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Colección Derechos Humanos, Género y ESI

En la escuela

Educación
Sexual
Integral
Presidente
Alberto Fernández

Vicepresidenta
Cristina Fernández de Kirchner

Jefe de Gabinete de Ministros


Juan Luis Manzur

Ministro de Educación
Jaime Perczyk

Unidad Gabinete de Asesores


Daniel Pico

Secretaria de Educación
Silvina Gvirtz

Subsecretario de Educación
Social y Cultural
Alejandro Garay
Colección
Derechos Humanos,
Género y ESI
En la escuela
Primera edición diciembre 2021
© 2021. Ministerio de Educación de la Nación Argentina.

Impreso en Argentina
Publicación de distribución gratuita
Prohibida su venta. Se permite la reproducción total o parcial de este libro con expresa
mención a las fuentes y a los/as autores/as.

Ministerio de Educación de la Nación


Educación Sexual Integral / 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires :
Ministerio de Educación de la Nación, 2021.
Libro digital, PDF/A - (Derechos Humanos, Género y ESI en la escuela)
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-950-00-1511-0
1. Formación Docente. 2. Derechos Humanos. I. Título.
CDD 371.714

Fecha de catalogación: 04/12/2021

Directora de Educación para los Derechos Humanos, Género


y Educación Sexual Integral
María Celeste Adamoli

Coordinadora editorial
Violeta Rosemberg

Equipo de producción de este material


Sebastián Fuentes

Ilustración
Javier Velasco

Diseño
Leandro Paleari

Edición
María Silva y Paloma Vidal Ruiz

Colaboradoras
Juliana Cuoco, Paula de Freitas Fernández, Daiana Gerschfeld, María Sol
González, Gabriela Nacach, Fernanda Ontiveros, María Rohde, Evangelina Vidal,
Lucía Zanone

Agradecemos la lectura y comentarios de


Paula Costas, Mirta Marina, Julieta Santos y Marcelo Zelarallán

-4-
Índice
Escuela, democracia y ciudadanía
Jaime Perczyk, Ministro de Educación de la Nación 08

Colección Derechos Humanos, Género y ESI la escuela 10

1. Introducción
La ESI como parte de la agenda de las nuevas
ciudadanías democráticas 16

2. ¿De qué hablamos cuando hablamos de ESI?


Alcance de la ESI 19
La sexualidad como construcción social 22

3. La ESI como política de Estado


La ESI en un sistema educativo federal 27
Antecedentes de la ley de ESI 27
El derecho a la Educación Sexual Integral: la Ley N.° 26150 32
El devenir de la ESI: balances y nuevas regulaciones 39

4. Derechos, activismos y experiencias colectivas de ESI


Las organizaciones de la sociedad civil y la conquista
de derechos 47
El rol docente en la expansión de la ESI 50

-5-
5. La ESI en el aula
La noción de integralidad de la educación sexual 53
La ESI y el vínculo pedagógico 54
Roles sociales y ESI 56
El cuerpo, la sexualidad y el deseo como temas de la ESI 58
De la “práctica de la tolerancia” al reconocimiento
pedagógico de la diferencia 64
La Ley N.° 27610 y la ESI: un nuevo desafío para la escuela 66
La ESI: apertura de autoridad en la escuela 69
La ESI como jerarquización del rol docente 72

6. Propuestas de actividades para trabajar la ESI


en el aula 75

7. Recursero 86

8. Referencias
Bibliografía 91
Imágenes 93

-6-
2 ¿De qué hablamos
cuando hablamos
de ESI?
// Alcance de la ESI //

La Educación Sexual Integral (ESI) es, ante todo, un derecho de cada estudian-
te. El artículo 1 de la Ley N.° 26150 Programa Nacional de Educación Sexual
Integral, sancionada en 2006, establece que debe abordarse en todas las es-
cuelas del país, en todos los niveles y modalidades educativas hasta el nivel
superior no universitario, ya sean establecimientos de gestión estatal o pri-
vada. Para garantizar su implementación, el artículo 2 establece la creación
del Programa de Educación Sexual Integral. La Ley N.° 26150 se encuentra
enmarcada en la Convención sobre los Derechos del Niño, en la Convención
sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer
—que cuentan con rango constitucional— y en la Ley de Educación Nacional
N.° 26206.

