 de 21 de abril de 1993 referente al
Nuevo Reglamento de Faltas y Sanciones establece en forma clara las faltas y sanciones y
para los que no están se remiten a la justicia ordinaria. Que apeló de la sentencia ante el
superior en grado, empero este Tribunal también fue nombrado en contravención a la
señalada resolución, que estando concedido el recurso, y dado que el Tribunal no tenía
jurisdicción y competencia, pidió su excusa, pero fue rechazada por el Auto de Vista de 14
de junio de 2000, al tenor también de la Ley SAFCO.

I.3. Que, al señalar el art. 36 del D.S. Nº 23968, que en casos de retiro de funcionarios de la
carrera administrativa se regirán por las disposiciones emanadas de la Secretaría Nacional
de Educación, ahora Ministerio de Educación, "...de acuerdo al reglamento del funcionario
público, este último no se ha promulgado, y lo que existe para este efecto y que no fue
derogado es la tantas veces mencionada Resolución Suprema Nº 212414...", por lo que el
Ministerio de Educación, Cultura y Deportes tomando en cuenta dicha disposición, debía
partir de ella; sin embargo, no se la observó, por cuya razón la tramitación del proceso
contraviene la Constitución Política del Estado en su art. 31. Por otro lado la Ley 1565 y el
D.S. Nº 23968 en su art. 39 ratifica la vigencia del Reglamento de Faltas y Sanciones
Disciplinarias, lo cual significa que la R.S. Nº 212414 no se ha derogado y
consiguientemente, el auto nombrado Tribunal de la Dirección Distrital del Servicio de
Educación carece de jurisdicción y competencia al igual que el de alzada por prescripción
de los arts. 15 y 18 de la referida Resolución.

I.4. Que, por lo expuesto y dado que se ha infringido el art. 31 de la Constitución Política
del Estado, pide que en resolución se declare nulos y sin valor todos los actos realizados en
el proceso administrativo y su inmediata restitución a su cargo, hasta que se proceda
conforme a Ley.

CONSIDERANDO II

Que, mediante Auto Constitucional Nº 145/2000-CA de 31 de julio de 2000, se admite el


Recurso contra la Resolución de 14 de junio de 2000, pronunciada por el Tribunal
Administrativo de Apelación del Servicio Departamental de Educación - Cochabamba,
disponiéndose la citación de Delio Cusicanqui Villa, Ricardo Galvis Coca y Wilde Pozo
Monrroy; y se rechaza con referencia a la conformación del Tribunal Sumariante de
Primera Instancia y del Tribunal de Alzada, ambos del SEDUCA-Cochabamba y a la
Sentencia de 27 de abril de 2000, dictada por el citado Tribunal Sumariante.

Que, una vez citados los recurridos con la provisión citatoria el 17 de agosto de 2000, como
consta a fs. 176 - a del expediente, los recurridos a fs. 573 a 576 y vta. cumplen con la
remisión y piden se declare infundado el Recurso, en consideración a lo siguiente:

II.1. Que, tanto el Tribunal de Sumario como el de Apelación actuaron con absoluta
competencia; que el recurrente nunca observó la supuesta incompetencia del Tribunal
Sumariante, por lo que el 27 de abril de 2000 se dictó Sentencia por la que se lo declara
autor de responsabilidad administrativa conforme a los arts. 28 y 29 de la Ley SAFCO,
sancionándosele con la destitución del cargo de Director Distrital de Educación de la
Provincia Arani; señalándose que una vez ejecutoriado el fallo se le debía otorgar nuevas
funciones.

II.2. Que, notificada la sentencia al recurrente, éste apela, a cuyo efecto se remite el proceso
al Tribunal de Alzada, donde el citado dando un giro de 90 grados, solicita excusa del
Tribunal por no tener jurisdicción y competencia, la cual fue rechazada disponiéndose se
prosiga con el trámite, proveído que no mereció ninguna impugnación, por lo que se
ejecutorió, dictándose posteriormente el Auto de Vista de 14 de junio de 2000, mediante el
cual se modifica en parte la sentencia del Sumariante, pues se dispone que la destitución
debe ser "...sin descategorización del cargo de docente", fallo con el cual se lo notificó el 23
del mismo mes y años...". En suma dicen que se han respetado los arts. 16 de la
Constitución Política del Estado y 3 del Código de Procedimiento Penal; que al margen de
aquello el recurrente desde el 3 de julio se encuentra trabajando como Director de una
Unidad Educativa, hecho que demuestra su "tácita y expresa aceptación" de los fallos,
habiendo percibido su sueldo como Director de Arani, hasta el día de su nueva designación.

II.3. Que, la Resolución Suprema Nº 212414, invocada varias veces por el recurrente,
merced al art. 1 sólo se aplica a todo el personal del Escalafón Nacional, empero no es
aplicable a los funcionarios de Alta Jerarquía como son los Directores Distritales, extremo
que está confirmado por los arts. 7 y 34 del D.S. Nº 23968, que prescriben en el mismo
sentido, infiriéndose que los Directores Distritales son funcionarios públicos, debiendo ser
ineludiblemente juzgados por la Ley No. 1178 y sus respectivos Reglamentos, como se lo
hizo, aplicando también el D.S. Nº 23968, ya que en mérito al art. 12 del D.S. No. 23318-A
el máximo ejecutivo del SEDUCA, tiene la facultad de delegar competencia para que
actúen en su representación al tenor del art. 29 de la Ley No. 1178 y 21 del D.S. No. 23318-
A; habiéndose sustanciado el proceso en apelación conforme a los arts. 23 y 24 del mismo
Decreto.

CONSIDERANDO III

Que, estando así el estado del presente Recurso Directo de Nulidad, luego del análisis de
los antecedentes que informa el expediente se arriba a las siguientes conclusiones:

III.1. Que, el Recurso sólo ha sido admitido contra la Resolución de 14 de junio de 2000,
pronunciada por el Tribunal Administrativo de Apelación del Servicio Departamental de
Educación - Cochabamba, siendo rechazado con referencia a la conformación del Tribunal
Sumariante de Primera Instancia y del Tribunal de Alzada, ambos del SEDUCA-
Cochabamba, y a la Sentencia de 27 de abril de 2000, dictada por el citado Tribunal
Sumariante, por lo que únicamente se dispuso la citación de los miembros del Tribunal de
Alzada, Delio Cusicanqui Villa, Ricardo Galvis Coca y Wilde Pozo Monrroy.

III.2. Que, ante las numerosas denuncias planteadas por el Alcalde de Arani, Concejo
Municipal, Comité Cívico, Federación de Maestros Rurales y otros, mediante Auto
motivado de 20 de enero de 2000, se instaura proceso Interno Administrativo contra el
recurrente "... por existir suficientes indicios de contravención..." a los arts. 28, 29 de la Ley
Nº 1178, 15 y 18 del D.S. Nº 23318-A de la Ley SAFCO. Que dentro del citado proceso el
recurrente presta su declaración indagatoria, plantea cuestión previa por falta de tipicidad y
materia justiciable y finalmente pide clausura del término de prueba.

III.3. Que, dictada la sentencia por el Sumariante, el recurrente presenta memorial


señalando: "De conformidad al Decreto Supremo Nº 23318-A, del reglamento de la
responsabilidad pública, en su Art. 22 inc. 3), tengo a bien APELAR, de la injusta
SENTENCIA dictada por su autoridad, contraviniendo el Art. 31 y 34 de la Constitución
Política del Estado y art. 90 del Cdgo. de Pdto. Civil... Por lo expuesto apelo ante el
Superior en grado...". Posteriormente y luego de ser elevado el expediente al Tribunal de
Alzada, el 1 de junio de 2000, se apersona indicando que se le hagan conocer ulteriores
diligencias; empero, al día siguiente presenta memorial con el argumento de que el Tribunal
carecía de jurisdicción y competencia pidiendo su excusa, la cual es rechazada mediante
Auto de Vista de 5 de junio de 2000, notificándose al procesado el 9 del mismo mes y año y
no habiendo éste interpuesto ningún recurso, el 14 de junio de 2000, el Tribunal
Administrativo de Apelación del Servicio Departamental de Educación, dicta Resolución
confirmando la Sentencia, con la modificación de que no se descategorice al procesado del
cargo de docente.