En el contexto escolar, la ESI es un espacio sistemático de enseñanza y


de aprendizaje que promueve información, conocimientos y habilida-
des para consolidar la autonomía en la toma de decisiones responsa-
bles respecto a la sexualidad, el cuidado del cuerpo y las relaciones
interpersonales. En este sentido, los lineamientos curriculares (aproba-
dos por la Resolución del Consejo Federal de Educación (CFE) N.° 45/08) y
los Núcleos de Aprendizaje Prioritarios (NAP) para cada nivel (Resolución
N.º 340/18) se constituyen en el piso básico para garantizar el derecho a la
ESI. Cuando hablamos de ESI, además del desarrollo curricular, también

- 19 -
incluimos aquella educación sexual que se transmite y construye, de manera
más o menos formal, en las instituciones educativas. Se trata de todas las
formas posibles en que la sexualidad —entendida integralmente— se ve invo-
lucrada y puede ser abordada en la escuela. En este sentido, la reflexión sobre
el propio posicionamiento, el análisis sobre la organización de la vida cotidiana
institucional, el abordaje de los episodios que irrumpen y el vínculo con las
familias y la comunidad son instancias de aprendizaje tanto para equipos es-
colares como estudiantes.

¿Qué es la sexualidad según la ley de ESI?

El concepto de sexualidad, en consonancia con la ley de ESI, excede las no-


ciones de genitalidad vinculada a las relaciones sexuales. Consideramos a
la sexualidad como una de las dimensiones constitutivas de la persona,
relevante para su despliegue y bienestar durante toda la vida, que abarca
tanto aspectos biológicos, como psicológicos, sociales, afectivos y éticos.
Esta concepción es la sostenida por la Organización Mundial de la Salud:

El término “sexualidad” se refiere a una dimensión fundamental del


hecho de ser humano. [...] Se expresa en forma de pensamientos, fan-
tasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas,
roles y relaciones. La sexualidad es el resultado de la interacción de
factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos
y religiosos o espirituales. [...] La sexualidad se practica y se expresa
en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.
(ME, 2010).1
1- Reunión de Consulta sobre Salud Sexual, convocada por la Organización Panamericana
de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en colaboración con la
Asociación Mundial para la Salud Sexual, que se realizó del 19 al 22 de mayo de 2000 en
Antigua Guatemala, Guatemala.

- 20 -
¿En qué sentido la ESI se construye colectivamente?

Asimismo, la ESI se construye colectivamente a partir de los saberes situa-


dos en las realidades específicas de cada aula. Docentes, pedagogas y pe-
dagogos, equipos técnicos ministeriales y especialistas elaboran de forma
permanente conocimientos específicos desde una perspectiva de Derechos
Humanos y de respeto por la diversidad. La reflexión mancomunada ante
episodios que irrumpen en la cotidianidad escolar, las demandas estudianti-
les, la planificación curricular y el diseño de jornadas específicas producen
conocimientos actualizados sobre Educación Sexual Integral.

¿Qué decimos cuando hablamos de ESI? ¿Qué significa abordar la se-


xualidad en la escuela desde un enfoque integral? ¿De qué integralidad
hablamos y qué procesos de enseñanza y aprendizaje habilita? ¿Qué de-
safíos institucionales y pedagógicos nos plantea el abordaje de la ESI?

La ley de ESI es un hito en la política educativa porque asume que esa di-
mensión humana fundamental tiene que estar acompañada por el Estado
y la escuela desde un posicionamiento basado en los Derechos Humanos,
con enfoque de género y de diversidad. De este modo, la ESI se ubica en
un paradigma de derechos y coloca a la escuela como institución funda-
mental para conocer, entender y defender los derechos, incluidos aquellos
vinculados con la dimensión de la sexualidad de todas las personas.