III.4. Que, el Decreto Supremo No. 212414 de 21 de abril de 1993, relativo al Reglamento
de Faltas y Sanciones, en su capítulo primero (del campo de aplicación y las excepciones),
que invoca el recurrente para ser juzgado, en su art. 1 prescribe: "El presente Reglamento se
aplica a todo el personal comprendido en los artículos 20 y 21 del Reglamento del
Escalafón Nacional ....", preceptos dentro de los cuales no se encuentran los Directores
Distritales.

III.5. Que, el artículo 34 del D.S. Nº 23968 de 24 de febrero de 1995, relativo a las carreras
en el servicio de educación pública, señala: "Pertenecen a la Carrera Administrativa del
Servicio de Educación Pública, como funcionarios públicos: 1. El Director General, los
Directores Departamentales, Distritales...". Asimismo, el art. 36 del referido Decreto
dispone: "La administración de personal y los casos de sanción o retiro para los
funcionarios de la Carrera Administrativa se regirán por las disposiciones emanadas de la
Secretaría Nacional de Educación, de acuerdo al Reglamento del Funcionario Público.".

Que, el art. 2 del D.S. Nº 25232 establece como naturaleza jurídica del Servicio
Departamental de Educación, el ser "un órgano operativo y desconcentrado de la Prefectura
del Departamento...", teniendo como misión institucional (art. 3), "...la administración de la
educación pública y ...". Asimismo, el art. 9-o) señala como atribuciones del Director del
SEDUCA el "Designar a los directores distritales de educación y personal..., con estricta
sujeción a los procedimientos del Sistema de Administración de Personal de la Ley Nº
1178; y al reglamento aprobado por Resolución Ministerial...". En el mismo sentido en el
inc. u) prescribe "Evaluar a los directores distritales de educación y personal técnico del
SEDUCA en estricta sujeción a los procedimientos del Sistema de Administración de la
Ley No. 1178, sobre la base del reglamento aprobado por Resolución Ministerial emitida
por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.

Que, el art. 20 del mismo Decreto establece: "La Dirección Distrital de Educación es el
órgano desconcentrado del SEDUCA, que administra el servicio publico y ejercer control
sobre el...".

III.6. Que, el Reglamento de la Carrera Administrativa del Servicio de Educación Pública,


aprobado por Resolución Ministerial No. 062/00 de 17 de febrero de 2000, en su art. 1º
establece: "El presente reglamento tiene por objeto regular, en el marco del Estatuto del
Funcionario Público, la Ley de Reforma Educativa y el Decreto Supremo No. 23968 que
aprueba el Reglamento sobre las Carreras en el Servicio de Educación Pública...", y en su
art. 33 dispone: "... El régimen disciplinario se rige por lo dispuesto en el Régimen de
Responsabilidad por la función pública regulado por la Ley No. 1178, de Administración y
Control Gubernamentales y sus disposiciones reglamentarias".

Que, el Reglamento del Estatuto del Funcionario Público de 24 de abril de 2000 (D.S. No.
25749) en su anexo relativo al Reglamento de Desarrollo parcial a la Ley No. 2027 de 27
de octubre de 1999, del Estatuto del Funcionario Público en su art. 9 dispone: " (Carrera
Administrativa del Magisterio Público).- La Carrera Administrativa en el Magisterio
Público se rige por la Ley de Reforma Educativa, Código de la Educación No. 1565 de 7 de
julio de 1994. Reglamento del Escalafón Nacional del Servicio de Educación y demás
normas especiales conexas."

CONSIDERANDO IV

IV.1. Que, el artículo 31 de la Constitución Política del Estado establece: "Son nulos los
actos de los que usurpen funciones que no les competen, así como los actos de los que
ejerzan jurisdicción o potestad que no emane de la Ley."

IV.2. Que, el auto de Vista de 14 de junio de 2000, es válido en derecho pues el Tribunal de
Alzada dentro del proceso que se le siguió al recurrente, tenía plena jurisdicción y
competencia para dictarlo, ya que tramitó el proceso conforme a la Ley No. 1178 y su
Reglamento aprobado mediante Decreto Supremo No. 23318-A, normas que rigen a los
funcionarios públicos comprendidos dentro de la carrera administrativa, en ausencia del
Reglamento del Funcionario Público citado en el art. 36 del D.S. No. 23968; es decir, que
como no existía norma específica para juzgar a los Directores Distritales, en el momento de
iniciación del proceso al recurrente, eran de aplicación las normas básicas de
administración y control gubernamental que son obligatorias por disposición del art. 3 de la
Ley No. 1178 que establece: "Los Sistemas de Administración y de Control se aplicarán en
todas las entidades del Sector Público sin excepción, entendiéndose por tales la
Presidencia....; las instituciones, organismos y empresas ...; y toda otra persona jurídica
donde el Estado tenga la mayoría del patrimonio".

Que, el recurrente no podía ser juzgado bajo las disposiciones del D.S. No. 212414 por no
encontrarse en los alcances de los arts. 20 y 21 del Reglamento del Escalafón Nacional
aprobado mediante Decreto Supremo de 18 de julio de 1957, aún vigente, dado que el
precitado D.S. Nº 23968, establece una nueva selección para los trabajadores dentro del
ámbito de la educación, pues en el art. 34 refiere los que corresponden a la carrera
administrativa como funcionarios públicos y en el art. 7 señala los que son considerados
como docentes, siendo a éstos únicamente aplicable el D.S. Nº 212414 y no así a los de la
Carrera Administrativa.

Que, lo anterior guarda coherencia y es confirmado con las nuevas disposiciones dictadas
referentes al régimen disciplinario y juzgamiento de los funcionarios públicos de la carrera
administrativa, que señalan que dichos funcionarios para cuestiones disciplinarias se rigen
por la Ley No. 1178 y sus disposiciones reglamentarias, pues el art. 3 de la Resolución
Ministerial Nº 062/00, vigente a partir del 17 de febrero de 2000, señala como marco
jurídico del Reglamento de la carrera administrativa del servicio de educación pública, "la
Constitución Política del Estado, la Ley Nº 1178 de los Sistemas de Administración y
Control Gubernamental, la Ley 1551 de Participación Popular, la Ley No. 1565 de Reforma
Educativa, la Ley No. 1654 de Descentralización Administrativa, y la Ley No. 2027 del
Estatuto del Funcionario Público y disposiciones reglamentarias.", estableciendo en el art. 4
que el reglamento abarca como ámbito de aplicación "todo el personal de la carrera
administrativa del servicio de educación pública...".
POR TANTO: El Tribunal Constitucional, en virtud de la jurisdicción y competencia que le
confieren los artículos 120.6ª de la Constitución Política del Estado, 79 y siguientes de la
Ley No. 1836 declara INFUNDADO el Recurso Directo de Nulidad admitido contra la
Resolución de 14 de junio de 2000, con costas y multa de Bs. 200 que el recurrente en
aplicación del artículo 85-1) de la Ley del Tribunal Constitucional, debe depositar a la
orden del Tesoro Judicial en el plazo de tres días, desde su notificación con la presente
Sentencia.

Regístrese y hágase saber.

Los Magistrados Dr. Pablo Dermizaky Peredo, Dr. René Baldivieso Guzmán y Dr. José
Antonio Rivera Santiváñez no intervienen, el primero y el tercero por encontrarse con
licencia y el segundo por estar haciendo uso de su vacación anual.