La Ley N.° 26150 Programa Nacional de Educación Sexual Integral y las


experiencias que se expanden en todo el sistema educativo instalan una
serie de preguntas que ubican en el centro a las y los docentes respon-
sables de garantizar el derecho a la ESI desde una perspectiva integral.

- 21 -
Asumir la educación sexual desde una perspectiva integral implica un
trabajo articulado que promueve la enseñanza y el aprendizaje involu-
crando distintos aspectos para la construcción de conocimientos. Por
un lado, debemos acercar información científicamente validada, acor-
de a cada etapa del desarrollo. Asimismo, debemos promover el cono-
cimiento de derechos y obligaciones, y trabajar sobre los prejuicios y
las creencias que sostienen actitudes discriminatorias. En el plano de
la afectividad, es posible trabajar para desarrollar capacidades como
la solidaridad, la empatía, la expresión de los sentimientos en el mar-
co del respeto por las otras personas y por sus diferencias. Este as-
pecto puede resultar novedoso, ya que, habitualmente, la posibilidad de
expresar los sentimientos fue poco abordada desde la escuela tradicional.
De alguna manera, se daba por sentado que se trataba de cuestiones que
se aprendían espontáneamente en la familia y con la madurez que brinda
la experiencia. Por último, podemos pensar en una dimensión relacionada
con el “saber hacer”, desde la cual se promueve tanto la adquisición de la
autonomía y de la posibilidad de decir no frente a la coacción de otras y de
otros como el fortalecimiento de conductas de respeto y cuidado —personal
y colectivo— de la salud. A lo que hay que agregar la adquisición de habili-
dades psicosociales, como propiciar el diálogo y lograr acuerdos. (ME, 2010).

// La sexualidad como construcción social //

La sexualidad humana, el cuerpo sexuado, la construcción de las iden-


tidades, los deseos y las orientaciones han sido objeto de diferente tipo
de regulaciones sociales a lo largo de la historia de nuestra sociedad.
En diversos contextos, aquello que hoy entendemos por sexualidad fue

- 22 -
identificado como un campo de experiencias y de saberes sobre los que
las sociedades posaron su mirada y su control, buscando estabilizar una
experiencia de incertidumbre en relación con los propios deseos, senti-
res, afectos. La organización hegemónica del orden sexual se centró en
torno a su dimensión reproductiva, cerrándose sobre esa esfera, clasifi-
cando cuerpos y utilizando las relaciones económicas como fundamento
para jerarquizar los vínculos y las personas a partir de roles de produc-
ción (varones) y de reproducción (mujeres).

El filósofo Michel Foucault (2002), y otras autoras y autores señalan —sobre


la base de estudios sociológicos y antropológicos— que los cuerpos son un
constructo, un producto social y cultural. Estos estudios consideran que la
dimensión corporal puede ser leída como un texto donde se escribe la reali-
dad social. En este sentido, destacan las relaciones entre el comportamiento
individual y los dispositivos de poder de las distintas instituciones encami-
nados a vigilar y orientar las prácticas y los saberes acerca de la sexualidad.
Estos dispositivos se basan en distinguir entre una sexualidad “permitida”,
“buena”, “natural” y otra “prohibida”, “mala”, “antinatural”, merece-
dora de castigo y normali-
zación. En esta afirmación Michel Foucault —reconocido
por sus estudios críticos
se sostienen una serie de sobre las instituciones
sociales (hospitales, escuelas,
interrogantes acerca de las instituciones carcelarias,
entre otras)— escribió un libro
prácticas sociales de orde- llamado Historia de la sexualidad.
En este trabajo, el filósofo
namiento y dominación de los francés desarrolla un análisis
sociohistórico, en el que presenta la
cuerpos, que regulan tanto la necesidad de interrogarse acerca del excesivo
control de la “hipócrita sociedad burguesa”
percepción de control sobre sobre la sexualidad, especialmente a través
del discurso, al cual coloca como principal
nuestros cuerpos, como so- dispositivo de normalización de la sexualidad
en las sociedades modernas.
bre nuestra sexualidad.