Dr. Hugo de la Rocha Navarro Dr. Willmán R. Durán Ribera


PRESIDENTE a.i. MAGISTRADO

Dra. Elizabeth I. de Salinas Dr. Rolando Roca Aguilera


MAGISTRADA MAGISTRADO SUPLENTE
En ejercicio de la titularidad

Expediente Nº 2000-01674-04-RTG

AUTO CONSTITUCIONAL Nº 222/2000- CA

Partes: Edward Anthony Burke Pommier contra el Colegio de Abogados del Distrito de
Cochabamba.
Materia: Recurso Contra Tributos y otras Cargas Públicas.
Fecha: 31 de octubre de 2000

VISTOS: El Recurso Contra Tributos y otras Cargas Públicas interpuesto por Edward
Anthony Burke Pommier contra el Colegio de Abogados del Distrito de Cochabamba a fs.
9-10 y memorial que antecede; y,

CONSIDERANDO: Que, por Auto Constitucional Nº 199/2000-CA de 10 de octubre de


2000, cursante a fojas 11-12 del expediente, se dispuso que el recurrente dé cumplimiento
en el plazo de 10 días, a los requisitos exigidos por los incisos 3) y 4) del art. 30 de la Ley
del Tribunal Constitucional referidos al señalamiento del domicilio de la parte recurrida o
de su representante legal y la formulación del petitorio con precisión y claridad, citando la
norma constitucional infringida, la resolución contraria a la Constitución y la justificación
por la que ella resulta inconstitucional.

Que, notificado el recurrente en fecha dieciocho de octubre de 2000 con el Auto


Constitucional Nº 199/2000-CA, cual consta de la diligencia de fojas 13, dentro del plazo
establecido, por memorial de 26 de octubre de 2000 presentado en 30 del mismo mes y año
señala el domicilio de los recurridos subsanando la primera observación y hace presente,
con el objetivo de subsanar la segunda observación, que según el art. 116 parágrafo X de la
Constitución Política del Estado "la gratuidad, publicidad, celeridad y probidad en los
juicios son condiciones esenciales en la administración de justicia, que el D.S. Nº 19845 de
17 de octubre de 1983 dispone que el Colegio de Abogados otorgue un sello para la
presentación de memoriales, pero que en ningún momento permite o autoriza el cobro por
tal servicio, sin mencionar cual la disposición legal de la que se recurre con la finalidad de
obtener mediante sentencia, se declare la inaplicabilidad de la misma (art. 70 Ley Nº 1836).

CONSIDERANDO: Que, el art. 68 parágrafo I de la ley del Tribunal Constitucional


dispone que el Recurso Contra Tributos y Otras Cargas Públicas procede contra toda
disposición legal que cree modifique o suprima un tributo, impuesto, tasa, patente, derecho
o contribución de cualquier clase o naturaleza que hubiere sido establecida sin observar las
disposiciones de la Constitución Política del Estado.

Que, a su vez, el parágrafo II de la misma norma legal, establece que el recurso debe ser
planteado por el sujeto pasivo del tributo contra la autoridad que los aplicare o pretendiere
aplicarlo, acompañando la resolución u ordenanza que así lo disponga o en su caso,
solicitando se conmine a la autoridad recurrida para que la presente.

Que, en el caso de autos, el recurrente Edward Anthony Burke Pommier por memorial que
antecede no cita la resolución u ordenanza que dispone el tributo, pago, derecho o
contribución que el Colegio de Abogados de Cochabamba le obliga a cancelar, es decir, la
resolución u ordenanza contra la que se recurre, consecuentemente, no subsana uno de los
defectos formales observados en el Auto Constitucional Nº 199/2000-CA de 10 de octubre
de 2000.

POR TANTO: La Comisión de Admisión en aplicación a lo dispuesto por el art. 32 de la


Ley Nº 1836, dispone tenerse por NO PRESENTADO el recurso interpuesto por Edward
Anthony Burke Pommier, de fojas 9-10 del expediente.

Al otrosí.- Por señalado el domicilio en la Secretaría General del Tribunal.

Regístrese, hágase saber y archívese.

COMISION DE ADMISION

Dr. Hugo de La Rocha Navarro


DECANO
EN EJERCICIO DE LA PRESIDENCIA

Dr. Willman R. Duran Ribera Dra. Elizabeth Iñiguez de Salinas


MAGISTRADO MAGISTRADA

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