- 23 -
¿Cuáles son los principios sobre los que se reguló la
sexualidad en la modernidad?

Judith Butler (Cleveland, En la modernidad —a tra-


1956) es una filósofa
postestructuralista vés de las características
estadounidense que ha
realizado importantes singulares que adquiere la
aportes a la teoría de
género. Sus ideas han relación entre verdad, sa-
influido en los campos del
feminismo, la ética, la filosofía ber y poder— se establece
política y la teoría literaria.
Es profesora de la Universidad de y asume al binarismo como
California en Berkeley, y ha publicado,
entre otros, El Género en disputa. norma organizadora de la
Feminismo y la subversión de la identidad
(1990) y Cuerpos que importan: Sobre los sexualidad. Como afirma Ju-
límites materiales y discursivos del sexo
(1993). dith Butler (2007), esta lógica
se basa en dos principios re-
guladores: la reproducción biológica y la presunción de heterosexualidad
obligatoria. De esta manera, se instaló como norma y hasta como natural la
existencia de solo dos géneros (varón y mujer) en el campo de la sexualidad
y las identidades humanas. Esta concepción particular de la sexualidad se
asumió como normal desde las distintas instituciones y áreas como la me-
dicina, el ejército, y también la escuela. De esta manera, el poder fue cons-
truyendo saberes que, a su vez, permearon los cuerpos instalando normas,
maneras de actuar, de ser y de obedecer propias de ese particular orden
social que instituyó la modernidad.

De esta manera, la sexualidad quedó fijada en torno a la relación sexual


que, hasta antes del desarrollo de las tecnologías reproductivas,2 era
la única posibilidad para reproducir la vida humana. La represión de la
2- Nos referimos al desarrollo de técnicas biomédicas destinadas a resolver problemáticas
vinculadas a la capacidad de concepción y gestación, tales como la fertilización asistida y
la fecundación in vitro.

- 24 -
sexualidad se tornó dominan-
te, al tiempo que se la definía
Simone de Beauvoir
de un modo restrictivo. Fue (París, 1908-1986) fue
una escritora y filósofa
recién en el siglo XX, con los feminista francesa,
figura emblemática de
aportes de teóricas y teóri- este movimiento. Tuvo una
gran influencia en la teoría
cos como Michel Foucault o feminista. Entre sus obras más
destacadas se encuentran El segundo
Simone de Beauvoir, cuando sexo (1949) y La vejez (1970).

se empezaron a analizar las


regulaciones sobre la se-
xualidad y a considerar que
esta podía tomar una configuración distinta, asociada a la autonomía,
a la libertad y al reconocimiento de las experiencias sexogenéricas di-
versas que hacen a la construcción de la subjetividad.

¿Qué implica hablar de educación sexual en las escuelas?

Hablar de educación sexual en la escuela conlleva el desafío de transformar


paulatinamente las históricas regulaciones propias de un sistema normali-
zador en experiencias que puedan ser socializadas, conversadas e interpre-
tadas a partir de nuevos interrogantes sobre la condición humana. Se trata
de construir proyectos y experiencias pedagógicas desde una perspectiva
de Derechos Humanos y desde un enfoque de género y diversidad.

La sexualidad como contenido educativo es un tema que nos atra-


viesa, un derecho que conlleva otros derechos, un conocimiento que
abre mundos personales y colectivos. Un contenido que moviliza, inco-
moda y construye experiencias pedagógicas vinculadas a las palabras,
los conocimientos, los placeres y el cuidado propio y de las otras y otros.

- 25 -
La ESI es un contenido que tensiona la gramática escolar y que posibilita
transformar la escuela. La ESI se renueva permanentemente a la luz de
nuevas demandas y normas que nos plantean la necesidad de actualizar
nuestros repertorios de preguntas en el marco de una pedagogía del
cuidado en continuo movimiento.

- 26 -

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